Contrasentidos de La Inmigración y El Capital

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Martes 29 de septiembre de 2015 | Edicin del daLA CUESTIN MIGRATORIAContrasentidos de la inmigracin y el capitalLa cuestin migratoria a la luz de los problemas estratgicos del capital. Sobre expresiones, esencias y escaseces relativas. Sombra solidaridad.

Paula Bach

La cuestin migratoria que encuentra hoy todo su esplendor en Europa, esconde mltiples aristas ms profundas y difciles de imaginar que las que emergen simplemente a la superficie. Si se observa a travs del prisma de problemas estratgicos de largo plazo como el bajo crecimiento poblacional en los pases centrales, el relativo agotamiento de fuentes de mano de obra barata, las dificultades para la acumulacin ampliada del capital, el aletargado crecimiento de la economa mundial, entre otros, es posible que la cuestin desnude conclusiones originalmente impensadas.Manifestaciones y esenciasSe desarrolla ante nuestros ojos una catstrofe social con la mayor oleada migratoria a nivel global desde la Segunda Guerra Mundial y el ms imponente nmero de solicitantes de asilo en Europa desde los aos 90. Pero lo que hoy se exterioriza bajo el formato puro de una crisis poltica sin duda una faceta clave de la realidad-, adoptando la modalidad de una batalla europea por las cuotas de inmigracin, nubla el aspecto de oportunidad que en trminos estratgicos el asunto guarda para del capital de los pases centrales y para el de Alemania en particular-: atraer mano de obra barata hacia sus territorios. Los miles de inmigrantes ahogados en el Mediterrneo, los muertos por asfixia en camiones clandestinos, las mafias traficantes, la persecucin, la represin y el trato brbaro que reciben en los pases de destino, la imagen del pequeo sin vida en las costas turcas y las crecientes manifestaciones y acciones- xenfobas, despertaron genuinos y emotivos gestos de solidaridad en franjas de la poblacin en ciudades de Alemania, Grecia, Espaa, Francia, entre otros pases. Pero sobre la ola de esos alentadores gestos se mont la sospechosa solidaridad de ngela Merkel que se dispuso a recibir en su tierra a 800 mil inmigrantes en el curso del ao. El semanario alemn Der Spiegel la retrat en su tapa como Mutter Angela(madre ngela) haciendo alusin a su actitud comprensiva, de brazos abiertos hacia los inmigrantes y sealando que Merkel est intentando transformar a Alemania en una superpotencia moral en Europa.Sombra solidaridadMerkel y Der Spiegel no estn solos en esta cruzada solidaria. Desde hace ya tiempo, conocidos promotores de hacer el bien sin mirar a quien como The Economist, Financial Times o The New York Times, entre otros, vienen insistiendo en la necesidad de que los pases de Europa abran sus puertas a la inmigracin. Ulrich Grillo, jefe de la poderosa Federacin de la Industria Alemana, declaraba hace unos das a Bussines Insider que Si somos capaces de integrarlos rpidamente en el mercado laboral, no slo estaremos ayudando a los refugiados, sino tambin a nosotros mismos. Con frases pomposas como dejarlos entrar y dejarlos ganar o Hacindolo bien, haciendo el bien, The Economist reafirma que todas las naciones de la Unin Europea tienen la obligacin legal de conceder refugio a aquellos que tienen un temor fundado de persecucin. Y enfatiza que Europa puede hacerlo no slo por razones morales sino tambin por razones egostas. Dice el semanario que la mano de obra en Europa est envejeciendo y pronto comenzar a disminuir, que los gobiernos acumularon grandes deudas que van a recaer sobre las generaciones futuras, cuestin que ser ms difcil cuanto ms pequeas sean aquellas generaciones. Pero recuerda que los inmigrantes suelen ser gente joven y con ganas de trabajar de modo tal que podran ayudar a aliviar este problema, cuidando a los ancianos y asumiendo parte de las deudas que no contribuyeron a crear. Contina alabando la juventud de africanos y rabes y con una imagen un tanto vampiresca concluye que Europa puede pedir prestado algo de esa vitalidadAunque The Economist se indigna frente a las bandas neonazis alemanas, frente al hecho de que el partido poltico antiimigrantes sea el ms popular en la imaginariamente afable Suecia, o frente al energmeno primer ministro hngaro a quien compara con Donald Trump, la metfora suena muy desagradable sobre todo cuando se la contrasta con la imagen simblica de refugiados recientemente alojados a falta mejor de lugar- en el ex campo de concentracin de Dachau, cerca de Munich. El semanario britnico remata el asunto recomendando la frmula tambin para Londres, New York y Vancouver. No olvida sealar que para el xito de esta mtier solidaria -consistente en transformar la crisis migratoria en oportunidad-, ser menester volver ms flexibles los mercados laborales y retrocediendo un poco demasiado en el tiempo como se ver ms abajo-, recuerda que las sucesivas oleadas migratorias en el siglo XX, resultaron un sustrato clave para el desarrollo norteamericano.Escasez de mano de obra (barata)Sucede que tal como se expres enotras oportunidades- el bajo crecimiento poblacional en los pases centrales est identificado por distintos economistas Larry Summers, Barry Einchengreen, Robert Gordon, Piketty, entre otros- como uno de los obstculos para el crecimiento vigoroso de la economa en el curso de las prximas dcadas. Lo novedoso de este asunto es que puesto a jugar con la cuestin de la inmigracin, la desocupacin y el mismo crecimiento aletargado de las economas de los pases centrales, plantea paradojas a decir verdad, aparentes- difciles de desentraar. Entre ellas, la cohabitacin por un lado de un desempleo que ronda el 25% -como por ejemplo en Espaa o Grecia- y por el otro, la preocupacin centrada en la escasez de mano de obra. A ciencia cierta, el autntico problema que se le plantea al capital no es exactamente la escasez de mano de obra en general sino la escasez de mano de obra barata en particular, asunto que el envejecimiento poblacional en los pases centrales contribuye a agravar. Sin necesidad de retroceder hasta las primeras dcadas del siglo XX como pretende The Economist- y ubicndonos slo unos cuantos aos atrs en pleno auge neoliberal, es fcil comprobar que la baratura de la mano de obra extranjera, result un componente clave que ayud a Alemania por citar un ejemplo paradigmtico- a iniciar el camino de su recuperacin como potencia econmica y poltica internacional. La unificacin alemana en 1990 y la posterior incorporacin en tandas a la Unin Europea de los pases del Este, devino en sendas fuentes de mano de obra barata tanto a travs de la migracin de personas desde esos pases hacia los del centro de Europa, como de la migracin en sentido inverso del capital. A su vez y desmintiendo la cnica ficcin de The Economist de que la inmigracin contribuye a elevar los salarios excepto, se ocupa de aclarar, en el caso de la mano de obra local masculina no calificada-, la atraccin de mano de obra barata y la migracin de capitales resultaron factores que contribuyeron a presionar a la baja los salarios de los pases del centro. El ejemplo por antonomasia de la precarizacin y abaratamiento de la mano de obra en Alemania lo constituyen los denominados minijobs que son empleos por un mximo de 15 horas semanales con un sueldo de 400 euros al mes que ocupan a ms de 7 millones de personas e implican menores aportes patronales, peores prestaciones y difcil acceso a la jubilacin. Se constituye as la contradiccin de que mientras el desempleo se encuentra en su nivel ms bajo desde la reunificacin, el volumen de horas trabajadas permanece similar al del ao 1991. Como espejo de este proceso, la recuperacin norteamericana pos crisis 2001, se sostuvo en gran parte sobre las espaldas de la mano de obra barata china a partir de su incorporacin a la OMC en el mismo ao. En este caso se trat de la migracin de capitales expresada en la deslocalizacin de industrias desde territorio norteamericano hacia China. Cuestin que por su parte contribuye a explicar en gran medida el incremento de empleos basura en Estados Unidos y laconstante disminucin de la porcin de los salarios en el PBIdesde el ao 1999.Agotamiento relativo y doble discursoPero estas fuentes de mano de obra barata sufrieron un agotamiento relativo. Segn datos de Manpower publicados por The Economist que muestra una amplia preocupacin por la temtica- en Polonia una de cada cinco y en Hungra la mitad de las empresas, no puede completar las vacantes laborales requeridas, mientras Repblica Checa y Eslovaquia enfrentan dificultades crecientes en el curso de los ltimos aos. Los trabajadores cualificados migraron hacia Europa occidental o hacia Estados Unidos en busca de salarios ms altos que los de sus propios pases aunque ms bajos que los de los trabajadores nativos de los pases de destino, se entiende-. Durante el ao 2013 fueron empleados en Alemania aproximadamente 430 mil inmigrantes y en 2014 cerca de 470.000. Esos trabajadores provienen en su mayora de la propia Unin Europea. Se trata fundamentalmente de polacos, rumanos, blgaros, espaoles, italianos, griegos y portugueses mientras que los migrantes extra Unin resultan una minora. Mientras tanto y segn estimaciones, existira actualmente en Alemania un faltante de 140.000 ingenieros, programadores y tcnicos en la industria, segn la federacin de empresarios BDA. A la vez el sector de la salud, la hotelera, el artesanado que ocupa gran cantidad de empleos en Alemania- y otros rubros buscan desesperadamente personal y aproximadamente 40 mil puestos de aprendiz podran quedar vacantes durante el ao en curso. Resulta chocante que con 7 millones de puestos precarios a tiempo parcial factor considerado sustrato de la tendencia al aumento de la pobreza- exista tanta desesperacin patronal en Alemania por captar nueva mano de obra. Del mismo modo y como se seal ms arriba, el asunto resulta nuevamente contrastante cuando se observan los niveles de desempleo en Espaa, Grecia o Portugal. La primera contradiccin encuentra elementos de respuesta si se hurga en el hecho de que existe en la actualidad una ley segn la cual no puede contratarse a un refugiado o un demandante de asilo si no se prueba previamente que el puesto no conviene a un candidato alemn. Esta ley pattica- es considerada un escollo por la federacin de empresarios como as tambin por The Economist que pugna por la flexibilizacin de las leyes laborales. Y qu significa flexibilizar esta ley? Sencillo, que cualquier trabajo apto para alemanes pueda ser desempeado por inmigrantes y obviamente a un menor precio. De este modo se legalizara fcilmente la coexistencia de 7 millones de personas semidesempleadas y nuevos puestos de trabajo a tiempo completo antes slo aptos para alemanes- y ahora peor pagos, destinados a inmigrantes. Se trata del camino ptimo para rebajar al unsono las condiciones de trabajo de nativos e inmigrantes y es precisamente el efecto buscado. Se pueden hallar aspectos de respuesta al segundo problema si se tiene en cuenta que en 2012 y a pesar de la escasez de mano de obra, Alemania limit la entrada de desocupados griegos, espaoles y portugueses quitndoles prestaciones sociales, alegando que Aqu necesitamos inmigrantes cualificados que trabajen y aporten.Del mismo modo que en la actualidad, mientras Merkel se declara dispuesta a recibir 800 mil refugiados, Alemania cierra los pasos fronterizos. Se trata de un doble juego perverso del que abreva la ultraderecha nacionalista xenfoba a su vez factor funcional y necesario para la labor de este mecanismo-. Consiste en enfrentar a los trabajadores nativos con los inmigrantes sobredimensionando hacia los primeros las consecuencias delenvejecimiento poblacionaly hacindoles sentir a los segundos con muerte, persecucin, represin y humillacin- que el pas de destino hace un gran esfuerzo que los extranjeros deben pagar entregando a cambio parte de su vitalidad. La incansable propaganda de la prensa anglosajona por la conquista de laIndiadonde recientemente 150 millones de trabajadores se declararon en huelga contra nuevas leyes de flexibilizacin laboral- o la alabanza del paraso mexicano con salarios cuatro veces ms baratos que los de Estados Unidos y 20% por debajo de los chinos, es parte de un movimiento similar frente al agotamiento deChinacomo fuente de mano de obra barata y destino privilegiado para la acumulacin ampliada. La necesidad de los trabajadores de reconocerse como clase internacional no slo adoptando como propias los nativos- las demandas de los inmigrantes sino exigiendo igualdad de paga y de condiciones de trabajo entreotras medidas elementales, se vuelve imperiosa en un contexto deestancamiento secularen el que el capital intentar nuevas ofensivas que perseguirn como mnimo emular aquellos aorados aos de auge neoliberal.