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09 EDITORIAL

12 DOSSIER: ARQUEOBOTÁNICA: PAISAJE Y GESTIÓN DE LOS RECURSOS VEGETALES

DURANTE LA PREHISTORIA EN ANDALUCÍA

15 Cambios en el paisaje vegetal de la región andaluza durante el Pleistoceno Superior y

Holoceno

Elena Fierro Enrique, Manuel Munera Giner, Santiago Fernández Jiménez, Alfonso ArribasHerrera y José Sebastián Carrión García

35 Evolución y uso de la vegetación durante la Prehistoria en el Alto Guadalquivir

Mª Oliva Rodríguez-Ariza

59 Agricultura neolítica en Andalucía: semillas y frutos

Guillem Pérez Jordà, Leonor Peña-Chocarro y Jacob Morales Mateos

73 Antropización y agricultura en el Neolítico de Andalucía Occidental a partir de la palinología

José Antonio López Sáez, Sebastián Pérez Díaz y Francisca Alba Sánchez

87 Agricultura del III y II milenio ANE en la comarca de la Loma (Jaén): los datos carpológicos de

Las Eras del Alcázar (Úbeda) y Cerro del Alcázar (Baeza)

Eva Montes Moya

108 ESTUDIOS

111 Orígenes de la ocupación humana de Europa: Guadix-Baza y Orce

Robert Sala Ramos, Isidro Toro Moyano, Deborah Barsky, Leticia Menédez Granda, AlonsoMorilla Meneses, Ramón Torrente Casado, Andreia Pinto Anacleto, Gema Chacón Navarro, GalaGómez Merino, Dominique Cauche, Vincenzo Celiberti, Sophie Grégoire, Marie-Hélène Moncel,Henry de Lumley, Frédéric Lebègue, Jordi Agustí Ballester, Juan Manuel Jiménez Arenas,Bienvenido Martínez Navarro, Oriol Oms Llobet y Antonio Tarriño Vinagre

135 Las explotaciones prehistóricas del sílex de la Formación Milanos (Granada, España)

Antonio Morgado Rodríguez, José A. Lozano Rodríguez y Jacques Pelegrin

157 Avance a la secuencia estratigráfica del “foso 1” de Perdigões (Reguengos de Monsaraz,

Portugal) a partir de las campañas 2009 y 2010

José E. Márquez Romero, José Suárez Padilla, Víctor Jiménez Jáimez y Elena Mata Vivar

ÍNDICE

MENGA 02REVISTA DE PREHISTORIA DE ANDALUCÍAJOURNAL OF ANDALUSIAN PREHISTORY

Publicación anualAño 1 // Número 02 // 2011

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211 EDITORIAL

213 SPECIAL ISSUE: ARCHAEOBOTANY: LANDSCAPE AND MANAGEMENT OF

PLANT RESOURCES DURING ANDALUSIAN PREHISTORY

213 Upper Pleistocene and Holocene Vegetation Changes in the Andalusian Region

Elena Fierro Enrique, Manuel Munera Giner, Santiago Fernández Jiménez, Alfonso ArribasHerrera and José Sebastián Carrión García

220 Vegetation Evolution and Use during Prehistory in the Upper Guadalquivir

Mª Oliva Rodríguez-Ariza

231 Neolithic Agriculture in Andalusia: Seeds and Fruits

Guillem Pérez Jordà, Leonor Peña-Chocarro, and Jacob Morales Mateos

237 The Anthropization Process in the Neolithic of Western Andalusia: A Palynological Perspective

José Antonio López Sáez, Sebastián Pérez Díaz, and Francisca Alba Sánchez

244 Agriculture of the 3rd and 2nd Millennia BC in the District of Loma (Jaén): Data for Plant

Remains of the Eras del Alcázar (Úbeda) and Cerro del Alcázar (Baeza)

Eva Mª Montes Moya

251 ARTICLES

251 The Origins of the Human Occupation of Europe: Guadix-Baza and Orce

Robert Sala Ramos, Isidro Toro Moyano, Deborah Barsky, Leticia Menédez Granda, AlonsoMorilla Meneses, Ramón Torrente Casado, Andreia Pinto Anacleto, Gema Chacón Navarro, GalaGómez Merino, Dominique Cauche, Vincenzo Celiberti, Sophie Grégoire, Marie-Hélène Moncel,Henry de Lumley, Frédéric Lebègue, Jordi Agustí Ballester, Juan Manuel Jiménez Arenas,Bienvenido Martínez Navarro, Oriol Oms Llobet and Antonio Tarriño Vinagre

261 The Prehistoric Flint Exploitations of the Milanos Formation (Granada, Spain)

Antonio Morgado Rodríguez, José A. Lozano Rodríguez and Jacques Pelegrin

270 A Preliminary Report on the Stratigraphic Sequence of “Ditch 1” at Perdigões (Reguengos de

Monsaraz, Portugal) according to the 2009 and 2010 Fieldwork Seasons

José E. Márquez Romero, José Suárez Padilla, Víctor Jiménez Jáimez and Elena Mata Vivar

CONTENTS

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176 RECENSIONES

176 Arturo Ruiz Rodríguez

Crónica de una madurez en dos pasos y 25 años. Homenaje a Luis Siret, pionero de laPrehistoria científica de Andalucía, y algo más…

182 Enrique Baquedano Pérez

Isidro Toro Moyano, Bienvenido Martínez Navarro y Jordi Agustí i Ballester (coords.):Ocupaciones humanas en el Pleistoceno Inferior y Medio de la cuenca de Guadix-Baza, 2010

186 Martí Mas Cornellà

Rafael Maura Mijares: Peñas de Cabrera. Guía del enclave arqueológico, 2010

189 Rui Boaventura

José Enrique Márquez Romero y Víctor Jiménez Jáimez: Recintos de fosos: Geneaología ysignificado de una tradición en la Prehistoria del suroeste de la Península Ibérica (IV-IIImilenios AC), 2010

191 Manuel Eleazar Costa Caramé

Alicia Perea Caveda, Oscar García Vuelta y Carlos Fernández Freire: El proyecto AU: EstudioArqueométrico de la producción de oro en la península ibérica, 2010

193 Mariano Torres Ortiz

López de la Orden, María Dolores y García Alfonso, Eduardo (eds.): Cádiz y Huelva. Puertosfenicios del Atlántico, 2010

196 CRÓNICA DEL CONJUNTO ARQUEOLÓGICO DÓLMENES DE ANTEQUERA 2010

207 NOTICIAS

ÍNDICE

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277 REVIEWS

277 Arturo Ruiz Rodríguez

Chronicle of a two-step and 25 year process of completion. A tribute to Luis Siret, pioneer ofscientific prehistory in Andalusia, and much more…

281 Enrique Baquedano Pérez

Isidro Toro Moyano, Bienvenido Martínez Navarro y Jordi Agustí i Ballester (coords.): HumanOccupation during the Lower and Middle Pleistocene in the Guadix-Baza Basin, 2010

284 Martí Mas Cornellà

Rafael Maura Mijares: Peñas de Cabrera. Guide to the Archaeological Site, 2010

286 Rui Boaventura

José Enrique Márquez Romero and Victor Jiménez Jáimez: Ditched Enclosures: Genealogy andSignificance of a Tradition in the Prehistory of Southwestern Iberia (4th-3rd millennia BC), 2010

288 Manuel Eleazar Costa Caramé

Alicia Perea Caveda, Oscar García Vuelta and Carlos Fernández Freire: The AU Project: AnArchaeometric Study of Gold Objects from the Iberian Peninsula, 2010

290 Mariano Torres Ortiz

María Dolores López de la Orden and Eduardo García Alfonso (eds.): Cádiz and Huelva.Phoenician Harbours of the Atlantic, 2010

292 CHRONICLE OF THE DOLMENS OF ANTEQUERA ARCHAEOLOGICAL SITE 2010

297 NEWS

CONTENTS

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MENGA. REVISTA DE PREHISTORIA DE ANDALUCÍA // Nº 02.. 2011. ISSN 2172-6175

DIRECTOR/DIRECTOR

Bartolomé Ruiz González (Conjunto Arqueológico Dólmenes deAntequera)

EDITORES CIENTÍFICOS/SCIENTIFIC EDITORS

Gonzalo Aranda Jiménez (Universidad de Granada)Leonardo García Sanjuán (Universidad de Sevilla)

EDITOR DE RECENSIONES/REVIEWS EDITOR

José Enrique Márquez Romero (Universidad de Málaga)

EDITORA DE MONOGRAFÍAS/MONOGRAPHS EDITOR

Ana Delgado Hervás (Universidad Pompeu Fabra)

SECRETARIA TÉCNICA/TECHNICAL SECRETARY

Rosa Enríquez Arcas (Conjunto Arqueológico Dólmenes de

Antequera)Victoria Eugenia Pérez Nebreda (Conjunto ArqueológicoDólmenes de Antequera)

CONSEJO EDITORIAL/EDITORIAL BOARD

Gonzalo Aranda Jiménez (Universidad de Granada)María Cruz Berrocal (Consejo Superior de InvestigacionesCientíficas, Madrid)Ana Delgado Hervás (Universitat Pompeu Fabra)Rosa Enríquez Arcas (Conjunto Arqueológico Dólmenes deAntequera)Eduardo García Alfonso (Consejería de Cultura de la Junta deAndalucía)Leonardo García Sanjuán (Universidad de Sevilla)José Enrique Márquez Romero (Universidad de Málaga)Rafael Maura Mijares (Doctor en Prehistoria)Bartolomé Ruiz González (Conjunto Arqueológico Dólmenes deAntequera)María Oliva Rodríguez Ariza (Universidad de Jaén)Victoria Eugenia Pérez Nebreda (Conjunto ArqueológicoDólmenes de Antequera)Margarita Sánchez Romero (Universidad de Granada)

CONSEJO ASESOR/ADVISORY BOARD

Xavier Aquilué Abadias (Museu d´Arqueologia de Catalunya)Ana Margarida Arruda (Universidade de Lisboa)Oswaldo Arteaga Matute (Universidad de Sevilla)Rodrigo de Balbín Behrmann (Universidad de Alcalá deHenares)Juan Antonio Barceló Álvarez (Universitat Autònoma deBarcelona)María Belén Deamos (Universidad de Sevilla)

Juan Pedro Bellón Ruiz (Escuela Española de Historia yArqueología en Roma. CSIC)Joan Bernabeu Aubán (Universitat de València)Massimo Botto (Consiglio Nazionale delle Ricerche, Roma)Primitiva Bueno Ramírez (Universidad de Alcalá de Henares)Jane E. Buikstra (Arizona State University)María Dolores Cámalich Massieu (Universidad de La Laguna)Teresa Chapa Brunet (Universidad Complutense de Madrid)Robert Chapman (University of Reading)Felipe Criado Boado (Consejo Superior de InvestigacionesCientíficas, Santiago de Compostela)José Antonio Esquivel Guerrero (Universidad de Granada)Román Fernández-Baca Casares (Instituto Andaluz delPatrimonio Histórico)Alfredo González Ruibal (Consejo Superior de InvestigacionesCientíficas, Santiago de Compostela)Almudena Hernando Gonzalo (Universidad Complutense deMadrid)Isabel Izquierdo Peraile (Ministerio de Cultura del Gobierno deEspaña)Sylvia Jiménez-Brobeil (Universidad de Granada)Michael Kunst (Deutsches Archäologisches Institut, Madrid)Katina Lillios (University of Iowa)Martí Mas Cornellà (Universidad Nacional de Educación aDistancia)Fernando Molina González (Universidad de Granada)Ignacio Montero Ruiz (Consejo Superior de InvestigacionesCientíficas, Madrid)Arturo Morales Muñiz (Universidad Autónoma de Madrid)María Morente del Monte (Museo de Málaga)Leonor Peña Chocarro (Escuela Española de Historia yArqueología en Roma. CSIC)Raquel Piqué Huerta (Universitat Autònoma de Barcelona)Charlotte Roberts (University of Durham)Ignacio Rodríguez Temiño (Conjunto Arqueológico deCarmona)Arturo Ruiz Rodríguez (Universidad de Jaén)Robert Sala Ramos (Universitat Rovira i Virgili)Alberto Sánchez Vizcaino (Universidad de Jaén)Stephanie Thiebault (Centre Nationale de RechercheScientifique, París)Ignacio de la Torre Sáinz (Institute of Archaeology, UniversityCollege London)Juan Manuel Vicent García (Consejo Superior deInvestigaciones Científicas, Madrid)David Wheatley (University of Southampton)Joao Zilhão (University of Bristol)

EDICIÓN/PUBLISHED BY

JUNTA DE ANDALUCÍA. Consejería de Cultura

MENGA 02REVISTA DE PREHISTORIA DE ANDALUCÍAJOURNAL OF ANDALUSIAN PREHISTORY

Publicación anualAño 1 // Número 02 // 2011

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PRODUCCIÓN/PRODUCTION

Agencia Andaluza de Instituciones Culturales

Gerencia de Instituciones PatrimonialesManuela Pliego SánchezEva González LezcanoCarmen Fernández Montenegro

DISEÑO Y MAQUETACIÓN/DESIGN AND COMPOSITION

Carmen Jiménez del Rosal

TRADUCCIÓN/TRANSLATIONS

David NesbittMorote Traducciones (www.morote.net)

IMPRESIÓN/PRINTING

Artes gráficas Servigraf

LUGAR DE EDICIÓN/PUBLISHED IN

Antequera (Málaga)

FOTOGRAFÍAS/PHOTOGRAPHS

Portada/Front cover: Tholos de El Romeral (Antequera,

Málaga) (Foto: Javier Pérez González. © JUNTA DE

ANDALUCÍA. Consejería de Cultura)/ The Tholos of El Romeral

(Antequera, Málaga) (Photo: Javier Pérez González.

Andalusian Government, Ministry of Culture).

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Europe: Guadix-Baza and Orce” published by Robert Salas et

al will not be under the Creative Commons licence.

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ISSN 2172-6175

Depósito legal: SE 8812-2011

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La siega del trigo en el El Souidat (El Kef, Túnez). Foto:

Eva Montes Moya.

La siega del trigo en el El Souidat (El Kef, Túnez). Foto:

Eva Montes Moya.

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DO

SS

IER

87MENGA. REVISTA DE PREHISTORIA DE ANDALUCÍA // Nº 02.. 2011. PP. 87-107. ISSN 2172-6175 // DOSSIER

Eva Montes Moya1

1 Centro Andaluz de Arqueología Ibérica. Universidad de Jaén. [ [email protected] ]

Recibido: 30/05/2011; Aceptado: 05/07/2011

AGRICULTURA DEL III Y II MILENIO ANE ENLA COMARCA DE LA LOMA (JAÉN): DATOSCARPOLÓGICOS DE LAS ERAS DEL ALCÁZAR(ÚBEDA) Y CERRO DEL ALCÁZAR (BAEZA)

Resumen

En este trabajo se presentan los resultados de los análisis carpológicos realizados en dos asentamientosarqueológicos situados en la comarca de La Loma, Jaén: Las Eras del Alcázar de Úbeda y Cerro del Alcázarde Baeza. Ambos sitios, presentan una amplia secuencia estratigráfica de dataciones radiocarbónicas que hapermitido el conocimiento de las prácticas agrícolas durante el III y II milenios cal BC. Estas prácticasmuestran una agricultura de cereales, especialmente cebada desnuda y trigo desnudo, y de algunasleguminosas entre las que destaca el haba. A partir de la Edad del Bronce, la cebada vestida tambiéncomienza a formar parte del grupo de cereales documentados y aparecen en el registro otras plantascultivadas como el lino. El resto de especies lo componen frutos silvestres recolectados como acebuchinas,bellotas y uvas, además de algunas especies de malas hierbas.

Palabras clave: carpología, agricultura, cereales, leguminosas, valle del Guadalquivir, Calcolítico, Edaddel Bronce.

AGRICULTURE OF THE 3RD AND 2ND MILLENNIA BC IN THE DISTRICT OFLOMA (JAÉN): DATA FOR PLANT REMAINS OF THE ERAS DEL ALCÁZAR(ÚBEDA) AND CERRO DEL ALCÁZAR (BAEZA)

Abstract

In this work, the results are presented for the analyses of plant remains corresponding to two archaeologicalsettlements located in the district of La Loma, Jaén (Spain): Las Eras del Alcázar (Úbeda) and Cerro delAlcázar (Baeza). Both sites present a broad stratigraphic sequence of radiocarbon datings that indicate theagricultural practices during the 3rd and 2nd millennium cal BC. These practices show cereal cultivation,especially naked barley and free-threshing wheat as well as certain legumes such as broad bean. Since theBronze Age, hulled barely also began to form part of the documented group of cereals while other cultivatedplants such as flax appear in the record. The rest of the species include gathered wild fruits, such as wildolive, acorn, and grapes, as well as some weed species.

Keywords: Carpology, Agriculture, Cereals, Legumes, Guadalquivir Valley, Copper Age, Bronze Age.

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88 MENGA. REVISTA DE PREHISTORIA DE ANDALUCÍA // Nº 02. 2011. PP. 87-107. ISSN 2172-6175 // DOSSIER

EVA MONTES MOYA

INTRODUCCIÓN

La aplicación sistemática de disciplinas arqueobotá-nicas en Andalucía es un hecho bastante reciente silo comparamos con otras zonas de la PenínsulaIbérica como Cataluña o Levante. Es a partir de losaños 90 cuando comienzan a realizarse estudiosarqueobotánicos sistemáticos que permiten acer-carnos al conocimiento de las especies vegetalesque convivían con los grupos humanos en el sur dela Península Ibérica.

Hasta ahora los estudios arqueobotánicos realizadospara las Edades del Cobre y Bronce en Andalucía secircunscribían a dos zonas bien diferenciadas: por unlado, la desembocadura del río Andarax y la depre-sión de Vera (Buxó i Capdevilla, 1999; Rovira iBuendía, 2000, 2007); por otro, los altiplanos delinterior de la zona de Granada (Buxó i Capdevilla,1993, 1997; Rovira i Buendía, 2007).

Con este trabajo sobre la agricultura del III y II mile-nios cal ANE en la comarca de La Loma en Jaén, sepretende suplir esa falta de datos carpológicos enotras zonas de Andalucía, como por ejemplo el Alto

Guadalquivir que sólo cuenta con algunos estudioscomo los realizados en la aldea calcolítica deMarroquíes Bajos1 y en el poblado de la Edad delBronce de Peñalosa (Peña-Chocarro, 2000).

LOS SITIOS ESTUDIADOS

La comarca de La Loma en la provincia de Jaén,muestra un relieve elevado ligeramente sobre el valledel Guadalquivir. Se encuentra equidistante de lossistemas montañosos de Sierra Morena al norte,Sierra Mágina al sur y las sierras de Cazorla y Seguraal este, quedando abierta por el oeste, por donderecibe la influencia oceánica. Esta elevación estábordeada a su vez por los ríos Guadalimar al norte yGuadalquivir al sur. El paisaje es una sucesión decolinas suaves que le dan un aspecto ondulado,labrado en los sedimentos terciarios (Fig. 1).

El entorno de las ciudades de Úbeda y Baeza se sitúaen el piso bioclimático mesomediterráneo inferior,con un It (Indice de termicidad) de 333 y un ombrocli-ma seco (P 350-600) (P=precipitaciones) (RivasMartínez, 1988). La serie de vegetación dominante esla de la encina (Quercus rotundifolia): Paeonio coria-ceae-Querceto rotundifoliae S., en su faciacióntermófila con Pistacia lentiscus (Rivas Martínez,1988; Valle Tendero, 2004).

El yacimiento arqueológico de Las Eras del Alcázarse localiza en la parte meridional del casco urbanode la ciudad de Úbeda, sobre un espolón rodeado deafloramientos rocosos, pendientes y estructurasfortificadas que, desde época prehistórica, lo con-vierten en una zona defensiva idónea. La extensióndel asentamiento es difícil de precisar debido a lasescasas excavaciones realizadas en la zona. Sinembargo, la constatación de niveles prehistóricosdel II milenio cal ANE en intervenciones de urgenciaen otras zonas del casco urbano de Úbeda, sugierenuna superficie superior a las 6 Ha (Hornos Mata etal., 1985).

Con la intención de situar Las Eras del Alcázar cro-nológicamente, se realizaron 34 dataciones de C14mediante AMS. Los resultados constataron unasecuencia ininterrumpida desde el segundo cuartodel IV milenio cal BC hasta el primer cuarto del IImilenio cal BC (Lizcano Prestel et al., 2009).

1 MONTES MOYA, E. M. (2004): Las prácticas agrícolas a través del estudio de semillas y frutos en la Parcela C del poblado calcolítico deMarroquíes Bajos (Jaén). Informe inédito.

Fig. 1. Mapa de situación de los yacimientos estudiados.

Piso Mesomediterráneo

Piso Supramediterráneo

Piso Oromediterráneo

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89MENGA. REVISTA DE PREHISTORIA DE ANDALUCÍA // Nº 02. 2011. PP. 87-107. ISSN 2172-6175 // DOSSIER

AGRICULTURA DEL III Y II MILENIO ANE EN LA COMARCA DE LA LOMA (JAÉN): LOS DATOS CARPOLÓGICOS...

La existencia de niveles de incendio ha permitido laconservación de especies de leguminosas y otrosrestos vegetales como bulbos, que no suelen conser-varse porque su consumo normalmente no estáasociado a actividades que requieran la presenciadel fuego.

A tan sólo 11 km se encuentra el Cerro del Alcázar,situado dentro del casco urbano de la ciudad deBaeza. Forma un espolón en el extremo meridionalde la ciudad, rodeado de fuertes pendientes natura-les que le proporcionan un enclave estratégico y decontrol sobre el valle del Guadalquivir. Las datacio-nes radiocarbónicas efectuadas en este yacimientocorresponden a 8 muestras orgánicas, cinco reali-zadas a partir del análisis de C-14 convencional ytres por AMS. Los resultados muestran una ocupa-ción desde mediados del III milenio ANE hastanuestros días, aunque existen niveles de abandonoque marcan un hiatus que se corresponde con el IMilenio ANE. Así, estos datos junto con los obteni-dos del proceso de excavación han permitido ladeterminación de 4 grandes fases de ocupación quevan desde el 2000 al 1500 cal ANE, establecidas enfunción de los patrones constructivos de las estruc-turas de habitación2. Así, al analizar conjuntamentelos datos obtenidos de los dos asentamientos estu-diados, y teniendo en cuenta el esquema deperiodización propuesto por los responsables deambas intervenciones arqueológicas, se puedendefinir tres periodos: un primer momento corres-pondiente al Neolítico Final-Cobre Antiguo/Pleno (c. 3500-2500 cal ANE); un segundo momento,situado en el Cobre Reciente-Campaniforme (c. 2200-2000 cal ANE), ambos documentados en lasEras del Alcázar de Úbeda y un último periodo perte-neciente a la Edad del Bronce (c. 2000-1500 calANE), momento en el que los dos asentamientos soncontemporáneos (Lizcano Prestel et al., 2009).

METODOLOGÍA

La recogida de muestras para análisis bioarqueoló-gicos de tipo vegetal en Andalucía ha tenido unaaplicación tardía, conllevando que en algunas de lasintervenciones arqueológicas se realizaran sola-mente recogidas puntuales o no se tuviera en cuentael volumen de sedimento procesado. Este es el caso

de Las Eras del Alcázar de Úbeda, donde se realizóuna toma de muestras puntual. Aunque la ausenciade un muestreo sistemático no ha permitido realizarconclusiones acerca de la presencia de restos porcada 10 litros, como es preceptivo en este tipo deestudios, sí que se han podido interpretar los datosen función de la ausencia/presencia de taxones enlas muestras. Es por ello que, aunque hemos tenidoen cuenta el número de ejemplares documentados,los resultados realmente importantes son los obte-nidos a través de la frecuencia de aparición de cadauna de las especies en las muestras estudiadas, quehan sido un total de 52.

La frecuencia utiliza las variables de presencia oausencia, de manera que se calcula las veces en lasque un taxón se encuentra representado en el asen-tamiento. Este es un buen sistema de cuantificacióne interpretación de los datos siempre que se tome lamuestra como unidad básica de análisis y tiene laventaja de que nos permite analizar la importanciade cada taxón por separado (Popper, 1988).

En el caso del Cerro del Alcázar de Baeza, se realizóun muestreo sistemático tomando un volumen cons-tante de sedimento (entre 3 y 5 litros), que se fueaumentando en aquellos contextos que así lo reque-rían. Así, se flotaron un total de 309 litros repartidosen 58 muestras de los que 273 fueron positivos enrestos carpológicos, con una alta concentración delos mismos.

En este trabajo, los gráficos realizados para cadagrupo de plantas (cereales, leguminosas, frutos,etc.) expresan en porcentajes las frecuencias decada taxón, junto al porcentaje general del mismodentro de cada grupo de muestras.

LOS DATOS CARPOLÓGICOS

DEL NEOLÍTICO FINAL AL COBRE ANTIGUO-

PLENO: (c. 3500-2500 CAL ANE)

Las estructuras estudiadas en Las Eras del Alcázarde Úbeda correspondientes a este periodo revelanuna ordenación espacial de unidades habitacionalesexcavadas en la roca, reforzadas con zócalos de

2 PÉREZ BAREAS, C. y LIZCANO PRESTEL, R.: Intervención Arqueológica en el Cerro del Alcázar de Baeza (Jaén). Memoria 2003, Informeinédito.

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90 MENGA. REVISTA DE PREHISTORIA DE ANDALUCÍA // Nº 02. 2011. PP. 87-107. ISSN 2172-6175 // DOSSIER

EVA MONTES MOYA

piedra en el que se superponen estructuras vegeta-les revestidas con morteros de barro amarillo. Éstashan sido identificadas a través de improntas decañas y ramas caídas sobre paquetes de incendiosdispuestos sobre los suelos de ocupación (LizcanoPrestel et al., 2009). Estos niveles de incendio esta-ban formados prácticamente por restos carpológicos,fundamentalmente cereales y leguminosas, que nosllevan a pensar que formaban parte de estructurasde almacenaje elevadas que fueron destruidas por la

acción del fuego, cayendo directamente sobre lossuelos de las cabañas. Además, encontramos otrossistemas de almacenaje en fosas revocadas de diver-sos tamaños y en contenedores de cerámica.

Pertenecientes a este periodo se han documentadoun total de 6624 restos correspondientes a diferentescontextos, como niveles erosivos, fondos de estructu-ras, suelos de ocupación, contenedores de cerámica,etc. (Tab. 1). La inmensa mayoría proceden de plantas

Tab. 1. Cuadro de taxones identificados en Las Eras del Alcázar de Úbeda (c. 3500-2500 cal ANE).

NNiivveelleess EErroossiivvooss ssoobbrree ssuueelloo ddee ooccuuppaacciióónn CCeenniizzaass ssuueelloo FFoonnddoo ddee eessttrruuccttuurraass FFoossaass ccoonntteenneeddoorreessttiippoo 55009900 55009999 55110066 44111188 44556699 88112211 1111009944 1111007733 44441122 1122000066 66009966 1122007711 44336655 44336666 11442211--FF--2266 AA--11000066--11 11334422--FF1199AA 11888811 11668822 FF--1155AA 11110099--11--FF--1122 11330055--11 FF--2244 44664433 44660099 ttoottaall

CCeerreeaalleessHordeum c 48 2 28 244 29 30 442 266 121 197 182 5 4 27 75 196 1896 cebada vulgare desnudavar. nudumHordeum c 7 14 29 22 7 101 16 28 28 1 11 6 40 310 cebada vulgare desnudavar. nudum frag.-frag.Hordeum/ c 63 66 1098 66 21 170 13 40 29 46 16 2 185 86 1 87 1989 cebada/ Triticum trigo-frag. frag-Triticum a c 85 5 119 431 45 41 368 31 55 14 14 18 2 1 112 280 40 1661 trigo estivum/ desnudodurumTriticum a c 6 15 28 14 5 32 1 18 2 2 4 14 141 trigo estivum/ desnudodurum-frag. frag.Triticum a c 21 17 77 2 61 9 5 17 14 8 231 trigo estivum/ compactodurum tipocompactumTriticum c 1 1 12 4 18 escanda dicoccum menorTriticum c 1 1 2 escanda .dicoccum menor frag-frag.

LLeegguummiinnoossaassLeguminosa s 3 2 1 1 1 8 leguminosa -frag. frag.Vicia faba L. s 3 2 219 1 2 28 1 1 1 1 1 260 habaVicia faba s 91 2 93 haba frag.-frag.Pisum s 1 1 1 3 guisantesativum L.Vicia s 6 6 yeroervilia L.

PPllaannttaass ssiillvveessttrreess rreeccoolleeccttaaddaassBulbo b 1 1 bulbo Allium sp. Allium

especie

IInnddeetteerrmmiinnaaddaass s 3 2 5 indeterminadas

NNºº ttoottaall ddee rreessttooss 223333 1122 226600 11991122 331111 117777 111100 11221177 332288 11 223388 11 227788 227777 4433 66 1133 335566 447755 11 11 11 337733 66662244

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cultivadas, de las cuales el 94,3% son cereales y el5,6% corresponden a leguminosas (Fig. 2a).

Al hacer un desglose de estos grupos de plantas cul-tivadas (Fig. 2b), encontramos que entre los cerealesla cebada desnuda (Hordeum vulgare nudum) es laespecie más importante, representando más de lamitad de los restos de plantas cultivadas para estaépoca (46,5%). El siguiente taxón en importancia esel trigo desnudo (Triticum aestivum/durum), con unvalor muy similar (40,8%).

Bajo el nombre de Triticum aestivum/durum tipocompactum, se han agrupado individuos de Triticumaestivum/durum que muestran un grano corto yancho con formas redondeadas (Jacomet, 2006).Esta forma, representa el 5,7% de las plantas culti-vadas. También se ha documentado una especie detrigo vestido, la escanda menor (Triticum dicoccum),que constituye un 0,4%.

Durante mucho tiempo los diferentes investigadoresintentaron establecer algunos criterios de diferen-ciación entre Triticum aestivum/durum y Triticumaestivum/durum compactum, pensando que corres-

pondían a especies diferentes (Rothmaler, 1955; VanZeis, 1968). Esto ha quedado obsoleto ya que actual-mente se es consciente de que factores como lacarbonización y la ecología de la zona, pueden influiren las diferentes formas de los granos (Hillman etal., 1996) y que no hay que olvidar que diferentesvariedades dentro de la misma especie pueden estarpresentes. Por otro lado existe una considerable

Fig. 2a. Restos de plantas identificados en Las Eras del Alcázar deÚbeda (c. 3500-2500 cal ANE).

Fig. 2b. Desglose de las plantas cultivadas en Las Eras del Alcázar de Úbeda (c. 3500-2500 cal ANE).

CCeerreeaalleess

Hordeum vulgare var. nudum

Triticum aestivum/durum

Triticum aestivum/durum tipoCompactum

Triticum dicoccum

LLeegguummiinnoossaass

Vicia ervilia

Vicia faba

Pisum sativum

46,5%

69,9%

40,8%

73,9%

5,7%

43,4%

0,4%

17,3%

0,1%

0,1%

26,0%

6,4%47,8%

13,0%

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variación en el tamaño y en la forma de los granos detrigo desnudo dependiendo del número de granospor espiga y la posición de éstos en la misma (Maier,1996). Las últimas convenciones taxonómicas esta-blecen como Triticum aestivum L./durum Desf. tipocompactum Host., los individuos de trigo desnudoque presentan formas más cortas y redondeadas

(Buxó i Capdevilla, 1997; Jacomet, 2006).

En relación a las leguminosas, son tres los taxonesdocumentados para esta fase: el haba (Vicia faba L.),representando el 6,4% de las plantas cultivadas y elyero (Vicia ervilia), y el guisante (Pisum sativum) querepresentan ambos el 0,1%.

Lám. 1. Especies cultivadas y recolectadas documentadas en Las Eras del Alcázar de Úbeda.

Allium sp.

Hordeum vulgare var. nudum

Triticum aestivum/durum Triticum aestivum tipo compactum

Semillas germinadas Hordeum vulgare var. Nudum

Vicia faba

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En cuanto a las frecuencias de aparición de estasespecies cultivadas en las 23 muestras estudiadaspara este periodo, son cuatro las especies que serepiten de forma constante en casi todas las mues-tras (Fig. 2b). El trigo común/duro (Triticumaestivum/durum) se documenta en el 73,9% de lasmuestras, la cebada desnuda (Hordeum vulgare var.nudum) en el 69,9%, el trigo compacto (Triticum aes-tivum/durum tipo compactum) en el 43,4% y el haba(Vicia faba) en el 47,8%. Esta alta frecuencia de habaen las muestras es algo bastante inusual ya que lasleguminosas suelen conservarse en menor númerodebido a que su forma de consumo en bastantesocasiones las mantiene alejadas del fuego. En estecaso, se han documentado distintos niveles deincendio durante la ocupación del asentamiento,siendo la principal causa por las que encontramostantas habas.

Por último, ha sido identificado un fragmento perte-neciente a un bulbo de unos 2,5 cm de diámetro. Estetipo de restos no suelen conservarse debido a queestán formados por partes blandas que son total-mente destruidas por la carbonización. Laidentificación ha sido posible mediante la observa-ción con el Microscopio Electrónico de Barrido, através del cual se pueden apreciar las cavidadesvesiculares que se forman por la expansión del vaporde agua durante el proceso de carbonización y quecausaron la separación del tejido parenquimático enbandas, lo que sugiere que se trata de un bulbo(Lám. 1). Este tipo de estructura es similar a la quese observa en bulbos de Allium carbonizados, por loque ha sido identificado como cf. Allium (ajo/cebo-lla/ajo porro)3.

Si prestamos atención a los contextos donde hansido identificados los restos, se pueden observar trestipos bien diferenciados (Tab. 1). Por un lado niveleserosivos sobre suelos de ocupación, donde se con-centran la mayor parte de los restos, especialmentecereales y leguminosas. Por otro lado, se han estu-diado muestras procedentes de fondos de fosas yestructuras, con algunos cereales y escasas legumi-nosas. Además, se han analizado restos procedentesde dos contenedores de cerámica, donde se encon-traba el fragmento de bulbo y un conjunto decereales. Esta distribución de los restos nos indica la

existencia de diferentes formas de almacenaje,como estructuras elevadas, fabricadas con materia-les perecederos como ramas y cañas y contenedoresy estructuras que se encontrarían distribuidos porlos espacios domésticos.

LAS SOCIEDADES AGRARIAS: COBRE RECIENTE-

CAMPANIFORME (c. 2200-2000 CAL ANE)

Este segundo momento, documentado en Las Erasdel Alcázar, muestra un cambio en la distribución delas zonas de habitación que, aunque conservan eltrazado circular, aparecen ya exentas, con zócalo depiedra y alzado de tapial y adobe. El tamaño de lasmismas aumenta y se empieza a producir una divi-sión del espacio generando zonas de almacenaje,manufactura, etc. (Lizcano Prestel et al., 2009).

Las 18 muestras estudiadas para esta fase, corres-ponden a suelos de ocupación, niveles de derrumbey erosivos, un hogar y una especie de fosa o piletarevocada con barro (Tab. 2).

Pertenecientes a este periodo se han identificado untotal de 12058 restos, entre cereales, leguminosas,plantas silvestres y recolectadas (Fig. 3a). Al realizarun desglose general de las plantas cultivadas, se

3 Estudio realizado por la Dra. Lucy Kubiak-Martens. Biologische archeologie & Landschapsreconstructie. Al Zaandam, Holanda. Informeinédito. 2011.

Fig. 3a. Restos de plantas identificados en Las Eras del Alcázar deÚbeda (c. 2200-2000 cal ANE).

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Tab. 2. Cuadro de taxones identificados en Las Eras del Alcázar de Úbeda (c. 2200-2000 cal ANE).

FFoossaass EErroossiivvooss DDeerrrruummbbee CCoonntteenneeddoorreess SSuueelloo ddee ooccuuppaacciióónn HHooggaarrttiippoo 44003388 55002222 1100006688 55004444 55004488 66001199 44338877 44442222 44660011 66006644 77001166 77001199 44221155 44226699 44336666 44336655 88000022 1111002244 ttoottaall

CCeerreeaalleessHordeum c 210 207 131 1 14 48 360 5 2 852 8 113 282 182 197 193 72 2877 cebada vulgare desnudavar. nudumHordeum c 74 16 36 10 45 2 158 2 5 56 31 28 31 7 501 cebada vulgare desnudavar. nudum frag.-frag.Hordeum/ c 1185 22 158 50 97 1 106 18 29 197 46 29 101 48 2087 cebada/trigo Triticum frag--frag.Triticum c 1363 44 199 24 110 49 38 585 19 388 1 378 21 14 473 125 3831 trigo aestivum/durumTriticum c 262 2 21 1 6 13 1 5 23 38 28 400 trigo desnudo aestivum/ frag.durum -frag.Triticum c 94 20 6 2 7 102 2 31 35 5 9 46 31 390 trigoaestivum/ compactodurum tipo CompactumTriticum c 1 192 135 328 escaña monococcumTriticum c 11 7 18 escaña frag.monococcum -frag.Triticum c 13 2 7 3 19 6 1 7 58 escanda menordicoccumTriticum dicoccum -frag. c 1 3 4 escanda menor

frag.Raquis frag. 1 1 raquis frag.

LLeegguummiinnoossaassLathyrus s 1 1 guija/almortasativum/ciceraLathyrus s 1 1 guija/almorta sativum/ frag.cicera -frag.Pisum s 3 41 1 37 1 3 86 guisantesativum L.Pisum s 5 5 guisante frag.sativum L.-frag.Vicia faba L. s 18 1 8 193 15 1 106 37 14 474 52 40 1 1 53 49 1063 habaVicia faba -frag. s 3 4 6 4 13 171 49 1 7 258 haba frag.Vicia sp. s 1 1 bulbo AlliuespecieVicia/Pisum s 138 138 haba/guisante-frag.

PPllaannttaass ssiillvveessttrreessLolium sp. s 1 1 cizañaMalva sp. s 1 1 malvaMedicago sp. s 1 1 medicagoPhalaris sp. s 1 1 alpiste

PPllaannttaass ssiillvveessttrreess rreeccoolleeccttaaddaassAllium sp. frag. b 1 1 Allium especieFruto fr 1 1 fruto indeterminado indeterminadofrag.Quercus -frag. fr 1 1 bellota

IInnddeetteerrmmiinnaaddaass s 1 2 3 indeterminadas

NNºº ttoottaall ddee rreessttooss 33220011 331133 557755 3333 332288 557744 555511 99 110088 22006600 6699 11007700 222255 11006655 228877 227788 994455 336677 1122005588

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pueden observar algunas variaciones con respectoal periodo anterior (Fig. 3b).

Dentro del grupo de los cereales, los cereales des-nudos predominan sobre los vestidos: el trigodesnudo es la especie más numerosa, representan-do el 44,4% de las especies cultivadas. Le sigue enimportancia la cebada desnuda con un 33,3% deltotal. Es interesante la presencia de Triticum aesti-vum/durum de tipo compactum, que representa el4,5%. Por otro lado, se empieza a incrementar elnúmero de trigos vestidos como la escanda menor(Triticum dicoccum) y la aparición de otras especiesnuevas como la escaña (Triticum monococcum) delque se han identificado dos conjuntos, asociados acontenedores y suelos de ocupación.

Entre las leguminosas contamos con la presenciadel haba, el guisante, y la guija/almorta (Lathyrussativum/Lathyrus cicera). El número de habas se

incrementa considerablemente con respecto alperiodo anterior, siendo la tercera especie cultivadamás importante (12,3% del total). En cuanto al gui-sante (Pisum sativum), éste representa el 1% de lasplantas cultivadas y aunque no llega a ser tan nume-roso como el haba, su presencia es significativa. Porúltimo se ha agrupado bajo Lathyrus sativum/ciceraun ejemplar de Lathyrus que no ha podido ser ads-crito a ninguna de las dos especies.

Si prestamos atención a la frecuencia de apariciónde las especies en las 18 muestras estudiadas (Fig.3b), vemos como al igual que ocurría en la fase ante-rior, hay 4 taxones cuya presencia se repite de formaconstante. Por un lado tenemos la cebada desnuda yel trigo desnudo, que aparecen en el 94,4% de lasmuestras estudiadas. Le sigue en importancia elhaba, cuya frecuencia es del 88,8%. Por último des-tacar la presencia de posibles formas compactas detrigo en el 72,2% de las muestras.

Fig. 3b. Desglose de las plantas cultivadas en Las Eras del Alcázar de Úbeda (c. 2200-2000 cal ANE).

CCeerreeaalleess

Hordeum vulgare var. nudum

Triticum aestivum/durum

Triticum aestivum/durum tipoCompactum

Triticum monococcum

Triticum dicoccum

LLeegguummiinnoossaass

Lathyrus sativum/cicera

Pisum sativum L.

Vicia faba L.

Vicia sp.

33,3%94,4%

44,4%94,4%

4,5%

72,2%

3,8%

16,6%

0,7%

44,4%

0,01%

5,5%

1,00%

12,3%

33,3%

88,8%

0,01%5,5%

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También en esta fase encontramos un fragmento decf. Allium, que habría sido recolectado. La presenciade plantas silvestres para este periodo sigue siendomuy escasa (0,04%). Sólo encontramos un individuode malva (Malva sp.), que suele aparecer en zonasafectadas por la acción antrópica, y algunos ejempla-res de malas hierbas compañeras de los cultivos decereales como son el alpiste (Phalaris sp.) y la cizaña(Lolium sp.). Estas especies pudieron haber sidoalmacenadas con el grano tras la cosecha, ya quemuchas veces la criba y el aventado no logran sepa-rarlas. Las especiales circunstancias de la recogida

de muestras no permiten afirmar si esta ausencia demalas hierbas es consecuencia de una limpieza delgrano antes de su almacenaje, o más bien corres-ponde a un problema derivado del tipo de muestreo.

LA INTENSIFICACIÓN AGRARIA: EDAD DEL

BRONCE (c. 2000-1500 CAL ANE)

Correspondientes a este periodo en Las Eras delAlcázar, se han documentado un total de 4656 restos(Tab. 3), de los cuales más del 99% corresponden a

Tab. 3. Cuadro de taxones identificados en Las Eras del Alcázar de Úbeda (c. 2000-1700 cal ANE).

EErroossiivvooss HHaabbiittaatt SSuueelloo ddee ooccuuppaacciióónn ccaabbaaññaattiippoo 77000088 22444400 88006633 88006688 22662244 22663377 22664433 22665577 22665544 22662266 22222222 TTOOTTAALL

CCeerreeaalleessHordeum vulgare var. nudum c 202 11 41 2 10 44 310 cebada desnudaHordeum vulgare var. nudum cebada-frag. c 75 6 2 1 84 desnuda frag.Hordeum vulgare subsp. vulgare c 2 46 1 49 cebada vestidaHordeum vulgare -frag. c 2 23 1 26 cebada vestida frag.Hordeum/Triticum -frag. c 417 7 21 48 10 93 27 623 cebada/trigo frag.Triticum aestivum/durum c 446 7 36 167 143 21 19 68 75 588 101 1671 trigo desnudoTriticum aestivum/durum-frag. c 37 3 3 32 15 3 19 58 5 175 trigo desnudo frag.Triticum aestivum/durum tipo compactum c 64 3 3 82 152 trigo compactoTriticum monococcum c 6 1 7 escaña Triticum monococcum -frag. c 3 3 escaña frag.Triticum dicoccum c 112 2 11 1 1 127 escanda menorTriticum dicoccum -frag. c 10 10 escanda menor frag.

LLeegguummiinnoossaassLathyrus sativum/cicera s 5 5 guija/almortaLathyrus sativum/cicera -frag. s 6 6 guija/almorta frag.Leguminosa -frag. s 1 1 leguminosa frag.Pisum sativum L. s 33 54 3 1 91 guisantePisum sativum L. -frag. s 6 6 guisante frag.Vicia ervilia L. s 1 1 yeroVicia faba L. s 5 55 150 662 7 78 6 10 1 974 habaVicia faba -frag. s 31 7 1 39 haba frag.Vicia/Pisum -frag. s 74 208 282 haba/guisante

PPllaannttaass oolleeaaggiinnoossaass//tteexxttiilleessLinum usitatissimum L. c 3 3 lino

PPllaannttaass ssiillvveessttrreessLolium sp. c 2 2 4 cizañaPhalaris sp. c 1 1 alpisteAllium sp. frag. b 1 2 3 Allium especie

IInnddeetteerrmmiinnaaddaass s 2 1 3 indeterminadas

NNºº ttoottaall ddee rreessttooss 11440033 9955 330099 11225522 226655 9999 2244 9922 110055 887755 113377 44665566

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plantas cultivadas (Fig. 4a). Los cereales represen-tan casi el 70%, mientras que las leguminosas estánrepresentadas por el 30% de los restos.

Entre las plantas cultivadas, es interesante destacaruna mayor diversificación de especies en compara-ción con los periodos anteriores (Fig. 4b). En el casode los cereales, el trigo desnudo representa el 49%de las plantas cultivadas, con una frecuencia de apa-rición del 100%. La cebada desnuda presenta, eneste caso, un menor número de ejemplares (9,2%)que en los periodos anteriores, sin embargo estápresente en más de la mitad de las muestras estu-diadas (frecuencia: 54%). En algunos de estosejemplares se puede apreciar como el germen hacomenzado a desarrollarse (Lám. 1). Las distintaslongitudes del germen en las semillas estudiadasindican que aún se encontraban en proceso de ger-minación, probablemente debido a malas condicionesde almacenaje, como por ejemplo, un exceso dehumedad (Lám. 1) (Montes Moya, 2010). El descensode la presencia de cebada desnuda es debido enparte a la presencia de cebada vestida (individuos:9,2%; frecuencia: 27,2%). Al igual que en los perio-dos anteriores, la presencia de formas compactas detrigo es importante (individuos: 4,5%; frecuencia36,3%). El grupo de los cereales lo completan dosespecies de trigo vestido: la escanda menor(Triticum dicoccum) y la escaña (Triticum monococ-cum). La escanda menor muestra un valorrelativamente bajo de individuos, 3,7%, sin embargosu frecuencia es del 45%, siendo equiparable a la de

la cebada desnuda. La escaña está poco representa-da (0,2% individuos; frecuencia 18%), apareciendosolo algunos ejemplares, a diferencia del periodoanterior donde encontrábamos algunos conjuntos.

La presencia de las leguminosas (Fig. 4a) es tambiénconsiderable. El haba es la leguminosa que másaparece (28,8% individuos; frecuencia: 81,8%). Lesigue en importancia el guisante, (2,7% individuos;frecuencia: 36,3%). Estos dos taxones vuelven a serlas especies de leguminosas más representativas.Se han podido documentar también algunos ejem-plares de yero (0,1% individuos; frecuencia: 36,3%) yde Lathyrus sativum/cicera, (0,15% individuos; fre-cuencia: 9,1%). La alta frecuencia del haba en lasmuestras estudiadas también merece una especialatención, siendo la segunda especie cultivada másimportante, incluso superando a la cebada vestida ydesnuda (Fig. 4b).

Fig. 4a. Restos de plantas identificados en Las Eras del Alcázar deÚbeda (c. 2000-1700 cal ANE).

Fig. 4b. Desglose de las plantas cultivadas en Las Eras del Alcázarde Úbeda (c. 2000-1700 cal ANE).

LLeegguummiinnoossaass

Lathyrus sativum/cicera

Pisum sativum L.

Vicia ervilia L.

Vicia faba L.

9,2%54,5%

1,4%27,2%

49,3%100,0%

4,5%

36,3%

0,2%18,1%

3,7%45,4%

0,1%9,1%

2,7%36,3%

81,8%

9,1%0,1%

28,8%

CCeerreeaalleess

Hordeum vulgarevar. nudum

Hordeum vulgare subsp.Vulgare

Triticum aestivum/durum

Triticum aestivum/durumtipo Compactum

Triticum monococcum

Triticum dicoccum

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Dentro de las plantas cultivadas encontramos porprimera vez en este asentamiento, 3 ejemplares delino (Linun usitatissimum L.) en contextos erosivosdepositados sobre los suelos de ocupación. En estafase, el género cf. Allium también ha sido identifica-do a través de tres fragmentos y un bulbo completodocumentados en contextos erosivos.

El resto de plantas silvestres lo componen escasosindividuos de Lolium, Phalaris, Medicago y Malvaque se encontrarían como malas hierbas de los cul-tivos y plantas ruderales.

En el Cerro del Alcázar de Baeza, se han definidocuatro fases dentro de la Edad del Bronce que vanaproximadamente desde c. 2000 a 1500 cal ANE.

FASE I: corresponde a los primeros momentos deocupación prehistórica y se caracteriza por estructu-ras de hábitat con zócalo de piedra y alzados deramas revestidos con barro. Los suelos estaban for-mados por diversas capas de arcilla compactada decolor amarillo. La escasa presencia de restos cerá-micos y faunísticos indican una limpieza periódica delos suelos de ocupación que se ha visto claramente

Tab. 4. Cuadro de taxones identificados en El Cerro del Alcázar de Baeza.

FFAASSEE II II//IIII IIII IIIIII IIIIII//IIVVCCoonntteexxttoo EErroossiivvoo ssuueelloo ddeerrrr cciissttaa EErroossiivvooss ddeerrrr EErroossiivvoo ddeerrrr EEssttrruuccttuurraass ffuunneerraarriiaass ssuueelloo ssuueellooUUEE//UUEECC 3311 3377//3388 7711 7733 7755 4400 2288 2299 6666 6677 TT--3311 TT--3300 TT--2266 TT--2299 TT--2288 TT--3366 TT--3366--22 6633 4455 7700 6644

CCeerreeaalleess TToottaallHordeum vulgare L. 11 4 10 3 2 2 715 2 8 3 8 1 522 83 1381 4 4 2763 cebada vestidaHordeum vulgare L.-frag. 5 4 2 1 2 390 3 1 2 473 78 480 4 2 1447 cebada vestida frag.Hordeum vulgare var. nudum 21 10 2 62 3 47 6 616 13 3 4 870 143 1805 54 1 3660 cebada desnudaHordeum vulgare var. nudum -frag. 7 8 5 2 400 8 2 3 613 101 373 7 1529 cebada desnuda frag.Hordeum -frag. 305 305 cebada frag.Hordeum/Triticum -frag. 80 790 2 515 1498 8 6 10 12 7 588 92 1523 76 27 5234 cebada/trigo frag-Raquis -frag. 1 1 raquis frag.Triticum sp. -frag. 63 63 trigo (género)Triticum aestivum/durum 2 47 126 181 1062 2 380 6 5 5 15 215 30 146 13 6 14 2255 trigo desnudoTriticum aestivum/durum -frag. 1 11 5 27 134 1 78 2 2 35 5 75 1 1 378 trigo desnudo frag.Triticum aestivum tipo compactum 2 6 5 1 14 trigo compactoTriticum dicoccum 1 3 1 2 8 1 6 1 2 2 27 escanda menorTriticum monococcum 4 2 16 1 1 1 25 escaña

LLeegguummiinnoossaassLathyrus cicera 1 9 10 almorta de monteLeguminosa -frag. 10 1 44 2 57 leguminosa frag.Pisum sativum 7 41 48 guisantePisum sativum -frag. 2 16 18 guisante frag.Vicia faba 17 1 53 71 habaVicia faba -frag. 1 139 140 haba frag.Vicia ervilia 1 1 yero

PPllaannttaass tteexxttiilleessLinum usitatissimum L. 5 5 lino

PPllaannttaass rruuddeellaarreess yy mmaallaass hhiieerrbbaassAvena-frag. 5 5 avenaBromus sp.-frag. 1 1 2 bromoCariophilliaceas 1 1 cariofiláceaLithospermum arvense 1 1 1 3 mijo de solLithospermun termiflorum 14 14 litospermoLolium sp. 1 2 3 lolium géneroLolium perenne rigidum 4 4 raigrásMedicago sp. 13 13 medicagoMedicago sp. -frag. 4 4 medicagoPhalaris sp. 1 14 2 17 falaris géneroPhalaris sp. -frag. 1 1 falaris género frag.Umbellifera 1 1 umbelífera (familia)

FFrruuttooss ssiillvveessttrreess rreeccoolleeccttaaddoossOlea europaea -frag. 2 2 3 8 2 17 acebuchina frag.Quercus sp. -frag. 5 1 6 bellota frag.Vitis vinifera 2 1 3 vid silvestreFruto indeterminado -frag. 2 1 3 fruto indeterminadoIndeterminadas 1 5 1 1 1 9 indeterminadasDDeennssiiddaadd ddee rreessttooss ppoorr 1100 ll 2,8 1,5 267,1 730 20 1117,1 2,7 8885 75 416,3 36 10 88,5 150 76,6 1036,9 1803,3 3126 390 17,7 117,7 665,09NNúúmmeerroo ttoottaall ddee rreessttooss 1 20 187 146 4 1173 11 1777 15 4166 18 47 31 45 23 3370 533 6097 468 8 53 18157VVoollúúmmeenn ((eenn lliittrrooss)) 3,5 3 7 2 2 10,5 3 2 2 100,05 5 47 3,5 3 3 32,5 3 19,5 12 4,5 4,5 273

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reflejado en la escasa presencia de restos carpológi-cos (Tab. 4). Tan solo se han documentado dosindividuos de Triticum aestivum/durum y 6 indivi-duos identificados como Medicago sp., queprobablemente corresponden a especies silvestrespropias de zonas de pastizal.

FASE II: esta fase muestra una intensa reorganiza-ción espacial, con una sólida construcción de murosde mampostería transversales a las pendientesnaturales que establecen nuevas zonas de ocupa-ción, configurando un hábitat escalonado en terrazasartificiales, con la existencia de áreas de actividaddiferenciadas. El momento de abandono de esta faseestá caracterizado por un nivel de derrumbe y por unestrato de cenizas y cereal, depositado sobre los pro-pios derrumbes, que puede estar indicando un lugar

de almacenamiento elevado al este de la zona exca-vada, o una fase del procesado de los cereales, quepodían estar secándose sobre el propio tejado.

Se han documentado un total de 3298 restos (Tab. 4).Los datos obtenidos de las 6 muestras estudiadaspara esta fase, muestran un 99% de plantas cultiva-das, representando el 1% restante plantas silvestresy malas hierbas (Fig. 5).

El conjunto de plantas cultivadas está formadoexclusivamente por cereales (Fig. 5), tan sólo ha sidoidentificado un fragmento de haba. El 87% de losrestos de las plantas cultivadas corresponden a trigodesnudo, que además está presente en el 100% delas muestras estudiadas. El resto de cereales estánrepresentados en menor medida: la cebada desnuda

Fig. 5. Desglose de las plantas cultivadas documentadas en El Cerro del Alcázar de Baeza. Fases II y III.

CCeerreeaalleess

Hordeum vulgare L.

Hordeum vulgare var. nudum

Triticum aestivum/durum

Triticum aestivum/durum tipoCompactum

Triticum dicoccum

Triticum monococcum

CCeerreeaalleess

Hordeum vulgare L.

Hordeum vulgare var. nudum

Triticum aestivum/durum

Triticum aestivum/durum tipoCompactum

Triticum dicoccum

Triticum monococcum

LLeegguummiinnoossaass

Lathyrus cicera

Pisum sativum

Vicia faba

Vicia ervilia

FFAASSEE IIII

FFAASSEE IIIIII

2,0%83,0%

9,0%66,0%

87,0%100%

1,0%33,0%

66,0%

33,0%

38,0%92,3%

92,3%

76,9%

53,8%

38,4%

0,1%

15,3%

23%0,1%

1,0%

1,0%

0,3%

11,0%

49,0%

0,1%

0,3%

0,4%

0,4%

7,6%

7,6%

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aparece en bastante menos proporción (9% de losindividuos cultivados; frecuencia 66%), seguido de lacebada vestida (2% de individuos; frecuencia 83%).Se han podido documentar algunas especies detrigos vestidos como la escanda menor (0,4% indivi-duos; frecuencia 66%) y la escaña (0,4% individuos;frecuencia 33%). También encontramos algunosejemplares de trigo compacto que únicamenterepresenta el 1% de las plantas cultivadas.

El 1% de las plantas silvestres, lo forman algún frutorecolectado como el acebuche (Olea europea var.sylvestris) del que se han identificado 2 fragmentosde hueso. Además, encontramos algunos ejempla-res aislados de malas hierbas o plantas compañerasde los cultivos, como Phalaris sp. y Lolium sp.

FASE III

Tras el abandono de las estructuras descritas parala Fase II, se produce una nueva ocupación queimplica una nueva transformación de las estructurasde hábitat mediante la construcción de nuevas plata-formas escalonadas, donde se ubican las viviendasrectangulares con áreas funcionales diferenciadas,conectadas por pasillos. Bajo los suelos de lasviviendas, se localizaron diferentes sepulturas. Estafase sufre un abandono repentino, en ocasiones acausa de incendios como lo demuestran los nivelescarbonizados de algunas zonas. Esto ha permitido laconservación de numerosos restos de plantas, entreellos las leguminosas, que como hemos visto en lasfases anteriores de este asentamiento estaban pocorepresentadas. Las zonas muestreadas correspon-den a suelos de ocupación, niveles de derrumbe yenterramientos en cista. Esta fase coincide cronoló-gicamente con Las Eras del Alcázar de Úbeda.

Pertenecientes a este momento se han recuperadoun total de 7297 restos (Tab. 4), de los cuales el 99%pertenecen a plantas cultivadas. La mayor concen-tración de restos la encontramos en los suelos deocupación y niveles de derrumbe, especialmentecereales.

Se han recuperado 7240 individuos de plantas culti-vadas, representando los cereales el grupo más

numeroso (Fig. 5). El 49% de las plantas cultivadas loforman los ejemplares de cebada desnuda, que apa-rece en el 76% de las muestras. Le sigue enimportancia la cebada vestida, que aunque solorepresenta el 38% de los individuos, aparece en el92% de las muestras, mostrando la misma frecuen-cia que el trigo desnudo, aunque éste sólo componeel 11% de los individuos. Los trigos vestidos, laescaña y la escanda menor, están escasamenterepresentados (0,3% de individuos; frecuencia: 53%).Por último, el trigo compacto ocupa tan solo el 0,1%de las plantas cultivadas.

Si analizamos los resultados obtenidos para lasleguminosas, se puede apreciar que en general supresencia es escasa (Fig. 5). La especie más desta-cada como viene ocurriendo en todas las fasesanalizadas es el haba. Representa tan solo el 1% delas plantas cultivadas y está presente en el 23% delas muestras. El guisante muestra el mismo porcen-taje de individuos, si bien su frecuencia no es tan alta(solo un 15%). El resto de leguminosas lo formanLathyrus cicera (0,1% individuos; frecuencia 15%) yVicia ervilia (0,1% individuos; frecuencia 7,6%).

Es importante resaltar la presencia de lino (Linumusitatissimum) en esta fase, sin que haya sido docu-mentado en ninguna otra en este asentamiento. Sehan recuperado tan solo 5 individuos en contextos dederrumbe (Tab. 4).

Entre las plantas silvestres aparecen algunos frutosrecolectados como acebuchinas (Olea europea var.sylvestris), uvas (Vitis vinífera var. sylvestris) ybellotas (Quercus sp.). De acebuchinas, se han recu-perado 15 fragmentos, la mayoría de los cuales seencontraban dentro de una de las cistas (T-36) y enel interior de un Pithos (T-26)4. Dentro de la cista T-36, también encontramos dos individuos de uvasilvestre y un fragmento de bellota. Otro individuomás de uva ha sido localizado en uno de los suelosde ocupación, mientras que la mayoría de las bello-tas han sido documentadas en los derrumbes (5fragmentos).

El resto de plantas silvestres, lo componen semillasprocedentes de malas hierbas de los cultivos, comoson Lolium, Phalaris y Lithospermum termiflorum.

4 PÉREZ BAREAS, C. y LIZCANO PRESTEL, R.: Intervención Arqueológica en el Cerro del Alcázar de Baeza (Jaén). Memoria 2003, Informeinédito.

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AGRICULTURA DEL III Y II MILENIO ANE EN LA COMARCA DE LA LOMA (JAÉN): LOS DATOS CARPOLÓGICOS...

De esta última se han identificado 15 individuos en elinterior de una de las cistas (T-29).

FASE IV

Se trata de la última ocupación prehistórica y la quemás afectada se ha visto por las construccionesromanas, medievales y modernas. Esto ha hecho queno se hayan podido establecer la funcionalidad dealgunas de las estructuras excavadas, aunque sepuede apreciar un cambio en los patrones de hábitat.Así, las viviendas de planta rectangular de la fase III,van a ser sustituidas por cabañas de planta circular,en ocasiones conectadas con pequeños zócalos demampostería exteriores a modo de pasarelas5.

Perteneciente a esta fase se ha estudiado una únicamuestra que contenía tan solo 53 restos, la mayoríade los mismos corresponden a fragmentos decereal y dos fragmentos de leguminosas que no sehan podido determinar. Entre los individuos com-pletos documentados se encuentran 14 ejemplaresde Triticum aestivum/durum, 4 fragmentos deHordeum vulgare y un individuo de Hordeum vulga-re var. nudum (Tab. 4).

La escasez de muestras para las fases I y IV, juntocon la poca presencia de individuos completos en lasmismas, no ha permitido la obtención de datos con-cluyentes para estas fases. Sin embargo, al analizaren conjunto las fases II y III del yacimiento (Fig. 5), lomás destacado que se puede observar en El Cerro delAlcázar de Baeza es el aumento de la cebada vestidahacia la Fase II con respecto a la cebada desnuda.También aumenta la frecuencia de aparición del trigodesnudo, mientras que el trigo compacto es algo pun-tual. La presencia de los trigos vestidos es escasa,apareciendo individuos sueltos en muestras que con-tienen grandes cantidades de cereal, con lo que supresencia puede deberse a contaminaciones, actuan-do como adventicias. Encontramos una ausencia casitotal de leguminosas en las dos primeras fases, docu-mentándose solamente algún fragmento de haba. Apartir de la fase III, aparecen algunas especies más deleguminosas, manteniéndose el haba como la másimportante, seguida del guisante, el guijo o almortade monte y el yero. También a partir de esta fase es

cuando comienzan a aparecer la mayoría de los frutosrecolectados (Fig. 9).

AGRICULTURA Y RECOLECCIÓN EN LA

COMARCA DE LA LOMA

La agricultura de la Edad del Cobre en la comarca deLa Loma muestra un cultivo de secano donde lacebada desnuda y el trigo desnudo son los cerealesmás importantes desde el Neolítico Final/CobreAntiguo. Además de éstos, el trigo compacto va atener una presencia significativa, especialmentedurante la segunda mitad del III milenio. Este trigose cultivaría probablemente mezclado con el trigodesnudo, ya que aparece junto a él de forma siste-mática en todas las muestras. Los trigos vestidos, laescanda menor y la escaña, que en general no tienenuna representación cuantitativa muy alta, sí que apa-recen de manera frecuente en las muestras concereal. Seguramente serían contaminaciones que seproducirían en los campos de cultivo, ya que el proce-sado de los cereales vestidos y desnudos es diferente,por lo que no suele haber mezcla. Sin embargo,durante el periodo Cobre Reciente-campaniforme, laescaña parece ser cultivada con una intención especí-fica, ya que ha sido documentado un conjunto deescaña mezclado con leguminosas, la mayoría muyfragmentadas, dentro de un contenedor. Esto sugierela preparación de una mezcla destinada al consumoanimal, por ejemplo cabras y ovejas, que podríannecesitar de un aporte especial de nutrientes ademásde los pastos, en ciertos momentos de su ciclo vital,como parto, lactancia, etc.

Además de las zonas de secano, existirían zonas dehuerta, donde serían cultivadas las leguminosas. Elhaba, es la leguminosa más importante durante laEdad del Cobre en la comarca de La Loma, alcanzan-do durante la segunda mitad del III milenio valorestan altos como la cebada desnuda. En estas zonas dehuerta, también se cultivarían otras leguminosascomo el guisante, que aumenta su presencia a lolargo de la etapa calcolítica. Por el contrario, el yeroy algunas especies de Lathyrus, aparecen de formapuntual mostrando una diferencia abismal en cuantoa frecuencia e individuos con respecto al haba y alguisante en menor medida. Quizá esta baja frecuen-

5 PÉREZ BAREAS, C. y LIZCANO PRESTEL, R.: Intervención Arqueológica en el Cerro del Alcázar de Baeza (Jaén). Memoria 2003, Informeinédito.

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cia se deba a su cultivo para destinarlo a alimentopara el ganado, uso que mantendría este tipo deespecies alejadas del fuego y por lo tanto no se con-servarían. Aunque los restos recogidos en loscontextos estudiados muestran claras zonas dealmacenaje que han sufrido un incendio, estas legu-minosas quizá no serían almacenadas, ya que enocasiones se podrían utilizar como abono verde,

fijando nitrógeno al suelo al mismo tiempo que ser-virían de pasto para el ganado. Las semillas podríanhaber llegado al asentamiento, provenientes delestiércol utilizado como combustible.

La distribución espacial de los restos y la alta con-centración de éstos en los niveles erosivos dederrumbe, nos lleva a pensar en la existencia de

Fig. 9. Dibujos de las semillas de algunas especies cultivadas documentadas en El Cerro del Alcázar de Baeza.

Hordeum vulgare var. nudum Triticum aestivum/durum

Hordeum vulgare

Vicia faba

Vitis vinifera var. sylvestris Quercus sp.

Pisum sativum Lathyrus sativum

Triticum aestivum/durum tipo compactum

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estructuras de madera a modo de altillos y peque-ños espacios elevados en el interior donde sealmacenaban los cereales y las leguminosas. Estasestructuras habrían sido destruidas por la acción delfuego, cayendo directamente sobre los suelos deocupación. El grano y las leguminosas, tambiénpodrían almacenarse en contenedores o cestos quecolgarían del techo.

Junto al cultivo de cereales y leguminosas, estascomunidades utilizarían otros recursos silvestresdisponibles como frutos y tubérculos que seríanrecolectados en las inmediaciones del asentamientoy que podrían ser almacenados, como lo demuestrael hallazgo de un bulbo del género Allium documen-tado dentro de un contenedor en Las Eras (Lám. 1).

El resto de plantas silvestres documentadas, no sonmuy abundantes y responden en su mayoría a plan-tas adventicias propias de los cultivos de cereal yalgunas especies de pastizal.

Un hecho destacable durante el III y II milenios ANEes el cambio que se produce en las condicionesambientales y que indican una desaparición paulati-na de taxones arbóreos y de la cobertura vegetal(Rodriguez-Ariza, 1992, 2000). Los datos antracoló-gicos indican esta apertura del bosque desde la Edaddel Cobre y una pérdida de la diversidad florísticacon una tendencia a la aridificación durante la Edaddel Bronce. Así, el bosque representado básicamen-te por el encinar, disminuiría a medida que se abrennuevos campos de cultivos mediante la roturación, al

mismo tiempo que disminuye de forma importante laripisilva, posiblemente por la utilización de las tie-rras de vega como zonas de cultivo o por ladisminución del cauce de los ríos (Rodríguez-Ariza,2011). Este aumento de la aridez influye directamen-te en el desarrollo de la agricultura de esta zona,especialmente en las especies que necesitan unaporte hídrico mayor, como son las leguminosas.

Durante la Edad del Bronce, el haba sigue siendo laleguminosa más importante en la zona. En Las Erasdel Alcázar, los valores de habas disminuyen sensi-blemente a partir de la Edad del Bronce, aunquesiguen siendo altos, casi un 82% (Fig. 6). Sin embar-go, en El Cerro del Alcázar, no se documentanleguminosas hasta la Fase III y están bastantemenos representadas, tanto cuantitativa como cuali-tativamente. Esta viene siendo la tónica general enlos asentamientos andaluces, donde encontramossitios en que las habas son casi inexistentes como enPeñalosa (Peña-Chocarro, 1999) y otros donde seobserva una cierta importancia de las mismas, sobretodo durante la época Calcolítica como LasPilas/Huerta y Los Castillejos (Rovira i Buendía,2007). Al no disponer de datos para la época calcolí-tica en El Cerro del Alcázar, no podemos saber si elcultivo intensivo del haba está generalizado o es unamuestra de la heterogeneidad de esta zona quepodría radicar en la aplicación de técnicas agrícolasespecíficas y localizadas, como la irrigación.

La alta presencia de habas en Las Eras del Alcázarha permitido realizar comparaciones entre el índice

Fig. 6. Diagrama de taxones documentados en los yacimientos estudiados.

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de longitud/anchura (L/a) en los diferentes periodos.Al situar en un gráfico (Figs. 7 y 8) los índices obteni-dos, podemos observar como en general, durante elCobre Antiguo-Pleno, estos índices son más altos,indicando un mayor tamaño de los individuos dehaba. Hacia la segunda mitad del III milenio se pro-duce un descenso de esos índices, indicando laexistencia de habas más pequeñas que vuelven aaumentar su tamaño a partir de la Edad del Bronce.El incremento relativo de estos índices en las habasde la Edad el Bronce en contraposición con el cambioa un medio más árido, sugieren la irrigación de lasmismas, que se produciría en pequeños huertos,situados cerca de los cursos de agua.

Estudios realizados sobre isótopos estables aplica-dos a especies cultivadas de cereales y leguminosasprocedentes de Los Castillejos de Las Peñas de losGitanos (Montefrío, Granada) entre el 4000-2500 calANE (Neolítico Antiguo hasta Cobre Final) (Aguileraet al., 2008), junto con otros realizados anteriormen-te en diferentes sitios del Sureste para la Edad delCobre y Bronce (Araus Ortega et al., 1997), sostienenla posibilidad de irrigación de las leguminosas, con-cretamente habas, incluso cuando los cereales soncultivados en secano, y es que las leguminosas alaparecer normalmente con una frecuencia más bajaque los cereales en el registro arqueológico indicanuna menor superficie en el terreno y por lo tanto unamayor facilidad para su irrigación.

Después del haba, el guisante es la leguminosa másimportante. Aunque sus frecuencias no son tanaltas, se puede ver un crecimiento durante el perio-do calcolítico, obteniendo su máxima representaciónen los contextos de la Edad del Bronce de Las Erasdel Alcázar, aunque está poco presente durante elmismo periodo en El Cerro del Alcázar. Es probableque junto a las habas otros cultivos fueran irrigados,como el guisante (Fig. 9) u otro tipo de cultivos comoel lino, que necesita un aporte hídrico aún mayor.

Uno de los procesos más significativo que se produ-cen en la agricultura de la Edad del Bronce, es lasustitución gradual de la cebada desnuda por lacebada vestida. En Las Eras del Alcázar se puedeobservar una disminución de la frecuencia de lacebada desnuda, en el mismo momento que comien-zan a aparecer ejemplares de cebada vestida (Fig. 6).Este dato es más significativo aún en El Cerro delAlcázar, donde la cebada vestida cobra cada vez unmayor protagonismo alcanzando valores similares alos del trigo desnudo (sin llegar nunca a superarlo),al mismo tiempo que la cebada desnuda va disminu-yendo de forma gradual. Esta apuesta por la cebadavestida, está más que justificada, ya que este tipo decebada se adapta mejor a todo tipo de suelos y resis-te bien los suelos pobres y la sequedad. Además,estaría mejor protegida contra las plagas y hongos,por lo que su almacenamiento sería más fácil, tantopara el alimento humano y del ganado, como paraguardar semillas para la siembra de la próximacosecha. En concreto podría relacionarse con el ali-mento de los équidos que comienzan a mostrar unaumento en esta zona a finales de la Edad del Cobre(Driesch, 1972; Riquelme Cantal, 2009). Estos datosconcuerdan con el modelo propuesto por Ramón

Fig. 8. Gráfico de las medias de los índices de L/a tomados en ejem-plares de Vicia faba documentados en Las Eras del Alcázar de Úbeda.

Fig. 7. Gráfico de los índices de L/a tomados en ejemplares de Viciafaba documentados en Las Eras del Alcázar de Úbeda.

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Buxó (1997), donde se establece un aumento de lacebada vestida a partir de la Edad del Bronce que irásuplantando paulatinamente a la cebada desnudahasta que ésta llega a desaparecer.

Por su parte, la presencia de trigo desnudo se inten-sifica, siendo el cereal más importante durante esteperiodo tanto en Las Eras del Alcázar como en ElCerro del Alcázar. El trigo compacto tan presentedurante el Calcolítico, va disminuyendo su importan-cia durante la Edad del Bronce, siendo su presenciaen El Cerro del Alcázar escasa. Las condiciones cli-máticas podrían haber influido en este hecho y esque una mayor humedad en el medio durante el cal-colítico, podría haber hecho que el grano se hincharaen el campo, dando lugar a estas formas compactasque en un medio más árido como el que existe en laEdad del Bronce, tenderían a desaparecer. Por otrolado, el trigo compacto tiene menos propiedadesnutritivas que el trigo desnudo, lo que sería un factora tener en cuenta por las comunidades del pasado.

El lino se añade al grupo de plantas cultivadasdurante el Cobre-Bronce. Parece ser que su cultivose inicia a partir del 2500 cal ANE (Van Zeist, 1980;Alonso Martínez y Buxó i Capdevila, 1995). En lacomarca de La Loma, encontramos lino a partir de laEdad del Bronce, tanto en Las Eras del Alcázar,como en El Cerro del Alcázar de Baeza. Dentro de laprovincia de Jaén, encontramos lino en la macro-aldea calcolítica de Marroquíes Bajos (Jaén)6.También en la Edad del Bronce el lino cultivado estábien documentado en Andalucía, en asentamientoscomo Peñalosa (Jaén) (Peña-Chocarro, 2000) yCastellón Alto (Rovira i Buendía, 2007), pudiendo serutilizado tanto por sus fibras para la elaboración detejidos, como por el alto contenido en aceite de sussemillas.

Un papel fundamental en la economía de estassociedades lo jugarían los frutos silvestres recolec-tados que, en este estudio, solo han sidoidentificados desde la Edad del Bronce en El Cerrodel Alcázar (Fig. 9). Éstos están constituidos porbellotas, acebuchinas y uvas silvestres, la mayoríarecuperados en contextos funerarios. Aunque exis-ten otros paralelismos de frutos encontrados en este

tipo de contextos, como en Castellón Alto(Rodríguez-Ariza et al., 1996; Rovira i Buendía,2007), Cuesta del Negro (Purullena, Granada) (Buxó iCapdevilla, 1997: 291); o La Traviesa, (Almadén de laPlata, Sevilla) (García Sanjuán, 1998: 101-190), ladisposición en este caso de las tumbas bajo laszonas de habitación, hacen pensar en la posibilidadde que existan filtraciones procedentes de los estra-tos superiores. Lo que no cabe duda, es que ademásde su posible función ritual, estos frutos completaríanla dieta formada por cereales y leguminosas, apor-tando azúcares, grasas e hidratos de carbono. Almismo tiempo y en el caso de la vid, su presencia enel yacimiento demuestra la existencia de zonashúmedas a pesar de la reducción de la ripisilva por laaridez que se comentaba anteriormente.

Entre las plantas silvestres recolectadas se hanpodido documentar algunos fragmentos de bulbo delgénero Allium. Este género aparece en todas lasfases, siendo más importante durante la Edad delBronce, lo que nos permite hacernos una idea de locompleta que es la dieta para estas comunidades, yaque no hay que olvidar las numerosas propiedadesnutritivas y medicinales de este género al que perte-necen los ajos, las cebollas y los ajos porro (FontQuer, 2009). Los restos de Allium sp. no son muy fre-cuentes en la Península Ibérica, tan solo han sidoidentificado un ejemplar de la Edad del Bronce enCabezo Redondo (Alicante) (Rivera Núñez et al., 1988).

Las plantas silvestres en los dos periodos en generalson escasas, lo más notable han sido los ejemplarespertenecientes a las especies Lolium y Phalaris.Este tipo de plantas suelen ser compañeras de loscultivos actuando como adventicias. Esta ausenciade malas hierbas puede deberse a un almacena-miento del grano limpio, que podría ser posible en elcaso de El Cerro del Alcázar de Baeza, donde elmuestreo fue sistemático, sin embargo, la recogidapuntual llevada a cabo en Las Eras no nos permitehacer tal afirmación. Por otro lado aparecen algunasespecies propias de pastizal, como Medicago sp.,concordando con los análisis de polen realizados(Fuentes Molina et al., 2007) que nos hablan de unacierta deforestación y una ampliación de la zona depastizal y, por lo tanto, un mayor protagonismo de la

6 MONTES MOYA, E. M. (2004): Las prácticas agrícolas a través del estudio de semillas y frutos en la Parcela C del poblado calcolítico deMarroquíes Bajos (Jaén), Informe inédito.

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EVA MONTES MOYA

ganadería, donde los ovicápridos en primer lugar,junto con el cerdo y la vaca van a ser las especiesmás significativas7.

Los resultados de este estudio demuestran que laagricultura del III y II milenios en la comarca de LaLoma, constaba de una diversidad importante encuanto a especies, al mismo tiempo que presentabaheterogeneidad entre los asentamientos, que eneste caso distan entre sí tan solo 11 km. Los datosobtenidos han permitido establecer las primerasconclusiones sobre esta zona. Sin embargo, a partirde aquí se plantean nuevas cuestiones, por ejemplo,si existiría una especialización en el cultivo de deter-minadas especies en algunos sitios, como ocurrecon la escaña o el trigo compacto durante la Edaddel Cobre en Las Eras del Alcázar, o la cebada vesti-da, mucho más importante en El Cerro del Alcázardurante la Edad del Bronce que en Las Eras delAlcázar. También cabe preguntarse si esta posibleespecialización conllevaría un intercambio de espe-cies entre comunidades, e incluso si hay algunas quecontrolan los recursos hídricos y las técnicas de irri-gación y otras no, como ocurre con el haba, cuyapresencia es muy diferente en los dos yacimientos.Solamente con la continuidad de un muestreo siste-mático en las intervenciones arqueológicas y eldesarrollo de nuevos estudios, podremos hallar res-puestas a estas preguntas

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AGRICULTURA DEL III Y II MILENIO ANE EN LA COMARCA DE LA LOMA (JAÉN): LOS DATOS CARPOLÓGICOS...

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INTRODUCTION

The systematic application of archaeobotanical disciplines inAndalusia (Spain) is a rather recent development comparedwith other areas of the Iberian Peninsula, such as north-eastern or central-eastern Spain. Since the 1990s, systematicarchaeobotanical studies have begun to expand knowledge ofplants that cohabitated with humans in the southern part ofthe peninsula. Archaeobotanical studies conducted up to nowfor the Copper and Bronze Ages in Andalusia pertain to twowell-differentiated areas: on the one hand, the mouth of theAndarax river and the Vera Depression (Buxó i Capdevilla,1999; Rovira i Buendía, 2000, 2007); on the other the altiplanosof the interior of the area of Granada (Buxó i Capdevilla, 1993,1997; Rovira i Buendía, 2007).

The present work on the agriculture of the 3rd and 2nd

millennia cal BC in the district of La Loma (province of Jaén)seeks to overcome this lack of data on plant remains in otherareas of Andalusia, as for example the Upper Guadalquivir,which has been studied only at the Copper Age village ofMarroquíes Bajos1 and the Bronze Age village of Peñalosa(Peña-Chocarro, 2000).

THE SITES STUDIED

The district of La Loma in the province of Jaén, withsomewhat high relief over the Guadalquivir valley, is situatedequidistant from the mountain systems of the Sierra Morenato the north, Sierra Mágina to the south, and Sierras deCazorla and Segura to the east, while the west lies open tooceanic influence. This elevation is bordered in turn by theGuadalimar river to the north and the Guadalquivir to thesouth. The landscape is an undulating succession of low hillsworked in Tertiary sediments (Fig. 1).

The surroundings of the cities of Úbeda and Baeza belong tothe lower mesomediterranean bioclimatic belt with a Ti(thermicity index) of 333 and a dry ombroclimate (P 350-600[P=precipitations]; Rivas Martínez, 1988). The dominantvegetation series is the Holm Oak (Quercus rotundifolia):Paeonio coriaceae-Querceto rotundifoliae S., in itsthermophilous faciation with Pistacia lentiscus (RivasMartínez, 1988; Valle Tendero, 2004).

The archaeological site of Las Eras del Alcázar is located inthe southern part of the city centre of Úbeda, on a spursurrounded by rocky outcrops, slopes and fortified structuresthat, since prehistoric times, have made it a suitabledefensive zone. The extent of the settlement is difficult topinpoint due to the scant excavations made in the area.However, evidence of prehistoric levels from the 2nd

millennium cal BC found in urgent archaeological work inother zones of the city centre of Úbeda suggest a surfacearea of more than 6 Ha (Hornos Mata et al., 1985). With theaim of situating the Las Eras del Alcázar chronologically, 3414C datings were made. The results indicated anuninterrupted sequence from the second quarter of the 4th

millennium cal BC to the first quarter of the secondmillennium BC (Lizcano Prestel et al., 2009). The levels offire have preserved legume species and other plant remainssuch as bulbs, which are not usually found because theirconsumption is normally not associated with activities thatrequire the presence of fire.

At only 11 km lies Cerro del Alcázar, situated within the citycentre of Baeza. This forms a spur on the southern end ofthe city, surrounded by steep natural slopes that make thesite a strategic enclave for the control of the Guadalquivirvalley. The radiocarbon datations at this site correspond to 8organic samples, 5 by conventional 14C and three by AMS.The results reveal occupation from the middle of the 3rd

AGRICULTURE OF THE 3RD AND 2ND MILLENNIA BC IN THE DISTRICT OF LOMA(JAÉN): DATA FOR PLANT REMAINS OF THE ERAS DEL ALCÁZAR (ÚBEDA)AND CERRO DEL ALCÁZAR (BAEZA)

Abstract

In this work, the results are presented for the analyses of plant remains corresponding to two archaeologicalsettlements located in the district of La Loma, Jaén (Spain): Las Eras del Alcázar (Úbeda) and Cerro del Alcázar(Baeza). Both sites present a broad stratigraphic sequence of radiocarbon datings that indicate the agriculturalpractices during the 3rd and 2nd millennium cal BC. These practices show cereal cultivation, especially naked barleyand free-threshing wheat as well as certain legumes such as broad bean. Since the Bronze Age, hulled barely alsobegan to form part of the documented group of cereals while other cultivated plants such as flax appear in therecord. The rest of the species include gathered wild fruits, such as wild olive, acorn, and grapes, as well as someweed species.

Keywords: Carpology, Agriculture, Cereals, Legumes, Guadalquivir Valley, Copper Age, Bronze Age.

Eva Mª Montes Moya1

1 Centro Andaluz de Arqueología Ibérica. Universidad de Jaén. [ [email protected] ]

Received: 30/05/2011; Accepted: 05/07/2011

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millennium BC until the present, althoughthere are levels of abandonment thatmark a hiatus corresponding to the 1st

millennium BC. Thus, these data togetherwith those gathered by excavation haveenabled the determination of 4 broadphases of occupation, which span from2000-1500 cal BC, established accordingto the construction patterns of thedwellings2. Hus, by pooling the data fromthe two settlements, and taking intoaccount the scheme of period divisionsproposed by the heads of botharchaeological studies, we can definethree periods: the first, corresponding tothe Late Neolithic to the Early/MiddleCopper Age ( c. 3500-2500 cal BC); thesecond, situated in the Recent-BeakerCopper Age (c. 2200-2000 cal BC), bothdocumented in Las Eras del Alcázar(Úbeda); and the third belonging to theBronze Age (c. 2000-1500 cal BC), whenthe settlements were contemporary(Lizcano Prestel et al, 2009).

METHODOLOGY

Plant samples for the bio-archaeologicalanalysis in Andalusia were collected late,so that some of the archaeologicalsampling was undertaken only at certainpoints or did not take into account theentire volume of sediment processed. Thisoccurred at Las Eras del Alcázar, wheresamples were collected only at certainpoints. Although the absence ofsystematic sampling did not enableconclusions concerning the presence ofremains for every 10 litres, as is usual inthese types of studies, it was possible toanalyse the data according to thepresence/absence of taxa in the samples.Therefore, although we considered thenumber of specimens documented, themain results were found through thefrequency of appearance of each of thespecies in the samples studied, whichtotalled 52.

Frequency was determined using thepresence or absence variables in such away as to calculate the times that a taxonwas found at the site. This is a goodsystem of quantifying and interpreting thedata, so long as the sample is taken as abasic unit of analysis, offering theadvantage of enabling us to analyse theimportance of each taxon separately(Popper, 1988).

At Cerro del Alcázar, the sampling wassystematic, taking a constant volume ofsediment (3-5 litres), which was increasedwhere needed. Thus, a total of 309 litreswere floated, these being divided into 58samples, of which 273 litres proved

positive for plant remains, theconcentration being high. In this work, thegraphs made for each group of plants(cereals, legumes, fruits, etc.) express thefrequencies of each taxon in percentages,together with the general percentageswithin each group of samples.

DATA ON PLANT REMAINS

FROM THE LATE NEOLITHIC TO

THE EARLY-MIDDLE COPPER

AGE (C. 3500-2500 CAL BC)

The structures studied at Las Eras delAlcázar from this period reveal a spatialorganization of rooms excavated in therock, reinforced by stone plinths overlaidby vegetal structures faced in yellow-claymortar. These have been identifiedthrough traces of reeds and fallenbranches over burnt layers arrayed overthe occupied layers (Lizcano Prestel et al.,2009). These levels of fire are formedpractically by plant remains,fundamentally cereals and legumes,which suggest that they comprised part ofhigh storage structures destroyed by fire,falling directly over the floors of the huts.In addition, we found other storagesystems in whitewashed pits of differentsizes and in ceramic vessels.

For this period, a total of 6,624 remainshave been documented corresponding todifferent contexts, such as erosive levels,bases of structures, occupational levels,pottery, etc. (Tab. 1). The immensemajority come from cultivated plants, ofwhich 94.3% were cereals and 5.6% werelegumes (Fig. 2a). A breakdown of thesegroups of cultivated plants (Fig. 2b)indicates that among the cereals, nakedbarley (Hordeum vulgare nudum) was themost important species, representingroughly half of the cultivated-plantremains for this period (46.5%). The nexttaxon in importance was free-threshingwheat (Triticum aestivum/durum), with asimilar value (40.8%).

Under the name of Triticumaestivum/durum of the compactum type,we grouped individuals of Triticumaestivum/durum, which show a short,wide grain with rounded shapes (Jacomet,2006). This represented 5.7% of thecultivated plants. Also, a species of hulledwheat was documented, emmer wheat(Triticum dicoccum), which constituted0.4% of the samples.

Researchers have long sought to establishcertain criteria to differentiate Triticumaestivum/durum from Triticumaestivum/durum compactum, considering

them to belong to different species(Rothmaler, 1955; Van Zeis, 1968).However, this approach has becomeoutdated, as currently the reasoning isthat different forms of grain may berelated to the conditions under which theyburned and the ecological parametersunder which they had been cultivated(Hillman et al., 1996), and differentvarieties within the same species may bepresent. On the other hand, there isconsiderable variation in the size andshape of free-threshing wheat grains,depending on the number of grains perspike and the position of the grains on thespike (Maier, 1996). According to the lattertaxonomical conventions, the individualsof free-threshing wheat that have short,rounded shapes are Triticum aestivumL./durum Desf. compactum Host. type(Buxó i Capdevilla, 1997; Jacomet, 2006).In relation to legumes, three taxa weredocumented for this phase: the broadbean (Vicia faba L.), representing 6.4% ofthe cultivated plants and bitter vetch (Viciaervilia) and pea (Pisum sativum), togetherconstituting 0.1%.

In terms of the frequency of appearance ofthese cultivated species, in the 23samples studied for this period, fourspecies recurred in almost all thesamples (Fig. 2b): free-threshing wheats(Triticum aestivum-durum) wasdocumented in 73.9% of the samples,naked barley (Hordeum vulgare var.nudum) in 69.9%, and compact wheat(Triticum aestivum/durum compactumtype) in 43.4%, and broad bean (Viciafaba) in 47.8%. This high frequency ofbroad bean in the samples is somewhatunusual as legumes are usuallypreserved in lower numbers due to theirconsumption on many occasions far fromthe fire. In this case, different levels offire were documented during theoccupation of the settlement, these beingthe main reasons for so many broadbeans being found.

Finally, a fragment of a bulb of 2.5 cm indiameter was identified. These types ofremains are not usually preservedbecause soft parts are normallycompletely destroyed by the burning. Theidentification was possible by SEM(scanning electron microscope)examination, which revealed vesicularcavities that form from the expansion ofwater vapour during the carbonizationprocess and that separate theparenchymal tissue into bands,suggesting that the object was a bulb(Plate 1). The structure was similar to thatof burnt garlic, onion, or leek and thuswas identified cf. Allium3.

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The contexts where the remains werefound revealed three well-differentiatedtypes (Tab. 1). First, the erosive levels overthe occupied levels concentrated most ofthe remains, especially cereals andlegumes. Second, pits and otherstructures provided samples of cerealsand rarely legumes. Third, two potteryvessels were found to contain samplesthat included the fragment of the bulb anda number of cereals. This distribution ofremains indicates the presence ofdifferent forms of storage, such as highstructures, manufactured with perishablematerials such as branches, reeds,containers, and structures that would befound throughout the dwelling.

AGRARIAN SOCIETIES: RECENT-

BEAKER COPPER AGE (C. 2200-

2000 CAL BC)

The second period, documented in LasEras de Alcázar, shows a change in thedistribution of the living areas, which,though conserving the circular plan, nowappear free-standing, with plinths of stoneand walls of rammed earth and adobe.The size of the dwellings increased andbegan to give rise to divided spaces,generating storage areas, work zones, etc.(Lizcano Prestel et al., 2009).

The 18 samples studied for this phasecorrespond to the occupied floors,collapsed and eroded levels, a hearth, anda type of fosse or basin faced in clay (Tab.2). Belonging to this period, a total of12,058 remains were found, includingcereals, legumes, and wild and gatheredplants (Fig. 3a). The general breakdownfor cultivated plants indicated somevariation with respect to the foregoingperiod (Fig. 3b).

Within the group of cereals, free-threshingtypes predominated over hulled: free-threshing wheat was the most numerousspecies, representing 44.4% of cultivatedspecies. This was followed by nakedbarley, accounting for 33.3% of the total.Notably, Triticum aestivum/durum of thecompactum type was found, representing4.5% of the samples. On the other hand,the number of hulled wheat such asemmer (Triticum dicoccum) appearedtogether with other new species, such aseinkorn wheat (Triticum monococcum), ofwhich two groups were identified inassociation with containers and occupiedfloors.

Among the legumes, broad beans werefound as well as pea (Pisum sativum) andgrass pea (Lathyrus cicera). The numberof broad beans augmented considerably

with respect to the previous period, beingthe third most cultivated species (12.3%).The pea represented 1% of the cultivatedplants and although it did not prove asabundant as the broad bean, its presencewas significant. Finally, one Lathyrusspecimen not definitively identified wasgrouped under Lathyrus sativus.

Regarding the appearance frequency ofthe species in 18 samples (Fig. 3b), therewere 4 taxa that were consistentlyrepeated, as occurred in the precedingphase. On the one hand, there was nakedbarley and free-threshing wheat, whichappeared in 94.4% of the samples studied.This was followed in importance by thebroad bean, with a frequency of 88.8%.Finally, there was a notable presence ofpossible compact forms of wheat in 72.2%of the samples.

Also, in this phase appeared a fragment ofcf. Allium, which had been gathered. Thepresence of wild plants for this periodcontinued to be very scarce (0.04%). Onlyone individual of malva (Malva sp.) wasfound, this species usually being found inareas affected by anthropic action, anddifferent examples of weeds thataccompany cereal crops appeared, suchas birdseed (Phalaris sp.) and ryegrass(Lolium sp.). These species could havebeen stored with the grain after harvest,since winnowing and sifting does notalways manage to separate them. Thespecial circumstances underlying thecollection of samples did not enable us todetermine whether weeds were absentbecause of the cleaning of the grainbefore storage or because of the samplingmethod.

AGRICULTURAL

INTENSIFICATION: BRONZE AGE

(C. 2000-1500 CAL BC)

Corresponding to this period in Las Erasdel Alcázar, a total of 4,656 remains weredocumented (Tab. 3), of which more than99% corresponded to cultivated plants(Fig. 4a). Cereals represented almost 70%and legumes 30% of the samples.

Among cultivated plants, it bearshighlighting the greater diversity ofspecies than in previous periods (Fig. 4b).In the case of cereals, free-threshingwheat represented 49% of the cultivatedplants, with a frequency of appearance of100%. Naked barley in this case registereda lower number of specimens (9.2%) thanin earlier periods, although it was presentin more than half of the samples studied(frequency 54%). In some of thesespecimens the germ had begun to develop

(Plate 1). The different lengths of the germin the grains studied indicate that theywere still in the process of germination,probably due to the bad storageconditions, i.e. excess moisture (MontesMoya, 2010). The decline in the presenceof naked barley was due in part to theappearance of hulled barley (9.2% of theindividuals; 27.2% frequency). As in thepreceding periods, the presence ofcompact forms of wheat was important(4.5% of the individuals; 36.3% frequency).The group of cereals is completed byhulled wheat, emmer (Triticum dicoccum)and einkorn wheat (T. monococcum).Emmer registered relatively low values ofindividuals (3.7%) but with notablefrequency (45%), being comparable to thatof naked barley. Einkorn registered lowvalues (0.2% of the individuals; 18%frequency), with only some single grainsappearing, in contrast with the precedingperiod, where some groups of seeds werefound.

The presence of legumes (Fig. 4a) wasalso considerable. The broad bean was thelegume that most appeared (28.8%individuals; 81.8% frequency), followed bypea (2.7% of the individuals; 36.3%frequency). These two taxa again proved tobe the most representative legumes.Specimens of grass pea were alsorecorded (0.1% of the individuals; 36.3%frequency) as were Lathyrus sativus/cicera,(0.15% of the individuals; 9.1% frequency).The high frequency of broad bean alsodeserves special attention, this being thesecond most important cultivated species,even surpassing hulled and naked barley(Fig. 4b).

For the first time at this site, among thecultivated plants appeared 3 specimens offlax (Linum usitatissimum L.) in contextsof erosive deposits over the occupiedfloors. In this phase, the genus cf. Alliumwas also identified through threefragments and a complete bulbdocumented in erosive contexts.

The wild plants included rare individualsof Lolium, Phalaris, Medicago, and Malva,which were found with crop weeds andruderal plants.

At Cerro del Alcázar, four phases weredefined from the Bronze Age, from c. 2000to 1500 cal BC.

PPhhaassee II: this corresponds to the earlyperiod of prehistoric occupation,characterized by habitational structureswith a stone plinth floor and walls oframmed earth faced in mud. The floorswere formed by different layers ofcompacted yellow clay. The scant remains

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of pottery and fauna indicate periodiccleaning of the living floors, humanoccupation being clearly reflected in therare presence of plant remains (Tab. 4).Only two individuals of Triticumaestivum/durum were documented, and 6individuals identified as Medicago sp.,which probably correspond to wild speciestypical of grazing areas.

PPhhaassee IIII: this phase witnesses an intensespatial reorganization, with a solidconstruction of outer walls of rubble builttransversal to the natural slopes toestablish new living areas, arrangingdwellings on a stepped pattern onartificial terraces, with the existence ofareas of differentiated activities. The timeof abandonment of this phase shows alevel of collapse and a level of ash andcereal, deposited over the rubble itself,which may indicate a high storage placeover the excavated area, or a processingphase of the cereals, which could havebeen drying on the roof itself.

A total of 3,298 remains were recorded(Tab. 4). The data compiled from the 6samples studied for this phase indicated that99% of the plants were cultivated as opposedto 1% weeds and wild plants (Fig. 5).

The group of cultivated plants wascomposed exclusively of cereals (Fig. 5),with only one broad bean fragmentidentified. Some 87% of the remains ofcultivated plants were free-threshingwheat, which furthermore was present in100% of the samples studied. The rest ofthe cereals were represented to a lesserdegree: naked barley appeared at a lowerproportion (9% of the individuals;frequency 66%), followed by hulled barley(2% of the individuals; 83% frequency).Some species of hulled wheat weredocumented, such as emmer (0.4% of theindividuals; 66% frequency) and einkornwheat (0.4% of the individuals; 33%frequency). We also found specimens ofcompact wheat that represented only 1%of the cultivated plants.

Of the wild plants, 1% was represented bygathered fruit, such as wild olive (Oleaeuropaea var. sylvestris), of which 2fragments of the olive stone wereidentified. Furthermore, some isolatedexamples of weeds and plants thataccompany crops appeared, such asPhalaris sp. and Lolium sp.

PPhhaassee IIIIII

After the abandonment of the structuresdescribed for Phase II, a new occupationoccurred with a new transformation of thehabitational structures. New stepped

platforms were constructed, whererectangular dwellings were located withdifferentiated functional areas, connectedby pathways. Underneath the floors of thedwellings, different tombs were located.This phase underwent a suddenabandonment, in some cases due to fire,as demonstrated by the charred levels ofsome areas. This has enabled thepreservation of numerous plant remains,such as legumes, which, as in theforegoing phases of this settlement, werequite rare. This phase coincideschronologically with Las Eras del Alcázar.

Belonging to this period, a total of 7,297remains (Tab. 4) were recovered, 99%belonging to cultivated plants. The mainconcentration of remains, especiallycereals, was found on the occupied floorsand collapsed levels.

Of the cultivated plants, 7,240 individualspecimens were found, cerealsrepresenting the most numerous group(Fig. 5). Some 49% of the cultivated plantswere specimens of naked barley, whichappeared in 76% of the samples. This wasfollowed in importance by hulled barley,which although representing only 38% ofthe individuals, appeared in 92% of thesamples, showing the same frequency asfree-threshing wheat, although this latterconstituted only 11% of the individuals.The hulled wheats, einkorn wheat, andemmer were meagrely represented (0.3%of the individuals; 53% frequency). Finally,compact wheat occupied only 0.1% of thecultivated plants.

An analysis of the results for the legumesindicated that in general their presencewas scant (Fig. 5). The most noteworthyspecies in all phases was the broad bean,representing only 1% of the cultivatedplants and present in 23% of the samples.The pea had the same percentage ofindividuals, but with lower frequency (only15%). The rest of the legumes consisted ofLathyrus cicera (0.1% of the individuals;15% frequency) and Vicia ervilia (0.1% ofthe individuals; 7.6% frequency).

It is important to highlight the presence offlax (Linum usitatissimum) in this phase,without its having been documentedduring any other at this site. Only 5individuals were recovered in contexts ofcollapse (Tab. 4).

Among wild plants, appear certaingathered fruits such as wild olive (Oleaeuropaea var. sylvestris), grapes (Vitisvinifera var. sylvestris), and acorns(Quercus sp.). Of wild olive fruits, 15fragments were recovered, most beingfound within one of the cists (T-37) and

inside a pithos (T.26)4. Within cist T-36, 2individuals of wild grape and 1 fragmentof acorn were also found. Anotherindividual grape was found on theoccupational floor, while most of theacorns were documented in the rubble (5fragments).

The rest of the wild plants wererepresented by seeds from crop weeds,such as Lolium, Phalaris, andLithospermum termiflorum. In this way,15 individuals were identified inside one ofthe cists (T-29).

PPhhaassee IIVV

This is the last prehistoric occupation andthe one most affected by Roman,medieval, and modern constructions. Forthese interferences, it was not possible toidentify the function of some of thestructures excavated, although a changein the habitational patterns can bediscerned. Thus the dwellings withrectangular floor plans of Phase III werereplaced by round huts sometimesconnected with low exterior stone wallsforming pathways5.

Belonging to this phase, a single samplecontained only 53 remains, mostcorresponding to cereal fragments andtwo legume fragments that could not beidentified. Among the completeindividuals documented, 14 specimens ofTriticum aestivum/durum, 4 fragments ofHordeum vulgare, and one individual ofHordeum vulgare var. nudum wererecorded (Tab. 4).

The scarcity of samples for Phases I andIV, together with the meagre presence ofcomplete specimens in these samples didnot provide conclusive data for thesephases. However, according to a jointanalysis of Phases II and III of the site(Fig. 5), the most notable feature at ElCerro del Alcázar was the increase inhulled barley towards Phase II withrespect to naked barley. Also, thefrequency of free-threshing wheatincreased, while that of compact wheatwas somewhat sporadic. Hulled wheatswere rare, individuals appearing alone insamples containing great quantities ofcereal, so that their presence may be dueto contamination and were regarded asweeds. Meanwhile, legumes werecompletely absent in the first two phases,being documented only from a broad beanfragment. After Phase III, legume speciesbegan to appear, the broad beanremaining the most important, followed bythe pea, and bitter vetch. Also, from thisphase, most of the gathered fruits beganto be found (Fig. 9).

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AGRICULTURE AND GATHERING

IN THE DISTRICT OF LA LOMA

The agriculture of the Copper Age in thedistrict of La Loma shows rainfedcultivation in which naked barley and free-threshing wheat are the most importantcereals from the Late Neolithic to theEarly Copper Age. In addition to these,compact wheat takes on a significantpresence, especially during the secondhalf of the 3rd millennium. This wheat iscultivated, probably mixing it with free-threshing type, since it appears togetherin all the samples. The hulled wheats,emmer and einkorn, which in general didnot have a high representation appearfrequently in the cereal samples. Thiswould doubtless be from contamination inthe field, given that hulled and free-threshing cereals are processeddifferently and therefore it would not bebeneficial to mix them. However, duringthe Recent-Beaker Copper Age, einkornwheat appears to have been cultivatedwith a specific intention, since it wasfound in a mixture with legumes, mostlyfinely fragmented within a container. Thissuggests a mixture prepared for animalconsumption, for example for goats andsheep, indicating a special provision ofnutrients in addition to grazing at certaintimes in their life cycle, as during givingbirth or nursing.

Apart from the rainfed farming, therewere irrigated areas for growing legumes.The broad bean was the most importantlegume during the Copper Age in thedistrict of La Loma, reaching values ashigh as those of naked barley during thesecond half of the 3rd millennium. In theseirrigated zones, other crops were alsocultivated, such as pea, which increasedits presence with respect to the CopperAge. On the contrary, bitter vetch andcertain species of Lathyrus, appear atcertain points, showing an enormousdifference in terms of frequency andindividuals compared with the broad beanand to a lesser extent with the pea.Perhaps this low frequency was due to itscultivation for livestock food, a use thatwould maintain such species away fromthe fire and therefore they would not bepreserved. Although remains collected inthe contexts studied show clear storageareas that had been burnt, these legumeswould perhaps have been stored, sincethey would sometimes be used as greenfertilizer, fixing the nitrogen in the soil atthe same time as serving as pasture. Theseeds could have arrived to the settlementfrom manure used as fuel.

The spatial distribution of the remains andthe high concentration of these in the

collapsed erosive levels suggest theexistence of wooden structures such asraised platforms and small elevatedspaces in the interior where cereals andlegumes would be stored. Thesestructures would have been destroyed bythe flames, falling directly onto theoccupied floor. The grain and the legumescould also have been stored in containersor baskets hung from the ceiling.

Together with cereal and legume cultivation,these communities would have used wildresources available such as fruits andtubers which would have been gathered inthe environs of the settlement and whichcould have been stored, as demonstrated bythe Allium bulb found within a container atLas Eras del Alcázar (Plate 1). The rest ofthe wild plants documented were not veryabundant and appear mostly to beaccidentally collected while cultivatingcereal and pasture species.

During the 3rd and 2nd millennia BC theenvironmental conditions notablychanged, indicating the gradualdisappearance of tree taxa and plant cover(Rodriguez-Ariza, 1992; 2000). Theseanthracological data indicate an openingof the forest from the Copper Age and aloss of floristic diversity, with anaridification trend during the Bronze Age.Thus, the forest represented basically bythe Holm oak woodland, would recede asnew fields were cleared, at the same timeas the riverbank vegetation greatlyreduced, possibly from the use of riversidecultivation, or for the diminished flow ofthe watercourse (Rodríguez-Ariza, 2011).This increasing aridity directly influencedthe development of agriculture in thiszone, especially regarding the species thatdepend more on water, such as legumes.

During the Bronze Age, the broad beancontinued to be the most importantlegume in the area. In the Las Eras delAlcázar, the values of broad beannoticeably declined from the Bronze Ageon, although they continued to be high,almost 82% (Fig. 6). However, at El Cerrodel Alcázar, legumes are not documenteduntil Phase III and are substantially lessrepresented, both qualitatively as well asquantitatively. This appears to have beenthe general trend at all Andalusian sites,where broad beans are almost absent, asat Peñalosa (Peña-Chocarro, 1999) andothers where this legume has a certaindegree of importance, particularly duringthe Copper Age, as at Las Pilas/Huertaand Los Castillejos (Rovira i Buendía,2007). As no data are available for theCopper Age at El Cerro del Alcázar, it isnot known whether intensive cultivation ofthe broad bean is a general phenomenon

or is a sign of the heterogeneity of thezone, which could reflect the applicationof specific and local agriculturaltechniques such as irrigation.

The strong presence of broad beans at LasEras del Alcázar permits comparisonsbetween the length-width index (L/W) ofthe different periods. The graphs (Figs. 7and 8) show that during the Early-MiddleCopper Age the indices are generallyhigher, indicating a greater size of theindividuals of broad beans. Towards thesecond half of the 3rd millennium theseindices fall, indicating the presence ofsmaller broad beans, which later increasein size from the Bronze Age on. Therelative increase in these indices duringthe Bronze Age, in contrast to the morearid environmental conditions, suggestthe use of irrigation, which would give riseto small irrigated plots situated nearwatercourses.

Studies made with stable isotopes appliedto cultivated cereal and legume speciesfrom Los Castillejos of Las Peñas de losGitanos (Montefrío, province of Granada)from the period 4000-2500 cal BC (EarlyNeolithic-Late Copper Age) (Aguilera etal., 2008), together with others madepreviously at different sites of south-eastern Spain for the Copper and BronzeAges (Araus Ortega et al., 1997), supportthe possibility of legume irrigation–concretely broad beans– even when thecereals were rainfed. In addition, legumes,usually appearing in the archaeologicalrecord with lower frequency than thecereals, imply a smaller cultivated surfacearea, and therefore more irrigation wouldbe more feasible.

After the broad bean, the pea is the mostimportant legume. Although itsfrequencies are not high, it noticeably roseduring the Copper Age, reaching itsmaximum representation in the contextsof the Bronze Age of Las Eras del Alcázar,although this crop is hardly present duringthe same period at El Cerro del Alcázar. Itis probable that together with broadbeans, other crops were benefited in thisprocess of developing irrigation, such asthe pea (Fig. 9) or other types of crops,such as flax, which needs even higheramounts of water.

One of the most significant trends thatoccurs in Bronze Age agriculture is thegradual replacement of naked barley forthe hulled type. At Las Eras del Alcázarthe frequency of naked barley declines atthe same time as examples of hulledbarley appear (Fig. 6). This pattern is evenmore significant at El Cerro del Alcázar,where hulled barley becomes steadily

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more important, reaching values similarto those of free-threshing wheat (withoutever exceeding them). At the same time,naked barley gradually diminishes. Thispreference for hulled barley is more thanjustified, as this type of grain adaptsbetter to all types of soils and toleratespoor fertility and dryness. In addition, itwould be better protected against pestsand fungi and therefore its storage wouldbe easier, both for human food and fromlivestock, as well as to save seed forplanting the following season. In specific,it could be related to the food of horses,which begin to appear in greater numbersin this zone at the end of the Copper Age(Driesch, 1972; Riquelme Cantal, 2009).These data agree with the model proposedby Ramón Buxó (1997), which establishesa surge in hulled barley from the BronzeAge, gradually supplanting naked barleyuntil the latter disappeared.

Meanwhile, the presence of free-threshingwheat intensified, being the mostimportant cereal during this period both atLas Eras del Alcázar as well as at El Cerrodel Alcázar. Compact wheat, so commonduring the Copper Age, declined duringthe Bronze Age, becoming scarce at ElCerro del Alcázar. The climatic conditionscould have influenced this trend, as thegreater environmental moisture duringthe Copper Age could have caused thegrain to swell in the field, giving rise tothese compact forms that in a more aridsetting, as during the Bronze Age, wouldtend to disappear.

Flax was among the plants cultivatedduring the Bronze Age. Cultivationappears to have begun from 2500 cal BC(van Zeist, 1980; Alonso Martínez andBuxó i Capdevila, 1995). In the district ofLa Loma, flax appeared in the largeCopper Age village of Marroquíes Bajos(Jaén)6. Also in the Bronze Age, cultivatedflax is well documented in Andalusia atsuch sites as Peñalosa (Jaén) (Peña-Chocarro, 2000) and Castellón Alto (Rovirai Buendía, 2007), and was used both for itsfibres to make fabrics, as well as for thehigh content of oil in its seeds.

Fundamental in the economy of thesesocieties was the part played by wild fruitsgathered. In this study, such fruits wereidentified only from the Bronze Age at ElCerro del Alcázar (Fig. 9). These includeacorns, wild olives, wild grapes, most ofthe archaeological remains beingrecovered in funerary contexts. Althoughthere are other parallels of fruits found inthese contexts, as at Castellón Alto(Rodríguez-Ariza et al., 1996; Rovira iBuendía, 2007), Cuesta del Negro, andPurullena, in the province of Granada

(Buxó i Capdevilla, 1997:291), or LaTraviesa and Almadén de la Plata, in theprovince of Seville (García Sanjuán,1998:101-190), the disposition in this caseof the tombs under the dwelling areassuggests the possibility of filtrations fromthe upper strata. What is beyond doubt isthat, apart from their possible ritualfunction, these fruits complete the diet ofcereals and legumes, providing sugars,fats, and carbohydrates. At the same time,in the case of grape, its presence at thesite demonstrates the existence of wetzones despite the reduction of theriverbank vegetation caused by the above-mentioned aridity.

Among the wild plants collected, somefragments of an Allium bulb weredocumented. This genus, appearing in allthe phases and being more importantduring the Bronze Age, offers an idea ofhow complete the diet was in thesecommunities, as this genus (includinggarlic, onions, and leeks) has numerousnutritional and medicinal properties (FontQuer, 2009). The remains of Allium spp.were not frequent in the IberianPeninsula, with only one specimenidentified in Cabezo Redondo (province ofAlicante) for the Bronze Age (RiveraNúñez et al., 1988).

Wild plants in the two periods are ingeneral scarce, the most notable beingthe examples belonging to the speciesLolium and Phalaris. These types ofplants usually accompany crops as weeds.This absence of weeds may be due to aclean storage of the grain, which could bepossible in the case of El Cerro delAlcázar de Baeza, where the samplingwas systematic. However, the scatteredcollection at Las Eras del Alcázar does notallow such an affirmation. On the otherhand, certain species typical of pasturesappeared, such as Medicago sp., inagreement with the pollen analysis(Fuentes Molina et al., 2007), indicating acertain deforestation and an expansion ofthe pasture zone. This implies greaterimportance of livestock, where sheep andgoats, together with the pig and cow, werethe most significant species7.

The results of this study show that theagriculture of the 3rd and 2nd millennia inthe district of La Loma had considerablediversity of species and variation amongsettlements, which in this case were only11 km apart. The data compiled lead tothe first conclusions concerning this zone.Nevertheless, from these, new questionsarise, for example, as to whether therewas specialization in cultivating certainspecies at given sites, such as einkornwheat or compact wheat during the

Copper Age at Las Eras del Alcázar, orhulled barley, which was far moreabundant during the Bronze Age at ElCerro del Alcázar than at Las Eras delAlcázar. Also, the question arises as towhether this possible specialization wouldinvolve the exchange of species betweencommunities, and even whether therewere some communities that controlledthe water resources and irrigationtechniques and others that did not, assuggested by the broad bean, which hadmarkedly different abundance at the twosites. Only with the continuity of asystematic sampling in the archaeologicalinvestigations and the development of newstudies can we answer these questions.

Endnotes

1 MONTES MOYA, E. M.: Las prácticas agrícolasa través del estudio de semillas y frutos en laParcela C del poblado calcolítico de MarroquíesBajos (Jaén). Unpublished report. 2004

2 PÉREZ BAREAS, C. and LIZCANO PRESTEL, R.Intervención Arqueológica en el Cerro delAlcázar de Baeza (Jaén). Memoria 2003,Unpublished report.

3 Study by Dr. Lucy Kubiak-Martens. Biologischearcheologie & Landschapsreconstructie. AlZaandam, Holland. Unpublished report. 2011.

4 PÉREZ BAREAS, C. and LIZCANO PRESTEL, R.Intervención Arqueológica en el Cerro delAlcázar de Baeza (Jaén). Memoria 2003,Unpublished report.

5 PÉREZ BAREAS, C. and LIZCANO PRESTEL, R.Intervención Arqueológica en el Cerro delAlcázar de Baeza (Jaén). Memoria 2003,Unpublished report.

6 MONTES MOYA, E. M.: Las prácticas agrícolasa través del estudio de semillas y frutos en laParcela C del poblado calcolítico de MarroquíesBajos (Jaén), Informe inédito. 2004.

7 RIQUELME CANTAL, J. A. (2009): “Estudio delos restos faunísticos del Cerro del Alcázar” enPérez Bareas, C. and Lizcano Prestel, R.Intervención Arqueológica en el Cerro delAlcázar de Baeza (Jaén). Memoria 2003,Unpublished report.

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Page 37: CONTENTSAlicia Perea Caveda, Oscar García Vuelta y Carlos Fernández Freire: El proyecto AU: Estudio Arqueométrico de la producción de oro en la península ibérica, 2010 193 Mariano