Cataficcia 5

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MADRE iseptiembre/octubre 2004 5 Icata iccia Irevista de cuento hiperbreve 5 Icata iccia Irevista de cuento hiperbreve Este producto está bendecido 10 pesos

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Revista de cuento hiperbreve / Tema: La madre

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5Todo el poema como el fragmento han acompañado al hombre en todas las edades.

Roberto Juarroz

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CATAFICCIA // revista de cuento hiperbreveNúmero 5, Septiembre/Octubre 2004

Coordinación y diseño: Omar Sánchez Villegas y Rafael Sánchez Villegas

Portada: ¡En la madre!

[email protected]

Edición: Editorial Decires. Av. Fray Andrés de Urdaneta núm. 1939, t-20, d-3, Col. Jardines de la Cruz, CP 44950, Zona Cruz del Sur, Sector Juárez, Guadalajara, Jalisco, México. www.geocities.com/editorial_decires

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Correo electrónico:

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CALENDARIO Y TEMAS PARA COLABORACIONES

Número 6 - FOBIA - Noviembre/Diciembre 2004

Recepción límite: 30 de septiembre, 2004Publicación: 1 de noviembre, 2004

Número 7 - GUERRA - Enero /Febrero 2005

Recepción límite: 30 de noviembre, 2004Publicación: 1 de enero, 2005

Número 8 - SOBRENATURAL - Marzo/Abril 2005

Recepción límite: 31 de enero, 2005Publicación: 1 de marzo, 2005

Número 9 - ESTUPIDEZ - Mayo/Junio 2005

Recepción límite: 31 de marzo, 2005Publicación: 1 de mayo, 2005

Número 8 - RELIGIÓN - Julio/Agosto 2005

Recepción límite: 30 de mayo, 2005Publicación: 1 de julio, 2005

¿Le entras a la Cataficcia?

Cataficcia, el juego de la palabra. Cataficcia, el grito que no es deshechable. Cataficcia, la fugacidad irrepetible. Cataficcia, la huella digital del no clonado. Cataficcia, la elección de lo ficticio-cotidiano. Cataficcia, la brevedad, la hiperbrevedad.

El retraso no es la muerte, pero si la anuncia. Se complican las circunstancias y Cataficcia lucha por no volverse vegetal. Cerca de Thanatos desenvaina con cuentos breves y prolonga las pasiones. Nos alejamos de Eros para bailar entre la mortandad y la inmortalidad, sólo para hacer eterno el instante. En este número cinco volvemos al principio. Cataficcia se recrea en el vientre. Renace para volverSE BEStia de la palabra y caminar con paso SEGURO. Todavía quedan cuentos por contar.

Los coordinadores

Guadalajara, México

Septiembre 2004

Cataficcia es una revista dedicada al cuento hiperbreve. Circula bimestralmente en dos versiones: la impresa, en las ciudades de Guadalajara y Tepic, México; la electrónica, vía internet a través del sitio web de la revista . Cataficcia es una revista TEMÁTICA. Cada dos meses los cuentistas hiperbreves publicados hacen una polifonía sobre un tópico rector. Dos reglas a considerar: 1) las colaboraciones no deben exceder las 15 LÍNEAS en Word, con la fuente Times New Roman, tamaño 12; 2) con los cuentos debe enviarse el NOMBRE del autor (no se aceptan nicknames), además del LUGAR (ciudad, estado y país) y AÑO de n a c i m i e n t o . L a s c o l a b o r a c i o n e s d eben s e r e n v i a d a s a

. En algún sitio del mail enviado se tendrá que aclarar el TEMA para el cual esté dirigida la colaboración. Las colaboraciones que falten a alguno de estos requisitos no serán tomadas en cuenta para dictamen.

[email protected]

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EDEditorialDECIRES

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Sé que es algo inmaduro, pero todas las noches le echo una carrera a la puerta del bloque. Tengo que subir las escaleras a tumba abierta (vivo en un tercero) antes de que la puerta se cierre tras de mí. Siempre GANO. Antes de entrar en casa me detengo unOS INSTAntes para oírla cerrarse desde allí arRIBA, Y entonces levanto los brazos como un atleta ROmpiendo la cinta de la meta con su pecho. Por lo demás, mi mujer me recibe entusiasmada creyendo que corro febrilmente hacia ella (sospecho que nuestro matrimonio se mantiene firme gracias a detalles inocuos como éste).

Últimamente mis carreras despiertan una gran expectación. Los vecinos se asoman a sus respectivas puertas. Reconozco que sus vítores y sus gritos de ánimo logran extraer de mí un plus de entrega sin el cual, seguramente, no hubiera logrado batir mi marca tres veces en la última semana (la del 2ºB me cronometra y registra mis tiempos; esta noche le tocaría entregarme la gráfica de rendimiento del último mes).

Sin embargo, anoche tuve que abortar la carrera. A la altura del segundo, mientras la vecina del C agitaba una banderita frente a mí, me percaté de que había olvidado la cartera en el coche. Se me ocurrió entonces invertir el reto: me propuse bajar a toda prisa y llegar al pórtico antes de que la puerta se cerrara. Hubiera sido un triunfo histórico. Fue muy triste descubrir que era mamá la que sujetaba la puerta mientras yo corría hacia la meta, noche tras noche, según confesaba horas después entre lágrimas. Así que he convocado una rueda de prensa en el bloque. Voy a anunciar oficialmente mi retirada.

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Madre. Fuente de inspiración, admiración emancipada o desasosiego; víctima manipulada, utilizada; maniquea percepción de las prácticas elementales de la vida humana. Te nombro en pequeñeces, diminutivos para aclararte; madrecita, pero no cualquiera, sino cositas miniatura, madres que profetizan el golpe. Carencia de ella. Madre a la Almodóvar; con secretos y neurosis; a la Sara García o Libertad Lamarque, envuelta en mantos de lágrimas y resignaciones. Todas imágenes borrosas que no distingo; comprendan, sólo hace unos meses que he intentado verlas.

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Alva Lai-Shin CastellónGuadalajara. México; 1980(laishin00 )@yahoo.com.mx

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Mario Cuenca SandovalGranada, España

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-¡En la madre!, hoy es día de las MADRES y no le he hablado a mi madre...-

El hombre lo mira de reojo, escupe el tabaco que traía atorado entre los dientes desde hacía rato y dice -Cabrón, se nota que no tienes madre hijo de tu pinche madre- luego, vuelve a escupir.

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Que ilógico es sacarse los ojos. Yo, en cambio, cercené mis orejas para ya no escuchar cuando, al llegar el orgasmo, gemía nuestro evidente parentesco.

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Omar Roberto Sánchez VillegasTepic, México; 1985([email protected])

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Víctor Jiménez PachecoLeón, México; 1980

(pachuco_lindo )@yahoo.com

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“El fin justifica los medios”

La madre se arrojaba sobre el cuerpecito inerte, lastimando los oídos de todos con su desgarrador duelo. Una y otra vez habían intentado separarla. Dos enfermeros de la nueva sección, mejor entrenados, lo consiguieron después de un forcejeo en que lograron desactivar sus ataques. El bebé fue trasladado finalmente a la morgue.- No sé, Rodríguez, te juro que no sé- tamborileaba sus dedos y su voz.- Tenés que limitarte a la gráfica de crecimiento de los infantes y desestimar los posibles efectos en una gradación coyuntural- apuraba la vista en su reloj de pulsera.- Ya van cuatro y si le sumás el expediente de las crisis de desapego, llegan a once en lo que va del trimestre. La proporción sigue aumentando.-Estimadísimo doctor- TRATO formal y determinante, necesitaba ser BREVE- hace más de cien años que las madres han dESObligado a sus úteros de la molesta carga, eliminando todo error. La última revolución liberadora surgió hace dos con las sustitutas reemplazando a los hogares de crianza, y usted se pone moralista porque haya que descartar unas cuantas madres/androides que se trastornan porque no soportan la pérdida.

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Hijo:

Hace como un mes que no me escribís. No se qué pasa. Como si no supieras que tus noticias son casi lo único que me mantiene en la vida. ¿Acaso no sabés que sin tus cartas semanales, simplemente me dejo morir? Apenas como una rodaja de pan seco o tomo un vaso de leche tibia. ¿Acaso no sabés que una madre no puede sobrevivir la pena de un hijo ausente para siempre? Sé que estás preso, sé que te mandaron al penal más lejano que pudieron encontrar, sé que asesinaste a tu mujer, Beatriz; y a los chicos... como pudiste, Cristo. Sé todo eso, pero necesito tus cartas. Sé que es imposible que escribas todos los días, pero trata de comprender que mi vida vale poco sin tus cartas. PD: Me dejaste sin hijo y sin nietos, sIN FAMILIa. Te odio tanto, hijo mío, que apenas lo soporto. Cada carta tuya es como una pequeña dosis, una droga homeopática que me permite seguir viva, alimentando la única pasión que puedo sostener: el odio. Concentro mi odio, lo aplico con insistencia en cada párrafo, en cada palabra de tus cartas.Mira, hijo. Escucha lo que tu madre te va a decir. Vos no la merecías a ella, ni a tus hijos. No nos merecías a nosotros, Papa y Mamá, ni a tu hermana Elida. Hasta la próxima.

Tu Querida Mamá.TU Q

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Esteban LijaladBuenos Aires, Argentina; 1950([email protected])

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Rita Gardellini CavidoMontevideo, Argentina

( )[email protected]

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El joven indio pampa se presentó ante su anciana madre con su cuerpo maltrecho. Sucio y vencido de cansancio, le comunicó el fracaso de su cacería.-Madre: Sólo hemos perdido una presa. Pero el monte sigue siendo nuestro. -Hijo: Pero madre, mis manos lastimadas en vano y mi corazón avergonzado me ensucian. -Madre: El intento comprometido no tiene la prolijidad de la indiferencia. -Hijo: Sé que quieres darme ánimo, pero los hechos demuestran fracaso. Nuestras tolderías no tienen casi comida. Y yo nada he podido hacer. -Madre: Nadie se convierte en un buen o mal cazador sólo en una luna. Una madre primero es un ombligo. Luego dos pechos. Más sólo después, un consejo sabio. -Hijo: ¿ Y tú crees que podré ser una buena lanza? -Madre: No. No soy yo quien debe creer, sino tú. Sólo por no creer es que el ñandú, aun teniendo alas, no vuela. - Hijo: Es difícil creer si los demás tampoco creen. -Madre: Hijo mío, sólo el paso de los días podrá hablarnos de tu fortaleza y astucia. El tiempo y la distancia, como el viento, apaga la brasa pequeña y agiganta la que nació verdadera.

(Diálogo revelado por los espíritus guardianes del Valle Nereco, situado en el antiguo territorio de los Pampas).

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Carta de Michael Jackson a la sociedad blanca

Sé que no me quieres, pero poco me importa, lograré que lo hagas aun a costa de mi nariz. Pero eres mi madre y soy uno de tus hijos predilectos.

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Abraham Juvidel Ruiz AguilarTexcoco, México; 1985([email protected])

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Luis Alfredo Dal BiancoSanta Rosa, Argentina; 1963

([email protected])

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En mi circo todos pertenecen a él desde hace infinitas generaciones. "Pasen y vean, señoras y señores, bienvenidos al maravilloso mundo del circo". Esa fue la primera frase que dijo Aurelio, el presentador de nuestro circo ambulante. Y cuando sólo tenía seis años ya tenía una pelusilla de color indefinido que se retorcía, idéntica que el bigote negro que lucía su padre. La primera ecografía que le hicieron a Amanda, la contorsionista, cuando se quedó embarazada de Tomás de su unión con Bartolo el acróbata, dejó al ginecólogo con los ojos en blanco. Tomás, en su estado fetal, aparecía en pantalla con los brazos y la piernas abiertos de par en par. A Lisa la trapecista la echaron del colegio porque siempre estaba dando volteretas en el aire y las monjas decían que lo hacía para enseñar sus bragas a todos los niños.

Mi caso fue diferente, aunque también entré en este mundo por mi familia. Una tarde mi madre me llevó al circo, yo tenía tres años y me daban tanto miedo loS LEONes, que no paraba de llorar contagianDO A TOdos los niños de alrededor. Mi madre se ENfadó tanto que me compró un chupetín y me ordenó que le esperara en la entrada. No volvió al buscarme. Lloré tanto, durante tanto tiempo, que mi nariz se volvió roja como un tomate y mis amigos del circo empezaron a pintarme la cara de color blanco para que dejara de ver mis lágrimas. Finalmente me convertí en payaso. Cuarenta años después, aún sigo buscando el rostro de mi madre entre el público.

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Quince minutos después, al inhalar la primera bocanada de mi cigarro, entendí lo que decía mi psicólogo: aún no había superado el complejo de Edipo.

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Juan Carlos Gutiérrez MercadoGuadalajara, México; 1984([email protected])

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Mónica Gutiérrez SanchoPalma de Mallorca, España; 1973

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La luna está siendo enjuiciada. Se le acusa de promover desórdenes e incitar LA REVolución de los sentidos.

El sol, en calidad de fiscal, la empuja a justificar su proceder.- Omnipresencia- asegura ella.

Entonces es declarada culpable y se la sentencia a realizar trabajos forzados por el resto de la eternidad actuando como musa de poetas y locos.

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Cuando nació, su madre prohibió al médico que cortara el cordón umbiliCAL. PRONto, sus vasos comunicantes cambiaron dE DIRECCión y la madre comenzó a poder vivir de su HIJO.

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Eva Rodríguez GarcíaOviedo, España; 1973(emarg )@wanadoo.es

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Mary RogersSantiago, Chile; 1962 ([email protected])

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Deberías deshacerte de trastos, mamá, tirar los periódicos, los rosarios, las bolsas de Galerías Preciados, las fotos nocivas, LOS análisis de colesterol, los frascos de COLONIA vacíos, los cubiertos de plástico, los abanicos y paraguas rotos, los ceniceros de Cinzano, los bolígrafos, las despedidas, las bragas de papel, las botellas de Oporto abiertas hace veinticinco años, los almanaques vividos, las jaulas, el vuelo de los helicópteros, las velas, los gritos, tu vestido de novia, las pilas gastadas, los dolores, los billetes de autobús, los llaveros de Naranjito, la mantelería después de la polilla, las medicinas pasadas de fecha, el odio, las estampas de santos, los discos de vinilo, los juguetes, la guitarra y la bandurria que ya nadie toca, la ropa de cuando éramos niños, las botas de fútbol, la canción del elefante que se balanceaba sobre la tela de una araña, los tebeos... todo lo nuestro menos nosotros. Mamá, sólo tú vives en casa y casi no te puedes mover por falta de espacio. No cabes con tantos recuerdos, con tantos fantasmas, y si sigues sin tirar nada los recuerdos te devorarán y los fantasmas te llevarán con ellos. Mamá, ¿me escuchas...? ¡Mamá, corre! ¡Sal de ahí, mamá!

08 Es jueves y llueve en Buenos Aires. Parece que la lluvia arrecia mas en Plaza de Mayo; la lluvia cae sobre la plaza, la gente pasa y no se da cuenta de la lluvia. ¿Por qué habrían de darse cuenta SI Hace un día asoleado? Esta no es una lluvia NORMAL, a que es una lluvia en contra del olvido, DE la impunidad, de la injusticia; es una lluvia que sale de las entrañas de unos cuerpos de mujeres que tienen muchos años de vida y otros tantos de lucha. Esos cuerpos llenos de arrugas tienen la esperanza de encontrarse con ell@s, de l@s que un día de repente no se supo más, pero siempre están presentes. Esos cuerpos de mujeres cansadas poco a poco se han ido llenando de canas, pero ellas no envejecen y buscan respuestas. Llueve en Buenos Aires pero hace mucho sol; llueve porque Las MADRES de Plaza de Mayo recuerdan a sus desaparecid@s, pero estas nos son lágrimas de dolor, son lágrimas de ilusión, de anhelo. Llueve y parece que la lluvia arrecia en La Plaza de las MADRES.

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René Osvaldo Rosales OchoaGuadalajara, México; 1984 ([email protected])

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Elena RománCórdoba, España; 1970 ([email protected])

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Esta mujer ha permanecido en espera durante nueve meses. Su pequeña hija sabe que ha llegado la hora de que esto termine. La hija desenchufa la televisión, pues ha entendido que jamás volverán a repetir la telenovela de Juan del Diablo.

06Miro por la ventana: afuera los carros son golpeados por el granizo, una señora corre con el paraguas destrozado y más gente adopta mi postura a lo alto de la torre. Ella me mira con odio, a mis espaldas, esperando que gire la cabeza para empezar a gritarme. Afuera un carro pasa derrapando; se detiene en seco después de rechinar. Clava su mirada en mi nuca, tamborilea con sus uñas sobre la mesa, susurra algo que no entiendo. El viento hace gemir a los árboles, los dobla como plástico al fuego, los derrite, sus hojas caen y mi ventana casi me golpea al cerrarse con violencia. Me sobresalto. Ella empieza su alegato: gritos, libros que vuelan, libros que nunca hablaron de viento ahora lo conocían, sus ojos rojos y mi paciencia eterna. Yo sólo espero que la tormenta amaine.

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Ramón Augusto SuárezCiudad Juárez, México; 1983 (ramonuasi )@yahoo.com.mx

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Raquel Salazar VillaseñorLa Paz, México; 1978

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Y la Santa Madre Iglesia nunca supo cómo se perdió el condón aquella noche.

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Cierto día, Adán le reclamó a Dios el no tener madre. Entonces Dios le dio a Eva.

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Rafael Sánchez Villegas Tepic, México; 1981

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Junior CabezasCádiz, España; 1979

([email protected])

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El médico JUAN Diego le practico el aborto clandestino, EN Pleno cerro, a la señora Guadalupe. AL TERminar, el médico Juan Diego tenía la bata blanca manchada con la sangre roja de las rosas que crecían, hasta entonces, en el vientre de la señora Guadalupe.

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Cuando creció, el hobbit Frodo siguió siendo una madrecita.

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Francisco Antonio CamachoPachuca, México; 1983(camcaman )@latinmail.com

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Óscar Ramón Salmerón Vargas Zacatecas, México; 1983

([email protected])

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0Mi madre me ajusta el cuello del abrigo, no porque empieza a nevar, sino para que empiece a nevar.

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