Caso Esteban Porras
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Todos los derechos reservados en todos los países. Se prohíbe la traducción, modificación o reproducción total o parcial de este
documento sin autorización previa.
Este caso tiene como propósito servir de tela de fondo para una discusión de naturaleza pedagógica y no constituye un juicio de
valor respecto de la situación administrativa que plantea. Depositado en el Centro de Casos de HEC Montréal, 3000, chemin de
la Côte-Sainte-Catherine, Montréal (Québec) Canadá H3T 2A7.
Centre de cas
[Numéro du cas] Réservé au Centre de cas
Esteban Porras e Inter-Visión
Caso preparado por Joëlle PIFFAULT y el profesor Louis Jacques FILION en colaboración
con Luciana PARMA1.
Fui al colegio aquí en la ciudad de Mérida. En el colegio me gustaba pintar y diseñar. Probablemente
es por este lado artístico, que tan pronto como comencé a vender lentes me di cuenta de que lo que
realmente quería era diseñar y producir mis propios montajes.
– Esteban Porras, 2000
Esteban Porras es un optometrista; que decidió cambiar las ventas por la fabricación. Además de
los montajes que el mismo fabrica y vende, tanto en Venezuela como en la exportación, trabaja
con sub-contratistas en Asia.
Desde hace unos 20 años, tiene una fábrica especializada y muy moderna en Mérida, la ciudad
que lo vio nacer. Aun si vende sus productos por medio de mayoristas alrededor del mundo, en el
año 2000 abre una oficina de ventas en la ciudad de Nueva York.
El caso presenta a Esteban Porras, empresario y hombre de creatividad.
Conquistar el mundo a partir de Mérida, Venezuela
Esteban Porras nace en Mérida. De hecho, la ciudad se llama Santiago de los Caballeros de
Mérida desde el día de su fundación en 1558. Situada en el oeste del país, la rodean las
imponentes montañas de la cordillera de los Andes. Ciudad con un rico pasado colonial, tiene
unas actividades muy ancladas en la modernidad en parte gracias a su conocida Universidad de
los Andes, la segunda más antigua de Venezuela.
1 Con motivo de confidencialidad, se cambiaron los nombres de las personas y de los lugares; no obstante, todos los datos son
exactos. El caso está preparado a partir de una entrevista que Louis Jacques Filion tuvo con un empresario francés durante los
años 1985-1990. En el año 2000, Luciana Parma hizo la traducción y adaptación de la entrevista al español.
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Esteban Porras e Inter-Visión
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Durante 14 años Esteban Porras estudia en el colegio de Mérida donde su atracción hacia la
pintura y el diseño se revelan. Todavía muy joven, empieza a trabajar con su padre en la relojería
familiar dedicándose a reparar relojes. Poco a poco las herramientas van formando parte de su
vida. Terminados sus estudios colegiales se va para Caracas, la capital, donde estudia y se gradúa
de optometrista.
Entre los estudios y los tres años que pasa trabajando para una gran cadena de ópticas se queda
ocho años viviendo en la capital. En 1977, abre su propia óptica pero el próximo gran paso que
da es el de comenzar a fabricar en 1980; el mismo comenta la transición:
Así fue como comencé a desarrollar herramientas y equipos para montar mi propia línea de
producción. El problema principal fue obtener el financiamiento. Tuve que pedir prestado mucho
dinero, lo cual significó tener que ir a los bancos varias veces con propuestas diferentes hasta que uno
de ellos finalmente decidió darme el préstamo. Me tomó dos años organizar las finanzas.
Según él, el empresario debe tener cuidado porque los detalles no pueden ser un obstáculo, sobre
todo si son detalles financieros, lo cual explica por experiencia propia confirmando que “si
hubiera sido racional con las finanzas habría dejado de hacer muchas cosas. ¡Quizás ni siquiera
hubiese fundado esta compañía! ¡Uno tiene que ser un tanto ingenuo!”
De E.P. Inter-Visión C.A. a Inter-Visión
Comienza a fabricar en un pequeño taller que alquila en Mérida: ¿Por qué después de pasar
varios años en la capital decide fijarse de nuevo en Mérida? Habla:
Aquí es donde quiero estar. Se es más creativo en el lugar donde se ha crecido. Pienso que es muy
importante estar cómodo y uno siempre debe tratar de encontrar un lugar en donde uno se sienta
como en casa y se pueda ser creativo. Aunque fue una experiencia interesante, no me sentía a gusto
con el estilo de vida que llevaba en Caracas. Quería regresar a Mérida porque me gusta la ciudad y la
forma en la que la gente piensa y porque es un lugar donde me siento mucho más productivo.
La empresa
Poquito a poco la empresa crece; en el año 1984, Esteban Porras tiene que mudarse a unas nuevas
instalaciones. Si tiene cinco empleados en este mismo año, en los años siguientes, el número
crece pasando de 12 en 1985 a 42 en el 1990 para estabilizarse a 30 en el 1994. En el año 2000
cuenta con más de 50 empleados.
El producto y su comercialización
Inter-Visión, que es la forma corta que utiliza actualmente porque es más internacional, fabrica
montajes para lentes. Sus productos están dirigidos a la clase media alta. Propone cuatro tipos
diferentes de montajes. Los montajes al aire ofrecen un concepto nuevo que atrae al cliente por su
originalidad.
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Si bien al principio comercializó sus productos a través de ópticas propias en Mérida, Caracas y
Maracaibo, decidió deshacerse de las mismas para dirigir las ventas hacia ópticas independientes.
Esta estrategia según comenta “debería permitirnos crecer en Venezuela y en el resto de los
lugares.”
Para convencer a los optometristas para que vendan sus productos, Esteban Porras los visita con
frecuencia argumentando que siempre “se puede extender la gama de productos que ellos pueden
venderles a sus clientes, lo que les permitiría atraer a más clientes pues se sabe que sus diseños
son líderes y sus montajes son conocidos por su durabilidad.”
Además de vender en el mercado nacional exporta a Europa y Asia por medio de mayoristas. En
el 2000, abrió una oficina de ventas en la ciudad de Nueva York para darse mejor a conocer a
través de los Estados Unidos. Comenta:
Otra fortaleza es que somos los líderes en montajes al aire y tenemos muchas ideas no sólo para
nuevos productos, sino también para colocarlos en el mercado. Estamos bien posicionados en el
mercado estadounidense, lo que nos dará grandes oportunidades que seremos capaces de aprovechar.
Los empleados:
La compañía cuenta con un personal joven y capacitado cuya edad promedio se encuentra debajo
de los 40 años. Es su mayor fortaleza pero aveces puede ser una posible debilidad por falta de
experiencia. Habla Esteban Porras de la relación que tiene con los empleados:
No hay casi jerarquía entre los empleados excepto la de los jefes de departamentos. Operamos bajo lo
que se puede llamar la cultura “occidental”: no somos rebuscados, nos gusta trabajar en un ambiente
relajado y amigable, pero guiados por unos objetivos ambiciosos. Una organización es una serie de
relaciones con otras personas. Siempre es bueno escuchar la opinión de los demás, pero uno debe
tener cuidado de que éstas no afecten las propias.
Le gusta decir que tiene unos empleados “excelentes que trabajan duro y obtienen muy buenos
resultados”; por esta misma razón no le interesa trabajar con consultores u otros profesionales
como abogados, contadores que estén fuera de la compañía.
Delegar tareas es muy importante en toda la compañía. Esteban Porras trata de delegar lo más que
puede porque cree que la delegación es una forma de crecimiento; además “si no lo hiciera, todo
el mundo terminaría revoloteando a mi alrededor.” A continuación ofrece dos ejemplos de
delegación: uno con los jefes de las distintas áreas que son mucho más competentes que él en sus
respectivas áreas y el otro, cuando algún empleado viene a verlo con una pregunta a la que él no
tiene respuesta. Comenta:
Algunas veces uso el poder que tengo como dueño de la empresa, pero trato de usarlo lo menos
posible. Lo hago cuando me presionan para que lo haga cuando, por ejemplo, los empleados me
consultan acerca de una decisión importante y me dicen que como dueño de la empresa tengo la
responsabilidad de tomarla. Sin embargo, trato en lo posible que las personas tomen sus propias
decisiones.
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Gerencia empresarial
Para las operaciones diarias nueve personas están a cargo de: finanzas, producción, ventas,
exportaciones, investigación de mercado, investigación y desarrollo y otros servicios. Estas
personas se subordinan directamente a él.
Dueño único, le ayuda una junta directiva formada de seis miembros – tres personas externas a la
compañía y tres internas; se reúnen cuatro veces al año. Presenta a los miembros externos:
Uno de ellos es el presidente de una gran compañía. El otro es un amigo mío que dirige una compañía
de mil personas y quien tiene una gran experiencia en los negocios. El tercer miembro es un poco
mayor que el resto, tiene más de 70 años y también tiene una gran experiencia en los negocios. Es
miembro de varias juntas directivas, lo cual se ha convertido en su profesión.
Investigación, desarrollo y procedimientos
Esteban Porras considera que la imaginación es importante, aunque no tan importante como la
habilidad para materializar las ideas; en otras palabras, uno tiene que asegurar que algo sea
producido al final del proceso. Por lo tanto, se necesita perseverancia para defender las ideas
propias. Comenta:
Cuando llegamos al diseño final de un producto después de haber invertido mucho tiempo en él, ahí
es cuando siento que en realidad hemos logrado algo y más aún cuando no sólo lo desarrollamos, sino
que logramos posicionarlo en el mercado.
Flexibilidad, eficacia y efectividad son las palabras que circulan por la compañía. Existen
procedimientos escritos que establecen lo que debe hacerse y cómo debería hacerse; un empleado
trabaja tiempo completo en la supervisión de los procedimientos. No obstante, le gustaría definir
de manera más clara las tareas y responsabilidades de los jefes de cada departamento. Muy a
menudo, según dice, “les tengo que recordar cuál es su trabajo e impedir que interfieran con las
otras áreas. Tienden a sobrepasar los límites de sus propias responsabilidades y a invadir el área
de los demás. Tengo que recordarles a cada rato que se concentren en lo suyo.”
Esteban Porras, empresario sí y algo más…
Un aprendizaje un tanto difícil
Desde el momento que comienza la producción en el 1980, el crecimiento es demasiado rápido.
Por lo tanto, en el 1992, pasa por una reestructuración total para evitar una quiebra. Comenta:
El crecimiento es un proceso natural, pero algunas veces hay que retardarlo un poco para impedir que
afecte la compañía. Nuestros gerentes no eran lo suficientemente competentes y nuestros empleados
no estaban lo suficientemente preparados. Ésta fue nuestra experiencia entre 1992 y 1995. Tuvimos
que deshacernos de tres líneas de productos que no eran productivas y despedir a más de 50
empleados. De 1995 a 1998, tuvimos inclusive que cerrar ocho ópticas en el interior del país. En los
últimos tres años, hemos concentrado nuestras actividades de ventas en Caracas y Maracaibo.
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Las ventas en el exterior que representaban en el 1995: 40 por ciento en los Estados Unidos, 20
por ciento en Europa y 5 por ciento en Asia, fueron las que salvaron la compañía de la quiebra.
Dicha experiencia le enseñó también a Esteban Porras que tanto una progresión controlada por
medio de sub-contrataciones, como el control de los costos facilitan el crecimiento. En el 2000, le
gusta como es la compañía porque “más grande más difícil la gerencia.”
El empresario y su filosofía
Aún si a Esteban Porras le es difícil expresar su filosofía empresarial con claridad, sus empleados
no tienen ninguna dificultad pues saben que su…
… meta es la de convertirme en un líder mundial en lentes de medio y alto nivel de calidad. Saben
que tenemos metas a largo plazo y que esperamos alcanzarlas. También saben que aspiramos a
trabajar en un ambiente informal y cordial. Todo el mundo aquí comparte esta actitud. Hay un
espíritu especial dentro de la compañía, ya que a la gente se le ocurre toda clase de ideas interesantes.
Uno puede percibir una atmósfera llena de creatividad y dinamismo.
Si al principio estaba absorbido por la rutina, ya no lo está tanto, porque de cierta manera ha
encontrado la forma de liberarse; cuenta cómo lo ha hecho:
Para contratar y entrenar a la gente para que sea competente y responsable, tienen que entender mi
visión del futuro, lo que espero y les tengo que pagar bien y darles una parte de las ganancias. Esta
estrategia me ha permitido delegar responsabilidades.
A consecuencia, tiene más tiempo para trabajar con la gente en el área de investigación y
desarrollo, el área que más le gusta y donde da rienda suelta a su creatividad; le gusta también
trabajar en el área de las ventas y particularmente en las exportaciones:
Diría que mi fortaleza como emprendedor es que soy capaz de vender mis ideas a otras personas,
convenciéndolas y haciéndoles entender la razón por la cual mis ideas son mejores. Como
emprendedor siempre tengo que estar vendiendo mis ideas, ya sea a los clientes, empleados, jefes de
departamento, gerentes de bancos o a quien sea.
El empresario es el encargado, el que tiene que seguir adelante. Tiene que defender sus ideas y
desarrollarlas para que se conviertan en algo exitoso. No cabe duda de que los consejos son
necesarios, pero es más importante saber que hay que llevar a cabo las ideas propias, producirlas
y con el tiempo ubicarlas en el mercado porque “si uno se guiara por la opinión de ciertas
personas ¡nunca se llegaría a nada!” El empresario puede escuchar lo que tienen que decirle pero
sin perder el hilo de sus ideas; puede usar las ideas u opiniones de los demás para modificar sus
planes, pero no debe cambiar la dirección. A manera de conclusión dice que “si uno cree en sus
ideas firmemente, conoce su producto y su mercado, entonces puede escuchar a los demás, pero
sin dejarse llevar por esto.”
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Convivir con la familia y la compañía
La compañía, los viajes de negocios y la familia son las tres palabras que resumen la vida de
Esteban Porras; comenta:
No tengo tiempo para ninguna otra actividad que no sea mi compañía y nuestra propia junta directiva.
Inter-Visión absorbe todo mi tiempo. Viajo mucho – por lo menos 100 días al año fuera de Mérida –
lo cual me hace alejarme por mucho tiempo de mi casa. Cuando estoy en Mérida, prefiero dedicar
todo mi tiempo a la compañía y el tiempo que queda a mi familia. Cuando viajo dedico mucho
tiempo tratando de obtener información acerca de posibles mercados.
¿Algunos consejos para futuros empresarios?
Antes de empezar un negocio, la persona necesita saber todo lo que hay que saber sobre el área.
Uno debe conocer el producto, el mercado y el sector a profundidad. Si se tiene la oportunidad, lo
mejor sería trabajar en el negocio de dos a cinco años para poder entender todo lo relacionado
con el producto y la manera en que opera el sector.
Uno debe conocer todas las etapas del proceso de fabricación, incluyendo el mercadeo. También
es importante mantener un contacto directo con los clientes e ir formando una red de contactos
empresariales, de hecho, cuantos más, mejor. Uno debe estudiar a los competidores y sus
productos. Fijarse en cómo se desarrollan, observar lo que está pasando en sus compañías y
obtener la mayor información posible acerca de sus actividades.
Existen muchas otras oportunidades de negocio además de la manufactura, como por ejemplo:
mercadeo, distribución, exportaciones, importaciones y afines.
Debe consultar a las personas que tengan experiencia en los negocios y asegurarse de que hay
personas a su alrededor que le pueden aconsejar, gente que haya vivido otras experiencias y que
le puedan dar consejos útiles. No tiene que seguir al pie de la letra lo que le dicen, pero cuantas
más opiniones escuche mejor.
Otro ingrediente importante es mantener una buena relación con el banco. Uno siempre debe
decirle al gerente del banco la verdad. El banco se debe tener siempre presente porque, de lo
contrario, uno se arriesga a tener problemas.
Uno tiene que trabajar horas extras y trabajar duro. Cuando se comienza un negocio hay que estar
preparado para decir adiós a la familia por un tiempo y a las vacaciones por unos cinco o diez
años. El estar bien con la familia es muy importante. Tiene que hablar con la esposa, para que
pueda entender lo que está haciendo y así crecer juntos. Si la suerte está de su lado, uno no se
distanciará tanto de la vida familiar, lo que hará las cosas mucho más fáciles.
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¿Quién es Esteban Porras?
Cuando se le hace esta pregunta ni siquiera vacila en contestar:
Estoy seguro de que no soy la misma persona que era en 1980. Noto una gran diferencia, sobre todo
cuando estoy con mis amigos: de ciudadano venezolano he pasado a ser ciudadano del mundo,
porque he viajado mucho y mis ideas son mucho más amplias. Me he vuelto más internacional y más
humano en el trato conmigo mismo y con los demás. Tiendo a presionar menos a los que me rodean.
2008-04-17