Castello (tesis doctoral - )La tensión entre oralidad y escritura

397

Transcript of Castello (tesis doctoral - )La tensión entre oralidad y escritura

Latensinentreoralidad yescrituraenGrecia yeltestimonio deAlcidamantedeElea

FACULTADDEFILOSOFIAYLETRAS UNIVERSIDADDEBUENOSAIRES Decano HugoTrinchero Vicedecana AnaMaraZubieta SecretariaAcadmica LeonorAcua SecretariadeSupervisinAdministrativa MarcelaLamelza SecretariadeExtensinUniversitariayBienestarEstudiantil SilvanaCampanini SecretarioGeneral JorgeGugliotta SecretariodeInvestigacinyPosgrado ClaudioGuevara SubsecretariadeBibliotecas MaraRosaMostaccio

SubsecretariodePublicaciones RubnMarioCalmels ProsecretariodePublicaciones JorgeWinter CoordinadoraEditorial JuliaZullo

ConsejoEditor Amanda Toubes Lidia Nacuzzi Susana Cella Myriam Feldfeber Silvia Delfino Diego VillarroelGermnDelgadoSergioGustavoCastello

EditorialdelaFacultaddeFilosofayLetras UniversidaddeBuenosAires2010 Puan480CiudadAutnomadeBuenosAiresRepblicaArgentina ISBN:9789871450909

Castello,LuisA. LatensinentreoralidadyescrituraenGreciayeltestimoniodeAlcidamantedeElea. 1aed.BuenosAires:EditorialdelaFacultaddeFilosofayLetrasUniversidaddeBuenos Aires,2010. CDROM.

ISBN9789871450909

1.EstudiosLiterarios.2.Escritura.Retrica.I.Ttulo CDD801 Fechadecatalogacin:11/08/2010

LUISNGELCASTELLO TESISDEDOCTORADO

Latensinentreoralidad yescrituraenGrecia yeltestimonio deAlcidamantedeElea DirectordeTesis Dr.RodolfoBuzn

ConsejeradeEstudios Prof.VictoriaJuli

INSTITUTODEFILOLOGACLSICA FACULTADDEFILOSOFAYLETRAS UNIVERSIDADDEBUENOSAIRES

FACULTADDEFILOSOFAYLETRAS UNIVERSIDADDEBUENOSAIRES

INSTITUTODEFILOLOGACLSICA DIRECTOR Prof.Dr.RodolfoP.Buzn

SECCINDEFILOLOGAMEDIEVAL DIRECTOR Prof.Dr.PabloA.Cavallero

SECRETARIATCNICOADMINISTRATIVA Prof.Dra.DianaL.Frenkel

SECRETARIODEREDACCIN Lic.AndrsCrdenas

BIBLIOTECARIOS Lic.PatriciaDAndrea Lic.MartnPozzi Direccin:Puan4804pisooficina457/C.A.BuenosAires(1406) Telfono:(0054011)44320606int.139 Mail:[email protected]

Atodoslosquemeacompaaron enestetiempoydesdesiempre, familia,amigos,Maestros, colegas,alumnos; ymuyespecialmenteala UniversidadPblicade miPatria L.A.C.

NDICE Introduccingeneral Captulo1/Hablayparataxis:laestructuralingstica

11

1.1 INTRODUCCIN

1.2 ELCAMPOSIMBLICOYELCAMPOMOSTRATIVODEL LENGUAJE.LUGARDELAANFORA

25 29 34 37 40 48 53

1.2.1 Losdoscamposdellenguaje 1.2.2 Laanfora 1.2.2.1 Laanforaenelcontextohomrico 1.2.2.2 ElestudiodelaanforaenApolonioDscolo 1.2.2.2.1 Laecuacinartculoanforaypronombredeixis 1.2.2.2.2 Elartculohipotctico

1.3 LOSPRONOMBRESANAFRICOS*SO,*SA,*TO,Y*YO/E: DELAPARATAXISALAHIPOTAXIS

60 66 71 74 83

1.3.1 1.3.2 1.3.3 1.3.4 1.3.5

Lasprimitivasracesdecticas Lospronombresdelcampomostrativo Lasubordinacinconrelativoenlatn Lasubordinacinconrelativoengriego Distintosabordajesalfenmenodelasubordinacincon relativoengriego

1.4 OTROSFENMENOSLINGSTICOSDELESTADIOPARATCTICO 1.4.1 Delaconstruccinimpersonalalaconstruccinpersonal 1.4.2 Delaoracinnominalalaoracinverbal 1.4.3 Laevoluciondelgnerogramatical

92 105 109

7

LUISNGELCASTELLO

Captulo2/Laparataxiscomoestructuradelpensamiento: lospoemashomricos

2.1 INTRODUCCIN

125

2.2 LACUESTINHOMRICA.PRESENTACINSUMARIA.

2.2.1 Antecedentesantiguos 2.2.2 Iniciodelacuestinhomricaenlamodernidad 2.2.3 Lacrticaanalticaylaescuelaunitaria 2.2.4 LateoradeParryLordyelmodelodeltextodictado 2.2.4.1 Ladiccinformularyelfondotradicional 2.2.4.2 Crticasalateora 2.2.4.3 Laaparicindelaescriturayelmodelodeltextodictado Conclusin

134 136 147 150 156 157 161 171 179

2.3 ELALFABETOGRIEGO.PRESENTACINSUMARIA.

2.3.1 Ladoblearticulacindellenguajeylossistemasdeescritura 2.3.2 Delsilabarioconsonnticofenicioalalfabetofonemtico griego 2.3.2.1 Laadaptacingrfica 2.3.2.2 Cotejodelosdossistemas:silabarioyalfabeto 2.3.3. Lacreacindelalfabeto:lugarytiempo;consecuencias 2.3.3.1 Elmarcoespaciotemporal.Lafinalidadoriginariadela adaptacingrfica 2.3.3.2 Losresultadosdelainvencin Conclusin

180 182 197 200 206 213 214 228 230

2.4 COSMOVISINHOMRICA.PRESENTACINSUMARIA 2.4.1 Eltratamientodelacorporeidadenlospoemashomricos 2.4.2 Lainterioridaddelhombrealaluzdelospoemas(, ,,,) 2.4.3 Elproblemahermenutico 2.4.3.1 Eldualismoconceptualdecuerpoyalma 2.4.3.2.Laaccinmoral Conclusin

232 234 239 251 253 257 260

8

ndice

Captulo3/Mnme,hypmnesis,kairs

3.1 INTRODUCCIN 3.2 MNME 3.2.1 3.2.2 3.2.3 3.2.4 3.2.5 ElProemiodeTeogona(1115) Mnemsineyladoctrinadelainspiracin Laoposicinentrementirayverdad:lahypnoiadelmthos Laconcienciadelaprofesinpotica Lapreservacindelapalabracotidiana.Reyesyaedos

265

267 277 285 292 297

3.3 YPMNESIS 3.3.1 Elmitosobreelorigendelaescritura. 3.3.2 Losgraphadgmata 3.3.3 Loslmitesdelacomunicabilidad:deldiscursoescrito allenguajeengeneral

301 316 323

3.4 KAIRS3.4.1 ElcontextodelSDE 3.4.2 Elenfrentamientodelaslxeis 3.4.3 Latensinentreoralidadyescriturayeltestimonio deAlcidamantedeElea 3.4.3.1 AnlisisdelSDE 3.4.3.2 UnainterpretacindelSDE

334 339 341 342 352

APNDICEI/Traduccin:Sobrelosqueescribenlosdiscursos escritososobrelossofistas,deAlcidamantedeElea ApndiceII/PanoramadelrestodelasobrasdeAlcidamante

360 371

CatlogodeFuentesyBibliografa

373

9

INTRODUCCINGENERAL hayquereconocerlamnme,lamemoria, elengramaennosotrosmismos, comolaprimeraformadelaescritura quehasidocinceladaenlapsique. GADAMER(1998:72)

I.Elpasodelaculturailetradaalestadioalfabetizadoenla antigua Grecia estuvo lejos de representar la advenimiento de una til invencin tcnica para la dinmica social: tanto la sin taxisdelapropialenguacomolascategorasmentalesdelhom bredelaoralidadexperimentaronelimpactodeunlenguajeobje tivadoengrafosvisiblesfrentealcontinuumdelavozviva,alma cenadahastaentoncesenlamemoriartmicadelcantoydelreci tado tradicionales. Fue el inicio de un amplio movimiento que habradeculminar,despusdeunlargoproceso,conlaimposi cindelsistemaescrituralgriegoentodoOccidente.Ladifusin, no obstante, del alfabeto no fue inmediata: no estaban dadas en los primeros siglos las condiciones que rigen en la actualidad para el acceso masivo a la adquisicin de la lectoescritura. De maneraquesiaestasituacinleagregamoslasprevisiblesresis tenciasqueacompaansiemprelaaparicindeunanovedadtc nica en la colectividad humana, se desarrolla ante nosotros una tensinentreoralidadyescrituraquepodemosrastreardesdelos

11

LUISNGELCASTELLO

testimoniosdelapocaarcaicahastaentradoyaelsigloIVa.C., momentoenquelaorganizacintodavadebaseoraldelasinsti tucionesateniensesofrecealoradorAlcidamentedeElealaopor tunidaddecriticarlapraxisletradaenelmbitodelaretrica,la cualconcluirsinembargo,comoenlasrestantesmanifestaciones culturales,porimponersedefinitivamente. II.Seleerenloquesiguequelaparataxisrebasaenmucho el nivel lingstico en que es habitualmente estudiada, la para taxis,sesostendr,esunhechomental,yambossonfenmenos ligadosalestadiooraldelacultura:unordenamientodeclusu las independientes articuladas por la mera sucesin tiene como contracaraunaconfiguracinconceptualdelarealidadcomoun agregadodepartes.Lospoemashomricos,primertestimonioli terariodeOccidente,darnoportunidadderelevaresteestadode cosas.Peroestehechomismo,eldesuconocimientoatravsde untextoescrito,abreaotraseriedeconsideracionesquehallarn sulugarennuestroestudio,eldelamedidadelaincidenciadela escritura en la composicin de la saga. Si la tcnica alfabtica hubieseestadopresenteenlaetapadelaelaboracindelaobra,la oralidadnohubiesesidorealmentefotografiadacomoenefecto ha sucedido, y no podra el corpus homrico poseer el valor de autnticodocumentoquerepresentaentantofijacingrficadel puro flujo narrativo oral. Pero slo un sistema como el alfabeto, inventado por los propios griegos para registrar su propia len gua,logralcanzarelgradodeoptimizacinnecesariocomopara llevaracabotamaaempresa,inconcebibledesdelaperspectiva de los sistemas escriturales anteriores, cuyo punto ms alto de evolucinestabaconstituidoporelsilabarioconsonnticodelos fenicios. La memoria, no obstante, haba de alguna manera alla nadoelcaminopormediodeltesoroformular,esasrecurrencias portadoras de sentido que la recitacin trae una y otra vez a lo12

Introduccingeneral

largodelosmilesdeversosdelaepopeya,conelconsabidoespa ciodejuegoqueabrealainnovacindentrodelarigidezdeuna vastatradicinheredada. Lodichoanteriormenteameritalargamenteelintersterico quedespertarlamemoriaenloqueseleeracontinuacin,des de el poeta Hesodo que en su clebre prlogo nos presenta un contextoimpostadomticamentebajolasoberanadelasMusas, hijasdelaMemoria,hastaeloradordelaEleaasitica,quesipor unladorevindicalamemoriagilymaleableanteelkairs,critica por otro el lastre de una fijacin mnemotcnica de un discurso previamente elaborado por escrito, cuya rememoracin siempre estaralazagadelascircunstanciasapremiantesdelavidapol tica.Unlugarespecialenelanlisisdelostextosocuparlaposi cindePlatn,clebreescritorenelcualencontramosnoobstan te pasajes adversos a la escritura, el camino decuya elucidacin puedaencontrarseenlareflexinentornoadoshechosdetermi nante:landolefilosficaqueinclinasiemprealpensadorhaciael problemadelaverdad,yladificultaddedesligarlaescrituradela palabra hablada, consecuencia natural de la escasa autonoma de laescrituraalfabticahastaesemomento.Dehecholamodalidad delalecturaenvozaltaeralaprcticausual.Conestosatenuan tesalavista,eslgicosuponerquelamayorpartedelostextos nuncapuedenretrotraernosalasituacindehablaoriginariasi deesosetratara,ynopuedentampocoresponderaloqueseles preguntasielintrpreterequirieraesodeloescrito:deallque la autntica utilidad de las letras quede reducida a la de mera hypmnesis, mero recordatorio de la lengua viva que la habra originado. El dilogo, forma privilegiada por Platn para mani festarsusideas,pareceraobrarenestadireccinalpresentarun pensamiento encarnado en la figura de un personaje vivamente caracterizado, que en algunos casos no deja ningn intersticio paraelespacionarrativoaunqueenotross.Demaneraqueen13

LUISNGELCASTELLO

estegranpensadorlatensinentreoralidadyescrituradalaim presin de desarrollarse en la interioridad misma del juego dra mtico, entre la mediacin de la memoria del narrador y, de un modonoexplcitamentedeclarado,laautonomadelaescritura,que instauraelcontextonarrativoqueposibilitaaldilogomismo. AlcidamantedeEleasepresentaenelrecorridodelpresente estudiocomoelltimotestimoniodelatensinentreoralidady escritura, en esos comienzos del siglo IV a.C. en los cuales era inexorableelavancedelregistrogrficoentodoslosmbitosde la sociedad, incluso en la propia tchne rhetorik. Precisamente contralapraxisletradaenlaredaccindelosdiscursos,enboga entresuscolegas,habrdereaccionarestemaestrodeescuelade retricamedianteunpolmicoalegatocuyaexistenciamismaes testimonio, por un lado, de la insuprimibilidad de la escritura, pero por otro su contenido nos invita, como en Platn, si bien desdeotraperspectiva,avalernosdelaescrituracomomerahy pmnesis,ayudamemoria,subordinadaalapalabravivadelkai rs,delascircunstanciasconcomitantesaltiempodeldebateenel forooladiscusinenlaasamblea. III. De cmo es posible encontrar ocurrencias dentro de la propialenguagriegadeltrnsitodelestadioparatcticoalhipo tcticotrataelprimercaptuloydecmoestetrnsitocorrepara lelo a una oralidad de ms en ms fijada por la aparicin de la escritura.Esdecirquelaorganizacindeldiscursocomoexigen ciadelafijacinescritaimplicaasuvezunaestructuracindelas clusulas que ya no quedarn libradas a la interpretacin de un interlocutor presente,ysernsancionadasporsignosgramatica lesquecircunscribanlaarticulacindesdelainterioridaddeltex tomismo.Lalenguasevaindependizandodeestaformadelas circunstancias pragmticas de la enunciacin, y elementos origi nariamentedecticos,extradiscursivossonpuestosalserviciodel14

Introduccingeneral

entramado textual con el valor de remisin: nace as la anfora queserlaclavedebvedaparadarcuentadelaaparicindela subordinacinsintctica.Deallqueelestudiodeestaoriginaria categoraadverbial,morfologizadaahoraenconcordanciaconel antecedente al cual remite, sea la matriz de los diversos pro nombresrelativosengriegooenlatn,conunradicaluotroen cadalengua,perorespondiendoalmismomecanismosintctico, y,yafosilizadoscomoconjuncinsubordinante,severexten derelmbitodelahipotaxisatodaslasrelacionesentreclusulas delalengua.LareflexindeApolonioDscolo,enelprimertra tadodesintaxisconocido,serrelevadaenesteestudiocomoun antecedente en este camino. Un sucinto panorama de las races decticasdelindoeuropeopermitirrastrearelradicalcomndel adverbioydelaanfora. Otros fenmenos concomitantes con este estado de cosas aparecernenlainvestigacinqueseleer:eltrnsitodelacons truccin impersonal a la personal, y las extendidas recurrencias primitivas de la oracin nominal. La aparicin frecuente de la construccin personal para verbos de sentimiento, por ejemplo, en el siglo V a.C., o la reposicin de un sujeto para aquellos de fenmenos atmosfricos tambin originariamente sin sujeto se mntico, refleja una tendencia general de la lengua hacia una organizacin sintctica que obedece a la necesidad de no dejar libradoningnpredicadoalaindeterminacindelaausenciade sujeto.Laoracinnominal,porotrolado,frecuenteenlasmxi masdecarctergeneralodevaloruniversalconlascaractersti cas de un fcil registro mnemotcnico en el estadio de la orali dad,esasimiladaalaoracinverbalysecreaaselverbocpu la,apartirdeladesemantizacinoperadasobreunverboprimi tivo con la significacin de existir. La tematizacin de un yo cadavezmsdelimitadoenlossistemasticosfilosficosfrente alaausenciadeunaclaradistincinentrelosmbitospsquicosy15

LUISNGELCASTELLO

fsicos en Homero es la contrapartida conceptual de estos aco modamientos en el sistema de la lengua. Un tercer fenmeno concomitanteconlosdosanterioreseslaaparicindelosgneros gramaticalesensuformacannicacomoproductoderivado,da do que primitivamente slo exista la biparticin genrica entre animado e inanimado: tambin aqu el carcter ontolgico del gnero,ligadoalserdelosentes,cedesulugaralalenguaenten didacomosistema,comocorpusorgnico.Elgnerodevienede msenmsuntilgramaticalparaasegurarlacorreferencialidad entreelsustantivoyeladjetivo. Lacuestindecmollegaronasertextoslospoemashomri cos, la de la especificidad del sistema de escritura con el que se llevacaboelregistro,yfinalmenteladelacosmovisinquetras untanlospersonajesdelasaga,sonlosejesqueestructuranelca ptulo segundo, de manera que la posicin central del estudio quedareservadaalanlisisdeestecorpuspoticoqueinauguraen Occidentelavaliteraria,surgidanoobstantedeunacomposicin creadaconlatcnicaoral.Perosiesunlogrodelarecientecrtica focalizarlacuestinhomricaenelestablecimientodelascondi ciones que posibilitaron el paso de un continuum discursivo a su fijacinescrita,debetenersepresentequedesdelamismaantige dadlamonumentalidaddeIliadayOdisea,consuscasitreintamil versos, despert el inters de los estudiosos frente a los desafos queplanteaba:lapersona,pocaylugardeorigendesuautor,el valor documental de sus descripciones, los defectos y contradic cionesquesepretendaencontrarenlacomposiciny,sobretodo, lacuestinquevenaaenglobaratodas:ladelcarcterunitarioo bien fragmentario y azarosamente amalgamados en una redac cintardadecadaunodelospoemas.Elrecorridoporestapo lmica, que tendr su lugar en este trabajo, daba lugar en sus re presentantes extremos a dos posiciones aparentemente irreconci liables:ladeunaoralidadaultranzaporunlado,quedefendala16

Introduccingeneral

teoradeunncleooriginarioposteriormenteexpandido,obienla de una compilacin de diversos poemas independientes y, por otro, la de una posicin que mantena la unidad de los poemas, peroacondicindepresentarunHomeroletradoquesevalide laescrituraparacomponersusobras.Lacrticaanalticarepresen tadaporlosprimerosestabaenlociertoencuantoalatcnicacrea tivadelpoeta:elusoformularylaincidenciadelosmotivostradi cionalesenlanarracin sonpropios delarte verbalde unasocie dad iletrada, pero este aspecto no fue dimensionado lo suficiente enelmomentodedarcuentadelasocurrentesincoherenciasque su logicismo literario, propio de un estadio alfabetizado, les pre sentabaalahoradejuzgarlospoemas:dealllabsquedadesus tratosoriginariosparaencontraralautnticopoetaoralcuyabelle zayprofundidadhumana,porotrolado,eradifcildesoslayar.La escuela unitaria, como se conoce a los enrolados en la segunda posicin, hace honor al intuitivo sentimiento de unidad que tras untanlassagas,alaconsistenciapsicolgicadelospersonajesalo largodeloscantos,alafamiliaridaddeeseemisorguaqueacom paa el desarrollo de la accin: pero tambin aqu la verdadera dimensindelaoralidadydelfondotradicionalheredadoestuvo ausente,yeljuiciodelosunitarios,quepartadeuncriterioemi nentemente esttico, desemboc naturalmente en un Homero le tradoquesevalidelaescrituraeneletapadeelaboracindelos poemas. Desde la especial perspectiva en que se argumentar en estecaptulolateoraanalistanopuededarcuentadeladisemina cinquesehabraproducidoenlarecitacindetamaacantidad dehexmetrosdebocaenboca,porinnumerablesrapsodasatra vsdemuchasgeneracioneshastaelmomentodelamstemprana compilacin,queessituadaenlaAtenasdePisstrato.Tampocose compartir el punto de vista unitario en cuanto a la composicin delospoemas:unpoetaquellegaaserletrado,pierdedefinitiva mentelacapacidaddeimprovisacin,segnsedemostrfehacien17

LUISNGELCASTELLO

tementeporlostrabajosdecampoefectuadoenlosBalcanes,por unexpedicinnorteamericanaenlosaostreintadelsiglopasado. Setratdelosresultadosdeunestudiollevadoacabosobreuna sociedadiletradaquemantenavivaenlamemoriadesuspoetas unatradicinpicavariasvecessecular.Elprocedimientoanalgi coutilizadoporlosinvestigadoresparaecharluzsobrelacreacin homrica es aquel a favor del cual argumentaremos, como posi cin equidistante tanto de la crtica analtica como de la escuela unitaria. Se trata en definitiva de defender el modelo del texto dictado como explicacin del registro escrito de los poemas: Homeroesunaedoiletradoquedictasusversosaunescribaque sevaledelarecienteinvencindelalfabetoparafijarloshexme trosdelaobra.Lasituacinmismaenqueestaperformanceespecial se desarrolla impone condiciones hasta entonces desconocidas para el cantor: no se vale ya del acompaamiento musical como apoyaturartmicaynosufrelapresindelaaudiencia.Eltiempo delquedisponemientraslamanodelanotadorregistrasusversos puedeutilizarloparaelegirlosmejoresmomentosdelatradicin comoparaampliaryextraerlamayorbellezadelaspartesprivile giadas. As se fija el UrText, posibilitado por la innovacin de la escrituraalfabtica. Elsistemadeescrituradelosgriegosestuvolejosdecifrarsu revolucionarioaporteenlameraprovisindesignosparalasvoca les, como se sostiene habitualmente y completar as los sistemas anterioresqueconsignabanslolasconsonantes:enprimerlugar esundatoerrneoconsiderarquelossonidosvoclicosnotuvie ran representacin grfica en los sistemas anteriores, dado que el Lineal B, por ejemplo, usado incluso para anotar el griego, tena signostantoparalasvocalesaisladascomoparalasslabasabier tas;yensegundolugarloquedebetenerseencuentaesqueconel alfabeto se dio el autntico paso innovador que consisti en la marcagrficadelaconsonanteaislada,sinlasuposicindequehay18

Introduccingeneral

unavocalquedebeserconjeturadaparalapalabraencuestin,o bien sin la necesidad de recurrir a una variada gama de signos silbicosparadarcuentadeunacombinacinprecisa.Enelprimer casoellectorseencuentraantelaambigedaddeseleccionarentre dosomsposibilidades,dadoquenohayunacontrapartidafon tica unvoca para cada marca grfica, y en el segundo sistema, si bienserestringelaambigedad,sesobrecargalamemoriaconuna larga lista de signos antes de que comience el ejercicio de lectura propiamente dicha. Si economa y ausencia de ambigedad son dosaportesfundamentalesdelalfabetogriegofrentealossistemas anteriores,debeagregarseastoslaexhaustividad,pormediode lacualconunatabladepocomsdeveintesignoshallaronrepre sentacingrficatodoslossonidosdistintivosdelalengua,identi ficadosactualmenteconelnombredefonema.Laperduracinde estesistemaescrituralparececonfirmarlaeficaciadelainvencin. Peronoslohallasulugarnaturalenelpresenteestudioelalfabe to por su intrnseca relacin con un contexto previo de oralidad, sinoquelascircunstanciasdeltiempoyelorigendelainvencin estn ligadas al registro de la memoria pica, de manera que queda abiertalaposibilidaddequeenlafinalidadqueguilospasosdesu creacin pueda haber incidido la necesidad de fijar por escrito los poemashomricos,aimitacindelospueblosvecinoscuyatradicin yaestabaregistradadesdemuchotiempoatrs.Afavordelacoexis tenciatemporaldeamboshechosseargumentareneltrabajo. Laparataxisenlalenguaylacomposicinaditivaenelestilose resuelvenenlapercepcinvariadaysecuencialdelpersonajedela saga,tantoenrelacinconelmundoexteriorcomoenlarepresenta cindesuvidaanmica.Elcotejoconelestilogeomtricodelosva sosdelapocamostrarlaprofundaafinidadqueligalacosmovi sincomnenelmarcodelaoralidad,yaslasformasesquemticas quedelineaneldibujodelcuerpohumanocomounaorganizacin paratcticadeparteshallarnsucorrespondenciaconlaausenciade19

LUISNGELCASTELLO

untrminoespecficoparaelconceptocuerpoenlospoemasde Homero, dado que sma denota en ese estadio a cadver, y hay sustantivosparamiembrosopiel,peronoparalarealidadcorpo ralcomounatotalidad.Otrotantoocurreenlaesferadelossentidos ydelavidaanmica:enlaetapanoalfabetizadaquedescribelapi ca la riqueza descriptiva de la percepcin puntual impide su abs traccinbajounaclasequelasenglobe.Haymsdeuntrminopara lasmodalidadesdelver,segnlaintensidadolaintencindela mirada,peroelhechomismodelafuncincomotal,delaactividad misma,noestrepresentadoconunvocabloespecfico;esteestado decosasessemejanteenlavidapsquica,yaquemuchasveceslas facultadesquehoysenospresentancomopropiamenteespirituales no son discriminadas de las fisiolgicas, y en donde es notoria la ausenciadeunaclarareconduccindelasdiversasactividadesan micas hacia una nocin unitaria de yo. De manera que de este panoramaparecesurgirunainterpelacinanuestrosusualeshbi tosmentales:osetratadeunestadiosuperadodelaculturaquela etapaletradaconlaposibilidaddeldesarrollodelastchnaihaveni doasuplir,oenrealidadlacosmovisinhomricaestanautntica comolasurgidaenlamodernidad,ysetratadeunaposibilidadde lohumanoantesbienquedeunestratoevolutivoentrnsitohacia unmetapredeterminadadesdefueradelahistoria.Laidentificacin queanhoyseexperimentaconalgunasdelasposturasexistencia lesdelhombrehomricopareceserndicedeunaprofundaafinidad queeltiemponoharelegadoalolvido. Conlaaparicindelaescrituraelserdellenguajeseobjeti va:sentidoysonidosonevocadosahorapormarcasvisiblesque estnfueradelsujeto.Latensinentreoralidadyescrituratoma laformadelenfrentamientoentrelointerioryloexterior.Ycomo ellugardelainterioridaddellenguajeeslamemoria,serrecu rrentelatematizacindeestafacultadpsquicaalolargodelca ptuloterceroquecierraeltrabajo.ConlaInvocacinalasMu20

Introduccingeneral

sasdelpoetaHesodoserhipostasiadacomoMnemsine,ma dredetodaslasartes,evocandoelcontextografoenqueelsa ber,montadoenelentramadodeunasaganarrativa,eraconfiado alarememoracindelospoetasytransmitidodegeneracinen generacin.Elconocidocomomitosobreelorigendelaescritu ra imposta en un pasado legendario el impacto que realmente debiexperimentarelhombredelapalabravivaantelairrupcin deestossignosexternoscuyautilidad,entodocaso,sersiempre problemtica. En una exgesis hermenutica que el personaje Scrateshacedelmitoquelmismoacabadeexponeragregaque slo es apariencia el saber que ingresa en nosotros de tal forma. De otros pasajes que sern analizados se desprenden concepcio nessemejantes,hastallegaralopsculodeAlcidamentedeElea, conmsdeunpuntodecontactoconelmitodePlatn. Todosestostestimoniosparecenestarendeudaconlaphon, conlavozviva,comointrnsecaesenciadellenguaje,alpuntoque lalecturasehacaporlogeneralenvozaltacomounapartecon sustancialdelmensaje,masalldequemotivosdeordenpragm tico inclinaran a esta modalidad, como ser la lectio continua y un registroesencialmentefonticosurgidodeunalfabetonodefiniti vamenteestabilizadoy,engeneral,laescasadifusindecopias. Perolasospechaantelossignosmudosdelaescriturapuedeobe decer a razones ms profundas: el aedo y el rapsoda obviada la diferenciaentreestasdosfigurasdelaoralidadqueseestablecer eneltrabajotambinleanasumanera,peroatravsdelcanto ydelrecitadoquereproducanlosversosformularesinscriptosen lamemoriaquenoobstanteestabanpreparandoelcaminoparala futura objetivacin grfica. La idealidad del lenguaje, sonido y sentido interiores, cuyo ser tambin manifiesta la escritura, se con funda con la contingencia de las ejecuciones particulares que lo exteriorizaban.Seencontrarelfortlebendeesteestadodecosasen lostextosquesernanalizados.21

LUISNGELCASTELLO

IV.CUESTIONESDEMTODO 1. Eltrabajosobrelasfuentesgriegas,expresamenterelevadoal gunasveces,estsiempreimplcitoenelanlisisdelostextos; 2. DeladobleformacindelsuscriptoenelmbitodelasLetras yeneldelaFilosofaresultaunaperspectivabifocaldelosfe nmenosestudiados,queapuntaaenriquecerlareflexinlite rariaconelnivelconceptualqueenglobaalosmismos; 3. Tresdcadasdedocenciauniversitariahanincididoenlapre sentacindeunaestructuradidcticadeestaTesis,demanera quelainvestigacinsehadesplegadoenunaseriedecaptu loscuyaorganizacininternaesparalela,alosefectosdeque lahomogeneidaddelapropiaarquitecturarepresenteparael lectorunprimeraccesodeconjuntoalostemastratados,yfa cilitedeestaformalaubicacindelacuestinparticularque elintersacadmicorequiriere;aestosefectos, 4. Cadacaptulopresentaunttulogeneralquedacuentatanto del aspecto que engloba como de aquellos de que se recorta dentrodelproyectogeneraldelaTesis;asuvezeldesarrollo analtico se hace por una Introduccin y tres subcaptulos, que se despliegan finalmente en tems especficos, acompa ados de encabezamiento y dgitos aclaratorios: incluso cuandolavariedaddelosaspectostratadoslorequiriera,que eselcasodelcaptulosegundo,cadasubcaptulovaacompa ado de una Presentacin sumaria y una Conclusin, cuya presencia en la Introduccin habra recargado en demasa la lectura. Agreguemos por ltimo que tambin la usual remi sin al sistema de notas se halla agilizada por una numera cinpropiaencadacaptulo(demaneraquelosdatosquese ofrecenparaunalecturatransversaldealgunostemsnoen cuentreelobstculodecifrasdetresdgitos).

22

CAPTULO1

HABLAYPARATAXIS LAESTRUCTURALINGSTICA

1.1.INTRODUCCIN Tanto las letras como la filosofa occidentales comienzan con la literalizacin de la antigua Grecia. Con las epopeyas homricas, queconstituyenlosltimostestimoniosdeloquehastaentonces habasidounaculturaexclusivamenteoral,seinicialatransicin lentaperoinexorableehistricamentenica1haciaunacultura escrita.Laprosaliterariarecogiloquelatradicindelasepope yasoraleshabatransmitidonarrativamenteenverso,yporme diodelaformaescritaseprodujouncambiolingsticoqueafec t profundamente las estructuras sintcticas y semnticas. Del trnsito de un orden paratctico a una sintaxis de ms en ms regidaporlahipotaxisseocupaestecaptulo,mientrasqueenel segundo estos cambios son tratados en cuanto afectan el propio orden mental, es decir, la cosmovisin del hablante. De manera que podr colegirse de este estudio la conexin del estadio oral con una lengua y representaciones no totalizadoras, frente a un1

Alargodeestetrabajoargumentaremosafavordelcasogriegoquejustifica la necesidad de una teora especial de la oralidad griega (Havelock, 1996: 121).Adelantemosporelmomentolaimportanciadeunsistemadeescritura comoelalfabetoquetransformalalecturaenunprocesoligeroyfcil(yde circulacinmasiva),frentealdificultosoylentodesciframientodelostextos escritos por parte de las culturas anteriores (tcnica restringida slo a una asociacin o gremio). En el captulo segundo del presente trabajo (2.3) se abordarlaespecificidaddelalfabetogriego.

25

LUISNGELCASTELLO

estilosistematizadoyvisinintegradadelarealidadpropiosdel estadio alfabetizado, segn ilustra paradigmticamente el caso griego. Se trata de describir entonces en este captulo la gnesis en la lengua griega de elementos no afectados primitivamente a lafuncinsubordinanteyquesonconposterioridadresignifica doscomoformasdeenlace,demaneraqueenelestadiohipotc tico la relacin entre las clusulas es sancionada por signos gra maticalesenelniveldelalengua,sistematizandodeestamanera lascategorasdeenlacequeenelmomentoparatcticoquedabanlibra dasalainterpretacindeloyenteenelplanoconceptual. Normalmente sern los pronombres o adverbios anafricos losquesedesarrollarncomolazosdeuninentrelasclusulas, consecuentesconelcarcterqueyatenanenlalengua,2dema nera que en este tipo de sealizacin intradiscursiva est el ori gen de la oracin compuesta, tanto por coordinacin como por subordinacin.Detodasformasdebequedarenclaroque,sibien la oracin simple es la condicin tanto lgica como cronolgica paraelsurgimientodelaoracincompuesta,nosesiguedeello queconstituyaunamanifestacinoriginariadelalengua:parael indoeuropeoseimponelaevidenciadeunestadiodelapalabra comounidadautnoma,preflexiva,depurasraces,3enelcualla ausencia de desinencias nominales y verbales dejaba en la inde terminacinlasrelacionessintcticasylascategorasdegneroy Elsistemapronominaldelosanafricos,eldelosdemostrativosporunlado yeldelosindefinidosporotroesteltimoelposteriorrelativodelatra dicin gramatical, sern los artfices de la subordinacin en indoeuropeo: dehecho,todoelpresentecaptulopuedeserentendidocomounaargumen tacinafavordeestagnesisenlalenguagriega.Debenmencionarsetam bin otros elementos de unin importantes para el fenmeno hipotctico, comolanegacinprohibitivayelusodelinfinitivoydelparticipio. 3 Divididasendosgrandesgrupos,nominalverbalesyadverbialpronomina les (origen de los posteriores nombres y verbos, por un lado, y elementos mostrativos,porotro).Vase1.3.1y1.3.2.2

26

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

nmero,quedebansersuplidasporotrosrecursosparalainteli gibilidaddelafrase(lugardelapalabraenlacadena,elementos lxicocategoriales,slabasmarcadasconelacento). El mecanismo de la anfora, condicin de la integracin de clusulasoriginariamenteindependientes,esestudiadoalolargo del tem 1.2 de este captulo. El punto de partida es la obra de KarlBhler,cuyapostulacinentornoalosdoscamposenque serepartenlossignosdelalengua,elcamposimblicoyelcam pomostrativodellenguaje,conservaanhoysuplenavigencia. Precisamente la anfora halla su lugar natural en ese segundo agrupamientopostuladoporBhler,dondedestacasuespecifici daddelfondocomndeladeixis,dedondeoriginariamentesur gi. Dado que la reflexin pionera sobre el fenmeno anafrico provienedelosantiguosgriegos,tambinseabordaelestudiode la Sintaxis de Apolonio Dscolo, cuyas agudas observaciones lo llevan a postular el concepto de indefinicin encerrado en algu nas ocurrencias del artculo hipotctico pronombre relativo, que por nosotros ser relevado como un importantsimo ndice de la funcin originaria del signo que nos ocupa, cuya articula cinconlosdatosqueelestudiodelasracesdecticasindoeuro peas habr de proveernos en el punto siguiente (1.3), confluyen enunpanoramaaltamenteverosmildelestadodecosaslings ticoquecoadyuvalagnesisdelpasoparatcticoalhipotctico delalengua.Porotrolado,elpanoramadeloshechosenlatnes tambinbastantesignificativo:alleltemacomnparaindefinido y relativo (*kwo/e) testimonia tanto un rasgo semntico peculiar para ambas signos (la indefinicin), como la precedencia de la forma independiente con relacin a su posterior afectacin su bordinante. Tambin en griego la interpretacin de ciertos usos delpronombrerelativosolohallansuplenainteligibilidaddesde laperspectivadiacrnica,quesacaaluzunusonosubordinante deestaformalingstica.27

LUISNGELCASTELLO

Elcaptulosecierraconelestudiodetresfenmenosque,en ltimainstancia,respondenalatendenciaanalgicaysistemtica delalengua,enelmarcodeladefinitivainstauracindelahipo taxis.As,conlageneralizacindelaconstruccinpersonalfrente alaimpersonal(1.4.1)seimponelaanalogaconelrestodelsis temaverbal,enelsentidodehacerconcordarcadaformaconju gada con su correspondiente sujeto sintctico, sea en los verbos defenmenosatmosfricos,seaenlosqueexpresabansentimien tosoafectos,originariamentesinsujetoagente.Laoracinnomi nal(1.4.2)porotraparte,ensusescasostestimoniosdeusosau tnticos todava vigentes en las lenguas histricas, nos permite inferirunestadodecosasmuchomsextendidoenlaetapapri mitiva:laausenciadedeterminacionesdecticasaportadasporla deixisverbalhacaaparecerlapredicacincomosuspendidadel devenir de la lengua, ausente de la contingencias de la enuncia cin, acorde con la informacin de validez universal (mximas, aforismos)quetransmita.Tambinaqulaanaloga,conlaasimi lacindeserausoscopulativos,enrolestetiponominalen laampliamentemayoritariaoracinverbal.Elestudiodelacono cida triparticingenricadelosnombres(1.4.3),porltimo,nos permitirinferirunestadiopreviodesolodosgneros,animado e inanimado, ligados a las caractersticas ontolgicas que eran objetodesureferencia.Laposteriorescisindelgneroanimado en masculino y femenino, y la del inanimado polarizado como neutro,relegalacategoradegneroamerotilgramatical,que asegura la concordancia entre adjetivo y sustantivo en caso de ambigedad.Otravezsedevelarlagramaticalidaddelalengua ensuprescindenciacadavezmsafianzadadelarealidadextra lingstica,yensumarchahacialaplenaautonomaysistemati cidad. 28

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

1.2. ELCAMPOSIMBLICOYELCAMPOMOSTRATIVO DELLENGUAJE.LUGARDELAANFORA 1.2.1.Losdoscamposdellenguaje Ladefinicinprimariadellenguajeesladeunsistemadesignos que los miembros de una comunidad intercambian entre s en vistadeunentendimientomutuo,demaneraqueelhechocomu nicativonopuedeserdesligadodelarealidadexternaenlaque aconteceyalacualhacereferencia.Ahorabien,paradesignarla funcinquerelacionalosmensajesemitidosconlascoordenadas pragmticasenlasquestosseproducenesusualutilizareltr minogriegodeixis(transcripcinde,deverbativode mostrar) mostracin, mbito en el cual, por decirlo as, lenguajeyrealidadconfluyen.4Laimportanciadelossignosdec ticosradicaensuroldeorientadoresdeldiscursoencadaunade las situaciones comunicativas posibles, dado que son elementos quecoordinantantoalaspersonasqueintervienenenelcircuito de habla codificando el mensaje como a las referencias espacio temporales en que el encuentro acontece. En suma, el emisor (o hablante) yel receptor (u oyente) por un lado, el lugar y el mo mentodelactodecomunicacinporotro. Ahorabien,estaideadequeexistenciertossignoslingsti cos que aportan informacin contextual procedente de los tres planosmencionadosdebesudesarrollosistemticoaKarlBhler, quien en su obra Teora del lenguaje elabor una nocin de la deixis que reconoce haber tomado de los antiguos gramticos griegosqueenloesencialcontinavigenteenlaactualidad.Es decir que si la tradicin griega haba ya distinguido entre pala bras de significacin conceptual directa o nombres, y palabras4

EntrelaseriedeartculosdeProblemasdeBenvenisteobradegraninfluen cia en estudios posteriores es probable que El lenguaje y la experiencia humana(201999II:7081)seaelqueconmayornfasisdesarrollaestaidea.

29

LUISNGELCASTELLO

destinadas a funcionar solo como recursos mostrativos (decti cos),Bhlerretomarlaclasificacinylascaracterizarrespecti vamentecomoNennwrteryZeigwrter,quehabrndeagruparse respectivamente en el campo simblico y el campo mostrati vo del lenguaje.5 El primero ser el dominio de las palabras de referenciaconstante,delpuronombrar,significantescuyossigni ficadostienenunestatutoestablecidoenlalengua,yquenoestn sujetosalacontingenciadeunactodehablaparticular;laspala brasdelcampomostrativo,encambio,poseenreferenciavariable ysucentroesrelativoacadahablante,demaneraqueelenfoque sevadesplazandoalternativamentesegnlaapropiacinquedel lenguajehacecadaunodelosparticipantesdelactodehabla.Se trata,ensuma,dedostiposdesignos:rbol,porejemplo,esun concepto cuya extensin comprende a todos los individuos r bol,yencuyaintensinnocuentancomorasgosdefinitorioslas circunstanciaspragmticasdelaenunciacin,dadoquesureali dadesdelengua,esdecirpreviaalusuarioyalasconcomitan tes coordenadas situacionales; yo, en cambio, existe en tanto y encuantounindividuodiga,precisamenteyodelocontrario esslounaformavacadeunparadigmagramaticalyque,por ellomismo,escapaalestatutodelossignosconceptualesdellen guajealamaneraderbol.6 LaSprachtheorie,esde1934,ylaprimeraedicindelatraduccincastellana queseguimosesde1950.Elcampomostrativoseestudiaextensamenteen el captulo II (94170) de esa obra, y el campo simblico en el captulo III (171289). 6 Esdecir,nohayalgoascomounaseriedeindividuosyoenglobadospor yo.EselenfoquequeencontramosenBenveniste,Delasubjetividadenel lenguaje(201999I:179187)yquetambinsuponeLyonsenelcaptulodedi cadoaDeixis,espacioytiempo(1980:573657),locualdemuestralavigen ciadelapresenteclasificacin.Dehechosuinfluenciasehaextendidoato das las ramas de la lingstica y, por ejemplo, Coseriu (1991a:3435) en el mbitodelasemnticaestructuralhahechoenbasealanocindedeixisun5

30

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

Es importante detenerse en la gnesis de esta teora de los campos enBhler, dada la importancia que ha tenido posterior menteeneldesarrollodelalingstica.Enrealidadesunanece sariaconsecuenciadelmodelodelrganondellenguajeensu primeraysegundaversionespostuladocomomomentooriginal delactoenunciativo,yque,ampliadoporJakobson,serlabase desuconocidocircuitodelacomunicacin.7 Apartirde unaobservacindelCrtilodePlatnenlacual seasientaquelacomunicacinconsisteenelhechodedeciralgo aalguien,8Bhlerreflexionasobreesealgoparapensarlocomo el objeto extralingstico hacia el cual se refiere la lengua,y que puedefuncionarcomolafuentedeestmulosqueimpresionade alguna manera al hablante, quien por medio de un mensaje co municaestaimpresinaloyente,cuyarespuestapuededirigirse tambinhaciaelobjetonolingsticoencuestinquelehasido enunciado, X(objeto)

HablanteOyentelenguaje

interesante cotejo de la oposicin lxica que existe en castellano entre los verbosir/veniryllevar/traer,cuyosespaciosdecticossonconsiderados desdeelpuntodevistadelaprimerapersonafrentealasegundaytercera. Esta oposicin no coincide con la que se da, por ejemplo, en francs entre aller/veniryporter/apporter(aqusonlasprimeraysegundapersonas lasqueseenfrentanconlatercera). 7 Jakobson(1985). 8 Ellenguajeesunorganumparacomunicarunoaotroalgosobrelascosas (1950:36).

31

LUISNGELCASTELLO

obienresponderpormediodellenguaje,invirtiendoaselreco rrido del circuito. De manera que el modelo dela comunicacin sedinamiza,ynosetratayadeunarelacinabstractaentrelen guajeyobjetorepresentado,sinoquelosactoresdelactocomuni cativo son relevados como elementos fundamentales, segn se desprende claramente de las propias palabras del autor: No es verdad que todo aquello para lo cual el fonema es un fenmeno medio, un mediador entre el hablante y el oyente, quede com prendido en el concepto las cosas o en la pareja de conceptos, ms adecuada, objetos y relaciones. Sino que es verdad esto otro: que en la estructura de la situacin verbal, tanto el emisor como autor del hecho de hablar, el emisor como sujeto de la ac cin verbal, como el receptor en cuanto interpelado, el receptor en cuanto direccin de la accin verbal, ocupan posiciones pro pias.Nosonsimplementeunapartedeaquelloacercadelocualse produce la comunicacin, sino que son las partes de ese inter cambio, y por eso es posible en ltimo trmino que el producto intermedio del fonema descubra una peculiar relacin de signo respectoaunoyotro(1950:43). Quedaasconstituidounesquematripartitoquedarcuenta de la triple funcionalidad del lenguaje, segn prime la relacin conelhablante,oconeloyente,oconlosobjetos,esdecirlasres pectivas funciones que Bhler caracterizar como expresiva, apelativayrepresentativa.Yconestonosencontramosenel mbito mismo de la teora de los campos, dado que las funciones expresivayapelativa,consucarcterdesntomadesubjetividad y de seal respectivamente, no pueden desarrollarse sino a con dicindequeelemisoryreceptorselocalicenmutuamenteenel espacio; mientras que para la funcin representativa solo el as pecto conceptual del objeto interesa. Queda as establecido para las funciones asociadas al hablante y al oyente el uso de signos decticospropiosdelcampomostrativodellenguaje,mientrasque32

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

elcamposimblicodelalenguaserpropiodelareferenciacon ceptualquecorrespondealafuncinrepresentativa. Ascomoelmodelodelrganonllevalasfuncionesdel lenguaje,ydestasalateoradeloscampos,sernecesarioahora concentrar la atencin en una de estas divisiones, la del campo mostrativo,dadoqueesellugarnaturaldeladeixis,tipodesea lizacinqueestalabasedelaposteriorderivacinanafrica,a cuyocargocorrerlaarticulacindelalenguadesdelaparataxis hasta la hipotaxis. Si continuamos con Bhler, podemos afirmar queelespaciodecticosecomponedetrminosquepuedensea larsuobjetopormediodetresformasdistintas,pordemonstratio adoculosetadaures,pordeixisamPhantasmaypormostracinsin tcticaoanfora. Laprimeradeixis,generalmenteabreviadaenlaformulacin demonstratioadoculos,eslasealizacinpropiadelasituacindel enunciado,esdecir,dentrodelcampoperceptivodelhablantey deloyente.Lospronombrespersonalessonlossignosdelaapro piacindelosrolespertinentes:eldelemisorsemanifiestaconel usodelaprimerapersona(yo),eldelreceptorconlasegunda (t). Con otros pronombres y adverbios se efectan seala mientos al contexto espaciotemporal creado por la situacin de habla y la participacin de su emisor: ste, aqu, ahora, mo/tuyo,etc.Elsistemapersonalsecompletaconlaremisin asituacionesobjetivasquequedanfueradelcampodelasperso nasdedilogo:eseldominiodelatercerapersona,laquenoesni elemisornielreceptor(l).99

Elestatusproblemticodelatercerapersonafueentrevistoyaenlosorgenes de la reflexin gramatical. Leemos as en Apolonio Dscolo el nominativo sujetoestimplcitoenlospropiosverbos,deunamaneradefinidaenlapri meraysegundapersonas,eindefinidaenlaterceraporserstainfinitaensus referencias(SintaxisI.17),ymsadelante[lospronombresdeterceraperso na]serealizancomoanafricossegnquelaspersonasseanconocidasdean

33

LUISNGELCASTELLO

Ladeixisenlafantasa(deixisamPhantasma)eslaexpresin queusaBhler(curieuxmlangedetermesempruntsaulatin, augrecetlallemand)10paraelsealamientoaobjetosnopre sentesenlasituacindeldiscurso,esuntipodemostracinque apunta a entidades pertenecientes a un espacio abstracto imagi nativo, cuyos puntos de referencia son establecidos arbitraria menteporelemisor,independientesdelasituacincomunicativa real:despusdeXgobernY,yanteslohabahechoZ.11Perode todasformas,desdeelpuntodevistalgico,participajuntocon ladeixisadoculosdeunmismotipodemostracinobjetivaenun contextorealoimaginario,modeladosobrelabasedeaqulla.Y esto aparece con claridad cuando ambas formas de mostracin sonopuestasaltercermododeindicacinoanfora,hitofunda mentalparaelrecorridodeestetrabajo. 1.2.2.Laanfora Lasintaxiscontemporneahadedicadoespecialatencinalmbito delaanfora,locualhacedeciraB.Fox:

temano,ycomodecticossilapersonaestalavista(II.16).Enlaactualidad elartculodeBenvenisteEstructuradelasrelacionesdepersonaenelverbo (201999I:161171)reconocequeelsistemadelpronombrepersonalincluyeslo alaprimeraysegundapersonas,excluyendoalaterceracomonopersona. VasetambinCastello(2005).Nodebeolvidarse,porotraparte,quelatercera personaeslaformaverbaldelaenunciacinhistrica,aquellaenquelosacon tecimientos parecen relatarse a s mismos, con exclusin de cualquier forma lingsticaautobiogrfica.Alestatutodelatercerapersonasealudemsde unavezenestecaptulo(vaselasnotas91y111). 10 OKelly(2001). 11 Martn Lpez (1994:13), Kovacci (1992 II:173175) esta ltima autora opta por la traduccin deixis de la fantasa para la sealizacin am Phantasma, privilegiando de esta forma una relacin nominal (genitivo objetivo) antes queunalocativa(enlafantasa).

34

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

The 1980ssaw an explosion of research on the topic of ana phora,andstudiesofanaphorahavesincebecomeimportant to our understanding of certain kind of cognitive process, to ourunderstandingoftherelationshipsbetweensocialinterac tionandgrammar,andtoourunderstandingofdirectionality indiachronicchange.12

Surelevanciaestreafirmadaporelhechodequeafectauna ampliagamadefenmenos,comosedesprendedelmuestreode algunosusosanafricos:13 1. Juandijoquelestabacansado. 2. Juanmurmurparas. 3. Juantieneproblemasysebuscaotros. 4. SiJuanseburla,voyagolpearaesetonto. 5. Juandicequehayunaplayatranquila,peronossiexis tetalcosa. 6. Juanprometivenirmaana,peronossilohar. 7. JuantieneunautochicoyMaraunogrande. 8. AJuanlegustalapizza,peroaMarano. 9. JuanesmayorquePedroyMaraesmenor. 10. ElautodeJuanesmsgrandequeeldeMara. Enestalista,quepodraampliarseconsiderablemente,seve rificalaampliagamadeformasysintagmasafectadosporelfun cionamiento anafrico (pronombres personales, en 1, reflexivos en2,determinantesen3,sintagmasnominalesen4,correlativos en5,pronombreenreferenciaaunaclusulaen6,unoconvalor pronominal en 7). Merece especial atencin el hecho de que la

12 13

Fox(1996:viii). Esta lista, a todas luces incompleta, toma algunos ejemplos adaptados a partirdelapropuestadeJ.McCawley(1988:335).

35

LUISNGELCASTELLO

anfora est presente en casos de elipsis como los de 8 a 10, de maneraquelaelipsispuedadefinirsecomounaanforasincon tenidofontico.As,en8laelipsisdepolaridadnegativasupone laelisindeunsintagmanominal;en9laelipsisencomparacin entraaelborradodelsegundotrminodelacomparacinmen cionado en la primera clusula, y en 10 asistimos a una nueva elipsis de un sintagma nominal. Este ltimo tipo de casos es el ms estudiado en los ltimos aos por sus implicancias en los intentosdeformalizarellenguajenatural.14Porotraparte,laso lidaridad entre anfora y elipsis har que ambas emerjan natu ralmente juntas en la explicacin de estos fenmenos, como se verenlostratamientosquesiguen. Demaneraquepodemoscaracterizarbsicamentelaanfora como el funcionamiento de ciertas formas morfosintcticas dis poniblesparaloshablantesalosefectosdeformularunareferen ciaintralingstica.YaBhlertratabaestamaneraelfenmeno: Consideradopsicolgicamente,todousoanafrico[...]presu poneunacosa,queemisoryreceptortienenpresentelafluencia deldiscursocomountodo,cuyaspartessepuedenreteneryan ticipar.Emisoryreceptortienen,pues,quetenerpresenteese todo, de suerte que sea posible un recorrido, comparable al recorridodelamiradaporunobjetopresentepticamente.15

Lamostracinsintcticaoanforaentonces,adiferenciadelase alizacin dectica que tiene lugar en forma directa y suele ser acompaadademarcassuprasegmentales,estreguladaporcri teriosestrictamentelingsticos:apuntaaunsegmentodeltexto,

As,porejemplo,ManuelLeonetti,enelmarcodelaGramticadescriptivade lalenguaespaola(2000:I787ss). 15 Bhler(1950:141).14

36

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

del cual el pronombre en cuestin es correferente, es decir que tieneelmismoreferentequeaqul. Esta capacidad de las formas anafricas de retomar antece dentesoproyectarzonasdeindefinicinestalabasedelacons truccindeltejidolingsticocuyacomplejidadcreceproporcio nalmente al desarrollo de estos elementos anafricos. Al rastreo de esta complejidad nos dedicaremos en los puntos que siguen, partiendo de los rasgos del estadio homrico, para proyectar a partir de all las explicaciones que la gramtica griega antigua y la contempornea dan al fenmeno de la anfora, y ms espe cialmentealpronombrerelativo,comoprototipodelasformasana fricas. Este recorrido nos permitir, adems, proponer una ex plicacinacercadelaeleccindeltemaderelativopreferidopor elgriego. 1.2.2.1.Laanforaenelcontextohomrico Parairadentrndonosenlaejemplificacindelfenmenoengrie go,yenespecialenlostestimonioshomricosqueconservanen sus frmulas ms antiguas elementos arcaicos de un estadio de lenguaprimitivo16,reparemosenIl.1,29,dondetenemos .

yaellayonolaliberar.

que ofrece en su brevedad algunos interesantes indicios de los hechosdelenguaquenosocupan. En primer lugar hay un pronombre demostrativo anafrico ()queseoponealdecticodeprimerapersona(),declaro sentidoenfticoaqu,dadoqueesunanecesidadpsicolgicaan16

El estudio de la diccin formular se reserva para el captulo segundo (2.2.4.1).

37

LUISNGELCASTELLO

tes bien que sintctica su presencia, marcada claramente por la desinenciapersonaldelverbo().Demaneraquepararealzar fehacientementelaoposicinentreestefemeninosingularantro polgicoyelrespectivomasculinodelhablantehemosdupli cadoenlatraduccinelanafricoencuestin,deacuerdoconla modalidaddenuestralengua(aella...la).Setrata,comosesabe, delaspalabrasdeAgamennanteelancianoCrisesquevienea reclamarlaliberacindesuhija:ladeixisdelhablante,seaenla formadesinencialdelverboobienenelsignopronominal,mues tralaimposibilidaddenoserdectico,denoestarenelcontex to del propio discurso.17 Precisamente esa presencia es la que hiperblicamente se quiere afianzar por medio del eg, hiperca racterizando de esta forma al portador del discurso en su doble papeldejefedelejrcitoyostentadordeunavoluntadinflexible. Encambio,pormediodelaanforatneslapresenciaobjetiva,la posibilidad misma de sealamiento la que es negada: la mucha cha no es en este momento una realidad perceptivo compartida porelcaudilloyelanciano,noleestpermitidotenerotroestatus que el lingstico, es decir apuntar al segmento de texto antes aludido por las palabras de Crises, cuando ste rogaba (v.20), msliberadmeamiqueridahija(padaphlen),introduciendode estaformalaentidadeneltexto. Perohayunsegundodatodesumaimportanciaqueestaora cindelcomienzodelaIladapuedeaportarnosennuestroestudio delfenmenoanafricocomopasopreviodelasubordinacinen indoeuropeo:setrata,precisamente,delafuncinanafricaeneste estadio homrico de (masculino ), que en griego clsico ve remosyarecategorizadocomoartculoycuyacargasealativa, por ende, ha quedado reducida en alto grado. Es cierto, por otro

17

Bakker(1999:1):Whenspeaking,itisimpossiblenottobedeictic,nottobe inthecontextofonesdiscourse.

38

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

lado,quetambinelusodeacompaandoalsustantivoesmuy frecuente tambin en las epopeyas homricas, pero es innegable que la carga demostrativa est ostensiblemente presente, y es a veces posible llegar a traducirlo por un adjetivo demostrativo en nuestralengua,comoporejemploen (Il.4,455),elpastorescuchabaelestruendodeesosros,o bien, para ejemplificar con un contexto prximo al citado en pri mer lugar, en el caso de (en el verso deIlada1,11)sepuedeconjeturarcon toda certeza que la fuente de enunciacin, Homero, se dirige a un auditorio para el cual el anciano sacerdote es ya conocido.18 Esta carga anafrica fue la que motiv la asociacin de anfora y artculoeneltratamientodelanacientedisciplinagramaticalgrie ga, como tendremos oportunidad de estudiar en el testimonio de ApolonioDscolo. En tercer lugar, si en la lnea del anafrico abierta por la ocurrenciadeIl.1,29damosunpasoms,podemostraeracuento otropasajedelmismocontexto(Il.1,810) ,(...)

En la traduccin de Crespo Gemes (1991) este pasaje se vierte delsiguientemodo:

Quin de los dioses lanz a ambos a entablar disputa? / El hijodeLetoydeZeus.Puesirritadocontraelrey,/unama lignapestesuscitenelejrcito,yperecanlashuestes(...).18

AlrespectoenlatraduccindeLpezEire(1995)leemosennotaaestever so:Talcomoapareceestaexpresineneloriginal,hayqueentenderquelos oyentesconocensuficientementealCrises,sacerdote,delqueanteriormente habanodohablar.

39

LUISNGELCASTELLO

Ladificultad,alparecer,delatraduccindeenestaocurrencia hadesalentadoaltraductorquien,alnotranscribirloycolocaren su lugar una puntuacin fuerte despus de Zeus, dej sin san cin gramatical la relacin del participio (irritado) con su refe renteenlaoracinanterior.Enelotroextremo,LpezEire(1995, adloc.)procedeaaglutinarlasclusulasalpuntodeprescindirde lapuntuacindeleditor,ytraducirElhijofuedeZeusyLeto/ queconelreyhabindoseirritado,conloqueestamos,comose ve, en la sintaxis del pronombre relativo, es decir en el propio niveldelasubordinacin.Enestemomentodenuestrorecorrido no podemos extraer todas las consecuencias que esta ltima in terpretacin podra brindarnos: quede como primera aproxima cinalprocesoquehabrdearticularlaremisinanafricaconla subordinacinconrelativoaunquedejamosasentadodesdeaho raquenoserelanafricoelqueseimpondrdefinitivamente como relativo en griego, sino que la eleccin recaer en , un indefinidoanafrico).19 Serimportante,porltimo,concluirestaaproximacinem prica a los usos del artculo griego con la reflexin que el fe nmenogeneraldeanforaydeixisdespertenlanacientedisci plinagramatical,esdecir,fundamentalmente,enlaobradeApo lonioDscolo(sigloIId.C.) 1.2.2.2.ElestudiodelaanforaenApolonioDscolo MsalldeladeudaqueBhlermantieneconloscomparatistas delfinalesdelsigloXIXespecialmenteconBrugmann,quelle varon a cabo el redescubrimiento de los gramticos griegos, el reconocimientodirectoaApolonioestclaramenteexpresado,

19

Vase1.3.4.

40

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

Puessepuedeprobardocumentalmentequelosgenialespri meros gramticos griegos tuvieron una visin insuperable menteclaradeladistincinsematolgicaentremostrarynom brar.LosestoicosyApolonioDscolo,segneltestimoniode Steinthal,realizaroncerteramenteladistincinentrenombres demostrativos[...]20

yvieneacontinuacinunacitadeApolonio,queBhlerextraede lafuentemencionada, Suesenciaes.indicacinhaciaobjetospresentes,o, referencia alo ausente, pero ya conocido. Mediante la hacia se origina una , me dianteuna.Ylospronombresper sonalessonequiparadosallcompletamentealosdems.Los pronombresdeprimeraysegundapersonason;los detercerapersona,enpartedecticosyanafricosalavez,en parteanafricosslo(pg.316).21

Veamos entonces un poco ms en detalle la reflexin de Apolonio, como prolegmeno para el anlisis del pargrafo 3220 21

Bhler(1950:138). Esta cita, que puede cotejarse ahora en la moderna reedicin de Steinthal (2001),agrupaenrealidadpasajesdiferentesdelaobraapoloniana:parala primera parte de la cita debemos, adems, remitirnos a la pgina 313 de Steinthal,IhrWesenist[antwortethieraufApollonios,]Hinweisung auf gegenwrtige Gegenstnde, oder , Rckbeziegung auf Abwe sendes,aberschonBekanntes.Durchdieaufents tehteine(depron.77b),durcheine (desynt.98,26);laltimapartedeltestimonioarribacitadocorrespon de,efectivamente,alapgina316delafuenteencuestinlneasenlascua lesBhleroptpornoreproducirlosejemplosdelospronombresgriegos, Die Pronomina der ersten und zweiten Person sind , von denen derdrittenist,,,,,,sindsowol alsauch...(depron.p.10).

41

LUISNGELCASTELLO

dellibroIIdesuSintaxis(quetrataremosen1.2.2.2.2),endonde seintuyeelvalorindefinidodelanafrico*yo/eartculohipo tctico,locual,adelantamos,podraacercarlagnesisdeldefi nitivopronombrerelativogriegoaladelgrupoindoeuropeoana tolio,cuyotemasubsistideformaindependientecomoindefini dointerrogativo(*kwo/e,*kwi:latnquis,frenteaqui,relativo).La presentacinseguirlossiguientespasos,

elpanoramadelmecanismoanafricoenquesebasala interrelacin del sistema de las partes de la oracin en Apolonio(tratadoenlapresentesubdivisin); elestudiodelaanforanoyaanivelgeneraldelsistema sino como rasgo especfico de una de las partes de la oracin,elartculo(1.2.2.2.1); las dos clases de artculo en la reflexin apoloniana: el protctico(quecorrespondealamismaclasedepalabra enlatradicingramatical)yelhypotctico,elconocido pronombre relativo posterior, en cuyo relevamiento re sideelintersdenuestroenfoque(1.2.2.2.2).

Comencemosestableciendoque,entrelosmecanismosdela lenguaqueelgramticoalejandrinocaracteriza,laanforaocupa un lugar fundamental, dado que se entronca con el funciona mientomismodelaspartesdelaoracinomretolgou,quela tradicingramaticalhabasancionadohacatiempo,yquesiguen hasta la actualidad estructurando las gramticas de las lenguas modernas.22Lalistaqueadoptacoincideconlaquesereconoca

22

VasealrespectoCoseriu(1962),Bosque(1990)yCarnie(2001).Entodoesto seguimos a una obra fundamental en nuestra lengua de reciente gestacin. NosreferimosaMrsico(2007)endondepuederecabarseunaamplsimain formacinsobreelnacimientodelagramticaenOccidente.Comoadelan

42

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

yaenlafilologadepocaaristarquiana,ysemuestraigualmente tradicionalconrespectoalaadopcindelcriteriojerrquicoque predominadentrodeclasificacin,criterioquehaceexplcitoyse esfuerzaenfundamentar. Desde la tradicin gramatical que arranca con el Crtilo de Platn,ymsespecialmenteconelSofista,lasdospartesbsicasde un enunciado eran nombre, onma, y predicado, rhma, trmino este ltimo que ms tarde se redefinir lingsticamente como verbo.23 En efecto, Aristteles mantiene la posicin central de estasnociones,talcomosedesprendedeltratamientodeDeInter pretatione14,ysecompletaenelenfoqueenPotica20,enoportu nidad del planteamiento de las partes de la expresin (mre ts lxeos),queincluyentantoelementosinfralxicosconstituidospor letrasyslabas,comoelementossupralxicos,esdecir,elplanodis cursivo,lgos.Encuantoalascategoraslxicas,nomayrhma,son caracterizadascomopartessignificativas,alasqueseagregandos partesnosignificativas,rthronysndesmos,entendidascomopre posicin y partcula respectivamente, cuyos rasgos consisten en acompaar a las partes primarias sin poseer un correlato real, tal comoelqueseatribuyeanombresypredicados.24 El mismo compromiso ontolgico gua el enfoque estoico, dondelascuatropartesdellegadoaristotlicoseredefinenyau mentansunmero,demodoquerthronseconvierteenartcutamos,noshemoslimitadoaresignificareltratamientoapolonianodelpro nombrerelativo. 23 EnCrtilo431bseoponenomaarhmadeunmodoquepreanunciaeltra tamientodeSofista261dss.,donde,apartirdelaafirmacinlopronunciado nomuestraniaccinniinaccinnilarealidaddeloqueesnideloquenoes hasta que alguien haya mezclado los predicados (rhmata)con los nombres (onmata). Entonces se produce el ajuste y la primera combinacin produce tambin el discurso (lgos), se funda la tradicin de identificacin de las partesdelenunciado,querecibiladenominacindemerisms. 24 SobrelanocinderhmacomopredicadoenAristteles,vaseBieda(2005).

43

LUISNGELCASTELLO

lo,ysndesmosenconjuncin,ambosconunsentidocercanoal que hoy utilizamos, a la vez que rhma adopta el significado de verbo, ya que la nocin de predicado pasa a asociarse con el trmino kategrema. Por otra parte, agreguemos en esta sinttica visindelaimprontaestoicasobrelaspartesdelaoracinque lacategoradenomaseespecializaenlamencindelosnombres propios,ysecrealanomenclaturadeprosegoraparalosnombres comunes, que incluyen a los adjetivos.25 Como se ve, hay una homologacin entre categoras lxicas y categoras como modos denombrarloreal,desuertequeseaseguraqueellenguajeest encondicionesdeexpresarlosefectivamenteexistente. Los alejandrinos, guiados por sus preocupaciones ligadas conlaecdticayelcomentariodeobrasclsicas,avanzaronenla ampliacin de la lista que se estabiliz en las siguientes partes: nombre,verbo,artculo,pronombre,participio,adverbio,prepo sicin y conjuncin. Entre ellas, la atencin prestada a las dos primerasessensiblementemayorquealresto,comosedesprende delostestimoniosconservados.26Apolonio,comohabamosade lantadoalcomienzo,abrevaenesatradicinyadoptalalistade ochopartesdelenunciado,juntoconladiferenciacinjerrquica entrenombreyverboyelrestodelascategoras. Parafundamentarestepunto,Apoloniodesarrollalanocin deunaestructuralgicadelalengua,cuyosenunciadosconcretos nosonotracosaqueinstanciacionesdelamisma,loquehahecho pensarenunantecedentedelanocindeestructuraprofunda

25 26

DigenesLaercio,VII,5758. EltrabajodeMatthaios(1999)sobrelautilizacindelascategoraslxicasen Aristarcoechaluzsobrelosalcancesdelaspartesidentificadasenesteesta dioyconfirmaquelalistacannicadeochopartesyaeraconocidayutiliza daporlosfillogos.

44

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

esbozada por la moderna gramtica generativa.27 Para ello rede fini la categora estoica de lektn, enunciable, que consista en uncontenidonoticoexpresablelingsticamente,entrminosde noetn.Aestecontenidonoticoleatribuyeunrasgopositivo:su autotleia,completitud,perfeccin,trminotomadoigualmente de la tradicin estoica, que aqu se universaliza para mentar el planoqueoficiadeparmetrodegramaticalidad,entantoconsti tuye una oracin genrica, o una metafrase de mxima densi dadsemntica.28AsafirmaenSintaxisI.14: , ,, . , , ,, . Elordendelaspartesdelaoracinesunaimitacindelaora cin perfecta, que muy justamente coloca en primer lugar el nombre, despus el verbo, puesto que sin ellos ninguna ora cin queda cerrada. Esto se puede probar con una frase que contenga todas las partes de la oracin, y si se le quita el nombreoelverbolaoracinnoestarcompleta,perosisele suprimentodaslasdemsdeningnmodoquedadefectuosa: Elmismohombreresbalandohoycay.29 PorejemploenHouseholder(1981),quecifrasuintroduccinalatraduccin inglesadelaSintaxisprecisamenteenestesupuesto. 28 SegnlacaracterizacindeLallot(1986:421ss.).VaseenespecialElPrinci piodeLgicaSubyacenteylaoracinperfecta,enMrsico(2007:198205). 29 LabasedenuestraversineslatraduccindeBcaresBotas(1987).Deaqu enmsdebesobreentendersequelanumeracindelaobradeApolonioco rrespondealaSintaxis.27

45

LUISNGELCASTELLO

Apartirdeaqusecoligequelascategoraslxicas,lejosde constituirunaserieisonmica,respondenaunalgicajerrquica dictadaporlaoracinperfecta,ellgosautotels,quemanifiestala preponderanciadenombreyverbomedianteunapruebasimple: dadounenunciadoquecontengatodaslaspartesdeldiscurso,30 lainteligibilidadnosufremellasiseretiranlaspartesnoimpres cindibles, mientras que deja de ser comprensible si se quitan nombreoverboenelejemploconsignado,nthroposypesen. La pregunta que se impone es la de la relacin entre estas partesbsicasylasrestantes,yesenesaarticulacinprecisamen tequevaajugarunrolpreponderanteelfenmenodelaanfora, mecanismosintctico que tendr una dimensin mucho ms ex tendida en Apolonio que en la teora gramatical moderna, dado que bajo sus dos modalidades de funcionamiento, acompaa miento y sustitucin, dar cuenta de la posibilidad de articula cin de las restantes partes de la oracin con sus elemento nu cleares,nombreyverbo.31 PorotroladoelhechomismodellxicousadoenI.36vieneaga rantizarlalicituddenuestraaproximacin,dadoquelasfuncionesde acompaamientoysustitucinsonmentadasconuntrminohabitual delcamposemnticoparadesignaranfora,angetaiprssinnimo deanaphrein,quesegeneralizaralapostre. Puesbien,dadoqueelrestodelaspartesdelaoracinrefie ren(angetaiprs)yaseaalverbo,yaseaalnombre,deloque recibieronsusignificadopropio,esprecisoconsiderarencada unadeellaslaqueacompaaylaqueseusaenreemplazode aqullosobienambascosas()

Laconjuncinnoseincluyeporqueesohabilitaraelnivelsupraoracionalo discursivo.Vaseinfra. 31 Mrsico (2002) utiliz esta lnea de anlisis para dar cuenta del programa totaldelaSintaxisapoloniana.30

46

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

Y as los pargrafos de la Sintaxis I.1628 darn cuenta del modoenquecadaunodeestosdosmecanismosseplasmanpara articularlaspartesderivadasdelaoracin.As,traselparticipio, que rene los rasgos de las dos categoras bsicas en tanto que tiene su origen en la transformacin del verbo en formas flexi vas (I.21), viene el artculo, cuyo orden guarda relacin con el hecho de que puede constituirse con las tres formas previas, y encarna as un claro caso de acompaamiento (I.23), entendido como el mecanismo sintctico fundamental, incluso de mayor relevancia que el de sustitucin, que se plasma en la parte si guiente:elpronombre.Estaquintaparte,pertenecientealmbito nominal, se liga desde su misma nomenclatura a la sustitucin (I.24). Peroser elartculo, segn veremos a partir del punto si guiente,ensuvariantedeartculohipotctico,elquenosabrir elcaminoparaelestudiodelagnesisdelpronombrerelativo a partir de un estadio no subordinante, solidario con el estadio paratcticodelalengua. Enelmbitoverbalsehallanotrasdospartesmarcadasporla dinmicasintcticadelacompaamiento:lapreposicin,quepue de acompaar a cualquiera de las dos partes hegemnicas de la oracinyaseaencomposicin,formandounaunidad,comoenel casodekat(a)psendeI.14,oenaposicin,formandounafrasepre posicional (I.26), y el adverbio, que restringe su poder de acom paamientoalverboyporesoquedarelegadoalsptimolugar.El ltimonivelconstituyelaaperturaaunmbitoquesobrepasalos lmitesdelaoracin,yaquelaconjuncinoperanoslosobrelas categoraspreviamente mencionadassinotambinsobreenuncia dos,demodoqueinstauraelmbitodelodiscursivo(I.28). Elsistemaenteroestapoyado,entonces,enunfuncionamiento anafrico que arbitra las relaciones entre las categoras lxicas, elementos que estn a la base de la construccin de enunciados deacuerdoconlasreglasimpuestasporlalgicadellgosautote47

LUISNGELCASTELLO

ls, que reposa,precisamente,enestaestructuraanafricadelas partesderivadasrespectodelasprimarias,nombreyverbo. 1.2.2.2.1.Laecuacinartculoanforaypronombredeixis Ahora bien, lo importante para nuestros fines es que la anfora no opera slo a nivel general en el sistema, sino que es el rasgo especficodeunadelaspartesdelaoracin:elartculo,asociado estrechamenteconelpronombre,dadoquesteencarnasucon trapartida,esdecir,ladeixisoposicinque,comovimos,serel legadofundamentaldeApolonioquerecogerBhler.Detodas formaselpanoramanoessimpleenlaexposicinapoloniana.Se sostiene la funcin dectica como rasgo definitorio del pronom bre,yseasociaelartculobsicamenteconlaanfora,segn,por ejemplo,leemosenI.96, Estaspalabras[lospronombrespersonalesdeprimeraysegunda personas] sirven para discernir personas todava no definidas, conlocuallaspersonasporellossignificadassehacendefinidas. Es claro que su deixis son las primeras vas de entrada de las personasquelessubyacen,yporellonoprecisandelacompaa delartculo,yaquenopuedehaberanforadepersonasquese muestran a la vista. De donde se deduce necesariamente el re chazodelartculocuyafuncineslaanfora(...).32

Pero es claro que junto a las formas decticas el pronombre presentaformasanafricas,conlocualparecieraneutralizarsela32

Mrsico (2002:85) comenta as el presente pargrafo: la utilizacin de las formas pronominales de primera y segunda persona, en efecto, implica la necesariareferenciaaunapersonapresenteenundilogo,yaseacomoemi sor (yo, nosotros) o como receptor (t, vosotros). El artculo, bsicamente anafrico,vuelcaestafuncinsobreeltrminoqueacompaa,porlocuales incompatibleconuntipodepalabraspordefinicindecticas,comoeselca sodelasformaspronominalesdeprimeraysegundapersona.

48

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

oposicin que sirve para caracterizar, precisamente, a cada una de las dos categoras de palabras. Como es de imaginar, el pro blemasepresentaralingresaralmbitoreferencialdelatercera persona,dadoque,segnsehadicho,laimplicanciadeemisory receptorenelactocomunicativogarantizalafuncindecticade yoyt,perol,encambio,adecuarsuremisinsegnlos casosaunauotramodalidad.Porejemplo,leemosenII.16, Portanto,pronombreeslapartedelaoracinquehacelasve ces del nombre en forma dectica o anafrica, y que no se acompaadelartculo.Ytngaseencuentaqueladefinicinde pronombre abarca hasta la tercera persona, pues tambin se realizan como anafricos segn que las personas sean conoci dasdeantemano,ycomodecticossilapersonaestalavista.33

El hecho es que Apolonio, en su esfuerzo por mantener la ecuacin entre artculoanfora y pronombredeixis, apunta a minimizarloscasosplenamenteanafricos,queprcticamentese limitan al caso de auts, y habilitar para el resto la categora de

33

MartnLpez,ensuintentodedesentraarelexactosentidodelasmodali dades del campo mostrativo en Apolonio, comenta as este pargrafo (1996:14):As,pues,ladistincinapolonianaparecevincularladeixisalos objetos reales del mundo externo, presentes durante el acto de habla, y la anforaaelementosausentesdelasituacinreal,peroconocidosatravsde la mencin previa en el discurso lingstico. Dada la frecuente asociacin, porunlado,entredeixisyausenciadeconocimientopreviodelreferentey, por otro, entre anfora y sustitucin de referentes ya identificados, es fcil entenderporqualgunosautoreshanqueridoequipararladistincinentre deixisyanforaconladicotomanuevo/dado,loquenosllevaareservarla nocin de deixis para la presentacin de objetos desconocidos en la planto lingsticooenelextralingstico,yaadcribir,encambio,valoranafricoa aquelloscasosenquesealudeaentidadesconocidas,tantoapartirdelen tornolingstico,comoapartirdelarealidadcircundanteexterna.Comose ve,estossonlospasajesapolonianosqueguardanenteraactualidad.

49

LUISNGELCASTELLO

deixistono(II.12),esdecir,unadeixisintelectual,quenorefiere aobjetosalavistasinoaelementosdelimaginarionoticocom partidoporloshablantes.34Loqueseniegaconestacategoraes quesetratedeunareferenciaaunamencinpreviaenlacadena hablada y la razn aducida es el parmetro sintactista asumido por Apolonio para la indicacin de anfora: la no admisin del artculoparalasformashotosyekenos,quesonlasformaspro nominalesdetercerapersonaconqueseejemplifica.Valelapena transcribirelpargrafo, Ahorabien,cuando(aqul)y(ste)nosea lan algo a la vista, sino que son anafricos, hay que pensar que su deixis se refiere a algo mental ( ),desuertequeunasdeixissondeloqueestalavis tayotrasdeloqueestenlamente();segnesto,al serambosdecticospornaturaleza,nopuedenconstruirsecon unartculoquelesresultaraantittico(II.12)

Sintetizando:lasformasdeprimeraysegundapersonasson necesariamente decticas (a), mientras que las de tercera pueden serdecticas(a)cuandosealanobjetosalavista,anafricas(b) cuando van acompaadas de artculo y por lo tanto remiten a algo previamente mencionado, o decticas more intelectual (c) cuandonoadmitenartculoyremitenauncontenidorecuperable contextualmente.Enunesquematendramos: Pronombrespersonales decticos anafricos (a) (c)(b) 1y2personas 3persona 34

RecordarladeixisamPhantasmadeBhler(1.2.1infine)

50

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

Msall,entonces,delcriterioenquesebasaApoloniopara esta clasificacin, hay un dato incontestable y de fundamental importanciaparalagnesisdelfenmenodelasubordinacinen griego: el valor de remisin, dectica o anafrica, de las formas ekenosyhotos,vacasporendedecontenidosemntico.35 Pero la ecuacin mencionada demanda ms de una torsin tericaparasostenerse:hayclarosusospronominalesdelartcu lo,comoseafirmaenI.25,quenocondicenconsufuncinanaf rica. Apolonio cita el siguiente pasaje homrico, que est dentro delalgicaconsignadaanteriormenteenestetrabajoenoportu nidaddelanlisisdeIl.1,29(vase1.2.2.1), .(Il.1,12)

pueslsepresentenlasrpidasnavesdelosaqueos

dondeho,queserefiereenlanarracinalsacerdoteCrises,seusa comopronombre,yaquefuncionalmenteseconstruyeconelver bo y, por lo tanto, se encuentra sustituyendo al nombre, como claramenteseexplicitaenII.31.Precisamenteenestelugardesu obraesdondeApolonio,lejosdehabilitaralgnusodelartculo queimpliqueunsentidodecticoqueharahonoralaevidencia, peroquecontradiraelsupuestotericodelaecuacinconlaque organizasuplansintctico,poneenjuegouninteresantehazde transformaciones que implican una serie de operaciones sucesi35

De manera que incluso en un estadio de lengua evolucionado con plena vigenciadelasubordinacin,comoelrepresentadoporelIondePlatn,en unaoracindeltipo,, (541a34)noescorrectoafirmarquehotosseael antecedentedelaclusulaconrelativoencabezadaporhstis:setrataan tesbiendeunaocurrenciaenlacualsobreviveelestadodecosasquefueel puntodearranquedelfenmenodelasubordinacin.Vaseloquesigue(y eltratamientodeestaoracinpuntualen1.3.4).

51

LUISNGELCASTELLO

vasquedanporresultadolaocurrenciaempricaaportadaporel usodelalengua.Asseconjeturaunenunciadobsico . PuesCrisessepresentenlasrpidasnavesdelosaqueos.

en el cual el verbo lthe se construye con el nombre Chrses, de modo que encarna el caso bsico. A continuacin, se supone el agregadodelartculo,alosefectosdeindicarqueelsacerdoteen cuestin ya ha sido mencionado antes en la cadena hablada.36 Tenemosentonces, .

PueseltalCrisessepresentenlasrpidasnavesdelosaqueos.

sin que haya alteracin de la construccin bsica, que es el en sambleentrenombreyverbo.Aestaconformacinsintctica,sin embargo,puedesobrevenirlaelipsis,precisamenteporque,dado queCriseshasidomencionado,esesperablequeocurraloqueen la moderna teora gramatical denominaramos un borrado por identidaddelaformasuperflua.As,laformaChrsespuedeeli dirse,dandocomoresultadolaformaoriginaldelacualseparti:

pueslsepresentenlasrpidasnavesdelosaqueos

36

Oseauncasotpicodeacompaamiento,funcinpropiadelartculo,segn Apolonio. De hecho, fue la explicacin dada en nota 18 para , siempredentrodelosprimerosversosdelaIlada.

52

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

De manera que, si por un lado en este enunciado esta ope rando la funcionalidad sustitutiva pronominal (ho se construye con el verbo ocupando el lugar del nombre), hay ausencia, sin embargodesealizacindectica,dadoquelaentidadconlacual es correferencial el nombre mentado por ho (es decir, Chrses) haaparecidopreviamenteenelcontexto,ysuremisinportanto esdendoleanafrica.Comoseve,apelandoaunaseriedetrans formaciones que dan cuenta de la ocurrencia puntual, Apolonio sostienelaremisinanafricacomolafuncinpropiadelacate goralxicaartculo. Deltratamientogeneraldelartculosurgielmecanismodela elipsis, que de alguna manera el gramtico viene a recomponer apelandoallgosautotels,dadoqueesenlaoracinperfectadon de vuelven a brillar en su esencia las categoras lxicas que las transformaciones diacrnicas suelen empaar frecuentemente. Tambin,dehecho,ennuestraargumentacindelpasoparatctico al hipotctico, echaremos mano de la elipsis cuando nos veamos precisadosadarcuentadeloscontinuoscambiosdelalengua. 1.2.2.2.2.Elartculohipotctico ElrecorridoporlaSintaxistocaasutrminoconlapresentacin delpronombrerelativo.Comoeslgicosuponer,elcriteriode lagramticamodernaserotroqueeldeApolonio:paraste,el innegableusoanafricodeestanuevaformaesunobstculopara ser enrolado dentro de la clase de los pronombres bsicamente decticos,comohemosvisto.Noesestalaperspectivadelatra dicinterminolgicaqueseimpondrdefinitivamente,dadoque en la misma formacin latina del trmino por donde llega a nuestralengua,elexplcitoreconocimientodesuestatusdean fora(relativusvienedelparadigmadefero,equivalentedelgriego phro, cuyo tema est a la base de anaphoriks) no es bice para clasificaraestaformacomopronombre.53

LUISNGELCASTELLO

Elpronombrerelativoserelhbridoartculorelativoen la categorizacin apoloniana o, en sus propios trminos, las for mas,,,correspondernalparadigmadelartculohipotc ticoopospositivo(hypotaktiknrthron),quehabrndeoponerse al artculo protctico o prepositivo (protaktikn rthron), el co nocidoartculo,,,delatradicingramatical. DelaexposicindeApoloniosobreelartculohipotcticoysu oposicin con el protctico (I.142157), nos interesar detenernos enaquelloscasoslmitesdelainterpretacindelfenmeno,dado que laestrategiaargumentativadelautor podr aportarnos datos tilesparanuestropropioaccesoalahipotaxis(1.3.3y1.3.4),don de, segn venimos adelantando, sostendremos la hiptesis de la doble importancia de la subordinacin con relativo en griego e indoeuropeo: en primer lugar como fenmeno derivado a partir deunacorrelacindeclusulasoriginariamenteconectadasanaf ricamente; y, en segundo trmino, por la eleccin del tema *yo/e comoparadigmadelaformacindetodasloselementossubordi nantesengriego(pronombres,conjuncionesyadverbios). Peroantesdeltratamientodeaquelloscasosqueobligarnala consideracindelartculohipotcticocomoverdaderopronombre indefinido y marcarn as el camino de la subordinacin al agluti narseconotraclusulaaclaratoriadeesaprimitivaindefinicin,es oportunodetenerse,entrelosvariadosejemplosqueexponeApolo nio,enaquellaocurrenciaenquelapolarizacinentreambasclases deartculosedestacavivamente,aunqueporotrapartedejaenclaro el fondo comn del que parten, de donde resulta una especie de sobredeterminacindelmecanismodelaanfora. TenemosasenI144, vinoelgramticoquehabl

54

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

Yacontinuacinseestablecelaequivalenciaentreestaocurrenciay, vinoelgramticoyhabl

en donde, msall de la explcita finalidad de mostrar laafinidad delrelativoconlaconjuncincoordinanteenelsentidoderequerir lapresenciadeunverbo,podemossuponerqueelvalorqueleasig naalartculoprepositivoenestasegundafrmulaeselmismoque enlaprimera,demaneraqueenlainstanciainicialpodramossu ponerqueentreladinmicadelartculoprepositivoconelartculo pospositivoestaramosenfrentadosadosanforasencadenadas.37 Sipasamosahoraaloscasosqueparticularmenteinteresana nuestraexposicin,esdeciraaquellosquecomprometenlacarac terizacincomoanforadeambosartculos,nosencontramosque enII.32Apolonioseveprecisadoadarcuentadeocurrenciasen que ambas clases de artculo no presentan un antecedente que justifiqueelusoanafricohabitualdeestasformas,queeselcaso, paraelartculode, elpaseantesemueve

y,paraelrelativo,de, elquellegue,quelea

37

Lallot(1997:II74).

55

LUISNGELCASTELLO

frentealoshabitualescasosdeacompaamientodelartculopro tctico38ydeantecedenteexplcitodelartculohipotctico. Ahorabien,laexplicacindeApolonioparaestoscasosesla siguiente:setratadevariantesenlasqueambosartculoscoinci denenunareferenciaporanticipacin(enprolpsei),esdecirque tantoelartculoprotcticocomoelparatcticosealanaunaper sonafutura,yestoesposibleporque, pudiendoirelartculoconcualquiernombre,podrreferirse atodolocontenidoenelnombre,queeslopropiodelainde finicin(hperdiontoaorstou).39

Yprocedeacontinuacinaparafrasearlosejemplosorigina riosdelfenmeno,conlaintroduccindeunpronombreindefinido, demaneraque, sialguienpasea,semueve

sera el equivalente de la primera ocurrencia, y para la segunda tendramos, Obiendeelipsis,quecrealailusindesustitucinpropiadelpronombre, segnsedesprendadelestudiodelversodeIl.1,12(vasenota36). 39 Seguimos,comoadelantamos,latraduccindeBcaresBotas(1987).Hayun problematextualquenocomprometeelsentido,paranosotrosfundamental, de la atribucin del rasgo de indefinicin al pronombre relativo. Por ello mismopuedeserilustrativalaversindeLallot(1997:Iadloc.),conundesta cado nuestro, pouvant sassocier nimporte quel nom [larticle], malgr sonunicit,renverranimportequelnom,cequeestlepropedelindfini;y tambin la de Householder (1981 ad loc.), en donde tambin resaltamos el rasgoencuestin,Forthearticlecancombinewithanynounand refer to anynounatall,thoughitisasinglething,andthatsithemarkofanindefinite.38

56

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

[] sialgunoviniere[quelea]

La conclusin a la que arriba es que con el agregado de un nombrecualquiera,dadoelhorizontedeexpectativaabiertopor elpronombreindefinido,sepuedenreestablecerlaanfora,fun cin esencial que Apolonio atribuye a ambas clases de artculo: tendramosas,respectivamente, eltalDionisioalpasearsemueve

paraelartculoprepositivo,y , Trifnduerme,elcualmeesperarunavezlevantado

para el pospositivo, en donde el antecedente expreso del pro nombrerelativoasegurasurasgoconnaturalanafrico,quehabi lita,comosabemos,suinclusinenlaclasedelartculo.40 Ahorabien,silaanforaesindicacindealgoyaconocidoy afn,porende,alaesferadelpasado,elhechodeunaanforapor anticipacin (prlepsis) tiene, evidentemente, algo de paradojal. Demaneraqueparaambasinstanciaspropondremosotrotipode explicacin queladelgramticoalejandrino,yqueconsistiren40

EnI.146150sereconocelaprofundarelacinentrelasformasrelativasylos pronombres anafricos demostrativos, caso en el cual el relativo vendra a colocarse entre los pronombres anafricos. Sin embargo la independencia sintcticadelpronombrefrentealadependenciadelrelativohacenquelos fenmenosnoseancomparables.

57

LUISNGELCASTELLO

lacomprensindelfenmenobajoelmarcodelaparataxisprimi tivadelalengua,cuyadinmicasubyaceenestosejemplosfun damentalmenteeneldelrelativoindefinido.Detodasformas, la base de la conexin entre las clusulas propia de ese estadio reside en la remisin anafrica, y segn estamos viendo, la rica reflexindeApoloniosobrelaanforasiempreameritarelestu diodesulaborpionera. Comencemos por el artculo prepositivo como sabemos, el simple artculo de la posterior tradicin gramatical: se trata tambindeunpronombredemostrativo,cuyacargadecticaseha debilitado,yqueporesomismoacompaaalnombreconuna frecuenciamayorquelosrestantesqueconservanporlogeneral su carga ostensiva, de ah el mecanismo de sustitucin (re curdesequehaylenguas,porejemploellatn,quenuncallega ron a desarrollar el artculo y, de hecho, nuestro espaol el artculoypronombreprocedendeldemostrativoille).Elestudio lingstico que iniciaremos a partir del punto siguiente, dar cuenta del tema comn en indoeuropeo del cual derivan buena parte de estas formas: para el caso puntual del artculo, el tema *so, *sa, *so, que es compartido, tanto por como por (vaseeltratamientoquehacemos1.3.2).Sibieneselparadigm ticocasodelrelativoelquearticularlalenguadelpasoparatc tico al hipotctico, cerremos con algunas observaciones el caso delartculoenanforaporanticipacin,segnnoslopresenta Apolonio. En realidad, la regla que subyace a la ocurrencia que nos ocupa ahora, es la misma que tuvi mosoportunidaddeveren (Il. 1,12), y que Apolonio resolva por un complicado juego de transformaciones, cuyo resultado era la presente elipsis, con la cualdabacuentadelaausenciadelafuncinoriginariaquead judicabaalartculo,queera,precisamente,ladeacompaamien todelnombre.Setrata,simplemente,deusospropiosdeautn58

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

ticos pronombres demostrativos de tercera persona, solidarios con el datolingsticodesuorigenindoeuropeoqueeselcasotambin dehotosoekenos,yqueensumomentohemosvistosenrolados enladeixistonoporelautor.Dehecho,estafuelaperspectiva con la que abordamos el estudio de la anfora en Homero (1.2.2.1). La rica reflexin de Apolonio, sin embargo, sufre la coercin de su propio sistema, el de la ecuacin funcional que hemosvistoen1.2.2.2.1. Otro tantopodemos decir del hypotaktikn rthron o artculo relativo,peroaqucontamosconlaagudaintuicindeApolonio, quealsometerlaocurrenciadelrelativoconlaanforaenprolep sis a una transformacin por un indefinido (de donde resultabaequivalentea),estabadan do con la deixis originaria de este tipo de signo, segn venimos adelantando, y que hallar su tratamiento definitivo a partir del punto 1.3.3 del presente trabajo. Una sntesis de este tema en ApoloniopuedeestardadaporlainteresanteocurrenciadeI.44, endondeseregistralatpicaconcurrenciadelrelativo()conel correlativo(),autnticopuntodearranquedelfenmenode lasubordinacinycuyopuntodetransicinlodemuestraelhe chodequeelpronombredemostrativoantecedealoriginariopro nombreindefinido,elcualeslgicamenteprevio,dadosucarc terdeexpectacin: , .(Od.6.158159) puesseserdichossimoensucorazn,porencimadetodos losdems,/elquesuperndolosconregalostellevareasuca sa(=sialguiensuperare...seser...).

Precisamenteesestaacabadafusinentrelasclusulasque habilita la subversin del orden paratctico originario la que59

LUISNGELCASTELLO

planteaunproblematericoparaApolonio,peroestavezconcen tradoenelpronombrekenos:esastealqueleatribuyeelcarc ter de indefinicin (aoristdes phanetai), cuya referencia por anti cipacinseralaentidadmentadaporlaclusulaconrelativo.La gnesisdelproceso,sinembargo,fuelainversa. 1.3. LOSPRONOMBRESANAFRICOS*SO,*SA,*TOY*YO/E: DELAPARATAXISALAHIPOTAXIS 1.3.1.Lasprimitivasracesdecticas Los hechos de la lingstica indoeuropea vienen a confirmar la existenciadedostiposderaces,muydiferenteenformaycom portamiento, que coinciden con la divisin del lenguaje en dos campos,segnvimosanteriormenteenlaclasificacindeBhler (1.2.1). Por una parte estn las que llamamos nominalverbales, porque con ellas se construyen nombres, adjetivos y verbos, es decir,lossignospropiosdelcamposimblico;deotralasdecti coadverbiales,queseencuentranenlospronombres,yfrecuen temente en las preposiciones, adverbios y partculas, formas to das correspondientes al campo mostrativo del lenguaje. Si bien nuestro inters radica en ilustrar el fondo comn originario de las racesdeestecampo,queincluyealosanafricosmatrizdelasu bordinacin,esimportantenoobstanteadelantartambinalgunas nociones bsicas de la composicin de las races nominalverbales, para destacar en la polarizacin de la lengua la especificidad del grupomorfolgicoquecomprendealostrminosanafricos. Perotodavaesnecesariohacerunaconsideracinpreviaan telaevidenciadelcarcterprimitivamentemonosilbicodeestas racesyocurreotrotantoenlasdelotrogrupo,esdecir,postu larlahiptesisdeunestadiopreflexionaldelindoeuropeo,enel cuallaausenciadelasmarcasformalesqueprocuranladeclina60

1.Hablayparataxis:laestructuralingstica

cin y conjugacin haca imposible definir a una palabra por su categora gramatical, quedando la distincin librada a un nivel meramente funcional. Debemos suponer, entonces, en este esta dioqueprocedimientoscomoelordendelostrminos,lasalter nanciasvoclicasyellugardelacentollegaronaserfundamenta les para discriminar la inteligibilidad de la frase. Y tambin el mecanismodelacomposicinparalaformacindepalabras,del tipo.o.,todavavigenteenpocahistri ca, o el interesante . que mata al padre, parricida, frente a . padre que mata [a un hijo], en donde se puede apreciar el valor funcional del acento, segn destaque el elementoverbalonominaldelcompuesto.41 Conrespectoalasracesnominalverbalesdestaquemosque tenanunaformabastantehomogneadeltipobsico, ConsonanteVocalConsonante

es decir que normalmente no podan comenzar ni terminar por vocal,yestasposicioneserancubiertas,porende,porelementos consonnticososonantesdeltipo *bherllevar; *gwhengolpear,matar; *menpensar.42 Paraelindoeuropeopreflexionalsonclsicosennuestralengualostrabajosde Adrados(1975a.b.).Otrostrabajosdelmismoautorsonpertinentes(1975c:1995 1996)paraunavisinenconjuntosobrelalingsticaindoeuropea. 42 * men est tambin presente como formante en mnme memoria nuestra lenguaconservaatravsdellatnlarazindoeuropea.Enelltimocaptulo ser analizada la estrecha relacin entre la memoria y la actividad intelec tual,deimportantsimasconsecuenciasparaunestadionoescritodelacul tura.Dehechonuestrotrminomente,dellatnmens,pertenecealafami liadepalabrasdeestaraz.41

61

LUISNGELCASTELLO

Siestoesas,podemosinferirquecuandounaraztermina baenvocal,sereducaaltipoordinarioenvirtuddelaexistencia originaria de una laringal final, cuya desaparicin dio como re sultadolaslabaabiertadelaraz, *d