CBIOS FISIOLOGICOS MEDITACION

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Psiquis Página 1 de 7 Cambios fisiológicos durante los ejercicios de meditación y relajación profunda M. R. García- Trujillo y J. L. González de Rivera Psiquis 1992; 13 (6-7): 279-286 Resumen La introducción de estados alterados de concien- cia por procedimientos psicológicos de concentra- ción o meditación se acompaña de cambios fisioló- gicos generales, con pequeñas diferencias entre los diferentes métodos. Los fenómenos más habi- tuales durante el estado de relajación son: dismi- nución del tono muscular, respiración más lenta, profunda y rítmica, enlentecimiento y mayor regu- laridad del ritmo cardíaco, aumento de la resisten- cia epitelial galvánica y disminución del número de respuestas espontáneas no específicas. El EEG muestra aumento de la coherencia inter- hemisférica, con mayor difusión y persistencia de ritmo alfa. El consumo de oxígeno y la eliminación de CO 2 disminuye, así como la diferencia en pCO 2 entre la sangre arterial y la venosa. Aumenta la se- creción de Inmunoglobulina IgA en la saliva. Hay ligera disminución del TSH y de la prolactina, y muy marcado aumento de secreción de arginina- vasopresina. Cátedra de Psiquiatría y Psicología Médica Universidad de La Laguna Abstract The induction of altered states of consciousness by techniques of meditation of psychological con- centration is accompanied by general physiologi- cal changes, with small differences related to the specificities of the method applied. Some of the ba- sic changes are: decrease of muscle tonus; deepen- ing of respiratory movements; slowing and in- creased regularity of respiratory movements and cardiac rhythm; decreased electrodermal responses. The EEG shows increased interhemispheric coher- ence, with tendency to a relative generalization and increased persistence of alfa rhythm. Oxigen consumption and CO 2 elimination decrease, as does the differential gradient between arterial and venous pCO 2 . IgA secretion in saliva is increased. THS and prolactin secretion decrease slightly, and arginine-vasopresine increases between two –and seven– fold over its basal values. Introducción Los ejercicios de Meditación y Relajación pro- funda han sido objeto de estudio desde hace largo tiempo. Este ejercicio comportamental especial, que se repite de forma simultánea en cada cultura y tiempo, produce modificaciones fisiológicas que dejan constancia de una participación absoluta de mecanismos corporales ante el uso de ejercicios de concentración pasiva. El cómo este proceso se des- vía de mecanismos puramente sugestivos o hipnó-

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    Cambios fisiolgicos durante los ejercicios de meditacin y relajacin profunda

    M. R. Garca- Trujillo y J. L. Gonzlez de Rivera

    Psiquis 1992; 13 (6-7): 279-286

    Resumen La introduccin de estados alterados de concien-

    cia por procedimientos psicolgicos de concentra-cin o meditacin se acompaa de cambios fisiol-gicos generales, con pequeas diferencias entre los diferentes mtodos. Los fenmenos ms habi-tuales durante el estado de relajacin son: dismi-nucin del tono muscular, respiracin ms lenta, profunda y rtmica, enlentecimiento y mayor regu-laridad del ritmo cardaco, aumento de la resisten-cia epitelial galvnica y disminucin del nmero de respuestas espontneas no especficas.

    El EEG muestra aumento de la coherencia inter-hemisfrica, con mayor difusin y persistencia de ritmo alfa. El consumo de oxgeno y la eliminacin de CO2 disminuye, as como la diferencia en pCO2 entre la sangre arterial y la venosa. Aumenta la se-crecin de Inmunoglobulina IgA en la saliva. Hay ligera disminucin del TSH y de la prolactina, y muy marcado aumento de secrecin de arginina-vasopresina.

    Ctedra de Psiquiatra y Psicologa Mdica Universidad de La Laguna

    Abstract

    The induction of altered states of consciousness by techniques of meditation of psychological con-centration is accompanied by general physiologi-cal changes, with small differences related to the specificities of the method applied. Some of the ba-sic changes are: decrease of muscle tonus; deepen-ing of respiratory movements; slowing and in-creased regularity of respiratory movements and cardiac rhythm; decreased electrodermal responses. The EEG shows increased interhemispheric coher-ence, with tendency to a relative generalization and increased persistence of alfa rhythm. Oxigen consumption and CO2 elimination decrease, as does the differential gradient between arterial and venous pCO2. IgA secretion in saliva is increased. THS and prolactin secretion decrease slightly, and arginine-vasopresine increases between two and seven fold over its basal values.

    Introduccin

    Los ejercicios de Meditacin y Relajacin pro-funda han sido objeto de estudio desde hace largo tiempo. Este ejercicio comportamental especial, que se repite de forma simultnea en cada cultura y tiempo, produce modificaciones fisiolgicas que dejan constancia de una participacin absoluta de mecanismos corporales ante el uso de ejercicios de concentracin pasiva. El cmo este proceso se des-va de mecanismos puramente sugestivos o hipn-

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    ticos o bien cmo los procesos hipnticos o suges-tivos pueden llegar a producir reacciones de tipo somtico y la diferenciacin que podra llegar a ha-cerse o bien la determinacin de orgenes conjun-tos, es algo que no est an aclarado.

    No obstante la recopilacin de algunas de los re-sultados que sobre el terreno de la fisiologa se pueden constatar como consecuencia del uso de es-tos ejercicios, parece demostrar el hecho de que la implicacin orgnica es muy importante y que des-taca la presencia de un estado metablico diferente junto a otros cambios. Estos van a ser revisados a lo largo de ste trabajo de una forma reducida.

    Los cambios que se refieren a la fisiologa tales como variaciones en el ritmo cardaco, consumo de 02 eliminacin de C02, conductividad epitelial gal-vnica, tono muscular, ritmo cerebral, tasa de lac-tato en sangre, etc., han sido determinados en gran medida.

    La Meditacin parece producir un estado de re-lajacin, con las manifestaciones fisiolgicas de di-cho estado junto a un estado de estimulacin ps-quica. El modelo de respuesta fisiolgica a la me-ditacin, difiere del sueo y de la hipnosis y apare-ce como opuesto al procurado por la clera o el mie-do. Tcnicamente parece suscitar un estado opues-to al de la defensa-alerta descrito por Cannon cuan-do analiza el estado fisiolgico correspondiente a la reaccin huir-combatir (Benson, 1974).

    Este estado de relajacin constatable, unido a un estado de atencin mantenida y dirigida por el que realiza el ejercicio, es lo que tienen en comn los ejercicios de meditacin de diferentes orgenes y escuelas.

    Tono muscular Todos los ejercicios, relacionados tanto con la

    meditacin como con la relajacin, llevan implci-tos la relajacin muscular, aunque ha podido cons-tatarse que los ejercicios cuya base es la relajacin muscular, pueden ir acompaados en ocasiones de reacciones paradjicas en algunos sujetos consis-tentes en aumento de la tensin muscular. Este fe-nmeno puede deberse a errores tcnicos en la prctica o como, en el caso de la terapia autgena presentarse acompaando a las descargas autge-nas que puedan producirse en este ejercicio.

    La relajacin muscular, en sujetos bien entrena-dos, puede comenzar incluso antes de que comien-ce la repeticin mental de la frmula, nada ms adoptar el individuo la postura de entrenamiento, tanto en el caso de la terapia autgena como de otros mtodos que requieren posturas especiales, (G. de Rivera, 1980).

    Frecuencia respiratoria

    Todos los autores coinciden en que sta dismi-nuye, hacindose las inspiraciones ms profundas, lentas y de mayor ritmicidad (Glez. de Rivera, 1980).

    Se ha comprobado una disminucin de esta fre-cuencia de ms del 33% sobre la frecuencia de antes de comenzar el ejercicio. Durante el ejercicio de relajacin, disminuye una media de tres a cinco ciclos, dndose la mayor disminucin en medita-ciones del tipo de meditacin trascendental. (Ph. Gallois 1984).

    A medida que avanza la experiencia en la medi-tacin la frecuencia respiratoria disminuye progre-sivamente, llegando a una media de descenso de 6,66 ciclos por minuto.

    Segn Luthe (1970), la frecuencia respiratoria en el entrenamiento autgeno, disminuye un 15% so-bre la frecuencia de reposo, con aumento de dura-cin del tiempo de inspiracin y espiracin; au-mento de la proporcin entre tiempo de espiracin y tiempo de inspiracin y regularizacin del ritmo respiratorio (Glez. de Rivera 1982).

    En ciertos sujetos se dan durante el ejercicio pe-rodo de suspensin respiratoria no seguidos de hi-perventilacin. (F. Badawi y Wallace, 1984). Las pausas respiratorias analizadas no fueron seguidas ni acompaadas por la modificacin del ritmo car-daco no del electrodermograma. Segn la clasifi-cacin de Gastaut, se tratara de pausas respirato-rias de tipo central. Estas pausas, a veces impresio-nantes de hasta 50 segundos, no se acompaan de hipernea compensatoria ni de hipercapnia. (Ga-llois, 1984).

    Los mecanismos de estas pausas no estn acla-rados pero se piensa que el fenmeno puede co-rresponder a una expresin extrema de un estado hipometablico, del cual el primer signo sera una disminucin de la frecuencia respiratoria. (Allison, 1970). Este fenmeno reflejara una disminucin extrema pero natural del consumo de 02 junto a un estado de profunda relajacin.

    Por medio del tiempo de reaccin, el cual dismi-nuye en los practicantes de meditacin trascenden-tal mientras que aumenta significativamente en el grupo control y presenta un ligersimo aumento en los practicantes de terapia autgena, se demuestra que los individuos presentan un nivel de vigilancia mantenido. (Apelle, 1974).

    Consumo de Oxgeno y eliminacin de C02

    Durante la prctica de ejercicios de meditacin y relajacin, se han evidenciado cambios en el con-

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    sumo de oxgeno, el cual disminuye en mayor gra-do que la disminucin que se produce en un estado de reposo simple, sin utilizacin de ejercicios de relajacin. Disminuye tambin la eliminacin de C02, lo que ha sido interpretado como la manifes-tacin gasomtrica de un estado hipometablico que acompaa a la prctica de estos ejercicios. (Wallace 1970, 1971), (Glez de Rivera 1980).

    El consumo de oxgeno desciende de forma agu-da durante el perodo de prctica de formas de me-ditacin tales como la trascendental, llegando a una disminucin de un 30%, con respecto al consumo medido antes del inicio del ejercicio. (Jevning, 1983).

    En la sangre arterial durante el periodo de ejerci-cio, la presin de 02 (P02), disminuye, mientras que la presin de CO2, (PCO2) arterial, se incrementa, ms marcadamente que en el reposo. Simultnea-mente, los valores venosos cambian en direccin opuesta. Esta observacin se completa con el des-censo del pH arterial, que se explica por el incre-mento de CO2 arterial.

    Es interesante resear que la diferencia entre la PCO2 arterial y venosa que normalmente existe, disminuye virtualmente a cero durante el perodo de ejercicio. Esos cambios tienden a desaparecer durante el periodo post-ejercicio.

    Ritmo cardaco

    Se encuentran evidencias de que el ritmo carda-co, disminuye segn la mayora de los autores y de los trabajos realizados, as ha quedado demostrado por Benson & Wilson (1972), Wallace (1971), Glez. de Rivera (1980). Se demuestra que los me-ditadores experimentados exhiben una disminucin mayor del ritmo cardaco que otras modalidades de relajacin y biofeedback. (Pollard, 1982). Existen no obstante algunos casos reportados en los que paradjicamente a lo que cabra esperar se han de-terminado aumentos ligeros del ritmo cardaco du-rante el ejercicio y el perodo que le sucede, siendo este aumento menos pronunciado en tcnicas del tipo de la Meditacin Trascendental, (Gallois 1984).

    Electrodermograma Las variaciones electrodermogrficas son signifi-

    cativamente menores, hablando esto a favor de una mayor estabilidad del sistema nervioso autnomo (Benson & Wilson, Wallace, Gallois).

    Las fluctuaciones espontneas disminuyen en ge-neral en los grupos que practican meditacin o re-lajacin, siendo esta disminucin ms importante

    en los grupos que practican meditacin trascenden-tal y terapia autgena con respecto a otros tipos de relajacin. (Gallois, 1984).

    La resistencia galvnica de la piel, aumenta en los practicantes de meditacin trascendental. (O'Ha-lloran & Jevning, 1986, Benson, 1971).

    Durante el estado autgeno la resistencia epitelial galvnica, presenta un aumento progresivo que lle-ga a un nivel estacionario a los cinco a diez minu-tos y regresa lentamente a los valores habituales en un plazo de diez a treinta minutos despus de su terminacin. Luthe, describe como algunos sujetos presentan disminuciones variables e inconsistentes de la resistencia epitelial galvnica durante la prc-tica del entrenamiento autgeno y lo atribuye a la intromisin de pensamientos autgenos o de descar-gas autgenas somticas (Glez de Rivera, 1980).

    Electroencefalograma

    Gallois, destaca la rareza de episodios de sueo en un estudio poligrfico realizado a cuarenta suje-tos, sin embargo afirma que encuentra, que los me-ditadores estudiados por l pasan gran parte del tiempo en estadios iniciales de sueo. (Gallois, 1984). En general la mayora de los investigadores coin-ciden en que durante la meditacin y relajacin, en sujetos experimentados se producen apreciables perodos en los que aparecen trazados electroence-falogrficos compatibles con estados de sueo II, III y IV. Los datos sugieren que en la meditacin no se produce un estado nico y que en general se gasta un 39% en estado de vigilia, el 19% en esta-do I de sueo, el 23% en estadio II, y el 17% en es-tados III y IV de sueo. Lo que indica que los me-ditadores pasan dormidos aproximadamente el 40% del tiempo del ejercicio. Meditacin y siesta, pro-ducen los mismos resultados electroencefalogrfi-cos (Pagano, 1976).

    Younger describe tambin la existencia de pero-dos de sueo, en concreto estados I y II, en el 41 del tiempo del ejercicio y Wada describe perodos I y II de sueo en meditadores experimentados y no experimentados.

    Aparecen ritmos electroencefalogrficos de tipo alfa predominantemente a nivel frontal, despus de un entrenamiento en ejercicios de relajacin o me-ditacin, por otra parte se ha observado que existe una tendencia significativa por parte de ambos he-misferios a igualarse en sus trazados. Se incremen-ta la coherencia electroencefalogrfica intra e inter-hemisfrica (Dillbeck, 1981).

    El estudio de meditadores avanzados hecho por Benson, demostr diferencias segn el tipo de me-

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    ditacin realizada con hallazgos de asimetra mar-cada alfa y beta entre los hemisferios e incremen-tos en la actividad Beta. (Benson, 1990). Por su parte Travis, encuentra que se puede relacionar la presencia de cambios en la coherencia EEG y la fuerza de los efectos de la intervencin (Travis FT, 1989).

    En lo referente al trazado electroencefalogrfico durante el estado autgeno es un aumento de la can-tidad de frecuencia alfa. A medida que la concen-tracin en las frmulas autgenas progresa las re-acciones individuales parecen variar de un sujeto a otro. Las reacciones varan entre el aumento en la produccin alfa, aparicin de trenes de ondas alfa en canales no occipitales, en ocasiones incluso en los frontales y aumento de la frecuencia del ritmo alfa, aproximadamente de uno a dos ciclos por se-gndo ms que en el ritmo del sujeto antes de co-menzar el ejercicio de terapia autgena. Otros suje-tos presentaron una progresiva disminucin del rit-mo alfa y aparicin de una preponderancia de on-das theta.

    El anlisis computerizado de este ltimo grupo, demuestra que las ondas alfa en realidad no desa-parecen sino que se sobreimponen ondas lentas disminuyendo entonces la amplitud del ritmo alfa. Geissmann, 1965. Arcan, 1971. Ambos tipos de su-jetos presentan ocasionalmente interrupciones del ritmo por ondas beta ms o menos generalizadas. Ambos tipos de trazado pueden coincidir en el mis-mo sujeto por lo que es posible que se trate de dife-rentes estadios dentro del estado autgeno no de-pendiendo del propio sujeto.

    De especial inters son las observaciones de Rohmer e Israel, en 1957, quienes describen fen-menos paroxsticos presentados por algunos suje-tos durante la prctica del estado autgeno. Estos fenmenos -tienen el inters de que podrn ser el estrato neurofisiolgico de las descargas autge-nas, fenmeno que es descrito frecuentemente por los pacientes como experiencia subjetiva pero cu-yas manifestaciones objetivas son raramente obser-vadas. (Glez. de Rivera, 1982).

    Cambios en el metabolismo Junto a los cambios en los valores sanguneos de

    CO2 y de 02, se ha demostrado que los valores de lactato arterial y de exceso de base (EB), tambin sufren un descenso agudo durante la prctica de ejercicios de meditacin. (Wallace, 1972).

    En sujetos altamente experimentados, durante el perodo de ejercicio, la sangre arterial presenta una disminucin del pH en ambos grupos. Por otra par-te la concentracin de CO3H venoso desciende du-

    rante la realizacin de los ejercicios. Resulta inte-resante el hecho de que la diferencia entre CO3H venoso y arterial, decrece durante el ejercicio, de forma que la diferencia entre el CO2 arterial y el venoso llega a ser cero, ya que la produccin de CO2 brevemente durante el ejercicio cesa, mientras que el contenido de 02 arterial disminuye de forma ms moderada, con lo que el consumo de 02 dismi-nuye aunque contina y la sangre venosa fluyente contiene mas cidos, siendo esto el resultado neto de los cambios metablicos que ocurren durante el ejercicio en cuestin.

    Este estado hipometablico se caracteriza por la produccin de energa con la ausencia o reduccin en la produccin de CO2 y por otra parte produc-cin de cidos medios acompaada de cidos gra-sos incompletos y/o combustin de aminocidos.

    Por otra parte se ha demostrado un aumento de la sangre total circulante, durante el ejercicio de meditacin, este aumento no se ha objetivado du-rante el reposo ordinario. (Jevning, 1978). El ori-gen de esta sangre no es renal ni heptico, y en su mayor parte es el incremento que sufre la circula-cin cerebral. (Jevning, 1983).

    Una hiptesis primaria que es capaz de interrela-cionar los estados metablicos que ocurren en la prctica de la meditacin es el modelo desarrollado por Jevning, el cual habla de que el metabolismo de la glucosa en el tejido muscular perifrico es desplazado a la ruta de los cidos grasos, compor-tndose como un estado de hipometabolismo en el que existe una similitud con lo que ocurre en situa-ciones de ayuno prolongado, situacin en la que la falta de aporte calrico obliga a un hipometabolis-mo por medio de la va de los cidos grasos. La funcin del desplazamiento del metabolismo es po-siblemente un aumento de la utilizacin de la glu-cosa por el cerebro, lo que est apoyado por el hecho de que a nivel cerebral ocurre un incremento real de la circulacin sangunea. (Jevning, 1988).

    En cuanto a los cambios sufridos por el metabo-lismo de la glucosa a nivel cerebral se ha compro-bado que el cociente entre las tasas metablicas ce-rebrales de la glucosa frontales y occipitales se en-cuentra significativamente elevado durante el ejer-cicio de meditacin Ese aumento se debe a su vez al ligero incremento que sufre el metabolismo de la glucosa a nivel frontal y a un ms pronunciado descenso de este metabolismo en centros visuales primarios y secundarios. (Herzog H., 1991).

    El estudio de prcticas de meditacin avanzadas hecho por Benson, le lleva a concluir que las alte-raciones metablicas con disminucin en el meta-bolismo pueden llegar a ser muy notables, pero que estos resultados varan dependiendo del tipo de me-

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    ditacin que se practique. Algunas pueden incluso aumentar el metabolismo. (Benson, 1990)

    Metabolismo eritrocitario Se produce una marcada disminucin del meta-

    bolismo eritroctico, sto se ha descrito en practi-cantes de meditacin trascendental con una prcti-ca regular de cinco a diez aos en contraste con los resultados que aparecen en estado de reposo sim-ple, donde se producen incrementos en el metabo-lismo de las clulas rojas.

    Es significativo el hecho de que el nico cambio que se produce en otras variables tales como hema-tocrito y glucosa en sangre, se da slo en la varia-ble que afecta a la concentracin de lactato en san-gre. La relativa constancia de la tasa de lactato en sangre durante el reposo simple, contrasta con el des-censo marcado que ocurre durante la medita-cin profunda. (Jevning, 1983).

    Relajacin y meditacin, y sus efectos en la neuroinmunomodulacin

    El uso de ejercicios de relajacin con visualiza-cin produce una elevacin sustancial de los nive-les de Inmunoglobulina A salival. Este aumento en el nivel de inmunoglobulina A, medida en la sali-va, ya haba sido descrito por Green, en 1986, al comparar relajacin con masaje, ejercicios de rela-jacin con visualizacin, con otros grupos que rea-lizaron reposo simple, encontrando niveles ms al-tos de Ig. A salival. (Janoski, 1987)

    Por otra parte se ha comprobado que los niveles bacterianos, encontrados en la saliva, se afectan con intervenciones del tipo de la relajacin-meditacin y produccin de stress, de forma que los niveles bacterianos disminuyen significativamente con la relajacin y se encuentran altos niveles bacterianos en la saliva bajo condiciones de stress. (Morse DR, 1982).

    La situacin puesta en estudio parece abrir vas de consideracin para el estudio de los efectos hu-morales inmunes de la va hipfiso-adrenocortical, la va simptico-adrenomedular que deprime el fun-cionamiento inmune por la va de los receptores adrenrgicos en los linfocitos, de hecho parecen existir interrelaciones entre el sistema hormonal y el inmunitario despus de intervenciones compor-tamentales como la relajacin. (Jasnoski y Kugler, 1987)

    Esta afirmacin viene apoyada por recientes in-vestigaciones en las que se demuestra que los ejer-cicios de meditacin se asocian con una disminu-cin de la sensibilidad de los receptores Beta-adre-

    nrgicos sin que esta disminucin se vea acompa-ada de cambios en el nmero total de receptores ni en las catecolaminas plasmticas. (Mills PJ. 1990).

    Cambios hormonales durante la meditacin y relajacin profunda

    Junto a las modificaciones neurofisiolgicas y metablicas inducidas por la meditacin se han comprobado modificaciones en la secrecin de cier-tas hormonas.

    Se encontr que el cortisol disminuye de forma evidente, tanto la cortisolemia encontrada durante el ejercicio como la encontrada en los valores basa-les.

    Segn Jevning, este descenso reflejara un nivel de menor activacin adrenrgica del sistema dien-cfalo hipofisiario (Jevning 1976, 1978). Esta cor-tisolemia basal, se opone a los datos que hablan de una tasa de cortisolemia basal aumentada en los es-tados depresivos (Soulairac, 1981).

    Las variaciones de la tasa de prolactinemia con-sisten en disminucin de dicha tasa en actividad de reposo, siendo esta disminucin significativamente ms marcada en los grupos que utilizan medita-cin.

    La disminucin de prolactina persiste en los gru-pos control, fuera del ejercicio de meditacin, in-mediatamente despus, mientras que se dibuja un aumento en las tasas de los grupos de meditadores.

    En los grupos que utilizan relajacin profunda o meditacin, la disminucin de los catabolitos uri-naros va en el sentido de una disminucin del tono simptico siendo las modificaciones humorales se-guidas al uso de relajacin opuestas a las produci-das por situaciones de stress. (Gallois, 1984), esto confirma el paso por medio de la relajacin del er-gotropismo al trofotropismo, puesto en evidencia por los cambios neurofisiolgicos y metablicos (Wallace, 1971).

    Los niveles de T3, T4 e insulina se mantienen estables, y en cambio los niveles de TSH, presen-tan cambios agudos durante la prctica del ejerci-cio de meditacin, consistentes en disminucin de los valores plasmticos, en contraste con el grupo control que practic reposo simple, con los ojos ce-rrados, dicho grupo no experiment variaciones de los valores en las hormonas estudiadas.

    Los cambios en los valores de TSH, no acompa-ados por cambios en los valores de T3 y T4, pue-den sugerir cambios en el "set point" de los meca-nismos de retroalimentacin en los que interviene la TSH, dndose estos cambios en el grupo que practica meditacin, al parecer con modulacin

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    primariamente neural (Jevning, 1987). Cuando se han estudiado los cambios hormona-

    les a largo plazo en meditadores experimentados se demuestra que todas las hormonas sufren algn ti-po de cambio. Especialmente tres de las hormonas muestran variaciones significativas en compara-cin con los valores encontrados en la primera se-sin: TSH, la hormona del crecimiento y la prolac-tina.

    Los cambios en la TSH, son los ms marcados y consistentes, presentndose significativamente ele-vada. En cuanto a la hormona T4, aunque hay una disminucin marcada en las primeras sesiones, ms tarde, recupera niveles no significativamente dife-rentes a los de la primera sesin. Los niveles de prolactina bajan continuamente en las primeras se-siones, teniendo mas tarde un ligero ascenso, que-dando sus valores finales por debajo de los del co-mienzo de las sesiones, de 12,52,3 microgr/L pa-sa a 4,41,4 microgr/L.

    En cuanto a los valores registrados para la hor-mona del crecimiento, se encuentran significativa-mente bajos en meditadores avanzados. Los efec-tos que la meditacin produce en la secrecin de Arginina Vasopresina, cuya actividad se relaciona con una gran variedad de procesos cognitivos in-cluyendo funciones de aprendizaje y memoria, constituyen uno de los datos ms llamativos. En me-ditadores avanzados se encuentran valores basales medios aumentados en cinco veces con respecto al grupo que slo hace reposo. Esta elevacin se ini-cia unos quince minutos antes del ejercicio de me-ditacin, en el resto de la vida diaria los niveles medios son normales. Durante el ejercicio se evi-dencia una respuesta fsica condicionada de vaso-presina, en la cual los valores se elevaron 2,6 a 7,1 veces la concentracin plasmtica normal y la de simple reposo. Una respuesta tan grande de argini-na-vasopresina es desconocida en la fisiologa nor-mal de la vasopresina. Esta elevacin no est acom-paada por un aumento de la osmolaridad del plas-ma ni aumento de la tensin arterial.

    Estos resultados sugieren un fenmeno de condi-cionamiento y parecen indicar que el proceso fisio-lgico asociado con la prctica diaria de este com-portamiento puede inducir a la secrecin de vaso-presina. Por otra parte la relacin entre vasopresina y stress, no es aplicable en este caso, ya que la situacin creada con los ejercicios de meditacin es opuesta a la creada por el stress. (O'Halloran, 1986).

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