Casa Editorial MAUCCI. Mallorca, 166; Barcelona
Transcript of Casa Editorial MAUCCI. Mallorca, 166; Barcelona
Casa Editorial MAUCCI.— Mallorca, 166; BarcelonaDiputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 1
MIGUEL MIRANDASAN PEDRO, 7T E L 429 45 7628O14 MADRID
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 2
LOS CONQUISTADORES
PRINTED IN SPAIN
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 3
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 4
FRANCISCO VILLAESPESA
LOS CONQUISTADORES
FOEMfl EN SIETE CflNTÓS
BARCELONA
CASA EDITORIAL MAUCCIGran medalla de oro en las Exposiciones de Viena de 1903, Madrid
1907, Budapest 1907, Londres 1913, París 1913, y gran premioen la de Buenos Aires 1910
Calle de Mallorca, núm. 166
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 5
Es ¡ropietlail Je .-.t.i •-.'*« E Utorial
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 6
DEDICATORIA
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 7
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 8
DEDICATORIA '
AL EXCJVIO. SK. D. NICOLÁS RIVERO,
MAESTRO EN TODAS LAS VIRTUDES DE LA RAZA
¿Porque fuiste, señor, en las horasmás tristes y aciagas,quien mejor defendió con su plumalos sagrados derechos de España;porque siempre tu voz ha sonadocomo una gloriosa campana,pregonando en las tierras de Américael prestigio inmortal de la raza,yo te ofrezco, como un homenajeal gran patriota y al gran patriarca,estos cantos que son como un himnoque revive las glorias pasadas...!¡ Siete rosas de fuego y de oroque deshoja mi Musa a tus plantas...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 9
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 10
CANTO PRIMERO
GALICIA
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 11
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 12
GALICIA
De Galicia, la verde Galicia,
al amor y al ensueño propicia;
la del dulce y suave idioma
que a las almas encanta y aroma
con fragancias de frescos rosales,
con su tibio arrullar de paloma
y la miel de sus áureos panales...!
Lenguaje de hidalgos y de campesinos,
de nobles decires y giros traviesos,
que es como un sonoro desgranar de trinos
y como un callado suspirar de besos;
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 13
1.2 FRANCISCO VILLAESPESA
hecho con espumas de los manantiales,
con reflejos áureos de constelaciones,
murmullos de brisas y aves matinales,
para que en divinas fiestas musicales
comulguen las almas y los corazones;
donde el verbo esmalta, resplandece y brilla,
y el diminutivo nos perfuma y besa...
¡Madre de la austera lengua de Castilla
y de la gloriosa lengua portuguesa..,!
Manantial de divina harmonía,
donde Curros rimó su tristeza,
y en su rueca de ensueño y poesía
en estrofas de eterna belleza
sus pesares hilo Rosalía...!
De Galicia, el Edén de Occidente,
rubia Onfalia ds pálida frente,
pupilas de estrellas y rizos de oro,
que en tiempos remotos, junto al mar sonoro
qua amansaba, en su honor, su oleaje,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 14
LOS CONQUISTADORES 13
trocando en arrullos sus- roncos clamores,
vio a sus plañías, como un homenaje,
la clava de Hércules cubierta de flores...!
De Galicia, la lírica ondina,
la meiga, que envuelta
en su tenue cendal de neblina,
con sus cantos sus penas engaña;
y la trenza romántica suelta
y en remansos de luna se baña...
1 Verde ramo de muérdago celta
que corona las sienes de España...!
De esa tierra, en los galeones,
arribaron tenaces varones,
fuertes y animosos,
igual que los osos
de sus hoscas montañas bravias;
de ademanes y gestos altivos,
y de transparentes ojos pensativos
como el embrujado verdor de sus rías I
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 15
14 FRANCISCO VILLAESPESA
¡Almas puras, sencillas JJ buenas,
religiosas cual las azucenas
que despliegan sus broches de nieve
entre los vallados de espinas cubiertos,
cuando Abril, en la paz de los huertos,
sus collares de aljófares llueve,
y de espumas se "visten los mares,
como novias que van su tesoro
a ofrendar en los niveos altares,
y el silencio de los colmenares
se puebla de risas y besos de oro,
y la aurora los cielos zafira
y a la brisa perfuman las flores,
y una gaita, lejana, suspira
los amantes preludios de un canto
que comienza en sonrisas de amores
y termina en sollozos de llanto...!
¡Contexturas robustas y sanas
cual los firmes troncos de sus robledales,
y rostros lozanos, como las manzanas
que perfuman las arcas forales...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 16
LOS CONQUISTADORES 15
¡Aspectos risueños: labios cantarinos,
como el agua clara que en las alamedas
espuma los cubos y mueve las ruedas
de sus frescos y alegres molinos...!
¡Nobles corazones, llenos de ansiedades,
abiertos a todo generoso empeño,
donde las morriñas vendimian ensueño
y romanticismos vierten las saudades..!
¡Almas que de cantos pueblan su camino,
besando reliquias con su fe devota
y ungiendo de flores todas las posadas,
donde como en viejo caracol marino
vibra aún la marea confusa y remota
de antiguas proezas y glorias pasadas...!
¡Amigos de todo lo que ensueño sea...I
En- las invernales veladas de aldea,
en torno al yar donde crujen las castañas
y un enorme tronco de encina flamea,
narran, en voz queda, leyendas extrañas
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 17
16 FRANCISCO VILLAESPESA
de blancas corderas y rojos dragones,
de humildes pastoras y fieros ladrones;
santos ermitaños
de pardos sayales y negra esclavina
que están de rodillas más de dos mil aflo«
oyendo a un divino ruiseñor que trina;
de rubias princesas u de encantamientos,
de duendes y trasgos y de almas en pena,
mientras la montaña se desgaja y truena,
cual si a desplomarse fueran sus cimientos,
y el rayo en las sombras fosforece y brilla,
y las tempestades y los roncos vientos.
azuzan, silbando, su feroz trailla
de osos gruñidores y lobos hambrientos...!
Fijosdalgo ágiles, que con sus ballestas,
corceles y gritos, trompas y alelíes,
turban la profunda paz de las florestas;
desjarretan ciervos, hieren jabalíes,
desquijan lobeznos y estrangulan osos,
y ardiente de gozo la altiva mirada,
a sus viejos pazos tornan orgullosos,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 18
1.03 CONQUISTADORES 17
cual si regresasen de alguna Cruzada,
mientras en los cielos la Luna riela,
y por los caminos
resuenen los salmos de los peregrinos
que van a Santiago de la Compostela...!
Labriegos, que honrados, por pagar los foros,
en las apreturas de los malos sños,
cuando los pedriscos asuelan sus lares,
llevan al mercado novillos y toros,
empeñan sus chozas, vendan sus rebaños
y hasta malbaratan sus propios, ajuares;
y pasan, sin tregua, semanas enteras,
rindiendo al trabajo fervientes tributes,
al cuidado siempre de sus sementeras,
para que otras bocas se -coman los frutes,
mientras en sus pazos los ricos hidalgos
regiamente cuidan halcones y galgos,
y en sus bacanales, entre trovadores,
en copas de plata consumen los vinos
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 19
18 FRANCISCO VILI-AESPESA
da las verdes viñas que los campesinos
fecundaron con tantos sudores!
Nobles y pecheros, clérigos, seglares,
dejando sus chozas, pazos- y abadías,
el espumeante clamor de sus mares
y el maravilloso verdor de sus rías;
la paz de sus montes, la luz de sus cielos,
la tumba en que duermen los viejos abuelos,
la cruz da la ermita, la novia y la hermana,
la esposa y. los hijos y la madre anciana,
seducidos por tanta aventura,
ansiosos de glorias ij hambrientos de oro,
descolgando la antigua armadura
que en la sala empolvada yacía,
partieron un día,
buscando un tesoro,
para la lejana
tierra americana
que tras de los mares su edén ofrecía...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 20
LOS CONQUISTADORES 19
Trocaron en flores los yermos de abrojos;
bajo sus constancias agua dio la roca...
¡Mas siempre tuvieron, en su vida loca,
la visión de Galicia en los ojos
y el cantar de su patria en la boca!
¡Y en las rumorosas tardes tropicales
aprendieron los dulces turpiales,
el río y la vega,
y la brisa y la ruda montaña,
a llorar con la gaita gallega
las divinas saudades de España!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 21
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 22
CANTO SEGUNDO
ASTURIAS
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 23
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 24
ASTURIAS
¡Pródigos y verdes valles asturianos,
donde junto al hórreo que encierra los granos,
en las perfumadas tardes abrileñas,
al son de las gaitas y los tamboriles,
cascabeleantes danzas pastoriles
riman los zuecos con las almadreñas,
mientras a la sombra de los robledales
roncos estribillos acompasa el- coro,
y en los amplios vasos de toscos metales
espuma la sidra sus sueños de oro;
y su gracia ingenua muestra el caserío,
con sus rojos techos y su parda torre,
sobre los cristales sonoros del río
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 25
2 4 TRANCISCO VILLAESPE5A
que entre los vallados y los setos corre;
y el Sol, en Poniente, deshoja un tesoro
de rosas de fuego, rojas y amarillas,
y en los henos frescos mugen las novillas
bajo la encelada lujuria del toro...
¡Aldeas de Asturias, cual nidos da azores
de los altos picachos pendientes...!
Torrenteras y rústicos puentes,
abetos y heléchos; rebaños, pestores;
ásperas veredas llenas de zarzales,
y vuestros nevados montes pensativos,
os dan el encanto de las Pastorales
y los Nacimientos de los Primitivos!
Y cuando en ñl alba vibran los rabeles
y alguna zampona sus cantos desgrana,
y a misa primera llama la campana,
parece que un Ángel les gritaba los fieles:
«—Aíleluia...! hosanna...! En aquella aldea
perdida en los montes, junto aquel casebre
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 26
LOS CONQUISTADORES 25
que entre la neblina matinal humea,
Cristo vino si mundo, dentro de un pesebre...!»
¡Boscajes da Asturias...! En las alboradas .
alegran los sotos y las hondonadas,
con sus bulliciosas risas cristalinas,
las mozas que trinan, como golondrinas,
colmando en las claras fuentes sus ferradas,
mientras la calandria saluda a la aurora,
y con sus brillantes perlas azogadss
el cñorro argentino, al brotar, añora
los dulces preludios de un cuento de Hadas:
«Erase que se era una reina mora...»
Y esparcen las brisas, en lánguido vuelo,
su aterciopelada caricia olorosa,
como si lloviesen pétalos de rosa
desde los jardines celestes del cielo...!
i Montes asturianos...!
Gruñidos de osos y aullidos de lobos...
Curvas femeninas tienen los manzanos
u hay gestos viriles en los algarrobos...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 27
26 FRANCISCO VILLAESPESA
Oh, PICOS DE EUROPA, cumbre soberana
que al azul elevas, como en son de reto,
la altivez eterna de tu frente cana
y tus gigantescos brazos de esqueleto...!
Como un centinela, sobre el mar descuellas;
un clamor de siglos rueda en tus barrancos,
u tus blancos picos, bajo las estrellas,
gruñen tempestades, cual los osos blancos!
Cuando avenía la tarde sus lumbres
en la paz helada de tus altas cumbres,
como pirotécnicos juegos de artificios
que en castillos áureos de ilusión se apagan,
y como serpientes las tinieblas vagan
en las soledades de tus precipicios;
por tus vericuetos y tus barranqueras,
como desahogos de sus alborozos,
su alalá dan al aire los mozos
de aterciopeladas y negras monteras,
mientras, lejos, los ecos burlones,
prolongando los rudos sonidos,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 28
LOS CONQUISTADORES 27
multiplican y ahuecan sus sones,
despertando otros ecos dormidos;
u el silencio de espantos se asombra,
y gimen los pinos y aullan los vientos,
cual manada de lobos hambrientos
disputando su presa a la sombra;
y en su espejo un remanso retrata
a la Luna naciente, que asoma
tras el turbio verdor de una loma
su fosforescente guadaña de plata;
y en el fondo de los albarranes
del vetusto molino, resuena,
como los clamores de algún alma en pena,
el remoto gañir de los canes...!
De esa tierra fecunda y bravia,
olvidando las viejas casonas,
a las que el escudo presta la hidalguía
de sus lambrequines y de sus coronas,
arribaron los nobles y fieros
descendientes de aquellos guerreros
que en los heroísmos de edades lejanas,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 29
2 8 FRANCISCO VILLAESPESA
vieron, por sus montes, con las alas rotas
desbandarse en sangrientas derrotas,
a las invencibles águilas romanas;
y antes de humillarse bajo extraños {jugos,
en la cruz murieron, para honrar su tierra,
ultrajando a sus propios verdugos
con sus bárbaros cantos de guerra...!
i Vastagos gloriosos de aquellos varones
que en sus ventisqueros y en sus socavones
los Picos de Europa con asombro han visto
combatir con la negra fortuna,
y. mellar en las cruces de Cristo
los corvos alfanjes de la Media Luna,
arrojando, cual himno de aliento,
a la gloria infinita del viento,
hasta hacer trepidar la montaña
y temblar en sus ejes la Tierra,
esa voz — ¡ Reconquista! — que enezerra
toda el alma indomable de España...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 30
LOS CONQUISTADORES 29
Voz, a un tiempo liarmoniosa y bravia,
que a través da ocho siglos rezonga
de la Cueva de la Covadonga
a las playas de la Andalucía...!
¡Nobles paladines de la estirpe ibérica,
que con sus espadas y con sus corceles,
renovaron en tierras de América,
por mares y sslvas, montes y breñales,
los gloriosos y eternos laureles
de las epopeyas de sus ancestrales,
domeñando a sus plantas el rsyo,
y clavando, en la altiva montaña,
como emblema, la cruz de Pelayo,
que es la enseña más noble de España!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 31
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 32
CANTO TERCERO
VASCONIA
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 33
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 34
VASCONIA
De las verdes montañas vasconas
arribaron hercúleos caudillos,
adustos y firmes como sus castillos
y francos y abiertos como sus casonas,
de amplias frentes, leoninos pelambres,
anchos hombros y altivas miradas;
y de almas tenaces, profundas y osadas,
como las raigambres
del inconmovible árbol de Guernica,
bajo cuyas ramas, desde inmemoriales
tiempos patriarcales,
mientras la campana repica y repica
y el cuerno de guerra retumba con brío,
Los con^uísladerts.4—3
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 35
3 4 FRANCISCO VILLAESPESA
nobles y pecheros, , . .
postrados de hinojos y en cruz los aceros,
juraron los fueros
que rigen las leyes de su Señorío...!
Buscan los peligros, aman los trabajos;
huyen de emboscadas, desprecian atajos,
porque, audaz e indómito, su espíritu adora
la ruta inflexible de la línea recta,
cual la que en los aires vibrante proyecta
de sus hondas la piedra sonora...!
En razones tímidos, y en obrar audaces;
tercos en la riña,
nobles en las paces,
con algo de ágiles lobos montaraces
y algo de certeras aves de rapiña!
¡Hombres indomables de aspecto severo,
sobrios de palabras y prontos de manos,
< como modelados en el bronce austera
de los invencibles héroes espartanos...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 36
LOS CONQUISTADORES 3 5
A frivolas fiestas prefieren la caza:
con trompas y gritos acosar la fiera,
y entre los jarales de su madriguera
aplastarle el cráneo con su férrea maza...!
Sus ocios mitigan, oyendo en la plaza,
bajo las arcadas de sus portalones, .
la rústica musa de sus versolaris
que ensalza las glorias de sus campeones
o canta los triunfos de sus pelotaris...!
Y cuando en las cumbres la aurora chispea,
como a Don Quijote, los halla velando
espíritu y armas para la pelea,
pues ley de vascones es vivir luchando...!
¡Lloran de Vasconia la fiera arrogancia
hordas agarenas y huestes de Francia,
que como las olas sobre los peñascos,
cuando desgreñadas rugen las tormentas,
fueron a estrellarse, rotas y sangrientas,
en el heroísmo tenaz de los vascos...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 37
3 6 FRANCISCO VttLAESPESA
Toda temblorosa, hasta en sus cimientos,
la montaña vascona vio un día
del gran Carlomagno, que a galope huía,
el manto de púrpura flotar a los vientos,
dejando abatidos en las ramazones
de sus intrincados bosques seculares,
los penachos de todos sus Pares
y sus invencibles y heroicos pendones,
mientras atronaban las trompas de guerra
y temblaba de espanto la Tierra,
y como avalanchas, entre los peñascos,
saltaban deshechos corazas y cascos,
y se desgajaba la verde arboleda
en mares de sangre, y una polvareda
desolada y trágica entenebrecía
a la luminosa bóveda azulada;
y Roldan, al morir, con su espada,"
compañera de tanta porfía,
apoyado en el tronco de un roble,
cual quien corta su pan, de un mandoble,
de raíz una roca partía...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 38
LOS CONQUISTADORES 3 7
Audaces marinos de hablar altanero,
como acostumbrados a domar los mares,
de ojos de milanos y biceps de acero,
fuertes y robustos como sus pinares
y altos y derechos como un mastelero;
de hoscos ademanes y agresivo porte,
de fortuna y de glorías hidrópicos,
que han curtido los hielos del Norte
y las llamas del sol de los Trópicos...!
Entre tempestades, y truenos y rayos,
esquivando escollos, sus bajeles guía
con esa elegancia y esa bizarría
con que el beduino doma sus caballos,
pues jamás marino zarpó de la playa
tan habilidoso ni tan atrevido
como el que ha nacido
junto al ronco y verde Golfo de Vizcaya...!
Corsarios ingleses,
normandos, franceses;
los piratas turcos y los tunecinos,
y los venecianos y los genoveses,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 39
3 8 FRANCISCO VILL.AESPESA
por tantos combates y tantos reveses
conocen su férreo temple de marinos...!
Saben que serenos, con la frente erguida,
vierten sus zortzicos sobre el oleaje,
con los garfios prestos para la embestida
y las hachas prontas para el abordaje...!
Saben que en las luchas, a su orgullo fieles,
ni cuartel otorgan ni admiten cuarteles;
que sus andanadas son las más certeras ;
y que sus navios, fieros y arrogantes,
antes de rendirse y arriar banderas,
se hunden en las olas con sus tripulantes...!
Por eso si miran, junto a su camino,
el glorioso pendón vizcaíno,
a velas tendidas, escapan sus naves
por el Océano,
cual bandadas de tímidas aves
que han visto en los aires cernerse al milano...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 40
LOS CONQUISTADORES 39
Y América, en todas sus vastas regiones,
contempló asombrada
la nueva Ilíada ;
que rimaron los bravos vascones!
R compás de sus cuernos de guerra
JJ entre el ronco ulular de los perros,
escalaron los ásperos cerros,
en su esfuerzo arrancando a la tierra
yacimientos de plata y de oro,
que recuerdan el regio tesoro
de las mieses en la sementera,
cuando al sol de los rojos veranos
sangran amapolas las anchas praderai
y en la espiga maduran los granos...!
Esmeraldas que evocan el prado
donde suena, en la tarde tranquila,
el sonoro temblor de la esquila
al tornar al establo el ganado...!
Y granates más rojos que el vino
que al calor de los viejos hogares
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 41
40 FRANCISCO VILLAÉSPESA
SG consume en las odres de cuero,
mientras hilan doncellas su lino,
recitando vetustos cantares,'
y allá,fuera, bajo el aguacero
que convierte en torrentes las calles,
aulla el viento aquel canto guerrero
que ha mil años oyó en Roncesvalles...!
¡Y en todos los ojos fulgura igual fuego;
ansias de dominio, misticismo ciego...!
Y en todas las almas igual fe se encierra...
¡La misma fe en llamas con la que Loyola
calcinó el corazón de la tierra
y abrasó toda el alma española...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 42
CANTO CUARTO
CASTILLA
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 43
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 44
CASTILLA
Del ardiente erial de Castilla
acudieron voraces hidalgos,
segundones de horca y cuchilla,
corazón de lobos y perfil de galgos;
toscos y morenos igual que sus trigos,
adustos y secos cual sus barbéchales,
y austeros y sobrios como los mendigos
que oran en los atrios de sus catedrales;
mas de altivos gestos y arrogantes portes,
y más orgullosos que los mismos reyes
a los que en las libres juntas de sus Cortés
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 45
44 FRANCISCO VILLAESPESA
sus Procuradores imponen sus leyes;
porque, enamorado de sus libertades,
ningún castellano
admite más yugos ni más soberano
que el Fuero que rige sus viejas ciudades...!
Ciudades de gruesas y firmes murallas,
castillos de altas torres guarnecidos,
rojos por los mares de sangre vertidos
en tantos asaltos y en tantas batallas;
donde cada piedra narra a las estrellas,
en la épica gesta de sus trovadores,
proezas de los Sanchos y de los Umeyas,
los Fernán González y los Almanzores;
y en que todo, en silencio, murmura
a las almas y a los pensamientos,
a través de la Vasta llanura
que la Luna, que trémula brilla,
con sus halos románticos baña:
«¡Mientras quede un peñasco en Castilla,
flotará, sobre todo, a los vientos,
$1 glorioso penacho de España!»
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 46
LOS CONQUISTADORES 45
¡Nobles infanzones,
en cuya pupila vivaz y sangrienta
y en cuyas siluetas finas y gallardas,
prendieron hogueras las inquisiciones
de ese misticismo que acalenturienta
los toscos sayales de sus tierras pardas!
Tierras de heroísmos
y de fanatismos,
de épicos caudillos y de inquisidores,
místicos galanes y ascéticas damas
—ojos para todas realidades ciegos—,
en cuyos ardores
hasta el pensamiento se retuerce en llamas
y la misma espiga se desgrana en fuegos...!
¡Tierras siempre armadas para la conquista
y la resistencia, con la espada lista
y ensillado y piafante el morcillo,
donde en cada roca levanta un castillo
con sus torreones y almenas feudales
la heráldica pompa de su mole inmensa,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 47
FRANCISCO VILLAESPESA
y todas las almas, para su defensa,
erigen castillos espirituales...!
Tierras pedregosas,
en donde martirios
amoratan lirios
y macerackmes ensangrientan rosas!
Yermos calcinados, áridos calveros,
sin verdor ni aguas,
que son las eternas y rojizas fraguas :
donde nuestra raza templó sus aceros...!
¡Los nobles aceros que en perpetua guerra
y en su infatigable batallar fecundo,
impusieron su ley en la tierra
y plantaron su cruz sobre el mundo!
Tierras calcinadas,
solamente de sangre regadas,
fecundas tan sólo de llantos,
en donde las mieses y las amapolas
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 48
LOS CONQUISTADORES 47
nutren sus corolas
con cenizas ds héroes y santos...!
Tierras visionarias de luz y de gloria,
donde todo es lumbre y es ritmo sonoro,
y en donde ha esculpido, en bronce, la Historia,
sus más bellas leyendas de oro!
¡Tierras de epopeyas y rojas matanzas,
por cuya planicie gris, árida y seca,
reluciente de sol el acero,
entre un bosque de escudos y lanzas,
aun el Cid cabalga sobre su Babieca,
al compás sonoro de su Romancero;
y el buen Don Quijote,
ciñendo encantados yelmos de Mambrino,
atraviesa, al trote
de su Rocinante,
en todo gigante mirando un molino,
con la lanza en ristre y el reto en los labios,
desfaciendo entuertos y vengando agravios;
y en toda aventura
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 49
48 FRANCISCO VILLAESPESA
y en toda pelea,
se juega la vida por la fermosura
de nuestra señora Doña Dulcinea!
Tierras de videntes y de iluminados,
donde disciplinas y foscos cilicios
a la carne humana limpian de pecados
y besos de fuego purifican vicios;
donde todo es llama,
polvo, humo y ceniza,
y los caballeros mueren en la liza
por su Dios, por su patria y su dama;
donde de coronas, cetros y joyeles,
púrpuras, armiños, sedas, brocateles
y tisú se cubren las momias reales,
para que con fiestas y con besamanos
sueñen, en sus ocios, los regios gusanos,
en los pudrideros de los escoriales;
donde sólo brotan flores torturadas,
perfume que mata al tiempo que besa,
las rosas de llamas de los Torquemadas
y los rojos lirios de Santa Teresa!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 50
LOS CONQUISTADORES 49
¡Tierra de soberbia, da altivez y orgullo,
donde nada existe fuera de lo suyo;
donde Cristo tuvo, para que de pleno
su pueblo indoniable se hiciese cristiano,
que perder su dulce perfil nazareno,
tomando ese trágico gesto castellano,
que eriza de espanto nuestra cabellera
y el alma en un puño de hierro nos mete;
tal como en sus tallas lo vio Berruguete
y en sus foscos lienzos lo pintó Ribera.,.!
¡Tierra de ideales,
de rojos martirios y místicas palmas,
donde almas en éxtasis son las catedrales,
y son catedrales de fuego las almes!
De esa tierra, matriz de la reza,
unos con sayales y otros con coraza,
arribaron, humildes y osados,
frailes y soldados,
honra y prez de la gente esforzada,
Los conquízladores
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 51
5 0 FRANCISCO V1LLAESPESA
a imponer religiones y leyes,
su Dios y sus Reyes,
unos con sus cruces y otros con su espada...!
¡Orgullosos, altivos y fieros,
como los halcones que en las cetrerías,
entre tintinantes cascabeleras,
tiemblan en los puños de sus halconeros!
Plebeyos obscuros y nobles señores,
de ademanes sobrios y mirar profundo,
que andan por la tierra como emperadores,
U ai hablar parecen los dueños del mundo...!
Y agitando en el viento sonoro
sus morados y heroicos pendones
con leones y torres de oro,
al galope de férreos bridones,
virginales florestas hollaron,
vadearon quiméricos ríos,
i y los pobres e incultos bohíos
en grandiosas ciudades trocaron...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 52
LOS CONQUISTADORES 51
Constelada de invictos blasones
su bandera flotó en los espacios,
en la cima de abrupta montaña,
sobre torres de altivas mansiones
que recuerdan los nobles palacios
de las viejas ciudades de España!
En cada calleja los medrosos brillos
de las candilejas y los farolillos
alumbraron figuras divinas
en los azulejos de las hornacinas...
Y los naturales, pálidos do asombros,
vieron a los Cristos—¡Cristos castellanos! —
entre incienso, cirios, palios y oraciones,
cruzar por las calles, llevados en hombros
de los dominicos y los franciscanos,
en la apoteosis de las procesiones!
Por doquier nos anuncia el trabajo
del ibero tenaz la presencia...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 53
5 2 FRANCISCO VIIXAE8PESA
Los molinos recuerdan el Tajo,
los batanes evocan Patencia,
y los templos, la Fama pregona
que son todos trasunto y remedo
de la gran Catedral que corona
la cabeza imperial de Toledo!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 54
CANTO QUINTO
ANDALUCÍA
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 55
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 56
ANDALUCÍA
De los luminosos campos andaluces
u del fértil solar extremeño, ;
arribaron, en naves de ensueño
—violas y rosarios, espadas y cruces—,
los nobles galanes, , i
glorías de la raza, i
de elegantes gestos y amplios ademanes,
la falange homérica,
cuyos corazones, bajo la coraza,
encierran más fuego que arde en los volcanes
que muerden los senos morenos de América!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 57
56 FRANCISCO VÍLLAESPESA
¡El Sol que en las almas su faro ha prendido,
el místico incienso que la estirpe aroma;
los que se han nutrido
con la férrea médula y la heroica savia
de la loba augusta de la madre, Roma
y de los gloriosos leones de la Arabia...!
¡Los que por las venas sienten, en un vago
crepitar de siglos, desbordarse en fuegos,
sangre de los áureos semidioses griegos
y de los broncíneos hijos de Cartago...!
(Jardines de flores y frutas sonoras,
que eran como tirsos cuajados de estrellas,
adornados con cintas de auroras,
donde las Hespérides, desnudas y fcellas,
vieron con sus negras pupilas ardientes,
pálidas de asombros y mudas de celos,
la clava de Hércules girar en los cielos,
y partir, de un golpe, los dos Continentes!)
¡Los que levantaron, en gloriosa justa
con los monumentos del arte romano,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 58
LOS CONQUISTADORES 57
el maravilloso arco de Trajano
u el ciclópeo puente de Emérita Augusta;
disputando al laurel virgiliano
su más lírico y puro tesoro,
con los versos de bronce y de oro
del poema inmortal de Lucano;
cincelando en el mármol que encierra
el viril corazón de su tierra,
para ornar sus floridos edenes,
esculturas que fueron envidias
de las Afroditas que plasmara Fidias
y de los Apolos qus esculpió Cleoraencs;
y dejando, en mitad de la hispálica
llanura que el Betis pródigo fecunda,
las gloriosas cenizas de ffitmda
g los portentosos escombros de Itálica...!
(A los resplandores de los lampadarios,
entre los aromas
que en la sala riegan los turibularios,
Afrodita deja volar sus palomas
para que confundan su arrullo en un trino,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 59
58 FRANCISCO VILLAESPESA
y Dionysos colma las copas de vino,
mientras de las flautas frigias a los sones
desfallecen de amor las canciones,
y sobre el mosaico de jaspe sonoro,
repiqueteando crótalos de oro
y desmelenadas las trenzas endrinas
sobre su impecable desnudez de Leda,
riman las más dulces voluptuosidades,
los talles esbeltos y los pies de seda
de las danzarinas divinas de Gades...!)
Los que confundiendo su sangre gloriosa
—por fenicia, por griega y latina
tres veces divina—
con la luminosa
sangre de las nobles tribus agarenas,
en las medioevales
barbaries feudales,
hicieron de Córdoba una nueva Atenas,
acendrando en sus nuevos crisoles
del arte y la ciencia fecundas simientes,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 60
LOS CONQUISTADORES • 59
y poblando el desierto de fuentes
y sembrando la noche de soles...!
(Con iris de gemas, reflejos de astros,
con inverosímiles randas de alabastros,
auroras de aljófar y encajes de llamas,
teje la pericia de los alarifes
la gloria inaudita de tantas aljamas,
de tantas alharnbras y generalifes...!
Alcázares mágicos; fragantes jardines
que alegran con perlas de luz las fontanas;
camarines donde sueñan las sultanas
y alminares donde rezan los tnuezzines...!
Flotan primaveras
de verdes banderas,
de rojos penachos y albos alquiceles;
suenan afiafiles, trompas y atabales;
tascando los frenos piafan los corceles,
y entre cimitarras, lanzas y broqueles,
despliega el cortejo sus pompas triunfales...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 61
60 FRANCISCO VILLAÉSPESA
Y resplandecientes cruzan los kalifas
de los negros ojos y las barbas bellas,
desgranando perlas en las alcatifas
y sembrando el suelo con luces de estrellas.
Y a su paso arden, tras los alhamíes,
pupilas obscuras, cual constelaciones,
y los crisopacios de sus borceguíes,
rugiendo de gozo, lamen los leones...!
Bajo el plenilunio que en los ajimeces
llueve la dulzura de sus palideces
como temblorosas lágrimas secretas,
al son de la guzla, bordan los poetas
kasidas de ensueño, gacelas de encanto,
con gemas de besos y perlas de llanto...!
Llorando comenta su melancolía
el romanticismo de los surtidores;
entreabre un suspiro una celosía,
y se afina el cajito de los ruiseñores...
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 62
LOS CONQUISTADORES 6 1
Y el alma, extasiada.en su melodía,
el perfume nostálgico siente
de todos los nardos, rosas y jazmines
que hay en los jardines
de las encantadas leyendas de Oriente...!)
De esa raza de luz y poesía,
magnánima y pródiga, que da a manos llenas
oro de su bolsa, sangre de sus venas,
corazón y alma, y hasta fantasía;
tnn voluptuosa
y tan melodiosa,
tan enamorada del dulce pecado,
que hasta el Paraíso de su íe ha poblado
de besos de huríes y lechos de rosa:
de esa raza ardiente son los andaluces;
por eso, aunque besan y adoran las cruces,
siempre que el alfanje de la Luna asoma,
su alma, como un nardo, se vuelve hacia Oriente,
y una vsga pena anubla su frente,
añorando el Edén de Mahoma...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 63
6 2 FRANCISCO V1LLAESPESA
¡Nobles andaluces, tan enamorados
y tan generosos como sus abuelos,
que saben de guerras, cantos y pecados,
y morir de amores y matar de celos...!
Alma toda seda, suavidad y brisa,
presta al galanteo, pronta a la estocada,
que a todo se arriesga pc»r una mirada
y todo lo pierde por una sonrisa...!
Ama el fausto, el lujo; joyeles, cintillos;
las empuñaduras con incrustaciones,
y los brocateles para sus justillos
y los terciopelos para sus jubones;
y cruzar ufano,
con la capa al viento, plazas y jardines,
caracoleante
sobre su piafante
potro jerezano
que con perlas lleva trenzadas las crines...!
Busca la aventura, ama las querellas,
y los bandolines y la serenata
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 64
LOS CONQUISTADORES 6 3
bajo las furtivas lágrimas de plata
que desde los cielos vierten las estrellas;
la cita de amores __
en la solitaria paz de la calleja,
junto a los barrotes de la antigua reja
donde el plenilunio se desborda en flores;
el destino ciego
y fatal que ronda las mesas de juego:
y cuando al capricho del azar se entrega,
tranquilo y risueño, con la frente erguida,
a una sola carta no sólo se juega
toda su fortuna, sino hasta la vida...!
Gusta entre el estruendo de la artillería
asaltar castillos, abordar galeras;
penetrar a saco villas y ciudades,
luchar con las olas de la mar bravia;
desplegar al viento sus nobles banderas
retando las furias de las tempestades...!
Pero, tan valiente como generoso
—igual da vencedor que vencido—,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 65
6 4 FRANCISCO VILLAÉSPESA
siempre tiende su mano al caído
y sus escarcelas al menesteroso...!
En todo derrocha su vida y sus oros,
raza principesca, soñadora y fuerte,
que ama los peligros y que se divierte
jugando a la muerte
en las luminosas corridas de toros...!
Y que da a las vírgenes de sus catedrales
las bocas floridas, las carnes morenas
y las harmom'osss curvas sensuales
de sus trinitarias y sus macarenas...!
¡Raza de galanes, pródiga y preclara,
que gusta de besos, de vino y jolgorio,
cuya alma de fuego florece en Manara
y en la capa roja de Don Juan Tenorio...!
I Raza que de rosas sü camino alfombra,
que a sus penas pone disfraz de alegría,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 66
LOS CONQUISTADORES
y que, cual Don Félix Montcmar, iría ¡
hasta el mismo infierno, siguiendo a una sombra...'
¡Quien no vio a Sevilla,
no vio maravilla...! ..
¡Quien no vio a Granada, •
que ciegue los ojos, porque no vio nada!
¡Quien no vio de Córdoba la Mezquita "santa,
las blancas ermitas y el cielo divino, ;
que un nudo de esparto se eche a la garganta
y se cuelgue de un roble o de un pino...!
¡Quien entre los labios de una malagueña
del amor no probó el embeleso, *,
que entre en la cartuja y vista estameña,
porque nunca sabrá qué es un beso...!
¡Quien en las pupilas de una gaditana
no vio las estrellas,
Los eonrinútadores.—¿f
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 67
G6 FRANCISCO VILLAESPESA
ni escuchó las amantes querellas
que una triste guitarra desgrana,
ni gustó de Jerez la alegría,
ni ha mirado a la luz de la Luna
deshacerse sonoro cual una
vihuela de plata el mar de Almería;
quien no ha visto jamás la Giralda,
ni entre bosques de viva esmeralda
de la Alhambra el bermejo destello,
ni de- Ronda lloró los cantares,
¡que se amarre un peñasco del cuello
y su pena sepulte en los mares...!
En naves de ensueño, de gloria y leyendas,
llegaron los hijos de la Andalucía,
a plantar un día
sus nómadas tiendas
de aventura, de luz y poesía,
en la exuberante tierra americana,
i y esponjóse en fiesta la selva lejana,
y hasta el Andes saltó de alegría...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 68
LOS CONQUISTADORES 67
Y en las callejuelas
de la nueva villa
—igual que en Granada, Córdoba y Sevilla—
a la medía noche resuenan espuelas,
cruzan galleantes sombras embozadas,
y al pie de los altos y férreos balcones
estrofas ds besos tejen las canciones
y ayes de agonía riman las espadas...!
Y los nuevos cíelos lloraron estrellas,
oyendo las dulces y tristes querellas ;
con las que desgarra
el blanco silencio de luna y de flores
el encantamiento ds alguna guitarra
que a la par se muere de celos y amores,
recordando, tras la lejanía
de montes y selvas y mares dormidos,
las blancas ciudades, los campos floridos
y los claros cielos de su Andalucía...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 69
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 70
CANTO SEXTO
CANARIAS
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 71
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 72
CANARIAS
Islas encantadas,
de leyendas y de tradiciones;
las que los antiguos, en sus cronicones,
con razón llamaron Las Afortunadas;
donde cada roca sus formas trasmuda
en un femenino blancor de azahares,
y bajo las regias púrpuras solares
es una Afrodita que surge desnuda
de la espumeante gloria de los mares...!
Coros de sirenas :
con las cabelleras ceñidas de flores,
que alzan, en las olas, sus carnes morenas,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 73
7 2 FRANCISCO VILLAESPESA
y al marino cantan: «—¡Olvida tus penas...I
i Ven a nuestros brazos, a morir de amores...!
i Tálamos de oro son nuestras arenas!
Somos como el- Teide, rey de las montañas,
que a alzar entre todas su frente se atreve..!
¡Por fuera, más blancas que la misma nieve;
mas, como él, tenemos fuego en las entrañas...!
No hay voluptuosas :
curvas femeninas,
tan tenues y finas
ni tan amorosas,
cual las suavidades de nuestras colinas,
hechas de jazmines, terciopelo y rosas;
ni las fabulosas
reinas orientales
ungieron sus senos y su cabellera
con aromas como los que eternamente
sobre nuestros huertos y nuestros casales,
la gracia divina de la Primavera
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 74
LOS CONQUISTADORES 73
vierte dulcemente, cariñosamente,
como si perfumes el cielo lloviera...!
Ni las islas griegas, con ser tan hermosas
que hasta fueron cuna de paganas diosas,
tienen la hermosura
de la Gran Canaria, ni de Tenerife,
ni de Lanzarote, ni del Arrecife,
ni Fuerteventura;
que en ningunos mares vieron las estrellas
ni las procelarias,
islas tan fragantes, tan nobles y bellas
como Las Canarias...!
Con razón, en ellas,
la maravillosa religión pagana
reconcentrar quiso
todos los deleites de su Paraíso,
para regocijo de la especie humana!
V para mirarnos, hasta el Océano
aclara sus grandes pupilas aguíes,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 75
7 4 TRANCISCO VILLAESPESA
riza las marañas de su pelo cano,
y engalana de espumas sus tules;
y trocando el clamor de su ira
en un trémolo alegre y sonoro,
con el son más gentil de su lira,
al besar nuestra frente suspira
serenatas de plata y de oro...!
Y parece que Dios, desde el cielo,
mientras acaricia sus barbas de abuelo,
su mirar más azul nos envía...
Y al vernos tan blancas, tan lindas u puras,
desde las alturas,
en la polvareda lunar se extasía
en una sonrisa, la Virgen María...!» ¡
Islas españolas del mar africano,
que son cual divinas
y alegres ondinas,
que bajo la Luna, danzan de la mano,'
con las trenzas sueltas, un canto pagano...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 76
LOS CONQUISTADORES 75
Playas harmoniosas, en las que las olas
con besos de espumas deshojan corolas,
y lamen las plantas descalzas y finas
de esbeltas colinas
en cuyos corpinos sangran amapolas...!
¡Valles llenos de luz y de brillos,
arboledas de frescos verdores,
como canastillos
desbordantes de frutos y flores,
donde son las frescas brisas más suaves
y los aires son más transparentes,
y gorjean más dulces las aves
y más claras y alegres las fuentes;
donde las campanas
vuelan harmoniosas,
como golondrinas,
como mariposas,
en fugas de oro, de plata y cristales,
ij fingen las nubes
alas de querubes;
donde naranjales,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 77
76 FRANCISCO VILLAE5PESA
higueras y dátiles, guindos y camuesos
huelen a morenas carnes virginales,
y todas las frutas nos saben a besos;
donde las doncellas de árabes perfiles
y divinas pupilas de ensueño,
doblan sus cinturas con ritmos gentiles
en los simulacros y las bizarrías
de su tangoerreño,
mientras a la verde sombra de la parra
donde los racimos son de pedrerías,
entre los bordones de alguna guitarra
saudades moriscas lloran Jas folias,
y en la paz dorada de los horizontes,
como plañideras,
las esbeltas y tristes palmeras
desgreñan las sombras de sus cabelleras
sobre el silencioso verdor de los montes...!
¡Islas, donde el Teide, como un centinela,
erguido en sus altos sueños de romántico,
atalaya el azul del Atlántico
por ver si descubre temblar una vela,..!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 78
LOS CONQUISTADORES 77
En su altiva frente ostenta el gigante,
igual que un turbante,
su casco de plata bruñido de hielos,
incendiando la paz de los cielos
con su luminoso penacho humeante...!
De esas islas de sol y harmonía,
arribaron inquietos varones, '
de morenas "y enjutas facciones,
en cuya pupila profunda y sombría,
como los fulgores de un volcán lejano
que entre las tinieblas de la noche humea,
se inflama en rubíes y relampaguea
todo el fuego del sol africano...!
Sus voces alegran todos los caminos...
Siempre están de fiestas,
igual que las aves que bordan de trinos
el tisú de sus verdes florestas...!
Gentes bulliciosas, de ánimo esforzado,
ágiles y fuertes, y con tantos bríos,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 79
FRANCISCO VILLAÉSPESA
que cruzan montañas y atraviesan ríos,
saltando en sus picas, cual Pedro Alvarado...!
A palabra dada, palabra cumplida:
sus labios ni ofrecen ni juran en vano;
pues, nobles y francos, al daros la mano,
con ella os dan toda su sangre y su vida...!
Ellos aportaron con su bizarría
al maravilloso suelo americano, "
la más alta virtud que acrisola
el solar hispano:
lealtad, hidalguía...
¡Lo más noble del alma española,
en un rayo de sol africano...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 80
CANTO SÉPTIMO
EPILOGO
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 81
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 82
EPÍLOGO
¡Oh, bravos marinos y heroicos guerreros,
santos misioneros;
audaces vascones, fuertes asturianos;
tenaces gallegos, sobrios castellanos,
nobles extremeños,
francos andaluces
y altivos isleños,
que con vuestras armas u con vuestras cruces,
en naves que crujen como toscos leños,
por las soledades
de mares ignotos, entre tempestades,
sirtes y arrecifes, pestes y ciclones,
Los cüWjui¿t:ijGres,--Q
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 83
82 FRANCISCO VIU.AESPESA
sin más trayectorias
que la fe que impulsa vuestros corazones,
con las olas en ruda pelea,
eclipsasteis las épicas glorias
de los Argonautas y de la Odisea...!
Se nublan los cielos... Bruscos vendavales
precedidos de rachas ardientes
encrespan montañas de espumas rugientes,
que en un fabuloso chocar de cristales,
con el ciego impulso de los cataclismos,
ruedan, se levantan,
y otra vez su furor agigantan
erizando montes y cavando abismos...!
Cruje la osamenta de las carabelas;
se tronchan los mástiles, y, cual gaviotas
con las alas rotas,
desgarradas se abaten las velas...!
Ya contra las olas no hay un baluarte;
se para la brújula, el timón se parte,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 84
LOS CONQUISTADORAS 83
y hasta el matolaje falta en el navio;
y los tripulantes, desnudos y hambrientos,
empapados de agua y sedientos,
a la par tiritan de fiebre y de frío...!
Mas ninguno tembló por su suerte;
y las naves prosiguen luchando;
y navegan, navegan, buscando
el Dorado, la Gloria o la Muerte,
que no en vano, aunque roto, en la quilla
ondula a la furia de los aquilones,
con áureos castillos y rojos laones,
el morado pendón de Castilla...!
Y el mar, seducido por tanta bravura,
si de un Nuevo Mundo la regia hermosura
en su seno no hubiese encerrado,
como premio a la épica hazaña
de los inauditos soldados de España,
con sus aguas lo hubiese creado...!
¡Soldados heroicos, que altivos y graves,
con la espada desnuda en la mano,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 85
8 4 FRANCISCO VILLAESPESA
desde el uno hasta el otro océano,
transportaron, en hombros, sus naves;
vestidos de hierro, bajo un sol de llamas
que abrasaba los rudos peñascos,
caldeaba corazas y cascos,
torciendo las puntas de las oriflamas...!
¡Los que combatiendo,- pálidos y hambrientos,
uno contra miles,
cual los fabulosos héroes de los cuentos,
domeñaron imperios hostiles,
en cuyas llanuras y en cuyas florestas
abatieron las bárbaras testas,
ornadas áz altivos penachos de plumas,
de los Atahualpas y los Moctezumas...!
Cual campos de heno bajo la guadaña,
de su hacha a los golpes," cayeron
árboles tan gigantes, que hicieron
trepidar, al caer, la montaña...!
Luchando con todo: lluvias y ciclones;
áspides y sierpes, tigres y leones;
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 86
LOS CONQUISTADORES 85
sed, hambre, miserias; el calor y el frío;
la fiebre que espía, y el caimán que acecha;
y el indio, que oblicuo y sombrío,
en la sombra emponzoña su flecha...!
Siempre bravos, constantes y activos,
por montes y ríos, llanos y florestas,
renovaron las épicas gestas .
de los errabundos hombres primitivos;
levantando en desiertos ciudades
de soberbios templos y altos capiteles;
transformando en frondosos vergeles
áridas llanuras y hoscas soledades;
realizando inauditos portentos,
la increíble y divina proeza
de domar las furias de los elementos
y -vencer a la Naturaleza...!
¡Para pedestales de los monumentos
de tanto heroísmo y tanta" grandeza,
a pesar de lo altivas y grandes,
son poco las blancas cumbres de los Andes..
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 87
86 FRANCISCO VÍLLAESPESA
Santos misioneros,
descalzos y humildes, como pordioseros,
a quienes las selvas y el desierto han visto
perderse en las sombras, sin más compañeros,
sin otras defensas, sin otros aceros,
que su fe de mártires y la cruz de Cristo...!
Donde se mellaron
las rudas espadas,
ellos levantaron
sus pobres moradas,
y a las carniceras hordas desgreñadas
el amor de Jesús predicaron...!
Por planicies áridas y estepas heladas,
bajo el sol y la escarcha y el hielo,
siempre conquistando almas para el cielo,
curaron leprosos con sus propias manos,
y a todos los hombres llamaron hermanos...!
Y entre las salvajes hordas trogloditas
que del cuerpo humano desgarran las pieles
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 88
LOS CONQUISTADORES 87
y beben la sangre de los corazones,
estos franciscanos, estos jesuítas
y estos dominicos, fueron Danieles
dentro de las cuevas de hambrientos Icones...!
¡Para las loanzas, para los elogios
de estas vidas humildes y obscuras,
no tienen palabras los Martirologios,
ni hay lirios bastantes en las Escrituras...!
Estos fueron los hombres que un día
se embarcaron en tres carabelas,
y rizadas al viento las velas
y teniendo a la Gloria por guia,
se perdieron en el Océano,
descubriendo, merced a su hazaña,
en el seno infinito y profundo
de ese mar tenebroso y arcano
que las playas de América baña,
el regalo inmortal de otro mundo
que ofrecer a la Reina de España...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 89
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 90
LOS PENACHOS GLORIOSOS
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 91
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 92
LOS PENACHOS GLORIOSOS
Musa, compañera
de tantos peligros y tanta aventura,
¡olvida los ocios de tu Primavera,
redime baldones de tu vida impura,
y monta el Pegaso, flota tu batiucra,
cíñete la dorada armadura,
que atruena los aires la trompa guerrera
y un tropel de potros cruza la llanura...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 93
92 . FRANCISCO VILLAESPESA
Alientras en tus labios, tembloroso si pico,
y esponjando plumas, en caricias lentas,
bebe miel una blanca paloma,
el bárbaro brazo del férreo ñlarico
señala, a sus huestes greñudas y hambrientas,
los resplandecientes tesoros de Roma...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 94
LOS CONQUISTADORES • 63
II
Musa, en estos tiempos hay que estar armada,
u olvidar las rosas y el aire que trina
y las serenatas y la bandolina,
para izar penachos y esgrimir la espada...!
La envidia nos tiende trágica emboscada;
bajo la suave mano femenina :
la traición enguanta su garra felina,
y hay flechas mortales en cada mirada...!
Amorosos cantos y alegres vihuelas,
para los histriones y las mujerzuelas...
Hay que hacerse bárbaro, primitivo, fuerte;
pues, ¡ay del que olvida
que es la lucha el único placer de la Vida,
y, triunfar, la única razón de la Muerte...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 95
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 96
LOS CONQUISTADORES
III
¡Sus, Musa...! Abandona
tus desfallecientes y ambiguos jardines,
la molicie de tus camarines
y el amor que tu cuello aprisiona...!
¡Desnuda a los aires tu heroica tizona,
y, al bárbaro y ronco son de los clarines,
reconquista, al frente de tus paladines,
tu manto de armiños y tu áurea corona...!
Las rimas suaves,
para las doncellas y para las aves...!
Para ti, los versos de ritmo sonoro,
virilmente rudos,
resonantes a bronces y a oro,
como las espadas sobre los escudos,..!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 97
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 98
LOS CONQUISTADORES 97
IV
Afeites y galas, .
para los eunucos y las bailaderas...
¡Para ti, los cascos de altivas cimeras,
el escudo y la lanza de Palas...!
Fiestas ictefalas,
para las rameras...
¡Para ti, las cumbres de las cordilleras,
y, sobre las glorias del azul, tus alas...!
¡Que tu espada a los astros se enhieste...!
¡Doma al mar, y vence la altiva montaña,
y en la Nada tus sueños abisma...!
Y, cuando ya nada que vencer te reste,
realiza, atrevida, tu más alta hazaña:
¡con tus propias armas véncete a ti misma...!
Los conquisiadtjres.—7
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 99
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 100
LOS CONQUISTADORES ' 99
V
Enciende las santas iras populares,
contra los tiranos del cielo y la tierra,
y que ronca suene tu trompa de guerra,
derribando tronos y arrasando altares...!
Mohosos prejuicios, mitos seculares,
cuanto en sus tentáculos el Pasado aferra,
para siempre encierra
en el infinito seno de los mares...!
Y aun cuando la Gloria, esa mercenaria,
no alegre tu nómada tienda solitaria,
ni hosannas el Éxito en tu elogio vibre;
desgreñando al viento tus cabellos bravos,
tendrás el orgullo de sentirte libre
en _medio de tantos y tantos esclavos...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 101
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 102
LOS CONQUISTADORES 1 0 1
VI
Para cada surco ten una semilla;
para cada tiniebla, una estrella,
y en la nieve virgen que en las cumbres brilla,
estampa el divino fulgor de tu huella...!
Con audaces manos la fortuna humilla,
y rasga la sombra que el misterio sella,
y lanza a los mares del tiempo tu quilla,
y un gran faro de amor prende en ella...!
Desprecia piedades y esalta energias;
y que tu egoísmo divino troquele
todo el oro del Sol con tu cuño, -
i y que siempre tengas, en tus cetrerías,
para cada garza que tímida vuele,
un audaz gerifalte en el puño...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 103
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 104
LOS CONQUISTADORES 103
VII
¡Deja a los juglares,
que por la posada, por pan y por vino,
hagan con palabras juegos malabares,
y en su guitarrico, sin gracia y sin tino,
caricaturicen los almos cantares
del laúd divino,
junto a los humosos u burdos hogares
d?, cualquier vetusto mesón del camino...!
¡El Arte no es eso.,,!.
Ni al brillo del oro ni a la miel del beso,
rinde sus laureles, ni abate su palma...!
Es la dulce música, mas sincera y ruda,
en que la conciencia dialoga desnuda
con la eterna sombra de su propia alma...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 105
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 106
LOS CONQUISTADORES 105
• VIII ,
¡Ni pavos reales,
que henchidos de orgullo despliegan en ruedas
el joyel de sus caudas triunfales;
ni bulbul que a la verde arboleda
trina fabulosos cuentos orientales;
ni cisnes de nieve, de ensueño y de seda,
a pesar de las rosas carnales
y los muslos divinos de Leda...!
¡Rimas, rimas mías,
sed como bandadas de águilas bravias,
que en la paz celeste de sus soledades,
aprehendiendo estrellas y alzando auroras,
despluman gigantes sus alas sonoras
contra la avalancha de las tempestades..,!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 107
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 108
LOS SIETE GOCES DEL DIABLO
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 109
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 110
LA AVARICIA
La Avaricia es una decrépita urraca...
Mete en su agujero lo que de otros saca,
y, pacientemente, como una hormiguita,
todo lo que roba, todo lo que quita,
la escoria g el oro, de igual modo encierra
en los más profundos antros de la tierra.
Antes que el sol surja, como los traperos,
revuelve inmundicias en los basureros,
u de hilachas pobres, de sucios botones
U zapatos rotos, colma sus arcones,
y, para que nadie le pueda robar,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 111
1 1 0 FRANCISCO VIlXAESPESÁ
bajo siete llaves los suele encerrar...!
¡Y hasta el mismo Tiempo conservar querría,
hecho moneditas, en una alcancía...!
Vive a la luz sórdida de un débil farol,
por ahorrarse hasta un rayo de sol...
Castiga su carne, como un cenobita;
se muere de hambre, de frío tirita,
mientras en sus arcas, trojes y pajares,
se apolillan sedas, se pudren manjares,
y vetustos vinos desbórdanse en mieles
entre las rendijas de viejos toneles...!
Lavarse la cara le cuesta trabajo;
le gusta la mugre y adora el -andrajo;
en todas las cosas suciedad trasuda,
con mano amarilla, viscosa y peluda...
Tiene la faz lívida de los solitarios,
y gestos soeces y patibularios,
mezcla de mendigo y de enterrador,
como el Reverendo Padre Cejador,..!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 112
LOS CONQUISTADORES 111
Presta generoso, al dos rail por ciento,
mas con hipotecas y con testamento;
y si algún incauto no afloja el bolsillo,
cual Stjlock, empuña su enorme cuchillo,
y, ciego de cólera, pide al Tribunal ' 1
dos libras de carne por cada real...
Escalar prefiere los más altos puestos:
alguacil de embargos, cobrador de impuestos;
mas, a veces, dase humos de señor,
y abre su covacha y se hace editor...!
Mide inteligencias cual si fuesen telas;
las remienda como quien remienda suelas,
y por una cena, que aun se paga a escote,
al propio Cervantes le compra el Quijote...!
Enferma de bilis y de hipocondría,
porque no consigue que el oro dé cría,
ni que en las retortas, a su evocación,
en puros diamantes se trueque el carbón...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 113
112 FRANCISCO viLUKSPESA
Como en los preceptos de su economía
el amor es prenda da mucha valía,
jamás una hembra fue a sus escondrijos,
por miedo a lo caro que cuestan los hijos;
y agoniza, solo, lo mismo que un perro;
de caridad tienen que hacerle el entierro,
mientras en la paja de inmundos jergones,
se enmohecen joyas y arroñan doblones...
— ¡Avaricia, nunca entré en tu agujero,
ni estreché tu seca mano de usurero,
ni en lo más inmundo de la vida mía,
asomaste nunca tu nariz judía...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 114
Los CONQUISTADOR!::;; I i3
II
.. v Lñ LUJURIA
La Lujuria es una soberbia pantera,
de piel perfumada por la Primavera,
de gestos suaves y andar zalamero,
que esconda entre sedas sus garras de acero,
y en cuyas pupilas nos ci?gan las llamas
de cielos eji éxtasis e infiernos en bramas...!
Listan su errogancia purpures solares;
algo femenino tiemBla en sus ijares,
y mueve la testa y arrastra la cola
con la altivez de una princesa "española...!
Los conquistadoras.—o
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 115
114 FRANCISCO VÍU.AE5PESA
En todas las sendas tiende sus celadas,
y, enarcado el dorso, las zarpas curvadas,
acecha sus presas y las- caza al vuelo,
trémulas las ancas como un chivo en celo;
y por más gacelas que en sus dientes trunca,
ni cansancio siente ni se sacia njmca...!
Su sed de infinito no aplacan los años;
ronda eternamente casas y rebaños,
y, sin miado a hondas, flechas y carlancas,
arrebata siempre las reses más blancas;
y a veces devora la fruta y la flor,
y, al par que a la oveja, se come al pastor...!
Despluma nevados cuellos de palomas;
paladea senos como dulces pomas;
en las blancas nucas clava sus colmillos;
y a los muslos trémulos como cervatillos,
y a los vientres tersos, de pasión inflama
su lengua, que tiene temblores de llama;
cabalga de un salto las grupas gloriosas,
y muerde los labios, cual si fuesen rosas!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 116
LOS CONQUISTADORES 115
Sus lentos zarpazos descoyuntan huesos
y mata a caricias y asesina a besos...!
Mas su ardor es siempre pródigo y profundo...
¡Sin sus vivas llamas no existiera el mundo!
No hay muros ni torres, puertas ni cerrojos,
por los que no filtre la luz de sus ojos;
ni existe un espacio en el firmamento,
en donde su hocico no sople su aliento,
ni hay piedra ni astro, ni flor ni animal,
que no gima bajo su garra triunfal...!
Hasta el infinito llegan sus imperios;
pues, como en las celdas de los monasterios,
en noches de fiebre, bajo sus caricias
deshojan sus lirios las- castas novicias;
en los luminosos claustros siderales,
entre sus agudos dientes sensuales,
rasgan la pureza de su blanco velo,
las estrellas, esas novicias de] cielo...!
Por ella la tierra se cubre de rosas,
y el cielo de soles y de nebulosas,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 117
116 FRANCISCO VILLAESPESA
brotan los arroyos, las miesas germinan,
y los melodiosos ruiseñores trinan...!
Profana a Susana y atormenta a Antonio,
y hace que hasta el Ángel envidie al Demonio.
Y cuando la Vida ruede en el vacío,
irguiendo en las sombras su busto bravio,
rasgará el silencio su aullido fecundo,
sobre el congelado cadáver del mundo...!
— ¡Divina Lujuria, bella compañera
de todas mis horas, humana pantera...!
Igual que mi carne te ofrendé en la vida,
desnuda como una rubia prometida,
te ofrezco mi alma, en la Eternidad,
para que mitigues tu voracidad...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 118
LOS CONQUISTADORES 117
III
Lñ GULñ
La Gula es un cerdo de cerdas bermejas,
de cortas pezuñas y largas orejas,
que, arrastrando el peso de su enorme panza
y agitando el rabo", busca su pitanza;
pues, por más que trague orujo y bellota,
ni llena las tripas, ni su hambre agota...
Camina con torpes pasos de cegato,
codeando el cuerpo lo mismo que un pato,
y, gruñendo, escarba con su hocico en todo,
afanosamente buscando entre el lodo
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 119
118 FRANCISCO VILLAESPESA
y entre la basura de su estercolero,
huesos de aceitunas, restos de puchero,
cascaras d? fruta, mondas de acerola
y el verdor podrido de alguna escarola...
¡Orondos obispos, gordos prebendados,
de comer ahitos, de beber cansados,
de rojos mofletes y cuellos de toro,
también como cerdos gruñís, en el coro...!
Y, con los bovinos ojos entornados,
y las manos sobre los vientres inflados;
atufando a vino, al roncar, las bocas,
y roncando como somnolientas focas;
en las beatitudes de las digestiones,
os quedáis dormidos sobre los sillones...!
Y, en los intermedios de la Letanía,
un rollizo ensueño de glotonería
ante vuestra gula tiende sus manteles...
En copas inmensas se escancian toneles
de Jerez, Burdeos, Borgofia y Champaña...,
¡de todos los vinos de Francia y de España...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 120
LOS CONQUISTADORES 119
En regias vajillas conducen los pajes
faisanes que aun muestran sus áureos plumajes;
pavos y gallinas, patos y perdices,
y sartas de tordos y de codornices;
venados, terneras, cabritos, lechones;
tortugas, cangrejos, langostas y ostiones...
En inmensas pinas muestran los fruteros
uvas y sandías, duraznos y peros,
naranjas y guindas, fresas y manzanas,
castañas y nueces, higos y avellanas...
En las compoteras, u en ricas bateas,
en miel se deshacen flanes y jaleas,
hojaldres, "natillas, compotas, turrones,
y las mermeladas y los mostachones...
Y, luego, los quesos y las ensaladas,
los panes, las tortas y las bizcochadas...
Y todo aliñado, en tan linda mesa,
con alcaparrones y mostaza inglesa...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 121
120 FRANCISCO VILLAESPESA
Estalla de júbilo el" buen prebendado...
¡Todo lo ha comido, todo lo ha apurado...!
Mas, al ver que quitan el mantel, al mozo
le grita de nuevo, lleno de alborozo:
«—Tráeme el chocolate, la leche, el jamón;
que, a más de la misa, mañana hay sermón...!»
Y su reverencia, todo compungido,
viéndose con hambre y el festín concluido,
quiso de su vientre levantar la mano
y llamar al mozo... Mas, esfuerzo vano;
pues, sin despertarse y sin confesión,
se murió en el coro, de su congestión...!
— ¡Oh, Gula, que gruñes como ün jabalí,
jamás en mi carne tu gruñido oí...!
Si del mundo fueras el solo pecado,
mi alma, como un santo bienaventurado,
al trono del Padre su vuelo alzaría,
entre los Loores ds la Letanía!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 122
LOS CONQUISTADORAS . 121
IV
Lñ SOBERBIA
La Soberbia es como un Icón de Nubia,
de enorme cabeza y larga crin rubia,
que cruza arrogante la planicie ardiente,
moviendo su cola fastuosamente,
atenta la oreja y el ojo avizor,
con las regias pompas de un Emperador!
En sus grandes ojos fulgura el orgullo
del que cuanto mira conoce que es suyo,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 123
122 FRANCISCO VILLAESPESA
y contra la Vida y contra la Muerte,
se siente invencible, pues se sabe fuerte...
Hecho en otras formas y con otro barro,
a la par que fuerte, se siente bizarro,
y desprecia toda la forma banal
que no dignifica su perfil real,
sus firmes jarretes, su garra acerada,
el sol que ilumina su ardiente mirada,
las magnificencias de su ostentación
y el temple indomable de su corazón...!
Ni huye ni se embosca... Ningún enemigo
contempló su espalda; ni nunca, al abrigo
de los bejucales, preparó el asalto,
para desplomarse, con un ágil salto,
sobre el frágil cuello de alguna gacela,
que en pos de una fuente quimérica vuela...
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 124
LOS CONQUISTADORES 123
A todos los triunfos rastreros renuncia,
y con sus rugidos su presencia anuncia,
igual que un monarca que invade la tierra
al son de sus roncas trompetas de guerra!
Asalta rugiendo las empalizadas,
u ante los pastores diezma las vacadas...
Sin pensar en números, acomete y hiere;
frente a frente, mata; frente a frente, muere;
i) si se desploma, con la frente herida,
,tiene un gesto heroico siempre su caída,
pues en sus silencios le enseñó la Gloria
a hacer de su muerte su postrer victoria!
Como reconoce que no tiene igual,
cruza siempre solo por el arenal,
u de orgullo agita su larga melena,
viendo que su sombra se agranda en la arena,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 125
124 FRANCISCO VILLAESPESA
y que a sus rugidos huyen, espantados,
tigres y chacales, -hienas y venados...!
Y, como seguro de su propio brío,
dice con sus ojos: «¡El desierto es mío...!»
Es el héroe eterno, fuerte y solitario,
que ha subido a solas Tabor y Calvario,
indemne a los soles y a la helada racha, ;
al silbo del dardo y al golpe del hacha;
pues, en los arranques, de tanto heroísmo,
por vencerlo todo, se venció a sí mismo!
¡Poetas visionarios, de augural pupila
y alma de diamante, corno Vargas Vila;
«que allí donde clavan su garra potente,
se eleva una estrella, o brota una fuente;
que hacen de sus vidas una religión,
y su mundo encierran en su corazón; ,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 126
1.03 CONQUISTADORES 125
y que, encastillados en sus soledades,
en luchas perpetuas con las tempestades,
jamás a los sapos tenderán sus manos,
ni a los topos ciegos llamarán hermanos...!
—Mientras en las sombras y entre los breñales,
se enrosquen serpientes y gruñan chacales;
mientras la estulticia y la hipocresía,
la envidia y la infamia, obstruyan la vía,
y entone la plebe su marcha triunfal
al cuervo vestido de pavo real,
¡oh, altiva Soberbia, núbico león,
lanza tus rugidos en nú corazón!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 127
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 128
LOS CONQUISTADORES 127
V
LA PEREZA
La Pereza es como un pavo real
que duerme las siestas en un barandal
de jaspe, a la sombra de un rosal que inclina
sus rosas sobre una fuente cristalina...
Y, mientras la abeja liba laboriosa
sus mieles, zumbando, de una en otra rosa;
y los ruiseñores, con constancia y cuido,
pajita a pajita fabrican su nido;
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 129
128 FRANCISCO V1LLAESPESA
y por los sembrados, jardines y lomas,
insectos y granos pican las palomas; *
t) los gorriones vuelan a la parva,
u la clueca el musgo con su pico escarba,
y las hormiguitas llenan su granero,
y las rosaledas poda el jardinero;
mientras todo el mundo trabaja y ss afana;
ostentando el lujo de su pompa vana,
perezosamente, sobre el barandal,
gorgoriza sueños el pavo real,
como un fastuoso fakir que dormita
en los minaretes da alguna mezquita...
Cuando algún fragante pétalo de rosa,
con la gracia ingrávida de una mariposa,
tiembla entre sus plumas, alza la cabeza,
abre el recio pico, corno quien bosteza;
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 130
LOS CONQUISTADORES 120
lanza un alarido, y al sol tornasola
los maravillosos iris de su cola...!
Contempla, un instante, silenciosamente,
su pompa en el claro cristal de la fuente,
y, parpadeante, como envanecido,
de nuevo en su puesto se queda dormido,
mientras sus ensueños perfuma el paisaje
y peinan las brisas su regio plumaje...!
¡Oh, divino encanto de dormirse, en una
tarde de verano, junto a una laguna,
en lecho de mármol, en la rosaleda
que nos acaricia con manos de seda,
entre somnolientos trinos y zumbidos,
bajo el melodioso piar de los nidos,
mientras que desgrana sus perlas la fuente,
y algún jardinero canta dulcemente,Lo» conquistadores.—9
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 131
130 FRANCISCO VÍLLAÉSPESÁ
cual si adormeciera a un niño en la cuna...
Vivir sin trabajo, ¿qué mayor fortuna?
¡Oh, pasar las horas indolentemente,
en los misteriosos harenes de Oriente,
sobre el muelle encanto de los almohadones,
entre dulces músicas, risas y canciones,
viendo entre los humos de los pebeteros,
esfumarse en una niebla de luceros
los ojos dé llamas, y las cabelleras,
y los bronces vivos de las bayaderas...!
¡Oh, maravillosos ocios sensuales,
sin oíros esfuerzos que rasgar cendales,
acariciar senos, deshojar claveles,
hasta adormecerse, sobre blandas pieles,
bajo una nevada de fragantes flores
y oyendo las músicas de los surtidores...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 132
LOS CONQUISTADORES 131
—Pereza felina del gato casero
que se ovilla y rozna, al pie del brasero;
pereza moruna de Juan Español
que en invierno busca su rayo de sol,
y en verano el verde frescor de una parra,
para adormecerse, junto a su guitarra,
¡también en mi alma, como en un rosai,
despliegas tus pompas de pavo real!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 133
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 134
LOS CONQUISTADORES . 133
VI
LA ENVIDIA
La Envidia es un topo persiguiendo un ala...
(Tiene el gesto oblicuo de Pérez de Ayala.)
Es cobarde y torpe, sórdida y mezquina;
le gustan las sombras, a rastras camina,
y cuando algún ruido suena en el sendero,
de pavor temblando, huye a su agujero,
a gruñir de celos y a enfermar de pena,
pensando en los lauros de la gloria ajena.
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 135
134 FRANCISCO VILLAESPESA
El hambre es la única norma de su vida;
por ella azuzada, deja su guarida, -
cautelosamente, temiendo que acaso
su intención delate su tímido paso...
Como los perrillos de los limosneros,
vaga, hociqueando, por los basureros;
y en todas las casas que a su paso encuentra,
siempre recelosa y husmeando, entra
hasta las cocinas, a ver lo que roba...
Mas, ante el peligro de una buena escoba
—rabo entre las piernas, gachas las orejas—,
huye por las plazas y por las callejas,
entre el compasivo reir de las gentes,
con una piltrafa de carne en los dientes!
Tiene la pelambre raída y tinosa,
los ojos bisojos y la piel sarnosa,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 136
LOS CONQUISTADORES 135
y, como es enclenque y al andar se humilla,
aborrece iodo cuanto vuela o brilla...!
Con sus pestilentes babas asquerosas
ensucia rosales, por odio a las rosas;
a las aves muestra sus negros caninos,
porque le enloquecen su vuelo y sus trinos;
y enloda las fuentes, porque nunca en ellas
bajen a bañarse las claras estrellas!
Cuando vibra el látigo sobre su pelambre,
con su torpe lengua, sarrosa de hambre,
le lama la mano al que la fuetea,
y perdón le pide, y le pordiosea;
pues ton sóle ladra este inmundo can,
para que le arrojen un poco de pan...!
Mas, ¡pobre del cisne que encuentre dormido...!
En sus blancas plumas vengará, atrevido.
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 137
1.36 FRANCISCO VILLAESPESA
todas sus fatigas, todos sus rencores:
pedradas de chicos, palos de pastores;
escobas de viejas, silbos de fuetes,
y hasta las crueldades de los mozalbetes
que correr le hicieron, a salto de mata,
llevando del rabo prendida una lata!
Su altiva fiereza degeneró al fin;
u ya su quijada de asno, Caín
no hunde en las entrañas de su pobre hermano,
sino que, de hinojos, le besa la mano,
y, mientras le besa, como un ladronzuelo,
de la propia bolsa le quita el pañuelo...!
•—¡Eunucos en todo...! Mientras los sultanes
deshojan la gloria de sus tulipanes,
y gozan y engendran a vuestra presencia,
rechináis los sucios dientes, de impotencia,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 138
LOS CONQUISTADORES 137
o medís a solas, tras de los tapices,
las gloriosas formas de las meretrices;
sí presentan curvas de ánforas sus flancos,
o si son los senos morenos, o blancos;
•si el ritmo del arte mueve las caderas,
o si son pintadas, o no, las ojeras;
si es fingido, o cierto, su dulce letargo,
o han rimado un beso demasiado largo...!
¡Y mientras vosotros con palabras viles
contáis los suspiros, mi labios viriles,
sobre la fecunda boca enrojecida,
con savia de besos engendran la Vida...!
La Envidia es un topo persiguiendo un ala...
(Tiene el gesto oblicuo de Pérez de ñyala.)
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 139
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 140
LOS CONQUISTADORES 139
VII
LA IRA
La Ira es una víbora que el sol tornasola.
Cuando de repente le pican la cola,
brusca se estremece, vibra, y se endereza,
como una amenaza, su chata cabeza,
desentumeciendo, con ritmos crueles,
la febril modorra de sus cascabeles...
Sus ojos se encienden como vivas llamas;
como pedrería fulgen sus escamas;
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 141
140 FRANCISCO VILLA-ESPESA
y en sus rojas fauces, ronca de silbar,
se siente su fina lengua (lardear...
Desanilla el nudo de sus contorsiones,
y, toda espirales, toda ondulaciones,
como una liana que a correr rompiera,
a rastras y alzándose, tenaz g ligera,
del pie temerario persigue el talón
hasta que consigue clavar su aguijón...!
Nada la contiene; contra todo avanza,
y de igual manera.su ponzoña lanza
contra el hombre armado, contra el tardo buey,
y contra el leopardo, de las selvas rey...
No siente temores, porque en la pelea
morir y vengarse tan sólo desea...!
¿Qué importa mirarse con la zarpa herida,
o que un machetazo su cuerpo divida,
• •
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 142
LOS CONQUISTADORES "' 141
si sabe que mata todo cuanto hiere,
y muriendo mata, y matando muere..,?!
,—Ira, que embriagas con el mismo vino
al héroe y al mártir, y al torvo asesino...!
Eres de los pueblos numen milagroso,
que le da al pigmeo nervios de coloso;
que hace que Abel rojo caiga en la floresta,
y dicta a Leónidas su eterna respuesta;
que sobre el martirio brutal de la cruz
clava, entre ladrones, al dulce Jesús,
e inmola de César la Divinidad
al pie de la estatua de la Libertad;
que nutrió en su pecho de fuego y de acero
la Loba romana y el León ibero;
• que prestó a Alejandro su fiera arrogancia,
y formó la pira en que ardió Numancia...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 143
142 TRANCÍSCO VIL1.AESPESA
Rija de los cslos y de los rencores,
de las injusticias y de los dolores,
de la intransigencia y del fanatismo,
has sido la madre de todo heroísmo...!
Mas también tus labios pesarosos gimen,
porque de tus pechos se ha nutrido el crimen...!
Sin tí, no existieran gestas ni conquistas,
tiranos ni héroes, ni dioses ni artistas...!
¡Sigue, Ira, vertiendo tu mortal ponzoña,
contra tanta infamia, contra tanta roña;
despierta en el alma de las multitudes,
y que el hombre rompa sus esclavitudes,
y dé a sus tiranos y a sus opresores
la roja vendimia de los termidores...!
¡Venga toda infamia, cumple todo ruego,
y este viejo mundo purifica a fuego...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 144
LOS CONQUISTADORES 143
¡Haz que también arda la celesta ira,
y lanza este globo de barro, que gira
sin concierto y loco, exhausto de brío,
hecho mil pedazos, de nuevo, al vacío...!
¡Ira, contra toda feroz tiranía,
contra el fanatismo, contra la falsía,
la calumnia artera y la envidia muda,
préstame, por siempre, tu sagrada ayuda...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 145
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 146
LA EPOPEYA DE LA RAZA
Loa conquulaáoras,—10
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 147
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 148
ITALIA
¡Italia...! ¡Italia...! ¡Italia...! ¡Aladre ntrstra...!
Regia amazona de pupila obscura,
de alma de fuego y clásica hermosura,
cuna del /Irte, y del ñmor maestra;
que eternamente; con orgullo, muestra
en su casco el airón de la aventura,
una espada de cruz en la cintura
y un bandolín romántico en la diestra...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 149
1.48 FRANCISCO VI1.I.AESPESA
¡Para iodo ideal, ramo de encina;
para todo dolor, bálsamo humano,
y, para toda sed, fuente Castalia...!
¡Juventud de la América latina,
bravos cachorros del León hispano,
rogad a Dios para que triunfe Italia...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 150
LOS CONQUISTADORES 149
II
Al sonoro chocar de los aceros,
de la avalancha bárbara al embate,
ardió la sangre que en tus venas late,
despertando tus ímpetus guerreros;
y, al frente de tus bravos mesnaderos,
hundiendo en el corcel el acicate,
volaste, a reclamar en el combate,
puesto de honor por tus heroicos fueros...!
Roma de orgullo palpitó en su solio;
y en la sima inmortal del Capitolio,9-
al desplegar al viento tus pendones,
ensordeció la tierra con su aullido,,
esa Loba de bronce, que ha nutrido
de gloria y luz a veintiséis naciones,..!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 151
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 152
LOS CONQUISTADORES 151
III
¡Italia...! ¡Italia...! Entre el clamor sonoro,
más vasto que el estruendo de tus mares,
de las roncas mareas populares
que te bendicen en vibrante coro;
bajo el arco triunfal de. bronce y oro
recamado de púrpuras solares,
como en tus viejos fastos consulares
contemplarás, desde el antiguo Foro,
ceñido el casco de tu gloria eterna,
y apoyada en tu lanza, cual Minerva,
pasar los reyes bárbaros uncidos
al carro de tus nuevos triunfadores, "
mientras sobre tus hijos aguerridos
la Primavera se deshoja en flores...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 153
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 154
LOS CONQUISTADORES 153
IV
¡Italia...! ¡Italia...! ¡Italia...! ¡En la contienda
tu heroico airón fulgurará de gloria,
y dormirá en tus brazos la Victoria,
en las salvajes pieles de tu tienda...!
¡Un nuevo sol deslumhrará tu senda,
y, para comentar tu ejecutoria,
todos sus lauros segará la Historia,
y agotará sus fuentes la Leyenda...!
Trieste irredenta yace todavía,
de un fiero monstruo en los hechizos presa...
¡ñ libertarla, en tu corcel avanza...!
¡Como en los libros de Caballería,
para desencantar a la Princesa,
clava al Dragón al suelo con tu lanza...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 155
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 156
IOS CONOUiSTADORFS 155
V
Lissa clama venganza en su quebranto,
mostrándote, a través de los canceles,
sus muñecas ceñidas de cordeles,
u su rostro oriental bañado en llanto...!
¡De tus insignes dogos ciñe el manto,
para que tus alígeros bajeles
eclipsen con sus glorias los laureles
de tus viejas galeras díj Lepante..!
Lissa, por tu valor, ser libre espera...
Y, al contemplar la Cruz de tu bandera,
de tu flota en los mástiles triunfales,
abrirse al viento en el azul extático,
como para unas nupcias inmortales,
se engalana de espumas el Adriático...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 157
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 158
FRANCIA
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 159
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 160
FRANCIA
ñ. compás de ios bronces wagnerianos,
coníempiaiiflo a Lutecia que dormía
—frescas aún las flores de la orgia
y con la copa henchida entre las manos—,
dijo, alegre, el teutón a los milanos
prontos para la roja cetrería:
«—¡La moderna Bizancic será mía...!
¡Galopad hacia ella, mis huíanos...!»
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 161
180 FRANCISCO VI1XAESPESA
París despierta en sobresalto... Un vuelo
de metralla enrojece }a distancia...
Tiembla la Tierra, se desploma el cielo...
i Y otra vez se desangra y se mutila
el generoso corazón de Francia,
bajo los cascos del corcel de ñtila...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 162
LOS CONQUISTADORES 161
II
Francia se yergue y abandona el lecho, A
y, al contemplar sus tierras mancilladas, ;{
al combate lanzóse, desgreñada,
sin más coraza que su propio pecho, ;g \
a proclamar la fuerza del Derecho,
contra el derecho de la Fuerza Armada...!
¡Y bajo el heroísmo de su espada • • " >
el orgullo imperial rodó deshecho! .' "»v
Nuevos laureles le ofrendó la Guerra,
mientras torrentes de sus venas fluyen,
del viejo Marne en las gloriosas zonas...!
Y, muda de estupor, mira la Tierra
cómo ante el Gallo de las Galias huyen
desbandadas las águilas teutonas...!Los co>iquisizdores.~ti
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 163
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 164
LOS CONQUISTADORES 163
III
Bajo el ígneo tronar de los cañones
miraste arder tus viejas heredades,
desplomarse en escombros tus ciudades,
y sucumbir tus hijos a millones,
sin abatir al viento tus pendones,
símbolos de gloriosas libertades,
u sin que en medio a tantas tempestades
desmayase tu raza de leones...!
Ahora son camposanto tus aldeas;
cada palmo de tierra es una fosa;
tu sangre el erial tornó fecundo...
¡Vieja Francia inmortal, bendita seas,
porque te has desangrado generosa
para salvar la libertad del Mundo...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 165
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 166
LOS CONQUISTADORES 165
IV
No cejar es vencer... ¡Lucha y confía,
que de la noche surgirá la aurora!
La Humanidad, arrodillada, implora
que corone el laurel tu bizarría,
mientras sigues impávida tu vía, .,
y escribes, con tu sangre redentora,
una canción de gesta en cada hora,
y una nueva epopeya en cada día...!
Ya un murmullo de paz sube a las bocas
de tus rivales, de luchar rendidas...!
Está próximo el fin... Lucha y espera,
porque Alsacía y Lorena, con sus tocas,
restañarán piadosas tus heridas,
al amparo inmortal de tu bandera,.!!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 167
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 168
LAS CIUDADES
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 169
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 170
LAS CIUDADES
La alegre seguidilla
como unas castañuelas, para Sevilla...
El noble alejandrino, de oro, plata y diamante,
para ceñir de Córdoba la sien, como un turbante.
La estrofa endecasílaba, labrada :
cual morisco ajimez, para Granada...
Larga capa negra con la vuelta blanca
-—el metro de doce—, para Salamanca.,.
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 171
170 FRANCISCO VILLAESPESA
Del decasílabo la florescencia
—claveles dobles—, para Valencia.
El nuevo potro que retoza, .
para corcel de Zaragoza...
Para Toledo, el acero
imperial del Romancero...
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 172
LOS CONQUISTADORES 171
II
Una carabela qus el Misterio emproa...
Músicas, saudades y ensueños... ¡Lisboa...!
Un pavón, un cisne y una flor de lis...
Belleza, elegancias y amores... ¡París...!
Martillo en el yunque, firmeza y tesón...
Garras de leopardo... Libertad... ¡Londón...!
Un templo ds mármol, que conserva apenas
tres columnas dóricas, y un laurel... i Atenas...!
Bajo la ferrada coraza del Cid,
un corazón áureo de estrellas,.. ¡Madrid...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 173
172 FRANCISCO VILLAESPESA
Ensueño romántico de la adolescencia...
Góndolas, suspiros y besos.v ¡Venecia...!
La loba broncínea, la blanca paloma
de la Eucaristía... Fuerza y Gracia... ¡Roma...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 174
LOS CONQUISTADORES 173
III
Un jinete árabe, turbante en el casco,
y alquicel de púrpura, anuncia a Damasco.
Jardines de lírica voluptuosidad
perfuman el alma roja de Bagdad...
Una blanca estrella prestigia a Bethleem,
y una cruz asombra a Jerusalem...
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 175
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 176
LOS POETAS
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 177
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 178
LOS POETAS
I
Las más perfumadas rosas de Castilla,
para la melena del viejo Zorrilla...
Para las altivas sienes de Espronceda,
el laurel más verde que en España queda...
Para el dulce Eécquer—¡pobre hermano mío!—,
un sauce que llore su pena en un río...
Un pequeño ramo de heliotropo en flor,
para la solapa dal buen Campoamor...
¿Y para Darío...? ¡La tortuga homérica,
y todas las flores de España y de América...!Les eowiuiíjtadorzs.—12
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 179
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 180
LOS CONQUiSTADORFS 179
II
Abejas de oro en torno a un rosal,
así son los dulces versos de Mistral...
De Mosén Jacinto la santa poesía
es una azucena del Mes de María...
El Crucificado su faz dejó impresa
en las blancas tocas de Santa Teresa...
Nievan las estrellas pétalos de luz j
sobre los arrobos de Juan de la Cruz...
Nobre es una frágil copa de cristal
donde sus saudades llora Portugal...
Lamartine, un cisne, muy blanco y muy vago,
que en los plenilunios interroga a un lago...
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 181
180 FRANCISCO VILLAESPESA
De Musset la musa yace muerta en una
góndola de plata que boga en la Luna...
Páscoli es cual una virgiliana encina
que destila mieles y a rosas trasmina...
Es Almotamid dorada paloma
que nos abre el lírico harem de Mahoma...
Al-Zaidun suspira, como un ruiseñor
en el novilunio de un naranjo en flor...
Goethe es un Olimpo de serenidades,
que infunde en sus mármoles sus eternidades.
Y Hugo es el Dios Padre, de cabello cano,
que sostiene el globo del Mundo en su mano.
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 182
LOS CONQUISTADORES 181
III
Poe embruja sueños en viejos salones
llenos de fantasmas y alucinaciones...
Gautier es un viejo pirata argelino
que su lampadario le robó a ñladino...
Y Verlaine, un sátiro que esconde su celo
bajo el milagroso sayal del Carmelo...
Baudelaire dobla su frente maldita
en los negros senos de la Sulamita...
Lord Byron, enfermo de romanticismo,
se arroja en su alma, como en un abismo...
Heine, en las dulzuras de su bandolín,
llora por sus viejos castillos del Rhin...
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 183
182 TRANCISCO VILLAESPESA
ñntero es la honda que arroja irritada
pedradas da estrellas y sol a la Nada...
Mffiterlinck, un gnomo que con su linterna
descubre tesoros en toda caverna... -
Carducci, agitando su testa leonina,
renueva las glorias del alma latina...
Eugenio de Castro minia sus misales
con sus enjoyadas manos abaciales...
¿Y D'Annunzío...? ¡Fuerza, Vida, Luz, Belleza.
¡Todo el cielo, y toda la Naturaleza...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 184
A RICARDO MIMENZA CASTILLO
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 185
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 186
<» <* <• <$> «I* <t* «f* <#• *!• **• «3> •
A RICARDO ffilMENZA CASTILLO
Como todos los libros kiste,
U en todos los frutos de la vida hundiste
tus dientes voraces hasta las encías,
y mares y tierras audaz recorriste,
y en tus correrías
todo lo ganaste, todo lo perdiste,
y gozaste y amaste y sufriste,
y, en divinas y humanas orgías,
en copas de barro bebiste alegrías
y en copas de oro dolores bebiste;
por eso, supiste
ds angustias, de dudas y melancolías,
y eres un poeta soñador y triste
que aun los madrigales trueca en elegías,..!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 187
186 FRANCISCO VILLAESPESA
Sentiste en tus manos picar las palomas
de Platón; te dieron fragancias y aromas
los senos morenos de la Sulamita;
te acogió el desierto como a un cenobita,
u saboreaste las amargas pomas
de ceniza y polvo, del Eclesiastés,^
y en todas las sendas sangraron tus pies...!
Entre muchedumbres te encontraste solo,
y en tus labios guardas los áureos panales
del beso de mieles que mató a Paolo,
y, en la paz augusta de las catedrales,
te vieron las santas de las vidrieras,
deshojar como blancos rosales
los místicos suefios de tus primaveras,..!
Simientes de mundos lanzaste a los vientos,
y siembras de estrellas tiraste a los mares,
y sabes que todo, los cuatro elementos,
no son tan amargos como tus pesares
ni tienen la fuerza de tus pensamientos...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 188
IOS CONQUISTADORES 187
ñ. todos los hombres les llamaste hermanos,
y sólo encontraste lobeznos y cuervos;
siervos que se postran ante los tiranos,
y tiranos más viles-que siervos...!
Los más dulces sueños del amor soñaste,
y sólo encontraste
corolas de humos y frutos amargos,
y al fin comprendiste que son las mujeres
caprichosos y frágiles seres
«de cortas ideas y cabellos largos»...
En un loco vuelo,
de tus alas templando los bríos
y encendiendo en el Sol tu mirada,
con ansias de Diosss te elevaste al cielo;
y viste que estaban los cielos vacíos,
y en lugar de Dioses hallaste la Nada...!
Por la ciencia sentiste saudades,
y en la ciencia hallaste sólo esta verdad:
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 189
188 FRANCISCO VILLAESPESA
«¡Vanidades; no más vanidades...!
¡Todo vanidad...!»
Te asomaste al alma, igual que a un abismo,
y sentiste un bárbaro terror de ti mismo...!
Y, por todo eso, por lo que supiste,
eres un poeta soñador y triste,
que, olvidando la estéril verdad
y el hosco desierto gris del Universo,
se embarca en las naves sonoras del verso,
hacia las riberas de la Eternidad...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 190
LEYENDAS DORADAS
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 191
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 192
LEYENDAS DORADAS
El buen Don Rodrigo de Vivar, un día,
con un cicguccito topóse en su vía...
Refrenó Babieca, y le dijo: «—Amigo,
¿dónde se camina?» «—A cuidar mi trigo.»
?}«—Siendo cieguecito, ¿quién tus pasos guía?»
«—Es mi lazarillo la Virgen María.
Todas las mañanas ras lleva al cercado,
guiando con sus blancas manos mi cayado;
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 193
192 FRANCISCO ViLLAESPESA
y, para que pueda mirar mi majuelo,
me presta sus ojos *de color de cielo,
¡y tras su diáfano sueño de zafiro,
la mies, más lozana que nunca, la miro...!»
Y pensó Rodrigo, mirando al labriego:
«¡YOj con mis dos ojos, soy mucho más ciego...!»
Perdióse a galope... Y, desde aquel día,
tuvo por Patrona la Virgen María...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 194
LOS CONQUISTADORES 193.
II
«—¿Para qué, mi hija—dijo el Rey, severo—,
entras en la torre da mi prisionero,
si sobre sus puertas un letrero advierte:
Nadie le socorra, so pena de muerte...?»
«—Voy a curar, padre, a un palomo herido,
que llegó del campo, sangrando, a su nido...»
«—¿Qué manjares llevas en el delantal...?»
«—¿Manjares...? No... ¡Una paloma real...!»
Bruscamente, al suelo la seda cayó,v y una milagrosa paloma voló,
Los conquista lv; es.—13
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 195
194 FlUNCtSCO ViLLAESPcSA
¡tan blanca ij tan bella, que hasta se diría
que era la paloma de la Eucaristía...!
Con olor de santa la noble Princesa
murió en un convento, de Madre Abadesa...
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 196
LOS CONQUISTADORES 193
III
Postrada de hinojos la madre gemía:
«—Socorre a una madre, i oh, Virgen María...!
Mi niñiío enfermo se muere de frío...
¡Préstame un abrigo para el hijo mío...!»
ñ.1 alba siguiente, en misa primera,
al vaciar el vino de la vinajera,
el Cura quedóse de repente mudo,
contemplando al Niño Jesús, que dssnudo,
guiñaba los ojos y le sonreía
desde los divinos brazos de María...
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 197
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 198
LOS CONQUISTADORES 197
IV
«¡Nadie vio mi crimen», pensó el bandolero,
limpiando en su capa, de sangre, el acero, ,
recatadamente, junto a la hornacina
en donde sangraba la imagen divina...
Ni el ojo de plata de una estrella ardía...
La víctima al lado de un portal yacía...
«i Nadie vio mi crimen!» «¡ Mis ojos le han visto!»,
oyó que decían los labios de Cristo...
¡Y sintió de espanto su crencha erizada,
y en la mano lívida temblarle la espada,
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 199
198 . FRANCISCO VILLAESPESA,
mientras, con un claro tintinar sonoro,
rodaba, en las sombras, su bolsa de oro...!
Vivió treinta años como un eremita,
sin hablar con nadie, dentro de una ermita,
cubierto de llagas y de cicatrices,
bebiendo sus lágrimas, comiendo raíces,
purgando sus culpas con tanta agonía,
que Cristo, apiadado, perdonóle un día...
Unos peregrinos le encontraron muerto...
Su cuerpo tenía de rosas cubierto...
Y así • la leyenda relata el encanto
de aquel bandolero que irocóse en Santo.
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 200
JUVENTUD SONORA
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 201
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 202
JUVENTUD SONORA
¡Juventud sonora,
brava domadora
de potros salvajes y ariscos pegasos,
ya no queda en tus líricos vasos
ni rayos de estrellas ni luces de aurora...!
En la sombra se pierden tus pasos;
se desangran de luz tus ocasos,
y la Luna en tus mármoles llora...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 203
202 FRANCISCO VII.LAESPESA
Sin embargo, luchando has caído,
el acero de sangre teñido,
agresivo el desdén del mostacho,
abrazada a tu roja bandera,
sin perder lina pluma siquiera
de tu altivo y heroico penacho...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 204
LOS CONQUISTADORES- 203
II
¡Embriaguez...! ¡Embriaguez...! Ese ha sido
tu lema en la vida... En tu errante 2xodo,
todo lo has ganado, todo lo has perdido,
y a la par gozaste y sufriste todo...!
De ortigas sembraste tu carmen florido;
pureza de lirios brotó de tu lodo,
y en todos tus actos procediste a modo
de un santo que fuese también un bandido!
Los hombres te vieron, como un nuevo Cristo,
cubierto *de ultrajes y de cardenales,
con tu cruz prestigiando el Calvario..."
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 205
2 0 4 FRANCISCO VILLAESPESA
Y en la última cumbre las nubes te han visto
flechar los sonoros silencios astrales,
con flechas de oro, como, un Sagitario...!
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 206
ÍNDICE
Pdgi.
LOS CONQUISTADORES
Dedicatoria 7
CANTO PRIMERO
Galicia 11
CANTO SEGUNDO
Asturias. . 23
CANTO TERCERO
Vasconia 33
CANTO CUARTO
Castilla 43
CANTO QUINTO
Andalucía 5ó
CANTO SEXTO
Canarias ' < • . 71
CANTO SÉPTIMO
Epílogo 81
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 207
206 ÍNDICE
Págt.
LOS PENACHOS GLORIOSOS ~ ~ •
I . _ . . . . 91II 93
III 95IV 97V 99
VI 101VII 103VIII 105
LOS SIETE GOCES DEL DIABLO
I.—La Avaricia 109II.—La. Lujuria. US
III.— La Gula 117IV.—La Soberbia. . . ' . ' 121V.—La Pereza. 127
VI.—La Envidia 133VIL—La Ira ' 139
LA EPOPEYA DE LA RAZA
! ITALIA '>
I. 147II. . 149
III. 151IV 153V - . . . .' 155
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 208
I. . .II. . .
III.IV. .
III
III
III
IIIRICARDO
Í N D I C E
; FRANCIA
LAS CIUDADES
' i LOS POETAS
MIMENZA CASTILLO. . . .
207
Pág».
. . . 159
. . . 161. . 163
165
. 169
. 171
. 178
. . . 177
. . . 179
. . . 181
. . . 185
LEYENDAS DORADAS
1 191II 193
III . 195IV 197
JUVENTUD SONORA
I, 201II. '. .. 203
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 209
B. Dip. Almería
AL-821-VIL-con
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 210
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 211
Oil ^S POI• Cantosa i, i Vida y Espc'iTíizn, por Rub- ¿ ', -ríe.—T|jti tomo, 3 ptas. •M i ' lecció ' íe se a c t o s ' ". r\c lo" mejri -n-e? íjp España y de I5 América;, uor N. Díaz 1-j Esc. .- ... -Un co¡ ¿ pc^ftás. '
I El l i b r o * í,ul (poesías), por Ad >crto A. I.. i.cva --Un tomo, 2 ptas. »
Fu t i l e za s , por J. Ferrer Estel1 -r.— 1Tn tomo -^ tela, 2 pesetas. |^ «lovil'os.— «•omarrosa* —Caí , *r d e r ebe ld í a* por José de Diego. •I Cada ton >, 3 ] esetas. 1+ IJU C a . a Je l P e c a d o , oor F. •« - - esa.—Un tomo, 3 pesetas. ,J
I liit A* v.cana nor / .nso de 2 «-omos, 6 pesetas •
^ MiSs ";-."• i o i e s «esÍ£ ¡ . por F. .- Un tomó, 3 pesetas. B
I JIIi f a ^ i a j I>ai.'.~ + , por J. ' v- ^Mm,'- ,v*mo, 3 pesetas. T
Obras1 P c ^ í ' ^ -s de ; •*' Kspn i'*ec. ico láminas, 3 ptas. |O b r a s Con j i l ü i r t . D món Ca'n'joani^r.—Cuatro tornos ilustra- •
dos. L, da tom , 3 ; \ ^ as. BO b r a s <Xe. Manue! Ac J (poa.ur:) •• •" t-?\._>,, pesetas. ?P a r n a s o Argeijtino^—Con .ctru». 9, in te 4 pesetas. •P a r n a s o ^ ^t i l ' no , por O. " -U.- • n . ., 3 pesetas, JJP a r n a s o B« vi. >, por L. F. iil.:r:... ^ ..•-;.— Un tomo, 3 pesetas, DP a r n a s o IIra íl< o, por Alfonso Coc.. - - . t^ino, 3 pesetas. |P a r n a s o Coloi **jj.*ir»vi.—Un tomo, 4 pesetas. ^P a r n a s o Cbilcii >.-~Ln tomo ilustrado con 30 retratos, 3 pesetas. |P a r n a s o Cubano, por Adrián del Valle.—Un tomo, 3 pesetas. •"*»rnaso C o s t a r r i t ns-í por Rafael Bolívar Coronado1.—Un t. 3 ptas, I" . «aso D o m i n i c a 1, por O. Bazil.—Un tomo, 3 pesetas. J
•1». so E c u a t o r i a u ¿jor José Brissa.—Un tomo, 3 pesetas. BF* m a s o £spa£íol Con. ñ n p o r á n r o » por José Brissa«—Un t. 6 ptas. 8
• i ' •naso F i l i p i n o por E. T artít, de la Cámara.—Un tomo, 4 pesetas, jI P a r í : . ' ÍO 11- xicano» por A, KsLcva y J. Pablo Rivas.—2 tomos, ó ptas. |<t- F a r n a a o IV». . ragüense.—Tin tomo con retratos, 3 pesetas. . •M V a r n a s u - * *no» por V. 0 Calderón.—Un tomp, 3 pesetas. •^ P a r n a s o I 1 ;o ^ iqucüo, por E; Torres Rivera.—Un tomo, 3 ptas. ^
P a r n a s o Sí ' v a a . e ñ o , por Salvador^ L. Erazo.—Un tomo, 3 pesetas. IP a r n a s o U r a ^ u a ; , por Antonia Artucio Ferraira.—Un tcm^, 3 ptas. '
1 i 'ar«'«'"> Vaneasolfc "»* por G. Ganiargo.—Dos tomos, 6 pesetas. *,Po«. *t\> -i tgida^, t Juari de Dios Peza,—Un tomo, 3 pe. s. •
"*.• Poc,3ÍíS« ' Antonio Pld >J.—Un tomo ilustrado, 3 pesetas. •f Pasio<ua ;ij . JJ Mai 11 Flores.—Edición ilustrada, 3 peseta*1 I
Poes í a s ' i(>lc • i d . iii.irdo Palma.—Un tomo, 3 pesetas. +^ ! oesfas MU^ . á' '- '̂S di Vnuel Machado.—Un tomo, 3 peseta B
r»es;fa.s C<I ; Í itt\% < -Uvador Rueda.—Un tomo en 4.0 e 576 *L-ágirjis,. ct>n ¡trato - * düi-T, 6 pesetas. ^
fc 'O^niits de E.1 e TI- 2. 'Tu tomo, 3 pesetas. |^ *.. s«.. 'e .Vn̂ .11 • ' ' . tomo, 3 pesetá's. •^ " ¡ a s ue Gleg... V, A radé.*-Ün tomo, 3 pesetas. 1
a. i** H*» José a nción va.—Ur tomo, 3 pesetas. ^4 5*of ía" / /sé tquín .ílmedoi.—. n tomo, 3 pesetas. B
*!• '" a • ^oesías de Cario Miranda. Un tomo, 3 oesetas. •Pros* - iiM.íiv. 9 de Santos Chocam- -Dos tomos, 6 pese' *. Mii't..*?^' .s 'iscojii í«fa.s, por E. Carrasquilla-, "allarino.—Un tomí ,3 P**S* •p o «• as ora . <I ̂ t * s, de Manuel Ugarce.— Un tomo, 4 peseta^ j
Diputación de Almería — Biblioteca. Conquistadores, Los., p. 212