Capítulo 6: El sexo está vivo e imbuido en casi todas las cosas

Imbuir o fijar. Practica de ocultar en el fondo de los anuncios palabras o figuras cargadas emocionalmente.

En la actualidad las palabras imbuidas e ilusiones graficas forman parte de casi toda la publicidad, especialmente en la publicidad de grandes empresas. Un ejemplo de ello, es la revista Playboy en donde se exhiben algunos de los ejemplos más hábiles del arte imbuido de modo subliminal.

La palabra imbuida con más frecuencia en la industria publicitaria norteamericana es SEXO. Las técnicas de impresión multidimensional permiten que se planteen docenas de veces en un solo esquema, palabras que son tabú, palabras como joder, coño, culo, prostituta, pene y muerte son usadas frecuentemente como disparos subliminales para motivar el comportamiento de comprar.

La fijación es más fácil de lograr fotográficamente, considerando los límites de la percepción humana en el reflejo de la luz.

1 A percepción consciente B

Existe una escala muy angosta de la luz reflejada entre A y 1 y que solo afecta de manera inconsciente y que de manera general no puede ser vista por la mente consciente. Dentro de esta escala. Dentro de esta escala las palabras cargadas emocionalmente pueden ser insertadas en el anuncio para establecer comunicación con el inconsciente del lector.

Una técnica para imbuir es realizada cuando un fotógrafo un modelo a, digamos, 1/150 de segundo. Entonces puede hacerse una segunda exposición a 1/1000 de segundo en el cual solamente se fotografía la palabra SEXO, como impresión borrosa a través de alguna parte de la fotografía original. La palabra SEXO, entonces puede entrelazarse en un mosaico en el que prácticamente cada pulgada cuadrada del cuerpo de la modelo se estructuro con sexos.

En este caso, la mayor parte de las personas necesitará algunas semanas para aprender a relajar la percepción hasta el punto en donde las fijaciones se vuelvan evidentes, reflejando la concordancia con un hecho básico de la existencia humana que plantea que los seres humanos perciben solo lo que quieren percibir, al menos a nivel consciente.

Así, el público en general es increíblemente ignorante de los fenómenos de percepción, donde las ilusiones de los comerciantes dependen de los consumidores quienes no pueden estar seguros si los SEXOS son creación suya o del comerciante.

La conmoción del descubrimiento.

A medida que un individuo se vuelve consciente de los fenómenos subliminales, la conmoción puede ocasionarle alguna molestia física o emocional inicial, quizás relacionada con su salud mental. La mayor parte de la demencia de nuestra cultura se explica en el hecho de que el demente ve, oye y experimenta cosas de las que no participa el supuestamente sensato. El apoyo del consenso de un grupo semejante la percepción es muy importante culturalmente para la

seguridad o sentido de bienestar de un individuo. Los seres humanos tienden a reprimir la información que perciben y que no refuerza de inmediata a su imagen personal, o aceptable socialmente.

Quizá las técnicas de auto-descubrimiento sean la mejor forma de comunicar información, sin embargo no habrá que subestimar el fenómeno de las defensas de la percepción y exclusión de datos percibidos del conocimiento consciente, con frecuencia descritos como un mecanismo básico de la cultura. Donde, por supuesto, la orientación del consumidor es una poderosa forma penetrante del condicionamiento cultural.

La alienación social, en donde no se puede cumplir con los requerimientos sociales, económicos, culturales, religiosos, sexuales y otros similares, con frecuencia desenvuelve lo que se ha llamado renacimiento psíquico, una posición de la cual se puede enfrentarse con las culturas, y hasta con su propia persona, si volverse dependiente emocionalmente.

El sexo a tiempo, salva.

La noción de que existe un poder oculto, o algo dentro de la mente que guía los destinos del hombre ha sido discutido por siglos, abordado por Freud al proponer el concepto de un subconsciente.

El artista John Hock menciono durante una discusión, que él había utilizado en una de sus punturas la técnica de la fijación, movido por un impulso pinto en el fondo la palabra joder, y oculto la palabra en las sobras del fondo, Hock comento que con frecuencia parecía que quien veía la obra no podía retirar la vista del lienzo, “la palabra imbuida parecía darle una cualidad mágica”. Como este, son abundantes los ejemplos de las palabras imbuidas en las bellas artes. Artistas como Ticiano, Rembrandt o Picasso, podrían representar algunos ejemplos.

Otra explicación posible para algunas palabras imbuidas, es que constituyen actos involuntarios, los cual han pasado totalmente inadvertidos a nivel consciente.

Amor al estilo americano.

La compañía Horsman Dolls compró un anuncio cuadricromático de una página del New York Times el 12 de Diciembre de 1971 (antes de la navidad), anuncio que llego a 1.6 millones de familias aproximadamente, de las cuales el 44.3% tenían hijos menores de 11 años, y puede suponerse que la mitad eran mujeres. “Amor al estilo Americano” muestra una dulce niña quizá de 5 años, su cabello y su caro vestido pertenecen obviamente a una familia de ingreso alto, ella sostiene con cariño una muñeca mientras le habla amorosamente, quizá como si la muñeca fuera un niño real. Los ojos de la niña están cerrados (esta ciega para ver la realidad) mientras juega a que la muñeca es un niño de carne y hueso.

La muñeca parece estar mirando la oreja de la niña y sus manos están a punto de tocarle el cuello. Es en especial curioso observar el uso de las zonas erógenas en la publicidad de juguetes para niños y su relación con las manos, bocas, ojos, y otros puntos de contacto corporal.

Imbuida en el dorso de la mano derecha de la niña a la mitad de los nudillos del dedo índice hay un mosaico de SEXOS. También hay otro mosaico en la palma De la mano derecha hay otro gran SEXO. En el cabello de la niña, de la mitad yendo hacia abajo hasta el área luminosa de su pelo hay otro SEXO, de hecho es otro mosaico.