Cómo ayudan las hojas a las plantas

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¿Cómo ayudan las hojas a las plantas? Las hojas ayudan a las plantas verdes a usar el agua, el aire y la luz del Sol para producir su alimento, que es un tipo de azúcar. El agua del suelo es absorbida por las raíces, se mueve a través del tallo y se distribuye a todas las partes verdes de la planta. Los gases del aire junto a la luz del Sol entran por las hojas permitiendo que la planta produzca su alimento. Otras formas de ayuda Como ya hemos visto, en las hojas se produce el alimento de la planta. Pero no solo eso; además, las hojas controlan la cantidad de agua que tiene la planta. Si las plantas tienen demasiada agua, las hojas la dejan salir a través de unos agujeros. Una planta puede detener la pérdida de agua cerrando estos agujeros. Las hojas también pueden evitar que los animales coman las plantas. Algunas pueden ser venenosas, afiladas con espinas o duras para masticar. La forma y la estructura de la hoja está adaptada a las condiciones en que vive la planta. Las hojas típicas de regiones sometidas a una humedad moderada, son muy distintas de las propias de regiones tropicales, húmedas o frías, y secas. En plantas propias de regiones áridas, como el aloe vera, las hojas están cubiertas con una capa de cera y son mucho más esponjosas, lo que permite retener gran cantidad de agua. Por su parte, las hojas de las coníferas, adaptadas a regiones frías y ventosas, tienen hojas largas y finas que ofrecen una superficie mínima a la pérdida de agua.

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¿Cómo ayudan las hojas a las plantas?

Las hojas ayudan a las plantas verdes a usar el agua, el aire y la luz del Sol para producir su alimento, que es un tipo de azúcar.

El agua del suelo es absorbida por las raíces, se mueve a través del tallo y se distribuye a todas las partes verdes de la planta.

Los gases del aire junto a la luz del Sol entran por las hojas permitiendo que la planta produzca su alimento.

Otras formas de ayuda

Como ya hemos visto, en las hojas se produce el alimento de la planta. Pero no solo eso; además, las hojas controlan la cantidad de agua que tiene la planta. Si las plantas tienen demasiada agua, las hojas la dejan salir a través de unos agujeros. Una planta puede detener la pérdida de agua cerrando estos agujeros.

Las hojas también pueden evitar que los animales coman las plantas. Algunas pueden ser venenosas, afiladas con espinas o duras para masticar.

La forma y la estructura de la hoja está adaptada a las condiciones en que vive la planta. Las hojas típicas de regiones sometidas a una humedad moderada, son muy distintas de las propias de regiones tropicales, húmedas o frías, y secas.

En plantas propias de regiones áridas, como el aloe vera, las hojas están cubiertas con una capa de cera y son mucho más esponjosas, lo que permite retener gran cantidad de agua. Por su parte, las hojas de las coníferas, adaptadas a regiones frías y ventosas, tienen hojas largas y finas que ofrecen una superficie mínima a la pérdida de agua.