conciencia colectiva

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TEORÍA DEL HECHO SOCIAL Y TEORÍA DE LA ACCIÓN SOCIAL: TEORÍA DEL HECHO SOCIAL: es desarrollada principalmente por Durkheim, quien considera que los hechos sociales consisten “en una manera de pensar, de obrar y de sentir externos al individuo, y dotados de un poder coercitivo, en cuya virtud se le impone”. Detengámonos en dos aspectos de esta definición: en que son externos y en que son coercitivos . Durkheim busca las características de los hechos sociales en dos criterios objetivos: exterioridad y coerción. Y ello está en relación con otra distinción conceptual del mismo autor, que son la conciencia colectiva y la conciencia individual , que le sirven para delimitar entre el objeto de la Sociología y el objeto de la Psicología. Definamos estos dos conceptos: la conciencia individual es el universo privado de cada persona; su temperamento, experiencias, etc. El concepto de conciencia colectiva se refiere, por su parte, al conjunto de maneras de obrar, de pensar y de sentir que integran la herencia común de una sociedad determinada, establecida a través de la historia, de generación en generación, y que son admitidas y practicadas por la mayoría de las personas que integran esa sociedad. Estas maneras de obrar, de sentir, etc., son externas a las personas, por cuanto que los sujetos las han recibido desde fuera (a través de la socialización). La conciencia colectiva es la que confiera a una sociedad sus características distintivas y singulares. Según Durkheim, sería lo que distinguiría a un español de un francés; a un belga de un italiano, etc. Hay que tener presente, además, que la conciencia colectiva no se impone con la misma fuerza a todas las personas, ya que dependerá del grado de autonomía que permita cada sociedad. Pero cualquiera que sea el grado de coacción ejercido, la conciencia colectiva se caracteriza por el hecho de ser siempre coercitiva o coactiva . La coacción no suele experimentarse siempre claramente por los miembros de una sociedad, puesto que a través del proceso de socialización (equivaldría aproximadamente al de integración o educación) la han hecho suya (los individuos) hasta convertirse en su propia conciencia moral (o individual). La conciencia colectiva ha dejado así de ser coacción para convertirse en hábito o costumbre. El objeto de la Sociología es, según Durkheim, la conciencia colectiva ; sin embargo, se le ha criticado esta distinción entre realidad psíquica y realidad social (conciencia individual / conciencia colectiva) por demasiado artificial; por conceder demasiada importancia a lo colectivo sobre lo individual, llegando a un cierto determinismo social.

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TEORÍA DEL HECHO SOCIAL Y TEORÍA DE LA ACCIÓN SOCIAL:

TEORÍA DEL HECHO SOCIAL: es desarrollada principalmente por Durkheim, quien considera que los hechos sociales consisten “en una manera de pensar, de obrar y de sentir externos al individuo, y dotados de un poder coercitivo, en cuya virtud se le impone”.

Detengámonos en dos aspectos de esta definición: en que son externos y en que son coercitivos.

Durkheim busca las características de los hechos sociales en dos criterios objetivos: exterioridad y coerción. Y ello está en relación con otra distinción conceptual del mismo autor, que son la conciencia colectiva y la conciencia individual, que le sirven para delimitar entre el objeto de la Sociología y el objeto de la Psicología.

Definamos estos dos conceptos: la conciencia individual es el universo privado de cada persona; su temperamento, experiencias, etc. El concepto de conciencia colectiva se refiere, por su parte, al conjunto de maneras de obrar, de pensar y de sentir que integran la herencia común de una sociedad determinada, establecida a través de la historia, de generación en generación, y que son admitidas y practicadas por la mayoría de las personas que integran esa sociedad.

Estas maneras de obrar, de sentir, etc., son externas a las personas, por cuanto que los sujetos las han recibido desde fuera (a través de la socialización).

La conciencia colectiva es la que confiera a una sociedad sus características distintivas y singulares. Según Durkheim, sería lo que distinguiría a un español de un francés; a un belga de un italiano, etc.

Hay que tener presente, además, que la conciencia colectiva no se impone con la misma fuerza a todas las personas, ya que dependerá del grado de autonomía que permita cada sociedad. Pero cualquiera que sea el grado de coacción ejercido, la conciencia colectiva se caracteriza por el hecho de ser siempre coercitiva o coactiva.

La coacción no suele experimentarse siempre claramente por los miembros de una sociedad, puesto que a través del proceso de socialización (equivaldría aproximadamente al de integración o educación) la han hecho suya (los individuos) hasta convertirse en su propia conciencia moral (o individual).

La conciencia colectiva ha dejado así de ser coacción para convertirse en hábito o costumbre.

El objeto de la Sociología es, según Durkheim, la conciencia colectiva; sin embargo, se le ha criticado esta distinción entre realidad psíquica y realidad social (conciencia individual / conciencia colectiva) por demasiado artificial; por conceder demasiada importancia a lo colectivo sobre lo individual, llegando a un cierto determinismo social.

TEORÍA DE LA ACCIÓN SOCIAL: Propia de Max WEBER. Para él, “la acción humana es social siempre que el sujeto o los sujetos de la acción enlacen a ella un sentido subjetivo. La acción social, por tanto, es una acción en donde el sentido mentado (¿o mental) por su sujeto o sujetos está referido a la conducta de otros, orientándose por esta en su desarrollo”.

Partiendo de esa definición, podemos establecer tres criterios para determinar el carácter mental de la acción:

1º) Las personas deben tener en cuenta el comportamiento de los demás, como también la presencia o existencia de los otros. Es decir, no hay acción social sin que haya una cierta relación entre las personas (p.e., dos personas juntas leyendo cada una un libro. No hay en este caso acción social).

2º) La significación que el sujeto da a su acción. Ej.: dos personas conocidas que se topan y uno extiende su mano. Es un gesto con sentido, que en otras culturas no lo tiene.

3º) Las personas implicadas en una acción social vienen influidas por la percepción que cada una de ellas tiene de la significación de la acción de los demás. Es preciso que los sujetos comprueben con su

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comportamiento que han comprendido las expectativas de los demás, y que aceptan responder, o no, a las mismas.

La perspectiva de Weber es psicologista, mientras que la de Durkheim es sociologista o colectivista. En realidad, las dos perspectivas se complementan, porque Weber quería demostrar la ventaja que las ciencias del hombre tienen sobre las ciencias naturales, en cuanto a poder comprender desde dentro los fenómenos estudiados (el físico no tiene por qué interrogarse sobre lo que experimenta una piedra cuando cae); el sociólogo debe comprender el motivo que guía a un obrero, p.e., a declararse en huelga. Por eso, también se llama a la Sociología weberiana comprensiva.

Durkheim, al partir de una tradición positivista, quiere demostrar que los fenómenos sociales pueden estudiarse objetivamente como los fenómenos de la naturaleza. Por eso dice que los fenómenos sociales son “cosas”, y como tales han de ser tratados.

Finalmente, esas dos perspectivas se complementan: se admite hoy que la Sociología es a la vez “comprensión” y “explicación”; subjetiva y objetiva; desde dentro y desde fuera.

FUNCIONES LATENTES y FUNCIONES MANIFIESTAS:

El concepto de función fue empleado por primera vez por COMTE y SPENCER; de hecho, es un concepto central que daría origen a una tendencia sociológica denominada funcionalismo. El funcionalismo defiende la idea de que los componentes de una sociedad se explican mejor en términos de las funciones que realizan. Es decir, de la contribución que hacen al mantenimiento de una sociedad.

Para estudiar un elemento social, analizaremos qué contribución realiza, por tanto, para el mantenimiento de un sistema social.

Desde una perspectiva funcionalista extrema, se llega a defender incluso que todas las creencias y prácticas culturales y sociales estandarizadas son funcionales para la sociedad. Es decir, todo cuanto ha surgido en el seno de la sociedad desempeñando un papel, ha sido relevante para su mantenimiento; o sea, que ha surgido por necesidad, para cubrir una necesidad (es idea muy similar a la que mantendría el antropólogo MALINOWSKI, al que veremos en el tema siguiente).

Frente a esta opinión, se sitúa un crítico del funcionalismo como MERTON, quien fue el creador de los términos funciones manifiestas / funciones latentes. Merton afirma que la experiencia demuestra que no todas las tareas que desempeña un elemento cultural son imprescindibles, y que incluso, hay ideas, organizaciones, elementos culturales, que son disfuncionales (p.e., un nacionalismo fanático es negativo para el sistema social, es disfuncional). Así tenemos:

FUNCIONES MANIFIESTAS

Aquellas que son reconocidas y buscadas por los actores sociales.

FUNCIONES LATENTES:

Lo contrario. Son las no reconocidas ni buscadas por los actores sociales.

Esta distinción tiene que ver con aquella otra que veíamos en su momento, y del mismo autor, entre consecuencias queridas y consecuencias no queridas.

Ej. de esta distinción entre funciones manifiestas / latentes: en un colegio privado, muy caro, donde lo que se reconoce y se busca como función manifiesta es la calidad de la enseñanza, existe también una función latente, y es la de propiciar la relación en ese colegio de personas de clase alta, lo que para muchos de ellos resultaría ser un aspecto positivo. Pero también puede haber funciones latentes negativas; así, p.e., el Cristianismo busca la salvación de las almas, sin embargo, no pocas veces (Marx) se le ha acusado de servir para acallar la rebelión frente a la injusticia (la religión es el opio, la adormidera, del pueblo).

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e) TRABAJO VIVO y TRABAJO MUERTO:

Muchos de los hechos sociales que se han producido en el pasado se han cristalizado en el mundo material y no material, que llamamos cultura. Este mundo material, físico, creado, fabricado; y no material, como el lenguaje, los mitos, las religiones, las ideologías, etc., son, en realidad, fruto del trabajo acumulado de muchas generaciones.

Todo este bagaje cultural que pertenece al pasado, podemos decir que es producto de un TRABAJO MUERTO. El trabajo muerto fue generado anteriormente por un TRABAJO VIVO.

Las generaciones, a través de los tiempos, van acumulando herramientas, ideas, símbolos, y la generación recrea o reconstruye, parcialmente, su propio mundo, partiendo del trabajo muerto de generaciones anteriores.

En el proceso histórico, las generaciones van conformando la estructura social, que debe entenderse como la interrelación dinámica de tres tipos de fenómenos sociales:

-La sociedad, entendida como sistema de sujetos en interacción, que es la parte activa y dinámica de la estructura social.

-El universo material, que sustenta dichas relaciones sociales y que es en gran parte trabajo objetivado o muerto de generaciones anteriores y trabajo vivo de las actuales.

-El universo simbólico, producto también de estos dos trabajos de generaciones pasadas y presentes.

Los universos material y simbólico constituyen la cultura. Asunto central en el tema siguiente.

Los calvinistas creen en la predestinación, y uno de los síntomas de estar tocado por la gracia de Dios es vivir prósperamente; y esta prosperidad sólo se consigue por medio del trabajo.

SOCIOLOGÍA Tema 2: La complejidad de los hechos sociales

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