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    ~ a r m e l o Lisn Tolosana

    ntropologa social

    y hermenutica

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    CAR v ELO

    LISN TOLOSANA

    ntropologa social

    y

    hermenutic

    ONDO DE CULTURA ECONOMICA

    MXICO

    M DRID BUENOS

    IRES

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    4/84

    'F

    Primera edicin

    1983

    D.R. C 1983 FONDO

    DB

    Cul.TURA ECONMICA

    Av. de la Universidad 975.

    03100

    Mxico D.F.

    EDICIONES F.C.E. EsPAA S. A.

    Vfa

    de

    los

    Poblados, s/n. lndubuilding

    -Goico 4.8 , Madrid-33

    I.S.B.N.: 84-375-0231-4

    Depsito

    legal:

    M. 5.957 - 1983

    Impreso en spafia

    ----

    A

    John Beattie

    John Campbcll

    Godfrey Lienha:-clt

    John Peristiany

    mrys Peters

    mentores

    y

    amigos

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    . . ~ : ~

    ' ? : ; t : l ~ ; ~ ~

    J

    l

    :

    lj

    \

    h

    PROLOGO

    EL ANTROPLOGO,

    para

    serlo realmente,..tiene que inver

    tir

    su tiempo husmeando, con l

    avidez

    insaciable

    del

    bloodhound

    la diversidad del

    mltiple

    Otro;

    para

    ello,

    necesita

    del

    ojo

    del guila que todo lo ve y

    del

    odo del

    perro pastor

    que tan

    bien escucha.

    Su

    misin es seguir

    el rastro, descubrir,

    prestar

    atencin y reproducir las

    muestras de

    Humanidad

    que

    h cobrado

    en la

    aprehen

    sin inmediata de

    lo

    visto (accin), odo

    (palabra)

    y vi-

    vido.

    La experiencia prolongada y directa le hace sentir la

    dureza

    y objetividad de personas, objetos,

    verbalizacin

    y actividades,

    le

    fuerza a

    considerarlas no

    simplemente

    como

    manipulaciones,

    sino

    en

    su

    mismidad,

    en

    su

    dere

    cho, naturaleza y esencia propias. Una comunidad,

    sus

    gentes

    y quehaceres, sus ideas y valores no estn ah, sin

    ms, para que nosotros las

    observemos

    y entendamos a

    travs de

    nuestras

    iepresentaciones mentales y abstrac

    ciones acadmicas. Las cosas, os sucesos,

    los

    campos y

    los hombres, el conjuro-oracin, las fiestas

    y

    la magia,

    las ermitas, imgenes y procesiones, la

    comarca

    y la re

    gin,

    aparecen, ocurren,

    estn

    presentes en s mismas,

    se

    desarrollan

    y transforman

    segn sus principios,

    en con-

    sonancia con lo que son y hacen. Experimentar, describir

    y explicar ese

    difcil ansich

    la ipseidad de las cosas,

    ac-

    ciones,

    ideas

    y personas

    es

    la pretensin

    del etngrafo

    antroplogo.

    9

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    1

    AN'l"ROPOLOGfA SOCIAL Y H E R M E ~ U T I C

    Pero

    no basta la pasin

    por

    la Otreidad o la vivencia

    L11tensa

    de

    lo

    ajeno; ni siquiera es suficiente

    el

    don de la

    sucesiva

    transformacin

    o su capacidad de metamorfo

    sis.

    El

    antroplogo est

    llamado,

    adems

    a

    culminar

    el

    proceso investigador iniciado, es decir, tiene que inter-

    pretar. Y la interpretacin antropolgica

    va

    en movimien-

    to pendular de nuestra cultura a otras culturas del pre-

    sente al pasado de una banda primitiva a una comunidad

    de cientficos. Lo

    que

    quiere

    decir que el

    antroplogo,

    ese

    hbrido

    mitad forneo, mitad nativo, se apropia

    la

    herencia espiritual y los tesoros de accin y creacin sim-

    blica de otras culturas estando ciertamente en

    el

    inte-

    rior pero siendo de fuera y para fuera. .a interpretad

    es, en definitiva, una obra de

    arte

    realizada desde un

    aqu

    y

    un

    ahora

    circunstanciales, y

    est

    sujeta

    por

    lo

    tanto

    a la

    cambiante apropiacin del intrprete

    y a la

    diferente reconstruccin de lo interpretado. No

    hay

    un

    nico punto o modo epistemolgico de

    observar

    e inter-

    pretar; coexisten formas aiternativas y complementarias.

    No captamos pues y a pesar del necesario

    desider tum

    a que antes

    he

    aludido,

    el

    estado prstino

    de

    las cosas en

    nuestro

    empeo

    etnogrfico,

    sino

    las objetivaciones men-

    tales estructuradas simblicamente.

    La interpretacin es

    la cumbre

    de

    la Antropologa;

    de

    la Antropologa reposi-

    torio

    de

    lo mltiple cultural de

    la

    Antropologa

    hermana

    de la Poesa e hija de la emprica Filosofa.

    Este libro consta de tres

    movimientos

    y

    una

    cod

    sin-

    ttica c:>mpromptu final que

    retoma

    reformula sinte-

    tiza

    ics

    temas desarrollados

    con anterioridad

    en

    los

    tr s

    captulos precedentes. He

    abordado

    problemas antropo-

    igicos

    serios

    difciles y complejos

    para

    los que no doy,

    claro est respuesta satisfactoria. Pero s que al menos

    dialogo en voz

    baja

    con ellos,

    hago preguntas

    y doy res-

    puestas desde

    mi experiencia

    personal

    a mi

    manera

    con mi planteamiento invito a la consideracin de un

    problema insoslayable.

    Es

    posible deseable adoptar di-

    ferentes posturas intelectuales e inteligentes frente a la

    hermeneuticidad

    de la

    Antropologa,

    pero hay tambin

    PRLOGO

    11

    una actitud

    que

    no cabe:

    ignorarla

    y semipracticaria. En

    manos del lector dejo estas consideraciones finales her-

    menuticas terminadas de escribir al

    caer

    del

    ngelus en

    una

    tarde

    de

    verano.

    C.

    LISN TOLOSANA

    Puebla de Alfindn,

    agosto

    de 1982

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    ? t -

    I

    DE

    ARTE

    MAGICO

    El genio creador e fo. palabra)

    MAGIA

    ES

    una palabra rara, escasa en el

    vocabulario

    y

    pensamiento

    espaol.

    Cuando

    San Isidoro

    Etimologas,

    8,

    9 elabora el concepto, lo adjetiva siempre y escribe de

    artes mgicas,

    no de magia.

    En el Tesoro de la Lengua,

    de Cobarruvias

    Orozco,

    no aparece el vocablo; tampoco

    en

    el

    Diccionario

    de

    la

    Lengua

    Castellana

    de

    1732,

    que

    dice expresamente bajo

    Mago:

    El

    segundo

    ramo

    es

    la

    Magia:

    no

    tiene

    voz propia nuestro

    castellano con

    qu

    llamarla, hechicera

    la

    decimos,

    y a

    los

    Magos

    llamamos

    hechiceros>;

    Francisco de

    Vitoria

    intitula

    en

    latn su

    co

    nocida

    releccin

    De

    arte

    magica, y

    el jesuita Martn del

    Ro escribe

    seis libros

    sobre isquisitionum Magicarum.

    Ni Castaega,

    ni Ciruelo,

    ni

    Valencia,

    ni

    Navarro,

    que es

    criben

    en

    espaol

    sobre

    ei

    tema, hacen

    uso real

    del subs

    tantivo; sin embargo, entra

    en

    el

    ttulo de

    las

    obras que

    Torreblanca

    y

    Perer redactan en latn. El

    caso

    de

    . fray

    R.

    A. de Ribera

    y

    Andrada es atpico: copiando la no

    menclatura latina nos dej un volumen, Magia natural

    artificial (1632), que no he podido

    consultar. No obstan

    te

    esta aparente dualidad de nomenclatura, todos

    ellos,

    escriban en

    latn o

    castellano, abordan

    el

    problema de

    la

    exgesis

    del concepto desde

    su

    forma adjetival; el subs-

    Artculo publicado en

    forma

    abreviada en la Revista de

    Occidente, n . 13, 1982, pp. 53-76.

    13

    '.

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    14

    ANTROPOLOG SOCIAL Y HBRMBNJ1UT\CA

    tantivo m g i

    se

    evapora, el

    trmino

    sintcticamente

    marcado es el adjetivo -mgico/a. Ahora bien,

    en

    su

    forma adjetivada

    adquiere una funcin cualificante, y

    va

    a

    la

    caza

    de

    acciones, estados, fenmenos, relaciones, su

    cesos, conexiones, etc., lo que quiere

    decir

    que su espec

    tro referencial es realmente amplio.

    Si de la dimensin lingstica pasamos al nivel de la

    praxis, de su uso concreto y circunstancial apreciamos

    en seguida cmo el adjetivo

    ha

    cobrado muchos y diver

    gentes substanthos: la voz de

    una

    persona, el atardecer,

    ciertas

    palabras y colores

    son

    mgicos; de algunas cue

    vas, puentes, montaas, castillos, fuentes y aun pases se

    predica tambin esa cualidad; mgicos son apodados

    determinados efectos, consecuencias, sucesos, virtudes,

    creencias, seres, oraciones, ritos,

    conjuros,

    frmulas, agen

    cias, etc. Magos

    se

    ha

    llamado

    y

    llama

    a algunos

    artistas

    pintores, msicos y escritores), y libros se han escrito

    sobre los efectos mgicos de sus

    obras:

    disponemos en

    castellano de toda una literatura mgica o comedias de

    magia que reitera la

    temtica

    desde el siglo XVI hasta

    nuestros das. l mgico prodigioso, Los mgicos encon-

    trados, La cueva de Salamanca, Los mgicos de Tetun,

    Mgico en Catalua, entre otras muchas, pueden valer

    como muestra de la accin teatral basada en efectos ma

    ravillosos o extraordinarios. Y todos, sin duda, revivimos

    automticamente, sin esfuerzo, todo un flujo de sensacio

    nes

    e ideas

    de

    sorpresa,

    asombro

    agradable, misterio,

    maravilla y gozo cuando recordamos o hacemos de Reyes

    Magos. El adjetivo hambrea ciert -nente de sujetos, pero

    stos son

    tan

    heterogneos --como

    acabo de

    indicar

    que fuerzan el

    uso

    indirecto, ambiguo, metafrico

    y

    obli

    cuo

    de aqul. Esta imprecisin y

    promiscuidad

    confie

    ren, obviamente, encanto y perfil potico al mltiple con

    tenido, lo que a la vez poderosamente contribuye a refor

    zar el

    halo mstico de su semntica; pero la vaguedad no

    produce significado cientfico. Y si pretendemos sobrevo

    lar

    el

    nivel de la conversacin ordinaria,

    de

    la charla

    de

    caf o

    del

    libro popular, nos vemos forzados a aquilatar

    DB

    ARTB

    M.tGICO

    15

    el

    uso del vocablo, lo que voy a intentar,

    en primer

    lu

    gar, a travs de la exgesis crt ica de algunos textos rele

    vantes escritos por hispanos y, excepto el del P. Vitoria,

    en

    espaol. Los

    de

    Perer

    o Pereyra o Pererius y del Ro,

    juntamente con otros centones o compilaciones que omi

    to,

    estn

    escritos

    en

    latn y carecen de

    valor

    etnogrfico

    hispano local.

    Fray Martn de Castaega Tratado muy sot y bien

    fundado de las supersticiones y ltechicerlas), el maestro

    Pedro Ciruelo Tratado en el qual se reprvevan todas las

    svpersticiones y hechicerfas) y el P. Francisco de Vitoria

    l

    De

    arte magica)

    se

    preocupan

    por

    el

    tema

    y

    escriben

    entre 1529 y

    1540

    Es precisamente

    en

    esa dcada cuando

    los inquisidores de la Suprema debaten, despus de va

    rias

    cazas de brujos pirenaicos, la realidad del

    aquelarre

    y

    ia

    verncidad de ciertas afirmaciones contenidas

    en

    el

    Malleus maleficarum y se

    pronuncian

    por la inverosimi

    litud de ambas; aparecen tambin en esas fechas instruc

    ciones a seguir en materia

    de

    brujas,

    recomendando

    no

    slo la prudencia, sino la comprobacin de los hechos

    por criterios objetivos y externos. Otro estallido de ra

    cionalidad, sin

    par

    en toda

    Europa,

    lo produce el Auto

    de

    fe

    de

    Logroo, celebrado

    en

    otoo

    de

    1610. Efectiva

    mente: en 1611, el

    Inquisidor

    Generai escribe a

    personas

    prominentes

    para que le

    den

    su opinin sobre el proble

    ma de las brujas. El humanista Pedro de Valencia su

    plic ccon modestia i sumisin,. se le diese licencia para

    proponer su parecer i sentimiento; el Inquisidor no

    slo le permiti, sino

    que

    le mand clo hiziere; El

    Dis-

    curso acerca de los quentos de las brujas y cosas tocan

    tes magia (1611) es su respuesta, monumento de serie

    dad y escepticismo. El Tribunal de supersticin ladina,

    de Gaspar Navarro, aparece en Huesca en torno al

    mismo

    momento, en 1613. Todos ellos son producto de la

    ctirio-

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    ~ ~ 7 \ , : : ~ ~ ;

    16

    ANTROPOLOGA :iOCIAL Y

    HERMENgUTICA

    sidad intelectual aplicada l

    pathos

    de la poca; todos

    ellos quieren precisar, en notacin conceptual exacta, la

    lnea que bordea la fantasa y el hecho. Veamos cmo

    lo

    hacen.

    El

    tratado de

    fray Martn parece

    ser

    el

    primero

    que

    sobre creencias

    se

    publica en romance; fue

    editado

    en

    Logroo

    en

    1529. Castaega ve

    la

    razn bsica de la cni

    gromancia y artes mgkas en el vehemente deseo

    que

    el demonio instila en el nimo de muchas personas de

    csaber las cosas secretas, ocultas y venideras. Y natu

    ralmente

    el hombre no

    se

    conforma con saber, sino que

    por

    medio de

    palabras oscuras ritmadas de cceri

    monias no empericas pretende

    controlar el mundo de

    la naturaleza y

    del espritu. La observacin de lo

    que

    pasa a su alrededor le hace descubrir otra razn, muy

    prosaica,

    de

    l

    permanencia

    de la prctica

    y

    creencia

    en

    las artes mgicas: cpor experiencia vemos

    cada

    da que

    las mugeres pobres

    y

    clrigos necesitados y codiciosos,

    por oficio toman

    de

    ser conjuradores, hechiceros, nigro

    mnticos adevinos, por se mantener y tener

    de

    comer

    abundosamente tienen con

    esto

    las casas llenas de con

    curso de gente. Si fray Martn

    hubiera

    seguido enfo

    cando el problema

    desde

    esta perspectiva de matriz so

    cial que con tanto acierto clarividencia inicia, hubiera

    escrito

    la primera etnografa

    de

    las artes mgicas.

    La arquitectura de su pensamiento puede resumirse

    as:

    cdos

    son

    las

    iglesias de este

    mundo:

    la una es cat

    lica,

    la otra

    diablica; aqulla

    est

    presidida

    por

    Jesu

    cdsto sta por Satans.

    La

    primera tiene sacramentos,

    la

    segunda

    execramentos, esto es, ceremonias, pala

    bras feas

    polvos, ngentos, supersticiones

    y

    hechice

    ras. Todas ellas

    son

    cvanas invenciones,

    puesto

    que

    cson

    seales no eficaces, que ni por

    su

    naturaleza ni por

    institucin del demonio puederi tener eficacia ni virtud.

    cLos ministros

    de

    estos execramentos diablicos son to

    dos los que por pacto expreso o oculto estn al demonio

    consagrados y dedicados. Fray Martn cree

    en

    tal pacto,

    pues lneas ms abajo afirma: cdestos yo conoc vi al-

    DB ARTE M1GICC

    17

    gunos quemar r.econciliar. Una segunda categora mi

    nisterial

    est

    constituida

    por

    encantadores, hechiceros

    o brujos .. o jorguinos o megos, que

    aunque nunca

    han

    :

    visto o

    hablado

    con

    el demonio hacen virtualmente,

    con

    su deseo implcito, la misma profesin o pacto diablico

    que

    los primeros. El tercer peldao lo

    ocupan

    algunos

    saludadores, santiguadores, conjura.dores, etc.,

    cque

    no

    creen

    en nada de

    estas

    cosas; mas alguna vez

    permiten

    y consienten en ellas, diciendo: valgci n lo qu valieren

    como para alcanzar sanidad corporal, o alguna otra cosa

    que desean.

    Tambin

    stos tienen

    pacto

    aunque no

    __tan

    recio

    con el demonio. Pero hay otros saludadores

    qu cdan

    salud

    y

    sanan

    porque tienen una cvirtud na

    tural

    oCulta. el.as virtudes

    naturales son

    tan ocultas ..

    a los entendimientos .. que muchas veces vemos la ex

    periencia

    obras

    maravillosas, y

    no

    sabemos

    dar

    la

    ra

    zn de ellas, salvo

    que

    es tal

    la

    propiedad de las cosas

    naturales

    y que a nosotros es

    o c u l t ~

    Por otra parte

    subraya Castaega, tratamientos mdicos que

    prima fa-

    cie parecen

    supersticiones o liviandades no lo son nece

    saria,mente,

    porque

    la imaginacin del paciente con aque

    llas cosas se fortifica y esfuerza,

    para alcanzar

    ms

    presto la

    salud

    favorecen. El posible efecto psicolgico

    de cualquier

    inocua terapia e

    frmula

    proveniente de

    mdicos o

    saludadores

    con

    virtud

    es algo obvio

    p r

    el

    que

    escribe

    esas

    citadas lneas.

    En

    cuanto

    a frmulas,

    conjuros

    y pfilabras

    --esencia

    les en las artes mgicas--

    fray Martn

    es tajante: nin

    gunas

    palabras tienen ni pueden tener virtud natural

    para algun efecto; copia cvocablos y diciones confusas

    usados en conjuros

    y comenta

    con irona: ccomo

    si

    en

    los vocablos que no entienden se encerrasen mayores -

    cretos misterios, toviesen

    ms virtud.

    Curioso

    dato

    etnogrfico es el siguiente: cLos

    conjuradores

    conjuros

    de las nubes y tempestades son

    tan

    pblicos en el reino,

    que, por maravilla, hay pueblo de

    labradores

    donde no

    tengan el

    salario sealado

    una

    garita

    puesta en

    el cam

    panario o

    en

    algn lugar muy pblico alto, para

    el

    2

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

    10/84

    18

    ANTROPOLOG SOCIAL Y H E R M B ~ U T I C ;

    conjurador, porque est ms cerca de las nubes y demo

    nios .. Todo lo cual,

    cuanto sea

    vano, malo, supersticio

    so y diablico, cualquiera

    que recto

    juicio

    tenga

    lo puede

    conocer.

    La confirmada

    y

    remachada

    experiencia

    de

    mu

    chos juntamente con

    el

    ponderado

    razonamiento de

    cual

    quier mente

    equilibrada son, segn el

    autor,

    criterios

    fundamentales

    para

    rechazar las

    artes

    vanas y supe ."'sti-

    ciones.

    Pueden los malficos, hechiceros, magos,

    brujas,

    adi-

    vinas, megas, etc., perpetrar los actos que el vulgo les

    atribuye?

    De nuevo l posicin

    de

    Castaega

    es

    categ

    rica: no

    hay

    tal ciencia ni arte, salyo

    por

    el

    pacto

    y f -

    miliaridad que

    con

    el [demonio] el

    tiene[n] ...

    de ma

    nera que aqul ser

    mayor

    nigromntico

    [mago], que

    ms familiaridad tuviere con el demonio, y ms siguiere

    y cumpliese

    su

    voluntad.

    En

    otras

    palabras:

    el

    demonio,

    cpermitindolo

    Dios,

    puede

    hacerles

    partcipes de su

    poder

    y conocimiento; los adivinos, malficos, etc.., pue

    den

    hacer, por

    arte

    mgica, ayudados del demonio, cosas

    que

    van ms all de las cexperiencias empericas y natu-

    rales. Fray Martn nos da, por tanto, y en ltimo anli

    sis,

    una

    teologa positivo-natural

    de la

    magia.

    La obra

    del cannigo Ciruelo parece

    que

    circulaba

    ya

    entre los lectores hacia 1530;

    es

    y fue

    ms

    conocida

    que

    la

    anterior,

    ciertamente menos espontn:: a, pero

    ms

    sis

    temtica y sofisticada. Para el aragons, magia o nigro

    mancia;;. es caquella

    arte

    maldita

    con

    que

    los

    malos

    hom

    bres hazen

    concierto

    de amistad

    con el diablo: y

    procuran

    de

    hablar

    y platicar

    con

    el,

    para

    le

    demandar

    algunos

    secretos,

    que

    les reuele, y

    para que

    les

    d fauor

    y

    ayuda

    para l c n ~ r

    algunas cosas, que ellos dessean. Y

    para

    hazer estas innouaciones el diablo les tiene enseadas

    ciertas palabras, que digan, y ciertas cerimonias

    que

    ha

    gan. La glosa a este texto puede entresacarse

    de otras

    pginas hilando

    un

    conjunto de prrafos:

    cnatural

    deseo

    tienen todos los hombres

    de querer

    saber; el

    hombre

    cuerdo no quiere saber lo que no se

    puede

    saber cpor

    razn natural. Para saber muchas cosas ces menester

    .

    DB

    ARTB

    1dG CO

    19

    trabajo: y curso

    de

    tiempo haziendo experiencias: y oyen

    do liciones

    de

    Maestros, y

    para

    estas ay

    artes

    y ciencias

    verdaderas que escriuieron los sabios, mostrando los

    efectos

    por

    sus

    causas.

    cMas los

    hombres

    curiosos y

    liuianos con desordenada codicia

    de querer saber no

    pa

    ran

    mientes en ver quales cosas se pueden saber, y qua

    les no. Incluso en aquellas cque se pueden saber por

    va

    de razn natural no

    quieren

    guardar la orden

    y ma

    nera

    que

    se ha de tener pa;:a

    fas

    saber. Al

    contrario,

    quieren saberlo

    todo

    y pronto, inmediatamente, sin es

    fuerzo. cPor esso

    han buscado artes

    diablicas, y mane

    ras vanas y supersticiosas.

    Ciruelo

    fundamenta

    explcitamente

    la

    naturale2.a

    de

    la

    magia

    en tres presunciones

    y en

    un cuarto

    principio

    o regla, a saber: 1)

    e que en

    el

    mundo

    allende

    de

    las

    cosas

    corporales

    y visibles,

    ay

    otras criaturas

    .. espiri

    tuales e invisibles, que son los Angeles, y dellos vnos

    son buenos y otros malos,

    que

    se llaman diablos o de

    mo

    nios; 2) .icque los diablos .. son falsos y traydores ; .

    mentiroso[s]

    y

    padre[s] de mentiras;

    3) cque todas las

    supersticiones y hechizeras vanas las

    hall

    y ense

    el diablo a los

    hombres.;. [para

    perderlos

    y] son

    especies

    .

    de

    ydolatra;

    4) que

    esas

    palabras

    y ceremonias

    SOn

    vanas, supersticiosas

    y

    diablicas.

    e

    Toda

    obra que

    el

    hombre

    haze

    para

    auer algn bien, o

    para

    escusar _algun

    mal, si las cosas que all pone, y las pafabras

    que

    alli

    dize

    no

    tienen

    virtud natural ni

    sobrenatural

    para

    hazer

    aquel

    efeto,

    aquella operacin

    es vana, supersticiosa, y

    diablica,

    y

    si viene a efeto es

    por

    secreta operacin del

    diablo".

    Paso a

    paso elabora

    Ciruelo

    su pensamiento

    y levanta

    en

    las pginas

    de su obra

    algo as como

    una ditedral

    gtica

    de

    las supersticiones y

    artes

    mgicas. Las

    cuatro

    cohunnas que soportan el edificio mgico-supersticioso

    son

    la

    nigromancia,

    la

    adivinacin, el ensalmo y la hechi

    cera. Veamos

    en

    esquema

    la estructura y

    coneXin

    de

    las

    partes

    y el

    todo

    segn

    puede

    inferirse de la lec;tura

    del

    Tratado

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

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    20

    ANl'ROPOLOGll SOCIAL Y HBRMBN'UTICA

    ......

    M

    a

    e

    tri -:a

    >

    111 ;:., 111

    111

    :s I

    111

    ;:.,111

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

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    ANTROPOLOG1A SOCIAL Y .HERMEtrnUTICA

    palabra: Adam

    le cesso luego la sangre.

    o reprende

    suavemente Navarro,

    y

    el

    actor

    respondi como defensa

    cque

    en su tierra lo usavan con mucha frecuencia, hasta

    los nios de ocho, o diez aos (Disputa XXX). Apostilla

    a veces

    el

    texto con notas

    de sabor

    inmediato como stas:

    e Y muchos maleficiados

    ha

    llegado a mi en

    el

    tiepo

    q

    era

    Cura; cTodo

    esto

    he visto en muchas ocasiones,

    y tocado

    con

    las manos en los Curatos,

    que he

    residido

    diez y ocho aos.

    Ahora bien, cuando toma

    la pluma

    afronta

    el

    tema

    no tanto

    como conocedor del folklore tradicional 1ocal,

    sino

    como erudito

    cannigo

    de

    Montearagn. Conoce

    y

    acepta las opiniones de San Agustn y Santo Toms sobre

    artes

    mgico-adivinatorias; sigue

    de

    cerca a Surez, Cas

    tro

    Torreblanca, Medina y Pea;

    aprueba

    y

    comenta

    a

    Pereira, Del Ro, Nfder, Ciruelo, etc.,

    y

    se

    sirve

    de

    los

    manuales o rituales del arzobispado de Zaragoza y del

    obispado de Urgel. No obstante desde una perspectiva

    etnogrfica, tienen

    myor sabor

    las pginas

    que redacta

    sobre

    hechiceros

    y

    vanos saludadores

    -cengaadores

    vaciadores

    de

    bolsas>-

    por su carcter

    inmediato, es

    pontneo

    y conocimiento directo. Distingue

    adems

    en

    t

    enslmadores

    y

    saludadores; los

    primeros

    conside

    ran com

    estera propia

    de actuacin las llagas, heridas,

    apostemas. y ~ n f e r m e d a d e s y cpresuriien curar a los en

    fermos

    con

    palabras solas

    sin

    medicinas naturales.

    En

    expresin actual,

    los

    ensalmadores oscenses

    practicaban

    lo qtie .s denomina magia verbal.

    Los

    saludadores, )or

    el contrario, pretenden

    sanar

    con saliva de sus bocas,

    n

    su .

    l i e n t o ~

    en su

    vista

    y tacto; es nis - aade

    el

    c a n n i g ~ . saludan (es decir, ofician como tales) a odo

    unpueblo, personas bestias y ganado - magia operati

    va

    >Ht.tbiera sido

    sumamente

    interesante

    poseer una

    pr

    diga deseripcin

    de

    uno

    de

    esos csaludos a

    toda una

    comunidad

    pero

    Navarro el

    erudito

    oscureci al

    etngra

    -

    fo

    Navarro.

    El .P. Vitoria, que con

    tanta

    urgencia llevaba a

    su

    aula

    tinversifaria l consideracin cientfica

    de

    los

    problmas

    D

    RTE

    MlGICO

    3

    importantes del momento, debi dar

    esta

    releccin a

    sus

    alumnos al final del curso acadmico de

    1540.

    En ella

    se plantea,

    de manera

    sistemtica y magistral,

    la

    posibi

    lidad

    de

    la

    magia

    y

    la naturaleza

    del

    poder

    mgico. Voy

    a intentar resumir

    su

    contenido conceptual.

    Comienza preguntndose si realmente existe la magia,

    esto es, si es cierto que los hombres poseen

    un

    arte o

    poder - facul tas- para

    r ealizar aquellos prodigios

    y

    ma

    ravillas

    que

    se

    cuentan de

    los magos,

    o

    si,

    por el

    contrario

    son

    todas vanas, cosa de impostores, slo credas

    por

    la

    ligereza del vulgo.

    La

    respuesta es doble: virtualmen

    te todas, o casi

    todas

    - longe plurima-

    son

    falsas y

    fingidas, aunque no absolutamente todas ellas, ya que

    la autoridad de las Escrituras nos obliga a creer

    en

    los

    prodigios realizados

    por

    los magos

    ante

    el Faran. Sien

    do

    esto

    as,

    en

    qu consiste

    la

    magia?

    Es

    una

    mera

    ilusin de los sentidos o de

    la

    imaginacin,

    sin

    que se

    siga ningn efecto

    real?

    Nuevamente la respuesta del

    dominico es doble: mientras que algunos portentos m

    gicos

    son

    ilusorios y ficcin de los sentidos, otros son

    reales.

    San

    Agustn,

    Santo

    Toms y

    la Escritura prueban

    lo segundo.

    Y

    sigue iridagando: estas maravillas reales

    perpetradas

    por los magos proceden de causas

    natura

    les? Alguna magia, responde, puede

    llamarse

    natural

    y

    est libre de toda

    substancia

    espiritual; pero adems de

    esta magia natural hay otra

    arte

    mgica --a.rs magica

    que no

    procede

    de fuerias

    y

    causas

    naturales

    sino

    que

    se sirve

    de

    cierto

    poder

    y virtud

    inmaterial.

    El paso

    es

    colstico

    prximo

    es ohvio: el

    autor de

    esta

    arte

    mgica;

    es el demonio, los ngeles o Dios omnipotente? Las

    obras

    nos

    dice,

    que sobrepasan

    la facultad natural las

    realizan os magos por virtud; poder y pacto con los de

    monios.

    Esta

    es

    la verdadera

    arte mgica y demonaca.

    Cuando se emplean palabras

    que

    no tienen relacin

    con

    los efectos, o cuando se manipulan signos, ritos y cere

    monias cuya eficacia

    depende

    de singulares combinacio

    nes (horas, posiciones,

    nmero

    etc.), se procede nigi-

    caritente. -

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

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    24

    .il.NTROPOJ,OGfA SOCIAL Y H E R M E ~ U T C A

    El

    pensamiento del P. Vitoria se desliza soave, ar-

    mnicamente, pero con

    rigor

    tomista,

    en un

    movimiento

    linear

    que no se detiene hasta revelar la esencia lgico-

    metafsica del problema.

    El

    resultado

    es

    una

    brillante

    construccin

    mental

    de

    aula

    universitaria del siglo XVI,

    en

    la que el dominico se inclina por; y favorece, la es-

    peculacin, la interpretacin y el argumento, :relegando

    consecuentemente a segundo plano

    la

    evidencia emprica.

    La lectura e interpretacin literales, no metafricas, cfo

    la Escritura es el pie forzado del que parte lo que le

    obliga a conceder, aunque en contados casos, no slo

    la posibilidad, sino la existencia real del prodigio mgico;

    en otras

    palabras,

    la premisa

    inicial del silogismo le fuer-

    za a

    dejar en su sistema un

    hueco

    para

    el mago.

    La morada

    intelectual del polgrafo extremeo

    Pedro

    de

    Vaiencia es algo distinta y la

    premisa

    mayor de

    su

    argumentacin, radicaimente diferente. Acontecimientos

    recientes brujeriles, sus confesiones concretamente, le

    hacen empuar el clamo y escribir los folios ms sor-

    prendentes y aiustados a razn que hasta entonces se ha-

    ban escrito. Ms

    an

    hoy son todava un modelo im-

    presionante

    de

    argumentacin intelectual imaginativa.

    Valencia part

    tambin

    de los presupuestos teolgi

    cos

    de la

    poca

    para fundamentar la

    posibilidad

    y e x i s ~

    tencia de la magia.

    Esta

    palabra

    puede

    entenderse .en

    dos sentidos: centre los Persas i Babilonios avia magos,

    esto

    es, csabios

    i

    filsofos; cla magia se tena como

    un

    gran mysterlo

    secreta

    i se comunicavi'.l mui po-

    cos i essos escogidos

    i

    s a b i o s ~ . Los magos en sigr..ifica-

    cin de

    encantadores

    i hechiceros .. eran pocos en mu-

    chos siglos, y las maravillas que se dice hadan no pa-

    saban de Consejas

    de

    viejas o cfabulas gentilicas, ci

    aun se tienen por fingidas con mentira por stis sequa-

    ces . Ahora bien, cmagos venficos a avido i obras e s t r a ~

    ordinarias hechas por arte i ministerio del demonio; las

    historias

    sagradas cuentas algunas. Presupone cpor cier-

    to i de fe

    QUe

    ai demonios ngeles malos .. de cuyo

    ministerio,

    f u e r ~ s

    i

    mla voluntad

    usa

    Dios

    para

    ccastigo

    DE

    ARTE M.(GICO

    5

    de

    los malos i tentacin i probacin

    de

    los buenos, como

    consta .. por los Magos

    de

    Pharan. Hasta aqu el extre-

    meo

    no

    hace sino repetir la posicin intelectual o

    punto

    de

    vista

    de la

    poca;

    las

    lneas

    que

    siguen nos

    presentan

    ya

    la

    novedad del argumento del humanista.

    cPero advirtase

    con

    juicio prudente quan corta licen-

    cia i

    en

    qu ocasiones i con qu fines dava Dfos enton\'es

    al demonio

    para

    hazer muestra de obras maravillosas

    i

    que

    pareciesen mas que naturales;

    una

    vez en tan largos

    siglos. Las maravillas que nos relatan los gentiles y los

    coetneos --ccuentos

    de

    malas vie j s son para Valen-

    cia hechos csin ninguna magia ni efficiencia visible del

    demonio,

    ctheatro

    41 .Signos vanos.

    En

    otras palabras:

    una

    vez

    asumida la

    posibilidad

    en abstracto

    de las

    artes

    mgicas,

    la

    dificultad

    radica en encontrar

    casos indivi-

    duales y concretos que demuestren

    la

    transformacin de

    1a potencia en acto, el trnsito de lo universal y posible

    a

    lo

    particular y real. No

    basta

    en modo alguno, con

    la opinin del P. del Ro,

    aunque

    sea mucha su autoridad

    en la

    materia;

    no es suficiente el consenso general, ni

    siquiera la aseveracin de los propios actores o pacien-

    tes: hay

    cque entrar en

    la averiguacin

    sin

    prejuicio ni

    opinin anticipada tomando cada caso particular de

    por sfit. He aqu el

    argumento formal

    en sus propias pa-

    labras: clos demonios

    permitidos

    i con licencia de Dios

    pueden, no hazer

    verdaderos milagros, pero cosas mara-

    '\illosas, applicando activa

    p a . ~ s i v i s

    usando de ligereza,

    presteza i invisivilidad, engaando los ojos y dems sen-

    tidos

    con

    apariencias vanas .. Esto en lo universal del

    dogma. Pero

    en

    lo

    particular

    del hecho,

    en cada

    caso

    es mul lcito i aun prudente

    i

    devoto

    el dudar

    en las

    cosas

    que

    pueden acontescer

    de muchas

    maneras de

    qual dellas acontesci

    la

    de que se trata. Y la presuncin

    est siempre por la va ordinaria, humana i

    natural

    no

    averigundose con los requisitos necesarios milagro

    exceso sobre lo natural i comun. El grueso del

    iscurso

    lo constituye el desarrollo y aplicacin de estos princi-

    pios a las

    nuevas

    magias, es decir, a

    mujeres

    concretas

    -

    -

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

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    26

    ANTROPOLOGfA SOCIAL Y HERMBtrnU'IICA

    acusadas de brujas de

    vueiOs

    nocturnos de perpetrar

    monstruosidades y torpezas.

    cPara

    cada parte se

    ofrece

    cualquiera

    hombre que

    tenga entendimiento mediano

    tanto

    i

    tan fuerte que oponer que no sera mucho pensar

    que ai

    muchos resueltos

    de no creer

    cuentos

    semejan

    .tes . e

    En quanto

    la permisi l de Dios al demonio

    para

    que pueda

    realizar los

    actos

    que

    con las brujas

    se

    le imputan

    ese

    representan [dice con bro]

    montes

    de

    dificultades.

    Y

    en

    cuanto

    al examen

    de las

    confesiones

    y autoacusaciones de las brujas propone tres

    maneras

    de verificarlas

    componerlas para

    que

    parezca aver pa

    sado hecho.

    Por ltimo

    quiero subrayar la enrgica

    actitud racional

    de Valencia:

    rechaza

    la magia,

    los

    aque

    larres

    con sus demonios y

    brujas por

    increbles,

    por irra

    cionales,

    por

    la

    disonancia

    mental que

    exigen,

    lo

    que

    juz

    ga

    un asalto

    intolerable

    a su actitud crtica: cno hay

    cosa

    que

    tanto lo desacredite como las monstruosidades

    increoles y

    incompatibles

    que contienen; que al enten

    dimiento

    que no .le disonaren, no

    hay para

    que

    n ~ d i e se

    canse en persuadido. Pedro

    de

    Valencia

    admite

    la posi

    bilidad

    de

    la

    magia,

    pero no cree en su realidad.

    11

    La morada

    mental

    de la que parten

    los

    antroplogos

    en

    el

    aniisis

    de

    la magia es, en

    aspectos

    importantes

    radicalmente diferente.

    El

    vaco que deja el enfoque teo

    lgico es colmado por la investigacin de las condiciones

    de

    existencia

    del fenmeno en

    mltiples

    sociedades;

    por

    las conexiones del

    mismo

    con la

    estructura

    social,

    por

    su semntica cultural local y la comparacin espacio

    temporal

    intercultural

    eri

    vistas

    a

    la obtencin de su

    de

    finicin o

    de

    1in posible denominador comn subyacente.

    El

    punto de

    partida

    es

    la originaria humana

    condicin,

    la

    experiencia

    del

    nacimiento, de

    la enfermedad del mal

    y

    de

    la

    muerte;

    o

    en otro

    registro: el

    temor

    a

    lo

    deS

    1

    DB

    ARTli .idGICO

    2?

    conocido, el

    miedo

    a

    f u e r z a ~ ~ x t e r n a s sometimento

    indeseado a energas

    poderosas.

    El

    hombre

    en sus difciles primeros pasos

    por la

    Tierra, se

    experimenta

    -podemos

    suponer

    aunque

    sin

    exclusividad

    hipottica-

    como impotente sometido a

    avatares

    incontrolables que lo zarandean

    y

    destn1yen

    La

    dureza del vivir diario,

    su

    ir..digencia

    radical y

    de

    pendencia, o,

    en otras palabras la

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

    15/84

    28

    ANTROPOLOG

    S{ CJ;AL

    Y HBR.MBNUTICA

    racionalmente, es decir, arbitrariamente. La

    magia

    es

    un

    fenmeno cultural universal, es decir, se ha detectado

    en todas las culturas, pero su incidencia, volumen, sesgo

    e

    importancia

    varan enormemente;

    hay que

    tener

    en

    cuenta y remachar que no constituye una clase uniforme

    de creencias y prcticas, lo

    que

    es obvio simplemente con

    recordar la concepcin mgica cristiana que he descrito

    en

    las primeras pginas.

    Habr tantas

    modulaciones y

    variedades mgicas

    cuantas

    sean las

    pretendidas

    reorga

    nizaciones mentales e iristrumental utilizado para su ma

    nipulacin, es decir, innumerables. Slo

    a posteriori

    las

    podremos.

    conocer.

    Efectivamente: los manuales antropolgicos inician el

    planteamiento de

    la

    problemtica inquiriendo s o r ~ las

    divisiones semnticas internas, especificando

    la

    particu

    laridad local y aislando los rasgos distintivos

    de la bru-

    jera, hechicera, religin

    y

    magia; desde una

    perspectiva

    metodolgica introductoria difcilmente podra comen

    zarse de

    otra

    manera. Tiene considerable

    valor heurstico

    el indicar cmo la

    magia y

    la brujera

    son

    en un consi

    derable nmero de culturas, o pueden ser, neutras,

    m i e n ~

    tras

    que

    la hechicera se considera en muchas antisc;>eial;

    en stas se

    presupone

    un

    fin malvado en el hechicero,

    quien, precisamente

    en

    otras, es un simple curandero,

    La magia blanca es siempre protectora o beneficiosa;

    el

    poder

    del brujo, que puede ser innato, heredado

    y

    aun

    involuntario,

    se

    ejerce las

    ms de

    las veces a tra

    vs no de medios externos y explcitos,

    como el

    mago

    y el hechicero-curandero, sino de

    un acto

    psjquico, es

    pecialmente cuando el

    fin

    es perverso; s i el

    brujo

    pro

    cede por medios explcitos para lograr el bien o la

    proteccin del cliente es equiparable al mago en su acep

    cin de blanco, y

    si trata

    de

    perpetrar

    el

    mal

    se identi

    fica

    con el hechicero no

    curandero,

    etc.

    Es obvio que este inventario de rasgos diferenciado

    res

    puede

    tener sentido

    en

    contextos histricos y cultu

    rales concretos y que aporta clasificaciones de cierto al

    cance;

    pero

    es obvio

    tambin que

    a travs

    de este enfoque

    DB ARTB M.

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

    16/84

    -- - -

    --

    - - -

    -- -

    30

    ANTROPOLOG1A SOCIAL Y }JBRMBNUTICA

    por subconjuntos tales

    como

    religin, brujera y hechi

    cera.

    En esquema:

    filosofa

    wor-ld-Yiew

    ciencia

    magia

    1

    11

    n

    religin

    brujera

    hechicera, etc.

    En lugar de esforzarnos

    en

    descubrir ,cules son s i

    se dan los diferenciadores semnticos particulares de

    cada

    concepto en la etnografa universal, podemos visua

    lizar

    la

    magia como

    una

    categora que

    hace de puente

    conectando

    las distintas zonas de

    un

    extenso universo;

    podemos

    referirnos a ella, compartiendo

    la

    elaboracin

    sintctica

    adjetival

    antes

    aludida, como

    sndrome

    m

    gico, imagen elemental o configuracin mgica. Los com

    ponentes

    de

    esta configuracin mgica seran tentativa

    mente:

    inici

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

    17/84

    32

    ANTROPOLOG1 A SOCIAL Y HBRMmIBUTICA

    nal de causacin, de moral, de la desgracia y del azar.

    Malinowski y Radcliffe-Brown explotaron tambin la

    mina

    abierta

    por

    los franceses; el

    primero

    deriv

    hacia

    la

    consideracin de las

    necesidades psicolgicas

    del

    indi

    viduo, aspecto que

    tambin

    preocup a C Kluckhohn

    (Navaho Witchcraft,

    1944);

    el segundo

    seal la impor

    tancia del suceso o del objeto

    protegido por la

    accin

    mgica.

    Ha

    habido tambin

    antroplogos

    que

    han

    investigado

    etnogrficamente el lado prctico-ceremonial de la ma

    gia, las

    milenariamente

    conocidas y

    practicadas artes

    ru

    gicas,

    tales

    como

    la

    frmula verbal, el

    conjuro, el

    rito,

    con sus elementos

    materiales componentes, eic., o dicho

    de otro modo, han enfocado la

    descripcin y

    formulacin

    del

    sistema

    mgico

    ms desde

    la

    vertiente

    de

    la

    accin

    que

    del

    pensamiento, no desde

    el

    principio

    abstracto

    o

    la idea,

    sino

    desde la operacin verbal, manual, corporal

    y ceremonial

    del

    mago. Voy a analizar muy brevemente

    (lo he hecho con holgura en

    Brujera, estructura social

    y sim olismo

    en Galicia) un aspecto

    de

    la

    magia actual

    entre nosotros, su

    significado

    y

    simbolizacin, partiendo

    de frmulas verbales que repiten mujeres centendidas

    por

    muchos rincones

    de nuestra

    Espafia rural.

    111

    Una mujer,

    e x p ~ r t a

    en la

    manipulacin

    de

    p a l a b r a ~

    y

    ceremonias,

    frota

    con agua y

    un

    poco de ceniza fina del

    fogn la piel

    amoratada

    e hinchada

    en

    el brazo de

    un

    nio;

    al

    Inismo tiempo

    que

    limpia la

    zona

    afectada con

    una

    ramita de retama

    que

    figura a la escoba de reta

    ma con la

    que

    barre la casa- , recita:

    pez.oa, repez.oa,

    vete

    de aqui

    que la ceniza del lar,

    DB

    ARTB JUGICO

    el agua del r o

    y la retama. egral

    van tras de ti.

    33

    Esta

    frmula

    y

    ceremonia mgicas

    escenifican

    un

    ar

    gumento por analoga. La pezoa hay variantes locales)

    es

    descrita como cuna hinchazn

    de

    la

    piel o grano abul

    tado, como caspa o escamas que producen picor;

    se

    ma

    nifiesta

    a

    travs

    de

    cpintas como gan3rena,

    de color

    vino

    obscuro, moradas, negruzcas, sucias. Esta

    ltima

    es

    la

    palabra clave en

    el

    argumento; la versi6n de la dolencia

    localmente

    primada es un

    arco

    nada ms

    de

    su aspecto

    externo: el

    brazo est

    sucio.

    La

    pezoa

    es,

    por

    lo

    tanto,

    el analogado de suciedad. El

    contexto isotpico est

    for

    mado por estas semejanzas implcitas

    en

    los dos trmi

    nos ya analogados:

    lo

    obscuro

    de

    la suciedad --especial

    mente en la cocina, debido al fuego abierto

    del

    l a r y

    lo

    negruzco

    de la pezoa analoga cromtica),

    los monton

    citos de

    basura

    o suciedad que se

    ven

    en la cocina

    y la protuberancia causada por la pezoa (analoga de

    forma); ni

    la

    suciedad ni la pezoa son estables

    en

    sus

    respectivos nichos contingentes analoga temporal), an

    tes al

    contrario, ambas

    quiebran el

    orden,

    el estado nor

    mal

    (analoga conceptual). Estos son los

    puntos

    relevantes

    de semejanza.

    La

    suciedad de

    la

    casa que encuentra

    su

    homologado en

    el

    cuerpo en que habita la enfermedad

    es removida

    por medio

    del

    agua y de la escoba

    de reta

    ma;

    cuando

    se

    trata

    de

    un

    objeto

    especial

    que

    ha

    de

    que

    dar abrillantado

    o bruido, lo

    frotan

    con ceniza. Si todo

    esto se aplica

    y

    es realmente eficaz

    en

    el

    marco

    del anaM

    logado

    principal l a suciedad

    de la

    casa- ,

    viene justi

    ficada la transferencia de las propiedades especficas e

    intrnsecas

    de

    esos

    elementos

    al

    segundo analogado: la

    pezoa

    en

    el brazo. Por tanto, si

    limpian y arrojan

    de

    aQulla

    la

    suciedad limpiarn tambin

    -propiedad

    infe

    r ida la piel y arrojarn de sta

    la enfermedad.

    En

    ~ s t a

    formulacin analgico-potica se pretende,

    pues,

    trans

    mitir al

    segundo

    analogado, y a travs

    de los

    m i ~ s

    3

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

    18/84

    4

    ANTllOPOLOG1A SOCIAL Y

    HBRMmmUTICA

    medios, el efecto causal operado en el

    primero.

    En es-

    quema

    simplificado:

    1

    1

    2

    casa

    _

    brazo

    1

    continentes

    -r

    suciedad

    1

    contenidos

    enfermedad

    _

    simbolizadores

    simbolizados

    1

    Si el

    agua,

    la

    ceniza, etc.,

    son

    eficaces operatividad

    fsica) en 1, tambin lo sern (operatividad ontolgica)

    en

    2,

    sus

    identificaciones metafricas.La representacin mgico-mental de la

    realidad no

    es

    nicamente metafrica; el color,

    por

    ejemplo, no slo

    incita, o puede incitar, a

    descubrir

    analogas,

    como en el

    caso anterior, sino que provoca tambin, o

    puede

    Jrovo

    car, pensamiento metonmico. Sabido es que Dioscrides

    recomend el

    marrubio para

    remedio

    de

    los ictericiados,

    pero

    veamos

    ahora

    el uso, mucho

    ms

    complejo

    y

    con

    cepta

    en

    nuestra rurala,

    para curar

    esa

    enfermedad

    de

    nominada

    tericia o teriz.

    El que la

    padece

    tiene que

    en

    contrar esa planta labiada junto

    o cerca de

    una

    cascada

    de agua que, casi siempre, sale de

    un

    molino movido por

    ella.

    Junto

    a

    la

    planta

    y

    a

    la

    vista de

    la

    corriente

    tiene

    que

    repetir por

    tres veces

    estos

    versos:

    aqu vengo marrubio

    antes de dar el sol

    que m quites la teriz

    m vuelvas el color.

    El

    contexto etnogrfico es ste:

    las

    flores del marru

    bio son blancas y sus hojas estn enriquecidas lumino

    samente por un

    vello blanquecino. El que sea necesario

    presenciar

    la cada del

    agua y

    que,

    por

    lo tanto,

    la

    bus-

    DB

    ARTJ

    M.(GICO

    35

    quen en los pequeos molinos locales, se debe a que la

    espwna producida

    cabriolea reflejando

    un

    brillante color

    blanco y,

    por

    ltimo, hay

    que tener en cuenta

    que el co

    lor

    blanco de

    la

    tez es,

    en

    ciertas reas, no slo el

    que

    le confiere belleza, especialmente

    al rostro

    femenino, sino

    que implica y hace p t ~ n t e la salud; la ictericia, por el

    contrario, tie de amarillo la piel, y es sntoma de enfer

    medad. El amarillento enfermo se traslada, pues, a ese

    lugar

    privilegiado

    por

    la doble

    ~ l b u r a

    y ceremonialmen

    te balbucea las salutferas palabras poticas. Simultnea

    mente,

    y

    sin percatarse,

    estructura y

    enlaza

    tres

    contex

    tos

    -agua,

    planta y enfermedad- guiado

    por

    un hilo

    enhebrador: el color. Desmenucemos el proceso que des-

    . encadena: ante

    un

    hecho de experiencia l a ictericia-,

    se pone

    en

    movimiento

    una

    operacin

    de

    focalizacin o

    sntesis perceptiva condensando

    en un

    aspecto o parte,

    en el

    color

    amarillento,

    el conjunto de la

    enfermedad

    -sincdoque.

    Ese color es

    producido por, y

    figura a, la

    enfermedad; est,

    por

    lo tanto, enlazado metafrica

    y

    meton micamente con ella.

    Por otra

    parte, el amarillo es

    localmente

    antnimo

    del blanco; ste

    representa

    a

    la

    sa

    lud

    frente a la enfermedad

    que

    aqul conlleva.

    El

    pa

    ciente hace

    concurrir en

    relacin

    objetiva y

    externa, ex

    tralingstica,

    el

    amarillo

    de su cuerpo y

    l()s

    objetos

    o

    vehculos de la transferencia por contagio: la planta .

    con

    su albor y la

    espuma; los enfrenta,

    y

    requiere formal

    y

    verbalmente al

    marrubio, antes

    de

    que

    lo

    dore

    la luz

    amarillenta

    del sol,

    para

    que materialmente

    lo envuelva

    y

    realmente lo cargue de

    su blancura natural

    e intrnse

    ca; la espuma

    que

    al lado reverbera contribuir con el

    reflejo de sus rayos a reforzar la intensidad de la trans

    ferencia. La triple contigidad posicional, la relacin in

    praesentia

    activada

    por

    el

    poder de

    la

    palabra,

    hace po

    sible y necesario el desplazamiento de la doble blancura

    al cuerpo del enfermo. La iteracin de verbos de movi

    miento -venir,

    quitar, volver-

    refuerza la expansin e

    irradiacin de significado,

    que

    se desplaza de los elemen

    tos

    constituyentes

    -marrubio y

    agua- al cuerpo h\llDa-

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

    19/84

    36

    ANTROPOLOG1A SOCIAL

    HBRMmffiUTICA

    no blanquendolo. Al substituir la

    albura

    a la amarillez

    la salud desplaza a la

    enfermedad;

    la metonimia se ha

    convertido

    en

    metfora cerrando

    el

    ciclo de deslizamien

    tos

    de

    referencia y sucesin de

    transferencias.

    El arte

    mgico

    es

    algo

    realmente

    serio. Resumido

    el anlisis

    pue

    de representarse de

    esta

    manera:

    agua persona

    1 a i ~ e n f e n n a .

    blancura _ amarillez

    l i

    ahad _ enfermedad

    1

    t

    transferencia

    metonimica

    transferencia

    simblica

    La prctica

    mgica expresa una

    forma

    de ver

    y

    sen

    tir y evoca una visin interna de

    la

    realidad a travs

    de

    series de relaciones que se prolongan

    en

    contextos y ni

    veles heterogneos; de

    aqu su radical

    importancia. Ter

    mino

    con un ltimo ejemplo

    para

    resaltar otros modos

    de i m ~ g i n r y controlar algo que preocupa

    en

    todas las

    culturas: la enfermedad. He aqu un poemita que co

    mienza siendo

    un

    conjuro

    y

    termina en oracin:

    espinilla paletilla

    de [fulano de ral

    vuelve a tu lugar

    como las aguas al m r

    y las palomas al palomar

    y el obispo a su altar.

    Por la gracia de Dios

    y

    de la Virgen Maria

    un padrenuestro

    y

    un avemaria.

    ::

    l

    _

    DB

    ARTB

    MGICO

    37

    Esta invocacin mgico-religiosa no requiere ni de

    ex -

    pertos carismticos ni de ceremonias simultneas; es

    esencial

    y

    suficiente para sanar al enfermo

    el

    poder

    de

    las

    palabras

    recitadas sin equivocacin

    ni

    distraccin;

    si adems

    coopera el

    favor divino a la

    potencia de las

    palabras segn sugiere el estribillo final tanto mejor.

    La

    enfermedad se manifiesta por decaimiento

    dolor

    de

    estmago estmago cado falta de apetito etr..

    y

    en al

    gunos lugares es causada por unos huesecillos desaloja

    dos de

    su

    lugar

    natural

    que

    es cla boca

    del

    estmago:

    el

    conjunto

    verbal los vuelve a

    su lugar y

    cesa

    la

    dolen

    cia.

    En

    realidad

    el malestar que llaman

    espinilla espi

    nella paletilla etc. es algo ms

    complejo;

    abarca

    todo

    un conjunto de afecciones no bien definidas de origen

    desconocido; los heterogneos

    relata

    etnogrficos

    con

    que lo dotan implica que incluso para ellos es

    un

    con

    cepto difcil escurridizo de etiologa variada.

    Qu

    ha

    cen con l? Para pensar y dominar algo rebelde y abstru-

    so se sirven

    de

    algo conocido

    y

    fcil; seleccionan cualida

    des manipulables que desplazan por

    atribucin analgica

    y controlan el analogado. Vamos a leer el ltimo texto

    guiados

    por

    este

    procedimiento

    u operacin interpreta-

    tiva.

    La

    poesa

    nos presenta un

    dinmico

    encadenamiento

    de imgenes cuyo objetivo es homologar un trastorno cor

    poral la

    espinilla

    con

    un

    conjtmto integrado

    por

    tres

    relaciones proporcionales metafricas.

    En

    esquema:

    j

    aguas mar

    espinilln : su lugar : : palomas : palomat

    obispo

    : altar

    La

    isotopa del

    contexto total es obvia: las aguas vuel

    ven ltimamente el mar como es

    natural

    las palomas a

    su palomar como

    es normal y

    el obispo a

    su altar como

    es propio de

    su

    deber

    y

    dignidad; cierto

    que

    aguas palo

    mas

    y

    obispo salen de

    su

    cauce nido

    y

    catedral

    pero

    todos

    vuelven a

    su

    morada normal respectiva como es

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

    20/84

    38

    ANTROPOLOG1A SOCIAL Y HBRMENUTICA

    natural y congruente,

    como

    respectivamente les corres-

    ponde. La naturaleza, el animal y el

    hombre

    obedecen a

    sus leyes y normas; las desviaciones son parciales y espo-

    rdicas. Lo razonable, adecuado y conveniente es que

    cada cosa, fenmeno o ser vuelva y permanezca en

    su

    lugar propio,

    natural,

    pertinente. En base a esta certeza

    y seguridad, apoyados en

    esta

    realidad y

    verdad

    csmica

    inferimos 1ue la espinilla dfa ocada tiene

    que

    volver, corno

    todo ser o fenmeno, a

    su

    posicin normal correspon-

    diente, a su lugar natural. Las dos series homologadas

    se transforman en una sola,

    se

    funden en una

    unidad.

    Este ritual consta nica

    y exclusivamente

    de

    pafabras

    que se emplean

    en forma

    imperativa, de mandato

    -vuel

    ve a tu lugar-, y de modo iterativo e insistente

    t res

    analogas consecutivas.

    a triple

    metfora

    es la batera

    que

    carga de

    significado a la operacin verbal; las pala-

    bras

    condensan esa fuerza o poder que les

    permite

    actuar

    po

    s mismas predicar analgicamente de la espinilla

    el tema o idea metafrica central

    que

    recibieron del tri-

    ple smil.

    El

    simple hecho

    de

    nombrar verbalmente a

    la

    espinilla hace que sta se apropie el atributo

    inherente

    al

    conjunto

    analogado.

    La

    transferencia verbal consiste,

    por tanto, en la atribucin analgica de

    un

    concepto,

    norma o principio

    de

    orden a la espinilla.

    En

    resumen:

    una

    relacin sintagmtica integra a todos los elementos

    constituyentes del espacio potico;

    una

    relacin para-

    digmtica

    permite

    provoca la sustitucin; la metafsica

    de

    Ja

    presencia y el movimiento

    de

    significacin obran

    el

    portento.

    San Isidoro

    crea

    que

    los

    magos trastornan los ele-

    mentos, turban

    la

    mente de

    los hombres y,

    sin

    veneno

    alguno, matan solamente por la violencia de .sus versos>.

    Fray Martn ve la magia en

    las

    palabras .. ritmadas>.

    Pedro de Valencia

    tradujo

    versos de Las acantes de

    Eurpides en los que se describen

    maravillas

    .. fingidas

    por los poetas>

    para apoyar su

    razonamiento analgico;

    los tres pulsaron la cuerda esencial de la magia:

    la forma

    verbal

    potica. Omito

    aludir al ritual no porque no

    sea

    E ARTE M

    G I O

    39

    importante, sino porque participa de la misma gramtica

    metafrica. a poesa es metfora, la magia es metfora

    y poesa, la poesa encanta y hechiza. De aqu su energa

    significante,

    la primaca de

    la palabra,

    su

    magia verbal.

    El arte mgico es esencialmente potico;

    la

    presentacin

    verbal de intensas emociones interiores, de sentimientos

    y deseos vitales,

    de

    momentos crticos es potica. El es-

    tado de nimo emocional, el anhelo, la intencin y el

    deseo llevan a la participacin y conducen a la interven-

    cin. La magia es poesa

    en

    accin. La palabra reproduce

    una

    situacin concreta, un

    estado

    interior real y objeti-

    vo, descubre un contenido

    sentimental

    y desiderativo ver-

    dadero, una verdad interior, potica.

    a

    magia es, desde

    esta perspectiva, verdadera; la curacin fsica,

    no

    se ol-

    vide,

    puede

    comenzar

    en

    la

    emocin.

    a

    poesa

    mgica,

    por otra parte, es un modo de iluminacin; de represen-

    tacin

    interna

    de la realidad; algo

    ms: el

    vehculo

    que

    conduce lo

    ordinario

    y trivial e l

    achaque

    de la es-

    pinilla- a

    un plano

    universal, csmico. La magia es una

    actividad verbal creadora, es, en

    gran

    parte, un fenmeno

    de la lengua, de la polivalencia del verbo ser

    He

    delineado

    un

    inseguro, tentativo clculo

    de la

    ma-

    gia con cuatro valores principales: el metafrico, el me-

    tonmico, el analgico y

    la

    prepotencia potica de la pa-

    labra; ms adelante volver

    sohrc

    alguno de. ellos.

    Por

    el momento, quiero simplemente elevar a nivel generali-

    zador

    lo

    que he acentuado en

    el anlisis etnogrfico, sub-

    rayando los siguientes puntos: primero, que los valores

    mgicos sealados

    ms

    otros implcitos, como

    polaridad

    y oposicin)

    se

    pueden relacionar, oponer, homologar,

    combinar superponer en

    formas de formas extraor-

    dinariamente

    variadas. Segundo, que

    el

    sintagma

    puede

    proyectarse sobre, e intensificar el paradigma, que el

    paralelismo cromtico o de otra cualidad) puede trans-

    formarse en paralelismo de pensamiento. Los ms dispa-

    res

    contenidos, los

    objetos

    ms heterogneos las cuali-

    dades

    ms sorprendentes son

    seleccionadas

    arbitraria

    mente,

    pero

    concertadas

    imagiilativamente segn

    r ~

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

    21/84

    40

    ANTROPOLOG:fA

    SOCIAL Y HBRMElIBUTICA

    sos mentales

    bsicos,

    con la pretensin final

    de

    causar

    el

    mal

    a veces, o

    ms comnmente, de alcanzar la salud

    y

    el bienestar.

    El

    etngrafo

    encuentra

    en

    su

    investigacin

    de campo un arco

    increblemente

    amplio, tanto

    geogr

    fica

    como temporalmente,

    de

    formulaciones

    locales

    m-

    gicas o mgico-religiosas,

    pero tiene que reducirlas

    a

    un

    clculo mnimo de

    principios fundamentales

    cuandol en

    su

    gabinete, se trueca en

    antroplogo. Tercero, que

    l .

    nota esencial, caracterstica

    de

    la

    analoga etnogrfica,

    es la similaridad de

    relacin;

    que esa

    relacin

    muestra

    -

    siempre un

    carcter igualitario

    (entre

    el

    obispo y las

    palomas,

    por

    ejemplo)

    y, por

    ltimo, que esa analoga

    pretende, por una parte,

    o 'denar

    desde un ngulo cog

    nitivo-simblico el

    universo

    entero, y, por otra, al pasar

    el

    contenido

    a

    registro

    mgico-semntico,

    persuadir,

    con

    vencer, lograr un efecto.

    He presentado contadas

    versiones

    hay ms de las

    artes mgicas; las

    diferencias

    entre

    la concepcin cris

    tiano-barroca,

    la antropolgico-funcional, la mfstico-me

    tafsica

    y

    el enfoque

    potico-verbal

    son considerables;

    no

    obstante, y

    a pesar

    de la

    modulacin

    individual,

    en

    todas ellas late la continuidad temtica; todas ellas son

    vlidas

    formas

    de

    investigacin. El grupo de intelectua

    es

    hispanos

    citado.

    junto

    con otros

    olnitidos,

    constituy

    en su momento la avanzadilla de la racionalidad en

    Euro

    pa,

    y

    sus argumentos sobre la magia apagaron

    definiti

    vamente en Espaa las hogueras que continuaron

    que

    mando

    brujas

    por muchos aos

    en Europa

    occidental.

    No hay una nica

    y

    simple teora de la magia,

    porque

    magia

    significa mucho ms

    que

    enuncia. Magia es una

    palabra-perla, extraordinariamente rica

    en

    dinmico

    con

    tenido semntico, cuyo

    inconstante significado ir reve

    lndose

    en la

    conjuncin

    de la antropologa

    lingstica

    con

    la historia de

    las ideas. Y

    con la

    vida.

    DE ARTE M.

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

    22/84

    _

    11.

    ARAGN

    FESTIVO

    La fiesta omo estrategia simblica

    LA

    voz

    fiesta significando alegra

    diversin

    y solemni-

    dad

    religiosa hace

    ocho

    siglos que

    suena en

    espaol.

    a

    energa

    de la palabra es

    tal que

    ha brincado de

    nuestra

    lengua a otras y hasta

    ha

    llegado a encontrar un hono-

    rable lugar en

    el

    Oxford Dictionary

    of

    Current English.

    No hay aldea

    hispana

    por

    miserable y mnima que sea

    que no estalle

    en

    la celebracin de

    dos

    fiestas

    anuales

    especficas

    absolutamente

    exclusivas y locales.

    Ha

    habi-

    do

    momentos en nuestra historia; en la fascinante

    Espaa

    barroca concretamente en la que

    uno

    de cada tres das

    era fiesta. En Madrid los nmeros se trastocaron:

    slo

    uno

    Je

    cada tres era da de trabajo. El avisado madrileo

    del siglo

    xvn

    gozaba

    de ms de doscientas

    fiestas

    al

    ao

    y para

    poder

    saborearlas con

    mayor delectacin inter-

    calaba

    entre

    ellas

    algn

    da de .trabajo. Nuestras

    autori-

    dades vienen intentando desde 1643 reducir el nmero

    de fiestas pero afortunadamente no

    lo

    han logrado.

    a

    fiesta es

    cosa nostra.

    Efectivamente

    por dondequiera

    que

    han pasado

    los

    Conferencia

    pronunciada en la

    Misin de San Francisco

    California

    durante la Dcimotercera Conferencia

    Anual

    de la

    Society for Spanish and Portuguese Historical Studies

    organiza-

    da

    por la Universidad

    de

    California Berkeley 16 18

    de

    abril

    1982. La

    versin que

    aqu se

    publica

    ha

    sido

    algo

    ampliada.

    43

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

    23/84

    44 ANTROPOLOG1A SOCIAL Y H B R M E N ~ U T I C A

    espaoles han

    dejado un reguero estelar

    de

    festividades.

    Los espaoles transformaron

    la

    geografa

    sur

    y centro

    americana, sus valles, llanuras y

    montaas,

    en una topo

    grafa simblica de

    espacios y

    tiempos

    festivos elevados

    a

    categoras

    de

    transcendencia.

    Las manifestaciones

    ms

    diversas de la enfermedad, el acercamiento a la Divini

    dad,

    la .

    estructura

    poltico-social, la explosin del gozo

    . de vivir y la alegrfa

    comn,

    vecinal, se han superpuesto

    y

    transfigurado

    en

    la manifestacin suprema de la con

    vivencia

    comunitaria:

    en

    la

    fiesta. La salud

    corporal,

    el

    logro

    de deseos,

    el

    esparcimiento y la

    solidaridad local

    se

    buscan,

    expresan y consolidan en

    puntos

    geogrficos

    que dibujan el mapa de santuarios y romeras, y

    en mo

    mentos cclicos, de especial densidad temporal, que atraen

    a

    la

    Virgen y a los santos a sus iglesias y ermitas. Ahora

    bien,

    esa

    hispana cartografa

    del

    espritu es

    algo

    ms

    que

    espacios sagrados, tiempos mticos

    y profundas emo

    ciones

    a veces orgisticas: la

    fiesta

    hermana la fantasa

    con

    la

    accin,

    hace fluir

    significados

    emblemticos de la

    escultura y de la pintura, engasta

    la

    poesa

    en

    el ritual,

    concierta la danza,

    el

    color,

    el

    canto y la msica, unce

    la excitacin

    sensorial

    con la mstica, disuelve

    lo

    profano

    en Jo sagrado y en el

    misterio.

    En cualquier

    fiesta

    de

    pueblo se dan cita la imaginacin,

    la

    creacin metafrico

    metonmica,

    la emocin transcendente, la esttica

    y

    el

    pensamiento simblico-visionario.

    Qu

    estoy

    realmente

    haciendo?

    Enumerar

    las cualidades

    intrnsecas,

    inheren

    tes al hombre, las que

    lo

    definen como tal; estoy, por

    tanto, diciendo que

    la

    fiesta es

    algo excepcionalmente

    Se>

    rio, tan serio que es rasgo consubstancial, dimensin cons

    titutiva de nuestra .existencia, algo exclusiva y radicalmen

    te

    humano, de lo ms humano.

    Ya s que

    la

    fiesta sudamericana no es exclusiva

    creacin

    hispana;

    los

    nativos celebraban

    con anterioridad

    sus

    ritos,

    gozaban

    en

    compaa,

    valoraban

    la

    comensali

    dad y la alegra;

    es

    ms, en muchas fiestas

    actuales

    es

    fcil

    observar

    el sincretismo de

    elementos heterogneos

    en

    ' accin. Lo que quiero

    subrayar

    ahora, en

    esta

    porcin

    ARAGN

    FESnvo

    45

    de

    tierra

    norteamericana en

    que nos encontramos,

    es la

    permanencia plurisecular de

    alguno

    de los

    elementos

    de

    la

    original

    triloga

    hispana:

    comunidad-fiesta-santo o

    patrono tutelar. San Francisco, San Jos,

    San

    Luis Obis

    po,

    Santa

    Mara, San Bemardino, Los Angeles, Sacra

    mento,

    etc., son espacios de un

    mapa espiritual

    que tes

    timonian la hispana visin transcendente de la conviven

    cia. Y algo

    ms.

    Como

    ustedes saben,

    la relativamente

    cercana ciudad de Santa Fe, en Nuevo Mxico, blasona

    de

    ser

    la sede de la fiesta comunitaria ms antig,1a del

    pas; celebra con

    real

    suntuosidad la festividad de Nues

    tra Seora de la . Conquista, que conmemora el

    regreso

    de los

    espaoles

    a Santa Fe en 1692

    capitaneados

    por

    Diego

    de

    Vargas.

    Pues

    bien, todas

    las actuaciones

    de

    msica y

    canto continan

    hoy

    siendo

    hispanas y en es

    paol, y significativamente, se celebran en

    la

    plaia como

    en

    cualquier pueblo

    del

    solar patrio; ms an,

    la

    narra

    cin, en virtualmente

    todos

    Jos espectculos,

    se

    hace en

    espaol.

    Cuando se pregunta a los participantes si les

    dara lo

    mismo

    usar las

    canciones y

    ritmos de aiguna

    otra tradicin lingstica y tnica, se vuelve obvio que

    la

    msica no es simple diversin:

    La

    fiesta ya no sera

    fiesta",

    dicen. el.a

    msica

    de

    una banda en la plaza

    martillea

    su ritmo

    literal y

    simblicamente

    en la

    cabeza

    de los

    asistentes.

    cEl espaoi... est firmemente vincu

    lado .. a la

    creacin

    de o

    que algunos

    participantes lla

    man

    atmsfera . el estado de

    nimo ,

    el tono , y, tal

    vez, con mayor frecuencia, el color ,.

    1

    En

    otras

    pala

    bras, no

    slo

    la voz y los santos

    protectores,

    sino tam

    bin

    el estilo

    y

    el espritu perd

    .uran.

    Fiesta es un referente plural,

    multidimensional,

    muy

    complejo; slo pretendo ahora rozar festiva y brevemen-

    1 R

    L

    GRIMBS: Simbolo y conquista. Rituales y teatro n

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

    24/84

    46

    ANT:ROPOLOG SOCIAL Y HBRMmIBUTICA

    te una nada ms de sus numerosas cc-nnotaciones par

    tiendo de la celebracin

    patronal

    en Ln pueble centena

    rio y

    remoto

    de

    la provincia

    de Teruel.

    Mosqueruela

    con

    sus 265

    kilmetros cuadrados de trmino municipal no

    llega

    hoy

    a

    mil

    habitantes; su

    antiguo

    ncleo medieval

    se extiende por la falda de una montaa

    a 1 500

    metros

    de altura; los vientos

    le

    azotan y

    la

    nieve

    del invierno

    le castiga con

    dureza.

    Terreno

    montuoso y difcil

    escaso

    de

    fuentes pero abundante

    en

    madera produce

    cereales

    y da algn

    pasto para el ganado. Situado al

    extremo

    oriental de

    la

    provincia de

    Teruel

    las tierras

    de

    su

    mu

    nicipio no slo marcan el lmite de la

    provincia

    sino de

    la

    regin: a veinte kilmetros del

    casco urbano termina

    Aragn y comienza

    el

    Pas valenciano en su

    provincia

    castellonense. Justo

    en

    el lmite turolense se

    alza

    el

    san

    tuario

    dedicado

    a

    Nuestra Seora de

    la

    Estrella.

    ' ~

    ~ ~ ' V '

    i;

    e

    . . )

    1 475

    m

    Puerto

    El

    Mosqueruela

    3

    Vil/afranca del Cid

    El

    asero

    o

    ~ b ~

    c < r > ~ ~

    j

    10

    Km

    .

    ETNOGRAF1A.-Hace

    muchos

    muchos

    aos

    siglos y

    :siglos

    -cuentan

    los vecinos- se

    apareci

    la Virgen a

    un

    pastorcico

    precisamente all donde

    hoy

    est

    la

    er

    mita. Sorprendido

    ante el

    portento cae de rodillas el

    :afortunado pastor

    y ora ante la

    maravillosa imagen.

    De-

    Santa

    Fe uevo

    Mxico Fondo de

    Cultura

    Econmica 1981,

    pp.

    160-161.

    ARAGN PBSTIVO

    47

    cide all mismo hacer p r t c i p ~ s

    a

    sus

    convecinos del

    favor recibido y con cuidado y piadosamente c r g ~ con

    la

    imagen para trasladarla

    a la iglesia de

    todos

    a la

    parroquia de

    Mosqueruela.

    El camino es

    laberntico

    de

    herradura

    y

    sobre todo muy pendiente

    y

    escarpado.

    Fa

    tigado

    el improvisado

    romero

    se

    sienta a descansar junto

    a un peirn

    2

    ; queda

    dormido y al despertar

    observa

    desconsolado que

    ha

    desaparecido la imaien.

    Regresa

    rpido aJ lugar de la

    aparicin

    y ve gozoso

    que

    all

    le

    espera

    la Virgen.

    La

    toma

    de

    nuevo en

    sus

    brazos y

    comienza

    otra vez la

    tortuosa subida; oero

    el

    cansancio

    nuevamente

    le vence

    y queda

    dormido -

    esta

    vez

    junto

    a

    una

    de las raras

    fuentes.

    Despierta sobresaltado

    y

    en

    se

    guida nota la

    ausencia

    de ia imagen. Al tercer intento

    logra

    todo satisfecho y

    alegre

    depositar la sagrada

    car

    ga

    en la

    iglesia

    parroquial

    ante

    la admiracin

    del

    vecin

    dario.

    Pero al desaparecer la

    imagen

    al da

    siguiente

    el

    pueblo entero advierte y reconoce que es

    deseo

    de Nuestra

    Seora

    que se le

    erija un templo en el lugar privilegiado

    de su

    aparicin.

    Y

    as lo

    hacen. Junto

    al

    santuario y

    adems del ermitao

    y

    su esposa que cuidan de la

    f

    brica y culto hay media docena de

    casas vacas;

    los

    llamados ccuartos de la

    Virgen

    acomodan

    a

    los romeros

    la noche de

    la

    fiesta

    .

    La

    romera-rogativa

    a la ermita

    de Nuestra Seora

    de

    la

    Estrella que

    est a

    veinte

    kilmetros

    de

    distancia

    tiene

    lugar el ltimo

    domingo

    de mayo; su finalidad

    es

    pedir

    cagua.

    paz

    y

    sanidad

    para

    los vecinos

    y

    trmino

    de

    Mosqueruela.

    A media

    maana

    todo el vecindario

    que puede hacerlo incluidos los nios que

    ya

    han hecho

    fo

    primera

    comunin

    se pone

    en movimiento guiado

    por una cruz

    y

    una bandera que

    muestra

    una estrella

    llevada

    por

    los

    jvenes

    que tienen

    el

    privilegio

    debido

    a

    que

    se apuntaron

    cuando

    eran

    nios

    o

    porque

    lo hicie-

    2

    Voz

    aragonesa que

    significa columna

    en

    un camino

    sobre

    la que hay alguna imagen; las

    ms

    de las veces el peirn est

    cerca

    del

    pueblo. El

    lugar

    de

    la ermita

    est

    solamente

    a

    unos

    setecientos metros

    de altura.

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

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    48 ANTROPOLOG

    SOCIAL Y HBRMBmUTICA

    ron sus

    padres

    nada

    ms nacer.

    Actores

    prominentes

    en

    la procesin

    son tambin

    los

    veinte cantores con su

    campanero que dirigen

    los rezos

    y entonan los cnticos

    durante el

    recorrido procesional.

    Les

    distingue

    una banda

    verde con

    una

    estrella

    roja que

    todos

    ellos visten. Los

    cantores se apuntan tambin

    y

    esperan

    su

    turno; al

    morir

    o

    emigrar alguno

    de

    los miembros el

    primero en la lista

    recibe la banda con la

    estrella y

    ocupa su

    lugar.

    Los can

    tores

    son considerados

    como los hombres

    ms

    religiosos

    de

    la com:unidad. Dos

    procuradores constituyen otra

    categora

    formal de

    actores

    hereditaria y permanente

    esta

    vez; ellos

    tienen

    bajo

    su responsabilidad

    la ermita

    y

    ermitao

    y los campos de

    almendros

    diez hect

    reas

    que rodean

    y pertenecen

    al santuario

    y de

    los

    que

    obtienen un cierto

    beneficio

    con el

    que

    atienden y

    cubren en parte

    los

    gastos pertinentes.

    El cargo es pres

    tigioso

    y

    exige dedicacin.

    Pero

    dejemos

    a

    los actores

    para observar

    el escenario y

    la accin.

    La

    comitiva sale solemne de

    la iglesia parroquial

    y

    se dirige

    a

    una pequea

    ermita a

    las afueras del pueblo

    donde

    efecta

    la primera parada. All dirigen un saludo

    y recuerdo a todos

    aquellos hijos del

    pueblo que les

    precedieron y

    murieron;

    rezan un responso

    en su me>

    moria

    y

    por

    ellos

    y prosiguen lentamente el camino

    --ca

    mino de cabras-- hacia el santuario. Por dos

    veces vuel

    ven a

    detenerse

    precisamente en los dos lugares en los

    que el agraciado pastorcillo descans cuando

    en direc

    cin

    inversa, portaba

    l solo

    la

    imagen

    .

    Junto

    a la fuente,

    Ayuntamiento

    y

    procuradores

    ofrecen

    a

    cada uno

    de

    los

    que

    peregrinan

    un

    huevo

    duro

    un

    rollo de pan

    y

    tambin

    vino; pero los que dan tono

    y

    carcter a esta

    comensalidad son ios masoveros que desde

    cuarenta ma

    sas dispersas

    por

    el trmino municipal

    vienen para

    ador

    nar con papelillos

    y

    cintas

    de

    colores la fuente

    y

    parti

    cipar en el gape

    vecinal.

    Terminado el condumio ritual

    prosiguen

    la marcha.

    Cuando los

    romeros estn

    llegando

    al

    recinto sagrado y liminal de Nuestra Sefiora de

    la

    Estrella

    salen

    a

    recibirles los quintos -an tes en su

    via-

    >

    ARAGN f BSTIV

    9

    je montaban caballeras

    engalanadas---,

    encabezados por

    una cruz que

    sacan

    de la ermita: cruces y

    bandera se

    saludan

    reverente

    y ritualmente. Al anochecer, la

    alegra

    invade el paraje y

    los

    ecos

    de

    la msica

    de

    guitarras

    y

    jotas rondan

    los

    campos

    y

    llenan las

    casas.

    Por

    la

    no

    che apenas se duerme; el

    bullicio, la

    conversacin

    ani-

    mada y las partidas de naipes de

    la

    gente madura dan

    el tono

    a la noche;

    los jvenes

    galantean

    y los

    enamo

    rados no quieren

    testigos.

    Al amanecer del da

    siguiente

    los

    romeros cantan

    el

    rosario de

    la

    aurora;

    despus, asis

    ten todos a la misa

    solemne y

    a la

    bendicin

    de los cam

    pos que se imparte desde

    la

    ermita;

    los

    cantares

    ento

    nan machaconamente

    el

    estribillo

    agua,

    paz

    y sanidad

    y

    concluye

    la

    ceremonia

    religiosa.

    Hasta hace

    unos

    aos

    el

    Ayuntamiento obsequiaba con una comida a

    continua

    cin

    a

    todos

    los

    asistentes sirviendo

    las viandas

    en una

    vajilla

    decorada con una estrella en

    el fondo.

    Terminado

    el banquete

    los romeros arrancan ramos

    del

    eremitorio

    con

    los

    que protegern

    a la

    noche sus casas

    y

    todos

    en

    cortejo inician el regreso hacia

    la iglesia parroquial

    a

    la que

    llegan

    al

    atardecer.

    Los vecinos

    que quedaron

    en casa

    salen

    a

    recibirles

    portando

    sobre

    una peana a

    San

    Pedro patrn

    del pueblo

    que da la

    bienvenida

    a

    la cruz y vecinos que vuelven

    de

    la ermita.

    El

    momento

    es muy

    emotivo. A la noche, la fiesta

    terminaba con un

    baile

    en la plaza,

    pero desde hace unos pocos aos

    la

    banda de msicos ha sido substituida por la

    discoteca.

    Muchos

    emigrantes

    regresan todos

    los

    aos

    para

    unir

    se

    a los

    romeros y visitar la ermita de

    la Virgen,

    que

    lleva

    en

    su mano una

    estrella

    dorada; en todas las

    casas

    exhiben

    el bandern de

    la Estrella;

    el nombre que

    pre

    domina entre muchachas y mujeres

    es

    el

    de

    Estrella.

    Slo vecinos

    de Mosqueruela toman parte en la romera

    rogativa,

    en

    la que se suplica

    a

    la

    Virgen

    multiplique la

    fertilidad de

    los

    animales y de las tierras del trmino

    municipal. Y

    este hecho

    intriga un tanto

    porque

    mucho

    ms prximo -nueve kilmetros--- al santuario se halla

    Villafranca

    del Cid, aunque

    ya

    en

    tierras

    de Castelln

  • 8/10/2019 Carmelo Lisn Tolosana - Antropologa social y hermenutica.pdf

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    C

    - < - ' - ' - U .

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    5

    ANTROPOLOGA SOCIAL Y HBRMB.NUTICA

    muy

    pesada y

    no

    ser p o s i b l ~ llevarla los Eclesiasticos,

    sino

    en

    las

    salidas, y

    entradas de

    la Villa, y

    Hermita: los

    16

    con

    un

    Santo

    Crucifixo, y

    hachas:

    todos estos

    peni

    tentes anduvieron

    descalzos

    por una tierra tan spera

    .. ;

    todo

    ..

    por la

    lluvia

    deseada: a la una

    del

    mismo da

    entraron los

    Sacerdotes a

    la Sa.

    Hermita y cerrados

    de

    terminaron remover de su

    nicho

    la

    Sa.

    Imagen

    quedan-

    do

    el

    pueblo a la puerta

    de

    la Iglesia;

    esperando

    y pi

    diendo

    a

    Mara SSa.

    el socorro

    de

    la agua: al tiempo que

    Mossen

    Geronymo

    Luesma, y Mossen Bartholom Gil

    se

    abra