Comprendiendo el libro de Samuel parte 1 Como ser un buen padre y como educar a tus hijos.
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1 PARTE.
COMPRENDIENDO EL LIBRO DE
SAMUEL
(“Pedido a Dios”)
Introducción.
Los acontecimientos abarcan un periodo
de unos 115 años aproximadamente, esto
es; desde la infancia de Samuel, pasando
por los difíciles tiempos del reinado de
Saúl hasta el comienzo del reinado de
David.
Introducción.
La historia comienza al final del largo
periodo de los Jueces, siendo Samuel el
ultimo de estos.
Cuando Samuel asumió su papel de Juez,
Israel se encontraba en un estado de
calamidad y apostasía espiritual, con todas
sus consecuencias.
Prácticamente (en la Practica) habían
rechazado a Dios, y ante las
consecuencias comienzan a clamar por un
rey terrenal.
Antecedentes
Elí el Sacerdote.ELÍ era sacerdote y juez de Israel.
Ocupaba los puestos más altos y de mayorresponsabilidad entre el pueblo de Dios.
Como hombre escogido divinamente para lassagradas obligaciones del sacerdocio, y puestosobre todo el país.
Era la autoridad judicial más elevada, se leconsideraba como un ejemplo, y ejercía unagran influencia sobre las tribus de Israel.
Antecedentes
Elí el Sacerdote.
Elí era un padre amoroso, tierno, paciente,
ocupado, débil de carácter, ……tolerante.
Amaba tanto la paz y la comodidad, que
no ejercía su autoridad para corregir los
malos hábitos ni las pasiones de sus hijos.
Antes que contender con ellos, o
castigarlos, prefería someterse a la
voluntad de ellos, y les cedía en todo.
Antecedentes
Elí el Sacerdote.
En vez de considerar la educación de sus
hijos como una de sus responsabilidades
más importantes, trataba el asunto como si
tuviera muy poca importancia.
El sacerdote y juez de Israel no era
ignorante respecto de la obligación de
refrenar y disciplinar a los hijos que Dios
había confiado a su cuidado.
Antecedentes
Elí el Sacerdote.
Pero Elí dejo de lado estas obligaciones, porque
significaban estar en contra de la voluntad de sus
hijos, y le imponía la necesidad de castigarlos y
de negarles ciertas cosas.
Sin tomar en cuenta las consecuencias terribles
de su proceder, satisfizo todos los deseos de
sus hijos, y descuidó la obra de prepararlos
para el servicio de Dios y los deberes de la
vida.
Elí permitió que sus hijos le dominaran a él.
Antecedentes
Elí el Sacerdote.
El padre se sometió a los hijos.
La maldición de la transgresión era aparenteen la corrupción y la impiedad que distinguíanla conducta de sus hijos.
No apreciaban debidamente el carácter deDios ni la santidad de su ley.
El padre no había corregido la falta derespeto que manifestaban hacia su propiaautoridad, ni había refrenado suirreverencia por los servicios solemnes delsantuario.
Antecedentes
Elí el Sacerdote.
Aunque estaban completamente
incapacitados para el cargo, fueron
puestos en el santuario como sacerdotes
para ministrar ante Dios.
El Señor había dado instrucciones muy
precisas con respecto al ofrecimiento de
los sacrificios; pero estos impíos cumplían
el servicio de Dios con desprecio de la
autoridad y no prestaban atención a la
ley de las ofrendas y sacrificios, que
debían presentarse de la manera más
solemne.
Antecedentes
Elí el Sacerdote.
Los sacrificios, que apuntaban a la futura
muerte de Cristo, tenían por objeto
conservar en el corazón del pueblo la fe en
el Redentor que había de venir.
Por consiguiente, era de suma importancia
que se acatasen estrictamente las
instrucciones del Señor con respecto a
ellos.
Los sacrificios de agradecimiento eran
especialmente una expresión de gracias a
Antecedentes
Elí el Sacerdote.
Los hijos de Elí, en vez de reconocer la
solemnidad de este servicio simbólico, sólo
pensaban en cómo hacer de él un medio
de satisfacer sus propios deseos.
No se contentaban con la parte de las
ofrendas de gracias que se les destinaba,
y exigían una porción adicional; y el gran
número de estos sacrificios que se
presentaban en las fiestas anuales daba a
los sacerdotes oportunidad de
enriquecerse a costa del pueblo.
Antecedentes
Elí el Sacerdote.Esta irreverencia por parte de los sacerdotesno tardó en despojar los servicios de susignificado santo y solemne, y los delpueblo "menospreciaban los sacrificios deJehová." ( 1 Sam. 2:12-36.)
El pueblo se quejaba de sus actos deviolencia, y el sumo sacerdote sintió pesary angustia.
No pudo callar por más tiempo. Pero sushijos se habían criado pensando sólo en símismos, y ahora no respetaban a nadie.Veían la angustia de su padre, pero suscorazones endurecidos no se conmovían.
Antecedentes
Elí el Sacerdote.
Si Elí hubiera tratado con justicia a sus
hijos impíos, habrían sido destituidos del
sacerdocio y castigados con la muerte.
Temiendo deshonrarlos así públicamente y
condenarlos, los mantuvo en los puestos
más sagrados y de más responsabilidad.
Siguió permitiéndoles que mezclaran su
corrupción con el santo servicio de Dios.
Pero cuando el juez de Israel
descuidó su obra, Dios se
tuvo que hacer cargo de la
situación.
Dios acusó a Elí de honrar a sus
hijos más que al Señor.
1 Samuel 2:27-36
Los que siguen sus propias
inclinaciones, en su afecto ciego por sus
hijos, y, les permiten que satisfagan sus
deseos egoístas, no les hacen sentir el
peso de la autoridad de Dios para
reprender el pecado y corregir el mal,
ponen de manifiesto que honran a sus
hijos más que a Dios.
No hay maldición más grande en una casa que la
de permitir a los niños que hagan su propia
voluntad.
Cuando los padres acceden a todos los deseos de
sus hijos y les permiten participar en cosas que
reconocen perjudiciales, los hijos pierden pronto
todo respeto por sus padres, toda consideración
por la autoridad de Dios o del hombre, y son
llevados cautivos de la voluntad de Satanás.
La influencia de una familia mal gobernada se
difunde, y es desastrosa para toda la sociedad. Se
acumula en una ola de maldad que afecta a las
familias, las comunidades y los gobiernos.
A causa de su cargo, la influencia de Elí era
mayor que si hubiera sido un hombre común.
Su vida familiar se imitaba por doquiera en
Israel.
Los resultados funestos de su negligencia y
de sus costumbres indulgentes se podían ver
en miles de hogares que seguían el modelo de
su ejemplo.
Si se toleran las prácticas impías en los hijos
mientras que los padres hacen profesión de
religión, la verdad de Dios queda expuesta al
oprobio.
Como Ofni y Finees, inducen al pueblo a
aborrecer el sacrificio a Jehová. Puede ser que
se entreguen secretamente a su mala conducta
por algún tiempo; pero cuando finalmente se
revela su verdadero carácter, la fe del pueblo
recibe un golpe que a menudo resulta en la
destrucción de toda fe en la religión.
Queda en su mente desconfianza hacia todos
los que profesan enseñar la palabra de Dios.
Reciben con dudas el mensaje del siervo
verdadero de Cristo. Se preguntan
constantemente: "¿No será este hombre
como aquel que creíamos tan santo y que
resultó tan corrupto?"
Así pierde la palabra de Dios todo su poder
sobre las almas de los hombres.
1 Samuel 2:24-25
Si hubiese sido cualquier tipo de transgresión o
pecado, el como sumo sacerdote hubiera tenido
la oportunidad de ofrecer algún tipo de sacrificio
correspondiente al pecado.
Pero sus pecados estaban tan entretejidos con
su ministerio como sacerdotes del Altísimo en el
ofrecimiento de sacrificios por los pecados, y la
obra de Dios había sido tan profanada y
deshonrada ante el pueblo, que no había
expiación aceptable en su favor.
Su propio padre, a pesar de que era sumo
sacerdote, no se atrevía a interceder por ellos; ni
podía escudarlos de la ira de un Dios santo.
De todos los pecadores existentes, son más
culpables los que arrojan menosprecio sobre
los medios que el Cielo proveyó para la
redención del hombre, los que crucifican
“…de nuevo para si mismos al hijo de
Dios,…" y le exponen “…a vituperio…" (Heb.
6: 6.)
Fin 1 parte