Carta Pública de renuncia a mi reelección. Patricio Hales

No quiero postularme como si nada ocurriera. 8 millones no quieren votar. Siento que en cada reelección legitimo el binominal y otras normas constitucionales que yo mismo critico. Eso me acerca al conformismo institucional y aleja la política del interés de los ciudadanos. La nueva ley, que presentó el gobierno, para limitar las reelecciones, me permitiría postular dos veces más. Podría ser diputado seis veces. No usaré ese derecho. Yo mismo me prohibiré mi reelección en rechazo al sistema. Un nuevo millón de personas se desencantó en la última elección. Sienten que su voto no sirve para lograr los cambios que Chile necesita. Que la Constitución y sus leyes nos impiden lograr lo que prometemos, y que nos “apernamos” en esa institucionalidad. Nuestras reelecciones con el binominal se ven como un vicio de poder de dos grandes coaliciones que marginan a las minorías políticas y a las mayorías sin partido. Cedo mi espacio electoral para estimular al cambio. Y será Bachelet la gran oportunidad para lograrlo, rompiendo las amarras que lo impiden . Aumentaré mi trabajo político, pero en otros espacios y de otra forma. Agradezco al pueblo que me ha elegido 4 veces con la primera mayoría. Si me presentara por 5ª y 6ª vez, volvería a ganar; pues con el sistema binominal, casi nadie le puede competir a un diputado en su distrito. El sistema nos transforma en casi dueños del cargo. Esto erosiona la democracia e irrita a los ciudadanos. El modelo repite las oportunidades de acceso al poder político entre las mismas personas que somos reelectas y dirigimos los partidos. Por eso nos creen menos y no se interesan . Me siento orgulloso de mi cargo y de la calificación pública de mi desempeño, pero obedezco al clamor popular de “renovar las caras en el parlamento“, por si nuevas personas pudieran mejorarlo. Nadie ha demostrado que la calidad de los parlamentarios mejore con la falta de experiencia , pero dada la gravedad de la crisis, acepto la sentencia que,

los con más experiencia, podríamos ser un tapón a personas que, quizás, podrían elevar la credibilidad del parlamento. Los jóvenes movilizados nos enrostran la caducidad de la institucionalidad que me tiene instalado comodamente y no logro cambiar . Por eso lo intentaré de otra manera. Mi decisión política es personal. Me surge desde esa porción del alma donde afloran los sueños. Porque son mis sentimientos y no la lógica lo que me ha hecho fuerte en los momentos más duros de mi vida política y lo que le ha dado sentido . No pretendo que mis colegas diputados hagan lo mismo que yo. Menos aún si mi decisión política se enraíza con la emoción, y con dudas en que mi razón se nutre más de las intuiciones que de las certezas de la eficacia del cálculo. Mi nuevo camino político tiene razones cargadas de impulsos del alma que no puedo obligar a nadie a compartir. Mi gesto es una gota y es riesgosa , pero prefiero el riesgo al conformismo.

Patricio Hales Dib