Conformación Social Del Poder en La Alta Frontera Araucana 1852-1910
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Pontificia Universidad Catlica de Valparaso
Facultad de Filosofa y Educacin
Instituto de Historia
LA CONFORMACIN SOCIAL DEL PODER EN LA ALTA
FRONTERA ARAUCANA: EL CASO DEL REY DEL TRIGO, JOS
BUNSTER, 1852-1910
Tesis para optar al Grado de Magster en Historia
Profesor Gua: Dr. Juan Cceres.
Nombre: Juan Ignacio Cordero Prez.
Via del Mar, noviembre del 2014.
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NDICE
INTRODUCCIN..4
1. Problema..6
2. Estado de la cuestin7
3. Marco terico.17
4. Hiptesis.........17
5. Metodologa.......28
6. Estructura investigativa30
CAPTULO I: LAS VISIONES DE LA ARAUCANA COMO ANTECEDENTES DE LA
OCUPACIN ...32
I.- VISIONES DE LA OCUPACIN: 33
1.1) Institucional....33
1.2) Visin de los problemas sociales...38
1.3) Visin del territorio y de sus habitantes de Ignacio Domeyko y Vicente Prez
Rosales...42
1.3.1) Estructura departamental Alta frontera araucana44
1.4) Visin de Pablo Treutler48
1.5) Visin de Cornelio Saavedra..50
CAPTULO II: ESTADO Y REACCIONES DESDE El CENTRO....53
I.- REACCIONES DE LA OCUPACIN DESDE EL CENTRO...55
1.1) Anlisis de un viaje al sur por Jos Antonio Prez...55
1.2) Los ojos de Santiago a la Araucana..56
1.3) La Prensa57
II. AUSENCIA INSTITUCIONAl60
2.1) Bandoleros..61
2.2) Estado y su rol organizador63
2.3) Sumisin.64
2.4) Inexistencia del Estado: Miedo y bsqueda de figuras civilizatorias.66
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CAPTULO III: EN MEDIO DE LA NADA, FORMACIN ECONMICA DE UNA
FAMILIA DE PODER: EL CLAN BUNSTER70
I. ORIGEN DE LA FAMILIA Y LA FORTUNA................................................................70
II. CONSTRUCCIN DEL PODER....................................................................................76
III. PODER ECONMICO..................................................................................................81
3.1) Comercio y sociedad..................................................................................................81
3.1.1) Redes econmicas del poder local83
3.2) Banco de Jos Bunster...85
CAPTULO VI: PARENTELA Y CLIENTELA EN LA FAMILIA BUNSTER...............89
I. PARENTELA....................................................................................................................90
1.1) La familia...................................................................................................................90
1.2) Economa familiar..92
1.2.1) Propiedades del Clan Bunster en la Alta frontera Araucana (1904-1905)..96
1.2.2) Familia Bunster y la posesin de tierra (1920)...99
1.3) Vnculos sociales..100
1.3.1) Capital social, econmico y estrategias matrimoniales.103
II. CLIENTELA: REDES ECONMICAS Y SOCIALES DE LA FAMILIA BUNSTER
EN TORNO A LOS MOLINOS.108
CAPTULO V. PODER POLTICO Y RELACIONES SOCIALES DE LA FAMILIA
BUNSTER. ........................................................................................................................ 117
I. ROL POLTICO..118
II. RELACIONES SOCIALES...........................................................................................125
2.1) Vnculo Bunster, Saavedra y Balmaceda.................................................................131
2.1.1) Esquema vnculo familiar..................................................................................132
CONCLUSIN...................................................................................................................135
BIBLIOGRAFA146
FUENTES PRIMARIAS146
FUENTES SECUNDARIAS..148
ARTCULOS..156
DIARIOS157
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4
INTRODUCCIN.
La zona de la Araucana ha sido por largos aos un campo de estudio e
investigacin de diversa ndole, en donde se ha problematizado respecto de las
continuidades y los cambios que ha surgido en este espacio. Se suma a lo anterior el
creciente inters que ha surgido desde la esfera histrico-cultural.
La conformacin social del poder en la zona de la Araucana es el problema histrico que
estudia esta tesis, temtica que puede ser abordada desde diversas lecturas y con
perspectivas tan dismiles como las fuentes existentes: entre algunos factores est, por
ejemplo, el auge econmico de los productos entregados en la zona, en especfico, las
tierras cultivables y su proceso en el tiempo-espacio dado por el corte temporal, entre una
poltica definida por parte del Estado con la creacin de la provincia de Arauco y
culminando con la participacin de ms actores con el proceso de conformacin y
validacin del entramado social y su jerarquizacin, siendo ejemplo de lo anterior la
constitucin de la Sociedad Caupolicn defensora de la Araucana en 19101.
1 Las primeras organizaciones surgidas de la problemtica mapuche nacen como respuestas a la temtica
territorial de despojo en el proceso de reduccin, adems son respuesta a la violencia simblica y fsica, pero
bajo las reglas y las normas de la sociedad chilena. Las principales demandas de estas organizaciones son la
defensa de sus derechos sobre la tierra, de su cultura y del respeto para el pueblo mapuche. La Sociedad
Caupolicn Defensora de la Araucana surge en 1910 con el apoyo del Partido Demcrata y la Iglesia
Anglicana.
El primer presidente de la organizacin fue Manuel Neculman, considerado como el primer profesor
normalista de Temuco, as el liderazgo se basaba en la legitimidad que le daba su educacin y por representar
a las localidades mapuches. Junto al profesor se cuenta la participacin de Toms Guevara, profesor y
estudioso del tema, fue el presidente honorario, Basilio Garca como secretario y finalmente Carlos Sadlier,
pastor anglicano.
En los primeros aos las acciones se enfocaron en la denuncia de injusticias contra del mapuche,
encauzndolas a travs de la sociedad, inaugurando esta agrupacin la experiencia mancomunada para
defender sus intereses, dejando su historia una huella en la organizacin de la etnia.
Dentro de sus discursos estaba el de enmendar los errores de los antepasados mapuche al oponerse a la
civilizacin, encabezando esta idea Toms Guevara, siendo la instruccin la principal arma de defensa en el
futuro para el pueblo mapuche. Las ideas indigenistas de la Sociedad se afincaron en la idea de igualdad con
el huinca, pero sim embargo equidad no era tal por cuanto se haca de la razn una fuente de poder en manos
del blanco.
Para la profundizacin del tema, vase a Foerster, Rolf y Montecinos, Sonia: Organizaciones, Lderes y
contiendas Mapuches (1900-1970). Centro Estudios de la Mujer, Temuco, 1988; Mella, Eduardo: Los
mapuche ante la justicia: La criminalizacin de la protesta indgena en Chile. LOM Ediciones,
Observatorio de Derechos de los Pueblos Indgenas & IWGIA Observatorio de Derechos de los Pueblos
Indgenas & IWGIA, Santiago de Chile, 2007; Saavedra, Alejandro: Los Mapuche en la sociedad chilena
actual. LOM editores, Santiago de Chile, 2002.
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5
En el periodo ya especificado, el proceso econmico trajo consigo otros problemas en el
corto plazo: la iniciativa privada individual trajo inconvenientes de tipo jurdico-poltico
asociado a normar a los actores en la zona, debido a que la frontera se haba transformado
en el lugar en que se daba oportunidad a los sin suerte, a los que vean a la Araucana
como un trampoln socioeconmico, o un lugar de realizacin de las ambiciones y los
deseos.
Por otra parte, la frontera araucana se transform en cobijo y plataforma a los sin tierra, a
los inadaptados del Chile Republicano, a los vagabundos estudiados por Mario Gngora2.
Aquello responda a la visin de los que buscaban la riqueza y la aspiracin social,
econmica, de poder y honor que la tierra o el dinero les podra dar en una zona donde el
Estado propiciaba un escenario favorable a sus deseos.
As, y a la luz de lo anteriormente esbozado, la zona de la frontera del siglo XIX era la viva
imagen del viejo oeste norteamericano. As lo ensea la historiografa de los actores cvico-
militar, la fronteriza y tambin representaciones poticas como la de Pablo Neruda en su
libro Confieso que he vivido escribiendo lo siguiente: En esta frontera o Far west de mi
patria, nac a la vida, a la tierra, a la poesa3.
De este modo, queda en evidencia que el orden proviene del caos, un desequilibrio entre
sus fuerzas y los nexos naturales dados por el mantenimiento de un estilo de relaciones que
por siglos perdur. Del desorden proviene el orden, de la desintegracin de las prcticas y
de la vida proviene la conformacin social del poder local, representada, validada y
masificada por la Familia Bunster en la Alta Frontera Araucana.
2 Gngora, Mario: Vagabundaje y sociedad Fronteriza en Chile (s. XVII a XIX). Cuadernos del Centro de
Estudios Socioeconmicos, Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Econmicas. Santiago, 3 v. n 2,
1966. Tambin para el tema de la sociedad de la frontera ver: Araya Espinoza, Alejandra. Ociosos,
vagabundos y malentretenidos en Chile colonial. Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, Santiago,
1999. 3 Neruda, Pablo: Confieso que he vivido, en http://nerudavive.cl/libros/libros_neruda/Confieso.pdf.(24-06-
2012).
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1. Problema
El Problema que se estudia en la presente investigacin es la conformacin social
del poder en la zona de la Araucana, especficamente en la Alta frontera4.
Antes de 1850 comenz la preocupacin del novel Estado chileno por querer ocupar dicho
espacio; los problemas econmicos existentes para un pas en formacin y los mltiples
recursos existentes en la zona estimularan dicho deseo.
Lo que est claro es que antes de la dcada del 50 del siglo en cuestin, las relaciones
fronterizas no cambiaron radicalmente, mantenindose apegadas a viejas y comprobadas
dinmicas coloniales. Es decir, como en los siglos anteriores, comerciantes, misioneros y
militares se introducan en el territorio araucano sin que la situacin antes mencionada
trastocase o alterase el orden y equilibrio tradicional. Ello hizo validar esta forma de hacer
vida fronteriza, vindose cualquier otra forma de organizacin como un error, cuestin que
se transform finalmente en un miedo del que ningn gobierno quiso hacerse cargo en la
poca.
Sin embargo, el nuevo Estado Chileno, sobre todo desde la segunda mitad del siglo, y por
efecto tambin de los embates del liberalismo de la poca que se fue imponiendo a paso
lento y seguro, la Araucana y las relaciones que se gestaban en su territorio fueron
cambiando.
En esas transformaciones, papel importante fue la forma en que el Estado asumi el avance
en la Araucana: llevar colonos y entregarles a modo de incentivo tierras, ganado,
semillas, dinero y herramientas para su estada en la zona. En ese proceso de ocupacin del
espacio fueron emergiendo sujetos que supieron adaptarse mejor a las nuevas
circunstancias que el propio liberalismo de la poca propiciaba, lo que signific y los llev
a generar riqueza.
En el fondo, esto llev a la aparicin no slo de personajes singulares con poder, sino ms
bien familias de poder. Este estudio se centra en cmo se plante con anterioridad la
4 Corresponde en la actualidad al espacio existente entre el rio Biobo y Malleco.
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7
configuracin social del poder familiar local, entramado social que sirvi no slo a la
ocupacin del espacio, sino tambin al Estado que necesitaba recursos.
En ese contexto, existen familias de poder en la zona sobre las cuales hay escasas
referencias histricas, entre las que se encuentra la familia de los Bunster, que sin duda
parece representativa de una elite local, que posee dinmicas fronterizas con tintes
modernos.
En el caso que se presenta cabe preguntarse: Qu caracterstica tena la familia Bunster
para que se transformase en una familia de poder? Qu papel jug el patriarca de la
familia, Jos Toms Alfredo, en la generacin de la riqueza? Cmo los hijos y parentela
sirvieron al propsito del poder familiar? Cmo la poblacin local indgena contribuy al
predominio de esta familia? Las anteriores son algunas preguntas que nos permiten pensar
la historia de la ocupacin del espacio de la Araucana de una manera distinta a como se ha
visto hasta ahora. No se pretende aqu negar el mbito militar tradicional de los estudios de
las relaciones fronterizas; ms bien se trata de aportar, con una mirada diferente, al
desarrollo del pensamiento histrico respecto de qu es la configuracin social del poder
local.
2. Estado de la cuestin
La mayor parte de los antecedentes histricos respecto de familias aparecen en
textos que discuten sobre otros temas, como parte de estudios econmicos durante una
continuidad temporal y generacional, sobre empresas mercantiles o como parte de los
estudios de la lite que dominaban un sector, una economa o partidos polticos5.
Un cambio importante en este mbito se produce cuando se asume, segn plantean
Balmori, Voss y Wortman, el real peso de la familia como agente principal en la historia
Iberoamericana. Previo a esto la familia era considerada una entidad privada, con el mismo
peso histrico que otras instituciones sociales, y que actuaba como dinamizadora de la
5 Balmori, Diana, Voss, Stuart y Wortman, Miles: Las Alianzas de Familias y la formacin del Pas en
Amrica Latina. Fondo de Cultura Econmica, Mxico D.F, 1990, pg. 11-12.
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8
realidad mediante personajes que estos grupos producan6. Los individuos, sobre todo los
grandes personajes, han desempeado un papel central en la historiografa de Iberoamrica.
Siendo su estudio, desde sus inicios, un tema abordado por la historia poltica y militar,
posteriormente pas a constituirse como un enfoque ms colectivo, relacionado con el
papel que ejercan las instituciones7.
Las familias ms notables desempearon un rol importante a causa de la relativa ausencia
de estructuras sociopolticas en el siglo XIX, creando una red que funcionaba como una
organizacin social en s misma. Gracias a sus alianzas, los clanes notables son
posiblemente el eje alrededor del cual giraba la historia Iberoamericana desde la ltima
parte del periodo colonial hasta la primera parte del siglo XX8.
Desde Mxico a Chile, pasando por Espaa, ha proliferado una historiografa que se ha
preocupado por estas familias elitistas. Dichas historias han analizado la forma en que han
dominado los espacios locales, no slo desde el enfoque de las instituciones
gubernamentales de cada pas, sino tambin en el control de los espacios econmicos, a
travs de nuevos entes de dominacin de las relaciones, como son las familias, sostn social
tradicional y moderno en la prctica socioeconmica, lo que las hace adaptables en este
periodo de evolucin y revolucin de movimientos y contra movimientos. Es decir,
constituyen el equilibrio en periodos complejos y la plataforma para las proyecciones al
futuro9.
6 Ibd., pg. 12.
7 Respecto a la perspectiva de la historiografa de la familia en la presente investigacin, las redes sociales de
poder se inscriben en el cruce de, por un lado, la historia de las familias de poder, y por otro, la historia local
de la frontera araucana a mediados del siglo XIX. Para ver lo anterior se recomienda Vergara, Brbara:
Familia, Redes y lite: Los Smitmans Angol-Los Sauces 1870-1920. Editorial Al Aire Libro, Coleccin
Rafael Miranda. Tom, Chile, 2011. 8 Ibd., pg. 13.
9 Bibliografa respecto a la historia de la familia abunda desde lo conceptual a lo aplicado a estudios, en el
presente estudio se problematizaron obras relevantes, tales como Ibarra, Antonio y del Valle, Guillermina
(coord.): Redes sociales e instituciones comerciales en el Imperio espaol, siglos XVII a XIX. Amrica Latina
en la Historia Econmica. Revista de Investigacin del Instituto Dr. Jose Mara Luis Mora, Nm. 37, 2012.
Arts-Espriu, Gloria: Familia, riqueza y poder: un estudio genealgica de la oligarqua novohispnica.
CIESA, Mxico, 1994. Balmori, Diana; Voss, Stuart y Wortman, Miles: Las Alianzas de Familias y la
formacin del Pas en Amrica Latina. Fondo de Cultura Econmica, Mxico D.F, 1990. Cceres, Juan:
Poder Rural y Estructura Social, Colchagua, 1760-1860. Instituto de Historia, Pontifica Universidad Catlica
de Valparaso. Valparaso, 2007: Cavieres, Eduardo; Salinas, Ren: Amor, sexo y matrimonio en Chile
Tradicional. Ediciones Universidad de Valparaso, Valparaso, 1991; Edwards, Alberto: La fronda
aristocrtica. Editorial del Pacfico, Santiago de Chile, 1966; Gonzalbo, Pilar: Familias Novohispnicas.
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9
La familia ha pasado a ser una de las principales preocupaciones de la historia social,
siendo un tema que abre nuevos campos de investigacin, lo que ha propiciado desde
entonces una amplia fuente de discusin historiogrfica de controversias y divergencias.
La familia histrica en el continente americano, en aspectos generales, tan ibrica en sus
orgenes culturales y su marco legal, termin por ser algo diferente a la familia originaria de
Espaa y Portugal, diversidad que ha constituido una de los interrogantes principales para
la historiografa americana. Entre las opiniones divergentes se observan criterios como la
distancia geogrfica y la diferencia abismante en cuanto al estado evolutivo de las
sociedades del viejo y nuevo mundo, la mezcla tnico-racial y cultural que supuso la nueva
vida de europeos en Amrica. Entre las opiniones convergentes hallamos el considerar la
familia como actor clave para una cabal comprensin de la historia del continente as como
en la importancia que tienen muchos aspectos de la familia histrica americana para la
manera en que se articula la familia en contextos modernos10
.
En Amrica Latina la conquista del territorio por los europeos represent un encuentro
cultural que enfrent dos modelos de familia, que a la vez sustentan dos perfiles de
sociedad y de poder radicalmente distintos. Sin embargo, y dado que ni en la una ni en la
otra haba un modelo nico familiar en cuanto a su conformacin, seala Cavieres y Salinas
que es ms exacto hablar de una confrontacin de una pluralidad de modelos y discursos
sobre parentesco, alianza y relaciones sexuales11.
Ya en el periodo en cuestin, la familia se desarroll en un contexto en donde la propiedad
privada estaba ligada no solo al poder econmico sino tambin a la regulacin de las
Siglo XVI al XIX. El Colegio de Mxico, Mxico, 1991. Gonzlez, Victoria. Cabildos y grupos de poder en
Yucatn (siglo XVII). Excma. Diputacin de Sevilla, Sevilla, 1994. Ghirardi, Mnica: Cuestiones de familia a
travs de las fuentes. Centro de Estudios Avanzados, Universidad Nacional de Crdoba, Argentina, 2005;
Guevara, Toms. Las ltimas familias i costumbres araucanas. Santiago: Imp. Barcelona.; Martnez Lpez, David: Tierra, herencia y matrimonio. Un modelo sobre la formacin de la burguesa agraria andaluza
(siglos XVIII-XIX). Edit. Jaen, Madrid, 1996. Jorge, Nez: Familias, elites y sociedades regionales en la
Audiencia de Quito 1750-1822, en Nez, Jorge (Ed): Historia de la mujer y la familia. Coleccin Nuestra Patria es Amrica, N1, Quito, 1991. Stabili, Mara Rosario: El sentimiento aristocrtico, Elites chilenas
frente al espejo (1860-1960). Editorial Andrs Bello y Centro de Investigacin Diego Barro Arana, 2003.
Stuven, Ana Mara: La seduccin de un Orden. Ediciones Universidad Catlica, Santiago de Chile, 2000,
entre otros estudios relevantes existente respecto al tema. 10
Ghirardi, Mnica: Cuestiones de familia a travs de las fuentes. Op. Cit., pg. 11. 11
Cavieres, Eduardo; Salinas, Ren: Amor, sexo y matrimonio en Chile Tradicional. Op. Cit., pg. 10.
-
10
relaciones sociales12
, como un foco de estructura social de poder y una visin
constructivista de las formas adecuadas y adaptadas al territorio. Cuando se decide estudiar
a la familia como eje de poder, nos enfocamos en la familia nuclear, es decir padre, madre e
hijos (familia tradicional)13
.
La familia tambin es vista como un conjunto en interaccin, organizado de manera estable
y en funcin de necesidades bsicas, con una historia y un cdigo propio que le otorgan
singularidad, un sistema cuya cualidad emergente excede la suma de las individualidades
que lo constituyen14
.
Podemos ver a la familia como un sistema compuesto por un grupo humano funcional, con
una historia propia que est en una evolucin constante. Pero, adems de lo anterior, ha de
considerarse que la historia de la familia es el reflejo del lugar geogrfico donde es ancla y
se objetiva15
. Dentro de las continuidades y los cambios que la historiografa se dedica a
problematizar, la familia responde a cambios internos y externos, encarando nuevas
circunstancias sin perder la continuidad propia16
.
Respecto de las falencias o vacos de la investigacin sobre esta temtica, la escasez de
fuentes adecuadas para el estudio es el principal problema. En este sentido, y referente a la
familia Bunster en la Alta Frontera Araucana, existe hoy una diversidad de fuentes
dispersas, siendo labor del investigador la recopilacin ajustada y coherente al problema
planteado, para que as se construya una tesis coherente, buscando formular y asumir una
perspectiva nueva que contribuya a un conocimiento ms sistematizado acerca de las
grandes familias en la frontera araucana en el siglo XIX.
12
Ortega, Dens: Historia de la familia en Valparaso entre 1830-1860, Estudio de casos en relacin a la
Reparticin de Bienes, proyecto tesis para optar al Grado de Magster en Historia. Pontificia Universidad
Catlica de Valparaso, Facultad de Filosofa y Educacin, Instituto de Historia, Via del Mar, pg. 6. 13
Ya en contexto histrico, la familia fue el sostn en donde la sociedad se cobij en periodos de inestabilidad
y conflicto, replegndose bajo el alero del poder tradicional. Una vez conseguida la estabilidad republicana,
las familias expandieron sus fuerzas hacia el desarrollo econmico que les proporcion un bien material. En
Ibd., pg. 9. 14
Cibanal, Luis: Introduccin a la sistmica y terapia familias. En http://perso.wanadoo.es (21-05-2014) 15
Ortega, Denis: Historia de la familia en Valparaso entre 1830-1860, Estudio de casos en relacin a la
Reparticin de Bienes. Op. Cit., pg. 12. 16
Al igual que los postulados de Franoise Lavoisier y su ley general de la materia, las familias notables no se
destruyen con el tiempo, solo se transforman al nuevo escenario propuesto, desplegando todas las estrategias
admitidas como norma social para que su status y posicin socioeconmica dentro de las esferas de poder se
perpete a sus nietos y bisnietos.
-
11
Si observamos el estado de la cuestin a travs del tiempo, se podr encontrar
recurrentemente un clima controversial, debido principalmente a que la perspectiva
histrica ha respondido a una amplia gama de puntos de vistas y relaciones temticas
afines, ya sean afectivas, socioeconmicas o de inters17
.
En la dimensin socioeconmica, varias son tambin las aproximaciones logradas,
hacindose necesario conceptualizar en trminos histricos las expresiones, y desde ese
punto aclarativo definir las expectativas y realidades sociales18
, reconociendo
particularidades histricas de naturaleza demogrfica, social y mental, econmica e
ideolgica que permitan disear una fisonoma distinta de la familia y de la constitucin y
conformacin social del orden, o en palabras de Cavieres y Salinas una problemtica
chilena de la historia de la familia19.
Los trabajos de historia de la familia se plantean en una relacin dinmica con las fuentes.
La seleccin de stas guiada por un criterio central, permiten aprehender el pasado en su
complejidad y especificidad, tanto a nivel de los individuos como de los grupos sociales y
de las ideologas. Algunas fuentes pueden ser inditas, otras reledas con enfoques y
perspectivas diferentes, pero el tratamiento de todas ellas conlleva a interrogantes, dudas e
inquietudes de nuestras sociedades. Son en resumen, fuentes sometidas a miradas
actuales20
.
Cada cultura y poca le otorga a las instituciones y a los conceptos un peso especfico o
carga semntica determinada, que oscila entre lmites ambiguos21
. Entre esos lmites se
desarrollan un conjunto de prcticas, actitudes y categoras cuyo estudio nos permite
reconocer la sociedad y los valores que ella considera fundamentales22
.
17
Ortega, Denis: Historia de la familia en Valparaso entre 1830-1860, Estudio de casos en relacin a la
Reparticin de Bienes. Op. Cit., pg. 3. 18
Ibd., pg. 14. 19
Ibd., pg. 15. 20
Ibd., pp. 15-16. 21
La conjuncin de varios tipos de familia y las esferas del poder poltico, social y econmico provocaban
otros conflictos en el sentido de que tendencialmente se presentaba un modelo de familia a seguir. En Ibd.,
pg. 21. 22
Cavieres y Salinas distinguen tres tipos de aproximaciones diferentes a la historia de la familia: por un lado
la demogrfica, de los comportamientos y actitudes (afectividad, sentimientos) y socioeconmica. En Ibd.,
pg. 8.
-
12
Nuestro estudio se puede suscribir a la tercera aproximacin planteada por Cavieres y
Salinas, que tiene que ver con una perspectiva influenciada por la sociologa y antropologa
social, enfatizando en el comportamiento econmico de los componentes del grupo
familiar, dando as una explicacin al modo y las condiciones en que recursos, incluidos los
humanos, estn disponibles para la familia y sus componentes, analizando las estrategias
que deben adaptarse para producir, disfrutar de los recursos y las relaciones de poder que se
derivan de ello. La atencin se orienta en las relaciones, al conocimiento de la constitucin
de alianzas matrimonio y la unin entre diversos grupos familiares23
.
Respecto a la temtica generacional, nos plantearemos con mayor nfasis en el estudio de la
configuracin social del poder local en la segunda generacin de la familia notable24
, en
donde se teji la red y se consolid el grupo, al desarrollar sistemas coherentes de alianzas
matrimoniales y esfuerzos ocupacionales, creando nuevo modos de generar capital para la
empresa familiar, cosechando los frutos del esfuerzo los miembros de la tercera generacin,
adems de llegar a la cumbre del poder local.
La segunda lnea historiogrfica que asumir esta investigacin, analizar la transformacin
del espacio en torno a lo que se ha escrito respecto de la ocupacin25
, que no slo ser visto
desde el presente de los hechos, sino tambin desde la historia de las relaciones fronterizas
araucanas.
Existen mltiples estudios y lneas investigativas sobre el tema de la frontera, herencia de
la tradicin colonial del entendimiento imperial de dominacin de su territorio: naci como
una historia de tintes militares y de raz religiosa, con su manifestacin en el contexto social
que corresponde a las misiones de las rdenes religiosas; asimismo, y a raz de lo anterior,
23
Ibd., pg. 9. 24
Digno de notas, reparo, atencin o cuidado, en Ibd. pg. 10. 25
Se nos conjugan tres conceptos a lo largo del estudio del problema que definiremos a la luz de la Real
Academia Espaola (RAE). As entenderemos ocupacin como la permanencia en un territorio de ejrcitos de otro Estado que, sin anexionarse aquel, interviene en su vida pblica y la dirige. Por otro lado se utilizar el
concepto de dominacin entendindolo como la capacidad que tiene un grupo sobre un territorio quien ejerce la soberana, coartando la capacidad individual de los dominados. Finalmente, entenderemos
pacificacin como el establecimiento de la paz donde haba guerra o discordia, reconciliar a quienes estn opuestos o discordes, tratar de asentar paces, pidindolas o desendolas. Por ente hasta fines del s.XIX
hablaremos de ocupacin de la Araucana, ya que el dominio de los territorios no se dio slo en la esfera
militar, sino que mediante utilizacin de medios de control cultural, social y econmico, siendo un proceso
culmine de la pacificacin.
-
13
se construye una historiografa que aborda el problema desde una perspectiva de una lite
tradicional, la burguesa militar, que se ve a s misma como quien culminar el proyecto de
consolidacin y dominacin de lo indomable, constituyendo as la historia de los
vencedores26.
Ya instaurada la figura de la Repblica, existe en sus inicios una admiracin ante la figura
de los nativos de la zona araucana, por su resistencia ante el mundo hispano por ms de
trescientos aos, pero al tener peso una forma de hacer historia desde la perspectiva de la
construccin de la figura del Estado-Nacin, se cre la imagen del brbaro e
incivilizado27.
Avanzando en el tiempo, se ha vuelto a estudiar el tema de la Araucana y los pueblos
originarios desde una perspectiva distinta, que pretende volver al estudio de los sujetos, de
la individualidad y su capacidad de actuacin en la tensin entre la figura de poder y la
libertad individual, de una evocacin de las figuras y de los problemas. Tambin entran en
juego otras disciplinas de las ciencias sociales en el anlisis del problema, que
26
Esta se caracteriza por ser escrita por militares o por su propia familia, misiones religiosas o de personajes
destacados del periodo histrico, los que adems nos sirve como fuente primara ya que incluyen mapas,
partidas de armamentos y alimentos, sueldos, entre otros datos de inters. Vase lo anterior en De la Fuente,
Daro. Hernn Trizano, pacificador de la Araucana. Biografa, cartas, antologa. Temuco: ed. Nuevo
Horizonte 1994; Guevara, Toms: Costumbres judiciales, enseanza de los araucanos. Imprenta Cervantes,
Santiago de Chile, 1904; Guevara, Toms: Historia de la Civilizacin de la Araucana. Editorial Cervantes,
Santiago de Chile, 1898-1902; Guevara, Toms. Las ltimas familias i costumbres araucanas. Santiago: Imp.
Barcelona. Hechos biogrficos de Pancho Falcato, del bravo maloqueador Marcos Saldas i de muchos otros
presos clebres. Santiago: Imp. de Federico Schreber, 1877; Lara, Horacio: Crnica de la Araucana.
Imprenta de El Progreso, Santiago de Chile, 1889; Lara Carmona, Jorge. Trizano: el Bfalo Bill chileno. Santiago, 1936; Leiva, Arturo: El primer avance a la Araucana, Angol 1862. Ediciones Universidad
de la Frontera, Temuco, Chile, 1984; Navarro Rojas, Leandro: Crnica militar de la Conquista y pacificacin
de la Araucana. Pehun Editores, Santiago de Chile 2008; Nolasco Prndez, Pedro: La Araucana,
correspondencias a La Patria de Valparaso: Una Escursin de Verana de Angol a Villarico y Valdivia, los primeros meses de 1883. Imprenta de la Patria, Valparaso, 1884; Ovalle Castillo, Francisco Javier. Por el sur de Chile, Civilizacin desconocida. Imprenta La Ilustracin, Santiago de Chile, 1912; Prez, Jos Antonio: Recuerdos de un viaje al sur de Chile. Imprenta de El Independiente, Santiago de Chile, 1882; Prez Rosales, Vicente: Ensayo sobre Chile. Cmara Chilena de la Construccin, Santiago de Chile, 2010;
Pinto, Jos Manuel. Memoria del General en Jefe del Ejrcito de operaciones de la Alta Frontera, pasada al
Supremo Gobierno. Santiago: Imp. Nacional, 1869; Saavedra, Cornelio: Documentos relativos a la ocupacin
de Arauco, Cmara Chilena de la Construccin, Santiago de Chile, 2009; Verniory, Gustave: Diez aos en
Araucana, 1889-1899. Ediciones de la Universidad de Chile, Santiago de Chile, 1975. 27
Para profundizar el tema de la otredad, vase a Todorov, Tzvetan: La conquista de Amrica. El problema
del otro. Siglo veintiuno Editores, s.a de c.v, Mexico D.F, 1998.
-
14
complementan visiones para el estudio y comprensin de representaciones de los actores
sociales de la zona en cuestin28
.
Otro enfoque del tema es el que se liga a la discusin del significado histrico de las
fronteras, concepto que fue abierto por el historiador norteamericano Frederick Jackson
Turner29
a fines del siglo XIX, donde la lucha de los pioneros en la zona fronteriza haba
contribuido, en el caso norteamericano, al desarrollo de formas y fondos, el individualismo
y la iniciativa personal, dando la experiencia fronteriza una particularidad nica y
distintiva. La idea de Turner fue abierta a ms realidades globales por su discpulo, Walter
Prescott Webb30
, que utilizo la tesis de su maestro para explicar otras experiencias
fronterizas en el mundo, en la obra The Great Frontier.
El concepto de frontera que manejaron tanto Turner como Webb, se caracteriza por
distintas cualidades: tener tierras libres, tericamente deshabitadas, guiados los actores por
la idea de la libertad y oportunidades ilimitadas, individualismo y un continuo revivir en las
28
Para estudiar el poder, es necesario comprender y analizar la contraparte de ste. El estudio de los actores sociales de las dinmicas fronterizas es relevante para ver quines son afectados/beneficiarios de las nuevas
formas de sociabilidad y adems una forma de estudiar el poder pero desde los extremos. Para lo anterior
vase a Araya Espinoza, Alejandra. Ociosos, vagabundos y malentretenidos en Chile colonial. Santiago: DIBAM, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 1999; Barros Ovalle, Pedro N. Manual de
antropometra criminal i jeneral: escrito segn el sistema de A. Bertilln para la identificacin personal i
destinado al uso de los establecimientos penitenciarios. Santiago: Impr. de Enrique Blanchard-Chessi, 1900;
Boccara, Guillaume. Dispositivos de Poder en la Sociedad Colonial Fronteriza chilena del Siglo XVI al Siglo
XVII; en Pinto Rodrguez, Jorge (Editor). Del Discurso Colonial al Protoindigenismo. Ensayos de Historia
Latinoamericana. Ediciones Universidad de la Frontera, 1996; Foerster, Rolf: Introduccin a la Religiosidad
Mapuche. Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1995; Gallegos Bravo, Hugo; Riquelme Luco, Patricio;
Rubilar Urra, Andrea. Antecedentes para una grfica del despojo Nagche, Archivos locales, histricos y
contemporneos. CONADI, Edit. GEDES, 2008; Latcham, Ricardo: La Organizacin social y las creencias
religiosas de los antiguos araucanos. Imprenta Cervantes, Santiago de Chile, 1924; Lenz, Rodolfo: Estudios
Araucanos, materiales para el estudio de la lengua, la literatura i las costumbres de los indios. Imprenta
Cervantes, Santiago de Chile, 1895-1897; Noggler, Albert: Cuatrocientos aos de misin entre los araucanos.
Imprenta y Editorial San Francisco, 1987; Zavala Cepeda, Jos Manuel: Los Mapuches del siglo XVIII,
dinmica intertnica y estrategias de resistencia. Editorial Universidad Bolivariana, Santiago de Chile, 2008.
Artculos como Boccara, Guillaume, Boccara-Seguel, Ingrid: Polticas Indgenas en Chile (siglos XIX y XX)
de la asimilacin al Pluralismo (el caso mapuche). Revista de Indias, 199, vol. LIX, nm. 217; Gngora,
Mario: Vagabundaje y sociedad Fronteriza en Chile (s. XVII a XIX). Cuadernos del Centro de Estudios
Socioeconmicos, Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Econmicas. Santiago, 3 v. n 2, 1966 y
Muoz Sougarret, Jorge: El Naufragio del Bergantn joven Daniel, 1849. El indgena en el imaginario
histrico de Chile. Tiempo Histrico, Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Santiago de Chile,
n1, 2010 ayudan a la visualizacin de actores dentro del proceso que ocurri en territorio araucano en la
poca en cuestin. 29
Jackson Turner, Frederick: The Frontier in American History. The University of Arizona Press, New York,
1986. 30
Prescott Webb, Walter: The great Frontier. University of Nevada Press, 2003.
-
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oportunidades. En la discusin histrica sobre las fronteras en nuestro suelo y en el
subcontinente, estas ideas no tuvieron el mismo peso en sus inicios, ya que el estudio de las
fronteras se basaba, como se explicaba anteriormente, en la confrontacin, tanto pacfica
como blica, de larga duracin (desde la colonia hasta fines del siglo XIX
aproximadamente). Las fronteras en Hispanoamrica no fueron nunca tierras libres en el
sentido turneriano, sino que por medio de donaciones papales o va tratados pertenecan
legalmente al imperio espaol desde el siglo XVI.
La frontera del Biobo solo se torn atractiva para hispano-criollos mediante instituciones
cvico-militares en la poca colonial, ya que era el nico lugar donde tenan oportunidad de
ascenso social. En el siglo XIX fue vista como una zona intermedia entre lo colonizado por
los espaoles y una zona amplia habitada por indgenas no sometidos; mientras ms
avanzaba la realidad del mundo civilizado hacia el sur, menor era la fuerza de la vida
fronteriza y de sus problemas31
.
Otro conjunto a estudiar ser lo relacionado con las redes jurdicas que se fueron aplicando
alrededor de la temtica de la Araucana, dando nfasis a aquellas relacionadas con los
litigios de tierra y de criminalidad en la zona. Se entendan como legales aquellas prcticas
31
Respecto a la problematizacin de la lectura de la frontera araucana existen una amplia bibliografa respecto
al tema. Para ms informacin al respecto vase a Bengoa, Jos: Historia de un conflicto. El Estado y los
mapuches en el siglo XX. Editorial Planeta Chilena S.A, Santiago de Chile, 1999; Bengoa, Jos: Historia del
pueblo Mapuche. Ediciones Sur, Coleccin estudios histricos, Santiago de Chile, 1985; Bengoa, Jos
(compilador): La memoria Olvidada. Historia de los pueblos indgenas de Chile. Publicaciones del
Bicentenario, Santiago de Chile, 2004; Cerda-Hegerl, Patricia: Fronteras del Sur, la regin del Bio-Bio y La
Araucana chilena 1604-1883. Ediciones Universidad De La Frontera, Temuco, 1996; Faron, Louis: Los
mapuche, su estructura social. Instituto Indigenista interamericano, Ediciones Especiales, Mxico, 1969; Olea
Rosenbluth, Catalina: La mujer en la sociedad mapuche, Siglos XVI a XIX. SERNAM, 2010; Pinto
Rodrguez, Jorge: La formacin del Estado y la nacin, y el pueblo mapuche. De la Inclusin a la exclusin.
Centro de investigaciones Diego Barros Arana, Santiago de Chile, 2000; Pinto Rodrguez, Jorge y otros:
Misioneros en la Araucana 1600-1900. Ediciones Universidad de la Frontera, 1992; Salazar Vergara,
Gabriel. Labradores, peones y proletarios: formacin y crisis de la sociedad popular chilena del siglo
XIX. Santiago: Eds. Sur, 1989; Villalobos, Sergio: La vida fronteriza en Chile, el mito de la guerra de
Arauco. Editorial Mapfre, 1992; Villalobos, Sergio y otros: Araucana, temas de Historia Fronteriza.
Ediciones Universidad de la Frontera, 1989. Algunos artculos de inters para el tema son Len Len, Marco
Antonio: Civilizando lo indomable: criminalidad y prisin en la Araucana chilena, 1852-1911. Revista
ProcesoS, Revista Ecuatoriana de Historia, No. 16, 2001 y Len, Leonardo: Ngulan Mapu (Araucana). La
Pacificacin y su relato Historiogrfico. 1900-1973. Revista de Historia social y de las Mentalidades, Depto.
De Historia, USACH, NXI, Vol. 2, 2007.
-
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o costumbres consideradas as por el hombre civilizado, lo que provoc varias
resistencias y problemas con la sociedad receptora32
.
Un claro ejemplo y que se repite mucho en las fuentes judiciales era el tema del ganado y
su cuidado, donde por leyes ancestrales, las tierras comunales eras de pastoreo, luego del
avance mediante el mtodo aplicado por Cornelio Saavedra (avance y fortificacin de la
frontera) las tierras libres pasaron a ser del Estado y por ende a tener propiedad,
provocndose complejos escenarios que rompieron con las tradiciones y pusieron en jaque
un sistema que en ms de doscientos aos de relacin funcion, la ley equipar a los
nativos con el resto de los ciudadanos de la Repblica, sin los mismos mecanismos de
defensa ni conocimientos.
Otra perspectiva ser el anlisis econmico del tema, enfatizndose en lo tradicional del
campo y lo modernizante de las nuevas estructuras de intercambio econmico que se
cruzan en ste periodo. El auge econmico de la mitad del siglo XIX se vio condicionado
por el Golden Rush o fiebre del oro, la expansin a mercados de Europa asolados por
pestes, malas producciones y a la necesidad alimenticia por el aumento de la poblacin, a
causa de la estabilizacin de las condiciones sanitarias y la vida en ciudad. Esta situacin
provoc que en Chile el incremento de la demanda fuera monopolizado por el del trigo y
otras especies cerealeras con el fin de satisfacer los mercados alimenticios del mundo y el
norte de nuestro pas. La Araucana deba transformarse en el gran vergel de la Repblica y
sostener alimenticiamente al ejrcito del sur33
.
32
Respecto a lo judicial y lo relacionado al entendimiento del derecho como norma, vase a Aylwin, Jos:
Estudio sobre tierras indgenas de la Araucania, Antecedentes histricos legislativos (1850-1920). Instituto
de estudios Indgenas, Universidad de la Frontera, 1995; Comit Centenario de Traigun. Primer centenario
de Traigun, 1878-1978; Garmendia, Flix. Las elecciones infames. Imprenta de El Independiente, Santiago de Chile, 1876; Lara, Horacio: Crnica de la Araucana. Imprenta de El Progreso, Santiago de Chile, 1889. Pero principalmente se utilizarn fuentes primarias, en donde destacan el Reglamento a favor de
los indios, dictado por la junta de gobierno con acuerdo del Senado con fecha 1 de Julio de 1813, Boletn de
las Leyes i decretos del Gobierno, Santiago de Chile, 1813; Boletn de las Leyes y Decretos del Gobierno.
Imprenta Nacional, Santiago de Chile, 1er. Semestres 1882; Boletn de las Leyes y Decretos del Gobierno.
Imprenta Nacional, Santiago de Chile, 2do. Semestres 1882 y todo lo concerniente al crimen y castigo que se
encuentre en el Archivo de Angol, Sala Chile de la Universidad de Concepcin, Archivo Histrico Nacional y
Archivo de la Administracin Pblica. 33
Quien utiliza el concepto de vergel de la repblica fue Prez Rosales, Vicente: Ensayo sobre Chile. Cmara Chilena de la Construccin, Santiago de Chile, 2010, en donde plantea las capacidades del territorio para
transformarse en la idea que tiene, criticando lo que podra no aportar a la concepcin. Para complementar la
visin, vase a Cavieres, Eduardo: Comercio chileno y comerciantes ingleses (un ciclo de historia
-
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3. Marco terico
En el mbito terico, esta investigacin se sustenta en los planteamientos dados por
Douglass North, Karl Polanyi, Michael Foucault, respecto de determinados conceptos: la
idea de las organizaciones e instituciones como agentes de cambio/continuidad; la tesis del
movimiento/contramovimiento como eje regulador de las sociedad post-revolucin
industrial; la definicin y entendimiento del poder y la dominacin, como visin final del
constructivismo estructuralista34
. La idea del soporte terico es dar un entendimiento al
problema de estudio, que es la conformacin social del poder local y de la familia Bunster.
En trminos generales, la zona de la frontera era la viva imagen del viejo oeste
norteamericano, al menos as lo seala la historiografa de los actores y tambin las poesas
que describen la vida y la cotidianeidad de dicha zona. Desde el mbito social, se analizar
la conformacin de un grupo de personas que liga su status a la posesin de tierra y su nivel
de uso, la relacin con la poblacin nativa con sus respectivos problemas y beneficios.
Desde una dimensin ms bien cultural, se analizar el cmo se crean espacios de
relaciones, manifestaciones o representaciones en el contexto geogrfico de la Alta Frontera
Araucana.
econmica). Universidad Catlica de Valparaso, Instituto de Historia, 1988; Domeyko, Ignacio: La
Araucana y sus habitantes. Cmara Chilena de la Construccin, Santiago de Chile, 2010; Gallegos, Hugo:
Origen de la propiedad en Malleco; Leiva, Arturo: El primer avance a la Araucana, Angol 1862. Ediciones
Universidad de la Frontera, Temuco, Chile, 1984; Prado Martnez, Alberto: nica Gua general de Chile
1904-1905. Centro Editorial de Alberto Prado Martnez, Santiago de Chile, 1905; Prez, Jos Antonio:
Recuerdos de un viaje al sur de Chile. Imprenta de El Independiente, Santiago de Chile, 1882. En fuentes primarias tales como Discurso del Presidente de la Repblica Manuel Montt en la apertura del Congreso
Nacional, Santiago, Imprenta del Ferrocarril. 1ro de Junio, 1852 y Discursos de Apertura en las sesiones del
Congreso, Memorias Ministeriales en los tres ltimos aos del primer quinquenio de la administracin Montt.
Santiago de Chile, Imprenta del Ferrocarril, 1854. Podemos ver que la idea de vergel evoluciona y toma
ribetes distintos, adquiriendo relaciones con lo poltico y con la posesin de la tierra, para la consolidacin en
un grupo social de la dinmica planteada por Prez Rosales, juntando lo anterior con una necesidad de un
incipiente Estado-Nacin inmerso en un proceso de liberalizacin de las estructuras tradicionales. 34
Para profundizar respecto al tema terico, vase a Foucault, Michel: Microfsica del poder. Las Ediciones
de La Piqueta, Madrid, 1992; Foucault, Michel. Hermenutica del sujeto. Editorial Altamira, Argentina, 2006;
North, Douglass: Instituciones, cambio institucional y desempeo econmico. Fondo de Cultura Econmica,
Santiago de Chile, 1995; Polanyi, Karl: La gran transformacin. Quipu Editorial, Madrid, Espaa, 2007.
Para complementar la visin anterior vase a Bourdieu, Pierre: Campo de poder, campo intelectual. Editorial
Montressor, Buenos Aires, 2002; Nietzsche, Friedrich: As habl Zaratustra. Editorial Lea S.A., Buenos
Aires, 2012. Ross, Cesar: Poder, Mercado y Estado. Los Bancos de Chile en el Siglo XIX. LOM Editorial,
Santiago de Chile, 2003; Wallerstein, Immanuel; Balibar Etienne: Raza, Nacin y Clase. Edit. IEPALA,
Madrid, 1988.
-
18
Resumiendo, los cambios en lo econmico y su relacin con la Araucana, ante los vaivenes
de la economa, de los ciclos de crecimiento y crisis, del auge econmico de la mitad del
siglo XIX en Chile y a nivel mundial, fueron condicionados y promovidos principalmente
por el Golden Rush, la expansin a mercados de Europa asolados por pestes, malas
producciones y a la necesidad alimenticia por el aumento de la poblacin, a causa de la
estabilizacin de las condiciones sanitarias y la vida en ciudad.
La anterior situacin provoc que en Chile el incremento de la demanda terminara
estableciendo un monopolio del trigo y otras especies cerealeras, en donde los grupos de
mayor poder aprovecharon la instancia para satisfacer los mercados alimenticios del mundo
y el norte de nuestro pas. El estado de prosperidad coyuntural provoc mltiples acciones,
una de los cuales fue la especulacin de los valores de los productos y el valor de la tierra,
especficamente en la Alta frontera. Muchas leyes promulgadas entre 1848 y 1913 hablan
de normar el proceso de compra y venta en la zona35
.
Respecto del proceso de transformacin desde un mundo tradicional y autrquico a otro
liberal- capitalista, en gran parte del siglo XIX la sociedad fronteriza se vio gobernada por
un doble movimiento: por un lado el mercado y, por otro, el contra-movimiento que
cumpla el rol de control de la expansin de la primera accin.
El sistema de mercado se desarroll a saltos y a golpes, sacudiendo las bases y la visin del
tiempo-espacio, creando nuevas dinmicas de interaccin con la creacin de monedas
bancarias, incorporando tanto a lo fsico como a lo imaginario un sistema universal sin
precedentes, que en comparacin a la poca del cristianismo, se situaba en un plano
puramente material36
.
La reaccin al sistema del mercado no se trata nicamente de una defensa ante el cambio,
sino ms bien, en palabras de Polanyi, una reaccin contra una dislocacin que atacaba a
35
Desde la ley n50, 9 de Julio 1852, que habla sobre la creacin de la provincia de Arauco; El Decreto del 31
de Dic. De 1896, que declara no ha lugar a la rectificacin de una venta hecha por indgenas que no se celebre
con las formalidades legales, entre otras ms que se relacionan al mismo problema. 36
Polanyi, Karl: La gran transformacin. Quipu Editorial. Op. Cit., pg .217.
-
19
todo el edificio de la sociedad y que sera capaz de destruir la organizacin misma de la
produccin que el mercado haba hecho nacer37.
Las clases comerciantes no posean medios para percibir los peligros de la explotacin, la
destruccin de la vida familiar, devastacin del medio ambiente, descualificacin
profesional, ruptura de las tradiciones populares y la degradacin general de la existencia.
El resto de la sociedad santificaba esta nueva forma casi sagrada en el carcter universal,
incluso cuando esto las descalificaba para ser la salvaguarda de otros intereses tan vitales
para vivir bien como el desarrollo de la produccin38
.
El freno al galope del progreso corri por cuenta de la aristocracia terrateniente y al
campesinado, a quienes correspondi la tarea de defender las cualidades marciales de la
nacin, que continuaba dependiendo en gran medida de los hombres notables y del suelo39
.
Este plan de destruccin se llev a cabo mediante la aplicacin del principio de la libertad
de contrato40
. Polanyi lo plantea como si en un momento dado se decidiese en la prctica
37
Por ende lo anterior puede ser definido como la accin de dos principios organizadores en el interior de la
sociedad, cada uno de los cuales presentan especficos objetivos institucionales, cuenta con el apoyo de
fuerzas sociales determinadas y emplea mtodos propios: 1) El principio del liberalismo econmico, que por
objetivo establece un mercado autorregulado, cuenta con el apoyo de las clases comerciantes y adopta como
mtodo principal el librecambio. 2) El principio de la proteccin social, que tiene como objetivo conservar al
hombre y a la naturaleza as como a la organizacin de la produccin, contando con el afecto de todos
aquellos que estn directamente afectados por la accin del mercado. Vase en Ibd., pp. 218-219. 38
El rgimen poltico autocrtico existente en esta poca tuvo como objeto bsico la consolidacin de la
oligarqua criolla. De este modo, el conjunto de las polticas econmico-sociales se orientaron a un sistema
econmico que garantizara la preservacin del dominio social oligrquico. Aunque la proclamacin de los
ideales liberales y republicanos, al igual que en lo poltico, provoc un resultado ambivalente en lo
econmico. () El discurso liberal republicano, igualitario en el plano formal, fue originalmente instrumentalizado por la elite dirigente en funcin de sus intereses econmicos particulares, preservndose
un orden social tradicional y jerarquizado () Es as como el discurso liberal republicano instaur un orden oligrquico, a la par que suministr los recursos necesarios para socavarlos (). Para ms informacin respecto al tema ver Vicua, Manuel: La Belle poque chilena, Editorial Sudamericana, Santiago de Chile,
2001, pg. 31. 39
La fe liberal recibi un fervor cuasi evanglico como respuesta a las necesidades de una economa en pleno
desarrollo. La expansin del sistema de mercado en el s. XIX fue sinnimo de la difusin simultnea del
librecambio internacional, del mercado y del patrn-oro. Esta triada marchaba junta y en comunin. No tiene
nada de extraordinario que el librecambismo econmico se haya transformado en una religin secular desde el
momento en que los grandes peligros de esta aventura se evidenciaron, en Polanyi, Karl: La gran
transformacin. Op. Cit., pg. 230. 40
Analizando las repercusiones, en el mbito de la relacin del hombre con la naturaleza, separar el trabajo de
las dems actividades de la vida, sometindolas a leyes positivas regidas por el mercado, equivaldra a
atomizar las formas orgnicas de existencia, reemplazndolas por una organizacin distinta e individual. La
prolongacin del poder en zonas de complejos fronterizos, como representantes de la economa liberal,
-
20
que las organizaciones no contractuales fundadas en el parentesco, la vecindad, el oficio o
las creencias, deban ser liquidadas, puesto que exigan la sumisin del individuo y
limitaban su libertad41
.
Al nativo se le incorpora como mano de obra o vendiendo su trabajo, pero el costo cultural
es la destruccin de sus instituciones tradicionales, impidiendo su reorganizacin,
planteando que la primera contribucin del hombre blanco al mundo del indgena fue
esencialmente hacerle conocer el azote del hambre42. Lo verdaderamente importante es
que, en todos estos casos sin excepcin, fue necesario ante todo destruir radicalmente el
sistema social y cultural, en suma, el modo de vida indgena43
.
En tal sentido, la comercializacin del suelo fue un fenmeno totalmente contrario a la
relacin hombre-suelo existente por muchos aos en la zona de frontera. Separar al hombre
del suelo significa disolver el cuerpo econmico en sus elementos, de tal forma que cada
elemento pudiese situarse en la parte del sistema en la que sera ms til. La nueva
dinmica se estableci en las zonas fronterizas coexistiendo con las viejas formas,
intentando paulatinamente su absorcin, buscando como fin asegurar el control sobre los
suelos que an estaban regulados por lazos precapitalistas44
.
Existe la condicin ms favorable para la prosperidad de la agricultura cuando ya no hay
mayorazgos, donaciones inalienables, tierras comunales, derecho de retracto ni diezmo.
Luego hay que subordinar la tierra a las necesidades de una poblacin urbana de expansin
rpida, con la movilidad de los frutos que de stos suelos se puedan extraer, permitindolo
a travs de leyes que lo protejan y medios de transporte necesarios45
.
pueden pedir sin incoherencia al Estado que use su fuerza militar y jurdica para instaurar las condiciones de
un mercado autorregulador y de paz para el intercambio de productos. Vase en Ibd., pg. 243. 41
Ibd., pg. 269. 42
Fue as como el colonizador decidi derribar los rboles del pan, a fin de crear una penuria artificial, o
impuso un impuesto para forzarlos a vender su fuerza de trabajo, la experiencia colonial confirmo esta actitud
y la puso como la opcin ideal para el problema acontecido en el s.XIX., en Ibd., pg. 270. 43
Ibd., pg. 292. 44
Polanyi plantea una situacin similar en el proceso que l sita entre el derrumbamiento del feudalismo en
el s.XIV en los centros urbanos de occidente y que finaliz quinientos aos ms tarde durante las revoluciones
europeas. 45
Polanyi, Karl: Op. Cit., pp. 294-295.
-
21
De lo anterior se desprende el entendimiento sobre el origen del poder. Respecto a esta idea
Michael Foucault46
utiliza dos conceptos como base de su anlisis, donde el primero es el
origen (Herkunft). En el origen est la esencia de las cosas, su ms pura posibilidad, su
identidad replegada sobre s misma. Es tener advertidas todas las peripecias que han podido
tener lugar, todas las trampas y todos los disfraces. Es intentar levantar las mscaras47
para
poder develar finalmente una identidad de origen48
. Respecto al origen y su eleccin, el ser
y la verdad no son realidades unidas por la libertad; lo que se encuentra en el comienzo
histrico de las cosas no es la identidad de su origen, lo que se halla es la discordia, el
disparate, el caos.
El alto origen es la sobrepujanza metafsica que retorna a la concepcin segn la cual al
comienzo de todas las cosas se encuentra aquello que es lo ms preciado y esencial; el
origen est antes de la cada, y al narrarlo se canta una teogona49
. Esto se aplica en el
estudio de los prohombres que las fuentes nos representan como una especie de semi-
dioses divinos que actuaron bajo ciertos valores que deben replicarse por toda la sociedad
en su totalidad, invadiendo tanto la capacidad social como familiar en el espacio de frontera
estudiado, culminando Foucault con la frase hay que ser metafsico para buscarle un alma
en la lejana idealidad sobre el origen50.
El segundo concepto trabajado es el de surgimiento (Entstehung), siendo la entrada en
escena de las fuerzas, la irrupcin, el movimiento de golpe por el que saltan de las
bambalinas al teatro51
.
46
Foucault, Michel: Microfsica del poder. Op. Cit., pg. 8. 47
Sobre el tema de las mscaras de la moral, se plantea que sta constituye la expresin de una voluntad dbil
que no llega a afirmarse sino oblicuamente, por la mediacin de una serie de negatividades ideales que
enmascara su verdadero ser, en el prlogo de Nietzsche, Friedrich: As habl Zaratustra. Editorial Lea S.A.,
Buenos Aires, 2012. Plantea que la moral capitalista enmascara la verdadera procedencia de los valores, su
enraizamiento en un juego coyuntural de intereses particulares, mediante la recurrencia a supuestas esencias,
divinidades o principios que justificara su necesidad eterna, su validez incuestionable y universal. Culmina
todo con la idea de que la razn ocupar el trono vacante de la vieja moral, asumiendo sus funciones de orden,
confianza en las instituciones, asegurar la cohesin del rebao humano, procurando el sentimiento de hallarse
guiado providencialmente. 48
Foucault, Michel: Op. Cit., pp.9-10. 49
Ibd., pg. 10. 50
Ibd., pg. 12. 51
Ibd., pg. 18.
-
22
El anlisis clsico del concepto y el origen del poder52
posee dos vertientes claramente
tipificados, en los cuales se diferencian en el rol de la economa53
y de los corpus
jurdicos54
. En la encontramos un poder poltico que en tendra en el proceso de cambio, en
la economa de la circulacin de bienes, su modelo formal; en el segundo caso, el poder
poltico tendra en la economa su razn histrica de ser y el principio de su forma concreta
y de su funcionamiento.
Las crticas que plantea Foucault respecto a la visin coyuntural del poder suscitan
interrogantes: est siempre el poder en posicin secundaria respecto de la economa?
tiene en su esencia como razn y como fin servir a la economa? est destinada a
solidificar y reproducir las relaciones sociales y culturales de dicha economa, esenciales
para su funcionamiento55
? Luego, est el poder modelado segn la mercanca (se posee, se
adquiere, se cede)? O por el contrario, los instrumentos que necesitan para analizarlo son
distintos, aunque las relaciones de poder estn profundamente con y en las relaciones
econmicas? En este caso, la indisociabilidad de la economa y de la poltica no sera del
orden de la subordinacin funcional sino de otro orden que tendra que individualizarse
convenientemente56
.
Se pueden contraponer dos grandes sistemas de anlisis de poder: por un lado el clsico
filosfico57
, y por otro aquel que busca analizar el poder poltico no segn el esquema
52
En relacin al cuerpo social, en la sociedad colonial y monrquica el cuerpo del rey no era una metfora,
sino una realidad poltica, en la cual su presencia irradiaba poder, orden y subordinacin. Por el contrario, ya
en el periodo de la Repblica no existe un cuerpo, y es la sociedad la que se corporiza, protegindole de
manera total. Este cuerpo social se constituye a la luz de la materialidad del poder sobre los cuerpos de los
individuos, vase en Ibd., pp. 103-104. 53
La teora de la concepcin marxista del poder tiene una funcionalidad econmica en la medida en que el
poder tiene esencialmente el papel de mantener las relaciones de produccin y una dominacin de clase que
favorece a su desarrollo, as como la modalidad especfica de la apropiacin de la fuerza productiva que lo
hace posible. El poder poltico encontrara en la economa su razn histrica de existencia. En Ibd., pg. 134. 54
El poder es un derecho del que es poseedor, puede transferirse o alienarse parcial o totalmente mediante un
acto jurdico o un acto fundador de derecho que sera del orden de la sesin. El poder es en concreto una
capacidad que todo individuo detenta y que cede, parcial o totalmente, para contribuir a la constitucin de un
poder poltico y soberana. La constitucin del poder poltico se hace siguiendo el modelo de una operacin
jurdica que sera del orden del cambio contractual. En Ibdem. 55
Ibd., pg. 135. 56
Ibdem. 57
El poder es un derecho originario que se cede, constitutivo de soberana y al contrato, en tanto que matriz
del poder poltico; este poder as constitutivo se arriesgara a utilizar la opresin cuando se sobrepase as s
mismo, es decir, cuando fuese ms all de los lmites del contrato. En Ibd., pg. 137.
-
23
contrato-opresin, sino segn el de guerra-represin, el efecto y la continuacin de una
relacin de dominacin58
.
En cualquier sociedad las relaciones de poder atraviesan, caracterizan y constituyen el
cuerpo social, y stas no pueden disociarse, establecerse ni funcionar sin una produccin,
una acumulacin y funcionamiento de discurso. No hay ejercicio del poder posible sin una
cierta economa de los discursos de verdad, se est sometido a la produccin de la verdad
desde el poder y no puede ejercitar el poder ms que a travs de la produccin de la
verdad59
. La produccin de verdad se debe producir al mismo nivel que el de riqueza. Por
otro lado, tambin se est sometido a la verdad en el sentido que sta hace ley, que elabora
un discurso verdadero que decide, transmite y empuja efectos de poder60
.
La novedad del estudio del poder recae en evitar estudiar la obediencia de los individuos a
la ley, al derecho y la soberana, sino que ms bien analizarlo desde sus extremidades, de
asirlo en sus formas e instituciones regionales, sobre todo donde, saltndose las reglas del
derecho, se extiende ms all de ellas, se inviste en instituciones, adopta la forma de tcnica
y proporciona instrumentos de intervencin material, llegando a ser violentos61
. Hara falta
estudiar, como lo plantea Foucault, los cuerpos perifricos y mltiples, esos cuerpos
constituidos por los efectos de poder a semejanza de sujetos62
. El poder tiene que ser
analizado como algo que circula, con un funcionamiento similar a una cadena63
.
Se asocia a lo anterior el concepto de dominacin. No es ste la que pluraliza y repercute
hacia abajo, hay que analizar las maneras cmo los fenmenos, las tcnicas, los
procedimientos de poder funcionan en los niveles ms bajos, mostrar cmo estos
procedimientos se desplazan, se extiende y se modifican, pero sobre todo cmo son
investidos y anexionados por fenmenos ms globales y cmo poderes ms generales o
58
Ibdem. 59
Ibd., pg. 139. 60
Ibd., pg. 140. 61
Ibdem. 62
Ibd., pg. 143. 63
No est localizado, ni nunca est en las manos de algunos, el poder funciona y se ejercita en una
organizacin reticular, el poder transita transversalmente, no est quieto en los individuos. No se trata de
concebir al individuo como una especie de ncleo central y elemental, no es un espejo del poder; es uno de los
primeros efectos, el individuo es un efecto del poder, circulando a travs de los individuos que ha constituido.
En Ibd., pg. 144.
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beneficios econmicos pueden insertarse en el juego de estas tecnologas al mismo tiempo
relativamente autnomas e infinitesimales del poder64
.
La idea de que la fuente o el punto de acumulacin del poder estara en el Estado y es a l a
quien hay que preguntar sobre las relaciones y formas de representacin del poder, segn
plantea Foucault, la caracterstica de esta forma de anlisis se ha agotado, proponiendo el
proceso inverso (desde los brazos al cuerpo del poder) siendo rico por su novedad y por las
nuevas fuentes a utilizar65
.
Respecto de las fuerzas organizadoras, en el estudio que realiza Douglass North en
Instituciones, cambio institucional y desempeo econmico66
problematiza conceptos que
transcienden de la coyuntura. North ha logrado construir una teora referida al rol de las
instituciones en el desempeo de las economas67.
En su definicin de instituciones, nos plantea que: 1) Son las reglas del juego en una
sociedad o, ms formalmente, son las limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a
la interaccin, son hechos de verdad que proveen orden visualizados y estipulados bajo una
verdad dado por el poder instaurado o institucionalizado; 2) Estructuran e incentivan el
intercambio humano, ya sea poltico, econmico o sociocultural68
; 3) Reducen la
incertidumbre, ya que constituyen una estructura a la vida diaria; 4) Constituye una gua
maestra a la interaccin humana, limita el conjunto de eleccin de los individuos,
incluyendo todo tipo de interacciones humanas que pueden ser creadas como lo son las
Constituciones polticas del Estado o bien evolucionar a lo largo del tiempo, como lo hace
el derecho consuetudinario; 5) Respecto a las limitaciones que poseen, incluye aquello que
se prohbe hacer a los individuos y, a veces, las condiciones en que a algunos individuos se
les permite hacerse cargo de ciertas actividades69
; 6) Finalmente son una creacin que
evolucionan y son alteradas por humanos70
.
64
Ibd., pg. 145. 65
Ibd., pg. 158. 66
North, Douglass: Instituciones, cambio institucional y desempeo econmico. Op. Cit. 67
Ross, Cesar: Poder, Mercado y Estado. Los Bancos de Chile en el Siglo XIX. Op. Cit., pg. 128. 68
Ibd., pg.129. 69
North, Douglas: Op. Cit., pg. 14. 70
Ibd., pg. 13.
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25
A diferencia de lo anterior, se asocia la idea de organismo, que busca definir la forma en
que el juego se desarrollar, buscando crear un marco en donde haya una combinacin de
reglas para ganar el juego a travs de aptitudes, habilidades y coordinaciones mediante
intervenciones limpias y a veces sucias71
.
Las instituciones terminan convirtindose en sujetos relativamente duraderos dentro de un
sistema mayor, sin embargo, los organismos proporcionan una estructura a la interaccin
humana, en un nivel de menor escala con un grado de especializacin que limitan su
funcin y alcance. De este modo los organismos incluyen cuerpos polticos (partidos,
senado, cabildo, etc.), econmicos (empresas, ranchos familiares, etc.), sociales (iglesias,
clubes, etc.) y rganos educativos. Son un grupo de individuos enlazados por alguna
identidad comn hacia ciertos objetivos72
. As podemos entender a los batalladores por el
liberalismo en tierras araucanas, que forjaron una estructura de interaccin humano que
buscaban socavar la institucionalidad fronteriza de manera de que ellos pusieran las reglas
del juego dentro de un escenario donde las jugadas fuesen siempre a su favor.
En el camino de ir hacia objetivos especficos, el modelamiento de los organismos es a la
vez el anlisis de las estructuras de gobernacin, las capacidades y la forma de aprender
haciendo, determinando el xito de las organizaciones a lo largo del tiempo73
. La vida y la
evolucin de las organizaciones son hechos determinados por el marco institucional que, a
su vez, influyen en la forma en que evoluciona el marco organizacional. El acento de ste
anlisis recae en las instituciones que son las normas subyacentes del juego y el nfasis en
las organizaciones (y en sus empresarios) recae primordialmente en su papel como agente
de cambio institucional74
.
El cambio es un proceso complicado, porque los ocurridos al margen pueden ser
consecuentes de las variaciones en cuanto a norma, limitacin informal y diversas clases de
efectividades y observancia coercitiva, por lo tanto, el cambio se va gestando de un modo
71
Ibd., pg. 15. 72
Ibdem. 73
Ibd., pp. 15-16. 74
Ibd., pg.17.
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26
incremental, no de un modo discontinuo75
.La estabilidad de ningn modo contradice el
hecho de que las instituciones estn en cambio permanente76
.
Los resultados se deben a la dependencia de las organizaciones resultantes en ese marco
institucional y las consiguientes redes externas que se producen. Las limitaciones
institucionales formales o informales dan como resultado organismos particulares de
cambio que han nacido debido a los incentivos contenidos en el marco y que, por
consiguiente, dependen de l en cuento a la redituabilidad de las actividades que
emprenden77
.
El cambio incremental proviene de las percepciones de los agentes en organismos polticos
y econmicos que le indican que podra redituarles mejor alterando en un cierto margen el
marco institucional existente, las percepciones dependen tanto de la informacin que
reciben los empresarios como de la forma en que procesan esa informacin78
.
En contra de la teora de la eleccin racional del mundo econmico, en muchos casos,
como el de Bunster, no simplemente se maximiza la conducta de riqueza, sino tambin el
altruismo, filantropa y las limitaciones autoimpuestas, lo cual cambia radicalmente los
resultados con respecto a las elecciones que de hecho realiza la gente. La especulacin en el
terreno de las ciencias sociales descansa implcita o explcitamente, en conceptos de la
conducta humana79
.
El tipo de informacin y de conocimiento que requiere el empresario o una familia es en
gran parte consecuencia de un contexto institucional particular. Ese contexto no solo dar
forma a la organizacin interna y determinar el grado de integracin vertical y de la
estructura de gobierno, sino que tambin determinar mrgenes elsticos que ofrezcan una
promesa mayor en cuanto a la maximizacin de los objetivos de la organizacin. Por
75
La va del cambio se conforma por dos caminos: Uno es el entrelazamiento, producto de la relacin
simbitica entre las instituciones y las organizaciones creadas por evolucin y el proceso de retroalimentacin
por medio del cual los humanos perciben y reaccionan ante los cambios. Vase Ibd., pg. 19. 76
Las instituciones determinan las oportunidades que hay en una sociedad, las organizaciones son creadas
para aprovechar las oportunidades no institucionalizadas y, conforme evolucionan alteran la institucionalidad.
Idea extrada en Ibd., pg. 18. 77
Ross, Cesar: Poder, mercado y Estado: Los bancos de Chile en el siglo XIX. Op. Cit., pg 130. 78
Ibdem. 79
North, Douglas, Op. Cit., pp. 31-34.
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consiguiente, necesitamos examinar el contexto institucional para determinar qu tipo de
demanda existe para las diferentes clases de conocimientos y destrezas, los incentivos que
estn interconstruidos en el marco institucional, desempean la funcin decisiva en la
conformacin de los tipos de aptitudes y conocimientos que son codiciables80
.
4. Hiptesis
En esta configuracin social del poder, y principalmente en lo que dice relacin con
la ocupacin del espacio y control de los recursos, la familia Bunster fue clave. No solo
hubo estrategias familiares (matrimonios convenientes) para dominar el espacio, sino
tambin diversificacin econmica y control del poder de compra, elementos que pueden
ser rastreados a lo largo de los aos, antecedentes que este estudio pretende recoger.
La Familia Bunster fue un buen ejemplo de una familia de poder en la zona araucana. Una
familia que encontr en la explotacin del trigo la fuente de su riqueza, poder y prestigio,
en momentos en que este recurso ya no era tan vital como lo fue en los siglos coloniales,
con la exportacin al Per y en la dcada del 30 del s. XIX con la venta a California y
Australia81
. Ahora relegada al sur, la explotacin triguera necesit de gente audaz para los
negocios, transformando una biodiversidad nativa boscosa en llanos y hectreas de trigo.
A esa explotacin triguera, como sucede con estas familias de lite, vino despus la Banca,
el prstamo, en definitiva la diversificacin plena en el plano econmico. Sin duda, esa
riqueza tuvo su correlato en el plano poltico, como era habitual en este tipo de familias, la
poltica fue fundamental para consolidar, cuidar, avalar y perpetuar los negocios.
Junto con ello y complementando esas caractersticas econmicas y polticas, el prestigio
social fue vital para la perpetuacin del poder familiar. Lo anterior tambin se asocia a la
aceptacin por parte de una sociedad macro regional de un cono y representante de lo
moderno, validando nuevas prcticas socioculturales para hacer riqueza y ejercer el poder
80
Ross, Csar: Op. Cit., pg. 131-132. 81
La agricultura contribuyo a la economa de exportacin a travs del mercado ingls para los cereales,
incluso este nexo perdur ms all de la bonanza de los mercados de California y Australia. El sector agrcola
lleg a presentar el 20% de las exportaciones chilenas a Gran Bretaa en el periodo de 1865 a 1880. Para el
tema se recomienda la informacin dada por el texto de Cavieres, Eduardo: Comercio chileno y comerciantes
ingleses (un ciclo de historia econmica). Universidad Catlica de Valparaso, Instituto de Historia, 1988.
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desde una dinmica anclada al liberalismo, en contraposicin a los que ostentan el poder de
manera tradicional, relacionado con el extenso y poco rentable uso del suelo.
As, Jos Bunster y su familia se consolidan, transformndose en un ejemplo de una
conformacin social del poder local con tintes liberales82
en lo econmico y conservador en
lo social, en contraposicin a las prcticas asociadas a la vieja frontera y tabes en la
relacin con los mapuche de la zona mencionada.
5. Metodologa
La construccin metodolgica de la presente investigacin se inici con la
utilizacin de las fuentes relacionadas con la posesin de tierras desde fines del s. XIX
hasta inicios del XX, a travs de anuarios estadsticas y guas generales de Chile, en donde
se desglosa territorio, posesin y actividad econmica.
Desde aquella realidad interpretada desde los documentos, se comienza a problematizar y
visualizar temas histricos respecto a una zona geogrfica en especfico, observndose que
un determinado espacio econmico y territorial era dominado por una serie de apellidos que
se repetan y se mezclaban. A partir de lo anterior, se jerarquiz en latifundistas con ms de
mil hectreas por territorio, bajando a tres apellidos: Anguita, De la Maza y Bunster.
A continuacin, se comenz con el contraste de fuentes con otras de ndole poltica, social
y cultural. Desde ah se evidenci la relevancia que tena la familia Bunster en la zona de la
Alta Frontera Araucana, ya sea por sus contactos, por sus monumentos, por su filantropa,
por su relevancia. Siendo lo anterior medido desde lo local (diarios y fuentes), lo regional
(anuarios y fuentes econmicas) y lo nacional (registros polticas y correspondencia
privada).
82
A la llegada de los liberales al poder, con Jos Joaqun Prez, se encontraron frente a una clase dirigente
dividida en crculos, con opiniones propias, perfectamente definidos, y vigorosamente organizados: se
encontraban los nacionales, eran los dueos de la administracin y del congreso, posean adems un brillante
estado mayor, compuesto en parte de notabilidades aristocrticas o financieras, pero en el que dominaban los
juristas y los hombres de administracin. Los fusionistas arrastraban tras de s al ncleo de la aristocracia
devota y tradicional, contando dentro de ellos a los polticos ms hbiles y prestigiosos de la poca, aun la que
figuraba el cortejo montt-varistas, era en general favorable a un cambio de rgimen, o por lo menos, no se avena ya bien a la antigua tradicin. Segn palabras de Edwards, se form en el gobierno de Prez el gobierno presidencial de partidos. Los crculos polticos dominantes continan reconociendo la alta y superior autoridad del jefe del Estado; pero ejercen sobre ella una influencia creciente. Ver ms informacin
en Edwards, Alberto: La fronda aristocrtica. Editorial del Pacfico, Santiago de Chile, 1966, pg. 118.
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De ah que surge una problemtica: existe hoy una diversidad de fuentes dispersas, siendo
labor del investigador la recopilacin ajustada y coherente al problema planteado, para que
as se construya una tesis coherente, buscando formular y asumir una perspectiva nueva que
contribuya a un conocimiento ms sistematizado acerca de las grandes familias en la
frontera araucana en el siglo XIX.
Gracias a la problemtica surgida, se enfatiza nuestra hiptesis investigativa. En la
configuracin social del poder local, la familia Bunster fue clave, siendo un buen ejemplo
de una familia de poder en la zona araucana, transformndose en ejemplo de una
conformacin social del poder local con tintes liberales en contraposicin a las prcticas
asociadas a la vieja frontera.
Entendiendo la forma de abordar las fuentes para definir el problema, cada captulo se
estructura con una idea en particular, que conlleva a una construccin y uso de fuentes que
conduce al tema en general. Es as que para la construccin del primer captulo se
abordaron las fuentes que aportaban a las visiones del problema de la Araucana con un
corte cronolgico previo a 1859, ao de la gran insurreccin al sur del Biobo. Para lo
anterior se utilizan fuentes que aportan a visualizar a cmo se ve el problema de forma
institucional, de los problemas sociales, de los cientficos, viajeros y militares, buscando
como respuesta la constitucin de visiones dispares, pero que confluyan en una definicin
de cmo y qu hacer con la vieja Araucana.
En el segundo captulo se utilizan fuentes que muestran impresiones y reacciones desde el
centro, es decir desde el valle central y el gobierno. Para lo anterior se utilizan fuentes de
viajeros y prensa que desde Santiago definen e interpretan el tema de la Araucana en
general y la Alta Frontera en especfico. As se logra definir un subproblema en la zona,
que es la carencia o la nula presencia institucional en la zona, afirmando lo anterior con
fuentes que abordar problemticas en la zona, como el bandolerismo, la desorganizacin y
el miedo. Todo lo anterior en su contraste da como resultado una definicin de la bsqueda
de figuras que guen el progreso y la civilizacin en territorios desamparados y
brbaros.
-
30
A la luz de lo anterior, se da el soporte de informacin para validar la posicin del clan
Bunster como familia de poder, siendo el objeto de estudio del captulo tres, utilizando
fuentes que validen, comprueben y la definan como relevante, desde su origen, su
construccin y la definicin de su poder econmico.
Ya en el captulo cuarto se define el rol de la parentela y la clientela, observndose el rol
econmico en la definicin de las redes, la reproduccin social a travs de los matrimonios,
la familia y la clientela, definindola y construyndola lo ltimo en torno a la sociedad
comercial de la explotacin triguera y los molinos, siendo el objeto de construccin del
anlisis del problema.
El captulo final metodolgicamente se construye en torno al problema del poder poltico y
las relaciones sociales, para lo anterior se indagarn fuentes biogrficas, polticas, privadas
(cartas) y familiares. Lo anterior tiene la finalidad de construir redes sociales de poder que
cimentan y vinculan lo local con lo nacional, o el pasado con el presente y el futuro.
Para concluir, la construccin metodolgica de la presente investigacin busca edificar a
partir de las fuentes la respuesta a nuestra pregunta de quin ejerce el poder local en la Alta
Frontera y que rol que cumple la familia Bunster en este problema.
7. Estructura investigativa
La presente investigacin se divide en cinco captulos que buscan abordar el
problema desde lo general a lo especfico.
El primer captulo se profundizar respecto a las visiones de la Araucana como
antecedentes de la ocupacin, que buscar dar a entender el cmo se ve la Araucana desde
inicios del s. XIX hasta 1859, como se explicaba anteriormente, ao de la insurreccin
indgena. Todo lo anterior tendr como finalidad el entendimiento de la ocupacin
territorial como un medio para un fin y no un proceso aislado.
El segundo captulo aborda el estado y reacciones desde el centro, buscando visiones de la
ocupacin y cmo se observa el proceso desde el poder nacional, buscando ver impresiones
del proceso y matices discursivos. Lo anterior se complementar con la ausencia del rol del
-
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Estado a travs de manifestaciones del bandolerismo y el miedo, siendo soporte para la
construccin de figuras de poder local.
El tercer captulo busca definir la familia de poder Bunster desde su origen y su concepcin
de poder, buscando entender su peso real en la sociedad fronteriza desde la perspectiva de
las redes del poder econmico local.
El cuarto captulo abordar la temtica de la parentela y clientela en la familia Bunster,
viendo como desde la familia y su principal herencia socioeconmica, el molino, construye
redes sociales de poder cimentada en la familia y los amigos.
El ltimo captulo abordar el tema del poder poltico y relaciones sociales de la familia de
poder Bunster, viendo principalmente cmo se edifica se gestan relaciones sociales entre
familias de poder de distintos espacios geogrficos, que nos ayudan a concluir que el poder
interfamiliar da una solidez y una hegemona desde la perspectiva de lo local y una
notoriedad desde lo regional y nacional.
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CAPTULO I
LAS VISIONES DE LA ARAUCANA COMO ANTECEDENTES DE LA
OCUPACIN
La historia del sur de Chile y su condicionante rural se posicion bajo el alero y la
racionalidad de la civilizacin y barbarie, o cualquier tipo de sinnimos asociados a stos
conceptos, siendo la lite de la zona quin opta por precisar el ordenamiento territorial bajo
aquellos preceptos ligado a la modernidad por sobre lo existente. As, el tema de las
relaciones socio-histricas de los actores se va evidenciando no slo en los discursos, sino
en la cotidianeidad y en el territorio83
.
Oficialmente, existan grandes y buenas intenciones sobre el territorio de la Alta Frontera
araucana, pero siempre las intenciones slo quedaban en palabras y deseos. La organizacin
de los territorios indgenas y el empleo de los medios ms eficaces de civilizar a sus
pobladores y de sujetarlos completamente a las autoridades de la Repblica, era ya a
mediados del siglo XIX, segn palabras de Manuel Montt, una empresa que no deba
postergarse84
.
83
La tradicin de las relaciones de frontera y la visin de los otros como distintos, como brbaros tuvo fuerza y marc una tradicin ya desde Grecia y Roma. Para protegerse de las invasiones de los otros, los romanos fortificaron sus fronteras, levantando atrincheramientos y estableciendo legiones en sus
campamentos permanentes. Estas frmulas de defensas y establecimiento de relaciones socioculturales fue
eficaz hasta fines del s. IV, hasta que se inicia el pe