Jueves 16 de julio de 2015ESTADOS UNIDOSOPININClaves del acuerdo nuclear entre Estados Unidos e IrnEl restablecimiento de las relaciones diplomticas entre Estados Unidos e Irn, interrumpidas desde la revolucin de 1979, est haciendo crujir la estructura geopoltica que domin el Medio Oriente por casi cuatro dcadas.

Claudia Cinatti

El 14 de julio, Estados Unidos al frente del llamado G5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ms Alemania) sell el acuerdo con Irn para limitar su programa nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones econmicas impuestas por las potencias occidentales.Luego de 20 das de negociaciones febriles en Viena, Irn y el G5+1, bajo direccin norteamericana, firmaron el texto del acuerdo para limitar el desarrollo nuclear del pas persa al menos durante 15 aos. A cambio, las potencias occidentales irn levantando gradualmente las sanciones econmicas impuestas sobre Irn.El llamadoPlan de Accin Comprensivo Conjuntoviene a coronar un prolongado proceso de casi dos aos de negociaciones interrumpidas, de plazos postergados y de diplomacia secreta norteamericana en varios frentes.Lo central del acuerdo establece que Irn deber reducir la cantidad de centrifugadoras que le permiten enriquecer uranio -de las 19.000 actuales a 6.000-, no podr acumular ms de 300 kg de uranio enriquecido de los 10.000 que tiene ahora (que sern exportados probablemente a Rusia) y estar sometido durante 15 aos a un rgimen de inspecciones de la Agencia Internacional de Energa Atmica.El acuerdo recin entrar en vigencia una vez que el Consejo de Seguridad de la ONU transforme el texto en una resolucin, es decir, le d jerarqua de documento internacional, y que se cumpla la primera ronda de inspecciones. Es decir, que el levantamiento efectivo y gradual de las sanciones comenzar a regir a dentro de al menos cinco meses, aunque el rgimen iran diga otra cosa.Por otra parte, sigue en vigencia por otros cinco aos el embargo de armas convencionales que pesa sobre Irn, mientras que Estados Unidos contina armando a Israel (en mayo el Congreso aprob una venta de armas por U$ 1.900 millones) y Arabia Saudita viene de gastar, solo en 2014, unos 80.000 millones en armamento.Ambas partes cantaron victoria, tomando la parte del compromiso que ms les conviene. Incluso el ministro de exteriores iran, Mohammad Javad Zarif, lo defini como una win-win solution.Hasta el gobierno argentino, con objetivos mucho ms modestos, se entiende, se subi al carro del xito, tratando de relacionar el memorndum de entendimiento firmado en 2013 con la Repblica Islmica de Irn para el esclarecimiento del atentado de la AMIA, con este giro copernicano de la poltica de Estados Unidos hacia Irn.Evaluando el resultado inmediato de las negociaciones, la mayora de los analistas hace una primera divisin entre ganadores y perdedores.En el bando ganador estn:Barack Obama:la firma del acuerdo es quizs, junto con la normalizacin de las relaciones diplomticas y econmicas con Cuba, el nico xito significativo en poltica exterior de sus dos presidencias.Desde el punto de vista domstico, Obama busca demostrar a la oposicin republicana que no es un pato rengo y, como expres en una extensa entrevista concedida al diarioThe New York Times, espera dejar como legado un cambio de dimensiones similares al acuerdo de Nixon con China o de Reagan con la Unin Sovitica. Esto, junto con la mejora de las condiciones econmicas, est haciendo que los demcratas empiecen a ilusionarse con ganar las prximas elecciones.Irn,en particular el presidente Hassan Rouhani: Para la Repblica Islmica significa salir de la condicin de paria internacional a la que la conden el presidente Bush durante 13 aos, cuando lo incluy junto con Corea del Norte e Irak en su famoso eje del mal.El acuerdo le permite legitimar su programa nuclear, que continuar aunque con limitaciones. Las dos alas del rgimen los reformistas en la presidencia y los sectores ms conservadores que dirigen el estado a travs del lder supremo Al Khamenei y dominan el aparato militar y la economa, estn capitalizando el resultado del acuerdo. Pueden arrogarse haber evitado la humillacin nacional que hubiera significado una renuncia lisa y llana al programa nuclear. Este xito evita por el momento que se profundicen las fracturas internas del rgimen.Desde el punto de vista econmico, Irn se librar de las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unin Europea, que en los ltimos aos ahogaron al pas, aumentando las disputas internas y el descontento popular. Estos elementos son suficientes para reforzar su rol de potencia regional frente a sus rivales tradicionales, principalmente Arabia Saudita, y darle nuevo aliento a sus aliados como Hezbollah.Rusia: su ganancia es doble. Desde el punto de vista geopoltico, a pesar de estar en su peor enfrentamiento con occidente por el conflicto de Ucrania, Rusia ha recuperado juego en la poltica internacional. Obama consider positivo no solo su rol en las negociaciones, sino tambin su disposicin a buscar una salida negociada a la crisis en Siria. Adems, Putin espera retomar la venta de armas a Irn, segn se vayan levantando las sanciones, sino que ser el destinatario del uranio enriquecido que Irn no podr almacenar en su territorio.En el bando perdedor estn:Arabia Saudita:La monarqua saudita teme que la normalizacin de las relaciones entre Estados Unidos e Irn ponga en riesgo el rol prioritario que hasta ahora ha jugado para la preservacin de los intereses norteamericanos en la regin.Histricamente, Irn ha sido el principal rival de la monarqua saudita. Esta rivalidad se profundiz luego de la revolucin de 1979, cuya onda expansiva se hizo sentir en el mundo musulmn. El fortalecimiento regional de Irn como efecto colateral de la invasin norteamericana en Irak y el derrocamiento de Saddam Hussein, y la reactivacin del enfrentamiento entre chiitas y sunitas, agudiz las disputas con Arabia Saudita, al punto de que varios analistas hablan de una guerra fra entre Irn y Arabia Saudita que alimenta las guerras civiles desde Siria e Irak hasta Yemen.El potencial de produccin de petrleo y gas de Irn, que se desarrollar como subproducto del levantamiento de las sanciones, le dar la dimensin econmica a este conflicto geopoltico.Israel:Las relaciones entre Obama y el primer ministro israel, el ultraderechista Benjamin Netanyahu, estn seriamente deterioradas, al punto de que Netanyahu acta abiertamente junto con la oposicin republicana en el Congreso contra el acuerdo con Irn. Las dos prioridades del primer ministro israel son evitar que surja un estado palestino y que Irn se fortalezca como actor de peso regional, menos an que puede adquirir armamento nuclear, algo que es considerado una amenaza directa a la seguridad del estado de Israel. Junto con los halcones del partido republicano presion sin xito para que Estados Unidos adopte una poltica dura contra Irn, que iba desde hacer ms estricto el rgimen de sanciones hasta algn tipo de intervencin militar. Por eso calific al acuerdo de un error histrico.Esto no quiere decir de ninguna manera que est en cuestin la alianza estratgica entre Estados Unidos e Israel, pero s que la relacin ser tensa hasta el fin del mandato de Obama, lo que podra llevar a algn cambio tctico en la poltica histrica hacia Israel.El Congreso norteamericano: tiene 60 das para discutir el acuerdo. Es altamente probable que la mayora republicana en ambas cmaras vote en contra. Sin embargo, Obama ya anunci que vetar cualquier resolucin del Congreso que ponga en riesgo el acuerdo alcanzado con Irn. En ese caso, los republicanos necesitaran una mayora de dos tercios para derogar el veto presidencial, algo que est fuera de su alcance. Por lo tanto, aunque usarn el debate en el Congreso como otro argumento para la campaa electoral, y mantendrn vigente la ley de sanciones (que, al igual que el embargo contra Cuba, solo se puede derogar por una ley del Congreso), pero no podrn revertir el curso tomado por la presidencia, al menos hasta el final del mandato de Obama.Pero una cosa es la foto del acuerdo y otra la pelcula.El giro pragmtico de Obama tiene como objetivo lograr la cooperacin del rgimen iran para desescalar conflictos regionales que vienen consumiendo los recursos norteamericanos desde hace ms de una dcada: las guerras civiles en Siria e Irak, resolver la ocupacin de Afganistn y derrotar al Estado Islmico.Despus de la derrota de la estrategia militarista y unilateral de Bush y los neocon Obama parece estar volviendo al tradicional sistema de equilibrio mutuo entre las diversas potencias del Medio Oriente, que le permita a Estados Unidos reorientar sus recursos diplomticos y militares hacia la regin del Asia Pacfico.Pero ms all de las declaraciones, la situacin tambin dej al descubierto los lmites del podero norteamericano. Estados Unidos no pudo controlar a sus aliados tradicionales, principalmente Arabia Saudita e Israel, que persiguen sus intereses a travs de alianzas cambiantes y no siempre funcionales a la poltica norteamericana. Esto abona conflictos y enfrentamientos en el marco de una regin an sumida en la inestabilidad y el caos, con estados al punto de la disgregacin y una guerra civil al interior del islam que est lejos de haberse agotado. Por eso, la dimensin verdaderamente histrica del acuerdo an est por verse.