Coloma Correa- LÓGICA, CIENCIA Y EXPERIENCIA EN LA VALORACIÓN DE LA PRUEBA

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    Revista Chilena de Derecho, vol. 41 N2, pp. 673 - 703 [2014]673

    LGICA, CIENCIA Y EXPERIENCIA EN LA VALORACIN

    DE LA PRUEBA*LOGIC, SCIENCE AND EXPERIENCE IN THE ANALYSIS

    OF EVIDENCE

    RODRIGOCOLOMACORREA**CLAUDIOAGEROSANJUAN***

    RESUMEN: El propsito de este artculo es aclarar lo que cabe esperar de los conocimientoscientficamente afianzados, de las mximas de la experiencia y de los principios de la lgica,

    en el contexto de la valoracin de la prueba conforme a la sana crtica. Para tales efectos, enla primera mitad del texto se realiza un ejercicio de depuracin conceptual, entendindose,por una parte, que los principios de la lgica sirven para resolver problemas lingstico-inter-pretativos; y por la otra que los conocimientos cientficamente afianzados y las mximas dela experiencia se utilizan para satisfacer requerimientos epistmico-culturales. En la segundamitad del texto se abordan problemas de jerarquizacin y de coordinacin entre generaliza-ciones extrables desde la lgica, la ciencia y la experiencia.

    Palabras clave: Conocimientos cientficamente afianzados, lgica, jueces, mximas de la ex-periencia, sana crtica.

    ABSTRACT: The aim of this article is to clarify what is expected of scientific knowledge,experiential knowledge and logic principles, in the context of the analysis of evidence accord-ing to sound criticism. For this purpose, in the first part of the text it is offered a conceptualframework, in the understanding that the logic principles are used to solve linguistic-inter-pretative problems and, in turn, that scientific and experiential knowledge are used to satisfyepistemic-cultural requirements. The second part deals with the problems of hierarchy andcoordination between logical, scientific, and experiential generalizations.

    Key words: Scientifically supported knowledge, logic, judges, experiential knowledge, soundcriticism.

    * Este trabajo corresponde a resultados del Proyecto financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cientficoy Tecnolgico, FONDECYT N 1110409 La construccin de lo probado en los procesos judiciales. Vaivenesentre la ciencia, la lgica, el sentido comn y la ntima conviccin del juzgador.** Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado. Correo electrnico: [email protected]. Licenciado en Derecho, Pontificia Universidad Catlica de Chile; Doctor en Derecho, UniversidadCarlos III de Madrid; Presidente de la Sociedad Chilena de Filosofa Jurdica y Social.*** Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado. Correo electrnico: [email protected]. Licenciado en Derecho, Universidad Catlica de Temuco; Mster en Derecho, Universidad degli Studidi Genova; Doctor en Ciencias Humanas Universidad Austral de Chile.

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    decisiones usando generalizaciones4 validadas fuera del sistema jurdico en razn de suspropiedades epistmico-culturales.5Al mismo tiempo, la sana crtica permite que los juecesusen sus preferencias en los casos en donde las generalizaciones no operan, o bien, su segui-miento conduce a un resultado difuso.6El atractivo de la sana crtica proviene, entonces,de una mezcla de libertad y de sujecin en la valoracin de las pruebas disponibles en un

    juicio, la cual se espera reduzca los falsos positivos y los falsos negativos7que la aplicacinde sistemas de pura libertad o de pura sujecin tienden a favorecer.

    La sana crtica en su dimensin de sujecin prohbe a los jueces recurrir a conoci-mientos privados provenientes de experiencias individuales, si se trata de situaciones en lasque los CCA y las ME estn en condiciones de ofrecer respuestas a los enigmas planteadosen un juicio.8El modelo de la sana crtica estimula, de esta manera, la aplicacin de genera-lizaciones que cuentan con mayor legitimacin que las creencias personales de los jueces, alos efectos de representar el mundo.9La sana crtica en su dimensin de libertad apuntaa que es absurdo reducir cualquier manifestacin de conducta humana a una estructura quecorrelaciona anticipadamente un caso con una solucin, esto es: si se demuestra la existen-cia de un determinado estado de cosas, estaremos autorizados para contar con que otro es-tado de cosas (necesariamente/probablemente) se ha producido.10Esta constatacin ha lle-vado a que la decisin del legislador en orden a autoconstreir su potestad de dictar reglassobre cmo deben valorarse las pruebas o de reenviar a otros sistemas de produccin deconocimientos en asuntos a los que estos no pueden dar respuestas se entienda como unaestrategia que aminora los potenciales errores en que podra incurrirse en las sentencias.

    As, el modelo de la sana crtica evita la errnea aplicacin de generalizaciones que carecende legitimacin epistmico-cultural, dando espacio para que las creencias de los jueces (to-das las cosas consideradas) sean las que provean de respuestas.

    4 Entendemos por generalizacin una proposicin general con pretensiones de verdad [o correccin] que esusada implcita o explcitamente para argumentar que una conclusin ha sido bien establecida. ANDERSON,SCHUMYTWINING(2005) p. 383. El parntesis es un aadido nuestro y busca ampliar el uso de la expresin alos PL.5 En este sentido, supera a la prueba tasada que somete al juez a las preferencias del legislador que no cuentacon credenciales epistmico culturales, sino solamente de carcter polticas.6 En ese sentido, supera a la ntima conviccin dado que reconoce a los jueces libertad solo en espacios dondelo opinable constituye una opcin legtima para la valoracin de la prueba.7 Falsos positivos (desconocer un caso cuando efectivamente ocurre), o falsos negativos (exigir el reconocimien-to de un caso cuando este, en realidad, no ha ocurrido).8 Un texto clsico al respecto que llama la atencin sobre los errores a que nos conducen principios heursticosa los que usualmente recurrimos es TVERSKYy KAHNEMAN(2012).9 COLOMA(2012) pp. 207-228.10 El costo que se estaba asumiendo con sistemas de prueba tasada que provean una ilusin de certezaparecan muy altos. As, por ejemplo, si la prueba de un hecho se haca depender de lo que dijeran dos testigoscontestes se estaba logrando certidumbre epistmica a costa de envilecerla. En pocas palabras, lo que se estabaconsagrando era que lo que decan dos testigos contestes no resultaba derrotable, aun cuando se saba que eraposible que pudieran estar mintiendo o bien que sus recuerdos fueran poco fiables. Los testigos adquiran deesa manera un poder enorme que se trataba de atemperar con la amenaza de sanciones (falso testimonio) queraramente eran aplicadas.

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    A lo anterior debe aadirse que la libertad para valorar la prueba no implica quecualquier proposicin est en condiciones de ser incorporada en una sentencia, bajo elsupuesto de que refleje las preferencias de los juzgadores. Existen restricciones lingstico-interpretativas por la va de que los tribunales siempre deben ceirse a exigencias mnimasde relevancia, aceptabilidad, normalidad, fuerza11y refutabilidad, las cuales son constitui-das mediante los PL.

    1.3. LASPROMESASINCUMPLIDASDELASANACRTICALos jueces repiten ciertas frmulas, aun cuando de ello no se deriven consecuencias

    para la decisin judicial. Una de ellas reza ms o menos as Que valorados los mediosde prueba con libertad y no contradiciendo los PL, los CCA y las ME se da por probado

    que... A contrario de lo que podra espontneamente pensarse, el uso de este estribillo nose traduce en ninguna consecuencia jurdica; en otras palabras, no blinda a la decisin y, ala inversa, su supresin no la hace, ipso facto, impugnable.12

    El uso de frases y palabras sacramentales es un problema en la medida en que losmiembros de la comunidad jurdica creen que con su enunciacin inmediatamente la de-cisin pasa a satisfacer las exigencias de la sana crtica. No es evidente, sin embargo, que los

    jueces y abogados le atribuyan (o nieguen) tal poder constitutivo a la frase citada. Lo que sse puede afirmar es que su uso irreflexivo deja de manifiesto que jueces y abogados no estnseguros qu implica valorar la prueba con sujecin a los PL, las ME y los CCA.

    Las generalizaciones asociadas a los CCA y a las ME a menudo son difusas y no se

    encuentran institucionalizadas. Los PL, por su parte, bajo la concepcin que entiende quesolo aseguran el respeto de un baremo mnimo en el uso del lenguaje que dicho sea depaso: difcilmente un juez en su sano juicio dejar de seguir resultan siendo invocados demodo asistemtico y poco reflexivo. Ambas dificultades impiden que los jueces cuentencon heursticas (formas de procesamiento de informacin) uniformes para valorar la prue-ba13. Estas dificultades se acentan en los casos no rutinarios, ya que la evanescencia de lasgeneralizaciones que pueden extraerse de la experiencia y, en menor medida, de la ciencia,

    11 APOSTEL(2007) pp. 129-137.12 Hay, por cierto otras situaciones en que la valoracin de la prueba sin hacer explcito el marcodentro del cual se mueve opera efectivamente conforme a lo esperado. As, por ejemplo, en lasiguiente sentencia se dice: Que se desestima la declaracin de la acusada en estrados, en cuanto aque puso al menor a un metro o un metro y medio del brasero y que el fuego, estaba prcticamenteextinguindose, ya que tal versin es incompatible con las lesiones ocasionadas a la vctima, para cuyoefecto necesariamente debi existir una fuente calrica de consideracin y una corta distancia entre stay la zona afectadaMinisterio Pblico con Lorena Maldonado(2010).13 Esto ltimo dificulta, por ejemplo, la institucionalizacin de un sistema de recursos que permita hacer frentea sentencias judiciales defectuosas (y, en general, debilita la crtica sanaante decisiones desviadas). La idea decorreccin (dbil o fuerte) que se asocia a la sana crtica implica que si son entendidas como reglas y no merassugerencias, debiese existir la posibilidad de revisar decisiones acerca de lo que se da por probado en un caso sies que no satisface la idea respectiva de correccin (como tambin, la posibilidad de realizar crticas justifica-das).

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    conduce a que, habitualmente, al valorar el conjunto de los medios de prueba disponibleslos jueces privilegien una aproximacin holstica por sobre una de tipo analtico.14

    La escasa presin normativa del modelo de la sana crtica se vincula a que juecesy abogados no han resuelto satisfactoriamente distintos problemas. Una muestra de ellosera la siguiente: i) es insoslayable que los CCA suponen una separacin entre los conoci-mientos de los especialistas y de los jueces, careciendo estos ltimos de control respecto delo que dicen los primeros; ii) el conocimiento que surge de la experiencia social (ME) esporoso y plural; y iii) el control de las relaciones entre los enunciados que forman parte delas propuestas interpretativas presentadas por los abogados exige decidir en un escenario deincertidumbre.15Respecto al primer problema, es preciso tener en cuenta que la velocidadde los avances cientficos y tecnolgicos y su complejidad han lesionado las pretensionesdel modelo de la sana crtica. La rapidez en los cambios ha implicado que los CCA resultanefmeros. Por su parte, la complejidad de los saberes ha redundado en que solo los especia-listas estarn en condiciones de detectar los fallos en la aplicacin de procedimientos y enla transmisin de saberes en casos concretos. El riesgo de errar el juicio que califica a un co-nocimiento como cientficamente afianzado se incrementa an ms si tenemos en cuentade que entre los especialistas hay desacuerdos, que hay escuelas rivales y que hay disciplinasque luchan por el reconocimiento de un estatus de cientificidad.16

    Una aguda reflexin sobre el problema de la escasa controlabilidad de lo que se pre-senta como CCA y de las propuestas rivales puede verse en el siguiente fragmento de unasentencia dictada por la Corte de Apelaciones de Valdivia: Que excede con mucho el mar-

    co de actuacin de un Tribunal de Justicia realizar, en una sentencia judicial, una evalua-cin de las posibilidades teraputicas de la medicina conocida como alternativa, respectode aquellas ofrecidas por la medicina tradicional o alpata, ni en abstracto ni en el casoconcreto de la leucemia y del cncer testicular que afecta al menor Robynson Gmez Noa.Tampoco, una determinacin de cul de las posibilidades ofrecidas por la medicina alpataresulte ms conveniente, si aquella de los mdicos del Hospital Base en Valdivia, o la delmdico cirujano tratante en Santiago, Sr. Silva Jaramillo. Esencialmente, porque esas sonevaluaciones que ni siquiera quienes tienen la experticia cientfica pueden hacer con unarazonable dosis de seguridad. No es, por tanto, una evaluacin de esa clase la que permitirresolver la controversia planteada a esta Corte.17

    14 En rigor la borrosidad (o vaguedad conceptual) es un problema que afecta tanto a la sana crtica como ala racionalidad. Sobre esta ltima vase VONWRIGHT(1993) p.172. En lo que sigue, la borrosidad que aqupreocupa es la que refiere a la sana crtica.15 Por cierto, hay tambin otra clase de problemas que no sern sino tangencialmente abordados, como es elcaso de las lagunas de conocimientos de jueces y abogados respecto del discurso cientfico.16 No se trata, por cierto, que tengamos una peor ciencia que en el pasado. De hecho, contamos con buenasrazones para sostener que la ciencia actual permite resolver de mejor manera que antao, los mismos o nuevosenigmas (por ejemplo, diagnstico y tratamiento de enfermedades, transporte areo, etc.) Lo que aqu interesaapunta a que la consolidacin de los conocimientos cientficos es un asunto que se hace ms difcil de resolver enrazn del escenario de creciente complejidad y de caducidad al cual nos enfrentamos. Sobre estos problemas exis-

    te abundante literatura en otros pases. Como una pequea muestra considrese HAACK(2007), HUBER(2011).17 Robynson Gmez Noa(1999).

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    Respecto al segundo problema, el fracaso de la sana crtica se relaciona con la mul-ticulturalidad de nuestras sociedades. El sentido de las ME es posibilitar el uso de conoci-mientos que surgen a partir de las vivencias de quienes pertenecen a la misma cultura. Esdecir, a partir de cmo los miembros de una comunidad interpretan ciertos acontecimien-tos de la vida social. Ocurre que cuando los miembros de una comunidad sincretizan prc-ticas sociales por la influencia de otros grupos, la cultura se vuelve porosa18y, entonces, lasdirectrices que se infieren a partir de las experiencias sociales comienzan tambin a adquirirporosidad y pluralidad. Usar las ME para inferir cules son las prcticas frecuentes en algu-nos subgrupos sociales es riesgoso.19Por cierto, esto puede provocar errores al no considerarsuficientemente los rasgos que acercan y alejan a un sujeto de una determinada prctica ocreencia social.

    A continuacin, se introduce un fragmento de sentencia que ampla ciertas formasde operar en un subgrupo, aun cuando hay buenas razones para sostener que es muy mi-noritario (quienes no se someten a un horario de trabajo riguroso, respecto de los que s lohacen): () considerando adems la falta de precisin en cuanto a la hora de llegada delhijo al San Francisco de Mostazal, ya que mencion, como se dijo, que fue alrededor de las18:30 a 19:00 horas, clculo que hizo, segn lo afirm en la audiencia, en base a que ellatrabaja hasta las 18:00 horas no refiere haber mirado el reloj y que cuando lleg a su do-micilio ste ya estaba en la casa, de suyo, segn los principios de la lgica y las mximas dela experiencia, no es de normal ocurrencia irse del lugar de trabajo, todos los das, exacta-mente a la misma hora permitida y establecida como de salida.20

    En otros casos, el temor hacia las excepciones de generalizaciones propias de las MEpueden llevar a no utilizarlas produciendo algunos resultados que se alejan de la manera enque se da normalmente la interaccin social. Esto es lo que se critica del accionar del tribu-nal de instancia por parte de la Corte de Apelaciones. La lgica y el conocimiento emp-rico llevan a concluir necesariamente que quien introduce en una tienda alguna especie enun bolso particular, antes de pagar por ella, obviamente es porque se est apoderando deella sin la voluntad de su dueo, pues de lo contrario pasara por caja y la pagara, desdeque el giro del establecimiento es la venta de ropa y no su donacin.21

    En cuanto al tercer problema, el fracaso de la sana crtica se asocia a la coexistenciade varios tipos de lgicas. Probablemente, por el atractivo que para los juristas representan

    los sistemas de enunciados completos y coherentes ellos se declaran comprometidos con lalgica clsica para modelar el razonamiento jurdico, aunque su utilidad resulta mnima

    18 De esto se desprende que aunque necesitamos significados culturales, no requerimos marcos culturales ho-mogneos. Necesitamos entender nuestras elecciones en el contexto en que estas tengan sentido, pero no nece-sitamos un nico contexto para estructurar todas nuestras elecciones. Porque no necesitamos un marco culturalhomogneo o la integridad de una determinado catlogo de significados, ninguno de nosotros necesita estarinmerso en una de esas comunidades de pequea escala que, de acuerdo con Kymlicka y otros, son las nicascapaces de asegurar la integridad y la homogeneidad. WALDRON(1996) pp. 105-108.19 Un texto que aborda este problema y que insta al uso del clculo probabilstico, en la medida que resulte po-sible es SCHAUER(2003), vase especialmente, pp. 55-78.20 Ministerio Pblico con Inti Ramrez Basic (2007).21 Ministerio Pblico con Nicole Parra (2012).

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    al decidir un caso judicial. El problema es que las lgicas no aristotlicas son difciles dedominar impidiendo que los abogados y jueces las integren a su modo de pensar de los pro-blemas jurdicos.

    En la prctica judicial suele identificarse la falta de sujecin a los PL con la fragilidadde las conexiones entre los enunciados que dan cuenta de la prueba disponible y los utiliza-dos para dar cuenta representar los acontecimientos probados. Esta forma de operar olvidaque las categoras propias de la lgica clsica no controlan el contenido de los enunciados yque hay reglas de gestin de incertidumbre que no dependen de esta. En otras palabras, los

    jueces aciertan cuando ven afectados los PL si la estructura informativa carece de consisten-cia, pero yerran cuando tratan de decidir problemas invocando la lgica clsica.

    Un ejemplo de aquello sera el que sigue: Que, el examen de la prueba rendida du-rante el juicio oral, segn resumen efectuado en el fallo y los argumentos que dan pbulo ala defensa para recurrir de nulidad, conduce a esta Corte a establecer que los sentenciadoresno vertieron los argumentos necesarios para dirimir, a lo menos, cinco aspectos relevantesconcernientes a la participacin e identificacin de quien habra sido el autor de los dispa-ros (). Que, las omisiones destacadas en el razonamiento anterior, atentan al principio dela lgica, denominado de la razn suficiente, el que se enuncia como todo objeto debetener una razn suficiente que lo explique o en forma negativa ninguna enunciacin pue-de ser verdadera sin que haya una razn suficiente para que sea as y no de otro modo.22

    En rigor el problema abordado se relaciona con un uso inadecuado del estndar deprueba exigible en este caso en materia penal. La prueba disponible apuntaba a hacerse

    cargo del problema que representaba la identificacin del autor de los disparos, pero la am-bigedad de las declaraciones llevaba a que hubiese dudas razonables acerca de quin eraeste. Al declarar el tribunal que en el caso concreto estaba probado que el acusado habasido el autor de la conducta reprochada, a pesar que la prueba era ambigua, no se vulnerabastricto sensuel principio de razn suficiente.23

    Los tres problemas sealados son un obstculo para demostrar que las solucionesofrecidas por el modelo de la sana crtica son indudablemente mejores que las solucionesque suministran los modelos de prueba tasada e ntima conviccin.24 En otras palabras,la sana crtica no ha cumplido con las expectativas que en ella se han cifrado, pues no haimpactado de manera determinante en la manera de razonar de los jueces. Ellos no parecen

    hacer algo sustancialmente diferente a lo podran hacer si el modelo adoptado fuese la nti-ma conviccin o, incluso, el de prueba tasada algo morigerado.

    22 Ministerio Pblico con Mans(2012).23 El principio de razn suficiente se habra visto afectado si por ejemplo, el tribunal hubiera sealado que lasbalas que se alojaron en el cuerpo de la vctima aparecieron por generacin espontnea, sin que se hubiere reali-zado ningn proceso del exterior conducente a que ello ocurriera.24 En rigor, en los sistemas de prueba tasada no se elimina totalmente la discrecionalidad de los jueces, ni en lossistemas de ntima conviccin los jueces son totalmente libres para valorar la prueba segn se les plazca (hay, almenos, un control social).

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    2. QU CABE ESPERAR DE LOS PL, CCA Y ME?

    2.1. INTRODUCCINLa valoracin de la prueba tiene una dimensin que podra llamarse epistmico-

    cultural y otra, que podra denominarse lingstico-interpretativa. Un primer asunto queatae a la dimensin epistmico-cultural se refiere a que la valoracin de la prueba suponedecidir sobre la fuerza de los datos que se sitan en la base del razonamiento probatorio,esto es los medios de prueba. Los jueces deben decidir si un testigo es creble a los efec-tos de reconocer que lo dicho es soporte de un evento probado.25En el modelo de la sanacrtica para dirimir si una pieza de informacin cuenta o no con suficiente validez para lageneracin de conocimientos, debe realizarse un juicio (valoracin) de si aquella se encuen-tra epistmicamente o culturalmente reconocida como soporte vlido de un discurso noficcional. Un segundo asunto que se resuelve en conformidad a criterios validados a nivelepistmico o cultural refiere a las inferencias que pueden llevarse a cabo a partir de las prue-bas disponibles. La cuestin es determinar si desde un conjunto de datos dados, es posiblearribar a un conjunto de conclusiones vlidas usando generalizaciones que podran irdesde patrones legitimados en una comunidad especializada hasta conocimientos populares(folk) sobre cmo ocurren las cosas.

    Esto representa la dimensin ms clara de lo que significa probar. En palabras de J.H. Wigmore Prueba es siempre un trmino relativo. Significa una relacin entre dos he-chos, elfactum probandum, o proposicin a ser probada, y elfactum probans, o material que

    prueba la proposicin. El primero es necesariamente hipottico; el ltimo es presentadocomo real para el propsito de convencer que el ltimo tambin es real.26

    El asunto no termina aqu, pues la valoracin de la prueba tiene una dimensinlingstico-interpretativa que determina cundo puede vlidamente en el contexto de unacomunidad sostenerse que un texto (oral o escrito) informa sobre un evento cuya ocurren-cia se estima como probada.

    2.2. LA DETERMINACIN DEL ESTATUS EPISTMICO-CULTURAL DE LA INFORMACINY ELCONTROLLINGSTICO-INTERPRETATIVODELASENTENCIACOMOFUNCIONESDELOSPL, LOSCCA YLASME

    En comparacin con la forma en que operan otros sistemas de procesamiento de in-formacin (por ejemplo, diagnstico mdico), el esfuerzo que representa comunicar en untexto la actividad de justificar la decisin judicial y su contenido corre el riesgo de que sele considere como un despilfarro de recursos.27La comunicacin de la justificacin posibi-lita satisfacer las expectativas del auditorio sobre el resultado del proceso de valoracin dela prueba. El auditorio espera que la decisin se exprese de un modo que permita cumplirciertos estndares epistmico-culturales y lingstico-interpretativos. Que la decisin se

    25 En el modelo de la prueba tasada aquello puede llevar, por ejemplo, a que el legislador establezca diferencia-ciones entre testigos hbiles o inhbiles.26 Wigmore (1931) p. 8.27 REDONDO(documento electrnico) y REDONDO(1999) pp. 149-163.

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    escriba en un texto, que ese texto comunique las razones que justifican la decisin y, queel auditorio espere usarel texto para reconstruir lo que pens el juez y lo que pas en elcaso, son algunos de los criterios de calidad que tarde o temprano la decisin judicial debecumplir.28

    El carcter bidimensional de la valoracin de la prueba supone que debe controlar

    la informacin usada en la decisin desde un punto de vista epistmico-cultural y, al mis-

    mo tiempo, debe posibilitar que la informacin considerada en la decisin se refleje en un

    texto de un modo tal que pueda usarse para satisfacer necesidades sociales diferentes a la

    justificacin de la decisin. Este aspecto es importante para que la decisin judicial llegue

    a percibirse como justificada, pues la sociedad no espera solo que el texto sea satisfactorio

    en el espacio de lo jurdico, sino que adems pueda ser usado como insumo para construir

    otros productos sociales como noticias, libros de historia, moralejas o pelculas de consumo

    masivo.

    La demanda social por usar el texto que escribe el juez explica el control del estatusepistmico-cultural de la informacin analizada al tomar la decisin. As, la informacinincluida en la decisin es plenamente dependiente de los conocimientos que se producenen otros entornos. En otras palabras: la sociedad reclama que el caso judicial se resuelvausando lo que se sabe en medicina, mecnica, antropologa y psicologa y que las razonesque da el tribunal pueda ser transferidas a textos de historiografa, a una discusin polticao a la noticia de un matutino, sin necesidad de hacer aclaraciones.

    2.3. LOQUEPUEDEESPERARSEDELOSPLEl estatus de las reglas de la lgica ha sido discutido por quienes cultivan la discipli-na desde los trabajos de Von Wright.29Sin entrar en este debate asumimos que se trata dereglas determinativas, de manera que ellas fijan un conjunto de razonamientos (formalmen-te) correctos; un conjunto de razonamientos posibles y, en algn sentido, definen la activi-dad misma de razonar.30

    Al pensar en la lgica los juristas, habitualmente, adscriben una concepcin psico-logicista de la lgica clsica. Asumen entonces que la Lgica es la ciencia del pensamientoformalmente correcto.31En principio no hay razones para interpretar las expresiones reglasde la lgica o principios de la lgica que usan los textos legislativos como restringidas a la

    28 COLOMA(2011) pp. 75-97.29 VONWRIGHT(1979), VONWRIGHT(1987), VONWRIGHT(1998).30 La fuerza constitutiva de las reglas de la lgica, en tanto reglas constitutivas, permiten interpretar la accinde pensar. GUASTINI(1984) p. 308.31 ALCHOURRN(1996) pp. 331-348.

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    lgica clsica.32As, son aceptables reglas, por ejemplo, provenientes de lgicas no monot-nicas33; lgicas paraconsistentes o lgicas paracompletas.34

    Las reglas de la lgica no suministran informacin sobre el mundo o sobre la rea-lidad, sino que instituyen los lmites del ejercicio del razonamiento. Esto significa que lalgica nos permite jugar el juego de pensar racionalmente; entendiendo la expresin ra-cional de un modo amplio, desformalizado e idiosincrsico. En este sentido, las reglas dela lgica nos permiten conocer, de antemano, qu movimientos o jugadas argumentativaspueden ser calificadas como correctas, posibles, incorrectas e imposibles en un determinadocontexto social. As, la lgica define la forma correcta de pensar y usar el lenguaje segn elcontexto.

    Dado el estatus determinativo de las reglas de la lgica ellas se sitan en un niveldiferente que la ciencia y la experiencia. La lgica no regula la introduccin de informa-cin al proceso de anlisis del caso, sino que vela por la correccin comunicativa de lo quepuede ser pensado o imaginado dentro de una comunidad. De esta manera, el error del ha-blante o de quien argumenta desde el punto de vista de la lgica redunda en el fracaso delacto de habla, en el sinsentido del mensaje o, en la consideracin de que se ha realizado unmovimiento argumental equivocado.

    Veamos dos ejemplos.

    a) Dorotea no sabe andar en bicicleta, por tanto pag oportunamente los$1.000.000. pactados por el arrendamiento de la casa de veraneo.

    La reaccin del lector seguramente apuntar a que lo que se ha dicho es un sinsen-tido, no viniendo al caso calificarlo como verdadero o falso. La inferencia expresada en eltexto carece de validez lgica, no porque la premisa utilizada lleve a la conclusin opuestasino porque no hay suficiente conexin entre el antecedente y el consecuente (son indepen-dientes).

    32 Por ejemplo, Hunter seala: Sobre las reglas de la lgica los juristas sostienen que ellas se componen de re-glas como: regla de la identidad, por la cual se asegura que una cosa solo puede ser lo que es y no otra; la regla

    de la (no) contradiccin, por la que se entiende que una cosa no puede entenderse en dos dimensiones, comoser falsa o verdadera, al mismo tiempo; la regla del tercero excluido, la cual establece que entre dos proposicio-nes en la cual una afirma y otra niega, una de ellas debe ser verdadera; y, la regla de la razn suficiente, por lacual cualquier afirmacin o proposicin que acredite la existencia o no de un hecho debe estar fundamentadaen una razn que la acredite suficientemente (). HUNTER(2012) pp. 243-251.33 Una propuesta interesante de no reducir el papel de la lgica al que puede asociarse a la lgica clsica puedeverse en LASO(2009) pp. 143-164.34 Una lgica monotnica es aquella que postula que la inclusin de nuevas premisas en un razonamiento nopuede reducir el conjunto de consecuencias. Esto es as porque las lgicas monotnicas trabajan bajo un su-puesto de certeza sobre la verdad o falsedad de las premisas. En cambio, las lgicas no monotnicas permitenel razonamiento con incertidumbre, como la abduccin. Una lgica es paraconsistente si ella acepta que se pro-duzcan contradicciones, es decir, que viola el principio de no contraccin de la lgica clsica en razn de querestringe o elimina el principio de separacin. Una lgica es paracompleta si viola al menos una de las siguientesformulaciones del principio tertium non datur: I. Dadas dos proposiciones contradictorias a y a, una de ellases verdadera. II. La proposicin av a es verdadera. DACOSTAy LEWIN(1995) p. 189.

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    b) La droga fue encontrada en un sobre que estaba sobre la chimenea, entonces An-tonio quien es un romntico empedernido e infatigable lector de novelas policialesfue el autor del delito de trfico ilcito de estupefacientes.

    El destinatario (anterior a 1844) hubiese quedado perplejo con lo comunicado yhabra reclamado que la inferencia realizada no es vlida al no existir una estrecha relacinentre ser un romntico empedernido e infatigable lector de novelas policiales con el hechode esconder droga en un sobre sobre la chimenea. Sin embargo, el lector posterior podraencontrarle sentido a lo que se dice si es que estuviere en conocimiento que Edgar AllanPoe en su cuento La carta robada utiliza un ardid como el sealado. Por cierto, la inferen-cia podr ser calificada de bastante dbil dependiendo el contexto en que sea pronunciada.

    As, por ejemplo, si se trata de juegos de ingenio la conexin planteada puede resultar msque suficiente para satisfacer las exigencias de relacin. En cambio, si se trata de condenar a

    Antonio a pasar los prximos cinco aos de su vida tras las rejas, debiera entenderse que noser una forma adecuada de argumentar, pues representa un salto inferencial no admisiblehabida cuenta de la existencia de un estndar de prueba exigente como lo es que no hayadudas razonables acerca de que la conducta existi y que esta fue realizada por el acusado.

    De acuerdo a esta forma de comprensin los PL no son un lmite a la libertad dejustificacin que condiciona el tipo de informacin sobre lo fctico que resulta admisibleexpresar en la sentencia.35Los PL cumplen funciones que operan en cuatro niveles: i) de-limitan o definen aquello que es informacin de lo que es ruido; ii) permiten juzgar com-

    parativamente ciertas las formas de organizar la informacin y, iii) orientan acerca de cmodebe utilizarse el contexto para completar lo implcito de un mensaje y iv) autorizan parautilizar un lenguaje no dubitativo en situaciones de incertidumbre.

    En el primer nivel, la lgica posibilita comprender significados a travs de estructu-ras sintcticas. La existencia de comunidades de hablantes que cotidianamente se comu-nican invisibiliza esta importante funcin que desempea la lgica. Un buen ejemplo deesto es lo que ocurri con el descubrimiento de la piedra Rosetta. El ruido36que hasta eseentonces representaban los glifos egipcios muta en informacin. Esto sucede ya que la pie-dra Rosetta presenta tres versiones del mismo texto en distintas lenguas lo que hace posiblea los estudiosos plantear una hiptesis sobre la organizacin de la lengua egipcia e iniciar el

    proceso de reconstruccin del significado de los ideogramas.En el segundo nivel, la lgica opera como un conjunto de reglas que permiten, dis-tinguir y comparar diferentes formas de organizar la informacin. El clsico ejemplo sobre

    35 Si estuvisemos en lo cierto, convendr tener a la vista otras variables normativas relativas a la construccinde lo probado y que no han sido formuladas hasta este momento, a pesar de que resultan claves para el xito ofracaso en la motivacin de las sentencias. Al respecto nos interesa poner sobre el tapete las ideas de carga de laprueba, estndar de prueba y algunos requisitos textuales del discurso fctico de las sentencias.36 El concepto de ruido est definido con precisin en las teoras de la informacin y comunicacin. Aqu he-mos usado el concepto en un sentido ms informal. El ruido est formado por los datos que no podemos com-prender porque desconocemos su significado. As el ruido interfiere los procesos de comunicacin y de anlisisde la informacin.

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    los frijoles que nos permite distinguir los esquemas deductivo, inductivo y abductivo es unamanera muy clara de ilustrar el uso de lgica en esta dimensin.

    Formas de razonamientoDeduccin Induccin Abduccin

    Secuencia

    Todos los frijoles de labolsa azul son blancos

    Estos frijoles provienende la bolsa azul

    Todos los frijoles de labolsa azul son blancos

    Estos frijoles provienende la bolsa azul

    Estos frijoles son blan-cos

    Estos frijoles son blan-cos

    Estos frijoles son blan-cos (conclusin)

    Todos los frijoles de labolsa azul son blancos(conclusin)

    Estos frijoles provienende la bolsa azul (con-clusin)

    Condicionespara el uso dela conclusin,en contextosde toma dedecisin

    Inexistentes. La estruc-tura por s sola legitimael uso de la conclusin

    La estimacin de laprobabilidad (acierto/error) legitima el usode la conclusin

    La aceptacin de la co-rreccin de conclusin(conjetura) dependede la superacin de unestndar de prueba

    El ejemplo permite observar que, en esta dimensin, los PL no son un lmite a lainformacin que es usada, sino solo una restriccin a la forma de la conclusin que puede

    derivarse a partir de cada estructura de pensamiento. Ahora bien, en este nivel la lgica soloposibilita comparar en abstracto el alcance o generalidad de la conclusin de cada razona-miento. La lgica solo nos dice que los razonamientos deductivo y abductivo conducen auna conclusin particular, mientras que el inductivo finaliza con una conclusin universal.La lgica no es un lmite a la eleccin de cul es la forma de razonar ms conveniente paraafrontar un problema especfico. Esta eleccin es una cuestin heurstica que depende, porun lado, del tipo de problema que debe resolverse y del tipo de solucin al cual debe arri-barse y; por otro, de cules son los patrones de legitimacin de un razonamiento dentro deuna comunidad determinada.

    En el tercer nivel la lgica se hace cargo de que el lenguaje requiere hacer uso de lo

    implcito. En cuanto a lo implcito, la lgica orienta al hablante acerca de cmo debe ha-cerse cargo de las expectativas que lo que se dice puede generar en un auditorio.Veamos un ejemplo de una declaracin hipottica de un testigo en un caso de lesio-

    nes o violencia intrafamiliar: Pericles estaba furioso con Aspasia y sac un cuchillo. Sonmuchas las respuestas que, de un modo inferencial, el lector puede dar a la pregunta: Ququera hacer Pericles con el cuchillo? Una respuesta segn la cual Pericles sac un cuchillopara cortar un trozo de carne que ella le haba sido servido en su plato es posible, pero de-frauda nuestras expectativas sobre la intencin de Pericles, mientras que una respuesta deltipo Pericles sac un cuchillo para amenazar y herir a Aspasia podra satisfacer mejor nues-tras expectativas. Dejando entre parntesis cualquier otra informacin, ambas respuestas no

    pueden ser calificadas como verdaderas o falsas, ni tampoco se puede afirmar que ellas seanlgicas o ilgicas. Lo nico que puede afirmarse es quien sabe que la narracin tratar sobre

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    un caso de lesiones o de violencia domstica espera una secuencia de eventos en dondehombre agrede, a veces con un arma, a una mujer y, entonces, esa expectativa condicionatodos los juicios sobre la coherencia, completitud y capacidad narrativa de la declaracindel testigo.

    En el cuarto nivel la lgica se hace cargo de las exigencias del uso correcto de expre-siones tales como est probado o de la formulacin de descripciones sin que sean acom-paadas de indicadores de incertidumbre. El mensaje transmitido en una sentencia judicialno admite ser debilitado con el uso de trminos dubitativos, como quizs o probable-mente, aun cuando ello sea usual en otros contextos.37 En otras palabras, para declararque X mat a Y, o que Fulano celebr un contrato con Mengano se precisa que el hablanteasuma la superacin de un determinado estndar de prueba y si aquello no es tenido enconsideracin hay otras explicaciones alternativas con buenas credenciales como para ha-ber sido aceptadas se podr objetar que se vulneraron los PL al haber dado por probadoun determinado acontecimiento.

    Los ejemplos demuestran que los razonamientos cotidianos de las personas y los ra-zonamientos de los jueces no son guiados por la lgica clsica. Para modelar el pensamientoinformal es necesario transitar desde las exigencias de la lgica aristotlica hacia estructurasde argumentacin que reflejen cmo las personas reflexionan y toman decisiones con infor-macin incompleta, incorrecta e incierta.38

    2.4. LOQUEPUEDEESPERARSEDELOSCCA

    Lo que llamamos ciencia es un conjunto heterogneo de discursos. En general, cali-ficamos como cientficos a aquellos discursos que son formulados por grupos de expertosque gozan de prestigio social y que se circunscriben en ciertas reas del conocimiento.39Ladelimitacin del conjunto de discursos cientficos es borrosa (fuzzy), porque no es sencillodeterminar qu discursos son verdadera ciencia en un momento y lugar determinados.40Probablemente, en lugar de intentar encontrar una cualidad inmanente y no relacional quedefina qu es ciencia y qu no lo es, resulte ms fructfero determinar quines son conside-rados como cientficos en una comunidad determinada, para luego observar los discursosque ese grupo de personas usa para producir y fijar sus descubrimientos.41

    Los cientficos investigan fenmenos que, en muchas ocasiones, resultan desconcer-

    tantes e inexplicables de acuerdo al sentido comn o a las ME. Los cientficos reducen estedesconcierto creando un discurso que llamamos ciencia. Este discurso explica los fenme-nos estudiados mediante su reconceptualizacin e insercin en un sistema de significadosdentro del cual, dadas sus particulares circunstancias, cada fenmeno se subsume en leyes

    37 Vase AUSTIN(1989) p. 105 y TOULMIN(2007) p. 75.38 VANEEMERENy GROOTENDORST(2002).39 BOURDIEU(1984), BOURDIEU(2003).40 El problema de la demarcacin de aquello que es reconocido como cientfico ha sido abordado extensamenteen el sistema norteamericano, a propsito de la admisibilidad del testimonio de los peritos. Adems de la revi-sin de la discusin en torno a la regla 702 de las Federal Rules of Evidence, puede verse un panorama general enHAACK(2008).41 KUHN(1994), PARODI(2008).

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    generales.42As, dentro del discurso cientfico, fenmenos dispares y aparentemente desco-nectados entre s; como la cada de una manzana, el movimiento orbital de los planetas y elascenso de las mareas se integran y unifican como manifestaciones de una nica ley cient-fica.43

    Los saberes descubiertos o elaborados por los cientficos son llamados conocimientoscientficos para distinguirlos cualitativamente de otros saberes en razn de quien accedi aellos; de la forma en que fueron adquiridos o del modo en que fueron fijados. No todos losconocimientos determinados a travs del mtodo cientfico se encuentran afianzados. Algu-nos conocimientos cientficos tienen un estatus provisional en la medida en que son el re-sultado de investigaciones de frontera, mientras que otros saberes tienen un estatus de altaconsolidacin y, entonces, sustentan avances tecnolgicos que permiten su aplicacin en lavida social. Un conocimiento se ha afianzado, consolidado o asentado cuando es incues-tionable en un sentido sincrnico.44El estatus de indiscutibilidad es una consecuencia delconsenso y supone, por regla general, el sometimiento a un mtodo de trabajo es funcionala evitar el error que implica el uso de procesos informales de procesamiento de datos.45

    El conocimiento que fija el discurso cientfico es, para los legos en ciencia, un con-junto de verdades de dicto y node facto. La diferencia estriba en la forma en que se adquiereel conocimiento. Un conocimiento es de dicto, cuando no es accesible directamente sin laintermediacin de un marco cultural. Quienes no sabemos cmo comprobar o refutar lasteoras cientficas solo podemos confiar en lo que dicen los cientficos. Quienes somoslegos en ciencia recibimos el conocimiento cientfico a travs de un conjunto difuso de pa-

    trones culturales y, por ello, tenemos poco (o ningn acceso), a las herramientas que permi-tiran cuestionar el conocimiento. El conocimiento de facto, en cambio, se hace dependerde la confianza que el sujeto tiene en su capacidad sensorial para percibir los fenmenosque suceden en su entorno.46

    De acuerdo a la tradicional distincin entre ciencia y tcnica, el concepto de cienciaest indisolublemente ligado a los de conocimiento y descubrimiento. Estos vnculos de-finen el trabajo cientfico: es ciencia aquella tarea (discurso) que persigue obtener nuevossaberes sobre la realidad aumentando el margen de certidumbre sobre ella. En principio, noes un rasgo definitorio del saber cientfico su usabilidad para resolver problemas prcticos,porque su foco principal del trabajo cientfico est en obtener conocimiento predicativo

    (saber qu)47

    . Las dificultades de la vida diaria como la seguridad, la velocidad, la movili-

    42 TORRETTI(2012) pp. 84-85.43 En este caso, la teora de la gravitacin universal de la fsica newtoniana.44 El nmero de planetas que compona el sistema solar hasta 2006 era nueve. Luego de la Asamblea Generalde la Unin Astronmica Internacional, el nmero se redujo a ocho por la supresin de Plutn. En un sentidodiacrnico, este conocimiento sigue sujeto a revisin, pues nadie podra afirmar la absoluta imposibilidad que elnmero ascienda a doce (o se reduzca a siete) segn se modifique la definicin de planeta.45 Segn William Groove y Paul Meehl, la aplicacin de mtodos mecnicos (que suponen uso de algoritmos)son invariablemente mejores que los informales que se hacen depender en parte importante de la subjetividadde quienes toman decisiones. GROVEy MEEHL(1996) pp. 319 -320 (especialmente).46 ECO(2011).47 MEDINA(1995) p. 180.

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    dad, la intercomunicacin, el almacenamiento y la identificacin no son problemas tpica-mente cientficos, sino que problemas tecnolgicos y de diseo. La preocupacin principalde los tcnicos es entonces resolver problemas usando el conocimiento ya domesticado porlos cientficos48. As, ellos no estn interesados en el conocimiento mismo ni en la conse-cuente reduccin de la incertidumbre, sino que en la usabilidad de los saberes para mo-dificar la realidad (natural o social). Los tcnicos se ocupan de arribar a un conocimientooperativo (saber cmo).

    La clsica distincin entre ciencia y tecnologa ha sido superada porque el modo detrabajar de los cientficos es cada vez ms tecnocientfico y porque muchos filsofos hanaceptado que la ciencia no solo describe la realidad, sino que la interviene.49Un enfoqueque puede ser til para nuestros fines lo proporciona Bunge (1969), para quien es carac-terstico de la tecnologa contar con instrucciones para realizar un nmero finito de actosen un orden dado y con un objetivo determinado. Estas instrucciones son normas quese basan en leyes cientficas y cuyo propsito es regular el desempeo de quien ejecuta latcnica para garantizar as un resultado consistente en el tiempo. La idea de instruccin deBunge es muy ilustrativa sobre lo que esperamos los abogados como legos en ciencia y entecnologa de un perito (mdico, bioqumico, mecnico, bombero, etc.). Queremos tenerseguridad sobre la consistencia de un resultado en el tiempo y queremos saber cmo es po-sible resguardar esa seguridad. A los abogados nos interesa tanto el conocimiento predicati-vo como el operativo. La idea de Bunge permite comprender mejor uno de los significadosdel adjetivo afianzado que las disposiciones normativas usan para calificar los conocimien-

    tos cientficos. Este afianzamiento exigido por el legislador podra ser entendido como unproceso de tecnologizacin de la ciencia. Si as fuese entendido, un CCA es un saber queencontrando su origen en descubrimientos cientficos ha sido operacionalizado de formatal que contamos con reglas (la tecnologa) que nos permiten regular qu acciones debemosrealizar para conseguir resultados consistentes en el tiempo.

    Sin profundizar en el problema de juzgar resultados periciales parcialmente incom-patibles, creemos que dirimir controversias entre peritajes de dos ciencias o disciplinas,entre escuelas rivales de una misma ciencia o, simplemente entre dos peritos, exige realizardistinciones. Siguiendo a Latour50 es til diferenciar entre peritajes que son producidospreeminentemente por la intervencin de artefactos, aparatos e instrumentos; y peritajes en

    donde los resultados son fuertemente dependientes de la intervencin de un agente huma-no. Una distincin as es til porque permite entender mejor el significado de la expresincientficamente afianzado al exigir distinguir el modo en que se consolida un resultadocientfico-tecnolgico y a travs de la forma en que se ha obtenido.

    La distincin implica diferenciar los resultados producidos principalmente por arte-factos, instrumentos o mquinas (como el test de ADN); los producidos por la concurren-cia de aparatos y de agentes humanos (como la autopsia) los elaborados principalmente por

    48 No podemos profundizar en la caracterizacin de los cientficos y los tecnlogos. Sin embargo, nos parecenecesario prevenir al lector de la imagen romntica del cientfico como un terico que describe la realidad sininterferir en ella. MEDINA(1995).49 Por todos, HACKING(1983).50 LATOUR(1994).

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    la intervencin de un agente (como una pericia psiquitrica). Intuitivamente, sin experticiaen las tecnologas respectivas, nos parece que el ADN es una prueba ms fuerte que lasotras. Esa intuicin no est determinada solo por el valor cientfico o el prestigio de la bio-qumica como ciencia. El sustento de la validez y la confiabilidad de test de ADN, se en-cuentran en que es una prueba biolgica que cuyo resultado es obtenido usando la mejortecnologa disponible; donde la expresin la mejor tecnologa disponible significa, apro-ximadamente, atender al menos a cuatro factores: i) la capacidad de repetir el test en igual-dad de condiciones, ii) la baja tasa de error de resultados, iii) la intervencin de aparatos,artefactos e instrumentos de ltima generacin diseados especialmente para ejecutar elexamen y, iv) la existencia de mecanismos de control de calidad en la ejecucin del procedi-miento.51Algunos de esos cuatros factores fallan en el peritaje planimtrico y ms todava,en el test psicolgico: por eso confiamos menos en ellos52.

    Evidentemente, la regla de entender como ms afianzado al conocimiento cientfico-tecnolgico obtenido con la mejor tecnologa disponible no ayuda a resolver los conflictosentre resultados periciales generados solo por agentes humanos. Aqu, el margen de errores mayor y la carga de justificacin del resultado se desplaza desde la mquina a la personadel perito. Es necesario entonces entender que afianzado significa arraigado en una red deconocimientos y en una comunidad de investigadores. Por ello, no vendr al caso utilizarlos factores recin indicados para dar cuenta de la mejor tecnologa, sino que ser necesarioponderar los siguientes: i) el desempeo precedente del perito; ii) la experticia y actualiza-cin de sus conocimientos tecnolgicos; iii) la densidad interpretativa de los resultados, iv)

    la tica de trabajo previo y v) el reconocimiento acadmico del trabajo previo53

    .Este escenario calza de lleno con las ciencias sociales y humanas, en donde los re-sultados no estn intermediados por el uso de instrumentos y artefactos. Es necesario, en-tonces, atender a dos dificultades respecto a las que vale la pena detenerse un momento: Elprimer problema de los peritajes en ciencias como la sociologa, el trabajo social, la litera-tura, la antropologa y en algunas reas de la lingstica es que la distincin entre saberesdedictoy de factose debilita54y eso nos lleva a pensar que los peritajes nos hablan es algo queya sabemos. 55La percepcin de creer saber algo consiste entonces, en pensar que ciertossaberes de dicto son, en realidad, saberes de facto.

    51 De este modo, en ciencias cuyos resultados son dependientes casi por completo del uso de aparatos e instru-mentos (como la informtica, la bioqumica y la mecnica de suelos) el asunto es juzgar qu perito us el equi-po ms moderno y sigui las reglas de actuacin ms rigurosas.52 Estos factores podran entenderse como mximas de la experiencia sobre la eleccin entre dos resultadoscientfico-tecnolgicos.53 Este listado no es taxativo ni debe ser interpretado como un orden de prelacin.54 Esto afecta tambin a los conocimientos privados del juez que no resulten reformulables en clave de conoci-mientos de dicto, pues no se han afianzado en el marco cultural que domina la comunidad.55 A diferencia de ello, cuando un juez dice, por ejemplo, el peritaje de ADN confirma que Pedro es el padrede Juan, en realidad lo que se quiere decir es confo en que el perito haya realizado bien su trabajo y por ellocreo que est confirmado que Pedro es el padre de Juan. Para los abogados, los saberes cientficos y tecnolgicosson de dicto, porque su produccin y fijacin se realiza a travs de textos y discursos en los que confiamos aun-que no entendemos cabalmente.

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    As, creemos saber de estilos literarios porque leemos novelas como El Barn Ram-pante o El Quijote; creemos saber sobre medicin de la pobreza porque la vemos en latelevisin o la hemos vivido; creemos saber sobre multiculturalidad y la situacin de los mi-grantes porque hemos conversado ocasionalmente con ellos o porque los observamos mien-tras viajamos en el transporte pblico; creemos saber sobre los mapuche porque leemos losdiarios de circulacin nacional y creemos saber sobre la educacin de los hijos y sobre lasbuenas (y las malas) dinmicas familiares porque las tenemos o las hemos sufrido; como to-dos sabemos, se podra continuar la lista con un largo etctera.

    El segundo problema de estas ciencias es que no es posible entenderlas nicamente apartir de los resultados que proporciona su tecnologa. Ya que todas ellas tienen en comnel estudiar el comportamiento humano (v.gr.las prcticas sociales), los resultados cientficosdeben juzgarse afianzados cuando ellos: i) logran densidad interpretativa; ii) adoptan unatecnologa que garantiza representacin estadstica o, iii) combinan ambos estndares. Lo-gra densidad interpretativa la investigacin que consigue que los participantes de una prc-tica social perciban que los resultados del trabajo cientfico representan o describen adecua-damente lo que ellos hacen.56Por otro lado, aquellas investigaciones que no profundizanen los significados, pueden ajustarse al estndar estadstico de la representacin el cual, porregla general, determina la confiabilidad y validez de una investigacin social.

    No es posible afirmar que una investigacin social o humana representativa es siem-pre mejor que una interpretativa o viceversa. Por eso parece razonable priorizar, en muchoscontextos judiciales, a los peritajes que balanceen ambos procedimientos cientficos y, si

    ello no ocurre, es necesario recurrir a criterios que estn fuera del objeto de estudio y de latecnologa: i) Experiencia, actualizacin del perito; ii) Desempeo precedente del perito;iii) Capacidad de la pericia de contextualizar una prctica en profundidad; iv) Capacidadde la pericia para describir una poblacin o muestra en detalle.57

    De acuerdo a las ideas precedentes podemos enunciar cuatro reglas de decisin entreestos conocimientos cientfico-tecnolgicos (afianzados). La primera regla dice que debepreferirse el conocimiento producido con la mejor tecnologa disponible en un momentodado. La segunda regla dice que ante igualdad de condiciones tecnolgicas debe preferirseal conocimiento que tiene mayor sustento en la comunidad cientfica de referencia. La ter-cera regla dice que la tasa de error condiciona la eleccin entre un resultado producido por

    un artefacto y un resultado producido por un humano. La cuarta regla dice que a igualdadde todos los factores anteriores el juez tiene discrecionalidad para decidir entre los dos re-sultados cientficos.

    Es claro que los conocimientos no afianzados cientficamente, es decir, aquellos queno son susceptibles de planificacin tcnica no constituyen un lmite a la valoracin de laprueba en el modelo de la sana crtica. La razn es sencilla. Carecemos de procedimientos(instrumentos, protocolos de accin, comunidad cientfica) que nos permitan planificar la

    56 La nica forma de juzgar la densidad interpretativa de la investigacin sobre una prctica social es interro-gando a un participante de dicha prctica sobre el grado de autoidentificacin con los resultados de la investiga-cin. WINCH(1972; 1994a; 1994b).57 Este listado no es taxativo y no debe ser interpretado como un orden de prelacin.

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    obtencin de resultados consistentes en el tiempo, porque desconocemos la tcnica que senecesita para reducir la tasa de error a niveles que nos permitan tomar decisiones confia-bles. Ahora bien, el hecho de que no contar con procesos cientfico-tecnolgicos no es unarazn que justifique que el juez carezca de lmites para valorar la prueba cientfica no afian-zada.58

    2.5. LOQUEPUEDEESPERARSEDELASMEA diferencia de lo que ocurre con las pretensiones de universalidad de los CCA, las

    generalizaciones que surgen de la experiencia poseen marcados rasgos de localidad e idio-sincrasia.59Las ME son tiles para tomar decisiones, porque el conocimiento consolidadodentro de un grupo humano en un momento y lugar determinado, permite comprender,

    explicar o reconstruir el comportamiento de los miembros de ese grupo. En virtud de laexperiencia es posible empatizar y atribuir intenciones a quienes se encuentren en situacio-nes equiparables a las vividas por otros integrantes del grupo.60Sabemos que las personasse comportan regularmente de cierta manera y que siguen un conjunto de patrones quepodemos llamar genricamente como cultura. As, frente a un comportamiento diferenteal acostumbrado, el cambio debe explicarse dentro de la cultura para estar justificado. Eneste sentido, las ME permiten justificar por qu la accin de una persona es o no extraa,sorpresiva, irrazonable o contraria al sentido comn.61

    Una adecuada comprensin de las ME exige distinguir entre experiencias indivi-duales y colectivas, como tambin entre conocimientos pblicos y privados. La experien-

    cia individual es aquella que le ha ocurrido a un sujeto o a un grupo reducido de sujetos,existiendo buenas razones para pensar que, bajo las mismas condiciones, no es previsible lamisma vivencia genere el mismo aprendizaje en un gran nmero de individuos. Ganar elpremio mayor de la Lotera, ser alcanzado por un rayo, sobrevivir en un naufragio proba-blemente se experimentarn de manera bastante distinta y los aprendizajes sern diferentespara cada sujeto.

    58 Los criterios de racionalidad de este tipo de decisiones probatorias sern abordados en un trabajo futuro.59 No obstante, las races de las mximas de la experiencia se radicaran en sociedades culturalmente homog-neas (como pudo haber sido el caso de Alemania de fines del siglo XIX) y en un contexto en que la compren-

    sin del razonamiento de los jueces se encontraba estrechamente comprometida con la idea de razonamientosilogstico. TARUFFO(2006) pp. 126 y 127.60 VONWRIGHT(1987), VONWRIGHT(1998), VONWRIGHT(1980).61 Pese a que las conclusiones que arrojan las ME y el sentido comn suelen ser coincidentes se trata de con-ceptos diferentes. Garth Fletcher ha indicado, por ejemplo, que el sentido comn considera: a) Asunciones ne-cesarias para mantener una visin inteligible y explicable del mundo. Este sera el caso de que el mundo existeindependientemente de nuestras percepciones, que somos la misma persona cada da, etc.; b) Mximas cul-turales o de conocimientos compartidos. Este sera el caso de proverbios que guan el comportamiento comomira antes de saltar o que ayudan a explicar principios sicolgicos como es el caso de Dios los cra y el diablolos junta; y c) Maneras coincidentes de pensar. Estas refieren a ciertas heursticas compartidas para enfrentardeterminadas situaciones. FLETCHER(1984) pp. 203-213. Las dos primeras categoras presentan niveles de coin-cidencia solo parciales (hay una conexin ocasional con las experiencias y sobre todo con el carcter pblico deestas) y en la tercera no se da propiamente una relacin ya que el sentido comn no refiere a generalizacionesacerca de cmo ocurren las cosas, sino que alude a una cierta forma de operar (es el caso del habitual reclamode debes usar el sentido comn!). Vase tambin TARUFFO(2001) p. 669.

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    La experiencia colectiva es la que ha experimentado un nmero elevado de sujetos dela comunidad, siendo especialmente determinante para calificarla como tal la circunstanciade que existan buenas razones para pensar que ante las mismas condiciones otros indivi-duos vivirn la misma experiencia y aprendern ms o menos lo mismo que quienes lesantecedieron. La colectividad o individualidad de las experiencias es graduable y dependede las prcticas sociales de cada comunidad. Jugar u observar cmo se juega un partido deftbol; asistir diariamente a la escuela; subir una montaa son experiencias colectivas por-que esas vivencias pueden reproducirse en condiciones ms o menos similares.

    El conocimiento es pblico cuando el aprendizaje que surge de la(s) experiencia(s) seencuentra difundido entre los miembros de la comunidad y su valor o significado puede serabiertamente comunicado. El conocimiento es privado cuando la difusin del aprendizajees escasa o cuando la sociedad cuenta con reglas que impiden que ese conocimiento sea ex-presado pblicamente.

    Los casos a considerar, entonces, son cuatro: a) experiencias colectivas y conocimien-to pblico; b) experiencias individuales y conocimiento pblico; c) experiencias colectivasy conocimiento privado; y d) experiencias individuales y conocimiento privado. Las ME,stricto sensu, son aquellas directrices que se construyen a partir de experiencias colectivas yde conocimiento pblico.62El carcter colectivo de la experiencia permite considerar quelas directrices son pautas de inferencia que no se agotan en los casos singulares. El carcterpblico, a su vez, permite invocar un grado de inercia argumentativa que incide en no te-ner que justificar el uso de la generalizacin en caso de debate.63

    Las generalizaciones que se infieren a partir de experiencias individuales y de cono-cimiento pblico, en principio no deberan considerarse como ME, aunque ellas podranfundar excepciones ante la forma estndar de comprender el comportamiento de las perso-nas. As, al valorar la conducta de un piloto de carreras en un accidente, la regla de inferen-cia proviene de una experiencia individual, ya que la vivencia de conducir automviles decarrera en competiciones deportivas solo la viven un nmero reducido de sujetos. Al mismotiempo, el conocimiento es parcialmente pblico, pues los que observamos la prctica deldeporte sabemos (o creemos saber) lo que significa la velocidad y podemos imaginar unfragmento de la experiencia de conducir a trescientos kilmetros por hora.

    Las experiencias individuales de pblico conocimiento tambin son reconducibles al

    esquema del conocimiento de dicto. Ellas constituyen generalizaciones que se construyenpara explicar el comportamiento humano y que son comunicadas no por una experienciadirecta sino por la transferencia desde otros. Comparten, adems, la naturaleza de cono-

    62 Friedrich Stein dice que las MEson definiciones o juicios hipotticos de contenido general, desligados delos hechos concretos que se juzgan en el proceso, procedentes de la experiencia, pero independientes de los ca-sos particulares de cuya observacin se han inducido y que, por encima de esos casos, pretenden tener validezpara otros nuevos, vase STEIN(1988) p. 27.63 Las reglas que podran usarse por ejemplo, para valorar la conducta violenta de los espectadores de un parti-do de ftbol o para juzgar la imprudencia de quienes sin conocimiento escalan una montaa un fin de semana,provienen de experiencias colectivas y de conocimiento pblico que hacen comprensible pensar que un espec-tador pueda insultar verbalmente al rbitro frente a un error o que un excursionista amateur corre bastantesriesgos al caminar por la montaa sin el equipo ni el entrenamiento adecuados.

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    cimientos validados culturalmente, aunque a diferencia de lo que ocurre con la ciencia laparticipacin activa en el discurso que las configura no depende del dominio disciplinariosino de la existencia de alguna clase de vnculos familiares, territoriales, religiosos, etctera.El prestigio por tanto resultar discutible por parte de quienes no compartan tales vnculos.

    El efecto de exclusin de la categora de las ME asociada a la experiencia individualse explica mejor si se considera que el carcter no repetitivo de la experiencia dificultaenormemente la forma de comprender el rol que cumplieron las variables contextuales quepudieron haber incidido en cmo el sujeto reaccion ante un determinado estmulo. MarcBloch a propsito del inters de los estrategas militares por extraer y comunicar apren-dizajes a partir de una gran batalla ocurrida en el pasado enfatiza que para evitar erroresdebieran identificarse todos los factores del pasado y del presente (red de caminos, accesoa mapas, acceso a provisiones, etc.) que incidirn en que el futuro podra ser muy distintoal pasado. La interpretacin de la experiencia pasa por considerar que si uno quiere extraerlecciones del pasado y anticipar repeticiones en el futuro debiera agregarse una clusula dela forma por lo dems todo igual.64Esta indicacin, por cierto, debilita el carcter generalque es esperable de las ME.

    Las experiencias colectivas pero cuyo conocimiento es privado no generan ME por-que no son generalizables. Lo que de ellas puede extraerse tampoco es apto para sustentarrazonamientos con un alto grado de inercia argumentativa, porque el conocimiento nopuede ser controvertido y, por ello, su introduccin en la valoracin de la prueba est sujetaa cumplir con las cargas de argumentacin. Algunas de las reglas que podran usarse para

    valorar el comportamiento de los ejecutivos en prcticas de negociacin empresarial, porejemplo, en torno al uso de informacin privilegiada, son casos de este tipo de reglas. Enla medida que no se cuente con datos fiables acerca de qu dimensin de la experiencia esrealmente colectiva, es posible que deba invocarse el sentido comn para juzgar el compor-tamiento. Es decir habra que decir algo as como: el comportamiento esperable en el caso

    X era A.Los aprendizajes que se derivan de experiencias individuales y conocimientos priva-

    dos no pueden ser usados para juzgar el comportamiento de otros individuos de la comu-nidad, pues de ellas no pueden extraerse generalizaciones. Las reglas que regulan las expe-riencias de este tipo son las que dan forma a los asuntos que son tabes o secretos dentro de

    una sociedad y, aunque, de hecho, pueden gozar de inercia argumentativa, ella no es sus-ceptible de ser controvertida. La experiencia de Neil Armstrong en la Luna, en la medidaque se mantiene en la esfera privada y no es problematizada, constituye un ejemplo de ellas.

    3. ENTRE LA SUJECIN A LOS PL, LAS ME Y LOS CCA Y LA LIBERTAD PARADESENTENDERSE DE ELLOS

    3.1. INTRODUCCINPara lo que viene nos ser til parafrasear una afirmacin formulada por el juez

    Learned Hand hace poco ms de un siglo respecto del conocimiento pericial: Nadie ne-

    64 BLOCH(2008) pp. 44-45.

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    gar que los jueces debieran usar los CCA [podemos aadir, las ME y los PL], dondesea que ayuden a aclarar disputas. El nico problema es cmo podran hacerlo de la mejormanera65. Tomarse en serio lo recin dicho implica hacerse cargo de la interrogante decundo son realmente aplicables los CCA, las ME y los PL en trminos de inhibir laspreferencias subjetivas de los jueces acerca de cmo valorar la prueba disponible y cmoresolver las tensiones que ocasionalmente se presentan entre los CCA y las ME.

    3.2. LOSESPACIOSNOCUBIERTOSPORLOSCCA, LASME YLOSPLSegn hemos visto los PL, por una parte, y los CCA y ME, por la otra, cumplen

    distintas funciones en el contexto de la valoracin de la prueba. Los PL dirimen formascorrectas (o aceptables) de comunicarse e interactuar en determinados mbitos. Aquello lo

    logran a travs de la diferenciacin entre informacin (que como tal es potencialmente til)y ruido (que como tal, resulta intil); como tambin, validando estructuras argumentales alas cuales se puede recurrir para establecer relaciones entre la prueba disponible y los enun-ciados planteados bajo la expectativa de que sean reconocidos como hechos probados. LosPL constituyen, de esta manera, una importante salvaguarda lingstico-interpretativa anteel sinsentido, ante el absurdo, ante interpretaciones desafortunadas de lo que est implcitoen un texto, como tambin ante piezas textuales dbilmente relacionadas. Los PL, en cam-bio, no constituyen cortapisas ante lo falso o lo carente de plausibilidad.

    En cuanto reglas determinativas, los PL no establecen una delimitacin exhaustivade lo que vlidamente puede ser planteado y de lo que no vendra al caso. Si bien es cierto,

    los PL prohben algunas movidas lingstico-interpretativas, los hablantes contarn con unamplsimo marco de lo que puede ser dicho, incluso si es falso, poco interesante o escasa-mente inteligente.66Los PL suponen, entonces, que los jueces cuando dan por probadosciertos hechos respetan ciertas formas lingstico-interpretativas que llevan a que se entien-da que usan correctamente las palabras. En ese sentido, los PL suponen formas de relacinentre enunciados y una cierta intensidad de dicha relacin, lo que da espacio que los PLpresentan una forma de vinculacin con los mecanismos de gestin de la incertidumbre(estndares de prueba y carga de la prueba).

    Las ME y los CCA establecen generalizaciones acerca de cmo es o cmo funciona elmundo.67Ambos permiten ir ms all de lo que directamente ofrecen los datos disponibles.

    Las diferencias radican en el tipo de comunidad que hace que las respectivas generalizacio-nes se consideren validadas y, consecuencialmente, los mtodos para su produccin y elimi-nacin. Los CCA y las ME funcionan como mecanismos de introduccin y clasificacin deinformacin sobre el evento juzgado. As, una afirmacin como por ejemplo: el peritaje de

    ADN registr un 99,999% de probabilidades de que la sangre encontrada en el arma perte-

    65 HAND(1901) p. 40.66 En esa lnea de pensamiento, es interesante observar que el estudio de la argumentacin, desde hace algntiempo, se ha desplazado el estudio de las falacias desde argumentos que parecen vlidos pero que en realidad nolo son a su comprensin como movimientos inadecuados del discurso argumentativo que son aceptados por unauditorio en determinadas condiciones. VANEEMERENy HOUTLOSSER(2008) p. 37.67 En trminos ms tcnicos la pregunta a formular adoptara una forma ms compleja, como por ejemplo,cmo es vlido representar aquello que entendemos como la realidad?

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    neca al acusado puede ser admitida como integrante del discurso sobre el evento juzgadoen razn de que se sustenta en un CCA. Algo similar ocurre con las ME: la afirmacin: eshabitual entre los padres pidan a la enfermeras que pongan aros en las orejas de sus hijasdentro de los primeros das despus del nacimiento puede ser considera como admisible(en referencia a un grupo social determinado), en virtud la existencia de conocimientoscompartidos entre todos los miembros del grupo y del conocimiento adquirido por el juz-gador en virtud de su experiencia de vida en esa comunidad.

    No ocurre lo mismo tratndose de la calificacin de la informacin producida apartir de otras generalizaciones. La afirmacin la conjuncin entre Venus y Marte causauna tendencia violenta en el acusado dado que es de signo Escorpin seguramente serdesechada del discurso sobre el evento que juzga en un proceso en razn de su baja tasa deaceptacin por parte de los miembros de la comunidad (es riesgoso guiar nuestra conductausando dicha informacin). La confianza o la fiabilidad de los miembros de la comunidadsobre lo que se dice de la realidad es el criterio de marginacin de informacin y no su du-doso estatus cientfico. Por ello, la informacin producida por peritajes realizados de acuer-do a estndares de ciencias blandas es habitualmente desplazada por informacin privadadel juez o que es conocimiento compartido de los miembros de la comunidad, incluso siella es errnea68.

    En razn de lo expresado, los CCA y las ME operan como reglas tcnicas para intro-ducir datos tiles para el juzgamiento del evento controvertido. En tanto mecanismos decalificacin de informacin como inservible, funcionan como reglas ideales que permitan

    al juzgador construir un .juicio de desconfianza sobre esta. De esta manera, la reaccin anteun uso incorrecto de los CCA o de las ME se traduce en dudas acerca de la calidad de losdatos e implcitamente, en un ejercicio de valoracin de los riesgos que conlleva su uso69.

    Veamos un par de ejemplos:Se entiende como CCA el enunciado los metales se dilatan cuando se les aplica

    calor. Una generalizacin como la indicada permite excluir un determinado objeto de lacategora metales si es que habindosele aplicado calor no se ha dilatado.

    Se entiende como una ME que las madres estn dispuestas a realizar muchos sacrifi-cios si aquello redunda en mejores condiciones de vida para sus hijos. Una generalizacincomo la indicada provocar dudas respecto de la imparcialidad de una madre cuando en-

    frenta una acusacin respecto de su hijo, salvo que haya datos adicionales segn los cualesnos enfrentaramos a una situacin de no aplicacin de la ME (por ejemplo, esta madre enel pasado ha demostrado que no quiere a su hijo).

    Al igual de lo que ocurre con los PL, tanto los CCA y las ME constituyen sistemasincompletos de generalizaciones que dan cuenta de la conducta humana, esto es habr si-tuaciones en que mltiples respuestas no admiten ser jerarquizadas como ms o como me-nos posible.

    68 Hay una relacin afectiva con los conocimientos previos y es difcil desplazarlos.69 Usamos la informacin de Wikileaks sin ser cientfica. Tampoco est validada por la experiencia. No tene-mos una regla ideal que nos permita excluirla.

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    Veamos un ejemplo hipottico de incumplimiento de contrato o de despido injusti-ficado: Jernimo acudi al edificio de la calle Magnolia 25 y regres sin haber realizado lalimpieza en los departamentos 401 y 402, segn era su obligacin. Entre otras alternativaspodran plantearse cualquiera de las siguientes explicaciones: 1) Nadie le abri las puertas;2) En el inmueble no estaban los implementos para realizar el aseo; 3) Jernimo y su jefetuvieron un altercado, siendo despedido antes que realizara la limpieza; y 4) Alguien ya ha-ba realizado el aseo.

    Desde un punto de vista lgico todas las inferencias resultan igualmente aceptables,ya que satisfacen en la misma medida las exigencias para ser consideradas como causa deque Jernimo no haya realizado el aseo, pese a que acudi al lugar en que deba ejecutarlo.Debemos, entonces, explorar qu opcin es la que resultara ms plausible, dada la maneraen que ocurren ordinariamente las cosas. Para tales efectos los conocimientos cientfica-mente afianzados son inservibles, pues no se dispone de generalizaciones que den cuenta deuna situacin como la que habra vivido Jernimo (no son tiles para fortalecer o debilitarlas opciones disponibles). En una sociedad como la nuestra, las ME de poco serviran yaque las hiptesis disponibles resultan todas plausibles. Seguramente lo que resultar deter-minante a fin de cuentas son el uso de una serie de heursticas con las que habitualmenteenfrentamos estas situaciones.

    Cuando no existen otras fuentes de generalizaciones legitimadas para establecerpreferencias entre explicaciones potenciales, se pasa a operar en un espacio en que se reco-noce libertad a los jueces en la valoracin de la prueba. El asunto parece sencillo, pero hay

    razones para pensar que podra ser uno de los aspectos que inciden en el relativo fracaso dela sana crtica. Los jueces evitan asumir la responsabilidad propia de valorar libremente laprueba, sobre todo cuando sus elecciones no demuestran ser muy superiores a las que po-dran alcanzarse lanzando una moneda al aire. Para tales efectos, es previsible que los juecesrecurran a formas de construccin de conocimientos que presentan escaso valor epistmico-cultural,70pero que se disfrazarn con expresiones tales como uso del sentido comn o peoran, invocando que las conclusiones son evidentes cuando no lo son.

    3.3. RELACIONESORDENADORASENTRELOSENUNCIADOSEXTRABLESDESDELOSPL, LOSCCA YLASME

    La ciencia y la experiencia son discursos acerca del mundo o realidad, mientras quela lgica es un metadiscurso: un discurso cuyo objeto principal es otro discurso. La preocu-pacin de los PL est puesta en la estructura o en la forma del mensaje y la preocupacinde los CCA y ME, en los significados o en el contenido del mensaje. Esta constatacin llevaa pensar que las tensiones entre las generalizaciones emanadas de estas distintas categorassolo debieran presentarse entre las dos primeras. Esto, sin embargo, sera una conclusinapresurada y constituye el primer asunto que abordaremos en este acpite.

    La estructura del discurso y el significado de las palabras se encuentran en una rela-cin de interdependencia, segn la cual la mayor cobertura reconocida a una de tales di-

    70 Este sera el caso de lo que Tverski y Kahneman han identificado como las heursticas de la disponibilidad,representatividad y anclaje.

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    mensiones implica restricciones para la otra. Los PL al fijar las condiciones requeridas parael uso correcto del lenguaje en el contexto de la valoracin de la prueba establecen indirec-tamente qu es lo que puede extraerse desde los CCA y las ME. Al contrario, los significa-dos que imponen los CCA y las ME a los discursos pueden implicar nuevos desafos paralos PL: estos ltimos debern hacerse cargo de estos fallos y si no lo hacen arriesgan ser des-plazados por nuevas formas de comunicacin. Una expresin de esto ltimo se observa enla necesidad de que la lgica se haga cargo de que nuestras representaciones de la realidadson falibles (o si se prefiere, probabilsticas) lo cual implica el establecimiento de estndaresde prueba que representan estrategias para poder hablar autorizadamente de lo que se en-cuentra probado, en escenarios marcados por un mayor o menor nivel de incertidumbre.

    En trminos metafricos, los PL fijan los movimientos posibles que pueden hacersecon las palabras (la sintaxis); por su parte, los CCA y las ME determinan la imagen quese permite asociar a las palabras (aquello que cumple con las exigencias impuestas por lasemntica). Una primaca del movimiento por sobre la imagen implicar una serie de bene-ficios lgicos del discurso que es generado en sede judicial, como lo sera un aumento en lacoherencia o la relevancia de lo que se dice. A su vez, una primaca de la imagen por sobreel movimiento implicar que el significado como compromiso con la realidad gana en ni-tidez, aun cuando ello ir acompaado de un deterioro en las conexiones sintcticas, comolo sera el uso del entonces o del porque.71

    Veamos un ejemplo. Para la determinacin de la paternidad o de la maternidad deuna persona respecto de otra el examen de ADN ha trado consigo un aumento de la pre-

    cisin (imagen) y con ello una reordenacin de las relaciones que pueden establecerse entreel contenido (lo epistmico-cultural) y la estructura (lo lingstico-interpretativo). En esteescenario, los CCA suministran un mecanismo muy potente para la determinacin de loque es relegando al juicio de coherencia a un papel muy secundario. Si el examen de ADNarroja como conclusin que el demandado es el padre de un menor de edad, la manera enque aquello encaja con las otras piezas de informacin disponibles pierde inters. De estamanera, por ejemplo, la sentencia no deber hacerse cargo de si existe o no un parecidofsico entre padre e hijo, del tipo de relacin que hubo entre el padre y madre biolgico,etc. A contrario, antes de los exmenes de ADN o de grupo sanguneo resultaba imprescin-dible una sintaxis que estableciera conexiones fuertes entre distintas piezas de informacin

    disponible, esto es declaraciones de testigos, cartas de amor, conducta previa del presuntopadre con el menor de edad, etc. En ese sentido si cualquiera de las piezas de informacinno calzaba con el resto constitua un argumento poderoso para entender que la paternidadno estaba probada.

    Una serie de decisiones del legislador, junto a la manera en que se configura la cultu-ra jurdica constituyen razones para entender queprima faciehabra una primaca de los PL

    71 Esto, por cierto, tiene una semejanza clara con el principio de incertidumbre de Heisenberg que en susversiones simplificadas sostiene que la precisin en la determinacin de la posicin de una partcula se obtiene acosta de una prdida en la determinacin de cul es su movimiento lineal (y viceversa). Vase HAWKING(2003)pp. 42-43.

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    por sobre los CCA y las ME.72En rigor se trata de una decisin y no de la primaca quepersepudiera reconocerse a la forma sobre el contenido.73En la cultura de jueces y abogados seha instalado, por su parte, la idea de que la fundamentacin de la sentencia constituye unaexigencia clave para los efectos de entender que la decisin judicial no es arbitraria y que eltexto que se presente debe articular adecuadamente los distintos insumos que se han tenidoen cuenta para la toma de la decisin.74

    Despejado el punto anterior, es preciso abocarse ahora a las tensiones que puedenpresentarse entre los CCA y las ME. El problema evidentemente es distinto al anterior yaque no se trata de generalizaciones que se ubican en distintos niveles, sino que compiten enlo que hemos llamado dimensin epistmico-cultural. Es fcil advertir que los CCA estnmejor situados en el mbito de lo eminentemente epistmico y las ME, en el nivel prefe-rentemente cultural.

    El prestigio de los saberes emanados de la ciencia, nos provee de buenas razones paraentender que superan a los de las ME. La divisin del trabajo lleva a que lo que dicen losespecialistas sea ms valorado que lo que puede sealar cualquier miembro de la comuni-dad sin conocimientos especializados.75Lo expresado no debe llevar a pensar que viene alcaso establecer una forma nica de relaciones ordenadoras, ya que no todos los CCA cuen-tan con el mismo nivel de legitimacin, ni todas las ME cuentan con el mismo nivel de ad-hesin. Una solucin promisoria a este problema pasa por agrupar a las diferentes cienciaso disciplinas cientficas segn el tipo de explicacin con las que prioritariamente trabajen.

    Aunque no es una solucin exenta de dificultades, pensamos que esta estrategia de anlisis

    podra ayudar a clarificar, por un lado, las similitudes y diferencias que median entre eltrabajo de un fsico, de un mdico y de un psiclogo y, por otro; las tensiones entre ciertostipos de conocimientos cientficos y las ME.

    La revisin de los tipos de explicacin cientfica nos permite pensar mejor su rela-cin con las ME, entendida como el conjunto de conocimientos sobre el funcionamientosocial y del entorno que se adquieren por la vida en comunidad. Las ME compiten con losCCA en las explicaciones teleolgicas (funcionales e intencionales). Juegan un rol de menorcobertura en las explicaciones causales estadsticas y cumplen un rol escasamente significa-

    72 As, por ejemplo, en el artculo 342 del Cdigo Procesal Penal se dice que: La sentencia definitiva conten-

    dr: () c) La exposicin clara, lgica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que se dieren porprobados, fueren ellos favorables o desfavorables al acusado, y de la valoracin de los medios de prueba quefundamentaren dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en el artculo 297.A su vez, el aludido artculo 297 seala que El tribunal deber hacerse cargo en su fundamentacin de todala prueba producida, incluso de aqulla que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubieretenido en cuenta para hacerlo. La valoracin de la prueba en la sentencia requerir el sealamiento del o de losmedios de prueba mediante los cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y circunstancias que sedieren por probados. Esta fundamentacin deber permitir la reproduccin del razonamiento utilizado paraalcanzar las conclusiones a que llegare la sentencia.73 De hecho hay buenas razones para pensar que en el discurso cientfico, por ejemplo, las observaciones ponenen entredicho a las teoras explicativas aun cuando no se cuente con una buena explicacin alternativa.74 Esto es lo que probablemente lleva a Joel Gonzlez a aadir a la fundamentacin de las sentencias como ele-mento constitutivo de la sana crtica. GONZLEZ(2006) pp. 102-105.75 Naturalmente, el problema del prestigio del conocimiento no se vincula con el uso. Que un conoc