Carta de Jamaica

20
Acerca de la Carta de Jamaica. Aproximarse al pensamiento de un hombre como Simón Bolívar, resulta complejo, no por su estilo, ni por sus escritos en sí mismos, sino por el contexto donde sorbe, Bolívar sus ideas políticas. Es decir, los escritos de Bolívar, obedecen a una época, no son inocentes y por más de que uno trate de fiarse solamente en lo mencionado en los textos, cada frase, alude a un mundo, a un pensador, a una situación puntual. Son permanentes las alusiones contextuales, a la revolución francesa, a los vejámenes cometidos por España en contra de las colonias españolas, a los Estados Unidos, a la invasión napoleónica, entre otros. Por otra parte, Bolívar, es influenciado por los pensadores de la ilustración francesa, hombres que ejercieron notable incidencia en las transformaciones del mundo occidental: Rousseau, Voltaire, Montesquieu, Diderot, entre otros. En las siguientes líneas, procuraré, adentrarme, en el pensamiento de Bolívar y de forma especial, en el pensamiento de uno de sus escritos más relevantes: “La carta de Jamaica”, intentaré tener en cuenta, el contexto en el cual, nuestro pensador redacta sus ideas, para no caer en una lectura sesgada. 1. AUTOR Y CONTEXTO 1.1. Biografía de Simón Bolívar Simón Bolívar procedía de familias tradicionales de la sociedad caraqueña. Los antepasados del libertador tuvieron destacadas participaciones, en el desarrollo político, económico y social de la vida colonial. Los padres del Libertador descendieron de Capitanes, General, Alcaldes, procuradores, regidores y gobernadores. Los padres del Libertador.

description

Hay que Leer. Muy importante.

Transcript of Carta de Jamaica

Page 1: Carta de Jamaica

Acerca de la Carta de Jamaica.

Aproximarse al pensamiento de un hombre como Simón Bolívar, resulta complejo,

no por su estilo,  ni por sus escritos en sí mismos, sino por el contexto donde

sorbe, Bolívar sus ideas políticas. Es decir, los escritos de Bolívar, obedecen a

una época, no son inocentes y por más de que uno trate de fiarse solamente en lo

mencionado en los textos, cada frase, alude a un mundo, a un pensador, a una

situación puntual.

 Son permanentes las alusiones contextuales, a la revolución francesa, a los

vejámenes cometidos por España en contra de las colonias españolas, a los

Estados Unidos, a la invasión napoleónica, entre otros.

 Por otra parte, Bolívar, es influenciado por los pensadores de  la ilustración

francesa, hombres que ejercieron notable incidencia en las transformaciones del

mundo occidental: Rousseau, Voltaire, Montesquieu, Diderot, entre otros.

 En  las siguientes líneas, procuraré, adentrarme, en el pensamiento de Bolívar y

de forma especial, en el pensamiento de uno de sus escritos más relevantes: “La

carta de Jamaica”, intentaré tener en cuenta, el contexto en el cual, nuestro

pensador redacta sus ideas, para no caer en una lectura sesgada.

1. AUTOR Y CONTEXTO

1.1. Biografía de Simón Bolívar

Simón Bolívar procedía de familias tradicionales de la sociedad caraqueña. Los

antepasados del libertador tuvieron destacadas participaciones, en el desarrollo

político, económico y social de la vida colonial.

 Los padres del Libertador descendieron de Capitanes, General, Alcaldes,

procuradores, regidores y gobernadores.

Los padres del Libertador.

 Su padre fue el Coronel Juan Vicente Bolívar y Ponce, nacido en la Victoria, el 15

de Octubre de 1.726 y su madre, Doña María Concepción Palacios y Blanco,

nacida en Caracas el 9 de Diciembre de 1.758; ambos se casaron el primero de

Diciembre de 1.775 en la ciudad de Caracas. El tenía 47 años de edad y ella

apenas 15 años. Perteneciente ambos a la más rica nobleza criolla.

Page 2: Carta de Jamaica

 El 24 de Julio de 1.783 marcaría el calendario de la historia un comienzo

trascendental. Nació Bolívar.

 Simoncito creció como todos los niños de su rango social; mecido en los brazos

de una esclava negra llamada Hipólita.

 Juan Vicente Bolívar y Ponce, padre del Libertador, murió el 19 de Enero de

1.786, a la edad de 60 años y su esposa María de la Concepción Palacios de

Bolívar, falleció después el 6 de Julio de 1.792, a la temprana edad de 34 años.

De consiguiente, Simón Bolívar tenía apenas dos años y medio de edad cuando

perdió a su padre y 9 cuando quedó huérfano al perder también a su Madre.

 Don Feliciano Palacios, padre de Doña María de la Concepción queda como tutor

de los niños, pero murió al año siguiente. Después de la muerte del abuelo Simón

quedó bajo el cuidado de su tío Carlos Palacios, quien se hace cargo de él y sus

hermanos. El ambiente familiar termina desmoronándose con el casamiento de

sus hermanas y la salida de Juan Vicente al cargo de otro tutor.

 Este cambio de ambiente influye sobre Simón, quien al poco tiempo huyó de la

casa del tío y pretendió vivir en la casa de su hermana María Antonia. Esta dio

origen a un pleito judicial entre su tutor y el matrimonio Clemente Bolívar; la pareja

alegó todas las razones que le asistían a fin de que la Real Audiencia permitiera

que el joven viniera con ellos, pero la Audiencia falló en favor del tío Carlos

Palacios, y Simón debió obedecer, no sin antes dejar en claro su opinión sobre el

hecho, la cual fue asentada en el expediente del juicio;  dijo, entre otras cosas "si

a los esclavos se les permite cambiar de dueño cuando eran objeto de malos

tratos, ¿Por qué no se le permite a él vivir con la gente que más le agradaba?; que

el tribunal podía disponer de sus bienes, mas no de una persona.

A raíz de este incidente, el joven Simón ha sido confiado a Simón Rodríguez quien

dirigía en esa época una escuela de primeras letras en Caracas. Pedagogo Liberal

y excéntrico, de vasto pensamiento universalista, supo sembrar en el alma de su

alumno el germen de las ideas nuevas "Usted formó mi corazón para la libertad,

para la grandeza, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que usted me

señaló”; escribió Bolívar a su maestro Rodríguez muchos años más tarde. Otros

de sus profesores que el célebre Andrés Bello, conocido como el maestro de

América y el más grande humanista del continente.

Page 3: Carta de Jamaica

 A los 14 años, Simón ingresó con el rango de Cadete en el batallón de milicias de

Blancos de los Valles de Aragua, y un año más tarde era ascendido a Sub

Teniente.

 Después dice Bolívar, fue enviado a Europa a estudiar idiomas extranjeros y a

asistir a la Academia de San Fernando, en Madrid, para mejorar su aprendizaje de

matemática. Allí en Madrid también tomó lecciones de esgrima, danza y

equitación.

Viajes de Simón Bolívar.

 Cada uno de los viajes que Simón Bolívar realizó durante su juventud y su

adultez, le ofreció un cúmulo de conocimiento sobre los valores culturales,

sistemas políticos, criterios ideológicos, potencial humano y situaciones

económicas. Esto le permitió el poder actuar y hablar de acuerdo a las

circunstancias no en forma superficial sino precisa y objetivamente. El Libertador

asigna a los viajes una importancia fundamental. En su vida tres viajes realizó

Bolívar a Europa con motivos diversos, pero fácilmente con un solo fin:

construcción de su personalidad, búsqueda y acumulación de experiencias,

elaboración de un destino.

 Durante este primer viaje también conoce de su vida: María Teresa Rodríguez del

Toro, con quien se casa luego de cumplir un sin número de requisitos entre lo que

se encontraba el permiso del Rey. Una vez casado en 1.802 regresa a Venezuela

su esposa, quien muere a los ocho meses víctima de una grave enfermedad. Esto

hace que Bolívar quede solo e inmerso en una profunda tristeza.

 La Campaña Libertadora.

 En 1.813 Comienza su extraordinaria campaña militar en la cual alterna victorias,

hasta 1.818. En Mayo emprende la liberación de Venezuela con una campaña

admirable desde la frontera del Táchira hasta Caracas, donde entra triunfante el 6

de Agosto. El 15 de Junio, en Trujillo dicta el decreto de Guerra a Muerte. El 14 de

Octubre, la municipalidad de Caracas le confiere el título de Libertador y obtiene

una gran Batalla de Sucre (5 de Diciembre) . El 2 de Enero: Asamblea Popular en

Caracas, ante la cual rinde cuentas de sus actos.

 1.815: 6 de Septiembre escribe la famosa carta de Jamaica.

Page 4: Carta de Jamaica

 1.816: En Haití, con el apoyo del Presidente Petión, organiza una expedición que

sale de los cayos de San Luis y llega a la Isla de Margarita.

 2 de Junio: Decreta en Carúpano la libertad de los esclavos.

 1.817: 3 de Abril: llega al Río Orinoco.

 17 de Julio: Toma de Angostura.

 24 de Julio: Aclamado Jefe Supremo

 1.819: 17 de Febrero: Instalación del Congreso de Angostura.

 27 de Febrero: empieza la Campaña para Nueva Granada.

 5 de Julio: triunfo en Pantano de Vargas.

 7 de Agosto: Batalla de Boyacá y liberación de Bogotá.

 17 de Diciembre: el Congreso decreta la creación de la Gran Colombia y Bolívar

es nombrado presidente.

 24 de Diciembre: sale hacia Nueva Granada.

 1.820: Presidencia en Bogotá.

 1821: 24 de Junio resulta vencedor en las Sabanas de Carabobo, liberando así a

Venezuela, de las fuerzas reales.

 29 de Junio entrada triunfal a Caracas.

 1.822: 7 de Abril derrota a los realistas en Bomboná liberando así a la Provincia

de Pasto (Colombia)

 El 24 de Mayo, Sucre triunfa en Pichincha devolviendo la libertad a Ecuador. 16

de Junio conoce en Quito el gran amor de los últimos años de su vida: Manuelita

Sáenz.

 1.823: 2 de Septiembre llega a Lima

Page 5: Carta de Jamaica

 1.824: 1 de Febrero: el Congreso lo hace dictador en Marzo se enferma

gravemente en Pativilea.

 Julio: Campaña libertadora por el Perú, viaja por los Andes.

 6 de Agosto: alcanza la victoria de Junín que inicia la liberación del Perú.

 7 de Diciembre: convocatoria desde Lima para el Congreso  de Panamá.

 7 de Diciembre: bajo las instrucciones de Bolívar, Sucre triunfa en Ayacucho

(Perú) poniendo así sello definitivo a la libertad americana.

 1.825: Abril gira administrativa de los departamentos del Sur de Perú.

 16 de Mayo Creación de Bolivia.

 25 de Junio entrada en el Cuzco.

 1.826: Febrero vuelve a Lima.

 25 de Mayo: Mensaje al Congreso constituyente de Bolivia.

 22 de Junio instalación del Congreso de Panamá, convocado por el Libertador.

 14 de Noviembre: llega a Venezuela, de Bogotá.

 1.828: Marzo: se reúne en Ocaña (Colombia) una convención que se disuelve sin

que los diversos partidos logren ponerse de acuerdo.

 13 de Junio: el pueblo de Bogotá lo aclama dictador

 1.830: el 17 de diciembre muere en la Ciudad de Santa Marta (Colombia)

agobiado por una tisis. (TB)

1.2. Contexto.

 A finales del siglo XVIII empiezan a hacer crisis una serie de fuerzas que

marcaban una aceleración en el paso de una cultura organizada en torno a los

paradigmas de una sociedad agrícola, a un nuevo sistema de valores que, poco a

poco, irían caracterizando a la sociedad industrial. La Revolución Francesa se

erige como un poderoso símbolo en el campo político de la nueva visión social. Se

Page 6: Carta de Jamaica

trata también de un símbolo eficaz en dos dimensiones precisas: Por una parte,

las demandas de una estructura social representativa que buscaba transformar de

modo radical los privilegios de la nobleza; por otra parte, su fracaso inicial en

Europa mostraba las dificultades que se encontrarían para superar las fuerzas

reaccionarias dispuestas a defender el statu quo.

 Si profundizamos un poco más allá de las interpretaciones simplistas sobre las

luchas por la independencia, especialmente a través de los intelectuales que iban

modelando un posible discurso iberoamericano, sorprendemos una visión ya

madura de la nueva ordenación social que se iniciaba. Es decir, se buscaban

formas de superar la estructura que conformaba el mundo agrícola

(autosuficiencia, organización social en torno a la familia o la hacienda,

estratificación social, poder basado en la tenencia de la tierra, trabajo para el

propio provecho, gamonalismo/feudalismo, etc.), para iniciar la transformación que

luego caracterizaría el mundo industrializado (economía de mercado, trabajo de

intercambio, surgimiento de la fábrica, uniformidad, especialización,

profesionalismo, gobierno representativo, educación de las masas, etc.).

 La posición de Bolívar está igualmente anclada en este momento de transición:

sin liberarse completamente del lastre de la tradición colonial, desea posicionar a

Iberoamérica en el sendero de la nueva cultura social que se estaba gestando. Al

mismo tiempo que buscaba restaurar a su clase privilegios que él creía legítimos y

que correspondían al mundo que caducaba, su querella contra España era mucho

más profunda y se originaba en una pregunta fundamental: “¿Podrá esta nación

[España] hacer el comercio exclusivo de la mitad del mundo, sin manufacturas, sin

producciones territoriales, sin artes, sin ciencias, sin política?” . España poseía,

claro está, ciencia y política; pero eran una ciencia y política ancladas en el

pasado. La España de Calos IV o Fernando VII era una España sin visión del

futuro. España parecía ejemplificar lo caduco, y las cadenas que la unían con

América impedían el progreso que articulaban los intelectuales y buscaban los

próceres de la independencia.

 La independencia política de España se percibió como un modo de consolidar el

poder local que de hecho ya tenían, los criollos,  pero se rechazaron los intentos

de transformación social: gobierno local representativo, educación pública,

liberación del comercio, reforma agraria, aplicación de las proclamas sobre la

libertad de los esclavos.

Page 7: Carta de Jamaica

 Con la premura de la lucha armada, Bolívar prestó más atención a la

configuración de un gobierno al nivel supranacional que substituyera al colonial

español. Pero a pesar de no ocuparse de la aplicación de sus proclamas al nivel

local y mantener así el apoyo de la oligarquía en el conflicto armado, también sus

intentos de formar gobiernos estables se frustraron. Los intereses de los criollos

eran locales y cuando más regionales. Lejos de percibir en el concepto de

Federación un modo superior de gobierno y de liberación humana, lo interpretaron

como una posibilidad de consolidar su influencia local y regional; es decir, en lugar

de verlo como proyección hacia un gobierno supranacional que uniera los

múltiples intereses regionales, lo ensayaron como instrumento personal para

conseguir y fortalecer su influencia a través de la autonomía local.

 Al ver a Bolívar como un hijo de su época, o sea,  una mente lúcida de

vanguardia, pero formada en el antiguo régimen, podemos comprender su lucha,

sus éxitos y también sus limitaciones. Y lo que es más importante en nuestra

coyuntura actual, a través de los problemas que él y su tiempo confrontaron,

aproximarnos a nuestra encrucijada actual. El objetivo de Bolívar había sido

simple: la independencia de España y la forja de gobiernos estables. Próximo ya a

su muerte, el 20 de enero de 1830, en un mensaje al Congreso de Colombia,

reconoce con abatimiento haber triunfado únicamente en lo primero:

“¡Conciudadanos! Me ruborizo al decirlo: la independencia es el único bien que

hemos conseguido a costa de los demás”. Bolívar había visto fracasar sus

proyectos y se sentía impotente: “esta inmensa revolución no la encadena nadie,”

decía en julio de 1829. Incluso su proyecto de federación de la Gran Colombia le

parece insostenible y, para evitar una guerra civil a su muerte, propone “dividir el

país con legalidad, en paz y en buena armonía”. Su carta al general Flores del 9

de noviembre de 1830 es de una amargura resignada: “La única cosa que se

puede hacer en América es emigrar”. Predice entonces que los gobiernos pasarán

a “tiranuelos casi imperceptibles, de todos colores y razas”.

 Su pensamiento y su proyecto político no pueden comprenderse sino en sintonía

con las doctrinas que dieron nacimiento a los EE.UU. de Norteamérica y a la

Revolución Francesa. Siempre creía en la democracia, su meta final fue esa, las

continuas luchas para la creación de sociedades democráticas en la antigua

América Española. Simón Bolívar predica con ejemplo la subordinación de la

institución armada, majestad suprema del poder civil de entonces, sin embargo a

pesar del mandato civil, siempre obedeció a la visión enana de ambiciones

envilecidas, por ello nunca perdió dignidad. Tenía la fuerza, el prestigio, la

autoridad moral y la suficiente razón para hacerlo, sin embargo, nunca lo hizo.

Page 8: Carta de Jamaica

Tomo siempre el camino de la obediencia institucional  y lo demuestra cuando

entrega el mando a Sucre[1].

1.3. Método utilizado por Bolívar

 Bolívar es un historiador del futuro, con referencia a valores, esto es historiosofía;

y precisamente ese es su método, realiza una simbiosis entre la historia y la

filosofía. Es un gran conocedor empírico y teórico de las necesidades del pueblo

latinoamericano, pero no se queda anclado allí en la mera historia y realidad sino

que, por el contrario, busca por todos los medios transformar las condiciones

paupérrimas y de subyugación en las que se encuentra su pueblo. Bolívar es un

gran conocedor de la filosofía europea: Rousseau, Napoleón,  Montesquieu,

Montaigne, Hobbes, Maquiavelo, de ella sorbe y extrae elementos republicanos,

que le servirán para elaborar su plataforma política. Causas económicas, políticas,

sociales, ideológicas, desfilan por su pensamiento antes de anticiparnos que la

Americana española se dividiría en quince o más repúblicas Independientes; que

México será una República representada por un Presidente vitalicio, si desempeña

sus funciones con acierto y justicia o que traerá en caso contrario la Monarquía

apoyada por el partido militar o aristocrático.

 2. ANÁLISIS CONCRETO DE LA “CARTA DE JAMAICA”

 2.1 Resumen y explicación de las principales ideas contenidas en la Carta de

Jamaica”

 Bolívar tenía 32 años, cuando escribe esta carta. Se hallaba refugiado en

Jamaica, sin un peso, sin ejército. En el exilio la palabra le sirvió como medio de

propaganda y de apelación. Una vez más trató de convencer a los ingleses de que

se beneficiarían con un comercio sin restricciones con una América libre. Las

respuestas que recibió a estas tentativas dieron origen a uno de los testimonios

más notables de su pensamiento político: La Carta de Jamaica[2].

 El 6 de septiembre de 1815, en Kingston, donde se hallaba asilado, Bolívar

escribe la célebre Carta de Jamaica, dirigida a «un caballero de esta Isla», que

resultó ser, según meticulosas investigaciones, Henry Cullen.

En esta profética carta, Bolívar analiza la situación de Venezuela y atisba el futuro

de toda América con una fidelidad asombrosa, producto de sus claros conceptos

Page 9: Carta de Jamaica

sociológicos, por lo que ha sido llamado «el primer sociólogo americano de su

tiempo».

Antecedentes de la Carta de Jamaica.

 Era necesario en aquellos momentos, abrir perspectivas al movimiento de

independencia; levantar el ánimo de los vacilantes y pesimistas del campo

patriota, y al mismo tiempo, neutralizar en los posibles aliados extranjeros los

efectos de la propaganda realista, disipar la mala impresión reinante en el exterior,

explicar la justeza de la causa patriota; el origen de la guerra de independencia;

las contradicciones entre las colonias y la metrópoli y las condiciones sociales y

políticas favorables que constituían la base histórica del movimiento de

independencia.

 El Libertador, una vez más en el exilio, vivía entonces los peores momentos de su

azarosa vida política. Sin embargo, no perdió ni un momento la voluntad de

continuar la lucha, ni la seguridad en el triunfo definitivo. Desde mayo había

llegado a Kingston, capital de la isla de Jamaica, en donde se dedicó activamente

a buscar auxilios, principalmente con el gobierno inglés, para continuar la lucha en

Tierra Firme. El Libertador estaba convencido de la necesidad de la ayuda exterior

para alcanzar la independencia. Lo mismo que lo estuvieron Miranda y Miguel

José Sanz, la guerra no podía librarse sin armas, sin pertrechos, sin dinero para

atender a los gastos del conflicto. Y tales elementos había que buscarlos en el

exterior, pues las condiciones de atraso económico en que se encontraba

Venezuela, no permitían ni siquiera pensar en obtenerlos dentro del país. Para

continuar la guerra no había otra alternativa que recurrir a la ayuda de los países

extranjeros, y de forma especial Inglaterra; Bolívar clama por la unión y por la

colaboración de potencias extranjeras, quienes puedan reconocer a América,

como un territorio libre, ello lo deja plasmado en la carta de Jamaica:

 “Yo diré a usted lo que puede ponernos en aptitud de expulsar a los españoles, y

de fundar un gobierno libre. Es la unión, ciertamente; mas esta unión no nos

vendrá por prodigios divinos, sino por efectos sensibles y esfuerzos bien dirigidos.

América está encontrada entre sí, porque se halla abandonada de todas las

naciones, aislada en medio del universo, sin relaciones diplomáticas ni auxilios

militares y combatida por España que posee más elementos para la guerra, que

cuantos furtivamente podemos adquirir”[3].

Page 10: Carta de Jamaica

 Los auxilios que buscaba El Libertador eran armas, municiones y dinero para

continuar la guerra. Bolívar calculaba que la independencia se podría fraguar

inicialmente con seis u ocho mil fusiles, municiones correspondientes y quinientos

mil duros para pagar los primeros meses de la campaña".

 Bolívar era consciente de que el auxilio que pedía a las potencias extranjeras, no

era gratuito, por ello él  les ofrecía parte de las tierras libertadas como botín de

recompensa, verbigracia el Istmo de Panamá.

Análisis de la carta de Jamaica: o la carta profética.

 Muchos elogios se han escrito para El Libertador en torno a la Carta de Jamaica,

basándose unos en la claridad del análisis de los acontecimientos a que se refiere;

a la certeza de las ideas sociales que expone; al conocimiento profundo de la

realidad hispanoamericana que revela o a la facultad de prever el futuro de

nuestros países. Se ha insistido tanto en este último aspecto, que a veces se

olvidan otros no menos importantes o quedan opacados por la fascinación que

produce el acierto con que El Libertador predijo entonces el futuro de los países de

Hispanoamérica. Esto ha dado origen al nombre de "Carta Profética", como

también se conoce el documento.

 Los aspectos más importantes de que trata la Carta de Jamaica, son los

siguientes:

 1. Presenta un panorama general de la guerra de independencia a fines de 1815.

Los realistas dominaban la mayor parte de sus antiguas colonias (Venezuela,

Nueva Granada, Quito, Perú, Cuba, Puerto Rico). En Chile y México la situación

no se había decidido; y sólo en el Río de La Plata habían triunfado los

independientes.

El Libertador considera la revolución de independencia como un hecho

irrevocable, que no podía volver atrás, y que a pesar de los fracasos sufridos,

terminaría con la victoria definitiva de la causa independiente.

 

“El belicoso estado de las provincias del Río de la Plata ha purgado su territorio y

conducido sus armas vencedoras al Alto Perú, conmoviendo a Arequipa, e

inquietado a los realistas de Lima. Cerca de un millón de habitantes disfruta allí de

Page 11: Carta de Jamaica

su libertad....El reino de Chile, poblado de ochocientas mil almas, está lidian do

contra sus enemigos que pretenden dominarlo...... (...)”4.

 2. En la Carta de Jamaica, El Libertador critica duramente el sistema colonial y

señala la incapacidad de España para seguir manteniendo su dominación en

América.

En sus críticas al sistema colonial, El Libertador señala como aspectos negativos

la conducta de los españoles con la población americana, desde las

"barbaridades" cometidas contra los indígenas a partir del descubrimiento, hasta

las "atrocidades" que hablan puesto en práctica durante la guerra de

independencia. Y al denunciar estos hechos, El Libertador se apoyaba en

testimonios de los propios españoles, entre otros el Padre Bartolomé de Las

Casas, quien fuera uno de los primeros en denunciar el carácter inhumano de la

colonización española.

 “Tres siglos ha —dice usted— que empezaron las barbaridades que los

españoles cometieron en el grande hemisferio de Colón». Barbaridades que la

presente edad ha rechazado como fabulosas, porque parecen superiores a la

perversidad humana; y jamás serían creídas por los críticos modernos, si

constantes y repetidos documentos no testificasen estas infaustas verdades” 5

 En cuanto a la incapacidad de España para mantener su dominio en las colonias,

El Libertador emite juicios acertados sobre las condiciones económicas, sociales y

políticas de la metrópoli que justificaban aún más el movimiento de independencia.

 "Que demencia la de nuestra enemiga, pretender reconquistar la América, sin

marina, sin tesoro y casi sin soldados, pues los que tiene apenas son bastantes

para retener a su propio pueblo en una violenta obediencia..." 6

 Según El Libertador, España no estaba en condiciones de atender el comercio de

sus colonias. El comercio español fue en gran parte un comercio de comisión.

Compraban las mercancías a otros países europeos y luego las revendían en sus

colonias. Las consecuencias de este sistema fueron la escasez y los altos precios,

y el desarrollo del contrabando, que en muchos casos fue superior al comercio

legal. Todo esto tuvo su origen en la política económica de España, que durante

siglos se orientó a la búsqueda de metales preciosos y su atesoramiento y al

monopolio comercial, descuidando la industria y la manufactura.

Page 12: Carta de Jamaica

 3. En la Carta de Jamaica, El Libertador hace un llamado a las naciones

extranjeras para que ayuden a la independencia de las colonias españolas.

Las demandas de ayuda se dirigían, en primer término, a Inglaterra; y en segundo

término, a los Estados Unidos. A Inglaterra, por su tradicional rivalidad con España

por el control del comercio colonial. En muchas oportunidades Inglaterra trató de

apoderarse de territorios coloniales españoles, y ayudó militar y económicamente

a los colonos en sus intentos de independencia. Además, siendo Inglaterra la

primera potencia industrial de su época, era la nación que con más propiedad

podía servir las necesidades del comercio de los nuevos estados.

 A estas cuestiones relacionadas con la ayuda exterior se refería El Libertador en

las siguientes frases de la Carta de Jamaica:

 "La Europa misma, por miras de sana política, debería haber preparado y

ejecutado el proyecto de la independencia americana, no sólo porque el equilibrio

del mundo así lo exige, sino porque éste es el medio legítimo y seguro de

adquiriese establecimientos ultramarinos de comercio....... Sin embargo no sólo los

europeos, pero hasta nuestros hermanos del norte se han mantenido inmóviles

espectadores de esta contienda que por su esencia es la más justa, y por sus

resultados la más bella e importante de cuantas se han suscitado en los siglos

antiguos y modernos”7.

 No hay dudas que la independencia de las colonias españolas dependía en gran

parte de la situación internacional, de la correlación de fuerzas entre las potencias

europeas. Y la ayuda que buscaban los patriotas se justificaba, entre otras, por las

siguientes razones: primero, por las ventajas recíprocas que obtendrían los

nuevos países y las naciones que los ayudaran, las cuales iban a conseguir un

amplio mercado para el comercio y la colocación de los productos de su industria;

segundo, por la incapacidad económica y política de España para mantener aquel

inmenso imperio colonial; y tercero, porque la formación de los nuevos estados

significaría un factor importante para el equilibrio político internacional.

 4. La Carta de Jamaica es, sin duda, uno de los primeros documentos en los

cuales se analizan las causas de la independencia hispanoamericana. Tales

causas fueron, según El Libertador, las siguientes:

 a) Políticas: Los hispanoamericanos estaban privados de derechos políticos.

Page 13: Carta de Jamaica

Los colonos, dentro del sistema español, carecían de lo que El Libertador llama "el

derecho a ejercer la tiranía activa"8. Se les privaba del derecho elemental de

gobernarse a sí mismos. El Libertador considera que ésta fue una de las causas

de descontento que provocaron el rompimiento con España, el no haber podido

los hispanoamericanos "siquiera manejar nuestros asuntos domésticos en nuestra

administración interior". A este respecto, El Libertador dice en la Carta lo siguiente:

 "Estábamos abstraídos y ausentes del universo en cuanto es relativo a la ciencia

del gobierno y administración del estado. Jamás éramos Virreyes, ni

gobernadores, sino por causas muy extraordinarias; Arzobispos y Obispos pocas

veces; diplomáticos nunca; militares sólo en calidad de subalternos; nobles sin

privilegios reales; no éramos, en fin, ni magistrados, ni financistas y casi ni aún

comerciantes: todo en contravención directa de nuestras instituciones"9.

 Es importante observar que El Libertador reivindica estos derechos al gobierno y

administración de las colonias para la clase de los criollos, a los cuales caracteriza

como "naturales del país originarios de España"; "americanos por nacimiento que

disputaban sus derechos a los indios y a los dominadores españoles"10. El

Libertador hablaba a nombre de los criollos, quienes constituían la "sociedad

nueva en casi todas las artes y ciencias, aunque en cierto modo vieja en los usos

de la sociedad civil". La experiencia civil de que habla El Libertador no era la de

los indios, ni siquiera la de los pardos, sino la de la oligarquía territorial que se

formó al influjo de las luchas civiles de los cabildos, a través de las cuales se

fueron definiendo sus intereses y su conciencia de clase.

b) Económicas: El monopolio comercial y las prohibiciones y restricciones

económicas, que impedían el desarrollo de las colonias.

España mantuvo sus colonias como "coto cerrado" en beneficio de la economía

peninsular. Se prohibió el comercio con otros países y se impuso estricta vigilancia

para impedir el contrabando. Se prohibía el comercio entre las propias colonias.

Se estableció un riguroso control de la navegación, mediante la autorización de

ciertos puertos para el comercio. Además de esto, se prohibía la siembra de frutos

europeos. Se prohibía establecer en las colonias fábricas de paños y otros

artículos, para que tuvieran que ser comprados a los comerciantes peninsulares.

Toda esta política económica estaba dirigida a convertir la economía de las

colonias en una economía complementaria de la economía española. A este

respecto, El Libertador dice en la Carta lo siguiente:

Page 14: Carta de Jamaica

  "Los americanos, en el sistema español... no ocupan otro lugar en la sociedad

que el de siervos propios para el trabajo, y cuando más, el de simples

consumidores, y aún esta parte coartada con restricciones chocantes: tales son

las prohibiciones del cultivo de frutos de Europa, el estanco de las producciones

que el rey monopoliza, el impedimento de la fábrica que la misma península no

posee, los privilegios exclusivos del comercio hasta de los objetos de primera

necesidad, las trabas entre provincias y provincias americanas, para que no se

traten, entiendan ni negocien.."11.

 5. En la Carta de Jamaica, El Libertador predice el futuro de los países

hispanoamericanos, y opina sobre la forma de gobierno que debían adoptar.

El futuro político de los países hispanoamericanos es objeto de la preocupación

del Libertador, quien al respecto se plantea las siguientes cuestiones: ¿Debían las

antiguas colonias unirse en un solo Estado? ¿Se organizarían repúblicas o

monarquías?

 “El Libertador consideraba que en aquellos momentos no era posible unir todos

los países hispanoamericanos en una sola nación, no porque no fuera partidario

de la unificación de Hispano América, sino porque "climas remotos, situaciones

diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes dividen a la América"12.

 En el mismo párrafo, escribe lo siguiente:

 "Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Nuevo Mundo una sola nación

con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tienen un

origen, una lengua, unas costumbres y una religión, debería, por consiguiente,

tener un solo gobierno que confederase los diferentes estados que hayan

deformarse"13.

 El Libertador era partidario, pues, de la unidad de los países hispanoamericanos,

ligados entre sí históricamente por el origen, la lengua, las costumbres, la religión.

 La paternidad de la idea de unir a América Española en un solo estado

corresponde al Precursor Francisco de Miranda, quien en 1790 propuso formar

con todas las colonias una monarquía bajo la autoridad de un Inca. En 1815, El

Libertador descarta parcialmente estas ideas mirandinas: la vasta extensión del

territorio, la diversidad de climas, el aislamiento de regiones tan distantes, y, en

particular, los intereses opuestos de los grupos regionales, impedían llevar a cabo

Page 15: Carta de Jamaica

idea tan grandiosa. Era una idea más realizable, formar uniones regionales, unir

secciones más pequeñas de aquel inmenso territorio y establecer lazos que

ligaran las distintas porciones así organizadas. En los párrafos transcritos,

encontramos un buen antecedente del Congreso de Panamá, convocado y

reunido por El Libertador en 1826, como un intento para unir los países

hispanoamericanos y asegurar su independencia.

 Y encontramos también un antecedente directo de la creación de la República de

Colombia, realizada a partir de 1819 en el Congreso de Angostura. En efecto, El

Libertador, al referirse al futuro de Venezuela y Nueva Granada, dice lo siguiente:

 "La Nueva Granada se unirá con Venezuela, si llegan a convenirse en formar una

república central, cuya capital sea Maracaibo, o una nueva ciudad que, con el

nombre de Las Casas, en honor de este héroe de la filantropía, se funde entre los

confines de ambos países...” 14

 Descartada, pues, la idea de un solo estado, El Libertador prevé la formación de

17 naciones en el territorio hispanoamericano; y difiere también de Miranda en la

forma de gobierno que debían adoptar los nuevos estados. El Libertador era

Partidario decidido del sistema republicano. Rechaza toda idea de crear

monarquías en la América antes española. Según él, el sistema republicano está

más de acuerdo con las necesidades de los nuevos estados.

 Las monarquías buscan el aumento del poder, la riqueza, la autoridad y a la

conservación de estos objetos por medio de la guerra y la conquista contra sus

vecinos. Los países hispanoamericanos, recién salidos de la colonia, necesitaban

de un sistema político que los ayudara a superar el atraso institucional, la

inexperiencia política, a lograr la paz y el progreso económico y social. Para estos

fines, quería Bolívar que se establecieran repúblicas.

 El Libertador estuvo siempre en el centro de esta polémica sobre monarquía o

república, que fue una de las más interesantes en el proceso ideológico de la

independencia. El ejemplo norteamericano y la revolución francesa, ofrecían

asideros sólidos en favor de la república; mientras, por otra parte, el supuesto

atraso cultural, la ignorancia, falta de virtudes en el pueblo, fueron argumentos de

quienes sostenían que nuestros pueblos eran incapaces de gobernarse por sí

mismos, y, por tanto, inaptos para el gobierno republicano. Argumentaban,

además, que las grandes potencias de Europa verían con mejores ojos la

formación de monarquías América. Consecuente con sus ideas políticas, El

Page 16: Carta de Jamaica

Libertador pensaba que dentro de un régimen republicano sería más fácil elevar el

nivel cultural y material de nuestros pueblos, sacarlos del atraso y lograr para ellos

la paz necesaria para organizar sus instituciones y superar las devastaciones

dejadas por la guerra. Pensaba, además, que la composición étnica, el carácter

mestizo de nuestros pueblos, debía contar con un sistema de gobierno que

estimulara la marcha hacia la igualdad social y la democracia.

 6. En la Carta de Jamaica, El Libertador se refiere al régimen político y a la

naturaleza de los gobiernos que se debían adoptar en Hispanoamérica.

El Libertador rechaza el sistema federal de gobierno y se pronuncia a favor del

centralismo. Considera que la América Española no estaba preparada para

separarse de la metrópoli, y como consecuencia de la crisis ocurrida en la

península, los americanos han pasado: 

 "Sin los conocimientos previos, ni la práctica de los negocios públicos, a

desempeñar funciones de gobierno". "Las instituciones perfectamente

representativas no son adecuadas a nuestro carácter, costumbres y luces

actuales"15.

 Las instituciones de gobiernos liberales y perfectos se logran en sociedades

civiles basadas en la justicia, la libertad y la igualdad, y nosotros estábamos

distantes de poseer tales bienes cuando apenas recién salíamos de las cadenas.

Por lo tanto, no estábamos en condiciones de practicar un gobierno perfecto como

el federal. Para llegar a tanto, se necesitaba la práctica y la experiencia civil

política de la cual carecíamos. Era preciso organizar los nacientes estados bajo un

régimen político intermedio, a través del cual se pudiera lograr la unidad y formar

los talentos y virtudes que se requieren para el ejercicio de sistemas populares de

gobierno.

 "Los estados americanos ha menester de los cuidados de gobiernos paternales

que curen las llagas y las heridas del despotismo y la guerra”16.

 La cuestión que se presentó ante Bolívar se refería al futuro de los pueblos

sudamericanos. El análisis de la famosa Carta de Jamaica puede contribuir a

aclarar su posición política. La revolución había fracasado. España había vencido.

Si Morillo actuaba rápida y efectivamente podría establecerse el dominio español

en el Nuevo Mundo. El interrogante que asaltaba entonces a Bolívar era el

siguiente: ¿Existía algún porvenir para una América Libre? Este fue el primer

Page 17: Carta de Jamaica

punto que consideró Bolívar. En su opinión, el destino de Sudamérica estaba

decidido. Al respecto escribió: “Los lazos que nos unían con España han sido

rotos, el odio que la península ibérica nos inspira es mayor que el océano que nos

separa; y un pueblo que ame la libertad será al fin libre”17.

 Lo dijo Bolívar: "Nosotros ni aún conservamos los vestigios de lo que fue en otro

tiempo; no somos europeos, no somos indios, sino una especie media entre los

aborígenes y los españoles. Americanos por nacimiento y europeos por derechos,

nos hallamos en el conflicto de disputar a los naturales los títulos de posesión y de

mantenernos en el país que nos vio nacer, contra la oposición de los invasores;

así nuestro caso es el más extraordinario y complicado”18.