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LUIS CHIOZZA “CUERPO, AFECTO Y LENGUAJE” CAPITULO 2: EL PROBLEMA PSICOSOMATICO Y LA TECNICA PSICOANALITICA. MANO Y PALABRA Chiozza entiende que la palabra “psicosomática” encuentra su mejor sentido en designar a una orientación de la medicina que se caracteriza por incluir en cada acto médico y en cada juicio clínico, la consideración de las emociones inconscientes que contribuyen a que cada paciente configure una persona enferma en una situación particular siempre diferente. Desde este punto de vista, es imposible afirmar que hay enfermedades psicosomáticas y otras que no los son. La medicina y la patología psicosomática enfrentan, en la práctica y en la teoría, el problema de la desintegración coherente ante los distintos procedimientos médicos con los descubrimientos y procedimientos propios del psicoanálisis. Esta integración surge como una necesidad ineludible frente a la comprobación de los efectos que la técnica de una de estas medicinas produce en los fenómenos que constituyen el campo de observación de la otra. RAZONES QUE DETERMINAN UNA DIFICULTAD EN EL LOGRO DE LA INTEGRACION ENTRE MEDICINA Y PSICOANALISIS: 1) Los límites del encuadre psicoanalítico son señalados como una barrera que se opone al intento de integración de dicha terapéutica con aquellos procedimientos médicos que implican una transgresión de ese encuadre. Página | 1

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LUIS CHIOZZA“CUERPO, AFECTO Y LENGUAJE”

CAPITULO 2:EL PROBLEMA PSICOSOMATICO Y LA TECNICA PSICOANALITICA.

MANO Y PALABRA

Chiozza entiende que la palabra “psicosomática” encuentra su mejor sentido en designar a una orientación de la medicina que se caracteriza por incluir en cada acto médico y en cada juicio clínico, la consideración de las emociones inconscientes que contribuyen a que cada paciente configure una persona enferma en una situación particular siempre diferente.Desde este punto de vista, es imposible afirmar que hay enfermedades psicosomáticas y otras que no los son.La medicina y la patología psicosomática enfrentan, en la práctica y en la teoría, el problema de la desintegración coherente ante los distintos procedimientos médicos con los descubrimientos y procedimientos propios del psicoanálisis.Esta integración surge como una necesidad ineludible frente a la comprobación de los efectos que la técnica de una de estas medicinas produce en los fenómenos que constituyen el campo de observación de la otra.

RAZONES QUE DETERMINAN UNA DIFICULTAD EN EL LOGRO DE LA INTEGRACION ENTRE MEDICINA Y PSICOANALISIS:

1) Los límites del encuadre psicoanalítico son señalados como una barrera que se opone al intento de integración de dicha terapéutica con aquellos procedimientos médicos que implican una transgresión de ese encuadre. Chiozza se pregunta si cabe atribuir a este motivo las razones de una dificultad tan general como la que, más allá de la terapéutica, abarca el campo entero, teórico y práctico de la medicina psicosomática.

Resulta sabido que el hombre se diferencia del conjunto de seres vivos gracias al ejercicio de la palabra. Sin embargo, el ejercicio de la mano es igualmente importante que el ejercicio de la palabra. Gracias a la oposición del pulgar, la mano, inaugura una herramienta como instrumento el mundo de lo construido mediante el artificio, brinda un acceso tan importante a la cultura como aquel constituido por la palabra. La técnica que aumenta el poder del hombre sobre la naturaleza y que a través del pensamiento, es hija de la palabra, no es menos hija de la mano que mediante su ejercicio, inauguró el saber instrumental.

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La mano, si bien movida por la idea, hace y explora en la materia. Haciendo en la materia, puede cambiar un sentimiento y una idea (como lo hace una caricia). La palabra, hablada o escrita, oída o leída, aunque se presenta siempre como un existente material, provoca el cambio o la emergencia del afecto y de la idea. La ofensa y el consuelo, que pueden derrumbar o sostener a un ser humano, demuestran la capacidad que posee la palabra para modificar la estructura material de los órganos.Tanto el psicoanalista como el cirujano, conocen de manera directa la existencia de un dualismo radical entre la mano y la palabra. Sin embargo, mano y palabra implican una estructura constitutiva. Su oposición y mutua influencia van más allá de las necesidades técnicas. No sólo surgen de la técnica, sino que la determinan.

Al plantear que mano y palabra son opuestos que se influyen mutuamente, que caracterizan a la estructura constitutiva del hombre, el problema de la integración psicosomática se transforma en un problema más importante (mano y palabra, acto y sentido, espacio y tiempo, materia e historia, objeto y sujeto, movimiento y percepción, afecto e idea, impulso y posición).

ENERGETICA Y HERMENEUTICA:

La historia de la teoría psicoanalítica contiene un desarrollo de la alternativa que propone Chiozza.

Freud aclara explícitamente que la ciencia psicoanalítica, como cualquier otra ciencia, tiene el derecho a establecer sus propios elementos teóricos fundamentales y que la idea de carga o de un aparato psíquico extenso, por ejemplo, no deben ser consideradas como hipótesis idénticas a sus equivalentes, pertenecientes a otras disciplinas científicas (como la física o la anatomía), las cuales trazan sus principios teóricos constitutivos sobre bases igualmente inseguras. Sin embargo, la teoría de las pulsiones instintivas, como derivadas de una fuente somática y la descripción de un aparato psíquico, con una tópica, una dinámica y una economía, revela su origen en conceptos provenientes de la física y la biología. En este mundo teórico operan los conceptos de causalidad y determinismo.

La introducción de los eventos biográficos en la comprensión de los fenómenos histéricos y la interpretación de los sueños implican en cambio, una teoría emanada de las ciencias de la cultura, que opera con los conceptos de historia, mito, lenguaje, arte, sociedad, conciencia, representación, dignificado y deseo. Este otro ámbito se caracteriza por la búsqueda de un segundo sentido, de un lenguaje oculto, inconsciente y al mismo tiempo, revelado mediante derivados que deben ser interpretados como signos “bilingües”. La comprensión en términos de finalidad, el enfoque teleológico amplían el campo del pensamiento causal.

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¿A QUIEN PSICOANALIZAMOS Y QUE ES LO QUE PSICOANALIZAMOS?:

La primera pregunta tiene como respuesta, que psicoanalizamos a una existencia subjetiva.

En cuanto a la segunda pregunta, psicoanalizamos los “productos culturales”, sean individuales o sociales. Estos productos se presentan bajo la forma de una existencia material. Aunque el objeto que sustenta nuestra interpretación psicoanalítica, se halle constituido por una cadena de significantes, la existencia de este discurso es el producto de una primera interpretación que transforma en un lenguaje que transcurre de sujeto a sujeto aquello que por su calidad de impresionar a nuestros sentidos, denominamos el material.

Debido a que los acontecimientos son registrados por los órganos de los sentidos, constituyen signos que denotan una significación. Lo que llamamos el material, recibe siempre una interpretación en el terreno de la percepción, el concepto o juicio

Así como lo que nuestra vista registra en la cara del paciente puede atravesar, por ejemplo, la línea conceptual palidez-anemia o la línea conceptual palidez- ictericia, propias de la patología médica y de las ciencias de la naturaleza, este material puede estructurarse en la conciencia del observador siguiendo otras líneas de organización (palidez- susto, por ejemplo), propias del lenguaje como mímica, gesto o expresión del afecto.

Aquello que denominamos el “discurso manifiesto”, es el producto de una interpretación del material que atraviesa la línea constituida por el sonido, el habla y el sentido de este hablar en el idioma. La progresiva estructuración de los significados que se originan mediante la interpretación, admite diferentes posibilidades de organización en la conciencia. La física o la patología médica, la historia o la gramática, constituyen ejemplos de las distintas formas de organización, que pueden ser científico- naturales o científico- culturales, tanto como religiosas o metafísicas, éticas o estéticas. Todas estas interpretaciones son el producto complejo de una “historia” personal del observador; tramada con métodos, recuerdos y juicios, que constituyen los pilares de nuestra facultad de conocimiento.

De acuerdo con Freud, quien consideraba que los procesos internos, que configuran a los afectos a partir de las pulsiones inconscientes, constituyen también en su origen, una realidad material (segunda fuente del “material” para la interpretación psicoanalítica.

El encuadre dentro del cual transcurre el trabajo interpretativo psicoanalítico, pertenece al terreno de la hermenéutica. Una hermenéutica que deja de ser sólo un arte para adquirir la categoría de una ciencia que

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trata el mundo de la idea, el afecto y la relación personal con los objetos animados a partir de los significados inconscientes.

En algún punto, la actividad hermenéutica, como interpretación de los significados ocultos y revelados en la materia y en la forma, debe volver, mediante una inversión de la mirada a la contemplación de la transformación del objeto que percibimos con los órganos de los sentidos. Esto da cuenta sobre el término y la finalidad del proceso psicoanalítico.

CONCLUSION: aquello que denominamos el problema de la integración psicosomática constituye en esencia lo mismo que encontramos en el principio y en el fin de toda técnica psicoanalítica. Esto implica una inversión de la mirada que, al mismo tiempo que interrumpe el trabajo psicoanalítico interpretativo, nos enfrenta con la problemática de la articulación entre el objeto y sujeto que constituye la esencia de la dificultad psicosomática.

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