"Conectados, pero no sociables" - Política y redes sociales

1

Click here to load reader

Transcript of "Conectados, pero no sociables" - Política y redes sociales

Page 1: "Conectados, pero no sociables" - Política y redes sociales

EL MUNDO. JUEVES 19 DE MAYO DE 2011

COMUNICACIÓN57

RAÚL PIÑA / MadridLos políticos han caído en la Red,por obligación. La gente ahora estáen internet, y el 80% de ella en las re-des sociales. Si quieren llegar a ellos,tienen que conectarse. «Esta campa-ña electoral ha sido la del desembar-co de partidos y políticos en redessociales como Facebook y Twitter.Un primer paso», resume FernandoBermúdez, director de desarrollo denegocio de Arena Quantum. Falta elsegundo: hacerlo bien, interactuar.«Están porque saben que tienen queestar, pero no tienen una estrategiaclara, no saben muy bien qué conse-guir», apunta Eva Leoz, Social andPublic Relations Manager enShackleton Buzz&Press.

En general, los expertos suspen-den a los políticos en el uso de las re-des sociales. «Su estrategia y sumensaje son unidireccionales. Lasredes sociales son una cultura de de-bate, de tú a tú, de ser abiertos, queaún no han asumido», explica Leoz.«No son interactivos. No hay partici-pación democrática, que es lo quetiene que ser la Red», añade JoséFrancisco Mendi, autor del libro Ro-jos en la Red y experto en redes.

Todos los partidos políticos, y mu-chos de sus miembros a nivel perso-nal, tienen página web, perfil en Fa-cebook y cuenta en Twitter, «aunquemás para que no se diga que no lotienen», aclara Mendi. Algunos losgestionan los community managerde las formaciones, pero muchosson gestionados por agencias que seencargan de definir el enfoque estra-tégico en las redes sociales y ejecu-tarlo. Sin embargo, la principal preo-cupación de las formaciones políti-cas, más que interactuar es saberqué dicen de ellos. «Les preocupa loque llamamos crisis: si sale algo queno tiene que salir... Por eso están a ladefensiva. Internet es expresarte li-bremente y los partidos políticos noescapan a la crítica, por eso necesi-tan monitozizar y controlar lo que sedice de ellos», resume Bermúdez.

Que un político o una formacióntenga una web o Twitter ha dejadode ser noticia. Y a juicio de los exper-

tos, «eso ya es un paso». Los siguien-tes pasos a seguir deben ser: escu-char y ser activos. «Tienen que darese paso, hacer política cercana, nousar las redes como mero altavoz.Ahora extrapolan lo que hacían offline a lo on line». sintetiza Elena Ibá-ñez, directora de marca en Shackle-ton Buzz&Press. «Esta campaña esuna oportunidad para que los políti-cos se enteren de las ventajas quepueden aportarles las redes socia-les», añade Ibáñez.

Los expertos coinciden en seña-lar que los políticos están en una«fase de aprendizaje», que esperanque tras este domingo no caiga enel olvido: «No debe quedar como al-go sólo de periodo de elecciones.Sería un error». En esta aprendiza-je para Bermúdez no es suficientecon «multiplicar su presencia en lasredes. Sería necesario centralizarun punto de referencia en la Red

que facilite a la gente el acceso a loscontenidos y los activos del partido,para que los identifique como can-didatos de un partido». Para Mendi,el problema es «el distanciamientode los políticos. El sistema actual yel alter sistema no se cruzan».

También hay consenso en que lospartidos políticos minoritarios y lospolíticos locales son los que más ymejor uso hacen de estas redes. Másdisparidad de criterio hay sobre silas redes sociales pueden captar odecidir votos. Leoz es tajante: «Nodeciden votos». En la misma línea semuestra Bermúdez: «Aún es aventu-rado decir que las redes socialespueden cambiar resultados». Porcontra, Ibáñez es más optimista: «Yadeciden votos. Como ejemplo, la co-rriente #nolesvotes». Mendi aportaotra clave: «Si no estás en las redessociales se nota más tu ausencia. Note da votos, pero puedes perderlos».

FÁTIMA ELIDRISSI / MadridAidan, Josh y Sally son tres jóvenesy atractivos veinteañeros que com-parten piso en Boston. Hasta aquí to-do normal. Así podría comenzarcualquier serie de no ser por un de-talle: no son humanos. Syfy estrenahoy a las 21.30 horas Casi humanos,adaptación de un título de la BBC so-bre un vampiro, un hombre lobo yun fantasma que, lejos de disfrutarde su condición, intentan integrarseen la sociedad. La semana pasada,Orbyt preestrenó el primer episodioen internet; hoy, llega a la televisión.

Sam Witwer (Battlestar Galacti-ca), Meaghan Rath (The assistants)y Sam Huntington (Superman re-turns) protagonizan esta serie deciencia-ficción que, pese a su espec-tacular envoltorio, habla del día adía de la gente corriente. Para Hun-tington, que interpreta a Josh, unhombre lobo que abandona a susfamiliares por miedo a hacerles da-ño, «si quitaras el elemento sobre-natural estos personajes deberíanser lo suficientemente interesantescomo para ver la serie. Todos nues-tros problemas son sólo metáforas

de preocupaciones muy humanas».Los tres actores, que visitan Espa-

ña por primera vez, prefirieron ale-jarse de los estereotipos del género,evitando de paso las comparaciones

con el original. «Decidimos no ver laserie británica, de modo que no estu-viéramos influidos. Creo que eso nosayudó a diferenciar nuestra serie.Además, nos acercamos a los perso-

najes como si fueran corrientes. Nopensamos en interpretar un cliché»,afirma Meaghan Rath, un fantasmaque debe luchar por salir de su aisla-miento. Rath recuerda algunas difi-cultades: «Tienes que recordar queno puedes tocar a nadie. Todo debeparecer natural porque no puedentocarme, pero tampoco puede pare-cer que me están evitando».

Sam Witwer, que interpreta a unvampiro de más de 200 años, recuer-da: «Cuando leí el guión pensé quemi trabajo es básicamente interpre-tar a un hombre que tiene una adic-ción». Para Sam Huntington fue al-go más complicado transformarseen un hombre lobo. «Normalmentese ve sólo el pecho, la espalda, las ga-rras y la cara, pero en total puede lle-varme ocho horas», afirma el actor.

Y ellos no serán los únicos seresfantásticos: no sólo conocerán laamistad y el amor, sino a algunos desus congéneres, como una momia,un brujo y un zombi.

Los protagonistas Sam Huntington, Meaghan Rath y Sam Witwer. / BEGOÑA RIVAS

Jóvenes, atractivosy ‘Casi humanos’Syfy estrena hoy en televisión esta seriefantástica sobre monstruos inadaptados

Los más seguidos>Esperanza Aguirre (PP).68.500 seguidores en Face-book y Twitter, según el in-forme ‘Política 2.0’ de laAgencia 101.

>María Dolores de Cospe-dal (PP). 18.400 seguidores.

>Tomás Gómez (PSOE).13.362 seguidores.

>Alberto Ruiz-Gallardón(PP). 7.893 seguidores.

>Rita Barberá (PP). 6.069seguidores.

> Jose María Barreda(PSOE). 4.400 seguidores.

Conectados, pero no sociables� Los políticos suspenden en el uso de las redes sociales en la campaña

Mariano Rajoy, junto a otros miembros del Partido Popular, consulta internet en un portátil. / JOSÉ MANUEL VIDAL / EFE

>CATALUÑA

Los periodistasimpugnanlos bloqueselectorales

BARCELONA.– El Colegio dePeriodistas de Cataluña impugnóayer la instrucción de la JuntaElectoral Central (JEC) que con-sagra los bloques electorales yobliga a los medios a dedicar acada partido un espacio de tiem-po proporcional a los resultadosde las elecciones anteriores. Elorganismo cree que la instruc-ción «pone en duda el trabajoprofesional y justifica la prohibi-ción de utilizar plenamente loscriterios informativos habitua-les», informó Efe. «Está en juegola defensa de la libertad de infor-mación y del derecho fundamen-tal de la ciudadanía a recibir unainformación libre», señaló la Jun-ta del Colegio de Periodistas. Lastelevisiones privadas, agrupadasen Uteca, anunciaron este mesque recurrirán la imposición dela Junta Electoral. / EL MUNDO

>CREADORES

Los mediosprivados pidenreformas enla ‘Ley Sinde’

MADRID.– Las patronales de lastelevisiones privadas (Uteca), loseditores de diarios (Aede), las ra-dios (AERC) y las revistas de in-formación (ARI) mostraron ayersu desacuerdo con las competen-cias que pretende atribuir el Go-bierno a la nueva Comisión dePropiedad Intelectual, previstaen la Ley Sinde, porque creenque no ayudará a resolver susconflictos con las entidades degestión ni someterá a éstas al de-bido control. Las cuatro asocia-ciones, que se manifiestan defen-soras «de los derechos de autor»,se quejan de las «elevadas tarifasde las entidades de gestión». / E. M.

Impreso por Elena Ibáñez . Prohibida su reproducción.