Carta a un Amigo No puedo darte soluciones para todos los problemas de la vida, Ni tengo respuestas para tus dudas o temores, pero puedo escucharte y buscarlas junto a ti. No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro. Pero cuando me necesites, estaré allí. No puedo evitar que tropieces. Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas. Tus alegrías, tu triunfo y tus éxitos no son míos. Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz. No juzgo las decisiones que tomas en la vida. Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides. No puedo impedir que te alejes de mí. Pero si puedo desearte lo mejor y esperar a que vuelvas. No puedo trazarte límites dentro de los cuales debas actuar, pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer. No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parte el corazón, pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo. No puedo decirte quién eres ni quién deberías ser. Solamente puedo quererte cómo eres y ser tu amigo. En estos días ore por ti... En estos días me puse a recordar a mis amistades más preciosas. Soy una persona feliz: tengo más amigos de lo que imaginaba. Eso es lo que ellos me dicen, me lo demuestran. Es lo que siento por todos ellos. Veo el brillo en sus ojos, la sonrisa espontánea y la alegría que sienten al verme. Y yo también siento paz y alegría cuando los veo y cuando hablamos, sea en la alegría o sea en la serenidad, en estos días pensé en mis amigos y amigas y, entre ellos, apareciste tú. No estabas arriba, ni abajo ni en medio. No encabezabas ni concluías la lista. No eras el número uno ni el número final. Lo que sé es que te destacabas por alguna cualidad que transmitías y con la cual desde hace tiempo se ennoblece mi vida. Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero, el segundo o el tercero de tu lista.

Basta que me quieras como amigo. Entonces entendí que realmente somos amigos. Hice lo que todo amigo: Ore... y le agradecí a Dios que me haya dado la oportunidad de tener un amigo como tú. Era una oración de gratitud: Tú has dado valor a mi vida...

San Luis Potosí.- Un adolescente murió baleado en aparente riña en la colonia Margarita Morán, al menos dos disparos por arma de fuego recibió el infortunado. El responsable pudo huir pero ya se encuentra plenamente identificado, señalaron las autoridades policiacas.

El grupo de edad más vulnerable para ser enganchadas a la trata de mujeres es de 13 a 18 años, declaró Alma Irene Nava Bello, directora de Educación y Ciudadanía, A.C. de los observatorios ciudadanos, quien mencionó hay pocas acciones de prevención por parte de las autoridades correspondientes. Señaló que el escenario en el estado es complicado porque el problema existe, sin embargo, no existen acciones concretas para erradicarlo ni para su prevención, “hay una necesidad que ya se detectó desde los funcionarios públicos, pero no se están realizando acciones concretas de atención”, puntualizó. Añadió que además en los Ministerios Públicos es difícil tipificar el delito de trata, ya que hay muchas mujeres no reconocen de manera fácil que son víctimas de trata, “están en una situación probablemente de prostitución, entonces es un inconveniente complejo y pensamos que las autoridades deben poner atención en ello”, aseguró.

Al detener a dos adolescentes en flagrancia por el delito de extorsión en el municipio de Tierra Nueva, los agentes de la Policía Ministerial del Estado descubrieron que éstos también habían cometido un homicidio el pasado 16 de octubre. El pasado 23 de octubre, la PME recibió un reporte de la señora María Guadalupe, quien dijo que su hija Marisol había recibido en su celular un mensaje de texto, en el que le indicaban que sus padres deberían entregarles dinero como cuota de seguridad, para no hacerle daño a la familia. Al acudir los agentes a entrevistar a Marisol, ésta les mostró los mensajes que le habían enviado y el número celular del que provenían, y les dijo que hace seis meses también

intentaron extorsionarlos, pero de otro número celular, del cual ya existe una averiguación previa.