Conceptos Basicos de Cultura Ambiental U1
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UNIVERSIDAD JUAREZ AUTONOMA DE TABASCO DIVISION ACADEMICA DE CIENCIAS BIOLOGICAS
ACTIVIDAD INTEGRADORA Conceptos básicos de Cultura Ambiental Profesor Eduardo S. López‐Hernández
DATOS GENERALES ALUMNO Cultura Ambiental: Plan Flexible‐UJAT Fecha:Profesor: Calificación: Apellido paterno Apellido materno Nombre(s)
División Académica de: Carrera: Matrícula:
Correo electrónico:
Discute el diagrama conceptual y elabora una propuesta personal.
Fuente: López‐Hernández, ES. 2008
Diagrama conceptual propuesto por el alumno:
Cumplimenta la Tabla I. con las definiciones que investigaste y con las que te han planteado tus compañeros y el profesor, tu propones
Elabora una definición que establezca un consenso sobre cultura ambiental: Con base en la figura siguiente, expresa tus opiniones sobre la siguiente cuestión: ¿La Cultura Madre Olmeca en el pasado contaba con los elementos de una cultura ambiental? ¿Qué ha sido de los herederos de esta cultura actualmente?
Anota la Bibliografía y las referencias de las Fuentes consultadas.
Concepto Conceptos que investigaste
Conceptos del profesor
Conceptospropios
Conceptos del grupo
Ambiente Arte Base Material Ciencia Costumbres Cultura Patrimonio cultural
Sustentabilidad
Anexo: Cultura (del latín «cultura»: cultivo, elaboración). Conjunto de valores materiales y espirituales, así como de los procedimientos para crearlos, aplicarlos y transmitirlos, obtenidos por el hombre en el proceso de la práctica histórico‐social. En un sentido más estricto de la palabra, suele hablarse de cultura material (técnica, experiencia de producción y otros valores materiales) y de cultura espiritual (resultados en el campo de la ciencia, del arte y la literatura, de la filosofía, de la moral, de la instrucción, etc.). La cultura es un fenómeno histórico que se desarrolla en dependencia del cambio de las formaciones económico‐sociales. Frente a las teorías idealistas de la cultura, que la separan de su base material y la explican como un producto espiritual de la «élite», el marxismo‐leninismo ve el proceso de producción de bienes materiales como la base y la fuente del progreso de la cultura espiritual; ello explica, precisamente, que la cultura sea fruto de la actividad de las amplias masas de trabajadores. Dependiente, en lo decisivo, de las condiciones materiales, la cultura espiritual no cambia automáticamente tras el cambio de la cultura material, sino que se caracteriza por poseer una independencia y sucesividad relativas en su desarrollo, por una recíproca influencia con las culturas de los distintos pueblos, &c. En la sociedad capitalista, de clases, la cultura adquiere un sentido de clase tanto por su contenido ideológico como por su orientación práctica, lo cual se traduce en la presencia de dos culturas dentro de cada cultura nacional: la burguesa, dominante, y la de las masas oprimidas, existente bajó el aspecto de elementos más o menos desarrollados de cultura democrática y socialista. Resulta necesario, por tanto, delimitar los conceptos de «cultura de la sociedad burguesa» y «cultura burguesa» (o sea, cultura de la clase dominante). La cultura socialista, que hereda todos los resultados progresivos del pasado, se diferencia de manera radical de la cultura burguesa de nuestro tiempo, tanto por su esencia ideológica como por su función social, hecho que refleja la superioridad general del modo socialista de producción sobre el capitalista. No es posible crear y afirmar la cultura socialista sin realizar la revolución socialista, de la que forma una parte componente e inseparable la revolución cultural. Los rasgos distintivos de la cultura socialista son: carácter popular,
ideales comunistas, concepción científica del mundo, humanismo socialista, colectivismo, patriotismo e internacionalismo socialistas. El papel rector en la creación y en el desarrollo de la cultura socialista lo desempeña el Partido Comunista, cuya acción influye sobre toda la actividad cultural y educativa del Estado socialista. Gracias a esta actividad, la Unión Soviética se ha convertido en un país de una elevada cultura de masas. Bajo el socialismo florecen las culturas nacionales por su forma, socialistas por su contenido; cada día se hace más intensivo el intercambio de valores materiales y espirituales entre las naciones, el tesoro, cultural de cada una de ellas se enriquece cada vez más con creaciones que adquieren carácter internacional; se desarrollan los rasgos comunistas generales de la cultura, lo cual facilitará la formación de la cultura del mañana, única para toda la humanidad, la cultura de la sociedad comunista. «La cultura del comunismo –se dice en el programa del P. C. U. S. –al incorporar y desarrollar lo mejor que ha creado la cultura mundial, constituirá un peldaño nuevo, más alto, en el desarrollo cultural de la humanidad. Será la encarnación de toda la variedad y riqueza de la vida espiritual de la sociedad, de los elevados ideales y el humanismo del mundo nuevo. Será la cultura de la sociedad sin clases, de todo el pueblo, de toda la humanidad».
Ciencia
Forma de la conciencia social; constituye un sistema, históricamente formado, de conocimientos ordenados cuya veracidad se comprueba y se puntualiza constantemente en el curso de la práctica social.
La fuerza del conocimiento científico radica en el carácter general, universal, necesario y objetivo de su veracidad.
A diferencia del arte, que refleja el mundo valiéndose de imágenes artísticas, la ciencia lo aprehende en conceptos mediante los recursos del pensamiento lógico.
Frente a la religión, que ofrece una representación tergiversada y fantástica de la realidad, la ciencia formula sus conclusiones basándose en hechos.
La fuerza de la ciencia está en sus generalizaciones, en el hecho de que tras lo casual y caótico, halla e investiga leyes objetivas sin cuyo conocimiento no es posible desplegar una
actividad práctica consciente y orientada hacía un determinado objetivo.
La fuerza motriz de la ciencia estriba en las necesidades del desarrollo de la producción material, en las necesidades del avance de la sociedad.
El progreso de la ciencia consiste en pasar del descubrimiento de nexos de causa‐efecto y de conexiones esenciales relativamente simples, a la formulación de leyes del ser y del pensar más profundas y básicas.
La dialéctica del conocimiento científico, los nuevos descubrimientos y teorías no anulan los resultados anteriores, no niegan su veracidad objetiva que se limitan a puntualizar los límites de su aplicación y concretan su lugar en el sistema general del saber científico.
La ciencia se halla íntimamente vinculada a la concepción filosófica del mundo, concepción que la pertrecha con el conocimiento de las leyes más generales del desenvolvimiento del mundo objetivo, con la teoría del conocimiento, con el método de investigación.
El idealismo conduce a la ciencia al callejón sin salida del agnosticismo, la subordina a la religión.
En las condiciones actuales, únicamente la filosofía del materialismo dialéctico puede servir de instrumento para el acertado estudio de la realidad, puede ser una fuente de amplias y fecundas generalizaciones.
La ciencia, surgida de las necesidades de la actividad práctica relacionada con la producción y la vida social, a la vez que experimenta sin cesar el influjo estimulante de tal actividad, influye poderosamente sobre el transcurso del desarrollo de la sociedad.
Hoy, no es posible concebir la producción sin la ciencia, cuya importancia crece constantemente. La ciencia, al aproximarse a la producción en el proceso que conduce al establecimiento de la base material y técnica del comunismo, se convierte en una fuerza productiva directa de la sociedad.
Ciencia natural
Ciencia de la naturaleza; conjunto de disciplinas que estudian la naturaleza tomada como [66] un todo; es una de las tres esferas básicas del saber humano (las otras dos son las ciencias de la sociedad y las del pensar).
La ciencia natural constituye la base teórica de la técnica industrial y agrícola, así como de la medicina; es el fundamento científico del materialismo filosófico y de la interpretación dialéctica de la naturaleza.
El objeto de la ciencia natural radica en las distintas especies de materia y en las formas de movimiento de las mismas, en su manera de actuar y de manifestarse en la naturaleza, en sus nexos y leyes, en las formas básicas del ser.
Por su contenido, por el método con que se estudian los fenómenos de la naturaleza, por el modo de concebir tales fenómenos, la ciencia natural puede dividirse en empírica y teórica; por el carácter de su objeto, en inorgánica y orgánica; la inorgánica tiene por objeto las formas del movimiento que actúan en la naturaleza inanimada (mecánicas, físicas, químicas, &c.); la orgánica, los fenómenos de la vida (formas biológicas del movimiento). Con esto queda determinada la estructura interna de la ciencia natural, la clasificación de las ciencias.
La ciencia natural está estrechamente vinculada a la filosofía, pues participa en la elaboración de una imagen científico natural o «física» del mundo. Realiza esto, ante todo, gracias a su parte teórica (conceptos, categorías, leyes, teorías, hipótesis), así como mediante la elaboración de procedimientos y métodos de investigación científica; influye de manera directa en la evolución de la filosofía, condiciona con arreglo a leyes, los cambios de forma del materialismo en dependencia de los descubrimientos científicos que crean época.
Por otra parte, la ciencia natural se halla íntimamente unida a la técnica, al proceso de la producción. La ciencia natural que constituye la «potencia espiritual de la producción» (Marx), se presenta como una fuerza directa sui géneris de la producción, con la particularidad de que en el proceso de construcción de la sociedad comunista, dicha función social de la ciencia natural se revela plenamente, como se indica en el Programa del P. C. U. S.
En líneas generales, el desarrollo de la ciencia natural va de la contemplación directa de la naturaleza (en la Antigüedad grecorromana) a través de su desmembración analítica (siglos XV‐XVIII) consolidada y absolutizada, transformada por tanto en concepción metafísica de la naturaleza, a la reconstrucción sintética del cuadro de la naturaleza en todo lo que tiene ésta de polifacética, íntegra y concreta (siglos XIX‐XX).
La penetración espontánea de la dialéctica en la ciencia natural, hecho que se produjo en el siglo XIX, se complicó en el nuestro a causa de la crisis de las ciencias naturales, crisis
cuyas causas puso al descubierto Lenin en «Materialismo y empiriocriticismo».
En esa misma obra Lenin señaló los caminos que debían seguirse para superar la crisis en la física.
En el centro de la ciencia natural contemporánea, se halla la física, que encuentra procedimientos para utilizar la energía atómica y penetrar en la esfera del microcosmo y hoy, ya, en las profundidades de las partículas «elementales»; la física estimula el desarrollo de otras ramas de la ciencia natural: astronomía (cosmonáutica), cibernética, química, biología.
La física, junto con la química, la matemática y la cibernética, ayuda a la biología molecular a resolver teórica y experimentalmente el problema de la biosíntesis (de la preparación artificial de la albúmina viva), facilita el descubrimiento de la esencia material de la herencia y la resolución de otros importantísimos problemas.
Sin un profundo estudio de las cuestiones filosóficas que plantea el avance de la ciencia natural moderna, es imposible elaborar eficientemente la dialéctica materialista y luchar con éxito contra las teorías religiosas e idealistas que también hoy, como en la linde entre los siglos XIX y XX viven parasitarias de la revolución –aún en curso– de la ciencia natural.
¿Ambiente o Medio Ambiente?
Aprovechamos esta oportunidad para solicitar discutir el uso de los vocablos "medio ambiente" o "medioambiental" que como bien saben son errores que cometemos frecuentemente por costumbrismo. Es por esto que ante ese tipo de errores gramaticales y de contenido, nos preguntamos entonces, ¿Cuándo dejaremos de usar la falsa palabra "medioambiental" para aplicar la palabra correcta, es decir, ambiental? Es en virtud de eso, que siento la obligación y el deber moral como docente de recalcar que, el "medio ambiente" no existe, aunque hablando más en serio podríamos decir que medio ambiente es lo que nos ha dejado el desarrollismo y si continuamos aletargados, son capaces de destruir la otra mitad y por ende a nuestro planeta la Tierra, para terminar de dejarnos sin vida. Ojalá que con este juego de palabras, las personas que aún insisten en usar el vocablo "medio ambiente" y más grave aún aplicar el garrafal error "proyectos medio ambientales", "trabajos medio ambientales, etc. Terminen de entender que el ambiente no es solamente la naturaleza como todavía consideran erróneamente muchos academicistas (falsos académicos), ya que está bien claro que ambiente es todo, es decir, ambiente es el ambiente.