Compren Lectora UN JUEZ JUSTO

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INSTITUTO DE HUMANIDADES Lenguaje y comunicación ALFREDO SILVA SANTIAGO NM1 - Primer año C 2009 CONCEPCIÓN Prof. Leopoldo Jerez GUÍA DE TRABAJO N° 2: Comprensión de lectura INSTRUCCIONES: Lee con detención el siguiente texto y luego desarrolla las actividades que se te proponen en los espacios asignados. UN JUEZ JUSTO Un rey argelino llamado Bauakas quiso averiguar si era cierto o no, como le habían dicho, que en una de sus ciudades vivía un juez justo que podía discernir 1 la verdad en el acto, y que ningún pillo había podido engañarle nunca. Bauakas cambió su ropa por la de un mercader y fue a caballo a la ciudad donde vivía el juez. A la entrada de la ciudad, un lisiado se acercó al rey y le pidió limosna. Bauakas le dio dinero e iba a seguir su camino, pero el tullido 2 se aferró a su ropaje. – ¿Qué deseas? -preguntó el rey- ¿No te he dado dinero? – Me diste una limosna -dijo el lisiado- ahora hazme un favor. Déjame montar contigo hasta la plaza principal, ya que de otro modo los caballos y camellos pueden pisotearme. Bauakas sentó al lisiado detrás de él sobre el caballo y lo llevó hasta la plaza. Allí detuvo su caballo, pero el lisiado no quiso bajarse. – Hemos llegado a la plaza, ¿por qué no te bajas? -preguntó Bauakas. – ¿Por qué tengo que hacerlo? -contestó el mendigo-. Este caballo es mío. Si no quieres devolvérmelo, tendremos que ir a juicio. Al oír su disputa 3 , la gente se arremolinó alrededor de ellos gritando: – ¡Id al juez! ¡Él juzgará! Bauakas y el lisiado fueron al juez. Había más gente ante el tribunal y el juez llamaba a cada uno por turno. Antes de llegar a Bauakas y al lisiado, escuchó a un estudiante y a un campesino. Habían ido al tribunal a causa de una mujer: el campesino decía que era su esposa y el estudiante decía que era la suya. El juez escuchó a los dos, permaneció en silencio durante un momento, y luego dijo: – Dejad a la mujer aquí conmigo y volved mañana. 1 discernir: verbo. Distinguir algo de otra cosa, señalando la diferencia que hay entre ellas. 2 tullido: adj. Que ha perdido el movimiento del cuerpo o de alguno de sus miembros. 3 disputa: Discusión sobre un asunto. 1

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UN JUEZ JUSTO

INSTITUTO DE HUMANIDADES Lenguaje y comunicacin

ALFREDO SILVA SANTIAGO NM1 - Primer ao C 2009

CONCEPCIN Prof. Leopoldo Jerez

GUA DE TRABAJO N 2: Comprensin de lectura

INSTRUCCIONES: Lee con detencin el siguiente texto y luego desarrolla las actividades que se te proponen en los espacios asignados.

UN JUEZ JUSTO

Un rey argelino llamado Bauakas quiso averiguar si era cierto o no, como le haban dicho, que en una de sus ciudades viva un juez justo que poda discernir la verdad en el acto, y que ningn pillo haba podido engaarle nunca. Bauakas cambi su ropa por la de un mercader y fue a caballo a la ciudad donde viva el juez.

A la entrada de la ciudad, un lisiado se acerc al rey y le pidi limosna. Bauakas le dio dinero e iba a seguir su camino, pero el tullido se aferr a su ropaje.

Qu deseas? -pregunt el rey- No te he dado dinero?

Me diste una limosna -dijo el lisiado- ahora hazme un favor. Djame montar contigo hasta la plaza principal, ya que de otro modo los caballos y camellos pueden pisotearme.

Bauakas sent al lisiado detrs de l sobre el caballo y lo llev hasta la plaza.

All detuvo su caballo, pero el lisiado no quiso bajarse.

Hemos llegado a la plaza, por qu no te bajas? -pregunt Bauakas.

Por qu tengo que hacerlo? -contest el mendigo-. Este caballo es mo. Si no quieres devolvrmelo, tendremos que ir a juicio.

Al or su disputa, la gente se arremolin alrededor de ellos gritando:

Id al juez! l juzgar!

Bauakas y el lisiado fueron al juez. Haba ms gente ante el tribunal y el juez llamaba a cada uno por turno. Antes de llegar a Bauakas y al lisiado, escuch a un estudiante y a un campesino. Haban ido al tribunal a causa de una mujer: el campesino deca que era su esposa y el estudiante deca que era la suya. El juez escuch a los dos, permaneci en silencio durante un momento, y luego dijo:

Dejad a la mujer aqu conmigo y volved maana.

Cuando se hubieron ido, un carnicero y un mercader de aceite se presentaron ante el juez. El carnicero estaba manchado de sangre y el mercader de aceite. El carnicero llevaba unas monedas en la mano y el mercader de aceite se agarraba a la mano del carnicero.

Estaba comprando aceite a este hombre - dijo el carnicero - y, cuando cog mi bolsa para pagarle, me cogi la mano e intent quitarme todo el dinero. Por eso hemos venido ante ti; yo sujetando mi bolsa y l sujetando mi mano. Pero el dinero es mo y l es un ladrn.

A continuacin habl el mercader de aceite:

Eso no es verdad -dijo-. El carnicero vino a comprarme aceite y despus de llenarle un jarro, me pidi que le cambiara una pieza de oro. Cuando saqu mi dinero y lo puse en el mostrador, l lo cogi e intent huir. Lo agarr de la mano, como ves, y lo he trado ante ti.

El juez permaneci en silencio durante un momento, luego dijo:

Dejad el dinero aqu conmigo y volved maana.

Cuando lleg su turno, Bauakas cont lo que haba sucedido. El juez lo escuch y despus pidi al mendigo que hablara.

Todo lo que ha dicho es falso -dijo el mendigo-. l estaba sentado en el suelo y yo iba a caballo por la ciudad, cuando me pidi que lo llevase. Lo mont en mi caballo y lo llev a donde quera ir. Pero, cuando llegamos all, no quiso bajarse y dijo que el caballo era suyo, lo cual no es cierto.

El juez pens un momento, luego habl:

Dejad el caballo conmigo y volved maana.

Al da siguiente, fue mucha gente al tribunal a escuchar las sentencias del juez.

Primero vinieron el estudiante y el campesino.

Toma tu esposa -dijo el juez al estudiante- y el campesino recibir cincuenta latigazos.

El estudiante tom a su mujer y el campesino recibi su castigo.

Despus, el juez llam al carnicero.

El dinero es tuyo -le dijo. Y sealando al mercader de aceite, orden:

Dadle cincuenta latigazos.

A continuacin llam a Bauakas y al lisiado.

Reconoceras tu caballo entre otros veinte? -pregunt a Bauakas.

S -respondi.

Y t? -pregunt al mendigo.

Tambin -dijo el lisiado.

Ven conmigo -dijo el juez a Bauakas.

Fueron al establo. Bauakas seal inmediatamente a su caballo entre los otros veinte. Luego el juez llam al lisiado al establo y le dijo que sealara el caballo. El mendigo tambin reconoci el caballo y lo seal. El juez volvi a su asiento.

Coge el caballo, es tuyo -dijo a Bauakas- Dad al mendigo cincuenta latigazos.

Cuando el juez sali del tribunal y se fue a su casa, Bauakas le sigui.

Qu quieres? -le pregunt el juez-. No ests satisfecho con mi sentencia?

Estoy satisfecho -dijo Bauakas-. Pero me gustara saber cmo supiste que la mujer era del estudiante, el dinero del carnicero y que el caballo era mo y no del mendigo.

De este modo averig lo de la mujer: por la maana la mand llamar y le dije: Por favor, llena mi tintero! Ella cogi el tintero, lo lav rpida y hbilmente y lo llen de tinta; por lo tanto, era una tarea a la que ella estaba acostumbrada.

Si hubiera sido la mujer del campesino, no hubiera sabido cmo hacerlo.

Esto me demostr que el estudiante estaba diciendo la verdad. Y de esta manera supe lo del dinero: lo puse en una taza llena de agua, y por la maana mir si haba subido a la superficie algo de aceite. Si el dinero hubiera pertenecido al mercader de aceite, se hubiera ensuciado con sus manos grasientas. No haba aceite en el agua, por lo tanto, el carnicero deca la verdad. Fue ms difcil descubrir lo del caballo. El tullido lo reconoci entre otros veinte, igual que t. Sin embargo, yo no os llev al establo para ver cul de los dos conoca al caballo, sino para ver cul de los dos era reconocido por el caballo. Cuando te acercaste, volvi su cabeza y estir el cuello hacia ti; pero cuando el lisiado lo toc, ech hacia atrs sus orejas y levant una pata. Por lo tanto supe que t eras el autntico dueo del caballo.

Entonces, Bauakas dijo al juez:

No soy un mercader sino el rey Bauakas. Vine aqu para ver si lo que se deca sobre ti era verdad. Ahora veo que eres un juez sabio. Pdeme lo que quieras y te lo dar como recompensa.

No necesito recompensa, -respondi el juez-. Estoy contento de que mi rey me haya elogiado.

Un juez Justo por Len Tolstoy de Fbulas y Cuentos de Hadas, traducido al ingls por Ann Dunningan.

1.- Por qu no quera Bauakas ser reconocido? (1 punto)

a) Quera averiguar si le seguiran obedeciendo siendo una persona normal.

b) Tena la intencin de aparecer ante el juez disfrazado de mercader.

c) Le gustaba disfrazarse para poder moverse libremente y gastar bromas.

d) Quera ver cmo actuaba el juez habitualmente, sin estar influido por la presencia del rey.

2.- Cmo supo el juez que la mujer era la esposa del estudiante? (1 punto)

a) Observando su aspecto y viendo que no pareca la mujer de un campesino.

b) Por el modo en que el estudiante y el campesino contaron sus historias en el tribunal.

c) Por la manera en que ella reaccion frente al campesino y al estudiante en el tribunal.

d) Comprobando su habilidad en el trabajo que habitualmente haca para su marido.

3.- Cmo supo el juez que las monedas eran del carnicero y no del mercader de aceites? Explica detalladamente tu respuesta. (2 puntos)

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4.- Cmo supo el juez que el caballo era de Bauakas y no del mendigo? (1 punto)

a) Por el pelaje del caballo. b) Por la reaccin del caballo ante ellos.

c) Por la limpieza del caballo. d) Porque los mendigos no tienen caballos.

5.- Sobre qu trata este relato en general? (1 punto)

a) Delitos graves. b) Justicia prudente.

c) Un buen gobernante. d) Una broma ingeniosa.

6.- Por qu el juez no necesita recompensa por parte del rey? (1 punto)

a) El juez es muy rico y no necesita nada del rey.

b) El juez considera que su sabidura para juzgar es suficiente recompensa divina y no necesita ningn tipo de recompensa material.

c) El juez se siente feliz de que el rey lo haya ido a ver especialmente a l y eso es suficiente.

d) El juez est satisfecho con que el rey alabe su trabajo.

7.- Cul de los siguientes tipos de relato describe mejor esta historia? (1 punto)

a) Cuento tradicional b) Historia de viajes c) Narracin histrica d) Tragedia e) Comedia

8.- Crees que fue justo por parte del juez castigar de la misma manera todos los delitos? Justifica tu respuesta aludiendo a semejanzas y diferencias entre los tres delitos. (2 puntos)

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...

discernir: verbo. Distinguir algo de otra cosa, sealando la diferencia que hay entre ellas.

tullido: adj. Que ha perdido el movimiento del cuerpo o de alguno de sus miembros.

disputa: Discusin sobre un asunto.

mercader: Persona que trata o comercia con gneros vendibles.

sentencia: Resolucin del juez.

establo: Lugar cubierto en que se encierra ganado para su descanso y alimentacin.

tintero: Recipiente en que se pone la tinta de escribir.

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