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Artritis Cómo decirle adiós al dolor y la inflamación con tratamientos naturales

Índice

Introducción

Las enfermedades reumáticas

La artritis reumatoide

Principales causas de la artritis reumática

Los síntomas más comunes de artritis

Tratamientos naturales para combatir la artritis

Remedios caseros y naturales para combatir la artritis

Aplicación externa

Aplicación interna

Medicina tradicional oriental

Hidroterapia

Baño normal

La aplicación de la arcilla

Masajes

Ejercicios para aliviar y combatir la artritis

Movimientos normales de las articulaciones

Ejercicios contra la rigidez de la artritis

Ejercicios para el hombro

Ejercicios para el codo

Ejercicios para la muñeca

Ejercicios para los dedos

Ejercicios para la cadera

Ejercicios para la rodilla

Ejercicios para el tobillo

Ejercicio en el agua

La alimentación como arma para combatir la artritis

Recetas de cocina para combatir la artritis

Introducción

La artritis es una enfermedad que causa mucho dolor, sin embargo, la buena noticia es que se puede combatir ese dolor de manera natural y así poder vivir de una forma plena y feliz y la pregunta es…

¿Cómo se logra eso?

Desde pequeña me he sentido poderosamente atraída por el mundo de las plantas.

En ese proceso de aprendizaje, he comprendido que la naturaleza proporciona todo lo que se necesita para aliviar y hasta sanar nuestras dolencias.

La medicina natural proviene efectivamente de una tradición tan antigua como la historia misma de la humanidad y que forma parte de la vida cotidiana del hombre desde hace más de 7.000 años.

En un principio, el hombre primitivo aprendió a recolectar plantas, flores, raíces y tubérculos para calmar su hambre, pero, en ese proceso, descubrió que éstas también podían aliviar sus enfermedades y dolencias.

La práctica de tratar las dolencias mediante plantas tuvo, en un primer momento, un cariz mágico y religioso que fue patrimonio de hechiceros y sanadores, poseedores de una tradición oral que se transmitía de padres a hijos.

En Grecia, 400 años antes de Cristo, Hipócrates, considerado el fundador de la medicina científica, ya había documentado cientos de aplicaciones medicinales de las plantas, convencido de que la naturaleza estaba en la base de todas las curaciones.

A través de los años se ha podido confirmar que las plantas ayudan al alivio y curación de muchas enfermedades y que configuran una auténtica alternativa de salud.

Las plantas en conjunto con el ejercicio adecuado, y otros tratamientos naturales (baños, arcilla, etc.) y una alimentación indicada permite superar el dolor y encontrar la mejoría tan apreciada por las personas que sufren de artritis.

En esa constante búsqueda de conocimiento sobre la obtención de salud por medios naturales, he observado que existen otras medicinas alternativas (como la hidroterapia, el uso de la arcilla, entre otras) que permiten aliviar y hasta combatir muchas enfermedades siendo una de ellas la artritis.

Este libro tiene como objetivo justamente compartir los conocimientos para ayudar a todas las personas a encontrar un alivio o una posible solución al respecto.

Sin embargo, resulta positivo señalar que no todos los organismos son iguales y que pudiera ser que en algún remedio, tratamiento o cura natural aquí expuestas no tenga el mismo óptimo efecto en otros.

Por ello, siempre es conveniente consultar primero con un médico sobre el tema.

1. Las enfermedades reumáticas

El reumatismo se conoce desde los inicios de la civilización.

El hombre prehistórico, los dinosaurios y las momias descubiertas en Egipto la padecieron.

Incluso, los antiguos griegos indicaban que el reuma era un humor perjudicial que al fluir por el cuerpo producía dolores y catarros, y bajo esta denominación incluyeron todas las afecciones de los huesos, los cartílagos, los músculos, los tendones y las articulaciones.

En la actualidad, aún existe una gran cantidad de personas aquejadas de dolencias reumáticas.

Tanto es así que cerca de 40 millones de estadounidenses sufren de éstas y el número crecerá en aproximadamente un millón al cabo de un año.

Los problemas reumáticos afectan las articulaciones (que son las uniones entre dos huesos) que pueden ser inmóviles como en el caso de los huesos del cráneo o móviles como el codo, el hombro, la cadera o las articulaciones de los dedos.

Las articulaciones móviles son las que tienen un mayor riesgo de presentar estas patologías, por el desgaste que conlleva el movimiento de sus estructuras y, por ello, son las primeras en ser detectadas por el dolor, la inflamación y la incapacidad para producir el movimiento completo para el que están preparadas.

La artritis reumatoide

Existen múltiples dolencias reumáticas entre las cuales se pueden mencionar la osteoartritis, artritis reumatoide, la fibrositis y la fiebre reumática entre otras.

Sin embargo, la artritis reumatoide es, tal vez, la afección crónica de las articulaciones más común.

La palabra artritis, se deriva del griego, que significa justamente "inflamación de la articulación".

Hay personas quienes piensan que la artritis es una enfermedad exclusiva de la vejez, pero esto no es cierto.

De hecho, suelen darse casos de artritis en jóvenes (artritis juvenil).

No obstante, la gran mayoría de las personas que sufren artritis reumatoides son adultos (especialmente mujeres menopáuticas).

Debido a este erróneo pensamiento, muchos no le dan la importancia que merecen a ciertos dolores en las coyunturas y se dicen a sí mismo: “son dolores musculares” cuando en realidad no lo son.

Es importante no engañarse y reconocer la enfermedad desde sus primeras etapas.

Principales causas de la artritis reumatoide

El factor genético es la principal causa que determina la aparición de la enfermedad aunque también pueden incluirse:

• El desequilibrio de las hormonas (de allí que las mujeres menopáuticas tengan una mayor incidencia)

• Los traumas o golpes reiterados

• Los esfuerzos excesivos en las articulaciones

• La alimentación

• El clima (modificaciones de la humedad, de la temperatura y de la presión barométrica)

Los síntomas más comunes de artritis

Usualmente la artritis se presenta con los siguientes síntomas:

• Rigidez al levantarse (la cual puede durar hasta tres cuartos de hora).

• Dolor e inflamación en las articulaciones.

• Enrojecimiento y recalentamiento del área de la coyuntura.

• Torpeza para mover normalmente una articulación.

• Pérdida de peso inexplicable.

• Fatiga y debilidad continúa.

• Trastornos circulatorios (el pulso se hace más rápido e inestable).

Además, se puede observar otros síntomas cuando ocurre las crisis de artritis como:

• La piel se hace más delgada, seca y pigmentada

• Las regiones de la cara y de la nuca suelen presentar una coloración que tiende al bronceado.

• La glándula tiroides puede aumentar de tamaño y, como consecuencia de ello, los globos oculares del paciente aparecen como desorbitados.

• Tumefacción de las articulaciones de los pies y de las manos, cuyos dedos adquirirán un aspecto fusiforme.

Los pies suelen estar menos afectados que las manos; pero, también se observa cierta desviación de los dedos (especialmente del dedo gordo).

Un aspecto de la artritis que me llama la atención es que cuando se presenta una inflamación se da de forma simultánea y simétrica.

En otras palabras, afecta, a la vez, ambos codos, rodillas, etc.

Tratamientos naturales para combatir la artritis

Existen varios tratamientos naturales que surten efectos positivos para aliviar y combatir el dolor e inflamación producto de la artritis.

Entre ellos, se puede mencionar los remedios caseros, la hidroterapia, los masajes, la aplicación de arcilla, la acupuntura y la acupresión y los ejercicios terapéuticos entre otros.

Remedios caseros y naturales para combatir la artritis

Los remedios caseros han sido, tal vez, el tratamiento natural más empleado desde épocas antiguas y mediante el cual muchas personas han encontrado un alivio de esta dolencia.

Éstos se dividen entre los de aplicación externa (sobre el área afectada) y los de aplicación interna (que se ingieren):

Aplicación externa

A continuación los siguientes remedios caseros que deben aplicarse de forma externa:

Mezclar 100 gramos de alcohol de romero y otros 5 gramos de alcanfor y guardar en un frasco con cierre hermético o de rosca.

Aplicar tres veces al día cuando sobreviene el dolor, mediante un suave masaje sobre la articulación.

Aplicar sobre el área afectada una bolsa de agua caliente, una botella o manta eléctrica.

Repetir varias veces al día. Igualmente, se puede calentar un puñado de sal (en el horno, pero nunca en el microondas) e introducirlo en una bolsita de tela que se colocará sobre la parte afectada durante media hora.

Pelar tres hojas de pita silvestres, cortar, trocear y colocar los trozos en un paño.

Luego, atar los extremos del paño y golpear para obtener un líquido de su interior con el que se dan friegas muy suaves en la zona afectada.

Poner encima una venda para mantener el calor.

Cortar varias hojas de pita las cuales se hierven durante 30 minutos con una cabeza de ajos.

Colar el líquido y aplicar sobre el área afectada.

Colocar una patata pequeña en el bolsillo para evitar los procesos dolorosos que acompañan el reumatismo.

Partir un diente de ajo por la mitad y frotarla sobre el área afectada.

Usar un brazalete de cobre.

Su empleo data de la época de la civilización del antiguo Egipto y no es hasta ahora que, según estudios, se ha podido observar que algunos artríticos, quienes se le dificulta la metabolización del cobre en los alimentos que ingieren, absorben el cobre del brazalete a través de la piel lo cual alivia ciertamente el dolor.

Cocinar al vapor varias hojas de col, tomar las hojas aún calientes y masajear suavemente con aceite sobre las áreas afectadas y colocar, luego, las hojas.

Cubrir con una franela de lana para que se conserve el calor.

Ubicar un gato sobre las rodillas o sobre el lugar afectado por el dolor.

Hervir un litro de agua y añadir, con el fuego apagado y el agua muy caliente, un manojo de ortigas frescas o dos cucharadas de ortigas secas. Una vez se enfría, colar el líquido y luego lavar las partes afectadas con él tres veces al día.

Está especialmente indicado para problemas en tobillos y rodillas.

Preparar compresas de ricino.

Para ello, se requiere los siguientes materiales: Un trozo de franela, preferiblemente de lana, un trozo de plástico, una pequeña almohadilla eléctrica, una toalla de baño y dos imperdibles.

Luego, doblar el trozo de franela, aplicando sobre él un poco de aceite de ricino sin ser necesario que quede totalmente empapado y aplicar sobre la zona afectada.

Poner el plástico y, sobre ello, y arriba del plástico, la almohadilla eléctrica graduándola con un calor medio para empezar, aumentándolo luego hasta donde se pueda tolerar.

Finalmente, cubrir toda la zona con una toalla grande que se sujetará con dos imperdibles.

Mantener entre una hora y hora y media, lavar luego la zona afectada con agua en la que se habrá echado un poco de bicarbonato.

La franela se puede utilizar varias veces.

La frecuencia de aplicación variará entre una y siete veces por semana.

Hacer una decocción con 100 gramos de hierbabuena, y 1 litro de leche de vaca.

Aplicar caliente en la parte afectada en forma de baños y luego dejar la cataplasma sobre este sitio, envolver en lanilla.

Quitar inmediatamente se llegue a enfriar. Hacer cuantas veces sea necesario.

Aplicación interna

A continuación los siguientes remedios caseros para su consumo interno:

Comer de 4 a 6 granos de mostaza el cual se emplea cuando la persona siente dolor en las articulaciones.

Tomar un vaso de agua caliente con una cucharadita de vinagre de manzana y otra de miel como postre, en la comida del mediodía y cena,

Hervir un puñado de perejil en un litro de agua durante 20 minutos.

Retirar del fuego y esperar 10 minutos a que se refresque.

Colar y tomar media taza antes de cada comida.

Comer, por lo menos, 3 dientes de ajos al día.

Calentar un puñado de semillas de alfalfa en un litro de agua (no debe hervir).

Dejar reposar por 30 minutos, colar y tomar endulzado con miel tres veces al día.

Al mejorarse, se puede reducir a sólo dos tomas por semana.

Hacer una infusión con tres cucharadas de ortigas frescas en un litro de agua durante 10 minutos. Retirar de fuego, dejar refrescar y colar. Tomar una vez al día.

Comer varias cerezas (puede ser de cualquier tipo) tres veces al día.

Si se hace mermelada de cereza no se le debe añadir azúcar.

Tomar una cucharadita de aceite de hígado de bacalao al día. Éste puede ser útil para aliviar los síntomas de la artritis reumatoide al proporcionar al cuerpo cantidades considerables de vitaminas D y A. La vitamina D es importante para el crecimiento óseo, en tanto que la vitamina A puede tener efectos antiinflamatorios.

Coger un manojo de apio de unos 100 gramos y machacarlo.

Luego, añadirlo, poco a poco, a medio litro de agua caliente y filtrar para obtener un caldo que se tomará a razón de dos tazas al día, una con cada comida principal.

Puede endulzarse con un poco de miel.

Añadir a una cazuela una taza de arroz integral, remover y tostar el arroz hasta que se dore un poco.

Agregar 4 tazas de agua y calentar hasta que hierva. Luego dejar a fuego lento durante dos horas.

Tomar cada mañana un plato de esta sopa de arroz integral.

Este es un alimento muy rico en magnesio que aliviará las molestias en caso de artritis y reuma

Además de la aplicación de los remedios ante mencionados, resulta muy adecuado combinarlos con tratamientos como la hidroterapia y ejercicios especiales para aliviar la artritis.

Medicina tradicional oriental

La medicina tradicional china como la acupuntura y la acupresión (similar a la llamada Shiatsu de la medicina tradicional japonesa) también brinda ayuda para aliviar el dolor de artritis y tiene una acción sedante, relajante y antiinflamatoria.

Con respecto a la acupuntura, mencionaré que se basa en el convencimiento de que en el cuerpo humano existen ciertos puntos llamados meridianos en los cuales se acumula (o almacena) energía.

Por tanto, al comprimir esos puntos mediante agujas, especialmente diseñadas, la energía se libera y actúa como un elemento curativo de la afección que sufre el paciente.

No sé si los efectos de la acupuntura se deben a reacciones bioquímicas, neurofisiológicas o biofísicas, pero muchas personas han respondido favorablemente a su tratamiento.

Se requiere de un técnico en este tipo de medicina tradicional para su aplicación.

En el caso de la acupresión, usted mismo lo puede aplicar, ya que sólo debe presionar en forma digital; es decir, con la yema de los dedos en determinada área del organismo con el fin de desbloquear las energías que, al estar concentradas, causan el dolor (en este caso de la artritis).

En las fotos, se muestran los puntos meridianos básicos donde se debe presionar para conseguir el alivio a los dolores artríticos

En esta foto se puede apreciar el punto de presión con el puño cerrado. Se debe presionar ligeramente por 1 minuto.

A medida que se realiza este tratamiento se debe presionar con mayor fuerza.

En la foto de la derecha, se presiona suavemente en un ramal nervioso del comienzo de la columna vertebral con el fin de obtener alivio al dolor, especialmente si se sufre de artritis en el área de la columna.

En la foto de la izquierda, se puede apreciar donde se debe presionar en el cuello (área cercada a las ramales nerviosas de esa área) para estimular el organismo a aliviar el dolor de la artritis sobre todo en el área del cuello.

Hidroterapia

La utilización terapéutica de aguas termales se remonta a una época anterior a la de los romanos, como demuestran las termas y las fuentes minerales de los antiguos griegos.

Con el paso de los siglos, se han confirmado muchas de las propiedades terapéuticas que poseen las fuentes de las que manan aguas ricas en un mineral determinado.

El baño de contraste calor-frío constituye un excelente procedimiento, especialmente para las muñecas, las manos, los tobillos y los pies.

Para la utilización casera, resultan muy apropiados dos cubos de lámina de cinc.

Sin embargo, no se recomienda para los que sufren de diabetes o problemas circulatorios debido a que puede representar un impacto en el organismo.

El procedimiento es sencillo.

Se llena un cubo con agua a 40-45°, y el otro con agua a 10-15°.

Las articulaciones se sumergen en el agua caliente durante unos diez minutos y, seguidamente, se trasladan al agua fría durante un minuto.

Se introducía en el agua caliente durante cuatro minutos y en la fría durante un minuto.

Este último paso lo practicaba varias veces, hasta terminar con una inmersión final en agua caliente, durante 5 minutos.

En total, el tratamiento dura media hora.

Los masajes, con el método de la ducha subacuática, poseen también un efecto calmante y estimulante a la vez.

El calor local puede obtenerse también aplicando lodos o arena calentada y, en estos casos, ejerce una acción calmante no sólo el calor, sino también la presión.

Baño normal

Un baño con agua de 37-38° suele ser bien tolerado (aunque los enfermos del corazón o gota deben evitarlos).

Después del baño, debe observarse un período de descanso donde la persona con la dolencia se debe envolver en toallas calientes, durante unos veinte minutos.

Estos baños no deben practicarse más de tres veces por semana.

Si se produce sudoración, es preciso darles a tomar líquidos para sustituir los eliminados.

La aplicación de la arcilla

Los enfermos de artritis logran encontrar un alivio a sus dolores gracias a la arcilla.

Sin embargo, surgen las siguientes preguntamos ¿Qué es, con exactitud, la arcilla? ¿Se puede usar cualquier tipo de arcilla para propósitos curativos? ¿De qué forma ayuda a aliviar los dolores de la artritis?

Recibe el nombre genérico de arcilla a la mezcla constituida principalmente por silicato alumínico con sílice, óxido férrico, óxido de manganeso, carbonatos de calcio y hierro, algunas veces con cloruro sódico y alumbre, y en mezcla menos perfecta con trozos de cuarzo, feldespato, mica y humus, etc., el cual procedente de la descomposición meteórica de las rocas.

Existen diferentes tipos de arcilla.

En ese sentido, se recomienda la rosada, ya que es una de las más suaves (hasta en las pieles hipersensibles) y presenta una consistencia homogénea para poder modelarse a las áreas afectadas por la artritis. Igualmente, la arcilla del Mar Muerto es muy famosa en cuanto a su uso en este tipo de dolencia.

La arcilla se debe aplicar sobre las zonas afectadas mediante cataplasmas anchas y gruesas de arcilla tibia varias veces al día, de 20 minutos de duración.

Con ello se logra calmar el dolor en las crisis agudas de artritis o cuando las articulaciones se encuentran inflamadas o congestionadas.

Para saber más sobre el poder curativo de la arcilla no sólo en las enfermedades reumáticas (como la artritis) sino también en otros tipos de dolencias, recomiendo la lectura del libro “La Arcilla: Conozca sus propiedades curativas y de belleza”, el cual suministro de forma gratuita en conjunto con éste Ebook.

Masajes

Los masajes resultan excelentes para lograr el alivio del dolor artrítico.

Sin embargo, éstos deben ser realizados de una manera especial.

En este sentido, se debe trabajar los músculos unidos a los tendones que conducen hacia las articulaciones dolorosas.

Por ejemplo, si tiene artritis en las manos, entonces se debe trabajar los brazos, desde las muñecas hasta el codo, usando la presión del pulgar o de la mano y se debe mantener la presión durante algunos segundos; luego se debe aflojar.

Si se trata de artritis en el tobillo o el pie, se trabaja la pantorrilla y la parte delantera de la pierna. Los masajes sólo deben darse a las zonas circundantes de las articulaciones y no sobre las articulaciones.

Se debe permanecer en posición echada y estar completamente relajado.

Para disminuir la fricción de la piel, se suelen utilizar lubricantes como aceite mineral o polvos de talco.

Ejercicios para aliviar y combatir la artritis

Existen ejercicios que ayudan a mantener el grado normal de movilidad de la articulación.

Sin embargo, es importante conocer, con exactitud, cuáles son los movimientos normales de las articulaciones con el fin de poder comprobar inmediatamente si algo no funciona bien.

Para ello considero adecuado explicar, a continuación, los movimientos normales y los ejercicios que ayudan a los mismos.

Movimientos normales de las articulaciones

Estos son los movimientos considerados como normales:

Cabeza

Inclinar la cabeza hacia atrás e intentar conservar el mentón bajo; Inclinar la cabeza hacia adelante;

Inclinar la cabeza hacia el hombro derecho y luego al izquierdo y se endereza Girar el rostro hacia la izquierda y luego hacia adelante.

Girar el rostro hacia la derecha y después hacia adelante.

Tronco

Ladear el cuerpo hacia adelante; Ladear el cuerpo hacia atrás;

Ladear el cuerpo hacia la izquierda y después enderezarlo y realizar el mismo ejercicio hacia la derecha;

Doblar el cuerpo hacia la izquierda y después hacia adelante y ejecutar el mismo ejercicio hacia la derecha.

Hombro

Levantar el brazo hacia adelante y hacia arriba; Levantar el brazo de lado hacia arriba;

Posar la palma de la mano sobre la nuca y llevar la otra bajo el brazo y luego tocar el omóplato con su dorso.

Codo

Doblar el brazo intentado que las puntas de los dedos toquen el hombro y, luego, enderezar el brazo.

Antebrazo

Doblar el codo en ángulo recto con las palmas hacia abajo y, a continuación, girar las palmas hacia arriba y hacia abajo.

Muñeca

Doblar la mano hacia adelante y hacia atrás.

Dedos

Poner las puntas de los dedos sobre la palma de la mano y, luego, extender los dedos

Separar los dedos, manteniéndolos extendidos y cerrarlos a continuación; Conservar los dedos extendidos y doblar las manos por los nudillos;

Doblar el pulgar hacia el centro de la mano, conservándolo junto a la mano y, luego, enderezarlo;

Tocar el índice con el pulgar, llevar el pulgar hacia afuera y luego apoyarlo de nuevo sobre el índice;

Tocar la punta del pulgar con la punta del meñique y abrir mucho la mano.

Cadera

Apartar los muslos, conservando las rodillas dobladas;

Mover la pierna hacia atrás hasta el máximo posible, conservando la rodilla derecha, y retornar a la posición inicial;

Mover la pierna de lado, conservando la rodilla y los pies extendidos;

En posición sentada, con la parte inferior de la pierna colgando, cruzar la otra pierna con un pie, girando el muslo hacia el exterior;

En posición sentada, con la parte inferior de la pierna colgado y conservando juntas las rodillas, apartar un pie del otro, girando el muslo hacia el interior.

Rodilla

Doblar la rodilla y enderezar la pierna.

Tobillos

Doblar el pie hacia arriba Doblar el pie hacia abajo Girar el pie hacia el interior Girar el pie hacia el exterior

Girar los pies hacia adentro y hacia arriba, con los dedos dirigidos hacia abajo.

Pies

Doblar los dedos hacia abajo Doblar los dedos hacia arriba.

Ejercicios contra la rigidez de la artritis

Es importante saber que ejercitar una articulación no significa abusar de ésta.

Se trata de hacer que una articulación cumpla con su movimiento normal una vez por día, como mínimo, lo cual ayuda a mantener cierto grado de movilidad.

El número de repeticiones del movimiento dependerá de la tolerancia de la articulación misma.

A continuación describiremos ejercicios adecuados para las distintas articulaciones.

Ejercicios para el hombro

Efectuar, por lo menos cinco veces consecutivas, dos veces al día y estos consistían en lo siguiente:

…bien, tenemos que para por aquí, espero que te haya gustado el adelanto que te hemos preparado sobre como curar su artritis con tratamientos naturales…

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