Consideraciones Básicas para solución estable del conflicto del Comercio en las Calles de Temuco

Consideraciones Básicas para solución estable del conflicto del Comercio en las Calles de Temuco

Perspectiva Cultural

IX Región de la Araucanía Rodrigo Gutiérrez Lobos – Sociólogo

Consideraciones básicas para lograr solución estable del conflicto entre el Municipio y los trabajadores del Comercio la vía Pública.

Introducción

El presente texto busca constituirse en un aporte a la aguda problemática urbana y social pro la que atraviesa nuestra ciudad. Es en esencia un análisis general de la problemática y los aspectos críticos que la componen a fin de enriquecer el análisis del fenómeno, desplegándolo a partir de sus implicancias históricas, culturales y económico-estructurales.

Cabe destacar que una de las motivaciones fundamentales para generar este documento ha sido la evidente falta de complejidad que se ha imprimido al tema, reduciéndolo casi a un conflicto marginal con un grupo de exaltados que no quieren acatar una normativa que se supone que es buena para toda la ciudad. De esta manera, y en un afán de enriquecer la discusión, surge este texto que procura incorporar distinciones tanto desde la sociología de la cultura y del desarrollo urbano y local sustentable, sintetizadas en la perspectiva ciudadana valorativa de la democracia, de la diversidad cultural y su desvelamiento, que caracterizan la agrupación que represento.

“Estamos asistiendo a la irrupción de o precario, discontinuo e impreciso (…) Abundan los vendedores ambulantes, los pequeños comerciantes y los pequeños artesanos (…) esta “multiactividad” nómada no constituye una “magnitud residual premoderna” sino una variante de desarrollo en rápida expansión en las sociedades laborales posmodernas, que se están quedando sin esa modalidad atractiva, altamente cualificada y bien pagada que es la plena actividad laboral” (Beck:2007)




Citas Introductorias

"no se puede ingresar en la economía formal porque esta impone sobre las sociedades latinoamericanas un coste tan oneroso que resulta insufragable para las personas y para los empresarios con pequeños ingresos – (Gershi, 2002)"

“Siete de cada diez empleos en América Latina se encuentran dentro de la economía Informal” (CEPAL, 2001).

“La economía informal es un "colchón" para los afectados en tiempos de crisis." (Beller; CEPAL. 2001)

"la venta ambulante es un reflejo de necesidades reales de la población. No basta con identificarlos como transgresores de la ley, como si el problema de la pobreza y la marginalidad se pudiese eliminar con decretos o normas" (Beller; CEPAL 2001)

"la venta ambulante es un reflejo de necesidades reales de la población. No basta con identificarlos como transgresores de la ley, como si el problema de la pobreza y la marginalidad se pudiese eliminar con decretos o normas"(Beller: 2001)




Antecedentes

Para buscar el origen del uso del espacio público como espacio de intercambios comerciales podemos referir a la fundación misma de nuestra ciudad, de su casco histórico (Barrio Estación) y a la multiplicidad y multiculturalidad de intercambios entre pequeños productores, artesanos y comerciantes que, conservando principios muy similares a los de sus inicios, hasta el día de hoy comparten las calles con su también heterogéneo “mercado objetivo”, que desde muy temprano en la mañana entre aromas, colores y voceos recorre y selecciona la oferta más seductora. Ya llegada la tarde los vendedores ambulantes vuelven a sus hogares con, al menos, lo necesario “pa echarle a la olla” y si el día se portó algo mejor, con algún excedente que si se ahorra servirá para concretar algún proyecto familiar: la casa propia, la ampliación, el auto, los estudios del hijo/a, etc. Por su parte, los clientes gracias a lo inmediato de la oferta lograron en poco tiempo comprar todo o gran parte de lo planificado, el dinero cundió más gracias a los bajos precios y de pasadita quedó la satisfacción de que la compra familiar sirvió de paseo a los niños…

El comercio en la vía pública constituye parte de nuestra cultura, si se quiere popular, y a la luz de esta posee total legitimidad en tanto, se nutre de un público dispuesto a adquirir productos “al paso” y generalmente más baratos, donde la calidad no posee un garante formal, sino se ve garantizada sólo por las relaciones de confianza que otorgan status y credibilidad al “casero”: de la fruta, de las calcetas, de los paraguas, de los buzos, etc.

El presente 2011 se celebran 20 años de uno de los logros más significativos para los comerciantes históricos de Temuco, representados por el Sindicato Nº 1. Es en el año 1991 en el que el entonces alcalde Camilo Salvo otorga el carácter de legal a los comerciantes ambulantes adheridos a la mencionada organización, que para ese entonces ya tenía 4 años de existencia y otros más de existencia fáctica. El reconocimiento y la asignación de carácter legal al Comercio en la vía pública de Temuco otorgado por el municipio operó como una reacción ante la presión social del sector que en la década anterior había sido fuertemente reprimido y en atención las condiciones socioeconómicas que se le asociaban. Ante esto la entidad decide otorgarles un permiso “precario” y les exige formalizar su actividad ante impuestos internos, para así expender sus productos en espacios de la vía pública especialmente asignados por la institución. De esta manera se legaliza la actividad para una parte importante de los en ese entonces comerciantes y artesanos.

En este contexto las condiciones socioeconómicas que el municipio asociaba a la emergencia del comercio en la vía pública, tenía que ver con la dificultosa inserción en el mercado formal y laboral de quienes ejercían el oficio, derivado principalmente de la proveniencia de hogares pobres, escasez de recursos formativos y bajos niveles de escolaridad, características que siendo más o menos transversales entre los comerciantes, se habrían constituido como condiciones determinantes para que este segmento de la población optara por dicha actividad.

En este contexto, evidentemente, el comercio en la vía pública vino a suplir una función de integración y habilitación social y económica que, en base a los indicadores socieconómicos de la época –por nombrar algunos:




en 1990 la pobreza correspondía al 38% e indigencia 13% de la población nacional- el Estado no era capaz de cumplir.

Pese a su vinculación con el origen socioeconómico y la relevancia de la función social que cumple el comercio en la vía pública en todas sus variantes, a lo largo de sus ya varias décadas de historia, ha sido objeto más o menos democráticamente, erradicarlo.

Si bien los comerciantes al día de hoy probablemente se han logrado proveer de cierta estabilidad económica, ha sido en base a: su experiencia, diferentes habilidades personales, intuición o agudeza para los negocios, disposición/aversión al riesgo, conocimiento de los ciclos económicos asociados a su lugar de trabajo, conocimiento e interpretación de su público objetivo, y por cierto, a su reconocimiento legal que les ha permitido proyectar, planificar y costear su economías familiares particulares, estructuradas en torno a unos ingresos, que si bien variables, se conservan dentro de rangos esperables y conocidos. Al respecto cabe destacar que lo medular de las características socioeconómicas de los comerciantes del sindicato, aquello que dice relación con sus condiciones de empleabilidad (escolaridad, nivel de calificación, experiencia laboral, entre otras) no debieran haber cambiado sustantivamente respecto de las condiciones que justificaron cederles un espacio en la vía pública, en tanto no se conoce de experiencias institucionales sistemáticas focalizadas en éstos, para su habilitación y dotación de recursos para la empleabilidad o de fortalecimiento de las capacidades empresariales en el sector u otras intervenciones tras el objetivo de lograr el egreso del sector aludido hacia otro tipo de actividad comercial formal o para su mejorar sus condiciones de ingreso al mercado laboral regional.

En fin, de una u otra manera los comerciantes de la vía pública de Temuco han experimentado una periódica intervención –por ellos interpretada como hostilización- de gobiernos locales de turno, lamentablemente basadas en escasa y parcial información que de todos modos ha fundamentado la acción pública sobre el sector aludido. De ahí que surge el interés de generar e integrar en el abordaje del fenómeno, conocimiento que oriente la generación de políticas públicas de calidad: de más elevada pertinencia y efectividad, en tanto lo que se pretende intervenir es un campo cuya configuración socioeconómica y cultural particular requiere ser, en lo posible, desvelada.

Integración socioproductiva y habilitación laboral: Funciones sociales tradicionalmente soslayadas del comercio en la vía pública

"La economía informal es un "colchón" para los afectados en tiempos de crisis." (Jurgen Beller, CEPAL. 2001)

El mercado laboral, de las últimas tres décadas, lejos de tornarse más inclusivo y justo se vuelve cada vez más competitivo, incierto y precario, contexto en el cual actividades por cuenta propia –de diverso nivel de formalización- como el comercio ambulante, están bastante lejos de ser prácticas aisladas o premodernas, por el contrario se constituyen como alternativa en expansión incluso en países desarrollados (Beck, 2007). Éstas permiten solventar las economías de millones de familias a través de la creatividad e iniciativa emprendedora de sus proveedores, a la vez que han resuelto o mitigado, de paso, los indeseados efectos sociales y económicos de la actual configuración del mercado del trabajo. A este respecto nuestra región, su liderazgo nacional en materia de pobreza,




cesantía y en bajos índices de Desarrollo Humano, dan cuenta de la impotencia estatal para ofrecer alternativas de calidad a los cultores de las citadas prácticas laborales.

De lo anterior, así como de nuestras características particulares como región, de las características históricas, culturales y socioeconómicas de los comerciantes de la vía pública y de las nuevas formas de relación de los ciudadanos de sectores vulnerables con y en el mercado laboral, se deducen al menos dos importantes funciones que el Comercio en la vía pública cumpliría:

Integración socio-productiva: Recordemos que, para efectos de medición las actividades por cuenta propia, incluso informales, poseen repercusión estadística: trabajadores de la construcción, profesores particulares, trabajadores domésticos, servicios profesionales esporádicos, comerciantes ambulantes… todo cuenta. No obstante esta inclusión numérica no garantiza, dado su marginalidad legal - precariedad previsional, su incierto carácter temporal e importancia relativa en las economías familiares- integración integral en ningún sistema productivo.

El comercio ambulante en particular sí cumple una función de integración social y productiva resolviendo una problemática tradicionalmente de responsabilidad del estado, por cuanto es también quien debe hacerse cargo de las consecuencias de la marginación y exclusión que afectan a la sociedad en su conjunto. Los comerciantes de las calles de Temuco, obtienen de su actividad, al menos los siguientes dispositivos que facilitan su integración socio productiva: redes comerciales de apoyo mutuo con comercios establecidos; relaciones de confianza y solidaridad con pares;

continuidad en la percepción de ingresos que viabiliza el consumo, planificación familiar y materialización de proyectos significativos; instancia de organización para la participación ciudadana, entre otros.

Autohabilitación laboral: A través de la experiencia, de la interacción con pares y de la mayor o menor agudeza del trabajador, habilita en grados diversos, a los trabajadores para enfrentar las variables condiciones del mercado al que pertenecen y desarrollar estrategias tendientes a enfrentar o mitigar adversidades comerciales y/o inducir esperados. Este proceso de habilitación se desarrolla de manera, en principio, intuitiva y se traduce en las diferenciadas capacidades de manejo de negocios que cada comerciante posee.

Se pueden agregar a éstas otras funciones de orden psicosocial tales como autovaloración, reconocimiento, desarrollo personal, entre otras que serán abordadas o inferidas en el apartado que posteriormente aborda las percepciones y significados asociados al comercio de la vía pública.

El escenario actual

Actualmente existen decenas de hombres y mujeres comerciantes de la vía pública que hasta hace algo más de un mes y medio ocupaban, según asignación municipal, las calles centrales de la ciudad, valiéndose del flujo de su lugar de trabajo en el centro para proyectar, planificar y financiar su economía familiar.

A algunos hoy aún es posible verlos a ratos, como lo hicieran antaño, con un “paño” extendido con sus mercadería en la clandestinidad de algún




punto del centro expectantes a la aparición policial, que los obligará a, si hay tiempo y son rápidos, arrancar o en el mejor de los casos disimular que están trabajando. De lo contrario serán arrestados, sus mercaderías decomisadas, además de tener que pagar una multa al municipio. Han quedado nuevamente en la marginalidad ya que por decreto han sido excluidos del área céntrica que es donde acostumbraban a trabajar.

Las respectivas ubicaciones que les fueron dadas generaban, según el alcalde,-problematizados también por sus predecesores- determinados inconvenientes urbanos relacionados con el libre y seguro tránsito ciudadano por los espacios públicos, por lo que haciendo uso de sus atribuciones decretó removerlos de sus actuales lugares de trabajo y del perímetro central hacia espacios ubicados en la periferia del centro.

Entre los problemas que fundamentan el decreto y más frecuentemente asociados al comercio en la vía pública destacan: problemas de tránsito; atochamientos ocasionados por el emplazamiento de puestos en lugares estrechos o altamente concurridos –lugares que han sido asignados por el municipio-; y en relación a prácticas de los comerciantes: el poco pertinente diseño de los módulos de venta y la sobreexplotación del espacio por parte de algunos comerciantes que especialmente cuando se trata de veredas angostas generaría dificultades serias de desplazamiento de los transeúntes.

Hasta la fecha, los ciudadanos dedicados al comercio en la vía pública que han sido reubicados, en más de una ocasión han manifestado públicamente su rechazo a la medida por considerarla arbitraria y autoritaria, por lo cual, organizados, se han manifestado diariamente

desde el día mismo en que se emitió el decreto. Sus acciones de protesta han ido desde marchas pacíficas, agresión a funcionarios, hasta intentos de inmolación pública.

La desesperación ha hecho presa de los comerciantes, en la medida en que el apremio económico derivado del quiebre de ingresos y desestructuración de sus economías familiares se hace más patente: compra de víveres, dividendos/arriendos, matrículas de estudiantes, cuotas de créditos, etc. Todo se torna incierto para un sector con escasas posibilidades de acceso con ingresos dignos en el mercado laboral formal. El malestar de los comerciantes se agudiza en consideración de que toda experiencia de reubicación e instalación pasada, además de traumática había resultado frustrada y porque a las nuevas ubicaciones por ser periféricas no permitían proyectar ventas que satisficieran las necesidades y compromisos económicos adquiridos.

En base a la experiencia comercial de los trabajadores removidos, las nuevas ubicaciones no garantizaban en absoluto ningún nivel de ventas que les permitiera costear sus sistemas económicos familiares. Esto último, que siendo en alguna medida discutible, es un efecto de la marginación de los comerciantes del diseño municipal de la medida de exclusión que carece de legitimidad en la comunidad afectada.

El Decreto

Para tomar la decisión el alcalde no requirió de diálogo con el sector intervenido, sino sólo operó conforme a la ley. Aparentemente el único que criterio que se aplicó para la reubicación fue el de enviarlos hacia un




lugar donde no interfirieran el desplazamiento por las principales veredas de la ciudad.

Lamentablemente esta crítica decisión, sin cuestionar su primigenia intencionalidad, se basó en que el comercio de la vía pública era un problema urbano que requería ser solucionado con celeridad y ajustándose a derecho, no obstante no fueron ponderadas las múltiples dimensiones del fenómeno –histórica, socioeconómica, cultural- ni menos aún las implicancias que genera la marginación de los afectados en el diseño de las políticas públicas que los intervienen, ni las nefastas consecuencias que la deliberada segregación urbana pudiera acarrear a la región más pobre que por poco duplica el promedio nacional -27% región; 15% Chile (CASEN 2009), con mayor indigencia y cesantía del país (informe INE oct- dic 2010).

¿Reubicación?

Cabe destacar que la tendencia manifestada por los programas sociales de las últimas dos décadas ha sido relevar las variables identitarias, culturales e históricas de grupos de distintos grados de marginación, para de esa manera integrarlos como grupos funcionales a las orientaciones sistémicas neoliberales, y de paso mejorar las condiciones de gobernabilidad de los territorios. El estilo de control panóptico, represivo y policíaco ha sido ampliamente desechado, tanto por la inefectividad que posee para alcanzar el deseado control social, así como por las consecuencias no deseadas que su aplicación trae asociadas.

Si bien el alcalde ha insistido en que “a nadie se le han cortado las manos” sino lo que se ha hecho es “reubicar” a los comerciantes que se

encontraban en el sector céntrico de la ciudad, lo que conciente o no ha hecho el municipio es promover institucionalmente, a través de las atribuciones que le confiere la ley al edil, la segregación urbana en Temuco y por tanto su corolario es la profundización de las ya dramáticas desigualdades sociales en nuestra ciudad. Por Segregación Urbana entenderemos “el grado de proximidad espacial o de aglomeración territorial de las familias pertenecientes a un mismo grupo social, sea que éste se defina en términos étnicos, etarios, de preferencias religiosas o socioeconómicos, entre otras posibilidades” (Sabatini; Cáceres y Cerda: 2001). En el caso de nuestra ciudad el proceso de segregación, como dijéramos más arriba, se ha promovido de manera deliberada y sistemática, fundamentada en una intencionalidad política-urbanística que se ha valido de todos los recursos políticos, legales y de contención pública para que un grupo de trabajadores de similar condición socieconómica y cultural sean marginados del centro del dinamismo económico de la ciudad, sin a nuestro juicio, ocuparse antes de elaborar participativamente, entre políticos, expertos y afectados, propuestas alternativas o compensatorias o mitigadoras, previendo los efectos que la medida surtirá sobre los afectados.

“Que nos devuelvan nuestros puestos” v/s “Está todo dicho”

Descalificación y Cierre al diálogo: efectivos insumos para la radicalización de las posturas

Con el paso de las semanas no ha surgido ninguna nueva salida al conflicto, ni menos una producto del diálogo entre las partes. Por el contrario el conflicto se ha agudizado nutrido de, por una parte la




cristalización de la posición del alcalde, y por otro la intensificación del tenor de las descalificaciones públicas que los comerciantes hacen de éste y la radicalización de sus medidas de presión, las que han llegado a poner juego sus propias vidas para llamar la atención de la autoridad. Esto obviamente ha influido en la cerrada postura del edil, quien no expresado ninguna posibilidad de negociación con representantes del comercio ambulante las modificaciones que estos últimos proponen, dejando de esta manera en manos de la fuerza pública la tarea de reprimir diariamente las manifestaciones de quienes ahora denomina: ex comerciantes. La autoridad comunal, ha insistido en que se trata de grupos marginales minoritarios respecto de aquellos que han acatado lo mandatado en el decreto vigente.

Combate al comercio de la Vía Pública

Nuestra ciudad no difiere significativamente de la lógica política con que el comercio ambulante ha sido enfrentado por los gobiernos locales de muchas de las ciudades de nuestro país, e incluso de Latino América. Los actores, los fundamentos, las soluciones y deficiencias constituyen, en muchos casos un factor común.

En el caso de nuestra ciudad, Los actores a lo largo del tiempo han sido siempre los mismos: Municipios, Cámaras de comercio, Carabineros de Chile, eventualmente unidades municipales de fomento productivo y/o desarrollo, el más o menos pasivo, Servicio de Impuestos Internos, organizaciones sociales y/o políticas vinculadas a los trabajadores y ocasionalmente –como es en este último conflicto-a la defensa de la ciudad.

Actores y discurso público

A lo largo de la historia de periódicos conflictos de las últimas dos décadas, entre el municipio y los comerciantes ambulantes de nuestra ciudad, se ha cultivado una lenguaje ad hoc, fácilmente asociable a uno u otro actor, que si bien en cada ocasión ha poseído matices y fundamentos manifiestos particulares, no obstante, en términos generales lo podemos caracterizar como sigue:

En el caso de la semántica municipal que ha estructurado, su disposición y accionar con el sector refiere a: Reubicación, instalación o establecimiento -referido a instalar en un local establecido-, formalización, conversión o reconversión laboral y erradicación y “tolerancia cero”, cuando las posiciones han sido más radicales.

Por su parte los comerciantes, en su mayoría organizados en sindicatos,

cada vez que se han visto afectados por la intervención municipal esgrimen su “derecho histórico” a trabajar en la vía pública, ya que dicen “se lo han ganado” y por último “es lo único que saben hacer”, que gracias al comercio en la vía pública “alimentan y educan a sus familias” y en base a las experiencias frustradas conocidas respecto de proyectos de “instalación” o reubicación en ferias, locales u otras calles cuando se les menciona la posibilidad de reubicarse en otro lugar sostienen: “ahí sí nos moriremos de hambre”.

Entre los argumentos que persistentemente en Temuco han fundamentado el aludido “combate” existe por una parte –y con cierta diferencia en los énfasis dependiendo de la administración de turno- un discurso manifiesto representado por el municipio que ha asumido




históricamente el rol de, difundirlo y posicionarlo mediáticamente en los medios locales de mayor cobertura local, con el fin de lograr legitimidad ciudadana en las políticas que promueve; Del mismo modo existe igualmente, más o menos manifiesto, una serie de motivaciones que responden a la presión ejercida por actores específicos, entre los que a lo largo del tiempo se ha destacado la cámara de comercio, en menor medida organizaciones ciudadanas que reclaman la recuperación del espacio público y así como la contingentemente relevada demanda espontánea y desorganizada de algunos ciudadanos que manifiestan ante algún medio de comunicación el rechazo al comercio en la vía pública por razones de desplazamiento urbano o seguridad.

Análisis Argumental

A continuación se exponen y analizan de manera sistemática los argumentos más frecuentemente esgrimidos en torno a la necesidad de erradicación del comercio de la vía pública. En este caso el análisis se ha realizado en torno a la pertinencia del citado argumento respecto de su atribuibilidad o aplicabilidad al segmento constituido por los comerciantes ambulantes desplazados del centro de Temuco, protagonistas del actual conflicto con el municipio.

la secuencia analítica de cada argumento es: Argumento, pertinencia (aplicabilidad), observaciones.

Argumento Tributario: Refiere al supuesto no pago de impuestos por parte de los comerciantes. Como es lógico ningún gobierno desea que se desarrollen actividades comerciales a sus espaldas.

Pertinencia: podría ser parcialmente aplicable a la situación actual dado que la totalidad de los trabajadores del sindicato Nº 1 tienen iniciación de actividades y pagan impuestos bajo la modalidad de IVA simplificado. La aplicabilidad de este fundamento podría hallarse en el hecho que dado el nivel de ventas de algunos comerciantes podrían ser considerados como aptos para dar boleta y pagar el IVA proporcional a sus ventas como corresponde a la tributación en 1ª categoría.

Observación: es de competencia y responsabilidad del Servicio de Impuestos Internos fiscalizar y determinar la modalidad impositiva que corresponde a las actividades que se desarrollan según su respectivo giro. En el caso de los comerciantes aludidos ellos han pagado por años lo que se les ha exigido.

Argumento “competencia desleal”: el comercio formal y establecido, para el caso “la competencia”, hace sentir permanente su percepción de “desventaja” y “deslealtad comercial” respecto del comercio ambulante, en la medida en que le asocian menores costos lo que les permitiría ofrecer los mismos productos a menores precios.

Pertinencia: no me parece aplicable al segmento de trabajadores en cuestión dado que si bien no tienen costos de arriendo, publicidad y personal, es porque no tienen local, ni tienen la opción de incorporar complementos publicitarios fuera de sus puestos y –sin descartar que exista alguna excepción o irregularidad- son ellos mismos quienes atienden sus puestos.

Observación: cuando se esgrime los disímiles costos respecto del comercio establecido es importante incorporar en el ejercicio de dicho




cálculo los costos asociados al detrimento del capital humano por la sobreexposición a las condiciones ambientales -calor excesivo en verano, frío en invierno; ruido extremo en algunas calles y polución atmosférica. De hecho estas condiciones derivan en dolencias específicas que afectan a los comerciantes de la vía pública y que muchas veces impiden la regularidad de su trabajo. Asimismo, por el hecho de no contar con “techo” en invierno hay días en que definitivamente no se puede trabajar, lo cual lógicamente dificulta la planificación económica y rentabilidad del negocio.

Argumento urbanista: Alude a la necesidad de recuperar los espacios públicos para el libre tránsito peatonal que se vería entorpecido con el asentamiento de comerciantes, ubicados en espacios reducidos que no estarían diseñados para tal práctica comercial.

Pertinencia: Es aplicable, especialmente a los puestos que por indicación municipal se ubican en calles de veredas angostas y que además han sido definidas como paraderos de locomoción colectiva urbana. Tal es el caso de calle Portales entre Bulnes y Aldunate, Calle Aldunate entre Portales y Montt, algunos tramos de calle Rodríguez, entre otras.

Observación: El diseño y planificación urbana debe ser capaz de incorporar adecuaciones permanentes en torno a usos espontáneos que adquieren los espacios públicos dadas las particularidades culturales, socioeconómicas e históricas. Respecto del rediseño de la ciudad y comercio en la vía pública como consecuencia de factores estructurales de nuestra economía, los urbanistas regionales se encuentran en deuda con el levantamiento de propuestas inteligentes, inclusivas y pertinentes

con nuestra realidad comunal. (Rediseño de puestos, reubicación participativa, etc.)

Argumento necesidad de “limpiar las calles”: Se refiere a la necesidad despejar las calles de comercio ambulante y estacionado, desordenado, poco estético, incómodo y no deseado por los ciudadanos.

Pertinencia: el verbo limpiar alude a “sacar basura, deshechos, desperdicios” por lo cual no es aplicable a un segmento de ciudadanos que trabaja en la vía pública.

Observaciones: el orden de ubicación en la ciudad y las medidas de las mesas de venta han sido establecidas por el propio municipio, por lo que la estética e inconvenientes que posee son en parte atribuibles a decisiones e imposiciones de dicha entidad. Asimismo, las distintas formas de exhibición de mercaderías y decoración de los módulos son

experiencialmente desarrollados por los comerciantes sin haber recibido capacitación en dichas áreas en principio. Por último en relación al supuesto respaldo ciudadano conocido en base a una determinada encuesta –que de no existir públicamente el instrumento, informes relativos a metodología muestral, pruebas que permiten extrapolar los resultados a la población y otros-, esta afirmación es bastante discutible ya que por décadas los comerciantes han vivido, evidentemente, gracias al consumo de los ciudadanos que periódicamente los han preferido cuando transitan por las calles de Temuco.




Argumento mal uso - o desuso de puestos-: se refiere tanto a la sobredimensión de puestos, por sobre las medidas reglamentarias, a la explotación de puestos realizada por terceros y al desuso, uso esporádico u estacional de los puestos.

Pertinencia: es aplicable, por cuanto siempre es posible que se de alguna forma de mal uso. En todo caso esto no debe generalizarse, ya que en tanto el municipio tiene la responsabilidad de fiscalizar, por tanto recabar información de cualquier situación anómala, sobre la que debiera de inmediato tomar medidas en cada caso particular.

Argumento seguridad ciudadana: por un lado refiere la facilitación de ciertos delitos -especialmente lanzazos y hurtos- generados por la aglomeración y la dificultad que genera a la vigilancia policial, especialmente la que la institución realiza a través de cámaras; por otro lado se establece que las mercaderías serían de dudosa procedencia dado que no cuentan con facturas de compra.

Pertinencia: aplicabilidad parcial. Por una parte es posible que el aglutinamiento de comerciantes en una vereda altamente concurrida podría facilitar que se cometan ilícitos contra las personas que transitan, de la misma manera que cualquier otro factor de aglomeración urbana (paraderos de micro en horarios pick, fines de mes, festividades, etc.)

Observaciones: en este sentido es importante destacar que esta aglomeración la generan en un grado aún mayor las tiendas de comida rápida que expenden mercaderías –helados- directamente a la calle, módulos de venta de servicios telecomunicacionales en promoción –que continúan en la calle-; eso sí, a diferencia del comercio de la vía pública y

la función que cumple, sin proveer de ningún valor social agregado mayor que generar algunos empleos precarios en el ejercicio de su actividad empresarial.

Argumento “mercadería de dudosa procedencia”: alude a la afirmación de que en la calle la mercadería que se expende tiene una procedencia dudosa o maliciosa, instalando la suspicacia sobre la posibilidad de que fueran robadas, defectuosas, etc.

Pertinencia: no es pertinente. Si se le confiere crédito a este argumento debiera ser de igual manera respecto del comercio establecido, ya que en las interacciones comerciales que se desarrollan en el comercio minorista no se estila que el cliente solicite al proveedor su factura de compra antes de adquirir un producto. No se hace en el mercado de la vía pública ni en los comercios instalados en locales.

Observaciones: no tiene un sustento objetivo dado que están, en la calle, igualmente expuestos a la fiscalización que sobre cualquier otro contribuyente pudiera realizar el Servicio de Impuestos internos en cualquier momento. Asimismo, no es menor el dato de que entre los comerciantes “reubicados” muchos son contribuyentes desde hace 20 años, por tanto todo este tiempo se han mantenido bajo el control por el servicio mencionado.

Argumento socioeconómico: dice relación con la hipótesis de que hay personar que no debieran estar trabajando en la calle porque ya tienen el dinero suficiente como para instalarse.




Pertinencia: En principio sería aplicable si asumimos que los permisos revistiesen un carácter asistencialista y paliativo de la pobreza, lo cual parece acercarse a la justificación medio difusa y hasta ambigua que hace varias administraciones se le ha dado a la asignación de permisos. Por ser este argumento uno de los más mediatizados y cuestionados reviste varias aristas que vale la pena analizar; principalmente porque da cuenta de serias inconsistencias en los criterios de asignación y los objetivos que ha perseguido la entrega de permisos respecto del proceso y evolución del desarrollo de los comerciante

Preliminarmente, parece ser que el problema es que están haciendo usufructo de un bien nacional de uso público algunas personas que han superado sus urgencias económicas… pero desde hace mucho lo hacen los concesionarios de parquímetros, las multitiendas con sus captadores de crédito, las transnacionales de las telecomunicaciones, y el famoso chileno que cumplió el sueño americano en las calles de New York con su “Nuts4Nuts” y que ya se ha expandido a la tierra que lo vio nacer.

Observaciones:

En principio el sentido común nos podría decir que al asignar el municipio, un permiso a un ciudadano, dadas ciertas condiciones socioeconómicas exhibidas, para explotar un determinado espacio en la vía pública, e imponer a cambio ciertas responsabilidades impositivas, se perseguiría la superación de dichas condiciones, que por cierto limitan sus posibilidades de despliegue, de manera sostenible en el tiempo a fin de mitigar las, más arriba mencionadas precariedades del mercado laboral actual (ver Beck, 2007).

Al mismo tiempo, es extraño pensar en que los permisos son sólo para los pobres, pero… ¿sólo mientras se mantengan pobres?, ya que en si dejan de serlo se les quitarán los permisos para trabajar porque “ya no lo necesitan”. ¿no necesitan seguir trabajando? ¿No es injusto acaso, considerando que al municipio sólo le “costó” algunos permisos el desentenderse de segmento considerable de una problemática regional, con la asignación de unos espacios en la vía pública para que “se las arreglaran como pudieran”, y bueno en tanto aprendieron el oficio y lograron estructurar sus economías en base a esta autohabilitación, aquellos que destacaron por su éxito se convirtieron en objeto de constantes críticas y hostigamiento porque ya no se merecían estar en sus la calle. Tal vez lo que correspondía era fortalecer técnicamente en ellos ciertas capacidades para proyectar el “egreso” de su modalidad comercial hacia otra con mejores condiciones; o alguna otra iniciativa que considerara como premisa que su trabajo es un trabajo como cualquier otro y que es un logro para la sociedad en su conjunto que logren alejarse al máximo de la precariedad de la línea de pobreza.

Por último, es contradictorio, en el marco de nuestro paradigma económico libre mercadista y que aún conserva las premisas del liberalismo clásico en el sentido de que la sola búsqueda del bienestar individual derivaría en bienestar colectivo. Es una operación simple de la cual su corolario es el famoso “chorreo”. Quienes más venden y quienes más dinero ganan deben entonces producir mayores bienes sociales, lo cual aunque es bastante discutible, es un supuesto básico de nuestro modelo económico. De esta manera, resulta al menos insólito, que bajo un gobierno neoliberal, igual que todos los que le han precedido desde ya varias décadas, se cuestione el éxito económico producto del mérito




individual y de la capacidad emprendedora de algunos comerciantes provenientes de sectores vulnerables. Es igualmente insólito que se cuestione moralmente a aquel que se diferencia de sus pares por que supuestamente los supera ampliamente en ingresos. Llama la atención que al municipio le provoquen tal nivel de espanto las desigualdades en el marco del comercio en la vía pública.

De todo lo anterior y de la necesidad de enriquecer y promover el diálogo democrático, la empatía y así facilitar el “ver al otro” como otro válido, es que a continuación se exponen algunos elementos provenientes de la “vida en la calle”, de su cultura, de la forma de ver la vida desde la calle, significados y sentidos asociados a la práctica del comercio en la vía pública, en las voces de sus propios actores… los algún día llamados “cometas”. Las categorías y citas expuestas más abajo corresponden a la investigación “El hábitus asociado al comercio callejero de Temuco” (Vásquez, Uribe, Bustos, Gutiérrez; 2003) realizado por estudiantes de la carrera de sociología de la Universidad de la Frontera el año 2002.




La calle… más que un trabajo… más que un negocio

Aprendizaje, autovaloración, sustento diario, libertad, seguridad

El Comercio en la calle es un fenómeno complejo que no posee sólo una dimensión económica o urbana. Esta actividad posee un paraguas cultural que le es propio y bajo el cual se comparten percepciones, motivaciones, valores y significados, los que han sido posibilitados, fortalecidos y reproducidos a partir de la existencia de una historia común, la relación con el trabajo, con la familia, los colegas, el público y la ciudad.

Cada vez más, la variable cultural es relevada en el diseño, elaboración e implementación de políticas públicas. De ahí que es reconocida como un factor crítico para la consecución del éxito de las intervenciones focalizadas, en este caso el comercio de la vía pública de la ciudad de Temuco. por lo anterior es que en este ámbito se ha seleccionado, a partir

del análisis de los discursos de los propios comerciantes de la calle, los aspectos más claramente valorados por éstos y que nos ayuda a comprender, en gran medida el porqué del apego de los estos trabajadores a un espacio de trabajo que para muchos -dado las inclemencias del tiempo, contaminación, incomodidad- pudiera parecer muy hostil, pero para ellos es mucho más que un par de metros cuadrados de vereda.

La calle… una escuela:

“En la calle uno tiene buena comunicación… sabí expresarte, la calle... ¡es una escuela la calle...! es una escuela” (informante 6)

Generación de Habilidades sociales: Para los trabajadores del comercio en la vía pública de Temuco, el trabajar en la calle ha sido una instancia formativa para sostener relaciones efectivas con un amplio espectro de personas, diversas en sus características socioeconómicas, culturales, etc.

“Tiene que ser la persona bien amable para atender con las personas, aunque sea la persona más humilde que le venga a preguntar una cosa, usted debe responderle como debe ser...no ser prepotente ni mirador en menos, uno tiene que mirar a la persona como es uno” (informante 5)

”Nosotros preferimos la calle, la calle es lo mejor, en la calle tu aprendí, la calle te... se aprenden muchas cosas en la calle... A tener comunicación con la gente. A atender todo tipo de clases de gente: Ricos, pobre, ancianos, viejos, borrachos... ¡de todo po! Lo que pasa es que por la gente uno vive, con la gente tu aprendes... observai, tení comunicación, expresarte... la calle... ¡es una escuela la calle...! es una escuela” (informante 7)

“Me ha enseñado la calle; me ha enseñado... ver a la gente de la calle en las mismas necesidades, me ha enseñado hartas cosas. Uno aprende a comprender mejor a la gente” (informante 1)

Construcción y mejoramiento de Autoimagen: El eventual menoscabo que algunos comerciantes pudieran experimentar derivado de su proveniencia socioeconómica, étnica, en bajo nivel educativo, etc. puede ser positivamente afectado por el sentimiento de efectividad y competencia que se obtiene en el manejo del oficio, a través del cual son capaces de, independientemente, generar al menos los recursos que




requieren para vivir y los aprendizajes necesarios para desenvolverse en los más diversos ámbitos.

“El conocimiento, la experiencia que uno tiene, y yo creo que como uno vive, yo creo que nadie vive como el comerciante” (informante 3)

Garantía de sustento: independiente del nivel de logros económicos obtenidos, así como el nivel de experticia alcanzado en el oficio, para los trabajadores aludidos un factor determinante en la permanencia en su actividad la constituye esta garantía de sustento, la cual alude a que mediante el comercio en la vía pública –en sus distintas manifestaciones-, sin perjuicio de lo “bueno o malo que esté el día” siempre asegurará lo necesario para “parar la olla”. Así lo refleja la siguiente cita:

“a veces igual nos tenemos que apretar un poco el cinturón pero no gracias a dios siempre... he podido trabajar en, me ha alcanzado para

llevar el pan pa´ la casa." (Informante 5)

Disposiciones Motivacionales

Configuración de condiciones que estimularon la elección del comercio en la vía pública como principal fuente de generación de ingresos, en un mercado laboral que ofrece muy reducidas y precarias plazas laborales a individuos cuyo perfil obedece al observado en los comerciantes.

Desarrollo infanto-juvenil

Características generales: los entrevistados evidencian en su discurso falencias afectivas, económicas y/o educacionales en la niñez o adolescencia. Asimismo, la mayoría de los entrevistados expresó el haber

experimentado la asignación temprana de responsabilidades propias de adultos, dada la irrupción de eventos críticos en la infancia o adolescencia.

¿Qué llevó a que estas personas se dedicaran al comercio en la vía pública?

Motivaciones predominantes en la elección Laboral:

A continuación se exponen las principales motivaciones que han llevado a que muchos conciudadanos hayan optado por dedicarse al comercio en la vía pública. Las categorías que se exponen a continuación han sido extraídas de un estudio cualitativo realizado el año 2002 por estudiantes de la UFRO. Es importante destacar que este tipo de investigaciones radica su riqueza, no en la posibilidad de generalizar estadísticamente sus resultados, sino en el aporte que cada descubrimiento hace a la comprensión integral del fenómeno explorado.

Descabezamiento familiar: falta de padre y/o madre motiva la eventual irrupción de estudios e incursión en el comercio ambulante. Esta característica surge del discurso comerciantes que se han iniciado desde niños y prácticamente no poseen otra experiencia laboral

Percepción de necesidad urgente: ya sea por generar o incrementar los ingresos familiares inexistentes o insuficientes respectivamente.

Conveniencia económica: reflexión compararativa entre las ventajas y dividendos derivados del comercio ambulante y experiencias laborales no calificadas, realizadas con anterioridad.




Tradición familiar: se refiere a quienes el motivo principal para trabajar en el comercio ambulante se ven influidos de manera decisiva por la relación constante y directa (especialmente en la niñez) con parientes constituyentes de su núcleo familiar dedicados al comercio ambulante:

“Yo siempre fui bien apegado a lo que es el negocio, el comercio, pero siempre apegado a mi mamá, porqué ella era la que sacaba a la familia adelante. Ella trabajaba, nosotros la acompañábamos, trabajamos fuera de Temuco, trabajábamos acá, desde chico.”

Consejo experto: Esta categoría engloba a quienes fueros aconsejados por algún conocido, amigo, o familiar no perteneciente a su núcleo primario, comerciante callejero, que instó al prospecto a ejercer dicho oficio. Hemos detectado que este “consejo experto” consigue un resultado óptimo cuando el nuevo comerciante ha realizado una búsqueda de trabajo frustrada o se encuentra imposibilitado física o temporalmente para la consecución de empleo

”Yo quede embarazada de mi hija, entonces no pude trabajar más así (...) Una señora amiga, que ella trabajaba en la feria, me dijo,: sabí que mejor, tanto que te mortificai... hácelo como yo y vende cualquier cosita, así aunque no te den pega nunca te va a faltar”

Sentimiento de libertad/independencia: En esta categoría se ubican quienes deliberadamente entre otras opciones laborales a su alcance optan, a conciencia, el comercio callejero reflexión inicial de las implicancias que tiene, para su carácter el trabajar apatronado.

“Éramos libres, éramos libres, éramos... hacíamos lo que queríamos nosotros.

“lo único son mis sueños, siempre poder trabajar y no depender de nadie, ni de los hijos ni de nadie.”

“Me gustaba estudia.... ¿ sabí porqué lo hacía?: Porque quería aprender de mí… para mi Yo no quería aprender pa los demá, yo quería aprender pa mi, eso yo no quería depender de este... o este otro. Quería depender de mi.

Así como fuimos libres, quise ser libre y llevar una vida... ¿cómo se dice...? llevar una vida más liberal, o sea que tú haces y deshaces. Más... más... ¿ la calle pu...!

Sent. de Libertad responsable: elige el oficio a conciencia atribuyendo al trabajar encerrado/empleado, consecuencias negativas para su estabilidad laboral, emocional o psicológica. No le cuesta disciplinarse en función de su propio beneficio.

“Si tu entrai a trabajar a un local, tu nunca vai a... nunca vai a saber el día que te van a sacar y te van a echar... Porque no era mi intención meterme en algo... en un local, estar aprisionado en cuatro paredes.”

Sent. de Libertad informal: Se sienten cómodos con la laxitud horaria y programática que atribuyen a su trabajo en la calle, motivados al mismo tiempo, por tener experiencias frustradas en cuanto a su rendimiento en trabajos dependientes dado la falta de formalidad que han manifestado con éste. se sienten que el trabajo es acorde a sus hábitos.




“me echaban de las pegas… por irresponsable se puede decir porque hasta ese momento (cuando trabajó empleado) yo era soltero, pololeaba, y no le tomaba los asuntos a las pegas” Percepción de competencia: personas que confían en que sus habilidades comerciales y de venta le reportarán mediante la práctica del oficio mejores utilidades que otro trabajo.

Porque es una de las cosas que más se hacer (...) me gusta, me gusta, porque lo sé hacer y entiendo de negocios.

Conclusiones

Comercio de la vía pública salvavidas en un mercado laboral precario: El mercado laboral es cada vez más precario, incierto y competitivo, lo que lo constituye como un caldo de cultivo para la expansión de actividades por cuenta propia. Entre estas el comercio en la vía pública es una opción de la cual se apropian personas con escasas condiciones para competir y/o integrarse al mercado laboral formal, el cual eventualmente les ofrece sólo plazas de mala calidad, inseguras y con muy bajos salarios.

El comercio de la vía pública, en todas sus variantes, constituye una solución espontánea, creativa y emprendedora de miles de personas de nuestra región a las profundas desigualdades que como tal nos afectan. De esta manera cumple una importante función social de integración socioproductiva y habilitación laboral, al tiempo en que el mercado laboral se torna cada vez más precario, incierto y mal pagado, especialmente para ciudadanos cuyo perfil socioeconómico se asemeja al de los comerciantes ambulantes actualmente desplazados.

El Decreto de reubicación es un dispositivo de validación institucional de la segregación urbana: el actual decreto alcaldicio se constituye como un dispositivo de segregación urbana institucional, cuyos argumentos requieren ser discutidos con la ciudadanía (comerciantes, organizaciones, autoridades, profesionales) para la búsqueda de alternativas ciudadanamente saludables, ya que las consecuencias lógicas de la persistencia del decreto serán todas las deducibles de la marginación y exclusión social.

Para lograr resolver de manera efectiva se debe elaborar una solución participativa: para obtener una solución estable y ciudadanamente saludable el conflicto entre los comerciantes y el municipio debe resolverse multiactoralmente: entre ciudadanos afectados, representantes del municipio, profesionales relacionados, organizaciones sociales involucradas. Asimismo no se pueden soslayar las consideraciones culturales, e históricas, que además de la dimensión socioeconómica dan sentido a la lucha reivindicativa emprendida por los comerciantes.

La parcialidad económica e intereses particulares como orientación de la acción municipal no facilita generar acciones efectivas de mejoramiento urbano: la presión que generan grupos con intereses particulares –Cámara de comercio especialmente- sin una visión de ciudad/comunidad, ha impedido dar efectividad a las intenciones políticas orientadas a “reubicar”, “erradicar”, “formalizar” o estandarizar las modalidades de comercio en la vía pública.




La calle espacio de superación personal y social: Los comerciantes se autohabilitan fundamentalmente a partir del aprendizaje que les da la vida y “la calle” por lo que entre ellos es ampliamente reconocida como una “escuela”, cuyos aprendizajes además de facilitar la participación de los sujetos/consumidores en el mercado formal, entrega día a día las herramientas necesarias para el desarrollo de sus emprendimientos productivos en el escenario que por excelencia los ha acogido: la vía pública.

Nada que “limpiar”, sí mejorar: cuando se habla de “limpiar la ciudad” en referencia a su expulsión del centro, junto con la imagen pública de estas personas se está limitando sus posibilidades de desarrollo personal y afectando la autovaloración de personas que por sí solas se han recompuesto pese a las adversidades que les afectan para integrarse funcionalmente en el desarrollo de la sociedad.

Municipio es responsable de sus acciones y de prever sus consecuencias: Al municipio le cabe la responsabilidad de hacerse cargo de los efectos de la aplicación de sus medidas en la ciudad y de prevenir la emergencia de nuevos problemas sociales asociados a la marginalidad, sobre todo cuando se trata de sectores que ya han estado, por sus condiciones socieconómicas y culturales -y evidentemente regionales- marginados de muchos de los éxitos macroeconómicos de nuestro país.

Necesitamos soluciones inteligentes a escala humana y que atienda la diversidad que nos compone: los bienes nacionales de uso público, como nuestras calles no pueden ser entregados a diestra y siniestra. De hecho, la cantidad de puestos que hay en nuestras calles ya imponen un desafío

al diseño y planificación, pero es fundamental repensar los criterios de asignación para quienes ya están en la calle y si se quiere disminuir generar proyectos tendientes al egreso de quienes se encuentren habilitados para ejercer otra modalidad de negocios, eventualmente instalados.

La calle, mucho más que sólo un negocio: provee a quienes trabajan en ella de, al menos; instancia de aprendizaje, elevación de la autovaloración, sustento diario, desarrollo del sentimiento de libertad, seguridad económica.




Propuesta Temática

Para finalizar se expondrá una serie de temas, que en el contexto de una discusión multidisciplinaria al interior de Perspectiva Cultural, consideramos pertinente tratar en el marco del diálogo que esperamos se produzca en torno al tema que nos concita. Esto por supuesto, sin perjuicio de las propuestas temáticas que surgirán de los actores involucrados.

Gestionar mediador en conflicto

Implementación de Mesa de diálogo

Análisis evaluativo de las experiencias previas de reubicación

Profundización y racionalización de la formalización.

Normalización tributaria Proporcionalidad mercadológica del valor de los permisos no

asistenciales. cambio de modalidad tributaria en puestos que lo ameriten.

Alineamiento estético-urbano del conjunto del comercio en la vía pública. Mejoramiento y/o funcionalización de diseño de puestos de venta. Elaboración de criterios de ubicación, en base a consideraciones:

urbanísticas, sectoriales y mercadotécnicas.

Diferenciación -explicitación- de criterios de adjudicación de puestos en la vía pública. Históricos: asistenciales y productivos Mercadológicos: propuestas de negocio de particulares

Mitigación de la precariedad Laboral

Convenir pago de obligaciones previsionales: Acuerdo municipio - sindicato.

Realizar Investigación de Mercado que tenga por objeto caracterizar las diversas dimensiones y factores asociados al mercado de intercambios en los espacios públicos del centro de la ciudad, que en conjunto con criterios socio-urbanísticos fundamente el rediseño de la oferta en la vía pública de Temuco.

Consideraciones Básicas para solución estable del conflicto del Comercio en las Calles de Temuco

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