Comentario literario (Bécquer)(1)
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Análisis de textos. Lengua Española y Literatura. 2º Bachillerato. Carmen Galnares
Análisis
2. Comentario literario del poema “Volverán las oscuras
golondrinas…”
Este poema se contextualiza dentro de la obra poética titulada
Rimas (1871) de G. A. Bécquer (1836-1870) y pertenece a la llamada
serie cuarta y última, en la que la temática central es la desolación,
la desesperanza, la angustia, el hastío, la soledad, la amargura del
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Rima LIII Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar, y otra vez con el ala a sus cristales jugando llamarán;
5. pero aquéllas que el vuelo refrenaban, tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres,
¡ésas…, no volverán! Volverán las tupidas madreselvas 10. de tu jardín las tapias a escalar, y otra vez a la tarde, aún más hermosas, sus flores se abrirán;
pero aquéllas cuajadas de rocío, cuyas gotas mirábamos temblar 15. y caer como lágrimas del día…,
¡ésas…, no volverán! Volverán del amor en tus oídos las palabras ardientes a sonar; tu corazón, de su profundo sueño, tal vez despertará;
pero mudo y absorto y de rodillas, como se adora a Dios ante su altar, como yo te he querido…, desengáñate, ¡así…, no te querrán! Gustavo Adolfo Bécquer, Rimas
Análisis de textos. Lengua Española y Literatura. 2º Bachillerato. Carmen Galnares
Análisis
amor frustrado, la muerte y el miedo que siente el poeta a que le
olviden después de muerto.
G. A. Bécquer, junto con Rosalía de Castro, representa el
Posromanticismo español, segunda mitad del siglo XIX, periodo que
corresponde al auge de la literatura realista, por lo que se le
considera un poeta anacrónico, al practicar en esta época una poesía
con rasgos del ya extinguido Romanticismo y al ser su literatura
contraria a la de sus coetáneos realistas (poetas como G. Núñez de
Arce o R. de Campoamor). Aunque G. A. Bécquer fue, en su época,
relegado y acusado de hacer “suspirillos germánicos” (por su
similitud con la poesía intimista y sencilla del alemán Heine), hoy es
considerado uno de los padres de la lírica moderna. Algunas
similitudes y diferencias entre la poesía posromántica de G. A.
Bécquer y la romántica precedente o la realista coetánea, así como
algunos de los rasgos modernos de su lírica, se irán señalando en el
comentario.
Esta rima LIII es de gran relevancia no sólo dentro de la serie a
la que pertenece, sino también en el conjunto de la obra poética
becqueriana, ya que sintetiza parte de los temas enumerados,
representa la conclusión de su trayectoria amorosa y está
impregnada de nostalgia (sentimiento romántico que envuelve la
obra general de este autor).
El poema puede resumirse del modo siguiente: las golondrinas y
madreselvas desaparecidas regresarán mientras que no lo harán las
que fueron testigos del amor entre el poeta y su amada, del mismo
modo que regresará el amor a la amada, pero no lo hará el
irrepetible amor vivido entre ambos.
Definimos el tema central como el retorno cíclico de los
elementos de la naturaleza en contraste con el irrecuperable amor
muerto. Como temas secundarios, estrechamente vinculados al
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Análisis de textos. Lengua Española y Literatura. 2º Bachillerato. Carmen Galnares
Análisis
principal, tendríamos: la desolación, la desesperanza y el recuerdo
nostálgico de un pasado feliz en contraste con un presente
desgraciado. A propósito del tema principal, hay que añadir que la
parte de la naturaleza que no regresa es la que se identifica con el
sentimiento del poeta, según una visión típicamente romántica.
Las partes en que podemos dividir la estructura interna o de
contenido son:
1. (Estrofas 1-2): la vuelta de los elementos de la naturaleza, excepto los que
fueron testigos del amor entre el poeta y su amada.
1.1. (Estrofa 1): la vuelta del mundo animal
(golondrinas).
1.2. (Estrofa 2): la vuelta del mundo vegetal (madreselvas).
2. (Estrofa 3): la imposibilidad del retorno del amor vivido, una
vez roto.
En esta estructura se aprecia una de las características típicas
de este autor: la variación en la parte final respecto del resto del
poema. Es en esta última parte donde el poeta se refiere con claridad
a su situación sentimental (frente a la presencia pájaros y flores en el
resto del texto) y donde habla del no retorno del amor de ambos
(frente al retorno de todo lo demás ajeno a ellos), y es, en definitiva,
donde encontramos la clave para entender todo el poema. A esta
variación temática le corresponde, como suele ser lo habitual, alguna
variación métrica y de estilo, como veremos.
Este texto literario pertenece al género lírico. Se trata de una
poesía lírica, intimista (como la mayoría de las ochenta y tres rimas
restantes), diferente a la poesía romántica, más externa y narrativa.
En esta exaltación del “yo” del poeta, que expresa sus sentimientos
más íntimos, se ve un adelanto de la poesía moderna, que privilegia
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Análisis de textos. Lengua Española y Literatura. 2º Bachillerato. Carmen Galnares
Análisis
la primera persona y la subjetividad. El autor en el texto, por tanto,
se manifiesta en ese “yo” poético lírico, confesional (que se confiesa)
y auténtico (no ficticio).
En consecuencia, adopta una actitud sincera, al expresar su
sentir más hondo e íntimo, quedando toda referencia externa
envuelta en esa subjetividad. Esta actitud fue un tanto audaz en su
momento, ya que el verter la propia interioridad en un texto se
consideraba impúdico, según el gusto estético heredado del siglo
XVIII, vigente aún en esta segunda mitad del XIX (de ahí el rasgo de
modernidad aludido). Y dicha actitud va acompañada de un tono
nostálgico o melancólico que se hace más dramático en los versos
finales.
En sintonía con el género, utiliza tres modos de elocución1: la
enunciación lírica (en tercera persona), en partes que podemos
considerar pinceladas narrativas (“volverán… a colgar/a escalar…
jugando llamarán”, “aquéllas que vieron…”/ “aquellas… no
volverán“, etc.) y pinceladas descriptivas (“cuajadas de rocío/ cuyas
gotas mirábamos temblar y caer como lágrimas”, o “mudo, absorto y
de rodillas”, etc.); la canción lírica, en primera persona (la forma
más propiamente lírica), en singular y plural, implicando a ambos
(“mi dicha”, “nuestros nombres”; “mirábamos”); y, al final, el
apóstrofe lírico, en segunda persona, al dirigirse al “tú” ausente
(“… en tus oídos”, “tu corazón”, “como yo te he querido…,
desengáñate:/ ¡así…, no te querrán!”). El apóstrofe lírico carga el
texto de fuerza emotiva, por lo que aquí actúa de clímax (momento
de máxima tensión), quedando las otras formas elocutivas
subordinadas a esta última.
En cuanto a la estructura externa o métrica, el poema consta de
tres estrofas de ocho versos cada una, divididas, a su vez, en dos
1 También se llaman modos elocutivos, formas de elocución o formas elocutivas.
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Análisis de textos. Lengua Española y Literatura. 2º Bachillerato. Carmen Galnares
Análisis
subestrofas de cuatro versos (en otros estudios se dice que el poema
consta de seis estrofas). Se combinan versos de diferente medida,
endecasílabos y heptasílabos, pero con regularidad, pues cada
estrofa consta de tres versos endecasílabos y un heptasílabo al final;
los heptasílabos son agudos (del gusto romántico) y por ello se les
añade una sílaba más a las seis sílabas que tiene el verso2.
La rima es asonante [a] y consonante [ar] o [an] en los versos
pares, quedando sueltos3 los impares. El esquema métrico de cada
estrofa es: 11-, 11A, 11-, 7a, 11-, 11A, 11-, 7a. La rima asonante
suele ser la propia de G. A. Bécquer, quien prefería una poesía más
sencilla y natural. La mezcla de la rima consonante y asonante, así
como la mezcla de los versos largos y cortos, responde al gusto del
poeta por mezclar lo culto y lo popular, y a la influencia de la
polimetría romántica, aunque, en conjunto, vemos que domina la
regularidad métrica, en poemas estróficos equilibrados, que, como
éste, proporcionan cierta contención a la “explosión” sentimental o
emocional, un modo de expresarse que le diferencia del
Romanticismo.
El estilo del poema responde, en una valoración global, al
estilo de las Rimas en general: naturalidad, claridad y sencillez, si
bien hay que destacar que, como resalta la crítica, en G. A. Bécquer
la sencillez no es producto de la espontaneidad, sino de una cuidada
elaboración. Dicha sencillez se observa en la gramática, en el léxico
2 Recordamos que las sílabas fonológicas no siempre coinciden con las sílabas métricas, pues éstas dependen de fenómenos poéticos como sinalefas, diéresis, sinéresis, acentuación final, etc.
3 Verso suelto es diferente de verso libre. El primero es el que no rima en una composición donde los demás sí riman, y el segundo es el que forma parte de una composición donde los versos no riman (salvo alguna asonancia esporádica) ni tienen medida regular ni se agrupan en estrofas. Los versos sueltos se representan en el esquema métrico con un guión y las letras representan los versos que riman (mayúscula si son de arte mayor –a partir de 9 sílabas-, y minúscula si son arte menor –hasta 8 sílabas-).
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Análisis de textos. Lengua Española y Literatura. 2º Bachillerato. Carmen Galnares
Análisis
y en el plano de las imágenes, pues éstas, aunque variadas, no son
sorprendentes, e incluso las metáforas modernas nos resultan hoy
sencillas.
Destacamos algunos recursos lingüísticos por su importancia
en el poema, como son los adjetivos, verbos y pronombres. Respecto
a la adjetivación, diremos que lo más importante son los adjetivos
calificativos. Aunque no son abundantes, reduciéndose el uso de
esta categoría gramatical a las aludidas pinceladas descriptivas, los
que aparecen sí requieren ser comentados.
En primer lugar, encontramos algunos epítetos constantes
(adjetivos calificativos explicativos con función estética), que
expresan una cualidad incluida en el sustantivo al que acompañan:
“oscuras golondrinas” y “tupidas madreselvas” (vs. 1 y 9); “más
hermosas” (modificador de “madreselvas”, v. 11), en grado
comparativo de superioridad mediante el adverbio cuantificador e
intensificador más; y “profundo sueño” (v. 19). Todos ellos resaltan
esas cualidades del sustantivo y no otras, dándole fuerza expresiva y
proporcionando connotaciones que comentaremos. Por otra parte,
utiliza un adjetivo calificativo especificativo: “absorto” (v. 21), usado
como predicativo, el cual matiza o precisa el significado del
pronombre al que complementa (el “yo” del poeta), y transmite una
pincelada de objetividad a ese fragmento, cuyo contenido es
presentado por el autor como una absoluta certeza.
Más expresivos y poéticos resultan los epítetos metafóricos:
“palabras ardientes” (v. 18), que enlaza con la tradición lírica
trovadoresco-provenzal y petrarquista (ss. XII-XIV), donde “ardiente”
simboliza la pasión amorosa, en la que la pasión y el dolor se funden;
“cuajadas de rocío” (v. 13, modificador de “madreselvas”, v. 9), que
nos sugiere cantidad en abundancia; y “mudo”, modificador del “yo”
del poeta, para sugerir, quizás, el estado emocional al que ha
llegado, en el que su sentir es de tal intensidad que sobran las
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Análisis de textos. Lengua Española y Literatura. 2º Bachillerato. Carmen Galnares
Análisis
palabras. Estas imágenes, aunque metafóricas, son comunes y
sencillas de interpretar.
Otra forma de adjetivación (sin ser adjetivos) son las
subordinadas adjetivas o de relativo: “… aquéllas que el vuelo
refrenaban” (v. 5), “… aquéllas que aprendieron nuestros nombres”
(v. 7), “aquéllas… cuyas gotas mirábamos…” (v. 14), que restan
cierta fluidez al ralentizar el estilo pero añaden matices de
significado que no caben en un solo adjetivo, enriqueciendo el texto
desde el punto de vista semántico.
Por lo que respecta a los verbos, destacamos aquí el uso
significativo de las perífrasis verbales de infinitivo con valor
reiterativo: “Volverán… a colgar”, “Volverán… a escalar”,
“Volverán… a sonar”, en consonancia con la importancia de la idea
del regreso cíclico presente en el tema central. La forma “volverá” se
convierte en auxiliar de la perífrasis y su colocación al comienzo de
cada una de las tres estrofas (formando anáforas) refuerza tal
significado.
Es, asimismo, importante en este texto el uso que hace G. A.
Bécquer de los pronombres. Primeramente, tenemos los
demostrativos “aquéllas”, “ésas” (referidos a “golondrinas” y
“madreselvas”), indicando lejanía (en el espacio y tiempo) y
evocación nostálgica. Después, tenemos los personales (“yo” y “tú”),
dualidad típicamente romántica, en las poesías líricas amorosas.
Dichos pronombres se hallan en este poema, a modo de síntesis
conclusiva, en la estrofa final, la más emotiva y dolorosa: “como yo te
he querido… desengáñate/ ¡así…, no te querrán!”.
Otro rasgo lingüístico significativo es el tipo de léxico empleado
y sus relaciones semánticas. Por una parte, se halla el vocabulario
referido a la naturaleza: palabras relacionadas con las aves
(“golondrinas”, “ala” y “nidos”) y con las plantas (“madreselvas”,
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Análisis de textos. Lengua Española y Literatura. 2º Bachillerato. Carmen Galnares
Análisis
“jardín” y “flores”), siendo aquí “golondrinas” y “madreselvas”
ejemplificaciones del mundo animal y vegetal, respectivamente. Por
otro lado, tenemos el campo de lo humano comunicativo, en el plano
sensorial: vista y oído (“mirábamos”, “palabras”, “oídos”, “sonar”) y
en el plano sentimental (“amor”, la metonimia “corazón” referida al
amor, “desengáñate”, “he querido”). Esta conexión entre
sentimientos y naturaleza es propia del Romanticismo, como
señalamos a propósito del tema, llegando a su expresión máxima en
la personificación de las golondrinas: “aquéllas que aprendieron
nuestros nombres”.
La mayoría de estas palabras, como es normal en la poesía lírica,
son portadoras de connotaciones4, en virtud de lo cual el texto se
llena de sentidos, matices, evocaciones y sugerencias. Así lo vemos
en las palabras que connotan belleza (palabras poéticas per se): y
delicadeza “ala”, “cristal”, “jardín”, “flores”, “gotas de rocío”,
“hermosura”, (la belleza en Bécquer se halla ligada a la mujer, al
amor y a la naturaleza) y las que evocan felicidad: “jugando” y
“dicha”. Contrariamente, se hallan los términos con connotaciones
negativas, como el adverbio “no” (antepuesto a verbos, anticipando
la negación de su futuro sentimental), “oscuras”, “lágrimas” o
“profundo sueño” (con ciertos atisbos de muerte -sin amor, estamos
muertos en vida-). A éstas podemos añadir las palabras con
connotaciones religiosas: “Dios”, “de rodillas”, “adora”, “altar”,
sugiriendo la idealización del amor (otro rasgo romántico) que sintió
el poeta por ella, a quien parece divinizar. En consecuencia,
tendríamos los correspondientes campos asociativos de belleza,
delicadeza, felicidad, religión y muerte.
Como recursos literarios, a parte de los epítetos metafóricos
ya comentados, destacamos dos figuras retóricas sobre las que se
4 Valores subjetivos añadidos al significado objetivo de las palabras o bien interpretación subjetiva del significado de las palabras.
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Análisis de textos. Lengua Española y Literatura. 2º Bachillerato. Carmen Galnares
Análisis
monta el poema: el paralelismo sintáctico y la antítesis. El
paralelismo sintáctico implica la repetición de estructuras
sintácticas entre los versos: 1 y 9; 2 y 10; 5 y 13; además, se repiten
literalmente los versos finales de las dos primeras estrofas a modo de
estribillo (vs. 8 y 16). La última estrofa (vs. 17-24) no forma
paralelismos, siguiendo la aludida técnica común en este poeta de
introducir variaciones en la parte final para llamar la atención sobre
lo que allí se dice (lo más importante en cuanto a contenido).
A su vez, estos paralelismos tienen sus correspondientes
anáforas (repeticiones de las primeras palabras al comienzo de los
versos): “volverán”, “y otra vez”, “pero aquéllas”, que refuerzan el
significado de las palabras repetidas y dan ritmo a los versos (esta
figura se extiende a otros versos no paralelísticos: vs. 22 y 23).
He aquí un ejemplo de estos recursos:
[Volverán las oscuras golondrinas/ (v. 1) Verbo Sujeto
Volverán las tupidas madreselvas/] (v. 9)
Verbo Sujeto
[en tu balcón sus nidos a colgar/ (v. 2) CV CD verbo
de tu jardín las tapias a escalar,/] (v.10) (CN) CD verbo
[pero aquéllas que el vuelo refrenaban,/ (v. 5) Nx. Sujeto
pero aquéllas cuajadas de rocío,/] (v. 13) Nx. Sujeto
[¡ésas…, no volverán!…/ (v. 8)
¡ésas…, no volverán!…] (v. 16)
El paralelismo sintáctico proporciona ordenación de
pensamiento, claridad de expresión y ayuda a conseguir el ritmo. A
su vez, estas repeticiones de estructuras similares acentúan la
intensidad del sentimiento de melancolía que envuelve el poema. El
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Análisis de textos. Lengua Española y Literatura. 2º Bachillerato. Carmen Galnares
Análisis
paralelismo semántico (estrofas 1 y 2) reincide en esas mismas
ideas de lo que ocurrirá y no ocurrirá en el futuro, intensificándolas y
formando un reiterado contraste.
En cuanto a la aludida antítesis (contraste o contraposición), se
manifiesta en varios planos. Primeramente, se da una contraposición
en el plano conceptual: el renacimiento (de la naturaleza animal y
vegetal) frente al no renacimiento (del amor muerto). En segundo
lugar, se da una contraposición de planos temporales: el futuro
(”volverán”, “llamarán”, “abrirán”…) frente al pasado (“refrenaban”,
“mirábamos”, “he querido”). En tercer lugar, tenemos la afirmación
(“volverán”) frente a la negación (“no volverán”). En cuarto lugar, la
contraposición pronominal: “yo/tú” en conflicto, ejes del contenido
del poema. Así pues, los planos antitéticos quedan reforzados por
contraste y queda patente una sensación de equilibrio en los
contenidos.
Otro recurso de estilo muy becqueriano es el hipérbaton o
cambio del orden habitual de las palabras en el enunciado, si bien no
resta transparencia o claridad al estilo, al ser suave: “Volverán las
oscuras golondrinas… a colgar” (“las oscuras golondrinas volverán a
colgar…”); “Volverán las tupidas madreselvas… a escalar“ (= “las
tupidas madreselvas volverán a escalar…”); “… en tu balcón sus
nidos…” (= “… sus nidos en tu balcón…”); “de tu jardín las tapias…”
(= “las tapias de tu jardín…”); “y otra vez con el ala… llamarán” (=
“y otra vez llamarán con el ala…”); “y otra vez a la tarde… sus flores
se abrirán” (= “y otra vez sus flores se abrirán a la tarde”);
“Volverán del amor en tus oídos/ las palabras ardientes a sonar” (=
“las palabras ardientes del amor volverán a sonar en tus oídos”). El
hipérbaton resalta el significado de lo que se antepone: en este caso
las palabras portadoras de significados clave en el poema.
En conclusión, se trata de uno de los más significativos poemas
de G. A. Bécquer y probablemente el más conocido. En él sintetiza
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Análisis de textos. Lengua Española y Literatura. 2º Bachillerato. Carmen Galnares
Análisis
temas y recursos expresivos recurrentes en toda su poesía. Llama la
atención la gran sencillez y facilidad para entender el contenido y
desentrañar su significado literal mientras que resulta difícil definir
el tema como la formulación de un mensaje más allá del mero plano
literal.
En este poema se confirma una vez más la paradójica relación
entre el hombre y la naturaleza. Ésta se presenta aquí como un ente
superior al hombre, en el sentido de que le sobrevive renovada, pues
muere para renacer cuando el sentimiento humano desaparece para
siempre; así, las golondrinas seguirán “jugando”; las madreselvas
treparán de nuevo (“aún más hermosas”), cuando lo esencial del
hombre haya muerto.
Pero también se presenta una visión típicamente romántica en
la que hay una complicidad entre la naturaleza y los sentimientos
humanos (éstos se proyectan en ella), de modo que no regresarán los
elementos que presenciaron el amor de la pareja (su no regreso o su
muerte se alía con la muerte del amor).
En cuanto a la métrica parece un poema perfecto por su
regularidad, aunque con las suficientes variantes como para no caer
en la monotonía, algo bastante difícil cuando las palabras que riman
son tiempos verbales en futuro con acentuación aguda.
En general, este poema lírico es rico en sugerencias o poder
evocador, implicando la suficiente sensibilidad e intensidad como
para que nos transmita cierta emoción incluso hoy en día, y
desprendiendo un “algo” que no nos cansa al releerlo.
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