javier carvajal

lecciones/documentos de arquitectura

1

sobre la génesis del proyectoa propósito del nuevo edificio de bibliotecas de la universidad de navarra

dirección colecciónJUAN MIGUEL OTXOTORENA

coordinaciónJOSÉ MANUEL POZO

maquetaciónCÉSAR MARTÍN

ediciónT6 EDICIONES

fotomecánicaCONTACTO GRÁFICO, S.L.

impresiónGRÁFICAS IRATI, S.A.L.

depósito legalNA 348-1997

ISBN 84-89713-03-0© ESCUELA TECNICA SUPERIOR DE ARQUITECTURA. UNIVERSIDAD DE NAVARRA. FEBRERO, 2000

T6 ediciones S.L.Escuela Técnica Superior de Arquitectura. Universidad de Navarra31080 Pamplona. España. Tel 948/425600. Fax 948/425629

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación, incluyendo el diseño de cubierta, puede reproducirse, almacenarse otransmitirse de forma alguna, o por algún medio, sea éste eléctrico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia sin la previaautorización escrita por parte de la propiedad.

Presentación

3

Estamos en el día de la Fiesta de la Escuela y queremos iniciar unanueva costumbre, ligada a la celebración; se trata de que, con estemotivo, los profesores expongan alguno de sus proyectos a los alum-nos de modo que éstos -una vez al año y por un momento al menos-puedan asumir la posición que los docentes asumimos a lo largo detodo el curso: la de actuar como críticos frente a sus trabajos.

Hoy tenemos la ocasión de que un proyecto importante para la uni-versidad nos sea expuesto por uno de sus autores. Se trata del segun-do edificio de la Biblioteca Universitaria, el inicio de cuya construcciónestá bien próximo, firmado por los profesores Javier Carvajal e IgnacioAraujo. Este nuevo edificio tiene la finalidad de ampliar la capacidadde la biblioteca actual, construida en su día -según se sabe- por JuanLahuerta (q.e.p.d.) y el propio Ignacio Araujo.

Con esta charla queremos iniciar un cierto esquema de organizacióny desarrollo de la fiesta de la Escuela de cara al futuro. La idea es queseamos los profesores de la Escuela, que quizá durante el curso notenemos la ocasión de mostrar directamente a nuestros alumnos loque hacemos en nuestros estudios, nuestros proyectos, lo hagamosprecisamente con motivo de la fiesta: en un tono más familiar, por asídecir, aunque no por doméstico menos festivo o celebrativo. El objeti-vo, por supuesto, estaría en tratar de integrar nuestro trabajo profe-sional con el trabajo escolar, enriqueciendo la perspectiva de todos.

Nos ha parecido óptimo comenzar este camino con la exposición de unproyecto de Javier Carvajal, a quien la Escuela y todos nosotros -másallá de la admiración y el afecto- tenemos tantas cosas que agradecer.

Yo tengo ahora que agradecerle, en concreto, la prontitud con queaceptó nuestra propuesta, así como el esfuerzo del viaje que le hatraído hoy ex profeso desde Madrid para iniciar la experiencia,emprendido a altas horas de la madrugada y complicado por el tem-poral que nos azota estos días hasta límites realmente extremos.

En fin, agradeciéndole vivamente su disponibilidad y su presenciaaquí y ahora, le cedo la palabra.

Juan Miguel Otxotorena

4

Queridos amigos, y querido Director: simplemente, gracias. ElDirector ha querido cumplir una vez más con el rito de presentaciónque es de rigor en toda disertación académica. Y lo ha hecho, comoes su estilo, de modo cálido, afectuoso y breve, cosa que le agradez-co. Entre otras cosas porque si a estas alturas de mi presencia en laUniversidad de Navarra, en la que desde hace diecinueve añosimparto mis clases, fuera precisa una larga presentación porque losalumnos, veteranos o no, tuvieran necesidad de ella, tanto la Escuelacomo yo estaríamos perdidos.

Apoyo la idea del Director de iniciar esta costumbre de la que él hahablado (y por ello me he prestado a ser el pionero, agradeciendo alDirector su deferencia), porque comparto su idea de que la fiesta dela Escuela sea algo ligado al quehacer profesional que aúna a alum-nos y profesores, y no solo una ocasión para la holganza y para decir:"qué bien, no hay clase y por eso nos dedicamos a cantar y reír, ydesde luego a beber vino, todos juntos"; y sí en cambio, con unespíritu, como él ha dicho, no menos festivo ni celebrativo, unaocasión para decir "qué bien, hoy es la fiesta de la Escuela y lo cele-bramos, profesores y alumnos, como amigos, hablando de lo que nosinteresa a todos; y concretamente de su trabajo -que un día será elnuestro- que les apasiona y les llena de esperanza". A mí cuando melo propusieron, me pareció una forma seria de plantear y compartiresta celebración. Compartirla porque hoy el trabajo que mostramos esel nuestro, y mañana puede ser el vuestro, nacido de las horas esper-anzadas que hemos vivido juntos.

Para mí, especialmente hoy, todo lo que os digo está ... Ileno de sig-nificado, ya que se juntan, cuando menos, otros dos motivos de ale-gría. El primero poderos mostrar un proyecto mío (aunque ésta no seala alegría mayor; porque a mí me cuesta mucho, y lo sabéis, hablar demis propias obras, porque siempre he pensado que los profesoresdebemos hablar de ellas sólo con sus realidades construidas, paraque sean nuestros alumnos los que emitan su juicio). Un proyectolargamente deseado por ser para la Universidad, que tan ligada estámi experiencia docente, y que viene a llenar la tristeza, felizmentesuperada, de que no quedara una obra mía entre sus edificiosdespués de haber dedicado tantas horas a la formación de sus arqui-tectos precisamente como Profesor de Proyectos.

El otro motivo de alegría, que se une al anterior, sin duda, profundo eíntimo, es el de poder celebrar con todos vosotros la alegría de queen un concurso reciente, el Concurso para la Reforma y Rehabilitaciónde la Antigua Audiencia de Pamplona, en el que hemos participadojuntos profesores y alumnos de esta Escuela, yo entre ellos, dosantiguos alumnos míos hayan alcanzado los premios, pasando por

5

Los primeros pasos

* Conferencia pronunciada en laEscuela Técnica Superior deArquitectura de la Universidad deNavarra en 1 de febrero de 1996.

s o b r e l a g é n e s i s d e l p r o y e c t o *a propósito del nuevo edificio de bibliotecas de la universidad de navarra

6

delante de mí: Juan Miguel Otxotorena, el Director, y Patxi Mangado,ambos alumnos brillantísimos de mi taller.

¿Por qué digo aquí, públicamente, que son un motivo de alegría estospremios? ¿Por pura fórmula? No por cierto, sino por esa profunda eíntima razón, a la que antes he aludido; que no es otra ni puede serlo,para un Profesor de Proyectos que la de saber que sus alumnos le hansuperado (lo que quiere decir que nuestro esfuerzo no ha sido envano y que nuestro instinto fue certero). Nosotros hemos llegado a ladocencia de proyectos para formar arquitectos y nuestro compromiso(íntimo con vosotros) y me lo habéis oído decir en mis clases los quehabéis sido mis alumnos, es hacer de cada uno de vosotros el mejorarquitecto que sea posible, sin violentaros, haciendo nacer devosotros mismos al mejor arquitecto que cada uno de vosotros llevadentro. Y cuando la vida profesional -tan dura- nos demuestra que lohemos conseguido, evidentemente nos alegramos. Lo contrario seríatanto como decir que somos unos hipócritas que decimos lo contrariode lo que pensamos.

Y por eso digo hoy -como he dicho otras muchas veces-, con elcorazón lleno de alegría, y con la sala llena de otros muchos alumnosque nos acompañan en nuestra alegría, que nos alegra vuestro triun-fo, el de cada uno de vosotros. Hoy el Director, o Patxi, que nuncadejarán de ser alumnos y amigos míos; (ni yo tal vez pueda dejar deverlos como los brillantes alumnos que fueron, confirmando el juicioque en su momento, cada vez más lejano, nos forjamos y que la real-idad de cada día nos confirma). Mañana, ojalá (Dios lo quiera), estaalegría de celebrar los triunfos de nuestros alumnos, se pueda repetiry confirmar, muchas veces, en cada uno de vosotros.

He dicho esto porque sentía la necesidad de decirlo muy desde elfondo de mi corazón, aunque gente alejada del quehacer universitariono lo entienda y pueda pensar "un profesor se dedica a enseñarporque no sabe hacer otra cosa". Puedo aseguraros en primer lugarque los profesores nos dedicamos a la enseñanza porque enten-demos que aquello que sabemos (sea poco, mucho) tenemos laobligación de transmitirlo a las gentes más jóvenes que Dios pone ennuestro camino; y que desde esa inicial vocación resulta, sin saberloal comenzar, que la docencia (al margen de compensacioneseconómicas, deplorables), sin haberlo previsto en los comienzos, esuna de las actividades más gratificantes que existen en el mundo; porla compensación que supone el descubrimiento, en cualquier alumno,de ese brillo en la mirada que se entiende porque hemos conseguidodecir algo que dejará huella en su corazón a lo largo de toda una vida,o porque lo dicho por nosotros resuena en ellos y les abre puertas queles servirán para siempre; ese momento de alegría compensa detodos los esfuerzos, de todos los desánimos (que también existen).

Con esto termino esa introducción, ya demasiado larga y paso ahablaros, por fin, de la nueva Biblioteca.

Todos mis alumnos sabéis y también lo sabe el Subdirector JoséManuel Pozo, porque así se lo dije cuando me habló de esta charla dehoy, que mi intención fue desde el principio y sigue siendo ahora,explicar el proyecto como una lección más. No como un ejemplo aseguir, porque eso sería pretensión, sino como mi propio camino deactuar como arquitecto, por si eso a vosotros os puede servir.

Y además porque me gustaría que cuando las obras comiencen, misalumnos puedan seguirlas regularmente, desde las cimentaciones alamueblamiento. Y me alegra poder decir que el Rectorado ya lo haautorizado, (naturalmente, tomando las medidas precautorias deseguridad que se precisen y ordenando el número de alumnos decada visita, para no interferir en la marcha de las obras). Creo que unade las carencias de las Escuelas de Arquitectura (y no por falta de vol-untad de sus claustros sino por las reales dificultades que comportan)es la sistematización de las visitas de obras, que hace casi inexistenteel seguimiento de obras por parte de los alumnos. Sin ir más lejos quea mi propia carrera, no recuerdo de aquellos años más que dos; laprimera a ver el hormigonado de unas zanjas de cimentación y luego,mucho tiempo después, una segunda a otra obra donde se estabanmontando los contracercos de una carpintería interior. Y esas fuerontodas mis prácticas de construcción en la carrera.

Cuando para mí ese seguimiento, esa visualización directa del proce-so constructivo, debería constituir uno de los mecanismos más efi-caces de nuestra formación de arquitectos, si se quiere salir de lafalsa visión de la arquitectura que se agota en los planos de unproyecto. Porque Ia arquitectura tiene una entidad doble, que seexpresa en la ideación creativa y en la construcción fáctica.

La arquitectura no es un arte dibujado, sino un arte construido.Construcción de espacios habitables (que generan los volúmenesarquitectónicos), eficaces en su respuesta a las necesidades de lasociedad y de las personas para que el hombre conozca la experien-cia de vivir eficazmente en la belleza. Me atrevería a decir que laarquitectura no construida no es realmente arquitectura. Sé que haymucha arquitectura que nunca será construida y que, sin embargo,tiene mucha más virtualidad arquitectónica que mucha arquitecturaconstruida. Pero es precisamente esa "virtualidad constructiva" la quele confiere ese valor de arquitectura que la simplemente dibujada (sinvirtualidad para hacerse realidad construida) sin duda no posee.

Afirmar que los dibujos, por el hecho de que su imagen sea arqui-tectura, son ya arquitectura, sería tanto como decir que la pintura deCanaletto es arquitectura y Canaletto un arquitecto. Y no es así.Canaletto tomaba como pretexto de su pintura la arquitectura, peroello no confiere a su obra el carácter arquitectónico, sin acceder, porello, a la obra arquitectónica.Arquitectura es tan sólo lo que se construye, o lo que tiene en sus doc-umentos la virtualidad arquitectónica.

7

8

En estos momentos está ya en imprenta el primer libro sobre el con-junto de mi obra (lo cual tiene para mí algo de testamento y fin decamino), que edita la Fundación del Colegio de Arquitectos de Madridy que recoge la mayor parte de la obra de mi vida (construida y noconstruida), gesto que agradezco profundamente a la Fundaciónfrente a la marginación en que he vivido los últimos veinte años. Y, sinduda, la obra más extensa es la no construida (y yo pienso que la másimportante también) porque esa arquitectura no ha pasado por el con-trol y aprobación que supone toda obra construida, y por ello conser-va el espíritu con el que la hizo nacer quien la soñó. Pero esaarquitectura de papel, esa arquitectura ensoñada, no la siento tan"arquitectura" como la que ha sufrido la mella de las aprobaciones yde las exigencias que le dan el valor de realidad que toda arquitec-tura construida guarda, para siempre, en sus heridas.

Así pues, en la explicación del proyecto de la nueva Bibliotecacomenzaré por la historia del encargo que en no pequeña medida seentiende desde la (historia de la propia Universidad. Su carácter, suemplazamiento, su encargo, va mas allá de la visualización de unasdiapositivas y de la explicación topológica de su programa. LaBiblioteca que se va a construir no es una biblioteca que nace ex-novo. Nace como ampliación de un edificio anterior, que ha ido cre-ciendo en sus contenidos hasta agotar su capacidad dealmacenamiento y de servicios.

Una universidad es un organismo vivo que crece y se transforma deacuerdo, en gran medida, con el número de sus matrículas. Es unorganismo diacrónico que se completa con aportaciones sucesivasde tiempos distintos.

Puede crecer en cada una de sus facultades adaptando sus áreas alas crecientes exigencias, o crecer en número y ocupación de sus dis-tintas facultades o colegios para alojar a sus alumnos. O puede cre-cer en sus elementos singulares como es el caso de la Biblioteca, quecomenzó siendo un determinado edificio y que hoy precisa una sus-tancial ampliación para atender al creciente número de sus investi-gadores.

Una universidad nunca llega a estar completa y la aparición denuevos campus hace referencia a esa necesidad de nuevos espaciospara alojar nuevas exigencias. La construcción integral de una uni-versidad tiene unos costos que impiden comenzar desde el primer díacon una dimensión total (cosa que en realidad no tendría ningún sen-tido). ¿Cuál sería este tamaño?, ¿qué prestigio lo podría garantizar?,¿qué facultades se desarrollarán más y cuáles menos? Y asípodríamos plantear muchísimas preguntas de imposible respuestarazonable. Tampoco podían plantearse como totales al comienzo deuna aventura que mucho tiene que ver con la calidad y con el crec-imiento de esta Institución.

9

La primera Biblioteca, en su pequeña dimensión, prestó sus localespara la incipiente Escuela de Arquitectura de Navarra de los primerosaños en la cual yo comencé a prestar mi colaboración, allá por losaños setenta. Hoy, no sólo la pequeña Escuela ha dado vida a nues-tra Escuela, sino que la primitiva Biblioteca fue ocupando todos losespacios disponibles en el primer edificio, lo que ha planteado lanecesidad de construir un nuevo edificio, mayor que el primero, paraalojar sus propios depósitos y salas de investigación y todo el progra-ma que en el nuevo edificio se plantea. Y la Biblioteca ha crecido ensus necesidades al compás del crecimiento de la Universidad, mate-rializado en nuevas facultades (la última, magnífica, construida porIgnacio Vicens, para Ciencias Sociales) y nuevos colegios mayores ynuevas instalaciones deportivas.

La primera Universidad se centraba en el Edificio Central y en los dosgrandes colegios mayores iniciales: Belagua y Goimendi. En ese pro-ceso era evidente la necesidad de una gran biblioteca, capaz de darrespuesta a las acrecentadas demandas. Toda gran universidad sesignifica en el edificio de su biblioteca, que no es otra cosa que lamaterialización de un gran depósito de conocimientos. Nadie -sóloDios- crea desde la nada. Y los hombres "creamos" ideas, sistemas,mecanismos, desde la herencia que hemos recibido.

La biblioteca materializa el depósito de este conocimiento; y por esouna biblioteca, por encima de su autor y de su formalización, es unedificio emblemático que significa la localización de aportación, per-feccionamiento e incremento del depósito cultural que la alimenta.Ojalá, (Dios lo quiera) que sepamos dar forma a esa voluntademblemática que toda biblioteca, por su propia naturaleza, reclama.

Sabemos por otra parte que las propias bibliotecas en los años próx-imos van a experimentar mutaciones muy importantes gracias a lainformática, que va a transformar a las actuales en centros vivos deinformación que serán asequibles a distancia, con fondos que hoysólo podemos intuir; y nuestra Biblioteca debe prever esa transforma-ción y estar dispuesta a su transformación futura; confío en que nues-tras previsiones permitan afrontar con éxito la transformación que va,sin duda, a experimentar en su futuro uso. Y tal vez vosotros mismosdesde vuestras propias casas, podréis disponer, con toda eficacia, delas instalaciones que ahora hemos proyectado. Digamos también quela relación libro/lector no IIegará nunca a romperse, como el cine notermina con el teatro ni los encuentros televisados deportivos lo hacencon la presencia cálida y directa en los estadios. Y por último, señale-mos que esa transformación supone la formación de los depósitos detodos los fondos de nuestras bibliotecas y archivos, y ese proceso niva a ser inmediato ni mucho menos gratuito.Así pues tendremos que proyectar para el futuro más lejano, sin olvidarnuestro futuro inmediato. Cuentan del General Franco que cuando semontó en España la primera red de televisión, alguien, no sé si progre-

10

sista o conservador, le dijo que por qué no aguardaba a que fuera encolor, para así hacer el salto más eficaz y menos costoso, a lo cual elGeneral contestó, cargado de su permanente sentido del humor: "yohago lo que puedo; ahora en negro, y en color cuando se pueda".

La Biblioteca que hemos proyectado es también la sensata, la posi-ble. Hoy una eficaz biblioteca tradicional, que al propio tiempo cuentecon sus propios circuitos informáticos, dimensionados a la escala delo que hoy es lo posible. Pero de tal manera que pueda asumirse unainformación integral cuando así lo pida la técnica en su momento, sinque ello desvirtúe la Biblioteca que ahora se plantea, ni se invalide eledificio que ahora se propone.

Y sobre esa base se formalizó el encargo. Un buen día, a través deIgnacio Araujo, y aunque él no lo diga, gracias a su gestión y afecto,el Rector me comunicó, en los últimos días de julio de hace dos años,que se me quería encargar la responsabilidad de construir la nuevaBiblioteca. Y desde ese momento Ignacio Araujo me acompaña efi-cazmente en esa aventura, colaboración callada, y diría casi ocultaque no excluye la eficacia; forma de colaborar generosa y desprendi-da.

Cuando se me comunicó el encargo ya la ubicación del nuevo edifi-cio estaba decidida, así como el destino de las antiguas instalaciones.La decisión se planteó no como una construcción ex novo, tal comoya he indicado en otro momento, sino como una ampliación de la exis-tente, quedando los locales actuales, totalmente readaptados, parauso directo de todos los alumnos de la Universidad y destinando aluso de investigadores la masa mayor de la nueva construcción, des-tinando a ese fin las cinco grandes aulas de las cinco últimas plantasdel nuevo edificio.

Esta decisión condicionó desde el primer momento la naturaleza delproyecto, no sólo por el programa, sino por el propio carácter de lanueva Biblioteca: pues no es lo mismo biblioteca de extensión cultur-al de un barrio periférico urbano, que un centro de investigadores deun recinto universitario. La primera tiene que mostrarse acogedora,amable, muy identificable desde el exterior, que invite a entrar paraaproximar a los libros a los muchachos jóvenes que tal vez tienen deellos la imagen, prestada por sus libros de texto escolares, deobligación y rutina. Por otra parte, los libros en una biblioteca deextensión deben mostrarse al alcance del lector invitando a su lectura,sin barreras distanciadoras entre los libros y el futuro lector, aún a ries-go de que los libros puedan ser sustraídos.

Esta distinción entre depósitos cerrados y abiertos viene a ser unagran frontera entre la forma de entender el tema por parte de los pro-pios bibliotecarios. Recuerdo que cuando hice mi primera biblioteca(para la Universidad de la Compañía de Jesús en Madrid) viajé portoda Europa visitando las más importantes bibliotecas para identifi-

11

carme con sus problemas y recuerdo muchas de esas entrevistas,unas a favor y otras en contra del depósito cerrado o del depósitoabierto. En general los profesores y alumnos preferían el depósito cer-rado, por razones de control y seguridad. Recuerdo un razonamientodel bibliotecario del "Colegio Angélico" de Roma, radical en su recha-zo: "pues no faltaba más, que la gente entrara en los depósitos; mireusted, aquí todos los años faltan cientos de libros (sin duda exagera-ba) y nuestros lectores son cuando menos, monseñores". Lo cualviene a confirmar la idea común de que los libros (incluso los de nues-tras bibliotecas) son patrimonio común de la humanidad.

Es cierto también que muchos bibliotecarios de universidades (aúncon reparos) defendían el depósito abierto (y ese es mi criterio) en lasbibliotecas de investigación, y sobre todo cuando los libros no consti-tuyen, por su naturaleza, un valor irrecuperable en caso de pérdida.En nuestra biblioteca se ha aplicado un criterio mixto, "trabajo dentrode los propios depósitos", en áreas diferenciadas y especificadas (lassalas tipo de investigadores, de referencia, de la hemeroteca yvideoteca) protegidas por áreas de control y seguridad en planta deacceso. Depósito cerrado en el área del servicio histórico; y mixto enla sala de referencias.

En el nuevo edificio la planta de ingreso (enlazada con la última plan-ta del primer edificio), estará abierta (incluso en sus servicios de ref-erencias, hemeroteca, mediateca, prensa diaria y nuevasadquisiciones) a todos los alumnos, en tanto las salas de investi-gadores (bajo control en planta baja) estarán reservadas a éstos. Ypor último, los libros de los depósitos generales sólo serán asequiblesdesde estaciones de atención de público en las distintas plantas, através de los servicios de las bibliotecarias. A estas estacionespodrán llegar también los libros depositados en los depósitos de laactual biblioteca.

La Universidad actual en su zona sur por debajo de la Avenida de PíoXll tiene un foco director muy claro en el Edificio Central y un eje decrecimiento, constituido por una carretera de enlace entre las vías deacceso a Pamplona desde Estella y desde Tudela. Flanqueada por lagran explanada de la Biblioteca actual, Económicas, el nuevo Aularioy al otro margen nuestra Escuela de Arquitectura (confío que un díaesta vía rodada se anule para el tráfico público y desaparezca el peli-gro permanente que desde ella nos acecha a todos y que sólo el tra-bajo del Arcángel nos permite contemplar con cierta esperanza).

Con la construcción del Aulario y ahora de la nueva Facultad deCiencias Sociales y del nuevo Colegio Mayor que se levanta a suespalda, se está configurando un nuevo eje de campus que sereforzará con la construcción de la nueva Biblioteca, y se centrará enla plaza de acceso a ella que también lo será a la tantas veces men-cionada Facultad de Ciencias Sociales. A propósito de esta plaza osdiré que desde el primer momento pensé plantear mi edificio de tal

12

manera que apoyara al de Ignacio, reforzando y potenciando mi arqui-tectura con la suya y creando un ámbito común en esta plaza, asum-iendo no sólo el hormigón visto como una referencia común, sinotambién el diseño de la plaza como un soporte válido para las dosarquitecturas.

Como su edificio estaba en construcción cuando yo comencé aproyectar el mío, asumí no sólo su lenguaje de hormigón visto, sinotambién su composición fuerte y horizontal para conjugarlo con el mío,vertical y acristalado, buscando un diálogo confluyente y de con-traste. Creo que el resultado será armónico y el gran beneficiado deesta confluencia será la imagen del campus en este concreto espa-cio.

El solar de la nueva Biblioteca estaba muy condicionado en primerlugar por su dimensión y forma, en segundo por la inmediata proxim-idad de la actual Biblioteca, con la cual debía relacionarse incluso fun-cionalmente; en tercer lugar por el desnivel existente entre los dosedificios de la Biblioteca, y por último, por la fuerte masa de laFacultad de Ciencias Sociales.

Y así, desde estos condicionantes de emplazamiento, junto a loscondicionantes de programa, que a su vez planteaban otros de volu-men e instalaciones, comenzaron a ponerse en juego todos losmecanismos, que como tantas veces explicamos en el curso, dannacimiento a un proyecto.

Porque es obvio que una Biblioteca, como sucede con cualquier otrotema, no nace sólo -como muchos creen- de un acto voluntarista,expresado en la frase ¡voy a hacer lo que me de la gana! No, no esasí como toman forma los proyectos. Estos nacen de las preguntas yde las respuestas que las preguntas generan. Porque aun cuandopodamos asumir que la arquitectura procede según arte, no deja deser cierto que procede con razón de necesidad. Arte no como ladanza, no como la pintura, no como la música o la escultura, que segeneran desde la sola necesidad de expresión humana. Sólo desdenecesidades concretas de espacio y uso, necesidades que no sonexclusivamente técnicas, ni exclusivamente artísticas, sino que sondos tipos de necesidades que se reclaman entre sí, desde la eficaciaexpresada significativamente.

Así es como vemos la arquitectura; por ello no basta con que el pro-grama nos señale el número de despachos, de aseos o de aulas, sinodesde una clara manifestación de lo que con esos locales se pre-tende. Es preciso saber qué tipo de institución se quiere, quiénes vana ser sus usuarios, los condicionantes de emplazamiento de clima yde cultura y también económicos, para saber cuál es el panoramapresupuestario que se contempla y del que se dispone.

Olvidar todos estos factores de partida, es un importante error que

13

demasiadas veces se comete en las aulas, donde demasiadas vecestambién se contempla la arquitectura tan sólo desde un ángulo artísti-co, pero como si de un arte desenrraizado se tratara, igualmente válido,en sus propuestas concretas, en Pamplona o en Hong-Kong, cuandono es así. Uno de los grandes errores del racionalismo fue (y lo siguesiendo para los que lo siguen postulando) la afirmación de la autonomíaarquitectónica frente a su entorno y circunstancia; que la arquitecturadebe ser juzgada en sí misma y por ella misma al margen de su con-texto, cuando la arquitectura está ligada y condicionada por él.

La diferencia fundamental entre un objeto de uso cualquiera y un obje-to arquitectónico es que el objeto de uso permanente idéntico a símismo en cualquier lugar, en tanto que un objeto arquitectónico estádesde su génesis enlazado a situaciones que no son trasladables,tales como son las situaciones de clima, económicas, tecnológicas yculturales en general, que hacen relación al porqué de su nacimiento.

Se ha dicho demasiadas veces que una imagen vale más que mil pal-abras, y esa idea ha creado una falsa cultura de la imagen vacía deporqués. Y eso es así porque la imagen nos habla de la "cosa" en sí,pero jamás nos habla del "porqué de la cosa". Habéis visto cientos defotografías del drama bosnio, pero ninguna imagen os ha dado razóndel porqué de este desastre. Lo importante, no es ciertamente saberel "qué" de lo que perseguimos, sino el "porqué" que lo genera. El"qué" tal vez sea válido para provocar actitudes de adhesión o de rec-hazo, fundadas en la copia, pero el porqué es esencial como motor dela acción creativa.

Desde esa actitud, al habla con el Rector, los vicerrectores y bibliote-carios fuimos dando forma al proyecto (y también al habla con IgnacioVicens, el arquitecto responsable del más próximo entorno de nuestroedificio). Y fuimos así trabajando en un complejo clima deaveriguación y coordinación del que ha nacido el proyecto. Complejaactuación que no tiene que suponer necesariamente, para nadie, sub-ordinación, pero si atención y voluntad de múltiples encuentros. Másque “aceptando”, “entendiendo” lo que nuestro proyecto tenía queser. No es inútil decir esto, en esta ocasión, ya que demasiadas vecesse cree que los arquitectos (desde nuestra vertiente artística) somosincapaces de atender a otras llamadas que no sean las de nuestravoluntad creativa independiente y propia.

Yo quisiera deciros en esta ocasión, que creo que la obra, cuando setermine, será, en un alto porcentaje, radicalmente mía, nacida de laatención a requerimientos míos que me habrán sido sugeridos, expli-cados y propuestos y que harán de este edificio algo "suyo" algo delos "otros" que le habrán dado vida y deberán usarlo.Y esto será así tanto para los elementos rectores de la Universidadcomo para Ignacio Vicens, al que he procurado "entender" para sumara ese entendimiento mi nueva y distinta propuesta; "entendiendo" lamágica relación que su proximidad me presta, buscando una

14

armonía, por contraste, que confío hará de este nuevo ambiente uni-versitario un espacio singular, al margen de cualquier protagonismoexcluyente. Un mismo material y un mismo color reforzarán la armoníade los nuevos edificios, conjugando sus masas y volúmenes con-trastados, el que ya existe ciego y horizontal; el que va a construirsevertical y acristalado.

Casi sabéis ya, sin que os la haya comenzado a contar aún, comoserá la nueva Biblioteca. Hemos hablado de su rotundidad volumétri-ca arquitectónica, de su voluntad vertical, frente a la horizontalidad desu entorno; de sus materiales, de su color; de su voluntad de servicioy eficacia.

Ahora recorreremos los planos de las plantas y de sus alzados, paraque conozcáis su claro funcionamiento interno, es decir, insistiré en suvirtualidad funcional pero no de su significación, que es precisamentede lo que he hablado hasta este momento.

Porque la significación quedó marcada desde el primer momento enlas propias palabras del Rector al formular su encargo. Yo sólo podíaentenderlas y expresarlas con palabras de arquitectura. En las dia-positivas de sus plantas, se aprecia sobre todo la regularidad que laspreside, y especialmente en la primera que les presento, que es laplanta tipo que se repite cinco veces y es por ello, en su reiteración,la más significante, y la que marca el carácter dominante del nuevoedificio.

Como se puede ver la regularidad del edificio se apoya en la regular-idad total del solar que le sustenta. El solar disponible se ocupó deforma prácticamente total en la planta de acceso, salvo una pequeñaárea retranqueada siempre sometida al rigor del módulo de 30 cen-tímetros que fue establecido previamente para enlazar todas las rela-ciones constructivas de la planta: puertas de paso, anchura depeldaños, dimensiones de mesas, alturas de mecanismos, huecosexteriores, distancias entre pisos, altura de lavabos y de mecanismosde luz, dimensiones de muros y soportes y tantas otras.

Las plantas tipo condicionaron a las restantes plantas, que asum-ieron sobre su planta la compleja variedad de sus exigencias fun-cionales.

La distancia entre los dos edificios de la Biblioteca (el número unoactual y el número dos que se va a construir), también se pliega en suamplitud al módulo establecido (9,90 m). Esta distancia se salva conun puente acristalado que unirá la última planta del primero con laprimera del segundo, haciendo de ambos un todo orgánico. Laprimera Biblioteca resulta así mucho más baja que la segunda (cincoplantas por encima de aquélla).

La geometría dura de los rectángulos de las distintas plantas, se dul-

15

cifica en el contraste de sus prismas con los volúmenes circulares desus torres, que contienen las escaleras y los ascensores principales,reforzándose en el contraste de sus formas puras, la rotundidademblemática del conjunto.

La trama rectangular de la fachada de hormigón sombreará los murosacristalados retranqueados de los locales de lectura. Ese retranqueoque en las fachadas de mediodía y de naciente es de tres metros, hasido calculado para que en ningún momento los rayos solares incidanen la zona de libros. Para la limpieza de los cristales se ha previstouna galería perimetral de mantenimiento (con suelo de "tramex", paraevacuación de lluvia).

Excepcionalmente en este edificio he propuesto que un texto incor-porado a la fachada principal acentúe su carácter emblemático; estetexto es del salmo del Veni Creator, que a mi personalmente me haemocionado siempre y que siempre me ha parecido el mejor parahacer brillar la esperanza nacida de la inteligencia, y la material-ización del deseo de que la luz del espíritu, con nuestro esfuerzo sederrame sobre toda la faz de la tierra.

Veni, Sanete Spiritus repte tuorum corda fidelium et tui amoris in eis ignem accende emite spiritum tuum et creabuntur et renovabit faciem terrae.

¿Cómo ha sido el proceso de formalización del proyecto, una vezestablecidas sus premisas condicionantes de objetivos, localizacióny costos? Sería inútil decir que no ha sido laborioso, porque lo hasido. Once anteproyectos fueron sucediéndose, siempre sobre unmismo esquema, pero incorporando definiciones y detalles, antesde concretarse en el proyecto básico definitivo. Laborioso, comosiempre ocurre en todo proyecto hecho en estrecha colaboraciónentre una propiedad que sabe lo que quiere, un arquitecto que per-sigue la idea de servir realmente a lo que de él se espera, y unosequipos técnicos colaboradores, que por razón de eficacia nopueden admitir sino lo que las técnicas exigen. Espero que el rigorexigido y puesto en ejercicio por todos los que hemos trabajado ensu formalización se traduzca en la obra eficaz y significante que demi se espera.

Comenzaré por proyectar los dibujos de sus alzados, dibujos estric-tamente técnicos sin concesiones a las parafernalias que muchasveces ocultan el rigor de las trazas. Hemos procurado dibujar unaimagen fuerte y sobria hacia el exterior, que al construirse (con eljuego de calidades, colores y texturas que da el contraste entre lasobriedad del hormigón y la exigente calidad del aluminio negro y delas amplias lunas) será más rica que la abstracción de sus esquemasformales.

Por dentro del edificio será aún más sobrio (casi pobre) en sus sen-

16

cillos detalles y en sus elementales materiales expresivos: terrazosblancos, linóleos verde grises en sus suelos, blancos de cal y grisesde hormigón en sus muros; sus techos, también blancos de sus cie-los, rasos, de escayola, donde se alojarán los múltiples mecanismosde iluminación y de las variadas instalaciones que el edificio incorpo-ra. Carpinterías blancas en sus puertas, de cuidado diseño y buenaconstrucción, terminadas con laminados plásticos para su mejor man-tenimiento, y poco más. El éxito queda confiado al riguroso diseño, ala pobreza de sus piezas y al buen orden de su geometría.

La fuerte dimensión de los "soportes" de fachada, además de esa fun-ción resistente, aloja la red periférica de su instalación de acondi-cionamiento. Ese juego nace de la voluntad de que en este proyectolos requerimientos técnicos (estructurales y de acondicionamiento)condicionen su expresión formal exterior, y en base a ellos se haplanteado su composición, que viene a dibujar unas salas de investi-gadores grandes y diáfanas en cuyas áreas centrales se situarán losdepósitos de libros, rodeados de los puestos de trabajo (cuatro porgrupo de amueblamiento), dentro de una caja acristalada, que inun-dará de luz los recintos de estudio y disponiéndose como ya he expli-cado las galerías perimetrales de limpieza, y todo ello a su vezrodeado por la trama resistente y ambiental. Lo cual hace del diseñodel proyecto un todo orgánico y coherente.

En la planta de ingreso, como veis, se sitúa el amplio vestíbulo, desdeel cual se accede de una parte el área de dirección y oficinas técni-cas de la Biblioteca (que también tienen acceso desde losaparcamientos posteriores) y a dos áreas de control y seguridad queprotegen de una parte las entradas a las plantas de investigadores delos pisos superiores que antes hemos visto, y también al archivohistórico, localizado en la planta inmediata inferior. Por otra parte sir-ven para controlar el ingreso a la zona de la sala de referencias, medi-ateca, prensa diaria y nuevas adquisiciones (situadas en esta plantade entrada) y por esta amplia escalera, también a la hemeroteca (situ-ada en la planta del primer sótano).

Aparte de estos locales, desde el vestíbulo principal también seaccede a los locales comerciales previstos por el programa: una libr-ería y una cafetería, relacionados mediante una escalera circular, ycon acceso directo desde el exterior. Como fondo del vestíbulo seprevé cerrar la vista con un gran muro de alabastro, y un busto delBeato Josemaría, Fundador de esta Universidad, como justa expre-sión del agradecimiento de todos sus profesores y alumnos.

En la planta del primer sótano se sitúan los locales ya indicados de lahemeroteca, el archivo histórico y sus dependencias, y también lacafetería, que cuenta con un segundo acceso desde el patio parasuministro y evacuación. Completan esta planta las zonas destinadasa depósitos generales de la Biblioteca y sus servicios generales enconexión con unos depósitos de la actual Biblioteca.

17

Y ya sólo nos falta ver la planta del segundo sótano destinada ínte-gramente a instalaciones generales, y a esta galería subterránea deenlace con la Biblioteca existente. Está previsto que en ella se instal-en dos cintas de transporte de libros para unir el depósito de la actu-al Biblioteca con los servicios de montalibros de la nueva.

Es ya hora de poner fin a este acto y así lo hacemos, pues el objetivode explicaros el proyecto de la nueva Biblioteca está básicamentecumplido. Sin duda la arquitectura (y especialmente sus proyectos), sondifíciles de explicar, como toda realidad creativa plástica, que empleala vía de los sentidos para trasladarnos su realidad y su emoción.

El argumento de un cuadro o de una escultura nunca puede agotar larealidad de la pintura o de la escultura que se pretende explicar.Dificultad que en la arquitectura se aumenta al ser la percepciónespacial interna otro de los factores esenciales del hecho arquitec-tónico, percepción que requiere no sólo la percepción estática, sinotambién de sus recorridos, para llegar a ser entendida y apreciada. Yasé cómo la obra llegará a ser hasta en sus menores detalles, hasta ensu amueblamiento, pero me sigue siendo difícil trasladaros mis inten-ciones y emociones.

Y mucho menos a través de unos documentos redactados para darórdenes pero no para transmitir sugerencias. Esto, ya os lo he dichoen clase muchas veces, requiere de otros medios (perspectivas,fotomontajes o maquetas) que en este caso no se han realizado. Y lolamento al término de esta exposición.

Confío en que el resultado (y estoy seguro de ello) se correspondacon mis deseos y con la visualización que yo tengo de lo que ha dellegar a ser; y en que podré ofrecer a esta Universidad, a la que tanunido me siento, un nuevo edificio significante y eficaz, contando conla colaboración de todos los que junto a Ignacio Araujo, me prestaránsu ayuda; una pieza más que aporte su voluntad de perfección al con-junto del Campus.

Y así, día a día, confío en vivir con vosotros esta nueva experiencia yesta nueva esperanza.

Muchas gracias.

Javier Carvajal

18

19