CONGRESO DE ANÁLISIS ORGANIZACIONAL … · Complejidad, ambigüedad y subjetividad. PONENCIA:...
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CONGRESO DE ANÁLISIS ORGANIZACIONAL Perspectivas multidisciplinarias.
Complejidad, ambigüedad y subjetividad.
PONENCIA:
Relatos de Vida como instrumento metodológico en los Estudios
Organizacionales
AUTORES:
Mtra. Esther Morales Franco ∗
∗ Actualmente estudiante del doctorado en Estudios Organizacionales UAM-Iztapalapa
ABSTRAC
La propuesta de una metodología general de las ciencias sociales de Alvaro Pires, nos permite ubicar a la Sociología Clínica como una de las principales escuelas de la investigación cualitativa. En palabras de Vincent De Gaulejac, ésta nos permite el acercamiento a los sujetos, de tomar en cuenta lo que viven y cómo lo viven, de producir las significaciones sobre sus prácticas y sus representaciones sociales. En otras palabras, la Sociología Clínica tiene por objeto la dimensión existencial de las relaciones sociales, en particular, se interesa en las relaciones que existen entre el ser del hombre y el ser de la sociedad.
Al interior de la Sociología Clínica se han diseñado diversos e interesantes esquemas e instrumentos metodológicos, entre los que ubicamos al “relato colectivo”. Este es un instrumento de análisis que permite integrar dimensiones interdisciplinarias entre la sociología, la historia y el psicoanálisis. Presentamos las propuestas de Eugene Enriquez y Jacques Rhéame
Con Enriquez, ubicamos algunas de las potencialidades que el relato de vida ofrece al interior de las estudios organizacionales. Por su parte, Jacques Rhéame presenta, desde la perspectiva de la clínica social, la construcción de relatos colectivos y su potencialidad reflexiva y crítica que sirve para sujetar compromisos y proyectos, en este caso, de sujetos en condición de vulnerabilidad.
INTRODUCCIÓN
Pires señaló “la ciencia no debería buscar la confrontación del mundo con el
conocimiento que nosotros tenemos; debería más bien exigir si la imagen que
nosotros tenemos es útil para encarar el entorno, pero de una manera que nos
hiciera ganar también sentido intersubjetivo, en creatividad, en solidaridad y en
capacidad de escuchar el lado de las y los que sufren. El deseo de objetividad
debe ceder su lugar al deseo de solidaridad”, y fue a partir de esa preocupación,
por proveer un sentido intersubjetivo a la vez de desdogmatizar a las ciencias
sociales que Pires presentó su propuesta de una Metodología General de las
Ciencias Sociales. En dicho trabajo señala que privilegiar la “mirada desde el
interior” permite no sólo lograr el sentido intersubjetivo de los seres humanos, sino
que posibilitan la capacidad creativa de escuchar y conocer en los mismos
investigadores.
Abordar el trabajo de Pires sobre la metodología en ciencias sociales no es punto
central de la presente ponencia. Sin embargo, si es fundamental, para efectos de
situar las perspectivas de la Sociología Clínica y, en particular, de los Relatos
Colectivos, señalar algunas de los fundamentos epistemológicos sobre la
metodología en las ciencias sociales. Para ello, abordaremos en el primer
apartado, de forma resumida, su propuesta de los cuatro momentos para la
construcción de la metodología general.
En el segundo apartado, abordaremos el trabajo de Eugene Enriquez quien
trabaja sobre la idea de considerar al problema de la sociedad actual, como la
creciente individualización donde cada vez más provoca un gran distanciamiento
entre los seres humanos ocasionando la desaparición del tejido social que lo
mantenía cohesionado, ahora la “cohesión” es la “homogeneización”. En su
trabajo, observamos como existe un gran debilitamiento de los grandes relatos, en
torno a los cuales se generaba la cohesión social, la creencia, la solidaridad.
En el tercer apartado Por su parte, Jacques Rhéame presenta, desde la
perspectiva de la clínica social, la construcción de relatos colectivos y su
potencialidad reflexiva y crítica que sirve para sujetar compromisos y proyectos, en
este caso, de sujetos en condición de vulnerabilidad.
Propuesta de Alvaro Pire sobre la Metodología en las Ciencias Sociales
Este autor, puso en perspectiva ciertas apuestas y debates metodológicos
contemporáneos con el fin de contribuir a su clarificación; y, tomar partido por la
creencia de que es posible y necesario tener o construir una concepción general
de la metodología en ciencias sociales que no sea dogmática ni reduccionista, ni
enteramente relativista. Sugiere que la posibilidad de llegar a una cierta
“normatividad”, una cierta “acumulatividad” de los conocimientos” y emprender una
revalorización de ciertos aspectos del sentido común, de crear un nuevo espacio
para el pensamiento teórico-empírico propio de las ciencias sociales.
Lo fundamental es lo que concierne al objetivo deseable, el autor lo señala así
“saber si un <relativismo epistemológico radical> es un objetivo deseable o si, al
contrario, es necesario buscar una nueva forma de <normatividad epistemológica
general> susceptible de tener en cuenta a la vez virtudes del relativismo, de la
heterogeneidad y de la complejidad del mundo social. La libertad creadora con
respecto a las reglas del método no se obtiene por vía anárquica, sino que se
consigue en la práctica misma de la investigación.” Dos aspectos sobre esta
problemática:
1. Tomar en cuenta las virtudes del relativismo, la heterogeneidad y la
complejidad del mundo social que se trata de comprender nos lleve a un
conocimiento que nos permita encararlo desde nuestra intersubjetividad y
2. Libertad creadora a partir de la práctica de la investigación.
Estos dos aspectos son ejes de análisis transversales que utiliza el autor en su
revisión de los tres modelos metodológicos.: La mirada del exterior, la mirada del
interior y el rompimiento con el prejuicio del sentido común que da paso a la
observación desde abajo
Pire, sugiere que en la perspectiva de una concepción general de la metodología
en ciencias sociales, la metodología es una sola y las grandes preguntas de orden
metodológico conciernen a enfoques tanto cualitativo como cuantitativo
Advierte lo erróneo que es asimilar la metodología a un encuadramiento teórico
particular. Así, no hay una metodología específicamente marxista, funcionalista,
feminista, inter-accionista, etc. El término metodología designa una reflexión trans-
teórica y trans-disciplinaria de la práctica de investigación.
La primera cuestión es saber si la investigación cualitativa puede ser caracterizada
por una posición epistemológica única. Cuando se establece la cuestión de ese
modo, se subentiende que toda investigación cuantitativa es, inversamente,
positivista, realista u objetivista. Pero, observando la situación, puede encontrarse
sin ninguna dificultad , en los dos tipos de investigación, que los especialistas
adhieren a distintas opciones epistemológicas: se puede ser constructivista en
cuantitativo y realista en cualitativo. Se puede también no identificar ni a uno ni a
otro de tales abordamientos. Es que las técnicas de observación empírica y la
naturaleza de los datos (cualitativos o cuantitativos) tienen una autonomía relativa
con referencia a los diferentes encuadramientos epistemológicos y teóricos: ellos
son más flexibles epistemológicamente y no se les reconoce frecuentemente.
Si la técnica de recolección de los datos no caracteriza ni lo cuantitativo ni lo
cualitativo, es necesario por lo tanto suponer que esos dos tipos de investigación
son intercambiables. Cada forma (cuantitativa o cualitativa) de medición o de
materiales empíricos posee límites teóricos relativos a los diferentes aspectos de
los diferentes objetos y no se sabrá nunca determinar las fronteras precisas de un
tipo de materiales o de tratamiento cuantitativo o cualitativo de los datos, ni su
campo de posibilidades.. Vale pues mejor ver los campos de aplicación y la
pertinencia de las letras y de las cifras no como absolutamente ilimitadas e
intercambiables, sino como infinitamente limitadas y tan sólo ocasionalmente
susceptibles de cubrirse parcialmente las unas a las otras.
Lo que importa no es el tipo de datos que se utilicen sino cómo se construye la
investigación: las investigaciones “bien construidas” tienen una vida larga o
contribuyen a hacer avanzar nuestros conocimientos; las otras, cuantitativas o
cualitativas, agregan más bien obstáculos a un mejor modo de ver o de intervenir.
Tanto las búsquedas cuantitativas como las cualitativas están abiertas a los
diferentes objetivos del investigador y pueden participar plenamente a ese fin de
desarrollar un conocimiento secular de lo real, válido empíricamente de cualquier
manera; unas y otras permiten describir, comprender, explicar o evaluar
En fin, bajo un cierto ángulo, la investigación cualitativa como tal no se caracteriza
buenamente del todo más que por el hecho de constituirse fundamentalmente a
partir de un material empírico cualitativo, es decir no tratado bajo la forma de
cifras, mientras que la investigación cuantitativa hace lo inverso.
Se puede entonces decir tal vez que la investigación cualitativa se caracteriza en
general:
a) por su flexibilidad de ajuste durante su desenvolvimiento y comprende
su flexibilidad en la construcción progresiva del objeto mismo de la
encuesta;
b) por su capacidad de ocuparse de los objetos complejos, como las
instituciones sociales, los grupos sociales, o incluso de objetos ocultos,
furtivos, difíciles de asir o perdidos en el pasado;
c) por su capacidad de englobar datos heterogéneos o de combinar
diferentes técnicas de recolección de datos;
d) por su capacidad de describir en profundidad varios aspectos
importantes de la vida social, su capacidad de permitir al investigador de
rendir cuentas (de una manera u otra) del punto de vista tan del interior
como desde abajo; en fin, por su apertura al mundo empírico, que
frecuentemente se expresa por una valorización de la exploración
inductiva del terreno de observación
Eugene Enriquez y “El Relato de Vida “
Eugene Enriquez muestra como “el relato de vida” puede ofrecer en los estudios e
investigaciones en las ciencias sociales. El problema central que aborda el autor
es “la desaparición o debilitamiento de los grandes relatos, que es correlativo por
una menor creencia en la virtud y en la fuerza de lo colectivo” (Pág. 35), en otras
palabras, el problema de la sociedad actual es la creciente individualización donde
cada vez más provoca un gran distanciamiento entre los seres humanos
ocasionando la desaparición del tejido social que lo mantenía cohesionado,
ahora la “cohesión” es la “homogeneización”.
El autor sugiere que es “el relato de vida” la interfaz adecuada entre la vida interior
del individuo y su interrelación con el colectivo. Reconoce dos problemas actuales:
1) su presencia periférica en los estudios sociales y; 2) el problema del narcisismo.
A pesar de ellos, su gran virtud es que su capacidad de mirada desde el interior
que permite captar las demás razones (esenciales) que condicionan su creación y
su difusión, es decir, la mirada desde el interior del ser humano que posibilitan una
relato de la colectividad, y que además cuente con los elementos sustanciales.
La buena construcción de un relato es esencial, ya que “será capaz de despertar
la imaginación y hacer soñar, hechizará a quienes lo escuchen, pues los hará salir
de sí mismo y los invitará a un viaje imprevisto o imprevisible” (pag.36). Esta es la
cualidad creativa del relato, y sustancial, ya que permitirá que los individuos se
escapen, de lo que el autor llama “aislamiento absoluto”. El autor se refiere a
atender un discurso que no habla de ellos, pero sin embargo, si los llama. Así, se
ejemplifica la interacción entre el narrador y el ser humano que escucha, que
atiende, que está atento al relato. En otras palabras, el fenómeno del
acercamiento se posibilita gracias al alejamiento del narrador. En mi opinión, una
serie de fenómenos interactúan simultáneamente: recuerdo, describo, represento,
integro, se revive el pasado en el presente. Sin embargo, aquí una advertencia del
autor ¿qué debo hacer para integrarlo en mi existencia actual?., y sugiere 7
condiciones de voluntad:
1. voluntad de reconstruirse, de dar una forma (G. Simmel) a estos contenidos
que no son sino acontecimientos inconexos, “sobresaltos de su vida,
sentimientos fugitivos, horas sin significados preestablecidos, trizas,
fragmentos, “huellas”, documentos, etc.
2. voluntad de dar un sentido, un significado y una dirección a los
pensamientos, a las acciones anteriores.
3. voluntad de prepararse para el futuro, mejor aún, de “frecuentar el futuro”,
ya que piensa que el esclarecimiento del pasado y también del presente
puede dar una forma visionario de la experiencia.
4. voluntad de dar a la “voluntad de vivir” (Schopenhauer, Nietzsche) todas
sus posibilidades. Llegará a correr riesgos, a situarse de lado de la
transgresión y tal vez a arriesgar la vida.
5. voluntad de contar a otros lo que él es, sus dudas, sus esperanzas, sus
remordimientos, sus inhibiciones y sus afirmaciones, su tristeza, su
sufrimiento. El deseo de compartir su vida con personas que lo escuchen.
Sin embargo, en el relato escrito, en la escritura, nunca estamos solos,
estamos “siempre en compañía” (W Benjamín), nos dirigimos a otros, y
suputamos sus reacciones y preguntas para ejercer la auto-censura. “la
escritura del yo” (G.Gusdorf) es una escritura para los otros,
6. voluntad de no ceder a la tentación de transformar el relato en novela,
porque la novela está hecha para un lector aislado. Eso sería optar por el
cierre y no por la abertura. El autor del relato es un modesto artesano en
sus comienzos, que trata de ensamblar elementos heteróclitos utilizando un
saber espontáneo y sin poder decir, si será capaz de hacerlo. Pero su
modestia, su humildad puede convertirse en el poeta de su vida.
7. voluntad de prolongarse en su intimidad, tomando “caminos misterioso que
van hacia el interior” (Novalis), comenzar a desprenderse de sí mismo, a
salir de una vocación egocentrista, para darse cuenta de hasta qué punto
forma parte de la historia colectiva en la que participa todo el tiempo
(familia, región, clase, etnia, nación) y cómo lo más particular que le
sucede, lo más secreto puede ser tan parecido a lo que les sucede a otros.
Comprender este entrelazamiento de su historia individual y de la historia
colectiva, Y tratar de transformarla o al menos de modificar la relación que
tiene con ella y de alcanzar una nueva libertad.
Para posibilitar estas voluntades, el autor sugiere tres elementos estructurantes
que deben ser incluidos en todo relato (su ausencia rompería lo real del relato): la
crónica, la epopeya y el mito.
A) La crónica: El requisito principal es ser “analista” de la propia vida. La
conservación de sus anales, transformará al narrador en historiador
capaz de categorizar y jerarquizar los sucesos y las experiencias. Así, el
objetivo no es describir la historia tal como se desarrollo (algo imposible),
sino más bien, de identificar y esclarecer los hechos menores, las
minucias, los fragmentos, los fantasmas subyacentes que hacen soñar y
que permiten construir. Son ellos los que emergen durante el trabajo de
rememoración y de exposición que suscita siempre en el que habla “el
problema del pensamiento” Tocqueville) indispensable para toda
elaboración de sentido, para todo cuestionamiento. Así surgen las
remembranzas, que evocan tanto lo más bello como lo más terrible. De
esta doble presencia, surge la necesidad de olvido, para evitar ser
atrapado por el pantano del pasado. Así, surge; el deber de memoria
(necesario para fundarse y refundarse) y el deber de olvido. (necesario
para no llenarse de imágenes inútiles, para no caer en la nostalgia ni en
la melancolía) (pag. 39) . Es necesario un trabajo de duelo que destierre
la nostalgia y la melancolía, para poder transformar el pasado no en un
callejón sin salid, sino en un llamado del futuro. Por ello es necesario que
el narrador adopte lo que el autor denomina “ética de finitud”, que además
de apelar al intelecto, al razonamiento, a la voluntad explícita, apela a
algo más importante “a la interrogación de sus sentimientos, a la
exploración de sus efectos, a la expresión de sus dudas, no para hundirse
en ellas, sino para al contrario, trabajando sobre sus límites, sobre el
carácter irrevocable de la muerte” ( pag. 40). A partir de esta idea el autor
señala, “somos más conocidos y más extraños para nosotros mismos, lo
cual constituye nuestra complejidad, nuestra división, pero también
nuestra riqueza, porque hay efectos desconocidos que nos
atraviesan...De algunos de ellos tomaremos conciencia; otros estarán
cercanos, otros se han callado para siempre. Esta mezcla de palabras y
de silencio nos constituye en seres humanos; es decir, en seres jamás
explicables por completo” Adicionalmente, el autor sugiere que en la
crónica el narrador debe: a) no caer en el ciclo de la repetición “el que
olvida o rechaza la historia está condenado a repetirla”; b) tomar distancia
respecto de los recuerdos para no sucumbir a su carga demasiado
angustiante y benéfica al mismo tiempo, e incluir por un lado, una “pizca
de humor” de ironía en su discurso y por el otro, muestras de elegancia,
de distinción, que permita al relato distinguirse de todos los demás, ser
particular y específico.
B) La epopeya. El objetivo esencial es permitir la sagacidad y el reencuentro
del narrador. A diferencia de los poemas antiguos, el narrador no tiene
nada de héroe “extraordinario” que provoque veneración o admiración, es
“don cualquiera”. Sin embargo, para Baudelaire, señala “el héroes de la
modernidad era el hombre perdido en la muchedumbre y el que estaba
deseoso de mostrar su originalidad saliendo de la multitud” (pag. 42). De
“la formación colectiva” diría Freud, donde cada uno tiene el deber de
desarrollar conformismo e incluso mimetismo. Tanto Baudelaire como
Benjamín “el heroísmo moderno no tiene nada que ver con la gloria y la
grandeza; es como lo escribe MM. Abensour: un heroísmo de tristeza y
de sufrimiento”. (ídem). Así el héroe de la epopeya moderna es el
hombre que sufre y a la vez resiste la presión de la uniformidad. Es el que
se da cuenta de que “la opinión pública no piensa”, y que para él su
salvación está en su pensamiento exigente consigo mismo y con su vida.
En otras palabras, es el que está dispuesto a la exposición ante los
demás, y logra ser un individuo individuado (que tiende a la autonomía) y
no individualizado como los demás (heterónomos, conformistas,
masificados). Este individuo individuado está continuamente en
formación, en gestación , en germinación, dar un sentido más puro a las
palabras, a llegar al sentimiento profundo de las cosas. En otras palabras,
está movido por la ética de finitud. Es por ello, que la vida no se detiene y
como en toda epopeya hay pruebas, riesgos, puede rozar la muerte o
abandonarse a ellas o salir adelante si está bien asistido y que participa
también de una epopeya colectiva. Así se opera una “trascendencia de sí”
e igualmente una “trascendencia colectiva”. En esta última encontramos
los relatos de todos los reformadores y revolucionarios.
C) El mito. Partiendo de la idea generalizada de que cada uno de nosotros
ve bajo la égida de un mito originario que organiza nuestra vida. El autor
señala que el mito nos es prácticamente impuestos (o cuando menos lo
interiorizamos) por nuestras pertenencias e identificaciones (familia,
clase, etnia, religión, etc.) que sin constreñirnos, señalan la vía que
debemos adoptar, nos indican la idea que debemos tener del bien y el
mal, de lo bello, lo verdadero, lo justo, lo permitido, lo feo, lo falso, lo
injusto, lo prohibido. En otras palabras, nos construyen, al
proporcionarnos el relato interior que teóricamente debe guiar nuestros
pasos. Así, el gran desafío del narrador, quien al evocar el discurso e
intentando aprehender su mito en sus aspectos esenciales, el deber del
narrado es desmistificarlos, desmistificarse, demitificarse, deconstruirlos
y, al hacer esto, deconstruirse él mismo. En otras palabras, el movimiento
del pensamiento y de la palabra del orador aprende a desprenderse de
este mito fundador. Pero, sólo es posible en la medida en que se
comprenda y respete el mito. La tradición puede ser aceptada, rechazada
o transformada. En ningún caso puede ser ridiculizada, porque en ella
está presente el principio genealógico. Ridiculizar una tradición es ceder
al fantasma y al vértigo del auto-engendramiento (pag. 44). En otras
palabras, “se trata de conocer y reconocer el mito fundador, de
mantenerlo a distancia, de despegarse de él, de transformarlo
poniéndose a pensar, a imaginar y a emprender acciones con otros, de
elaborar una nueva historia y querer otra historia de sí para poder ser uno
mismo, es decir, un ser provisto al menos de una “parcela de originalidad
y de autonomía” (pág. 45) Así, el autor señala que “el paso del mito al
pensamiento y a la acción innovadora es el comienzo de un proceso de
liberación y lo va a escandir continuamente porque en el relato “somos
por completo, alma, ojo, mano” y reedificamos nuestra identidad”
(ídem) . Además, al ser el creador de su propia epopeya, ha salvado su
posibilidad de pensar y de imaginar; ha salvado su fantasma y su relación
con la realidad; es decir, esta capacidad de ser siempre nuevo, estar
abierto a la experiencia. En otras palabras, el narrador se mantiene y los
mantiene vivos a los otros.
Finalmente, el autor señala que el “contar la vida propia” tiene sus efectos de
transformación por la toma de conciencia de lo que somos y del peso del ambiente
social; puede permitirnos entrar en una historia colectiva y en la cual participamos;
nos permite actualizar nuestros conocimientos, ya que cada narrador lleva una
parte de la memoria del mundo. Es por ello que el narcisismo aparece como el
principal obstáculo, aquel hombre narciso que por el puro placer egoísta de querer
interesarse continuamente en sí mismo, se ahogará en su espejo o, habiendo sido
incapaz de amar a los otros, caerá enfermo. Enfermo de egoísmo, de miedo a los
otros, de miedo a morir. El individualismo furioso no conduce más que al
contentamiento momentáneo de sí y al temor constante a los otros y al futuro. El
relato de vida corre el riesgo de exagerar las tendencias narcisistas y mortíferas
de nuestra sociedad. Es por este riesgo, que el relato al responder a las
condiciones mencionadas, posibilitará el principio de un proceso de liberación y de
acercamiento de los seres humanos.(pag.46) Nos liberara de nosotros mismos, de
nuestro individualismo.
Jackes Rhèame, Construcción de Relatos Colectivos.
Por su parte, Jacques Rhéame presenta, desde la perspectiva de la clínica social,
la construcción de relatos colectivos y su potencialidad reflexiva y crítica que sirve
para sujetar compromisos y proyectos, en este caso, de sujetos en condición de
vulnerabilidad.
Algunas anotaciones preliminares del autor son: 1) el método de los relatos de
vida plantea discusiones epistemológicas específicas y, en particular, el lugar de la
subjetividad en la práctica social, y por ello 2) el relato de vida colectivo se ha
constituido como un método tanto de investigación y de intervención social.
El autor presenta su artículo en tres secciones: 1) definir y situar el relato de vida
colectivo en la investigación, 2) examinar las principales posturas metodológicas y
epistemológicas del relato de vida colectivos a partir de tres ejemplos y, 3) mostrar
cómo la práctica de los relatos de vida colectivo representa una aproximación
clínica en ciencias sociales, en tanto está situada entre la investigación y la
formación , la investigación y la intervención.
Si el relato de vida es un ejercicio de narración autobiográfica, donde un individuo
o sujeto o ser humano narra fragmentos de su vida, sea en periodos, sea en
experiencias, ¿cómo se forma el relato de vida colectivo?. El autor primero hace
una connotación “en investigación, ese relato responde a una demanda explícita
de un investigador interesado en recabar esa información privilegiada, esto
presenta una delimitación muy importante, ya que se definen y distinguen el tipo
de fragmentos de vida, de periodos y experiencias que nos interesan sean
conocidas. Teniendo claro lo anterior, regresamos a la pregunta ¿cómo se forma
el relato de vida colectivo?, el autor señala tres puntos:
a) todo de relato de vida se construye en relación con el otro, en el marco de
una relación dual o grupal en la que intervienen narradores y uno o varios
investigadores. Es en ese momento de que se trata ya de una intervención
y una práctica social, que define los papeles, se establecen las expectativas
y los objetivos, y se enuncian las reglas
b) todo relato individual es producido por un individuo social, quien hace
referencia a diversos tipos de pertenencia social, a una variedad de
instituciones (familia, escuela, trabajo, amigos, barrio, etc)
c) el relato de vida expresa el proyecto individual que atraviesa la experiencia
colectiva, donde se hacen elecciones, se evocan conflictos o rupturas, es
decir, es una dinámica muy personal y singular que origina una forma
siempre incompleta de libertad o de liberación. Esto le confiere el sentido
fundamental de ser una “experiencia subjetiva individual”.
Han existido diferentes formas de construcción del relato de vida colectivo, entre
las que se destacan la práctica de grupos y que implica intercambiar y compartir
experiencias. Estos esfuerzos han sugerido que esta práctica en la vida
organizacional pueden fomentar el surgimiento de una vida colectiva más fuerte,
ya que permite desarrollar experiencia y una historia en común. Sin embargo,
señala el autor, esos grupos generalmente son limitado (sean institucionalizado o
no). Esto es por que “el grupo como práctica social sirve de contexto instrumental
para la producción de relatos de vida individuales. El intercambio en grupo, el
grupo como público receptivo, la vida grupal, todo se subordina a este primer
objetivo: facilitar la expresión y el análisis de relatos de vida personales. El grupo
mismo no es el objeto central del análisis. “ (pág. 101)
En contraste, el autor define al relato de vida colectivo como la historia que
narran los miembros de un grupo instituido sobre su vida colectiva. Esto es
sustancial, ya que no parte de la vida individual sino de la vida en común, sobre lo
que viven en su colectividad, lo que implica el supuesto de la existencia de “un
relato arraigado en la experiencia subjetiva de los miembros del grupo” (ídem). Es
decir, se incluye el surgimiento, constitución, evolución, realizaciones y proyectos
futuros del grupo como colectivo. El autor señala que tanto desde la perspectiva
clínica y psicosociológica <el relato colectivo expresa tanto la actividad
exteriorizada del grupo, sus realizaciones materiales y concretas, como su “vida
interior” o “vida afectiva”> (ídem). Otro punto de particular importancia, es la
complementariedad que sugiere el autor entre el relato de vida individual y el
relato de vida colectivo. El primer tiene la función de esclarecer más la historia del
grupo, permite comprender mejor los significados que los individuos asignas a su
adhesión y compromiso en el colectivo; las motivaciones, las aspiraciones, los
miedos, etc. El relato de vida individual es una mirada desde adentro del grupo o
colectividad .
En el caso de la función de intervención, el autor señal que si el relato de vida
individual moviliza e involucra a la persona en su proyecto de vida (efecto :
eficacia narrativa del relato sobre el narrador); también el relato de vida colectivo,
involucra y moviliza. Es por ello, que existe una relación indisoluble entre la
investigación y la intervención a partir del instrumento del relato de vida colectivo.
También por ello, es importante el uso social del relato de vida que está ligado a
una perspectiva clínica de investigación, como compromiso y preocupación sobre
el otro.
Cabría preguntarse si los relatos de vida no corren el riesgo de utilizarse en el
sentido contrario al de la clínica social, es decir, si a partir de lograr una
intervención específica, se utilice el relato de vida colectivo, no con el sentido de
compromiso y preocupación sobre el otro, sino con el compromiso y preocupación
sobre uno mismo o un grupo determinado sobre otros. Esta inquietud no es
vislumbrada por el autor. Lo que si presenta son tres ejemplos de investigación a
partir de las cuales se ejemplifica las virtudes que desde la clínica social ofrece el
uso de los relatos de vida colectivo, en tanto su calidad de investigación, como de
intervención y como de formación. El punto común entre los grupos o
colectividades es su carácter de vulnerabilidad en una estructura social dada.
Itinerancia e inserción social
Pobreza y diversidad cultural
Pobreza y ayuda para la infancia
Dimensiones del marco conceptual: • El trabajo como fuente
de estructuración del colectivo y de los individuos
• El compartir una visión común y un proyecto emancipatorio
• El desarrollo de una memoria colectiva de la historia vivida del grupos
Son orientaciones básicas del grupo definidas a partir de la noción de empoderamiento. (desarrollo de una conciencia crítica adquirida y de un poder concreto sobre su situación de vida, individual y colectiva)
Objetivo: real izar un balance crí t ico del desarrol lo de esta organización comunitaria mediante el anál isis de los procesos psicosociales relacionados con el empoderamiento en una perspectiva de prevención de la salud y de la integración social • Identificar los elementos
de construcción de sentido vivido entre las historias de vida individuales y las etapas de desarrollo de grupo
• Mostrar cómo el apoyo social y la relación con una actividad productiva contribuyen al empoderamiento
• Delimitar la influencia específica del proceso de inmigración reciente
• Delimitar la influencia específica de las condiciones de pobreza sobre la integración social e
Mostrar que no sólo el contexto de gran pobreza genera los problemas de salud y de vida más frecuentes en los niños, sino, además, que la cultura de la pobreza muchas veces obstaculiza el acceso a los servicios institucionales. El objetivo es prevenir los problemas actuando de manera precoz sobre las condiciones de vida que originan esos problemas. La estructura del grupo se apoya en un núcleo restringido de interventores profesionales, una red más amplia de responsables institucionales y de benefactores y usuarios
La metodología de investigación • análisis documental • encuesta por cuestionario, • relatos de vida individual y
colectivos Tres momentos clave • el inicio del estudio • relación con un informe
La metodología de la investigación: • Se cuestiona la referencia
unitaria de la noción de la comunidad, por su carácter multireferencial
• Primera fase, construir un relato sobre la fundación del grupo, que incluye,
Se ha completado el relato de fundación del grupo, Se realizaron entrevistas a otros siete interventores y a algunos benefactores. Están previstas entrevistas individuales a: • Una docena de
responsables
parcial • momento de la producción
del informe final
entrevistas, estudios documental y encuentro colectivo. El objetivo validar el relato inicial del grupo sobre sí mismo
• Segunda, dirigida a los miembros actuales incluyen entrevistas individuales, y el objetivo es construir un relato colectivo de la historia vivida del grupo comunitario
• Tercera, será la producción colectiva de un documento síntesis para presentarlo a diferentes públicos.
• Una decena de familias usuarias de los servicios
• Seis relatos de vida individuales (interventores y padres)
También se contemplan encuentros colectivos con el núcleo y los miembros responsables Se preven dos o tres encuentros, con el fin de producir un documento de presentación final de la experiencia (corta) del grupo para un público amplio
De estas tres experiencias, sólo la primera fue concluida, las otras dos están en
proceso.
Experiencia 1. Resultados generales
Retrato complejo, con cualidades: interés en el trabajo, buena red primaria, vida
intelectual activa, y defectos; precariedad, financiera, de salud y de estabilidad
Análisis de los Relatos Colectivos
• Comparten puntos en común. Pero las experiencias también varían mucho de
una persona a otra
• Rasgo común que sobresale: la intensa búsqueda de un ideal, que muchas
veces decepciona. La búsqueda se acompaña de una imagen narcisista de sí
mismo.
• La experiencia de la toxicomañia causa la búsqueda de intensidad
• La búsqueda de lo ideal y de lo intenso fortalece la cadencia social y psicológica
que precede la entrada al colectivo.
• Para todos, el colectivo representa una mejoría relativa con respecto a su origen,
pero también su permanencia en periodos muy largos sería una regresión.
• El ingreso al colectivo presenta un doble desafío: a) psicológicamente, recuperar
la dignidad y la autoestima y, b) socialmente, encontrar de nuevo la autonomía y
un estatus de clase popular o media
• La base es frágil, ya que su imagen de lo ideal pesa sobre sus operaciones. Es
necesario encontrarle sentido a los ordinario para volverlo extraordinario
Sobre el marco teórico y metodológico, el autor se apoyo en el método clínico en
sociología o en ciencias sociales. Le parece adecuado el término de “aproximación
clínica”, en su sentido metafórico que toma la noción de clínica, por la idea
implícita de la proximidad y de la implicación con las personas. Así, la clínica
social tiene como fin intervenir con la gente, con los grupos sociales, con el
propósito de ser útil.
Cinco aspectos importantes para la investigación con esta características de
intervención:
1. Deriva de una demanda y exigencia social, que precisa ser examinada,
conocer si semejante tipo de acción cercana poblaciones vulnerables
realiza bien sus primeras orientaciones de reducción o de las
desigualdades. La expresión explícita de uan situación problemática de un
grupo que pide un cambio, una exigencia de la situación objetiva concreta
que crea el problema.
2. El proyecto de investigación toma forma de un contrato que expresa
compromisos e intereses de tres tipos de actores: los investigadores, los
interventores y la población participante.
3. Intercambio de saberes específicos entre los diferentes actores implicados,
los que presupone una epistemología pluralista. Es decir, contacto con un
saber científico y académico y un saber práctico profesional. Así tres tipos
de discursos que se entrelazan y se confrontan con el momento de los
encuentros en grupo.
4. Requiere un marco ético deontológico donde se definen los límites y las
reglas de participación de los diferentes actores. Requiere un enfoque
clínico que introduce dos reglas más: la apertura democrática delos
intercambios y un objetivo emancipatorio. Así, los encuentros colectivos
forman parte integrante de los procesos de investigación de tipo clínico.
5. Lo anterior, requiere una exigencia de corresponsabilidad negociada entre
los actores en tres aspectos: interpretación, análisis y difusión de los
resultados de investigación. Así el producto final representará el objeto de
una participación colectiva.
Sobre el marco institucional, el autor señala que organizaciones como las que se
ejemplifica, que están insertas en una un marco institucional, favorece los lazos de
proximidad y de interdependencia entre los implicados ya que existe una
interdependencia funcional
Finalmente el autor sugiere comprender al método clínico de las ciencias sociales
a partir de una lectura multidisciplinaria, donde converge la psicología, la
sociología, la antropología, etc. El marco psicológico que está presente en los
ejemplos es:
1. El trabajo, la relación con la actividad productiva es un referente central.
Redescubrir los aspectos positivos y negativos que pueden desprenderse
de fenómenos como la organización del trabajo, la administración, el diseño
organizacional, etc.
2. El apoyo social, como lazo social positivo, una dimensión sumamente
compleja, ya que las personas siempre se desarrollan al interior de una red
sostenida y multi funcional de relaciones humanas.
3. Conciencia reflexiva, crítica, individual y colectiva; actual e histórica que
representa otra condición de una práctica social emancipatoria donde la
acción asociativa o comunitaria se sitúa en el contexto sociopolítico actual.
En resumen, el autor señala que el relato de vida colectivo forma parte del dominio
más amplio del método autobiográfico. Que también está lejos de la”historia de
vida” establecida desde el exterior por los historiadores. Lejos también del relato
individual que puede siempre seguir siendo privado. El relato de vida colectivo es
una narración hecha por interlocutores diferentes investigadores, animadores,
participantes con el fin de producir una historia colectiva viva que involucre la
acción.
En otras palabras, la aproximación clínica en ciencias humanas y sociales,
requieren una lectura multidisciplinaria, psicosociológica y crítica. Esta
aproximación, permite además ubicarnos en el plano más humano de las ciencias
sociales, el hombre, en tanto individuo y en tanto comunidad. Reconocer el
aspecto subjetivo e interno, permitirá acercarnos con mayor oportunidad a las
organizaciones.
BIBLIOGRAFÍA
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méthodologie générale pour les sciences sociales ». En Poupart et al.
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Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede México. No. 21,
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