Catorce sitios maravillosos que probablemente no conocía ¿Está harto de visitar los mismos lugares que otros miles de turistas

cada año? ¿Acaso ya ha visitado el Gran Cañón en Estados Unidos,

Machu Picchu en Perú y el Coliseo en Italia y ahora siente que necesita

algo ‘menos convencional’? Nuestro planeta está repleto de paisajes

alucinantes, algunos más o menos conocidos y otros que ni figuran en

el mapa. Los destinos más populares suelen estar desbordados de

turistas y eso opaca un poco la belleza que tanto los caracteriza. Quizás

sea el momento de ampliar sus horizontes, de ir más allá de los límites

de cualquier viajero y comenzar a descubrir otros tesoros que piden a

gritos ser descubiertos. A continuación, le presentamos 14 puntos que

seguramente no conocía. ¡Anímese a visitarlos en sus próximas

vacaciones!

1. Cueva Melissani

Está situada en la isla griega de Cefalonia, sobre el mar Jónico.

Según la mitología griega, este sitio también se conoce como la Cueva

de las Ninfas. Dentro de esta construcción natural hay un lago y la

parte externa está rodeada de vegetación frondosa. La cueva misma

tiene forma de B y está formada por dos cámaras separadas por una

isla. El techo de una de las cámaras permite la entrada de luz solar y

crea la ilusión de que los botes flotan por el aire. La estructura tiene

3,15 metros de longitud, 36 de alto y 40 de ancho. Una plataforma fue

construida en la parte superior para que los turistas pudiesen apreciar

el paisaje en su totalidad.

La leyenda dice que las ninfa Melissani se ahogó en el lago porque Pan,

el dios de la sexualidad masculina desenfrenada, no le era

correspondido. Se cree que los delfines también son criaturas

mitológicas y servían como mensajeros de la ninfa. Después de su

muerte, los delfines se petrificaron en la cueva y, si tiene la posibilidad

de visitarla, notará con claridad estas figuras en las estalactitas.

2. Gullfoss Gullfoss es una de las atracciones turísticas más concurridas de Islandia y la

cascada más poderosa de Europa. Forma parte del circuito turísticos The

Golden Circle en Islandia del sur; las tres paradas principales son el parque

nacional Thingvellir, la cascada Gullfoss y los géiseres Geysir y Srokkur. Gullfoss

se encuentra en la parte superior del río Hvita (o río Blanco); el agua fluye en

dos chorros distintos, uno desde 10 metros de altura y el otro desde 21 metros, y

desemboca en un enorme cañón de 3 kilómetros. Las rocas en el lecho del río se

formaron durante el periodo interglaciar. En días soleados, las nubes de niebla

que rodean el lugar se llenan de arcoíris y el paisaje se vuelve mágico y lleno de

vida.

Gullfoss (o ‘Cascada Dorada’) estuvo a punto de desaparecer, ya que muchas

compañías querían utilizarla como fuente de energía hidroeléctrica a principios

del siglo 20. La hija de un granjero se opuso a la idea y hasta arriesgó su vida

para impedirlo. Gracias a sus esfuerzos, el Ministerio de Cultura y Educación

finalmente firmó un acuerdo y transformó el área en una reserva natural en

1979. Dentro de este parque podrá visitar el monumento que honra a la joven

valiente que salvó esta maravilla de la naturaleza.

3. Lake de Resia En los límites con Austria y Suiza, el lago de Resia baña a una de las

ciudades inundadas más famosas de Italia. Con sus 6 km de longitud y los valles

Vallelunga de fondo, parece haber sido sacado de una postal; no obstante, la

historia detrás de este sitio no es tan agradable. Hace más de 60 años atrás,

después de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Curon fue inundada por

una compañía muy poderosa a fines de unir dos lagos naturales para crear una

gran presa. Hoy en día sólo pueden verse los vestigios del campanario de estilo

románico que perteneció alguna vez a una iglesia que data del siglo 14. Bajo las

aguas del lago de Resia han quedado sumergidas unas 163 construcciones.

En la actualidad, los turistas pueden recorrer los senderos montañosos que

rodean el lago a pie o en bicicleta. En los meses de invierno, la superficie se

congela y les permite a los visitantes caminar sobre el hielo y acceder a la única

reliquia visible de Curon. Antes de la demolición y la creación del lago, las

campanas de la iglesia fueron removidas, pero se comenta que en invierno

todavía suenan. ¡Qué miedo!

4. Kelimutu El monte Kelimutu, en la isla de Flores, es un volcán indonesio y es el hogar

de tres lagos de cráter. Kelimutu significa ‘lago hervido’ y muchos visitantes

pueden apreciar el vapor que emanan los cuerpos de agua. Los más aventureros

pueden llegar a la cima a pie. A pesar de estar ubicados en la misma zona, los

tres lagos exhiben tres tonalidades distintas que cambian constantemente. Si

bien no existe evidencia científica suficiente, se cree que las variaciones de color

son provocadas por fumarolas submarinas. Estas aberturas en la superficie del

planeta emanan gas y vapor que cambia la apariencia de la superficie. Como

resultado, los visitantes nunca pueden predecir cuál será el color del lago al

llegar a la cima.

Estos tres lagos tienen nombres distintos y por siglos los ciudadanos los han

considerado el lugar de descanso de sus ancestros. Se dice que las aguas

cambian según el humor de los espíritus. El Lago de los Ancianos suele ser azul

y se dice que allí van a descansar los espíritus de las personas mayores que han

vivido una vida noble. El Lago de los Hombres y las Mujeres Jóvenes es de color

verde. El último, el Lago Encantado, varía de rojo intenso a verde oliva. Se

comenta que allí es donde va a parar la gente mala, independientemente de su

género y edad.

5. Lago Natron Seco, desolado y misterioso; el lago Natron está ubicado al noreste de

Tanzania, entre Ngorongoro y la pradera del Serengueti. Está en la base del

único volcán activo de Africa, Oldonyo Lengai, que significa ‘Montaña de Dios’.

Es uno de los pocos lagos alcalinos del mundo y puede alcanzar un pH superior

a 10,5 y es tan salado que puede quemar los ojos y la piel de los animales que no

estén adaptados a ese hábitat. El alcalinidad del agua se debe al carbonato de

sodio y otros minerales que desembocan en el río desde las sierras, fuentes

termales y pequeños ríos circundantes. Al no ser muy profundo, el clima cálido

del lugar hace que la temperatura del agua llegue hasta los 40 grados Celsius.

Muchas leyendas aseguran que este lago es capaz de convertir a los animales en

piedra. Si bien es un ambiente hostil para muchas especies, esto sólo forma

parte del folklore popular. De hecho, alberga millones de pequeños crustáceos y

en época de reproducción, atrae a millones de flamencos que se alimentan de los

frutos que este ecosistema tan particular brinda.

6. Cuevas de hielo Vatnajokull

Se trata de una verdadera maravilla de la naturaleza; las cuevas de

hielo Vatnajokull están dentro de un glaciar islandés. Al sudeste de

la isla, descubrirá la capa de hielo más voluminosa de Islandia y una de

las más imponentes de Europa. Es por eso que cualquier turista de sea

explorar los misterios del lugar. Se formó por los movimientos del

glaciar Vatnajokull; las cuevas aparecieron como resultado del

acercamiento del glaciar a la costa islandesa. Estas estructuras de hielo

son antiquísimas y las tonalidades que presenta son de otro planeta. Es

una atracción imprescindible para los amantes de las aventuras.

Los meses de invierno son ideales para venir de visita, ya que es más

fácil y más seguro acceder a la cueva. No obstante, los riesgos siempre

están presentes. Es necesario ser muy cauto y, para mayor

tranquilidad, se recomienda ingresar acompañado de un guía

experimentado y con los equipos de seguridad pertinentes.

7. Playa de Whitehaven

Es el prototipo de playa perfecta. Whitehaven se extiende unos 7

kilómetros y es la más grande de las 74 del archipiélago de

Whitsunday, en Australia. Las aguas turquesas, azules y verdes y el

hecho de que la arena sea 98% sílice blanco hacen que este lugar se

transforme en un espectro de color. Este paisaje es el más fotografiado

del país. En el extremo norte de la playa descubrirá Hill Inlet, una

ensenada en la que la marea cambia y hace que las tonalidades de las

aguas se fusionen de manera increíble. Las arenas blancas de sílice y el

turquesa del mar se unen y crean un remolino. Sin duda, este es el sitio

perfecto para venir a relajarse y dejar sus problemas atrás.

Esta maravilla de la naturaleza se encuentra a apenas media hora en

catamarán y la isla Hamilton ofrece excursiones de un día. Los

visitantes también pueden optar por viajar en helicóptero y sobrevolar

el área para apreciar en más detalle el paisaje de ensueño.

8. Benagil

Las aguas de color azul profundo de esta pequeña ciudad portuguesa

ocultan una gruta alucinante. Este ‘algar’, en portugués, se encuentra

en la costa de Algarve de Portugal, en el extremo sur del país. La

gruta está ubicada a 152 metros al este de una pequeña playa y de la

aldea de pesca de Benagil. La cueva marina dispone de dos enormes

entradas, un techo enorme que ha colapsado, una superficie de arena y

una gruta interna circular.

Sólo puede accederse a este lugar por vía marítima. La opción más

cómoda y simple es el bote comercial. Los recorridos salen desde

distintas playas y muchas incluyen visitas a otras cuevas también. No

obstante, durante el trayecto no se le permite salir del bote. Otra forma

interesante de explorar es rentar un kayak. Muchas compañías locales

están preparadas para ofrecerle el equipamiento que necesite. Esta

última es ideal si desea sacar fotografías del interior de la gruta.

9. Cordón montañoso de Flatiron Las montañas Flatiron son formaciones rocosas cerca de Boulder, Colorado y

constituyen el desafío perfecto para senderistas y escaladores por igual. De

norte a sur se distinguen cinco grandes regiones conocidas como Flatirons y a lo

largo de la pendiente este del monte Verde, se ubican las más populares. Las

posibilidades de escalar los Flatirons van desde bloques de piedra que están

desparramados por los bosques hasta cumbres técnicas y acantilados

aterradores. Este pasatiempo ha sido practicado porcientos de años y miles de

generaciones de grandes escaladores han desarrollado sus habilidades en este

sitio.

Es posible acceder por medio del parque Chautauqua y hay docenas de

formaciones y rutas ya establecidas. La mayoría de los caminos termina en

grandes cimas, por lo que no debería perdérselos si es un aficionado de la

escalada. El tercer y el cuarto Flatiron, por ejemplo, se llenan de gente los fines

de semana pero otros menos famosos están vacíos a la espera de su llegada.

Además de los Flatirons, le sugerimos que visite the Devil’s Thumb, the Maiden,

Seal Rock y las torres Amphitheater.

10. Agujero azul de Dean Si bien muchos hoyos azules populares no superan los 110 metros de

profundidad, el de Dean, ubicado en la bahía al oeste de Clearence Town

en isla Larga, Bahamas, ha batido el récord con sus 202 metros. Se lo

considera el cuerpo de agua salada más profundo hasta el momento. Aún no se

sabe cómo se ha formado, ya que no se parece a ningún otro; una de las

hipótesis supone que una cueva mucho más profunda se elevó cuando la parte

superior desapareció a causa de la erosión.

Las cuevas llenas de corales y los bancos de arena en los costados albergan a

miles de criaturas como camarones, peces pargos y meros. Algunas tortugas

marinas muy amistosas suelen aparecer de vez en cuando con las corrientes del

océano mientras cientos de sábalos habitan en las zonas más oscuras. En abril

de 2010, un valiente buceador profesional llamado William Trubridge se animó

a sumergirse unos 93 metros sin la ayuda de aletas. En diciembre de 2010

decidió dar un paso más y, aunque le resulte increíble, ¡ descendió 100 metros

valiéndose de una sola bocanada de aire e impulsándose sólo con sus manos y

pies!

11. Namaqualand Namaqualand es una región árida de Namibia y Sudáfrica, que se extiende

unos 1.000 km a lo largo de la costa oeste. Cada primavera se transforma en un

destino popular tanto para locales como para extranjeros; esta pequeña región

se transforma en un gran espectro de colores cuando las plantas florecen (desde

principios de agosto hasta fines de septiembre). Si bien las lluvias son escasas

durante el año, después de las lluvias de invierno, el paisaje se llena de vida.

La diversidad de flores salvajes se debe a la topografía heterogénea del terreno.

Por ejemplo, en la parte alta de las montañas, los valles son fértiles; mientras

que al norte la zona es semi-desértica y en la costa, predominan las partes

arenosas y húmedas. Algunas especies vegetales son exclusivas de este sitio.

Algunos años son mejores que otros, todo depende de las temporadas de

invierno y primavera. Esta maravilla natural ha servido de inspiración para

pinturas, poemas, novelas y prosas debido a su inmensurable belleza.

12. Reserva Natural Hamilton A tan sólo 35 km al oeste de Austin, Texas, se encuentra este accidente

geográfico que ha servido de destino de vacaciones para muchos visitantes y

residentes desde la década de 1960. Esta piscina natural fue creada después de

que un río subterráneo colapsara como consecuencia de años de cientos de años

de erosión hídrica masiva. Los vestigios culturales datan de 8.000 años atrás.

La reserva se expande unas 98 hectáreas y contiene miles de hábitats naturales

protegidos, que adornan la piscina verde esmeralda sobre la que cae una

cascada de 15 metros que jamás parece secarse. Este espejo de agua está

rodeado por bloques de piedra caliza y estalactitas que cuelgan de la parte

superior de la estructura. Aquí encontrará especies vegetales semi-áridas y

ribereñas junto con enebros y robles acompañados por pastizales y flores

salvajes. Entre las plantas más exóticas del lugar están las bayas rojas y la

epipactis gigantea. En cuanto a la fauna, tendrá la posibilidad de ver variedades

de aves en peligro de extinción tales como el chipe mejilla dorada y las

golondrinas de acantilados.

13. Hvítserkur Hvítserkur es una formación rocosa que se eleva unos 137 metros sobre el nivel

del mar, en la costa oriental de la península Vatnsnes, al noroeste de

Islandia. Hvítserkur significa “camisa blanca” en islandés y hace referencia al

color del excremento de las aves marinas que se deposita sobre las rocas. Esta

estructura tan peculiar alguna vez fue la chimenea de un volcán pero, con el

paso de los años, los cráteres le dieron protagonismo al océano Atlántico y sólo

quedó a la vista una porción del mismo. Para proteger los cimientos de las rocas,

la base fue reforzada con hormigón para que se mantenga en la misma posición.

En épocas de marea baja es posible caminar más allá de la parte sobresaliente.

En 1990, esta maravilla de la naturaleza fue declarada sello de Islandia. Debido

a que la roca tiene dos hoyos en la base, algunos dicen que se parece a un dragón

sediento que bebe el agua del océano. La leyenda dice que se trató de un trol que

olvidó protegerse del sol y, como consecuencia, se petrificó al amanecer.

14. Quiraing Ir a la Isla de Skye y no experimentar Quiraing es algo inconcebible. Este sitio

forma parte de Trotternish Ridge, una escarpadura compuesta por

deslizamientos, mesetas y acantilados. Es la única parte que sigue en

movimiento y necesita ser reparada constantemente. Las distintas partes han

adquirido nombres diferentes, como ‘la aguja’, una cumbre de 37 metros que ha

quedado después de los derrumbes. Al noroeste descubrirá ‘la mesa’, una

llanura llena de vegetación con vistas alucinantes del fiordo de Torridon y de las

montañas de Wester Ross. Al sudoeste está ‘la prisión’, un pico rocoso de forma

piramidal que se asemeja a un fuerte medieval si se lo observa desde el ángulo

apropiado.

Si tiene buen estado físico, anímese a caminar por caminos estrechos que

ascienden y descienden de forma empinada. Su longitud es media y la dificultad,

alta; se extiende alrededor de 7 kilómetros y, en promedio, le lleva unas 2 horas

recorrerlo sin paradas entre medio. Quiraing le garantiza paisajes imponentes y

atardeceres de ensueño, ¡así que no se olvide de traer su cámara!