CIENCIAS - La Prensa Austral · del agujero de ozono se verificó a finales de la década de los 90...

4
CIENCIAS domingo 27 de octubre de 2019 El Magallanes P.23 Investigadores de la Usach Estudian la nubosidad antártica, factor clave para dotar de mayor certeza a los modelos climáticos - Esta indagatoria se suma a otros proyectos que expertos de la Usach están desarrollando en territorio antártico. Recientemente, lanzaron 16 ozonosondas para medir el agujero de ozono.

Transcript of CIENCIAS - La Prensa Austral · del agujero de ozono se verificó a finales de la década de los 90...

Page 1: CIENCIAS - La Prensa Austral · del agujero de ozono se verificó a finales de la década de los 90 y durante primera década del 2000. “Año a año se realiza-ron mediciones y

CIENCIAS domingo 27 de octubre de 2019El Magallanes P.23

Investigadores de la Usach

Estudian la nubosidad antártica, factor clave para dotar de mayor certeza a los modelos climáticos

- Esta indagatoria se suma a otros proyectos que expertos de la Usach están desarrollando en territorio antártico. Recientemente, lanzaron 16 ozonosondas para medir el agujero de ozono.

Page 2: CIENCIAS - La Prensa Austral · del agujero de ozono se verificó a finales de la década de los 90 y durante primera década del 2000. “Año a año se realiza-ron mediciones y

Ciencias24 / El Magallanes, domingo 27 de octubre de 2019

.cl.cl

1

6

2 3

74

9

5

8

RÉGIMEN GENERALDE AGENCIASÓLO AUTOS LIBERADOSSÓLO AUTOS LIBERADOS

OMAR ANDRADE +56 9 54113073 - JOSÉ M. VARGAS +56 9 99055397AMPLIO STOCKAUTOS RECIEN LLEGADOS

1

6 7 8 9

32 4 5

La emisión de gases ha estado detrás de fenóme-nos tan acuciantes como el debilitamiento de la capa de ozono y el efecto inver-nadero. En el primer caso, fue relevante el consenso científico alcanzado para la firma del protocolo de Montreal (1987), que llevó a que los países firmantes convinieran reducir la producción y el consumo de numerosas sustancias que, según se logró deter-minar, son las responsa-bles del agotamiento de la misma.

Frente al calentamien-to global, también la comu-nidad científica ha llegado a un consenso y ha urgido a la reducción de estas emisiones. Pero esta vez los gases intervinientes están muy vinculados con la actividad humana y existen industrias im-portantes que ejercen un

fuerte lobby, a tal punto que han prosperado las posiciones que niegan las causas que lo provoca.

Con el afán de apor-tar con datos ciertos al conocimiento global so-bre la reflectividad de la Antártica y obtener un perfil atmosférico de di-cha zona polar, un grupo de investigadores de la Universidad de Santiago (Usach), encabezados por el Dr. Raúl Cordero, ha estado trabajando en dicho continente, integrando en los últimos años las expediciones científicas antárticas que efectúa el Instituto Antártico Chile-no (Inach).

Nubosidad antárticaRecientemente, los

investigadores Edgar-do Sepúlveda y Braulio Valdebenito, ambos de la Usach, estuvieron traba-jando en la Base Profesor Julio Escudero, del Inach, en la isla Rey Jorge.

Braulio Valdebenito, minutos antes de lanzamiento de ozo-nosonda, en Bahía Fildes, Isla Rey Jorge, en septiembre pasado.

“Cuando el IPCC hace los informes de cambio climático en el mundo, es en los polos o altas latitudes donde los pro-nósticos presentan mayor incertidumbre. Se sabe que la poco estudiada nubosidad antártica, es una de las principa-les causantes de este problema”, remarcó el investigador Edgardo Sepúlveda.

El protocolo de Montreal fue fi rmado en 1987 y desde que entró en efecto se han

estabilizado o reducido las concentraciones atmosféricas de los clorofl uorocarbonos

más importantes y los hidrocarburos clorinados, que son los principales causantes

del debilitamiento de la capa de ozono

Este tratado ha sido considerado como un ejemplo exitoso y excepcional de

cooperación internacional, con el objetivo de la recuperación de la capa de ozono,

lo cual se proyecta para el 2050

Elia Simeone [email protected]

En la Antártica, al ser un territorio más remoto, existen pocas mediciones al respecto, y lamentablemente, los pronósticos del tiempo tienen una incertidumbre considerable”, explicó Sepúlveda.

Page 3: CIENCIAS - La Prensa Austral · del agujero de ozono se verificó a finales de la década de los 90 y durante primera década del 2000. “Año a año se realiza-ron mediciones y

Ciencias El Magallanes, domingo 27 de octubre de 2019 / 25

Uno de los proyectos que están desarrollando es el relacionado con la nubosidad antártica, ya que en la referida zona ésta es muy densa y no ha sido bien estudiada ni caracterizada.

Sepúlveda explicó que los modelos climáticos en la Antártica tienen mucha incertidumbre y uno de los factores que influye en esta incerteza es, precisamente, la falta de caracterización de la nubosidad, pues ésta tiene propiedades que deben ser estudiadas.

“Para el desarrollo de modelos climáticos, se tie-ne que conocer, en cierta medida, el comportamien-to actual de variables atmosféricas, como por ejemplo el viento, la tem-peratura y la nubosidad, por mencionar algunas. Las nubes, que es prácti-camente vapor de agua, juegan un rol importante en la atmósfera, como gas de efecto invernadero, y cualquier modelo atmosfé-rico que quiera proyectar lo que va a suceder en el tiempo, necesita cierta certeza sobre el rol que cumplen las nubes. En la Antártica, al ser un terri-torio más remoto, existen pocas mediciones al res-

pecto, y lamentablemente, los pronósticos del tiempo tienen una incertidumbre considerable”, explicó Sepúlveda.

Esta investigación per-tenece al proyecto “Re-flectividad de la Antárti-ca”, que se relaciona con el balance radiativo (cuánta energía solar llega a la tierra, siendo absorbida

por ésta, y cuánta rebota o es irradiada de vuelta al espacio). Importante es subrayar que las in-fluencias que ocasionan cambios en el sistema climático alteran el equili-brio radiativo. Ello fuerza a las temperaturas a subir o bajar.

“Por ejemplo, cuando el IPCC (Panel Interguber-

namental sobre Cambio Climático, en su sigla en inglés) hace los informes de cambio climático en el mundo, es en los polos o altas latitudes donde los pronósticos presentan mayor incertidumbre. Se sabe que la poco estudiada nubosidad antártica, es una de las principales cau-santes de este problema”,

remarcó.Estos científicos es-

tuvieron realizando la mantención de la platafor-ma de medición Tarp-02 (Transportable Antarctic Research Plattform), ale-daña a la base Escudero.

Agujero de ozonoTambién lanzaron 16

ozonosondas, que son glo-bos que se inflan con helio para alcanzar determina-das altauras (30 kilóme-tros) y a los que se les ata un sensor que comienza a enviar datos en vivo. “Este año, lo que hicimos fue agregar un sensor de ozono”, acotó Sepúlveda.

Ello, porque esta época del año es propicia para medir la capa de ozono, ya que su debilitamiento es parte de un fenómeno cíclico que se produce en-tre septiembre y octubre en la Antártica. “La capa de ozono es un gas que nos protege de la radiación UV y, cuando disminuye la concentración de éste, aumenta la radiación UV que recibimos en la super-ficie”, hizo ver Sepúlveda.

También realizaron este lanzamiento con el avión del proyecto ale-mán SouthTRAC Halo, proyecto científico ger-mano que busca conocer

la composición y fenóme-nos climáticos en nuestro hemisferio, a través de expediciones aéreas en la nave laboratorio Halo, nombre que traducido del inglés significa Avión de Investigación de Alta Latitud y Largo Alcance.

Protocolo de Montreal

A finales de los 70 y principios de los 80, hubo consenso científico res-pecto al debilitamiento de esta capa y sus efectos nocivos, entre otros, sobre la salud del ser humano. El máximo crecimiento del agujero de ozono se verificó a finales de la década de los 90 y durante primera década del 2000.

“Año a año se realiza-ron mediciones y se llegó a determinar que, desde alrededor del 2010, el crecimiento se estancó. Se cree que fue fundamental en ello el consenso cien-tífico que llevó a la firma del Protocolo de Montreal y las posteriores políti-cas públicas de control y reducción de uso de los gases clorofluorocarbo-nos (CFC). Se estima que al 2050 la capa de ozono se habrá recuperado. De todas maneras, cada año se sigue monitoreando.

Estación Tarp-01 a la izquierda (domo rojo) y el Tarp-02 (container gris). La fotografía fue captada en febrero de 2017, en Bahía Fildes, Isla Rey Jorge. Hoy en día la terraza del Tarp-02 presenta hasta 5 instrumentos diferentes que ayudan a monitorear la radiación solar y la nubosidad sobre la Península Antártica.

Page 4: CIENCIAS - La Prensa Austral · del agujero de ozono se verificó a finales de la década de los 90 y durante primera década del 2000. “Año a año se realiza-ron mediciones y

Ciencias26 / El Magallanes, domingo 27 de octubre de 2019

“La naturaleza de la Pa-tagonia es un activo para la mitigación del cambio climá-tico. El 30% de las soluciones de mitigación se basan en gestión de la naturaleza, por ello es más eficiente conservar los 60 millones de árboles que existen en Karukinka que plantar una cifra muy inferior de ellos”.

Así lo postuló Melissa Carmody, coordinadora del Parque Karukinka.

Ella fue parte del panel “¿Cuál es el futuro de la Patagonia chilena?”, que se

realizó en el seminario de In-novación Súmate a la Acción Climática, organizado por la Corfo en Punta Arenas.

La actividad busca sen-sibilizar sobre los efectos del cambio climático en la Patagonia y posicionar las oportunidades de emprendi-miento e innovación con mi-ras al desarrollo sostenible.

Esto, en el marco de las diversas actividades que se están realizando en Chile como preparación para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Cli-

mático Nº25 (Cop25). Estos seminarios y talleres.

Quieren educar, sensibi-lizar y movilizar a la ciuda-danía en la acción climática.

Entre otros expositores del encuentro estuvo el director nacional del Inach, Marcelo Leppe, quien abor-dó “el aporte de la Antártica a la innovación y al estudio del cambio climático”.

KarukinkaEl Parque Natural Ka-

rukinka está ubicado en la isla de Tierra del Fuego.

Tiene cuatro veces el tama-ño del Gran Santiago y es considerado un laboratorio natural de 300 mil hectá-reas. La Wildlife Society Conservation está a cargo de su administración y allí se busca conservar el am-biente natural, educar y ge-nerar conocimiento sobre la biodiversidad regional.

Dentro de los logros que ha tenido la WSC sobre todo en términos del cuidado de los bosques nativos, se destacan el haber aborda-do en conjunto con Chile y

Argentina, desde 2006, el gigantesco problema que significa la expansión del castor en Tierra del Fuego, introducido al lago binacio-nal Fagnano.

También los trabajos de restauración de los bosques subantárticos afectados, precisamente, por dicha plaga, por medio de un pro-grama integral en alianza con agencias de Naciones Unidas, como la Fao, Onu Redd+ y PNUD en Chile y del Ministerio de Medio Ambiente.

A esto se ha unido la creación de un programa de voluntarios del Parque Karukinka que viven, du-rante una estadía de un mes, la experiencia de ser guardaparques, tanto como la protección de los valiosos humedales de turberas.

La recuperación de es-tos sitios prioritarios es de importancia porque el bosque y las turberas absorben inmensas canti-dades de CO2 y, con ello, aportan a mitigar el cambio climático.

Como Universidad del Estado, compartimos la demanda social de mayor equidad social. Y no sólo eso: la venimos pidiendo hace años, criticando el modelo de financiamiento de la edu-cación pública – que deja en manos de las familias lo que corresponde a un deber del Estado – y realizando inves-tigaciones que dan cuenta de la urgencia de reformas y

creación de políticas públicas que protejan el bienestar tanto de los seres humanos como de los ecosistemas.

La estructura nacional, centralizada, concentrada, mercantilizada, vertical y distante de la generación de conocimiento financiada con fondos fiscales, explica buena parte del conflicto. Por eso, como comunidad académica y científica, no podemos más que ofrecer lo que ya tenemos: información de calidad, sostenida en el tiempo y respaldada por la comunidad internacional, que sirve a los fines de un mejor gobierno, sea cual sea su color.

Acá en Magallanes tene-mos ejemplos del impacto

positivo que genera en la población la alianza entre las administraciones del Estado y sus universidades. Lideramos el proceso de elaboración participativa de una matriz y una política energética para el futuro regional austral. Compar-timos con la comunidad regional los resultados de la investigación de la capa de ozono y el monitoreo de la radiación UV, y generamos con el Servicio de Salud un instrumento preventivo de las consecuencias de este fenómeno en la población magallánica.

Aportamos información científica a la Unesco para la declaración de Reserva Mundial de Biosfera la zona

del Cabo de Hornos, y a la subsecretaría de Pesca y Acuicultura para la creación del Parque Marino Islas Diego Ramírez-Paso Drake.

Entregamos datos para la definición horaria de la re-gión de Magallanes y Antár-tica Chilena, y acabamos de inaugurar un Centro Asisten-cial Docente e Investigación, financiado en su construcción e implementación con fondos regionales, que ofrecerá

atención a pacientes en lista de espera por parte de estu-diantes del área de la salud guiados por sus docentes, e investigaciones biomédicas para entender y enfrentar de mejor manera las patologías más prevalentes, junto a la generación de fármacos a partir de nuestros productos naturales.

Hace pocas semanas, nos enteramos de que el Ministe-rio de Ciencia y Tecnología

dejó en una sola macrozona administrativa a Aysén y Magallanes, con base de acción en Punta Arenas. Valoramos el criterio cien-tífico que se tomó en cuenta para definirla, pues nos da esperanza de que esta lógica se extienda al resto de la ad-ministración del Estado. Lo requiere, además, el nuevo pacto social que exige Chile, así como también el equili-brio del planeta, en medio de la emergencia climática que estamos experimen-tando, efecto de un modelo que explota ecosistemas y personas en nombre de un crecimiento económico que, como denuncia la ciu-dadanía, beneficia sólo a unos pocos.

Propuesta científica de la Universidad de Magallanes para abordar el conflicto actual

Juan OyarzoRector de la

Universidad de Magallanes

Coordinadora del Parque Karukinka

“Es más eficiente conservar los 60 millones de árboles que existen en Karukinka que plantar 1.000 árboles”

Los bosques milenarios de Karukinka. El Parque Nacional Karukinka está ubicado en Tierra del Fuego. Es considerado un laboratorio natural de 300 mil hectáreas.

“Hace pocas semanas, nos enteramos de que el Ministerio de Ciencia y

Tecnología dejó en una sola macrozona administrativa a Aysén y Magallanes, con base de acción en Punta Arenas”