CHISPA

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E ntramos en la fase final de enero y comienzas los nu- barrones a ennegrecerse. Los sabios economistas han dicho ya que la “cuesta” de enero se extenderá hasta diciembre. Todo el año y a la mitad justa, elecciones en México. Pero, ¿por qué tiene que ser así? Ésta es la parte en donde los financie- ros de renombre tartamudean, se acogen a su lenguaje técnico, al alcance sólo de ellos mismos o ni eso, y evaden responder con precisión. Dándole muchas vueltas hace tiempo llegué a una conclusión: el dominio de la economía sobre la política va en sentido paralelo a la especulación y a la contra de la productividad de la que, durante largos lustros, hemos dejado de hablar. El caso es que enero no ha sido, ni mucho menos, un buen mes. A las voces de angustia que surgen del primer mundo por el desempleo creciente o el déficit de los Estados Unidos que obliga a ajustarse el pantalón a las naciones satélites, sobre todo, se suman los cálculos de los manda- tarios responsables quienes observan las dificultades a futuro, incluso las intrigas su- perlativas, acaso impuestas por los fuertes para paliar sus propias necesidades. Como en 2008, cuando España se cubrió las es- paldas con los dólares de sus bancos en México. ¿O van a seguir negándolo cuando sus utilidades globales, ese año, se genera- ron en un sesenta por ciento en nuestro país? Y mientras, claro, nuestro mercado sufrió una asfixia evidente, sin dólares -cuando se suponía estábamos cargados de ellos con reservas récord además-, y sin incentivos de trabajo. En España, en don- de se toman medidas de emergencia para paliar lo que se viene -un aumento de las tasas tributarias, sin tocar al IVA-, se estre- nó el año con una cifra impensable: cinco millones doscientos mil “parados”, esto es sin trabajo, en medio de pequeñas revuel- tas callejeras de quienes, por ejemplo, res- ponden a las medidas con un “Yo no Pago” porque sencillamente, alegan, han perdido la confianza en sus gobernantes, los de iz- quierda que ya se fueron y los recién llega- dos de derecha. (Por cierto, la reciente muerte de Ma- nuel Fraga Iribiarne, gallego como lo era Franco y como lo es Mariano Rajoy -un triunvirato poco afortunado que resuelve la luz dejada por Rosa María de Castro-, dio cauce a las expresiones extremas entre los antiguos “rojos” y los conservadores de hoy; por ejemplo, el dirigente de Izquierda Unida dijo haber brindado con champaña mientras, en general, las expresiones de duelo se generalizaron entre los funcio- narios del nuevo gobierno. Un pésimo presagio para ellos aunque traten de ocul- tarlo con el apoyo de los conservadores de Europa con Ángela Merker y Nicolás Sarkozy a la cabeza). Es curioso: la imposi- bilidad de reconciliarse entre los liberales y conservadores mexicanos no es óbice, sin embargo, para los acuerdos políticos sobre las rodillas que suelen llamarse “alianzas”, promovidas sobre todo por Manuel Cama- cho Solís y sus seguidores -entre ellos, su siempre “segundo”, Marcelo Ebrard-, aun cuando dan cauce a gobiernos amorfos con serias dificultades para equilibrarse y vulnerables ante las andanadas desde el centro. De igual manera, ya se prepara una estrategia similar para que en el Estado de México, los candidatos a alcaldes y al Con- greso surjan de acuerdos similares para poner en jaque al nuevo gobernador, Eru- viel Ávila, y de paso exhibir a Enrique Peña Nieto que, como López Obrador en 2006, no parece darle demasiada importancia a sus traspiés considerando sus márgenes favorables. Cuidado con eso porque, sin duda, representa la mejor fórmula de los operarios panistas de importación cuyos sueldos rebasan, con mucho, los de loa secretarios de Estado y hasta los de los Mi- nistros de la Corte. ¿Política o economía? A veces me pregunto por qué debemos estar sujetos a las decisiones de fuera -el ajuste de la deuda estadounidense y el del euro en la Unión Europea que flaquea por distintos ángulos con severo riesgo de es- tallidos -los indignados crecen, las medidas financieras avasallan-. De no existir este baldón, el de los financieros que viven de poner en jaque a las naciones vulnerables, respiraríamos todos un aire mejor. Como desgraciadamente es así, hasta el cáncer que se ha apoderado de diversos dirigen- tes de América Latina -la última ha sido la argentina Cristina Fernández-, es motivo de especulación y sospecha en un universo plagado de intrigas, golpes bajos e induci- das reformas financieras tendientes, siem- pre, a asegurar el bienestar de los ricos, jamás el de los pobres. De allí la ridícula posición de Ernesto Zedillo, tan protegido, en la ONU: clamó por los depauperados exigiendo auxilios de emergencia -cuando lo que no hay es liquidez en ninguna par- t6e-, cuando fue incapaz de resolver siquie- ra la miseria de un solo poblado de México durante su ominosa gestión ejecutiva. Al contrario: supo blindarse de modo tal que no sólo recibe ingresos por sus asesorías en las empresas multinacionales a las que favoreció en el ejercicio del poder, sino, además, tiene inmunidad diplomática por parte del gobierno de México, ¡cuándo no sirve ni alienta a éste! Un caso digno para las patologías de la historia o, mejor dicho, para acrecentar las parodias destinadas a modificar sólo la superficie de un sistema estructuralmente corrupto. ¿Paladín de la alternancia? Por favor, Zedillo fue la causa, más bien, de que se clamara por el cambio traicionado desde el primer pronuncia- miento de la campaña foxista. A estas alturas, la memoria es el único escudo al que podemos recurrir para no ser arrastrados por las inducciones y mani- pulaciones de la clase gobernante. DEBATE A este columnista sigue preocupando, y mucho, que el anuncio de la crisis global haga erupción poco antes de los comicios de julio próximo. Desde luego, ello será un handicap tremendo para el partido en el poder pero también pretexto para la agitación política y la consiguiente violen- cia tendiente a inhibir a los votantes. Y ya sabemos que cuando la ciudadanía se que- da en casa, el continuismo gana. Así que estamos ante una encrucijada en la que el PAN puede aprovechar las circunstancias o ignorarlas para ser arrollado por ellas. ¿Por cuál de estas posibilidades, amigos lectores, creen que se inclinará? Por otra parte, los electores se tomarán muy mal los gastos excesivos de campaña cuando la cuña económica apriete. No tendrán disponibilidades a la hora de los cierres y eso constituirá una ventaja adicional para el gobierno que estará emitiendo “mensa- jes” para tranquilizar a la población cuan- do los huracanes económicos lleguen y amenacen con hundirnos. Porque, insisto, de acuerdo a los pronósticos del doctor Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, se nos viene encima “la peor crisis en trescientos años”. Contra ello no hay antídoto político que pueda servir. De hecho, más vale quedarse quietos para observar el temporal tratando de sufrir el menos daño posible. De allí que los candidatos, específica- mente quienes no pertenecen al cuadro gobernante, deberán esmerarse en sacu- dir conciencias desde ahora y debatir sobre el destino incierto del país en la materia. Siquiera para que no nos tome despreve- nidos, con discusiones insulsas o de poca monta, el maremoto inevitable. Porque llegará, ténganlo por seguro. ¿No podría siquiera nuestro gobierno el boicot de va- rias naciones -la primera de ellas, Japón- a Irán por producir ojillas nucleares? Han op- tado por no comprarle petróleo. ¿No es el momento para negociar, al alza, nuestros energéticos? ¿Funciona o no el gobierno? Abundaremos. LA ANÉCDOTA Recuerdo que, hace años, Rogelio Ca- rajal Dávila, uno de los mejores editores mexicanos por desgracia fuera de las gran- des empresas por ahora -quizá por ello surgió con mayor fuerza la lacayunería de las editoras españolas hacia el gobierno mexicano-, me propuso un proyecto ape- tecible, derivado del éxito de los célebres “Diálogos en el Infierno” entre Maquiavelo y Montesquiu: --¿Por qué no te reúnes a conversar con un economista de altos vuelos y haces un libro dialéctico planteando los dos puntos de vista? La idea me recorre el cerebro todavía. Porque, de verdad, desde el punto de vista político la economía se ha convertido en un ominoso estorbo... pero indispensable. LUNES 30 ENERO 2012 7 LA CHISPA Veneno de silicona http//claudialunapalencia.blogspot.com CLAUDIA LUNA PALENCIA POR LA ESPIRAL RAFAEL LORET DE MOLA BLOG: www.rafaelloretdemola.blogspot.com E-Mail: rafloret@hotmail. Economía o Política Una muy Larga Cruda Diálogos Necesarios L o que hace la va- nidad: cambios en gustos, modas y preferencias en la última década han elevado la recurrencia de la gente en México para some- terse a modificaciones estéti- cas gracias a la cirugía plástica. De hecho, entre jóvenes de 15 a 18 años, el deseo de aho- rrar o tener dinero no es más para comprar el primer coche o realizar el viaje soñado lo es más bien con la finalidad de utilizarlo para una cirugía plástica temprana casi siem- pre un aumento de senos o una rinoplastia. A raíz de la demanda (que además lo mismo existe en- tre la clase más pudiente que entre la de menor ingreso en la llamada clase media) pro- lifera un cúmulo de cirujanos especializados versus falsos cirujanos; en suma toda una in- dustria relacionada a los Spas, el botox, ácido hialurónico, aparatos con rayos, implantes, hilos para estirar la piel, mu- chos productos legales pero también otros de mercado ne- gro e inclusive fabricados con sustancias nocivas. Por doquier hay boutiques de belleza, sanatorios de ciru- gía plástica y consultorios “pa- tito” para mujeres que ante la estreches del bolsillo sacrifican calidad por precio. Empero, vánitas vanitatum, et ómnia vánitas. En efecto, es increíble hasta dónde puede llegar una persona por mejorar su físico arrastrada por su va- nidad afectada por excentrici- dades al estilo de “sin tetas no hay paraíso”. Y no solo es moda, sino ten- dencia: datos de la Asociación Mexicana de Cirugía Plásti- ca, Estética y Reconstructiva (AMCPER) revelan que cada año en México suceden 500 mil intervenciones en centros de salud regulados; de las otras operaciones no hay cifras fidedignas. Para como van las cosas, en América Latina, Brasil ocupa el primer lugar en cirugía plástica, le sigue México y es significa- tivo dado que son dos de las economías más desiguales, in- equitativas, de mayor brecha económica y número de millo- nes de pobres. Pero como entre los sueños no hay brechas, las jóvenes vi- ven el boom de la talla 36, aun- que ese paraíso puede ser más bien el laberinto del infierno. Hay quienes al no poder pagar por una operación para la colo- cación de implantes buscan las inyecciones sin saber que son lubricantes, aceites de cocina o aceites combinados utilizados como sustancias para introdu- cirlos en labios, senos, caderas y glúteos. A COLACIÓN Entrados en el terreno de la calidad nos amanecemos en 2012 con la alerta mundial acerca de los implantes para senos elaborados con silicona industrial distribuidos por la empresa francesa PIP. Si bien la alarma está dada para evitar que sigan com- prándose implantes PIP, se estima que al menos entre 400 mil a 500 mil mujeres en distin- tos países los tienen puestos, algunas con tan mala suerte desarrollaron cáncer debido a que las prótesis están hechas de líquido carburante para ve- hículos. Recientemente, el grupo químico alemán Brenntag con- firmó su responsabilidad en la venta de la silicona industrial a los fabricantes de implan- tes mamarios Poly Implant Prothèse (PIP) Varios países de América La- tina van reportando casos PIP, Colombia anunció 15 mil mu- jeres con prótesis PIP. En Mé- xico, no hay cifras de las muje- res portadoras, aunque desde 1994 las prótesis PIP entraron al mercado mexicano y no de- jaron de utilizarse a pesar de que Estados Unidos emitió una alerta hace más de cinco años. Las empresas que en Mé- xico venden los implantes PIP son: Implementos Médicos Ortopédicos, S.A., que en 2009 cedió los derechos de su re- gistro a Orthogénesis S.A. y Dermedics, S.A. de C.V., que en 2007 cedió los derechos de su registro a Medicina Estética Europea S.A. de C.V. ¿Qué hospitales y qué médicos son clientes de es- tas empresas desde 1994 a la fecha? Aquí la Secretaría de Salud deberá realizar una investigación al respecto por- que en España por ejemplo están procediendo a retirar las prótesis implantadas, pero el temor es que sigan en el mercado para su venta en paí- ses subdesarrollados. Yo por mi parte aconsejo que si algún familiar tiene una operación mamaria realizada entre 1994 a 2011, por precau- ción debe buscar en su expe- diente el nombre del fabrican- te, país de origen y contenido de sus prótesis mamarias; y en caso de duda acudir al cirujano o directamente a Salud.

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Entramos en la fase final de enero y comienzas los nu-barrones a ennegrecerse. Los sabios economistas han dicho ya que la “cuesta”

de enero se extenderá hasta diciembre. Todo el año y a la mitad justa, elecciones en México. Pero, ¿por qué tiene que ser así? Ésta es la parte en donde los financie-ros de renombre tartamudean, se acogen a su lenguaje técnico, al alcance sólo de ellos mismos o ni eso, y evaden responder con precisión. Dándole muchas vueltas hace tiempo llegué a una conclusión: el dominio de la economía sobre la política va en sentido paralelo a la especulación y a la contra de la productividad de la que, durante largos lustros, hemos dejado de hablar. El caso es que enero no ha sido, ni mucho menos, un buen mes. A las voces de angustia que surgen del primer mundo por el desempleo creciente o el déficit de los Estados Unidos que obliga a ajustarse el pantalón a las naciones satélites, sobre todo, se suman los cálculos de los manda-tarios responsables quienes observan las dificultades a futuro, incluso las intrigas su-perlativas, acaso impuestas por los fuertes para paliar sus propias necesidades. Como en 2008, cuando España se cubrió las es-paldas con los dólares de sus bancos en México. ¿O van a seguir negándolo cuando sus utilidades globales, ese año, se genera-ron en un sesenta por ciento en nuestro país? Y mientras, claro, nuestro mercado sufrió una asfixia evidente, sin dólares -cuando se suponía estábamos cargados de ellos con reservas récord además-, y sin incentivos de trabajo. En España, en don-de se toman medidas de emergencia para paliar lo que se viene -un aumento de las tasas tributarias, sin tocar al IVA-, se estre-nó el año con una cifra impensable: cinco millones doscientos mil “parados”, esto es sin trabajo, en medio de pequeñas revuel-tas callejeras de quienes, por ejemplo, res-ponden a las medidas con un “Yo no Pago” porque sencillamente, alegan, han perdido la confianza en sus gobernantes, los de iz-quierda que ya se fueron y los recién llega-dos de derecha.

(Por cierto, la reciente muerte de Ma-nuel Fraga Iribiarne, gallego como lo era Franco y como lo es Mariano Rajoy -un triunvirato poco afortunado que resuelve la luz dejada por Rosa María de Castro-, dio cauce a las expresiones extremas entre los antiguos “rojos” y los conservadores de hoy; por ejemplo, el dirigente de Izquierda Unida dijo haber brindado con champaña mientras, en general, las expresiones de duelo se generalizaron entre los funcio-narios del nuevo gobierno. Un pésimo presagio para ellos aunque traten de ocul-tarlo con el apoyo de los conservadores de Europa con Ángela Merker y Nicolás Sarkozy a la cabeza). Es curioso: la imposi-bilidad de reconciliarse entre los liberales y conservadores mexicanos no es óbice, sin embargo, para los acuerdos políticos sobre las rodillas que suelen llamarse “alianzas”, promovidas sobre todo por Manuel Cama-cho Solís y sus seguidores -entre ellos, su siempre “segundo”, Marcelo Ebrard-, aun cuando dan cauce a gobiernos amorfos con serias dificultades para equilibrarse y vulnerables ante las andanadas desde el centro. De igual manera, ya se prepara una estrategia similar para que en el Estado de México, los candidatos a alcaldes y al Con-greso surjan de acuerdos similares para poner en jaque al nuevo gobernador, Eru-viel Ávila, y de paso exhibir a Enrique Peña

Nieto que, como López Obrador en 2006, no parece darle demasiada importancia a sus traspiés considerando sus márgenes favorables. Cuidado con eso porque, sin duda, representa la mejor fórmula de los operarios panistas de importación cuyos sueldos rebasan, con mucho, los de loa secretarios de Estado y hasta los de los Mi-nistros de la Corte. ¿Política o economía? A veces me pregunto por qué debemos estar sujetos a las decisiones de fuera -el ajuste de la deuda estadounidense y el del euro en la Unión Europea que flaquea por distintos ángulos con severo riesgo de es-tallidos -los indignados crecen, las medidas financieras avasallan-. De no existir este baldón, el de los financieros que viven de poner en jaque a las naciones vulnerables, respiraríamos todos un aire mejor. Como desgraciadamente es así, hasta el cáncer que se ha apoderado de diversos dirigen-tes de América Latina -la última ha sido la argentina Cristina Fernández-, es motivo de especulación y sospecha en un universo plagado de intrigas, golpes bajos e induci-das reformas financieras tendientes, siem-pre, a asegurar el bienestar de los ricos, jamás el de los pobres. De allí la ridícula posición de Ernesto Zedillo, tan protegido, en la ONU: clamó por los depauperados exigiendo auxilios de emergencia -cuando lo que no hay es liquidez en ninguna par-t6e-, cuando fue incapaz de resolver siquie-ra la miseria de un solo poblado de México durante su ominosa gestión ejecutiva. Al contrario: supo blindarse de modo tal que no sólo recibe ingresos por sus asesorías en las empresas multinacionales a las que favoreció en el ejercicio del poder, sino, además, tiene inmunidad diplomática por parte del gobierno de México, ¡cuándo no sirve ni alienta a éste! Un caso digno para las patologías de la historia o, mejor dicho, para acrecentar las parodias destinadas a modificar sólo la superficie de un sistema estructuralmente corrupto. ¿Paladín de la alternancia? Por favor, Zedillo fue la causa, más bien, de que se clamara por el cambio traicionado desde el primer pronuncia-miento de la campaña foxista.

A estas alturas, la memoria es el único escudo al que podemos recurrir para no ser arrastrados por las inducciones y mani-pulaciones de la clase gobernante.

DEBATEA este columnista sigue preocupando,

y mucho, que el anuncio de la crisis global haga erupción poco antes de los comicios de julio próximo. Desde luego, ello será un handicap tremendo para el partido en el poder pero también pretexto para la

agitación política y la consiguiente violen-cia tendiente a inhibir a los votantes. Y ya sabemos que cuando la ciudadanía se que-da en casa, el continuismo gana. Así que estamos ante una encrucijada en la que el PAN puede aprovechar las circunstancias o ignorarlas para ser arrollado por ellas. ¿Por cuál de estas posibilidades, amigos lectores, creen que se inclinará? Por otra parte, los electores se tomarán muy mal los gastos excesivos de campaña cuando la cuña económica apriete. No tendrán disponibilidades a la hora de los cierres y eso constituirá una ventaja adicional para el gobierno que estará emitiendo “mensa-jes” para tranquilizar a la población cuan-do los huracanes económicos lleguen y amenacen con hundirnos. Porque, insisto, de acuerdo a los pronósticos del doctor Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, se nos viene encima “la peor crisis en trescientos años”. Contra ello no hay antídoto político que pueda servir. De hecho, más vale quedarse quietos para observar el temporal tratando de sufrir el menos daño posible.

De allí que los candidatos, específica-mente quienes no pertenecen al cuadro gobernante, deberán esmerarse en sacu-dir conciencias desde ahora y debatir sobre el destino incierto del país en la materia. Siquiera para que no nos tome despreve-nidos, con discusiones insulsas o de poca monta, el maremoto inevitable. Porque llegará, ténganlo por seguro. ¿No podría siquiera nuestro gobierno el boicot de va-rias naciones -la primera de ellas, Japón- a Irán por producir ojillas nucleares? Han op-tado por no comprarle petróleo. ¿No es el momento para negociar, al alza, nuestros energéticos? ¿Funciona o no el gobierno? Abundaremos.

LA ANÉCDOTARecuerdo que, hace años, Rogelio Ca-

rajal Dávila, uno de los mejores editores mexicanos por desgracia fuera de las gran-des empresas por ahora -quizá por ello surgió con mayor fuerza la lacayunería de las editoras españolas hacia el gobierno mexicano-, me propuso un proyecto ape-tecible, derivado del éxito de los célebres “Diálogos en el Infierno” entre Maquiavelo y Montesquiu:

--¿Por qué no te reúnes a conversar con un economista de altos vuelos y haces un libro dialéctico planteando los dos puntos de vista?

La idea me recorre el cerebro todavía. Porque, de verdad, desde el punto de vista político la economía se ha convertido en un ominoso estorbo... pero indispensable.

LUNES 30 ENERO 2012 7LA CHISPA

Veneno de silicona

http//claudialunapalencia.blogspot.com

CLAUDIA LUNA PALENCIA

POR LA ESPIRAL

RAFAEL LORET DE MOLA

BLOG: www.rafaelloretdemola.blogspot.com E-Mail: rafl oret@hotmail.

■ Economía o Política ■ Una muy Larga Cruda ■ Diálogos Necesarios

L o que hace la va-nidad: cambios en gustos, modas y preferencias en la última década

han elevado la recurrencia de la gente en México para some-terse a modificaciones estéti-cas gracias a la cirugía plástica.

De hecho, entre jóvenes de 15 a 18 años, el deseo de aho-rrar o tener dinero no es más para comprar el primer coche o realizar el viaje soñado lo es más bien con la finalidad de utilizarlo para una cirugía plástica temprana casi siem-pre un aumento de senos o una rinoplastia.

A raíz de la demanda (que además lo mismo existe en-tre la clase más pudiente que entre la de menor ingreso en la llamada clase media) pro-lifera un cúmulo de cirujanos especializados versus falsos cirujanos; en suma toda una in-dustria relacionada a los Spas, el botox, ácido hialurónico, aparatos con rayos, implantes, hilos para estirar la piel, mu-chos productos legales pero también otros de mercado ne-gro e inclusive fabricados con sustancias nocivas.

Por doquier hay boutiques de belleza, sanatorios de ciru-gía plástica y consultorios “pa-tito” para mujeres que ante la estreches del bolsillo sacrifican calidad por precio.

Empero, vánitas vanitatum, et ómnia vánitas. En efecto, es increíble hasta dónde puede llegar una persona por mejorar su físico arrastrada por su va-nidad afectada por excentrici-dades al estilo de “sin tetas no hay paraíso”.

Y no solo es moda, sino ten-dencia: datos de la Asociación Mexicana de Cirugía Plásti-ca, Estética y Reconstructiva (AMCPER) revelan que cada año en México suceden 500 mil intervenciones en centros de salud regulados; de las otras operaciones no hay cifras fidedignas.

Para como van las cosas, en América Latina, Brasil ocupa el primer lugar en cirugía plástica, le sigue México y es significa-tivo dado que son dos de las economías más desiguales, in-equitativas, de mayor brecha económica y número de millo-nes de pobres.

Pero como entre los sueños no hay brechas, las jóvenes vi-ven el boom de la talla 36, aun-que ese paraíso puede ser más bien el laberinto del infierno. Hay quienes al no poder pagar por una operación para la colo-cación de implantes buscan las

inyecciones sin saber que son lubricantes, aceites de cocina o aceites combinados utilizados como sustancias para introdu-cirlos en labios, senos, caderas y glúteos.

A COLACIÓN

Entrados en el terreno de la calidad nos amanecemos en 2012 con la alerta mundial acerca de los implantes para senos elaborados con silicona industrial distribuidos por la empresa francesa PIP.

Si bien la alarma está dada para evitar que sigan com-prándose implantes PIP, se estima que al menos entre 400 mil a 500 mil mujeres en distin-tos países los tienen puestos, algunas con tan mala suerte desarrollaron cáncer debido a que las prótesis están hechas de líquido carburante para ve-hículos.

Recientemente, el grupo químico alemán Brenntag con-firmó su responsabilidad en la venta de la silicona industrial a los fabricantes de implan-tes mamarios Poly Implant Prothèse (PIP)

Varios países de América La-tina van reportando casos PIP, Colombia anunció 15 mil mu-jeres con prótesis PIP. En Mé-xico, no hay cifras de las muje-res portadoras, aunque desde 1994 las prótesis PIP entraron al mercado mexicano y no de-jaron de utilizarse a pesar de que Estados Unidos emitió una alerta hace más de cinco años.

Las empresas que en Mé-xico venden los implantes PIP son: Implementos Médicos Ortopédicos, S.A., que en 2009 cedió los derechos de su re-gistro a Orthogénesis S.A. y Dermedics, S.A. de C.V., que en 2007 cedió los derechos de su registro a Medicina Estética Europea S.A. de C.V.

¿Qué hospitales y qué médicos son clientes de es-tas empresas desde 1994 a la fecha? Aquí la Secretaría de Salud deberá realizar una investigación al respecto por-que en España por ejemplo están procediendo a retirar las prótesis implantadas, pero el temor es que sigan en el mercado para su venta en paí-ses subdesarrollados.

Yo por mi parte aconsejo que si algún familiar tiene una operación mamaria realizada entre 1994 a 2011, por precau-ción debe buscar en su expe-diente el nombre del fabrican-te, país de origen y contenido de sus prótesis mamarias; y en caso de duda acudir al cirujano o directamente a Salud.