Conformación Social Del Poder en La Alta Frontera Araucana 1852-1910

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Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Facultad de Filosofía y Educación Instituto de Historia LA CONFORMACIÓN SOCIAL DEL PODER EN LA “ALTA FRONTERA” ARAUCANA: EL CASO DEL “REY DEL TRIGO”, JOSÉ BUNSTER, 1852-1910 Tesis para optar al Grado de Magíster en Historia Profesor Guía: Dr. Juan Cáceres. Nombre: Juan Ignacio Cordero Pérez. Viña del Mar, noviembre del 2014.

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Transcript of Conformación Social Del Poder en La Alta Frontera Araucana 1852-1910

  • Pontificia Universidad Catlica de Valparaso

    Facultad de Filosofa y Educacin

    Instituto de Historia

    LA CONFORMACIN SOCIAL DEL PODER EN LA ALTA

    FRONTERA ARAUCANA: EL CASO DEL REY DEL TRIGO, JOS

    BUNSTER, 1852-1910

    Tesis para optar al Grado de Magster en Historia

    Profesor Gua: Dr. Juan Cceres.

    Nombre: Juan Ignacio Cordero Prez.

    Via del Mar, noviembre del 2014.

  • 2

    NDICE

    INTRODUCCIN..4

    1. Problema..6

    2. Estado de la cuestin7

    3. Marco terico.17

    4. Hiptesis.........17

    5. Metodologa.......28

    6. Estructura investigativa30

    CAPTULO I: LAS VISIONES DE LA ARAUCANA COMO ANTECEDENTES DE LA

    OCUPACIN ...32

    I.- VISIONES DE LA OCUPACIN: 33

    1.1) Institucional....33

    1.2) Visin de los problemas sociales...38

    1.3) Visin del territorio y de sus habitantes de Ignacio Domeyko y Vicente Prez

    Rosales...42

    1.3.1) Estructura departamental Alta frontera araucana44

    1.4) Visin de Pablo Treutler48

    1.5) Visin de Cornelio Saavedra..50

    CAPTULO II: ESTADO Y REACCIONES DESDE El CENTRO....53

    I.- REACCIONES DE LA OCUPACIN DESDE EL CENTRO...55

    1.1) Anlisis de un viaje al sur por Jos Antonio Prez...55

    1.2) Los ojos de Santiago a la Araucana..56

    1.3) La Prensa57

    II. AUSENCIA INSTITUCIONAl60

    2.1) Bandoleros..61

    2.2) Estado y su rol organizador63

    2.3) Sumisin.64

    2.4) Inexistencia del Estado: Miedo y bsqueda de figuras civilizatorias.66

  • 3

    CAPTULO III: EN MEDIO DE LA NADA, FORMACIN ECONMICA DE UNA

    FAMILIA DE PODER: EL CLAN BUNSTER70

    I. ORIGEN DE LA FAMILIA Y LA FORTUNA................................................................70

    II. CONSTRUCCIN DEL PODER....................................................................................76

    III. PODER ECONMICO..................................................................................................81

    3.1) Comercio y sociedad..................................................................................................81

    3.1.1) Redes econmicas del poder local83

    3.2) Banco de Jos Bunster...85

    CAPTULO VI: PARENTELA Y CLIENTELA EN LA FAMILIA BUNSTER...............89

    I. PARENTELA....................................................................................................................90

    1.1) La familia...................................................................................................................90

    1.2) Economa familiar..92

    1.2.1) Propiedades del Clan Bunster en la Alta frontera Araucana (1904-1905)..96

    1.2.2) Familia Bunster y la posesin de tierra (1920)...99

    1.3) Vnculos sociales..100

    1.3.1) Capital social, econmico y estrategias matrimoniales.103

    II. CLIENTELA: REDES ECONMICAS Y SOCIALES DE LA FAMILIA BUNSTER

    EN TORNO A LOS MOLINOS.108

    CAPTULO V. PODER POLTICO Y RELACIONES SOCIALES DE LA FAMILIA

    BUNSTER. ........................................................................................................................ 117

    I. ROL POLTICO..118

    II. RELACIONES SOCIALES...........................................................................................125

    2.1) Vnculo Bunster, Saavedra y Balmaceda.................................................................131

    2.1.1) Esquema vnculo familiar..................................................................................132

    CONCLUSIN...................................................................................................................135

    BIBLIOGRAFA146

    FUENTES PRIMARIAS146

    FUENTES SECUNDARIAS..148

    ARTCULOS..156

    DIARIOS157

  • 4

    INTRODUCCIN.

    La zona de la Araucana ha sido por largos aos un campo de estudio e

    investigacin de diversa ndole, en donde se ha problematizado respecto de las

    continuidades y los cambios que ha surgido en este espacio. Se suma a lo anterior el

    creciente inters que ha surgido desde la esfera histrico-cultural.

    La conformacin social del poder en la zona de la Araucana es el problema histrico que

    estudia esta tesis, temtica que puede ser abordada desde diversas lecturas y con

    perspectivas tan dismiles como las fuentes existentes: entre algunos factores est, por

    ejemplo, el auge econmico de los productos entregados en la zona, en especfico, las

    tierras cultivables y su proceso en el tiempo-espacio dado por el corte temporal, entre una

    poltica definida por parte del Estado con la creacin de la provincia de Arauco y

    culminando con la participacin de ms actores con el proceso de conformacin y

    validacin del entramado social y su jerarquizacin, siendo ejemplo de lo anterior la

    constitucin de la Sociedad Caupolicn defensora de la Araucana en 19101.

    1 Las primeras organizaciones surgidas de la problemtica mapuche nacen como respuestas a la temtica

    territorial de despojo en el proceso de reduccin, adems son respuesta a la violencia simblica y fsica, pero

    bajo las reglas y las normas de la sociedad chilena. Las principales demandas de estas organizaciones son la

    defensa de sus derechos sobre la tierra, de su cultura y del respeto para el pueblo mapuche. La Sociedad

    Caupolicn Defensora de la Araucana surge en 1910 con el apoyo del Partido Demcrata y la Iglesia

    Anglicana.

    El primer presidente de la organizacin fue Manuel Neculman, considerado como el primer profesor

    normalista de Temuco, as el liderazgo se basaba en la legitimidad que le daba su educacin y por representar

    a las localidades mapuches. Junto al profesor se cuenta la participacin de Toms Guevara, profesor y

    estudioso del tema, fue el presidente honorario, Basilio Garca como secretario y finalmente Carlos Sadlier,

    pastor anglicano.

    En los primeros aos las acciones se enfocaron en la denuncia de injusticias contra del mapuche,

    encauzndolas a travs de la sociedad, inaugurando esta agrupacin la experiencia mancomunada para

    defender sus intereses, dejando su historia una huella en la organizacin de la etnia.

    Dentro de sus discursos estaba el de enmendar los errores de los antepasados mapuche al oponerse a la

    civilizacin, encabezando esta idea Toms Guevara, siendo la instruccin la principal arma de defensa en el

    futuro para el pueblo mapuche. Las ideas indigenistas de la Sociedad se afincaron en la idea de igualdad con

    el huinca, pero sim embargo equidad no era tal por cuanto se haca de la razn una fuente de poder en manos

    del blanco.

    Para la profundizacin del tema, vase a Foerster, Rolf y Montecinos, Sonia: Organizaciones, Lderes y

    contiendas Mapuches (1900-1970). Centro Estudios de la Mujer, Temuco, 1988; Mella, Eduardo: Los

    mapuche ante la justicia: La criminalizacin de la protesta indgena en Chile. LOM Ediciones,

    Observatorio de Derechos de los Pueblos Indgenas & IWGIA Observatorio de Derechos de los Pueblos

    Indgenas & IWGIA, Santiago de Chile, 2007; Saavedra, Alejandro: Los Mapuche en la sociedad chilena

    actual. LOM editores, Santiago de Chile, 2002.

  • 5

    En el periodo ya especificado, el proceso econmico trajo consigo otros problemas en el

    corto plazo: la iniciativa privada individual trajo inconvenientes de tipo jurdico-poltico

    asociado a normar a los actores en la zona, debido a que la frontera se haba transformado

    en el lugar en que se daba oportunidad a los sin suerte, a los que vean a la Araucana

    como un trampoln socioeconmico, o un lugar de realizacin de las ambiciones y los

    deseos.

    Por otra parte, la frontera araucana se transform en cobijo y plataforma a los sin tierra, a

    los inadaptados del Chile Republicano, a los vagabundos estudiados por Mario Gngora2.

    Aquello responda a la visin de los que buscaban la riqueza y la aspiracin social,

    econmica, de poder y honor que la tierra o el dinero les podra dar en una zona donde el

    Estado propiciaba un escenario favorable a sus deseos.

    As, y a la luz de lo anteriormente esbozado, la zona de la frontera del siglo XIX era la viva

    imagen del viejo oeste norteamericano. As lo ensea la historiografa de los actores cvico-

    militar, la fronteriza y tambin representaciones poticas como la de Pablo Neruda en su

    libro Confieso que he vivido escribiendo lo siguiente: En esta frontera o Far west de mi

    patria, nac a la vida, a la tierra, a la poesa3.

    De este modo, queda en evidencia que el orden proviene del caos, un desequilibrio entre

    sus fuerzas y los nexos naturales dados por el mantenimiento de un estilo de relaciones que

    por siglos perdur. Del desorden proviene el orden, de la desintegracin de las prcticas y

    de la vida proviene la conformacin social del poder local, representada, validada y

    masificada por la Familia Bunster en la Alta Frontera Araucana.

    2 Gngora, Mario: Vagabundaje y sociedad Fronteriza en Chile (s. XVII a XIX). Cuadernos del Centro de

    Estudios Socioeconmicos, Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Econmicas. Santiago, 3 v. n 2,

    1966. Tambin para el tema de la sociedad de la frontera ver: Araya Espinoza, Alejandra. Ociosos,

    vagabundos y malentretenidos en Chile colonial. Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, Santiago,

    1999. 3 Neruda, Pablo: Confieso que he vivido, en http://nerudavive.cl/libros/libros_neruda/Confieso.pdf.(24-06-

    2012).

  • 6

    1. Problema

    El Problema que se estudia en la presente investigacin es la conformacin social

    del poder en la zona de la Araucana, especficamente en la Alta frontera4.

    Antes de 1850 comenz la preocupacin del novel Estado chileno por querer ocupar dicho

    espacio; los problemas econmicos existentes para un pas en formacin y los mltiples

    recursos existentes en la zona estimularan dicho deseo.

    Lo que est claro es que antes de la dcada del 50 del siglo en cuestin, las relaciones

    fronterizas no cambiaron radicalmente, mantenindose apegadas a viejas y comprobadas

    dinmicas coloniales. Es decir, como en los siglos anteriores, comerciantes, misioneros y

    militares se introducan en el territorio araucano sin que la situacin antes mencionada

    trastocase o alterase el orden y equilibrio tradicional. Ello hizo validar esta forma de hacer

    vida fronteriza, vindose cualquier otra forma de organizacin como un error, cuestin que

    se transform finalmente en un miedo del que ningn gobierno quiso hacerse cargo en la

    poca.

    Sin embargo, el nuevo Estado Chileno, sobre todo desde la segunda mitad del siglo, y por

    efecto tambin de los embates del liberalismo de la poca que se fue imponiendo a paso

    lento y seguro, la Araucana y las relaciones que se gestaban en su territorio fueron

    cambiando.

    En esas transformaciones, papel importante fue la forma en que el Estado asumi el avance

    en la Araucana: llevar colonos y entregarles a modo de incentivo tierras, ganado,

    semillas, dinero y herramientas para su estada en la zona. En ese proceso de ocupacin del

    espacio fueron emergiendo sujetos que supieron adaptarse mejor a las nuevas

    circunstancias que el propio liberalismo de la poca propiciaba, lo que signific y los llev

    a generar riqueza.

    En el fondo, esto llev a la aparicin no slo de personajes singulares con poder, sino ms

    bien familias de poder. Este estudio se centra en cmo se plante con anterioridad la

    4 Corresponde en la actualidad al espacio existente entre el rio Biobo y Malleco.

  • 7

    configuracin social del poder familiar local, entramado social que sirvi no slo a la

    ocupacin del espacio, sino tambin al Estado que necesitaba recursos.

    En ese contexto, existen familias de poder en la zona sobre las cuales hay escasas

    referencias histricas, entre las que se encuentra la familia de los Bunster, que sin duda

    parece representativa de una elite local, que posee dinmicas fronterizas con tintes

    modernos.

    En el caso que se presenta cabe preguntarse: Qu caracterstica tena la familia Bunster

    para que se transformase en una familia de poder? Qu papel jug el patriarca de la

    familia, Jos Toms Alfredo, en la generacin de la riqueza? Cmo los hijos y parentela

    sirvieron al propsito del poder familiar? Cmo la poblacin local indgena contribuy al

    predominio de esta familia? Las anteriores son algunas preguntas que nos permiten pensar

    la historia de la ocupacin del espacio de la Araucana de una manera distinta a como se ha

    visto hasta ahora. No se pretende aqu negar el mbito militar tradicional de los estudios de

    las relaciones fronterizas; ms bien se trata de aportar, con una mirada diferente, al

    desarrollo del pensamiento histrico respecto de qu es la configuracin social del poder

    local.

    2. Estado de la cuestin

    La mayor parte de los antecedentes histricos respecto de familias aparecen en

    textos que discuten sobre otros temas, como parte de estudios econmicos durante una

    continuidad temporal y generacional, sobre empresas mercantiles o como parte de los

    estudios de la lite que dominaban un sector, una economa o partidos polticos5.

    Un cambio importante en este mbito se produce cuando se asume, segn plantean

    Balmori, Voss y Wortman, el real peso de la familia como agente principal en la historia

    Iberoamericana. Previo a esto la familia era considerada una entidad privada, con el mismo

    peso histrico que otras instituciones sociales, y que actuaba como dinamizadora de la

    5 Balmori, Diana, Voss, Stuart y Wortman, Miles: Las Alianzas de Familias y la formacin del Pas en

    Amrica Latina. Fondo de Cultura Econmica, Mxico D.F, 1990, pg. 11-12.

  • 8

    realidad mediante personajes que estos grupos producan6. Los individuos, sobre todo los

    grandes personajes, han desempeado un papel central en la historiografa de Iberoamrica.

    Siendo su estudio, desde sus inicios, un tema abordado por la historia poltica y militar,

    posteriormente pas a constituirse como un enfoque ms colectivo, relacionado con el

    papel que ejercan las instituciones7.

    Las familias ms notables desempearon un rol importante a causa de la relativa ausencia

    de estructuras sociopolticas en el siglo XIX, creando una red que funcionaba como una

    organizacin social en s misma. Gracias a sus alianzas, los clanes notables son

    posiblemente el eje alrededor del cual giraba la historia Iberoamericana desde la ltima

    parte del periodo colonial hasta la primera parte del siglo XX8.

    Desde Mxico a Chile, pasando por Espaa, ha proliferado una historiografa que se ha

    preocupado por estas familias elitistas. Dichas historias han analizado la forma en que han

    dominado los espacios locales, no slo desde el enfoque de las instituciones

    gubernamentales de cada pas, sino tambin en el control de los espacios econmicos, a

    travs de nuevos entes de dominacin de las relaciones, como son las familias, sostn social

    tradicional y moderno en la prctica socioeconmica, lo que las hace adaptables en este

    periodo de evolucin y revolucin de movimientos y contra movimientos. Es decir,

    constituyen el equilibrio en periodos complejos y la plataforma para las proyecciones al

    futuro9.

    6 Ibd., pg. 12.

    7 Respecto a la perspectiva de la historiografa de la familia en la presente investigacin, las redes sociales de

    poder se inscriben en el cruce de, por un lado, la historia de las familias de poder, y por otro, la historia local

    de la frontera araucana a mediados del siglo XIX. Para ver lo anterior se recomienda Vergara, Brbara:

    Familia, Redes y lite: Los Smitmans Angol-Los Sauces 1870-1920. Editorial Al Aire Libro, Coleccin

    Rafael Miranda. Tom, Chile, 2011. 8 Ibd., pg. 13.

    9 Bibliografa respecto a la historia de la familia abunda desde lo conceptual a lo aplicado a estudios, en el

    presente estudio se problematizaron obras relevantes, tales como Ibarra, Antonio y del Valle, Guillermina

    (coord.): Redes sociales e instituciones comerciales en el Imperio espaol, siglos XVII a XIX. Amrica Latina

    en la Historia Econmica. Revista de Investigacin del Instituto Dr. Jose Mara Luis Mora, Nm. 37, 2012.

    Arts-Espriu, Gloria: Familia, riqueza y poder: un estudio genealgica de la oligarqua novohispnica.

    CIESA, Mxico, 1994. Balmori, Diana; Voss, Stuart y Wortman, Miles: Las Alianzas de Familias y la

    formacin del Pas en Amrica Latina. Fondo de Cultura Econmica, Mxico D.F, 1990. Cceres, Juan:

    Poder Rural y Estructura Social, Colchagua, 1760-1860. Instituto de Historia, Pontifica Universidad Catlica

    de Valparaso. Valparaso, 2007: Cavieres, Eduardo; Salinas, Ren: Amor, sexo y matrimonio en Chile

    Tradicional. Ediciones Universidad de Valparaso, Valparaso, 1991; Edwards, Alberto: La fronda

    aristocrtica. Editorial del Pacfico, Santiago de Chile, 1966; Gonzalbo, Pilar: Familias Novohispnicas.

  • 9

    La familia ha pasado a ser una de las principales preocupaciones de la historia social,

    siendo un tema que abre nuevos campos de investigacin, lo que ha propiciado desde

    entonces una amplia fuente de discusin historiogrfica de controversias y divergencias.

    La familia histrica en el continente americano, en aspectos generales, tan ibrica en sus

    orgenes culturales y su marco legal, termin por ser algo diferente a la familia originaria de

    Espaa y Portugal, diversidad que ha constituido una de los interrogantes principales para

    la historiografa americana. Entre las opiniones divergentes se observan criterios como la

    distancia geogrfica y la diferencia abismante en cuanto al estado evolutivo de las

    sociedades del viejo y nuevo mundo, la mezcla tnico-racial y cultural que supuso la nueva

    vida de europeos en Amrica. Entre las opiniones convergentes hallamos el considerar la

    familia como actor clave para una cabal comprensin de la historia del continente as como

    en la importancia que tienen muchos aspectos de la familia histrica americana para la

    manera en que se articula la familia en contextos modernos10

    .

    En Amrica Latina la conquista del territorio por los europeos represent un encuentro

    cultural que enfrent dos modelos de familia, que a la vez sustentan dos perfiles de

    sociedad y de poder radicalmente distintos. Sin embargo, y dado que ni en la una ni en la

    otra haba un modelo nico familiar en cuanto a su conformacin, seala Cavieres y Salinas

    que es ms exacto hablar de una confrontacin de una pluralidad de modelos y discursos

    sobre parentesco, alianza y relaciones sexuales11.

    Ya en el periodo en cuestin, la familia se desarroll en un contexto en donde la propiedad

    privada estaba ligada no solo al poder econmico sino tambin a la regulacin de las

    Siglo XVI al XIX. El Colegio de Mxico, Mxico, 1991. Gonzlez, Victoria. Cabildos y grupos de poder en

    Yucatn (siglo XVII). Excma. Diputacin de Sevilla, Sevilla, 1994. Ghirardi, Mnica: Cuestiones de familia a

    travs de las fuentes. Centro de Estudios Avanzados, Universidad Nacional de Crdoba, Argentina, 2005;

    Guevara, Toms. Las ltimas familias i costumbres araucanas. Santiago: Imp. Barcelona.; Martnez Lpez, David: Tierra, herencia y matrimonio. Un modelo sobre la formacin de la burguesa agraria andaluza

    (siglos XVIII-XIX). Edit. Jaen, Madrid, 1996. Jorge, Nez: Familias, elites y sociedades regionales en la

    Audiencia de Quito 1750-1822, en Nez, Jorge (Ed): Historia de la mujer y la familia. Coleccin Nuestra Patria es Amrica, N1, Quito, 1991. Stabili, Mara Rosario: El sentimiento aristocrtico, Elites chilenas

    frente al espejo (1860-1960). Editorial Andrs Bello y Centro de Investigacin Diego Barro Arana, 2003.

    Stuven, Ana Mara: La seduccin de un Orden. Ediciones Universidad Catlica, Santiago de Chile, 2000,

    entre otros estudios relevantes existente respecto al tema. 10

    Ghirardi, Mnica: Cuestiones de familia a travs de las fuentes. Op. Cit., pg. 11. 11

    Cavieres, Eduardo; Salinas, Ren: Amor, sexo y matrimonio en Chile Tradicional. Op. Cit., pg. 10.

  • 10

    relaciones sociales12

    , como un foco de estructura social de poder y una visin

    constructivista de las formas adecuadas y adaptadas al territorio. Cuando se decide estudiar

    a la familia como eje de poder, nos enfocamos en la familia nuclear, es decir padre, madre e

    hijos (familia tradicional)13

    .

    La familia tambin es vista como un conjunto en interaccin, organizado de manera estable

    y en funcin de necesidades bsicas, con una historia y un cdigo propio que le otorgan

    singularidad, un sistema cuya cualidad emergente excede la suma de las individualidades

    que lo constituyen14

    .

    Podemos ver a la familia como un sistema compuesto por un grupo humano funcional, con

    una historia propia que est en una evolucin constante. Pero, adems de lo anterior, ha de

    considerarse que la historia de la familia es el reflejo del lugar geogrfico donde es ancla y

    se objetiva15

    . Dentro de las continuidades y los cambios que la historiografa se dedica a

    problematizar, la familia responde a cambios internos y externos, encarando nuevas

    circunstancias sin perder la continuidad propia16

    .

    Respecto de las falencias o vacos de la investigacin sobre esta temtica, la escasez de

    fuentes adecuadas para el estudio es el principal problema. En este sentido, y referente a la

    familia Bunster en la Alta Frontera Araucana, existe hoy una diversidad de fuentes

    dispersas, siendo labor del investigador la recopilacin ajustada y coherente al problema

    planteado, para que as se construya una tesis coherente, buscando formular y asumir una

    perspectiva nueva que contribuya a un conocimiento ms sistematizado acerca de las

    grandes familias en la frontera araucana en el siglo XIX.

    12

    Ortega, Dens: Historia de la familia en Valparaso entre 1830-1860, Estudio de casos en relacin a la

    Reparticin de Bienes, proyecto tesis para optar al Grado de Magster en Historia. Pontificia Universidad

    Catlica de Valparaso, Facultad de Filosofa y Educacin, Instituto de Historia, Via del Mar, pg. 6. 13

    Ya en contexto histrico, la familia fue el sostn en donde la sociedad se cobij en periodos de inestabilidad

    y conflicto, replegndose bajo el alero del poder tradicional. Una vez conseguida la estabilidad republicana,

    las familias expandieron sus fuerzas hacia el desarrollo econmico que les proporcion un bien material. En

    Ibd., pg. 9. 14

    Cibanal, Luis: Introduccin a la sistmica y terapia familias. En http://perso.wanadoo.es (21-05-2014) 15

    Ortega, Denis: Historia de la familia en Valparaso entre 1830-1860, Estudio de casos en relacin a la

    Reparticin de Bienes. Op. Cit., pg. 12. 16

    Al igual que los postulados de Franoise Lavoisier y su ley general de la materia, las familias notables no se

    destruyen con el tiempo, solo se transforman al nuevo escenario propuesto, desplegando todas las estrategias

    admitidas como norma social para que su status y posicin socioeconmica dentro de las esferas de poder se

    perpete a sus nietos y bisnietos.

  • 11

    Si observamos el estado de la cuestin a travs del tiempo, se podr encontrar

    recurrentemente un clima controversial, debido principalmente a que la perspectiva

    histrica ha respondido a una amplia gama de puntos de vistas y relaciones temticas

    afines, ya sean afectivas, socioeconmicas o de inters17

    .

    En la dimensin socioeconmica, varias son tambin las aproximaciones logradas,

    hacindose necesario conceptualizar en trminos histricos las expresiones, y desde ese

    punto aclarativo definir las expectativas y realidades sociales18

    , reconociendo

    particularidades histricas de naturaleza demogrfica, social y mental, econmica e

    ideolgica que permitan disear una fisonoma distinta de la familia y de la constitucin y

    conformacin social del orden, o en palabras de Cavieres y Salinas una problemtica

    chilena de la historia de la familia19.

    Los trabajos de historia de la familia se plantean en una relacin dinmica con las fuentes.

    La seleccin de stas guiada por un criterio central, permiten aprehender el pasado en su

    complejidad y especificidad, tanto a nivel de los individuos como de los grupos sociales y

    de las ideologas. Algunas fuentes pueden ser inditas, otras reledas con enfoques y

    perspectivas diferentes, pero el tratamiento de todas ellas conlleva a interrogantes, dudas e

    inquietudes de nuestras sociedades. Son en resumen, fuentes sometidas a miradas

    actuales20

    .

    Cada cultura y poca le otorga a las instituciones y a los conceptos un peso especfico o

    carga semntica determinada, que oscila entre lmites ambiguos21

    . Entre esos lmites se

    desarrollan un conjunto de prcticas, actitudes y categoras cuyo estudio nos permite

    reconocer la sociedad y los valores que ella considera fundamentales22

    .

    17

    Ortega, Denis: Historia de la familia en Valparaso entre 1830-1860, Estudio de casos en relacin a la

    Reparticin de Bienes. Op. Cit., pg. 3. 18

    Ibd., pg. 14. 19

    Ibd., pg. 15. 20

    Ibd., pp. 15-16. 21

    La conjuncin de varios tipos de familia y las esferas del poder poltico, social y econmico provocaban

    otros conflictos en el sentido de que tendencialmente se presentaba un modelo de familia a seguir. En Ibd.,

    pg. 21. 22

    Cavieres y Salinas distinguen tres tipos de aproximaciones diferentes a la historia de la familia: por un lado

    la demogrfica, de los comportamientos y actitudes (afectividad, sentimientos) y socioeconmica. En Ibd.,

    pg. 8.

  • 12

    Nuestro estudio se puede suscribir a la tercera aproximacin planteada por Cavieres y

    Salinas, que tiene que ver con una perspectiva influenciada por la sociologa y antropologa

    social, enfatizando en el comportamiento econmico de los componentes del grupo

    familiar, dando as una explicacin al modo y las condiciones en que recursos, incluidos los

    humanos, estn disponibles para la familia y sus componentes, analizando las estrategias

    que deben adaptarse para producir, disfrutar de los recursos y las relaciones de poder que se

    derivan de ello. La atencin se orienta en las relaciones, al conocimiento de la constitucin

    de alianzas matrimonio y la unin entre diversos grupos familiares23

    .

    Respecto a la temtica generacional, nos plantearemos con mayor nfasis en el estudio de la

    configuracin social del poder local en la segunda generacin de la familia notable24

    , en

    donde se teji la red y se consolid el grupo, al desarrollar sistemas coherentes de alianzas

    matrimoniales y esfuerzos ocupacionales, creando nuevo modos de generar capital para la

    empresa familiar, cosechando los frutos del esfuerzo los miembros de la tercera generacin,

    adems de llegar a la cumbre del poder local.

    La segunda lnea historiogrfica que asumir esta investigacin, analizar la transformacin

    del espacio en torno a lo que se ha escrito respecto de la ocupacin25

    , que no slo ser visto

    desde el presente de los hechos, sino tambin desde la historia de las relaciones fronterizas

    araucanas.

    Existen mltiples estudios y lneas investigativas sobre el tema de la frontera, herencia de

    la tradicin colonial del entendimiento imperial de dominacin de su territorio: naci como

    una historia de tintes militares y de raz religiosa, con su manifestacin en el contexto social

    que corresponde a las misiones de las rdenes religiosas; asimismo, y a raz de lo anterior,

    23

    Ibd., pg. 9. 24

    Digno de notas, reparo, atencin o cuidado, en Ibd. pg. 10. 25

    Se nos conjugan tres conceptos a lo largo del estudio del problema que definiremos a la luz de la Real

    Academia Espaola (RAE). As entenderemos ocupacin como la permanencia en un territorio de ejrcitos de otro Estado que, sin anexionarse aquel, interviene en su vida pblica y la dirige. Por otro lado se utilizar el

    concepto de dominacin entendindolo como la capacidad que tiene un grupo sobre un territorio quien ejerce la soberana, coartando la capacidad individual de los dominados. Finalmente, entenderemos

    pacificacin como el establecimiento de la paz donde haba guerra o discordia, reconciliar a quienes estn opuestos o discordes, tratar de asentar paces, pidindolas o desendolas. Por ente hasta fines del s.XIX

    hablaremos de ocupacin de la Araucana, ya que el dominio de los territorios no se dio slo en la esfera

    militar, sino que mediante utilizacin de medios de control cultural, social y econmico, siendo un proceso

    culmine de la pacificacin.

  • 13

    se construye una historiografa que aborda el problema desde una perspectiva de una lite

    tradicional, la burguesa militar, que se ve a s misma como quien culminar el proyecto de

    consolidacin y dominacin de lo indomable, constituyendo as la historia de los

    vencedores26.

    Ya instaurada la figura de la Repblica, existe en sus inicios una admiracin ante la figura

    de los nativos de la zona araucana, por su resistencia ante el mundo hispano por ms de

    trescientos aos, pero al tener peso una forma de hacer historia desde la perspectiva de la

    construccin de la figura del Estado-Nacin, se cre la imagen del brbaro e

    incivilizado27.

    Avanzando en el tiempo, se ha vuelto a estudiar el tema de la Araucana y los pueblos

    originarios desde una perspectiva distinta, que pretende volver al estudio de los sujetos, de

    la individualidad y su capacidad de actuacin en la tensin entre la figura de poder y la

    libertad individual, de una evocacin de las figuras y de los problemas. Tambin entran en

    juego otras disciplinas de las ciencias sociales en el anlisis del problema, que

    26

    Esta se caracteriza por ser escrita por militares o por su propia familia, misiones religiosas o de personajes

    destacados del periodo histrico, los que adems nos sirve como fuente primara ya que incluyen mapas,

    partidas de armamentos y alimentos, sueldos, entre otros datos de inters. Vase lo anterior en De la Fuente,

    Daro. Hernn Trizano, pacificador de la Araucana. Biografa, cartas, antologa. Temuco: ed. Nuevo

    Horizonte 1994; Guevara, Toms: Costumbres judiciales, enseanza de los araucanos. Imprenta Cervantes,

    Santiago de Chile, 1904; Guevara, Toms: Historia de la Civilizacin de la Araucana. Editorial Cervantes,

    Santiago de Chile, 1898-1902; Guevara, Toms. Las ltimas familias i costumbres araucanas. Santiago: Imp.

    Barcelona. Hechos biogrficos de Pancho Falcato, del bravo maloqueador Marcos Saldas i de muchos otros

    presos clebres. Santiago: Imp. de Federico Schreber, 1877; Lara, Horacio: Crnica de la Araucana.

    Imprenta de El Progreso, Santiago de Chile, 1889; Lara Carmona, Jorge. Trizano: el Bfalo Bill chileno. Santiago, 1936; Leiva, Arturo: El primer avance a la Araucana, Angol 1862. Ediciones Universidad

    de la Frontera, Temuco, Chile, 1984; Navarro Rojas, Leandro: Crnica militar de la Conquista y pacificacin

    de la Araucana. Pehun Editores, Santiago de Chile 2008; Nolasco Prndez, Pedro: La Araucana,

    correspondencias a La Patria de Valparaso: Una Escursin de Verana de Angol a Villarico y Valdivia, los primeros meses de 1883. Imprenta de la Patria, Valparaso, 1884; Ovalle Castillo, Francisco Javier. Por el sur de Chile, Civilizacin desconocida. Imprenta La Ilustracin, Santiago de Chile, 1912; Prez, Jos Antonio: Recuerdos de un viaje al sur de Chile. Imprenta de El Independiente, Santiago de Chile, 1882; Prez Rosales, Vicente: Ensayo sobre Chile. Cmara Chilena de la Construccin, Santiago de Chile, 2010;

    Pinto, Jos Manuel. Memoria del General en Jefe del Ejrcito de operaciones de la Alta Frontera, pasada al

    Supremo Gobierno. Santiago: Imp. Nacional, 1869; Saavedra, Cornelio: Documentos relativos a la ocupacin

    de Arauco, Cmara Chilena de la Construccin, Santiago de Chile, 2009; Verniory, Gustave: Diez aos en

    Araucana, 1889-1899. Ediciones de la Universidad de Chile, Santiago de Chile, 1975. 27

    Para profundizar el tema de la otredad, vase a Todorov, Tzvetan: La conquista de Amrica. El problema

    del otro. Siglo veintiuno Editores, s.a de c.v, Mexico D.F, 1998.

  • 14

    complementan visiones para el estudio y comprensin de representaciones de los actores

    sociales de la zona en cuestin28

    .

    Otro enfoque del tema es el que se liga a la discusin del significado histrico de las

    fronteras, concepto que fue abierto por el historiador norteamericano Frederick Jackson

    Turner29

    a fines del siglo XIX, donde la lucha de los pioneros en la zona fronteriza haba

    contribuido, en el caso norteamericano, al desarrollo de formas y fondos, el individualismo

    y la iniciativa personal, dando la experiencia fronteriza una particularidad nica y

    distintiva. La idea de Turner fue abierta a ms realidades globales por su discpulo, Walter

    Prescott Webb30

    , que utilizo la tesis de su maestro para explicar otras experiencias

    fronterizas en el mundo, en la obra The Great Frontier.

    El concepto de frontera que manejaron tanto Turner como Webb, se caracteriza por

    distintas cualidades: tener tierras libres, tericamente deshabitadas, guiados los actores por

    la idea de la libertad y oportunidades ilimitadas, individualismo y un continuo revivir en las

    28

    Para estudiar el poder, es necesario comprender y analizar la contraparte de ste. El estudio de los actores sociales de las dinmicas fronterizas es relevante para ver quines son afectados/beneficiarios de las nuevas

    formas de sociabilidad y adems una forma de estudiar el poder pero desde los extremos. Para lo anterior

    vase a Araya Espinoza, Alejandra. Ociosos, vagabundos y malentretenidos en Chile colonial. Santiago: DIBAM, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 1999; Barros Ovalle, Pedro N. Manual de

    antropometra criminal i jeneral: escrito segn el sistema de A. Bertilln para la identificacin personal i

    destinado al uso de los establecimientos penitenciarios. Santiago: Impr. de Enrique Blanchard-Chessi, 1900;

    Boccara, Guillaume. Dispositivos de Poder en la Sociedad Colonial Fronteriza chilena del Siglo XVI al Siglo

    XVII; en Pinto Rodrguez, Jorge (Editor). Del Discurso Colonial al Protoindigenismo. Ensayos de Historia

    Latinoamericana. Ediciones Universidad de la Frontera, 1996; Foerster, Rolf: Introduccin a la Religiosidad

    Mapuche. Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1995; Gallegos Bravo, Hugo; Riquelme Luco, Patricio;

    Rubilar Urra, Andrea. Antecedentes para una grfica del despojo Nagche, Archivos locales, histricos y

    contemporneos. CONADI, Edit. GEDES, 2008; Latcham, Ricardo: La Organizacin social y las creencias

    religiosas de los antiguos araucanos. Imprenta Cervantes, Santiago de Chile, 1924; Lenz, Rodolfo: Estudios

    Araucanos, materiales para el estudio de la lengua, la literatura i las costumbres de los indios. Imprenta

    Cervantes, Santiago de Chile, 1895-1897; Noggler, Albert: Cuatrocientos aos de misin entre los araucanos.

    Imprenta y Editorial San Francisco, 1987; Zavala Cepeda, Jos Manuel: Los Mapuches del siglo XVIII,

    dinmica intertnica y estrategias de resistencia. Editorial Universidad Bolivariana, Santiago de Chile, 2008.

    Artculos como Boccara, Guillaume, Boccara-Seguel, Ingrid: Polticas Indgenas en Chile (siglos XIX y XX)

    de la asimilacin al Pluralismo (el caso mapuche). Revista de Indias, 199, vol. LIX, nm. 217; Gngora,

    Mario: Vagabundaje y sociedad Fronteriza en Chile (s. XVII a XIX). Cuadernos del Centro de Estudios

    Socioeconmicos, Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Econmicas. Santiago, 3 v. n 2, 1966 y

    Muoz Sougarret, Jorge: El Naufragio del Bergantn joven Daniel, 1849. El indgena en el imaginario

    histrico de Chile. Tiempo Histrico, Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Santiago de Chile,

    n1, 2010 ayudan a la visualizacin de actores dentro del proceso que ocurri en territorio araucano en la

    poca en cuestin. 29

    Jackson Turner, Frederick: The Frontier in American History. The University of Arizona Press, New York,

    1986. 30

    Prescott Webb, Walter: The great Frontier. University of Nevada Press, 2003.

  • 15

    oportunidades. En la discusin histrica sobre las fronteras en nuestro suelo y en el

    subcontinente, estas ideas no tuvieron el mismo peso en sus inicios, ya que el estudio de las

    fronteras se basaba, como se explicaba anteriormente, en la confrontacin, tanto pacfica

    como blica, de larga duracin (desde la colonia hasta fines del siglo XIX

    aproximadamente). Las fronteras en Hispanoamrica no fueron nunca tierras libres en el

    sentido turneriano, sino que por medio de donaciones papales o va tratados pertenecan

    legalmente al imperio espaol desde el siglo XVI.

    La frontera del Biobo solo se torn atractiva para hispano-criollos mediante instituciones

    cvico-militares en la poca colonial, ya que era el nico lugar donde tenan oportunidad de

    ascenso social. En el siglo XIX fue vista como una zona intermedia entre lo colonizado por

    los espaoles y una zona amplia habitada por indgenas no sometidos; mientras ms

    avanzaba la realidad del mundo civilizado hacia el sur, menor era la fuerza de la vida

    fronteriza y de sus problemas31

    .

    Otro conjunto a estudiar ser lo relacionado con las redes jurdicas que se fueron aplicando

    alrededor de la temtica de la Araucana, dando nfasis a aquellas relacionadas con los

    litigios de tierra y de criminalidad en la zona. Se entendan como legales aquellas prcticas

    31

    Respecto a la problematizacin de la lectura de la frontera araucana existen una amplia bibliografa respecto

    al tema. Para ms informacin al respecto vase a Bengoa, Jos: Historia de un conflicto. El Estado y los

    mapuches en el siglo XX. Editorial Planeta Chilena S.A, Santiago de Chile, 1999; Bengoa, Jos: Historia del

    pueblo Mapuche. Ediciones Sur, Coleccin estudios histricos, Santiago de Chile, 1985; Bengoa, Jos

    (compilador): La memoria Olvidada. Historia de los pueblos indgenas de Chile. Publicaciones del

    Bicentenario, Santiago de Chile, 2004; Cerda-Hegerl, Patricia: Fronteras del Sur, la regin del Bio-Bio y La

    Araucana chilena 1604-1883. Ediciones Universidad De La Frontera, Temuco, 1996; Faron, Louis: Los

    mapuche, su estructura social. Instituto Indigenista interamericano, Ediciones Especiales, Mxico, 1969; Olea

    Rosenbluth, Catalina: La mujer en la sociedad mapuche, Siglos XVI a XIX. SERNAM, 2010; Pinto

    Rodrguez, Jorge: La formacin del Estado y la nacin, y el pueblo mapuche. De la Inclusin a la exclusin.

    Centro de investigaciones Diego Barros Arana, Santiago de Chile, 2000; Pinto Rodrguez, Jorge y otros:

    Misioneros en la Araucana 1600-1900. Ediciones Universidad de la Frontera, 1992; Salazar Vergara,

    Gabriel. Labradores, peones y proletarios: formacin y crisis de la sociedad popular chilena del siglo

    XIX. Santiago: Eds. Sur, 1989; Villalobos, Sergio: La vida fronteriza en Chile, el mito de la guerra de

    Arauco. Editorial Mapfre, 1992; Villalobos, Sergio y otros: Araucana, temas de Historia Fronteriza.

    Ediciones Universidad de la Frontera, 1989. Algunos artculos de inters para el tema son Len Len, Marco

    Antonio: Civilizando lo indomable: criminalidad y prisin en la Araucana chilena, 1852-1911. Revista

    ProcesoS, Revista Ecuatoriana de Historia, No. 16, 2001 y Len, Leonardo: Ngulan Mapu (Araucana). La

    Pacificacin y su relato Historiogrfico. 1900-1973. Revista de Historia social y de las Mentalidades, Depto.

    De Historia, USACH, NXI, Vol. 2, 2007.

  • 16

    o costumbres consideradas as por el hombre civilizado, lo que provoc varias

    resistencias y problemas con la sociedad receptora32

    .

    Un claro ejemplo y que se repite mucho en las fuentes judiciales era el tema del ganado y

    su cuidado, donde por leyes ancestrales, las tierras comunales eras de pastoreo, luego del

    avance mediante el mtodo aplicado por Cornelio Saavedra (avance y fortificacin de la

    frontera) las tierras libres pasaron a ser del Estado y por ende a tener propiedad,

    provocndose complejos escenarios que rompieron con las tradiciones y pusieron en jaque

    un sistema que en ms de doscientos aos de relacin funcion, la ley equipar a los

    nativos con el resto de los ciudadanos de la Repblica, sin los mismos mecanismos de

    defensa ni conocimientos.

    Otra perspectiva ser el anlisis econmico del tema, enfatizndose en lo tradicional del

    campo y lo modernizante de las nuevas estructuras de intercambio econmico que se

    cruzan en ste periodo. El auge econmico de la mitad del siglo XIX se vio condicionado

    por el Golden Rush o fiebre del oro, la expansin a mercados de Europa asolados por

    pestes, malas producciones y a la necesidad alimenticia por el aumento de la poblacin, a

    causa de la estabilizacin de las condiciones sanitarias y la vida en ciudad. Esta situacin

    provoc que en Chile el incremento de la demanda fuera monopolizado por el del trigo y

    otras especies cerealeras con el fin de satisfacer los mercados alimenticios del mundo y el

    norte de nuestro pas. La Araucana deba transformarse en el gran vergel de la Repblica y

    sostener alimenticiamente al ejrcito del sur33

    .

    32

    Respecto a lo judicial y lo relacionado al entendimiento del derecho como norma, vase a Aylwin, Jos:

    Estudio sobre tierras indgenas de la Araucania, Antecedentes histricos legislativos (1850-1920). Instituto

    de estudios Indgenas, Universidad de la Frontera, 1995; Comit Centenario de Traigun. Primer centenario

    de Traigun, 1878-1978; Garmendia, Flix. Las elecciones infames. Imprenta de El Independiente, Santiago de Chile, 1876; Lara, Horacio: Crnica de la Araucana. Imprenta de El Progreso, Santiago de Chile, 1889. Pero principalmente se utilizarn fuentes primarias, en donde destacan el Reglamento a favor de

    los indios, dictado por la junta de gobierno con acuerdo del Senado con fecha 1 de Julio de 1813, Boletn de

    las Leyes i decretos del Gobierno, Santiago de Chile, 1813; Boletn de las Leyes y Decretos del Gobierno.

    Imprenta Nacional, Santiago de Chile, 1er. Semestres 1882; Boletn de las Leyes y Decretos del Gobierno.

    Imprenta Nacional, Santiago de Chile, 2do. Semestres 1882 y todo lo concerniente al crimen y castigo que se

    encuentre en el Archivo de Angol, Sala Chile de la Universidad de Concepcin, Archivo Histrico Nacional y

    Archivo de la Administracin Pblica. 33

    Quien utiliza el concepto de vergel de la repblica fue Prez Rosales, Vicente: Ensayo sobre Chile. Cmara Chilena de la Construccin, Santiago de Chile, 2010, en donde plantea las capacidades del territorio para

    transformarse en la idea que tiene, criticando lo que podra no aportar a la concepcin. Para complementar la

    visin, vase a Cavieres, Eduardo: Comercio chileno y comerciantes ingleses (un ciclo de historia

  • 17

    3. Marco terico

    En el mbito terico, esta investigacin se sustenta en los planteamientos dados por

    Douglass North, Karl Polanyi, Michael Foucault, respecto de determinados conceptos: la

    idea de las organizaciones e instituciones como agentes de cambio/continuidad; la tesis del

    movimiento/contramovimiento como eje regulador de las sociedad post-revolucin

    industrial; la definicin y entendimiento del poder y la dominacin, como visin final del

    constructivismo estructuralista34

    . La idea del soporte terico es dar un entendimiento al

    problema de estudio, que es la conformacin social del poder local y de la familia Bunster.

    En trminos generales, la zona de la frontera era la viva imagen del viejo oeste

    norteamericano, al menos as lo seala la historiografa de los actores y tambin las poesas

    que describen la vida y la cotidianeidad de dicha zona. Desde el mbito social, se analizar

    la conformacin de un grupo de personas que liga su status a la posesin de tierra y su nivel

    de uso, la relacin con la poblacin nativa con sus respectivos problemas y beneficios.

    Desde una dimensin ms bien cultural, se analizar el cmo se crean espacios de

    relaciones, manifestaciones o representaciones en el contexto geogrfico de la Alta Frontera

    Araucana.

    econmica). Universidad Catlica de Valparaso, Instituto de Historia, 1988; Domeyko, Ignacio: La

    Araucana y sus habitantes. Cmara Chilena de la Construccin, Santiago de Chile, 2010; Gallegos, Hugo:

    Origen de la propiedad en Malleco; Leiva, Arturo: El primer avance a la Araucana, Angol 1862. Ediciones

    Universidad de la Frontera, Temuco, Chile, 1984; Prado Martnez, Alberto: nica Gua general de Chile

    1904-1905. Centro Editorial de Alberto Prado Martnez, Santiago de Chile, 1905; Prez, Jos Antonio:

    Recuerdos de un viaje al sur de Chile. Imprenta de El Independiente, Santiago de Chile, 1882. En fuentes primarias tales como Discurso del Presidente de la Repblica Manuel Montt en la apertura del Congreso

    Nacional, Santiago, Imprenta del Ferrocarril. 1ro de Junio, 1852 y Discursos de Apertura en las sesiones del

    Congreso, Memorias Ministeriales en los tres ltimos aos del primer quinquenio de la administracin Montt.

    Santiago de Chile, Imprenta del Ferrocarril, 1854. Podemos ver que la idea de vergel evoluciona y toma

    ribetes distintos, adquiriendo relaciones con lo poltico y con la posesin de la tierra, para la consolidacin en

    un grupo social de la dinmica planteada por Prez Rosales, juntando lo anterior con una necesidad de un

    incipiente Estado-Nacin inmerso en un proceso de liberalizacin de las estructuras tradicionales. 34

    Para profundizar respecto al tema terico, vase a Foucault, Michel: Microfsica del poder. Las Ediciones

    de La Piqueta, Madrid, 1992; Foucault, Michel. Hermenutica del sujeto. Editorial Altamira, Argentina, 2006;

    North, Douglass: Instituciones, cambio institucional y desempeo econmico. Fondo de Cultura Econmica,

    Santiago de Chile, 1995; Polanyi, Karl: La gran transformacin. Quipu Editorial, Madrid, Espaa, 2007.

    Para complementar la visin anterior vase a Bourdieu, Pierre: Campo de poder, campo intelectual. Editorial

    Montressor, Buenos Aires, 2002; Nietzsche, Friedrich: As habl Zaratustra. Editorial Lea S.A., Buenos

    Aires, 2012. Ross, Cesar: Poder, Mercado y Estado. Los Bancos de Chile en el Siglo XIX. LOM Editorial,

    Santiago de Chile, 2003; Wallerstein, Immanuel; Balibar Etienne: Raza, Nacin y Clase. Edit. IEPALA,

    Madrid, 1988.

  • 18

    Resumiendo, los cambios en lo econmico y su relacin con la Araucana, ante los vaivenes

    de la economa, de los ciclos de crecimiento y crisis, del auge econmico de la mitad del

    siglo XIX en Chile y a nivel mundial, fueron condicionados y promovidos principalmente

    por el Golden Rush, la expansin a mercados de Europa asolados por pestes, malas

    producciones y a la necesidad alimenticia por el aumento de la poblacin, a causa de la

    estabilizacin de las condiciones sanitarias y la vida en ciudad.

    La anterior situacin provoc que en Chile el incremento de la demanda terminara

    estableciendo un monopolio del trigo y otras especies cerealeras, en donde los grupos de

    mayor poder aprovecharon la instancia para satisfacer los mercados alimenticios del mundo

    y el norte de nuestro pas. El estado de prosperidad coyuntural provoc mltiples acciones,

    una de los cuales fue la especulacin de los valores de los productos y el valor de la tierra,

    especficamente en la Alta frontera. Muchas leyes promulgadas entre 1848 y 1913 hablan

    de normar el proceso de compra y venta en la zona35

    .

    Respecto del proceso de transformacin desde un mundo tradicional y autrquico a otro

    liberal- capitalista, en gran parte del siglo XIX la sociedad fronteriza se vio gobernada por

    un doble movimiento: por un lado el mercado y, por otro, el contra-movimiento que

    cumpla el rol de control de la expansin de la primera accin.

    El sistema de mercado se desarroll a saltos y a golpes, sacudiendo las bases y la visin del

    tiempo-espacio, creando nuevas dinmicas de interaccin con la creacin de monedas

    bancarias, incorporando tanto a lo fsico como a lo imaginario un sistema universal sin

    precedentes, que en comparacin a la poca del cristianismo, se situaba en un plano

    puramente material36

    .

    La reaccin al sistema del mercado no se trata nicamente de una defensa ante el cambio,

    sino ms bien, en palabras de Polanyi, una reaccin contra una dislocacin que atacaba a

    35

    Desde la ley n50, 9 de Julio 1852, que habla sobre la creacin de la provincia de Arauco; El Decreto del 31

    de Dic. De 1896, que declara no ha lugar a la rectificacin de una venta hecha por indgenas que no se celebre

    con las formalidades legales, entre otras ms que se relacionan al mismo problema. 36

    Polanyi, Karl: La gran transformacin. Quipu Editorial. Op. Cit., pg .217.

  • 19

    todo el edificio de la sociedad y que sera capaz de destruir la organizacin misma de la

    produccin que el mercado haba hecho nacer37.

    Las clases comerciantes no posean medios para percibir los peligros de la explotacin, la

    destruccin de la vida familiar, devastacin del medio ambiente, descualificacin

    profesional, ruptura de las tradiciones populares y la degradacin general de la existencia.

    El resto de la sociedad santificaba esta nueva forma casi sagrada en el carcter universal,

    incluso cuando esto las descalificaba para ser la salvaguarda de otros intereses tan vitales

    para vivir bien como el desarrollo de la produccin38

    .

    El freno al galope del progreso corri por cuenta de la aristocracia terrateniente y al

    campesinado, a quienes correspondi la tarea de defender las cualidades marciales de la

    nacin, que continuaba dependiendo en gran medida de los hombres notables y del suelo39

    .

    Este plan de destruccin se llev a cabo mediante la aplicacin del principio de la libertad

    de contrato40

    . Polanyi lo plantea como si en un momento dado se decidiese en la prctica

    37

    Por ende lo anterior puede ser definido como la accin de dos principios organizadores en el interior de la

    sociedad, cada uno de los cuales presentan especficos objetivos institucionales, cuenta con el apoyo de

    fuerzas sociales determinadas y emplea mtodos propios: 1) El principio del liberalismo econmico, que por

    objetivo establece un mercado autorregulado, cuenta con el apoyo de las clases comerciantes y adopta como

    mtodo principal el librecambio. 2) El principio de la proteccin social, que tiene como objetivo conservar al

    hombre y a la naturaleza as como a la organizacin de la produccin, contando con el afecto de todos

    aquellos que estn directamente afectados por la accin del mercado. Vase en Ibd., pp. 218-219. 38

    El rgimen poltico autocrtico existente en esta poca tuvo como objeto bsico la consolidacin de la

    oligarqua criolla. De este modo, el conjunto de las polticas econmico-sociales se orientaron a un sistema

    econmico que garantizara la preservacin del dominio social oligrquico. Aunque la proclamacin de los

    ideales liberales y republicanos, al igual que en lo poltico, provoc un resultado ambivalente en lo

    econmico. () El discurso liberal republicano, igualitario en el plano formal, fue originalmente instrumentalizado por la elite dirigente en funcin de sus intereses econmicos particulares, preservndose

    un orden social tradicional y jerarquizado () Es as como el discurso liberal republicano instaur un orden oligrquico, a la par que suministr los recursos necesarios para socavarlos (). Para ms informacin respecto al tema ver Vicua, Manuel: La Belle poque chilena, Editorial Sudamericana, Santiago de Chile,

    2001, pg. 31. 39

    La fe liberal recibi un fervor cuasi evanglico como respuesta a las necesidades de una economa en pleno

    desarrollo. La expansin del sistema de mercado en el s. XIX fue sinnimo de la difusin simultnea del

    librecambio internacional, del mercado y del patrn-oro. Esta triada marchaba junta y en comunin. No tiene

    nada de extraordinario que el librecambismo econmico se haya transformado en una religin secular desde el

    momento en que los grandes peligros de esta aventura se evidenciaron, en Polanyi, Karl: La gran

    transformacin. Op. Cit., pg. 230. 40

    Analizando las repercusiones, en el mbito de la relacin del hombre con la naturaleza, separar el trabajo de

    las dems actividades de la vida, sometindolas a leyes positivas regidas por el mercado, equivaldra a

    atomizar las formas orgnicas de existencia, reemplazndolas por una organizacin distinta e individual. La

    prolongacin del poder en zonas de complejos fronterizos, como representantes de la economa liberal,

  • 20

    que las organizaciones no contractuales fundadas en el parentesco, la vecindad, el oficio o

    las creencias, deban ser liquidadas, puesto que exigan la sumisin del individuo y

    limitaban su libertad41

    .

    Al nativo se le incorpora como mano de obra o vendiendo su trabajo, pero el costo cultural

    es la destruccin de sus instituciones tradicionales, impidiendo su reorganizacin,

    planteando que la primera contribucin del hombre blanco al mundo del indgena fue

    esencialmente hacerle conocer el azote del hambre42. Lo verdaderamente importante es

    que, en todos estos casos sin excepcin, fue necesario ante todo destruir radicalmente el

    sistema social y cultural, en suma, el modo de vida indgena43

    .

    En tal sentido, la comercializacin del suelo fue un fenmeno totalmente contrario a la

    relacin hombre-suelo existente por muchos aos en la zona de frontera. Separar al hombre

    del suelo significa disolver el cuerpo econmico en sus elementos, de tal forma que cada

    elemento pudiese situarse en la parte del sistema en la que sera ms til. La nueva

    dinmica se estableci en las zonas fronterizas coexistiendo con las viejas formas,

    intentando paulatinamente su absorcin, buscando como fin asegurar el control sobre los

    suelos que an estaban regulados por lazos precapitalistas44

    .

    Existe la condicin ms favorable para la prosperidad de la agricultura cuando ya no hay

    mayorazgos, donaciones inalienables, tierras comunales, derecho de retracto ni diezmo.

    Luego hay que subordinar la tierra a las necesidades de una poblacin urbana de expansin

    rpida, con la movilidad de los frutos que de stos suelos se puedan extraer, permitindolo

    a travs de leyes que lo protejan y medios de transporte necesarios45

    .

    pueden pedir sin incoherencia al Estado que use su fuerza militar y jurdica para instaurar las condiciones de

    un mercado autorregulador y de paz para el intercambio de productos. Vase en Ibd., pg. 243. 41

    Ibd., pg. 269. 42

    Fue as como el colonizador decidi derribar los rboles del pan, a fin de crear una penuria artificial, o

    impuso un impuesto para forzarlos a vender su fuerza de trabajo, la experiencia colonial confirmo esta actitud

    y la puso como la opcin ideal para el problema acontecido en el s.XIX., en Ibd., pg. 270. 43

    Ibd., pg. 292. 44

    Polanyi plantea una situacin similar en el proceso que l sita entre el derrumbamiento del feudalismo en

    el s.XIV en los centros urbanos de occidente y que finaliz quinientos aos ms tarde durante las revoluciones

    europeas. 45

    Polanyi, Karl: Op. Cit., pp. 294-295.

  • 21

    De lo anterior se desprende el entendimiento sobre el origen del poder. Respecto a esta idea

    Michael Foucault46

    utiliza dos conceptos como base de su anlisis, donde el primero es el

    origen (Herkunft). En el origen est la esencia de las cosas, su ms pura posibilidad, su

    identidad replegada sobre s misma. Es tener advertidas todas las peripecias que han podido

    tener lugar, todas las trampas y todos los disfraces. Es intentar levantar las mscaras47

    para

    poder develar finalmente una identidad de origen48

    . Respecto al origen y su eleccin, el ser

    y la verdad no son realidades unidas por la libertad; lo que se encuentra en el comienzo

    histrico de las cosas no es la identidad de su origen, lo que se halla es la discordia, el

    disparate, el caos.

    El alto origen es la sobrepujanza metafsica que retorna a la concepcin segn la cual al

    comienzo de todas las cosas se encuentra aquello que es lo ms preciado y esencial; el

    origen est antes de la cada, y al narrarlo se canta una teogona49

    . Esto se aplica en el

    estudio de los prohombres que las fuentes nos representan como una especie de semi-

    dioses divinos que actuaron bajo ciertos valores que deben replicarse por toda la sociedad

    en su totalidad, invadiendo tanto la capacidad social como familiar en el espacio de frontera

    estudiado, culminando Foucault con la frase hay que ser metafsico para buscarle un alma

    en la lejana idealidad sobre el origen50.

    El segundo concepto trabajado es el de surgimiento (Entstehung), siendo la entrada en

    escena de las fuerzas, la irrupcin, el movimiento de golpe por el que saltan de las

    bambalinas al teatro51

    .

    46

    Foucault, Michel: Microfsica del poder. Op. Cit., pg. 8. 47

    Sobre el tema de las mscaras de la moral, se plantea que sta constituye la expresin de una voluntad dbil

    que no llega a afirmarse sino oblicuamente, por la mediacin de una serie de negatividades ideales que

    enmascara su verdadero ser, en el prlogo de Nietzsche, Friedrich: As habl Zaratustra. Editorial Lea S.A.,

    Buenos Aires, 2012. Plantea que la moral capitalista enmascara la verdadera procedencia de los valores, su

    enraizamiento en un juego coyuntural de intereses particulares, mediante la recurrencia a supuestas esencias,

    divinidades o principios que justificara su necesidad eterna, su validez incuestionable y universal. Culmina

    todo con la idea de que la razn ocupar el trono vacante de la vieja moral, asumiendo sus funciones de orden,

    confianza en las instituciones, asegurar la cohesin del rebao humano, procurando el sentimiento de hallarse

    guiado providencialmente. 48

    Foucault, Michel: Op. Cit., pp.9-10. 49

    Ibd., pg. 10. 50

    Ibd., pg. 12. 51

    Ibd., pg. 18.

  • 22

    El anlisis clsico del concepto y el origen del poder52

    posee dos vertientes claramente

    tipificados, en los cuales se diferencian en el rol de la economa53

    y de los corpus

    jurdicos54

    . En la encontramos un poder poltico que en tendra en el proceso de cambio, en

    la economa de la circulacin de bienes, su modelo formal; en el segundo caso, el poder

    poltico tendra en la economa su razn histrica de ser y el principio de su forma concreta

    y de su funcionamiento.

    Las crticas que plantea Foucault respecto a la visin coyuntural del poder suscitan

    interrogantes: est siempre el poder en posicin secundaria respecto de la economa?

    tiene en su esencia como razn y como fin servir a la economa? est destinada a

    solidificar y reproducir las relaciones sociales y culturales de dicha economa, esenciales

    para su funcionamiento55

    ? Luego, est el poder modelado segn la mercanca (se posee, se

    adquiere, se cede)? O por el contrario, los instrumentos que necesitan para analizarlo son

    distintos, aunque las relaciones de poder estn profundamente con y en las relaciones

    econmicas? En este caso, la indisociabilidad de la economa y de la poltica no sera del

    orden de la subordinacin funcional sino de otro orden que tendra que individualizarse

    convenientemente56

    .

    Se pueden contraponer dos grandes sistemas de anlisis de poder: por un lado el clsico

    filosfico57

    , y por otro aquel que busca analizar el poder poltico no segn el esquema

    52

    En relacin al cuerpo social, en la sociedad colonial y monrquica el cuerpo del rey no era una metfora,

    sino una realidad poltica, en la cual su presencia irradiaba poder, orden y subordinacin. Por el contrario, ya

    en el periodo de la Repblica no existe un cuerpo, y es la sociedad la que se corporiza, protegindole de

    manera total. Este cuerpo social se constituye a la luz de la materialidad del poder sobre los cuerpos de los

    individuos, vase en Ibd., pp. 103-104. 53

    La teora de la concepcin marxista del poder tiene una funcionalidad econmica en la medida en que el

    poder tiene esencialmente el papel de mantener las relaciones de produccin y una dominacin de clase que

    favorece a su desarrollo, as como la modalidad especfica de la apropiacin de la fuerza productiva que lo

    hace posible. El poder poltico encontrara en la economa su razn histrica de existencia. En Ibd., pg. 134. 54

    El poder es un derecho del que es poseedor, puede transferirse o alienarse parcial o totalmente mediante un

    acto jurdico o un acto fundador de derecho que sera del orden de la sesin. El poder es en concreto una

    capacidad que todo individuo detenta y que cede, parcial o totalmente, para contribuir a la constitucin de un

    poder poltico y soberana. La constitucin del poder poltico se hace siguiendo el modelo de una operacin

    jurdica que sera del orden del cambio contractual. En Ibdem. 55

    Ibd., pg. 135. 56

    Ibdem. 57

    El poder es un derecho originario que se cede, constitutivo de soberana y al contrato, en tanto que matriz

    del poder poltico; este poder as constitutivo se arriesgara a utilizar la opresin cuando se sobrepase as s

    mismo, es decir, cuando fuese ms all de los lmites del contrato. En Ibd., pg. 137.

  • 23

    contrato-opresin, sino segn el de guerra-represin, el efecto y la continuacin de una

    relacin de dominacin58

    .

    En cualquier sociedad las relaciones de poder atraviesan, caracterizan y constituyen el

    cuerpo social, y stas no pueden disociarse, establecerse ni funcionar sin una produccin,

    una acumulacin y funcionamiento de discurso. No hay ejercicio del poder posible sin una

    cierta economa de los discursos de verdad, se est sometido a la produccin de la verdad

    desde el poder y no puede ejercitar el poder ms que a travs de la produccin de la

    verdad59

    . La produccin de verdad se debe producir al mismo nivel que el de riqueza. Por

    otro lado, tambin se est sometido a la verdad en el sentido que sta hace ley, que elabora

    un discurso verdadero que decide, transmite y empuja efectos de poder60

    .

    La novedad del estudio del poder recae en evitar estudiar la obediencia de los individuos a

    la ley, al derecho y la soberana, sino que ms bien analizarlo desde sus extremidades, de

    asirlo en sus formas e instituciones regionales, sobre todo donde, saltndose las reglas del

    derecho, se extiende ms all de ellas, se inviste en instituciones, adopta la forma de tcnica

    y proporciona instrumentos de intervencin material, llegando a ser violentos61

    . Hara falta

    estudiar, como lo plantea Foucault, los cuerpos perifricos y mltiples, esos cuerpos

    constituidos por los efectos de poder a semejanza de sujetos62

    . El poder tiene que ser

    analizado como algo que circula, con un funcionamiento similar a una cadena63

    .

    Se asocia a lo anterior el concepto de dominacin. No es ste la que pluraliza y repercute

    hacia abajo, hay que analizar las maneras cmo los fenmenos, las tcnicas, los

    procedimientos de poder funcionan en los niveles ms bajos, mostrar cmo estos

    procedimientos se desplazan, se extiende y se modifican, pero sobre todo cmo son

    investidos y anexionados por fenmenos ms globales y cmo poderes ms generales o

    58

    Ibdem. 59

    Ibd., pg. 139. 60

    Ibd., pg. 140. 61

    Ibdem. 62

    Ibd., pg. 143. 63

    No est localizado, ni nunca est en las manos de algunos, el poder funciona y se ejercita en una

    organizacin reticular, el poder transita transversalmente, no est quieto en los individuos. No se trata de

    concebir al individuo como una especie de ncleo central y elemental, no es un espejo del poder; es uno de los

    primeros efectos, el individuo es un efecto del poder, circulando a travs de los individuos que ha constituido.

    En Ibd., pg. 144.

  • 24

    beneficios econmicos pueden insertarse en el juego de estas tecnologas al mismo tiempo

    relativamente autnomas e infinitesimales del poder64

    .

    La idea de que la fuente o el punto de acumulacin del poder estara en el Estado y es a l a

    quien hay que preguntar sobre las relaciones y formas de representacin del poder, segn

    plantea Foucault, la caracterstica de esta forma de anlisis se ha agotado, proponiendo el

    proceso inverso (desde los brazos al cuerpo del poder) siendo rico por su novedad y por las

    nuevas fuentes a utilizar65

    .

    Respecto de las fuerzas organizadoras, en el estudio que realiza Douglass North en

    Instituciones, cambio institucional y desempeo econmico66

    problematiza conceptos que

    transcienden de la coyuntura. North ha logrado construir una teora referida al rol de las

    instituciones en el desempeo de las economas67.

    En su definicin de instituciones, nos plantea que: 1) Son las reglas del juego en una

    sociedad o, ms formalmente, son las limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a

    la interaccin, son hechos de verdad que proveen orden visualizados y estipulados bajo una

    verdad dado por el poder instaurado o institucionalizado; 2) Estructuran e incentivan el

    intercambio humano, ya sea poltico, econmico o sociocultural68

    ; 3) Reducen la

    incertidumbre, ya que constituyen una estructura a la vida diaria; 4) Constituye una gua

    maestra a la interaccin humana, limita el conjunto de eleccin de los individuos,

    incluyendo todo tipo de interacciones humanas que pueden ser creadas como lo son las

    Constituciones polticas del Estado o bien evolucionar a lo largo del tiempo, como lo hace

    el derecho consuetudinario; 5) Respecto a las limitaciones que poseen, incluye aquello que

    se prohbe hacer a los individuos y, a veces, las condiciones en que a algunos individuos se

    les permite hacerse cargo de ciertas actividades69

    ; 6) Finalmente son una creacin que

    evolucionan y son alteradas por humanos70

    .

    64

    Ibd., pg. 145. 65

    Ibd., pg. 158. 66

    North, Douglass: Instituciones, cambio institucional y desempeo econmico. Op. Cit. 67

    Ross, Cesar: Poder, Mercado y Estado. Los Bancos de Chile en el Siglo XIX. Op. Cit., pg. 128. 68

    Ibd., pg.129. 69

    North, Douglas: Op. Cit., pg. 14. 70

    Ibd., pg. 13.

  • 25

    A diferencia de lo anterior, se asocia la idea de organismo, que busca definir la forma en

    que el juego se desarrollar, buscando crear un marco en donde haya una combinacin de

    reglas para ganar el juego a travs de aptitudes, habilidades y coordinaciones mediante

    intervenciones limpias y a veces sucias71

    .

    Las instituciones terminan convirtindose en sujetos relativamente duraderos dentro de un

    sistema mayor, sin embargo, los organismos proporcionan una estructura a la interaccin

    humana, en un nivel de menor escala con un grado de especializacin que limitan su

    funcin y alcance. De este modo los organismos incluyen cuerpos polticos (partidos,

    senado, cabildo, etc.), econmicos (empresas, ranchos familiares, etc.), sociales (iglesias,

    clubes, etc.) y rganos educativos. Son un grupo de individuos enlazados por alguna

    identidad comn hacia ciertos objetivos72

    . As podemos entender a los batalladores por el

    liberalismo en tierras araucanas, que forjaron una estructura de interaccin humano que

    buscaban socavar la institucionalidad fronteriza de manera de que ellos pusieran las reglas

    del juego dentro de un escenario donde las jugadas fuesen siempre a su favor.

    En el camino de ir hacia objetivos especficos, el modelamiento de los organismos es a la

    vez el anlisis de las estructuras de gobernacin, las capacidades y la forma de aprender

    haciendo, determinando el xito de las organizaciones a lo largo del tiempo73

    . La vida y la

    evolucin de las organizaciones son hechos determinados por el marco institucional que, a

    su vez, influyen en la forma en que evoluciona el marco organizacional. El acento de ste

    anlisis recae en las instituciones que son las normas subyacentes del juego y el nfasis en

    las organizaciones (y en sus empresarios) recae primordialmente en su papel como agente

    de cambio institucional74

    .

    El cambio es un proceso complicado, porque los ocurridos al margen pueden ser

    consecuentes de las variaciones en cuanto a norma, limitacin informal y diversas clases de

    efectividades y observancia coercitiva, por lo tanto, el cambio se va gestando de un modo

    71

    Ibd., pg. 15. 72

    Ibdem. 73

    Ibd., pp. 15-16. 74

    Ibd., pg.17.

  • 26

    incremental, no de un modo discontinuo75

    .La estabilidad de ningn modo contradice el

    hecho de que las instituciones estn en cambio permanente76

    .

    Los resultados se deben a la dependencia de las organizaciones resultantes en ese marco

    institucional y las consiguientes redes externas que se producen. Las limitaciones

    institucionales formales o informales dan como resultado organismos particulares de

    cambio que han nacido debido a los incentivos contenidos en el marco y que, por

    consiguiente, dependen de l en cuento a la redituabilidad de las actividades que

    emprenden77

    .

    El cambio incremental proviene de las percepciones de los agentes en organismos polticos

    y econmicos que le indican que podra redituarles mejor alterando en un cierto margen el

    marco institucional existente, las percepciones dependen tanto de la informacin que

    reciben los empresarios como de la forma en que procesan esa informacin78

    .

    En contra de la teora de la eleccin racional del mundo econmico, en muchos casos,

    como el de Bunster, no simplemente se maximiza la conducta de riqueza, sino tambin el

    altruismo, filantropa y las limitaciones autoimpuestas, lo cual cambia radicalmente los

    resultados con respecto a las elecciones que de hecho realiza la gente. La especulacin en el

    terreno de las ciencias sociales descansa implcita o explcitamente, en conceptos de la

    conducta humana79

    .

    El tipo de informacin y de conocimiento que requiere el empresario o una familia es en

    gran parte consecuencia de un contexto institucional particular. Ese contexto no solo dar

    forma a la organizacin interna y determinar el grado de integracin vertical y de la

    estructura de gobierno, sino que tambin determinar mrgenes elsticos que ofrezcan una

    promesa mayor en cuanto a la maximizacin de los objetivos de la organizacin. Por

    75

    La va del cambio se conforma por dos caminos: Uno es el entrelazamiento, producto de la relacin

    simbitica entre las instituciones y las organizaciones creadas por evolucin y el proceso de retroalimentacin

    por medio del cual los humanos perciben y reaccionan ante los cambios. Vase Ibd., pg. 19. 76

    Las instituciones determinan las oportunidades que hay en una sociedad, las organizaciones son creadas

    para aprovechar las oportunidades no institucionalizadas y, conforme evolucionan alteran la institucionalidad.

    Idea extrada en Ibd., pg. 18. 77

    Ross, Cesar: Poder, mercado y Estado: Los bancos de Chile en el siglo XIX. Op. Cit., pg 130. 78

    Ibdem. 79

    North, Douglas, Op. Cit., pp. 31-34.

  • 27

    consiguiente, necesitamos examinar el contexto institucional para determinar qu tipo de

    demanda existe para las diferentes clases de conocimientos y destrezas, los incentivos que

    estn interconstruidos en el marco institucional, desempean la funcin decisiva en la

    conformacin de los tipos de aptitudes y conocimientos que son codiciables80

    .

    4. Hiptesis

    En esta configuracin social del poder, y principalmente en lo que dice relacin con

    la ocupacin del espacio y control de los recursos, la familia Bunster fue clave. No solo

    hubo estrategias familiares (matrimonios convenientes) para dominar el espacio, sino

    tambin diversificacin econmica y control del poder de compra, elementos que pueden

    ser rastreados a lo largo de los aos, antecedentes que este estudio pretende recoger.

    La Familia Bunster fue un buen ejemplo de una familia de poder en la zona araucana. Una

    familia que encontr en la explotacin del trigo la fuente de su riqueza, poder y prestigio,

    en momentos en que este recurso ya no era tan vital como lo fue en los siglos coloniales,

    con la exportacin al Per y en la dcada del 30 del s. XIX con la venta a California y

    Australia81

    . Ahora relegada al sur, la explotacin triguera necesit de gente audaz para los

    negocios, transformando una biodiversidad nativa boscosa en llanos y hectreas de trigo.

    A esa explotacin triguera, como sucede con estas familias de lite, vino despus la Banca,

    el prstamo, en definitiva la diversificacin plena en el plano econmico. Sin duda, esa

    riqueza tuvo su correlato en el plano poltico, como era habitual en este tipo de familias, la

    poltica fue fundamental para consolidar, cuidar, avalar y perpetuar los negocios.

    Junto con ello y complementando esas caractersticas econmicas y polticas, el prestigio

    social fue vital para la perpetuacin del poder familiar. Lo anterior tambin se asocia a la

    aceptacin por parte de una sociedad macro regional de un cono y representante de lo

    moderno, validando nuevas prcticas socioculturales para hacer riqueza y ejercer el poder

    80

    Ross, Csar: Op. Cit., pg. 131-132. 81

    La agricultura contribuyo a la economa de exportacin a travs del mercado ingls para los cereales,

    incluso este nexo perdur ms all de la bonanza de los mercados de California y Australia. El sector agrcola

    lleg a presentar el 20% de las exportaciones chilenas a Gran Bretaa en el periodo de 1865 a 1880. Para el

    tema se recomienda la informacin dada por el texto de Cavieres, Eduardo: Comercio chileno y comerciantes

    ingleses (un ciclo de historia econmica). Universidad Catlica de Valparaso, Instituto de Historia, 1988.

  • 28

    desde una dinmica anclada al liberalismo, en contraposicin a los que ostentan el poder de

    manera tradicional, relacionado con el extenso y poco rentable uso del suelo.

    As, Jos Bunster y su familia se consolidan, transformndose en un ejemplo de una

    conformacin social del poder local con tintes liberales82

    en lo econmico y conservador en

    lo social, en contraposicin a las prcticas asociadas a la vieja frontera y tabes en la

    relacin con los mapuche de la zona mencionada.

    5. Metodologa

    La construccin metodolgica de la presente investigacin se inici con la

    utilizacin de las fuentes relacionadas con la posesin de tierras desde fines del s. XIX

    hasta inicios del XX, a travs de anuarios estadsticas y guas generales de Chile, en donde

    se desglosa territorio, posesin y actividad econmica.

    Desde aquella realidad interpretada desde los documentos, se comienza a problematizar y

    visualizar temas histricos respecto a una zona geogrfica en especfico, observndose que

    un determinado espacio econmico y territorial era dominado por una serie de apellidos que

    se repetan y se mezclaban. A partir de lo anterior, se jerarquiz en latifundistas con ms de

    mil hectreas por territorio, bajando a tres apellidos: Anguita, De la Maza y Bunster.

    A continuacin, se comenz con el contraste de fuentes con otras de ndole poltica, social

    y cultural. Desde ah se evidenci la relevancia que tena la familia Bunster en la zona de la

    Alta Frontera Araucana, ya sea por sus contactos, por sus monumentos, por su filantropa,

    por su relevancia. Siendo lo anterior medido desde lo local (diarios y fuentes), lo regional

    (anuarios y fuentes econmicas) y lo nacional (registros polticas y correspondencia

    privada).

    82

    A la llegada de los liberales al poder, con Jos Joaqun Prez, se encontraron frente a una clase dirigente

    dividida en crculos, con opiniones propias, perfectamente definidos, y vigorosamente organizados: se

    encontraban los nacionales, eran los dueos de la administracin y del congreso, posean adems un brillante

    estado mayor, compuesto en parte de notabilidades aristocrticas o financieras, pero en el que dominaban los

    juristas y los hombres de administracin. Los fusionistas arrastraban tras de s al ncleo de la aristocracia

    devota y tradicional, contando dentro de ellos a los polticos ms hbiles y prestigiosos de la poca, aun la que

    figuraba el cortejo montt-varistas, era en general favorable a un cambio de rgimen, o por lo menos, no se avena ya bien a la antigua tradicin. Segn palabras de Edwards, se form en el gobierno de Prez el gobierno presidencial de partidos. Los crculos polticos dominantes continan reconociendo la alta y superior autoridad del jefe del Estado; pero ejercen sobre ella una influencia creciente. Ver ms informacin

    en Edwards, Alberto: La fronda aristocrtica. Editorial del Pacfico, Santiago de Chile, 1966, pg. 118.

  • 29

    De ah que surge una problemtica: existe hoy una diversidad de fuentes dispersas, siendo

    labor del investigador la recopilacin ajustada y coherente al problema planteado, para que

    as se construya una tesis coherente, buscando formular y asumir una perspectiva nueva que

    contribuya a un conocimiento ms sistematizado acerca de las grandes familias en la

    frontera araucana en el siglo XIX.

    Gracias a la problemtica surgida, se enfatiza nuestra hiptesis investigativa. En la

    configuracin social del poder local, la familia Bunster fue clave, siendo un buen ejemplo

    de una familia de poder en la zona araucana, transformndose en ejemplo de una

    conformacin social del poder local con tintes liberales en contraposicin a las prcticas

    asociadas a la vieja frontera.

    Entendiendo la forma de abordar las fuentes para definir el problema, cada captulo se

    estructura con una idea en particular, que conlleva a una construccin y uso de fuentes que

    conduce al tema en general. Es as que para la construccin del primer captulo se

    abordaron las fuentes que aportaban a las visiones del problema de la Araucana con un

    corte cronolgico previo a 1859, ao de la gran insurreccin al sur del Biobo. Para lo

    anterior se utilizan fuentes que aportan a visualizar a cmo se ve el problema de forma

    institucional, de los problemas sociales, de los cientficos, viajeros y militares, buscando

    como respuesta la constitucin de visiones dispares, pero que confluyan en una definicin

    de cmo y qu hacer con la vieja Araucana.

    En el segundo captulo se utilizan fuentes que muestran impresiones y reacciones desde el

    centro, es decir desde el valle central y el gobierno. Para lo anterior se utilizan fuentes de

    viajeros y prensa que desde Santiago definen e interpretan el tema de la Araucana en

    general y la Alta Frontera en especfico. As se logra definir un subproblema en la zona,

    que es la carencia o la nula presencia institucional en la zona, afirmando lo anterior con

    fuentes que abordar problemticas en la zona, como el bandolerismo, la desorganizacin y

    el miedo. Todo lo anterior en su contraste da como resultado una definicin de la bsqueda

    de figuras que guen el progreso y la civilizacin en territorios desamparados y

    brbaros.

  • 30

    A la luz de lo anterior, se da el soporte de informacin para validar la posicin del clan

    Bunster como familia de poder, siendo el objeto de estudio del captulo tres, utilizando

    fuentes que validen, comprueben y la definan como relevante, desde su origen, su

    construccin y la definicin de su poder econmico.

    Ya en el captulo cuarto se define el rol de la parentela y la clientela, observndose el rol

    econmico en la definicin de las redes, la reproduccin social a travs de los matrimonios,

    la familia y la clientela, definindola y construyndola lo ltimo en torno a la sociedad

    comercial de la explotacin triguera y los molinos, siendo el objeto de construccin del

    anlisis del problema.

    El captulo final metodolgicamente se construye en torno al problema del poder poltico y

    las relaciones sociales, para lo anterior se indagarn fuentes biogrficas, polticas, privadas

    (cartas) y familiares. Lo anterior tiene la finalidad de construir redes sociales de poder que

    cimentan y vinculan lo local con lo nacional, o el pasado con el presente y el futuro.

    Para concluir, la construccin metodolgica de la presente investigacin busca edificar a

    partir de las fuentes la respuesta a nuestra pregunta de quin ejerce el poder local en la Alta

    Frontera y que rol que cumple la familia Bunster en este problema.

    7. Estructura investigativa

    La presente investigacin se divide en cinco captulos que buscan abordar el

    problema desde lo general a lo especfico.

    El primer captulo se profundizar respecto a las visiones de la Araucana como

    antecedentes de la ocupacin, que buscar dar a entender el cmo se ve la Araucana desde

    inicios del s. XIX hasta 1859, como se explicaba anteriormente, ao de la insurreccin

    indgena. Todo lo anterior tendr como finalidad el entendimiento de la ocupacin

    territorial como un medio para un fin y no un proceso aislado.

    El segundo captulo aborda el estado y reacciones desde el centro, buscando visiones de la

    ocupacin y cmo se observa el proceso desde el poder nacional, buscando ver impresiones

    del proceso y matices discursivos. Lo anterior se complementar con la ausencia del rol del

  • 31

    Estado a travs de manifestaciones del bandolerismo y el miedo, siendo soporte para la

    construccin de figuras de poder local.

    El tercer captulo busca definir la familia de poder Bunster desde su origen y su concepcin

    de poder, buscando entender su peso real en la sociedad fronteriza desde la perspectiva de

    las redes del poder econmico local.

    El cuarto captulo abordar la temtica de la parentela y clientela en la familia Bunster,

    viendo como desde la familia y su principal herencia socioeconmica, el molino, construye

    redes sociales de poder cimentada en la familia y los amigos.

    El ltimo captulo abordar el tema del poder poltico y relaciones sociales de la familia de

    poder Bunster, viendo principalmente cmo se edifica se gestan relaciones sociales entre

    familias de poder de distintos espacios geogrficos, que nos ayudan a concluir que el poder

    interfamiliar da una solidez y una hegemona desde la perspectiva de lo local y una

    notoriedad desde lo regional y nacional.

  • 32

    CAPTULO I

    LAS VISIONES DE LA ARAUCANA COMO ANTECEDENTES DE LA

    OCUPACIN

    La historia del sur de Chile y su condicionante rural se posicion bajo el alero y la

    racionalidad de la civilizacin y barbarie, o cualquier tipo de sinnimos asociados a stos

    conceptos, siendo la lite de la zona quin opta por precisar el ordenamiento territorial bajo

    aquellos preceptos ligado a la modernidad por sobre lo existente. As, el tema de las

    relaciones socio-histricas de los actores se va evidenciando no slo en los discursos, sino

    en la cotidianeidad y en el territorio83

    .

    Oficialmente, existan grandes y buenas intenciones sobre el territorio de la Alta Frontera

    araucana, pero siempre las intenciones slo quedaban en palabras y deseos. La organizacin

    de los territorios indgenas y el empleo de los medios ms eficaces de civilizar a sus

    pobladores y de sujetarlos completamente a las autoridades de la Repblica, era ya a

    mediados del siglo XIX, segn palabras de Manuel Montt, una empresa que no deba

    postergarse84

    .

    83

    La tradicin de las relaciones de frontera y la visin de los otros como distintos, como brbaros tuvo fuerza y marc una tradicin ya desde Grecia y Roma. Para protegerse de las invasiones de los otros, los romanos fortificaron sus fronteras, levantando atrincheramientos y estableciendo legiones en sus

    campamentos permanentes. Estas frmulas de defensas y establecimiento de relaciones socioculturales fue

    eficaz hasta fines del s. IV, hasta que se inicia el pe