Carta a mi amigo judio

1
Carta a mi amigo judío Salmo 89:35-39 34 No olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios. 35 Una vez he jurado por mi santidad, Y no mentiré a David. 36 Su descendencia será para siempre, Y su trono como el sol delante de mí. 37 Como la luna será firme para siempre, Y como un testigo fiel en el cielo. Selah Querido amigo judío: Tu Dios, Dios de pacto es. Una vez juró y nunca mintió, prometió y ha de cumplir, pues nunca ha olvidado la descendencia de David. Uno de su linaje levantó, de sus entrañas salió y su reino confirmó. Consejero es, Dios Fuerte, Padre Eterno y Príncipe de paz (Isaías 9:6). En Belén nació como Miqueas profetizó; Belén, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad (Miqueas 5:2). Tu Dios querido amigo, Dios de pacto es. Te ha preservado oh Israel, como la niña de sus ojos; bajo la sombra de sus alas te ha guardado. Muchas han sido sus misericordias para contigo hijo de Jacob. ¡No olvides, no olvides a tu Dios! Tus enemigos han deseado y aún lo han intentado, pero nadie, absolutamente nadie podrá eliminar al escogido de Jehová, la faz de la tierra con su descendencia se llenará. Digan los redimidos de Jehová, ¡Jehová reina y por su pueblo peleará! Sobre ti hay promesa y como la arena del mar te multiplicarás. Confía amigo mío, confía en Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Isaac. Jacob fue tu nombre y a Israel lo cambió pues eres hombre de luchar con Dios. Cuando estuviste en Egipto tu aflicción miró mas hoy no será la excepción. Paz deseas más no te dejan, ellos no saben que tu tiempo se acerca. Tu Rey ya viene y tu ciudad lo sabe, tiemblan los muros anhelando que baje. ¡Ven Rey mío grita el Monte Sion! Ven sobre mí ¡oh Salvador! Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos, la que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia. Este monte de Sion, donde has habitado quiere ver tu gloria, la gloria que nos han quitado. ¡Amigo mío, me uno a tu anhelo y canto contigo! Espera a tu Rey por ti volverá y el reino prometido lo establecerá. Cantará la hija de Sion, ya no llorará más, con sus amigas se gozará. Bienaventurada la que confió y de su Dios nunca se olvidó, bienaventurada tú, oh hija de Sion. Graba este versículo amigo judío, porque tú serás de bendición a los míos: Isaías 2:3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. Amado amigo.

Transcript of Carta a mi amigo judio

Page 1: Carta a mi amigo judio

Carta a mi amigo judío

Salmo 89:35-39 34No olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios. 35 Una vez he jurado por mi santidad, Y no mentiré a David. 36 Su descendencia

será para siempre, Y su trono como el sol delante de mí. 37 Como la luna será firme para siempre, Y como un testigo fiel en el cielo. Selah

Querido amigo judío:

Tu Dios, Dios de pacto es. Una vez juró y nunca mintió, prometió y ha de cumplir, pues nunca ha

olvidado la descendencia de David. Uno de su linaje levantó, de sus entrañas salió y su reino confirmó.

Consejero es, Dios Fuerte, Padre Eterno y Príncipe de paz (Isaías 9:6). En Belén nació como Miqueas

profetizó; Belén, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en

Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad (Miqueas 5:2).

Tu Dios querido amigo, Dios de pacto es. Te ha preservado oh Israel, como la niña de sus ojos; bajo la

sombra de sus alas te ha guardado. Muchas han sido sus misericordias para contigo hijo de Jacob. ¡No

olvides, no olvides a tu Dios! Tus enemigos han deseado y aún lo han intentado, pero nadie,

absolutamente nadie podrá eliminar al escogido de Jehová, la faz de la tierra con su descendencia se

llenará. Digan los redimidos de Jehová, ¡Jehová reina y por su pueblo peleará! Sobre ti hay promesa y

como la arena del mar te multiplicarás.

Confía amigo mío, confía en Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Isaac. Jacob fue tu nombre y a

Israel lo cambió pues eres hombre de luchar con Dios. Cuando estuviste en Egipto tu aflicción miró

mas hoy no será la excepción. Paz deseas más no te dejan, ellos no saben que tu tiempo se acerca. Tu

Rey ya viene y tu ciudad lo sabe, tiemblan los muros anhelando que baje. ¡Ven Rey mío grita el Monte

Sion! Ven sobre mí ¡oh Salvador! Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos

antiguos, la que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia. Este monte de Sion, donde has habitado

quiere ver tu gloria, la gloria que nos han quitado.

¡Amigo mío, me uno a tu anhelo y canto contigo! Espera a tu Rey por ti volverá y el reino prometido

lo establecerá. Cantará la hija de Sion, ya no llorará más, con sus amigas se gozará. Bienaventurada la

que confió y de su Dios nunca se olvidó, bienaventurada tú, oh hija de Sion.

Graba este versículo amigo judío, porque tú serás de bendición a los míos: Isaías 2:3

Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de

Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley,

y de Jerusalén la palabra de Jehová.

Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti

misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. Amado amigo.