Chonguitas. Masculinidades de niñas (2)

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Chonguitas: masculinidades de niñas [0]

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Valeria Flores. Chonguitas.

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  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [0]

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [1]

    Edicin: fabi tron y valeria flores

    Foto y diseo de tapa: Celeste Onaindia y Epoyn Gonzalez

    Editorial: La Mondonga dark

    Ao: 2013

    Lugar: Neuqun - Argentina

    Mail: [email protected]

    Licencia creative commons

    Reconocimiento No Comercial Sin Obra Derivada

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [2]

    Chonguitas:

    masculinidades

    de nias

    fabi tron y valeria flores (comps.)

    con Andrea Lacombe

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [3]

    Para las chonguitas que fuimos, las que vendrn

    y las que estamos siendo

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [4]

    ndice

    Prlogo

    fabi tron y valeria flores [8]

    La rabiosa

    Andrea Achilli (La Plata - Argentina) [14]

    Foto de estudio

    Evelyn Sotomayor (Lima Per) [18]

    La vida, es la vida, yo puedo hacer lo que quiera

    Josefina Alba Posse (La Plata - Argentina) [20]

    Masculina femenina, siempre

    Nines Campo Esteban (Neuqun - Argentina) [24]

    Mi jeep policial

    Erika Ugarte Aguila (Santiago Chile) [27]

    Marimacha

    Ali Toscano (Neuqun - Argentina) [31]

    Ftbol, pias y barro

    Yessica Cabrera (Tandil - Argentina) [34]

    Liniers

    Pao Lin / Lin Bao (CABA - Argentina) [38]

    Mam y mam

    Claudia Barrientos (Neuqun - Argentina) [42]

    Chalito

    Noem Tapia (Neuqun - Argentina) [45]

    La guerra contra las polleras

    Marcela Torres (Neuqun Argentina) [48]

    Y L por dnde anda?

    Laura Kussrow Quereilhac (Jalisco Mxico) [51]

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [5]

    No se trepa a los rboles con vestido

    Veru Ich (Estado Espaol) [55]

    Manuelita viva en Pehuaj, pero

    Lucia Forneri (CABA - Argentina) [57]

    Abrir la puerta para ir a jugar

    fabi tron (Crdoba Argentina) [62]

    Pepita, la pistolera

    Cecilia Dumn (CABA Argentina) [67]

    Un chonguito por las ramas

    Luciana Tadey (CABA - Argentina) [71]

    Chupate esa mandarina

    Ana Scully o Aniushka Lupn (Crdoba Argentina) [75]

    Familiar

    xara sacchi (Bilbo Pas Vasco) [78]

    Jugar con las muecas de tus manos

    Violeta (CABA Argentina) [84]

    A los 7

    Diana Prez Rivera (Mxico) [88]

    Una chonguita de la resistencia armada

    Julia Zrate (CABA - Argentina) [91]

    Abrazo hermano

    Dahiana Belfiori (Rafaela Argentina) [94]

    Los nenes con los nenes, las nenas con las nenas

    mnica palacio (Crdoba Argentina) [97]

    Al calor de la escena in/de/fin/ida

    Ileana DellUnti (La Plata Argentina) [101]

    Los juegos que yo quiera

    Carolina Reynoso (CABA - Argentina) [106]

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [6]

    Ser chong@ y no morir en el intento

    Natalia taty Lavia (Puerto Madryn Argentina) [110]

    De ayer a hoy de peque a adulta mujer

    Natalia Quintana (P.N. Los Alerces-Argentina) [114]

    La denuncia de mi teta izquierda

    Cecilia R (Crdoba Argentina) [119]

    Diario

    Laura Fernndez Cordero (Buenos Aires-Argentina) [124]

    Rara

    valeria flores (Neuqun Argentina) [127]

    Nena, qu pena!

    Gabriela Grenni (Buenos Aires Argentina) [132]

    La seriedad de los juegos

    Graciela Soto (CABA - Argentina) [134]

    Des-aprender a caminar

    Wanda Rzonscinsky (CABA Argentina) [137]

    La Experiencia Lesbiana

    Ivonne Yesenia Vite Silva (Aguas Calientes Mxico) [141]

    Alguna vez fui ngel

    Susana Albarrn Mndez (Madrid Estado Espaol) [147]

    La flaca machorra

    Mara de los ngeles Martnez Surez (D.F.-Mxico) [150]

    La futbolera

    Marina Moran (Neuqun Argentina) [155]

    El picadito reclam un cambio de "hbito"

    Eliana Lores (Quilmes Argentina) [159]

    Machonas

    Marta Lete (Tigre Argentina) [162]

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [7]

    Libros, sapos y amistad: tambin las nias resisten

    Mara Luisa Peralta (Ramos Meja Argentina) [164]

    Recuerdos de una chonguita provinciana

    Macky Corbaln (Neuqun Argentina) [169]

    Machona

    Andrea Lorenzo (Villa Constitucin Argentina) [173]

    Actitudes y resistencia

    Lucas (raquel) Platero (Madrid Estado Espaol) [176]

    Masculinidades de nias: entre mal de archivo y

    archivo del mal

    valeria flores [180]

    Dar cuenta de lo indecible

    Andrea Lacombe [195]

    Agradecimientos [202]

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [8]

    Prlogo

    Inquietudes, preocupaciones, pasiones compartidas y una

    foto alimentaron la idea de este proyecto que hoy llega a

    su concrecin y se materializa en este libro virtual:

    Chonguitas, masculinidades de nias.

    Como dijimos en la convocatoria1, nos interesaba

    rememorar nuestras infancias masculinas; visibilizar,

    recuperar y exhumar esas infancias masculinizadas en

    cuerpos asignados como nias. Queramos celebrar

    nuestras infancias chonguitas, marcadas por la

    estigmatizacin, el rechazo, la hostilidad, pero tambin, y

    fundamentalmente, cargada de deseos. No buscbamos

    continuidades ni coherencias, sino relevar seales,

    huellas, rastros, marcas, cortes, cicatrices, pistas, residuos,

    vestigios, como un trabajo arqueolgico de

    masculinidades no hegemnicas. Por eso, este libro no

    tiene la pretensin ni debera ser entendido, como una

    muestra representativa o como una expresin

    totalizadora de las masculinidades de nias.

    Chonguitas se hace lugar en un contexto donde los

    discursos sobre la infancia ocupan poco espacio en las

    reflexiones y la praxis poltica tanto del feminismo como

    del movimiento lgtttbiq y de la disidencia sexual, y

    cuando lo hacen la localizan en, al menos, tres discursos:

    cuando refiere a l*s hij*s de familias lgtttbi; cuando se

    1 La convocatoria completa se encuentra disponible, entre otros sitios, en: http://potenciatortillera.blogspot.com.ar/2012/08/fabi-tron-y-valeria-flores.html

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [9]

    considera a l*s ni*s exclusivamente como vctimas de

    las instituciones heteropatriarcales y racistas; cuando se

    convierten en objeto de disputa con los discursos

    conservadores y pro-vida, en el cual una supuesta

    inocencia ocupa los enunciados de ambas partes unos

    denunciando su interrupcin, otros desmintindola-. En

    ese sentido, este libro quiere ser un aporte activista que

    permita ampliar esos lmites discursivos y desplegar el

    debate demasiadas veces clausurado de antemano-

    acerca de pensar la infancia como un espacio poltico de

    intensa pugna de poder, que construye el cuerpo de l*s

    ni*s como escenarios de ansiedades culturales y pnicos

    morales. Nuestro inters es pensar colectivamente el

    cuerpo de la infancia como cuerpos en devenir,

    objeto/sujeto de las programaciones de gnero y sexuales,

    y tambin como sujetos de derecho cuya garanta debe

    conjurarse no slo en un corpus jurdico-normativo sino, y

    especialmente, en la trama de prcticas y significaciones

    cotidianas. Deseamos que este libro -como referencia

    cultural- estimule la imaginacin y la sobrevivencia de

    todas aquellas nias que no encajan en los modelos

    normativos de la feminidad. Por eso mismo, estas

    motivaciones convierten a Chonguitas en un libro para un

    pblico sin jerarquas etarias, para que sea ledo, reledo y

    reescrito por personas adultas, jvenes, adolescentes y

    ni*s.

    As fue como decidimos lanzarnos a la aventura y afrontar

    el desafo de proponer, en agosto del 2012, la

    convocatoria para participar de este proyecto. Dado que la

    palabra chonga/o se usa slo en Argentina, originalmente

    estaba destinada para quienes vivieran o hayan vivido en

    el pas. Nuestra primera sorpresa fue que comenzaron a

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [10]

    escribirnos personas interesadas de otros pases, lo que

    nos llev rpidamente a ampliar la convocatoria para

    Amrica Latina y Espaa. Las condiciones para participar

    fueron mnimas: el envo de una foto de la infancia que

    mostrara la expresin masculina y un texto breve sobre la

    vivencia de esa masculinidad, vista, significada,

    interpretada, desde el hoy.

    Aspirbamos a que la convocatoria fuera amplia en

    relacin a la identidad sexual y/o de gnero con las que se

    identificaran actualmente l*s participantes, as como en

    cuanto a su nacionalidad, edad, ocupacin, filiacin

    poltica, tnica/racial, etc. Nos preocupaba que la

    propuesta fuera recepcionada y apropiada slo por

    lesbianas y, entre ellas, slo por activistas. Sin embargo,

    nuestras expectativas fueron superadas ampliamente.

    Recibimos 44 maravillosas y singulares narraciones; la

    mayora son de lesbianas pero tambin participaron

    personas que se definen a s mismas como: mujer, mujer

    diversa, heterosexual, heterosexual no ortodoxa, cuir, as

    como hubo quienes decidieron no mencionar su identidad

    sexogenrica. Un poco menos de la mitad son activistas

    lesbianas, lesbofeministas, lesbianas feministas o

    feministas. Sus edades oscilan entre los 22 y los 55 aos,

    en general pertenecen a la franja etaria de entre los 30 y

    39 aos. Aunque con un leve predominio de docentes, sus

    ocupaciones son muy variadas: artistas, artesanas,

    empleadas, guardaparques, abogadas, psiclogas,

    periodistas, trabajadoras sociales, tcnicas dentales,

    escritoras, entre otras. Los relatos arribaron de Chile,

    Per, Mxico, y el Estado Espaol, as como de las

    provincias argentinas de Buenos Aires, Neuqun, Crdoba,

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [11]

    Chubut y Santa Fe, y de la Ciudad Autnoma de Buenos

    Aires; y a medida que llegaban, fueron armando el cuerpo

    de este proyecto.

    La edicin de los textos ha sido mnima y con el criterio de

    facilitar la lectura, fundamentalmente por respeto a las

    autoras, a sus formas de escritura y para evitar cualquier

    tipo de resignificacin que toda edicin supone. En

    algunos casos, se dialog con la autora sobre el uso de

    representaciones estereotipadas de otras identidades. De

    este modo, las condiciones iniciales de participacin se

    fueron flexibilizando; as, algunos relatos exceden la

    cantidad mxima de caracteres solicitados en la

    convocatoria, o algunas participantes no encontraban

    fotos de su infancia por diversas dificultades y sus aportes

    igualmente estn presentes.

    Finalmente, los textos de Andrea Lacombre y valeria

    flores no hablan de los relatos para objetivarlos bajo una

    lgica academicista que le sustrae al trazo biogrfico el

    latido de sus conflictos, deseos, pasiones, malestares y

    xtasis, sino que son invitaciones para seguir pensando e

    interpelando las operaciones de la ley del gnero y

    desarmando las imposiciones del sistema

    heteronormativo.

    valeria flores, retomando el concepto derridiano de

    archivo a travs de la lectura de la crtica cultural Leonor

    Arfuch que propone pensar la autobiografa como archivo-

    reflexiona sobre los aportes de este libro, haciendo un

    anlisis minucioso sobre las masculinidades de nias y

    mostrando algunas herramientas terico-polticas que

    empujan al dilogo y a profundizar los cuestionamientos

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [12]

    al binarismo de gnero. Por su parte, Andrea Lacombe

    hilvana el valor poltico y categorial del libro desde una

    breve ancdota de su niez. Su lectura de estas historias

    reverbera en la piel, su propia piel, en tanto recuerdo y

    memoria del cuerpo. Para Lacombe, la posibilidad de

    reconocimiento en la vivencia que se tejen entre y a travs

    de estos relatos de chonguitas, de esas masculinidades de

    nias, haciendo estallar las visiones y percepciones del

    gnero binario que se nos aparecen como naturales,

    impulsa a desvampirizar nuestra imagen frente al espejo.

    Chonguitas fue una iniciativa autogestiva y colectiva; el

    formato que elegimos, el uso de licencias creative

    commons y la ausencia de financiamiento son formas

    propias que hacen a nuestra praxis poltica. Creemos en la

    autogestin y en los procesos colectivos como decisin

    poltica de apostar y arriesgarse- a otro modo de

    construccin de saber/poder/deseo, de vinculacin

    afectivo-poltica y de compromiso tico. El formato virtual

    es parte de apropiarnos de las nuevas tecnologas de la

    informacin y la comunicacin, que han permitido

    vincular a todas las personas involucradas en el proyecto,

    volviendo al libro accesible para cualquiera en cualquier

    lugar. Nos valemos de una licencia de uso no comercial

    porque creemos que las expresiones culturales nos

    pertenecen a tod*s, resistiendo las mediaciones

    impuestas por las leyes del mercado.

    El proceso ha sido arduo e intensamente placentero; nos

    hemos sentido atravesadas, conmovidas e interpeladas

    por cada una de las historias. Movilizacin es la palabra

    empleada por muchas de las participantes a la hora de

    describir lo que les produjo escribir sus relatos.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [13]

    Movilizacin que socava los cimientos de la

    normativizacin impuesta en nuestros cuerpos por el

    patriarcado, la heteronormatividad y el binarismo de

    gnero.

    Ojal algo de eso acontezca con/en/por su lectura

    fabi tron y valeria flores

    con el calor de enero del 2013.-

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [14]

    La rabiosa

    Andrea Achilli

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [15]

    Ya empiezo rindome con el ttulo. Me acuerdo que

    cuando tena alrededor de 9 o 10 aos, tena una

    personalidad muy diferente a la de las dems nenas. No

    era anti social ni nada, pero muchas veces me senta ajena

    a ese mundo. Corra a los varones por el patio, peleaba a la

    par de ellos, y hasta me acuerdo que una vez, (en un

    colegio muy catlico facho ortodoxo del sur) me puse a

    jugar al ftbol y le saqu la pelota a uno que me sacaba

    metro y medio ms o menos. Los pibitos me felicitaban, no

    lo podan creer. Cuando me encontraba siendo atacada

    por alguien, reaccionaba como una loca, me defenda

    como lo hara cualquier varn macho a esa edad, a las

    puteadas y empujones. Por esto me gane por un tiempo el

    apodo de rabiosa por parte de mis compaeros, jajaja!

    Pero igual era genial para m no callarme la boca y

    defenderme de todxs.

    Como a los 12, tena una compaera, muy femenina, que

    se haba empezado a desarrollar y lo mostraba con orgullo

    (a mi me daba tremenda vergenza tener tetitas y que se

    vean), que me deca: yo quiero ser como vos, ms

    machona, ms fuerte. Cmo haces? No uss aritos, no te

    importa la ropa y los varones te respetan ms. Qu loco

    eso!! Yo era feliz siendo como era, y era as naturalmente,

    nunca lo haba pensado hasta que esta piba me lo dijo de

    esa manera.

    Muchas veces me fum de mi familia el tpico y tan

    escuchado tens lindo cuerpo, vestite ms seorita. O un

    ponete algo ms lindo, peinate mejor, maquillate un

    poco.

    Tambin me acuerdo de una amistad muy linda y cariosa

    con una compaera. Nos escribamos cartitas, y en una me

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [16]

    puso te amo. Esa cartita lleg a las manos de mi mam.

    Me acuerdo que me agarr y me dijo: te amo se le dice a

    un novio, a un hombre del que ests enamorada, a un

    varn! Esto queda feo entre nenas, se pueden decir te

    quiero, pero si no, suena raro. Parecen tortilleras.

    JAJAJAJA

    Haca equitacin en el regimiento, y nos llevaban a campo

    abierto a practicar. Una vuelta el milico nos dice, los

    varones al galope, las nenas miran. Agarr las riendas y

    sal al galope! Ni hablar que cuando volv me com el

    sermn: los varones pueden galopar, eso no es para las

    mujeres, Andrea, y yo feliz con mi galopada rebelde.

    Me la pasaba en la bici, rollers, escalada a un rbol que

    estaba cerca de casa, en una poca quise hacer ftbol, pero

    no me dejaron. Haca bsquet. Haca lo que quera con

    toda la libertad. As era esa parte de masculinidad en mi

    infancia.

    Creo que todo eso hoy me llev a estudiar Diseo de

    Indumentaria, para poder romper con toda esa mierda,

    vestirme como quiero, hacer y conseguir la ropa que me

    gusta, con la que me siento a gusto (cosa casi imposible

    por aquella poca en mi ciudad, donde me mandaba a

    hacer los jean anchitos y de colores y despus aprend a

    coser con el mismo fin).

    Llegando a la adolescencia me di cuenta de esa diferencia

    tan grande con las dems., sobre todo a la hora de ir al

    boliche, vestirse y todo eso. Odiaba los escotes, los tacos,

    las botas! Grrrr! Terrible! Pero bueno, por un tiempo fui

    un poco ms femenina, lo cual dur bastante poco.

    Aunque ya era ms grande y an as, segu

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [17]

    construyndome a mi manera y buscando mi propia

    satisfaccin en ese mundo.

    En fin, nia en patas, desprolija, rotosa, despeinada,

    rabiosa, machona, gruona, bruja, bocasuelta y libre!

    Biografa

    Me llamo Andrea Achilli, me dicen la peke. Tengo 24 aos. Soy

    lesbiana. Viv toda mi infancia y adolescencia en San Martn de

    los Andes, Provincia de Neuqun, Argentina. pueblo-ciudad del

    sur. Fui a un colegio catlico en la primaria, y me cambi a la

    escuela tcnica Industrial en secundaria.

    Vivo en La Plata desde mediados del 2008. Estudi Periodismo y

    Comunicacin Social un par de aos y ahora retom Diseo de

    Indumentaria, que es lo que ms me gusta. Milit en un frente

    piquetero un ao (FPDS), introducindome al feminismo.

    Actualmente, milito en Malas como las Araas, colectiva lsbica

    feminista desde hace un ao. Lo que ms rescato es que no

    importa a qu edad saliste del closet, ni en qu situacin, nunca

    es tarde para ser libre! Viva el placer disidente!

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [18]

    Foto de estudio2

    Evelyn Sotomayor

    2 Los fotoestudios eran populares en Lima cuando yo era chica. Esta foto debe ser de finales de los setenta. Calculo que tendra unos cinco aos.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [19]

    Me recuerdo claramente, emocionada en los pasillos de

    juguetes para varones y cmo mi madre trataba de

    conducirme hacia las muecas y los artculos para nias,

    bajo toda mi resistencia. Recuerdo a la primera nia que

    observaba con amor infantil. Recuerdo que mi abuelita

    materna haca ropa y siempre recib vestiditos, falditas y

    blusas de ella, ropa muy linda pero que no me haca feliz.

    Hasta este da. Mi alegra era tan sincera, as quera

    vestirme yo sin dudas!, esta chica vestida "de hombre" era

    yo. Tanta felicidad los decidi a llevarme a un estudio

    fotogrfico para retratar - sin saberlo - mi primer acto de

    travestismo. Tengo casi cuarenta aos y todava me visto

    como hombre. Eternas gracias a mi mam Juanita.

    Biografa

    Lesbiana peruana, todava en actividad pero evaluando la

    jubilacin. Estudi ciencias sociales pero se gana la vida en

    investigacin de mercados, de una manera decente pero

    bastante impopular (es auditora). Vivi en Argentina e hizo una

    fuerte campaa por el matrimonio igualitario desde su humilde

    tribuna en Tucumn, se separ de su novia de aos y CFK

    (Cristina Fernndez de Kirchner) sac la ley cuando ya no vivan

    juntas. As que culpo a la presidenta directamente por mi estado

    civil, ahora sera divorciada. Es feliz? a veces lo es, a veces no;

    pero trabaja para serlo permanentemente.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [20]

    La vida, es la vida, yo puedo hacer lo que quiera

    Josefina Alba Posse

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [21]

    Lo primero que me acuerdo es que tipo a los 5 aos, me encerraba en el bao, agarraba la gomina de mi viejo, me tiraba el pelo corte carr para atrs, me miraba al espejo, agarraba el peine y con voz gruesa, cantaba. Me haca llamar Federico. En verano, como a los 7 aos, no me pona bombacha, ya que pensaba que como los varones no usaban nada abajo del short de la malla, yo tampoco la necesitaba, adems, me daba cuenta que era ms fcil as ir al bao y hacer pis parada. Esto lo haca todo el tiempo, hasta que me descubrieron y me dijeron que las nenas no podan hacer pis as! Eso era para los varones porque ellos podan ya que tenan pito. En la pileta, siempre andaba en cuero, en mi casa y en la de mi mejor amigo, pero muchas veces los nenes me cuestionaban y me decan que de grande no iba poder andar as, como ellos, pero a m no me importaba, para m era ms cmodo y pona de excusa que me secaba ms rpido con el sol. Ellos me decan te van a crecer, pero siempre dese que eso no pase. Tenamos un club arriba de un techo que se llamaba El club de los machos, y cada uno tena su chapita de gaseosa colgada del cuello. Yo era parte del club, y les hacamos maldades a las nenas, como a mi hermana, que queran entrar para rerse de nuestro club. Jugaba mucho a la pelota, me ofrecieron muchas veces jugar al ftbol femenino, pero a m me gustaba jugar con los varones, porque a las nenas las vea muy frgiles y tena miedo de darles una patada. Muchas veces tena la expresin de decir me rompiste las bolas, y me tiraba al suelo agarrndome no se qu! Tena un rbol al cual me suba siempre y cortaba maderas, jugaba a la lucha, ah arriba era mi castillo.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [22]

    Esconda los soldaditos en las macetas de mi mam. A las barbies de mi hermana las pelaba y les pona alfileres en la cabeza y las colgaba de un placard. Le deca que eran feas y aburridas. En un cumple una vez, estaba arriba de un rbol, y una nena desconocida me pregunt si era nene o nena. Le dije nene, y sent mucha adrenalina al tener que mentirle, por miedo a que mi ta se d cuenta, me rete y despus se ran de m. Ms adelante como a los 11 aos estbamos en unas canchas de paddle con una amiguita y nos fuimos a un lugar lleno de maderas, y atrs de una planta le dije que me d un beso, y nos besamos por un largo rato. Tambin le pregunt si le gustaba algn chico, porque a m no me gustaba ninguno, ya que yo me senta un chico ms. Un tiempo despus, mi mam empez a decirme que tena que vestirme bien, prolija, con polleras y vestidos. Y desde chica me corran por toda la casa y me deca que me iba a quemar todos mis pantalones y camisas roosas, te tens que vestir como una mujercita. Yo me encerraba en la habitacin y senta mucha bronca. En mi primer maln, me acuerdo que me senta muy incmoda porque mi mam me hizo poner una pollera, entonces le dije a mi amiga que le diga al chico de la casa que me prestara un pantaln, que me quera cambiar. Siempre tuve amigos varones, e hice que me respetaran, no como mujer, si no como persona, ya que comparta todo con ellos, hasta que encontr a dos mejores amigas, que hoy tambin son lesbianas! Ya tena re asumido la palabra marimacho, y ni me afectaba.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [23]

    Hoy pienso que haca todo eso porque desde chica supe que me gustaban las nenas y vea como nica salida hacerme pasar por un varn para poder hacerlo, hasta que de ms grande descubr que exista la palabra LESBIANA y poda estar con chicas sin dejar de ser mujer. Todo esto me ayud a liberarme, y vivir una infancia libre, haciendo todo lo que me gustaba, y rompiendo con ese vos no pods, porque sos mujer. Cerraba los ojos y pensaba: la vida es la vida, yo puedo hacer lo que quiera.

    Biografa

    Me llamo Josefina Alba Posse, nac y me cre en La Plata. Tengo 23 aos. Fui a una escuela facha catlica llamada San Blass. Despus me fui cambiando de escuelas. Estudio msica, toco la batera y me gustara estudiar biologa. Soy 100% lesbiana!

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [24]

    Masculina femenina, siempre

    Nines Campo Esteban

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [25]

    Chonguita? dulce trmino, en mis tiempos slo ramos

    marimachos, por supuesto, tortilleras y un largo etc., de

    estupideces.

    Chonguito? si, puede, tengo un aspecto masculino,

    porque parece que si eres libre e independiente, si tienes

    valor y coraje, has de ser chonguito, marimacho, es igual,

    son denominaciones sin inters, al menos para m, ya me

    cansaron tanto...

    S lo que soy y lo que quiero, quien no lo sepa, ahhhh, es

    su problema, es ms, me encanta que me miren, quizs

    aun tengo algo un poco andrgino, eso aun me gusta ms.

    Chongo, me gusta, soy una mujer chongo, no s por qu,

    pero nos nombran las otras personas, yo, cuando me

    nombro, slo soy yo.

    Nac en 1957, ya dos siglos, jajaja, bueno, siempre sent

    que mis amores eran mujeres, claro, con Franco3 era

    jodido, pero en realidad, en aquel momento no pensaba

    tanto en eso, slo pensaba en mi condicin de

    anarcosindicalista, fui de la CNT4. Tambin fui muy rara en

    cuanto a mi edad y mi cultura, lea lo que poca gente lea, y

    aprend mucho, no me gustaba estudiar pero s leer, todo

    me le.

    Siempre supe que amaba a las mujeres, pero no a todas,

    slo a aquellas que me rompan el alma, aun sigue

    pasndome, tambin aprend que para m escribir, mis

    pequeos poemas, es lo que me salva, porque ahora vivo

    en Argentina y no me encuentro, y bueno escribo una y

    3 Francisco Franco fue un dictador militar espaol. 4 Confederacin Nacional de Trabajadores (sindicato anarquista).

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [26]

    otra vez, y me siento menos sola, creo que soy rara, o no,

    es que quizs quiera encontrar aqu, lo que tena en mi

    pas y eso es imposible.

    Nunca he tenido problemas con mi condicin sexual o mis

    gustos. Tengo demasiado carcter como para soportar

    cualquier cosa que no sea la que corresponde, no s qu es

    ser queer, creo se dice as, por mi edad ya ando algo lejos

    de eso, pero filosficamente, como que me apunto a

    cualquier cosa que rompa los estpidos esquemas que nos

    imponen.

    Biografa

    Vivo en Neuqun, pero con la intencin siempre de recorrer este

    pas. Me jubil en Espaa por problemas de salud, y bueno

    porque quera venir aqu y pude hacerlo, vine por una pareja,

    pero ya fue, ahora tengo otra pareja. Actualmente escribo en mi

    blog:http://laspalabrassinhuellas.blogspot.com.ar

    Aqu slo me dedico a escribir y a hacer mi programa de radio

    por internet, donde sobre todo, aparte de msica, pues hablo de

    poltica, de injusticias homfobas o de cualquier cosa que me

    parezca injusta, o sea, tengo mucho de qu hablar.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [27]

    Mi jeep policial

    Erika Ugarte Aguila

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [28]

    Soy Erika, tengo 36 aos, nac en el Puerto de San Antonio,

    Chile. La ciudad donde crec, estuvo siempre llena de

    prejuicios, temas escondidos y "pelambres", esa fue una

    de las razones por las que emigr al Puerto de Valparaso

    primero y actualmente vivo en Santiago. Mi infancia fue

    muy feliz, rodeada de familia y mucho cerro. Mi madre fue

    una mujer fuerte, de carcter y fsicamente, de contextura

    gruesa, muy deportista en su juventud, un da me confes

    que cuando era pequea, se suba a los rboles, era brusca

    en sus juegos y jugaba slo con nios, por eso la llamaban

    Mara tres cocos. Cmo iba a ser yo distinta a ella?,

    jugaba con hombres y con mujeres, pero siempre brusco,

    era la primera en ser elegida para pertenecer a los

    equipos y la ms ruda entre mis amigos. Nunca me

    cuestion el hecho de jugar distinto o de vestir distinto,

    todo me gustaba y era cmodo para m. Adems lo que

    ms importaba entre los amigos, era que fueras groso en

    todos los juegos y no si eras nia o nio, slo que fueras la

    mejor. Me atrevo a decir que cuando fui pequea, ni

    siquiera me importaba el gnero de los adultos y tampoco

    recuerdo en mi infancia alguna pregunta de mi parte que

    tuviese que ver con hacer la distincin, entre hombre y

    mujer. Siempre me vest con buzos y zapatillas, era la

    ropa de juego para el da o las ropas del "trajn" como lo

    llamaba mi madre, llevaba el pelo corto, porque odiaba

    peinarme. Varias veces puse a mi padre en un gran dilema

    con el regalo de navidad o cumpleaos, ya que siempre

    estaba pidiendo autos, pistas de carrera o juegos de

    herramientas, mis gustos eran distintos, me explicaban

    que esos juguetes eran para nios, razonamiento que yo

    no entenda, ya que eran mucho ms divertidos que las

    muecas. Una navidad recib de regalo, un jeep policial,

    recuerdo haber jugado hasta muy tarde con l, bueno,

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [29]

    hasta que se agotaron las bateras. Al da siguiente

    visitbamos a mi abuela para mostrar los regalos, y recibir

    los que ella tena para nosotras, rememorando, hubo

    miradas extraas de mis abuelos hacia mis padres, parece

    que no era tan normal que me gustaran este tipo de

    juguetes. A medida que fui creciendo, pens que me

    gustara e interesara en las cosas que les gustan a las

    nias, pero esa poca nunca lleg, me segua interesando

    por lo tradicionalmente masculino. En mi adolescencia,

    tena la misma apariencia, y mis gustos, no cambiaban,

    entend que no era lo normal, por lo que decid, para

    pasar piola, participar con mis compaeras de colegio en

    actividades que no me interesaban, como maquillaje,

    accesorios, esquelas, etc. y adems, coincidir con ellas, en

    que me gustaba el mismo chico que a todas, as no

    alterara el orden establecido y nadie me preguntara

    sobre lo que realmente me interesaba. Sin embargo, una

    inquietud creci dentro de m, saba que era distinta, y no

    quera ser distinta a las dems. A pesar de tomar todas

    estas precauciones pblicamente, llegaba a mi casa y me

    senta como un chico otra vez, mis modales, formas y

    maneras, me senta como el "hombre" de la casa

    por as decirlo, cuando mi padre no estaba, yo me atribua

    la responsabilidad de cuidar a las mujeres. Mi

    adolescencia fue una complicacin, trataba de entender

    mis sentimientos, sin embargo, saba que no deba

    evidenciarlos. Recuerdo que una compaera de curso, me

    generaba ms que simplemente cario, pensaba en ella

    muy a menudo, y escriba sobre ella, nos juntbamos a

    conversar y a bailar, me encantaba estar con ella. Ocult

    mis pensamientos y sentimientos hacia ella y me contena

    de sentir cosas, que no era normal sentir. No s cmo

    lleg a m, ni cmo escuch sobre el tema, pero hubo una

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [30]

    palabra cuyo significado me hizo mucho sentido...

    lesbiana, en ese momento, el lenguaje abri una puerta a

    mis sentimientos, pensamientos, carios, todo. Fue ah

    cuando decid que al salir del colegio, iba a emigrar a otra

    ciudad, a un lugar donde nadie me conociera, para vivir lo

    que verdaderamente senta, saba que no estara sola, que

    haba otras como yo. Me fui a estudiar a Valparaso, y

    comenz mi verdadera vida, mi vida no-heterosexual.

    Biografa

    Vive en Santiago de Chile y tiene 36 aos.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [31]

    Marimacha

    Ali Toscano

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [32]

    Desde que tena edad de muy pequea, no hice jardn de

    infantes, que mis juegos siempre fueron de varones.

    En los aos 1970, yo tena entre los 10 y 14 aos, mis

    juegos y juguetes siempre fueron de varones. Autitos,

    soldados, ladrillos rasti, etc, todo era as, armar rutas,

    calles y hacer andar a los autos o armar fuertes con los

    ladrillitos para jugar a la guerra con los soldaditos.

    Me cri jugando carreras de bicicletas y ftbol con los

    varones, me buscaban para formar parte de su equipo. Era

    uno ms de ellos. Cuando iba a visitar a mi abuela, los

    chicos del barrio como no me conocan, me confundan

    con un varn, pelo corto, siempre de pantaln, remera y

    zapatillas y me decan: che pibe! quers jugar al futbol?

    Me diverta, jugaba y despus me iba.

    Otro juego era imitar a Meteoro y su Max 5. Tambin al

    Zorro, me haca la capa y el antifaz con trapos negros y la

    espada con maderas y clavos, la bicicleta haca de caballo.

    Inventaba historias, donde yo era protagonista de una

    historia con chicas.

    A los 13 aos me enamor de Marilina Ross, ella cantaba y

    era actriz en una novela muy famosa. Yo me perda en la

    pantalla, junt plata para correr a comprar su disco.

    Tambin fui atleta, corra en 100 metros y salto en largo.

    Cuando fui a competir a los intercolegiales donde cumpl

    los quince, conoc a una chica, a quien por primera vez

    escrib un poema y se lo regal.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [33]

    Biografa

    Marimacha es: Ali Toscano. Nac en Azul, provincia de Buenos

    Aires. Soy lder y creadora del Movimiento Lsbico

    Emprendedor de Neuqun.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [34]

    Ftbol, pias y barro

    Yessica Cabrera

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [35]

    Para empezar, mi infancia siempre fue bastante

    masculina, ms all de los intentos de mi mam,

    ponindome vestidos, moos y cuellos enormes y siempre

    rosas! (hoy en da odio el color rosa).

    Crec rodeada de varones (mis primos, mis vecinos y mis

    amigos del barrio, contaba tan slo con una amiga mujer).

    Mi infancia transcurri entre ftbol y pias, adems del

    tradicional barro.

    Cuando tena tan slo un ao ya comenc con mi

    masculinidad a flor de piel, me entretena tirando piedras

    a la calle. A los dos aos me escapaba de mi casa, de una

    forma muy particular, para ir a jugar con los vecinos,

    trepaba un alambrado de aprox. 1,50 m que en su final

    tena 3 alambres de pas, de los que la mitad de las veces

    me quedaba colgada o enganchada de las ropas, hasta que

    mi mam se daba cuenta que yo ya no estaba y sala a

    buscarme.

    A los 5 aos, trepar rboles era moneda corriente en mi

    vida, cuando me enojaba, cuando me esconda y cuando

    nadie me vea, me trepaba y me pasaba horas arriba.

    Las muecas no eran un entretenimiento para m, hoy

    en da guardo varias de ellas en sus cajas originales.

    Mis piernitas de nena, eran la vergenza de mi mam, ya

    que cada vez que quera ponerme un vestido corto las

    tena lastimadas, moretoneadas, cortadas... por lo que

    decida siempre ponerme cancanes, que obviamente

    servan para una sola vez, ya que los terminaba

    rompiendo en alguna cada o algn enganchn.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [36]

    Mi "salvajismo" como le dicen mis amigas de hoy, fue

    siempre parte de mi vida, a los 13 aos comenc a jugar al

    bsquet, con un grupo de compaeras, con las cuales

    participamos de los Torneos Juveniles Bonaerenses.

    Despus hice dos aos de ftbol femenino, entrenaba a

    escondidas de mi mam, ya que ella jams lo permitira,

    pero mi carrera de "crack" se frustr cuando me romp la

    rodilla izquierda en un entrenamiento y mi entrenador

    tuvo que mentirle a mi mam para que ella no me retara

    (le dijo que haba sido jugando bsquet, que aunque a ella

    tampoco le agradaba mucho era mejor que romperse una

    rodilla jugando al ftbol Y sin su Autorizacin!).

    Obviamente mi entrenador no me quiso ms en la prctica

    y all termin todo.

    En mi ciudad, se realizaban competencias anuales entre

    escuelas secundarias a los que se llaman "Intercolegiales",

    en esas competencias mi fuerte era siempre el ftbol, el

    bsquet, el softbol (bateando y lanzando la pelota), y

    adems el lanzamiento de pelota de softbol que era

    la versin femenina del lanzamiento de bala. Era la bruta,

    la macho del grupo de mujeres.

    Pero a los 18 aos me vine a estudiar a Tandil, a la

    facultad, y me alej por completo de las actividades

    deportivas que haca en Rauch, mi ciudad natal. Me cost

    mucho adaptarme a los formalismos de la ciudad, a las

    "seoritas educadas y civilizadas" que encontr como

    amigas y que han dado por llamarme la "salvajita" al

    principio, y han sido parte de mi "civilizacin", "en Tandil,

    me sacaron la pluma de la cabeza" segn amigos de Rauch.

    Hoy tengo 22 aos, estoy en 5to ao de la Licenciatura en

    Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Humanas de

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [37]

    Tandil, y a lo largo de estos ltimos aos me he acercado

    hacia la corriente del feminismo, de hecho en este

    momento me encuentro realizando un seminario de

    "Violencia Contra las Mujeres", y la verdad que

    cada da me interesa ms el tema de la niez, de

    la formacin de roles desde la educacin en casa. Celebro

    la idea de proponer una infancia libre, sin las leyes

    patriarcales, sin juguetes sexistas. Sin princesas tontas y

    sumisas y sin Prncipes valientes y luchadores!

    Biografa

    Tengo 22 aos. Soy de Rauch, Provincia de Buenos Aires

    (Argentina). Estudio la Licenciatura en Trabajo Social en la

    Facultad de Ciencias Humanas de Tandil. No tengo ms fotos,

    debido a que por esos aos, no era comn tener una cmara en

    casa, y adems tampoco creo que la situacin econmica de mi

    familia lo hubiese permitido. Soy heterosexual.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [38]

    Liniers

    Pao Lin / Lin Bao

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [39]

    Ahora ya no recuerdo cul fiesta patria se celebraba

    cuando nuestro grado (sexto? quizs sptimo... apenas

    terminada la Dictadura) fuera convocado para preparar la

    obra de teatro que rememorara aquella desapercibida

    efemride en un acto escolar de una escuela pblica

    portea, cerca de Pampa y la va.

    Pero s recuerdo que nuestra obra tendra patriotas,

    damas de Buenos Aires, mulatas vendedoras de

    mazamorra, y la presentacin estelar de Don Santiago de

    Liniers!

    El papel de Liniers era -para m- el ms interesante, tena

    largos parlamentos, sacaba a patadas a los ingleses,

    reconquistaba Buenos Aires y era nombrado Virrey en

    reemplazo del fugado Sobremonte.

    Quizs por sus largos parlamentos, ningn compaero del

    curso quera hacer de Liniers (Sobremonte ya estaba

    cubierto, porque era fcil... se fugaba al comienzo del

    primer acto). As que me "postul" y ofrec representar el

    papel del buen Santiago.

    "Nooooooooooo" tron mi maestra, "ese es un personaje

    para un varn". "Pero, si yo puedo hacerlo...". Fue en vano

    mi protesta. Slo los 'verdaderos varones' podan hacer de

    Padres de la Patria.

    Igual, no me resign. Fui a casa, prepar mi mejor pilcha

    de comandante francs, aprend rpidamente las lneas de

    Liniers, y me present al ensayo lista para reclamar mi

    papel. Si Sarah Bernardt haba hecho de Hamlet, casi 100

    aos atrs, yo poda hacer de Liniers, que requera mucho

    menos estudio...

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [40]

    Ante la insistencia y fuerza del deseo puesto en

    representar ese papel, y la resistencia de los dems

    varones a disputar el honor, las maestras tuvieron que

    ceder. Yo era la nica que saba la letra. Mi Liniers fue el

    ms chongo de esas Invasiones Inglesas. Poco me

    importaba en ese entonces que mi hroe hubiera sido

    fusilado poco tiempo despus, por algn otro to de la

    Patria.

    En ese entonces, mi amor por el teatro y los vestidos de

    pirata recin comenzaba (y an contina). Mi disgusto por

    el empapelado rosa, los tacos y las muecas ya llevaba

    muchos aos, y no ha cedido.

    Viendo esa foto hoy me enorgullezco de haber respetado

    mi deseo y hacerlo respetar, y si me d la gana, jactarme

    de haber representado al Liniers ms marica de todos los

    tiempos (al menos en ese Distrito Escolar).

    Fue una suerte haber insistido para que me tomen esa

    foto en la vspera. Pienso que esa noche dorm vestid.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [41]

    Biografa

    Nacid en Democracia en Buenos Aires. Artista, docente,

    orientalista, activista, apstata, ex-profe en universidad fascista,

    especialista en educacin sexual, madre-padre solter,

    cooperativista, chin autopercibid, megapsicoanalizad,

    psicopatead, enamorad, trabajador precarizad, jef de hogar,

    monotributista, vndal, exhibicionista, usuari de los sistemas

    pblicos de educacin, salud y transporte, y de los sistemas

    libres (operativos y romnticos), laicista, antimachista,

    tortransfeminista, chamuyer polglota, omnvor, voyeur y put!

    [email protected]

    paolaraffetta.com.ar/

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [42]

    Mam y mam

    Claudia Barrientos

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [43]

    En el jardn empec a mirar a mis compaeritas. Los

    juegos tpicos que jugaban las nenas de enfermera y de la

    mam, no me gustaban mucho, yo quera jugar en vez de a

    la mam-pap, a la mam-mam. Tambin jugaba a la

    pelota con mis compaeritos. En 6 grado cambi mi

    forma de vestir, empec a usar la gorrita con la visera para

    atrs. As iba a la escuela. Usaba ropa de hombre, remera

    de hombre, jogging de hombre. Estuve as hasta que entr

    a primer ao del secundario. En la primaria era la nica

    mujer en el equipo de softball y siempre estaba en las

    competencias.

    Cuando entr a primer ao del secundario, en una escuela

    tcnica que estaba llena de varones, usaba tambin la

    gorra al revs. Empec a sentir el rechazo de los hombres:

    machona, me decan. Me cambiaban el nombre y me

    llamaban Claudio. Me pona muy mal. Ah estaba en el

    equipo femenino de ftbol de la escuela y la profesora de

    educacin fsica me invit al equipo provincial de bsquet,

    pero mis viejos no me dejaron.

    En ese momento era una torta re-reprimida. Me transaba

    varones pero era slo por tapar. Hice dos aos en esa

    tcnica, luego abandon porque me fue mal. Entonces

    entr a la nocturna. Ah fue un cambio importante que

    tuve, me empec a vestir tanto masculina como femenina,

    depende de la ocasin. En ese momento me abr a contarle

    a una amiga y termin de afrontar el rechazo, porque a las

    personas que les cont que era lesbiana se alejaron.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [44]

    Biografa

    Tengo 27 aos. Trabajo de empleada y estudio para personal

    training. Nac en Chile pero me cri en Neuqun, donde vivo

    actualmente. Participo en el grupo Movimiento Lsbico

    Emprendedor.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [45]

    Chalito

    Noem Tapia

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [46]

    En mi familia me decan el querubn o el chiquitn.

    Nunca fui la nena en mi casa. Mis viejos eran hijos de

    personas de campo, muy rsticos, pero no por ello tenan

    esa visin. Ellos saban que el querubn iba a seguir

    siendo el querubn. Mi viejo me afeitaba, yo me sentaba

    al lado en un banquito y l con la brocha me pona la

    crema y yo me la sacaba con una maquinita de afeitar de

    juguete. Mi mam nunca me compr una mueca. Ella

    saba que yo no era de muecas. Yo ya saba que me

    gustaban las muequitas de carne y hueso.

    En mi casa no tenamos televisor, pura imaginacin lo mo.

    S escuchbamos todos juntos el radioteatro y mi mam, a

    pesar de tener slo segundo grado, nos lea todas las

    noches. Hice la primaria en la escuela 125. Nunca jugaba

    con las nenas a la soga, me iba con los varones a jugar con

    las bolitas, las figuritas y al ftbol. Tena muchos

    amiguitos varones, no haba muchas nenas en el barrio y

    tambin porque me gustaba estar con ellos. Tena una

    bolsa de papas llena de autitos y otros juguetes por el

    estilo. A los autitos de plstico les haca un agujero abajo

    para ponerle piedras, as tenan peso y no volcaban

    cuando los largaba. Con mis amigos salamos a tirarnos en

    karting, que eran tablitas de madera con 4 rulemanes, y

    los manejbamos con los pies.

    Siempre tuve algo especial en mi vida que fui aceptada.

    Odiaba los cancanes y nunca me pudieron poner polleras.

    Haca un escandalete terrible, una lloradera. Si lograban

    ponrmela, yo iba y me la sacaba, y vuelta a querer

    ponrmela. Mi mam se cansaba de escucharme llorar. Yo

    quiero mis pantalones! gritaba. Mi viejo era ayudante de

    albail, y a veces se vesta tipo gaucho, con un cuchillo

    atravesado en la cintura, yo lo vea y me atravesaba un

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [47]

    cuchillito chiquitito tambin. Yo lo observaba a mi pap y

    haca lo que l haca.

    A m me decan el loco Gatti, porque nosotros copbamos

    la plaza Roca, en plena dictadura militar que no te dejaban

    pisar el csped, y nos metamos a jugar a la pelota. Y nos

    pelebamos con el placero, que le faltaba una pierna y nos

    burlbamos de l. Tambin competamos para ver quin

    se hamacaba ms alto y saltaba ms lejos. Empec a crecer

    y cuando iba a la primaria con mi hermana mayor, ella

    recurra a m para que la defendiera y agarrara a

    trompadas al chico que la molestaba.

    Mis amiguitos me decan Chalito, que es un apodo

    chileno que se usa en los hombres. La historia del apodo

    me la cont mi mam. Una chica que trabajaba en la

    misma casa que ella, me vi y no s qu pens que tena

    entre las piernas y dijo: ste es un chalito.

    Biografa

    Tengo 42 aos. Vivo en Neuqun. Trabajo cuidando a una abuela

    y en una empresa privada. Formo parte del Movimiento Lsbico

    Emprendedor. Me encanta escuchar msica y compartir el poco

    tiempo libre que tengo con mis amigas.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [48]

    La guerra contra las polleras

    Marcela Torres

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [49]

    Si algo recuerdo de mi infancia, es mi

    decidida confrontacin al uso de la pollera, yo saba que

    esa ropa no era para m y siempre luch para que me

    dejaran usar pantalones.

    Yo viva en La Tablada, provincia de Buenos Aires, me cri

    con mis abuelos, empec primer grado en el ao 1974 y

    me anotaron en un colegio parroquial. El uniforme que

    nos hacan usar, inclua una horrorosa pollera, que odiaba

    con todo mi corazn, porque la maestra viva retndome

    para que me comporte como una seorita,

    yo quera sentarme cmoda, correr, jugar con mis

    compaeras y con esa ropa era imposible.

    Las frases eran repetitivas, "sintese como una seorita",

    "No sea varonera", "Se le ve la bombacha",

    me senta coartada al hacer lo que senta, a moverme

    como yo quera y eso hizo que deteste para siempre las

    polleras.

    Al llegar a mi casa, me pona inmediatamente shorts,

    bermudas o pantalones y esa era mi felicidad... jugar en

    el jardn juntando lombrices o buscando piedras redondas

    para jugar a la payana. Si me dejaban salir a la

    calle, jugbamos al rango, a la escondida o a la mancha con

    mis hermanas. Me gustaba acompaar a mi abuelo

    los sbados cuando arreglaba su auto y me encantaba que

    me pidiera que le alcance una llave y quedarme con las

    manos engrasadas. Me decepcion mucho con l cuando le

    dijo a mi abuela que me ensee cosas de mujeres y ella

    intent en vano durante meses que aprenda a tejer con

    dos agujas. Me imaginaba que de grande iba a ser un

    soldado y usaba la escuadra grande de madera que

    utilizaba mi abuela para confeccionarnos ropa y lo

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [50]

    converta en mi rifle, me arrastraba por el comedor entre

    las sillas imaginando que haca una emboscada. Las agujas

    de tejer se convirtieron en espadas, nunca me gust jugar

    con muecas y las pocas que me regalaron se llenaron de

    tierra en un estante.

    A los ocho aos, mi abuela me ayud a tomar clases de

    guitarra y eso me ayud a componer canciones

    expresando lo que senta, por supuesto que utilizando

    recursos metafricos, ya que por 1978 cuando empec a

    cantar, las familias tenan vergenza de tener una

    "chorima" en la familia. Los adultos me ensearon a

    mentir para sobrevivir, a otras nenas las castigaban con

    un cinto para quitarle lo "machona", mi abuela me pona

    alguna ropa rosada para que no parezca un "varoncito" y

    me torturaba con algn vestido en las fiestas, pero

    siempre pasaba lo mismo, apenas se descuidaban

    me pona otra vez la bermudas para salir corriendo a

    jugar y sentirme feliz!!

    Biografa

    Me llamo Marcela V. Torres. Nac en Buenos Aires y actualmente

    vivo en Neuqun capital. Soy activista lesbiana co-fundadora del

    Movimiento Lsbico Emprendedor de Neuqun. Tcnico dental,

    asistente dental, cantante y compositora. Trabajo en

    una clnica dental como asistente en ciruga.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [51]

    Y L por dnde anda?

    Laura Kussrow Quereilhac

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [52]

    Era la pregunta obligada cuando no me vean por ningn

    lado.

    .- Debe estar arriba de algn rbol o con los chicos jugando

    al ftbol. Responda mi madre, resignada, segura de este

    hecho, sin necesidad de asomarse a la calle a verificar lo

    dicho. Y s, ah estaba trepada o corriendo y pateando

    una pelota con los chicos del barrio, mis grandes amigos.

    No faltaba alguien que emitiera su juicio sobre mi forma

    de actuar, dicindome que pareca una machona, y que

    eso no era propio del comportamiento de una seorita,

    con consejos sobre con quin deba juntarme y de lo que

    no deba hacer: .-Por qu no jugs con las nias?.

    Imagino ahora que mi franca respuesta: me aburren

    mucho, no la paso bien con ellas, deba de sorprender a

    ms de uno. Era verdad lo haba intentado y qu de

    boberas que hacan, que me senta obligada a hacer: jugar

    a la peluquera, a la maestra, a la mam, a la ronda

    cmo me aburra! ms cuando escuchaba a los otros

    gritando en la calle, rindose a los gritos.

    Estos intentos por fraternizar con las nias del barrio

    acabaron el da que ellas iniciaron una investigacin sobre

    lo que tenamos abajo, y me propusieron que me quitara

    la bombacha a lo que me negu rotundamente, saliendo

    con prisa de la casa donde estaba para nunca ms volver.

    Despus mi mam preguntando: .- Ya no vas ms a la

    casa de las chicas?, No mam. .- Por? Por nada

    mam. Un da, cansada de la misma respuesta, no

    pregunt ms.

    Pero s tena mi mejor amiga, mi compaera adems, de

    los ltimos tres aos de la escuela primaria, ella -la nica-

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [53]

    era distinta a las otras nias que haba conocido:

    hablbamos el mismo idioma, nos gustaban las mismas

    cosas, salamos juntas en bicicleta por nuestros barrios:

    Florida y Olivos, nos trepbamos a los rboles a robar

    frutas a los vecinos, o flores en los jardines, recorramos

    la cuadra de su casa por las azoteas colindantes, o nos

    metamos en las casas abandonadas, y no dudbamos en

    arrojarnos desde lo alto a una montaa de arena en una

    casa en construccin. Por las noches practicbamos

    guitarra en el techo de su casa, lejos de todos, en nuestro

    mundo.

    Pero ni mi madre, ni su madre vean con gusto esta

    amistad; las razones slo son conjeturas. Despus en

    distintas secundarias, separadas, con el tiempo ocupado y

    mayores responsabilidades, fue difcil encontrarnos,

    juntarnos; y la presin de nuestras madres se mostr con

    fuerza: un mal entendido, el temor al rechazo y la

    vergenza por no haber hablado a tiempo, hizo que nos

    distanciramos y nunca ms supiramos una de la otra.

    Mis amigos del barrio volvieron a ser el centro de una

    adolescencia que tard en abandonar, segu corriendo y

    pateando la pelota, ratendome de las clases para

    encontrarme con ellos slo para jugar. Mi mundo se

    desmoron el da que uno de ellos, mi mejor amigo

    entonces, me deca que se casaba porque haba

    embarazado a su novia. Despus ya nada fue igual, los

    preparativos, la presencia de una novia ni siquiera

    imaginada en su casa, y finalmente el casamiento. Ese da

    termin mi adolescencia.

    Por un tiempo si se daba la ocasin de cuando en cuando,

    jugaba al ftbol. Me fui del barrio y nunca ms lo volv a

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [54]

    hacer. Eso s! hasta hace unos aos segua trepndome a

    los rboles

    Biografa

    Orfebre y Joyera artesanal. Interesada en la Promocin y

    Difusin Cultural de la Artesana tanto de Mxico como de

    Argentina. Vivi su infancia y adolescencia en Olivos, pcia. de

    Buenos Aires, disfrutando sus calles. Por trabajo y estudio se

    mud a la Capital Federal, donde despus de 10 aos en el

    estado, descubri la artesana y -aunque le tom tiempo- varios

    aos se mud a los Valles Calchaques, en Salta. All madur en

    cuanto a creatividad artesanal; crisis personal sumada a la crisis

    del pas, la decidieron a buscar otros horizontes. Hoy con 10

    aos en Jalisco, Mxico, encontr nuevos caminos: realiz

    seminarios, particip de Foros y Congresos relacionados a la

    Gestin/polticas culturales y al Patrimonio Artesanal. Adems

    de seguir creando artesanas se ha dedicado a la organizacin de

    exposiciones artesanales: Platera Argentina en Mxico, y

    actualmente: Artesanas del estado de Jalisco en Buenos Aires y

    Salta. [email protected]

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [55]

    No se trepa a los rboles con vestido

    Veru Ich

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [56]

    queran que fuese nia /a su padre le gustaban las nias

    con pelo corto/ como a l le gustaban, a su madre

    tambin/naci sin pelo, no hubo necesidad de pelarle/ no

    le pusieron aritos de beb/ todas las nenas tenan aritos y

    el pelo largo/ el primer da de escuela llevaba un

    portafolios rojo y el pelo muy corto y la pusieron en la fila

    de los nios/ las seoras le decan a su abuela qu lindo

    nene/ tambin decan que tena ojos muy lindos y muy

    tristes/ se pona para jugar en casa los vestidos de su

    madre/ pero ella slo tena uno y para momentos

    especiales/ si llevs vestidos estars ms incmoda para

    jugar le deca su madre/los nios no se fijaban en ella/

    sus modos eran muy femeninos/su aspecto no/ siempre

    usaba jeans y camisetas y protectores de cuero en las

    rodillas/ jug un da al ftbol y gan/ estudi

    ballet/aprendi a portarse bien en la mesa gracias a su

    abuela/ a los 11 aos se cans de obedecer ciertas cosas y

    sac toda su femineidad afuera /empez a llevarse mal

    con su padre/ a los 15 se rap la cabeza y se pona

    pantalones de chico/tampoco se llevaba bien con su

    padre/tuvo novios guapos que nunca le gustaron a su

    padre/cuando su padre muri se dej crecer el pelo hasta

    la cintura/ nunca se hizo los agujeros en las orejas/

    Biografa

    veru/mar del plata/ fotgrafa/ espaa.

    http://veruiche.eu/

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [57]

    Manuelita viva en Pehuaj, pero un

    da se march

    Luca Forneri

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [58]

    El jardn de infantes, era un lugar raro

    No entenda muy bien lo que pasaba all. En esa poca, en

    los `60, en mi familia de clase media universitaria, las

    cosas te sucedan de repente, casi sin mediar palabras: a

    los 4 aos me encontr yendo de la casa al Jardn de

    Infantes. Del patio y la terraza que eran los ms grandes

    del mundo (ya que incluan el espacio areo, las cornisas y

    los techos vecinos que recorra con placer y vrtigo), a una

    casa ms pequea y con otra dinmica .

    Mis piernas, me decan no parecan de una nena, porque

    coleccionaba moretones de todos los colores, que iban

    mutando a medida que mejoraban, y aparecan otros

    nuevos, para seguir tatuando mis piernas con pinceladas a

    puros golpes, de subir, bajar y trepar.

    As llegu a ese lugar llamado Jardn de Infantes, del que

    recuerdo especialmente, un patio de pisos de baldosas en

    damero blanco y negro, como un gran tablero sobre el cual

    jugbamos nixs de edades diferentes, con bastante

    libertad.

    A determinada hora y dado mi bajo peso , en una poca en

    la cual ser rellenita era indicador de salud, la maestra

    preparaba y me daba a sorbitos un mejunje amarillo

    bastante fuerte, dulce y consistente, lo que aos despus

    me enter que se llamaba Sabayn: yemas batidas con

    azcar y oporto El Abuelo. Y no era que noms me lo

    daban en el jardn (se imaginan hoy en da el escndalo

    que causara convidar semejante coctel alcohlico a lxs

    educandxs?), en casa mi abuela tambin lo haca, porque

    se supona que me aportaba fuerza y vigor, que era bien

    nutritivo. Yo lo tomaba en la conviccin de que podra

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [59]

    trepar cada vez ms alto a los rboles, tener mayor

    equilibrio en las cornisas que recorra, y ganar las carreras

    de bicicleta con los varones del barrio.

    No s si me nutri o no le fui encontrando el gustito!

    Todas las actividades y juegos eran al son de las canciones

    de Mara Elena Walsh. All no se escuchaba ninguna otra

    msica: Yo me las sabia todas!

    Los actos y festejos, eran la representacin teatral de sus

    canciones. As fue como, desde mi timidez, interpret a la

    reina Batata, a la luna que se iba a baar, a un juguete del

    bazar que visitaba Osias Hasta que lleg el gran da: El

    gran papel, el mejor de todos!!!

    Manuelita, la tortuga. Vestuario en papel crepe, y hasta

    iba a tener caparazn!

    En mi imaginario, en mi fantasa, Manuelita haca lo que

    quera y eso era irse de viaje. Lejos, sola, a vivir una

    aventura. Al contenido de la cancin, no le prest

    demasiada atencin (lo del tratamiento de belleza, y las

    arrugas lo supe despus). Y menos an estaba enterada

    que haba un tortugo que la esperaba en Pehuaj, con el

    que tuve que improvisar una caminata, al final de la

    actuacin.

    Cundo me enter de semejante aberracin, de tal

    coaccin de su libertad de viajar?

    Ese da, el gran da de la actuacin en el momento

    preciso en que me aprestaba a sacarme una foto, minutos

    antes de salir a escena (al patio del jardn, bah) me gritan:

    Esper, que te sacamos con Narciso! (el tortugo en

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [60]

    cuestin, que la hace volver a buscarlo, que la espera en

    Pehuaj), que encima de hacerme volver de viaje, me

    cagaba la gran foto de sper estrella de la actuacin!

    Pero me vengu! As aparezco en todas las fotos en que

    estoy con l enojadsima, por semejante actitud machista

    infantil. En esa caminata medio coreografiada, le di un

    empujn, y casi se cay. La nena tan dcil y buenita, se

    rebel, en un instante.

    Y sigui rebelndose: en las calles del barrio, en las

    situaciones injustas de la infancia, por el motivo que fuera,

    sala en defensa de quien lo necesitara; ya sea para frenar

    una pelea, o pelearme si era necesario.

    Hace tiempo que uno de mis helados favoritos es el de

    sabayn.

    Sigo trepndome a los rboles que puedo, aunque a veces

    se me complica un poco.

    Hace unos cuantos aos que empec a cantar con caja, de

    la mano de Leda Valladares, y a M. Elena Walsh la escucho

    cada tanto en las canciones que cantaban juntas. As supe

    de la pasin de Leda por la vida, por la msica, por la

    preocupacin por la memoria de los cantos ancestrales

    (cruel paradoja de la vida haberla perdido a ella por el

    alzhimer), de sus cuentos y el contenido poltico de sus

    obras.

    Mantengo una actitud rebelde, slo que un poco ms

    sosegada que entonces.

    Y hace rato que no hay tortugo posible que me haga volver

    de ningn lugar, si no quiero hacerlo.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [61]

    Biografa

    Nac en C.A.B.A (Ciudad Autnoma de Buenos Aires), el 14 de octubre de 1962 en una familia de clase media universitaria.

    Mi infancia transcurri en una gran casa chorizo, en un barrio al que algunxs llamaban Chacharita y otrxs, Villa Crespo. Soy la mayor de dos hermanas. Mis abuelxs vivan con nosotrxs. Me mandaron al jardn de infantes, en esa poca haba unos pocos. Primaria y secundaria las padec en escuela catlica de Colegiales.

    Al egresar, aos de terapia mediante, y algn novio ateo, pude ir tomando conciencia de aquello que viva como irreal, poderoso e hipcrita, pero no era escuchada en mis reclamos de cambio de establecimiento educativo.

    Curs el profesorado de nivel inicial, y al ao de recibirme tuve a mi nica hija. Soy educadora popular de Pauelos en rebelda, y desde la militancia en Gneros, los vnculos y saberes que fui acuando, fui zafando de la Heteronormatividad obligatoria.

    Conclusin: Soy la maestra zurdita, feminista, lesbiana del jardn estatal en el que trabajo, desde hace 20 aos. Actualmente curso el Posttulo en Educacin Sexual Integral.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [62]

    Abrir la puerta para ir a jugar

    fabi tron

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [63]

    Jugar a las bolitas, al ftbol, al metegol, a los cowboys, jugar

    con los autitos, coleccionarlos

    Treparse a los rboles, a los techos y a cuanta cosa sirviera

    para estar en las alturas y luego saltar sin medir el riesgo

    Correr carreras en bici con los pibes de la cuadra, escapadxs

    de la siesta pueblerina.

    Estudiar danza, todos los estilos y desear que la profe para

    la presentacin anual en el cine del pueblo te elija para los

    papeles masculinos.

    Andar vestida con remeras o camisas a cuadros, zapatillas

    y vaqueros, siempre con rodilleras, producto de las roturas

    de las correras diarias. Fascinarse por todos los sombreros

    de ala ancha y gorras existentes, y sentir que esas son la

    ropas que me mejor te calzan y con las que te sents ms

    linda.

    Aprender a nadar, entrenar, ganarle a los varones.

    Leer todas las novelas de Salgari e identificarse una y otra

    vez con Sandokn, leer Mujercitas y no entender de qu va

    la trama

    Pedir que para Navidad te regalen una coleccin de autitos,

    unos rastis, unas paletas de ping pong, o los libros de la

    coleccin de historia argentina de la biblioteca billiken o

    cualquier libro y decepcionarte si alguien te regalaba una

    mueca, por ejemplo

    Morirse de aburrimiento en las clases de manualidades,

    tratando infructuosamente de tejer a dos agujas

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [64]

    Desear ir al taller de carpintera y no entender por qu slo

    los varones podan hacerlo

    Andar a caballo en las vacaciones de invierno, galopar con

    los cabellos al viento y sentirme libre, arrear el ganado,

    participar de las yerras y de las carneadas, tiempo de

    fogones, guitarreadas y conocer las tradiciones de lo que

    llamaban patria.

    Odiar los vestidos, las polleras, los guardapolvos blancos

    abotonados por detrs y con tablas adelante

    Odiar que las mujeres de la familia se empeen en dejarte el

    cabello largo. Odiar los rodetes, las trenzas, que te cepillen

    (tiren) el pelo. Odiar los moos

    Odiar que te crezcan las tetas porque ya no pods seguir

    andando en cuero y en patas como tus amiguitos varones.

    Aprender a negociar con los adultos para poder hacer/ser

    Qu? Varn, mujer. Quin?

    Esa fue mi infancia, una nia medio salvaje, rebelde,

    desprolija, feliz, marimacha, me decan. A m me gustaba

    que me dijeran la Cachi. Al menos as me recuerdo, o elijo

    recordarme.

    Infancia corta, pero intensa, corra el 76, yo pasaba de los

    10 a los 11 aos. El otoo lleg acompaado por el

    comienzo de una de las ms sangrientas dictaduras que

    conocimos y el nacimiento de una precoz conciencia

    poltica. Con la primavera lleg mi primera menstruacin

    y con ella, otro cuerpo, muchas prohibiciones y la certeza

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [65]

    que nunca ms sera la misma. Comenzaba a desaparecer

    la poca de jugar por jugar, de la inconciencia, la

    inocencia, de la alegra porque s, sin ningn motivo

    aparente. Desaparecido el cuerpo andrgino, del cual

    todava guardo cierta nostalgia, desaparecidos los cuerpos

    de lxs luchadores fusiladxs por aquella dictadura que

    marc el final de mi niez. Alguna vez los

    encontraremos? Ya no creo en las certezas, tampoco en las

    tradiciones y menos an en la patria o en la justicia pero

    celebro comprobar que, si bien no soy la misma, la nia

    marimacha permaneci, reconstruida, resignificada. Ha

    nutrido y fortalece a la chonga que ahora soy y le dice:

    sigamos resistiendo.

    Marimacha me decan, no entenda muy bien a que se

    referan, o mejor dicho, no entenda qu es lo que estaba

    mal de ser cmo era. Pasaran muchos aos para que

    comprendiera que sobre la base de las diferencias

    sexuales anatmicas, el patriarcado cimenta su orden

    perverso de subordinacin y exclusin, y para ello se

    apoya en las instituciones, familia, heterosexualidad

    obligatoria, iglesia, estado y tambin la ciencia. Pasaran

    muchos aos para entender que no era yo la que estaba

    mal, sino el sistema. Marimacha me decan y algunas

    veces me resultaba ofensivo, otras me dola, lxs nixs

    pueden ser crueles y lxs adultos mucho ms, pero no

    pasaba de ser la rarita. Hoy muchas nias chonguitas

    son diagnosti/castigadas con disforia de gnero y su

    castigo son largas, tediosas y tortuosas sesiones de terapia

    correctiva.

    A algunxs nixs les fascina pintarse los labios y las uas,

    ponerse furtivamente y a escondidas los tacos y la ropa

    de la madre, a otrxs, por el contrario, les encanta pintarse

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [66]

    los bigotes, probarse las corbatas de los padres y andar en

    borcegos. Lo que hace que algunxs se identifiquen o se

    apropien de vestimentas, conductas, acciones ligadas a lo

    convencionalmente identificado (heteropatriarcado

    mediante) con lo femenino y otrxs con lo masculino, sea

    tal vez tan inabordable como pretender conocer porque a

    unxs les gusta el helado de frutilla y a otrxs el de limn.

    Casi tan insondable como las races profundas del deseo.

    Ser porque de eso se trata?

    Ojal ningnx nix tenga que ser el campo de batalla

    donde la guerra del patriarcado se juega, ojal que en un

    futuro no muy lejano cada nix pueda ponerse la ropa que

    mejor le calza, y que del arroz con leche solo quede abrir

    la puerta para ir jugar.

    Biografa

    Soy artesana, comunicadora, acompaante teraputica y

    activista lesbiana desde principios de los noventa del siglo

    pasado. Milit en muchos grupos de lesbianas, LGTTB y

    feministas, y fui fundadora de Desalambrando, abriendo el

    camino para salir del segundo closet. Programa de

    sensibilizacin y prevencin del maltrato en relaciones entre

    lesbianas. Nac en un pequeo pueblo de la provincia de Santa

    Fe, he vivido en muchos lugares, actualmente resido en Crdoba

    pero vivo en la frontera.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [67]

    Pepita, la pistolera

    Cecilia Dumn

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [68]

    Decido titular as el relato porque as me llamaba mi

    abuela materna cuando era chica quizs tambin un

    humilde homenaje a la Natalia Pepa Gaitn porque a esta

    altura todas somos Pepas por ms que no todas la

    hayamos conocido en vida. Siempre me destaqu dentro

    de la familia por ser machona, varonera, etctera. Si mi

    mam me pona vestiditos con voladitos, yo me las

    ingeniaba para sentirme cmoda, sacrmelos para poder

    treparme a los rboles, jugar al ftbol y machonear

    bastante con mi hermano y sus amigos mientras mi

    hermana mayor insista con la invitacin a sentarme al sol

    junto a ella y leer la PARA TI, la revista T y alguna

    novelita liviana y veraniega del tipo de Corin Tellado. Lo

    nico que me atrapaba de esas novelitas o revistas era

    mirar las modelos de sus tapas.

    Ya en el jardn de infantes, la seorita nos enseaba que

    las personas se dividen entre los gustos y por gneros. Las

    nias jugaban a las muecas y a las amas de casa en la

    casita de madera junto a la ventana y los nios jugaban

    con los autitos en el lado diametralmente opuesto de la

    salita. Yo nunca fui de acatar esos mandatos ni cuando iba

    al jardn de infantes... uno de los primeros das, una

    esquelita mediante en el cuaderno de comunicaciones

    solicitaron que todos los alumnos y alumnas debamos

    llevar nuestro juguete predilecto. Y cul lleve yo? Una

    hermosa camioneta anaranjada marca DURAVIT. La seo

    Ins qued atnita al verme llegar chocha con mi juguete

    predilecto y mi madre se ataj diciendo algo as como que

    "seguramente lo era porque en casa jugbamos con mi

    hermano mayor".

    Nunca entend por qu desde las escuelas insisten en

    inculcarnos los modos y objetos de juegos como si eso

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [69]

    sera lo que define nuestra sexualidad y orientacin

    sexual. Mis dos mejores amigas de la infancia eran

    tambin "machonas", jugbamos a trepar rboles, a la

    pelota y a cazar sapos, pero slo yo soy lesbiana. Seores

    padres, madres y educadores: No hay nada de qu temer,

    los juegos de infancia no definen la sexualidad ni la

    orientacin sexual... son para jugar y pasar el tiempo.

    Nada ms que un pasatiempo ldico.

    Hace unos aos atrs, cuando naci mi primera sobrina,

    con una amiga de mi hermana (ella es heterosexual)

    compartimos el regalo del bautismo para abaratar costos

    y le regalamos un mueco original de Woody (Personaje

    protagnico de "Toy Story") y la suegra de mi hermana

    nos dijo: "ese juguete hubiera estado bien si Martina sera

    Martn". Todo muy lamentable y encima justo se debata la

    ley del matrimonio igualitario en el congreso, ya no

    vivamos los furiosos aos 80. Obviamente no me qued

    callada y a la larga el mueco Woody se transform en el

    juguete favorito de Martina, a la cul le gusta un chico de

    su salita y sabe que a su ta Ceci no le gustan los chicos.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [70]

    Biografa

    Naci en Paran el 29 de Febrero de 1980. Se inici en la

    actuacin teatral, las artes plsticas y la msica durante su

    infancia y adolescencia en su ciudad natal. Luego, en 1998 se

    radic en la Capital Federal. Es Guionista egresada del Centro de

    Investigacin y Experimentacin en Video y Cine [Buenos Aires,

    2002]. Fue guionista y directora de varios cortometrajes entre

    los que se destaca "Noche de copas" [2001]; escribi y dirigi el

    mediometraje documental para televisin "Nota al pie" [2007].

    Se desempe como productora en los cortometrajes "De amor y

    soledad" de G. Carr [2001] y "Haba una vez" de C. Molinari

    [2001] Tambin es coautora del Libro "Guionistas por

    guionistas", editado por el VII BAFICI [2005]. Actualmente se

    desempea como Docente, Guionista y Consultora de guiones

    en OSOBUCO Producciones. Desde Abril del ao 2011 colabora

    de la seleccin del material audiovisual en Cine LGBT Santa Fe, la

    muestra de cine lsbico gay trans de la ciudad de Santa Fe. Y est

    en plena etapa de post-produccin de su documental de temtica

    lsbica denominado I.G.U.A.L.E.S de pronto estreno.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [71]

    Un chonguito por las ramas

    Luciana Tadey

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [72]

    En esta foto debo tener unos 6 7 aos y estoy subida al

    castao de la que por entonces era una casa de fin de

    semana que haba construido mi viejo en la localidad de

    Ranelagh. En esa casa viv toda mi infancia de chongo, los

    fines de semana, con mi viejo separado, mis padrinos y mi

    abuela. Aprend a llegar en tren y saludar a los gritos a la

    parentela, a amasar, a hacer asados, a quemar basura en el

    baldo de al lado, a rastrillar el pasto, a dormir la siesta

    debajo de ese castao, con un sombrero en la cara, a hacer

    pozos alrededor de las plantas con la pala de puntear, a

    silbar, a andar "en cueros" como deca mi viejo... todo

    dentro de ese cuerpo de chonguito desprejuiciado, que era

    donde me encontraba cmoda. Subindome a los rboles,

    nadando, andando en karting, paseando al perro... sin

    importar como deba comportarse una nena de mi edad. A

    mis padres y otros parientes tampoco les importaba, no

    recuerdo a nadie dicindome: "tens que ser ms

    femenina". Siempre fui as. Nunca nadie de mi familia

    consider la femineidad como un valor en si... lo que

    siempre recuerdo que buscaron fomentar en m fue la

    bsqueda de la plenitud personal.

    Con el tiempo fui conociendo pibes que me aceptaron ms

    menos como era y no la pas para nada mal. Pero

    cuando encontr a mi primera mujer... me puse "en foco".

    Una vida que yo no saba que estaba desenfocada, como

    una imagen borrosa, se enfoc. Me volv plena, mi vida se

    llen de m. Volv a estar arriba del rbol, mirndolo todo

    sonriente, la media sonrisa confiada, el gesto relajado y un

    poco canchero, por qu no...

    Ser torta es hoy mi rbol de castaas en el mundo, es el

    lugar desde donde veo las cosas y desde donde me

    visibilizo tambin... es la casita en el rbol a donde invito a

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [73]

    quienes yo quiero. Ese rbol es "mi mundo" que a veces se

    trata un poco de "estar por las ramas"... soy medio cabrita

    tambin, medio chonguita reventada... medio: "si no te

    gusta, bajate...". Pero qu s yo, es una forma de

    seleccionar tambin, y de exponerme a la seleccin. Hay

    que ver quin se banca subirse, hay que ver quien me

    sacude para que me baje... o quin me hace bajar y con qu

    artes... es todo un juego de seduccin ser el chonguito de

    la rama. A veces estoy ms cerca de lo que penss... a

    veces estoy en la ltima rama de arriba... a veces estoy

    cerca del cielo y te bajo una estrella, cuando me pongo

    cursi y se me prende toda la tanada pasional... te doy

    sombra y cobijo, y calor con las ramas secas en invierno...

    te alimento con las castaas de mi rbol y... adems soy un

    poco como esas castaas: por fuera llena de espinas, pero

    por dentro una pelusita suave y un fruto dulce... que hay

    que cocinar a fuego lento.

    Soy un poco rbol y un poco pjaro... tengo mis races

    profundas, que me atrapan un poco, pero yo lo permito;

    cambio con las estaciones... me guardo un poquito en

    invierno, me gusta alimentar y proveer. Pierdo gente,

    cosas, lugares... como caen las hojas: cclicamente...

    vuelven a la tierra y se convierten en abono otra vez para

    formar mi savia. A la vez me gusta volar un poco, pero

    busco anidar cada tanto... no tolero que me aprieten

    demasiado... huyo o muero; pero puedo quedarme donde

    me siento cmoda... aunque s que puedo volar cuando lo

    deseo... y por eso es ms placentera mi estada... y se

    vuelve ms bella.

    El chonguito de la rama se toma al mundo as hoy por hoy:

    pechito para adelante, bocona... se topa cada tanto con

    alguien que la baja de un hondazo... pero no cambia por

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [74]

    nada su lugar en el mundo: ese cuerpito desprejuiciado de

    chonguito en las ramas.

    Biografa

    Nac en 1979 en Capital Federal, y se puede decir que soy toda una virginiana. Para ms datos, una tana virginiana: leche hervida, fuerte, fiel a las convicciones. No tengo hermanos. Viv toda mi vida en Capital Federal, salvo un breve paso por San Fernando. Hoy volv al Barrio: Parque Patricios, barrio donde, a principio de siglo, pararon mis bisabuelos en su conventillo de la calle Colonia al 100... ac a 5 cuadras. Mis dos viejos viven an ac. Estudi Bioqumica en la UBA y hoy trabajo a pocas cuadras de donde vivo, en el Hospital Muiz. Me dedico a la Virologa y a disfrutar de la naturaleza, sola o acompaada, segn se pueda. Todo con pasin.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [75]

    Chupate esa mandarina

    Ana Scully o Aniushka Lupn

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [76]

    Leo a Salgari, cierro los ojos tirada en la cama y me veo

    abordando barcos ingleses, con el kris en la boca. Soy

    Sandokn y voy a salvar a Mariana, a Mariana? cmo

    resuelvo esto? soy Sandokn o soy Mariana? me pongo

    el traje Sandokn y lo rescato a l? Mejor y ms fcil:

    cambiemos de historia. Soy Sandokn y voy a luchar

    contra los thugs.

    Quiero ser jugadora de ftbol, me informan que no hay

    mujeres que jueguen al ftbol. Resisto y discuto pero la

    realidad se impone. Entonces, quiero ser rbitro. Tambin

    echan por tierra mis pretensiones. Est claro que el

    deporte no va a ser mi futuro. Ni el potrero me acoge, a los

    diez u once aos entr por ltima vez a jugar. En media

    hora no me lleg un pase. Chupate esa mandarina. M s,

    me voy a hacer una expedicin de descubrimiento y me

    trepar al rbol ms alto, yo sola.

    Hay que pintar la pieza, la imagino celeste. Es una forma

    de decir: -no quiero rosa. La respuesta de mi madre, entre

    risas medio nerviosas, es:- te va a crecer pito! Mis posters

    de bsquet y motociclismo quedaron geniales sobre el

    fondo champagne.

    Lloro a mares y digo como mil veces que no quiero ser

    mujer. Lo repito en todos los tonos para que se haga

    realidad, pero no hay caso. Este cuerpo es una maldicin o

    mejor, una prisin. Soy un caracol que lleva su crcel

    encima.

    Despus, me amigu con mi carne y descubr que el

    problema no era el cuerpo, sino que en realidad, estaba en

    el aire: el chisme, la mirada admonitoria, el reto liso y

    llano que te ponan en tu lugar. Ahora que lo pienso, no

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [77]

    me amigu nada. Lo tortur a travs de todas las formas

    imaginables de cagarse de hambre. Por lo visto, le tena

    rencor.

    Conclusin inconclusa, me la pas negociando. Ced

    cuando decid no hacer ms cosas de varones en grupo y,

    perd, cuando resign mi vocacin de poder y me retir a

    la zona fuera de foco.

    Pero fui una pionera jugando a las figuritas.

    Biografa

    Soy portea y vivo en Crdoba desde los dos aos, primero en

    Falda del Caete, despus en Anizacate y ahora en Alta Gracia.

    Nac en 1973, cuando empez el reflujo. Estudi Historia en la

    UNC y trabajo en una escuela secundaria. Hago un montn de

    cosas pero no soy doctora en nada.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [78]

    Familiar

    xara sacchi

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [79]

    16 de septiembre. Ese es el da que nac.

    La remera que llevo en la foto y que mis padres han

    colgado en su casa, no la recuerdo. No recuerdo si quise

    ponrmela, si me gustaba o no. Si significaba algo para m.

    Recuerdo s algo de esa sesin de fotos. Creo que era un

    encargo de mi abuela. Hay otra versin de esa foto. Estoy

    sentada con mi primo. Mi abuela tena una ampliacin de

    esa versin colgada en el comedor de su casa. Sus dos

    nietos mayores. Sus dos nietos blancos de ojos claros.

    Recuerdo el momento en que me hicieron cambiar de

    ropa para esa foto. Mi mam tena los dedos helados. A m

    me haca fro y estaba incmoda. No me gustaba el vestido

    con volados celestes que tena que ponerme. Apretaba

    bien los bracitos contra mi costado para que no se viera la

    parte de mi torso que quedaba desnuda con esa solera

    horrible. Me quedaba pequeo. No cerraba. De eso s me

    acuerdo. Y odi siempre esa segunda versin de la foto.

    Cuando crec tambin odi la primera, por la camiseta.

    Me haca picar el cuello, me apretujaba en los brazos y me

    raspaba el estampado de plstico en la panza.

    En esas fotos estn el entramado del acto del aparecer del

    cuerpo en el malestar y el acto de la desaparicin forzada.

    Esa camiseta es como un santo y sea de la invisibilidad.

    Los cuerpos ausentes eran miles. La invisibilidad es una

    mana nacional.

    Y la remera como un manto. La bandera como un manto. Y

    el Goooooooooooooool.

    Y el silencio. Todos los silencios.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [80]

    -Todo esto no viene as noms

    -Por qu no?

    -No me digas que los vas a contar

    -No te parece?

    -Cundo te recibiste?

    -Militaba?

    -Hay Cadveres?5

    Mi pap me llev a ver uno de los partidos de Argentina en

    Crdoba en el mundial `78. En el `80 me mandaron a

    danzas clsicas. En el `86 abandon. Tena 11 aos. Nunca

    haba escuchado la palabra lesbiana. A los 7 me

    confundan con Martn Morales, el nio que se sentaba en

    un banco adelante de m. Mi pap se rasur la barba por

    esa misma poca.

    Me gustaba el cuadro de Evita descamisada. Me quedaba

    mirndola en la pared de la casa de mi to. Tena el cabello

    suelto al viento y una camisa con el primer botn

    desprendido. En mi casa no haba cuadros.

    Mi mam deca que ella era de izquierda y que mi pap era

    peronista. Tambin dijo que mi ta le dijo que si me tena

    que matar me iba a matar. Su esposo, mi to, hace unos

    meses dijo que no haba podido dormir al ver mi ltima

    foto del Facebook en la que ya pareca totalmente un

    5 Nstor Perlhonger. Cadveres. Alambres, Buenos Aires, ltimo Reino, 1987.

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [81]

    varoncito y que seguro que era yo la que llevaba la

    cinturonga.

    Esa camiseta de la foto me duele. Me duele mucho. Pero su

    imagen es un trasto familiar, es un rasgo que queda, que

    dice todo sucedi. Todo sucedi.

    En mi familia no hay hroes.

    Siempre sospech que mi to se escapaba de la colimba

    porque era puto. Mi abuelo lo entregaba cada vez.

    Y mi otro to, dice mi pap que se cas pero que tambin

    era puto.

    Mi juguete preferido era un camin de YPF de juguete que

    le regalaron a mi hermano. Promet no desvestir nunca

    ms una mueca. Promet no arruinarlas. Promet

    quedarme quieta y sentadita en la verjita de frente de

    casa. Como en la foto que estoy con Paulo. Los dos

    tenemos las manitas agarradas entre s para la foto, el

    mismo gesto.

    Yo era la locomotora que quema los manises o algo as.

    Me Promet no vestir a Emi de seora nunca ms. Tena

    mucho miedo de pasarle mi maldicin. De volverlo raro

    como yo.

    Peda osos para reyes porque no saba qu juguetes deba

    pedir. Y coca - cola.

    Me gustaban las encas de Luca. Me gustaba leer. Me

    gustaba leer revistas como DArtagnan, El Tony, Nippur.

    Lea Humor y las puertitas del Dr. Cureta a escondidas.

    Una vez me pill mi pap leyendo una Sex Humor sobre el

  • Chonguitas: masculinidades de nias

    [82]

    divorcio vincular, y me pregunt: Entends? Y yo lo dije

    que s. Pero no s si entenda lo que l pensaba que

    entenda. Slo quera seguir viendo los dibujos de las

    chicas desnudas que tomaban sol. Y las que dejaban a sus

    maridos. Eso si entenda.

    Se entiende?

    Estaba claro?

    No era un poco dems para la poca?

    Las uas azuladas?

    Hay Cadveres 6

    En el `88 an no haba escuchado nunca la palabra

    lesbiana, ni torta, ni tortillera. S puta. S rara. S puto. S

    machona.

    Tu mam es subversiva?

    Me gustaba Bichero. Me gustaba imaginar que las

    hormigas tenan una vida.

    En la escuela me hicieron arremangar los pantalones para

    que no se vieran por debajo del guardapolvo. Me

    mandaron al patio de chicas.

    Le comenc a sacar la ropa a mi hermano. Cada tanto si no

    se enteraban me pona un polo de mi padre. Por la misma

    poca de la foto me pona las botas de nobuk de mi abuelo,

    corra por la habitacin y