CARAVAGGIO: CRISTO MUERTO, BAJADO DE LA...

Comunidad Pasionista • Santuario de Santa GemaAbril 2012 - Nº 976 - Año XCV - 28002 Madrid

CARAVAGGIO: CRISTO MUERTO, BAJADO DE LA CRUZ

Sólo pido no pedirte nada,estar aquí, junto a tu imagen muerta,ir aprendiendo que el dolor es solola llave santa de su santa puerta. Amén

Gabriela Mistral

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Preimpresión: Francisco Antón

Abril 2012 - AÑO XCV - N.º 976

Desde mi ventanaMiguel González, C.P.

Passio CaritatisJosé Luis Quintero Sánchez, C.P.

Santa Gema, en “su” CruzM.G.

Familia y VidaJulia Merodio

Pensar la vidaBlanca Roncalés de Pulido

Orar para serFernando Holgado Retes

La Palabra del Papa

Desde la otra orillaGregorio Santos Zayas

JMJ 2011: Ecos de Jornadas InolvidablesJavier Igea López Fando

Encuentro al mediodíaMiguel González R., C.P.

Beca a Santa Gema Galgani

La Cruz, siempre la CruzGonzalo Aparicio Sánchez

La Aparición de Jesús Resucitado a su madreP. Eutiquio López, C.P.

Rincón de OraciónSor Cati de la SS. Trinidad, C.P.

Otra JuventudAlberto Busto

Por los caminos del mundoJosé Fernández del Cacho

Para orar, evangelio en mano, cada domingoMiguel G.

6 de FebreroJuan Carlos Prieto T.

El enunciado no es mío, es de Francisco Mier. Su contenido, es inmenso: amor,donación, entrega, pasión, dolor, gozo y esperanza. Todo ello, contenido en

dos palabras, que confluyen, finalmente, en una sola: AMOR.San Agustín, proclamó, “ama y haz lo que quieras”. Y dijo también: “el amor

es lo que siempre me impele. Cuando mi amor es débil, permanezco indiferen-te. Cuando, por el contrario, es fuerte, se convierte en pasión irresistible”.

Tal fue la actitud y la actuación de Cristo siempre, y de manera muy espe-cial en los días de su Pasión Salvadora, en aquellos tres días de “apasionadapasión”: dejarse conducir por un amor apasionado al hombre, al mundo entero.Aquel amor, llevó a Jesús a la entrega total e incondicional, como colofón deuna vida terrenal breve, pero igualmente entregada.

En la Pasión y muerte de Cristo, destacan e impactan la desnudez, el dolor,la carne rota, la sangre. Pero, lo que más debe hacer pensar e influir más parauna renovación cristiana vital, ha de ser aquel amor divino, apasionado y uni-versal.

En Cristo, destaca la coherencia, fruto también de aquel amor, entre su viday su muerte, su hablar y su actuar. Como destaca también su entrega total alquerer del Dios-Padre.

Nos disponemos a celebrar la semana santa 2012, en momentos de crisis, enuna España y una Europa mayoritaria e históricamente cristiana. Los desfilesprocesionales, los “pasos” que, al desfilar, arrancan aplausos y también lágri-mas, proclaman la “cristianía” de nuestros pueblos, al tiempo que nos interpe-

lan. ¿Qué sentido y qué contenido puede te-ner una semana santa convertida en días derelax y de evasión, y por parte de creyentesque, sean o no practicantes, en algún díaasumieron la enseñanza del Único Maestro,y en cuyas vidas, hoy, prevalecen el odio quemata, la injusticia, la corrupción, el pasar ypermanecer indiferentes ante los parados,los enfermos, los que ven discurrir sus vidasen el abandono y la soledad?

La vida, hace pensar. Y la “Semana San-ta”, la gran Semana del “Amor Apasionado”de Dios al hombre, a todos los hombres, de-biera hacer recapacitar, a unos y a otros,para recuperar valores perdidos, y para cre-cer todos en solidaridad, en respeto y espe-ranza. Que el Buen Dios así nos lo conceda.

✒ Miguel González, C.P.

“Apasionada Pasión”DESDE MI VENTANA

Revista Pasionario/111

LOSMÍSTICOSALEMANESDELSIGLOXIV:ECKHART,TAULERO,SUSO.

“RenacerenDios”comodonquebrotaenlaAmorosaContemplacióndelSeñorCrucificado

PASSIO CARITATIS


tes no es otra cosa que la encarnación de Diosen su hacerse hombre, encarnación que se ac-tualiza y se hace presente de nuevo en perma-nente y engendrante actualidad. El MaestroEckhart y sus discípulos insistirán en este ha-cer “por nosotros” y “en nosotros” de Dios, rea-lizando así “nuestro renacer en Él”. Su peda-gogía estará muy vinculada por una parte a lalectura de la Sagrada Escritura, desentrañan-do sus múltiples sentidos, y al discernimientoy acompañamiento de la acción del Espíritu.En este camino, en fe y experiencia, la con-templación del Verbo Crucificado lleva a launión mística con Dios y la desnudez de lacruz es el símbolo del despojo que suscita latransformación en la “Nada por Exceso” en laque Dios se dona en su Amor Kenótico y Asi-métrico, llevando Él siempre la iniciativa. Enuna época atravesada por grandes angustias,los maestros espirituales proponen: (a) Confiaren Jesús Crucificado que se dio por entero a símismo para la salvación; (b) lavar las propiasculpas en su preciosa sangre; (c) esconderse ensus llagas; (c) beber esperanza en su costado,del que fluye la divina misericordia.

La vida de estos tres maestros no fue fácil.El Maestro Eckhart vio cuestionada su ense-ñanza por su excesiva conceptualización filo-

En el Siglo XIV, en el corazón de Europa, unestallido de renovada espiritualidad reco-

rre las ciudades. La mística se echa a la callereivindicando el acceso del pueblo a una expe-riencia que, hasta entonces, salvo raras excep-ciones, había sido privilegio exclusivo de mo-nasterios y conventos.

Este fenómeno religioso se desarrolla en unámbito animado por los dominicos, sobre todopor lo que se ha llamado la "tríada mística re-nana", formada por el Maestro Eckhart (1260-1328) y sus dos discípulos, J. Taulero (1300-1361) y E. Suso (1295-1366). Los tres fueronprofesores universitarios. Los tres se convirtie-ron, además, en “Lebemeister”, “Maestros deVida”, y su influencia fue muy importante.Esta tradición dominicana se orienta a la con-templación de Dios-Verdad desarrollando lasimplicaciones prácticas de la acción de la gra-cia en el fondo del ser humano. Atravesada sureflexión y su meditación de conceptos aparen-temente filosóficos como “fondo del alma”,“nada”, “desnudez”, “inhabitación trinitaria” loque subyace es el reconocimiento eficaz de laacción salvífico-trinitaria de Dios en el fondodel ser humano por medio de su Verbo y delEspíritu. Su idea central es el nacimiento deDios en el corazón y en el alma de los creyen-tes. Esta representación sería inimaginablesin que Cristo se hubiese hecho hombre. El na-cimiento del Hijo en el corazón de los creyen-


sófica, cercana al neoplatonismo; sus discípu-los, Taulero y Suso, se encargaron de rehabili-tarle y de acentuar los subrayados que en suobra parecían más dudosos, insistiendo en laobra de Dios que suscita la transformación yla participación en su vida.

JUAN TAULERO (1300-1361)

En su obra escrita y en su predicación susgrandes temas serán el “fondo del alma“ y el“nacimiento en Dios”. El punto central es ladoctrina acerca del “nacimiento divino en elfondo del alma”. El proceso que la gracia, dontrinitario, realiza en el ser humano sucede porobra del Hijo de Dios hecho hombre. En estaperspectiva, la cruz y la pasión de Jesús ocu-pan un lugar muy destacado. Ante todo es elmodelo del que nunca se apartan aún los másagraciados “amigos de Dios”. Al hablar de lacruz y del dolor personal, se refiere, en primerlugar, al requerido para lograr el verdaderorecogimiento y el despojo de los afectos desor-denados en orden a la vida interior. Llama“cruz pesada” al despego, por Dios, del falsoamor a las criaturas . Al final del segundo ser-món de la Exaltación de la Santa Cruz dice:“ojalá nos dejemos atraer al Señor como Élquiere, ya que quiere atraer hacia sí todas lascosas. Ojalá tomáramos la cruz de maneraque por ella llegáramos a nuestro verdadero‘fondo’, adonde quiso ir por nosotros el que pornosotros quiso morir en la cruz”. Llevar lacruz es condición previa para llegar al verda-dero ‘fondo’ donde el alma alcanza esta mayorintimidad con Dios. Afirmará: “La pasión es lapuerta de entrada en la vida mística”; las cin-co llagas “abiertas hasta el último día nos in-troducen en la heredad del Padre”. La agoníade Getsemaní, la “noche” del Calvario, se pres-tan a una apropiación espiritual en orden alradical vaciamiento que realiza el renacimien-to en Dios, “en el seno del Padre”.

En este proceso, fruto de la gracia, sucedeincluso un “sufrir a Dios”. Consiste en pade-cerle en pura pasividad. El hombre debe llegara la libertad y al reposo interior, permanecertranquilo y esperar la actuación de Dios, de-jándole libre para que complete su obra divina.Dios es puro obrar, y nuestro espíritu, puro de-jar obrar. La pasión del Hijo como muerte y do-nación es pura pasividad, abandono radical.Así es la imagen en la que se refleja y realizael actuar victorioso de Dios haciendo renacer auna vida resucitada, espiritualizada.

En un Sermón para el Viernes Santo seplantea reflexionar: “Sobre cómo debemos con-formarnos con Cristo Crucificado e imprimir laimagen del crucifijo en nuestros corazones paraimitarla”. Y en el afirma: “La amabilísima pa-

sión de Nuestro Señor y Salvador, que la Igle-sia recuerda hoy en el mundo entero, en nin-gún momento debe borrarse de nuestra memo-ria, al contrario, nos conviene pensar siempreen ella con un gran afecto, con una fiel compa-sión y un piadoso reconocimiento. En efecto, nohay vía más fácil, más segura ni más cortapara obtener el perdón de los pecados, la abun-dancia de todas las gracias, toda virtud y todafelicidad que el ejercicio de la pasión del Señor.Es más, se trata de la vía única por la que po-demos llegar hasta Dios; es la vía que han se-guido todos los santos después de su Maestro”.

Se detiene a continuación a señalar lo queobra de este libro abierto, que es el Señor Cru-cificado: Pobreza voluntaria, caridad perfecta,sobreabundante misericordia, perfecta y amo-rosa obediencia, testimonio de respeto y amis-tad, paciencia perfecta, firmeza inquebranta-ble, oración continua. Y exhorta finalmente: “Es, pues, soberanamente necesario para noso-tros permanecer firmes sobre la cruz, con lospies y las manos siempre sujetas sobre ella”.

ENRIQUE SUSO (1300-1366)

La doctrina y la experiencia personal deSuso se caracterizan por una concepción delas relaciones con Dios en términos de colo-quio familiar. El objetivo de su obra es “reavi-var en los corazones el fuego del amor divino”.Su gran obra lleva por título “Opúsculo de laEterna Sabiduría”. El libro comprende un pró-logo y tres partes, de las que la I y la II estánconstituidas por el diálogo entre la Sabiduría(Jesucristo) y el discípulo, mientras que la IIIcontiene Cien meditaciones sobre la Pasióndel Señor. En la primera parte domina el con-cepto de expiación y se evocan, con expresio-nes de intensa compasión, los sufrimientos deCristo hombre y de la Virgen; en la segundaparte se pone de relieve la perspectiva de lamuerte y, como medio de preparación conti-


Dios es y en la fruición del Su-premo Bien que se ofrece en SuPasión. En este camino nos saleal encuentro la admirable ima-gen de Jesucristo. Cuando hayaadquirido la forma de esta ima-gen, escribe, “será transformadapor la mano de Dios en la gloriadivina del Señor celestial, de cla-ridad en claridad, de la claridadde su dulce humanidad a la cla-ridad de su divinidad”. Suso,junto con el proceso de purifica-ción, propone la meditación asi-dua de los padecimientos deCristo, hasta llegar a una pro-funda “compasión” e imitación

existencial. Trata de suscitar sentimientos decálido afecto a Cristo, que le permitan pene-trar en el misterio contemplado y, al mismotiempo, permiten que el misterio entre en elalma. La practica asidua de la ‘compasión’ deCristo, que apela a todas las dimensiones dela interioridad, se convierte en el punto departida de la auténtica experiencia mística, enla que la existencia humana encuentra sucumplimiento último.

Para estos místicos alemanes, la profundi-dad de la experiencia cristiana, como un per-manente renacer en Dios desde el “fondo delalma”, sucede en un proceso de amoroso va-ciamiento realizado con el don de la Contem-plación del amor que Dios ha ofrecido en lahumanidad del Hijo transido de amor oferen-te, redentor, restaurador y consumador.

Su influencia ha sido muy notable en muchosmaestros de espiritualidad posterio-res; entre ellos, San Juan de la Cruz,Santa Teresa, San Pablo de la Cruz.

✒ José Luis QuinteroSánchez, C.P

nua, se indica la comunión frecuente; en latercera parte se detiene en la meditaciónamorosa de la Pasión de Jesús (n.1-95) y delos dolores de María (n.96-100).

Según su planteamiento, en el proceso deconformarse a la amorosa voluntad del Padre,se da una primera conversión “según la Escri-tura” y consiste en el despojo que lleva al ple-no abandono y, en absoluta obediencia, el cre-yente “se entrega enteramente en las manosde Dios”. La “segunda conversión” se expresaen la asidua meditación y amorosa contem-plación de la pasión de Cristo y en la imita-ción de su vida. La renuncia total se transfor-ma en el seguimiento incondicional de Cristopaciente, convirtiéndose en el “camino realque conduce a la felicidad eterna”. Para cono-cer a Dios, el hombre tiene quesumergirse en la consideraciónamorosa de los sufrimientos deCristo. La Sabiduría le dice: “Mihumanidad es el camino por elque se anda, mi pasión es lapuerta por la que se debe pasarsi se desea alcanzar lo que sebusca”. Conformado con Cristo,el hombre de la fe, lleva en sí laimagen del Hijo de Dios, y sualma se transforma en la divini-dad, “renace” en Dios, volviéndo-se, en Cristo y por Cristo, a suorigen, a su “eterno ejemplar”.

Todo el camino “hacia el hon-dón del alma” es un empeño di-rigido a unirse con el “fondo deDios” que, en su amor trinitario, es efusiónamorosa de Si mismo. Este proceso de con-templación sucede en el Amor Ardiente que

Santa Gema hubo de cargar, a lolargo de su vida breve, con dos cru-ces, ambas “monumentales” y pri-mordiales. La Cruz misma de Cris-to, en primer lugar, la suya propia,en segundo término. La de Cristo,por designio divino, y por apropia-ción personal. La suya, fue una cruzgrande, florecida en los retoños ver-des de ciento y una cruces, a lo lar-go de su vida terrenal, solos 24años.

Huérfana y sola en la vida desde muy niña, Gema fue acogida como en adop-ción por la familia Giannini. Doña Cecilia llegaría a ser para Gema como suverdadera segunda madre. En el salón de la casa Giannini había, y está aúnhoy, una talla grande de Cristo en la Cruz. Ante él pasó Gema muchas horas,absorta, meditativa, impactada por tanto dolor, y por aquel amor tan grande.Aquella imagen “viva” regaló a Gema muchos sufrimientos que la llevarían aapropiarse como suyos los de su Amor Crucificado. También, muchos gozos

para su corazón ardiente y tierno.Gema, de hecho, gozó mucho sa-biéndose elegida por Jesús para re-producir en su propia carne las lla-gas y el sufrir de su Amor Crucifi-cado. El Crucifijo grande, fue testi-go y causa de aquellos dolores y su-frimientos de Gema.

Han pasado ya más de cien años.Mas, cuando los peregrinos a Luca,en el salón de la casa Giannini, es-cuchan el relato de todo cuanto allí,ante aquel y desde aquel Crucifijose produjo en el cuerpo y en el co-razón de Gema, quedan impacta-dos. Alguien dijo que contemplaraquella imagen y escuchar aquelrelato, equivale a un curso de ejer-cicios espirituales.

Las imágenes, los “pasos”, tam-bién hablan. A veces gritan. QuieraDios que en esta Semana Santa2012, escuchemos todos esos clamo-res.

✒ M. G.


SANTAGEMA,EN“SU”CRUZ

El Crucifijode Gema testigo

de sus éxtasis,de sus coloquios

con Jesús.


Si hay algo que, en la vida, buscamoscon ahínco es la felicidad. Sin embargo,cuando estamos dispuestos a abrirle lapuerta y dejarla pasar, nos damos cuen-ta de que, abrir la puerta a la felicidadno es tarea fácil, porque una de lasprincipales condiciones para que estotenga lugar, es tener un corazón limpioy, desgraciadamente, eso no es algo queesté en nuestras manos.

Sin embargo, Jesús lo pronunciafuerte y sin ambages: “Bienaventura-dos los limpios de corazón, porqueellos verán a Dios”.

UN CORAZÓN TRANSPARENTE

Más, si es verdad, que conseguir uncorazón limpio nos supera, hay algo quesí podemos hacer y es, ser honestos,sinceros, sencillos… Ya que, lo de tenerun corazón limpio nos remite a la ino-cencia, a la niñez, a esa pureza interiorque, difícilmente podemos pretender aestas alturas de la vida.

De ahí que Jesús, sin ninguna clasede condicionamientos, coja a un niñopara presentarlo como modelo a sus se-guidores. (Mateo 18, 1-5).

Por tanto, para gozar de un corazónlimpio, lo primero que debemos haceres tomar conciencia de que, en el nues-tro, todavía existen muchas impurezas.

FAMILIA Y VIDA

CONUN CORAZÓN RESUCITADOEl paso del tiempo, va cansando nues-tros ojos y nos hace percibir a los her-manos entre sombras, engañándonoscon facilidad e impidiéndonos percibirla bondad de la vida, de los que nos ro-dean y de Dios.

Y es que, nuestras tinieblas son múl-tiples, aunque todas tengan el mismoorigen. Nuestras tinieblas tienen el ori-gen en el corazón, el cual no nos permi-te tener una mirada limpia, tierna yacogedora –como antes digo- ni para loshermanos, ni para nosotros mismos, nipara Dios.

ESTRENANDO LA PASCUA

Estamos en tiempo de Pascua, tiem-po de Resurrección, y es necesario queresucitemos con Cristo para que, comopersonas resucitadas, nuestras accio-nes, nuestra mirada, nuestra conviven-cia, nuestra vida de relación… mues-tren esos signos, característicos de hu-manos que han sido capaces de salir de

la noche y llegar al alba.Porque todos guardamos ex-

periencias de resurrección pero,también guardamos recuerdosde esas veces, que hemos ido porla vida obcecados en buscar elcadáver en el que se habían con-vertido nuestros sueños, nues-tras ilusiones, nuestras esperan-zas… y hasta los mismos miem-bros de nuestra familia. Comolas mujeres en la mañana de re-surrección caminábamos sumi-dos en nuestro propio duelo, sinser capaces de ver más allá, deesa oscuridad que nos cegaba el

alma.Y así, una y otra vez, hemos camina-

do al encuentro de los otros con esa car-ga de prejuicios que nos daba nuestraverdad sobre ellos, nuestro criterio pre-fabricado, nuestra equivocación inacep-tada… sin darnos cuenta de que todaesa idea que teníamos de los demás, era

JMJ 2011: La alegría en el rostrode corazones “resucitados”

JMJ 2011: La alegría en el rostrode corazones “resucitados”


solamente el símbolode lo que nosotros noshabíamos fabricado deellos, pero que no coin-cidía en nada con lapropia realidad.

No los conocíamosporque no los habíamosescuchado; no los en-tendíamos, porque nonos habíamos puestoen su lugar; no los sen-tíamos, porque no habí-amos entrado en comu-nión con ellos.

Posiblemente llevá-bamos un montón deaños juntos, pero nohabíamos sido capacesde salir de nuestra pro-pia historia, plagada defrustraciones repetidas, que nos va en-dureciendo el corazón y enturbiando lamirada, para entrar en su realidad.

Poco a poco habíamos ido encerrán-donos en nuestra propia tristeza, en esepesimismo culpable que nos calma, mo-mentáneamente, el dolor de nuestrasheridas, negándonos a descubrir la sor-presa que nos está esperando, la rege-neración y la vuelta del camino.

¡Qué torpes y lentos somos a la horade cambiar ese corazón que nos aplas-ta, porque está lleno de sueños rotos!

DICHOSOS LOS QUE CREANSIN HABER VISTO

Entraremos en octubre en el año de laFe. Como todos sabemos, nuestro queri-do Papa Benedicto XVI, ha declaradoeste año como Año de la FE. Es comosi quisiera bendecir a esos que se atre-van a pasar por la puerta, entreabierta,en busca de la felicidad porque ellos,como dice la Bienaventuranza, encon-trarán a Dios en los que los rodean, porla victoria de la FE.

Pues creer es una bendición que nosintroduce en la senda de la familiari-dad con los otros y con Dios, el únicoque custodia la fuente de la Vida.

Creer es poder decira los nuestros y, desdeellos a los demás, ¡yocreo en ti! Porquecuando tenemos unaconciencia clara de quenos queremos, fluye sinpensarlo esa confianzaque nos lleva a poner-nos incondicionalmenteen las manos de losnuestros.

Por eso la Fe es unabendición porque nosasegura ese amor ilimi-tado del que nos hablaJesús al decirnos quenos amemos como Élama.

Es triste que nuestrapequeñez nos pida prue-

bas, señales, signos para creer, perotambién es realmente gozoso, volver aescuchar por boca de Jesús Resucita-do: “Dichosos los que crean sin ha-ber visto”.

Un no-ver que no debe interpretarsecomo vivir a ciegas, sino un creer y con-fiar basados en el conocimiento de lapersona, el cual nos lleva a fiarnos, aseguir sabiendo quién es, ya que esonos hace estar seguros de su honorabi-lidad.

De ahí que la verdadera confianzano exija pruebas, no ponga condiciones,no deje albergar la duda… sino quedada la persona que es, nos fiamos ybasta.

La Bienaventuranza termina dicien-do: “Porque ellos verán a Dios”.

Y claro que veremos a Dios. Lo vere-mos en los que nos rodean y ellos lo po-drán ver en nosotros ya que, como re-sucitados, seremos signos de Dios lle-vando la gran noticia de que ÉL ESTÁVIVO y da vida a cuanto existe.

¡¡¡FELIZ PASCUADE RESURRECCIÓN!!!

✒ Julia [email protected]

Los discípulosde Emaús,reconocieronal Señor Resucitadoy compartieroncon Él el Pan.

Los discípulosde Emaús,reconocieronal Señor Resucitadoy compartieroncon Él el Pan.


PENSAR LA VIDA

Ya estamos otra vez, en verano, em-pieza a apretar el calor. Y llega el díaseis de junio. Segundo año sin ti, miquerido José. ¡Cómo trascurre el tiem-po, tan de prisa! Además, yo lo dejo pa-sar sin importarme mucho. Ni quieroretenerlo, pues no conduce a nada.

Desde tu partida, mi vida y la de tupadre, han perdido la posibilidad y laesperanza de poder ayudarte, de darteánimo, de luchas los tres juntos...

Pero nos queda el consuelo del debercumplido. Sin imposiciones, solo poramor hacia un hijo que supo escoger dela vida la mejor, y dárnoslo a quieneshemos estado a su lado, siempre sin lamejor queja, sin protestar por la suerte,buena o mala, que le había tocado vivir.

Siempre al lado de quien lo necesita-ba, con una palabra amable, y una son-risa en los labios... Ejemplo siemprepara otros jóvenes que siguen luchandocontra esa enfermedad que los unía, yque seguramente ellos conseguirán su-perar, con la ayuda de todos... Comomuestra, su último escrito en la revista“El Fiqui”. Isabel, que estaba como tú,José, esperando el trasplante pulmonar,y el día tres de octubre lo consiguió, conéxito. Ella, testimonio así: “Permitidmeun recuerdo muy especial para JoséManuel Pulido, quien fue siempre paramí un ejemplo a seguir...”.

Tus primos, José, se siguen casando.Están felices. Y van llegando más so-brinos, como ya te dije un día. Ellos, teseguirán llamando “tío Pepote”.

Tus abuelos, nos reunirán en juliopara celebrar sus 60 años de matrimo-nio. Allí estarás también tú, presenteen nuestras mentes y en nuestras in-tenciones. Lo mismo que estuviste, per-sonalmente y disfrutaste, hace ya diezaños, en sus Bodas de Oro.

En fin, José; seguimos dando gracias aDios, por ti, por tu vida. Tú, ya en el cie-lo, conoces muchas más cosas que noso-tros, has pasado por algo que todos ten-dremos que pasar, antes o después. Tú,vives ya una vida más alta, más sublime.

Por todo, una vez más le damos gra-cias a Dios. Por tu vida, por tu vida te-rrena y por tu vida eterna. Tú, ya en elcielo, junto a tantos seres queridos, in-tercede por nosotros, para que nosotrospodamos seguir caminando con espe-ranza, siempre unidos, hacia esa vidaeterna que el Señor nos tiene prepara-da y prometida... Gracias, José.

✒ Blanca Roncalés de Pulido,Madrid

DosañosdevidaÉl, José Manuel, el hijo, ya no está, pero el diálogo con él,

prosigue. B. R., su madre, lo rememora.

José Manuel Pulido Roncalés.

Orar es... dejarse estar como niño ante Dios,apoyándose en su brazo poderoso.


ORAR PARA SER

Laoraciónenlabiblia,yunarespuestadelPapaPíoXII

La Biblia, recopila muchas oraciones,y habla mucho de personajes bíblicosque oran y enseñan a orar. La originali-dad bíblica está en el cómo y el porqué ypara qué de la oración (B. Maggioni)

Toda la Biblia ha nacido de la oración,como fruto de la escucha de Dios. Elorante, responde a Dios, escucha a Dios,discute con Dios, reflexiona delante deDios.

La primera gran figura de orantes esAbrahán. Su oración es una oración deobediencia, “aquí estoy”, y de petición,“Señor, ¿qué me prometes? (Gen 15,2-3).

Sólo de una fe profunda brota unaoración atrevida. La oración de Abra-hán, es insistente, cortés, pero firme.Más que pedir para sí, intercede a favorde los demás.

Como todos los grandes orantes.Otra gran figura orante es Moisés,

mediador entre Dios y la comunidad(Éxodo 17,8-13). Por lo demás, todos losProfetas bíblicos fueron hombres de pro-funda e insistente oración.

Aleccionador, en los tiempos nuevos,este mensaje de Pío XII: “De entre los

males que aquejan a la sociedad presen-te, ninguno más grave ni más profundoque el de la ignorancia religiosa”. Estaignorancia nos está llevando, hoy másque nunca, a la indiferencia. El olvido deDios, es enfermedad y gran pecado, comola blasfemia, la injusticia, el homicidio,el robo o el adulterio.

No cesemos de orar al Buen Dios, y asu Bendita Madre, para vivir la presen-cia de Dios constantemente, en todotiempo y lugar.

✒ Fernando Holgado Retes,Villamartín, Cádiz

ORACIÓNDETRÁSDELOSBARROTES

(EstaoraciónfuerecitadaporunreclusoenlacárcelRebbibia,deRoma,anteelPapaBenedictoXVIaldespedirlo,el18dediciembrede2011.)

SuSantidad: MellamoStefano,MóduloS11.¡Oh,Dios!DameelvalordellamartePadre.Sabesquenosiemprelogropensarenticonlaatenciónque

mereces.Túnotehasolvidadodemí,aunquevivoalejadoamenudodelaluzdetuRostro.Hazquetesientacercano,peseatodo,peseamipecado,yaseaestegrandeopequeño,secretoopú-

blico.Damelapazinterior,laquesolotúpuedesdar.Damelafuerzadeserauténtico,sin...;arrancademirostrolascaretasquenublanlaconscienciadeque

valgonosoloporsertuhijo.Perdonamisculpasydametambiénlaposibilidaddehacerelbien.Acortamisnochesinsomnes;damelagraciadelaconversióndelcorazón.Acuérdate,Padre,dequienesestán fueradeaquí yaúnmequieren,paraque,alpensarenellos,me

acuerdede.....soloelamordavida,mientrasqueelodiodestruyeyelrencortransformaeninfiernolosdíaslargoseinterminables.¡Acuérdatedemí,oh,Dios!Amén.


LallamadaalaconversióndelVíaCrucisAlocucióndelPapaBenedictoXVI

traselejerciciodelVíaCrucisdelaJMJ2011Madrid(PaseodeRecoletos,19-9-2011)

Queridos jóvenes:

Con piedad y fervor hemos celebra-do este Vía Crucis, acompañando

a Cristo en su Pasión y Muerte. Loscomentarios de las Hermanitas de lacruz, que sirven a los más pobres ymenesterosos, nos han facilitadoadentrarnos en el misterio de la Cruzgloriosa de Cristo, que contiene laverdadera sabiduría de Dios, la quejuzga al mundo y a los que se creensabios (cf. 1 Co, 1, 17-19). Tambiénnos ha ayudado en este itinerario ha-cia el Calvario la contemplación deestas extraordinarias imágenes delpatrimonio religioso de las diócesisespañolas.

Son imágenes donde la fe y el arte searmonizan para llegar al corazón delhombre e invitarle a la conversión.Cuando la mirada de la fe es limpia yauténtica, la belleza se pone a su servi-cio y es capaz de representar los miste-rios de nuestra salvación hasta conmo-vernos profundamente y transformarnuestro corazón, como sucedió a SantaTeresa de Jesús al contemplar unaimagen de Cristo muy llagado (cf. Li-bro de la vida, 9,1).

Mientras avanzábamos con Jesús,hasta llegar a la cima de su entregaen el Calvario, nos venían a la mentelas palabras de San Pablo: «Cristo meamó y se entregó a mí» (Gal 2,20).Ante un amor tan desinteresado, lle-nos de estupor y gratitud, nos pre-guntamos ahora: ¿Qué haremos noso-tros por él? ¿Qué respuesta le dare-mos? San Juan lo dice claramente:«En esto hemos conocido el amor: en

que él dio su vida por nosotros. Tam-bién nosotros debemos dar nuestravida por los hermanos» (1 Jn 3,16). Lapasión de Cristo nos impulsa a cargarsobre nuestros hombros el sufrimien-to del mundo, con la certeza de queDios no es alguien distante o lejanodel hombre y sus vicisitudes. Al con-trario, se hizo uno de nosotros «parapoder compadecer Él mismo con elhombre, de modo muy real, en carne ysangre... Por eso, en cada pena huma-na ha entrado uno que comparte el

LA PALABRA DEL PAPA


sufrir y padecer; de ahí se difunde encada sufrimiento la con-solatio, elconsuelo del amor participado de Diosy así aparece la estrella de la espe-ranza» (Spe salvi, 39).

Queridos jóvenes, que el amor deCristo por nosotros aumente vuestraalegría y os aliente a estar cerca delos menos favorecidos. Vosotros, quesois muy sensibles a la idea de com-partir la vida con los demás, no pa-séis de largo ante el sufrimiento hu-

mano, donde Dios os espera para queentreguéis lo mejor de vosotros mis-mos: vuestra capacidad de amar y decompadecer. Las diversas formas desufrimiento que, a lo largo del VíaCrucis, han desfilado ante nuestrosojos son llamadas del Señor para edi-ficar nuestras vidas siguiendo sushuellas y hacer de nosotros signos desu consuelo y salvación.

«Sufrir con el otro, por los otros, su-frir por amor de la verdad y de la jus-ticia; sufrir a causa del amor y con elfin de convertirse en una persona queama realmente, son elementos funda-mentales de la humanidad, cuya pér-dida destruiría al hombre mismo»(ibíd.).

Que sepamos acoger estas leccionesy llevarlas a la práctica. Miremospara ello a Cristo, colgado en el áspe-ro madero, y pidámosle que nos ense-ñe esta sabiduría misteriosa de lacruz, gracias a la cual el hombre vive.La cruz no fue el desenlace de un fra-caso, sino el modo de expresar la en-trega amorosa que llega hasta la do-nación más inmensa de la propiavida. El Padre quiso amar a los hom-bres en el abrazo de su Hijo crucifica-do por amor. La cruz en su forma ysignificado representa ese amor delPadre y de Cristo a los hombres. Enella reconocemos el icono del amor su-premo, en donde aprendemos a amarlo que Dios ama y como Él lo hace:esta es la Buena Noticia que devuel-ve la esperanza al mundo.

Volvamos ahora nuestros ojos a laVirgen María, que en el Calvario nosfue entregada como Madre, y supli-quémosle que nos sostenga con suamorosa protección en el camino de lavida, en particular cuando pasemospor la noche del dolor, para que al-cancemos a mantenernos como Ellafirmes al pie de la cruz.


PERSONAJESDELAHISTORIAYELEVANGELIODESDE LA OTRA ORILLA

Repasando la vida de algunas celebri-dades, actores reconocidos de la historia,podemos reconocer de qué manera, en sutiempo y espacio, encontramos referen-cias de teología narrativa evangélica.

«Era un hombre a quien le fue dadoaportar al mundo una gran idea creado-ra.» Con estas palabras calificó el físicoalemán, Albert Einstein, a su colega y an-tecesor, Max Planck, quien nació en1858. De su idea creadora nació la físicamoderna, que intenta saber si “Dios juegao no a los dados”, si el azar existe o no. Laoposición al régimen nazi, lo enfrentó aHitler. En varias ocasiones intercedió porsus colegas judíos ante el régimen fascis-ta.

Como hombre de ciencia, Niels Bohr,consciente de los alcances de las investi-gaciones sobre la reacción nuclear, afron-

tó una situación enla que la física ylas relaciones hu-manas entran enconflicto. Colaboróen la creación de labomba atómica y,conocedor de su po-der demoledor, seconstituyó en bri-llante defensor dela no proliferaciónde armas nuclea-

res entre las naciones poderosas del orbe.En junio de 1950 dirigió una carta abier-ta a las Naciones Unidas haciendo un lla-mado a este respecto. Uno de sus párra-fos es elocuente: «En los últimos años, losacontecimientos políticos mundiales hanaumentado la tensión entre las nacionesy, simultáneamente, las perspectivas deque las naciones grandes puedan compe-tir con la posesión de medios para ani-quilar grandes sectores de población yaun convertir considerables porciones dela Tierra en zonas temporalmente inhabi-tables, han provocado alarma y confusióngeneralizadas. Como difícilmente puedesurgir la cuestión de que la humanidadrenuncie al prospecto de mejorar las con-

diciones materiales de vida a través delas fuentes de energía atómica, un ajusteinternacional radical de las relaciones in-ternacionales es, evidentemente, indis-pensable si la civilización debe sobrevi-vir.»

Marilyn Monroe fue la personifica-ción del glamour de Hollywood por exce-lencia. Su inmenso atractivo fue capaz deconquistar el mundo, pero a pesar de subelleza seductora y sus curvas voluptuo-sas, Marilyn fue mucho más que un sím-bolo sexual de los años 50. La aparenteinocencia de su mirada junto a su innatasensualidad hizo de su imagen un iconode admiración internacional por más deun siglo. Su vida fue el reflejo de su pa-sión y lucha personal. Hoy su espíritubrilla junto al prestigio de su inigualableimagen de legendaria diva de Hollywood.

Cándido Portinari: (Pintor). Supo,como ningún otro, trasladar a sus telas elllanto y el dolor de su pueblo (Brasil).Portinari no se aleja nunca del corazón desu gente, de los niños, de los marginados.Propone una pintura que expresa el sen-timiento colectivo, el espíritu, la angustiaexistencial y las llanas alegrías o pesaresdel hombre común. Pinta sus temas hu-manos y sociales de manera resuelta, sinmiedos ni ataduras, en un medio donde laviolencia define muchas veces los pará-metros de convivencia, y la existenciamisma.

Rodolfo Valentino, De la mano delos más habilidosos representantes, pron-to levantó las pasiones de millones de ad-

miradoras y seconvirtió en la fi-gura románticamasculina por an-tonomasia. Su fi-gura enjuta y apa-sionada destilabatodas las esenciaspropias del “latinlover”. El exotismode sus personajesno tardó en conta-giarse a su vida

Revista Pasionario/123Revista Pasionario/123

chos fracasaron, pero nos legaron el es-fuerzo de intentar cambiar al hombre enpro de una vida más digna. Conocieron sugloria y también sus sombras; desapare-cieron en su tiempo, pero quedaron las le-yendas.

Algunas de estas celebridades, creyen-tes o no, y que han tenido su hueco en lahistoria, tal vez no les preocupó en suvida la idea de Dios, pero atisbo que en lamayoría, algo les hizo reflexionar ante losdogmas y verdades únicas, contra la de-sorganización y el caos; contra el mate-rialismo puro, la esclavitud, la ignoranciay la manipulación de sí mismos; contralos traumas, y en definitiva, contra la in-felicidad.

Estos famosos de carne y hueso, comonosotros, considerados sabios, científicos,artistas, en y para la historia, han traba-jado para los otros, para la posteridad, yal final, con sus descubrimientos y apa-riencias, han sido portadores de esperan-za; unos, para el pobre y necesitado y,otros, para el triste y desconsolado.

Estos personajes de la ciencia, el espec-táculo o el arte, han sido tan humanos

como nosotros; y al-gunos, volcados enla búsqueda de ra-zones científicas,nunca pudieron de-mostrar la existenciade Dios en un labora-torio, en los escena-

rios o en la fama, peroseguramente todos se

dieron cuenta de lo pe-queño que es el hombre

entre los descubrimientosdel Cosmos y los halagos

mundanos; y más de uno,viendo la insolidaridad y la

barbarie del hombre, tambiénse dio cuenta que él, no es ca-

paz de salvarse a sí mismo, que solo al-guien, que los creyentes decimos Dios, escapaz de salvar al hombre de lo peor de símismo. A su manera entendieron que ha-bía que colaborar a la implanta-ción del Reino de Dios.

✒ Gregorio Santos ZayasBarcelona

personal y sus apariciones públicas estu-vieron pronto imbuidas de un aparatosomisticismo orquestado por los estudios yfomentado por él mismo.

Sebastiao Salgado: Seguramente esel artista que mejor ha retratado la con-dición humana en este siglo. Desarrollóun ensayo fotográfico mostrando las con-diciones de esclavitud en las que son ex-plotados los trabajadores de las minas deoro de Sierra Pelada, Brasil. Estas imá-genes recorrieron el mundo entero y concerteza formarán parte de la historia dela fotografía universal.

Enrico Caruso: Cierta noche, enBruselas, escuchódesde su camerinoel descontento devarias decenas depersonas que no ha-bían conseguido en-trada. Luego de uninstante de medita-ción, empezó a can-tar las principalespiezas de la óperapara su públicoque desde la

calle le aplaudía. Caruso, llegó acobrar hasta quince mil dólaresen su tiempo por una repre-sentación; pero nunca dudóen ayudar a sus semejan-tes y contribuía al soste-nimiento de más dedoscientas personas.

Nunca como aho-ra nuestra civiliza-ción se ha desarro-llado tanto y, sin em-bargo, las desigualda-des, las injusticias per-manecen; repasando lasbiografías de estos persona-jes, vemos que todos han aportado algo ala construcción, desarrollo y cambio deesta humanidad del presente; todos de al-guna manera han sido referente para al-guien, pues de alguna manera han sidocolaboradores unos, y comprometidosotros, en el nacimiento de nuevos ideales.

Muchos de ellos, como pensadores y ar-tistas, creyeron que la ciencia y la tecno-logía solucionarían todos los males, y mu-

JMJ 2011: ECOS DE JORNADAS INOLVIDABLES

La cruz de las JMJ ha estadoen todas las diócesis españolas, ytambién en la diócesis de Gibral-tar con una estancia media encada diócesis del orden de una se-mana. En este tiempo se han or-ganizado en las diócesis todo tipode actividades, siendo las princi-pales, la visita a las cárceles, es-tancias en colegios y conventos declausura, vigilias de oración ma-sivas con los jóvenes de la dióce-sis, viacrucis con las cofradías yhermandades, etc. La presenciapública de esta cruz simple decontrachapado ha sido un grantestimonio para los jóvenes ypara toda la sociedad española dela misión de la Iglesia católica:«nosotros predicamos a Cristocrucificado».

La simplicidad y visibilidad deeste símbolo es uno de los ele-mentos más importantes del tes-timonio. Por una parte es lugarcomún que todo símbolo tiene unavisibilidad sensible que evoca elelemento simbolizado que tras-ciende lo sensible. Pero por otra,el elemento simbolizado por estacruz es en este caso inseparablede su historia de la misma. Sim-boliza no sólo la cruz del redentor,sino todas las cruces unidas a élde todos los lugares y personasque la cruz ha visitado. Por eso,en el uso pastoral de esta cruz esmuy importante su “tangibili-dad». En la oración ante ella, sedebe mover a los jóvenes a que latoquen, además de que la contem-plen (elementos sensibles del sím-

ElpasodelaCruzdelaJMJ


bolo), para poder experimentarque «para nosotros, es fuerza deDios». Así, tocando la cruz, entra-mos en comunión con ella, y contoda la humanidad que sufre, ne-cesitada de redención.

Numéricamente hablando, losasistentes a los actos han desbor-dado las previsiones de los organi-zadores de los mismos, pues no hasido rara la asistencia de variosmiles de jóvenes a algunas vigiliasdiocesanas. También ha tenido unefecto de animación de las perso-nas que trabajan en PJ que hanpodido constatar de primera manoel «poder de la cruz», y no solo enfe, como algunas veces ocurre.

Por estos motivos la cruz ha te-nido un efecto de crecimiento espi-

ritual en muchos jóvenes, especial-mente los marcados en y por el su-frimiento. A este respecto, uno delos elementos que se han visto for-talecidos por el paso de la cruz enPJ es la integración de la llamé-mosla «pastoral del sufrimiento»en la PJ. Muchos de nuestros jóve-nes sufren, y a veces no saben quesufren. La cruz de la JMJ ha ser-vido para iluminar el sufrimiento,y aprender que en la cruz la muer-te ha vencido a la muerte. La cruzha servido para el desarrollo de li-turgias en PJ que celebren su vic-toria sobre el sufrimiento.

Así, la cruz de la JMJ es un ele-mento preparador del viacrucis dela JMJ, que es uno de sus actoscentrales. Hay que destacar que laestructura de la JMJ incluye elviacrucis, pero no se queda en él.El día siguiente hay una gran vi-

gilia de adoración y una celebra-ción dominical al amanecer, des-pués de haber dormido los jóvenesen la explanada. Es la estructuradel triduo pascual, estructura queno es difícil de integrar pastoral-mente cuando se acompañan gru-pos a la JMJ.

✒ Javier Igea López Fandoen Revista “Misión Joven”,

noviembre, 2011



ENCUENTRO AL MEDIODÍA

“SIBUSCASMILAGROS,MIRA...CÁRITAS,LOSTIENE...”

■ Dime, Juanjo, ¿cómo fue vues-tro aterrizaje en Cáritas-Madrid?

■ Yo diría que ha sido el Señorquien nos invitó amorosamente, estoyconvencido de ello. Recibí una llamadatelefónica de un abogado amigo, res-ponsable de área de vivencia en Cári-tas, comunicándome un problema con-creto. Se trataba del embargo, por im-pago, de una vivienda, habitada porgente humilde, claro está. El dato, yaquella llamada, me impactaron pro-fundamente. Yo acababa de dejar mitrabajo como voluntario en “Intercultu-ras”, de los Padres Jesuitas. De ahí par-tió mi compromiso con Cáritas. En unprincipio, por dos o tres horas semana-les. Luego, ya ves..., a tiempo pleno.

■ ¿Tus primeras impresiones,Ana, ante un trabajo así, tan dife-rente?

■ Fue para nosotros, una realidadde datos, números, que conocíamos porla prensa y muy poco más. Detrás deesos números, de cifras, nos encontra-mos muy luego con personas que su-fren, que viven intensamente proble-mas del más variado género. Una, noestaba preparada para ello. Estoy pen-sando en el desahucio de una familiaconcreta, con cinco niños. Y en el deotra, católica, por cierto, llegada a Es-paña desde Nigeria, después de cami-

CÁRITAS,espalabraimprescindible,hoy,enlaIglesia,yennuestraIglesiadeEspaña.Palabraconcontenido,desde laBibliaydesde lavida.Máxime,eneste inviernoso-cial que es “la crisis”. La crisis de valores, la crisis económica y social. En este “in-viernolargo”,queyaseantojainterminable.Cáritas,estásiendopañodemuchaslá-grimas, alivioparamuchos caminantes.Cáritas, está realizandomuchosmilagros, afavordemuchagente.

JuanjoyAna,matrimonioamigo,estánviviendocomoencarnepropiamuchascri-sis,lascrisisycarenciasdemuchos.Juanjo,abogado,profesoraAna,hanaparcadosuprofesióny suspropios interesesparaconsagrarsu tiempo,con intensidady tesónadmirables,yconelmayordesinterés,alosmásnecesitados,enCáritas,VicaríaVIdeMadrid. Con ambos he compartidomomentos gratos. Hoy, concretamente, en unamañanainvernalydesolclaro,compartimosacercadeCÁRITAS.Másquededatosyestadísticas,pordemásconocidos,desdelavidaydesdeelcorazón.


nar cientos de kilómetros por el desier-to, hasta llegar luego a nuestras costasen patera. Te lo cuentan todo al vivo, yen detalle. Luego, ya no puedes si nollegar a casa con todos esos problemasen la mente y en el corazón.

■ O sea, que nada que ver la Cá-ritas que os imaginabais y la queen realidad os encontrásteis.

■ Efectivamente, nada que ver, todoun mundo diferente. Al hablar de Cári-tas, normalmente se piensa en que pro-porciona alimentos a gente necesitada,y bien poco más. Pero está, además, laayuda psicológica, jurídica, la ayuda asuperar problemas familiares graves.Y tantas otras cosas. El enfoque, des-de la fe, les ayuda a muchos, y a no-sotros también, puntualiza Juanjo.

■ ¿Vuestro cometido especí-fico en Cáritas?

■ Lo llevamos a cabo en la VicaríaVI de Madrid. Nuestro día a día es in-tenso y variopinto. Para empezar, untrabajo de coordinación. Mucha aten-ción personalizada. Luego, charlas endiferentes ámbitos, visitas a parro-quias, contacto con sacerdotes, sobretodo de nuestra zona, reuniones perió-dicas con instituciones sociales delAyuntamiento de Madrid, con la Insti-tución para el realojo de familias, etc.

■ Contais también en Cáritascon el Voluntariado?

■ Sí, mucho. Nosotros mismos, so-mos trabajadores sociales voluntarios.Trabajamos a distintos niveles; unos,

como nosotros, a tiempo completo.Otros, por algunas horas, etc. Losquehaceres, como ya te indicaba, sonmúltiples: problemática familiar,asistencia jurídica, formación envalores, atención a enfermos. ¡Todoun mundo de temas y problemas!Podría subrayar el dato de un gru-po reducido de mujeres a las queatendemos, que empezaron conrecelo, luego se han ido conocien-do, creciendo en amistad y cerca-

nía, en valores, en autoestima y autoa-yuda. Ahora, son sumamente felices. Ennuestra Vicaría VI contamos con unos700 voluntarios. En todo Madrid, sonen torno a 7.000...

■ Impacta mucho, Ana, el con-tacto directo, y en profundidad, conuna problemática así, tan amplia,como la que abordais en Cáritas?

■ Sí, mucho. Pero, en pocas palabras,y en positivo, impacta también muchoconocer y tratar con tantas personas ex-cepcionales, con tantos que realizan unalabor abnegada y maravillosa. ¡Que rea-lizan tantos “milagros” en Cáritas. EnCáritas, uno conoce y valora y agradecemucho a Dios el “don de la gratuidad”.

■ Me imagino, Juanjo, que enCáritas palpáis muy de cerca el im-

Cáritas, un horizonte sin fronteras.

Donde hay niños que sufren “la crisis permanente”

ahí llega la mano extendida de Cáritas.


pacto y la repercusión de la crisis,en muchos emigrantes, de maneramuy especial.

■ Sin duda, en emigrantes y engentes de aquí. Como bien sabes, haymuchos hogares sin recursos para eldía a día, con hipotecas pesadas. Mu-chos cansados de buscar y de no encon-trar trabajo, viéndose obligados a ten-der la mano para pedir. Y lo más triste,cuando no faltan quienes manipulan lacrisis a beneficio de los propios intere-ses, con abusos incalificables.

■ ¿Y cuenta Cáritas con recur-sos suficientes para tanta necesi-dad?

■ Nunca llegan a ser suficientes losrecursos. Con todo, uno se asombraante la colaboración económica, desin-teresada, de mucha gente. Con frecuen-cia, gentes de situación económica frá-gil, pero con espíritu solidario impresio-nante, gente que se priva de muchas co-sas para ayudar a los demás. En Cári-tas, se constata cuán generosa es la ca-ridad cristiana. Incluso muchos no cris-tianos son también muy generosos. Yen ellos, y en sus gestos solidarios, tam-bién está Dios...

■ Esta última afirmación tuya,Ana, me da pie para pensar quevuestras atenciones y ayudas se ex-tienden también a todos.

■ Así es. A nadie se le pregunta sies o no es creyente, cual es su religióno de qué país procede. Luego, sí, con fre-cuencia, son ellos quienes nos pregun-tan, se interesan y se expansionan.Cada día me convenzo más, afirmaJuanjo, de que el testimonio, la caridadcristiana, al tiempo que irradian, moti-van, convencen y atraen.

■ ¿Y cabría afirmar, así, sinmás, que Cáritas es una labor yuna acción de la Iglesia? Porque nofaltan quienes se lo cuestionan.

■ Sin la menor duda. Cáritas, lasCáritas extendidas por el mundo ente-ro, son Cáritas con espíritu netamentecristiano, además de solidario. Los coo-perantes, somos mayoritariamente ca-tólicos. Cáritas, es el rostro más visible

de nuestra Iglesia. Cabe afirmar quelas bases de Cáritas están en cada pa-rroquia.

■ Una última pregunta, Ana,Juanjo: ¿Son más las satisfaccioneso los sinsabores en vuestro desem-peño en Cáritas?

■ Las alegrías, sin duda. En Cári-tas, se sufre, pero se goza mucho. Cono-cer, y compartir, con gentes de culturastan variadas, compartir con ellas y coo-perar a buscar soluciones a tantos pro-blemas, ser testigos de tanta solidari-dad. Es la época de nuestra vida en laque, desde nuestra fe, vemos de mane-ra más clara a Jesús en los más pobres,afirma Ana. es esta una nueva oportu-nidad que Dios nos ha deparado paraser muy felices, añade Juanjo.

■ Por mi parte, me permito adu-cir, y ya para terminar, un dicho deSan Pablo de la Cruz, fundador delos Pasionistas: “Yo veo siempre es-crito el nombre de Jesús en la fren-te de los pobres”.

Muchas gracias, Ana, Juanjo,por esta mañana de sábado que mehabéis regalado.

Feliz fin de semana, “sin ir a Cá-ritas”, pero con Cáritas tambiénhoy, y siempre, en la mente y en elcorazón.

Gracias, una vez mas.

✒ Entrevistó,Miguel Gonzalez R., C.P.

El verdadero Mundial es el desarrollo del

pueblo africano. El único triunfo que merece

la pena es conseguir la dignidad humana.


Beca a Santa Gema Galgani(EnmemoriadelPadreLeandroG.Monge,Pasionista)

Agradecen y piden Favores a Santa Gema

Descansan para siempre en el Señor

Ángela Padorno (Madrid) 40 €Una devota (Madrid) 20 €José Benito Da Silva (Madrid) 32 €Emiliana Cavero Benito (Zamora) 25 €Ana María Morillo Martín (Zamora) 25 €María Paz Álvarez Marcos (Matapozuelos, Valladolid) 50 €Sonia Reinón (Murcia) 26 €Carlota y Gema Carrasco (Murcia) 40 €Carmen Gutiérrez (Albanilla, Murcia) 20 €Guadalupe García Esteban 50 €

Esta Beca se destina a la formación de jóvenes aspirantesal sacerdocio y a la vida pasionista, en España y América.

Colaboradores y amigos de nuestras Misiones, ¡muchas gracias!

María José y Dolores Pérez Bustos (Campo de Criptana,Ciudad Real), Anas y palomas (Madrid), Mari Carmen Suá-rez Pérez, Ramón Figueredo Fernández, Juani GarcíaBenito, Cinta Márquez Alcántara, Ángeles VillalobosRosa, Paqui Medero Rodríguez, Boni Robledo y Familia(Huelva). Gracias, Sta. Gema, por tu protección en mis dos ope-raciones y en mi recuperación. Sé que estuviste siempre a mi lado M.R. (Segovia).

Cuantos agradecen y piden favores a Santa Gema, si desean salir en esta páginadeben dirigirse a REVISTA PASIONARIO, C/ Leizarán, 24. 28002 Madrid.

http://www.libreriaelpasionariomadrid.com

Prima Moya Moya (Madrid), Basilisa Pulamariño Esteban(Guadalix de la Sierra), María Teresa Álvarez Álvarez (Astu-rias), María Peñuela López (Córdoba), María Martínez Alcaraz(Murcia), Esperanza Lázaro Carrasco (Toledo), María Alcon-chel García (Toledo), María Masa de Vázquez (Cáceres), MaríaClotilde Sosa Araujo (Las Palmas de Gran Canaria), María Gu-tiérrez (Albanilla, Murcia), Andrés Sisón Aguilar (Alcuéscar, Cá-ceres), Pepa Ortiz (La cumbre, Cáceres), Lucrecia Canal (León),Francisco López (Madrid).

Por su eterno descanso celebramos la Santa Misaen el Santuario el día 14 de cada mes a las cuatro de la tarde.


LACRUZ, SIEMPRELACRUZ

Siempre que medito la Pasiónde Cristo o la contemplo enlas procesiones, que son una

catequesis puesta en acción, me con-mueve ver a mi Cristo pasar junto amí, escupido, abofeteado, triturado,crucificado... Y siempre me hago lamisma pregunta: ¿por qué, Señor, porqué fue necesario tanto dolor, tantosufrimiento, tanto escarnio, hasta lamisma muerte?; ¿no podía haber esco-gido el Padre otro camino menos duropara nuestra salvación?

Y ésta es la respuesta que Juan,testigo presencial del misterio, nos daa todos: «Tanto amó Dios al mundoque entregó a su propio Hijo para queno perezca ninguno de los que creen enél, sino que tengan vida eterna» (Jn3,16). No le entra en la cabeza queDios ame así al hombre hasta ese ex-tremo, porque este «entregó» tienecierto sabor de «traicionó o abando-nó». San Pablo, que no fue testigo his-tórico del sufrimiento de Cristo, perolo vivió y sintió en la contemplación

del misterio de Cristo, admirado, lle-gará a decir: «No quiero saber másque de mi Cristo y éste crucificado...».

¿Qé será el hombre, qué encerraráen su realidad para el mismo Diosque lo crea, que seré yo, qué serás tú,y todos los hombres, pero qué será elhombre para Dios, que no le abando-na ni caído y no le deja postrado ensu muerte y separación y voluntadpecadora, sino que entrega la personadel Hijo en su humanidad finita«para que no perezca ninguna de losque creen en Él»? Yo creo que Dios seha pasado de amor con los hombres:«Mas la prueba de que Dios nos amaes que Cristo, siendo nosotros todavíapecadores, murió por nuestros peca-dos» (Rom 5,8).

Cristo crucificado es la máxima ex-presión del Amor del Padre a los hom-bres en el Hijo, y del Amor del Hijo alPadre por los hombres en el mismoAmor de Espíritu Santo: «Nadie amamás que aquel que da la vida por losamigos»; y el Padre la dio por noso-


tros en la humanidad del Hijo, en laque el Padre nos revela su proyectode Amor por el hombre.

Para mí, este Amor del Padre y delHijo, y del Espíritu Santo, se mani-festó con igual o mayor crudeza en laagonía de Getsemaní. Cristo estásolo, en la soledad más terrible quehaya podido experimentar humani-dad alguna, solo de Dios y solo de loshombres. En aquella hora de angus-tia, el Hijo clama al Padre: «Padre, sies posible, pase de mí este cáliz...» Yallí nadie le escucha ni le atiende, na-die le da una palabra por respuesta,no hay ni una palabra de ayuda, deconsuelo, una explicación para Él.

Cristo ¿qué pasa aquí? ¿Cristo,dónde está tu Padre? ¿No era tu Pa-dre Dios, un Dios bueno y misericor-dioso que se compadece de todos; nodecías Tú que te quería; no dijo Élque Tú eras su Hijo amado? ¿Dóndeestá su Amor al Hijo? ¿No te fiabastotalmente de Él? ¿Qué ha ocurrido?¿Es que ya no eres su Hijo, es que seavergüenza de Ti?

El Padre Dios, en ese momento, enesta «hora” tan esperada por Él en elHijo desde toda la eternidad, está tan

pendiente de la salvación de los nue-vos hijos, que por la muerte tan dolo-rosa del Hijo Predilecto va a conse-guir, que no oye ni atiende a sus ge-midos de dolor, sino que tiene ya losbrazos abiertos para abrazar a losnuevos hijos que van a ser salvados yredimidos por el Hijo; y por ellos seha olvidado hasta del Hijo de suscomplacencias, del Hijo Amado: «Tan-to amó Dios al mundo que entregó a supropio hijo».

Y nuevamente vuelven a mi mentelos interrogantes: ¿pero qué es elhombre, qué será el hombre paraDios, qué seremos tú y yo para elDios infinito, que proyecta este cami-no de Salvación tan duro y cruel parasu propio Hijo, tan cómodo y esplén-dido para el hombre? ¡Qué grandedebe ser el hombre para Dios Padre,cuando le busca y le pide su amorhasta este extremo! ¡Cómo nos amael Padre por el Hijo con Amor de Es-píritu Santo!

✒ Gonzalo AparicioSánchez,

Párroco y canónigoen la diócesis de Plasencia


que están muy por encima de los lazos de lacarne y de la sangre.

María le dió la vida a Jesús en cuantohombre, y Jesús hizo a María, partícipe desu vida divina, con la plenitud de gracia yde su misión salvadora, como Madre de laIglesia y Corredentora de los hombres.

María vivió incondicionalmente consa-grada de por vida a la causa de Jesús quese confió enteramente a sus cuidados hastaen el último momento de su vida temporal.No es aventurado decir que después de lamuerte de Jesús, los dos siguen necesitán-dose mutuamente. María, porque no podíavivir sin Jesús, y Jesús porque no podía de-jar sola a su Madre, llorando la sombra es-calofriante de su muerte.

Nos resulta inconcebible el pensarlo ypor eso nos sentimos con valor para afir-marlo con certeza que Jesús antes de apa-

recerse a María Magdalena,ya se había aparecido y sinprisas a su Madre a quientanto tenía que agradecer.

LO QUE NOS DICELA TRADICIÓNDE LA IGLESIA

La tradición de la Iglesiasiempre nos ha presentadoesta aparición de Jesús Re-sucitado a su Madre apenasresucitado recogida en losEvangelios Apócrifos, comoacertada y muy digna decrédito. La creencia de losfieles es que se dió muy demadrugada en el día de Pas-cua y mucho antes de queJesús se apareciese a MaríaMagdalena junto al Sepul-cro.

María es su Madre, lamujer que se quedó sola enla fe y en la esperanza y se-guridad de que su Hijo iba aresucitar. Ella le había dadoel último abrazo antes decolocarlo en el sepulcro, y sefue a casa con la seguridad

EL SILENCIO DE LOS EVANGELISTAS

Es un hecho que los Evangelistas, des-pués de habernos señalado a María al piede la Cruz en el Calvario, no vuelven a ha-cernos referencia alguna de Ella, hasta eldía de Pentecostés en que San Lucas nos lapresenta reunida con los Discípulos y algu-nas mujeres en el Cenáculo. Hech. 1, 11-14.

Son varias las apariciones de Jesús Re-sucitado de las que nos hablan los Evange-lios, a María Magdalena, Jn.20, 11-18: aMaría Magdalena con otras mujeres, Mt.28, 8-10; A los Discípulos de Emaús, Lc.21,15-1 y a los Apóstoles en ocasiones ad-versas, Jn. 20,19-29, Jn. 21, 15-18,et

Sin embargo, ninguno de los Evangelis-tas nos dice que Jesús Resucitado se apare-ció a su Madre, María, que es la única quecon fe inquebrantable le estaba esperando.Quizá después de haber vis-to ellos a Jesús, lo dieronpor su puesto, y quizá antesde verlo, al no creer en laResurrección, hubieran po-dido pensar de ello que eraun ensueño. Juan Pablo IIllega a sospechar que: “Po-drían haber considerado di-cho testimonio como dema-siado interesado y no dignode fe”, Cat. del día 21 - V -1997.

María lo guarda todo muydentro de su corazón, yaguarda a que sea Jesúsquien venza la incredulidadde sus discípulos, según susplanes.

Es por tanto, el EspírituSanto quien se hace sentiren el corazón de los creyen-tes y les hace comprenderque necesariamente tuvoque ser María la primeraque celebró la Resurrecciónde Jesús con alegría desbor-dante.

Jesús había establecidocon María unos lazos tan só-lidos y tan interpersonales

LAAPARICIÓNDEJESÚSRESUCITADOASUMADRE


de que su Hijo vendría a darle el primerabrazo, apenas resucitado. No podía suce-der de otra manera. Ella no pedía nada;pero lo esperaba todo.

Y así lo han entendido y enseñado lasiglesias y los pueblos, de oriente y de occi-dente, que han venido celebrando este en-trañable encuentro con artísticos cuadros yconmovedoras imágenes. Son también mu-chas las Cofradías y las Hermandades deSemana Santa las que celebran con toda so-lemnidad este conmovedor encuentro delResucitado con su Madre, como culminacióngloriosa de todos los multitudinarios desfi-les procesionales, en el día de la Pascua.

Jesús mismo quiso confirmárselo a SantaTeresa de Jesús y ella nos da la razón decuanto Jesús le dijo: “Díjome que en resuci-tando había visto a Nuestra Señora, porqueestaba ya con gran necesidad; porque lapena la tenía tan absorta y traspasada queaun no tornaba luego en si para gozar deaquel gozo… y que había estado muchotiempo con Ella, porque había menester,para consolarla del todo”, (Obras Comple-tas, p. 10).

EL SENTIR DE LOS TEÓLOGOSY DE LOS FIELES

Para los teólogos en general y de una ma-nera particular para cuantos trabajan en laMariología, existe entre los creyentes un“Sensus fidelium”, en el ámbito de la fe, quees como un “instinto” o fuerza interior quenos lleva a la aceptación y confesión firmede muchas de las verdades que se nostransmiten por tradición, y no definidascomo de fe, a las que se consideran necesa-rias, y que no contradicen, en manera algu-

na, sino que es-clarecen y digni-fican cuanto te-nemos que creer.

Sobre este ca-so en particularnos complace ci-tar al distinguidoteólogo F.M. Wi-llam quien nosdice: “Es cosa co-múnmente admi-tida que Jesús se apareció, des-pués de la Resu-rrección, en pri-mer término y

por separado a su Madre. En primer tér-mino, porque esto se lo merecía Ella enuna medida especial, por haber permaneci-do al pie de la Cruz martirizadora. Por se-parado, puesto que esta aparición teníauna razón de ser muy distinta de la apari-ción a las otras mujeres y discípulos. A losdiscípulos había que ganarlos de nuevopara la fe; María en cambio, había de serrecompensada”, “María, –añade Juan PabloII–, es la única que mantuvo viva la llamade la fe, preparándose para acoger el anun-cio gozoso y sorprendente de la Resurrec-ción”, Catequesis del 3-IV-1996.

Jesús al despertar del sueño de lamuerte sabe muy bien que solamente suMadre le estaba esperando resucitado;porque solamente Ella le había creído quehabía de resucitar al tercer día; Mt 16, 21;17, 23 y 20, 19

A María le había dicho su prima Isabel:“Bienaventurada, porque has creído todocuanto se ha dicho el Señor”, Lc, 1, 45, y en-tre las muchas cosas que le había dicho elSeñor, es que había de resucitar al tercerdía, y permaneció solícita en vela, hasta vercolmadas todas sus esperanzas.

Y por eso, la Iglesia enteracanta alborozada:”Alégrate, Ma-ría, porque ha resucitado verda-deramente el Señor, Aleluya”.

✒ P. Eutiquio López, C.P.

RINCÓN DE ORACIÓN

Quisiera referirme, en esta página, aun breve artículo publicado en L’osser-vatore Romano; en junio del 2011. Suautor es Mons. Giuseppe Versaldi, obis-po de Alessandria –Italia–. El título delartículo, “Un único amor-reflexiones so-bre celibato y matrimonio–”. En él,Mons. Giuseppe contempla la vocaciónal celibato y la vocación conyugal comodimensiones del mismo amor, de ahí eltítulo: UN ÚNICO AMOR.

No voy a comentar exhaustivamentesu artículo, sólo quiero detenerme entres características que él destaca delamor de Cristo. Es hermoso para mi,que soy contemplativa y para quienescomo yo, nuestro amor esponsal, en

ELAMORDELACRUZcuerpo y alma, lo vivimos con Cristo.Pero lo es, también, para aquellos devosotros que tenéis otra vocación comola del matrimonio, para quienes vivísen familia, para quienes conocéis elamor de la amistad. El amor de Cristoes la fuente y modelo de todo amor, por-que Cristo amó a su Iglesia con unamor, a la vez, virginal y esponsal.

Las características de este amor, se-ñaladas por Mons. Giuseppe, son:

1. AMOR GRATUITO Y PRE-VENIENTE, porque “Enesto consiste el amor: no enque nosotros hayamos ama-do a Dios, sino en que él nosamó” (1Jn 4,10).

2. AMOR INCONDICIONALY MISERICORDIOSO, por-que “Siendo nosotros toda-vía pecadores, Cristo muriópor nosotros” (Rm 5,8).

3. AMOR SACRIFICADO, por-que “Ya sabéis que fuiste li-berados... no con algo co-rruptible, con oro o plata,sino con una sangre precio-sa, como la de un corderosin defecto ni mancha, Cris-to” (1Pe. 1,18-19).

Estas características del amorde nuestro Señor son necesariaspara perseverar en un proyectode vida. El amor de la Cruz es elúnico duradero, el que permane-ce.

• Que seamos capaces de amar conun amor gratuito y preveniente,significa amar aunque no seamosamados.

• Que seamos capaces de amar conun amor incondicional y misericor-dioso, significa ofrecer siempre elperdón, ser capaces de perdonarsiempre.

“Ser cristiano en Tierra Santa es realmenteser un héroe”, asegura el padre chileno

Sergio Olmedo.


• Que seamos capaces de amar con unamor sacrificado, es estar dispuestos asoportar el sufrimiento sin resignarnos ala derrota.

Y todo esto no se contrapone a otras expe-riencias gratificantes del amor, la reciproci-dad, la ayuda mutua, etc. Pero, ciertamente,éstas también deben estar enraizadas en elamor de la Cruz, en el amor de Cristo que “meamó y se entregó a por mí” (Gál 2,20). De otromodo, serán experiencias pasajeras, sin futu-ro.

El amor de la Cruz es un “amor de Gracia”.Es decir, nos lo tiene que regalar el Señor. Noes cosecha nuestra. Nosotros no podemosamar espontáneamente sin recompensa, singratificación y, mucho menos, recibiendo sufri-miento. Pero Jesús sí. Jesús ama así. Amó deuna vez para siempre (Cf. Hb 7,27). Y no sólonos enseña el camino sino que nos participaese amor. Nos lo da. Nos lo regala. “Se tratade una participación, vital y nacida del fondodel corazón, en la santidad, en la misericor-dia, y en el amor de nuestro Dios” (Catec. nº2842). Por ello tenemos que orar, recibir laGracia en los Sacramentos, permanecer uni-dos a la Iglesia. Porque ese es el cauce pordonde llega a nosotros este Amor y “Sólo elEspíritu que es *nuestra Vida* (Gál 5,25)puede hacer nuestros los mismos sentimien-tos que hubo en Cristo Jesús (Cf Fip 2, 1.5)”(Catec. nº 2843).

Si el Amor de la Cruz “viene de Dios”, tam-bién y por lo mismo, es el que nos acerca másal Corazón de Dios y a la verdadera alegría.“Transfigura al discípulo configurándolo consu Maestro” (Catec nº 2844).

A la luz de este Amor, comprendemos quelos cimientos de nuestra vida no pueden que-darse en una experiencia exaltante, en mara-villosos sentimientos, sino que han de enrai-zarse y fortalecerse en la contemplación deCristo y Cristo crucificado que nos ha amadosin reserva. Él nos da fuerza para “soportartodo con paciencia y magnanimidad, con ale-gría” (Col 1,11).

✒ Sor Cati de la SS. Trinidad, C.P.Oviedo

María, junto a la Cruz.


OTRA JUVENTUD

Me lo contaba Esspe (una estu-diante de Bachillerato de nuestro Co-legio San Gabriel). La aventura habíatenido lugar el pasado día 23 de fe-brero, cuando ella y sus compañerosdecidieron aquella tarde-noche cele-brar la Vigilia de San Gabriel, estu-diante pasionista del pasado siglo, y aquien hoy se le conoce como Sonrisade Dios.

–Cuéntame, Esperanza, por fa-vor.

–Mira. El día 23 de febrero supusopara muchos de nosotros una inmen-sa alegría, ya que por la mañana ter-minaban los temidos exámenes fina-

les de la Segunda Evaluación. A lasseis y media de ese mismo jueves co-menzaba la ya tradicional Vigilia deSan Gabriel que daba comienzo a lasfiestas del Cole; en ella participamostanto alumnos como profesores; asícomo padres y miembros de la Con-gregación Pasionista. Era una satis-facción vernos rodeados de tantas ca-ras conocidas y, por lo que yo pude ob-servar, la mar de felices.

–¿Cómo organizasteis la Vigi-lia?

–La Vigilia empezó con una proce-sión del paso de San Gabriel por elColegio. Era una forma de acompañaral santo pasionista en su camino. Era

como si fuésemos andando porel Colegio todos juntos y conidéntica ilusión. Hicimos nu-merosas paradas que refleja-ban momentos importantes enla vida de nuestro patrón;como, por ejemplo, cuando laVirgen le habló al corazón parainvitarle a dejar el mundo yabrazar la vida religiosa. Lepedíamos a la Virgen que noshablase también a nosotros,porque estábamos dispuestos aescuchar.

–Tú y tus amigos conoce-réis la vida de San Gabriel,¿no?

–Bueno, precisamente paraconocerle mejor, comenzamos arezar en la capilla, y en esamisma oración repasamos lavida del santo desde su naci-miento hasta su muerte, connumerosos gestos, como nosgusta rezar a los jóvenes. Te ex-plico: en uno de esos gestos senos invitaba a deshacernos detodo aquello que nos distrae yno nos permite darnos cuenta

Tambiénlosjóvenesrezanporlanoche


de lo verdaderamente importan-te: gesto de desprendernos, porejemplo, del teléfono móvil, delreloj, del televisor y de otros mu-chos objetos a los que (confesé-moslo sinceramente) vivimosatados.

–¿Qué más cosas os hicie-ron pensar aquella Vigilia,recordando al santo patrónde nuestro Colegio?

–También se nos invitó a ha-cer lo mismo que San Gabriel,cuando decidió un día cambiarde aspecto exterior, de humor, devida. Porque él era un joven quese vestía a la última moda. Esto,junto a su rebosante alegría y lagran agilidad para bailar, le ha-cían el preferido de muchas chi-cas en las fiestas. Sin embargomás tarde cambió este tipo defiestas por la GRAN FIESTACRISTIANA, con la palabra deDios y la oración como elementosfundamentales de ella.

–Es cierto; os gustan mu-cho esos gestos que a los ma-yores, ordinariamente, nonos dicen gran cosa, pero avosotros os ayudan a rezar mejor,a pensar con mayor profundidad,a cambian incluso de vida.

–El mundo cambia, ya sabes. Ypara los chicos y chicas de mi genera-ción el lenguaje de los signos nos abrelos ojos y el corazón. Porque fíjate: enla celebración de esta Vigilia cogimostambién cada uno un canto, una pie-dra, con el fin de dejarnos moldear,mediante la oración y la palabra deDios, a imagen del Señor, al igual quehizo San Gabriel. Esto no llevó a ter-minar la Vigilia cantando las cancio-nes del Cole; porque al fin y al cabo loque celebrábamos era una fiesta; lafiesta de San Gabriel.

–Para concluir, Esperanza,¿qué es para vosotros este joven

de Asís, hijo del gobernador deSpoleto, que un buen día vistió elhábito pasionista?

–Muy sencillo. Para nosotros, SanGabriel es nuestro mejor ejemplo: unjoven que creció enamorándose y po-niendo ilusión en todo lo que hacía; éldibujó en su sonrisa la mejor contra-seña para seguir a DIOS. Sin dudaalguna, un año más el espíritu, elAmor a Dios y la alegría de Gabrielinundaron nuestros corazones aque-lla tarde-noche, esperando seguir suejemplo, como mínimo, hasta el añoque viene.

–Por lo menos, Espe.Que él te bendiga.

✒ Alberto [email protected]


Todo comienza muy temprano en elinterior del convento de san Francisco,lugar de encuentro de muchas personasque se inscribieron varios meses atráspara formar parte de la procesión.

“Cucuruchos”,“penitentes”y “verónicas”

Por un lado tenemos a los nazarenosque aquí se les llaman “cucuruchos”.También se encuentran los “peniten-tes”, ya desde antiguo, son personasidentificadas como pecadoras o por te-ner alguna enfermedad, como la lepra,que preferían cubrirse con esa vesti-menta para que los demás no los reco-nozcan. Las “verónicas” son mujeresque acompañaron a Jesús en su caminohacia la Pasión y, hoy siguen acompa-ñando en su dolor al Hijo de Dios.

Mientras tanto, en las calles, los qui-teños y visitantes madrugan para ubi-carse en un buen sitio y no perderse niun solo detalle de la larga procesión.

A la procesión quiteña acuden multi-tud de devotos, hombres y mujeres,

SEMANASANTAENQUITOEXPRESIÓNPOPULARDEFE

POR LOS CAMINOS DEL MUNDO

Rememorar los últimos días de Jesúsy sus pormenores, se expresan cadaaño, en la Semana Santa. En ella tienenlugar numerosas muestras de religiosi-dad popular a lo largo de todo Ecuador,destacándose las procesiones del Do-mingo de Ramos, el Arrastre de Caudasel miércoles santo con los canónigos dela catedral metropolitana que visten denegro, capa y una capucha de la que sedesprende la cauda, una tela negra de 4metros y una cruz roja que cae por laespalda y se arrastra por el suelo, don-de se recuerda a Jesús en el Pretorio ro-mano. Las representaciones de la Pa-sión de Cristo en el viernes santo sonlas procesiones más numerosas, espe-cialmente en la capital, Quito, Patrimo-nio de la Humanidad desde 1978.

Jesús del Gran Poder

Un ejemplo muy claro se manifiestacada Viernes Santo, en Quito, cuando serealiza la procesión de Jesús del GranPoder, una antigua peregrinación popu-lar que fue retomada en 1961, la mismaque partiendo del colonial templo francis-cano recorre el centro histórico de Quito.


quienes cargan en sus hombros unascruces de madera bastante grandes ypesadas. A la vez que arrastran suspies descalzos y, con cadenas, en el duropavimento.

La Virgen Dolorosajunto a Jesús

Entre los últimos elementos clavesdel cortejo se encuentran, la tradicio-nal imagen de la Virgen Dolorosa so-bre un anda tallada por el artista qui-teño Manuel Chili, llamado “Caspica-ra” en el siglo XVIII; y la escultura delJesús del Gran Poder, talla única, ela-borada en madera de cedro con pino,de una medida cercana a los 2 metros.Talla que tiene en todo Ecuador unadevoción especial. Esculturas que evo-can en todos los fieles un momentopara reflexionar, meditar y reconciliar-se con Dios.

La procesión se inicia en la calle Bo-lívar, junto a san Francisco, sigue hastala calle Venezuela, y se dirige hasta laBasílica del Voto Nacional. Después desuperar la calle Matovelle, por detrásde la Basílica, va de regreso a SanFrancisco descendiendo por la calleGarcía Moreno. Todo en el casco anti-guo, uno de los mayores y mejor con-servado de América Latina.

Cuatro kilómetrosen 5 horas

Son 4 kilómetros, que simbolizan unviaje de penitencia, para expiar culpas,cumplir promesas, arrepentirse de lospecados y agradecer los favores recibi-dos. Vivir la Pasión de Cristo es el obje-tivo de más de 50.000 personas.

El recorrido que normalmente se rea-lizaría en 30 minutos, les toma a las imá-genes de la Dolorosa y de Jesús del GranPoder cinco horas, pues son llevados enandas por los devotos. Y mucho mástiempo a los participantes de la inmensaprocesión que se han demorado por el ex-tenuante cansancio del trayecto.

Tras la llegada de los participantes yseguidores, y de las imponentes imáge-nes, a la plaza de San Francisco, todo lle-ga a su fin. La procesión ha concluido ycon ella una de las mayores manifesta-ciones de fe popular que tiene la ciudad.Evidencia, que registra los rasgos máscaracterísticos del patrimonio inmaterial,reflejados en sus costumbres y tradicio-nes que reviven año tras año los quiteñosen esta celebración. Cada vez más visi-tantes del país y de América reconocenen la Semana Santa quiteña a una de lasmayores celebraciones de fe popular.

✒ José Fernández del Cacho,Desde Ecuador



Paraorar,evangelioen

DOMINGO,8DEABRIL • DOMINGODERESURRECCI´ONEvangelio: Juan 20, 1-9Pascua de Resurrección. Jesús pasó de la muerte a lavida. Pasar de la vida a la muerte, resulta fácil. Aconte-ce tantas veces, cada día... Pasar de la muerte a la vida,tambén acontece, pero es más difícil de ver y de creer.Creer que Cristo murió, resucitó y vive, es también cre-er que tú, yo, resucitaremos también, con Él, como Él. Sila naturaleza resucita en primavera, ¿cómo no vamos atener nosotros una primavera de naturaleza humanaresucitada, para vivir ya siempre?No entiendo, pero sé. Tú, Señor, así me lo prometiste:“Resucitarás como yo, conmigo... ¡Gracias, Señor!

DOMINGO,1DEABRIL • DOMINGODERAMOS

Evangelio: Marcos 14 y 15

Hoy, relato largo. Toda la Pasión de Jesús, en dos ca-

pítulos. La gran tragedia, se acerca. Pórtico de entrada:

en Betania, una mujer derrama un perfume precioso so-

bre la cabeza de Jesús. Muy luego, ramos, palmas, oli-

vos, aires de triunfo, vendrá luego la Eucaristía, y pala-

bras entrañables de Jesús. Y Getsemaní, donde Jesús

ora y derrama gotas de sangre. Y Jesús, rechazado por

todos, negado por Pedro. Y Pilato, que vacila y condena.

La Crucifixión, y palabras claras de Jesús desde su

cruz. Y muerte y sepultura de quien es vida y resurrec-

ción de todos.

Hoy, Semana Santa 2012, tu, yo, nosotros, “peque-

ño rebaño”, trasponemos el tiempo, lo agarramos entre los dedos, y nos hacemos

presentes en cada escena de aquel espectáculo incomparable. Aquel ayer, es un

hoy, y será un mañana. Cristo, resucitó y sigue vivo, pero aunque parezca para-

dójico, seguirá muriendo, en cuantos sufren y mueren, hasta el fin del mundo.

¿Está claro? No mucho. Celebrando cual conviene la Semana Santa, lo entende-

remos mejor.


✒ Miguel G.

nmano, cadadomingo

DOMINGO,15DEABRIL • 2ºDOMINGODECUARESMAEvangelio: Juan 20, 19-31Jesús Resucitado, es siempre portador de la paz to-tal. Donde Él está, ya no hay guerras, ni hay muerte.El, resucitado, otorga su Espíritu, y nos regala... el per-dón y la paz, y nos deja un encargo: “sed mis testigos”.Tomás, apóstol, vacila, duda, se niega a creer lo que élno ha visto. Hasta que Jesús se le hace presente, y loencara: “¿Porqué no crees? Aquí estoy mírame bien.” Yla sentencia entrañable del Maestro: “dichosos los quecrean sin haber visto”. Dichoso tú, yo, nosotros, siem-pre.

DOMINGO,22DEABRIL3ºDOMINGODECUARES

MA

Evangelio: Lucas 24, 35-48

Jesús, nuevamente visible a los Doce. Ellos, muertos

de miedo, Él deseándoles paz, mucha paz. De repente, su

miedo se convierte en gozo. El Maestro, reproduce ante

ellos su cuerpo, sus llagas. Come con ellos. Y les reitera:

“las profecías, se han cumplido. Vosotros, ahora, id mun-

do adelante, yo os envío. Sed mis testigos. Sed “otros yo”.

¡Gracias, Señor! Tú, estás hoy conmigo, aquí, y más

allá. Y contigo, es más fácil caminar.

DOMINGO,29DEABRIL • 4ºDOMINGODECUARESMAOfrecer la vida, entregar la vida por amor, para salvara otros... Pocos, algunas madres lo han hecho. Es lo quehizo Él, el Buen Pastor, por el amor grande con que nosamó. A Jesús, Dios Padre le devolvió a la vida. Y a no-sotros, Jesús nos dio vida, nos libró del morir para siem-pre. ¡Palabra de Dios! Solamente nos pide, esta vez, unacosa: que caminemos juntos, que vivamos unidos, en unamisma fe y un mismo amor. Lo demás, corre por sucuenta. Él, ha pagado ya nuestras deudas.Prosigamos nuestro caminar, felices, seguros. Él nos condce. Él nos ama, siempre e in-

condicionalmente. Nada más podemos pedir. ¡Y siempre habrá tanto que agradecer!

Con tantos días como tiene el añoy tantas fechas señaladas, pocas per-sonas recuerdan lo que se celebra a co-mienzos del mes de febrero.

Cuando la sociedad se regía por cri-terios religiosos, el calendario estaballeno de santos y santas que hacíanpasar los días y los meses, además dedar nombre a muchas personas. Des-de hace un tiempo, el mundo se rigepor otros criterios, y rememora losacontecimientos que han tenido re-percusión a nivel internacional, comoel 11 S, o a nivel nacional como el 11M; desgraciadamente, en recuerdo delos terribles atentados. El almanaquese va completando para hacernos re-cordar que también se celebran otrasfechas para tener en cuenta como eldía internacional contra el SIDA, lalepra, la jornada para la Tolerancia ...incluso el día mundial contra la co-rrupción, que debería ser durantetodo el año.

El 6 de febrero es el día internacio-nal contra la mutilación genital feme-nina, también llamada ablación. Con-siste en la eliminación de tejido decualquier parte de los genitales feme-ninos. Esta costumbre de origen in-cierto se practica, en algunos casos,como rito de iniciación y paso a lavida adulta, o bien, por motivos cultu-rales o religiosos, principalmente enÁfrica y Oriente Medio, también enalgunas regiones de Asia, América yAustralia, pero, debido a los movi-mientos migratorios también se estádando en Europa. Otra de las causas

por la que sepractica es paraque las mujeres,no sientan placersexual, y poderllegar vírgenes al

6deFebreromatrimonio, también para evitar susupuesta promiscuidad. Si nos hicie-ran lo mismo a los hombres, posible-mente se hubiera acabado este tipode amputaciones. ¡Menudos somoscuando nos tocan los principios!

Además de esta forma de ablaciónexisten otros tipos como la clitoridec-tomía, circuncisión y la infibulación.

La ablación se realiza con mediosmuy rudimentarios y en unas pési-mas condiciones higiénicas. Prefierono entrar en detalles sobre la maneraen que se lleva a cabo, porque a mí,personalmente, se me revuelven lastripas del cuerpo y del alma ante estetipo de atrocidades, que no creo quese justifiquen por ningún motivo cul-tural o religioso. ¿Puede haber undios que quiera ver sufrir a sus hijose hijas para sentirse complacido?Pues apliquémoslo a menor escala.

Las consecuencias de esta prácticason la pérdida, casi total de la sensi-bilidad, así como un trauma psicológi-co difícil de superar. Muchas mujeresmueren desangradas o se les infectanlos órganos dañados, tienen una malacicatrización, se les forman abscesos opadecen coitos dolorosos.

Casi todo va cambiando. Seráque el santoral se ha trasforma-do para hacernos descubrir aesos nuevos santos y santas anó-nimos que sufren y mueren, víc-timas de la enfermedad, y la bar-barie humana. Será que el mundono es tan secular ni antirreligiosocomo dicen algunos , sino que Diosnos habla con un lenguaje que poda-mos entender todos y nosolo unos pocos.

✒ Juan Carlos Prieto [email protected]


Peregrinos de Benidorm, en Santa Gema,el día dos de febrero. Los acompaña el párroco,y las religiosas de la Fraternidad “Arca de María.

Peregrinos de Alcón y Jódar (Jaén).Visitaron a Santa Gema el dos de marzo de 2012.

CARAVAGGIO: CRISTO MUERTO, BAJADO DE LA...

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