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12.8. Abastos

 Antes de adentrarnos en el mundo de los abastos del siglo XIX,

queremos dejar constancia de un acta capitular 1  que nos ha sorprendido,

debido a lo actual de su temática. Es el discurso de una mente poética,

emprendedora y preocupada por Badajo! aunque no sabemos quién es el

sujeto de tan liberal e"posici#n, creemos que es el alcalde, que preocupado por 

los badajocenses les e"horta a $alorar lo que tienen y a crear puestos de

trabajo.

Empiea diciendo que Badajo es una ciudad hermosa, cuya principal

riquea ha de conseguirla a tra$és de sus tierras. %ada su gran e"tensi#n, la

agricultura no produce todo lo que debiera y por ello propone apro$echar “el 

establecimiento de Catedras en todas las Capitales de Provincia donde ha de

enseñarse por principio el cultibo delos campos”.

&ero seg'n el parecer del alcalde ()*, el ense+ar a la poblaci#n, no

basta. Es necesario que se omente el uso de los terrenos, porque son muy

buenos y no debe admitirse agra$io comparati$o alguno con los del resto del

-eino. El uadiana, sangrado, oportunamente puede multiplicar las cosechas y

producir/a otros bienes, que ahora, la poblaci#n está adquiriendo a uera de

ele$ados intereses. 0ambién el uadiana, puede proporcionar molinos

suicientes para abastecer a toda la poblaci#n. e pueden ediicar ábricas de

tejidos de pa+os, la$aderos de lanas y batanes2.

-esumiendo3 “se daría al comercio unos resortes eficaces y activos para

introducirlo en esta Capital distantes solo tres lugares del limítrofe Reyno de

1 AHMB Acta Capitular 31 de mayo de 1819

2 Un batán es una máquina destinada a transformar unos teidos abiertos en

otros más tupidos! "uncionaban por la fuer#a de una corriente de a$ua que

%ace mo&er una rueda %idráulica' que acti&a los ma#os que posteriormente

$olpeaban los teidos %asta compactarlos! ()i*ipedia+

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2Portugal y su capital dela Pronvicia de Alentejo la ue e!clusivamente nos

e!trae todo el "etalico y los mas presiosos fructos del Pais a cambio de uatro

#elas inutiles nada duraderas aparente en su esterioridad y ue aduieren

delos $ngleses ue son los ue llevan el verdadero suero de esta

negociacion.” 

i el alcalde lo hubiera conseguido, hubiera alcanado uno de los

objeti$os de salud p'blica3 %esarrollar la mauinaria social ue le asegura a

cada miembro de la comunidad un nivel de vida adecuado para el 

mantenimiento de la salud.&

4amos a pasar al tema de los abastos, seg'n Escriche (1562*7  se

entiende por abastos los objetos de 8comer' beber y arder 9, aunque a+ade que

otros art/culos, como el jab#n, también se considera dentro de este grupo.

El %ecreto de :ortes de 5 de junio de 151; 6, establec/a la libertad de

comercio interior y con ello la competencia sobre los abastos y mercados

pasaban a ser unciones de la polic/a administrati$a, encaminadasprincipalmente a garantiar el abastecimiento de las poblaciones y la calidad de

los alimentos desde el punto de $ista de la salud p'blica.

3 ,a&arro' -! (1998+! Concepto actual de la salud p.blica!

/ 0scric%e' ! (182+! iccionario ra#onado de le$islaci4n y urisprudencia!

5ibrer6a de 7osa' Bouret y cia!!

%ecreto de :ortes de 5 de junio de 151; estableciendo ue todos los españoles y los e!tranjerosavecindados o ue se avecinden en los pueblos de la monaruía' podr(n libremente establecer las f(bricas o

artefactos de cualuiera clase ue les acomode' sin necesidad de permiso ni licencia alguna' con tal ue se

sujeten a las reglas de policía adoptadas o ue se adopten para la salubridad de los mismos pueblos. Bolet/n

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32.8.1. Arder 

-esulta muy llamati$a la carencia de bibliogra/a sobre la historia de la

madera, hemos encontrado un solo libro, el de ?atham@  (1==>*, que nos

proporciona una $isi#n hist#rica general sobre los problemas de la madera en

dierentes épocas y pa/ses, pero ni un solo estudio espa+ol sobre el tema

durante el siglo XIX.

uerra uerra (1=>* nos habla de un Badajo del siglo XIX rodeado de

espesos bosques que se adentraban en las murallas! incluso a principios del

siglo XX era conocido por 8El :haparral9 la actual calle enacho y susalrededores.

?a desorestaci#n lle$ada cabo a inales del siglo X4III y principios del

XIX tu$o como objeti$o a pinos, alcornoques, encinas, eucaliptos y álamos por 

moti$os muy $ariados3 para utiliarlos como material de construcci#n y como

combustible en orma de le+a o de carb#n.

En las actas, una $e más, nos encontramos al cabildo sacando a

subasta p'blica el suministro5, regulando los precios=, dando permiso para la

tala de árboles1> y en la 'ltima entrada de este per/odo, la del 2; de julio de

1522, prohibiendo e"presamente la entrada de le+a seca “robada” de los

montes de propios.

5at%am' ! :! ; 5oc*e' 0! A!' (199

9 AHMB Acta Capitular de 8 de unio de 18

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4/23

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• Duente de la :abea del &uente (Duente de las -anas*

• Duente del 4i$ero

• Duente del -i$illas

• Duente :aballeros

• Duente de los Alunados

• Duente ue$a

• Duente de los :uadrejones

 As/ empeamos este apartado con las actas capitulares de 15>> y 15>6

donde el cabildo nombra al %iputado José -i$ero, para que super$ise el trabajo

de los :aballeros :omisarios de Duentes, &uentes y :aladas que cuidan que

se limpien las uentes para que 8contribuya a la salud p,blica91;. Estas uentes

citadas en el acta de 1= de agosto de 15>6 son las que abastec/an a Badajo3

Duentes de :aballeros, -i$illas, :uadrejones y la de la :abea del &uente.

En 15>1 nos encontramos con la igura del aguador o aacán17que

portaba el agua en sus animales o en pesados carretones hasta los domicilios.

E"ist/a un $ariopinto gremio de aguadores ocasionales o de temporada que

ser$/an agua a los transe'ntes que pudieran pagar el ser$icio (sin necesidad

de buscar una uente o bajar al r/o*. Estos aguadores callejeros hac/an en

algunos casos tal ganancia durante el largo y seco periodo esti$al, que pod/an

$i$ir de ella durante el resto del a+o.

Kab/a dos tipos de aguadores3 los de cántaro que sujetando el asa del

cántaro con una mano, lle$aban en la otra dos copas o $asos de $idriotintineantes y los de batea que Lsaba un peque+o carro de madera con una o

13 AHMB Acta Capitular 2 octubre 18

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dos ruedas y dos patas de apoyo que lo estabiliaban cuando se deten/a a

descansar o a ser$ir.

&legueuelo (2>>>*16 describe el $eh/culo de los aguadores de batea con

minucioso detalle, e"plicando que en el ondo de la batea lle$aban el agua en

cántaros y cubos para enjuagar los $asos y encima, Men baldas o anaqueles de

madera, se encastraban o colgaban las jarras, tallas y alcarraasM. Adornaban

las bateas con Mmacetas de albahaca, para ahuyentar insectos, y platos con

rodajas de lim#n para rotar el borde de los $asos como medida higiénica antes

de ser usadosM.

En Badajo, el cabildo dispone que el pregonero inorme a la poblaci#n,

que s#lo el aguador está autoriado a $ender el agua y estipula cuál ha de ser 

su precio1@  bajo multa de cuatro ducados y $einte d/as de cárcel, al que

incumpla la norma.

 Al igual que cuando hablamos de la peste desde el cabildo se hio una

rogati$a para pedir protecci#n al santo, aqu/ nos encontramos una petici#n de8 para implorar a su %ivina "agestad nos socorra con el Agua ue tan notable

falta nos hace91  y para ello se pasa un oicio al %ean a tra$és de los

:aballeros :omisarios

1 :le$ue#uelo' A! (2

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?Ln oicio del d/a 2@ de julio de 1527 hace hincapié en lo perjudicial que es para

la salud p'blica que en el uadiana la gente se ba+e y se la$e la ropa “a causa

del agua ue recojen los aguadores para el servido del Pueblo en la presa

nueva”- el cabildo acord# prohibir 8que desde el &uente hasta la pesquera del

molino de arriba, ninguna persona la$e ropa, ni se $a+e9

ada más tenemos sobre el agua en las actas capitulares de Badajo entre

15>> y 15;;

).*.).). eche' alcoholes' nieve y aceite

En Espa+a, el consumo de leche de $aca por habitante a principios del

siglo XIX, no era superior a los 11 o 12 litros anuales 15, es decir, una cantidad

poco signiicati$a para poder considerar la leche un art/culo básico de la dieta

de la poblaci#n de las ciudades. in embargo la leche que se consum/a era la

de cabra, que pas# a ser desterrada a principios del siglo XX por ser 

transmisora de enermedades como la brucelosis.

%e las entradas que encontramos en las actas con relaci#n a la leche,

s#lo una, la del 2> de ebrero de 15>7 especiica que se trata de leche de cabra

y en todas ellas s#lo se estipula el precio, bajo pena quien lo incumpla,

recogida en las ordenanas

18 Andreu' ! :!' ,os' 7! ,!' ; Adell' >! H! (2

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8/23

8

18

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9Estos precios estipulados por el cabildo y publicados en bandos, $en/an con la

amenaa de que si no eran acatados se incurrir/a en penas de 2> d/as de

cárcel y multa de cuatro ducados2;.

 A $eces los precios eran tan desorbitados que el :apitán eneral inter$en/a,

estipulando el precio, como por ejemplo el 15 de enero de 15>2 que consta en

acta lo abusi$o del precio del $ino.

Aguardiente

?os ne$eros, o indi$iduos que comercialiaban con la nie$e, deb/an pagar las

correspondientes sisas27 por su puesto de nie$e al ayuntamiento, y también deb/an

$enderla al precio regulado por la misma instituci#n, aunque su $alor también

depend/a de la carencia o abundancia del producto, por supuesto, esta subida era

debidamente autoriada por el :onsejo de :astilla.

En Badajo todas las entradas que nos encontramos sobre los ne$eros se

hallan los meses de $erano y $an a la par con la $enta de horchata, agua de naranja y

limonada.

?a nie$e se $end/a por arrobas y libras al p'blico en general, teniendo

igual precio nie$e y hielo, con una sal$edad! las nie$es de copo, las más inas,

sin impureas ni olores, Npor tanto de más calidadN eran algo más caras26.

 As/ el precio estipulado por el cabildo en 15>72@ es de = cuartos la libra

(2; gramos* de nie$e, el cuartillo de lim#n y naranja a $einti'n cuartos y el de

23 AHMB Acta Capitular de 2< ulio 18

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1 de junio de

15>=, se queja al cabildo de que “varios /alencianos estan vendiendo agua

delimon y naranja' or!ata de agua del tiempo” y esto le está perjudicando. El

ayuntamiento resuel$e que “se permita el uso y venta de estas vevidas' no

siendo comperjuicio ala contrata echa con el Abastecedor bajo delprecio de (

cinco uartos el uartillo” .

o hemos de creer sin embargo, que la nie$e solo se utiliaba para

rerescar las bebidas en los meses de $erano, :apel (1==*2

 e"pone que las

gentes del siglo X4III al XIX buscaban en la nie$e y sus deri$ados la arraigada

creencia de su $alor alimenticio. 0ambién en esta época la nie$e se populari#

como resultado de una serie de teor/as que proclamaban su $alor medicinal.

ir$a como ejemplo, a ines del siglo X4III un documento con petici#n de un

catalán interesado en el negocio de la nie$e basa toda su argumentaci#n en el

hecho de ser el abasto de nie$e y hielo a la ciudad de Barcelona 8un abast 

totalment necessari per la 0alut p,blica' i unich' ue no hi altri aui poder recorrer 925.

in llegar a encontrar tan e"pl/cita, la relaci#n de la nie$e con la salud

p'blica badajocense, s/ podemos airmar que el tema del abasto le preocupaba

al cabildo y $igilaba que los precios oscilaran poco, bajo pena estipulada en las

ordenanas2=.

2 AHMB Acta Capitular de de unio de 18

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11on muy escasas las reerencias en las actas capitulares sobre el aceite

de oli$a, sin embargo también en este abasto $emos al cabildo regulando su

precio;>, preocupándose por el mal estado que se halla la casaOalmacén ;1  y

procurando acopios;2  para abastecer a la ciudad durante la uerra de la

Independencia. %esde abril de 1512 hasta junio de 1516, el precio es ijado

cada enero por el 0ribunal de -epeso, este es el moti$o por el cual tampoco en

las actas aparecen las oscilaciones de precio del aceite. 0ambién en este a+o

de 1512 se publica una -eal 1 y se

reiere a la $enta del mismo, por del ayordomo de &ropios a los precios

corrientes. ?a :ircular que que regula el precio es la de 1= septiembre de 15>;8no e!ceder el trigo de primera calidad del precio de cien reales la fanega9.

3< AHMB Acta Capitular ? de diciembre 18

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13dar permiso alguno para semejantes e!tracciones para ue no haga falta aeste

vecindario”.

0al ue el acopio de pan que se hio en la ciudad durante la uerra de

las aranjas que, al a+o siguiente consta en acta 8la pérdida de 11.>>>

panes9;  y el consiguiente inorme que se hace llegar a su ajestad “a fin

deue se digne mandar i se admita ensus cuentas el importe aue ascienda

este Pan perdido9.

0ambién consta en acta, el acuerdo para que la comisi#n de salubridad

entierre o arroje al uadiana el mencionado pan y que se le pague a Juan

atuno, panadero se$illano el pan estropeado.

0eniendo en cuenta que la uerra de las aranjas termin# en junio de

15>1 y este acta capitular diciendo que se tienen que deshacer del pan

estropeado es del 2= de julio de 15>2, nos preguntamos d#nde y c#mo

estu$ieron guardados estos panes para que las alima+as no dieran con ellos.

El pan era un alimento básico en la poblaci#n y las malas cosechas

encarec/an el pan haciendo que el precio subiera y que hubiera descontento en

la poblaci#n como por ejemplo el que $emos relejado en el acta de 2@ de

enero de 15>7. ?os panaderos se$illanos solicitan al cabildo que suba el precio

del pan por haber subido el trigo, bajo la amenaa de dejar a la poblaci#n sin

pan, como ya ha ocurrido en “enlos dias veinte y uatro y viente y cinco del 

corriente enlos ue se hallo elPueblo sin pan”. El cabildo acord# el precio del

pan y también multar a los panaderos se$illanos por haber dejado sin él esos

d/as a la poblaci#n.

3 AHMB Actas Capitulares de 19 no&iembre 18

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1/?os panaderos se$illanos ( $enidos de e$illa e instalados en Badajo*

acabaron tiraniando al cabildo y a la poblaci#n con su arte para abricar pan

blanco (8pan se$illano9*.

o debemos ol$idar la gran crisis agraria de 15>2O 15>6, no $amos a

detenernos en sus causas porque están perectamente analiadas en J.

Dontana (1=5*;5, pero $amos a destacar que el crecimiento de las poblaciones

de principios del siglo XIX no ue a la par de la producci#n de alimentos para

abastecer a dichas poblaciones. 

 Al mantenerse la oerta por debajo de la demanda, los precios de los

cereales subieron y as/ $emos un total de @ entradas en un solo a+o, el 15>7

en las actas capitulares, intentando regular el precio del trigo y del pan;=  e

intentando conseguir trigo para su elaboraci#n. Q

Pa hemos mencionado que la primera medida que adopt# el cabildo para

intentar renar la crisis ue poner a disposici#n de los panaderos el trigo de las

alh#digas municipales. A a$or del cabildo, también debemos mencionar lainsistencia con la que intenta conseguir trigo al precio estipulado por ley,

incluso a $eces por menor precio, en los pueblos y ciudades cercanos a

Badajo.

 As/ $emos que3

• El de maro de 15>7 le 8suplica9 al %ean de la catedral de

Badajo 8todo el trigo que tenga9 amparándose en la -.

de no$iembre de 15>2.

38 "ontana' ! (19?8+! 5a crisis a$raria de comien#os del si$lo > y sus

repercusiones en 0spaa! Hacienda :.blica 0spaola' (+' 1??=19

39 Tanto del pan se&illano' como el pan ba#o!

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1• ?e pide trigo, 5.>>> anegas7> al marqués de Encinares de la 4illa

de Rara, pero se rechaa por ser demasiado caro.

71

• ?e compra a %. Esteban de anta arta72 1>>> anegas de trigo a

>.>>> mara$ed/es (a plaos*

•  A arquesa 4da. de la Encomienda de Almendralejo7;  le compra

@>> anegas a => mara$ed/esSanega.

•  A onálo Dernánde de Almendralejo77  6>> anegas a 5

mara$ediesSanega.

•  A Drancisco 0r/as76  de santa arta 5> anegas a 57

mara$ed/esSanega.

• Etc.

?as oscilaciones en los precios en general, pero sobretodo del trigo, en

esta época $ienen dadas3

• ?a pro"imidad de los pueblos

• ?a calidad de los granos

• ?a escase de granos

• ?a ine"istencia de un mercado nacional

 As/ el primer precio del pan, que consta en acta es del 25 de enero de

15>>, es de 5 cuartos las dos libras de pan blanco y cuartos las dos libras de

/< Una fane$a e@tremea es de 9/ libras o /3'2/ *$

/1 AHMB Acta capitular de 22 de mar#o de 18

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1pan bao7@  y el 'ltimo de este periodo7 es el del acta de 2> de diciembre de

151= de = cuartos las dos libras de pan blanco.

%estacamos como contratista panadero a Juan 6 nos encontramos ante el percance de que el trigo, que se halla

almacenado por la Junta de beneicencia, está inectado7=! se decide nombrar a

los médicos don Drancisco &aula &inilla y don Blas art/ne para que

e"aminen el trigo e inormen al cabildo, para poder determinar qué debe

hacerse. &arece ser que tal reconocimiento no se lle$# a cabo, dado que en la

siguiente junta municipal6> sobre el tema, se ley# una queja del se+or Juan

:abrera diciendo que no se hab/a producido y el cabildo acord# se lle$ara a

cabo el reconocimiento de los dos médicos ampliándolo al trigo de los

panaderos se$illanos. Dinalmente, una $e realiada la inspecci#n, consta en

/ :an semi=inte$ral de tri$o y centeno!

/? :ara una informaci4n detallada' de todos los precios que salen en las

actas capitulares' &er uerra' A! ! (19?/8 AHMB Acta Capitular de 8 de mar#o de 18

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1?acta que 8don Placido oren1o de /alcarcel e!celentisimo deste :lustre

 Ayuntamiento en ue se manifiesta el resultado dela diligencia practicada del 

reconocimiento deltrigo maligno ;+

:omo $emos aunque el cabildo se preocupe por la salud p'blica de la

poblaci#n, la inspecci#n era muy rudimentaria y 8$eedora9 (solo mirar*.

%e los cereales, s#lo el trigo, era regulado por el abastecedor que

saliendo a subasta p'blica contrataba el ayuntamiento. ?os demás cereales

pod/an ser $endidos por cualquiera que acatara la regulaci#n de precios

establecida por el cabildo, que como garante de salud p'blica, ten/a que ijar 

unos precios al alcance de la mayor/a.

%os son los 'nicos precios sobre los garbanos que encontramos en las

actas3

• 27 julio de 15>63 a 1> cuartos la libra (secos*

• 6 de diciembre de 15>63 a 12 cuartos la libra (secos*

).*.&.). ?ruta y verduras

?a ruta y $erduras son $endidas en Badajo por los hortelanos ubicados

en la ciudad o en las cercan/as. ?eemos en el Interrogatorio de la -eal

 Audiencia62  que E"tremadura resalta por la producci#n de higos, granadas,

ciruelas, albarillos, peras, cerme+as, damascos, melocotones, nueces,mananas y auaia (o 8dátiles rojos9*. Esta 'ltima ruta, la auaia, es el ruto

o$oide de un arbusto llamado auaio. Es del tama+o de una aceituna. 0iene

1 AHMB Acta Capitular de 1/ no&iembre 18

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18una piel roja, lisa y coriácea que cubre una carne amarillenta o de un $erde

pistacho, muy sua$e, aucarada y ligeramente ácida. ?a auaia, sobre todo

seca, ue durante siglos muy utiliada en medicina, y durante millares de a+os

el jugo de la auaia se tomaba por sus $entajas restauradoras, ya en el

antiguo libro de medicina herbaria china6;, se recomendaba por su capacidad

de puriicar la sangre de to"ina, puriicaci#n de los ri+ones, el h/gado y el

cora#n entre otros. e dec/a que proporcionaba mucho $igor y energ/a, esto

debido seguramente, aunque entonces se desconoc/a, a que se tomaba seca y

la concentraci#n de a'car era mayor.

El abasto de la ruta y la $erdura es sin lugar a dudas un abasto

estacional de por s/, e inluido sobre todo por el clima, que era el responsable

de la abundancia o escase del producto y por lo tanto el que regulaba también

el precio.

%os son s#lo las entradas en las actas que hablan en este periodo sobre

la ruta y ninguna sobre la $erdura. ?a primera el 2; de julio de 1515, en la que

el :apitán eneral pide a los 8fieles e!ecutores” , que $igilen que se $endan las

rutas maduras. A priori puede parecernos una cosa normal e incluso

podr/amos pensar que la $enta de ruta madura es para e$itar que se estropee,

ya que la que no está madura aguanta más en los puestos del mercado sin

estropearse. &ero esta no es la inalidad que se persegu/a. En todas las

Instrucciones dadas por la Junta uprema de anidad se aconsejaba la

moderaci#n sobretodo en la ingesta de rutas y $erduras crudas, ya que se

hab/a obser$ado que las rutas poco maduras produc/an con recuencia

problemas diarreicos, y se sab/a que el c#lera empeaba con una serie de

8c#licos premonitorios967. As/ que se hab/a establecido una causa eecto

(err#nea* entre3 comer ruta T tener c#licos T enermar de c#lera.

3 Lánc%e#=molero' ! 5! ! (2

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19o andaban del todo desencaminados los redactores de las

Instrucciones, pues resulta cierto que el consumo de alimentos crudos pueden

ser transmisores del $idrio colérico. &ero el simple hecho de la$ar la ruta y

$erdura con agua potable (no contaminada* antes de ingerirla, o la$arse las

manos antes de comer hubiera e$itado muchas muertes. &ero a principios del

siglo XIX este la$ado no se hac/a por desconocimiento.

?a segunda es reerente a la poca limpiea que se obser$a desde el

consistorio en los puestos de ruta. Especialmente los de las sand/as66, que se

hallan dispersos por el centro de la ciudad. &ara ello el cabildo dispone que se

publiquen bandos para que nadie $enda ruta Tni otras cosasO por las calles si

no tiene licencia para ello6@, y si la tiene lo debe hacer en el sitio ijado y limpio.

o hemos encontrado las normas que deb/a seguir la poblaci#n de

Badajo para pre$enir el c#lera, normas que deber/an estar relejadas en el

Bolet/n

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20/23

2<

).*.&.&. Carne y pescado

olo una entrada encontramos reerente a la $enta pescado TbacalaoO

en las Actas capitulares y es la del ;> de enero de 15>= donde se estipula el

precio de la libra de bacalao seco a 2> cuartos y el mojado a 17 cuartos, bajo

pena escrita en las ordenanas. Estas mismas ordenanas es donde

encontramos c#mo debe preser$arse por los regatones6 el pescado hasta su

$enta. “o pondr(n veinte y uatro horas antes de la en ue hayan de empe1ar 

a librearlo' en agua clara y limpia y en ue no haya estado otro p@scado- y 

uando lo sacaren de ella' lo lavar(n muy bien en otra agua' del mismo modo

limpia' poni4ndolo a escurrir sobre tablas>* ”. Igualmente, siguen las mismas

ordenanas, se establece $eda de pesca desde el 1 de maro hasta el ;1 de

? 7A0! 7e$at4nF re$at4n2' na! (el lat! Xrecaptre' reco$er+! 1! ad! Yue

&ende al por menor los comestibles comprados al por mayor!

8 Vrdenan#as de la M, y M5 Ciudad de Badao#! Ube@! Badao# 1999

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21 julio, ya que el pescado del r/o uadiana es 8desabrío desaboridoB' y nocivo a

la salud”   en estas echas. P como norma general se proh/be pescar con

“redes>' cal viva' torvisco5D ' gordolobo5+' beleño5) ' coca y cicuta “  en pre$isi#n a

la contaminaci#n del agua del r/o y el perjuicio que puede suponer para la salud

p'blica el consumir pescado capturado de ese modo.

En el acta de 27 de septiembre de 1512 encontramos una protesta de

los $ecinos don Agustin de aray, don Benito ogues, y don 0homas :respo al

cabildo quejándose 8ue contra lo prevenido enel capitulo se!to titulo veinte y 

uno delas 8rdena1as "unicipales' y la dela Real Cedula deviente de ?ebrero

demil 8chocientos uatro' varios vecinos desta cidudad y 8tras personas estan

 pescando con Redes y 8tros intrumentos porhividos los charcos y sitios

destinados para la diversion del publico uelo deven hacer con solo la caña 9!

el consistorio resuel$e pedir a los 8centinelas9 del 8-ebell/n9 y la &icuri+a que

permitan solo la pesca con ca+a, prohibiendo todo lo demás bajo pena escrita

en las ordenanas.

9 5as redes a las que se reQere son las que son tan tupidas que capturaban

peces de todos los tamaos' incluidos los ale&ines' con lo que imped6an la

re$eneraci4n de las especies y pon6an en peli$ro su e@plotaci4n

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22?lama poderosamente nuestra atenci#n que la Junta unicipal de

anidad a tra$és del cabildo inorme a la poblaci#n que no es noci$a para la

salud la carne de cerdo@;. o hemos encontrado bibliogra/a ninguna que

 justiique este hecho, e"ceptuando otra acta capitular de Alicante@7  donde

leemos3 “la Eunta "unicipal se opone al consumo de la carne de cerdo en

 periodo estival considerando ue dicho animal es propenso a ciertas

enfermedades en el verano lo cual no ofrece seguridad de ue sus carnes

sean saludables” .

.

3 AHMB Acta Capitular del 3< octubre de 1819

/ AHMA Acta Capitular de ? de ulio de 18

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