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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID FACULTAD DE CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN
Departamento de Periodismo II
TESIS DOCTORAL
La información económico-bursátil en los medios digitales
MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR
PRESENTADA POR
Beatriz Dorado Pérez
Director
Manuel de Ramón Carrión
Madrid, 2018
© Beatriz Dorado Pérez, 2017
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN
Departamento de Periodismo II: Estructura y Tecnología de la Información
TESIS DOCTORAL
La información económico-bursátil en los medios digitales
Memoria para optar al grado de doctor presentada por
Beatriz Dorado Pérez
DIRECTOR
Manuel de Ramón Carrión
Madrid, 2017
Fuente: Bolsas y Mercados Españoles
La información económico-bursátil en los medios digitales
2
Memoria para optar al grado de doctor presentada por
Beatriz Dorado Pérez
La información económico-bursátil en los medios digitales
7
Agradecimientos
Algo más de cuatro años de trabajo, muchos momentos en el camino y también
esfuerzos. Ese es el balance de una tesis cuyos resultados son visibles. Lo que no se
verá es todo lo que ha habido detrás, las acciones y personas que de una manera u otra
han contribuido a que este trabajo saliese adelante. Por ello, no quiero dejar pasar la
oportunidad de expresar mi agradecimiento públicamente a todos ellos. Especialmente a
mi director de tesis Manuel de Ramón Carrión, por haberse comprometido con esta
tarea, año tras año, pese a los muchos momentos difíciles.
Gracias también a mis padres que han permitido que la realización de esta tesis
fuese posible compaginando mi trabajo como periodista con la docencia. Porque ellos
no sólo han estado ahí día tras día facilitando que al llegar a casa pudiese dedicarme a
escribir unas líneas, también han dejado su vida en inculcarnos valores y maneras para
que los tres llegásemos a donde estamos hoy.
A mis hermanos, porque los dos han aportado su granito de arena. Jorge, que al
ser el mayor es el referente de los cinco, fue quien despertó mi interés por la
investigación tras su “Antitumorigenic mechanism of action of Peroxisome Proliferator-
Activated Receptor y (PPARy) ligands in breast cancer”. Y Eduar que no solo ha tenido
que aplicar sus conocimientos informáticos, sino también esa forma de ser que le
caracteriza.
Tampoco me olvido de mi Titi y Miguel, quienes se han preocupado por mí y
han aceptado faltar a ciertos eventos para poder terminar y celebrar, como a ellos les
gusta, el cierre de otra etapa. A Rorro y Laurita, que forman parte de la denominada
Generación Z y con sus risas y bailes han amenizado buena parte de las noches frente al
ordenador. A mi abuela que es el timón de todos, y a Isa, por sus consejos de doctora.
A Nacho, por su comprensión, por apoyarme en los momentos de agobio y
dejarme espacio, por hacerse experto en la crisis de Abengoa y los periódicos españoles
o por estar pendiente de mí.
A mis amigos periodistas (Cris, David, Gonzalo, Lorena, María y Nacho) con
los que di mis primeros pasos por esta facultad y sin los que hoy no concibo el
periodismo. Y como no, a las redactoras SGI (Gema, Mar, Mariana y Noelia) y mis
compañeros de la Universidad Autónoma (Adela, Juan Manuel, Julia y Miguel), porque
con ellos he aprendido mucho más que comunicación corporativa. Muchas gracias a
todos por haberme acompañado en esta etapa.
La información económico-bursátil en los medios digitales
11
ÍNDICE
RESUMEN 3
ABSTRACT 4
1 INTRODUCCIÓN 7
Antecedentes 8
Objetivos y corpus de trabajo 10
Hipótesis 11
Metodología 16
Fuentes 17
2 LA IMPORTANCIA DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS COMO CAMBIO
RADICAL EN LA EVOLUCIÓN DEL PERIODISMO ECONÓMICO 21
2.1. Concepto de información económica 23
2.2. El periodismo y las tecnologías 25
2.2.1. Los grandes avances del siglo XX: la radio y la televisión 27 2.2.1.1 La madurez de la información económica en radio 27
2.2.1.2 La presencia de la información económica en televisión 32
2.2.2 La revolución digital 38
2.2.2.1 Impreso y digital: dos primos cada vez más lejanos 44
2.2.2.2 El consumo de información en Internet 53
3 LA INFORMACIÓN BURSÁTIL 59
3.1 El mercado bursátil 60
3.1.1 Silencio en la Bolsa: Adiós a 178 años de voz 63
3.2 Métodos de análisis 66
3.2.1 Análisis fundamental 66
3.2.2 Análisis técnico 68
3.3 La importancia de la información en el parqué 70
3.3.1 Los rumores: de precursores de la noticia a meras especulaciones 76
3.3.2 El rumor en Bolsa y la ética periodística 80
3.4 La cultura financiera en la sociedad española 84
4 LA EVOLUCIÓN DE LA FIGURA DEL PERIODISTA DE BOLSA 97
4.1 El periodista económico 98
4.2 El periodista bursátil y sus peculiaridades 100
4.2.1 Aptitudes del periodista bursátil 102
4.2.1.1 Formación 103
4.2.1.2 Fuentes 110
4.2.2 Deontología profesional 114
4.2.2.1. Independencia informativa 116
4.2.2.1.1. Personal 117
La información económico-bursátil en los medios digitales
12
4.2.2.1.2. Empresarial 120
4.2.2.2. Uso de informaciones confidenciales: ‘insider trading’ 121
4.2.2.3. Evitar la frivolidad en las informaciones 128
4.3 Su evolución al calor de las nuevas tecnologías de la información 128
5 LA SELECCIÓN DE AUDIENCIAS EN LA INFORMACIÓN BURSÁTIL 135
5.1 El lenguaje: la resistencia de la información económica 139
5.2 Niveles de especialización 146
5.3 Periodistas vs. Economistas 149
5.4 El lenguaje ideal: comprensión y accesibilidad 152
5.4.1 El lenguaje: formar e informar 154
5.4.1.1 La descodificación previa de los mensajes 154
5.4.1.2 Divulgar sin vulgarizar 155
5.4.1.3 Análisis de la coyuntura y contextualización 159
5.4.1.4 Uso de ejemplos y apoyos gráficos 162
6 ANÁLISIS DE INFORMACIÓN ECONÓMICO-BURSÁTIL EN LOS
MEDIOS DIGITALES 169
6.1 Análisis de un caso concreto 171
6.1.1 Volumen informativo 171
6.1.2 Grado de calidad periodística 178
6.1.2.1 Claridad expositiva de los textos 180
6.1.2.2 Los datos 182
6.1.2.3 Autoría del texto 183
6.1.2.4 Fuentes de información 186
6.1.2.5 Tecnicismos y extranjerismos 187
6.1.2.6 Una información de calidad 192
6.1.3 Grado de tendencia del titular 194
6.1.4 Análisis de contenido 200
6.1.4.1 Referencias geopolíticas y bursátiles 201
6.1.4.2 Elementos literarios 203
6.1.4.3 Hipertextualidad 206
6.1.4.4 Elementos multimedia 210
7 LA BOLSA EN LAS REDES SOCIALES 2.0 215
7.1 El nuevo entorno 2.0 218
7.2 El periodismo fragmentado como vehículo de la información de
los mercados 223
La información económico-bursátil en los medios digitales
13
7.3 El protagonismo de los titulares 227
7.3.1 ¿Es posible comprender una información bursátil en 140
caracteres? 227
7.4 Estrategias de las instituciones para utilizar las Redes Sociales 236
7.5 Twitter como marcador de tendencias del mercado bursátil 239
7.5.1 La Red Social Twitter, ¿fuente o medio de comunicación? 240
8 CONCLUSIONES 247
9 BIBLIOGRAFÍA 255
10 ANEXOS 275
La información económico-bursátil en los medios digitales
3
Resumen
La información económico-bursátil es uno de los pilares del mercado, ya que
siempre que hay algún tipo de intercambio, esta información es necesaria para realizarlo
de la mejor manera posible. A lo largo de la historia, la prensa, la radio y,
posteriormente, la televisión, han atendido las necesidades de información económica
de una audiencia que ha dejado de estar formada única y exclusivamente por hombres
de negocios y se ha hecho un hueco entre los ciudadanos, quienes han comprendido la
repercusión de las cuestiones económicas en su día a día.
La llegada de las nuevas tecnologías ha propiciado un nuevo panorama de
inmediatez que ha acelerado la necesidad informativa de las audiencias. Esta situación
ha sido aprovechada por los medios digitales para transmitir información financiera
prácticamente de manera instantánea, convirtiéndose en los grandes aliados de la
información bursátil. Por ello, los medios online y la manera en que transmiten sus
noticias económicas son el objeto de análisis de este trabajo de investigación. El
consumo de información financiera ha dejado de ser patrimonio de la prensa impresa
para adecuarse también al resto de soportes: radio y televisión. Y, sobre todo, desde los
últimos años del siglo XX, a la red: Internet.
El lenguaje empleado por los periodistas en este nuevo soporte es parte de este
estudio. Esta investigación aborda no solo el nuevo modelo de sistema informativo y de
consumo que proporcionan las nuevas tecnologías en lo que a información económica
se refiere, sino también sus audiencias, su lenguaje y las funciones del periodista, entre
la que destaca su labor como ‘traductor’ de la información económica. El público
heterogéneo al que se dirige en la actualidad tiene, en algunos casos, reducidos
conocimientos financieros, lo que influye directamente en el lenguaje que el periodista
debe emplear para ser comprendido. La claridad del texto, las referencias a antecedentes
o consecuencias de los hechos que se narran, el empleo de tecnicismos o el tipo de
titulares y enfoque que se dan a cada una de las noticias han sido objeto de análisis de
esta tesis a fin de conocer cómo informan sobre economía los medios de comunicación
online. En este caso, el análisis se ha centrado en dos de los diarios digitales españoles
que no solo dedican buena parte de su espacio a la información económica, sino que
alcanzan elevados índices de audiencia. Por un lado, el periódico generalista
ElPaís.com, cuya apuesta por la economía se ha hecho patente en abril de 2017 con el
lanzamiento de El País Economía y, por otro lado, Expansión.com; uno de los
La información económico-bursátil en los medios digitales
4
periódicos de referencia del periodismo especializado en finanzas. Los datos de
audiencia alcanzados por ambos entre 2015 y 2016, periodo de análisis de esta
investigación, son una señal inequívoca de que la información económica interesa y
proporciona un mayor nivel de seguimiento en el siglo XXI.
La capacidad de estos medios digitales para aunar en un mismo soporte la
inmediatez de la radio, el análisis de la prensa y la capacidad gráfica de la televisión, así
como su lenguaje más accesible, su actualización continua y facilidad de acceso,
facilitan la comprensión del receptor. De esta manera, la información económica se
vuelve más asequible, permitiendo que la población adquiera mayor cultura financiera.
Además, estos medios están desarrollando nuevas fórmulas para redactar sus
informaciones, las cuales también se han estudiado en este trabajo. Un ejemplo es el
periodismo fragmentado, es decir, titulares a modo de ‘flash’ con los que estos medios
intentan ganar la batalla a la instantaneidad sin perder su verdadera seña de identidad: la
escritura.
Como consecuencia de este nuevo panorama informativo en el que la inmediatez
juega un papel relevante, el objetivo de esta investigación es estudiar el subgénero de la
información económico-bursátil en el marco de los medios digitales con el fin de
averiguar hasta qué punto la conjunción de estos elementos influye en la redacción de
las noticias financieras.
Palabras clave: información económica, información bursátil, medios digitales,
investigación, periodismo fragmentado, instantaneidad.
Abstract
The economic-stock information is one of the pillars of the market, since
whenever there is some kind of exchange, this information is necessary to realize it in
the best possible way. Throughout history, the press, radio and, later, television, have
met the economic information needs of an audience that has ceased to be formed solely
and exclusively by businessmen and have made a gap between citizens, who have
included the impact of economic issues on their day to day.
The arrival of new technologies has brought about a new panorama that has
immediately accelerated the informative need of the audiences. This situation has been
approved by the digital media for the transfer of financial information virtually
instantaneously, becoming the great allies of the stock market information. For this
La información económico-bursátil en los medios digitales
5
reason, the online media and the way in which they transmit their economic news are
the object of analysis of this research work. The consumption of financial information
has ceased to be the patrimony of the printed press to adapt itself to other media: radio
and television; and especially, since the last years of the twentieth century, the network:
Internet.
The language used by journalists in this new medium is part of this study. This
research addresses not only the new model of information and consumption system
provided by the new technologies in what an economic information is concerned, but
also its audiences, its language and the journalist's functions, among which their work as
a translator of economic information. The heterogeneous public to which it is directed
today has, in some cases, reduced the financial knowledge, which directly influences the
language that the journalist must use to be understood. The clarity of the text, the
references to the consequences of the facts that are narrated, the use of technicalities, the
type of headlines and the approach given to each one of the news have been object of
analysis of this thesis in order to know how report on the economy of online media. In
this case, the analysis has focused on two of the spanish digital newspapers that not only
dedicate much of their space to economic information, but also reach high ratings. On
the one hand, the general newspaper ElPaís.com, whose commitment to the economy
has become evident in april 2017 with the launch of El País Economía and on the other
hand, Expansión.com; one of the leading newspapers in journalism specializing in
finance. The audience data reached by both newspapers between 2015 and 2016, period
of analysis of the research, are an unequivocal view of economic information and the
scope for a higher level of follow-up in the 21st century.
The ability of these digital media to unite radio direct line, press analysis and the
graphic capacity of television, as well as its more accessible language, continuous
updating and easy access, facilitate understanding of the receiver. In this way, economic
information becomes more affordable, allowing the population to acquire greater
financial culture. In addition, these media are developing new formulas for writing their
information, have also been studied in this work. An example is fragmented journalism,
meaning headlines as a 'flash' mode with what these media try to win the battle to
instantaneity without losing its true identity: writing.
As a consequence of this new informative panorama in which the immediacy
plays a relevant role, the objective of this research is to study the subgenre of the
La información económico-bursátil en los medios digitales
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economic-stock information in the digital media framework in order to find out to what
extent the conjunction of these elements influence the writing of financial news.
Keywords: economic information, stock market information, digital media, research,
fragmented journalism, instantaneity.
La información económico-bursátil en los medios digitales
9
Introducción
Por información económica especializada entendemos el abigarrado y complejo
sistema de información y comunicación que tiene que ver con la economía (Fernández
del Moral, 1995:398), partiendo de la base de que ninguna actividad humana se
encuentra al margen de la misma. Desde el fútbol a la política, pasando por la cultura,
todo tiene un sesgo económico.
Precisamente este hecho es el que ha permitido que la información financiera
haya desarrollado una de las evoluciones comunicativas más importantes en nuestro
país. Según la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) su
presencia en los medios ha pasado de ser prácticamente inexistente en los años 70 del
siglo pasado, a ocupar el tercer puesto del ranking de interés informativo entre la
opinión pública; sólo superada por la información nacional e internacional.
Este cambio de tendencia tiene su origen en el crack de la Bolsa de 1987, la
apertura internacional de España con su entrada en la Unión Europea o la crisis de 2007,
entre otros. Hechos que junto con la competencia existente en el mercado de los medios
de comunicación y el desarrollo de las Tecnologías de la Información y Comunicación
(TIC) aceleran la especialización periodística y avivan las exigencias del público, cada
vez más selectivo ante la superabundancia de información.
Esta selección y segmentación que realizan las propias audiencias ha implicado
una mayor demanda formativa de los periodistas, quienes en el caso de la información
especializada trascienden la inmediatez de lo acaecido y apuestan por la explicación del
porqué de los hechos y sus consecuencias. Es lo que algunos autores definen como la
‘información de calidad’ o ‘información en profundidad’. Es decir, aquella que no sólo
busca satisfacer la curiosidad inicial, sino profundizar en un saber específico desde el
rigor del conocimiento y el análisis.
Primero la prensa y, posteriormente la radio y la televisión, han intentado
adaptarse a esta segmentación creando emisoras y canales específicos que estuviesen
especializados en economía, como Radio Intereconomía o Bloomberg TV. Sin embargo,
son los medios digitales los que han dado un último vuelco a la concepción del
periodismo económico, ofreciendo la información más completa al combinar inmediatez
y profundidad.
Esta evolución en el tratamiento de la información económica está
estrechamente ligada a la facilidad de acceso a Internet tras la generalización de su uso
La información económico-bursátil en los medios digitales
10
en la mayoría de los estratos sociales. Gracias a ello, cualquier persona interesada en
economía, ya sea un experto financiero o un individuo que quiera conocer el devenir de
sus ahorros, puede informarse de la última hora o seguir la evolución de un valor de
manera simultánea con solo un click en la pantalla.
La inmediatez, los hipervínculos y la multitemporalidad se han convertido en
elementos característicos de una nueva información de masas en la que el propio
individuo puede segmentar en función de sus intereses. Para ello es necesario,
especialmente en el caso de la información económica, la existencia de un profesional
que traduzca esos datos a un lenguaje comprensible que satisfaga las exigencias propias
de los receptores. Unos receptores que en unos casos son expertos en la materia y en
otros, no.
Por eso en este trabajo se analizarán los medios digitales como medio idóneo
para ofrecer información económica, así como el tipo de lenguaje empleado en cada uno
de ellos.
Antecedentes
Desde la perspectiva que queremos adoptar aquí, la información económico-
bursátil, los trabajos realizados hasta el momento investigan esta materia en otros
soportes al que a nosotros nos ocupa, los medios digitales. Dado el rápido avance de la
sociedad y la tecnología en las últimas décadas, la información bursátil ha ido copando
los distintos espacios informativos. En primer lugar, la prensa, posteriormente la radio y
televisión y actualmente, el soporte que aquí queremos estudiar y del que aún no hay
nada escrito, el digital.
La primera publicación económica aparecida en España fue el periódico de
Discursos mercuriales económico-políticos, creado en 1752, un momento en que la
actividad periodística aún no estaba profesionalizada. Sin embargo, en el siglo XX y
especialmente con la llegada de la democracia a España, la información económica se
convirtió en un gran negocio y un auténtico cuarto poder. El crash bursátil catapultó de
nuevo la información financiera al centro del universo informativo y la prensa
generalista dedicaba secciones especializada a acontecimientos como este.
Las crisis energéticas de 1973 y 1979 propiciaron que la sociedad tomase
verdadera conciencia de los efectos de las mismas ante las grandes subidas de gasolina y
el incremento del paro, aunque no fue hasta finales de los años 80 del siglo pasado
cuando se produjo la expansión de las publicaciones económicas. La demanda del gran
La información económico-bursátil en los medios digitales
11
público, junto a la creación de la Asociación de Periodistas de Información Económica
en 1974 ayudaron a impulsar esta especialidad de tal manera que los periódicos
generalistas dedicaron más páginas a esta materia. Asimismo, surgieron numerosas
publicaciones especializadas como Expansión, Cinco Días, y bastante más tarde, El
Economista en 2006.
La información económica también se abrió un hueco en los espacios
radiofónicos de la mano de Javier Arias, quien en 1983 creó la primera sección de
economía de Radio Nacional de España, pionera en esta materia. Esta sección estaba
concebida como una especie de trámite, según apunta su propio fundador en
declaraciones a Manuel de Ramón (1997:199), que sorprendentemente fue escalando
posiciones al atender la necesidad de información sobre la desasosegante marcha de las
finanzas nacionales en aquel momento.
Tras esta prueba piloto, el resto de emisoras también apostaron por la sección de
economía, creando programas específicos para su tratamiento. Las conexiones con la
Bolsa de Madrid se fueron ampliando y mediante un lenguaje más llano y accesible del
que por aquel entonces se relacionaba con la economía, las cotizaciones y resultados
financieros se adentraban en los hogares de los españoles. Programas como Hora 25 de
los Negocios o SER Consumidor en la Cadena SER; La Brújula de la economía en Onda
Cero o La otra cara de la moneda en Cadena COPE son algunos de los ejemplos.
Sin embargo, no fue hasta octubre de 1994 cuando la radio económica alcanzó
su verdadera madurez. En ese momento saltaba al entramado mediático una radio
especializada en finanzas, cuyo nacimiento es interpretado por Manuel de Ramón
(1997:73) como “la decidida entrada del periodismo económico en lo que se ha dado en
llamar el mundo de la radio-cofradía”.
De este modo, se hacía patente en España el último escalón en la especialización
económica dentro del ámbito radiofónico. Se seguía el ejemplo de Francia, Gran
Bretaña o Estados Unidos y se dirigía la información a un público situado en el tercer
nivel de especialización, es decir, aquellos expertos en la materia o con elevados
conocimientos de la misma.
Este auge adquirido por la información económica a finales del siglo XX en
España trasciende más allá de la prensa y la radio, alcanzando todos los medios de
comunicación, incluida la televisión. Tras los programas pioneros de TVE como Cuarto
y mitad, emitido en 1977, o Noticias y Negocios, en Telecinco a mediados de los años
La información económico-bursátil en los medios digitales
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90; en 1997 se puede hablar ya de dos canales especializados en información
económica: Bloomberg TV (1997) e Intereconomía TV (1998).
Ambos siguieron las pautas desarrolladas anteriormente por Radio
Intereconomía, buscando no sólo la máxima especialización de los contenidos
informativos, sino también de un público especializado en economía.
Así, Bloomberg TV aprovechó el boom bolsista de 1999 para lanzarse al interior
de los hogares españoles. La buena situación de la bolsa española hizo que pequeños
inversores se interesasen por el mercado, invirtiesen en acciones y buscasen medios de
comunicación a través de los que estar al tanto de los acontecimientos y, por tanto, de
sus ahorros.
Intereconomía TV (anteriormente Expansión TV), no apostó por la información
económica las 24 horas, como sí hizo Bloomberg TV. En este caso, informaba de los
mercados mientras estaban abiertos y posteriormente se convertía en una televisión
generalista emitiendo diversos contenidos de ocio que abarcaban desde series a debates.
Ambos canales llegaron a su fin con el estallido de la crisis. En concreto,
Bloomberg TV realizó su última emisión el 9 de marzo de 2009, mientras que
Intereconomía TV fue a negro en 2014, sentando las bases de la abundante y
especializada información económica contemporánea en el salto a los medios digitales.
Éstos ofrecen a los cibernautas la más completa información económica aunando la
rapidez de transmisión de la última hora con su facilidad de acceso desde cualquier
punto del mundo mediante un dispositivo electrónico, herramienta habitual en la vida
diaria de los ciudadanos del siglo XXI.
Objetivos y corpus de trabajo
Nuestra investigación afronta el estudio de la información económica desde una
perspectiva completamente diferente. Nos proponemos estudiar el subgénero de la
información económico-bursátil en el marco de los medios digitales con el objetivo de
averiguar hasta qué punto la conjunción de ambos elementos influye en la configuración
y redacción de las noticias.
El propósito de nuestro trabajo es demostrar la evolución y culminación de la
información económica bursátil en los medios digitales españoles, así como su
tratamiento; en un momento en el que comienzan a escucharse las primeras voces de lo
que algunos ya califican como ‘la nueva burbuja tecnológica’.
La información económico-bursátil en los medios digitales
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Además, se quiere demostrar que las noticias económicas interesan a la opinión
pública y que satisfacer sus necesidades implica dar el último paso en la evolución de
esta información. De ahí que sea necesario no sólo estudiar el desarrollo e implantación
de los medios digitales que informan sobre economía, sino también su contenido, grado
de especialización o fórmulas que utilizan para transmitir las noticias de manera
instantánea.
Para ello se analizará el recorrido de la información económico-bursátil a través
de los diferentes soportes hasta llegar a los medios online, las peculiaridades de este tipo
de información y cómo el desarrollo tecnológico ha revolucionado la manera en que se
informa al público. Una audiencia que ha demostrado su interés por los temas que
atañen a sus ahorros y que ha pasado de tener una función pasiva en el entramado
comunicativo, a ser totalmente activa.
Al mismo tiempo, también se tendrá en cuenta la influencia de lo que algunos
teóricos denominan periodismo fragmentado, entendido como noticias a modo de
titulares, implantado ya en muchos medios digitales para informar sobre los datos más
relevantes de los acontecimientos durante el transcurso de los mismos.
De este modo, se constatará de forma empírica la verdadera presencia de las
noticias de economía en la producción digital, seleccionando un periodo de análisis que
abarca del 3 de agosto de 2015 al 31 de marzo de 2016.
Hipótesis
En base a la investigación realizada para este trabajo, en el que se ha analizado
la evolución de la información económica centrándonos en los medios digitales e
investigando dos modelos de periódicos online de los que existen en nuestro país, la
hipótesis se basa en demostrar que, tras casi cuarenta años de desarrollo de la
información económica en España, los medios digitales son los más idóneos para
satisfacer las necesidades de información económico-bursátiles de la audiencia.
Tras el desarrollo de canales como Bloomberg TV o Intereconomía en los que
únicamente se abordaba la información económica, los medios digitales han dado un
paso más allá hasta posicionarse como los nuevos transmisores de este tipo de
especialidad gracias a su ruptura de las barreras espacio-temporales. De hecho, al cierre
de este trabajo (abril de 2017), ElPaís.com acordaba el lanzamiento de ‘El País
Economía’, una nueva web del diario de Prisa que además de sus contenidos financieros
La información económico-bursátil en los medios digitales
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habituales sumaba su cabecera económica Cinco Días y el nuevo proyecto Retina, un
portal especializado en economía digital.
Atrás han quedado las afirmaciones de César Coca y Pilar Diezhandino
(1995:37) en las que consideraban impensable una información económica plenamente
desarrollada en España. En la década de los 80 del siglo pasado, la apertura de España al
mercado exterior, entre otras circunstancias como el crash de 1987 o las implicaciones
económicas de la caída del muro de Berlín, propiciaron la popularización del mundo de
los negocios y las finanzas al amparo de la nueva ola de políticas neoliberales y el
espíritu emprendedor (Arrese, 2002:253).
Los periódicos comenzaron a ampliar sus páginas para abordar estos temas y las
finanzas fueron ganando adeptos no sólo en la prensa, sino también en radio y televisión
hasta convertirse en lo que Elvira Calvo denomina “una industria autónoma” (2010:18).
Ésta aumentó no solo la cantidad y calidad de las secciones de economía en la prensa
generalista hasta el punto de ocupar durante varias semanas la primera plana, sino que
también incrementó el número de cabeceras y suplementos salmón en las últimas
décadas del siglo XX.
Los programas de información económica en la radio y televisión (La Brújula de
la Economía de Onda Cero, Mi Cartera de Telecinco, etc.) o el nacimiento de cadenas
especializadas en esta temática son otra prueba de la importancia de la economía en el
periodismo. Importancia que no sólo se ve reflejada en el aumento de publicaciones,
sino también en el interior de las redacciones. En ellas, los periodistas económicos
gozan de un prestigio ‘mayor’ respecto a sus compañeros; posiblemente por los datos
que manejan del mundo financiero y empresarial, los cuales son relevantes para el
devenir de la economía del país.
Esta visión de la información económica también es patente en la sociedad, que
considera que se trata de una información que goza de buena credibilidad, despierta
confianza y guarda un rigor adecuado a pesar de verse presionada en algunas ocasiones
por las fuentes, así como por la necesidad de financiarse con publicidad procedente de
distintas empresas. Estas conclusiones fueron extraídas de las encuestas realizadas por
la empresa Análisis Sociológicos, Económicos y Políticos (ASEP) para la Asociación
de Periodistas de Información Económica (APIE) en la década de los noventa en las que
se contrastaba la evaluación que la sociedad hacía de la información económica. Los
resultados la situaban como la tercera temática con mayor audiencia tras política
La información económico-bursátil en los medios digitales
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nacional y deportes; y también como una de las que tenía mayor calidad, sólo superada
por las secciones de política nacional e internacional.
Con estos datos se hizo patente la entrada de la economía en los hogares
españoles, la preocupación por estar al tanto de aquellas cuestiones que de una manera y
otra afectaban a su bolsillo. Esta necesidad informativa se incrementó en pleno boom
inmobiliario a principios del siglo XXI, un momento en que muchos ciudadanos de a
pie invirtieron dinero en Bolsa o compraron y vendieron activos intentando multiplicar
sus ahorros. Estos comportamientos se reflejaban en los mercados y también en las
tiradas de los periódicos, al igual que ocurrió con la llegada de la crisis financiera en
2007.
Sin embargo, a pesar de la especialización mediática del momento, los medios
tradicionales no terminaban de satisfacer todas las necesidades informativas de las
audiencias. Y es que los medios digitales, tal y como afirmaba Orihuela en el año 2000,
“después de décadas de alfabetización televisiva, la web, como medio con aspiraciones
universales, canibalizará el lenguaje audiovisual tanto como se lo permitiera el ancho de
banda disponible”. Así, con la llegada de Internet, ese canal que según José María Prieto
(2005) “rebaja el alcance de las grandes noticias hasta el nivel del hombre de la calle”,
se han acelerado los tiempos, revolucionado los enfoques de la noticia e incluso
cambiado el modelo de redacción de la información.
En este nuevo panorama de inmediatez informativa y participación, la actualidad
se convierte en pasajera y queda obsoleta a los pocos segundos de que el periodista
pulse el botón de ‘publicar’. Ahora un solo medio aúna la inmediatez de la radio, el
análisis de la prensa y la capacidad gráfica de la televisión, rompiendo limitaciones
tradicionales que hasta el momento habían determinado la labor de los periodistas y el
devenir de la información. “Las nuevas tecnologías y la inmediatez del último dato han
acelerado la necesidad de informarse, y para eso la prensa digital económica es una
auténtica locomotora” (José Gabriel Fernández, 2010:171).
Ante estas nuevas necesidades, las cadenas de radio y televisión especializadas
en economía se quedan pequeñas frente a cientos de portales de Internet en los que se
puede observar la Bolsa en directo, o con una demora de escasos segundos. Las
audiencias ya no están interesadas únicamente en saber cómo evolucionan los valores o
cómo queda el índice al final de la jornada. Esos datos están al alcance de cualquier
persona que disponga de un dispositivo electrónico con acceso a Internet.
La información económico-bursátil en los medios digitales
16
El cambio en el acceso a la información junto “al carácter informativo e
inmediato de las noticias económicas, que tienen que ser publicadas con la mayor
rapidez posible” (Fernández, 2010) han permitido que la Red sea un medio idóneo para
su desarrollo.
Esta convergencia implica también que la figura del periodista haya sido
reinventada. Recordemos que según la decimosexta edición del informe ‘La Sociedad
de la Información en España’ (2016) en un solo año aumentó en un millón el número de
personas que se conectaron regularmente a Internet. Un total de 22,2 millones de
españoles accedieron diariamente a la Red y por primera vez, el móvil superó al
ordenador en este acceso.
La conexión permanente está a la orden del día y ello ha influido en el modo de
consumir y demandar información. Por ello el periodista “además de asegurarse de que
su noticia está publicada bajo unas premisas de concisión, claridad y fiabilidad, añade
ahora asuntos de peso como la rapidez, la posibilidad de recibir inmediatamente
opiniones y/o críticas de la noticia, la interactividad de un mundo que cambia segundo a
segundo y convierte a la actualidad en pasajera”. (Prieto; 2006:417).
La audiencia, cada vez más segmentada dentro de estos medios de masas, opta
por crear su propio producto informativo en función de sus intereses gracias a la
multimedialidad permitida por Internet y los medios digitales. Ya no basta con
transmitir la información con un valor añadido, también hay que dar la posibilidad de
seguir distintas vías de información dentro de la misma noticia. De este modo, la
audiencia experta o sin apenas conocimientos financieros, es capaz de entender y
profundizar en los hechos.
“El periodista tiene la obligación de hacer atractivos para los destinatarios unos
asuntos de por sí grises, muchas veces excesivamente técnicos y a menudo poco
interesantes” (Arrese, 2006). Sin olvidar las exigencias de rigor a las que está sujeta este
tipo de especialización y que las explicaciones, datos o términos que se emplean, tienen
efectos inmediatos en el mercado. De ahí la necesidad de la pulcritud en los términos.
El hecho de que el lenguaje periodístico se llene de términos excesivamente
técnicos tampoco es la solución para mantener ese rigor del que hablábamos, sino que
tal y como señalan Francisco Esteve y Javier Fernández del Moral (1999: 12) hay que
encontrar “un término medio entre el elitismo y la vulgarización del conocimiento”.
La globalización y la concepción de la Red como una infraestructura universal
de comunicación, sumada a la capacidad de Internet de crear sistemas de relación y
La información económico-bursátil en los medios digitales
17
transacción son, tal y como señala Arrese, factores que propician el crecimiento
continuo de lectores de información económica en los medios digitales. Unos medios a
los que acuden distintos tipos de lectores. Desde expertos en la materia a ciudadanos de
a pie que quieren estar al tanto de esas decisiones que afectarán al devenir de sus
ahorros. Públicos con distintos niveles de conocimiento que deben quedar satisfechos
con la información ofrecida. Algo que, tal y como se observará a lo largo de esta tesis,
se consigue no solo con la labor traductora del periodista, sino también mediante el
empleo de hipervínculos que posibilitan la elección de lector.
“La capacidad de almacenaje de la Red parece ilimitada y las capacidades de
enlazar unos temas con otros prácticamente infinitas, se ofrecen a todas las
posibilidades informativas” (Prieto, 2005), permitiendo que el lector pueda llegar hasta
el último detalle. Por ello, el desarrollo del periodismo económico en Internet permite, a
nuestro juicio, llegar a públicos con diferentes niveles de especialización gracias a los
hipervínculos. Aquellos que necesiten profundizar en conceptos, antecedentes de una
situación o incluso ahondar más en el tema, podrán hacerlo gracias a estas herramientas
que sólo están disponibles en la Red y generan un amplio abanico para hacer más
comprensible la noticia.
En los medios digitales el lenguaje periodístico va más allá de la palabra y de los
tecnicismos empleados. Los ‘flash’ informativos adelantan incluso a la radio, que hasta
el momento tenía el monopolio de la velocidad a la hora de transmitir una información.
El lenguaje escrito se suma al hablado mediante audios y vídeos, y se invita a los
lectores a desarrollar su propio recorrido a través de la información en función de sus
necesidades.
Ya no solo la rapidez o la capacidad de acceso a la Red que tiene la población
son claves en el desarrollo del periodismo económico digital, sino también las
posibilidades que plantea la Red. En ella hay que aplicar un lenguaje que aún está sin
definir y que no solo se limita al empleo de la palabra.
Tal y como afirma José Gabriel Fernández (2010) “el periodismo digital es, para
la prensa económica, un buen lugar para fomentar esta información, por su rapidez y su
difusión, pero al mismo tiempo, la prensa económica, por su carácter especializado,
ofrece a la prensa digital una nueva dimensión periodística que hay que explotar y
aprovechar al máximo”.
Bajo esta premisa, este texto analiza el contenido, grado de calidad periodística y
tendencia de las noticias económicas publicadas en los medios digitales.
La información económico-bursátil en los medios digitales
18
Metodología
La metodología seguida en la presente tesis se ha basado en el estudio
pormenorizado de medios digitales desde el punto de vista de la información económica
bursátil. Así, se ha producido un seguimiento y observación directa de las noticias
publicadas en dos periódicos digitales. Uno generalista, ElPaís.com, y otro
especializado, Expansión.com.
Para su selección se tuvo en cuenta el número de lectores de cada medio, su
grado de especialización, el volumen de informaciones económicas y los conocimientos
de sus redactores. Por lo que respecta al medio generalista, cabe destacar que se trata del
primer medio impreso que dio el salto al ámbito digital y, por tanto, se le considera
pionero en los cambios y nuevas estrategias online. Asimismo, ElPaís.com es el medio
más representativo del público generalista, puesto que según el medidor oficial de
audiencias comScore, fue el periódico digital más leído en 2016.
La elección del otro periódico que conforma la muestra objeto de estudio,
Expansión.com, estuvo motivada no sólo por sus cifras de audiencia (cerró 2016 como
líder de información financiera), sino por ser uno de los medios económicos más
especializados; hecho que permitía comparar el tipo de lenguaje y tratamiento
informativo de ambos medios.
Una vez seleccionada la muestra, se realizó un análisis del tratamiento
informativo que se dio a las noticias económicas en los medios digitales, centrándonos
en primer lugar, en la calidad periodística de los textos. Un concepto creado por Inés
Rodríguez Cruz (2013) que ha sido entendido como el conjunto de funciones y
características de las noticias que permiten al lector satisfacer sus necesidades
informativas.
Siguiendo esta definición, se establecieron unos baremos que determinaron la
calidad periodística de la información en base a una serie de variables: claridad
expositiva, contextualización de los hechos indicando sus antecedentes y consecuencias,
empleo de datos comprobables, el tipo de noticia ante la que nos encontramos, la autoría
del texto, el uso de fuentes, el empleo de datos y la presencia de tecnicismos y
extranjerismos.
Sin embargo, como los valores máximo y mínimo son muy extensos se optó por
hacer una media, de manera que la nota de cada información es la suma de los puntos
obtenidos en cada variable dividida entre las diez variables analizadas. De este modo, se
podía obtener un resultado máximo de 1,5 y otro mínimo de 0,2. Estos datos fueron
La información económico-bursátil en los medios digitales
19
trasladados a un sistema decimal y se les otorgó una calificación: Sobresaliente (1,5),
Suficiente (0,85) e Insuficiente (0,2).
Además, se analizó el grado de tendencia de los titulares, es decir, el estado de
ánimo que transmite la información a partir de su titular. Para ello se plantearon cinco
categorías: optimista, moderadamente optimista, neutro, moderadamente pesimista y
pesimista.
La clasificación de cada uno de los titulares en estas categorías vino determinada
por la carga positiva o negativa del verbo empleado, así como la visión más o menos
favorable de otros términos como los adjetivos o los adverbios.
Por otro lado, en este análisis de la información económica en medios digitales
también se realizó un análisis de contenido. Para ello se estudiaron nueve variables con
las que se observó no sólo el lenguaje empleado sino la manera en que los medios
digitales se relacionan con sus audiencias. Estas variables fueron: referencias
geopolíticas, alusión al valor de cotización, elementos literarios, adjetivos disuasorios,
empleo de tecnicismos y extranjerismos, hipertextualidad, multimedialidad e
interactividad.
Asimismo, para la elaboración de este trabajo han sido fundamentales las
valoraciones y opiniones recogidas en varias entrevistas en profundidad realizadas a
periodistas especializados en información económica de diferentes medios de
comunicación, así como a expertos del tratamiento informativo en el ámbito digital. De
este modo, se han conocido las deficiencias y fortalezas reconocidas por los propios
periodistas especializados en la materia o los métodos que emplean a la hora de
informar a los ciudadanos, unos métodos que están muy vinculados al tipo de lector al
que se dirige la publicación.
Fuentes
Las principales fuentes de información a las que se ha recurrido para la
elaboración de esta tesis han sido, en primer lugar, fuentes primarias formadas por los
textos de los periódicos impresos y digitales que formaban parte del objeto de estudio,
es decir, ElPaís.com y Expansión.com. Se realizó un trabajo de campo consistente en la
evaluación de la información económica emitida por estos medios sobre Abengoa entre
el 3 de agosto de 2015 y el 31 de marzo de 2016.
En segundo lugar, se ha recurrido a fuentes personales al realizar entrevistas en
profundidad a redactores especializados en información económica en diferentes
La información económico-bursátil en los medios digitales
20
soportes. Así, entre los redactores de prensa se encuentran representados redactores de
medios generalistas y especializados gracias a Manuel V. Gómez, redactor del El País,
y Joaquín Gómez, adjunto al Director de El Economista y redactor jefe de la sección de
Mercados.
La visión de la información económica en radio y televisión fue transmitida por
profesionales de distintas cadenas: Rocío Arviza, directora del programa de información
bursátil ‘Tiempo Real’ de Gestiona Radio (COPE); Ana Estévez, periodista económica
de Antena 3 o María Marín, periodista especializada en economía de Telemadrid.
Por último, se mantuvo una entrevista con Íñigo de Barrón, presidente de la
Asociación de Periodistas de Información Económica y redactor de la sección de
Economía del El País.
La finalidad de recurrir a este tipo de fuentes está en la posibilidad que ofrecen
de conocer el periodismo especializado desde el interior, conociendo por qué cada
medio de comunicación ofrece ese enfoque en cuestión, y los problemas que ven en esta
especialización. Se elaboró un cuestionario común para todos ellos donde se les
preguntaba sobre su idea de periodismo especializado, y más concretamente la
especialidad que se analiza a lo largo de este escrito, su concepto de público, sus
métodos empleados sobre el lenguaje, o cuál sería para ellos la formación ideal para un
periodista económico.
La consulta de fuentes escritas también ha sido fundamental para el desarrollo
de este trabajo, especialmente las tesis doctorales realizadas hasta el momento sobre la
información económica también han servido para tener una visión más completa del
panorama actual del periodismo económico, la cual se ha complementado con textos de
autores especializados en la materia o publicaciones de la Asociación de Periodistas de
Información Económica (APIE).
Por otro lado, lo informes sobre la presencia de las nuevas tecnologías en la
sociedad o estadísticas realizadas por instituciones como el INE, han sido de gran ayuda
para poder cuantificar el peso de Internet y los avances tecnológicos en los ciudadanos.
La información económico-bursátil en los medios digitales
23
CAPÍTULO 2. La importancia de las nuevas tecnologías como cambio radical en
la evolución del periodismo económico.
‘Junto con las innovaciones tecnológicas, la especialización periodística
es uno de los fenómenos más significativos del periodismo actual’
Francisco Esteve.
La información económica, una de las áreas periodísticas que mayor
especialización requiere para los profesionales, ha alcanzado gran auge en las últimas
décadas. A pesar de ser considerada una ciencia ardua y llena de tecnicismos, la
situación de las finanzas siempre ha preocupado al hombre y ese interés ha ido
progresando día a día hasta que especialmente, a finales del siglo XX y principios del
XXI, ha cobrado su mayor intensidad.
La importancia de esta temática ha alcanzado los medios de comunicación,
incluidas la radio y la televisión. En ellas se iniciaba en los años 80 del siglo pasado la
difícil tarea de informar sobre números en unos soportes limitados estructuralmente por
barreras espacio-temporales. Así, a la proliferación de publicaciones impresas se
sumaban los programas radiofónicos dedicados única y exclusivamente a la economía;
hasta que en 1994 se dio el salto a la radio especializada con Radio Intereconomía.
La televisión también desarrolló canales en los que solo se emitían noticias
financieras, pero será con la llegada de Internet, como analizaremos en esta tesis,
cuando se termine de revolucionar el panorama periodístico. Tal y como expresaba José
Gabriel Fernández, “las nuevas tecnologías y la inmediatez del último dato han
acelerado la necesidad de informarse, y para eso la prensa digital económica es una
auténtica locomotora” (José Gabriel Fernández, 2010:171).
Este progreso tecnológico, sumado al boom inmobiliario en el que se vio
inmersa España a principios del 2000, han sido dos nuevos detonantes del interés de la
audiencia por esta especialización. A mayor desarrollo económico, mejores condiciones
de vida y, en consecuencia, más dinero en circulación.
Es precisamente lo que ha pasado en España en las últimas dos décadas cuando
en el año 2000 el sector de la vivienda comenzaba a crecer desaforadamente. Los
precios subían un 17% anual y cada año se iniciaban una media de unas 6.000 casas,
según datos del Ministerio de Fomento.
La información económico-bursátil en los medios digitales
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El cambio en el ciclo económico fomentado por la burbuja inmobiliaria y el
brillo del dinero despertaron el entusiasmo por las noticias económicas. Los nuevos
ricos se multiplicaban y se provocó un interés especial por la Bolsa con una extensión
considerable de la actividad bursátil. Pocos eran los que no soñaban con multiplicar sus
ahorros mediante la especulación con su vivienda o invirtiendo unos pequeños ahorros
en acciones.
Esta nueva predilección de la audiencia por la información bursátil y por la
economía en general revolucionó los medios de comunicación, especialmente Internet.
Con él se ha facilitado el acceso directo y en tiempo real a los movimientos bursátiles,
ayudando así a incrementar el potencial de interesados en la temática.
Una vez que llegaron las vacas gordas, en plena crisis, los grandes enemigos del
desarrollo económico regresaron a España. La gravedad de la coyuntura se hizo patente
y su más inmediata consecuencia social, el paro. Mientras que en países como Estados
Unidos la tasa de desempleo era del 10%, España alcanzaba el 26%.
Sin embargo, la economía seguía siendo noticia de portada prácticamente a
diario. Y no era para menos. La prima de riesgo alcanzaba su máximo histórico en
verano de 2012 al rozar los 650 puntos básicos, su nivel más alto desde la creación del
euro, con la rentabilidad del bono a diez años por encima del 7,7%.
“Los asuntos de la actualidad de los que se debate en el trabajo, el hogar, los
cafés, o los parques públicos son siempre aquellos que son difundidos a través
de los medios de comunicación. Lógicamente, cuando más importancia presten
los medios a un asunto concreto, mayor será la intensidad del debate sostenido
por los ciudadanos a propósito del mismo, aunque esta norma tiene también sus
excepciones porque existen discusiones sobre determinados asuntos que, por su
especificidad, se circunscriben a ámbitos sociales o profesionales muy
concretos, aunque la discusión tenga en el seno de los mismos una gran
intensidad”. (Coca y Diezhandino, 1991:35).
La ciudadanía quería saber cómo mantener sus ahorros, cuáles serían las nuevas
medidas de recorte adoptadas por el Gobierno y conocer aquellos temas que afectarían a
su bolsillo. Unas cuestiones que motivaron que la información económica siguiese
ocupando la primera plana de los informativos.
La información económico-bursátil en los medios digitales
25
2.1 Concepto de información económica
La economía, entendida como actividad humana destinada a la satisfacción de
unas necesidades mediante unos recursos escasos, es una ciencia que ha existido desde
tiempos remotos y está presente en cada uno de los pasos que da el ser humano. Desde
que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos dependiendo de la economía.
Encender la luz al levantarse es economía, abrir el grifo del agua, calentar el café con
leche para el desayuno o incluso salir a dar un paseo es economía.
El entorno de escasez en el que vive el ser humano y la necesidad de elegir hace
que la ley de la oferta y la demanda, básica en esta ciencia, también sea fundamental en
nuestra vida diaria; y es que tal y como afirman Francisco Esteve y Javier Fernández del
Moral en el libro Áreas de especialización, toda nuestra vida tiene una repercusión
económica.
“En la medida en que nuestra sociedad es y tiene que ver con la economía, todo
pasa por relacionarse con ella, de modo que cualquier información de cierta
relevancia, sea o no económica, con amplia repercusión social tiene a mayor o
menor plazo efectos económicos” (1999:398).
Este pensamiento parece que empezaba a fraguarse en la Baja Edad Media
cuando surgieron los primeros trazos de lo que posteriormente se bautizaría como
periodismo económico.
Cuando la imprenta apenas se había afianzado como uno de los grandes inventos
del siglo XV, grandes banqueros y comerciantes como los Függer en Alemania o Simón
Ruiz en España, crearon las primeras redes informativas en la materia. Para ello,
vincularon la actividad comercial y la difusión de noticias sobre mercados, dejando
clara la importancia que ya tenía la información bursátil en 1535. Se presentaba como
una materia cercana y útil para los ciudadanos; sin embargo, sólo era una pequeña élite
la que entendía que los mercados afectaban a su vida diaria.
A finales del siglo XV la información económica dio un vuelco. El capitalismo
comercial, sumado a la revolución tecnológica que supuso la imprenta de Gutenberg, ya
imprescindible para la sociedad, permitió que las noticias económicas se convirtiesen en
una parte esencial del negocio de la burguesía mercantil. Las actividades informativas
privadas se institucionalizaron en torno a los principales mercados como Ámsterdam o
La información económico-bursátil en los medios digitales
26
Londres dando lugar a las denominadas hojas sueltas o Price currents (Del Río, 2004:
17). Unos impresos que se repartían en las ciudades portuarias de Reino Unido y Países
Bajos para informar sobre las variaciones de precios de determinadas mercancías y
tarifas portuarias. Se presentaban como una reproducción regular de tablas de datos y
variables de interés comercial, sin apenas comentarios ni interpretación, que se iban
desarrollando más y más.
Sin embargo, no fue hasta el siglo XVIII cuando surgió la verdadera revolución
comercial. Una revolución que, junto a la Ilustración y su deseo de conocimiento,
permitió que aumentase el afán por conocer la realidad económica y actuar sobre ella.
Bajo este marco intelectual se perfeccionaron los Price Currents y aparecieron nuevas
publicaciones económicas como Daily Courant en 1702 o Public Advertiser y Morning
Chornicle and London Advertiser, publicados en Londres en 1769.
Francia, otro de los puntos importantes de esta revolución, también destacó en lo
que a prensa económica se refiere. Nacieron Le Journal de Commerce, Journaux
d´Affiches y, uno de los más destacados, Le Journal Economique.
En España salió a la luz en 1758 el Diario Noticioso, curioso, erudito,
comercial, público y económico, de Francisco Sebastián Mariano Nipho. Un diario de
carácter económico que se nutría principalmente de avisos comerciales y que se tomó
como modelo a seguir una vez que la fiebre económica se extendió por la Península. Un
momento que sin duda alguna impulsó socialmente la información económica gracias a
publicaciones especializadas en la materia como el Correo Político y Mercantil de
Sevilla o el Diario Mercantil de Cádiz.
Como se puede observar en los periódicos citados, a lo largo del siglo XVIII el
periodismo económico se limitaba casi exclusivamente a informar sobre mercados,
precios y productos. Aun así, fue un siglo que cambió esta especialidad periodística,
puesto que permitió dar un paso más allá en la vinculación entre la prensa y la
coyuntura económica del momento.
El verdadero punto de inflexión en el panorama periodístico llegará en el
siglo XIX cuando el factor tecnológico y la evolución social permitieron que los
diarios acompañasen sus secciones tradicionales con tablas de cotizaciones y
mercados de divisas.
La prensa madrileña, por ejemplo, dedicaba al menos un par de páginas a relatar
lo que ocurría en las bolsas nacionales e internacionales.
La información económico-bursátil en los medios digitales
27
“De esta manera, el primer dato que se podía encontrar, era la información del
número de valores que subían, repetían o bajaban de precio, dando así una
imagen global e instantánea de la marcha de cada jornada. Igualmente, abrían o
cerraban esta sección de Bolsa con comentarios sobre la sesión de
negociaciones, y también con noticias que afectaban o pudieran afectar a los
mercados, así como anuncios de hechos financieros que tenían lugar en
momentos puntuales de las sociedades admitidas en Bolsa” (Ramón Escribano,
2014:209).
Fruto de estas mejoras a la hora de informar sobre información económica, así
como a la mayor demanda de estos contenidos por las audiencias, los diarios Expansión,
Cinco Días y La Gaceta de los Negocios incrementaron la venta de ejemplares de
60.000 a principios de la década de los 90 del siglo pasado, a 100.000 a finales de la
misma.
2.2 El periodismo y las tecnologías
La evolución de la humanidad siempre ha ido ligada a la evolución de la
comunicación. Como prueba de ello consideramos que unas de las primeras formas de
comunicación podrían ser las pintadas y signos en las paredes de las cuevas que
determinaban a qué tribu pertenecía cada una de las personas; las tablas de arcilla en las
que surgió la escritura cuneiforme; los elementos ideográficos que no sólo se
relacionaban con el objeto representado, sino que se le asociaban una serie de ideas y
cualidades, etc. Todos ellos ejemplos que denotan la necesidad de diversas
civilizaciones de la historia de transmitir información.
Con el nacimiento de la imprenta en el siglo XV queda patente la importancia de
los avances tecnológicos en el desarrollo de la comunicación. Por primera vez en la
historia se puede transmitir información de manera mucho más rápida y multitudinaria.
Dos matices que marcarán el devenir de la información futura y serán los grandes
aliados de la información económico-financiera.
El siguiente punto de inflexión en la evolución de la comunicación viene de la
mano de lo que David Parra (2004) denomina ‘generación menos uno’, entendido como
un conjunto de innovaciones tecnológicas que se desarrollan a lo largo del siglo XIX y
transforman la vida del ser humano y los medios.
La información económico-bursátil en los medios digitales
28
La primera de estas tecnologías es el telégrafo, un invento que parte de la
población consideraba una obra del demonio y que, sin embargo, la prensa acoge de
manera favorable. A pesar de los riesgos en los que se podía caer con su empleo, como
el apresuramiento del quehacer periodístico o la realización de un periodismo no
reflexivo y sí coyuntural, el telégrafo acelera las comunicaciones.
“Antes del telégrafo no existía ninguna separación entre el transporte y la
comunicación. La información viajaba únicamente todo lo rápido que viajaba el
mensajero que la llevaba. El telégrafo disolvió esa unidad y se difundió
rápidamente por todo el territorio para formar la primera de las grandes redes de
comunicación”. (Czitrom, 1997:191).
De este modo, el telégrafo permitía cumplir con la premisa básica en torno a la
cual se ha organizado el periodismo: la transmisión rápida y perceptible de la
información. (López García, 2010:120).
Esta idea marcó la información económica del momento y se seguía teniendo en
cuenta cuando, más de tres décadas después, nació una nueva tecnología que logró
hacer con la voz lo que hasta entonces sólo se podía hacer con la impresión:
almacenarla, repetirla y transmitirla a grandes distancias. Así surgió el teléfono de Bell,
y con él, los periódicos pusieron en marcha una sección denominada ‘últimas noticias’.
No obstante, ésta no era la única manera de desarrollar un periodismo más cercano.
Poco después surgieron los diarios telefónicos que, según señala José Álvarez Marcos
(1994: 123), tienen sus antecedentes en 1890, momento en que los clientes llamaban a
los periódicos y vía telefónica se les leían las últimas noticias.
Díaz Noci y Meso Ayerdi (1999:19) también han documentado esta misma
técnica, la cual, según aseguran, se puso en marcha en Nueva York en 1913 y al parecer
tuvo 2.500 suscriptores. Se trataba de una novedad que cambió el panorama de la
información bursátil. Los interesados podían conocer de viva voz las cotizaciones de los
valores sin necesidad de esperar a que el periódico se imprimiese y saliese a la venta,
con las ventajas que ello conllevaba.
Por tanto, con el teléfono no sólo se mejoró la rapidez de transmisión de
información, sino también la manera de satisfacer las necesidades de cada persona, ya
que cada uno seleccionaba sus ámbitos de interés informativo. Surgía así un pequeño
La información económico-bursátil en los medios digitales
29
esbozo de lo que hoy se conoce como periodismo segmentado y que será una de las
piezas clave del ciberperiodismo, del que se hablará en los próximos epígrafes.
2.2.1 Los grandes avances del siglo XX: la radio y la televisión
2.2.1.1 La madurez de la información económica en la radio
“La estación radiodifusora EAJ-1 de emisiones Radio Barcelona”. Estas fueron
las primeras palabras que se transmitieron el 14 de noviembre de 1924 en España,
formalizando el nacimiento de un nuevo medio de comunicación: la radio. Más allá del
hecho de que algunos estudios sitúen las primeras emisiones radiofónicas de nuestro
país a finales de 1923 a cargo de Radio Ibérica de Madrid, lo realmente importante es
que en los años veinte del siglo pasado surgía un medio de comunicación que
revolucionaría el panorama informativo.
Marconi, creador de la telegrafía sin hilos y, por tanto, precursor de la radio;
apoyado por la revolución industrial y los avances tecnológicos, dio forma a la
innovación que “con mayor intensidad ha afectado al mercado informativo”. La
telegrafía sin hilos.
Gracias a ella, el periodismo se hace más cercano, se incorporan declaraciones y
sonido ambiente, y la radio se convierte en uno de los grandes aliados de la población.
Empleada durante las guerras y dictaduras como arma propagandística, la radio se
transforma en el medio de comunicación por excelencia; y en el caso de la información
económica no iba a ser menos, aunque le costó adaptarse, dadas las dificultades del
medio para la transmisión de datos.
La imposibilidad de apoyarse en gráficos para explicar las noticias económicas,
en su mayoría abstractas, hace que la radio sea, en palabras de José Gabriel Fernández
(2003:127) “el peor medio de comunicación para la información económica”. Sin
embargo, los distintos periodistas especializados han sabido hacer frente a estas
limitaciones y han conseguido hacer muy buena información económica en radio.
A finales de los años 70, más de cinco décadas después de su primera emisión, la
radio conseguía hacer un hueco al periodismo económico gracias a Radio Nacional de
España. Será la primera emisora que incluya noticias sobre este ámbito y también será
pionera en la creación de la sección de Economía en 1983 de la mano de Javier Arias.
Una sección que según las declaraciones recogidas en la tesis de Manuel de Ramón
Carrión surgió casi de rebote:
La información económico-bursátil en los medios digitales
30
“En realidad se había concebido como una especie de trámite. Casi iba a ser una
‘maría’ en los diarios hablados, porque en aquellos momentos, a principios de
1983, recién salidos, o a punto de salir de la Transición, el interés informativo
se centraba exclusivamente en la política”. (1997:199).
Sin embargo, poco a poco la economía fue escalando posiciones en respuesta a
la demanda social. La profunda recesión en que se encontraba inmersa España y las
dificultades económicas que atravesaban los ciudadanos propiciaron que la población se
interesase por la temática.
Bajo esta creciente demanda informativa, la información económica se abrió
camino en la radio durante la década de los 80 del siglo pasado y los informativos de las
diferentes cadenas contaban ya con su propia sección de Economía, generalmente
reservada para el final.
Tal fue el cambio que se produjo en las diferentes emisoras para abordar las
noticias financieras que Mariano Cebrián, según recoge Manuel de Ramón Carrión,
afirmaba:
“A finales de la década de los ochenta la popularidad adquirida por la Bolsa de
valores llevó a una tensa competitividad en algunas cadenas de radio por
programar los tiempos lo más inmediato posible al cierre de la Bolsa para dar la
información de la oscilación de los valores”. (1997:364).
De este modo surgieron espacios como La Brújula de la Economía en Onda
Cero, Hora 25 de los Negocios o SER Consumidor, en la cadena SER, y La otra cara de
la moneda en la Cadena COPE. “Nuevos espacios que permitían realizar conexiones
con el parqué con más asiduidad y que los oyentes se familiarizasen con el lenguaje de
la información económica”. (Calvo Gutiérrez, 2010:101).
Programas especializados que en casos como el de la Cadena SER iban
adecuándose a los cambios en sus parrillas; y en otros, como la Cadena COPE, se
terminó integrando la actualidad económica en el programa nocturno La Linterna en
forma de sección diaria.
Por lo que respecta a los programas radiofónicos ‘no informativos’, es decir, los
magacines, la información económica ya no sólo ‘se colaba’ en ellos por la puerta de la
urgencia o la ‘última hora’, sino que comenzaba a tener un espacio fijo con carácter
La información económico-bursátil en los medios digitales
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divulgativo en la radio pública. De hecho, “Alejo García estableció una conexión de dos
o tres minutos en su programa Buenos Días de RNE con el especialista de Bolsa de la
cadena para conocer los primeros movimientos de la sesión” (De Ramón, 1997:77).
La información económica interesaba especialmente a los inversores y la
inmediatez de la radio era uno de los grandes aliados para acceder a los datos lo más
rápido posible. De hecho, las conexiones en las distintas emisoras se fueron ampliando
hasta convertirse en un pequeño coloquio en el que los datos de última hora se
entremezclaban con un análisis de la situación. Una práctica que continúa a día de hoy,
tal y como se puede observar en la siguiente crónica de Fernando Mañueco del 29 de
noviembre de 2016 a las 9 de la mañana en Cadena COPE, con una duración de un
minuto y medio:
“`Poca cosa en la Bolsa. El índice Ibex 35 abre con un ligero recorte del 0,14%
hasta 8.606 puntos, según vemos en Infobolsa. Los bancos empiezan a buscar el
equilibrio perdido. El Popular reacciona tímidamente tras las últimas caídas.
Están suspendidos de cotización Indra y Tencocom. Indra ha presentado una
oferta de compra por el 100% de Tecnocom a 4,25 euros por título. El pago se
realizará en efectivo y en acciones.
A las 2.30 de la tarde se conocerá el PIB de Estados Unidos. Se espera un
crecimiento del 3% en el tercer trimestre frente al dato preliminar del 2,9. El
petróleo en la víspera de la cumbre de la OPEP roza los 49 dólares.
La prima de riesgo de España se mantiene en 138 puntos. La italiana se sitúa 50
puntos más arriba presionada por la incertidumbre que genera el referéndum
que se va a celebrar en Italia este fin de semana”.
Sin embargo, no todas las cadenas apuestan por esta tendencia. Pascual Donate,
periodista bursátil de la Cadena SER, realiza su crónica de Bolsa el mismo día 29 de noviembre
a las 9 horas en tan solo 17 segundos y con un ritmo bastante más lento que el empleado por
Mañueco. En este caso, se limita a informar sobre los datos sin ningún tipo de análisis:
“Números rojos para el Ibex en la apertura. Cae dos décimas y está cerca de
caer por debajo de los 8.600 puntos. Tokio ha cerrado la sesión con un retroceso
del 0,27% casi el mismo porcentaje que anoche se dejó Nueva York. Y en el
mercado de deuda la prima de riesgo marca los 136 puntos básicos”.
La información económico-bursátil en los medios digitales
32
“No hay por qué renunciar a dar una noticia profunda, pero siempre intentando
explicarla al máximo”, afirma Manuel de Ramón (1997:440). Es decir, puntualiza,
“educar también aquí al oyente y enseñarle la teoría económica y el funcionamiento de
los mercados financieros”.
Y esa es precisamente la línea que ha seguido la información económica en radio
en las últimas décadas, siendo en octubre de 1994, con el nacimiento de Radio
Intereconomía, cuando la información económica en radio ha alcanzado uno de sus
mayores desarrollos hasta el momento.
Fue concretamente el 7 de octubre de 1994 cuando el 95.1 de la FM comenzaba
a emitir única y exclusivamente sobre economía y finanzas, siguiendo la senda ya
recorrida por otros países como Estados Unidos. Allí, Bloomberg News Radio, con sede
en Nueva York, llevaba años apostando por la información financiera 24 horas al día.
En el caso español, Intereconomía optó por transmitir esta especialización a un
público experto muy interesado en la materia, el correspondiente al tercer nivel de
especialización según la clasificación realizada por Javier Fernández del Moral y
Francisco Esteve.
Se trata de un público que había sido descubierto con anterioridad por Radio-5
Todo Noticias y en el que Intereconomía vio un gran potencial para que “un asunto
considerado árido y difícil de tratar obtuviese en exclusiva su propia ventana en el dial”
(1997:274).
Y es que el panorama de la información económica en radio ha sido cambiante
desde sus inicios hasta día de hoy. Así lo refleja el estudio realizado por María
Gutiérrez, profesora de Teoría y Técnica del Lenguaje Radiofónico de la Universitat
Autònoma de Barcelona, y Elsa Moreno, profesora de Programación Radiofónica de la
Universidad de Navarra. En él se recogen las estrategias de programación de la
información económica en la radio española en el ámbito nacional desde 2004 a 2007.
Este estudio muestra cómo la mayoría de las parrillas de programación
generalista contaban con información económica, bien fuese a través de secciones fijas
o bien programas especializados, reflejando una tendencia de consolidación de la
información financiera en la radio española.
A pesar de que cadenas como Punto Radio, Onda Cero o la Cadena COPE
comenzaron emitiendo programas especializados, acabaron abandonando esta línea y
optaron por integrar la actualidad económica en su magazine diario en forma de sección
La información económico-bursátil en los medios digitales
33
diaria. Concretamente en la franja horaria que abarca desde las 20 a las 24 horas,
aseveran estas autoras.
La excepción viene de la mano de la Cadena SER, siendo “la única oferta
generalista que incluye en su propuesta de contenidos de 2004 a 2007 un informativo
especializado en esta materia”. Se trata de Hora 25 de los negocios, que se emite entre
las 21:30 y las 22 horas.
De este modo, el estudio señala la franja horaria comprendida entre las 21 y 22
horas como “el punto idóneo para este tipo de contenidos”, puesto que las emisiones de
las cuatro cadenas coinciden en ese segmento horario. Además, recoge que la actualidad
económica y financiera, y la actualidad bursátil (la cual destaca de lunes a viernes, días
en los que está activo el mercado) son las temáticas que cuentan con un mayor índice de
presencia en las cadenas analizadas.
De este estudio realizado por Gutiérrez y Moreno, podemos extraer que la
existencia de este tipo de programas, ya sean especializados o se introduzcan en las
secciones diarias del magazine, ponen de manifiesto el interés de la audiencia por este
tipo de productos informativos, superando las carencias estructurales y lingüísticas del
periodismo económico en radio.
Un medio de comunicación que, por sus características propias, tiene que
superar limitaciones como la imposibilidad de ver los números y gráficos, su carácter
lineal, la irreversibilidad de su mensaje o su inmediatez; sin perder en ningún momento
la exactitud y precisión terminológica de la información. Así, por ejemplo, ante la
dificultad del oído humano de retener los números, Manuel de Ramón (1997:605)
propone reducir al máximo las cifras en el mensaje radiofónico para que éste sea eficaz
desde el punto de vista comunicativo. “Lo ideal es que una información para radio no
contenga más de dos o tres cantidades. El exceso puede convertirse en ruido”, asevera.
La radio sigue aferrándose a día de hoy a su posibilidad de dar los datos minuto
a minuto. Al mismo tiempo lucha contra su dificultad de atraer al público leyendo un
listado de cotizaciones, pero parece que lo está consiguiendo al introducir explicaciones
y comentarios que guían a la audiencia en el mercado de valores.
Tal y como afirma María Gutiérrez, “la información económica en la radio
española de ámbito nacional se aborda desde tres áreas temáticas de especialización: la
actualidad económica y financiera, la información bursátil y el consumo” (2008:101)
Es imposible predecir si los programas económicos tendrán futuro en la radio, y
también habrá que tener en cuenta la manera de escuchar radio por Internet. Lo que a
La información económico-bursátil en los medios digitales
34
día de hoy no podemos negar es que la radio alcanzó su máxima madurez en octubre de
1994 con el nacimiento de la primera radio especializada en esta temática: Radio
Intereconomía.
2.2.1.2 La presencia de la información económica en televisión
Cuando el transistor ya había conseguido introducirse en prácticamente la
totalidad de los hogares españoles y la cultura radiofónica había calado en cada uno de
ellos, la tecnología dio un paso más y consiguió la unión de la voz y la imagen. Nacía
así la televisión, y con ella, un nuevo periodismo visual, llamativo y mucho más
dinámico. Primero en blanco y negro y, posteriormente, en color.
En poco tiempo, la televisión consiguió ser uno más en el salón de casa de las
familias españolas. Tal y como menciona Mariano Cebrián (1998:19):
“Las redes de comunicación se integran en la vida social como
anteriormente lo hicieron el agua, la electricidad, el gas o el teléfono. La
televisión se sitúa en esta dinámica y recibe la sacudida de las convergencias de
las telecomunicaciones, la informática, lo audiovisual y lo multimedia. Aunque
se hable de televisión no debe olvidarse este entramado comunicativo y las
relaciones que establece con los demás medios y servicios canalizados por las
mismas redes”.
La televisión no iba a ser menos y aunque “la información económica encuentra
en los periódicos y las revistas su medio ideal”, como afirman Coca y Diezhandino
(1991:84); la posibilidad de aunar recursos visuales y sonoros en un mismo medio han
permitido que la información financiera se abra un hueco entre la programación de ‘la
caja tonta’.
Fue con la llegada del Plan de Estabilización de 1959, la crisis del petróleo del
73 y las reivindicaciones sindicales tras el franquismo cuando la televisión comenzó a
tratar esta temática. Sin embargo, hubo que esperar hasta los años 90 para que
Televisión Española consolidase su propia sección de Economía; sirviendo de ejemplo
para el resto de cadenas.
Anteriormente la cadena ya había emitido programas especializados en la
temática que aquí nos ocupa. Ejemplo de ello son Cuarto y mitad, en la temporada
La información económico-bursátil en los medios digitales
35
1976-77, o El canto de un duro, en 1978 en su segundo canal; pero no fue hasta la
década de los noventa cuando decidió dar un paso más allá.
El ente público aprovechó el poder de la televisión como medio de
comunicación de masas. Y no se equivocó, ya que, según un estudio realizado por
Barlovento Comunicación, los españoles estamos sentados ante la televisión una media
de cuatro horas al día, concretamente 243 minutos. O eso al menos es lo que hicimos
durante el cuarto trimestre de 2015, según apunta este estudio.
La televisión, siguiendo la definición realizada por Cebrián, es un medio
audiovisual que integra recursos visuales, sonoros y escritos (1998:169); por lo que en
ella no hay que tener en cuenta única y exclusivamente la redacción de la noticia, sino
también los sonidos que la acompañan y, especialmente, las imágenes.
No hay que olvidar que este medio de comunicación se rige por las imágenes y
en muchos casos es la espectacularidad de las mismas la que determina la permanencia
de la audiencia frente a la pantalla.
Como recuerda el propio Cebrián, nos encontramos ante un medio que concibe
la información como espectáculo y entretenimiento. Una concepción que deben tener en
cuenta los periodistas audiovisuales a la hora de establecer relaciones entre imágenes,
texto y sonido; sin llegar a caer en el amarillismo.
La interrelación de estos tres factores es clave para el periodista de información
económica en televisión, quien además se enfrenta al reto de explicar una información
abstracta y compleja en un medio regido no sólo por el espectáculo, sino también por el
tiempo.
“Los medios audiovisuales están sometidos a la tiranía del minutado” (Coca y
Diezhandino, 1991:84). Por ello, el periodista tiene que realizar un esfuerzo adicional en
la selección de temas, tratamiento y lenguaje para explicar en apenas 20 segundos una
información consideraba ardua por el gran público.
“La televisión exalta las noticias con imágenes, de tal manera que aquellos
hechos de los que no se dispone de imagen quedan relegados. Con frecuencia la
espectacularidad de las imágenes es elemento suficiente para convertir el hecho
en noticia, aunque el contenido carezca de relevancia e interés” (Cebrián, 1998:
172-175).
La información económico-bursátil en los medios digitales
36
De ahí que el periodismo económico en televisión tenga que recurrir a imágenes
o explicaciones mediante gráficos. En muchas ocasiones describir la evolución del Ibex
35 durante la semana es mucho más sencillo con el apoyo de un gráfico de barras. Sin
embargo, el empleo de este tipo de apoyos para aclarar los hechos no es algo exclusivo
de la información económico-financiera. Sin ir más lejos, la información deportiva hace
referencia constantemente a los tantos de los jugadores, las faltas cometidas durante el
encuentro o la posesión de balón. Lo mismo ocurre al situar la zona de conflicto de una
guerra, o incluso con las elecciones. En todos ellos las infografías son esenciales para
esclarecer qué bando ha conseguido mayor territorio o qué partido político ha
conseguido un número de votos más elevado.
En economía ocurre exactamente lo mismo. Los croquis sirven para que los
espectadores entiendan mejor la evolución de la inflación o si la tendencia de un
determinado valor de Bolsa es alcista o bajista. El problema es que muchas televisiones
en lugar de emplearlos para ilustrar sus informaciones, utilizan colas que apenas llaman
la atención del espectador. No es lo mismo informar sobre los datos del paro con las
típicas imágenes de filas de parados frente al INEM, que con un gráfico donde se
explique la evolución del desempleo en el último año, cómo afecta a los distintos
sectores o cuáles han sido las provincias más castigadas.
Otra de las razones para utilizar gráficos es explicada por Mariano Cebrián
(1998:185-186) cuando afirma:
“La información televisiva trata de dejar una impresión, una imagen de lo
ocurrido. Los detalles, las palabras se pierden pronto. La memoria auditiva es
más floja que la visual. De ahí la importancia que tiene en televisión la
búsqueda de las imágenes de impacto, indelebles, de tatuaje para que persistan
en el telespectador. Los demás componentes expresivos tratan de reforzar esa
impresión, esa huella en la mente del espectador”.
Es mucho más significativo para la audiencia ver una línea cayendo en picado
para explicar la evolución del Ibex 35 a lo largo de 2016, que escuchar que el Ibex 35 se
deja más de un 2% y encadena dos años consecutivos de caídas. De hecho, en los
últimos meses, cadenas como Antena 3 han apostado por incluir distintos tipos de
gráficos a la hora de abordar algunas informaciones de economía en el telediario.
La información económico-bursátil en los medios digitales
37
La intención de todo periodista es llegar al mayor número de personas con su
noticia, y la televisión ha sido, hasta la llegada de Internet, el medio que ha ofrecido la
mayor capacidad de difusión de mensajes al ser un medio de masas.
Esta característica ha sido aprovechada por la información económica para poner
al alcance de millones de personas esas noticias que afectan a su día a día, y que dada la
concepción que se tiene de la materia, solo llegaban a unos pocos.
De este modo la especialización ha conseguido abrirse un hueco también en la
televisión. Prueba de ello es el surgimiento de programas específicos que han abordado
la información económico-bursátil a lo largo de las últimas décadas gracias a los
avances tecnológicos, el desarrollo económico del país y el progresivo aumento de la
información bursátil en España.
Cebrián (1998:523) clasifica estos programas en función de tres niveles de
divulgación:
Para el gran público: Programas o informaciones que presentan un enfoque
generalista. Los temas seleccionados son los de mayor preocupación para el
telespectador y apuestan por un tratamiento en el que prima la divulgación
de conceptos a fin de transmitir conocimientos de las operaciones
financieras.
Para telespectadores preocupados por ciertos aspectos de la economía: Son
programas de divulgación en los que su seguimiento requiere un cierto nivel
de conocimientos en la materia.
Para expertos: Suelen ser programas especializados dedicados a transmitir
información en tiempo real sobre la marcha de los mercados o en los que se
ofrecen análisis de expertos en la materia. Van dirigidos a especialistas con
alto nivel de conocimientos.
Estos tres niveles abarcan un amplio espectro de temáticas económicas que
comprenden desde el mundo empresarial, a la fiscalidad o el consumo. En los medios
generalistas se opta por seleccionar aquellas temáticas que son más cercanas a los
espectadores como el paro, la inflación o la subida del precio de la gasolina. Temas que
se tratan con un lenguaje claro y ameno, empleando de manera frecuente infografías que
permiten explicar conceptos, cifras o datos estadísticos.
La demanda de la audiencia por este tipo de especialización, así como la cultura
financiera que los medios de comunicación han ido instaurando en la sociedad, han
permitido que las distintas cadenas, tanto públicas como privadas, hayan apostado por
La información económico-bursátil en los medios digitales
38
programas específicos de economía. Es el caso de Televisión Española, la cual, tras ser
pionera en el tratamiento de esta temática creando una sección específica de Economía,
emitió distintos programas en los que se abordaba esta especialidad.
“La 2 de TVE y Tele 5 estrenarán en breve sendos programas sobre economía.
Canal + tiene el suyo en antena desde el mes de marzo y otras cadenas, como
TV-3, emiten a diario pequeños espacios. El interés del público por la economía
parece ir en aumento, aunque el horario de los programas no augura grandes
audiencias: 23.00 horas del sábado en La 2 y 7.30 horas de martes a viernes en
Tele 5”.
Así comenzaba Paz Álvarez su artículo del 7 de octubre de 1995 publicado en El
País sobre los nuevos programas de economía en televisión. En él muestra cómo las
grandes cadenas comienzan a dedicar unos minutos a la economía y a instruir al público
en la materia. Un ejemplo es Canal+ que en marzo de 1995 estrenaba Plusvalía,
programa emitido los domingos a las 14:35 horas con una duración de 30 minutos,
según señala Álvarez. Este programa permaneció en la parrilla hasta 1997.
Telecinco no se quedó al margen de esta nueva apuesta temática, y tal y como se
mencionaban en esas primeras líneas del artículo publicado por Paz Álvarez en El País,
dio luz verde a Noticias y Negocios en la temporada 1995-96. Un programa que, según
el director de informativos de la cadena en ese momento, Luis Mariñas, iba destinado a
“aquellos que toman decisiones desde primera hora de la mañana en el mundo
financiero español”.
Posteriormente, el 28 de abril de 2001, llegó el turno de Mi Cartera. En un
principio se emitía los sábados a la una de la madrugada, aunque cambiaría varias veces
de formato. Pasó de ser un programa donde se informaba sobre economía e inversión,
compaginándolo con un concurso en el que los emprendedores exponían sus iniciativas;
a ser un micro-espacio de Telecinco de tan solo tres minutos que se repetía varias veces
al día.
A medida que se iban lanzando distintos tipos de programas económicos, los
directores de los programas informativos se percataban de que la gente de a pie, esa que
pasa horas frente a la ‘caja tonta’, estaba más interesada en temas como el paro, los
impuestos o la inflación, que en temas relacionados con emprendedores y grandes
magnates. Esto es así porque los últimos no afectan a su día a día, mientras que el
La información económico-bursátil en los medios digitales
39
desempleo o las partidas presupuestarías, sí. Además, los empresarios disponen de otros
canales para difundir información con los que posiblemente conseguirán llegar mejor a
su público objetivo.
Con independencia del formato elegido, estos programas ponen de manifiesto la
apuesta por la especialización realizada por la televisión. Una apuesta que también se
presentó en forma de canales económicos, lo cual según Elvira Calvo (2009:116)
“supone la culminación del periodismo económico”.
El nacimiento de canales específicos está ligado al desarrollo que alcanzó la
economía a finales de los años noventa. Un momento en el que el público inversor, que
aumentaba progresivamente a medida que mejoraba la situación económica del país,
necesitaba conocer qué ocurría en la Bolsa, y, por consiguiente, en la economía.
Bajo esta demanda de especialización, en mayo de 1997 comenzaba la emisión
de Bloomberg TV, un canal especializado dedicado única y exclusivamente a
información económica donde se mantenía la visión global de la economía, pero
enfocada a aquellos aspectos más relacionados con su verdadero público objetivo: los
españoles. Es decir, es un canal de televisión enfocado a un público español con
conocimientos e interés en la materia; aunque como es lógico, no pierde de vista lo que
ocurre en los grandes mercados de valores como el de Estados Unidos.
El otro gran canal especializado que surgió en España aprovechando el boom
bursátil de finales de los años 90 del siglo pasado fue Intereconomía TV. Más enfocado
hacia la internacionalización de la economía española.
“Su programación se basa en conexiones en directo con las Bolsas más
importantes del mundo, comentarios de los analistas más prestigiosos y
entrevistas con los protagonistas de la actividad económica española e
internacional. La parrilla se completa con espacios de información general y
otros de diversas temáticas siempre adaptados al estilo de vida de sus
espectadores” (Calvo, 1999:265).
En este caso, tal y como refleja Elvira Calvo, durante el día Intereconomía TV es
fiel a todo aquello que ocurre en los mercados y que de una u otra manera tiene que ver
con la economía. Sin embargo, cuando los mercados callan, se convierte en una
televisión generalista.
La información económico-bursátil en los medios digitales
40
El fin último de la televisión, como se ha comentado en estas líneas, es
entretener, llamar la atención del espectador para mantenerle pegado a la pantalla. Por
ello, la información económica, especialmente aquella relacionada con los mercados,
también busca el espectáculo. Sin embargo, según nuestro modo de entender la
información, no es necesario buscar el espectáculo mediante cataclismos. La imagen de
la Bolsa ya no es la de después del Crac del 29, ha cambiado; y es función de la propia
televisión ofrecer una imagen más cercana y real de lo que verdaderamente es el
mercado bursátil.
Para conseguir acercar al público este tipo de información, ya no sólo se apuesta
por el listado de cotizaciones o conexiones en directo en los cierres de sesión. Los
comentarios y explicaciones, así como los datos de última hora sobre el avance o
retroceso de los valores, se han convertido una de sus especialidades.
Además, la digitalización y estética del ordenador está influyendo en la forma de
presentar la información en televisión. “Donde más se percibe esta imitación es en los
programas informativos que tienden a fragmentar la pantalla en varias ventanas y a
combinar la imagen de una presentadora con datos, vídeos, fotografías o textos que
ocupan distintas partes de la pantalla”. (Peñafiel, 2003:166)
La clave, según autores como Gilsanz (1995:61) está en que “el guion y las
imágenes traten de contar una historia, con la colaboración de sus protagonistas y
aportando las mayores novedades posibles sobre la información que se dio en el día a
día”.
De hecho, “muchos bares y hogares tienen estos canales como referencia al no
poder tener internet o un aparato especial para ver continuamente las cotizaciones. Y
esto ocurre porque el inversor cada vez es más ‘normal’, lo que se conoce como
minorista, y no un bróker agresivo de una empresa financiera”. (José Gabriel Fernández,
2003:185).
2.2.2 La revolución digital
La tecnología ha mostrado a lo largo de los siglos ser el motor de la revolución y
a comienzos del siglo XXI, por primera vez en la historia, emisor y receptor tienen
acceso a las mismas herramientas de comunicación. Las audiencias han dejado de ser
sujetos pasivos para tomar la palabra y hacerse oír, expresar sus opiniones e interactuar
con los medios de comunicación prestando más atención que nunca.
La información económico-bursátil en los medios digitales
41
Uno de los grandes desarrollos que ha propiciado este cambio ha sido el
nacimiento de Internet. Hasta entonces, todos los avances tecnológicos relacionados con
la mejora de la trasmisión de la información tenían como mecanismo central los ojos y
los oídos del ser humano. Sin embargo, tras la Guerra Fría, el Departamento de Defensa
de los Estados Unidos creó una red informática llamada ARPANET, la cual supondría
un antes y un después en el ámbito de las comunicaciones.
Esta Red, resultado de la búsqueda de un tipo de comunicación interna
descentralizada que pudiera sobrevivir a un posible ataque ruso, consistía en una
interconexión entre los ordenadores de tres universidades y un instituto de investigación
en la costa oeste de Estados Unidos.
ARPANET fue creciendo poco a poco de tal manera que el Departamento de
Defensa tuvo que crear otra Red, Milnet, de uso exclusivamente militar. Sin embargo,
serían necesarios nuevos inventos para hablar de ‘democratización de la informática’.
Fue a principios de los años 70 cuando en una nueva fase de innovación se desarrolló el
microprocesador de Intel, los primeros microordenadores o la interfaz gráfica. Inventos
todos ellos que permitían a los ordenadores mostrar una cara más amable y cercana para
el gran público.
El denominado por David Parra (2004) como impulso tecno-cibernético hizo
vibrar el panorama informativo mundial cuando en 1989 surgía la World Wide Web y la
Sociedad de la Información. Dos conceptos que sin apenas darnos cuenta estaban
configurando un nuevo periodismo que maduraba al calor de las nuevas tecnologías. La
Red se convirtió en un fenómeno social y surgió la ‘telaraña mundial’.
“Nunca antes un cambio tecnológico había transformado tanto nuestro
ecosistema. El periodismo creció y se modeló siempre a caballo de avances
tecnológicos. La rotativa y las linotipias en el siglo XIX o la radio, la televisión
y los ordenadores en el siglo XX, impulsaron cambios revolucionarios, pero
todos fueron en el mismo sentido: dieron más poder a los medios y a los
periodistas”. (Gumersindo Lafuente; 2012:7).
Hasta ese momento, el periodista económico era de los pocos que podía ver en
directo qué ocurría en el parqué y transmitirlo a los interesados en el tema vía radio,
televisión o prensa. Con la llegada de Internet todo ha cambiado. Desde la forma en que
un periodista relata una noticia hasta cómo actúan los lectores ante ella. Ya no basta con
La información económico-bursátil en los medios digitales
42
informar sobre el valor de una cotización, si sube o baja. Es necesario añadir análisis a
los datos de los valores, explicar los porqués de esos cambios y cómo pueden afectar no
sólo a la empresa en cuestión, sino al conjunto de la economía y, en consecuencia, al
ciudadano de a pie.
Internet ‘rebaja el alcance de las grandes noticias hasta el nivel del hombre de la
calle’ (Prieto, 2005). Prueba de ello es que ha dejado de ser un medio elitista al alcance
de unos pocos y hoy en día cuenta con más de 35 millones de usuarios en España. Es
decir, casi el 80% de la población dispone de un ordenador con conexión a la Red,
según datos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo de España.
“El ritmo de esta revolución, además, está siendo más vertiginoso que nunca. La
radio necesitó 38 años antes de alcanzar los 50 millones de oyentes, en tanto
que la televisión precisó de 13 años para alcanzar la misma cifra. Internet, en
apenas cuatro años (desde 1991 hasta 1995), alcanzó más de 50 millones de
usuarios en todo el mundo” (Salaverría, 2000).
La facilidad de acceso a la Red en algunos países, sumada a la demanda de
información que realiza la sociedad, ha propiciado el desarrollo de un nuevo reto para
los medios escritos: la instantaneidad. Una instantaneidad que va ligada al nuevo
lenguaje escrito de los medios digitales, los cuales, en aras de comunicar los hechos
informativos lo antes posible, siguen buscando un lenguaje que les permita relatar los
hechos en directo de la manera más rápida posible.
Ante esta situación, los medios online están apostando por noticias de interés
humano, sin caer en el amarillismo y con un lenguaje llano y cercano al hombre de la
calle, con el objetivo de que la sociedad comprenda la información transmitida.
Con todo ello, la Red está rediseñando los conceptos clásicos del periodismo.
La inmediatez y rapidez informativa se han convertido en dos de las claves de este
nuevo modelo periodístico que comenzó a fraguarse hace más de veinte años,
concretamente en 1994, cuando Al Gore acuñó el término de ‘autopistas de la
información’.
“Sin necesidad de salir de casa, a través del ordenador, del televisor inteligente
conectado a las autopistas de la información o del teléfono móvil, podemos
consultar cualquier medio que circule por las redes digitales de datos y, además,
La información económico-bursátil en los medios digitales
43
casi en el mismo instante de su elaboración” (Parra y Álvarez Marcos; 2004:
57).
La búsqueda de la instantaneidad impulsa a incorporar nuevos modelos en la
emisión de los titulares en los que una misma noticia es contada por capítulos. Ya no se
publica la información de un tirón, sino que se informa a modo de titular y,
posteriormente, se va ampliando a medida que se conocen más detalles. Se trata de una
actualización que no tiene fin. Un ‘cierre continuo’, como lo denomina Ramón
Salaverría (2013:132).
La actualización constante parece ser la manera en que el periodismo escrito
intenta salvar la brecha horaria existente entre el momento en que se cierra un diario
impreso y éste llega al quiosco. Esta nueva apuesta tiene su razón de ser en la
inmediatez, esa proximidad espacial o temporal que se ha convertido en el valor añadido
de todos y cada uno de los medios de comunicación existentes.
La innovación tecnológica ha contribuido en gran medida a esta lucha de ser el
primero en hacerse eco de una noticia. Hace sólo unas cuantas décadas la radio era el
único medio que permitía estar al tanto, lo más rápido posible, de aquello que acontecía
en el mundo. Ahora con la llegada de Internet y también gracias a las posibilidades
técnicas que permite, el concepto de información de última hora ha dado un gran
vuelco.
Tanto es así que “uno de los problemas que plantea la actualización constante de
información es la escasa vigencia del mensaje periodístico digital” (Cebrián Herreros,
2010:49). Hoy en día es imposible encontrar las primeras versiones de las noticias, dado
que las ampliaciones se realizan sobre ella misma.
Otro de los cambios que ha propiciado una actualización continua de los
contenidos y una difusión en tiempo record es el empleo de ‘flashes informativos’. La
máxima es comunicar, sin importar si se hace a modo de titular o mediante una noticia
elaborada. Será posteriormente, en el momento de la ampliación de las informaciones,
cuando el periodista se centre en elaborar un texto de calidad, aportando más detalles y
distintos puntos de vista. De este modo, además de aportar nuevos datos, los lectores
siguen interesándose por la información.
De hecho, incluso semanas después de que haya acontecido un suceso, las
noticias sobre el mismo se siguen actualizando, ya sea para añadir referencias o
simplemente para aportar al lector una contextualización mayor de los mismos. La
La información económico-bursátil en los medios digitales
44
actualidad se convierte así en pasajera y queda obsoleta a los pocos segundos de que el
periodista pulse el botón de publicar.
Este hecho ha convertido a Internet en un reto y una oportunidad para el
periodismo especializado, tal y como señala Elvira García Torres (2004:196). Nunca ha
sido tan fácil como en la actualidad estar al tanto de lo que ocurre en la Bolsa. Es más,
el desarrollo de las telecomunicaciones no sólo permite al ciudadano recibir
información en tiempo real si posee conexión a Internet, sino que las empresas
especializadas ponen a disposición de sus clientes plataformas tecnológicas que les
permiten manejar sus acciones.
La llamada ‘información inmediata’ que necesitan los inversores es facilitada
ahora por los medios de comunicación especializados en economía. Gracias a ello, el
inversor no sólo sabe los precios que se están produciendo, sino también los datos de
otros mercados o las cifras de la propia empresa en la que está pensando en invertir.
Además, los medios incluyen en sus informaciones recomendaciones de valores
realizadas por analistas con las que se conoce el contexto en el que se encuentra no sólo
la empresa en cuestión, sino también la economía en general.
A pesar de todas las ventajas que proporciona Internet, el avance tecnológico no
carece de riesgos para el periodismo y la veracidad de las noticias. La lucha contrarreloj
por la audiencia y la rapidez a la hora de publicar informaciones han relegado el análisis
y la profundidad a un segundo plano en algunos casos.
Esta situación hace aún más necesaria la prudencia a la hora de relatar unos
hechos y evitar rumores. Hay que recordar que, en ciertas especialidades como el
periodismo económico, anticiparse a la hora de publicar una información sobre un valor
bursátil, por ejemplo, puede poner en juego millones de euros que no se recuperarán con
una rectificación del medio de comunicación. De ahí que sea necesaria la cautela antes
de publicar algo.
El periodismo, ya sea en un medio tradicional o en un medio digital debe
mantener su esencia, es decir, la veracidad y responsabilidad social; puesto que lo que
cambian son las peculiaridades del periodismo en las distintas plataformas, pero no el
desarrollo del periodismo en sí.
El nuevo discurso digital, propio de los periódicos de Internet, tiene para
Valcarce y Álvarez Marcos (2004:104), cinco características definitorias “que
condicionan tanto la estructura redaccional de las informaciones como su presentación
La información económico-bursátil en los medios digitales
45
visual y gráfica: multimedialidad, hipertextualidad, instantaneidad, interactividad y
universalidad”.
Con Internet, el periodista ya no sólo tiene que redactar en el menor tiempo
posible bajo las ideas de claridad y fiabilidad. También tiene que atender nuevos
asuntos de gran calado como son recibir inmediatamente opiniones y críticas de los
lectores. Nos encontramos así ante un medio que permite la interactividad, la
comunicación bidireccional. Una comunicación desconocida en el panorama
periodístico, ya que hasta el momento sólo el videotex permitía la participación activa
del público, y obviamente, poco o nada tenía que ver con la interactividad de la que se
habla hoy.
“Internet es la extensión del hombre por excelencia y se define por dos
características fundamentales: su interactividad con el usuario y su
interconectividad con la red. En realidad, el medio es el usuario porque es el
que transforma en información todo lo que el medio transporta” (Sempere,
2007:251).
Los medios de comunicación digitales se han convertido además en plataformas
que fomentan la interacción social y el abandono del rol pasivo de la audiencia frente a
la información. Los receptores se han convertido en verdaderos protagonistas del
panorama informativo.
Esto es así porque “Internet interpela al usuario tanto en su rol de receptor como
de emisor, al tiempo que le habilita vías de interacción social con singulares
características” (Rost, 2006:86). Le permite informarse, comunicarse y expresarse
independientemente de las condiciones temporales o espaciales que lo rodeen.
En los nuevos medios digitales, el lector puede abandonar su rol pasivo al que
estaba acostumbrado y en el que solo podía interactuar con los medios a través de
escritos como las cartas al director. Ahora, Internet se ha convertido “en el ágora o plaza
(espacio público griego donde nace la democracia), en el que todo el mundo puede
tomar la palabra para hacerse oír para simplemente, comunicarse o informarse. Es como
un gran tablón de anuncios abierto a todos” (Cebrián Herreros, 2010:44).
Una vez que la interacción había calado en el gran público llegó el turno de los
comentarios. Con ellos, diferentes estudios, entre ellos los realizados por Vicente Fenoll
en 2014, confirmaron que la mayoría de los usuarios que escriben comentarios en los
La información económico-bursátil en los medios digitales
46
medios de comunicación “no buscan relacionarse socialmente, sino cubrir sus
necesidades de autoafirmación”.
Todos estos cambios, producidos a raíz de la introducción de Internet en el
panorama comunicativo y el ámbito periodístico, han desembocado en una fase en la
que existen numerosas posibilidades de participación. Una participación que, según
distintos autores, el periodismo necesitaba incorporar para cumplir con su cometido
informativo.
Así, además de cumplir con su papel tradicional como fuente de información, los
medios digitales se han convertido en plataformas que fomentan la interacción social e
incorporan a la audiencia al proceso comunicativo.
La noticia en un medio digital “puede ser solo el comienzo de una serie de
informaciones superpuestas que amplían la información y facilitan la participación del
lector en foros, recomendaciones o envíos por correo electrónico. Asimismo, una breve
noticia puede abrir las puertas a todo un universo multimedia” (Parra y Álvarez Marcos,
2004:156).
La apertura interactiva permite que el receptor no sólo reciba información, sino
que participe de manera activa en la comunicación, convirtiéndose en prosumidor.
Puede comentar aportando opiniones, criticar o incluso servir de fuente primaria ante un
hecho noticioso. Internet le permite ser al mismo tiempo consumidor y productor.
“La clave de la nueva narrativa ciberperiodística consiste en que los narradores
dejen de comprender al periodismo como una conferencia, y lo comprendan como una
conversación o un seminario”, apunta Orihuela (2003:13).
Por tanto, teniendo en cuenta las características técnicas de los nuevos medios de
comunicación y la evolución social, la interactividad es primordial en el periodismo. La
sociedad busca democratizar la información y en gran medida, la interactividad y la
posibilidad de expresar opiniones en diferentes soportes fomenta esa democratización
deseada.
2.2.2.1 Impreso y digital: dos primos cada vez más lejanos
El volumen de audiencia que demandaba inmediatez, interactividad y un acceso
al medio en el que el receptor tiene poder de decisión implicaron el salto de los medios
impresos a los digitales.
El primer diario digital español que puso íntegramente sus contenidos en Internet
fue el Boletín Oficial del Estado, según afirma Salaverría (2009:28). En septiembre de
La información económico-bursátil en los medios digitales
47
1994 el BOE saltaba a la era digital, aunque tardaría en ofrecer sus contenidos de
manera gratuita. Al principio sólo se podía acceder a la portada y había que suscribirse
para adentrarse en el cuerpo del Boletín.
Posteriormente el resto de Boletines de provincia y autonomías realizaron el
mismo procedimiento y también los medios de comunicación. Una de las experiencias
pioneras de prensa cibernética en España fue el diario creado para ‘Expo 92’. En él se
combinaban las noticias de la Expo de Sevilla con información deportiva y
meteorológica, fotos o la reproducción de las portadas del día de los principales
periódicos europeos.
Tras estas y otras experiencias, los medios digitales eran un mero volcado de
información del periódico impreso a la web. Sin embargo, contaban con un valor
añadido: la posibilidad de acceder al contenido del diario desde cualquier punto con
acceso a la Red.
Lo que estaba claro es que el salto a la Red de los medios de comunicación había
llegado para quedarse y a medida que el desarrollo tecnológico iba permitiendo
introducir mejoras, iba cambiando el planteamiento y también el negocio de los medios.
Tal fue el cambio que en 2002 se dio paso a una nueva etapa (Parra y Álvarez Marcos,
2004:59) en la que algunos medios decidieron dar el salto al pago por contenidos.
Es lo que ocurrió con Elpaís.es en el mes de noviembre de 2002, considerándose
en aquel momento el ‘embrión del futuro diario digital’. La edición de pago establecía
contenidos de calidad diferentes a la edición en papel, aprovechando las posibilidades
tecnológicas de la Red. Es decir, incluía además de texto, vídeos y audios que hacían
más atractiva la información y permitía el acceso al archivo de noticias desde la
creación del periódico, en 1976.
Sin embargo, esta nueva fórmula a la que se accedía con un bono anual de 80
euros no tuvo éxito. Los usuarios no estaban dispuestos a pagar por el contenido en
Internet y se tuvo que reinventar el modelo de negocio.
Así, tras la vuelta a los contenidos gratuitos, los grandes periódicos del momento
se vieron obligados a mover ficha ante la crisis que azotaba al sector en 2010.
Periódicos como Elmundo.es o Marca.es decidieron dar el salto al cobro por contenidos.
En esta ocasión tomaron como ejemplo la fórmula realizada por The New York Times, el
cual había creado un muro de pago (paywall, en inglés) que limitaba el número de
artículos que el usuario puede ver de manera gratuita. Es así como surgió Orbyt. Una
plataforma de visualización del diario en papel enriquecida con contenidos
La información económico-bursátil en los medios digitales
48
audiovisuales, análisis y acceso a la hemeroteca y a todas las ediciones del diario, entre
otras ventajas.
Independiente de la fórmula que empleen los distintos medios para mantener su
cuenta de resultados en positivo, los modelos impresos y digitales siguen esforzándose
por distinguirse hasta el punto de que “una infografía en papel y otra de la web son hoy
primos cada vez más lejanos” (Salaverría, 2012). Además, los diarios digitales han
aprendido a planificarse de tal manera que respondan a la velocidad que ha adoptado el
proceso informativo sin necesidad de actualizar sus noticias de manera continua. Han
desarrollado horas de pico y valle en función de la actualidad, el personal disponible en
la redacción o los momentos en que el público consume más información frente a los
dispositivos electrónicos.
En el caso de los periódicos económicos el salto a la red ha sido más
complicado. A diferencia de los generalistas, que seguían con la misma competencia,
los ‘salmones’ en la web entraban en un nuevo entramado competitivo. Portales
financieros y confidenciales, hasta entonces desconocidos, también se abrían paso en la
web dirigiéndose a un público muy parecido al que lo hacían ellos.
La competencia ya no sólo se basaba en ser capaz de dar la primicia y
posteriormente el mejor análisis. La forma de redactar comenzaba a cambiar en el nuevo
medio, adaptando el lenguaje a los soportes multimedia. La pirámide invertida,
empleada desde mediados del siglo XIX, que había resultado poco atractiva, resurgía
gracias a Internet, siendo primordiales los primeros párrafos.
La forma en que se lee en los medios digitales poco o nada tiene que ver con la
que se realiza en los tradicionales, a pesar de seguir manteniendo la pirámide invertida
en el escrito. La lectura online no es lineal y ello implica que sea necesario un cambio
de mentalidad en el periodista que configura el texto. La web y la consiguiente
necesidad de claridad, concisión y brevedad en las informaciones vehiculadas por ella
han ocasionado el resurgimiento de la pirámide invertida.
Leer una noticia de varios párrafos en un medio online es algo que poca gente
hace, en primer lugar, porque muchos de los lectores no están acostumbrados a largas
lecturas frente a la pantalla, al menos a las que se realizan en la pantalla del ordenador.
Distinta es la que se produce en e-books, tablets o teléfonos móviles inteligentes que
gracias a la tinta digital evitan esa sensación de cansancio visual y consiguen una
experiencia de lectura similar a la que se obtiene en papel.
La información económico-bursátil en los medios digitales
49
Eduardo Arriaga apuesta por el empleo de esta tinta digital. De hecho, cree que
las empresas con más visión, “apostarán por aplicaciones que permitan que en estas
pantallas táctiles se lea como en el papel”; puesto que, gracias a ello, recuerda,
Financial Times consiguió que el 36% de sus visitas se realizasen desde aparatos
móviles.
El gran reto para el periodismo, a nuestro juicio, incluye adaptar su lenguaje
tradicional a los soportes multimedia, centrándose no solo en el diseño, es decir, en
incorporar imagen, infografías, sonido y múltiples variedades a sus cabeceras online;
sino también en dirigirse a los lectores con un lenguaje más llano sin que llegue a ser
vulgar.
Esta misma línea la apuntaba María Bella Palomo Torres (2004:113) al afirmar
que “la computadora es un medio de comunicación interpersonal en el que destaca un
modelo de expresión conversacional”, por lo que es necesario un lenguaje coloquial a la
hora de difundir los mensajes informativos.
Otro de los aspectos que propician que los lectores no hagan una lectura
completa de las informaciones es que la gran mayoría acude a los medios online para
conocer la actualidad de un vistazo y sin entrar en detalles, a no ser que el tema en
cuestión les interese por alguna razón concreta. De ahí que los medios online apuesten
por noticias cortas y redactadas de un modo cercano y entendible por todos, mezclando
la inmediatez de la radio y la brevedad de una agencia de noticias. Unas características
que en 2008 dieron lugar a Twitter y sus 140 caracteres, una red social que se tratará en
capítulos posteriores.
La brevedad y corta extensión de la noticia están al mismo tiempo entrelazadas
con la profundidad. Aunque en un primer momento la noticia parezca que no va más
allá de unos tres párrafos, la hipertextualidad que caracteriza a este nuevo medio tiene
límites infinitos y permite profundizar la noticia hasta el punto que quiera el lector.
Internet se convierte así, como señala Elvira García de Torres, en un ‘agujero sin fondo’
donde todo cabe.
Precisamente por este hecho, Internet no discrimina a la audiencia en función de
su grado de conocimiento o interés, ya que cada uno de los lectores podrá ‘configurar su
propia noticia’ mediante la apertura de más o menos enlaces en función de sus
necesidades.
La información económico-bursátil en los medios digitales
50
“Aquellos lectores que buscan los datos últimos y la información más
actualizada leerán los titulares en portada, en las páginas de últimas noticias, en
el boletín que llegó a su correo electrónico o en la pantalla de su teléfono móvil.
Esto será suficiente para satisfacer sus necesidades de información. El que desee
profundizar puede, con un golpe de ratón sobre el titular, abrirse paso al cuerpo
de la noticia. A partir de este punto, podrá continuar su itinerario y descubrir
nuevas capas”. (García de Torres, 2004:198).
El hipertexto permite conectar ideas, hechos y datos a través de enlaces que
permiten que cada uno de los lectores, partiendo de la misma noticia, circulen por
caminos diferentes en función de sus necesidades. De este modo, el concepto de masas
que había caracterizado a los medios del siglo XX queda relegado para apostar por el
individualismo en una sociedad fragmentada. Así, cada uno de los internautas podrá
acceder a distintos niveles de especialización y profundidad en función de sus intereses.
El periodista adopta la figura de “narrador en la Red” (Orihuela, 2003) y “diseña
espacios abiertos de geometría variable, es decir, abiertos a los usuarios y a los avatares
de la realidad informativa”.
Sin embargo, la hipertextualidad también tiene sus riesgos. El hecho de que
Internet sea un pozo sin fondo implica que haya sobreabundancia de información y que,
por tanto, un lector, en su afán de informarse hasta el más mínimo detalle, acabe
perdiendo la esencia de la noticia. La contaminación informativa, denominada
‘infopolución’ por Parra y Álvarez Marcos (2004:21), puede que impida al ciudadano
filtrar con criterios propios la recepción de noticias.
Para evitarlo, creemos conveniente realizar un uso razonable de los
hipervínculos. Se deberían introducir enlaces en palabras clave que nos dirijan a noticias
previas sobre el tema publicadas en nuestro propio medio, por ejemplo. De este modo
no sólo se refuerza el posicionamiento del medio en sí, sino que se evita que el lector se
pierda navegando por páginas externas y se desvíe el tráfico del sitio.
Con ello, Internet obliga al periodista a revisar periódicamente los enlaces que
incluye en su escrito para asegurarse de que están en Red. De lo contrario se estará
dando una mala imagen del medio y la audiencia no podrá satisfacer sus necesidades
informativas.
Sin los enlaces, Internet no sería un macro-almacén de información y perdería
una de sus grandes esencias, pero como periodistas, hay que saber realizar un buen uso
La información económico-bursátil en los medios digitales
51
de los mismos. Gracias a ellos el lector puede acceder a todo tipo de noticias
relacionadas con el tema que sea con sólo un click de ratón, y es algo que es necesario
mantener ya que “potencia el valor estratégico de los medios como gestores sociales del
conocimiento”. (Parra y Álvarez Marcos, 2004:21).
Gracias a estos nexos, noticias cortas e independientes sumadas a través de
hipervínculos ofrecen una información muy detallada del hecho. Por ejemplo, si se parte
de una noticia donde se sintetiza la información sobre la quiebra de una empresa, ésta
puede ser mejorada con enlaces a informaciones en las que se describe el proceso de
quiebra, los detonantes de la situación actual, una entrevista al director, etc. De este
modo, una noticia que en principio solo abordaría un hecho puntual, se convierte en una
información muy completa en la que cada lector ‘se aliña’ su propio plato informativo.
Al mismo tiempo, los hipervínculos permiten enlazar noticias cortas
independientes. Es lo que algunos autores como Salaverría (1999) denominan ‘cédulas
informativas’. En ellas la noticia se presenta en distintos formatos: texto, mapas,
gráficos, entrevista al protagonista, etc.; y la suma de todas ellas mediante hipervínculos
permite que el lector tenga una visión mayor del hecho informativo.
La fragmentación del contenido permite a los medios especializados seleccionar
muy bien sus públicos y al mismo tiempo transmitir una idea global del hecho para
aquellos que tienen menos conocimientos del mismo. Gracias a la estructura
descentralizada que permite la hipertextualidad, un medio económico es capaz de
satisfacer al mismo tiempo las necesidades informativas de un lector con elevados
conocimientos en la materia y de otro que llega a ella por casualidad. Esto se consigue
porque se da por hecho que la valoración y selección de cada uno de los enlaces
elegidos (documentos, historias, fuentes) sigue un patrón cuyo fin es facilitar la lectura
de la información y aportar la mayor cantidad de detalles. Todo ello sin abrumar al
lector.
“Por fin el policronismo o multitemporalidad de la red permite que las
informaciones combinen fácilmente la más inmediata última hora con la información de
archivo más remota” (Salaverría, 2005:242). De este modo, además de que cada lector
confeccione su información, es posible conocer la situación actual de una empresa en
Bolsa, sus inicios o cuáles y en qué momentos atravesó sus mayores crisis. Datos a los
que cualquier inversor puede acceder antes de tomar una decisión de compra o venta de
títulos.
La información económico-bursátil en los medios digitales
52
“En Internet las microinformaciones, los análisis, documentos fuente y el
material hemerográfico, los comentarios, las entradillas y los titulares quedan
entrelazados, lo que facilita la lectura en distintos niveles de profundización” (García de
Torres, 2004: 198). Estos niveles corresponden con: titular, cuerpo y gráfico interactivo,
siendo éste el que aporta la gran diferencia respecto a los medios impresos.
Hasta aquí los cambios internos que establece la irrupción de este nuevo medio.
Sin embargo, estos no han sido los únicos cambios que ha propiciado Internet. Elena
Francisco Blanco y Francisco Esteve en su libro Tendencias del Periodismo
Especializado señalan también la transformación del mercado editorial, con nuevos
procesos de búsqueda, edición y distribución de contenidos; así como un cambio a nivel
empresarial con la aplicación de negocios rentables en una industria en constante
evolución tecnológica.
Gracias a estos aspectos, Internet se ha abierto paso entre los medios de
comunicación más consultados por los ciudadanos. Un reflejo de ello es el incremento
de usuarios que ha tenido en los últimos años, superando incluso a los medios impresos.
Según evidencia el último estudio ‘Navegante en Red’ de la Asociación para la
Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), más del 70% de los navegantes
hace una lectura cotidiana de la prensa electrónica. Una cifra que ha ido en aumento con
el paso de los años, ya que como se refleja en el siguiente gráfico, en 2011 apenas se
alcanzaba el 70%.
Consumo de prensa electrónica
Gráfico 1. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de AIMC
Mientras tanto, la lectura diaria en papel sigue descendiendo, situándose 3,7
puntos por debajo si lo comparamos con 2014 y 9 puntos si lo comparamos con 2012.
68,5
69
69,5
70
70,5
71
71,5
72
72,5
73
2011 2012 2013 2014 2015
Evoluciónconsumo prensadigital
La información económico-bursátil en los medios digitales
53
Consumo de medios impresos electrónica
Gráfico 2. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de AIMC
Es más, según este informe, la actividad que más se realiza en Internet es la
lectura de noticias de actualidad, ocupando el 89,9% de las actividades realizadas.
Con unas cifras tan elevadas y unas características propicias para la transmisión
de la información, Internet se ha convertido en uno de los grandes aliados de la
información económica. Su capacidad de compaginar las ventajas de los medios
impresos (disponibilidad de gráficos, análisis, etc.) con las audiovisuales (inmediatez)
así como su idoneidad para romper las barreras espaciales y temporales le han permitido
ser el principal medio de comunicación de lo que va del siglo XXI.
El desarrollo de las TIC ha desplazado la información sobre precios a Internet.
Una Red donde la rápida evolución del mercado ha encontrado su gran aliado gracias a
su facilidad para transmitir los datos rápidamente, como en un primer momento lo hizo
la radio.
Este auge de la información financiera en la Red es debido según Ángel Arrese
(2010) a cinco factores. El primero de ellos es el perfil del consumidor, al que califica
como una persona con renta y patrimonio alto, con un hábito de uso de servicios
electrónicos de información en su lugar de trabajo y fuera de él, y que maneja
cotidianamente el ordenador.
El segundo de los factores que apunta es la naturaleza de la información
económica “especialmente apta para el consumo en tiempo real, conforme cambian los
mercados”. Gracias a la Red, los inversores pueden consultar las cotizaciones de sus
valores en directo sin necesidad de esperar al boletín informativo de la radio donde se
0
10
20
30
40
50
2010 2011 2012 2013 2014 2015
Evolución de lalectura en papel
La información económico-bursátil en los medios digitales
54
hace una crónica de bolsa, o a las listas de cotizaciones de la prensa del día siguiente.
Además, el inversor puede interactuar con otros profesionales y consultarles dudas
sobre su cartera de inversión e incluso pedir consejo.
“Ahora es Internet la que da los datos en tiempo real y desplaza a los demás
medios de comunicación. Las nuevas tecnologías y la inmediatez del último
dato han acelerado la necesidad de informarse, y para eso la prensa digital
económica es la auténtica locomotora”. (Salaverría, 2010:171).
La globalización y la concepción de la red como “infraestructura universal de
comunicación”, sumada a la capacidad de Internet de crear sistemas de relación y
transacción, son otros de los factores que Arrese considera que propician el crecimiento
continuo de lectores de información económica.
Por otro lado, Internet es un medio muy dinámico. Además de los hipertextos e
interacciones ya comentadas, cuenta con un elemento muy importante que es la
multimedialidad. La posibilidad de acompañar la noticia con vídeos, audios,
ilustraciones o incluso gráficos que complementen al texto es un valor añadido que
hasta el momento no recogía ningún medio de comunicación y que, en el caso de la
economía, una ciencia abstracta y algo complicada de entender, ayuda mucho.
La representación visual de la información económica es uno de los factores
claves de esta especialidad ya que, por ejemplo, un gráfico permite visualizar una
tendencia con un solo golpe de vista. Y en este sentido, Internet permite posibilidades
infinitas de representaciones (estáticas, dinámicas etc.)
Tal y como relataba Esteve (2004:13) al citar a Luis Martín Cabides:
“Probablemente Internet sea la más importante revolución que ha acaecido a los
medios de comunicación en su ya larga historia, una revolución aún mayor que
la que supuso en su momento la televisión o la radio. Y es que esta vez no se
trata de que haya aparecido un nuevo medio, un nuevo soporte, como fueron la
radio o la tele, sino que esta vez ha desaparecido el soporte”.
Otros autores como Parra y Álvarez Marcos (2004:13) apuntan que tal vez “sería
más correcto afirmar que ha surgido un soporte virtual capaz de integrar todas las
La información económico-bursátil en los medios digitales
55
formas narrativas existentes en el mundo analógico y de generar nuevos lenguajes
informativos”.
Con ello, Internet permite un mayor grado de especialización, dirigiéndose a
audiencias cada vez más segmentadas, favoreciendo el desarrollo de una información
financiera que cuadre perfectamente con cada uno de los públicos que la demanda y que
marcará el futuro de la información.
Los medios online del futuro, según José Vicente García Santamaría (2014:9)
serán medios multiplataforma que podrán leerse en ordenador, tablets y smartphones;
medios multiproducto, es decir, que ofrecerán más productos de los contenidos del
diario; y medios con contenidos y audiencias diferenciadas.
Este futuro del que habla García Santamaría comienza a ser presente después de
que en 2016 los ciudadanos españoles fuesen los europeos que proporcionalmente más
navegaron en Internet a través de su teléfono móvil, según los datos publicados por la
Oficina Comunitaria de Estadística, Eurostat.
Estas cifras están siendo aprovechadas por el periodismo económico en Internet
ya que este nuevo medio “genera expectativas en cuanto a nuevos formatos, así como
oportunidades para la diversificación de contenidos” (García Torres; 2004:195) y, por
tanto, aún queda mucho que descubrir en cuanto a la especialización de contenidos.
2.2.2.2 El consumo de información en Internet
“El futuro ya está aquí y los españoles 4.0 también”. Estas fueron las palabras
empleadas por Luis Miguel Gilpérez, presidente de Telefónica España, durante la
presentación del informe ‘La Sociedad de la Información en España’, en su 16ª edición
(2015). En él se confirma la rápida digitalización de un país en el que 22,2 millones de
personas se conectan a la Red diariamente y el teléfono inteligente se corona como el
principal dispositivo a través del cual los españoles acceden a Internet, en un 78,6% de
los casos para leer noticias.
En el caso de España, el 81,9% de los hogares posee conexión a Internet, es
decir, 13 millones de viviendas familiares, según refleja la Encuesta sobre
Equipamiento y Uso de Tecnologías de la Información y Comunicación en los Hogares
realizada por el INE en 2016.
Una cifra que se encuentra en línea con el resto de los países miembros de la
Unión Europea, donde en septiembre de 2016 se consagró como derecho universal el
acceso a Internet de 100 megas.
La información económico-bursátil en los medios digitales
56
Hogares con conexión a Internet en España (2014-2016)
Gráfico 3. Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE
Con esta normativa europea se intenta universalizar el uso de Internet, al menos
entre los países miembros. En ellos, Dinamarca, Luxemburgo o Países Bajos se sitúan
en el top 7 de los países más conectados.
Países más conectados
Gráfico 4. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de International Telecommunication Union (UIT)
En el caso español, aún existen más de tres millones de hogares sin acceso a
Internet cuyos miembros tienen entre 16 y 74 años, según refleja la misma encuesta.
La falta de infraestructura en las zonas rurales, las causas económicas o la falta
de conocimientos informáticos y habilidades para participar en la sociedad de la
información se señalan como las principales razones por las que estos hogares no
disponen de conexión. A pesar de los esfuerzos realizados para una conexión a nivel
70
72
74
76
78
80
82
84
2014 2015 2016
Hogares conconexión a Internet
90 92 94 96 98 100Isl
andia
Dinam
arcaLie
chte
nstein
Holanda
% individuosconectados a la Red
La información económico-bursátil en los medios digitales
57
mundial, aún queda mucho camino por recorrer para que Internet esté presente en todos
y cada uno de los rincones del planeta. Algunos gigantes tecnológicos como Facebook o
Google están desarrollando iniciativas para potenciar la llegada y uso de la red en todo
el mundo con proyectos como ‘Internet.org’, que ofrece planes económicos en
colaboración con operadoras locales, o ‘Proyect Loon’, que emplea la tecnología de los
globos.
A pesar de que el 57% de la población mundial no tiene acceso a Internet, la
señal móvil llega al 95% de la población, siendo más de 7.000 millones de personas las
que cuentan con acceso a servicio móvil, según el último informe elaborado por la
Unión Internacional de Telecomunicaciones.
Autores como Palomo Torres consideran que en la actualidad se produce una
brecha digital parecida a la que tuvo lugar en el siglo XV con el nacimiento de la
imprenta de Gutenberg. Afirma que al igual que la imprenta llevó a una diferenciación
social entre los que tenían o no acceso a los libros, ahora ocurre lo mismo con la
conexión a Internet. “No obstante, parece que al igual que la imprenta logró la total
universalización, el crecimiento de Internet se hace imparable y su bajo costo también le
llevará a hacerse más universal de lo que es actualmente” (Palomo Torres, 2004).
Un paso hacia esa universalización lo vemos con las nuevas generaciones. Los
teléfonos móviles se han convertido en los últimos años en el gran aliado de los
pequeños de la casa para su acceso a Internet.
El uso que realizan los menores de entre 10 y 15 años de las Tecnologías de la
Información y Comunicación (TIC) ha convertido el uso del ordenador en una práctica
habitual en este segmento de la población, alcanzando el 94,9%, mientras que el 95,2%
accede a Internet.
Sin embargo, un hecho bastante relevante es que por primera vez en la historia el
número de menores usuarios de Internet supera al del ordenador, lo cual refleja el
incremento que han sufrido otras tecnologías como los teléfonos inteligentes para
proporcionar acceso a la Red.
De hecho, el último informe de consumo de noticias entre usuarios españoles
realizado por el Center for Internet Studies and Digital Life de la Facultad de
Comunicación de la Universidad de Navarra (CISDL) apunta el crecimiento del móvil
como dispositivo principal de la población para acceder a la información, siendo el
dispositivo de referencia informativa de uno de cada tres adultos de cualquier edad.
La información económico-bursátil en los medios digitales
58
Ante este desarrollo tecnológico y los nuevos hábitos de la población para
acceder a la información, los medios de comunicación tienen que adaptar su lenguaje
tradicional a los soportes multimedia, ya sea ordenador, tablet o smartphones;
especialmente aquellos especializados en los que mucha de su audiencia quiere conocer
algo concreto o decide informarse de las últimas noticias de su sector camino al trabajo.
Por ello, los medios adoptan una interfaz que les permita ser atractivos tanto en
la pantalla del ordenador como en el resto de dispositivos. Y no es para menos, ya que
el 52% de la población asegura emplear dos o más tipos de dispositivos para informarse
a lo largo de la semana. (CISDL, 2016).
Este consumo de información influye también en la redacción de las noticias.
Éstas suelen ser breves con el objetivo de que el lector no tenga que realizar demasiados
‘scrolls’ (desplazamientos). Además, buscan un lenguaje ameno y fácil de comprender
en el que destaca la tan conocida y empleada pirámide invertida.
En Internet los primeros párrafos son primordiales para atraer la atención del
lector, especialmente de un público para el que el móvil es ya un dispositivo a través del
cual el 50% de los usuarios adultos consultan noticias, según señala este informe
realizado por la Universidad de Navarra.
Por otro lado, las redes sociales, en las que ahondaremos en siguientes capítulos,
son señaladas como la mayor vía de acceso a las noticias con un 39%. Además, en el
caso de los menores de 35 años más de la mitad las emplean para informarse (CISDL,
2016).
Dados estos nuevos hábitos de consumo de información, los medios de
comunicación adaptan su leguaje a los distintos soportes multimedia, apostando por los
textos, vídeos y fotografías. Esto es posible porque Internet aúna en un solo medio la
inmediatez de la radio y la televisión con el análisis que caracteriza a la prensa; y
aunque bien es cierto que su lenguaje aún no está desarrollado totalmente y sufre
cambios continuamente, parece que ha llegado para quedarse.
Aun así, los medios impresos, especialmente ‘los salmón’, siguen apostando por
aportar valor añadido tras los flash y la información más inmediata, y prácticamente
telegráfica, que facilita Internet en un primer momento.
La información económico-bursátil en los medios digitales
61
CAPÍTULO 3. La Información Bursátil.
“La Bolsa es un juego que consiste en ir pasando
unos a otros una cerilla encendida,
hasta que llega a uno que se quema los dedos”.
John Kennedy.
Un mercado complejo, a veces incomprendido y lleno de vaivenes ha sido el
refugio del dinero de empresas e inversores en plena crisis económica. En él, las
compañías han encontrado la financiación que necesitan, mientras que el pequeño
inversor ha aumentado sus posibilidades de ahorro. Se trata de la Bolsa, un lugar que
sigue siendo referencia del valor de las empresas de una economía y también un
termómetro ante la aceleración o desaceleración de las principales economías
mundiales.
Un ejemplo lo tenemos en España, donde del tercer trimestre de 2015 al mismo
periodo de 2016, momento en que había un Gobierno en funciones; se ha producido un
impacto negativo de la Bolsa en los activos financieros de las familias, según revela el
último informe del Banco de España (2016).
La inestabilidad política y la celebración de dos procesos electorales afectaron al
comportamiento de la Bolsa. Ésta perdió durante doce meses casi un 9%, mientras que
las Bolsas de Francfort o Londres (recordemos que la última tuvo que hacer frente al
Brexit en este periodo), crecieron por encima del 10%.
A pesar de la repercusión que estos datos han tenido en las economías familiares
y de que las acciones negociadas en España suponen el 81,6% del Producto Interior
Bruto del país, España se sitúa por debajo de la media europea en lo que a
alfabetización financiera se refiere. Y es que sólo el 49% de la población tiene
conocimientos suficientes en la materia frente al 52% de la Unión Europea; según el
estudio elaborado por Global Financial Literary Surve en el que han participado la
agencia Standard&Poor’s, el Banco Mundial, Gallup y George Washington University.
Este estudio sitúa a España en el número 26 del ranking, lo cual refleja que a
pesar de que la situación económica del país ha despertado el interés por la información
financiera, aún queda mucho trabajo por delante tanto en los centros educativos como
en los medios de comunicación. Sólo así se conseguirá instruir al público para que
La información económico-bursátil en los medios digitales
62
pueda tomar las decisiones adecuadas a la hora de pedir un crédito o gestionar su
jubilación.
3.1 El mercado bursátil
El origen de la Bolsa, o el que buena parte de los historiadores consideran como
tal, se sitúa en Brujas en el siglo XIII. Los mercaderes se reunían en un negocio
propiedad de la familia Van der Bursen para realizar sus transacciones convirtiendo a
los propietarios del lugar en agentes testimoniales de las mismas.
Ocho siglos después, la manera de realizar esas transacciones y la seguridad con
la que se desarrollan han cambiado, pero la esencia y la operativa siguen siendo muy
similares a las de aquel entonces: dos actores principales, uno interesado en comprar y
otro en vender.
Tomando como base estas negociaciones podríamos definir a la Bolsa como una
empresa de servicios que actúa como intermediaria entre compañías que buscan
financiación, y ahorradores que ven en la inversión un modo de adquirir un excedente
de dinero.
Ambos actores salen beneficiados de su negocio. Las empresas consiguen un
valor añadido en el momento de la admisión a Bolsa y también a la hora de revalorizar y
potenciar su imagen de marca. Además, esta entrada en el mercado de valores amplía
sus fuentes de financiación. La venta de acciones se suma a los créditos bancarios y a
las aportaciones de los socios; aumentando de este modo las vías para mejorar su
balance y la cuenta de resultados de los años venideros.
Un ejemplo reciente se observa en la entidad financiera Bankia. La compañía
salió a Bolsa colocando el 55% de su capital en una Oferta Pública de Suscripción
(OPS) a un precio de 3,75 euros por acción y captó 3.092 millones de euros. Sólo tres
meses después de su entrada al parqué, entró a formar parte del Ibex 35 con una
capitalización de más de 6.400 millones de euros. A pesar de que finalmente acabase en
un desastre económico, no hay duda de que sus primeras cifras, fueron buenas.
Cotizar en Bolsa también permite a la empresa disponer de un importantísimo
elemento valorativo del curso de la misma gracias al precio de la cotización de sus
acciones (Álvarez Molina, 1998: 44). Esto es así porque el importe de la cotización se
establece en función de la valoración que realiza el propio mercado sobre la situación
financiera de la compañía y los posibles beneficios de la misma. Es decir, el precio de
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cotización refleja la opinión colectiva que tiene el mercado sobre dicha entidad;
convirtiendo a la Bolsa en “un termómetro de la salud de las empresas, y por extensión,
de la economía del país” (Del Río, 2004:179).
Si volvemos al caso de Bankia y analizamos su situación en los últimos años
podemos constatar cómo la Bolsa ha reflejado todos y cada uno de los procesos que ha
atravesado la entidad. Por ejemplo, en el momento de la intervención del banco, su
nacionalización y recapitalización en tres fases; las acciones terminaron el año 2011 con
un retroceso del 4,46%, y en enero de 2013 la entidad fue excluida del Ibex 35 con
pérdidas del 90% de su valor.
El otro gran actor del mercado bursátil, los ahorradores o inversores, también
obtienen ventajas de su participación desde el mismo momento en que adquieren las
acciones de una compañía. En ese preciso instante se convierten en socios de la misma
independientemente de la cantidad de títulos obtenidos con la operación. Además,
podrán disponer de la inversión realizada cuando quieran, sin plazos, pudiendo comprar
y vender en función de sus propias necesidades o de la evolución de la empresa en que
estén interesados. Una facilidad que convierte a la Bolsa en un mercado líquido que
canaliza el ahorro, puesto que cada uno convierte sus acciones en dinero cuando
considera oportuno.
También es cierto que existe un riesgo de liquidez y éste puede presentarse
cuando se quiere vender un determinado valor. En el caso de que no haya acuerdo entre
la oferta y la demanda, habrá que reducir el precio y vender a una cantidad inferior, a
veces incluso por debajo del precio que en su día se pagó por esa acción, generando o
sufriendo minusvalías o pérdidas.
La transparencia es otra de las claves de este mercado. La Comisión Nacional
del Mercado de Valores (CNMV), encargada de velar por la claridad en las cuentas e
informaciones que facilitan las empresas, garantiza al inversor el desarrollo de ventas y
adquisiciones con mayor seguridad y confianza. Sin embargo, a pesar de que muchos
ven el mercado de valores como un juego con el que ganar dinero, esa transparencia no
pone fin a los riesgos intrínsecos de un mercado volátil. Las acciones no tienen
vencimiento a corto plazo y, por tanto, son más sensibles al resto de inversiones, al
desempeño de la economía, al sector al que ésta pertenece y a su evolución en los
próximos meses y años.
De este modo, una vez que se ha contemplado el panorama accionarial, el
ahorrador e inversor dispone de una amplia gama de alternativas de compra “según el
La información económico-bursátil en los medios digitales
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riesgo que quiera asumir, la rentabilidad que pretenda obtener y la liquidez que
requiera” (Del Río, 2004:182). En función de estos tres aspectos puede decantarse por
renta fija o por renta variable.
La primera de ellas, la renta fija es conocida por aportar mayor seguridad a los
inversores, ya que consiste en colocar un dinero por el que pagan una rentabilidad
invariable cada cierto tiempo. Es decir, una vez transcurrido el plazo marcado, el
inversor recuperará el dinero invertido y, además, un plus. Esto es lo que ocurre al
invertir en deuda pública (letras del Tesoro, bonos y obligaciones) o deuda privada
(bonos, pagarés u obligaciones).
Sin embargo, a pesar de que la inversión de renta fija sea considerada una
apuesta estable, no lo es del todo, puesto que el precio de las letras, bonos, obligaciones
y pagarés también se negocia y el inversor puede vender su título antes de que finalice
el plazo pactado. Aun así, es la inversión que aporta mayor seguridad, hecho por el cual
aumenta su volumen en momentos de crisis económicas como la actual.
Otra de las vertientes de inversión es la renta variable. Ésta es considerada la
información de Bolsa por excelencia debido a que es la que más repercusión tiene en los
medios de comunicación. Basta con hojear un periódico para toparse con los índices
bursátiles, noticias sobre las pérdidas y beneficios de las mismas y, cómo no, con las
acciones: títulos integrantes de la renta variable y grandes protagonistas de la
información bursátil que corresponden a partes del capital de una empresa.
La inversión en renta variable, a pesar de ser arriesgada, es la que ofrece mayor
rentabilidad, por lo que en épocas de bonanza económica suele ganar adeptos. Se ve
como una manera rápida de ganar dinero. No obstante, no se debe identificar renta
variable con dinero fácil, ya que el riesgo que se corre es muy elevado e igual que se
gana, se puede perder. Aun así, en épocas de euforia económica son pocos los que no se
contagian por ese espíritu de bonanza e invierten una parte de sus ahorros, con la Bolsa
por las nubes, con el fin de obtener ganancias a muy corto plazo. Es entonces cuando se
comete uno de los grandes errores que propician las grandes catástrofes bursátiles de la
historia.
La economía es cíclica y a una época de bonanza le sigue una crisis. Por ello,
invertir en plena euforia bursátil puede aportar grandes beneficios si se sabe ‘jugar’ con
el tiempo, pero la mayoría de las veces se tendría que considerar el viejo refrán
“comprar al son del cañón y vender al son del violón”. De lo contrario, se adquirirán
acciones a un precio elevado y habrá que vender bajo escenas de pánico para perder lo
La información económico-bursátil en los medios digitales
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menos posible. Esto es así porque el mercado de valores, como afirma José Antonio
Fernández Hodar, es un indicador temprano de la evolución económica (Fernández
Hodar, 2001:9) y los síntomas de cómo irá la economía de un país se reflejan primero
en la Bolsa, y mucho más tarde, en el bolsillo de los ciudadanos.
Un ejemplo claro se muestra en la bajada de los tipos de interés. La Bolsa
reaccionará al alza en el momento que conozca la noticia, mientras que una empresa
empezará a notar esa bajada de intereses al cabo de un tiempo. Lo mismo ocurre cuando
se anuncian datos como el Producto Interior Bruto o la balanza comercial. La Bolsa
sube y baja siendo la antesala de lo que ocurrirá en la economía en general.
En el caso de España, para conocer su situación económica futura, hay que
fijarse en la evolución de sus cuatro Bolsas de valores: Madrid, Barcelona, Bilbao y
Valencia. De las cuatro, la de Madrid es la que tiene más trascendencia con 179
empresas cotizadas y un volumen de negocio que supera los 60.200 millones de euros,
según el Informe Bolsas y Mercados Españoles (2015). Una cifra que la sitúa como la
cuarta plaza europea más importante y la décima a nivel mundial.
3.1.1. Silencio en la Bolsa: Adiós a 178 años de voz
Diez de la mañana. Más de 1.500 personas en el parqué de la Plaza de la Lealtad
de Madrid negocian frenéticamente y en voz alta la compra y venta de valores. Ésta era
la imagen que se vivía cada día en cualquier Bolsa española desde su creación en 1831.
Los Agentes de Cambio y Bolsa, con buena voz o mímica, formaban un corro en cuyo
interior se situaba el responsable de la Sociedad de Bolsa (de ahí el nombre de mercado
de corros). Éste apuntaba los precios a los que cerraban las operaciones, es decir, las
cotizaciones, y posteriormente un empleado de la Bolsa, subido a una gran tarima, los
anotaba con tiza en una pizarra.
Los inversores, separados por una barandilla, rodeaban a los Agentes, a quienes
daban sus órdenes de compra y venta, y éstos las escribían en una libreta antes de
comenzar a buscar contrapartida.
Años más tarde, los operadores bursátiles no recogían las órdenes en el mismo
parqué, sino en sus despachos. Después, de lunes a viernes en horario de 10 a 12 de la
mañana las ejecutaban a voz en grito en el salón de operaciones como si de una subasta
se tratase. La sesión se dividía en intervalos de diez minutos y en ese periodo se
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66
negociaban valores de un mismo grupo o sector. Así, había un corro de las eléctricas,
otro de químicas, constructoras, etc.
Los datos que todos buscaban eran los precios de las acciones en las que estaban
interesados, los cuales “se formulaban a través del chequeo de papel y dinero, como si
de una partida de póquer se tratara” (APIE, 1995:175). De esta forma, el inversor no
sabía a ciencia cierta si el precio adjudicado era el correcto hasta que salía el avance
oficial de cotizaciones o los periódicos al día siguiente.
En 1989 el bullicio y ambiente propiciado por estos corros que algunos tachaban
de poco transparentes, comenzó a desaparecer. El motivo no era otro que la
introducción de una plataforma electrónica que interconectaba las cuatro Bolsas
españolas (Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia) y permitía a los operadores negociar
entre ellos independientemente de dónde se encontrasen geográficamente.
El nuevo sistema de contratación informatizado (SIB, Sistema de Interconexión
Bursátil) se puso en marcha el 24 de abril de 1989 y funcionaba de forma continuada
desde las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde. La tradicional contratación en
corros iba desapareciendo para dar paso a un sistema con el que se buscaba mejorar la
liquidez y transparencia del mercado, al tiempo que se fijase un precio único para para
cada título en las cuatro Bolsas españolas.
“El sistema electrónico que permitía poner en marcha la contratación era
igualmente el utilizado por la Bolsa parisina, el CATS (Computer Assisted
Trading System), desarrollado por la Bolsa de Toronto. También en la
sustitución de los Agentes de Cambio y Bolsa por intermediarios societarios, la
Bolsa de Madrid siguió el ejemplo de la reforma francesa” (Moreno Castaño,
2006:86).
Con ello se puso fin al doble papel de fedatarios públicos y comisionistas para
establecer un nuevo modelo con el que “se buscaba mejorar la capacidad financiera y
profesional de los intermediarios bursátiles” (Moreno Castaño, 2006:86). Además, se
conseguía integrar el funcionamiento del mercado bursátil español con independencia
de la Bolsa en que se realice la transacción.
Este sistema de contratación informatizado, así como la transformación del
funcionamiento y estructura de la Bolsa como consecuencia de la nueva Ley del
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67
Mercado de Valores de 1989, permitieron que de los seis valores que en un principio
comenzaron a operar con este nuevo sistema, se alcanzase a final de año un total de 51.
Los corros gritando a viva voz ‘doy’ o ‘tomo’ llegaban a su fin. En 1993 la renta
fija pasó a negociarse única y exclusivamente en el mercado electrónico y en noviembre
de 1995 el sistema CATS era sustituido por el Sistema de Interconexión Bursátil
Español (SIBE).
Con el paso de los años este sistema también se ha ido modernizando para
conocer instantáneamente los precios de compra y venta, así como quién realiza cada
operación. De este modo se facilita al operador la gestión de sus órdenes, permitiendo
realizar consultas sobre las mismas a la vez que aumenta la transparencia, ya que se
conoce en todo momento quién realiza cada operación y a qué precio.
“El mercado sigue siendo un mecanismo de contratación dirigido por órdenes,
integrado por las cuatro Bolsas españolas que, en tiempo real, de forma
ininterrumpida y utilizando soporte informático, permite negociar los títulos
más representativos de nuestro mercado bursátil en cuanto a volumen de
contratación y frecuencia de cotización, y en el que sólo pueden intervenir los
intermediarios autorizados” (Moreno Castaño, 2006:93).
La Bolsa iba adquiriendo cada vez más importancia y se hacía más transparente
gracias a los avances informáticos. Tanto es así que, en 2013, Antonio J. Zoido,
presidente de Bolsas y Mercados Españoles aseveraba:
“No hay mercados más transparentes que las Bolsas de Valores. Cada
día en cualquier mercado bursátil las empresas cotizadas son valoradas por
millones de inversores y la información se distribuye en tiempo real a cualquier
parte del planeta. Esta transparencia es uno de los valores claves de las Bolsas”
(Zoido Martínez, 2013:15).
Con estas mejoras tecnológicas y la comodidad que suponen, el parqué de las
Bolsas españolas se ha quedado mudo. En julio de 2009 desaparecieron los corros de las
mesas de operaciones, momento a partir del cual en el parqué sólo se escucha la voz de
algunos de los periodistas económicos que hacen su conexión de televisión desde allí; y
es que la euforia o la histeria que de lunes a viernes se vivía físicamente en las Bolsas
españolas, actualmente se vive frente a la pantalla de un ordenador, en solitario.
La información económico-bursátil en los medios digitales
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3.2. Métodos de análisis
A la hora de desarrollar una operación en el mercado de valores surgen dudas
sobre el valor en que invertir o si es el momento más adecuado para ello. Para intentar
resolver estos interrogantes existen dos métodos de análisis distintos en su metodología,
pero complementarios en su uso: el análisis fundamental y el técnico. Ambos se basan
en hechos presentes o pasados para hacer proyecciones, pero en ningún momento se
cuenta con una bola de cristal ni un método de adivinación.
Una vez aclarado este aspecto, si la pregunta que se realiza el inversor es ‘qué
comprar’ será necesario el empleo del análisis fundamental, mientras que, si la pregunta
es ‘en qué momento’, habrá que recurrir al análisis técnico. Aunque cada uno tiene su
ámbito de especialidad y se pueden emplear de manera complementaria para tener una
idea mucho más cercana de la situación del valor en que se está interesado, los analistas
que sirven como fuente a los distintos medios de comunicación emplean ambos
métodos para analizar el mercado.
3.2.1 Análisis fundamental.
El análisis fundamental es un método de valoración de empresas. Busca, a partir
de los datos contables de la empresa (balances, cuentas de resultados, ratios financieros
etc.), determinar el valor de las acciones para seleccionar aquellas compañías que
posean un fuerte potencial de revalorización. Se trata de un método que, según los
expertos, “permite separar el trigo de la paja; las buenas empresas de las que conllevan
riesgo financiero” (Fernández Hodar, 2001:175).
Para ello, no sólo tiene en cuenta los datos contables internos del negocio, sino
también los aspectos macroeconómicos que le rodean. Se trata de analizar a la empresa
en función de su liquidez, solidez financiera, gastos y volumen de venta; pero también
en función de la situación en que se encuentra si se compara con el resto de industrias
de su sector o de cómo le afectan datos como el Producto Interior Bruto o la inflación.
Con este análisis, el inversor evita cometer errores absurdos, puesto que esta
herramienta permite aproximarse mejor a la valoración de acciones determinando si
están infravaloradas (en cuyo caso se recomienda comprar) o sobrevaloradas (en cuyo
caso se recomienda vender). Sin embargo, no se puede olvidar que la mayoría de los
datos con los que trabaja el analista son los que aporta o quiere proporcionar la empresa
La información económico-bursátil en los medios digitales
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en cuestión. No quiere decir que sean falsos, pero sí hay que tener presente que puede
tratarse de una información parcial. No hay que olvidar que los balances maquillados o
aquellos que se cuadran de cualquier manera ya han traído de cabeza a muchos
inversores, como ocurrió a principios del siglo XXI con la burbuja generada en torno a
las empresas tecnológicas e Internet.
La conocida como ‘burbuja de las puntocom’ alcanzaba su punto más alto en
marzo del año 2000 cuando el índice de referencia del mercado tecnológico de Estados
Unidos, el Nasdaq, llegó a superar los 5.000 puntos y las empresas alcanzaban
valoraciones de cientos de millones de dólares.
En apenas dieciocho meses, las acciones de este mercado se habían disparado un
240% ante la promesa de un nuevo mundo en el que la avaricia y la generación de humo
con proyectos empresariales sin un modelo de negocio sólido dieron lugar al pinchazo
de la burbuja. El año 2000 puso fin al ambiente de exuberancia y entusiasmo que
durante más de un año había caracterizado al mercado bursátil y sus inversores. Llegó la
quiebra de cotizaciones, el cierre de empresas, millones de euros evaporados e
inversores arruinados.
El Nasdaq tocaba fondo con una caída acumulada del 77% y el índice se situaba
en los 1.114 puntos el 9 de octubre de 2002. Uno de los casos más destacados por los
medios en aquellos momentos fue el de AOL, una empresa de servicios de Internet y
medios con sede en Nueva York, que al adquirir Time Warner alcanzó un valor de
350.000 millones de dólares. Hoy en día la suma de ambas compañías está por debajo
de un séptimo del valor de la fusión.
Otras compañías como Microsoft, Intel o Cisco no han recuperado los valores
que tenían en el año 2000 y algunas como Yahoo han perdido tres cuartas partes de su
valor.
En España la crisis tardó más en llegar, pero lo hizo con los mismos efectos
devastadores. Los pequeños inversores se lanzaron a comprar acciones de compañías
online cuya cotización subía como la espuma. La ganancia parecía asegurada en medio
de una euforia sin precedentes y el precio de compra apenas importaba.
Uno de los casos más destacados fue el de la empresa Terra, propiedad de
Telefónica, fundada en 1999. Su salida a Bolsa el 17 de noviembre de 1999 a 11,81
euros por acción se presentó como la gran inversión de futuro. Apostar por ella suponía
invertir en uno de los elementos que por aquel entonces se creía que marcaría el
desarrollo tecnológico de los años venideros: Internet y las empresas tecnológicas.
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Terra era la primera empresa de Internet que se lanzaba al parqué en España y
todos los augurios eran favorables a pesar de que las perspectivas de crecimiento sólo se
basaban en el hipotético desarrollo de un sector del que aún estaba todo por descubrir.
En su primer día de cotización aumentó su precio un 213,3% y en febrero del
2000 alcanzó su máximo: 157,6 euros por acción. Parecía que había que estar loco para
no comprar. En apenas tres meses se había revalorizado un 1.000% y su valor en Bolsa
superaba los 400. 000 millones de euros, una cifra que la convertía en la tercera mayor
empresa del país. Sin embargo, pronto empezaría el desplome. En abril de 2000, los
valores tecnológicos estadounidenses entran en crisis y Terra comienza su hundimiento.
Dos años más tarde, en febrero de 2004, después de que Telefónica lanzase una Oferta
Pública de Adquisición sobre el cien por cien de su filial cuando la cotización se
encontraba en los 5,25 euros por acción, la Comisión Nacional del Mercado de Valores
suspende su cotización. Finalmente, el 15 de julio de 2005 Terra cotiza por última vez
en Bolsa por unos dos euros por acción.
3.2.2. Análisis técnico
El análisis técnico observa cómo se comporta una acción en el mercado en
función de la oferta y la demanda. Es decir, se tiene en cuenta la evolución de la curva
de precios. Por consiguiente, no distingue entre empresas saneadas o en quiebra, sino
que se centra únicamente en la acción. Hace esto porque considera que el propio
mercado es el que proporciona la mejor información sobre un valor.
Hay que tener en cuenta que los valores evolucionan siguiendo unas tendencias,
es decir, la dirección en la que se mueven los precios. No obstante, sólo se puede hablar
de tendencias como tal cuando el mercado (la totalidad de los inversores) tiene claro en
qué dirección moverse y es precisamente de la identificación de esas tendencias de las
que se encarga el análisis técnico.
Este análisis alerta del inicio o del fin de esa tendencia determinando los
momentos que, a juicio de quien realiza este estudio, son mejores para comprar o
vender.
Entre las tendencias que se pueden encontrar en el mercado, se encuentran tres:
Primaria. Surge cuando un valor tiene movimientos al alza o a la baja con una
duración superior a un año.
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Secundaria. Dentro de la primaria pueden darse movimientos a la baja cuando
los inversores consideran que es necesario asegurar lo que ya han ganado. Son
aquellos movimientos que tienen una duración inferior a tres meses y en este
caso se denominan correcciones.
También hay tendencias secundarias al alza (reacciones) que pueden ser fruto de
la publicación de una noticia que hace pensar que el tiempo de caída ha
finalizado.
Terciarias. Son fluctuaciones al alza o la baja que se producen dentro de la
tendencia secundaria y apenas duran unos días. Son muy erráticas y a veces
impredecibles.
Tal y como se presenta en esta enumeración, la primera de las tendencias
recopila las otras dos. Según José Antonio Fernández Hódar (2001:194), para obtener
frutos de un análisis técnico “se debe invertir en tendencias primarias, especular en las
secundarias, y no intentar aprovechar los movimientos terciarios”.
Como todo análisis, el técnico también tiene sus puntos débiles. La subjetividad
a la hora de ver un gráfico puede jugar malas pasadas, de ahí que los teóricos aconsejen
seguir siempre la directriz de la tendencia, es decir, la línea que muestra la dirección del
movimiento alcista o bajista. Aun así, cuando los precios se mueven lateralmente, este
tipo de análisis resulta completamente inútil. Por ello, a fin de evitar equívocos, a la
hora de desarrollar un buen estudio sobre un valor, lo más idóneo sería el empleo
conjunto de ambos análisis, el fundamental y el técnico. Con el primero de ellos se
identifican las empresas que poseen fuerte potencial de revalorización y,
posteriormente, se analiza la tendencia del valor a través de un análisis técnico.
Aun así, estos métodos no son la panacea y puede que cambien las premisas con
las que, por ejemplo, se ha desarrollado el análisis fundamental y que cuando se vaya a
aplicar ya no sirva de nada.
Además, hay que tener en cuenta el estado emocional de los inversores y la
información que estos reciben mientras están tomando decisiones bursátiles, ya que son
determinantes a la hora de realizar las operaciones. Ambos aspectos son causantes de
multitud de reacciones y movimientos del mercado de valores. Así, un análisis puede
determinar la subida de un valor, pero si un medio de comunicación publica una
información negativa, o simplemente pesimista sobre esa empresa, puede cambiar
completamente la evolución del mercado.
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3.3 La importancia de la información en el parqué
- ¡Ha bajado medio punto, si sigue cayendo tendré que venderlo todo!
- ¡El mercado está inestable!
- Ha bajado otro medio punto.
(El indicador de cotizaciones se para…)
- ¿Qué ocurre? Háganos una oferta. ¡Queremos saber la cotización!
- Pero, ¿qué pasa?
- ¡Se ha parado! Nos vamos a arruinar.
Edison, el hombre. (MIN 16:55-18:38)
La primera película biográfica sobre Thomas Alba Edison; ‘Edison, el hombre’,
estrenada en 1940, mostraba cómo se vive el minuto a minuto de los inversores de
Bolsa y su dependencia de las informaciones que ofrece la tecnología más puntera de
cada momento. En este caso, primero una impresora de cotizaciones y posteriormente,
el telégrafo.
Esta escena con una máquina que se para refleja cómo la información de última
hora es vital en el mundo bursátil. Tan solo unos segundos de retraso en la recepción de
una cotización puede desatar el caos, la ruina e incluso un cambio radical en la vida de
aquellos que permanecen atentos al precio de las acciones.
Uno de los ejemplos más recientes de cómo las Tecnologías de la Información y
Comunicación (TIC) influyen el mercado bursátil data del 6 de mayo de 2010, momento
en que tuvo lugar el denominado ‘Flash Crash’ o ‘Crash de las 02:45’. Se trata de una
caída del mercado de valores estadounidense por el que el Dow Jones se hundió cerca
de 1.000 puntos y veinte minutos más tarde había recuperado la mayor parte de los
mismos. Un cambio repentino que, según el Departamento de Justicia de los Estados
Unidos, tuvo lugar porque Navinder Singh, un operador bursátil, utilizó un programa
automatizado para generar órdenes de venta que empujasen los precios a la baja. Una
vez el mercado estaba abajo, compraba a un precio más bajo y cancelaba las órdenes de
venta.
Cuando el mercado se percatará de que las órdenes de venta ya no existían, los
precios se recuperarían y podría vender a un precio mayor y obtener suculentos
beneficios. Este tipo de práctica está prohibida en Estados Unidos desde 2010, puesto
que su propósito es engañar a otros miembros del mercado y manipular el precio de las
acciones.
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Independientemente de las penas que se apliquen, este suceso demuestra cómo
unas pocas milésimas de segundo de adelanto son muy valiosas en el mercado bursátil.
De hecho, Michael Lewis relata en su libro Flash Boys (2014) como muchos
negociantes compran costosas propiedades cerca de la Bolsa e invierten en la instalación
de cables de gran rapidez para que la señal les llegue unas milésimas de segundo más
deprisa y conseguir dinero fácil.
Contar con la más avanzada tecnología del momento, una impresora de
cotizaciones en el caso de la película mencionada o un programa automatizado, permite
recibir y dar la información con la mayor rapidez posible; y eso era y sigue siendo
sinónimo de ganancias.
La importancia de las nuevas tecnologías en el ámbito bursátil es algo que están
aprovechando compañías como Indra, multinacional que en septiembre de 2010 lanzaba
al mercado un prototipo para la predicción bursátil, creado en colaboración con la
Universidad de Murcia, la Universidad Carlos III de Madrid y el Instituto de Empresa.
Se trata de un indicador financiero que trabaja sobre la media de 14 días de los
valores de cotización para inversiones a corto plazo; y también permite crear un sistema
de recomendación automática para inversiones a largo y medio plazo. De este modo, los
inversores pueden planificar sus acciones en base a las predicciones futuras que
determinan las nuevas tecnologías.
“La economía y la información son algo que viven unidos. Una cosa no puede
estar sin la otra y, por eso, la información debe corresponder con la realidad
económica y con los precios lo más actuales posible, para que los comerciantes
cuenten con esa información y la puedan utilizar” (José Gabriel Fernández,
2003:100).
Esta concepción y la necesidad de disponer de las últimas tecnologías para poder
operar en Bolsa es algo que comenzó a asumir la población estadounidense tras el Crac
del 29; momento en que se produjo la mayor caída del mercado de valores en la historia
de la Bolsa de los Estados Unidos.
En ese momento, los norteamericanos venían de unos años de bonanza y
bienestar en los que la población había desarrollado un asombroso afán por enriquecerse
rápidamente con el mínimo esfuerzo. Conseguir dinero fácil es lo que llevó a la quiebra
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a estados como Florida, donde los inversores del norte del país se lanzaron a comprar
terrenos que aumentaban de valor sin motivos aparentes.
Poco a poco, la especulación del terreno llegó a la Bolsa. Las normas de Wall
Street y el alza que durante los años veinte se produjo en las acciones ordinarias
propició que pequeños ahorradores decidieran invertir e hicieran de ello una forma de
vida. Los resultados eran rápidos y beneficiosos.
Los Agentes de Bolsa prestaban dinero a sus clientes tomando como garantía los
propios títulos comprados, y a su vez, pedían prestado a los bancos para comprar esos
títulos. Una acción a la que Galbraith, en su obra Breve historia de la euforia financiera
denomina ‘apalancamiento’.
Las ganancias de la Bolsa en ese momento eran suficientes para pagar los
créditos e intereses. Sin embargo, una situación de esta índole no podía continuar
indefinidamente. Dependía exclusivamente del alza de la Bolsa y ésta era ficticia,
basada en la creencia de que la economía de los Estados Unidos era inquebrantable.
Pero no fue así. Un catastrófico lunes negro puso punto y final al bienestar y la
especulación estadounidenses.
“Un crac viene precedido de una época de euforia irracional donde hasta los más
prudentes olvidan cuál es el valor de las cosas. Todos nos convertimos en necios y
confundimos el valor con el precio” (Trías de Bes, 2009:11). Se trata del vivo retrato de
lo que pasó en Estados Unidos a finales de la década de los veinte del siglo pasado y en
otras tantas burbujas económicas.
La especulación y la falta de información se encuadran entre las causantes del
desastre. Disponer de una información veraz y objetiva, no sólo del valor de las
acciones, sino también de los aspectos externos que hacen que la Bolsa suba o baje, es
imprescindible.
Siguiendo el planteamiento presentado en estas líneas, Francisco J. Formariz,
responsable de Marketing de la Bolsa de Madrid, apunta que “la información es a los
mercados lo que la sangre al organismo vivo, cuanto más limpia y mejor circule, mejor
funcionará todo el sistema”.
Un claro ejemplo de la importancia de la información en el mercado bursátil se
encuentra en la Batalla de Waterloo. En ella Rothschild consiguió amasar una fortuna
gracias a “la oportuna y anticipada información de sus agentes sobre el resultado de la
batalla”. (Diezhandino y Coca, 1991:47).
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Su capacidad para acceder a información que le permitiese colocar sus
inversiones ha sido relatada en varias obras:
“Ahí está el golpe de Bolsa del 20 de junio de 1815, realizado por Rothschild en
Londres gracias a la oportuna y anticipada información de sus agentes sobre el
resultado de la batalla de Waterloo. Unas palomas mensajeras soltadas en el
mismo campo de batalla le llevaron la nueva derrota de Napoleón. Unos pocos
movimientos rápidos en la Bolsa y se había amasado una gran fortuna (…)
Rockefeller construyó su imperio petrolero apoyándose en una densa red de
informadores"” (Diezhandino y Coca, 1991:47).
El Crac del 29 también atravesó momentos de pánico como consecuencia de los
fallos tecnológicos que no permitían recibir la información en el momento adecuado:
“Anteriormente, en los grandes días del mercado alcista, el ticker se había visto
a menudo incapaz de seguir los movimientos vertiginosos del mercado, y hasta
después del cierre no se enteraba uno de lo rico que se había hecho sin saberlo.
Mas la experiencia de un mercado que se hunde había sido mucho más limitada.
Desde marzo, el ticker no se había retrasado nunca en días de mercado
declinante. Pues bien, muchas personas descubrieron entonces por primera vez
que podían arruinarse totalmente, y para siempre, sin enterarse siquiera”
(Galbraith, 1997:116).
La situación cambió el lunes 21 de octubre de 1929, momento en que el ticker
comenzó a quedarse rezagado. “A mediodía llevaba una hora de retraso. La última
operación de la sesión fue registrada una hora y cuarenta minutos después del cierre”
(Galbraith, 1997: 117).
Este fue el punto y final a una época en la que tal y como recoge este autor, el
ticker mostraba la mejoría de las cotizaciones mientras que el telégrafo, la otra gran
tecnología del momento, iba desgranando la catástrofe que se producía en el parqué. “Y
lo que verdaderamente contaba eran las noticias. Para muchos de los que observaban la
evolución de los acontecimientos a través de los diferentes servicios de
telecomunicación, todo esto significaba su puesta fuera de juego y el desapacible
despertar de un ensueño” (Galbraith, 1997:124).
La información económico-bursátil en los medios digitales
76
Como se aprecia en estos hechos, la información es clave en los movimientos de
Bolsa, y por eso mismo, el periodismo económico ha de desarrollarse con la mayor
objetividad y claridad posible para que todos y cada uno de los inversores sean
conscientes del entramado que se desarrolla en torno al mercado bursátil. Algo, que
según Ángel Arrese, no se tuvo en cuenta en el Crac del 29, momento que considera
“una verdadera catarsis para el periodismo financiero” (2010: 19). Bajo su punto de
vista, las publicaciones especializadas no estuvieron a la altura y llega a afirmar que
“los lectores habrían comprendido mejor lo que sucedió leyendo Variety, la revista del
mundo del espectáculo, que publicaciones como el Wall Street Journal” (Arrese, 2010:
19).
En esta idea coinciden Coca y Diezhandino (1991:50) al considerar la
información económica como un elemento constitutivo de la economía, y que como tal
no debe dejarse contagiar por la euforia en la que esté inmersa el resto de la población,
sino que debe desarrollarse y mejorarse día a día a fin de evitar desastres como el de la
Gran Depresión.
Para impedir catástrofes como ésta es necesario concienciar a la sociedad de que
cualquier dato económico tiene que ver con su vida diaria, ya que como se mencionaba
en las primeras líneas de esta tesis, todo es economía. Siguiendo esta idea, John
Kenneth Galbraith apunta la necesidad de información como si de un servicio al
ciudadano se tratase, independientemente del uso que luego éste haga de ella.
“El público debería ser avisado rigurosamente y con frecuencia de los riesgos
inherentes a las compras de valores al alza. Y quienes persisten en su actitud, sólo
podrían culparse a sí mismos llegados el caso”. (Galbraith, 1997:222).
José Gabriel Fernández también señala esta necesidad de información y critica
que “la Bolsa sólo se atiende de verdad cuando hay subidas o bajadas espectaculares”
(2010:277) de tal manera que, en lugar de informar a los inversores, se despierta la
euforia o histeria dependiendo del tipo de noticia que abra los boletines, informativos o
páginas de los periódicos. Si la noticia aparece en Internet, la reacción de los mercados
es aún más inmediata, ya que todo lo que se publica en la red se propaga con mayor
rapidez.
Asimismo, la reacción de los inversores, gracias a las facilidades de conexión
que ofrece Internet es también más veloz. Cualquier persona puede acceder a las
cotizaciones de los valores en directo y realizar una compra o venta sin necesidad de
La información económico-bursátil en los medios digitales
77
moverse del sillón de su casa; algo que antes era patrimonio exclusivo de los operadores
de bolsa.
Atrás quedaron las imágenes de oficinas de Agentes de Cambio abarrotadas con
clientes sentados o de pie que se pasaban el tiempo mirando las pizarras para ver la
evolución de las cotizaciones. Con las nuevas tecnologías todo es más fácil y ágil; pero
a veces, también más peligroso. De hecho, los analistas y expertos señalan a la
tecnología punta como la principal responsable del Crac de la Bolsa de Nueva York de
1987:
“Fue posible por las operaciones realizadas en tiempo real, lo que no habría
sucedido sólo unos años antes. Con los procedimientos anteriores pasaban
bastantes horas desde que el inversor conocía una noticia que le hacía decidir la
compra hasta que ésta realmente se producía”. (Coca y Diezhandino, 1997:
192).
Antes había que comunicar la compra o venta al Agente, éste inscribía la
operación y tenía que intentar casarla con otra de signo contrario con un precio en el que
ambas partes estuviesen de acuerdo. En ese momento, 1987, el inversor descolgaba el
teléfono, daba la orden y el operador la introducía en su ordenador. En unos minutos la
voluntad del inversor se había cumplido. Con Internet, esos minutos han pasado a ser
segundos, lo cual ha acelerado vertiginosamente la capacidad de los índices de subir y
bajar en tiempos muy cortos.
La forma en que los inversores se relacionan con el mercado de valores también
ha cambiado gracias a la evolución tecnológica. Ahora son los propios ahorradores los
que inscriben y mandan sobre sus finanzas, sin necesidad de intermediarios. El acceso
seguro y directo que permite la red se suma a la transparencia que otorga la contratación
electrónica de una amplia gama de productos financieros, lo que permite saber quién
compra y quién vende y a qué precio.
Asimismo, se reducen los costes operativos de las entidades que ofrecen
servicios de inversión a través de la red. Sin embargo, estas nuevas tecnologías también
conllevan una serie de riesgos: la caída del sistema o los fallos electrónicos. Al igual
que ocurría con las impresoras de cotizaciones de la película de Edison, la red también
puede fallar. Cualquiera puede dar una orden, que el sistema falle y quede colgado a la
espera de ejecutarse en un momento no deseado.
La información económico-bursátil en los medios digitales
78
3.3.1. Los rumores: de precursores de la noticia a meras especulaciones
La película Wall Street 2: El dinero nunca duerme es uno de los grandes
ejemplos de la relación existente entre información, operaciones bursátiles, rumor y
especulaciones. En ella, a través de imágenes se establece una relación entre fichas de
dominó y los valores financieros, donde o todos están bien o si uno se desploma,
contagiará al resto sin poder evitarlo. (MIN 77:59).
Haciendo referencia al ya conocidísimo “too big to fail” (demasiado grande para
caer) la película relata cómo un joven bróker intenta salvar el sistema financiero. En ella
se hace alusión al poder de la información. A la manera en que un artículo contra un
magnate puede desplomar las acciones de una compañía en un momento en que la red
llega a la mayor parte de los rincones del mundo; con la capacidad de difusión y rapidez
que ello implica:
“1929. Será peor ahora porque va más rápido. Los mercados del mundo entero
se quedarán secos para el fin de semana. Los cajeros automáticos dejarán de
escupir billetes. El Seguro de Depósito Federal colapsará. Los bancos cerrarán.
Protestas, pánico. Esto será el fin del mundo”. (Wall Street 2: El dinero nunca
duerme, MIN: 76:50).
La película hace un paralelismo con la tulipomanía holandesa de 1630, año en
que se desató la fiebre por los bulbos de tulipán, convirtiéndolos en objetos muy
valiosos. Se trataba de una flor que llamaba la atención por sus variedades. Además, era
sencilla de cultivar y requería poco terreno.
Tal era la expectación que se generó en torno a los bulbos que muchos se
hipotecaban con tal de hacerse con un tulipán. “El salario anual medio de Holanda
estaba entre 200 y 300 florines. Una casa pequeña en la ciudad costaba 300 florines y
las mejores pinturas de flores se vendían por no menos de 1.000 florines”. (Chacellor;
2000:35).
Convertidos en objetos de deseo rodeados de glamour, los tulipanes se
convirtieron en la planta más cotizada del momento. Es más, cuando la clase media
consiguió acceder a su compra, la burguesía marcaba su superioridad buscando
tulipanes más sofisticados.
La información económico-bursátil en los medios digitales
79
Bajo esta fiebre consumista, el tulipán alcanzaba precios desorbitados basándose
única y exclusivamente en sus bulbos, es decir, en plantas que estaban enterradas y ni
siquiera se podían ver.
“En octubre de 1636 un derecho sobre un bulbo de tulipán se intercambiaba a
20 florines (200 euros). A mediados de noviembre los derechos se dispararon a
50 florines (500 euros), ese mismo mes, en sólo quince días se doblaron los
precios: 100 florines, ¡casi 170.000 de las antiguas pesetas por un tulipán!”
(Trías de Bes, 2009:35).
Como toda burbuja, los altos precios no durarían para siempre. Entre el 25 de
noviembre y el 1 de diciembre los precios se estabilizaron momentáneamente para
después, en sólo doce días, pasar de 100 a 150 florines.
El 3 de febrero de 1637 alcanzaban su máximo, casi 200 florines; momento a
partir del cual el mercado de los tulipanes se desplomó. Multitud de familias que habían
hipotecado todos sus bienes para conseguir una de esas flores caían en la ruina. Los
bulbos que el día anterior eran sinónimo de riqueza ya no valían nada.
Los tulipanes no son el único ejemplo de crisis especulativa en la historia de las
finanzas. Son muchos los productos que a lo largo de los siglos han subido como la
espuma sin motivo aparente, han lanzado a los individuos a comprar acciones para
enriquecerse rápidamente y han terminado generando pánicos históricos. Y es que tal y
como apunta Galbraith (1993:196), “la especulación requiere, en gran medida, un
profundo sentimiento de confianza y optimismo, así como la convicción de que la gente
en general puede llegar a ser rica”.
La creencia de relevancia de 1630, es decir, la afirmación sin contrastar de que
los tulipanes iban a valer mucho dinero una vez que floreciesen, fue el rumor que desató
la gran especulación.
El término ‘rumor’ es definido por Kimmel (2008:211) como “una historia o
afirmación que ha estado en circulación sin ningún tipo de confirmación o completa
seguridad de que fuese un hecho verdadero”. La Real Academia Española de la Lengua,
en su primera acepción, se refiere al rumor como “la voz que corre entre el público”. En
ambos casos se destacan las evidencias no comprobadas, unas evidencias que darán
paso a la confirmación de que se trata de un rumor falso o verdadero. En el caso de que
La información económico-bursátil en los medios digitales
80
se verifique, el rumor quedará limitado a actuaciones que puedan contrastarse; mientras
que, si se reconoce su falsedad, se perderá la credibilidad en el mismo.
El proceso de reconocimiento del tipo de rumor ante el que nos encontramos
desemboca en grandes momentos de especulación, como ha ocurrido en distintos puntos
geográficos y momentos de la historia. Desde la tulipomanía a la Internet han sido
muchos los inversores que no han podido evitar verse envueltos en el caos de las Bolsas
y han perdido gran parte de sus ahorros.
Uno de los muchos ejemplos existentes a lo largo de la historia lo tenemos en la
burbuja de los Mares del Sur, la cual azotó Gran Bretaña en 1720. La compañía así
denominada había conseguido el monopolio de rutas comerciales tras cambiar deuda
pública inglesa por acciones que aseguraban una rentabilidad del 6% por acción, una
cifra muy atractiva para los inversores de la época.
“Todo consistió en sustituir dinero por ganancias futuras, en cambiar deudas por
un activo cuya valoración estaba sujeta a una actividad futura en la que todo el
mundo creía, pero que nadie había visto aún. (…) En enero la acción se
compraba a 100 libras. A mediados de febrero a 200 libras. En abril a 500”
(Trías de Bes, 2009:53).
En un semestre el precio de las acciones se había quintuplicado en una sociedad
en la que como relata Trías, el salario anual de un artesano era de 20 libras anuales. Pero
la burbuja no se detuvo ahí. La acción llegó a alcanzar las 1.000 libras, permitiendo que
aquellos que compraron al inicio de la expansión de la burbuja y vendieron justo antes
del desastre ganasen más cantidad de dinero que en años de duro trabajo.
Dos siglos después, la especulación alcanzaba Japón. Sin embargo, al igual que
ocurrió en Holanda, Inglaterra o España, el milagro del país nipón también desapareció.
La mina especulativa llevó a duplicar el precio de los inmuebles residenciales y a
triplicar el de los comerciales. De hecho, Krugman refleja en su obra ‘De vuelta a la
economía de la gran depresión’ como los terrenos se habían vuelto increíblemente
costosos: “de acuerdo con un dato semificticio citado con frecuencia, la milla cuadrada
sobre la que se encuentra el Palacio Imperial de Tokio valía más que todo el estado de
California” (2010:112).
Hasta ese momento la economía japonesa había sido considerada una de las
grandes potencias, rival incluso de Estados Unidos; un país que contaba con el doble de
La información económico-bursátil en los medios digitales
81
población y el doble de Producto Interior Bruto. Japón, una nación agrícola, se había
convertido en el primer exportador de acero y automóviles. Sus métodos de producción,
remuneración o su administración empresarial llegaron incluso a situar su nivel de renta
per cápita en los niveles más altos del mundo.
Sin embargo, a finales de los años 80 del siglo pasado el gran optimismo
favorecido por el rápido aumento de los precios de las acciones, la revalorización de los
activos inmobiliarios o el incremento de la oferta monetaria y del crédito, favorecieron
el estallido de una gran burbuja inmobiliaria. Tal fue su expansión que Japón, un país
con una extensión veinticinco veces inferior a la de Estados Unidos, tenía propiedades
que valían en conjunto cinco veces más que las americanas. (Trias de Bes, 2009:87).
A ello hay que sumar que, apunta Ángel Vilariño (2010), el ratio entre el crédito
y el PIB creció en Japón un 139% entre 1980 y 1990, mientras que en otros países como
Estados Unidos el incremento fue de un 57%.
“Hubo mucha especulación, principalmente en finca raíz y en acciones. Hacia
1996, las economías del sudeste asiático comenzaban a tener un enorme parecido con la
economía ‘burbuja’ de Japón de finales de la década de los ochenta” (Krugman, 2010:
86).
Así fue cómo el país nipón entró en una época de estancamiento. Las
expectativas optimistas en relación a las acciones, inmuebles y economía del país que
facilitaban el endeudamiento de las familias llegaron a su fin. La bolsa nipona
comenzaba 1990 con caídas sin precedentes. El índice Nikkei 225 abandonaba los
39.000 puntos alcanzados en diciembre de 1989 y perdía un 40%.
Los desplomes paralizaron la capacidad de financiación de las empresas
mediante la bolsa de valores. Las entidades bancarias, que también tenían la mayoría de
su capital en acciones e inmuebles, redujeron los préstamos hipotecarios y el
crecimiento anual del país apenas alcanzaba el 1% después de más de una década en
niveles cercanos al 10%.
Las exportaciones, uno de los pilares de la economía del país, se encarecieron
como consecuencia de la apreciación del yen y su competitividad a nivel internacional
era prácticamente nula. La situación financiera empezaba a ser desastrosa y el Gobierno
tuvo que tomar medidas, aunque éstas no tuvieron el efecto deseado. Sus distintas
políticas de estímulo fiscal, la disminución de tipos de interés y la inyección masiva de
dinero público en el sistema no pudieron evitar el desplome. Esta medida, llamada por
La información económico-bursátil en los medios digitales
82
Keynes ‘la trampa de la liquidez’, acabó endeudando a las familias y desatando una
crisis mayor.
El siglo XXI no iba a ser distinto. Con el desarrollo de ‘las puntocom’, las
empresas se vuelven atractivas cuanto más endeudadas están. Nadie sabía de dónde
vendrían los beneficios, pero daba igual. Por ejemplo, las acciones de Terra (antes
mencionada) se llegaron a pagar a más de 155 euros. Once meses después cotizaban a
menos de 10. Los balances maquillados salieron a la luz y el castillo de naipes de
muchos pequeños ahorradores se derrumbó.
Muchas de las empresas que entonces subían en Bolsa como la espuma, ni
siquiera facturaban y estaban basadas en un plan de negocio y una idea digital que se
creía que traería beneficios.
“La burbuja de las puntocom es el más claro exponente de cómo la gente
compraba algo sólo por la expectativa de una posterior reventa, justificada por
una sedienta masa de compradores ciegos de codicia. Linux salió a Bolsa
cuando facturaba 17 millones de dólares y perdía 14. En su primer día de
cotización, la acción pasó de 30 a 239 dólares, alcanzando una capitalización de
9.000 millones de dólares (529 veces su facturación)”. (Trias de Bes, 2009:
144).
Todas estas burbujas implican una especulación que dilapida el ahorro. El
sentimiento de confianza y la convicción general de que la ciudadanía puede llegar a ser
rica sin ningún esfuerzo se apodera de la población en esos momentos. Sin embargo, el
derrumbe que le sigue destruye el estado de ánimo y con ello la especulación. Aun así,
tal y como señala Galbraith (1997:198) “con el tiempo y la ofuscación de la memoria, la
inmunidad desaparece”.
3.3.2. El rumor en Bolsa y la ética periodística
Como se puede observar con estos ejemplos de fases especulativas que se
repiten una y otra vez a lo largo de la historia, el mercado de valores es muy sensible a
todo tipo de informaciones, especialmente ahora que las nuevas tecnologías de la
información y comunicación han acelerado el ritmo con el que transmiten las
informaciones entre el público.
La información económico-bursátil en los medios digitales
83
La noticia de una Oferta Pública de Adquisición (OPA) puede acabar con la
cotización de una empresa en cuestión de segundos o, por el contrario, puede hacer que
el valor suba considerablemente y mejore su posición.
La credibilidad corporativa de las empresas está en juego y, con ello, su valor en
el mercado. Por ello hay que tener en cuenta que “los rumores suponen una gran
competencia en el mercado de intercambio de información. De vez en cuando, casi
todas las empresas sufren rumores de historias no contrastadas e información dudosa
sobre operaciones comerciales y ofertas de mercado”. (Kimmel, 2008:210).
Con la finalidad de proteger a los inversores en ciertos momentos en los que un
rumor se adentra en el mercado, y en su función de supervisar y analizar las
informaciones difundidas respecto al mismo, la Comisión Nacional del Mercado de
Valores (CNMV) puede llegar a suspender la cotización de un valor como medida
cautelar de carácter temporal. Independientemente de que el rumor sea falso o
verdadero, vaya a favor o en contra de la compañía, la Comisión suspende la cotización
en el momento en que las circunstancias alteren el desarrollo normal de las operaciones
en el mercado. Es lo que ocurrió por ejemplo en diciembre de 2016 ante los rumores de
OPA de Clínica Baviera. Tras publicarse el interés del grupo chino Aier en la compañía,
la cotización se disparó, llegando a incrementarse su precio un 15,23% una vez
levantada la medida cautelar.
Otro ejemplo de este tipo se dio en septiembre de 2016, momento en que Twitter
se disparó en Bolsa por los rumores de su compra. La red social subió casi un 20% su
valor en la apertura de Wall Street tras conocerse que existían varias compañías
interesadas, entre las que se encontraba Google, según distintas informaciones.
La compañía, en caída libre desde un año y medio antes, no remontaba el vuelo.
Sus acciones llegaron a bajar a los 13 dólares unidad y sólo un rumor de compra sirvió
para cambiar su rumbo, aunque solo fuese por unas horas.
Con el fin de evitar estas subidas y bajadas desmesuradas y, principalmente, a
fin de evitar falsos rumores, la Ley del Mercado de Valores en su artículo 83 sanciona la
difusión de noticias erróneas, interesadas o falsas que tengan la intención de manipular
los precios. Esta misma línea se sigue en el caso de las filtraciones o la “difusión
prematura, parcial o distorsionada” de una información con el objetivo de afectar a las
cotizaciones u obtener algún tipo de beneficio con la propagación de la misma. Es lo
que conocemos como información privilegiada, que será tratado en el próximo capítulo,
y cuya sanción está recogida en el artículo 81 de la Ley del Mercado de Valores.
La información económico-bursátil en los medios digitales
84
“Los rumores en información bursátil son muy importantes, tanto para bien
como para mal, y es necesario hilar muy fino a la hora de hablar de estas informaciones,
porque en el caso de que no sean verdad pueden desembocar en un proceso de
especulación muy peligroso” (Fernández, 2003:108).
Ante este tipo de situaciones hay que intentar no operar con el pie cambiado, es
decir, de nada sirve comprar cuando la noticia ya se ha conocido, porque lo único que se
consigue es adquirir un valor cuando está por las nubes. Siempre es conveniente seguir
una de las grandes máximas del mercado: “se compra con el rumor y se vende con la
noticia” (Fernández, 2010:271). Esto es así porque si una empresa está a punto de hacer
una operación, será en el momento previo a la confirmación de la misma cuando los
inversores compren o vendan en función de si creen que lo que va a anunciar la empresa
les beneficiará o perjudicará. Cuando la operación ya se ha convertido en noticia,
cuando ya ha sido publicada a los cuatro vientos, es entonces cuando se descuenta todo
lo que había subido o bajado su cotización.
Los rumores, entendidos como posibilidad de noticia, son un integrante más del
juego de la Bolsa, un medio para mover el mercado. Los inversores o especuladores los
buscan por considerarlos necesarios para mantener vivo el sube y baja de los valores,
pero hay que tener mucho cuidado a la hora de hablar de ellos.
Un medio no puede lanzar a sabiendas un rumor sobre una compañía, ya sea a
favor o en contra, para que suba la cotización de la “empresa x”. De todos modos, a
veces los medios también publican rumores que pueden afectar a la Bolsa. Un ejemplo
lo presenta Galbraith cuando hace mención a la publicación en The New York Times de
un comunicado de la National Waterworks Corporation, una compañía relacionada con
la inversión en compañías urbanas de agua. Según Galbraith, el anuncio decía:
“Imagínese que si, por algún cataclismo, sólo quedase disponible para toda la
ciudad de Nueva York un pequeño pozo, el cubo de agua podría valer un dólar,
cien, mil, un millón. El hombre que poseyese el pozo poseería la riqueza de la
ciudad”. (Galbraith, 1993:102).
Los inversores reaccionaron comprando en masa valores que estaban
relacionados con el agua por si efectivamente ocurría lo que se había descrito en el
periódico antes del verano de 1929.
La información económico-bursátil en los medios digitales
85
Actualmente, con Internet y el afán por la inmediatez, los rumores son uno de
los grandes peligros. Sin embargo, es ahí cuando entra en juego la formación del
periodista económico, que conoce el funcionamiento del mercado y sabe diferenciar
perfectamente cuándo un rumor es sostenible o, por el contrario, es mera conjetura.
El periodista ha de tener especial cuidado con los rumores, dado que las
informaciones vertidas por los medios de comunicación en muchos casos influyen en el
estado emocional de los inversores y ello determina las fluctuaciones de los valores
bursátiles. Tal y como afirma Fernández Hódar (2001:89), “el mercado es, en cada
momento, un fiel reflejo del estado emocional de los inversores”.
En él, vendedores y compradores actúan de manera antagónica, pero al fin y al
cabo buscan el mismo fin: ganancias. En un valor alcista, cuando un vendedor se
deshace de él, limita su ganancia hasta un punto determinado y el comprador toma el
relevo desde ese punto. Ambos ganan, aunque uno compre y otro venda.
En el caso de un valor bajista ambos pueden perder; el que vende por limitar
hasta ahí sus pérdidas, mientras que el comprador perderá desde ese punto hacia abajo.
Hasta aquí parece que su estado emocional no afecta demasiado al mercado, uno
compra y otro vende, pero ¿qué pasa cuando unas acciones caen en picado? Acciones
que ayer se pagaban a 100, hoy se pagan a 5 y nadie las quiere porque la mayoría
considera que tienen que salvar lo que les queda de patrimonio. Es difícil no contagiarse
cuando ocurre esto. Cabe recordar la escena narrada anteriormente de las fichas de
dominó en la película El dinero nunca duerme.
La interpretación de los hechos es una de las claves en la subida o bajada de los
valores en el mercado y, en parte, viene determinada por el estado emocional de los
inversores. Si se publica una noticia que es recibida por todos como positiva, nadie
querrá que se escape una subida sin participar en ella. El pensamiento suele ser que, de
no tomar parte, los demás se enriquecerán y uno no, lo cual lleva a los individuos a
comportarse como si se fuesen a acabar las acciones.
Por el contrario, cuando una noticia genera miedo o pánico, los inversores
adoptan la postura de las ventas como si fuese la última oportunidad antes del fin del
mundo y culpan a terceras personas de su desgracia (entre ellas a los medios de
comunicación por su falta de información). Simon Gervosis y Terrance Odean en Los
peligros de la naturaleza humana para los inversores apuntan que cuando las personas
tienen éxito “tienden a atribuírselo a sus propias cualidades. Pero cuando fracasa echan
la culpa del fracaso a la mala suerte o a otras personas”. (Pickford, 2007:324).
La información económico-bursátil en los medios digitales
86
Por eso, como apuntaba Galbraith, para que los medios de comunicación no
puedan ser culpados de las desgracias de los inversores, la mejor opción sería informar
de los hechos profundizando en los mismos, de tal manera que los ciudadanos
dispongan de una cultura financiera que les permita entender los entresijos de los
distintos temas para no caer en errores bursátiles y, de hacerlo, ellos serán los únicos
responsables.
3.4 La cultura financiera en la sociedad española
“La primera culpable de que se tenga una errónea percepción de la Bolsa es la
propia Bolsa”. Con estas palabras, Francisco Álvarez Molina, director adjunto de la
Bolsa de París en los años 80 del siglo pasado y director de la Bolsa de Valencia en
1995, señala en su obra No le digas a mi madre que trabajo en Bolsa la principal causa
de la escasa cultura financiera que hay en la sociedad española.
“No hemos sabido explicar con simplicidad lo que es. No hemos sabido crear
los circuitos de difusión de formación bursátil. No hemos sabido incrustar la
cultura bursátil en los ciclos de formación. No hemos hecho nunca un plan de
marketing serio. No nos hemos ocupado suficientemente de los ahorradores
individuales. Y así estamos”. (Álvarez Molina, 1998:48).
Este texto, publicado hace más de 15 años del momento de escribir estas líneas,
sigue hoy en día de plena actualidad, puesto que son muchos los ciudadanos de a pie
que ven la Bolsa como un lugar donde las fortunas juegan a enriquecerse y solo unos
pocos conocen las reglas. Otros, como apunta el propio Álvarez Molina (1998:36), lo
ven como un edificio en el que el euro “sube y baja según un complejo termómetro que
mide la temperatura de la buena o mala salud de la economía española, y que hace
irremediablemente que suba el precio del pan y el de la gasolina”.
Sin embargo, hay algo que sí ha cambiado en estos quince años: la participación
de estos ciudadanos en el entramado bursátil. El cambio político, económico y social
que afrontaba España a finales de los años 80 del siglo pasado con su entrada en la
entonces Comunidad Económica Europea, propició no sólo la transformación del
pensamiento respecto a la inversión, sino también la transformación del mercado de
valores.
La información económico-bursátil en los medios digitales
87
Invertir en Bolsa, destinar parte de los ahorros a fondos de inversión o comprar
acciones dejaban de ser una actividad a la que solo accedían los ricos y ejecutivos para
convertirse en una nueva fórmula de ahorro, un tanto arriesgada, de la sociedad
española.
El mercado de valores crecía, no hay más que observar las 230 salidas a Bolsa
producidas entre 1986 y 2009 (Garrido y Alonso; 2011:26) y la población demandaba
más información económica. Los medios reflejaban ambos cambios y otorgaban un
pequeño espacio a la información bursátil con dos objetivos: comunicar e instruir a su
público. Gracias a ello, algunos hogares españoles enterraron esa visión de la Bolsa
como un edificio que hacía subir el pan y comenzaron a invertir en él sus ahorros.
En plena burbuja de las puntocom, más del 30% de las familias españolas tenía
sus ahorros en Bolsa, tal y como refleja el informe de la Bolsa de Madrid en su edición
del año 2000:
“En 1994 el valor de los activos financieros en manos de las familias españolas
alcanzaba los 565.866 millones de euros, cinco años y medio después, al cierre
del primer semestre de 2000, el valor era de 1.119.646 millones de euros. Es
decir, en poco más de cinco años la riqueza financiera de las familias españolas
se ha duplicado”.
El cambio económico, cultural y social que ha protagonizado España ha
transformado también el mercado de valores. Así, entre 1986 y 2009 la Bolsa ha sido el
mercado regulado desarrollado “dónde más ha crecido la actividad y la capitalización,
consiguiendo concentrar casi el 99% de la negociación de las acciones de sus empresas
listadas. El volumen negociado se ha multiplicado casi por 100 veces y el tamaño es
cerca de 14 veces superior” (Garrido y Alonso, 2011:261).
En 2013, tras años de registros anuales negativos provocados por la crisis en la
que se vio inmersa España, la Bolsa volvía a colocarse entre las mejores de Europa,
siendo los productos de renta variable, especialmente las acciones, las verdaderas
protagonistas. (BME, 2013:32). Ese mismo año por primera vez desde 1983, el volumen
de ahorro que los particulares obtienen en acciones, 115.000 euros, supera el destinado a
fondos, 105.270 euros. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este dato se ve
favorecido por la fórmula scrip dividend, empleada desde 2012 por trece empresas,
La información económico-bursátil en los medios digitales
88
gracias a la cual las compañías dan la opción de cobrar en acciones o en efectivo,
aumentando así la cantidad de acciones que adquieren los particulares.
Dos años después de este repunte, en 2015, las familias españolas siguieron
siendo, junto con los inversores extranjeros, los principales propietarios de la Bolsa.
Concretamente, en el caso de los hogares, Bolsas y Mercados Españoles afirma que
“tras tres años consecutivos de subidas, la participación de las familias españolas en la
propiedad de las acciones de empresas cotizadas en la Bolsa española se recorta
ligeramente en 2015 hasta el 24,4%, desde el 26,2% del año anterior”. Una cifra elevada
que aún sigue superando en 4,3 puntos la participación del inicio de la crisis en 2007.
El auge a la baja de las cotizaciones, la reducida rentabilidad de otros destinos
tradicionales del ahorro familiar o la pérdida de atractivo de la inversión inmobiliaria
son algunas de las razones que permiten entender el aumento de la participación de los
hogares en esta distribución de la propiedad de las acciones a partir del año 2008.
La canalización de parte del ahorro hacia este tipo de inversión ha influido
notablemente en la regeneración de la crisis. Gracias a ello, se ha podido suplir la
restricción del crédito y empresas y ahorradores particulares han visto un aliado en la
Bolsa para obtener financiación.
La crisis también ha acarreado cambios en la mentalidad del inversor español.
Del 32% de inversores que buscaban la máxima rentabilidad en sus inversiones antes de
2008, hemos pasado a que tan sólo un 11% se aferran a esta búsqueda.
“El perfil de los inversores en acciones cotizadas y en fondos de inversión es
muy similar; el perfil del inversor en acciones no cotizadas difiere del resto
(tiene mayor riqueza neta y se trata de hogares más jóvenes); y los hogares que
poseen activos de renta fija son, en general, aquellos cuyo cabeza de familia es
mayor que el resto”. (Ispieto y Villanueva, 2010:5).
Caracterizado por ser un individuo de unos cincuenta años, casado, residente en
hogares de una media de dos o tres miembros y ubicado generalmente en la zona centro
y noroeste de España; el inversor debe conocer el mercado, ante todo. Para conseguirlo
es necesario disponer de información de calidad, evaluar variables complejas o tomar
decisiones en tiempo real. Como hemos visto a lo largo de este capítulo, la información
es uno de los pilares más importantes del mercado y, con ello, la rapidez de trasmisión
que permiten las nuevas tecnologías.
La información económico-bursátil en los medios digitales
89
Hoy en día cualquiera puede estar al tanto de sus finanzas desde el sofá de casa,
sin intermediarios, con transparencia y sabiendo en todo momento cuál es la evolución
de los distintos valores en tiempo real.
Propiedad de las Acciones de las empresas cotizadas en la Bolsa española
Gráfico 5. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Bolsas y Mercados Españoles
Los cambios tecnológicos y sociales sitúan a España a la cabeza de Europa si
analizamos la estimación de propiedad de acciones cotizadas en el conjunto de la Unión.
Así, “el dato relativo a España correspondiente a 2015 (24,4%), es muy superior al del
conjunto europeo y al de países como Francia (11%), Reino Unido (11%) o Alemania
(9%)” (Ispieto y Villanueva, 2010).
Estas cifras demuestran cómo la Bolsa ha recuperado el atractivo para las
familias. A pesar de que muchas de ellas aún no tengan conocimientos financieros,
parece que el mercado bursátil ha dejado de ser ese “extraño lugar donde las fortunas
juegan a enriquecerse o a empobrecerse según las reglas que sólo unos pocos expertos
conocen” (Álvarez Molina, 1998: 36), para ser un mercado al que tiene acceso cualquier
ciudadano que quiera invertir sus ahorros.
Se abre de este modo una ventana a nuevas oportunidades, un nuevo andamiaje
para un crecimiento económico en el que la sociedad participe con pleno conocimiento
del riesgo que implican las inversiones realizadas y también de la liquidez que les
permite. Una nueva concepción del ahorro que intenta utilizar todos los mecanismos
que empresas y hogares tienen a su alcance para incrementar sus ganancias a lo largo
del año.
0
5
10
15
20
25
30
35
20002002
20042006
20082010
20122014
Evolución de laparticipación
La información económico-bursátil en los medios digitales
90
Riqueza financiera neta de las familias españolas
Gráfico 6. Fuente: Banco de España
A medida que aumenta el nivel de riqueza neta de los hogares, situado en 2015
en los 1.198.000 euros, se incrementa también la inversión en cualquier tipo de activo.
En este sentido, la CNMV ha publicado un análisis en el que se estudia en profundidad
el perfil inversor de los hogares españoles y la Encuesta Financiera de las Familias
realizada por el Banco de España en colaboración con el Instituto Nacional de
Estadística y la Agencia Tributaria. En él concluye que “mayor riqueza neta, más
tendencia a invertir en activos financieros que en reales y, dentro de los financieros, va
aumentando de forma más significativa la tendencia de activos financieros de inversión
en relación al resto de activos financieros”. (2010:35).
En este análisis también se asegura que, cuanto mayor es la edad del cabeza de
familia del hogar, mayor es la inversión en acciones cotizadas, invirtiendo en la mayoría
de los casos en acciones de una única empresa.
“La mitad de los hogares que invierten en acciones cotizadas tiene solo acciones
de una única empresa, poco más del 20% tiene acciones de dos empresas, el
10% tiene acciones de tres empresas y el 20% restante tiene acciones de más de
tres empresas”. (2010:40).
La capacidad de ahorro, el aumento de la riqueza neta de los hogares o la mayor
preocupación por buscar una mejor rentabilidad tras los años de crisis han incrementado
0
200.000
400.000
600.000
800.000
1.000.000
1.200.000
1.400.000
2012 2013 2014 2015
Riquezafinancera neta
La información económico-bursátil en los medios digitales
91
la necesidad de cultura financiera entre las familias españolas. La población ha asumido
que el Ibex 35, la prima de riesgo o la venta de acciones de cualquier compañía tiene
una repercusión en su economía doméstica. Por esta razón, la gente ha comenzado a
interesarse por el mercado y cada vez son más los que dan un paso adelante y deciden
invertir en Bolsa, tal y como reflejan los últimos informes de Bolsas y Mercados
Españoles.
Este interés repercute en los medios de comunicación, cuya apuesta por la
información financiera y bursátil no se debe al capricho de los responsables de prensa,
radio, televisión o medios digitales; sino a las peticiones de información e instrucción
que demanda la sociedad.
Se trata de una demanda que comenzó con los años de bonanza. Unos años en
los que la población intentaba enriquecerse rápidamente y sin apenas esfuerzo, bien en
Bolsa, o bien en propiedades inmobiliarias. Algo parecido a lo que ocurrió en Florida a
principios de la década de 1920, de lo que ya hemos hablado anteriormente, y que tiene
ciertas semejanzas con la situación que vivió España en su burbuja inmobiliaria: “los
terrenos valorados en 8.000 dólares se vendieron a 20.000, los situados frente al mar
subieron de 15.000 a 25.000 dólares, y los más o menos bona fide junto a las playas de
20.000 a 75.000” (Galbraith, 1993:31).
Esta multiplicación en el valor de las parcelas y las viviendas también tuvo lugar
en España en la primera década de 2000, momento en que se despertó aún más el interés
por la información bursátil y por formar parte del mercado bursátil.
Miles de personas compraron terrenos y pisos con el único de objeto de una
reventa posterior en la que conseguiría suculentas cantidades de dinero. La ciudadanía
abandonaba sus trabajos como albañiles, comerciales o pequeños empresarios y se
lanzaba al juego de la especulación, un juego en el que, bajo su punto de vista en ese
momento, no perdía nadie.
Además, resultaba mucho más rentable y menos costoso comprar y vender pisos
que trabajar en una fábrica o pasar ocho horas fuera de casa para llevar al hogar una
cantidad de dinero bastante inferior a la que podía conseguir con habilidades
comunicativas.
“En el año 2000 operaban en España 64.780 inmobiliarias. Desde entonces y
hasta ahora este número no ha hecho más que aumentar año tras año, sin
descanso, hasta alcanzar la cifra de 172.851 inmobiliarias. Es decir, casi un
La información económico-bursátil en los medios digitales
92
300% más de empresas abocadas a invertir o intermediar en casas cuando la
población sólo ha aumentado un 10% en el mismo periodo de tiempo” (Trias de
Bes, 2009:15)
Sin embargo, nunca llegamos a la situación vivida por los Estados Unidos en los
años 20, donde según apunta Galbraith (1997:66) en 1928 había 186 empresas
dedicadas a la compra-venta de acciones. Éstas llegaron a financiarse pagando al
contado sólo el 10% de su valor y pidiendo un crédito sobre el 90% del resto de valor de
compra en un mercado de créditos, entendiendo que las acciones siempre iban a subir de
precio. De hecho, los préstamos facilitados durante el verano del 29 aumentaron en 400
millones de dólares cada mes, superando a finales de septiembre los 7.000 millones
(1997:85).
Este desarrollo de la economía y, en consecuencia, de la información de Bolsa,
provocó según Rosa del Río, que la Bolsa haya sido el “gran catalizador del interés
popular de la información económica”.
“Es más, incluso, en opinión de algunos, se ha excedido en sus funciones
divulgativas (…) En España ha calado tanto este tipo de información en el
público que es bastante frecuente encontrarse a taxistas, empleados de comercio
e incluso amas de casa, preocupadas por las fluctuaciones del índice Dow Jones
o e Nikkei” (Del Río, 2004).
“La moderna ama de casa lee, por ejemplo, que Wright Aero sube, lo mismo
que sabe perfectamente a cómo está el pescado fresco en la plaza” escribía Galbraith
(1993:101) al narrar los momentos previos al Crac del 29, una época en la que la
euforia y la ambición propiciaron que la información de cotizaciones del mercado
atravesase las puertas y ventanas de todos los hogares.
Este afán por participar en el mercado bursátil y cómo la inversión pasó a formar
parte de la vida cotidiana estadounidense también fue reflejado por Frederick Lewis en
un artículo publicado en Only Yesterday en 1931:
“El chofer del rico conducía con sus oídos puestos en los asientos de atrás para
recoger noticias sobre un inminente movimiento de Bethlehem Steal, él mismo
poseía 50 acciones por las que había depositado un aval que le cubría una
variación de 10 enteros. El hombre que limpiaba los cristales de la ventana en la
La información económico-bursátil en los medios digitales
93
oficina del agente de cambio y bolsa hacía una pausa para observar los valores,
pues estaba considerando la oportunidad de convertir sus escasos ahorros en
unas pocas acciones de Simmons. Edwin Lefèvre (informador de la marcha de
la bolsa) refirió el caso del criado de un agente de cambio que ganó casi un
cuarto de millón jugando en el mercado; el de una veterana enfermera que
cosechó treinta mil gracias a las confidencias de agradecidos pacientes; y el de
un pastor de Wyoming que vivía a treinta millas del ferrocarril más próximo,
quien compraba o vendía miles de acciones en un día” (1997:95).
Sin embargo, un aumento de información financiera no implica siempre un
incremento en la cultura financiera de la sociedad. Ésta es definida por la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (2005) como un proceso por el cual
“los inversores y los consumidores financieros mejoran su comprensión de los
productos financieros, conceptos y riesgos y, a través de la información, la enseñanza
y/o el asesoramiento objetivo, desarrollan las habilidades y confianza precisas para
adquirir mayor conciencia de los riesgos y oportunidades financieras, tomar decisiones
informadas, saber dónde acudir para pedir ayuda y llevar a cabo cualquier acción eficaz
para mejorar su bienestar financiero”.
Acciones del día a día como concienciar a un niño sobre el dinero y el ahorro,
adquirir una vivienda, mantener a una familia, comprarse un coche, entender la nómina
o prepararse para la jubilación son algunas de las razones por las que es necesario
adquirir conocimientos financieros. Sólo de este modo se contribuye a que se adopten
las decisiones económicas más idóneas; por lo que si familiarizamos a la población con
ellas desde edades tempranas se podrán reducir y prevenir problemas del futuro.
Sin embargo, la realidad es bien diferente. A pesar de que nuestra vida, como se
mencionaba al principio de esta tesis, es y tiene que ver con la economía en todos los
segmentos de edad; son muchos los hechos y estudios que demuestran que la población
española tiene una alfabetización financiera insuficiente, dificultando la toma de
decisiones acertadas en sus aspectos económicos individuales.
Algo tan sencillo como diferenciar entre una tarjeta de crédito y una de débito,
es algo que desconoce el 56% de los encuestados para un estudio de la UOC realizado
entre profesores y estudiantes. Un dato que refleja la escasa formación financiera de la
población española y que, posiblemente, tenga que ver con el elevado nivel de
inversiones en productos de alto riesgo que tuvieron lugar durante la crisis.
La información económico-bursátil en los medios digitales
94
La OCDE en su informe de 2005 ya advertía que “las jóvenes generaciones es
probable no sólo que se enfrenten a una complejidad creciente en los productos,
servicios y mercados financieros, sino también es probable que soporten más riesgos
financieros en su etapa adulta que sus padres”.
Para evitar que esta falta de cultura financiera siga creciendo, se han
desarrollado multitud de proyectos como EDUFINET (2008), el cual elabora una guía
didáctica en la que se explica de manera clara y sencilla el sistema financiero y los
productos ofertados en el mismo.
Este proyecto destaca por enfocar la economía desde un punto de vista que
pueda aumentar el grado de autonomía de la ciudadanía usuaria de servicios financieros.
No explica cómo calcular la cuota de un préstamo, sino que se centra en reflexiones y
razones, en que se aprenda y se conozca su funcionamiento o qué implica. Para realizar
la cuota existen personas especializadas, pero decidir si solicitamos un préstamo o no,
es una decisión que toma cualquier ciudadano.
En esta misma línea, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco
de España lanzaron en 2013 un Plan de Educación Financiera (PEF), vigente hasta
2017, para dotar a los ciudadanos de habilidades, herramientas y conocimientos para
que puedan adoptar sus decisiones financieras de la mejor manera posible.
Esta metodología que ya está implantada en países como Australia, donde desde
2005 la educación financiera se imparte de manera obligatoria desde los 3 a los 10 años,
o Escocia, país en que este tipo de educación está incluida en el currículum de manera
obligatoria desde septiembre de 2008.
Conocer los medios de pago, valorar la importancia del ahorro o saber elaborar
un presupuesto simple son nociones básicas que se intentan transmitir en esta formación
que ya ha impartido conocimientos financieros a más de 400 centros educativos.
Se trata de un sector generacional en el que es importante impartir cultura
financiera, ya que será la parte de la sociedad que afronte una mayor complejidad en los
servicios, productos y mercados. Además, los jóvenes de hoy son los consumidores de
mañana y con el paso de los años tendrán que enfrentarse a los mismos riesgos que hoy
en día afrontan sus padres, como puede ser la planificación de ahorros o elegir un
seguro de vida. Es, por tanto, una generación en la que los conocimientos adquiridos a
este respecto, tendrán un mayor periodo para rendir frutos.
Otro de los métodos para impartir cultura financiera es la realización de
concursos. Un ejemplo lo encontramos en Ciudad Real, donde Lanzadigital y Renta 4
La información económico-bursátil en los medios digitales
95
han convocado la séptima edición del concurso de Bolsa por Internet, a finales de 2016.
Este certamen consiste en operar en Bolsa de manera financiera con 60.000 euros
iniciales, también ficticios. Los participantes realizan operaciones a cualquier hora del
día o de la noche y la comisión ficticia de compra y venta de acciones es del 0,15%, con
un mínimo de tres euros.
Otro ejemplo lo encontramos en la Universidad de Burgos y su concurso UBU
Bursátil, también en colaboración con Renta 4. En este caso, más de 400 alumnos se
han convertido en Agentes de Bolsa y han operado en los mercados financieros con
carteras ficticias de 50.000 euros.
Con estos y otros juegos de la misma índole, la población puede conocer de
cerca y sin comprometer sus ahorros cómo funciona el mercado bursátil, sus riesgos o
cómo gestionar su cartera de la mejor manera posible.
Son iniciativas que pretenden mejorar los resultados obtenidos en el Estudio
PISA (Programme for International Student Assessmemnt) de la OCDE, el cual señala
que “los estudiantes no alcanzan unas habilidades básicas como son la identificación de
productos y términos financieros comunes o la interpretación de información
relacionada. El 84% restante sí tiene estas habilidades, lo que les permite tomar
decisiones financieras básicas, como por ejemplo las relacionadas con sus gastos
cotidianos” (Balet, 2016:23)
A raíz de este informe, ADICAE ha realizado un estudio sobre el nivel de
educación financiera de la población española en 2016, del que se extrae que el 72,7%
de los ciudadanos considera importante contar con buena educación financiera. Sin
embargo, casi el 60% reconoce que posee un nivel bajo o muy bajo y sólo un 7,3%
afirma tener un alto grado de conocimiento de esta materia.
“Apenas un tercio de los encuestados sabe lo que es un dividendo, y solo cuatro
de cada diez comprende conceptos como ‘prima de riesgo’ y ‘déficit público’”.
Conceptos que constantemente aparecen en los medios de comunicación y que dan una
idea del gran reto que aún hoy sigue teniendo por delante el periodismo económico en
los distintos soportes.
Sólo mediante esa formación la población será realmente consciente de que “los
fenómenos especulativos son tan peligrosos como no llevar el cinturón puesto, cruzar un
semáforo en rojo o mantener relaciones con una persona desconocida sin tomar
precauciones” (Trías de Bes, 2009:247). Por ello es necesario contribuir a la educación
y formación de quienes pueden caer en la trampa de las burbujas.
La información económico-bursátil en los medios digitales
96
Economistas como Emilio Ontiveros, defienden la necesidad de incentivar la
formación en materia financiera en el conjunto de la población. En su ponencia como
participante de las Jornadas de Educación Financiera 2016 desarrolladas por la
Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real, este experto hizo hincapié en que
los ciudadanos no sólo conozcan cómo invertir en la compra y venta de acciones, sino
también en la compra de su vivienda o como gestionar su jubilación.
Insistió además en que es precisamente en la Educación Secundaria cuando
deben generarse elementos de juicio y las habilidades necesarias como para saber leer
una noticia económica o interpretar las ofertas que proceden de los bancos.
A pesar de los avances aún queda mucho trabajo por hacer. Muchos invierten en
Bolsa sin saber verdaderamente qué están haciendo y otros han oído hablar de temas
relacionados con el mercado bursátil pero no saben realmente qué significan. Aún hoy,
cuando la población está más concienciada en temas económicos, la cultura financiera
del país sigue siendo escasa, tanto en la sociedad como en los propios medios de
comunicación, algo que para José Gabriel Fernández (2010:277) es la principal
resistencia de la información económica. Hecho por el cual es necesario que los
periodistas económicos, especialmente los encargados de la sección de mercados, se
esfuercen por transmitir las noticias con menos tecnicismos y sean capaces de formar a
la población en un tema del que todos han oído hablar, pero muy pocos saben realmente
lo que significa.
La información económico-bursátil en los medios digitales
99
CAPÍTULO 4. La evolución de la figura del periodista de Bolsa
“El periodista especializado debe realizar un esfuerzo especial
por codificar los mensajes con la máxima comprensibilidad,
teniendo en cuenta la posible dificultad interpretativa
que pueden tener los mismos”.
Javier Fernández del Moral y Francisco Esteve.
La exigencia del público de una información más detallada en la que se ahonde
en los contenidos y el contexto de la misma, así como las facilidades que permiten las
herramientas digitales, han favorecido el desarrollo del periodismo especializado. Un
periodismo en el que los profesionales se convierten en “verdaderos catalizadores de la
sociedad de la información siendo los que favorecen la difusión social del
conocimiento” (Del Moral, 2004).
En el caso de la información económica, la necesidad de la figura del periodista
especializado es aún más importante. Éste trabaja con una ciencia que afecta
diariamente a todos y cada uno de los ciudadanos, por lo que debe esforzarse para que
sus informaciones sean comprendidas por todo tipo de públicos. Es el intermediario
entre el conocimiento especializado y la sociedad, de ahí la necesidad de dedicar un
apartado en esta tesis a la figura y la labor del periodista financiero.
Su formación económica para saber de qué se está hablando y seleccionar
aquello que más interesa a la sociedad es una de las aptitudes más relevantes en esta
especialización en la que escribir para el público y no para las fuentes es una de sus
máximas. Repetir un comunicado o unas declaraciones oficiales son tareas sencillas,
pero pocos son los que entienden un balance o son capaces de interpretar unas
estadísticas con el objetivo de ir más allá, de buscar distintos puntos de vista y publicar
la realidad, no lo que quieren las fuentes.
Aun así, hay que tener en cuenta que un periodista especializado no busca
conocer una rama del saber cómo lo haría un especialista. El periodista está interesado
en transmitir lo que es interesante para la sociedad y, para ello, es necesario que
conozca sobre la materia, pero tiene la capacidad de recurrir a expertos que le aclaren
aquello que no termine de comprender.
Bajo la premisa de satisfacer las necesidades del receptor, el periodista
selecciona aquello que resulta útil para la sociedad y lo traduce empleando un lenguaje
La información económico-bursátil en los medios digitales
100
fácilmente comprensible para el conjunto de la sociedad, independientemente de que
ésta tenga o no formación en la materia. De este modo, la especialización no sólo se
convierte en la columna vertebral de un nuevo periodismo que sirve mejor a los
intereses de la sociedad (Orive y Fagoaga, 1974:87), sino también “en el crisol de una
nueva concepción de la empresa informativa”.
4.1 El periodista económico
Las crisis y euforias económicas que históricamente se han producido a nivel
mundial han contribuido al desarrollo de una nueva visión social de la figura del
periodista. Con el Crac de 1929, una de las mayores catástrofes económicas de la
historia, la economía se convirtió en la nueva protagonista del discurso de las noticias.
El cambio del capitalismo industrial al capitalismo de Estado y la situación de crisis en
la que estaba inmersa la mayor potencia mundial de principios del siglo XX propició
una mayor demanda de contenidos económicos. Los periodistas dedicados a esta área
aumentaban sus coberturas y la prensa especializada crecía centrada en lectores con
conocimientos en la materia: inversores, empresarios y hombres de negocio (Arrese,
2004:288).
A pesar de este crecimiento, no fue hasta la década de los 80 del siglo pasado
cuando la economía “dejó de estar en el cuarto oscuro de las redacciones” (Arrese,
2010:24). Los avances sociales, así como la entrada de España en la Unión Europea
propiciaron cambios en la ciudadanía y sus intereses. La economía comenzó a estar en
boca de todos, hecho que se reflejaba en los medios de comunicación y, por supuesto,
en sus redacciones.
El periodista económico, considerado hasta entonces el patito feo de la redacción
(Arrese, 2010:19), se iba abriendo un hueco no sólo en su lugar de trabajo, sino también
en las páginas de los periódicos. La sección financiera se ampliaba más allá de las hojas
de cotizaciones y noticias bursátiles escandalosas para dar cabida a temas
macroeconómicos o laborales, lo cual se reflejaba en la figura del periodista financiero.
“Lo primero que el periodista novel descubre al llegar a la redacción de un
medio de información general, a propósito del periodismo económico, es que
los integrantes de la sección de Economía, aunque no se distingan
profesionalmente en nada- igual sueldo, similares mesas y sillas, idéntica estima
La información económico-bursátil en los medios digitales
101
o falta de estima por parte de sus superiores-, forman un grupo aparte que se
distingue fácilmente del resto (Coca y Diezhandino, 1991:74).
“Envidiados por sus compañeros porque viajaban con más frecuencia que la
media o comían en lujosos restaurantes rodeados de gente importante casi a
diario, y criticados sobre la base del viejo estereotipo del periodista comprado
por regalos y viajes, cuando no directamente por dinero, los redactores
dedicados a la información económica son siempre considerados como un
colectivo muy especial dentro de la redacción”. (Diezhandino, 1991:76).
Tal es la distinción existente entre los periodistas económicos y el resto de sus
compañeros que apenas entran en los intercambios de redactores y secciones propios de
cada medio. Raro es el periodista financiero que da el salto hacia la información
deportiva, cultural o local; un hecho que puede tener su base en dos factores: la
formación y la relación con las fuentes de información.
Todo periodista necesita un tiempo para adquirir conocimientos sobre la materia
con la que trabajará. Sin embargo, la formación del periodista económico se produce de
manera infinitamente más lenta. La economía es una ciencia en la que no vale
generalizar ni dar conceptos por sabidos, especialmente si se pretende ser ‘traductor’ de
la misma. Conocer muy bien cada uno de los personajes, leyes y la estrecha línea que
separa un concepto de otro implica tiempo, dedicación y también experiencia.
“Un periodista económico es un agente de selección de informaciones en
función de los intereses de los lectores”, afirma Leandro Cantó en uno de sus textos
sobre periodismo especializado y economía. No basta con transmitir información, sino
que ésta tiene que ser relevante para la audiencia.
Por ello, el periodista debe seleccionar de lo que le transmiten sus fuentes, con
las que trabajará diariamente, aquello que sea relevante para el público. En el caso de la
sección económica, en primer lugar, hay que ganarse la confianza de los responsables
de comunicación de la entidad y, posteriormente, de sus superiores o directores. Todo
aquello que supone dinero se vuelve más complicado y la relación periodística no iba a
ser menos.
Históricamente los empresarios han basado su comunicación en el silencio.
Cuanto menos se hablase con la prensa más fácil sería mantener su imagen y evitar las
habladurías. Hoy en día, tras percatarse de la necesidad de establecer vínculos con los
La información económico-bursátil en los medios digitales
102
medios, la información que transmiten está estrechamente condicionada por la
confianza que tienen en cada periodista, una confianza que no se gana de la noche a la
mañana.
Ambas razones son las que fomentan la escasa movilidad de los informadores
financieros en la redacción. La dificultad de su formación y la ardua tarea de conseguir
buenas fuentes de información promueven que cuando un periodista de esta sección ha
conseguido alcanzar cierto renombre en la profesión, ascienda de categoría dentro del
propio medio, se traslade a otro, o bien opte por incorporarse a un gabinete de prensa
para adentrarse en la comunicación empresarial. Si rotase a cualquier otra sección, el
rendimiento esperado de su formación se quedaría a medias y todo el trabajo de relación
y confianza establecido con las fuentes se perdería.
“Una tribu, la de los informadores económicos, tan cerrada como pueda ser la de
los corresponsales de un país, los críticos taurinos o los reporteros dedicados a eso que
de forma ambigua se llama periodismo de investigación” (Diezhandino, 1991:78). A
pesar de tratarse de una sección cuyos redactores han sido acusados en distintos
momentos de la historia de poseer escasa formación y mala reputación desde el punto de
vista deontológico, los periodistas económicos han vuelto a recuperar cierto prestigio en
la sociedad.
4.2 El periodista bursátil y sus peculiaridades
Las nuevas exigencias de las audiencias y la creciente competitividad entre las
empresas han propiciado el desarrollo de la especialización informativa. En ella, el
periodista transmite su conocimiento a un público que exige elevadas cotas de
profundidad, mayor precisión y un tratamiento nuevo y ágil que implique un
componente social.
Un buen ejemplo del desarrollo de las especialidades informativas se puede
apreciar en la información bursátil. En un primer momento, cuando ese tipo de noticias
comenzaban a abrirse paso en las páginas de los periódicos, un solo periodista se
encargaba de la cobertura de todos los acontecimientos que tuviesen algún tipo de
relación con su área de especialización. Era una época en la que la única información
económica propiamente dicha era la de Bolsa, que se limitaba a las cotizaciones
oficiales y algún comentario sobre las mismas.
La información económico-bursátil en los medios digitales
103
Con el trascurso de los años y el aumento de la demanda informativa, fue
necesario un conocimiento más profundo de cada uno de los sectores económicos, lo
que propició la configuración de subsecciones en función de los mismos: energía,
industria, banca o mercados. Esta subdivisión, que continúa presente en nuestros días,
permite que cada uno de los periodistas conozca con todo detalle el sector sobre el que
informa, haciendo improbable que ese redactor pierda una exclusiva.
Dentro de estas subcategorías, la figura del periodista bursátil sigue gozando de
mayor prestigio que sus compañeros de otras subespecializaciones como agricultura,
por ejemplo. Este tipo de diferenciación se observaba ya cuando los periodistas
económicos tenían más de comisionistas de publicidad que de periodistas, tal y como
narran César Coca y Mª del Pilar Diezhandino (1991:73):
“Un rato antes de que comenzara la sesión, los agentes de Cambio y Bolsa
llegaban hasta el noble edificio que albergaba a la institución en magníficos
coches de importación. Algo después, casi al comienzo de las operaciones,
llegaban los periodistas que realizaban los comentarios de Bolsa, en coches no
menos magníficos. El espectador no avisado que conociera quiénes eran unos y
otros podía asombrarse de que el nivel de vida -al menos el aparente- de agentes
de Bolsa y periodistas fuera el mismo, con la diferencia de que estos últimos
comenzaban su trabajo más tarde”.
A mediados del siglo XX, cuando ya había desaparecido la figura del
comisionista de publicidad y los periodistas ingresaban únicamente un sueldo como
comentaristas de Bolsa, el prestigio social continuó siendo el mismo, aunque de puertas
para dentro la situación era muy distinta. No era raro toparse con comentaristas
bursátiles afamados por su profesión que apenas tenían dinero para llegar a fin de mes.
“Tampoco hoy sería raro que un veterano periodista bursátil dejase este mundo
sin gran fortuna, algo que en los años setenta pareció sorprender a los lectores
de un dominical popular británico. Estos se quedaron atónitos cuando
descubrieron que su editor de finanzas, afamado por sus certeros consejos
bursátiles, había muerto de repente y se descubrió que no era rico” (Arrese,
2010:24).
La información económico-bursátil en los medios digitales
104
Esta percepción de los periodistas económicos se extendió hasta finales del siglo
pasado. En ese momento se identificaba a algunos especialistas con personas adineradas
cuya posición social estaba estrechamente relacionada con malas prácticas
deontológicas. Entre ellas destaca la de aceptar sobres de dinero que les facilitaban las
empresas con el fin de silenciar sus informaciones, de ahí el apodo de sobrecogedores.
“Un columnista financiero del Daily News, quien firmaba ‘El Traficante’,
recibió 19.000 dólares en 1929 y primeros de 1930 de manos de un agente de
cambio independiente llamado John. J. Levenson. ‘El Traficante’ escribió
repetidas veces a favor de los valores que interesaban al señor Levenson. Este
caballero afirmó, más tarde, que se trataba de una simple coincidencia y que el
pago no reflejaba otra cosa que su más o menos habitual generosidad”
(Galbraith, 1993:98).
Ésta y otras prácticas parecidas se desarrollaron hasta finales de 1990, momento en
que las empresas periodísticas establecieron códigos de conducta en los que se ofrecían
pautas para no ceder a las presiones de las empresas y ejercer la profesión con la mayor
libertad posible.
“Creer que un informador, a estas alturas de siglo, va a sentirse favorablemente
predispuesto a recibir un sobre de dinero para gastos en el que hay una cantidad
mayor de la precisa para un viaje en concreto es de ilusos, a menos que estemos
ante un periodista que estima muy poco su prestigio profesional y su
credibilidad” (Esteve Ramírez, 1993:93).
4.2.1 Aptitudes del periodista bursátil
El periodista bursátil como cualquier otro periodista necesita una serie de
aptitudes para desarrollar su trabajo de manera objetiva e independiente. Su formación y
la deontología profesional son dos de los aspectos que determinarán el lenguaje
empleado en sus crónicas, así como la objetividad y credibilidad de sus informaciones.
Acusados durante años de desconocer el funcionamiento de la actividad
económica, no profundizar en asuntos complejos o no tener los conocimientos
adecuados para transmitir la actualidad al público; el periodista económico ha acallado
los rumores que surgían en cuanto a su profesionalidad.
La información económico-bursátil en los medios digitales
105
4.2.1.1 Formación
El periodismo económico ha sido percibido históricamente como un periodismo
“bien educado, de buenas maneras, hecho por personas que con frecuencia tenían
experiencia en banca o en comercio, capaces por su posición, de hablar con industriales
y financieros como iguales en el nivel social” (Coca y Diezhandino, 1991:45). Se
buscaban personas que pudiesen mantener el prestigio que tenía la especialidad dentro
del ámbito periodístico más por sus formas que por sus conocimientos.
Hoy en día, en un momento en que la sociedad demanda mayor especialización
y formación en los temas a tratar, la figura del periodista bursátil vuelve a ponerse en
entredicho y en numerosas ocasiones se les acusa de tener escasa formación en
cuestiones económicas. Especialmente en un momento en que los contenidos
económicos han dejado de ser objeto de interés de determinados sectores, para
convertirse en contenidos de interés general para la ciudadanía.
Como intermediarios entre el conocimiento especializado y la sociedad, los
periodistas de esta área han de tener formación económica además de periodística, pero
aún está por definir cuál de las dos debe tener un peso mayor.
La polémica sobre la adecuada formación de estos profesionales es un debate
que lleva años encima de la mesa. Hay que tener en cuenta que hace más de un siglo
que se escribe de economía y muchos de los que redactan las informaciones no son
periodistas, sino economistas, abogados o incluso escritores.
El hecho de que no sólo los periodistas fuesen los encargados de redactar el
contenido perteneciente a esta sección, y la falta de formación universitaria en esta
temática, llevó a los periodistas de información económica a formarse por su cuenta.
“La realidad del periodismo económico español es que la mayor parte de los
informadores de esta área han aprendido los conocimientos básicos de la
economía en la práctica diaria o de forma autodidacta, leyendo algunos libros en
sus horas libres, convencidos de que ese trabajo extra iba a ser bueno para su
tarea diaria” (Coca y Diezhandino, 1991:85).
Actualmente, la mejora de los planes de estudios permite que los periodistas
elijan su propia especialización y adquieran los conocimientos necesarios para el
desempeño de sus tareas diarias. “Eso explica que, en el caso español, muchos
periodistas económicos tradicionalmente se hayan buscado sus complementos de
La información económico-bursátil en los medios digitales
106
formación, unos antes y otros después de incorporarse al puesto de trabajo”. (Rosa del
Río, 1999). No obstante, el debate sobre cuál es la formación más adecuada para
escribir sobre asuntos económicos, aún está en el aire.
Algunos autores consideran que un periodista es ante todo periodista, sin
adjetivos añadidos ni especificaciones. Aquellos que defienden esta postura, como es el
caso de Ángel Arrese y Alfonso Vara (2002:2) señalan que la función principal del
periodista, pertenezca a la especialización que pertenezca, es transmitir informaciones
con un lenguaje cercano y comprensible, algo que sin una base en comunicación es
imposible de conseguir.
A esta idea se suma el hecho de que un periodista, en caso de necesidad, podrá
cubrir informaciones de cualquier otra sección; dado que, en el fondo,
independientemente de la especialización, la base del trabajo periodístico es la misma.
Pedro Ortiz Simarro (1997:96) asegura que el periodista especializado es tan
bueno como el mejor de los periodistas generalistas, puesto que no sólo conoce en
profundidad un campo determinado, sino que sigue siendo un ‘periodista todoterreno’.
Otros expertos apuntan la necesidad de una formación añadida a la base
periodística. En esta línea, manifiestan que aquellas personas que poseen escasos
conocimientos en la materia ofrecen una información confusa, de poca claridad e
incluso a veces errónea; desprestigiando no sólo al autor de la información, sino
también al medio y, por tanto, a la profesión.
La posibilidad de interpretar una cuenta de resultados o un balance permite al
periodista ir más allá del comunicado difundido por la empresa. De este modo, mediante
una interpretación analítica y la búsqueda de puntos de vista diversos, el lector o
espectador puede configurar su propia opinión sobre el hecho. En esta línea se expresa
Bernandino Rodríguez en Informar de Economía II:
“Contra el pecado de esta abundancia de datos está la virtud de la selección, del
contraste de las informaciones y el ‘ojo clínico’ del informador. Olvidando,
como actitud sistemática, el lema de ‘fiarse de la fuente’, queda el contraste de
opiniones con varios operadores o expertos del sector financiero sobre un
mismo hecho” (1995:186).
J.S Nicholson, profesor de Economía Política de la Universidad de Edimburgo,
citado por Arrese (2000), considera que los periodistas económicos deben poseer
La información económico-bursátil en los medios digitales
107
conocimientos teóricos profundos, los suficientes para poder tratar con propiedad las
noticias de la actualidad referidas a economía.
Evitando que el periodista especializado conozca única y exclusivamente su
ámbito, y no sepa nada más allá de lo que podría ser su rincón del universo; la
especialización consiste, según Fernández del Moral y Esteve (1993:11), en “hacer de
cada especialidad algo comunicable, objeto de información periodística, susceptible de
codificación de mensajes universales”.
En definitiva, lo que se pretende con el desarrollo de especializaciones en
distintas materias, y más especialmente en el caso de la economía, es que los ciudadanos
conozcan qué ocurre en cada uno de los aspectos relacionados con esta temática; de
manera que puedan tomar sus propias decisiones financieras. El objetivo es, por tanto,
en palabras de Carlos Elías (2007:89) “contextualizar el hecho noticioso, así como
traducirlo para integrarlo en la generalidad del conocimiento del ciudadano”.
Estas declaraciones reflejan que ni sólo el aspecto económico es ideal para un
periodista que ejerce la especialización objeto de esta tesis, ni tampoco el periodístico;
sino que lo ideal es una mezcla de ambas. La formación periodística es necesaria, puesto
que es la base principal del trabajo diario de un medio de comunicación. Comunicar es
el aspecto básico de cualquier periodista, pero lo es aún más en el caso de aquellos
informadores especializados en economía como consecuencia de la aridez y dificultad
de su terminología.
No obstante, también es imprescindible, a nuestro juicio, una formación
económica que permita expresarse con claridad sobre temas de los que poco o nada
entiende el conjunto de la población. El periodista debe manejar las cifras con soltura,
debe saber de dónde salen y cuáles son sus repercusiones.
Por tanto, los periodistas especializados en información económica, además de
tener las aptitudes de cualquier otro periodista para el tratamiento de la información,
tienen que saber de economía para poder explicarla de manera atractiva y también para
que su relato no pueda ser manipulado por las fuentes.
La especialización no resta, incrementa el saber del profesional. Permite al
informador profundizar en los temas y saber si la información que le están facilitando
las fuentes está determinada por intereses particulares o no. Además, ganarse la atención
de la audiencia hablando de números y estadísticas no es sencillo, motivo por el cual
una doble licenciatura de periodismo y economía, o bien un máster de especialización
podrían ser los grandes aliados de la sección no sólo bursátil, sino también económica.
La información económico-bursátil en los medios digitales
108
Si se tienen en cuenta los sondeos que la Asociación de Periodistas de
Información Económica (APIE) realiza entre sus asociados para conocer su perfil
académico, se observa que todos son licenciados en periodismo, y además el 15% posee
otro título universitario, mientras que el 11% ha realizado algún máster de economía.
Con el objetivo de acabar con los estereotipos que siempre han acompañado a
esta especialización y a fin de mejorar la formación de los periodistas económicos, en
España existen distintos masters con los que los periodistas pueden complementar su
formación y adquirir conocimientos económicos. De hecho, han sido muchos los
periodistas que han decidido adquirir mayor formación, ya sea antes o después de
incorporarse a su puesto de trabajo (Rosa del Río, 1999).
Un ejemplo de esta formación añadida es el máster oficial impartido por la
Universidad Rey Juan Carlos de Madrid en el que los alumnos adquieren conocimientos
y competencias analíticas y profesionales en la materia. Con una duración de un curso
académico y una formación teórico-práctica, economistas y periodistas aprenden cómo
informar a la población sobre esta ciencia para que sea comprendida de la mejor manera
posible.
Además, se incluyen prácticas en empresas, instituciones u organizaciones en las
que los alumnos puedan complementar su formación teórica y profundizar en las
competencias necesarias para el desempeño del puesto. Tal y como hemos mencionado
a lo largo de estas páginas, la formación del periodista económico se basa en una unión
entre la teoría y la práctica, ya que plantear reportajes sobre finanzas, conseguir
declaraciones de sus fuentes o ser traductores de un lenguaje complicado también
formarán parte de su día a día en el futuro.
Otra institución que oferta un Máster de Periodismo Económico es el Centro de
Estudios Financieros (CEF), en este caso en modalidad 100% online. En él se orienta a
los profesionales de la comunicación a interpretar y analizar los fenómenos económicos,
así como a utilizar las tecnologías digitales en los medios de comunicación existentes.
Al igual que ocurría con la formación académica impartida por la Universidad
Rey Juan Carlos, el único de carácter oficial en esta materia; el máster ofertado por CEF
está dirigido a licenciados en Periodismo y Economía que quieran familiarizarse con el
tratamiento periodístico de la información económica.
En este caso, al ser una formación telemática, las prácticas en empresas se
realizarán vía online, desarrollándose en el propio periódico digital del CEF
(www.cefdigital.com).
La información económico-bursátil en los medios digitales
109
Otro de los complementos formativos por los que pueden optar los graduados
interesados en la especialidad de información económica son los títulos de especialista.
El objetivo es dotar al alumno de las competencias necesarias para analizar y comentar
información de contenido económico y su familiarización con las fuentes y nuevas
tecnologías aplicadas a este campo.
Este título, antes desarrollado en la Universidad de Zaragoza, se imparte ahora
en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y está destinado en su gran mayoría a
periodistas con experiencia como redactores de la sección económica de cualquier
medio de comunicación.
Formación de Posgrado en Información Económica
Denominación Duración Contenido Modalidad
URJC Máster Universitario en Periodismo
Económico
1 año Mixto Presencial
UIMP Título Propio Especialista en
Información Económica
6 meses Mixto Presencial
+ online
CEF Máster en Periodismo Económico 8 meses Mixto Online
Tabla 1. Fuente: Elaboración propia
Esta formación extra, con una oferta algo escasa en España, complementa a la
impartida en los planes universitarios de las carreras, donde apenas se facilita una
especialización propiamente dicha. La mayoría de los planes de estudios de Periodismo
incluyen materias de Economía en el segundo ciclo de la carrera como asignaturas
optativas, las cuales tratan de elaborar contenidos formativos centrados en las distintas
sub-áreas que engloba el periodismo económico: laboral, agricultura, empresas,
mercados, macroeconomía, energía, etc.
Además, en muchos casos, tienen una duración inferior al semestre, siendo la
Facultad de Comunicación de Navarra una de la pocas que oferta formación en
periodismo económico durante la totalidad del curso académico.
En otros casos, es la asignatura de ‘Periodismo Especializado’ la que integra
cada una de las particularidades y materias sobre las que se informa. De este modo se
imparte una formación excesivamente generalista que no permite a alumnos ni
La información económico-bursátil en los medios digitales
110
profesores profundizar en cada una de las áreas que componen la información
económica.
En definitiva, la formación del periodista depende en gran medida de su
iniciativa personal. Es cada profesional el que decide incrementar su formación con una
segunda carrera de ADE o Económicas, o bien, optar por un máster.
Bien es cierto que son muchos los periodistas especializados que desarrollan su
trabajo con una calidad excelente y no cuentan con una formación reglada extra. Es el
caso de María Martín, periodista especializada en información económica en
Telemadrid, que en declaraciones a la autora de esta tesis reveló su propia experiencia
como periodista especializada en la materia, sin título de máster específico o una
carrera. Desde su experiencia, considera que “toda formación siempre es buena. De
todas formas, yo soy de las que creo que este trabajo se aprende mientras se hace”.
Además, destaca la función de las fuentes de información como fuentes de
conocimiento y la necesidad de contar con ellas independientemente de que uno tenga
mayor formación. “Si hay algo que no entiendo, llamo a alguna de mis fuentes,
profesores de economía fundamentalmente, para que me lo expliquen”, apostilla.
En la misma línea se expresa el redactor jefe de la sección de Mercados del
periódico El Economista, Joaquín Gómez. En una entrevista concedida a la autora de
esta tesis apunta que “el interés por conocer está por encima de la formación”. Para él,
igual que para otros muchos periodistas del gremio, lo importante es la autoformación,
emocionarse con lo que se hace independientemente de la formación académica de cada
uno, aunque esta sea también importante.
La mayor preparación del periodista económico implica que pueda profundizar y
comprender mejor un hecho informativo, valorando aspectos que pasarán
desapercibidos para aquellos que no estén familiarizados con el tema. De hecho, es esta
propia especialización la que permite que seleccione la información más relevante en
función de los intereses concretos del público del medio de comunicación y que pueda
configurar un mensaje adecuado al nivel de especialización de los receptores.
La especialización bursátil, como cualquier otra, implica un conocimiento
profundo del sector y en este caso es imprescindible poseer una honda cultura a cerca
del mercado de valores antes de ‘lanzarse a la piscina’. Y es que hablar de calidad en la
información económica, según autores como Maritza Sobrados León (2013:90), “es
hablar también de una buena formación del periodista, que lo capacite para comprender
La información económico-bursátil en los medios digitales
111
la complejidad de la economía y sepa explicarla con rigor, pero con un lenguaje
accesible”.
Transmitir los datos que aparecen en la pantalla sin una explicación o sin tener la
capacidad de interpretarlos no serviría de nada. La interpretación de los hechos,
informar de su razón de ser y qué caminos se pueden tomar a partir del momento en que
se da una información son primordiales en el ámbito bursátil, especialmente hoy en día,
donde cualquiera puede acceder a los datos de las cotizaciones gracias a Internet.
“El periodista económico es mediador e intérprete entre distintos niveles de
conocimiento y distintos tipos de intereses de las fuentes y de los públicos” (Ángel
Arrese, 2004:92), por lo que sus contactos y dotes comunicativas son otros dos aspectos
que hay que tener en cuenta a la hora de formarle. Las noticias en Bolsa vuelan y contar
con una buena agenda de contactos y fuentes, así como saber cuándo debemos publicar
o guardar lo que nos cuentan es fundamental. Un apartado, el de la deontología
periodística, en el que ahondaremos más adelante.
Por lo que respecta a las dotes comunicativas del informador, hay que partir de
la base de que la información bursátil no es algo que todo el mundo comprenda y, en
consecuencia, no es fácil de entender. El periodista tiene que hacer un esfuerzo añadido,
en primer lugar, para contar todo lo que quiere en un espacio reducido y, en segundo,
para traducir conceptos de manera que los ciudadanos entiendan lo que transmite.
Hay que tener en cuenta que los propios economistas expertos en mercados de
valores son una fuente a consultar por los periodistas, facilitándoles explicaciones de
ciertas situaciones con las que comprendan mejor un concepto y aprendan a separar el
grano de la paja. El periodista ante todo debe entender lo que está transmitiendo para
que así sea asimilado por el público. De lo contrario, para evitar equívocos, se limitará a
emplear las mismas palabras que la fuente, trasmitiendo el desconcierto al receptor de la
noticia.
“Frente al economista que, en general, aplica su visión ‘paretiana’ del acontecer
económico a la actualidad, el periodista tiene la responsabilidad de plantear,
desde un conocimiento profundo de la realidad sin simplismos, consideraciones
ancladas en valores como la justicia, la solidaridad y el respeto a la dignidad
humana” (Arrese y Vara-Miguel, 2016:56)
La información económico-bursátil en los medios digitales
112
Una razón más por la que dar importancia a la formación de los redactores de la
sección de economía es que su información se dirige cada vez a más gente. El periodista
debe ser capaz de transmitir la noticia tanto a la audiencia que no tiene conocimientos
en la materia como a aquella más cualificada. Los dos tipos de público querrán que se
les ofrezca algo más que la mera información. En el primer caso, demandarán que la
información la comprendan y se les informe del contexto de la misma; mientras que, en
el caso de lectores o espectadores más especializados, querrán que se les aporte algo
nuevo, algo que ellos desconozcan. Al mismo tiempo demandarán que se les informe
con precisión y rigor sin confundir términos ni vulgarizar la información.
Lo que está claro es que la información económica, independientemente de su
nivel de especialización, va dirigida a un público cualificado que hace que tal y como
apuntan Coca y Diezhandino, el periodista económico sea necesario en los distintos
medios de comunicación:
“Todavía consideran que es más rentable aumentar la plantilla de deportes que
la de economía, sin detenerse en muchas ocasiones a pensar que un diario no
sólo debe tener muchos lectores; también debe tener lectores cualificados. Y es
a esos lectores cualificados a los que se dirige fundamentalmente la información
económica”. (1991:83)
4.2.1.2 Fuentes
Fiabilidad, profesionalidad y buen hacer son algunos de los términos que
describen la relación entre los periodistas económicos y las fuentes de información. De
ellas dependerá, en muchos de los casos, la labor y el rigor profesional del informador.
“Los periodistas denominan fuentes a las personas o instituciones que les
suministran datos sobre los que elaborar el relato. Para los usuarios, la fuente es,
a menudo, el propio medio informativo que lo difunde. Para las personas o
grupos que donan los datos, la información suministrada no es noticia hasta que
vuelve de nuevo a ellos, mediada por el discurso periodístico, en el sistema
significativo de información que definen los medias” (Fagoaga, 1991: 606).
La información económico-bursátil en los medios digitales
113
Esta definición de fuente de información recogida por Concha Fagoaga destaca
la relación existente entre ambas partes como imprescindible para la existencia de cada
uno de los sujetos, y por extensión, de la información en sí.
Es precisamente esta relación entre periodistas y fuentes la que diferencia unos
profesionales de otros. No todos tenemos acceso a las mismas personas, y por ello, no
todos los medios disponen de la misma información. Es incuestionable que el periodista
necesita acceder a distintas fuentes para contrastar los hechos y obtener información en
base a distintos puntos de vista.
La dificultad no está en tener o no tener fuentes, sino en tener las adecuadas y,
además, que sean variadas. Sólo de este modo se conseguirá información de distinta
índole y se podrá verificar aquello que nos transmiten.
La relación entre ambos actores es primordial. “El conocimiento previo entre
fuentes y periodistas, y la confianza de las primeras con los segundos, es básico en la
información económica, probablemente en mucha mayor medida que en cualquier otro
tipo de información” (Coca y Diezhandino, 1991:98)
Bien es cierto que en el caso de la información bursátil la mayoría de las fuentes
son oficiales y es la propia Bolsa de Valores la que la facilita, lo cual cumple con la
premisa de tener fuentes cercanas al lugar del que parte la información. Aun así,
también son muchas las informaciones que vierten de otro tipo de instituciones y
empresas cotizadas, siendo todas también necesarias para que expliquen, por ejemplo, el
movimiento extraordinario que ha tenido un valor en Bolsa o la repercusión de la
subasta del Tesoro Público.
La Administración Pública y sus ministerios (Ministerio de Hacienda y Función
Pública; Fomento; Empleo y Seguridad Social; Energía, Turismo y Agenda Digital;
Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente; y Economía, Industria y
Competitividad) son una fuente de relación directa con los periodistas económicos. Sus
gabinetes de prensa nutren de información a los medios y les convocan a distintas
ruedas de prensa que pueden ser de su interés. Por ejemplo, el 27 de enero de 2017, el
ministro de Energía, Álvaro Nadal comparecía ante la prensa para explicar la evolución
de los precios en los mercados de la energía en las últimas semanas. Esta rueda de
prensa, así como las noticias que se publicaban sobre el precio de la electricidad en el
mercado mayorista estaban teniendo su repercusión en el mercado de valores,
concretamente en la cotización de Red Eléctrica.
La información económico-bursátil en los medios digitales
114
Evolución de la cotización de Red Eléctrica
Gráfico 7. Fuente: Red Eléctrica. 17 de febrero de 2017
Además de la Bolsa de Valores y la Administración Pública, las empresas
también cuentan con sus propios gabinetes de comunicación a través de los cuales
difunden una imagen de marca que potencia su posicionamiento en los mercados.
En su estrategia de retórica y discursiva, las fuentes facilitan datos y contenidos
con la intención de favorecer a su compañía, pero también con la de ‘premiar’ a los
periodistas que durante años han guardado una buena relación con ellos. La confianza
que exista entre ambas partes, así como la formación del periodista, de la que antes
hablábamos, serán principales para el desarrollo de la noticia.
“El periodista sin suficiente cualificación profesional en estas materias, se
convierte en un mero intermediario, un anda-ve-y-dile que, en casos extremos,
pero reales, es el hazmerreír de quien realmente sabe de qué se está hablando, al
incurrir en errores de perogrullo económico”. (Cantó, 1990).
Un periodista bien formado sabrá discernir entre lo que verdaderamente es
relevante para el público y lo que es publicidad empresarial. Aunque el valor de las
fuentes es innegable para los periodistas, y más aún para los económicos, es necesario
separar el grano de la paja. El interés de las fuentes en que los medios de comunicación
transmitan la información tal y como ellas la han difundido, implica que sea el propio
periodista el que sepa discernir, el que establezca fronteras. Será esta separación la que
le aporte mayor prestigio profesional no sólo ante las fuentes, sino también ante su
público; el cual confía en su capacidad analítica.
La información económico-bursátil en los medios digitales
115
Las fuentes de información económica manejan datos sensibles que tienen gran
repercusión, como puede ser la salida a Bolsa de una empresa, su crisis interna o una
fusión con otra de las grandes compañías del sector. Todas estas informaciones, en el
caso de que perjudiquen a la empresa tendrán una repercusión inmediata en Bolsa en el
momento en que salgan a la luz, con la bajada de cotización que ello implica. Por este
motivo, muchas fuentes evitan dar información al respecto.
Ante esta situación, los periodistas de información económica se enfrentan a una
doble tarea. En un primer momento tejen una red de fuentes de información en
instancias públicas y privadas a fin de tener diversidad de opiniones para configurar su
información sobre un hecho noticioso. Posteriormente, tienen que luchar contra una
fuerte inercia de las compañías tendente a ocultar información, proporcionando sólo
aquella que les resulte beneficiosa.
Por el contrario, hay casos en los que los gabinetes de prensa de las compañías
se han percatado de que la transparencia informativa también atrae a la inversión. Este
hecho les lleva a manejar realmente bien su comunicación con los medios, creando una
imagen de marca favorable y hablando tanto de aquello que hacen bien como de aquello
en lo que comenten errores. Y es que son muchas las entidades que tras años de
experiencia han sufrido los perjuicios derivados de la falta de transparencia. En la
mayoría de los supuestos, aunque no sea la propia empresa la que facilite la
información, siempre aparece una fuente secundaria que facilita esa información que se
quería mantener en el cajón; dañando aún más la imagen de la empresa en cuestión.
En relación a esta reflexión, Coca y Diezhandino (1991:110) citan a José García
Abad:
“Algunos periodistas con muchos años de información económica a sus
espaldas destacan que precisamente las empresas que tienen mejor imagen son
aquellas cuyos responsables tienen mejores contactos con los periodistas, hasta
el extremo de que en muchos casos el director general o el presidente de la
empresa es su jefe de prensa óptimo”.
El periodista es una figura que busca el equilibrio entre los intereses de los
departamentos de prensa y los suyos propios para obtener información; de tal manera
que ambos puedan sentirse cómodos en el desarrollo de su trabajo.
La información económico-bursátil en los medios digitales
116
“La confianza que el informador logre entre sus fuentes, su preparación, su
honestidad, su sentido de la independencia, son aspectos básicos para la
realización de un trabajo de calidad y para despejar cualquier duda sobre
irregularidades en la preparación de su trabajo. Por desgracia, prácticas que
fueron frecuentes en el pasado han creado una mala imagen de estos
profesionales que no se corresponde con la realidad, pero les afecta” (Coca y
Diezhandino, 1991:111).
En muchos casos, las fuentes piden ciertos favores a fin de mejorar su imagen de
marca. Es entonces cuando se pone en juego la imagen del propio periodista y del medio
para el que trabaja. La audiencia confía en los periodistas y cualquier fallo implicaría
una pérdida de credibilidad difícil de superar. Lo mismo ocurre con las fuentes con las
que ha trabajado durante años. En ocasiones, tras no acceder a este tipo de favores, el
periodista, y por extensión, el medio; pierde una fuente de información muy relevante.
Sin embargo, ante todas y cada una de las decisiones que toma un periodista debe
primar la ética y ser consciente del servicio que está prestando a la sociedad con su
labor.
4.2.2 Deontología profesional
La profesión periodística ha avanzado considerablemente en lo que a su ética y
deontología se refiere. No hay más que echar la vista atrás en una redacción de
economía para observar el cambio. La información bursátil y la sección económica en
general estaba dirigida en sus inicios por periodistas todoterreno que recibían sus
honorarios por sus informaciones sobre empresas. Décadas más tarde, esta práctica
desapareció y los integrantes de la sección han comprendido que su actividad se basa en
la libertad, en la cobertura de actividades alejadas de presiones externas.
Para llegar a este punto de transparencia informativa, se han desarrollado
multitud de códigos de conducta a lo largo de la historia. El que es considerado el
primer código de la ética periodística, según Porfirio Barroso (2011:142), profesor de la
Universidad Complutense de Madrid, es el ‘credo’ de Benjamín Harris, publicado en
Boston en 1690. En él se enfatiza en la recogida de noticias y su difusión con
objetividad, exactitud y de forma completa.
La información económico-bursátil en los medios digitales
117
En el caso de España, el decreto oficial 900/1972 de 16 de marzo de 1972
recogía seis principios de la ética periodística en tiempos de la dictadura. El servicio a la
verdad, la exactitud, informar, educar y servir a la opinión nacional eran algunas de las
máximas que debían tener en cuenta los periodistas de los medios españoles.
Posteriormente, ante el auge y desarrollo de la información económica, la
Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) creó en 1989 su propio
código de conducta. En él asienta las bases del buen ejercicio de la profesión en la
especialidad, abogando por la objetividad, el contraste de informaciones o la
independencia. Además, prohíbe la utilización de información reservada en beneficio
propio o de terceras personas, un tema que abordaremos en este capítulo.
Siguiendo esta línea de exposición, Elena Real Rodríguez, integrante del
Departamento de Periodismo III de la Universidad Complutense de Madrid, hace
referencia a acciones con las que el periodista demuestra su ética:
“El periodista relatará los hechos con precisión minuciosa, de forma completa,
concisa, clara y con respeto, en relación con todos los antecedentes e
informaciones que sirvan a su mejor entendimiento, de manera que promueva el
bien común. El profesional de la información debe buscar, investigar y
confirmar cada información, la cual debe comunicar con precisión y rapidez al
público, sin ocultar ni falsificar ninguno de los componentes estructurales de la
noticia, ya sea para obtener un beneficio personal o para servir a otro propósito,
sin sacrificar la exactitud por la rapidez o la verdad por el oportunismo” (2005).
La Real Academia de la Lengua define la ética como “el conjunto de normas que
rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida”, por lo que antes de
actuar de manera ética como periodista hay que hacerlo como persona. Los distintos
códigos de conducta que rigen la profesión no recogen todos y cada uno de los
supuestos ante los que se puede encontrar un periodista, sea de la especialización que
sea. Por ello, el periodista debe aplicar su ética personal en numerosas ocasiones
siempre teniendo presente que “el periodista especializado tiene como primera
obligación informar a su audiencia de manera precisa e inteligible” (Blanco, 2004:108).
A nuestro juicio, en primer lugar, el periodista tiene que ser un intermediario
objetivo entre el suceso y el ciudadano, partiendo de una conciencia moral crítica que le
La información económico-bursátil en los medios digitales
118
permita ser independiente y no caer ante las presiones económicas, sociales o
institucionales.
4.2.2.1 Independencia informativa
La independencia de los periodistas que informan sobre asuntos económicos es
una de las más importantes, dado el estereotipo negativo con el que históricamente se
han identificado. Socialmente está aceptado que un periodista deportivo escriba crónicas
apasionadas sobre su equipo favorito o la sección cultural de un periódico regional
defienda a ultranza el grupo de música de un municipio de la región. Sin embargo, las
cosas cambian cuando se habla de economía.
El hecho de que costumbres como las de los sobrecogedores fuesen
desarrolladas por integrantes de la profesión fomenta la existencia de dudas en lo que a
buenas prácticas se refiere cuando se habla de periodistas económico-bursátiles.
Para mejorar y recuperar la reputación de la profesión, y con el objetivo de que
todos y cada uno de los periodistas de esta especialidad ejerzan su profesión bajo los
mismos principios y valores, el artículo 1 del Código de Conducta de la APIE establece
lo siguiente:
“Los periodistas de información económica expondrán con objetividad e
interpretarán con criterio recto los hechos que acontezcan en el ámbito de su
especialidad, previa investigación seria de los datos, el contraste de las diversas
versiones, hasta agotar en lo posible todas las fuentes disponibles, rechazando
todo tipo de presiones” (APIE, art. 1).
En este código se insta por tanto a la libertad del periodista y al desarrollo de una
información basada en la verdad y la transparencia. César Coca, en su artículo “Códigos
éticos y deontológicos del periodismo español” reflexiona sobre la misma idea:
“Informar con objetividad supone rechazar todo tipo de presiones, de forma que
también los códigos existentes en España recogen en su mayoría este aspecto
concreto. Y no aceptar presiones es una propuesta que se refiere tanto a las de
dentro como a las de fuera. Digo esto porque los periodistas españoles
consideran que la mayor parte de las presiones de que son objeto proceden en
primer lugar de los poderes económicos, seguidas a muy poca distancia de las
La información económico-bursátil en los medios digitales
119
de la propia empresa y mucho más atrás por las del Gobierno y los anunciantes”
(Coca y Diezhandino, 1997:2)
Para analizar el momento en que se encuentra la figura del periodista de Bolsa
en relación a su dependencia o independencia hay que tener en cuenta dos vertientes: la
personal, la cual depende del tipo de relación que el profesional establezca con sus
fuentes y, por otro lado, la empresarial.
4.2.2.1.1 Personal
Aparatosos regalos, sobres con suculentas cantidades de dinero o estancias de
varios días en lugares paradisíacos para cubrir una rueda de prensa de media hora han
sido tradicionalmente prácticas habituales de algunas empresas para que los periodistas
bursátiles silencien aquellas informaciones que sean perjudiciales para la compañía.
Esta costumbre comenzó a desarrollarse hacia 1850 tras el nacimiento de la agencia
Havas, momento en que las entidades se percataron del poder de la prensa financiera de
la época, especialmente de la bursátil. Una publicación que anunciase las pérdidas de la
compañía podía provocar un descenso de su cotización en Bolsa hasta cotas
insospechadas, dañando además su imagen de marca.
Para evitar que los redactores sean presionados por las empresas, los medios de
comunicación han establecido límites a sus empleados a la hora de aceptar regalos. Uno
de los más comunes en la actualidad son los viajes informativos pagados por las
empresas o administraciones. En la mayoría de los medios de comunicación estos viajes
tienen que ser autorizados por el director y tras valorar si ese asunto es de interés para
los lectores, el propio medio prefiere pagar los desplazamientos de sus empleados. Sin
embargo, en algunas ocasiones, son las empresas las que finalmente se hacen cargo de
estos gastos.
Bien es cierto que la crisis económica que atraviesan la mayoría de las empresas
informativas ha flexibilizado este criterio. Sin embargo, todas las normas deontológicas
españolas siguen coincidiendo que solo pueden aceptarse regalos cuando éstos no
superen los límites de la cortesía. En la mayoría de los casos, un detalle de poco valor a
modo de agradecimiento por el tratamiento recibido en el medio es bien recibido.
Mención aparte merecen aquellos regalos fuera de lo común que suscitan recelos sobre
la intención real de quien los realiza.
La información económico-bursátil en los medios digitales
120
Sin embargo, algunos medios son más tajantes y prohíben directamente aceptar
cualquier tipo de regalo que proceda de una fuente de información. Esta medida lleva a
rechazar incluso bolígrafos de plástico con publicidad de la empresa.
Otros medios han optado por rechazar el dinero y los regalos, siempre que estos
superen los límites de cortesía mencionados con anterioridad. No obstante, los códigos
de conducta aún no definen qué es la cortesía y cuáles son los límites aceptables de la
misma. La única mención que hace al respecto la APIE se encuentra en su artículo 5
cuando señala que deben rechazarse regalos cuando “atenten, vulneren o puedan
condicionar el libre ejercicio de la profesión”.
Sea cual sea la manera en que el medio intenta proteger la independencia de sus
redactores, hay que tener en cuenta que la especialidad económica es la que “tiene a su
disposición más fuentes institucionales de información” (Del Río, 2004:36) entre las
que se incluyen ministerios y empresas públicas y privadas; por lo que es especialmente
relevante la relación que se mantiene con las mismas. Es entonces cuando el periodista
desempeña un papel primordial. Es el encargado de buscar un equilibrio en la
compraventa de informaciones, sin verse intoxicado por la fuente, y que al mismo
tiempo esa relación le permita disponer de información que otros no tienen.
“El periodista no debe olvidar en ningún momento que no sirve a los señores del
dinero, sino a los lectores de su periódico, es decir, a la sociedad” (Coca y Diezhandino,
1991:75). Por ello debe saber jugar muy bien sus cartas y estar alerta en todo momento
para evitar lo que Javier Fernández del Moral denomina ‘endogamia informativa’. Es
decir, un periodismo de fuentes en el que se escribe para la propia fuente y no para los
lectores, cayendo en la trampa de no publicar lo que interesa a estos últimos, sino a
quienes producen los comunicados. Y es que no hay que olvidar que el periodista sirve
a su audiencia.
El periodista bursátil ha de ganarse la confianza de la fuente en su trabajo diario,
algo que, en este caso, al haber dinero de por medio, es una tarea complicada. Una vez
que el periodista haya conseguido que la fuente confíe en él, podrá desarrollar su trabajo
con mayor facilidad, sin dejarse llevar por falsas noticias que lanzan las propias
empresas solo para desprestigiar a la competencia. El informador, en caso de que
contrastar la noticia sea casi misión imposible, sólo la publicará si ha sido facilitada por
una empresa en la que tenga plena confianza; una confianza avalada por años de
relación diaria.
La información económico-bursátil en los medios digitales
121
Las informaciones publicadas por los periodistas bursátiles están
intrínsecamente relacionadas con el devenir de las empresas, con su posicionamiento a
lo alto o a lo bajo, ya sea a nivel de imagen corporativa o a nivel económico. Por ello,
sus errores informativos tienen unas repercusiones y trascendencia mayor de la que
puede tener si un periodista deportivo se confunde de jugador al informar sobre una
lesión. En este caso el error puede implicar que se devalúe la cotización del jugador en
el mercado de fichajes. Sin embargo, si el fallo se produce al informar sobre la
suspensión de pagos de una empresa, no solo repercutirá en la compañía en cuestión,
sino también en la economía, la credibilidad del periodista, del medio y de la profesión
en general.
El rigor extremo por la sensibilidad y efectos inmediatos de las informaciones
hace necesario que, tal y como señalaba Carl Warren, “la veracidad siempre es
primordial en la actividad periodística, pero no existe ninguna especialidad de la prensa
donde la precisión resulte tan necesaria como en la información financiera”.
La relación que el periodista guarde con la fuente y cómo este sea percibido
determinará la clase de información que, en última instancia, llegará al público. Estas
relaciones llevan en muchos casos a que una vez que el redactor se ha ganado la
confianza de la fuente, la dependencia entre ambos sea tal que solo se facilite la
información a un medio si el periodista en cuestión se encuentra en la redacción. Un
ejemplo de esta situación se relata en la obra Periodismo Económico de César Coca y
Mª Pilar Diezhandino:
“Un economista que ocupaba un cargo de relevancia media en una entidad
financiera llamó a un periodista que conocía. En la redacción le dijeron que ese
periodista se encontraba fuera cubriendo otra información, y que no regresaría
hasta dos días después. El economista, entonces, se despidió sin contar a los
compañeros del redactor al que buscaba, la noticia de la que, de una forma más
bien fortuita, acababa de enterarse: que al día siguiente dos conocidas entidades
iban a anunciar a bombo y platillo su fusión” (Coca y Diezhandino, 1991:97).
A su vez, estas líneas son un ejemplo de personas que actúan como fuente sin
esperar nada a cambio a nivel empresarial, es decir, trabajadores de la compañía o
expertos que, sin salir beneficiados; simplemente porque confían en el periodista,
deciden transmitirle información. Bien es cierto que los expertos que se emplean como
La información económico-bursátil en los medios digitales
122
fuente, nombrados continuamente en los medios, acaban alcanzando un status que no
obtendrían de no ser por acceder a contar o aclarar ciertas situaciones, pero el beneficio
es mínimo.
4.2.2.1.2 Empresarial
La independencia empresarial de los periodistas es quizá más complicada. En
numerosas ocasiones el hecho de que un periodista no informe sobre cuestiones
delicadas para una empresa no está relacionado con el propio redactor, sino con la
empresa para la que trabaja.
Los medios de comunicación en pleno siglo XXI son extremadamente
dependientes de sus anunciantes, un hecho que repercute en las informaciones que
publican. Un ejemplo se observa en uno de los primeros números publicados por el
diario El Economista, un periódico económico de
tirada nacional que decidió criticar a uno de sus
anunciantes, El Corte Inglés, por la política de
discriminación que seguía con sus empleados. A
ojos del medio, esta cadena de grandes almacenes
discriminaba a sus empleadas por ganar menos
que los hombres, no disfrutar de tantos ascensos y
usar uniforme (falda, no pantalones).
En el mismo momento en que la noticia
salió a la luz, el 8 de marzo de 2006, esta cadena
de grandes almacenes retiró toda su publicidad del
diario; algo que en este caso no supuso el fin del
periódico, pero si le llevó a pasar dificultades
económicas.
La diversificación de anunciantes es una de las maneras de evitar esta
dependencia empresarial. A pesar de que los medios especializados tienen un público
objetivo muy delimitado y, por tanto, unos anunciantes claros; también es cierto que
precisamente por esa característica, los anunciantes tendrán que mantener la publicidad
independientemente de lo que se publique de ellos si quieren ser conocidos entre ese
“target”.
Otro de los motivos por los que un periodista puede verse coartado a no revelar
ciertas informaciones son los conglomerados mediáticos que se han formado en los
Foto 1. Portada ‘El Economista’. 8
de marzo de 2006.
La información económico-bursátil en los medios digitales
123
últimos años. Si una empresa va a fusionarse con otra y una de las implicadas es
accionista del medio de comunicación, es obvio que en el caso de que esa fusión no sea
beneficiosa para la empresa, se publicará lo más tarde posible.
Por otro lado, las empresas suelen utilizar los medios de comunicación como
plataforma para publicitarse, ya que buena parte de la imagen que tiene la sociedad
sobre las distintas compañías está influenciada por lo que de ellas se dice en los medios.
Así, son numerosas las empresas que quieren publicitar en forma de crónica o reportaje
los grandes beneficios que ha conseguido en un trimestre determinado, su salida a Bolsa
o su gran subida en el Ibex 35.
Ante esta situación el periodista bursátil, gracias a su formación y experiencia en
el sector, será capaz de discernir entre información y publicidad, difundiendo sólo
aquellos aspectos que sean relevantes para el lector, ya que como se ha mencionado
anteriormente, el periodista escribe para sus lectores, no para sus fuentes.
4.2.2.2 Uso de informaciones confidenciales: ‘insider trading’
El uso que los periodistas pueden hacer de la información confidencial es una
pieza clave de los informadores económicos, en quienes se centran los códigos de
conducta en la mayoría de los casos. Sin embargo, no sólo los redactores de esta
especialización tienen acceso a información previa. La sección de Local de cualquier
medio, por ejemplo, puede conocer con unos días de antelación una recalificación de
terrenos lo mismo que la sección de Economía puede saber que una empresa que cotiza
en Bolsa entrará en suspensión de pagos. El conocimiento de las mismas puede suponer
grandes beneficios para aquellos que poseen acciones en dicha compañía y pueden
vender antes del cataclismo, o bien, si conocen a alguien dispuesto a pagar por esa
información.
Ante esta situación, los códigos de conducta de la profesión periodística abordan
la denominada ‘información privilegiada’. Una información confidencial que se conoce
con anterioridad a su publicación y que en el caso de que los periodistas la utilicen para
beneficio propio o de terceros estarán desarrollando una práctica delictiva conocida en
el mundo anglosajón como insider trading.
“Se considera insider a los miembros del Consejo de Administración,
Directores, empleados y profesionales o sociedades que prestan servicios de
consultoría, auditoría, etc. a una empresa, o a los funcionarios públicos que
La información económico-bursátil en los medios digitales
124
autorizan las operaciones bursátiles. Esta descripción no abarca a las personas a
las que, siendo extrañas o externas a la organización, les llega la información
por otros caminos” (Moreda, 1996:121).
Fue precisamente en Estados Unidos donde se dio origen a este concepto cuando
en 1934 se dictó una ley denominada Securities Act. Esta ley permitía que los inversores
estuviesen suficientemente informados y al mismo tiempo prohibía el fraude de
información sobre valores. Sin embargo, esta ley no prohíbe el insider trading,
simplemente lo previene. Esto conlleva que la Securities Exchange Commission (SEC),
el órgano que garantiza la equidad en el mercado, no sanciona el uso de información
privilegiada, sino el hecho de que no se informe de la transacción.
En otros países como Francia, Italia o Gran Bretaña, el uso de información
privilegiada constituye un delito. En el caso de España todos los códigos éticos
periodísticos coinciden en que esta información confidencial no podrá ser empleada ni
en beneficio propio ni de terceros. Uno de los aspectos en los que se hace mayor
hincapié es la compra y venta de acciones, la cual según establece el artículo 4 del
código de conducta de la APIE, podrán realizarse “siempre que la compra no esté
guiada por informaciones confidenciales”.
Además, en su artículo 3 determina que los periodistas de información
económica “seguirán, con imparcialidad propia de observadores neutrales, la marcha de
los procesos económicos y financieros, sin influir en los mismos con noticias o
comentarios que beneficien intereses de personas o entidades”.
El código de la FAPE es más tajante en este aspecto. Su artículo 20 prohíbe
escribir sobre valores en los que se tenga un interés financiero o negociar compras sobre
valores de los que se vaya a escribir próximamente.
La posibilidad de sacar provecho de una información reservada es un acto que
está recogido en el Código Penal Español. El objetivo de esta regulación es evitar
prácticas fraudulentas como las que se dieron en 1723, año en que tiene lugar el primer
caso documentado de utilización de información confidencial:
“John Banard denunció que personas vinculadas a la Compañía de Indias
Holandesas se habían enriquecido a costa de los demás accionistas, pues al tener
conocimiento anticipado de la disminución de los dividendos que dicha empresa
La información económico-bursátil en los medios digitales
125
iba a otorgar, vendieron sus respectivas acciones y, poco tiempo después, el
valor de dichas acciones bajó un 50 por ciento” (Zamyr Vega, 2013:10).
Aunque no se trata de una práctica exclusiva de periodistas -hay brókers
procesados por apropiación indebida de información privilegiada- los redactores que
trabajan diariamente en la Bolsa son los que tienen más posibilidades de acceder a este
tipo de informaciones. Por ello, esta práctica no solo está tipificada como delito en el
Código Penal Español, sino que se han elaborado códigos de conducta como el de la
APIE, mencionado con anterioridad, que marcan las pautas sobre el uso de este tipo de
información.
La penalización de esta práctica se basa en que permitir ‘traficar’ con
información supondría un incentivo para retrasar la divulgación de una información
hasta que se hubiese obtenido el beneficio deseado de la misma, siendo un mecanismo
ralentizador de la difusión de información.
Por otro lado, supondría una lesión de confianza en el sistema bursátil español y
se infringiría el principio de igualdad de oportunidades de los inversores, fomentando la
competencia desleal. El uso que algunos inversores pudiesen dar a esta información
podría dar lugar a la retractación del mercado, acabando así con la transparencia a la que
aspira el mercado de valores.
Dadas las consecuencias del empleo de información privilegiada, para que ésta
sea considerada un ilícito penal se deben cumplir dos requisitos: el primero de ellos, que
el beneficio obtenido sea mayor a los 600.000 euros y, en segundo lugar, que el
infractor haya accedido a esa información en el ejercicio de su actividad profesional.
La pena de prisión también está contemplada, al igual que la multa o
inhabilitación de quien se aproveche para sí o para un tercero de la información
privilegiada obtenida en el ejercicio de su actividad. Es más, con la directiva europea
aprobada en julio de 2016, se especifica que la sanción por cometer este delito será de al
menos cuatro años de cárcel.
La nueva regulación intenta imponer un efecto disuasorio frente al uso de
información privilegiada. Mientras que la directiva fija las sanciones penales, el
reglamento 596/2014 sobre el abuso de mercado, se encarga de las sanciones
administrativas. El objeto principal de ambas regulaciones es crear un marco normativo
común en el ámbito de la información privilegiada, la manipulación del mercado,
garantizar la integridad de los mismos y reforzar la protección de los inversores. No hay
La información económico-bursátil en los medios digitales
126
que olvidar que la Bolsa es un reflejo de la economía del país gracias a que es el
mercado que más se aproxima a la competencia perfecta. En el caso de que se den
abusos de información privilegiada sin ningún tipo de control ni sanción, la institución
dejaría de estar al servicio del interés público y perdería esa transparencia que la
caracteriza. Una transparencia por la que todos los inversores conocen, en igualdad de
condiciones, la calidad y el precio de los bienes que se negocian en el mercado.
Uno de los casos más destacados de supuesto empleo de información
privilegiada en España data de 1998: el caso Telefónica. Su presidente en aquel
momento, Juan Villalonga, adquirió 262.224 opciones de esta compañía (198 millones
de pesetas) con un crédito solicitado al grupo Argentaria mientras negociaba en secreto
una fusión con la estadounidense MCI-WorldCom. Una vez que se anunciase
públicamente la operación, los títulos se iban a disparar.
Foto 2. Portada El Mundo. 16 de junio de 2000
Esta operación permitió que Villalonga ganase presuntamente más de 21
millones de pesetas entre el 2 y 16 de enero de 1998, puesto que vendió los títulos antes
del vencimiento de los contratos; justo cuando la Comisión Nacional del Mercado de
Valores le pidió que hiciera pública su adquisición.
La información económico-bursátil en los medios digitales
127
Esta información la desvelaba el diario El Mundo el 16 de junio del año 2000. El
revuelo que generó, dos años después, hizo dimitir a Villalonga. César Alierta llegó
entonces a Telefónica, no por ello sin polémica. En este caso, los rumores de
información privilegiada corrían en torno a la empresa pública Tabacalera. Alierta,
junto a su mujer y el sobrino de ésta, ganaron casi dos millones de euros con la compra
de acciones de la compañía estatal de tabaco poco antes de que Tabacalera comprara
Havatampa, una compañía de tabacos norteamericana, y el valor de sus acciones
alcanzase un máximo histórico.
En el año 2010, el Tribunal Supremo confirmó la absolución del presidente de
Telefónica, César Alierta, en el ‘caso Tabacalera’ al considerar prescrito el delito de uso
de información privilegiada del que estaba acusado. La prescripción se debía a que
habían transcurrido más de cinco años desde que se materializó el delito hasta que se
admitió a trámite la querella.
La información privilegiada está a la orden del día en multitud de empresas
españolas. Sin ir más lejos, en 2015 la CNMV multaba a Jesús Carlos García,
exconsejero de Pescanova por haber comunicado a un tercero la venta de acciones de
esta empresa un día antes de que se iniciara la crisis en la que ha estado inmersa, con la
cotización suspendida en Bolsa durante un periodo de más de dos años.
Para evitar estos resultados en el mundo de la información económica, a los
periodistas bursátiles se les suele prohibir desarrollar actividades económicas y
profesionales en aquellos ámbitos en los que informan. En otras ocasiones se les
permite invertir con una serie de restricciones, como puede ser no participar en Bolsa a
corto plazo o en valores individuales.
El Protocolo sobre el Tratamiento y Transmisión de la Información Privilegiada
del Grupo Prisa expresa que cualquier persona que posea este tipo de información
“deberá abstenerse de ejecutar por cuenta propia o ajena, directa o indirectamente” una
serie de conductas ante las que señala textualmente:
a) Preparar o llevar a cabo cualquier tipo de operación sobre los Valores Negociables o
Instrumentos Financieros a los que la información se refiera. También deberán
abstenerse de la mera tentativa de realizar cualquiera de las operaciones anteriores.
Debe tenerse en cuenta que se exceptúa del deber de abstención la preparación y
realización de las operaciones cuya existencia constituya en sí misma Información
Privilegiada, así como las operaciones realizadas en cumplimiento de una
La información económico-bursátil en los medios digitales
128
obligación, ya vencida, de adquirir o ceder tales Valores Negociables o
Instrumentos Financieros, cuando esta obligación esté contemplada en un acuerdo
celebrado antes de que la persona con Información Privilegiada haya estado en
posesión de Información Privilegiada. Se exceptúan igualmente las operaciones
efectuadas de conformidad con la normativa aplicable.
b) Comunicar dicha Información a terceros o a otra área o unidad de GRUPO
PRISA, salvo que ello resulte necesario porque así lo demande el responsable
ejercicio de su trabajo, profesión, cargo o funciones. En particular, podrá
comunicarse dicha Información por un medio que garantice absolutamente la
confidencialidad de la información:
(i) En el marco del correspondiente proceso de decisión, a aquellas personas que
se encuentren en un nivel jerárquico superior, de tal forma que pueda definirse
como estructura común superior.
(ii) Cuando la transmisión se realice a la Unidad de Cumplimiento para el
adecuado cumplimiento de sus funciones en esta materia.
(iii) Previa autorización expresa del Responsable del Área
c) Recomendar o inducir a terceros a la adquisición o cesión de los Valores
Negociables o Instrumentos Financieros o modificar una orden relativa a estos, o a
hacer que otro los adquiera, transmita o ceda o cancele o modifique una orden relativa a
ellos, todo ello basándose en Información Privilegiada.
Al igual que hace el Grupo Prisa, del que forma parte el periódico especializado
en información económica Cinco Días, el resto de medios también tienen sus propias
reglas sobre el uso de información privilegiada.
En unos casos se prohíbe al redactor invertir en valores a corto plazo y en otros
medios se espera que sea el propio periodista el que motu propio determine si invertir o
no en Bolsa y en qué valores. Es el caso de Gestiona Radio, Telemadrid o Antena 3.
En el caso de El Economista, sus redactores tampoco tienen ningún tipo de
restricción explícita a la hora de invertir en Bolsa, según describe Joaquín Gómez,
redactor jefe de la sección de Mercados. Esto es así porque “se considera al periodista
como una correa de transmisión” entre la información que ya se ha comunicado al
mercado y el público, por lo que difícilmente maneja información privilegiada.
Todos los medios de comunicación, ya sea mediante una mención expresa en su
libro de conducta o atendiendo a la ética del ejercicio de esta profesión, intentan evitar
que los profesionales de la información se dejen llevar por las ganancias y apliquen la
La información económico-bursátil en los medios digitales
129
lógica en el desarrollo de su trabajo. Con ello se pretenden evitar acciones como la
desarrollada por R. Foster Winans, un periodista norteamericano del The Wall Street
Journal que decidió emplear la información obtenida con fines periodísticos para lograr
beneficios económicos.
“En marzo de 1984 Foster Winans reportero del Wall Street Journal fue
despedido del periódico y posteriormente sancionado, porque por medio de
Carpenter llegó a conectar con los empleados de una casa de bolsa; antes de
publicar sus artículos, Winans les informaba del contenido de los mismos y
ellos compraban o vendían según esa información. El 18 de diciembre de 1987
la SEC impuso una multa de cien millones de dólares a Ivan Boesky –se dice
que llegó a ganar 300 millones- por comprar información sobre fusiones e
invertir en la bolsa” (Moreda, 1996:124).
En muchos casos, los códigos éticos se extienden más allá de los periodistas,
afectando a todos aquellos que tienen relación con la información en cuestión hasta que
ésta llega al público. De este modo se intentan evitar casos como el de la revista
Business Week y su columna Adentro de Wall Street. En ella se analizaban aspectos
financieros de distintas empresas. Para evitar que su contenido fuese filtrado a terceros
se tomaban todo tipo de precauciones. Sin embargo, la imposibilidad de controlar todos
los puntos de la cadena de suministro de los ejemplares, facilitó que Gregory Salvage,
uno de los empleados que desarrollaba su trabajo por las noches, entregase una copia de
la columna a un amigo suyo antes de que la revista saliese a la venta al público. Gracias
a estas filtraciones, Larry Smath, corredor de Bolsa de profesión, compartía esta
información con Joseph Falcone, obteniendo una cuantiosa cantidad de dinero por ello.
Este ejemplo pone de manifiesto que no sólo los periodistas pueden usar la
información en su propio beneficio o el de terceros. De hecho, el insider trading supone
una violación del secreto profesional independientemente de cual sea la ocupación del
sujeto. Implica la ruptura de un pacto implícito o explícito en el ejercicio de una
profesión por el que se acuerda no revelar la información reservada. Para que la
información de la que se dispone se considere pública tiene que haber sido divulgada y
asimilada por el mercado, es decir, ha tenido que reflejarse en las cotizaciones del valor
en cuestión. Por tanto, aunque esa información no se haya filtrado a la prensa y ésta no
se haya hecho eco de la misma, en el momento en que cualquier otra filtración haya
La información económico-bursátil en los medios digitales
130
producido movimientos en las cotizaciones como consecuencia de esa información, ésta
se considerará pública.
4.2.2.3 Evitar la frivolidad de las informaciones
La información bursátil, caracterizada por datos técnicos, en su afán por llegar a
la mayor cantidad de público posible y ser más amena, puede cometer el error de caer
en la frivolidad y el espectáculo. Un ejemplo claro se observa en las publicaciones sobre
la Bolsa de los ‘felices años 20’, donde los propios periodistas no eran capaces de
escribir sus crónicas sin caer en lo liviano y superficial, fomentando el clima fantasía en
que estaba inmersa la población estadounidense.
Actualmente ni la Bolsa ni la población es la misma que en aquellos años veinte.
Los conocimientos de los lectores han aumentado y su demanda es diferente. Ahora
buscan consejo e información, no espectáculo. Sin embargo, el desarrollo de las nuevas
tecnologías y la necesidad de ganar audiencia hacen que la dimensión espectacular
prevalezca sobre la noticia en muchos de los casos.
Lo mismo ocurre cuando se hace referencia a los desfalcos de grandes magnates
del país. Es muy fácil ligar esos sucesos a otro tipo de prensa, como la del corazón o la
política, dejando de ser una información meramente económica, que es la que solicita el
público objetivo de la sección que estamos estudiando en esta tesis.
Por tanto, el periodista bursátil tiene que tener en cuenta que su principal aptitud
ante la información tiene que ir dirigida a retomar la función educativa del periodismo,
dejando de ser meros transmisores de opiniones o intermediarios entre empresas y
ciudadanos y recuperar así la actitud crítica periodística.
José Antonio Martínez Soler, citado en Áreas de especialización (1999:219)
resume así estas aptitudes: “Hay tres palabras básicas en el periodismo económico, las
tres son fundamentales y son tan importantes que las ha asumido la banca, que es un
sector muy serio: solvencia, crédito e interés”.
4.3 Su evolución al calor de las nuevas tecnologías de la información
Las nuevas tecnologías de la información han supuesto una profunda
transformación del trabajo del periodista bursátil no sólo por los cambios que ha
producido en el propio mercado de valores, sino también en los medios de
comunicación.
La información económico-bursátil en los medios digitales
131
En un principio los comentaristas de Bolsa, esos que eran más conocidos por su
labor de comisionistas de publicidad que por la de periodistas, acudían a la institución
bursátil junto con los Agentes de Cambio y se limitaban realizar pequeños comentarios
sobre la sesión, así como a redactar los anuncios que aparecían en las páginas de los
diarios financieros. Poco a poco, esta labor de comisionistas de publicidad fue quedando
atrás y surgió la verdadera especialidad periodística de información bursátil. Una
especialidad que día a día iba ganando adeptos entre el público, en un principio
especializado, y posteriormente, general.
El propio edificio de la Bolsa ha ido facilitando el trabajo de los periodistas
bursátiles a lo largo de su existencia al cambiar el soporte de información de las
cotizaciones. En un primer momento los propios empleados de la institución eran los
encargados de anotar los precios en una pizarra, de manera que los periodistas, al igual
que el resto de los inversores, solo podían conocer el precio de cotización de los valores
a través de la misma.
Posteriormente, una cinta de teletipos era la encargada de informar de las
cotizaciones que al final de la jornada se recopilaban en forma de boletín. Con el paso
de los años, esta tecnología fue sustituida por caracteres enviados a un soporte
electrónico luminoso visible desde cualquier lugar del recinto bursátil. En él se ofrecían
los precios alcanzados a medida que avanzaba la sesión.
Con este nuevo avance tecnológico, las crónicas en directo desde las plazas
bursátiles ganaron en inmediatez. Ya no transcurría un tiempo considerable entre el
momento en que se miraban los valores para realizar la crónica y el instante en que se
transmitían al público. A medida que se relataba la información, se iba actualizando,
puesto que era algo accesible echando un vistazo al soporte luminoso.
El desarrollo de Internet y los medios online ha permitido que el acceso a las
cotizaciones se pueda realizar desde el sofá de casa, por lo que el periodista bursátil no
puede limitarse a conectar en directo para transmitir los últimos precios. Esa es una
información que todo el mundo conoce al poder acceder a ella de manera casi
inmediata, sin necesidad de periodistas.
Este cambio ha supuesto una modificación en el compromiso del informador con
el público. Tiene que ir más allá, ofrecer algo nuevo. Lo relevante ya no es el valor de
una u otra empresa, informar sobre los valores que lastran el Ibex en un día concreto o
aquellos que han propiciado que se supere la barrera de los 10.000 puntos. Son datos
que los sabe la audiencia con un clic de ratón.
La información económico-bursátil en los medios digitales
132
Las nuevas tecnologías impulsan al redactor a combinar datos con análisis e
interpretación de los hechos, a explicar las razones por las que se produce una alarmante
bajada de la Bolsa o por qué las tensiones de Ucrania tienen una repercusión negativa en
las plazas europeas. El periodista debe informar de aquello a lo que el lector no puede
acceder en un primer momento, a los porqués de los datos que observa en la pantalla de
su ordenador.
Para ello, el periodista bursátil que desarrolla su actividad en el medio online
tiene que enfrentarse a nuevos retos a la hora de elaborar sus informaciones en el
reciente entorno informativo 24 horas que propicia Internet. Y es que la demanda de
instantaneidad y profundidad ha cambiado la concepción que la audiencia tiene de la
información.
Las tecnologías de la información favorecen el desarrollo de un periodismo de
servicio que sea útil para la audiencia. Esteve (2005:222) lo denomina ‘service
journalism’, dado que pretende responder a las cuestiones que preocupan a la sociedad
mediante una comunicación basada en la interacción entre emisores y receptores. Y esa
es precisamente una de las funciones del periodista bursátil, informar sobre aquello que
la población no conoce, servir de intérprete y traductor de una especialidad que no es
dominada por todos. Al mismo tiempo tiene que conseguir que su información sea
entendida tanto por ejecutivos especialistas en Bolsa como por jubilados que quieren
invertir en Bolsa para aumentar sus ahorros.
En las redacciones actuales ya no basta con saber escribir. Es necesaria una
formación mucho mayor que incluye conocimientos de maquetación, fotografía,
locución o edición de vídeo; sin olvidar aquellos conocimientos relativos a la
especialidad en cuestión. Se espera que el redactor sea capaz de desarrollar una
información en formato papel, la adapte al formato digital tanto a nivel de diseño como
de contenido y lenguaje empleado, y posteriormente, haga un resumen para el
informativo de radio o televisión.
Las Tecnologías de la Información y Comunicación no sólo han transformado
los sistemas de producción y distribución de las noticias, sino que también han
propiciado que los profesionales de la información tengan que asumir más tareas.
El desarrollo de estas nuevas labores ha implicado grandes cambios en las
rutinas de trabajo de los periodistas y también en las destrezas necesarias para
desarrollarlas. Según Salaverría (2003), a los periodistas se les exigen una serie de
aptitudes que conforman el perfil multimedia: trabajo en equipo, dominio de las
La información económico-bursátil en los medios digitales
133
herramientas de grabación y edición digital, versatilidad elaborando contenidos que
integren texto, infografías, audios y enlaces externos, así como capacidad de reacción
para enfrentarse a la información de última hora.
Si analizamos por ejemplo la redacción del diario El Economista, periódico
especializado en economía, observamos cómo sus integrantes, además de ser traductores
de esta especialidad en el medio impreso, pueden escribir para web o grabar ante las
cámaras una noticia de un minuto en la que se analiza cómo ha funcionado el Ibex 35 a
lo largo del día. Un ejemplo lo tenemos en Laura de la Quintana, periodista de la
sección de Mercados, cuya actividad diaria está repartida entre el medio impreso, digital
y televisivo.
Esta necesidad de adaptación del periodista y la información a distintos soportes
es el resultado de la reestructuración empresarial que han sufrido los medios en los
últimos años. En unos casos, los flujos de trabajo se definen de manera que los
periodistas realizan crónicas para más de un soporte. En otros, hay redacciones
separadas coordinadas por los denominados ‘administradores de noticias’ que valoran
los contenidos y los flujos informativos. Dos modos de desarrollar información a los
que Marta Rico, en su artículo “Periodista multimedia interactivo: eje de los grupos de
comunicación españoles” (2012) denomina ‘integración completa’ y ‘medios en cruz’.
La polivalencia de los redactores de Bolsa, ya sea en los medios digitales o
tradicionales, implica mayor formación. De lo contrario, no podrán ofrecer razones de
los cambios en los precios de las cotizaciones ni explicar el mismo fenómeno a los
distintos públicos en función de su nivel de especialización. El informador debe ser
capaz de transmitir la información clave, añadirle explicación y análisis y, además,
comentarla con un lenguaje que sea comprendido por un público cada vez más
heterogéneo. Tiene que ser capaz de que aquello que difunde sea entendido por alguien
que apenas tenga conocimientos en la materia, pero sin defraudar al mismo tiempo a
aquel que sabe sobre este tema y espera cierta calidad en una información de Bolsa
emitida por un medio de comunicación.
El periodista ha dejado de ser un intermediario para ser un intérprete.
Especialmente en el campo de la información económica, el periodista ayuda a entender
la realidad que rodea a los ciudadanos aportando detalles de aquello que acontece y su
por qué. Realiza una función pedagógica que permite que poco a poco los ciudadanos
adquieran conocimientos en la materia a través de los propios medios de comunicación.
Para ello, una vez que se recibe el comunicado de la fuente, ya sea institucional o
La información económico-bursátil en los medios digitales
134
empresarial, el periodista descodifica e interpreta el mensaje a fin de adaptarlo a los
códigos y símbolos comunicativos de su audiencia. Su función consiste en divulgar sin
perder el rigor y la minuciosidad.
Tal y como detallan Coca y Diezhandino al citar a Warren, “la veracidad
siempre es primordial en la actividad periodística, pero -exceptuando tal vez los sucesos
criminales y los casos judiciales- no existe ninguna especialidad de la prensa donde la
precisión resulte tan necesaria como en la información económica” (1991:85).
La veracidad y objetividad del periodista en esta profesión son elementos
imprescindibles que deben estar en línea con las demandas informativas de las
audiencias. La gente quiere saber más y exige la información en el momento que
quiera, dónde y cómo quiera. No importa si están en casa, en la oficina o pasando el fin
de semana en su casa del campo. Quieren estar informados, y en el caso de la
información económica, quieren además conocer la información lo más rápido posible.
“La actualización continua es una de las mayores fortalezas de los medios
digitales, y a la vez una de las mayores exigencias que se le hace al periodista que
trabaja en esta área” (Valero, 2011). La aplicación de las nuevas tecnologías ha
desarrollado una nueva forma de entender la comunicación en la que la
hipertextualidad, la convergencia multimedia y la interactividad son primordiales en el
trabajo de los periodistas.
La información 24 horas es ahora una actualización, minuto a minuto. Es lo que
demanda la población, y la entrada en escena de redes sociales como Twitter han
fortalecido los esfuerzos de los profesionales por informar con la mayor rapidez posible,
sin olvidar el rigor y la calidad de la información transmitida.
El consumidor de información está permanentemente conectado, es impulsivo y
accede a la información a través de distintos cauces, por lo que los periodistas están casi
obligados a elaborar su discurso sobre la marcha con el objetivo de que su información
no quede obsoleta frente a la competencia.
Además, los periodistas bursátiles, al igual que el resto de periodistas, se han
convertido en un periodista multimedia interactivo que intercambia información con la
audiencia y gestiona los formatos informativos en función de cada uno de los soportes.
De esta manera, la audiencia intercambia información y conocimientos al tiempo que
elige el canal por el que quiere recibir la información, en función de sus preferencias y
necesidades.
La información económico-bursátil en los medios digitales
137
CAPÍTULO 5. La selección de audiencias en la información bursátil.
“La economía es un asunto difícil y técnico,
aunque nadie se lo crea”.
Keynes.
La evolución de las tecnologías de la información y comunicación, la cada vez
mayor competencia mediática o el surgimiento de audiencias selectivas son tres de las
causas que han propiciado el nacimiento y desarrollo del periodismo especializado. Éste
intenta satisfacer las necesidades de los receptores, quienes demandan una información
más individualizada, rigurosa y que esté elaborada por profesionales en la materia. Unos
profesionales que como ya se ha mencionado en el capítulo anterior, deben facilitar a la
audiencia el conocimiento mediante un lenguaje accesible.
La especialización económica viene determinada por el tema que se aborde, las
fuentes consultadas y el enfoque que se elija. Por ejemplo, la fusión de Bankia con Mare
Nostrum de principios del año 2017 puede ser incluida en la sección económica si se
presenta como una estrategia para optimizar la recuperación de las ayudas públicas del
Estado o si se habla de los proyectos económicos de ambas entidades.
No obstante, este mismo tema puede incluirse en la sección de sociedad si se
centra en la situación personal en la que se quedarán aquellos afectados por los ajustes
de plantilla.
En el caso de que la información se aborde desde una perspectiva económica, el
periodista tendrá que enfrentarse a uno de los grandes retos de esta especialidad:
transmitir la información empleando un lenguaje que sea fácilmente descodificado por
la audiencia. Y es que el imperio del número y la palabra, el gráfico y la tabla, arrastra
desde sus inicios un tópico que la relaciona con el oscurantismo y la falta de sencillez.
“Incluso quienes se la saltan saben que es importante. Que muchos no se detengan en
ella tiene más que ver con la dificultad del lenguaje y temas, que con la importancia”.
(Diezhandino, 1991:117).
Fruto de estos tópicos, la sección de economía se ha caracterizado por ir dirigida
a entendidos en la materia, a ejecutivos con interés en las finanzas y la evolución
económica de las empresas. En definitiva, ciudadanos con unos conocimientos elevados
en la temática. Sin embargo, el desarrollo social y económico del país, así como la
necesidad de la población de formarse en temas financieros, ha propiciado un
La información económico-bursátil en los medios digitales
138
incremento de su demanda hasta el punto de que la cotización de ciertas empresas o el
estado de la prima de riesgo han ocupado las portadas de los periódicos generalistas.
Este interés ha favorecido que su público sea cada vez más amplio y
heterogéneo, haciendo necesario el empleo de un lenguaje que, sin perder el rigor y la
precisión que caracteriza esta área de especialización, satisfaga las necesidades de la
audiencia. Una audiencia que abarca, desde el economista experto, al ciudadano sin
conocimientos financieros.
Tal y como señala Manuel de Ramón (1997:440) a pesar de que la información
vaya dirigida a públicos con distinto nivel de conocimiento de la materia, no hay que
renunciar a dar una noticia profunda, siempre y cuando se intente explicar al máximo.
Un hecho que hoy en día, gracias al desarrollo tecnológico y las posibilidades que
ofrecen los medios digitales, es aún más sencillo mediante el empleo, por ejemplo, de
los hipervínculos.
En el caso de los medios online, el lenguaje empleado en las informaciones
económicas es aún más relevante. No hay que olvidar que el periodismo incluye la
formación entre sus funciones, y es precisamente por lo que apuestan los periodistas de
información económica. Por este motivo, el profesional ha de procurar que lo que
escriba sea asequible y comprensible para el conjunto de la población, dada la facilidad
de acceso del público a la Red.
Por otro lado, la concepción de los medios digitales como un vehículo que
transporta la información de manera fugaz, implica que los periodistas tengan que
trabajar en gran medida el texto periodístico. Eduardo Bendala afirma que los
periodistas especializados en economía “deben contar historias comprensibles, amenas,
interesantes, trascendentes, divertidas, anti-retóricas, salpicadas con detalles y anécdotas
de la vida real, que utilizan un lenguaje rico y que desechan tecnicismos que sólo
entenderían los iniciados” (APIE, 1995:134).
En los últimos años se ha producido un gran avance en este sentido. Términos
antes desconocidos por el conjunto de la población se incluyen ahora en las
informaciones económicas sin que ello suponga un menosprecio para la audiencia. La
mayor formación de los periodistas para facilitar el entendimiento de las informaciones,
el esfuerzo realizado para explicar las noticias y el empleo de menos tecnicismos
facilitan la interpretación de sus textos.
Sin embargo, en algunas ocasiones es inevitable el uso de palabras técnicas
propias de una especialidad. En la mayoría de los casos, para facilitar esa comprensión
La información económico-bursátil en los medios digitales
139
de la que hablábamos, los tecnicismos van acompañados de una breve explicación. Sin
ir más lejos, el diario El País, en su edición digital, publicaba una noticia el 13 de mayo
de 2016 sobre la situación económica de Abengoa. En ella se explicaba no sólo a qué se
dedica esta compañía, sino también términos financieros como el EBITDA, al que se
refiere como “el beneficio bruto de explotación”.
Foto 3. ElPaís.com. 13 de mayo de 2016
Otro ejemplo lo observamos en el periódico especializado Expansión. El 3 de
marzo de 2017 hacía referencia en su edición digital al incremento de empresas que se
encuentran en concurso de acreedores. A pesar de que en el titular se emplea este
concepto y quizás muchos lectores no sepan exactamente en qué consiste, en el primer
párrafo de la información queda aclarado.
Foto 4. ElPaís.com. 3 de marzo de 2017
Tras estos ejemplos, se puede afirmar que el uso de tecnicismos parece lógico
siempre y cuando se expliquen y no oscurezcan el texto. Hay que tener en cuenta que
son muchas las secciones de los diarios que cuentan con su propia jerga, es decir, un
conjunto de caracteres lingüísticos específicos de un grupo de hablantes dedicados a una
actividad concreta. Por ejemplo, la sección de deportes emplea diariamente términos,
algunos de ellos en inglés, que todos sus receptores comprenden. Derby, hat-trick o
córner son tecnicismos propios de cualquier partido de fútbol que han sido admitidos y,
en algunos casos, incluso castellanizados.
Igual que ocurre en la sección de deportes, en economía también es necesario
crear una cultura en el público y, aunque en un principio haya términos que sea
necesario explicar, llegará un momento en que esas y otras palabras sean interiorizadas
por el conjunto de la población.
La información económico-bursátil en los medios digitales
140
De hecho, a pesar de lo que puede parecer en un primer momento, hay autoras
como Ana Gisela Yépez que han analizado el lenguaje hablado en información bursátil
y se refieren a él de la siguiente manera:
“Su lenguaje no tiene un alto grado de abstracción, ya que, salvando las lógicas
dificultades contextuales, es más o menos accesible a los no iniciados, se sirve
de la lengua común al adaptar sus vocablos a la labor específica; hace un
considerable uso del léxico especializado, casi siempre producto tanto de la
traducción y castellanización de términos ingleses, como de la especialización
del léxico común; todo ello expresado con una sintaxis libre, cercana a la de la
conversación cotidiana”. (Yépez, 2002:26).
Aun así, afirma la misma autora, “es evidente que el carácter especializado, el
objetivo informativo y, sobre todo, las circunstancias más o menos tipificadas, hacen
que muchos de los intercambios del lenguaje bursátil correspondan a rutinas verbales
que restan espontaneidad al discurso”.
Con el objetivo de dotar al discurso de mayor claridad, son numerosos los
autores que apuestan por el empleo de un lenguaje más llano y accesible con el que no
se pierda el rigor y la serenidad que siempre ha caracterizado a la información
económica. En este sentido se expresaba el redactor jefe de la sección de mercados del
diario El Economista, Joaquín Gómez, en una entrevista con la autora de esta tesis. En
ella apuntaba la necesidad de generar
contenidos atractivos en los que se den a
conocer elementos básicos mediante
textos claros. Para ello, por ejemplo,
relataba como en su diario, que
recordemos es de tirada nacional,
optaron por emplear los colores de los
semáforos para indicar la situación
financiera de las empresas. De este
modo, el verde indicaba solvencia, el
ámbar una situación intermedia y, el rojo, problemas financieros.
Gracias a ideas como esta, conceptos totalmente ignorados por el conjunto de la
población hasta hace unos años, como pueden ser los índices de referencia hipotecarios,
Foto5. El Economista. El día a día del mercado
La información económico-bursátil en los medios digitales
141
se han convertido en palabras que la audiencia reconoce. Sin embargo, el área de
información económica de los distintos medios, ya sean impresos, audiovisuales o
digitales, sigue siendo percibida como una de las más complejas. Su dificultad de
comprensión, elevada para el público, es uno de los grandes retos afrontará el
periodismo económico a lo largo del siglo XXI.
5.1. El lenguaje: la resistencia de la información económica.
La complejidad es considerada una de las grandes barreras que dificultan la
cobertura periodística de los hechos económicos, especialmente si tenemos en cuenta
que todos los ejecutivos cuentan con mayor formación financiera que los propios
periodistas.
A finales del siglo pasado, Coca y Diezhandino (1991:129) defendían que una de
las causas por las que la información económica en los medios generalistas era poco
leída no tenía que ver con su importancia, sino con su falta de comprensión. Prueba de
ello fue el resultado de la encuesta realizada en esa misma época por la Asociación de
Periodistas de Información Económica (APIE). En ella se analizaba el grado de interés
que despertaba este tipo de información en la sociedad y cuál era su grado de
entendimiento.
Los resultados extraídos de la misma reflejaban la dificultad de la ciudadanía
para entender la información de esta especialidad. Concretamente, el 74% de los
encuestados consideraba, en ese momento, que el lector medio español carecía de la
cultura económica necesaria para comprender las noticias de esta sección.
Treinta años después, parece que el lenguaje económico y su entendimiento han
tenido una evolución positiva. El aumento de la cultura financiera de la sociedad,
sumado al esfuerzo de los periodistas por explicar los términos económicos, su mayor
formación, a la que nos referimos en el capítulo anterior, o su afán por emplear un
lenguaje más llano; han permitido no sólo que aumente el público lector de esta
especialidad, sino también el grado de comprensión de las noticias.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y la batalla del lenguaje de la
información económica no está totalmente ganada. Es necesario seguir dando nuevos
pasos hasta conseguir un pleno conocimiento de la materia, como ocurre en otros
ámbitos del periodismo.
La información económico-bursátil en los medios digitales
142
Las secciones de los distintos medios de comunicación se caracterizan por
ocuparse de la información de una especialidad, de una temática concreta; lo que
implica un público objetivo, una manera de redactar y, sobre todo, unos términos
específicos en función de cada materia. Todas ellas tratan sobre una materia concreta,
no obstante, la manera en que han de enfrentarse a ella es distinta.
En la mayoría de los casos es posible entender la idea general de la información
sin necesidad de comprender todas y cada una de las palabras que la conforman. Bien es
cierto que, en ocasiones, en secciones como ‘Ciencia’ no hay más remedio que emplear
vocablos propios de la especialidad que pueden oscurecer el texto, pero en general, se
entiende.
En Economía, el empleo de terminología específica es continuo. A ello hay que
sumar que se trata de una ciencia que apenas está asentada en la sociedad y que en el
caso de la información online está condicionada por factores como el tiempo, las
imágenes, el lenguaje o el rigor de la noticia.
Internet es el medio que ofrece la mayor capacidad de difusión de mensajes. Por
este motivo, los periodistas económicos online se enfrentan al reto de llevar la economía
más allá de los círculos restringidos de la prensa especializada y poner al alcance de la
ciudadanía noticias que afectan a su vida diaria. Sin embargo, la dificultad del lenguaje
empleado en esta ciencia hace que no sea tan sencillo.
Un ejemplo claro se percibe cuando se compara la información deportiva con la
económica. En la primera de ellas, cuando se hace referencia a un fuera de juego, el
público logra hacerse una idea de qué se quiere transmitir, incluso cuando no se sabe
mucho de fútbol. Por el contrario, son muy pocos los que realmente conocen el
significado de euríbor o recesión.
Desde los años ochenta del siglo pasado, momento en el cual la información
económica comenzó a introducirse en los hogares españoles de manera más habitual, la
cultura financiera ha mejorado. Ha calado la idea de que la vida está llena de decisiones
económicas, desde formar una familia o adquirir una vivienda hasta jubilarse. Y es
imprescindible que los ciudadanos sepan analizar y valorar sus decisiones de ahorro e
inversión y las consecuencias que pueden derivar de las mismas.
Gracias a estos cambios y la percepción de necesidad de información
económica, palabras como bróker, antes completamente desconocida para el gran
público, a día de hoy -al menos- se identifica con la economía. Un progreso destacable
que al mismo tiempo refleja el lento proceso de aprendizaje, ya sea por los estereotipos
La información económico-bursátil en los medios digitales
143
que siempre han acompañado a esta ciencia o por la dificultad de la misma. Lo que está
claro es que los periodistas de esta especialidad deben hacer un esfuerzo añadido: no
sólo tienen que transmitir una información. También han de traducir continuamente los
vocablos propios de la misma, puesto que, al fin y al cabo, la economía global atañe a
todos los bolsillos.
Un ejemplo de ello lo presenta Rosa del Río en su obra Periodismo Económico
cuando se hace referencia al lanzamiento de una Oferta Pública de Adquisición sobre
Banesto por el Banco Bilbao en 1987. Relata cómo Lázaro Carreter arremete contra el
lenguaje empleado en las crónicas del momento en las que se pretendía informar sobre
lo ocurrido, ya que, bajo su punto de vista, la comprensión por el público generalista fue
nula.
Sin embargo, éste no es el único ejemplo de catarsis para el periodismo
financiero. Arrese (2010) critica la información que difundieron los medios
especializados en pleno Crac del 29 y asevera que ningún diario financiero estuvo a la
altura de las circunstancias. Es más, a lo largo de esta tesis ya se ha señalado cómo hay
autores que consideran que los lectores estadounidenses que abrían sus periódicos para
conocer detalles del Crac, habían comprendido mejor lo que sucedió leyendo Variety, la
revista del mundo del espectáculo, que publicaciones como The Wall Street Journal
(2010:19).
Esta misma idea se puede apreciar si comparamos los titulares de ambas
publicaciones el día siguiente al martes negro de Wall Street, día en que el mercado
bursátil sufrió una importante caída. Mientras que el diario estadounidense
especializado en temas financieros abría su número del 30 de octubre de 1929 con un
titular cauteloso: “Las acciones se mantienen después de bajar”; la revista del
espectáculo era más directa y titulaba: “Wall Street en quiebra”.
El periodista es el intermediador de conocimientos y, por tanto, es el encargado
de transmitir y traducir las informaciones de manera que sean entendidas por el gran
público. Para ello será necesaria la adaptación del lenguaje a la cultura económica de la
audiencia y, posteriormente, al uso que ésta haga de la información. No se puede
redactar de igual manera para un ejecutivo del mundo de las finanzas que conoce
perfectamente todos y cada uno de los conceptos de la especialidad que para un inversor
particular que apenas está familiarizado con los términos. Aun así, los medios
generalistas deben apostar por una información en la que ambos se sientan cómodos. En
la que el rigor y la divulgación convivan en armonía para que ambas audiencias, a pesar
La información económico-bursátil en los medios digitales
144
de tener un grado de conocimiento diferente, comprendan la información y satisfagan
sus necesidades informativas.
Este es el gran reto al que se enfrentan los periodistas especializados en
economía en las primeras décadas del siglo XXI. El hecho de que la información
económica esté más presente en los medios de comunicación no es sinónimo de que la
sociedad esté del todo familiarizada con sus conceptos. De hecho, un estudio elaborado
por el Observatorio de Medios de la UNIR en 2013 apunta que se ha incrementado la
información económica en los medios, pero no el conocimiento.
El estudio, basado en una encuesta realizada a unas 2.500 personas de toda
España analiza el contenido de los medios de comunicación y la percepción de los
ciudadanos de la crisis económica a través de los propios medios. En este informe se
constata que el porcentaje de españoles a los que les interesan los temas económicos es
elevado; sin embargo, asevera que les interesan aquellas cuestiones que pueden
afectarles directamente. Es decir, la población da más importancia a las noticias sobre el
paro, la subida de impuestos o el euro por receta; que a aquellas que tienen que ver con
la prima de riesgo.
Esta concepción errónea sobre la economía, en la que se piensa que la prima de
riesgo no tiene ninguna repercusión para el bolsillo de los españoles, es la tarea a la que
tienen que hacer frente los periodistas de esta especialidad.
Conseguir que la audiencia entienda la economía y cómo le afecta en todas las
vertientes de su vida, es principal para que este tipo de información sea por fin
comprendida por el conjunto de la sociedad. Para ello es necesario emplear un lenguaje
accesible que permita la popularización de la terminología económica y, en
consecuencia, incremente la cultura financiera del país. Un hecho que no sólo tendrá
repercusión a nivel educativo, sino también a nivel económico nacional, dado que los
ciudadanos sabrán cómo sacar el mejor partido a sus ahorros; mejorando con ello su
propia economía.
“La información económica requiere no sólo una permanente explicación del
significado de cada término, sino del ámbito al que se refiere. Necesita una información
bastante didáctica.” (Cebrián, 1994:521). Es precisamente esa capacidad la que
determinará que la audiencia se sienta o no atraída por los contenidos financieros.
A pesar de que la economía afecta a la vida diaria de la sociedad en su conjunto,
la falta de preparación y la aridez de la temática conlleva que muchos sientan reticencia
a una sección tan relevante para su día a día. A ello hay que sumar el conservadurismo
La información económico-bursátil en los medios digitales
145
formal y visual que siempre ha acompañado a la información económica. El empeño en
conseguir que fuese una sección que destacase por la precisión en la narración y el
empleo de los vocablos más adecuados para cada una de las ideas que se quieren
transmitir ha propiciado que en muchas ocasiones las informaciones económicas hayan
tenido ‘falta de imagen’; algo que está mejorándose tras el salto de la información
económica a los medios digitales.
Partiendo de la base de que para entender la economía hay que tener unas
nociones básicas de la misma, son muchos los individuos que emplean los medios de
comunicación social como base de su formación, aunque sea lenta, en esta materia. Por
ello, los medios de comunicación están llamados a reducir el número de tecnicismos
que dificultan la comprensión de las informaciones.
“En la aceptación o rechazo de los usos lingüísticos existen grados de tolerancia
que dependen de la profesión o nivel sociocultural de quien los practique. Así, a
un economista no le importa oír ni usar expresiones como cash flow, Wall
Street, joint venture, insider trading, holding o marketing y docenas más, para
las cuales se han propuesto, sin mucha perseverancia, diversas traducciones.
Pero usados esos términos fuera del ámbito profesional pasarían por
pretenciosas pedanterías indignas de gente civilizada. Este es un punto que
conviene resaltar en cualquier tratamiento global del fenómeno a saber, el
alcance de su difusión” (Lorenzo, 1992:11)
Esta premisa de sencillez es por la que abogan la mayoría de los medios de
comunicación en sus libros de estilo; aunque bien es cierto que no en todos ellos se hace
alusión a las cuestiones lingüísticas de los textos, sino a la corrección gramatical o la
claridad en la sintaxis. Este es el caso de dos de los periódicos cuyos textos de
información económica analizaremos en las próximas páginas.
En el diario El País, se insta a los periodistas a emplear en sus escritos “términos
comunes, pero no vulgares”. Además, en el caso de este periódico, se matiza que en el
caso de que haya vocablos poco frecuentes por ser especialmente técnicos, “es preciso
explicar al lector su significado”.
“Los periodistas han de escribir con estilo de periodistas, no con el de los
políticos, los economistas o los abogados. Los periodistas tienen la obligación
de comunicar y hacer accesible al público en general la información técnica o
La información económico-bursátil en los medios digitales
146
especializada. La presencia de palabras eruditas no explicadas refleja la
incapacidad del redactor para comprender y transmitir una realidad compleja. El
uso de tecnicismos no muestra necesariamente unos vastos conocimientos, sino,
en muchos casos, una tremenda ignorancia”. (El País, 2014:23)
En el caso de ABC se aplica una práctica parecida. El periódico también fomenta
la claridad en los textos de sus periodistas, así como el vocabulario accesible y las frases
cortas, pero variadas. De este modo, se facilita al público generalista la comprensión de
la información
“Los redactores de ABC usarán siempre un vocabulario que resulte accesible al
lector medio: nunca se emplearán palabras que el propio redactor no entienda.
Toda palabra desconocida es un obstáculo para la comprensión del texto, lo que
incomoda al lector. Cuando no haya más remedio que utilizar términos poco
frecuentes, deberá explicarse su significado. Asimismo, se reducirá al mínimo el
uso de tecnicismos, neologismos, extranjerismos y expresiones de argot”.
(ABC, 2001).
A pesar de estas directrices marcadas por los libros de estilo de los distintos
medios de comunicación, son numerosos los artículos económicos que cuentan con
vocablos desconocidos para la mayoría de la población. Una práctica, que siempre que
vaya acompañada de una explicación del término, servirá para incrementar la cultura
financiera de la población.
Esta es precisamente la línea que sigue el diario ABC en su publicación del 15 de
abril de 2016 en la que se hace referencia a los diez territorios offshore. A pesar de que
se emplea ese vocablo en el titular y puede dificultar el entendimiento del mismo, la
palabra va entrecomillada.
Posteriormente, en el primer párrafo de la información se define el concepto
como “los territorios extranjeros que cuentan con una relación financiera más activa con
las inversiones en nuestro país”. Mediante estas aclaraciones, la economía se acerca a la
sociedad. Permite que aquellos que no tenían conocimientos previos sobre los territorios
offshore, puedan comprender la noticia, adquirir nuevos conocimientos y quizás, dejar
de lado su reticencia hacia unas informaciones que, gracias al uso de estas estrategias
explicativas, pueden comprender sin problemas. He aquí el ejemplo del que hemos
hablado en estas líneas:
La información económico-bursátil en los medios digitales
147
Foto 6. ABC.es. 15 de abril de 2017
Estas mismas pautas de redacción las aplicó el diario El País el 4 de abril de
2016 en su artículo titulado “¿Son ilegales las sociedades offshore? Depende de para
qué se usen”. En él se explica el vocablo nada más comenzar la lectura, definiéndolo
como “sociedades constituidas y registradas en un país diferente al que opera”.
Foto 7. ElPaís.com. 4 de abril de 2016
Recurrir a términos extraídos del inglés como sociedades offshore, rating,
holding o stock, empleados diariamente en el argot de economistas y profesiones
relacionadas con las finanzas, ayudan a crear cultura financiera.
Sin embargo, para lograr que esta cultura financiera llegue a la gente que no está
relacionada profesionalmente con el sector es necesario incluir ciertos términos
económicos en las noticias y explicarlos, como en los ejemplos anteriores.
La información económica ha dejado de ser únicamente una información
destinada a ejecutivos. Un público cada vez más heterogéneo decide acercarse a la
información económica, y la explicación de estos términos es la única manera de que
La información económico-bursátil en los medios digitales
148
comprendan que éstos y otros muchos vocablos tienen una relación muy estrecha con su
día a día.
Sólo de este modo será posible que los ciudadanos de a pie entiendan la
economía y comprendan cómo influye en sus decisiones. Por este motivo hay que evitar
textos rebuscados que apenas se entiendan. Carmen Pérez de Arminán nos muestra un
ejemplo con el que pretende reflejar la dificultad que puede alcanzar un texto
periodístico en lo que a comprensión se refiere:
“Una asociación con otra empresa es una ‘joint venture’ que puede exigir buscar
un ‘chairman’, es decir, un presidente. Nada mejor que utilizar para ello
servicios de un ‘head hunter’ o caza de cerebros que puede tener en ocasiones
información privilegiada o ‘insider trading’ y desde luego conoce la manera,
‘know-how’ de descubrir los mejores profesionales. Algunas de estas empresas
exigen un ‘lay away’ o desembolso anticipado antes de hacer un ‘planning’ de
trabajo para contactar con posibles candidatos cuya disponibilidad futura debe
ser ‘full time’, a tiempo completo” (Pérez de Armiñan, 1997:51).
Este texto refleja cómo el exceso de términos complejos en una información
implica el abandono de la lectura y, en consecuencia, fomenta la reticencia hacia todo
tipo de informaciones que estén relacionadas con esta temática.
5.2 Niveles de especialización
Partiendo de la base de que la economía ya no sólo atañe a los grandes magnates
o empresarios, sino al conjunto de la población, los medios de comunicación intentan
adoptar cada vez más un lenguaje llano y coloquial a nivel general, aunque como es
lógico, los periodistas terminan por adaptarse a las circunstancias de los públicos de su
medio de comunicación y los tecnicismos no terminan de desaparecer de sus crónicas.
En algunas ocasiones, el intento de aunar conocimiento, rigor y profesionalidad,
convierte las noticias en “difícilmente comprensibles, no sólo por los especialistas en la
materia, sino incluso por los que tienen cierta formación económica” (Coca y
Diezhandino, 1991:130).
Tal y como expresó Guillermo Ginés, periodista económico en el diario ABC en
unas declaraciones para esta tesis, “el problema es que la prensa económica en algunos
La información económico-bursátil en los medios digitales
149
casos prefiere incluir conceptos más complejos para parecer más especializada. De esta
forma lo que se consigue es expulsar al lector de la noticia”.
Además, hay que tener en cuenta que a pesar de que más de un tercio de los
usuarios de Internet consulta algún medio de comunicación online, más de un 65% lo
hace a través de smartphones o tabletas en momentos en los que no está plenamente
concentrado en la lectura. Y es que no es lo mismo leer una noticia sobre la caída de las
acciones de Volkswagen tras el escándalo de las emisiones mientras uno va en metro,
que en casa tras una jornada de trabajo.
Por otro lado, no toda la audiencia tiene la misma capacidad para descodificar
los mensajes ni todos los públicos manejan de igual manera las nuevas tecnologías de la
información. Teniendo en cuenta estos y otros aspectos, Javier Fernández del Moral
(2004) divide los niveles de especialización informativa en tres, siendo relevante el tipo
de público al que van dirigidas las informaciones:
- Primer nivel: público general.
- Segundo nivel: expertos de tipo medio.
- Tercer nivel: personas con buena formación técnica.
El primero de ellos, el nivel básico de especialización, está formado por
receptores que apenas tienen conocimientos sobre finanzas y en un principio, su interés
por la materia no es significante. Se trata de un nivel de especialización propio de las
secciones de la prensa generalista diaria y lo que Fernández del Moral denomina
‘divulgación informativa’. En ella el grado de especialización del lenguaje debe ser
mínimo, sin perder el rigor ni la profesionalidad, y el periodista debe hacer un esfuerzo
extra por captar el interés de la audiencia, ya que no suele tener predisposición por esta
materia.
Asimismo, se debe acercar la economía al lector con casos que le sean próximos
como puede ser la subida de salarios o el ERE de una empresa en cuestión. También se
deben introducir análisis coyunturales que faciliten la comprensión del texto, aportando
datos precedentes y complementarios a la información. El uso de ejemplos y apoyos
gráficos también será relevante, puesto que estos elementos despiertan la curiosidad del
lector y hacen más atractivo el texto.
Se trata de una audiencia que tiene una idea de lo que es un tipo de interés,
incluso ha oído hablar de la prima de riesgo y los bonos del tesoro, pero no tiene una
La información económico-bursátil en los medios digitales
150
idea definida de en qué consisten. Por eso, los medios tienen que ejercer una función
pedagógica y formativa en la que se explique diariamente a los lectores en qué consisten
los términos de los que se habla. Sólo con una labor periodística basada en la
divulgación, la audiencia de este nivel de especialización será capaz de entender de lo
que se habla y decidir leer la noticia hasta el final.
“En cuanto a la divulgación, existe el riesgo de pensar que el telespectador es
tonto y ponerse en plan magisterio. Divulgar es dar los datos importantes, de
forma clara y sencilla, para que el telespectador se forme su opinión. Pero no
sustituirle dando doctrina”. (Gilsanz, 1995:60).
Esta divulgación debe contar siempre con un propósito didáctico que permita
que las gentes más sencillas comprendan la economía y sean conscientes de la
importancia que tiene esta sección para su vida diaria.
Sin embargo, el intento por acercarse a un mayor número de lectores mediante
un lenguaje llano y comprensible debe hacerse bajo unos parámetros de rigor, sin caer
en la vulgarización. En este sentido, Coca y Diezhandino (1991:142) alertan de la
presencia de “recursos bélicos, coloquialismos o literarización que son un mero adorno,
un barniz que apenas sí ayuda a la comprensión de los textos”, o la presencia de gran
cantidad de tecnicismos que, en el afán de no cometer errores, oscurecen el texto.
Tabla 2. Fuente: Elaboración propia a partir de Javier Fernández del Moral (2004)
El segundo nivel, denominado de ‘especialización media’, corresponde a
aquellos receptores que poseen ciertos conocimientos de información económica. Se
trata de una audiencia interesada en informaciones concretas como pueden ser las
fluctuaciones de la Bolsa o la evolución de un determinado valor.
En este caso, el periodista debe tener en cuenta que se trata de un público ya
iniciado en las finanzas, bien por lo que han aprendido con sus propios negocios o bien
a través de los medios de comunicación. Este grado de conocimiento implica que el
Nivel de Especialización Público Labor periodística
Primer Nivel Público general Divulgación
Segundo Nivel Expertos de grado medio Análisis y crítica
Tercer Nivel Especialistas Intermediación
La información económico-bursátil en los medios digitales
151
periodista tenga que profundizar en mayor medida en las informaciones y realizar un
tratamiento más analítico que el empleado en el primer nivel de especialización.
Se trata de una audiencia preocupada por la actualidad informativa, un público
que intenta profundizar en las informaciones, ahondar en los temas y conseguir una
mayor formación a través de los medios de comunicación. A pesar de que no pueden
entender a la perfección una información transmitida directamente por las fuentes, su
nivel de descodificación es aceptable. Es un público que ya conoce los conceptos
económicos generales y, en consecuencia, el periodista puede tomarse la libertad de
emplear determinados términos técnicos sin necesidad de explicarlos.
El último y más elevado nivel de especialización según Fernández del Moral es
el de ‘especialización alta’. Formado por receptores expertos en la materia, se exige un
tratamiento más técnico y profesional de las noticias de actualidad económica para
satisfacer sus necesidades.
Empresarios que manejan grandes fortunas, ejecutivos, pequeños accionistas o
directores de banca son algunos de los perfiles de este nivel de especialización. Unos
perfiles que normalmente han adquirido sus conocimientos a nivel académico o
profesional y, por tanto, entienden bastante de economía.
Además, al tener unos intereses directos en la materia desean que la información
llegue a ellos de la manera más rápida e inmediata posible. Por este motivo Internet y
los medios digitales se han convertido en sus grandes aliados.
Esta audiencia también demanda datos, siendo más importante que el periodista
se centre en aportar cifras precisas que en preocuparse por los términos empleados en el
texto. Al ser expertos en la materia conocen al dedillo la jerga empleada en el parqué, lo
cual tampoco quiere decir que el periodista deba abusar de tecnicismos que configuren
una información indescifrable.
El nivel de conocimiento que este tipo de audiencia tiene sobre finanzas es tal
que en numerosas ocasiones se convierten en fuentes informativas de los propios
periodistas.
5.3 Periodistas vs. Economistas
La especialización periodística en el área económica vive desde sus inicios
ligada al debate de si deben ser los periodistas o los economistas los que redacten este
tipo de información. Ángel Arrese (2000:317) relata como ya en 1894 un profesor de
La información económico-bursátil en los medios digitales
152
Economía Política de la Universidad de Edimburgo, J.S. Nicholson, defendía que los
periodistas debían poseer conocimientos teóricos profundos como para tratar con
propiedad las noticias económicas de actualidad.
Esta controversia, lejos de contenerse en el tiempo, se ha ido agudizando hasta el
punto de que en pleno siglo XXI aún hay diversidad de opiniones sobre quién es más
adecuado para escribir sobre economía, en un momento en que el periodismo se
enfrenta a los retos derivados de las nuevas tecnologías.
El economista, normalmente fuente de información a la que recurre el periodista
cuando algo no le ha quedado claro, tiene un papel relevante al analizar, opinar y
explicar ciertos temas. Sin embargo, la labor informativa pretende informar de aquello
que es relevante día a día, buscar el matiz con el que llamar la atención del público o
descubrir nuevas historias.
“Frente al economista, que en general aplica su visión ‘paretiana’ del acontecer
económico a la actualidad, el periodista tiene la responsabilidad de plantear,
desde un conocimiento profundo de la realidad sin simplismos, consideraciones
ancladas en valores como la justicia, la solidaridad o el respeto a la dignidad
humana” (Arrese, 2004:297).
Esta concepción de la especialidad periodística es la que tienen medios
generalistas como Antena 3 o Telemadrid. En el caso de la primera, tal y como nos
relataba Ana Estévez, periodista especializada en economía de esta cadena, la redacción
está integrada en su totalidad por periodistas especializados en la materia, en algunos
casos con másters o estudios de Económicas.
La cadena pública madrileña también cuenta con una redacción formada por
periodistas. Éstos, al igual que en el caso anterior, recurren a economistas como fuente,
ya que son ellos los que tienen un conocimiento más profundo de la información. No
obstante, el esfuerzo que les supone sintetizar y huir de los tecnicismos hace que sea
complicado que los economistas sean los que directamente transmitan la información al
gran público.
En el caso de los medios especializados en la materia hay distintas opiniones.
Rocío Arviza, directora del programa bursátil ‘Tiempo Real’ de la cadena económica
Gestiona Radio, en declaraciones para esta tesis, también apostaba por las redacciones
de periodistas para abordar la economía, tal y como hacen en esta emisora. Bajo su
La información económico-bursátil en los medios digitales
153
punto de vista, “que redacte un economista puede presuponer un mayor conocimiento
de la materia de la que se habla, pero no una redacción adecuada, comprensible y
accesible a quien no tenga conocimientos especializados”. Además, apuntaba Arviza,
“cada economista defiende una teoría económica y su visión puede estar sesgada”.
“El economista se deja llevar más fácilmente por el lenguaje técnico y los
conceptos complejos”, explicaba Manuel V. Gómez, redactor de El País, en la entrevista
realizada para esta tesis.
Sin embargo, también existen medios de comunicación especializados que han
decidido incluir a economistas en su plantilla. Es el caso de El Economista, un medio
que tal y como nos relataba el redactor jefe de la sección de Mercados, Joaquín Gómez,
se fija más en el interés por conocer que en la formación que tengan sus redactores. “Lo
importante es emocionarse con lo que se hace”, añadía.
Ya sean periodistas o economistas los que integren las redacciones de esta
especialidad, ambos colectivos son conscientes de las dificultades existentes para
transmitir esta temática a la población. A lo largo de la historia son muchos los
economistas que han intentado mejorar la cultura económica social mediante sus
discursos, algunos de ellos con gran capacidad divulgadora, como Stigler. Sin embargo,
no todos consiguen dejar de lado los tecnicismos ni logran adecuar su lenguaje al de la
mayoría de la ciudadanía.
Por ello, y tras el análisis de algunas de las redacciones de economía de los
medios españoles, se podría afirmar que, aunque el peso económico de la
argumentación periodística sea de menor calado cuando es un periodista quien transmite
la información, su comprensión será mayor si ese periodista realmente entiende sobre
economía.
La facilidad comunicativa y de palabra que tienen los periodistas, así como la
presuposición de que consultará varias fuentes para la elaboración de su información,
permitirá que el público pueda entender mejor sus informaciones y pueda encontrar
distintas interpretaciones.
Además, como han mencionado algunos entrevistados, el periodista siempre
puede consultar a un economista experto como fuente a fin de que le aclare aquellos
aspectos que no se terminen de comprender. Una vez los haya codificado, el periodista
será quien con su facilidad de palabra actuará como traductor de esta información,
ocupándose del corto plazo, pero sin olvidar la proyección temporal de los
acontecimientos.
La información económico-bursátil en los medios digitales
154
Así, tal y como relataba Arrese (2004:297) haciendo mención a unas
declaraciones de The Economist “el hombre que puede recordar de forma convincente a
sus lectores que 2 más 2 es siempre igual a 4 tiene más valor que una armada de
escritores entrenados para usar la terminología y formulación de la economía
abstracta.”.
En esta línea, los periodistas económicos están reformulando su manera de
escribir sobre periodismo económico ayudados por las nuevas composiciones que
permiten los medios online y las nuevas demandas informativas.
5.4 El lenguaje ideal: comprensión y accesibilidad
Bernand Kilgore, editor de la redacción del Wall Street Journal en la década de
los 40 del siglo pasado, ya recomendaba a sus redactores no escribir para los banqueros,
sino escribir para los clientes de los banqueros, mucho más numerosos. Éstos abarcan
desde los grandes ejecutivos de las finanzas que conocían todos los aspectos
relacionados con la materia bursátil, a ciudadanos sin apenas conocimientos financieros
que lo único que les preocupaba era llegar a fin de mes y poder ingresar en el banco una
pequeña parte de sus ahorros.
Este público cada vez más heterogéneo es la nueva audiencia de las noticias
económico-bursátiles, motivo por el cual los libros de estilo de los diarios españoles,
como ya se ha visto, abogan por un lenguaje comprensible, fácil y sin artificios. Un
lenguaje que se aleje del oscurantismo del que hablan Coca y Diezhandino:
“El lenguaje críptico, oscurantista a golpe de tanto gusto por el neologismo
fácil, es muy propio de la información económica. Llena de tecnicismos, de
préstamos de otros campos con los que se intenta celosa, pero muy a menudo
equivocadamente informar con rigor, el tono y el nivel del experto”. (Coca y
Diezhandino, 1997: 59).
Además, los medios intentan recuperar su función de servicio público educando
al lector, enseñándole la teoría económica y el funcionamiento de los mercados,
aportando el análisis como complemento de la actualidad. El objetivo es dejar de ser
meros transmisores de opiniones y recuperar una actitud crítica constructiva que permita
informar de las fortalezas y debilidades del sistema económico. De este modo, se intenta
La información económico-bursátil en los medios digitales
155
acabar con el analfabetismo económico que, como ya hemos visto, afecta en gran
medida al ciudadano de nivel medio.
Con la llegada de Internet, la necesidad de actualización continua y la
competencia existente por conseguir lectores, cada vez más medios online están
haciendo propia la ya conocida estrategia de los medios impresos basada en el análisis
de las noticias.
La capacidad de la prensa online de enlazar distintas informaciones mediante
hipervínculos ha permitido fortalecer la función analítica de los medios. Los enlaces en
las noticias permiten incluir páginas de análisis en las que ya sea un periodista, o un
experto en la materia, expliquen las claves para interpretar y entender los hechos
acaecidos. Sin embargo, esta estrategia no está exenta de peligros. El hecho de que se
recurra a muchos expertos puede llevar a la población a cuestionar la formación y valía
de los profesionales de información económica, además de que el periodista tiene que
seguir enfrentándose a la dificultad de analizar los hechos con un lenguaje claro y
comprensible para un público cada vez más heterogéneo.
Por ello se hace hincapié en la formación de los periodistas, quienes, en opinión
de Guillermo Ginés, periodista económico del diario ABC, no sólo tienen que conocer a
la perfección el sector para el que están escribiendo, sino también “saber comunicar las
ideas y traducirlas para que el público lo entienda”.
El periodismo económico “es la única especialidad informativa que permite
sistemáticamente titular con el dato exacto, puesto que éste es, precisamente, la
actualidad, la noticia” (Del Río, 2004:32). Sin embargo, eso no quiere decir que la
información ya esté dada. El siguiente paso es explicar en qué medida repercuten esos
grandes datos en la vida de los ciudadanos, puesto que es lo que realmente la hace
interesante. Una mera exposición de los mismos dificulta la comprensión y aumenta el
oscurantismo, por lo que es necesario aportar cifras que se comparen con las del mismo
periodo del año anterior. De nada sirve conocer el nivel en que ha cerrado la Bolsa sin
una referencia comparativa. Saber lo que supone esa cantidad es la verdadera noticia y
eso hace que en este caso las comparaciones no sean odiosas, sino necesarias.
Asimismo, se considera crucial que la información esté ordenada de manera
interesante. El dato, como se ha mencionado anteriormente, es el elemento central del
periodismo económico, y más aún del periodismo bursátil. Como tal es imprescindible
que aparezca, pero al mismo tiempo hay que presentar sus pros y sus contras, explicar
La información económico-bursátil en los medios digitales
156
cómo afectará a los receptores de la noticia y los cambios o mejoras que producirá. De
lo contrario, la información no servirá de nada.
Tal y como asevera Rosa del Río (2004:36) “la adaptación del lenguaje
especializado al lenguaje generalista es un imperativo periodístico” dado que el
periodismo pretende ser útil al ciudadano, ser un periodismo de servicio. Para ello sería
necesario ahondar, como establece Francisco Esteve (2004), en tres aspectos clave: el
lenguaje, el análisis de coyuntura y el apoyo mediante infografías.
5.4.1 El lenguaje: formar e informar
5.4.1.1 La descodificación previa de los mensajes
Los profesionales de la información económica, en su afán de demostrar la
importancia que esta ciencia tiene para los ciudadanos, mejoran sus técnicas de
expresión y el lenguaje empleado en sus crónicas. Bien es cierto que la persona
interesada en la economía es fiel a esta sección y lee todo aquello que se publique, es
una devoradora de prensa económica.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta a ese público que, afectándole
esta información a su vida diaria, muestra reticencia a la misma. Es precisamente para
llamar la atención de esta audiencia, por lo que los periodistas recurren a distintas
estrategias que acercan la información a la ciudadanía y la hacen más atractiva.
Javier Fernández del Moral, en su obra Fundamentos de la Información
Periodística Especializada (1993:57), defiende esta postura al afirmar que la
información periodística especializada “debe utilizar el lenguaje apropiado para poder
establecer esa necesaria comunicación, salvando las dificultades semánticas que puedan
existir en la transmisión del mensaje”.
Para salvar esas dificultades de las que habla este autor es necesario que los
periodistas, especialmente los especializados, realicen una descodificación previa de la
información que manejan. Tras interpretar y comprender la noticia, deben adaptarla a
las claves y símbolos comunicativos que comparten con su audiencia para que ésta la
comprenda.
Esa labor de descodificación va unida a la claridad y precisión con la que debe
redactarse cualquier texto periodístico. Si el periodista no lo entiende, tampoco lo
comprenderá el receptor. Esto es así porque “el mayor enemigo del idioma es el
lenguaje oficial”, como señala el libro de estilo del diario ABC (2001:47). “El de los
La información económico-bursátil en los medios digitales
157
políticos, que contaminan la claridad y oscurecen los significados con abstracciones,
eufemismos y un torrente de palabras innecesarias”.
La falta de claridad en un texto suele ser sinónimo de falta de entendimiento del
periodista o de la fuente. A diferencia de lo que muchos piensan, claridad no es
sinónimo de simplicidad. La información no debe perder peso ni rigor; simplemente
necesita que sea entendida por todos. Por tanto, no basta con que el periodista la
comprenda y sepa expresarla; tiene que trabajarla mucho a nivel lingüístico. Y la
“adaptación del lenguaje especializado al lenguaje generalista es un imperativo
periodístico porque la economía ha dejado de ser una información patrimonio de unos
pocos” (Del Río, 2004: 36).
El periodismo económico entendido como servicio destinado a aquellos que
toman decisiones económicas, implica que el conjunto de la población en su conjunto
sea destinataria de esta información.
“La economía y el lenguaje financiero ha alcanzado un alto protagonismo social,
saliendo de las cátedras universitarias y los consejos de administración para colarse en
los televisores, las redes sociales y los debates de nuestro salón” (Berceruelo, 2013:27).
Todos y cada uno de nosotros tenemos que estar informados sobre el PIB, el paro, la
inflación o por qué Banco Popular baja o sube en Bolsa. Esas reacciones afectarán a
nuestro bolsillo tarde o temprano, y con ello, a nuestra calidad de vida, al préstamo que
teníamos concedido, a la hipoteca o al plan de pensiones.
Los medios online, en primer lugar, y posteriormente el resto de soportes, están
cambiando la forma en que presentan la especialidad. La popularización del lenguaje
económico ha permitido que sea perceptible para el gran público, pero todavía queda un
profundo trabajo por hacer. Titulares como “Endesa eleva un 30% el beneficio y un
13% el ‘cash flow’ en 2016” o “Telefónica amplía capital en su holding digital y las
filiales” publicado en Cinco Días ponen de manifiesto el oscurantismo del que venimos
hablando en este epígrafe.
5.4.1.2 Divulgar sin vulgarizar
La ciudadanía que intenta informarse sobre la ciencia económica, “generalmente
acaba manejándose con un escaso repertorio de conceptos económicos básicos,
descontextualizados y comprendidos sólo de forma superficial” (Arrese, 2000:316).
Para evitarlo, una de las máximas de la mayoría de las redacciones de economía en los
medios es la popularización el lenguaje bursátil.
La información económico-bursátil en los medios digitales
158
Sin embargo, no hay que confundir divulgar con vulgarizar. “Divulgar no es
trivializar, para nosotros divulgar es contextualizar, ofrecer visiones generalistas que
permitan relacionar los diferentes conocimientos expertos entre sí, y éste con la
cotidianeidad de la vida social” (Fernández del Moral, 2004:25).
De este modo, entendiendo la economía como conjunto, la información
económica podrá dejar a un lado su tópico de sección peliaguda y compleja para
acercarse al público. El periodista económico se vale de la divulgación para hacer
sencillo lo complejo (Sobrados, 2013:73).
Narrar las informaciones mediante historias personales o convertir al lector en
protagonista de las informaciones son algunas de las técnicas que se emplean para atraer
a los diferentes lectores. Con ellas se llama la atención del público y se presentan los
datos como algo cercano que se necesita conocer. Se sitúa a las personas por delante de
los datos.
Sin embargo, hay que emplear esta técnica con cuidado, ya que si se toma la
parte por el todo y cada información se convierte en historia personal se conseguirá
justamente el efecto contrario: que la gente piense que eso que se cuenta solo afecta a
unos pocos. Lo que mismo que ocurrirá si se presentan los hechos como un conjunto de
mecanismos que se imponen a nivel estatal desligados de la actividad humana.
La virtud informativa se sitúa en el equilibrio entre la personalización y la
abstracción, en la búsqueda de protagonistas y la traducción de los hechos económicos
en la vida de los ciudadanos.
Precisamente, la mayor parte de la población, especialmente la que configura el
primer nivel de especialización, percibe los contenidos económicos como “lejanos,
fríos, comprensibles a medias, sin impacto personal claro, en gran medida anónimos,
sólo estadísticamente reales, y no precisamente atractivos como para incorporarlos a
nuestra conversación cotidiana” (Arrere y Vara, 2016:54). Y es esta percepción a la que
se quiere poner fin con las historias humanas.
Así, en el caso de la caída de un valor en Bolsa, como ocurrió con Terra a
principios del año 2000, sería factible haber explicado el proceso a través de la historia
de un par de familias que, sorprendidas por la caída de las puntocom, tuvo que cambiar
de nivel de vida tras invertir sus ahorros en ese valor y arruinarse. Otro ejemplo podría
encontrarse en una información que revele cómo afecta la subida de los tipos de interés
a las expectativas de ahorro de una familia.
La información económico-bursátil en los medios digitales
159
“El problema se produce cuando el periodista olvida añadir la premisa
imprescindible del oficio: transmitir los conocimientos e informaciones de la manera
asequible e inteligible que requiere el receptor” (Coca y Diezhandino, 1997:66), algo
que en el caso del periodismo bursátil se olvida fácilmente. El rigor, la complejidad y la
precisión de sus términos, así como el miedo al equívoco fomenta en numerosas
ocasiones el empleo de gran cantidad de tecnicismos, eufemismos o términos
anglosajones que simplemente sirven para enmascarar la cruda realidad.
El uso de eufemismos ha sido constante en los últimos años en el periodismo
económico español, especialmente cuando se hacía referencia a la crisis que atravesaba
España. Así, se hablaba de ‘crecimiento negativo’ para referirse al principio del declive
económico español. Las ‘reformas estructurales’ parecían menos dañinas que los
recortes que tuvo que realizar el Gobierno, o la situación de los jóvenes que se
marchaban de España se reflejaba como ‘movilidad exterior’ en la prensa económica.
Estos eufemismos no sólo aparecían en los medios especializados en finanzas
cuando se hablaba del Gobierno. Sin ir más lejos, en las informaciones analizadas para
esta tesis, noticias sobre Abengoa hablan de ‘flexibilizar la plantilla’ cuando en realidad
estamos hablando de despidos.
El lenguaje ideal de un texto bursátil pasa por la eliminación de estos
eufemismos que intentan ocultar o disimular el verdadero significado de la oración. Un
recurso que según plantean los estudios del lenguaje periodístico desarrollados por
Bernardino M. Hernando (1990:180) se suelen utilizar para cuatro finalidades diversas:
disfrazar lo fácil de complicado, lo feo de bonito, lo concreto de vaguedad o la vacuidad
de palabrería.
“En el ámbito económico, las desigualdades sociales toman el disfraz de
simples desequilibrios propios del comportamiento de la economía, que a veces,
sobre todo en tiempos de crecimiento cero y crecimiento negativo, obliga a
ajustes o remodelaciones de precios, cuando no a flexibilizaciones de plantillas,
descontrataciones, desreclutamientos, desregulaciones, incentivaciones de
ocupaciones alternativas y aun a reducciones de redundancias” (Joan Busquets,
2007:79).
Estos términos a los que se refiere Joan Busquets, son vocablos que la población
ha leído y escuchado diariamente desde la entrada de España en la crisis económica de
La información económico-bursátil en los medios digitales
160
2008. Un momento clave en la que los conceptos y metáforas empleados en los medios
apelaban a la inseguridad y el estado de alerta. Sustantivos como ‘tensión’,
‘desconfianza’ o ‘incertidumbre’, y metáforas médicas (parálisis) o religiosas (pagar
justos por pecadores) han abierto informativos en todos los soportes de comunicación;
oscureciendo aún más la información. En otros casos, metáforas que cumplían con su
función de acercar los textos al conjunto de la ciudadanía, como ‘pelotón ciclista’ o
‘montaña rusa’, se han empleado de manera tan continuada que han acabado por pasar a
ser metáforas quemadas.
Los términos y conceptos empleados por la información económica durante esta
y otras crisis del siglo pasado, no sólo han favorecido el oscurantismo en los medios de
comunicación, sino también un clima de inseguridad motivado por expresiones como:
‘la demanda está colapsada’, ‘el fantasma de la quiebra se cierne sobre la economía
española’ o ‘retornan los fantasmas de la Gran Depresión’.
En su intento de realizar crónicas más coloquiales y entretenidas, que despierten
el interés de todo tipo de audiencias, el lenguaje bursátil opta por el empleo de vocablos
cotidianos. No obstante, en algunas ocasiones, en lugar de facilitar la lectura y aportar
dinamismo al texto, lo convierten en vulgar, propiciando el rechazo de aquellos que en
la información económica buscan rigor y seriedad. Algunos ejemplos de estos usos con:
‘chiringuito financiero’, ‘gurús de la Bolsa’, ‘época de vacas flacas’, ‘dar luz verde a
una operación’ o ‘la friolera de un millón de euros’.
Bien es cierto que hay que informar de economía mediante la divulgación, pero
no hay que confundirla con la vulgarización. “Divulgar supone la utilización de un
lenguaje común con el receptor, según el perfil del medio y de sus audiencias” (Herrero,
2013:32), por lo que, aunque se intente escribir para todos los públicos, no se podrá
emplear la expresión ‘chiringuito financiero’ cuando estamos ante una audiencia de
ejecutivos que utilizan diariamente términos económicos.
“El Periodismo Especializado supone, por tanto, la divulgación de un área
concreta a partir de un tratamiento determinado cuya metodología de trabajo específica
es el análisis, la interpretación, la contextualización o el recurso a la documentación”
(Herrero, 2013:32).
Otra de las características propias del lenguaje bursátil son los barbarismos,
vocablos tomados de otros idiomas que dificultan el entendimiento de los textos.
Palabras como bróker o dealer actualmente se identifican con el entramado bursátil,
pero pocos saben a qué hacen referencia. La cosa empeora si se habla de joint-venture o
La información económico-bursátil en los medios digitales
161
merchant. Ejemplos que reflejan la supremacía de la cultura anglosajona en los
mercados, que en todo momento deben ser sustituidos por su término en castellano en el
caso de que éste exista.
“Es imprescindible que el periodismo económico se escriba con el lenguaje del
periodismo, y no con el del economista fuente que ha informado al periodista” (Del Río,
2004:34). Escribir de manera rebuscada, es decir, utilizando términos excesivamente
especializados, implica en algunos casos un deseo de aparentar que se domina el tema,
que se sabe mucho, cuando en realidad, cuanto más accesible sea un texto, más se
mostrará que se ha comprendido aquello que se está transmitiendo.
Los términos compuestos como ‘euroesceptico’ o ‘recalentamiento’ también son
comunes en las informaciones de Bolsa, así como los términos bélicos (guerra de
tarifas, batalla comercial, teñir de rojo las cuentas, prueba de fuego, etc.) que, en su
intento de acercar la información a la ciudadanía, transmiten una concepción de la
economía que no está de todo en línea con lo que ocurre en ella.
Con el empleo de estos y otros términos se crea “una sutil red de equívocos y
deformaciones destinada a disimular contradicciones y problemas” (Coca y
Diezhandino, 1991:132), por lo que el lenguaje ideal pasaría por un lenguaje claro,
sencillo y comprensible por todos los estratos sociales.
5.4.1.3 Análisis de la coyuntura y contextualización
El dato, la información principal de la información bursátil, tal y como se ha
comentado anteriormente, necesita una contextualización que permita al lector entender
la evolución de un valor, los pros y los contras de sus acciones o las medidas que toman
los consejeros delegados.
“El periodista bursátil debe informar tanto de las fortalezas como de las
debilidades del sistema económico y empresarial, ocuparse del corto plazo, pero
sin olvidar su proyección temporal, y hacerlo rompiendo ‘zonas de confort’ que
en muchos casos significa salirse del rígido marco economicista que a menudo
atenaza este tipo de información” (Arrese, 2004:297).
Las sesiones de Bolsa que transcurren en un tira y afloja no pueden transmitirse
al público como si de una economía de sube y baja se tratase. Todas las acciones
económicas, al igual que en el resto de la vida, ocurren por una razón y cada acto tiene
La información económico-bursátil en los medios digitales
162
sus consecuencias. Son precisamente esos datos los que el periodista financiero debe
aportar a los lectores para que éstos comprendan la información y sepan en qué medida
pueden afectarles o beneficiarles.
Tal y como apunta Elvira Calvo (2009:11), “la información especializada se
diferencia de la generalista, en que además de qué, explica el porqué de los hechos, las
consecuencias. Lo que algunos autores denominan información de calidad o
información en profundidad”.
Este tipo de información permite que los lectores de los distintos niveles de
especialización, incluidos los del primero, puedan comprender los hechos y el por qué
se ha llegado a una situación determinada. Se trata de una labor que ayuda a configurar
el mapa mental de la actividad mediática en torno a un tema.
Gracias a ello, la audiencia del primer nivel de especialización, es decir, el
público general, es capaz de entender aquello que se le transmite. Hay que tener en
cuenta que la mayoría de la población no tiene conocimientos económicos ni está al
tanto diariamente de asuntos financieros y es la que conforma buena parte de la
audiencia, especialmente de la sección de Economía de los periódicos generalistas.
Asimismo, la contextualización también es relevante para el segundo y tercer
nivel de especialización, es decir, aquellos que poseen mayores conocimientos
económicos. Es necesario que ellos también conozcan, no tanto los antecedentes, sino
las consecuencias que puede tener el suceso.
Para que un periodista pueda contextualizar unos hechos, además de formación
en la materia, su experiencia y conocimiento de la actualidad del mercado de valores
supondrán un valor añadido que le favorecerá a la hora de informar sobre el tema. No
obstante, algunos periódicos generalistas “todavía consideran que es más rentable
aumentar la plantilla de la sección de Deportes que la de Economía, sin detenerse en
muchas ocasiones a pensar que un diario no sólo debe tener muchos lectores; también
debe tener lectores cualificados. Y es a esos lectores cualificados a los que se dirige
fundamentalmente, la información económica” (Coca y Diezhandino, 1991:83).
Bien en cierto que en algunos casos el periodismo directo y el culto a la
inmediatez llevan a no contextualizar las informaciones. Es lo que se denomina el
“periodismo de avanzadilla”, un periodismo que anticipa los acontecimientos
sirviéndose de las previas, pero que posteriormente necesita de una ampliación para
situar esa información en un contexto que permita a los lectores conocer todos sus
detalles.
La información económico-bursátil en los medios digitales
163
Por ejemplo, el diario ABC en su edición digital desarrolló el 11 de agosto de
2016 una cronología sobre el acuerdo entre Abengoa y sus acreedores a fin de que los
lectores conociesen los antecedentes de este caso. El asunto parecía cerrado tras nueve
meses de preconcurso de acreedores, por lo que el diario decidió echar la vista atrás y
resumir de manera esquemática la evolución de la compañía desde noviembre de 2014 a
agosto de 2016.
Foto 8. ABC.es 11 de agosto de 2016
Como consecuencia de la gran ayuda que supone para los lectores la
contextualización y análisis de los acontecimientos, “el análisis es hoy una de las
manifestaciones más cotizadas del periodismo contemporáneo” (Martínez Albertos,
1991:1017). La explicación objetiva de los hechos noticiosos que se deriva de ello
permite que la audiencia disponga de datos precisos para interpretar la información de
manera correcta.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la información económica no es una
ciencia exacta y que la mayoría de los expertos a los que se recurre como fuente tienen
una opinión sesgada por sus corrientes conservadoras o liberales. Ante esta situación el
periodista debe ser capaz de mostrar las diferentes visiones de un hecho sin dar la
sensación de que cualquier acontecimiento económico es opinable en función de la
perspectiva con la que se mire. Por tanto, uno de los retos del periodismo financiero
pasa por dar sentido a la economía más allá de un hecho concreto, de su propio ámbito.
Es decir, conseguir relacionarla con los objetivos y fines de la sociedad.
La información económico-bursátil en los medios digitales
164
Arrese (2006:47) relata cómo Milton Friedman, en su etapa de columnista en
Newsweek había aprendido que “las perspectivas desde la que se puede abordar, casi
cualquier asunto, son muy numerosas. No existe eso que podríamos denominar un tema
puramente económico”.
Es precisamente el periodista el que intenta integrar la actualidad en los marcos
económicos, mientras que el economista simplemente analiza la realidad
económicamente, olvidando que al otro lado del escrito se situarán personas cuyos
conocimientos económicos no siempre serán elevados. Por tanto, la contextualización y
jerarquización de la información es una necesidad para los lectores.
5.4.1.4 Uso de ejemplos y apoyos gráficos
La información económica y especialmente la bursátil es un tipo de información
que, al estar repleta de números, es complicado mostrarlos en un texto sin cansar a los
lectores. La enumeración continuada de cifras no sólo reduce la fluidez del texto, sino
que en ciertos momentos es percibido por los ciudadanos como enrevesado. Por ello, y
con el objetivo de aclarar la evolución de los mismos, los gráficos son uno de los
grandes aliados de este tipo de información. De un simple vistazo se puede explicar más
claramente la evolución de un valor en Bolsa, la tendencia alcista o bajista del Ibex 35
en los últimos meses, así como la relación entre la imagen de marca de un valor y el
precio de sus cotizaciones.
Afortunadamente, los medios online cuentan con esta herramienta de animación
electrónica y apoyo de gráficos, vídeos e imágenes que permiten ilustrar las cifras. Este
montaje exige al periodista un esfuerzo adicional a la hora de elaborar su información y
definir su presentación. Además de la necesidad de rigor y divulgación de la que
hablábamos, tiene que conseguir que esa noticia sea comprensible y que la ciudadanía
en su conjunto entienda su implicación y cómo les afecta. Por eso el periodista
económico no sólo tiene que preocuparse por hacer sus informaciones comprensibles,
sino también atractivas.
El aspecto visual ha sido uno de los grandes olvidados del periodismo financiero
durante décadas. No hay más que hojear la sección de economía de cualquier diario a
finales del siglo pasado y en la actualidad. Tímidamente los gráficos e infografías han
comenzado a insertarse en estas secciones de los diarios impresos, digitales o incluso en
las televisiones.
La información económico-bursátil en los medios digitales
165
En el siglo pasado periodistas especializados en información económica
expresaban como ésta “ve hipotecada su audiencia, por un lado, en la utilización
frecuente de un lenguaje hermético, lleno de claves y tecnicismos, que parece reservado
a los iniciados, y, por otra parte, en la carencia de recursos gráficos que despiertan la
curiosidad” (Monteira de la Fuente; 1985:345).
En la actualidad, los medios por fin han comprendido que el lenguaje
periodístico no se agota en la palabra. Al igual que en la radio se emplea el sonido
ambiente para comunicar; los gráficos y elementos visuales que se incorporan en prensa
o televisión cumplen la misma función. La información económica rompe así con su
fama de aburrida, ininteligible y apta solo para expertos, para aproximar su lectura a los
ciudadanos de a pie.
“Un periodismo económico que quiera avanzar en el camino de la veracidad, la
relevancia, el interés y la comprensión de sus contenidos, tendrá que hacer frente al
compromiso entre simplicidad y rigor” (Arrese, 2006:49). Así, al elaborar sus
informaciones los periodistas tienen que integrar su trabajo en el contexto multimedia.
Deben producir, tratar y elegir textos, gráficos, enlaces, vídeos o las fotografías más
adecuadas para aquello que quieren transmitir.
Los gráficos se han convertido en el recurso formal estrella de las noticias
económicas, especialmente en la prensa escrita, dado que además de atraer la atención
del lector (tanto en medio impreso como en digital), agilizan la lectura. Gracias a ellos,
el público puede comprender de un solo vistazo cuál es la situación financiera de una
empresa, cómo ha aumentado o disminuido el paro, la cotización de un valor o incluso
saber si una empresa ha terminado el trimestre con beneficios o pérdidas.
Foto 9. La Opinión de A Coruña. 9 de abril de 2017. Sección de Economía
La información económico-bursátil en los medios digitales
166
Un ejemplo lo observamos este gráfico publicado el 9 de abril de 2017 en el
diario regional La opinión A Coruña. La noticia titulada “La recaudación por herencias
cae un 17%, a 149 millones, tras la reforma de la Junta” ilustra con varios gráficos cuál
es la cantidad de dinero que los ciudadanos destinan al impuesto de sucesiones y
también realiza una comparación entre la media de euros que se destinan en España y
Galicia.
ElPaís.com también apuesta por los gráficos en sus noticias de la sección de
Economía. De hecho, el 16 de mayo de 2016, el periodista Íñigo Barrón ilustra su
noticia “Los cinco grandes bancos aún tienen 100.000 millones de riesgo en ladrillo”
con un gráfico en el que refleja la exposición de los bancos al sector inmobiliario o cuál
es el riesgo del ladrillo sobre el crédito o la morosidad.
Foto 10. EPaís.com 16 de mayo de 2016. Sección de Economía.
En ambos casos, estos elementos visuales ayudan al público a afianzar conceptos
e ideas. No es lo mismo redactar un párrafo en el que se informe de un dato y que esa
información se complemente con un gráfico, que incluir todas las cifras en la redacción.
Mientras que la segunda reduce la claridad del texto, la primera, la aumenta.
Por ello, los distintos medios de comunicación, incluida la televisión, apuestan
por el empleo de gráficos en sus informaciones económicas al considerarlos una gran
ayuda para condensar una información que no es fácil de explicar, según relataba en una
entrevista para esta tesis, Ana Estévez, periodista económica de Antena 3.
La información económico-bursátil en los medios digitales
167
Otro de los recursos empleados con asiduidad en esta sección son los recuadros,
normalmente empleados para resaltar algún dato en concreto o aportar novedades sobre
el caso. Así, las noticias sobre Bolsa suelen emplear este tipo de recurso para incluir
información de la cotización de las empresas de las que se habla. Por ejemplo, en el
momento en que Telepizza salió a Bolsa, 27 de abril de 2016, fueron muchas las
noticias en las que además de hablar de la situación financiera de la empresa, se incluían
recuadros donde se informaba sobre la evolución del precio de sus acciones.
No obstante, las fotografías son posiblemente el recurso más empleado para
ilustrar las informaciones. Los medios digitales suelen emplear imágenes recurso de las
sedes de la compañía sobre la se habla o magnates de los proyectos desarrollados en la
misma, con el objetivo de aumentar el impacto de la noticia y atraer al lector. A pesar de
que la utilización de fotografías extraídas de un banco de imágenes o de la galería
multimedia de la empresa no aportan un gran atractivo, no hay que restar importancia a
su valor. Una buena fotografía puede transmitir multitud de mensajes y, además, es un
recurso bastante bueno para atraer la atención de los lectores, principalmente en el
medio online donde la lectura es mucho más selectiva.
La información económico-bursátil en los medios digitales
171
CAPÍTULO 6. Análisis de información económico-bursátil en los medios digitales
“La mejor noticia no es siempre la que se da primero,
sino muchas veces la que se da mejor”
Gabriel García Márquez.
La Red ha cambiado la forma en que nos informamos. En 2013, el número de
seguidores de prensa económica en redes sociales había experimentado el mayor
crecimiento relativo en medios hasta ese momento, dado que, en tan solo dos años, se
había multiplicado por diez. Un resultado que se debe principalmente a twitter, según
revela el estudio de Medios de Comunicación en Redes Sociales desarrollado por la
consultora GAD3 (2013).
Esta red social, asegura el informe, también ha influido considerablemente en el
aumento de seguidores de la prensa digital, el cual había superado en 2013 el umbral de
los 2,5 millones. Así, en la primera década del siglo XXI, el lector exclusivo de la
prensa en Internet ha pasado del 1,1% al 13,7%, mientras que el de prensa en papel se
ha reducido a la mitad, pasando del 38,3 al 20,9%; señala el Libro Blanco de la Prensa
de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE).
Este cambio en el consumo de información se aprecia especialmente si se tiene
en cuenta la edad de los lectores. Mientras que la audiencia de los medios impresos
ronda los 50 años; en el caso de la prensa digital, ésta desciende hasta los 37; siendo una
generación mucho más marcada por el desarrollo de las nuevas tecnologías.
Este hecho, sumado a las necesidades sociales actuales donde la inmediatez es
uno de los principales pilares, sitúa a los periódicos online como los grandes
compañeros del día a día de la audiencia. Según la AEDE, el 68,1% de los lectores de la
prensa digital consultó diariamente el periódico en 2015, es decir, diez puntos más que
en 2012. Por su parte, en la prensa impresa solo el 47,9% de la audiencia leyó el diario
cada día, lo que supone un descenso de cuatro puntos porcentuales si lo comparamos
con las cifras alcanzadas tres años antes.
El incremento de consumo de prensa online está en línea con las ventajas de
inmediatez y ubicuidad de este tipo de medios, los cuales satisfacen las necesidades
informativas de la población de manera casi instantánea. Este hecho, sumado a la
multimedialidad, hace que los periódicos en línea cada vez difieran más de los medios
impresos, tanto a nivel visual como de contenido.
La información económico-bursátil en los medios digitales
172
Además, suministran información en distintos formatos (sonido, imagen fija o en
movimiento, texto, etc.) y ofrecen unas posibilidades de interactividad con las que
aumenta la capacidad de elección de contenidos por parte del usuario y receptor de la
información. Por estos motivos y, dado el gran crecimiento que han alcanzado los
medios digitales en lo que llevamos de siglo XXI, se ha optado por analizar la
información económico-bursátil en dos medios online.
Para su selección se tuvo en cuenta el número de lectores conseguidos por cada
periódico, así como su grado de especialización y el volumen de noticias económicas
publicadas. Tras esta comparación, se optó por estudiar
ElPaís.com, medio generalista que cerró 2016 como el
medio digital más leído en España según comScore,
medidor oficial de audiencias del mercado. Concretamente
se analizó su sección de Economía, la cual, se convirtió en
el primer trimestre de 2017 en la gran apuesta de este
medio.
El otro periódico elegido para este análisis fue la edición
digital del diario Expansión, una web que, según los
datos facilitados por este mismo medidor, alcanzó los
5.426.000 usuarios únicos en diciembre de 2016;
situándose como líder en información económica,
financiera, de negocios y mercados. Además, el
crecimiento de casi el 21% que obtuvo con respecto a
2015, le posicionó como una herramienta para la toma de
decisiones de inversión, gestión empresarial y desarrollo
de la carrera profesional. Un hecho que le situó en 2017 como uno de los medios
económicos más especializados.
En el análisis de estos periódicos se tuvo en cuenta no solo el volumen de
lectores, sino también de publicaciones económicas de cada uno de ellos, su apuesta por
los contenidos multimedia, vídeos sobre información bursátil, expresiones y lenguaje
empleado o la perspectiva con la que enfocaron cada una de las noticias en función de
su público objetivo. Hay que tener en cuenta que ambos medios se dirigen a públicos
objetivos muy distintos, uno de ellos generalista, y otro, especializado; siendo diferente
el lenguaje que se utiliza en cada uno de los casos.
Foto 11. Portada ElPais.com.
Fuente: El País
Foto 12. Portada Expansión.com.
Fuente: Expansión
La información económico-bursátil en los medios digitales
173
6.1 Análisis de un caso concreto
El 3 de agosto de 2015 la empresa Abengoa entraba en preconcurso de
acreedores y los medios de comunicación se hacían eco de ello. Tras ser un referente
mundial en temas de ingeniería y energías renovables, la compañía perdía prácticamente
todo su valor bursátil y era expulsada del Ibex 35.
ElPaís.com fue el medio generalista que más espacio dedicó a este tema en su
sección de Economía con un total de 49 noticias publicadas entre el 3 de agosto de 2015
y el 31 de marzo de 2016. En este mismo periodo, entre los medios especializados en
información económica destacó Expansión.com, un periódico que casi duplicó el
número de noticias publicadas por ElPaís.com, alcanzando las 87 informaciones.
Espacio dedicado a la crisis de Abengoa (agosto 2015-marzo 2016)
Gráfico 8. Fuente: Elaboración propia
6.1.1 Volumen informativo
El volumen informativo de cada uno de los medios objeto de estudio no sólo se
diferenció en el número de noticias publicadas, sino también en sus picos de
información. A pesar de que ambos periódicos estuvieron marcados por los hechos
acaecidos en el seno de la compañía: comunicación de la necesidad de ampliar capital
en agosto, el fin de las negociaciones con Gestamp y el anuncio oficial del preconcurso
de acreedores a finales de noviembre, y la resolución del mismo a finales de marzo de
2016; cada uno de ellos dio relevancia a unos aspectos.
Así, si observamos la siguiente gráfica en la que se refleja el número de noticias
publicadas en ElPaís.com entre agosto de 2015 y marzo de 2016, se percibe cómo
noviembre y diciembre fueron los meses en los que más informaciones se difundieron
sobre Abengoa, concretamente trece cada uno. Una cifra bastante más elevada que la
alcanzada en el resto de meses analizados, que apenas consiguieron alcanzar las seis
noticias.
ElPaís.com
Expansión.com
La información económico-bursátil en los medios digitales
174
Noticias de Abengoa publicadas en ElPaís.com
Ambos meses suponen más de la mitad de las noticias analizadas en ElPaís.com
para este estudio, concretamente un 26,53% el mes de noviembre y también un 26,53%
el mes de diciembre, dado que se publicaron trece noticias en cada periodo.
Publicaciones de noviembre de 2015. ElPaís.com
Gráfico 10. Fuente: Elaboración propia
El incremento de información durante estos meses tiene su origen en el
lanzamiento oficial del preconcurso de acreedores el 25 de noviembre, día en que este
diario publicó dos noticias en las que reflejaba el hundimiento de Abengoa en Bolsa.
Con ellas quedaba patente la apuesta por la actualidad constante de este medio digital
que a primera hora de la mañana despertaba a sus lectores con el siguiente titular:
“Abengoa, ahogada en 8.904 millones de deuda”. Una noticia que además de gráficos
sobre la deuda bruta y deuda con proveedores, incluía un vídeo de 57 segundos de
duración en los que se resumía la situación financiera de la compañía.
27%
73%
Noviembre
Resto de mesesanalizados
0
2
4
6
8
10
12
14
Agos. Oct. Dic. Feb.
PublicacionesElPais.com
Gráfico 9. Fuente: Elaboración propia
La información económico-bursátil en los medios digitales
175
Foto 13. Noticia publicada el 25 de noviembre en ElPaís.com
Con ello se fomentó la instantaneidad y multimedialidad, asegurándose que,
aunque hubiese lectores que no leyesen el texto entero, sí verían el vídeo y los gráficos
que lo acompañaban.
Ese mismo día, cuando apenas habían transcurrido tres horas de la publicación
anterior, a las 12:44 horas, la información se ampliaba incluyendo los problemas de
cotización que estaba sufriendo el valor. Bajo el titular “Abengoa se hunde un 54%
abocada al mayor concurso de acreedores” se anunciaba su expulsión del Ibex 35
después de que Gestamp rechazase entrar en su capital y tuviese dudas sobre la
viabilidad del proyecto.
Publicaciones de Abengoa en ElPaís.com (25-27 noviembre 2015)
Gráfico 11. Fuente: Elaboración propia
El 26 de noviembre la situación fue bastante parecida. La instantaneidad e
inmediatez que demandaba el público, así como los elementos audiovisuales que atraían
0 2 4 6
25 nov.
26 nov.
27 nov.
NoticiaspublicadasElPais.com
La información económico-bursátil en los medios digitales
176
su atención, se utilizaban en la noticia titulada “Abengoa presenta el concurso de
acreedores”. Un vídeo, en este caso con declaraciones de cargos públicos, servía como
complemento a la información escrita. Además, al igual que ocurrió el día anterior, se
publicaron dos noticias en las que se destacaban las dificultades económicas que
atravesaba la empresa.
El mayor repunte de publicaciones tuvo lugar el 27 de noviembre, momento en
que ElPaís.com difundió cuatro noticias sobre Abengoa. Dos de ellas, las que apenas
tenían datos nuevos, se insertaron en la web a las doce de la noche. En la primera se
informaba del juzgado que iba a llevar a cabo todos los trámites, y en la segunda, de la
capacidad de los bancos para resolver la situación de la compañía. A las once de la
mañana se aportaron nuevos datos sobre la cúpula directiva, y a las ocho de la tarde,
saltaba a la luz el incumplimiento de los pagos en México.
Con estas cuatro informaciones y las diferencias horarias establecidas entre las
mismas, el diario ElPaís.com consiguió mantener activo el tema durante toda la jornada,
aportando novedades rápidamente y generando inmediatez informativa.
Mención aparte merecen los meses de agosto de 2015 y marzo de 2016. El
primero de ellos, el mes en que Abengoa anunció sus problemas financieros, apenas
recogió cinco noticias sobre el suceso, tal y como podemos observar en el gráfico 9
presentado con anterioridad.
Durante este mes, la información de ElPaís.com se centró en las negociaciones
financieras del grupo con titulares como “El grupo busca inversores para calmar dudas
sobre su deuda” (9 de agosto de 2015) o “Abengoa prolonga las subidas ante el respaldo
de los bancos a la ampliación” (26 de agosto de 2015).
En marzo de 2016, momento en que se decidió el futuro de la compañía, el
diario publicó un total de ocho noticias destacando el riesgo el proyecto, los descensos
de calificación o las nuevas adquisiciones de capital. La última de estas noticias, relativa
a la prórroga conseguida por la compañía, fue acompañada del siguiente titular:
“Abengoa pide más tiempo al juez tras un pacto con el 75% de los acreedores”. Con él,
EPaís.com ponía fin a ocho meses de negociaciones en las que la empresa de ingeniería
y renovables que había sido un referente en España, estuvo a punto de vivir la mayor
suspensión de pagos de la historia.
En el otro medio analizado, Expansión.com, noviembre fue sin duda el mes con
mayor volumen informativo sobre Abengoa. Seguidamente se situaron el mes de agosto,
La información económico-bursátil en los medios digitales
177
momento en que se dieron a conocer los problemas financieros de la compañía, con un
total de dieciséis noticias publicadas y, por último, diciembre con quince.
Noticias de Abengoa publicadas en Expansión.com (agosto 2015-marzo 2016)
Gráfico 12. Fuente: Elaboración propia
Como se aprecia en este diagrama de barras, el volumen de publicaciones
descendió de agosto a octubre de 2015 para repuntar en noviembre y diciembre. Enero
supuso un nuevo punto de inflexión con tan solo cuatro publicaciones, y a partir de ese
momento se inició un nuevo ascenso hasta llegar al mes de marzo. Un mes que llama
bastante la atención, pues a pesar de ser una fecha clave para el futuro de la compañía,
solo supone el 8,04% del total de noticias que Expansión.com dedicó a esta crisis
durante los ocho meses analizados.
En el extremo opuesto se sitúa el mes de noviembre, al que ya se ha hecho
referencia con anterioridad como el mes en que más cantidad de noticias se publicaron
sobre Abengoa. Con un 28,88% de las informaciones, este mes representa casi el mismo
porcentaje de información que los meses de agosto, septiembre y octubre juntos.
Esta cifra pone de manifiesto la importancia de los medios digitales para estar al
tanto de los acontecimientos de última hora. Gracias a que se publican varias noticias en
el mismo día sobre un suceso, los lectores pueden conocer prácticamente al instante
aquello que acontece. Un ejemplo lo hemos encontrado en este análisis en
Expansión.com. Este diario informaba sobre la evolución de Abengoa en Bolsa e
incluso facilitaba enlaces de su cotización para que los lectores conociesen su valor en
el mismo momento en que accediesen a la información, con independencia de cuándo se
produjese el acceso.
0
5
10
15
20
25
30
Agos. Oct. Dic. Feb.
PublicacionesExpansión.com
La información económico-bursátil en los medios digitales
178
ya que pueden realizar varias publicaciones en un mismo día. En este caso
concreto, Expansión informaba sobre la evolución del valor en Bolsa e incluso facilitaba
enlaces a su cotización para que el lector accediese a datos de última hora.
Noticias publicadas en noviembre 2015. Expansión.com
Gráfico 13. Fuente: Elaboración propia
El mayor volumen de publicaciones sobre Abengoa, al igual que ocurrió en
ElPaís.com, tuvo lugar entre los días 25 y 27 de noviembre, momento en que se
difundieron quince noticias. En ellas se informaba del preconcurso de acreedores y
también de la evolución de la compañía en Bolsa. Algo que queda patente con titulares
como estos: “La Bolsa pasa factura a los bancos acreedores de Abengoa” o “Abengoa
pierde más de la mitad de su valor en Bolsa”.
El 26 de noviembre el número de publicaciones sobre la compañía disminuyó a
cuatro, al igual que el día 27. En ambos casos, con la compañía de renovables ya fuera
del Ibex 35, los textos se centraron en la baja calificación que las agencias de rating
daban a la empresa.
Publicaciones de Abengoa (25-27 noviembre 2015). Expansión.com
Gráfico 14. Fuente: Elaboración propia
Noviembre
Resto de mesesanalizados
0 2 4 6 8
25 nov.
26 nov.
27 nov.PublicacionesExpansión.com
La información económico-bursátil en los medios digitales
179
Como se ha podido comprobar a lo largo de este análisis, tanto ElPaís.com como
Expansión.com coincidieron en dotar de mayor presencia informativa a Abengoa
durante el mes de noviembre, momento en que se anunció el concurso de acreedores.
Sin embargo, debido a la audiencia a la que se dirige cada uno de ellos, el volumen de
noticias se estructuró de diferente manera.
Comparativa de publicaciones. Expansión.com-ElPaís.com (25-27 noviembre 2015)
Gráfico 15. Fuente: Elaboración propia
Mientras que Expansión.com dedicó siete noticias el 25 de noviembre a esta
crisis financiera, ElPaís.com solo publicó dos. La razón de esta diferencia se debe a que
el periódico especializado optó por informar casi de manera instantánea a sus lectores
sobre lo que estaba ocurriendo en el seno de la compañía. Sin embargo, el medio
generalista se centró en las consecuencias del hecho. Por este motivo, mientras que las
noticias que dedicó Expansión.com a Abengoa disminuyeron entre el 25 y 27 de
noviembre, en el caso de ElPaís.com aumentaron.
Evolución de las noticias publicadas entre 25-27 noviembre de 2015
Esta presentación de los hechos no sólo determinó la cantidad de noticias que se
publicaron cada día, sino también el porcentaje de información transmitida en relación
25 de noviembre de 2015 27 de noviembre de 2015
Expansión.com 7 4
ElPaís.com 2 4
0 2 4 6 8
25 nov.
26 nov.
27 nov.
Expansión.com
ElPaís.com
Tabla 3. Evolución de las informaciones publicadas entre el 25 y 27 de noviembre de 2015
La información económico-bursátil en los medios digitales
180
al total de noticias analizadas. Si tenemos en cuenta que en ambos medios los meses de
noviembre y diciembre dieron gran cantidad de información sobre el tema que aquí nos
ocupa, podemos afirmar que estos dos meses suponen casi la mitad del total de
informaciones analizadas para esta tesis, concretamente un 49,26%. Un dato que
nuevamente refleja la importancia que otorgan los medios digitales a la información de
última hora, como en este caso fue el anuncio del preconcurso de acreedores de una de
las empresas que hasta entonces era tomada como ejemplo a seguir.
Noticias publicadas en noviembre 2015. Expansión.com y País.com
Estas cifras ponen de manifiesto el cambio de paradigma de la información
económica en los medios digitales, donde ya no basta con informar sobre los hechos.
Hay que hacerlo rápidamente y transmitiendo información de interés, como ocurrió con
la información sobre el valor de cotización de Abengoa el 25 de noviembre, motivo por
el cual el número de publicaciones de ese día es superior al resto.
6.1.2 Grado de calidad periodística
La economía es una ciencia que se caracteriza por necesitar una información
fiable y relevante que permita a los interesados entender la realidad y adoptar decisiones
adecuadas conforme a sus intereses y preferencias, pero también en función de lo que
ocurra en el mercado. Por ello, para analizar el tratamiento informativo que se da a las
noticias económicas en los medios digitales, hemos creído necesario centrarnos en la
calidad periodística de los textos. Este concepto, según Inés Rodríguez Cruz (2013),
tiene que ver, entre otras cosas, con cuestiones textuales relacionadas con lo que se
puede definir como expresión y contenido de los textos periodísticos, es decir, con la
selección, uso y tratamiento de fuentes o el comportamiento del periodista frente a la
información. Por tanto, entendemos el grado de calidad periodística como la totalidad de
49%51%
Noviembre yDiciembre
Resto de noticias
Gráfico 16. Fuente: Elaboración propia
La información económico-bursátil en los medios digitales
181
funciones y características, en este caso de las informaciones, que le permiten al lector
satisfacer sus necesidades de información.
Siguiendo esta definición, se fijaron una serie de baremos que determinan la
calidad de la información periodística en base a una serie de variables: claridad
expositiva, contextualización de los hechos indicado sus antecedentes y consecuencias,
empleo de datos comprobables, el tipo de noticia ante la que nos encontramos, la autoría
del texto, el uso de fuentes de un alto nivel de experiencia para el tema que se trata, el
empleo de datos y la presencia de tecnicismos o extranjerismos que dificulten la lectura.
Como los valores máximo y mínimo son muy extensos, optamos por hacer una
media. Por tanto, la nota de cada información es la suma de los puntos obtenidos por
cada variable dividida entre las diez variables analizadas, anteriormente mencionadas.
De este modo, el resultado máximo que se puede obtener es de 1,5 y el resultado
mínimo 0,2. A continuación se trasladan estos datos al sistema decimal y se les otorga
una calificación que abarca desde el sobresaliente (1,5) al insuficiente (0,2), pasando
por el suficiente (0,85).
Con esta metodología se procedió al análisis del grado de calidad periodística de
las informaciones relativas a la crisis de Abengoa publicadas en ElPaís.com y
Expansión.com entre el 3 de agosto de 2015 y el 31 de marzo de 2016. Todas ellas son
noticias duras, es decir, informaciones que tienen que salir a la luz en el momento en
que se producen. De lo contrario caducan y el acontecimiento pierde el valor noticiable,
por lo que la inmediatez es su seña de identidad.
Tipo de noticias analizadas
Gráfico17. Fuente: Elaboración propia.
0
20
40
60
80
100
120
140
Dura Blanda
Tipo de noticia
La información económico-bursátil en los medios digitales
182
6.1.2.1 Claridad expositiva de los textos
Una de las primeras variables que influye en el grado de calidad periodística es
la claridad expositiva, es decir, la manera en que se estructura el texto y se ordenan las
ideas que se quieren transmitir. Se trata de una variable que también está determinada
por las estructuras sintácticas que se emplean, los modos de enunciación o los
contenidos transmitidos. Este último punto no es fácil en el ámbito que estamos
analizando, la información económica, puesto que es una especialidad a la que, a lo
largo de la historia, los lectores han tenido reticencia.
Para el análisis de esta variable se tuvo en cuenta la coherencia y cohesión de las
ideas del texto. En el caso de la primera, diferenciamos entre coherencia global, aquella
que hace que las ideas de la noticia se relacionen con el tema central del mismo, y
coherencia local, es decir, la manera en que se enlazan las palabras, frases y oraciones
que componen el escrito.
Al estar estudiando la información periodística, la mayoría de las noticias han
sido redactadas teniendo en cuenta estos rasgos de coherencia y cohesión a los que
hemos aludido, los cuales determinan la claridad y comprensión de la noticia. De hecho,
no hay más que fijarse en los titulares, dado que son los primeros que, siguiendo las
reglas periodísticas establecidas, reflejan el tema central del texto, sintetizando la idea
principal del mismo.
Por lo que respecta a la cohesión textual nos centramos en el análisis de los
recursos que se usan para encadenar el texto, tanto a nivel léxico como gramatical;
puesto que son los que establecen una relación explícita entre sus partes. Por tanto, se
observaron sinónimos, metáforas, pronombres o concordancias gramaticales entre las
palabras, así como los conectores empleados que permitieron establecer relaciones de
causa y consecuencia, o simplemente, enumeraciones.
En función de estos criterios de cohesión y coherencia que determinan la
claridad expositiva de los textos se realizó una clasificación de las noticias
diferenciando entre aquellas que conseguían una comprensión baja, media o alta.
En el caso de ElPaís.com el cien por cien de las noticias obtuvieron una
comprensión elevada de los hechos, ya que todas y cada una de ellas establecen una
relación de ideas adecuada y dedican un espacio a contextualizar la información,
aludiendo a sus antecedentes y consecuencias. Dos aspectos que ayudan al público
generalista a comprender la información económica.
La información económico-bursátil en los medios digitales
183
Por lo que respecta a los medios especializados, Expansión.com también reflejó
un grado de claridad expositiva muy elevado. De hecho, el 96,55% de las noticias
estudiadas consiguen alta comprensibilidad y solo un 3,45% alcanzan una comprensión
media.
Si extrapolamos estas cifras a las 136 noticias analizadas, el 97,79% de los
textos poseían una comprensión elevada, siendo solamente el 2,21% los que obtuvieron
una comprensibilidad media y un 0% una comprensión nula.
Claridad expositiva de las noticias analizadas
Gráfico 18. Fuente: Elaboración propia
Esta claridad en los textos está intrínsecamente relacionada con la
contextualización de los hechos, es decir, con los antecedentes y consecuencias de la
noticia que permiten al lector situar la acción y conocer porqué pasan las cosas o en qué
pueden derivar. Por este motivo, los antecedentes y consecuencias fueron otra de las
variables estudiadas para este análisis.
Así, mientras que ElPaís.com aludía a los antecedentes y consecuencias en cada
una de las noticias analizadas, Expansión.com hacía un repaso por la historia del suceso
en el 65,51% de las informaciones. Hay que tener en cuenta que la prensa especializada
está dirigida a un público muy concreto que suele seguir la publicación con asiduidad y,
por tanto, si se mencionan los antecedentes de manera constante, puede que resulte
repetitivo para el lector habitual.
Algo parecido ocurría con las consecuencias de los hechos. Mientras que
ElPaís.com hacía referencia a ellas en todas las informaciones analizadas,
Expansión.com las tuvo en cuenta en el 60,91% de sus textos. Es decir, indicaba qué
supone para Abengoa la bajada de su valor de cotización o el hecho de que necesitase
mayor financiación.
Por tanto, al analizar ambos medios en su conjunto, el 75% de las informaciones
económico-bursátiles de Abengoa publicadas entre agosto de 2015 y marzo de 2016
Elevada
Nula
Media
La información económico-bursátil en los medios digitales
184
hicieron referencia a sus consecuencias, y el 58,08% a los antecedentes. Esta clara
apuesta del periodismo económico por explicar en qué puede derivar un suceso es un
aspecto muy valorado por los lectores, ya que muchos de ellos emplean la prensa para
obtener información sobre qué hacer con una inversión.
Presencia de antecedentes Alusiones a las consecuencias
Gráfico 19. Fuente: Elaboración propia Gráfico 20. Fuente: Elaboración propia
Estas cifras reflejaron la presencia de antecedentes y consecuencias en más de la
mitad de las noticias analizadas, rompiendo con el tópico de que los medios
especializados únicamente se centran en dar la información del momento, sin ahondar
en la contextualización del hecho concreto.
6.1.2.2 Los datos
Otra de las variables que influye en la calidad de un texto periodístico e
interviene directamente en su comprensión son los datos. El hecho de que estos estén
comprobados es fundamental para el desarrollo de la información, ya que la economía,
como ya se ha comentado a lo largo de esta tesis, es una de las pocas especialidades que
titula con el dato, algo que queda patente en la muestra analizada. No hay más que
observar titulares como:
Fecha de publicación Titular
26 de noviembre de 2015-
Expansión.com
“Abengoa se despide del Ibex con un nuevo varapalo del
40%”
4 de diciembre de 2015-
ElPaís.com
“Abengoa necesita una liquidez de 400 millones”
9 de marzo de 2016-
ElPaís.com
“Abengoa recibirá 1.200 millones de capital nuevo para
sobrevivir”
Tabla 4. Fuente: Elaboración propia
58%
42%Sí
No75%
25%
La información económico-bursátil en los medios digitales
185
A pesar de que son muchas las informaciones analizadas que optaron por titular
con un dato, en el cuerpo del texto no hay una carga excesiva de los mismos. En el caso
de ElPaís.com, sólo el 10,34% de las 49 noticias estudiadas tenían una carga excesiva
de los mismos, mientras que en Expansión.com esa cifra se redujo al 19,54%.
En el conjunto de las 136 noticias que componen el estudio, sólo el 19,11%
podían llegar a ser aborrecidas por el lector como consecuencia de la gran cantidad de
datos que facilitaban. No obstante, el 80,89% de la muestra disponía de un volumen de
datos adecuado, lo cual facilitaba la lectura y permitía que audiencias de cualquier nivel
de especialización pudiesen comprender la noticia.
Cantidad de datos en las noticias
Gráfico 21. Fuente: Elaboración propia
Este punto es un fiel reflejo del cambio de paradigma que están adoptando los
medios especializados presentes en Internet, apostando por noticias más accesibles para
el gran público y con un lenguaje bastante más claro. Y es que, tal y como se hacía
referencia en el capítulo anterior, los nuevos dispositivos como el móvil o las tabletas
permiten que los lectores accedan a la información en cualquier lugar, incluso sin estar
concentrados en su lectura.
6.1.2.3 Autoría del texto
La falta de claridad en un texto periodístico, afirmaba Rosa del Río (2013),
“suele esconder la ignorancia del redactor o de la fuente”. Partiendo de esta premisa se
realizó un análisis de la muestra objeto de estudio, es decir 136 noticias, diferenciando
entre aquellas que están firmadas por un periodista, y aquellas que aparecen sin firma,
ya sean redactadas por una agencia o por la propia redacción del medio.
19%
81%
Excesivo
Adecuado
La información económico-bursátil en los medios digitales
186
En ellas se observa una gran diferencia, puesto que las noticias redactadas por un
periodista consiguen una calidad y comprensión mayor, fruto del trabajo realizado para
conectar ideas en torno al tema central de la información.
De las cuarenta y nueve noticias analizadas en ElPaís.com, treinta y una fueron
firmadas por distintos periodistas especializados en la materia, mientras que sólo
dieciocho aparecieron sin firma. Unas cantidades que, expresadas en términos
porcentuales, indican que el 63,26% de las noticias fueron ‘traducidas’ por un periodista
y el 36,74% no.
Autoría de las noticias de ElPaís.com
Gráfico 22. Fuente: Elaboración propia
En este análisis se observó una gran diferencia entre las informaciones de
agencia que fueron insertadas en el periódico y, aquellas que, prevaleciendo la
inmediatez, fueron redactadas por un periodista especializado. Un ejemplo se percibía
en la noticia publicada por Expansión.com bajo el siguiente titular: “S&P rebaja el
golpe siete escalones el rating a Abengoa y le deja por debajo de Venezuela” (21 de
noviembre de 2015). En ella se informaba al lector de forma breve, en tan solo tres
párrafos, de la situación que atravesaba la compañía. No obstante, la forma en que se
estructuraba la información y cómo se expresaba, además de las comparaciones y
consecuencias a las que hacía mención, permitían que el lector entendiese mucho mejor
aquello que se le quería transmitir.
En Expansión.com también predominaron las informaciones firmadas. Se trata
de un medio especializado en el que destacan las noticias realizadas por periodistas
expertos en la materia. De las 87 publicaciones estudiadas, cincuenta y cinco estaban
firmadas y treinta y dos no; es decir, el 63,21% de la muestra poseía firma, frente al
36,78% restante.
Con
firma
63%
Sin firma
37%
La información económico-bursátil en los medios digitales
187
Autoría de las noticias de Expansión.com
Gráfico 23. Fuente: Elaboración propia
En las 136 noticias que conformaron la muestra objeto de estudio, se podía
apreciar una clara tendencia a favor de las noticias firmadas por periodistas
especializados; ya que el 63,23% de las mismas aparecían firmadas, mientras que el
36,76% eran de agencia o de la redacción del medio.
Autoría de las noticias analizadas
Gráfico 24. Fuente: Elaboración propia
Al analizar las firmas más en profundidad, se observó que en ElPaís.com se
emplearon ocho periodistas para realizar las cuarenta y nueve noticias examinadas. De
ellos, Miguel Ángel Noceda fue el periodista que más textos escribió sobre la crisis de
Abengoa, con un total de veintidós, es decir, el 44,89%. Muy por debajo se encontraban
el resto de sus compañeros: Íñigo de Barrón, Miguel Jiménez o Álvaro Sánchez, quienes
apenas habían realizado unas informaciones sueltas.
En Expansión.com, la situación fue bastante parecida. De los seis profesionales
que publicaron informaciones sobre el preconcurso de acreedores entre agosto de 2015
y marzo de 2016, las noticias firmadas por M. A. Patiño suponían el 24,13%, y las de
Enrique Utrera un 11,49%.
Con
firma
63%
Sin
firma
37%
Con
firma
63%
Sin
firma
37%
La información económico-bursátil en los medios digitales
188
Periodistas financieros más habituales en las noticias analizadas
Nombre Medio Porcentaje
M. A. Noceda ElPaís.com 16,17%
M. A. Patiño Expansión.com 15,44%
Enrique Utrera Expansión.com 6,61%
Tabla 5. Fuente: Elaboración propia
6.1.2.4 Fuentes de información
La mayoría de los periodistas no son testigos presenciales de los hechos que
relatan en sus noticias, por lo que necesitan recurrir a otras fuentes informativas que le
proporcionen información al respecto. Estas fuentes son variadas, desde personas a
instituciones u organismos; y determinan en gran medida el grado de calidad
periodística de la noticia.
En la muestra analizada, el cien por cien de las noticias hacían alusión a las
fuentes informativas utilizadas independientemente de que el texto hubiese sido
redactado por un periodista especializado o por una agencia de comunicación. Así, las
fuentes informativas que más se emplearon se pueden clasificar en dos tipos. Por un
lado, los organismos oficiales, entre los que se encuentran la CNMV, las agencias de
calificación o el Gobierno, que fueron consultados para el 66,91% de las noticias; y por
otro, personas que dieron su opinión como, por ejemplo, expertos en la materia. Estos
estuvieron presentes en el 33,08% de las mismas.
Los expertos fueron consultados especialmente por Expansión.com, dado que
como medio especializado en información económica toma una perspectiva informativa
que difiere de la adoptada por ElPaís.com. Mientras que el medio generalista se centra
en la personificación, en acercar la noticia al público poniendo cara a sus protagonistas;
Expansión.com recurre a multitud de expertos que presentan su visión de los hechos y
ofrecen sus consejos de inversión. Así, entre las fuentes más consultadas por este medio
especializado destacaron Bloomberg, Renta 4, Caja de Ingenieros, Bankinter, Capital
Bolsa o ISDA.
La alusión a estas fuentes se realiza de dos maneras. En unos casos se alude a
ellas para indicar de dónde se ha adquirido la información y, en otros, se transmiten
directamente las declaraciones en estilo directo.
La información económico-bursátil en los medios digitales
189
Fuentes de información
Gráfico 25. Fuente: Elaboración propia
Estas fuentes permitían que los lectores especializados en la materia contasen
con una opinión experta sobre qué hacer con sus ahorros o cómo se creería que
evolucionaría el valor en Bolsa.
6.1.2.5 Tecnicismos y extranjerismos
Las últimas variables analizadas para establecer el grado de calidad periodística
de estas 136 informaciones fueron los tecnicismos y extranjerismos empleados. Los
primeros hacen referencia a las palabras que tienen un sentido preciso dentro de la
ciencia económica, mientras que los segundos, los extranjerismos, son palabras o
expresiones procedentes de una lengua extranjera.
Ambos conceptos son empleados diariamente en el ámbito financiero y, por
tanto, los medios de comunicación, tanto generalistas como especializados, acaban
incluyéndolos en su vocabulario habitual.
Lo más idóneo es que estos términos sean explicados, de manera que no sólo se
facilite la comprensión de la noticia, sino que se cree cultura financiera entre el público.
Esto es precisamente lo que han hecho tanto ElPaís.com como Expansión.com. Aunque
ambos emplearon distintos tecnicismos y extranjerismos que analizaremos en las
siguientes líneas; en la mayoría de los casos, éstos fueron explicados a continuación.
ElPaís.com empleó tecnicismos en el 44,89% de las noticias publicadas en
relación a la crisis de Abengoa entre agosto de 2015 y marzo de 2016. No obstante, cabe
destacar que estas palabras fueron explicadas en la mayoría de los casos por el
periodista; una técnica que, en lugar de obstaculizar la lectura a la audiencia, facilita la
comprensión y aporta cultura financiera.
67%
33%
Oficiales
Expertos
La información económico-bursátil en los medios digitales
190
Los tecnicismos que no fueron comentados se encontraron en diecinueve de las
cuarenta y nueve noticias, es decir, el 38,77% de las informaciones analizadas en el
medio generalista. Entre los vocablos más empleados en estos textos destacaron el
“ebitda” o beneficio bruto de explotación; las “acciones B”, es decir, aquellas que
cotizan en el Ibex; o los “CDS”, también denominados seguros de deuda de impago.
Tecnicismos empleados en ElPaís.com
CONCEPTO
NÚMERO DE
APARICIONES
Acciones A y B 8
Quita 4
Ebitda 2
Rating 2
Capex 1
CDS (seguros de deuda de impagos) 1
Tabla 6. Fuente: Elaboración propia
En Expansión.com el empleo de tecnicismos fue mucho más elevado, ya que no
hay que olvidar que se trata de un medio especializado en información económica y, por
tanto, sus lectores están más familiarizados con ciertos términos. Históricamente la
prensa especializada se ha caracterizado por dirigirse solo a una parte de la población,
aquella que poseía elevados conocimientos financieros y desarrollaba su actividad
profesional en el ámbito económico, es decir, ejecutivos y hombres de negocios en su
mayoría. Este hecho permitía a la prensa escribir con un vocabulario excesivamente
técnico, ya que era perfectamente comprendido.
Sin embargo, el aumento de la población que se preocupa por cómo invertir sus
ahorros y la difusión de información a través de la Red, ha propiciado cambios en el uso
de estos vocablos en los medios especializados online. La facilidad de acceso a Internet
permite que los medios digitales hayan superado a la televisión en audiencia, lo que
hace que estos periódicos tengan que adaptar sus informaciones al público generalista,
pero sin vulgarizarla.
Así, 50 de las 87 noticias analizadas en este medio incluían tecnicismos, lo que
representa el 57,47% de las mismas. Sin embargo, al igual que ocurría en el caso
La información económico-bursátil en los medios digitales
191
anterior, este medio económico optó por facilitar la lectura a su audiencia y aclaró gran
parte de los vocablos propios de la ciencia económica. Algunos de ellos fueron:
Tecnicismos empleados en Expansión.com
CONCEPTO NÚMERO DE APARICIONES
Acciones A y B 25
Rating 15
Quita 7
Ebitda 5
CDS 5
Tabla 7. Fuente: Elaboración propia
Si se analizan de manera conjunta ambos medios, los tecnicismos más
empleados en las 136 informaciones fueron:
Tecnicismos más empleados
Gráfico 26. Fuente: Elaboración propia
En el 32,35% de las noticias analizadas éstos no incluían aclaración, por lo que
dificultaban la lectura de las audiencias pertenecientes a los niveles de especialización
más bajos, es decir, el público general. Aun así, el 67,64% de los textos se redactaron
sin necesidad de emplear estos vocablos económicos, o bien, con su explicación, lo que
refleja el esfuerzo de los medios de comunicación por acercar la economía la ciudadanía
y aumentar sus conocimientos financieros.
0 10 20 30 40
Acciones A
y b
Rating
Quita
Tecnicismos
La información económico-bursátil en los medios digitales
192
Tecnicismos
Gráfico 27. Fuente: Elaboración propia
Prueba de ello es que, aunque estas palabras también estuvieron presentes en titulares
como “Las acciones A de Abengoa rebotan con fuerza y cierran con una subida del
66%” o “Moody`s hunde el rating de Abengoa hasta el último peldaño del bono
basura”; en el primer párrafo del cuerpo de la noticia se hacía alusión al término y su
explicación correspondiente.
Por lo que respecta a los extranjerismos, su volumen fue bastante más bajo.
Mientras que el 57,47% de los textos de ElPaís.com incluían tecnicismos, solo un
18,36% contenían extranjerismos. He aquí los más empleados:
Extranjerismos empleados en ElPaís.com
CONCEPTO NÚMERO DE APARICIONES
Standstill (prórroga para acreedores) 3
Default 1
Project finances 1
Swaps 1
Rally 1
Cash flow 1
Steering committe 1
Tabla 8. Fuente: Elaboración propia
A diferencia de lo que ocurría con los tecnicismos, las palabras procedentes de
lenguas extranjeras no aparecieron en ninguno de los titulares estudiados. Un hecho que
hay que tener muy en cuenta en los medios digitales. No olvidemos que una parte
elevada de la audiencia online solo accede a la noticia en caso de que le llame la
atención el titular y, por tanto, es necesario que se comprenda lo que en él se expresa. A
ello hay que sumar que gracias al desarrollo tecnológico son muchos los que acceden a
estos diarios a través del móvil con la intención de hacer un rápido repaso a la
Sí
No
La información económico-bursátil en los medios digitales
193
actualidad informativa y, en consecuencia, es necesario generar titulares que sean lo
más claros posibles.
Aun así, en Expansión.com la variedad de extranjerismos fue mucho mayor. No
obstante, en ningún caso llegaron a superar el volumen de tecnicismos. Mientras que
éstos últimos se utilizaron en el 57,47% de las noticias analizadas en este medio, los
extranjerismos redujeron ese porcentaje al 36,78%. De hecho, solo aparecen en 32 de
las 87 informaciones analizadas. Los más utilizados fueron:
Extranjerismos empleados en Expansión.com
CONCEPTO NÚMERO DE APARICIONES
Default 4
Rally 3
Hedge Funds 3
Yield 3
Standstill (contrato de espera) 2
Due diligence 2
Tabla 9. Fuente: Elaboración propia
Haciendo un recuento general de los extranjerismos utilizados en ambos medios,
se puede concluir que ‘standstill’, ‘rally’ y ‘default’ fueron los más repetidos a lo largo
de la muestra objeto de estudio.
Extranjerismos más empleados
Gráfico 28. Fuente: Elaboración propia
0 2 4 6
Stantstill
Rally
Default
Extranjerismos
La información económico-bursátil en los medios digitales
194
Al igual que ocurría con los tecnicismos, a la hora de analizar el grado de
calidad periodística solamente se tuvieron en cuenta aquellos extranjerismos que no
iban acompañados de una explicación, los cuales se encontraron en el 16,91% de las
noticias analizadas entre agosto de 2015 y marzo de 2016.
Por tanto, los extranjerismos se emplearon un 50% menos que los tecnicismos a
lo largo de la muestra objeto de estudio, lo que refleja una vez más, las nuevas técnicas
empleadas por la prensa económica online. Ésta apuesta por un lenguaje comprensible
que a la vez que informa, facilite a los lectores la adquisición de una cultura financiera
que les permita adoptar mejores decisiones en sus finanzas.
Presencia de extranjerismos
Gráfico 29. Fuente: Elaboración propia
6.1.2.6 Una información de calidad
Tras el análisis de las diez variables que al principio de este capítulo
mencionamos para determinar el grado de calidad periodística de la información
económico financiera, se extrae como resultado que los medios de comunicación
examinados dotan a sus informaciones de alta calidad periodística. Excepto once de las
136 noticias analizadas, todas obtienen una calificación de sobresaliente.
Recordemos que esta calificación se establecía en función de los puntos
obtenidos en cada variable dividido ente las diez variables estudiadas. De esta operación
se podían extraer resultados que abarcaban desde el 1,5 (sobresaliente) al 0,2
(insuficiente), situándose el suficiente en el 0,85.
Sí
No
La información económico-bursátil en los medios digitales
195
Basándonos en estas calificaciones y los resultados obtenidos en el análisis, el
91,91% de las noticias obtuvieron una calificación de sobresaliente, lo que permite
afirmar que la calidad periodística de la información económico-bursátil publicada en
los medios digitales es elevada.
Grado de calidad periodística
Gráfico 30. Fuente: Elaboración propia
Al profundizar un poco más en estos datos, se percibió que el 30,88% de las
noticias, es decir, 42 textos, obtuvieron una puntuación de 1,2, la más repetida a lo largo
de la muestra estudiada. Seguidamente se encontraban las informaciones que
consiguieron una puntuación del 1,1. Se trata de un total de 30 noticias, las cuales
representan el 22,05% de la muestra.
Puntuaciones alcanzadas
Gráfico 31. Fuente: Elaboración propia
Asimismo, cuatro publicaciones, todas ellas de ElPaís.com obtuvieron una
puntuación de 1,4, siendo la calificación más alta de las noticias analizadas, mientras
que un 1,3 fue conseguido por doce informaciones, lo que representa un 8,82% del total.
92%
6% 2%
Sobresaliente
Suficiente
Insuficiente
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
1,4 1,3 1,2 1,1 1 0,9 0,8 0,7
Puntuación
La información económico-bursátil en los medios digitales
196
Precisamente es esta puntuación (1,3) la nota más alta que consiguieron las
publicaciones del medio especializado, ya que como se ha mencionado con anterioridad,
solía emplear mayor cantidad de tecnicismos, y ello repercutía negativamente en su
calidad periodística.
Esta puntuación fue alcanzada por las noticias difundidas en Expansión.com el
13 de agosto y 7 de diciembre de 2015 bajo los titulares: “El interés del bono de
Abengoa alcanza el 100%” y “Abengoa vuelve a pinchar e Bolsa”. Ambas tienen firma,
presentan los datos y consecuencias de los hechos de los que se habla y explican los
tecnicismos y extranjerismos empleados.
En el extremo opuesto se encuentran los textos que obtienen un 0,8 o inferior. Se
trata de noticias que han empleado tecnicismos y extranjerismos sin explicación, motivo
por el cual, se reduce su puntuación. De ellos, solo tres, es decir, el 2,20% de la muestra
objeto de estudio, obtiene una mala puntuación. Ésta a pesar de estar cerca de lo que se
considera suficiente a nivel de calidad periodística, no alcanza los objetivos.
6.1.3 Grado de tendencia del titular
Este índice, utilizado por Inés Rodríguez para medir la calidad de la información
ambiental, recoge el estado de ánimo que transmite la información a partir de su titular y
en este caso hemos decidido extrapolarlo a la información económica. En él se tiene en
cuenta la tendencia optimista o pesimista del titular, así como su tamaño. Un hecho que,
según esta autora, está relacionado con dos cuestiones: la extensión de la noticia y la
jerarquización dentro de la página. La unión de estos dos conceptos, determina, a su
juicio, la importancia que el medio había querido otorgar a la información.
Para este análisis se plantearon cinco categorías: optimista, moderadamente
optimista, neutro, moderadamente pesimista y pesimista. A la hora de determinar en qué
clasificación se situaba cada una de las informaciones, se tuvo en cuenta la carga
positiva o negativa del verbo empleado, así como la visión más o menos favorable de
otros términos (adjetivos, nombres propios, adverbios, etc.).
Con la aplicación de esta metodología, se detectó que el 58,08% de las noticias
analizadas entre agosto de 2015 y marzo de 2016 en ElPaís.com y Expansión.com
transmitían un sentimiento pesimista. Algo que parece bastante razonable si tenemos en
cuenta que estamos hablando de la que podía ser la mayor suspensión de pagos de la
historia.
La información económico-bursátil en los medios digitales
197
Grado de tendencia del titular
Gráfico 32. Fuente: Elaboración propia
El tono pesimista de los titulares aumentó significativamente en los momentos
más determinantes del proceso: el anuncio de la ampliación de capital, la salida de
Gestamp de las negociaciones y, también, en las semanas previas a la fecha establecida
como límite para que Abengoa consiguiese la financiación.
En el extremo opuesto, con un mensaje optimista, se publicaron el 30,88% de las
informaciones, mientras que el 11,04% reflejaban una tendencia neutra; estas últimas
publicadas íntegramente en ElPaís.com.
Analizando cada uno de los medios por separado, se observó una clara diferencia
entre ElPaís.com y Expansión.com en lo que respecta a la tendencia de sus titulares. El
diario económico no contaba con ninguna publicación en la que su titular fuese neutro,
mientras que el medio generalista empleó este tipo de titulares en el 30,61% de sus
informaciones entre las que destacó: “Abengoa reorganiza su cúpula y el presidente
asume el poder ejecutivo” (27 de noviembre de 2015).
Tendencia del titular en ElPaís.com
Gráfico 33. Fuente: Elaboración propia
Este mismo porcentaje (30,61%) es el que obtuvo el medio generalista en lo que
a tendencia optimista del titular se refiere. Un porcentaje que consiguió mediante
Optimista
Neutro
Negativo
Neutro
Positivo
Negativo
La información económico-bursátil en los medios digitales
198
titulares como estos: “Las acciones de Abengoa recuperan terreno con una subida del
26%” (25 de agosto de 2015), “Abengoa se dispara en Bolsa con la entrada del nuevo
inversor” (9 de noviembre de 2015) o “Abengoa inicia la fase de salvación con un fuerte
repunte en Bolsa” (25 de enero de 2016).
En el resto de publicaciones, el 38,78%, predominaba una tendencia negativa.
Ésta venía determinada por verbos y adjetivos pesimistas como se puede observar en el
siguiente titular: “Abengoa necesita 105 millones de forma urgente”, publicado el 16 de
diciembre de 2015.
Por lo que respecta a las informaciones publicadas por Expansión.com, se
diferenciaron distintos grados de optimismo en función de los titulares. Así, el 68,98%
de las noticias tenían una tendencia pesimista como se aprecia en “Fitch rebaja el rating
de Abengoa y lo deja a un escalón del impago” (14 de diciembre de 2015), “Abengoa
entra en una espiral de impagos en todo el mundo” (11 de diciembre de 2015), “S&P
baja el rating de Abengoa a insolvencia selectiva” (16 de diciembre) o “Abengoa activa
el freno: cae con fuerza tras cuatro jornadas de rally” (3 de diciembre de 2015).
En todos ellos se observaron dos tipos de pesimismo: moderadamente pesimista
y pesimista. Al primero de ellos correspondieron el 44,82% de las noticias que se
publicaron entre principios de agosto del 2015 a finales de marzo de 2016, mientras que
el 24,16%, es decir, veintiuna noticias transmitieron una tendencia negativa.
Tendencia del titular en Expansión.com
Gráfico 34. Fuente: Elaboración propia
El 31,02% restante transmitía una tendencia optimista, diferenciando también
dos grados de optimismo: optimista y moderadamente optimista. La primera de ellas
apenas representó el 8,04% de las informaciones, mientras que la segunda englobaba al
22,98% restante.
Optimista
Moderadamenteoptimista
Moderadamentepesimista
Pesimista
La información económico-bursátil en los medios digitales
199
Algunos ejemplos en los que podemos observar estas tendencias son: “Abengoa
presenta hoy su plan de viabilidad a la banca acreedora” (3 de febrero de 2016),
“Abengoa amplía su escalada en Bolsa tras el plan de viabilidad” (26 de enero de 2016),
“Abengoa, en racha, vuelve a subir más de un 40%” (1 de diciembre d 2015) o
“Abengoa prevé cerrar esta semana su plan de viabilidad para evitar el concurso de
acreedores” (17 de enero de 2016).
El otro aspecto que se tuvo en cuenta a la hora de analizar los titulares fue el
número de palabras que los componían. A nivel general puede afirmarse que los
titulares de once o doce palabras fueron los más empleados por estos medios digitales.
Posiblemente, esta cifra tenga que ver con el formato en que fueron publicadas las
informaciones, aunque bien es cierto, que también se encontraron titulares de dos y
cuatro palabras.
En los medios digitales, al igual que en los impresos, los titulares vienen
determinados por la cantidad de caracteres que se pueden introducir en el espacio que se
ha acordado para ellos. Por eso, este análisis sirve como complemento al realizado
anteriormente, en el que nos centrábamos en la carga positiva o negativa de verbos,
adverbios o adjetivos.
Número de palabras de los titulares
Gráfico 35. Fuente: Elaboración propia
El número de palabras por titular que más se repitió en las noticias analizadas
fue once, presentes en el 15,44% de las informaciones. Le siguieron muy de cerca los
compuestos por doce vocablos, con el 14,70%, y los de diez, con el 13,23%.
Comparando ambos medios, se observó que Expansión.com optó por titulares
algo más extensos, formados por más de diez palabras. De hecho, los titulares de nueve,
10
11
12
Resto
La información económico-bursátil en los medios digitales
200
diez y once términos fueron los que más se emplearon en este medio a lo largo de las 87
noticias analizadas, seguido de los titulares de doce, trece e incluso catorce vocablos.
Número de palabras en los titulares de Expansión.com
Gráfico 36. Fuente: Elaboración propia
En este medio especializado, destacaron los titulares formados por once palabas,
los cuales aparecieron en el 12,64% de las noticias analizadas. Algunos ejemplos de este
tipo de titulares fueron: “El fondo Wadell se convierte en el segundo accionista de
Abengoa” (15 de febrero de 2016) o “Moody`s duda del éxito del plan de Abengoa con
sus acreedores” (17 de marzo de 2016).
Con menor presencia se situaron los titulares de nueve y diez palabras, con un
11,49% cada uno; mientras que los de catorce se encontraron en el 10,34% de las
informaciones. Por último, aquellos formados por trece vocablos tan solo supusieron el
8,04% de los titulares.
No obstante, también se encontraron titulares de hasta diecisiete palabras, como
el publicado el 18 de diciembre de 2015: “Abengoa recibe un préstamo urgente de 113
millones a 4 meses con un diferencial de 5 puntos”. A pesar de que a priori parece un
titular extenso, aporta tres puntos clave de información: la cantidad de dinero necesario,
el plazo del mismo y el diferencial. De este modo se facilita al lector la información más
relevante, permitiéndole conocer los detalles del préstamo sin necesidad de acceder al
cuerpo de la información.
En ElPaís.com los titulares rondaron las diez palabras, siendo los que más se
repitieron los formados por once o doce vocablos. Entre ellos destacaron: “Abengoa
pierde 1.213 millones en 2015 por el saneamiento y deterioro” (1 de marzo de 2016) o
“Abengoa reúne por primera vez juntos a la banca y los bonistas” (4 de febrero de
2016), los cuales representaron el 42,85% de los titulares estudiados en este medio.
9
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12
13
14
Resto
La información económico-bursátil en los medios digitales
201
Seguidamente, en predominio de uso, se encontraron los titulares de diez
palabras, presentes en el 16,32% de las noticias analizadas y, por último, los de siete,
que aparecieron en el 10,20% de las informaciones.
Número de palabras en los titulares de ElPaís.com
Gráfico 37. Fuente: Elaboración propia
Aun así, también se han encontrado titulares de una extensión mayor como
“Abengoa sube un 34% en Bolsa ante la cercanía del fin de la negociación” (8 de marzo
de 2016) formado por catorce palabras o “El plan de viabilidad cifra en 5.400 millones
el valor de Abengoa”, de diecisiete.
Además de tener en cuenta la tendencia optimista o pesimista de los titulares y el
número de vocablos que los conforman, se observó el tipo de lenguaje empleado y la
atracción generada. Se trata de una técnica que se observó en Expansión.com, ya que la
mayoría de sus titulares fueron empleados como gancho para atraer a los lectores con un
juego de palabras. Así, cabe destacar el empleo de un vocabulario sencillo con el que se
intentan resumir los datos más relevantes que contiene el texto. Titulares como
“Abengoa, una inexplicable montaña rusa” (4 de agosto de 2016) o “Abengoa se mueve:
cambia de manos el 7% del capital en 48 horas” (3 de noviembre de 2015) llaman la
atención de la audiencia frente a titulares más planos.
Además, también emplearon preguntas en los titulares (“¿Qué pasa con la deuda
de Abengoa?”-5 de agosto de 2015-), así como pautas de recomendación o guías que
ayudaban a los lectores a entender qué estaba pasando en la compañía y, al mismo
tiempo, proporcionaban un adecuado nivel de posicionamiento SEO en Google. Un
buen ejemplo de ello es: “Guía para no perderse en el laberinto de Abengoa” publicado
el 27 de agosto de 2015.
En algunos casos, ElPaís.com también siguió esta misma política y ofrecía
titulares distendidos con juegos de palabras, aunque su porcentaje apenas llegó al
14,28%. “El día D y la hora H de Abengoa” (24 de enero de 2016), “Abengoa, el
7
10
11
12
Resto
La información económico-bursátil en los medios digitales
202
imperio se desmorona” (6 de diciembre de 2015) o “101 Benjumeas” (29 de noviembre
de 2015) son algunos de estos titulares con los que ElPaís.com aportó un tono más
desenfadado a un tema que, en principio, es considerado arduo por la mayoría de la
población.
Titulares con juegos de palabras
Gráfico 38. Fuente: Elaboración propia
Tras este análisis se puede afirmar que ambos medios fomentan el uso de
titulares llamativos con un lenguaje coloquial que atraiga la atención del público, puesto
que son características que estuvieron presentes en el 59% de los titulares que
conformaban la muestra objeto de estudio. Gracias a ello, la audiencia puede hacerse
una idea del transcurso de los acontecimientos, aunque como es lógico, es el cuerpo de
la noticia el que permite realizar un seguimiento más profundo de los hechos.
6.1.4 Análisis de contenido
El análisis de contenido es una técnica de interpretación de textos que según
Jaime Andréu (2002) se basa en la lectura textual y visual como instrumento de
recogida de información, “combinando la observación y producción de datos, la
interpretación y el análisis”, por lo que se creyó conveniente tenerlo en cuenta a la hora
de conocer cómo se comunica la información económico-bursátil en los medios
digitales. Para ello se analizaron nueve variables que reflejaron no sólo el lenguaje
empleado para abordar la crisis de Abengoa, sino también en qué medida los medios
digitales se relacionaron con su audiencia. Estas variables fueron: referencias
geopolíticas, alusión al valor de cotización, elementos literarios, adjetivos disuasorios,
59%
41%Sí
No
La información económico-bursátil en los medios digitales
203
empleo de tecnicismos y extranjerismos, hipertextualidad, multimedialidad e
interactividad.
6.1.4.1 Referencias geopolíticas y bursátiles
Abengoa es una empresa integrada por más de 900 filiales distribuidas en
distintos puntos de la geografía mundial. Además, la situación de crisis a la que hizo
frente durante el periodo analizado, de agosto de 2015 a marzo de 2016, tenía su origen
fuera de las fronteras españolas; hecho por el cual se consideró necesario analizar las
referencias geopolíticas a las que se hacía mención en las noticias.
Tanto Expansión.com como ElPaís.com hicieron menciones constantes a la filial
estadounidense de la compañía que cotiza en el mercado de valores Nasdaq, la cual se
considera su joya de la corona. Tanto es así que el 40,44% de los textos estudiados
hicieron referencia a ella, además de a la situación que vivía la empresa de renovables
en México o Brasil.
Referencias geopolíticas
Gráfico 38. Fuente: Elaboración propia
No obstante, las alusiones al mercado internacional no interfirieron en la
perspectiva nacional bajo la que se redactaron las informaciones. Esto es así porque,
aunque se aludía a referencias geopolíticas, solo el 2,94% de los textos las tenían como
eje principal. Es decir, se ponía en valor el peso de Abengoa Yield a fin de dejar claro
que a pesar de la situación financiera que atravesaba la compañía, ésta podría
solventarse con la venta de su filial norteamericana.
Asimismo, los dos medios informaron a los lectores de cuáles eran las bases de
las negociaciones y en qué momentos Abengoa Yield se incluía en ellas y en cuáles no.
Es más, la venta de esta filial, uno de los elementos más cotizados para la recuperación
económica de Abengoa, quedó excluida desde el primer momento.
40%
60%
Sí
No
La información económico-bursátil en los medios digitales
204
Referencias geopolíticas en ElPaís.com Referencias geopolíticas en Expansión.com
Gráfico 39. Fuente: Elaboración propia Gráfico 40. Elaboración propia
La importancia que dieron ambos periódicos a esta variable fue distinta.
Mientras que ElPaís.com hizo referencia a ella en el 63,26% de las noticias,
Expansión.com tan solo la mencionó en el 27,27%. Es decir, el periódico especializado
realizó menos de la mitad de alusiones a esta variable de las que hizo el periódico
generalista.
Otra de las cuestiones estudiadas en este análisis de contenido fueron las
alusiones al valor bursátil, uno de los puntos clave de la información económica de los
medios especializados. Máxime cuando estamos hablando de una empresa que fue
expulsada del Ibex 35 durante el periodo de estudio.
Partiendo de la base de que no se han tenido en cuenta las referencias a este tema
que se establecieron en algunos de los titulares, el 47,05% de las informaciones
analizadas giraron en torno a las acciones de la compañía, tanto para informar de sus
subidas como de sus bajadas. A ellas se hacía referencia con frases como estas: “Las
acciones del grupo sevillano han llegado a superar los 1,2 euros” (27 de agosto de 2015-
Expansión) o “Abengoa subió ayer en Bolsa un 19,8% (30 de noviembre de 2015- El
País).
Referencias al valor bursátil de Abengoa
.
Gráfico 41. Fuente: Elaboración propia
Sí
No
Sí
No
47%
53%
Sí
No
La información económico-bursátil en los medios digitales
205
En ese caso, tanto el medio generalista analizado como el especializado
siguieron la misma línea de actuación y obtuvieron unos porcentajes muy parecidos.
Mientras que en ElPaís.com el 42,85% de las noticias hicieron alusión al valor de las
acciones de la compañía, en Expansión.com el porcentaje se situó en el 50,58%.
6.1.4.2 Elementos literarios
La idea de unir periodismo y literatura no es nueva. Autores como Daniel Defoe
en “Diario del año de la peste” (1722) construyó un relato a partir de entrevistas a
supervivientes y datos sobre la epidemia, aunando el rigor informativo con la literatura.
En pleno siglo XXI son muchos los periodistas que siguen uniendo ambos campos y la
información económica no iba a quedarse atrás.
En su afán por acercar este tipo de información a la audiencia y conseguir hacer
más atractivos los contenidos, los periodistas económicos se han sumado a este reto.
Tanto es así, que el periódico especializado seleccionado para este análisis, empleó
mayor cantidad de elementos literarios que el medio generalista.
ElPaís.com utilizó este tipo de elementos en dieciséis de sus noticias, lo que
representa el 32,65% de la muestra estudiada en este diario. Así, las metáforas y
elementos religiosos se entrecruzaron para dar lugar a un relato más cercano y dinámico
a través de distintos enunciados. “El vía crucis de Abengoa” (6 de diciembre de 2015)
fue empleado para mostrar el calvario que atravesó la compañía durante los meses
analizados, mientras que “la fumata blanca” a la que se hizo referencia el 18 de marzo
de 2016 reflejó la situación de angustia que vivió la compañía. De este modo se aludía a
los momentos en que los miembros del comité negociador que formaban los bancos más
endeudados con el grupo negociaban sobre si conceder o no más dinero a la empresa
para mejorar su situación financiera.
Recursos literarios empleados en ElPaís.com
Tabla 10. Fuente: Elaboración propia
El lenguaje coloquial y las frases hechas también formaron parte de este 32,65%
al que se hace mención. El 26 de febrero de 2016 se utilizaba la expresión “a estas
alturas del partido aún está todo por dilucidar” para referirse a la situación de la empresa
Clasificación Fecha Recursos literarios
Religiosos 6- 12-2015 “El vía crucis de Abengoa”
18-3-2016 “La fumata blanca”
La información económico-bursátil en los medios digitales
206
de ingenierías y renovables. El 15 de noviembre de 2015 “los Ribera dieron el
campanazo”, el 25 del mismo mes la empresa “vuelve a la casilla de salida” y el 18 de
diciembre de 2015 “todos se llevaron los deberes a casa”.
Sin embargo, a pesar de estos y otros ejemplos, el grueso de las noticias
publicadas por ElPaís.com en el periodo objeto de estudio, concretamente el 67,35%
dejan de lado este lenguaje y se centran única y exclusivamente en transmitir la
información.
Elementos literarios en ElPaís.com Elementos literarios en Expansión.com
Gráfico 42. Fuente: Elaboración propia Gráfico 43. Fuente: Elaboración propia
Expansión.com introdujo elementos literarios en el 47,12% de sus noticias con el
objetivo de hacer más comprensibles los hechos. Concretamente recurrió a multitud de
símiles en los que comparaba a Abengoa con otras empresas internacionales: “Abengoa
se parece al Windows”, y también empleó diversos juegos de mesa o elementos
relacionados con la salud para dejar patentes los problemas financieros de la empresa.
He aquí algunos ejemplos:
Recursos literarios empleados por Expansión.com
Clasificación Fecha Recursos literarios
Juegos de mesa 25- 11-2015 “Un órdago en toda regla”
“La entrada en preconcurso pone en jaque un pasivo
total de 27.356 millones”
4-12-2015 “Las 900 filiales “pueden provocar un efecto dominó”
Salud 6-10-2015 6 de octubre de 2015 “Su gran talón de Aquiles”
25-11-2015 “Un primer balón de oxígeno”
Tabla 11. Fuente: Elaboración propia
Sí
No
Sí
No
La información económico-bursátil en los medios digitales
207
Si extrapolamos estos datos a nivel general, el 41,91% de las informaciones
incluyeron elementos literarios que no sólo hicieron más entendible el texto, sino que
permitieron que el público no especializado en economía se interesase por la materia.
Elementos literarios
En línea con estas expresiones y recursos literarios se encuentran los adjetivos
empleados en las noticias, una variable que al igual que ocurría en el caso de los
titulares, permite conocer el estado de ánimo que transmiten las informaciones. Así, el
14,70% de las noticias objeto de estudio incluyen adjetivos con connotaciones
negativas, frente al 85,30% que no los emplean.
Adjetivos pesimistas
De los dos medios analizados, ElPaís.com emplea más cantidad adjetivos
pesimistas que Expansión.com. El primero de ellos expresa cualidades negativas de los
sustantivos en el 22,44% de sus noticias, mientras que el diario especializado en
información económica, apenas llega al 10,35%. Unas cifras que están en línea con el
tipo de público al que se dirige cada uno de ellos, y es que Expansión.com, al transmitir
información orientada a las estrategias de inversión opta por una información mucho
42%
58%
SÍ
No
Sí
No
Gráfico 44. Fuente: Elaboración propia
Gráfico 45. Fuente: Elaboración propia
La información económico-bursátil en los medios digitales
208
más objetiva que no influya directamente en las decisiones de compra o venta de sus
lectores.
Adjetivos pesimistas en ElPaís.com Adjetivos pesimistas en Expansión.com
Gráfico 46. Fuente: Elaboración propia Gráfico 47. Fuente: Elaboración propia
Algunos de estos adjetivos con los que se describieron las cuentas y situaciones
que atravesó Abengoa a lo largo de estos ocho meses que duró el análisis fueron:
“agresivo y acelerado planteamiento”, “el peor valor del Ibex 35”, “resultados
negativos” o “enorme incertidumbre”.
No obstante, tal y como reflejan los porcentajes extraídos, el 85,29% de los
textos no tienen este tipo de connotaciones y, por tanto, las informaciones son en
general neutrales, pura y llanamente informativas, mostrando diversas perspectivas de
una situación, pero dejando que sea el lector el que saque su propia conclusión de los
hechos.
6.1.4.3 Hipertextualidad
La capacidad de conexión de unos elementos con otros, propia de los medios
digitales, fue también analizada en las noticias objeto de estudio. No hay que olvidar
que la investigación se realizó en dos medios digitales y el número de enlaces que se
incluyen en los textos, así como a dónde redirigen, es principal en este tipo de soportes.
Son los que permiten al lector elegir su propio camino informativo y, por tanto,
satisfacer sus necesidades.
A pesar de los beneficios que aportan este tipo de enlaces a las noticias, los
medios analizados, ElPaís.com y Expansión, tan solo los emplean en el 44,11% de sus
informaciones, es decir, menos de la mitad. Este resultado estuvo marcado en gran
medida por Expansión.com, periódico que solo incluyó enlaces en veintinueve de las 87
muestras analizadas, lo que representa un 33,33% del total.
Sí
No
Sí
No
La información económico-bursátil en los medios digitales
209
Hipertextualidad
Gráfico 48. Fuente: Elaboración propia
Además, este diario especializado utilizó una doble metodología para integrar
enlaces en sus noticias. Por un lado, en los últimos meses de 2015 optó única y
exclusivamente por enlazar un par de palabras del texto hacia noticias concretas del
propio medio, o bien, a la cotización de Abengoa
que facilitaba el periódico. De este modo, se
aportaba un valor añadido a la información yendo
más allá de la palabra y la escritura. Se conectaba
con la instantaneidad, con el minuto a minuto de
uno de los valores que hasta noviembre de 2015
había formado parte del Ibex 35.
Sin embargo, a lo largo de 2016 su
estrategia online dio un vuelvo y comenzó a
ampliar el número de enlaces en sus textos, incrementándose en algunos casos hasta
siete. Asimismo, a continuación del titular introdujo vínculos a noticas relacionadas,
ofreciendo al lector la posibilidad de satisfacer sus necesidades informativas con más
detalles sobre el acontecimiento.
Por tanto, a pesar de que el 66,67% de las noticias que configuran la muestra de
este medio no incluyeron enlaces en el cuerpo de la noticia, se observó un cambio de
tendencia en los últimos meses del análisis.
El otro periódico analizado, ElPaís.com, fue mucho más propenso al uso de
hipervínculos en sus noticias. De hecho, treinta y una de las muestras objeto de estudio
contaban con diversos enlaces, mientras que dieciocho, renunciaron a ellos. Es decir, el
63,26% de las informaciones permitieron al lector seguir buceando en la información
44%
56%
Sí
No
Foto 14. Evolución de la cotización
de Abengoa. Fuente: Expansión.com
La información económico-bursátil en los medios digitales
210
sin necesidad de salir de la noticia en cuestión, frente al 36,74% que no ofrecían esa
posibilidad.
Presencia de hipervínculos en ElPaís.com Presencia de hipervínculos en Expansión.com
Gráfico 49. Fuente: Elaboración propia Gráfico 50. Fuente: Elaboración propia
En el caso de ElPaís.com los enlaces destacaron por su variedad. Aunque
predominaban aquellos que redirigían a noticias del propio medio, como ocurría en
Expansión.com; también se insertaron hipervínculos que llevaban a un apartado del
propio periódico en el que se recopilaban todas las noticias sobre Abengoa. De este
modo, se ofrecía al lector la posibilidad de conocer más detalles o abandonar la página.
Asimismo, los textos de este medio generalista también incorporaron conexiones con
páginas externas como el Foro Cinco Días o Inveco, entre otras, aunque es una práctica
que tan solo realizó en el 6,12% de sus noticias.
Una vez estudiada la presencia de elementos de hipertextualidad en las noticias,
se analizó el número que se incluía en cada una de ellas. Ambos medios obtuvieron una
media de dos o tres enlaces por noticia, cifra que fue empleada en veintiséis de las 70
noticias que contenían hipervínculos. Es decir, el 43,33% de las mismas.
Volumen de noticias con dos y tres hipervínculos
63%
37%
Sí
No
33%
67%
Sí
No
43%
57%
2-3 enlaces
Otro número deenlaces
Gráfico 51. Fuente: Elaboración propia
La información económico-bursátil en los medios digitales
211
Como ya se ha comentado con anterioridad, la diferencia existente entre ambos
medios en el uso de hipervínculos fue bastante llamativa, lo cual influyó en la cantidad
de enlaces insertados en sus noticias. En Expansión.com predominaron los textos con
un enlace, presentes en diez informaciones. Una cifra que representa el 34,48% de
aquellas que contaban con elementos de hipertextualidad integrados. Aquellas que
contaron con dos enlaces, supusieron el 20,68% y, las de tres, el 17,24%.
Volumen de enlaces por noticia en Expansión.com
Gráfico 52. Fuente: Elaboración propia
En ElPaís.com los textos con dos enlaces fueron los más destacados durante el
análisis de la muestra objeto de estudio, presentes en el 25,80% de las noticias. Le
siguen muy de cerca las publicaciones con tres enlaces, que supusieron el 22,58% de las
publicaciones, y con cuatro, el 19,35%.
Volumen de enlaces por noticia en ElPaís.com
Gráfico 53. Fuente: Elaboración propia
Así pues, se podría constatar que el número de enlaces por noticia más adecuado
en los medios analizados es el de dos enlaces por noticia, ya que fue el más empleado en
el conjunto de informaciones examinadas, concretamente en el 23,33% de las mismas.
Esta cifra aumentaría considerablemente si Expansión.com optase por incluir
hipervínculos a sus propias noticias en lugar de emplear frases como: “Tal y como
adelantó ayer Expansión” o “como recoge hoy Expansión”.
1
2
3
Más enlaces
2
3
4
Más enlaces
La información económico-bursátil en los medios digitales
212
6.1.4.4 Elementos multimedia
La última variable estudiada en este análisis de contenido fueron los elementos
multimedia, es decir, el volumen de fotografías, vídeos, infografías y gráficos que
emplearon los medios que forman la muestra objeto de estudio. En ella tan solo tres de
las 136 informaciones carecen de cualquier tipo de elemento audiovisual, es decir, el
2,20%.
Las fotografías fueron el elemento más empleado para ilustrar las informaciones,
presente en el 86,05% de las mismas. De ellas, el 64,3% correspondían a imágenes de
plantas solares o termosolares de la compañía, y el 31,2% a las sedes de Madrid y
Sevilla.
Expansión.com optó por variar las imágenes en función del contenido de la
noticia. A pesar de que las más utilizadas fueron las mencionadas anteriormente,
también empleó fotografías de las agencias de calificación, los directivos de la
compañía o de la Bolsa de Madrid. Unas u otras ocuparon en el 88,50% de las
informaciones publicadas entre el 3 de agosto de 2015 y finales de marzo de 2016.
Esta misma línea es la que siguió el diario ElPaís.com, aunque con una apuesta
mucho mayor por ilustrar sus informaciones con las instalaciones sevillanas de la
empresa o con sus directivos.
Elementos multimedia
Gráfico 54. Fuente: Elaboración propia
El segundo medio más utilizado para acompañar a la redacción textual en estas
informaciones fueron los elementos audiovisuales, encontrándose en nueve de las 136
noticias analizadas. Una cifra que representa el 6,61% de las mismas.
86%
7%4%1%2%
Fotografías
Vídeos
Gráficos
Infografías
Sólo texto
La información económico-bursátil en los medios digitales
213
En todos los casos se presentaron vídeos de un minuto de duración en los que se
informaba de la situación que atravesaba la compañía. Para ello, además de imágenes y
la voz en off del periodista, se emplearon declaraciones de Fátima Báñez, ministra de
Empleo; José Manuel Soria, ministro de Industria o Pedro Sánchez, secretario general
del PSOE.
Por lo que respecta a los elementos gráficos, éstos solo fueron incluidos en cinco
de las 136 noticias objeto de estudio, lo que supone únicamente un 3,67%. Una cifra
que llama bastante la atención en un momento en que incluso la televisión está
apostando por la inserción de gráficos en sus telediarios para facilitar la comprensión de
las noticias económicas.
A este respecto destacó la información publicada por ElPaís.com el 25 de
noviembre de 2015, en un momento álgido del proceso de negociaciones. Bajo el título
“Abengoa, ahogada en 8.904 millones de deuda, abocada al mayor concurso” se
presentaba una información textual de once párrafos en la que se incluyeron seis
gráficos. En ellos se ofrecía la deuda bruta, deuda con proveedores, la facturación por
zonas e incluso el número de empleados en España.
Asimismo, se incluía un cuadro con la cotización de Abengoa. Éste ocupó un
lugar privilegiado en el texto, permitiendo conocer de un golpe de vista cuál había sido
el desplome que habían sufrido las
acciones de la compañía.
Otro de los elementos
analizados que además ayuda a la
comprensión de las noticias
económicas son las infografías. Sin
embargo, éstas tan solo se
emplearon en dos de las 136
noticias, es decir, en el 1,47% de
las mismas. Bien es cierto que ambos medios utilizaron este recurso para ilustrar al
menos uno de sus textos. En el caso de ElPaís.com para explicar la historia de Abengoa
y, en Expansión.com, para mostrar el entramado de filiales que dependían de la empresa
de renovables.
Este análisis pone de manifiesto la importancia de los elementos visuales en los
periódicos online, los cuales en la primera década del siglo XXI siguen redefiniendo
espacios y formatos para conseguir satisfacer las necesidades de la audiencia tanto a
Foto 15. Evolución de la cotización de Abengoa publicada
en El País el 25 de noviembre de 2015. Fuente: ElPaís.com
La información económico-bursátil en los medios digitales
214
nivel informativo, como visual. Prueba de ellos son las noticias analizadas en el
periódico ElPaís.com en las que se combinaron gráficos, vídeos o imágenes. A pesar de
que apenas supuso el 2,77% de la muestra, pone de manifiesto que una nueva forma de
comunicación está llegando a los medios digitales. En ella, la escritura sigue siendo el
elemento principal, pero cada vez debe ceder más terreno a otros elementos que la
complementan como, por ejemplo, los vídeos.
La información económico-bursátil en los medios digitales
217
CAPÍTULO 7. LA BOLSA EN LAS REDES SOCIALES 2.0.
“Antes se tuiteaban noticias,
ahora se notician tuits”
Ramón Salaverría..
Estamos en la era del móvil. Así lo confirma 19º Estudio de Navegantes en la
Red elaborado por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación
(AIMC). Los resultados del mismo sitúan al móvil como el principal dispositivo de
conexión a Internet, con cerca del 40% de los internautas. Una cifra con la que por
primera vez desbanca al ordenador como punto de acceso a la Red.
Estos datos representan un porcentaje nueve puntos superior al de hace un año,
en 2015, y veinte puntos por encima del obtenido en el año 2013, lo que refleja la nueva
concepción de acceso a Internet que se está instaurando en la sociedad; y que como
veremos en próximos epígrafes, está provocando un cambio total en el panorama del
consumo de información, especialmente de los periódicos digitales.
Estos medios, que al principio apenas diferían de su edición hermana en papel,
han conseguido una identidad propia. Se han enriquecido con elementos visuales y
llamativos, un lenguaje más cercano e incluso debates en directo que les sitúan como
medios de comunicación de masas a los que la población tiene fácil acceso. Su
información, basada en la continua actualización, aporta a los lectores un valor añadido
que rompe con las formas de consumo mediático imperantes hasta el momento.
Nos encontramos así ante un nuevo sistema de comunicación masiva que basa su
razón de ser en la propia democracia participativa. En ella, el periodismo puede llegar a
concebirse como una plataforma de noticias interactivas en las que la retroalimentación
y el feedback entre emisor y receptor permiten al periodista adaptar la información a los
requerimientos del usuario.
De este modo, se modifican las peculiaridades que adquiere el periodismo en
cada una de las plataformas y medios de comunicación. No obstante, tal y como
establece Cebrián (2010:22), “las diversas modalidades no cambian los elementos
sustanciales”, es decir, mantienen los principios de veracidad, de diferencia entre
información y opinión o las exigencias de pluralismo.
La información económico-bursátil en los medios digitales
218
La telefonía simplemente “ha expandido el modelo de las comunicaciones
interpersonales” y como sistema interactivo empleado en los medios, abre la opción al
diálogo, los enlaces y la navegación (Cebrián, 2010:29).
Bajo este paraguas, el periodismo, que a lo largo de la historia siempre ha estado
determinado por la actualidad, cada vez depende de ésta en mayor medida. La
proximidad espacial y temporal por la que apuestan lo medios digitales hace que el
relato se reelabore constantemente, creciendo de manera exponencial las versiones de
los hechos y consiguiendo que la información se difunda prácticamente en tiempo real.
Fernández del Moral ya era consciente de este aspecto en 2004 cuando afirmaba
que “el periodismo es como un enorme tiovivo que no deja de girar incesantemente y a
toda velocidad, apareciendo el tiempo como el factor más determinante y que aporta sin
duda mayores cotas de complejidad” (2004:27).
Esta dependencia de la inmediatez hace que los medios periodísticos online
estén experimentando una revolución ante la necesidad de adaptar sus formatos a los
nuevos dispositivos tecnológicos. Una población en la que más del 94,5% se conecta
Internet a través del móvil, según datos de Navegantes en Red, implica un cambio tanto
en formato como en tratamiento informativo. Y es que “los contenidos móviles están
haciéndose un espacio entre los hábitos de consumo del público gracias a la ubicuidad,
personalización y capacidad de crear comunidades con gustos afines” (González
Molina, 2012:152).
Además, el propio dispositivo móvil permite a la audiencia acceder a la
información en cualquier lugar y momento del día gracias a los operadores 3G o 4G que
a principios del siglo XX se han puesto al alcance de la ciudadanía. Esa posibilidad de
estar conectados en todo momento hace que los móviles sean uno de los formatos más
idóneos para la distribución de un contenido de servicio, como es la información.
Ya no basta con comprar el periódico o leer el digital en casa. Se quiere ir un
paso más allá que implique que la población pueda acceder a la información dónde y
cuándo lo desee, y lo móviles se han convertido en el gran aliado.
El desarrollo tecnológico que ha experimentado la telefonía en las primeras
décadas del siglo XXI ha permitido que sus usuarios puedan acceder a los contenidos
periodísticos con la misma calidad que los que puede ofrecer cualquier infraestructura
cableada, con el añadido de que con los teléfonos móviles no hay necesidad de estar en
un sitio fijo. La movilidad, inmediatez, ubicación y localización son las cuatro
características que para Parra Valcarce y Álvarez Marcos (2004:97) han triunfado en la
La información económico-bursátil en los medios digitales
219
sociedad, permitiendo que un mensaje llegue de inmediato al lugar donde se encuentre
el usuario y le entregue el contenido informativo deseado.
Por este motivo, según la Asociación para la Investigación de Medios de
Comunicación (AIMC), el móvil ha desbancado a todo tipo de dispositivos en lo que a
acceso a la información se refiere. Y es que desde 1983, momento en que “se realizó la
primera comunicación móvil en Manhattan (EE.UU.), el teléfono móvil se ha
convertido en un elemento indispensable en nuestra vida” (Flores, 2010:237).
Dispositivos de acceso a Internet
Gráfico 55. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de AIMC
El ordenador, hasta el momento el gran distribuidor de noticias por Internet, ha
quedado relegado a un segundo plano. Esta situación ha propiciado un nuevo cambio en
las empresas informativas, las cuales han tenido que adaptar sus páginas web a todos los
dispositivos de acceso, con independencia de cuál sea su público objetivo.
El móvil se ha convertido en el nuevo soporte de los contenidos informativos.
Prueba de ello es la reflexión de Henry Jenkins en su obra Convergence Culture a la que
hacen referencia Jesús Miguel Flores Vivar (2010:239):
“Llámenme anticuado…La semana pasada quise comprar un teléfono móvil, ya
saben, para hacer llamadas. No quería una cámara de vídeo, ni una cámara
fotográfica, ni una conexión a la red, ni un reproductor mp3, ni una consola.
Tampoco estaba interesado en algo que pudiera mostrarme trailers de películas,
que tuviera tonos de llamadas personalizadas o me permitiera leer novelas. No
quería el equivalente electrónico de una navaja suiza. Cuando suena el teléfono,
no quiero tener que averiguar que botón pulsar. Sólo quería un teléfono”.
0
20
40
60
80
100
Acceso a Internet
Móvil
Portátil
PC
Tablet
TV
La información económico-bursátil en los medios digitales
220
Esta descripción refleja cómo los teléfonos móviles han dejado de ser unos
dispositivos simples que sirven para llamar por teléfono y han adquirido nuevas
funcionalidades, entre ellas, abrir la puerta a nuevos formatos de contenidos
periodísticos. Sin ir más lejos, la cadena de televisión La Sexta fue la primera televisión
en España en apostar por nuevos formatos de información a través del móvil y
retransmitió en directo e íntegramente un partido de fútbol por móvil e Internet (Flores
Vivar, 2004:246).
Ante esta nueva realidad, las empresas informativas buscan nuevos formatos y
formas lingüísticas que permitan aprovechar lo mejor posible las posibilidades que
brinda la Red, lo que implica el desarrollo de novedosas técnicas de redacción. Un
ejemplo son los titulares de una o dos líneas, los cuales constituyen una expresión de
relato más fragmentado y, al mismo tiempo, permiten desarrollar de manera simultánea
el mensaje y la noticia en sí.
En muchos casos, los textos han sido desarrollados pensando en que serían
visualizados en terminales móviles. En otros, se trata de textos que habían sido
concebidos para otros medios y dada la importancia que la tecnología está adquiriendo
en la sociedad, se han adaptado mínima o significativamente para su consumo en el
entorno móvil.
Lo que está claro es que la actualización continua y la instantaneidad se han
convertido en una máxima para periodistas y audiencias al disponer de contenidos
accesibles en cualquier momento y lugar. A ello hay que sumar su personalización, ya
que el móvil se entiende como un objeto cultural ligado al propio individuo y será él
mismo el que determine qué contenidos consume.
7.1. El nuevo entorno 2.0
El mundo de Internet, envuelto en una constante y frenética evolución, ha
propiciado que las redes sociales que manejaban los internautas en 2006, momento en
que Twitter saltaba a las pantallas, fuesen bastante distintas a las actuales. Sus límites
han sido redefinidos y en los últimos años se han convertido en uno de los pilares más
relevantes del nuevo entorno comunicativo, no sólo para los usuarios de Internet, sino
también para los propios periodistas.
Las redes sociales son definidas por David Caldevilla Domínguez (2010:47)
como “un nuevo modismo para tildar lo que antes definíamos como ‘hacer algo en
La información económico-bursátil en los medios digitales
221
grupo’. La ventaja que supone el trabajo grupal es que prospera por el esfuerzo de todos
los intervinientes”.
Esta idea de grupo la mantiene José Luis Orihuela (2008:64) al definir las redes
como “nuevos espacios virtuales en los que nos relacionamos y en los que construimos
nuestra identidad”. Unos espacios en los que destaca su función de filtro y alerta,
permitiendo “un ajuste del flujo de información que recibimos en función de nuestros
intereses y de los intereses de aquellos en quien confiamos”.
La actualidad informativa ha dejado de tener el flujo vertical en el que las
audiencias asumían una actitud pasiva, para ser horizontal; un hecho que ha
revolucionado la forma de relacionarse, comunicarse e incluso, de difundir información.
Fruto de este gran desarrollo, los profesionales de la información han tenido que
introducir a sus tareas diarias otras nuevas nacidas del desarrollo de la web 2.0. Según
un estudio realizado por la Universidad de Indiana (EE.UU.) el 40% de los periodistas
norteamericanos señalan que las redes sociales forman parte de su trabajo, mientras que
un tercio declaraba en 2014 que ya les dedicaba más de media hora al día.
En España, aunque son muchos los periodistas que tienen ciertos reparos a
utilizar las redes sociales como fuentes informativas, también las dedican tiempo,
especialmente a Twitter. Esto se debe a que los internautas han visto en las redes una
nueva manera de estar al tanto de la última hora y, en consecuencia, esto tiene un efecto
directo sobre los periodistas.
Según el informe ‘Digital News Report 2014: España’, elaborado por Reuters
Institute, los menores de 35 años se informan en redes sociales y televisión casi por
igual. Un dato que hace que los periodistas tengan que estar al tanto de lo que en ellas se
habla, reportándoles puntos de vista de los usuarios acerca de lo que es o no relevante.
Estas redes también son empleadas por los periodistas para difundir sus piezas
informativas y saber lo que opina la audiencia o para proponer un tema a tratar en su
medio de comunicación.
Las redes sociales no sólo se han convertido en la nueva forma de comunicación
de la sociedad y su manera de estar informados. “Se trata de la nueva forma que tiene el
periodista de rastrear cuál es la última hora de determinados temas o tomar el pulso
sobre qué interesa o no a los ciudadanos” (Herrero-Curiel, 2012:1114). Así, el
periodismo y las redes sociales van de la mano al esbozar aquellas prácticas que ofrecen
un valor añadido a las audiencias.
La información económico-bursátil en los medios digitales
222
Los usuarios filtran la información que quieren recibir y crean portadas de
medios en línea. Éstas están personalizadas en función de sus intereses sin necesidad de
ir buscando en las distintas webs de los medios de comunicación. De este modo,
aquellos que estén interesados en la información económica, puede que única y
exclusivamente sigan a usuarios de redes que destaquen en esta temática, así como a los
medios especializados. Además, es el propio internauta quien decide cuándo comienza
su contacto con la actualidad y qué dispositivo empleará en función del tipo de lectura
que quiera desarrollar.
Lo que está claro es que el seguimiento de medios de comunicación a través de
redes sociales ha aumentado considerablemente desde 2010. Así lo refleja el Informe
2013 Medios de Comunicación en Redes Sociales desarrollado por GAD3, el cual cifra
en más de 21 millones de personas el seguimiento que se realizó de los medios en 2013
a través de las redes. Dentro del conjunto de los medios, aquellos que principalmente
ofrecen información económica pasaron de los 275.000 seguidores en 2012 a 550.000
en 2013, siendo la red social Twitter la que proporcionó la mayor parte del tráfico.
Los medios económicos han sabido adaptarse muy bien a la demanda de una
información instantánea y han ganado gran cantidad de seguidores en las redes sociales.
En 2013 el diario Expansión había aumentado sus seguidores un 94% con respecto a
2012, alcanzando los 170.000 usuarios en red; mientras que El Economista consiguió
duplicar su seguimiento alcanzando los 160.000, y Cinco Días los 105.000.
Los económicos digitales tampoco quedan fuera de este nuevo panorama
informativo y en 2013 lograron concentrar 118.000 seguidores, el doble que el año
anterior. Entre ellos destacan Cotizalia con 24.000 seguidores o Bolsamanía con 19.000
y un crecimiento del 290%, según el informe.
Estos resultados están estrechamente relacionados con la capacidad de los
medios para proveer espacios de socialización de audiencias, asumiendo los cambios
que pueden sufrir sus informaciones en las redes sociales. Éstas serán trasladadas y en
algunas ocasiones, incluso editadas, pero al mismo tiempo serán fácilmente localizables.
Además, el público aportará sus propias ideas, planteará iniciativas e incluso corregirá a
los periodistas.
“Cada usuario se convierte en un terminal capaz de aportar información precisa
de lo que sucede en su entorno más próximo a partir de la experiencia directa.
La información económico-bursátil en los medios digitales
223
Ninguna agencia de noticias ha tenido, a lo largo de la historia de los medios,
ese potencial de recursos humanos” (García de Torres, 2010:210).
Tal es su importancia, que García de Torres relata como Walter Mossberg,
periodista de Wall Street Journal solicitó en 1996 opiniones a sus lectores para escribir
una segunda edición de su columna en el digital. Era el comienzo de la participación
activa del público en el desarrollo informativo, quitando al periodista el monopolio de la
intermediación entre un acontecimiento y su relato.
Hasta el momento eran los medios de comunicación los que prestaban atención a
algunos temas y silenciaban otros en función del efecto que querían tener sobre la
opinión pública, de tal manera que cuanto mayor era la cobertura mediática de un
suceso, más importante resultaba para los ciudadanos.
Sin embargo, con la aparición de las redes sociales esta situación ha cambiado y
son los propios ciudadanos los que también influyen y deciden qué temas interesan y
cuáles no. Internet se ha convertido, afirma Manuel Castells (2009:141), “en el medio
de autocomunicación de masas que refleja la más fidedigna opinión pública”. De esta
manera, el periodismo se ha convertido en una conversación basada en la inmediatez.
No hay que confundir esta inmediatez con el ‘periodismo de avanzadilla’, es
decir, aquel que anticipa acontecimientos y se basa en anticipar los acontecimientos que
previsiblemente van a tener lugar a lo largo del día. Estas previas ayudan a renovar
portadas de los medios digitales o incluso facilitar a los lectores un mapa mental de cuál
será el mapa informativo del día, pero posteriormente es la inmediatez la que primará a
la hora de informar sobre ese suceso y es cuándo entrará en acción el periodismo
fragmentado.
Las redes sociales “han dado relevancia al ‘Nosotros’ como metáfora de la
conexión e interrelación permanente” (Cerezo, 2008), convirtiéndose en el eje
informativo de los más jóvenes. Tanto es así, que suponen la primera fuente informativa
para los jóvenes de entre 18 y 24 años, mientras que para el usuario español medio
supone la segunda, según revela el estudio de la Universidad de Navarra Digital News
Report 2014.
Para ellos, la información ya no destaca tanto por el valor añadido que se aporte,
sino por la posibilidad de proporcionar espacios de comunicación. Apuestan por un
consumo basado en la información fragmentada, es decir, “retazos de realidad de unos
pocos bits, noticias que en segundos se difunden en el mundo interconectado para
La información económico-bursátil en los medios digitales
224
hacerse un hueco durante también apenas unos segundos en el magma de información
en el que vivimos” (Cerezo, 2008).
Esto es así porque la mayoría de los internautas en lugar de leer, escanean.
Buscan una información fragmentada que les permita conocer acontecimientos de forma
rápida y permanente, sólo profundizando en los temas cuando ellos lo deseen y optando
por distintos niveles de especialización en función de sus intereses, gustos y
necesidades.
Ante esta situación, los periodistas intentan retener la atención de los usuarios en
el primer impacto. La sencillez se antepone al análisis y la profundidad, de manera que
las redes sociales, tal y como apunta José Manuel Noguera (2010), se han convertido en
“espacios agregadores y gestores de contenido ajeno”.
La estructura de Internet es descentralizada y las redes se han convertido en el
lugar en que los internautas pueden seleccionar todo tipo de información con un simple
vistazo. Es ahora tarea del periodista asumir que en un entorno digital las noticias nunca
son un producto acabado. De hecho, prácticamente todas las noticias aparecen con la
fecha y hora de su última actualización, reflejando su variación constante y la capacidad
de los digitales para modificar, cambiar o sustituir las informaciones más relevantes del
día con el objetivo de generar una información continua.
Los medios online siguen apostando por esa inmediatez, por la narración en
tiempo real, y para ello intentan seducir al lector con titulares y tuits que atraigan su
atención y permitan que éste se quede siguiendo esa información en lugar de actuar
como un saltimbanqui de enlace en enlace. Se trata de aprovechar la cultura de picoteo
en la que las audiencias van de aquí para allá, para conseguir nuevos seguidores y que
aprecien el contenido que se les ofrece.
La relación entre el periodista y las audiencias es más estrecha desde la irrupción
de las redes sociales, por lo que el periodista no sólo tiene que organizar
informativamente la noticia, sino también participar en la conversación 2.0 y difundirla.
Además, tiene que incentivar la participación de los usuarios en la conversación infinita
y permanente que supone la información 2.0.
La velocidad de comunicación que permiten las tecnologías actuales hacen que
la rapidez sea una de las premisas del periodismo actual. El cambio permanente y la
prisa son los factores clave para publicar una noticia, aunque sea a modo de flash
informativo, puesto que se acabará completando más adelante con nuevos datos.
La información económico-bursátil en los medios digitales
225
La información rápida e instantánea triunfa en la Red. De hecho, el 81% de los
internautas de entre 16 y 55 años utilizan redes sociales según el estudio anual de redes
sociales de 2016 realizado IAB Spain, lo que representa más de 15 millones de usuarios.
De ellos, el 47% establece sus seguidores en redes como Twitter para mantenerse
informado.
Por lo que respecta a las plataformas más empleadas para seguir la actualidad
informativa en España, el informe de la Universidad de Navarra mencionado al
principio de este capítulo sitúa a Facebook y Twitter a la cabeza. Es más, Twitter supera
la media, situada en el 9%, y alcanza el 21%. Unas cifras que muestran como el mayor
ejemplo de periodismo fragmentado basado en los 140 caracteres está calando en la
sociedad.
Sin embargo, este periodismo fragmentado no deja de lado los elementos
audiovisuales ni la profundidad. La inclusión de elementos multimedia como imágenes,
enlaces o vídeos permiten captar la atención de los usuarios y a su vez, que la
ciudadanía esté informada sin necesidad de abrir una a una las páginas de los medios
que le interesan.
7.2. El periodismo fragmentado como vehículo de la información de los mercados
“Internet no supone un soporte más; significa el final del periodismo tal y como
se ha vivido hasta ahora” (Fogel y Patiño, 2007:15). Los medios de comunicación están
desarrollando nuevas fórmulas para redactar sus informaciones en función de la
Sociedad en Red, una sociedad que demanda estar al día de los acontecimientos de la
manera más rápida posible.
La audiencia ha llegado a un punto en el que quiere conocer los datos
informativos que le interesan sin ningún esfuerzo, simplemente con deslizar su dedo en
la pantalla del móvil. Demanda una información inmediata, sin necesidad de estar en un
lugar concreto y que a su vez sea completa.
La credibilidad que ha ganado la Red, sumada a su agilidad, han propiciado que
la prensa electrónica haya cogido el testigo de la información instantánea. Aquellos que
en un principio eran las ‘ediciones hermanas’ de los diarios en papel, fueron dotándose
de elementos llamativos como los gráficos animados que enriquecían la información.
Sin embargo, la gran diferencia entre ambas ediciones llegó a la hora de
transmitir la información de última hora. La urgencia informativa no tenía tiempo para
La información económico-bursátil en los medios digitales
226
efectuar el recorrido habitual de los medios impresos (elaboración, impresión,
distribución…) y se imponía la máxima de lanzar la información lo antes posible. Los
medios electrónicos abrían así una nueva puerta a la velocidad informativa y había que
aprovecharla.
Convertidos en el altavoz que difunde las informaciones a modo de agencia
informativa, los medios electrónicos se han hecho con el público. Textos claros,
concisos y directos ofrecen a los lectores los aspectos principales de la información,
permitiéndoles obtener una idea global del suceso acaecido mediante un relato
fragmentado. Una narración en la que a modo de titulares se va trasmitiendo el
acontecimiento para saciar así la necesidad informativa que tienen las audiencias. Al
mismo tiempo se logra la sencillez en el lenguaje periodístico por la que abogan
especialidades como el periodismo económico. Atrás han quedado las frases
subordinadas alejadas de la estructura sujeto-verbo-predicado que facilitan la
comprensión del lenguaje informativo.
Se trata de un modelo que casa a la perfección con la información económica y
lo que su público objetivo demanda: instantaneidad. Partiendo de la base de que los
medios escritos online pueden considerarse el mejor vehículo para la transmisión de
información económica dada su capacidad de contextualización y análisis; el
periodismo fragmentado ofrece la posibilidad de estar al tanto de las noticias más
destacadas en cuestión de segundos sin necesidad de leer más allá de un titular.
Ya no vale con transmitir hechos informativos en directo, como en las
conexiones de Bolsa en las que se informa de la posición de los valores. Hay que
hacerlo instantáneamente.
Es obvio que la escritura no puede competir con la voz en lo que a velocidad de
transmisión se refiere, de ahí que se haya apostado por este periodismo fragmentado en
forma de titulares. Éste permite a los medios impresos competir con los formatos
audiovisuales, especialmente con la radio, en lo que a inmediatez se refiere. Para
conseguirlo, tal y como relata Manuel de Ramón Carrión (2013:130), se han
desarrollado dos métodos principales. “El primero es la difusión de mensajes cortos,
similares a los de Twitter aunque sin el corsé de los 140 caracteres”, y un segundo
método que consiste “en el lanzamiento de titulares descriptivos de una situación o de
un acontecimiento aunque sin relato o crónica que los acompañe”. Periódicos de tirada
nacional como ElPaís.com o Elmundo.es han utilizado este segundo método para
acontecimientos como la elección papal o el juicio de Iñaki Urdangarín.
La información económico-bursátil en los medios digitales
227
El desarrollo de este tipo de fórmulas hace que esté desapareciendo el
periodismo de ciclos y los conocidos cierres de los periódicos. Aunque estos siguen
adaptando sus publicaciones a las horas punta y valle de las audiencias, comentadas en
el capítulo uno de esta tesis, la información se ha convertido en continua.
“Internet no acelera el ciclo de la información, lo supera. Hasta el punto de que,
cuando la actualidad camina a una velocidad rutinaria, muchos sitios utilizan unos
algoritmos para cambiar de lugar, a intervalos regulares, titulares e imágenes, buscando
crear una apariencia de un flujo renovado de actualidad” (Fogel y Patiño, 2007:111).
Nunca se había difundido tanta información textual, ni tan rápida. Un hecho que está
generando un nivel de contenidos tan sumamente elevado que es difícil de controlar.
Desde que se vio la influencia que tenían las noticias de última hora en los
usuarios de Internet, el relato fragmentado es cada vez más visible en los medios de
comunicación online. Enganchar a la audiencia, mantenerla activa durante unas horas y
darle todos los detalles sobre un hecho, se ha convertido en uno de los grandes
desarrollos del periodismo actual.
Esta renovación permanente de los contenidos, así como la actualización de los
mismos y la facilidad de acceso son elementos que facilitan el éxito de los medios de
comunicación, especialmente de los económicos, dirigidos a un público que
normalmente quiere conocer la última hora de la manera más rápida posible.
Las barreras de espacio y tiempo han sido prácticamente suprimidas con esta
nueva técnica narrativa. Lejos quedaron esos medios digitales que eran un mero volcado
de la información del diario impreso, pero con los que se dio paso a un modelo más
instantáneo en el que Internet se convertía en un nuevo espacio de comunicación que
integraba las grandes ventajas de todos los medios existentes.
Con esta nueva evolución, Internet parece que está ganando la batalla de la
instantaneidad sin renunciar a su verdadera seña de identidad: la escritura. “Si
renunciase al texto, podría convertirse en una simple, y mala, imitación de los otros
medios”. (De Ramón, 2013:131). Por ello ha desarrollado este periodismo fragmentado
en el que “Internet actúa como un gran juego de lego automático que combina, en
función de unas reglas predefinidas, textos, imágenes, animaciones etc., así como los
enlaces hacia contenidos periodísticos”. (Fogel y Patiño, 2007:64).
De este modo, el periodista establece una serie de flash y enlaces que guían la
lectura de la audiencia, pero finalmente cada uno de los lectores consumirá un producto
en función de su propio resultado subjetivo. Se desarrolla un diario personalizado para
La información económico-bursátil en los medios digitales
228
cada uno de los internautas, una prensa a la carta que se adapta a las necesidades de la
audiencia.
Este relato fragmentado y simplificado en aras de la instantaneidad puede dar
lugar a noticias inconexas que no resulten comprensibles para el receptor. Por ello el
periodista debe tener en cuenta en todo momento que aquello que está contando tiene
una contextualización. A pesar de que informe a modo de titulares, no hay que olvidar
que ese relato fragmentado se desarrolla en un periodo de tiempo concreto, con un
principio y un fin, unos datos más y menos relevantes y, en definitiva, un contexto.
Hay que tener en cuenta que “el periodismo es, en el fondo y desde sus orígenes,
la profesión de los períodos” (Salaverría, 2017:20). El factor temático siempre ha tenido
un carácter secundario. Los medios se han clasificado, y se sigue haciendo, en función
de su periodicidad y ahora, con el periodismo fragmentado no iba a ser menos. Existen
noticias de última hora, ‘flash informativos’, relatos en forma de periodismo
fragmentado y posteriormente se da lugar a una crónica de las de toda la vida. Esas que
quedan desplazadas a un segundo plano en un primer momento, pero que una vez haya
finalizado la retransmisión en directo, será la encargada de informar sobre los sucesos
más relevantes. Será entonces, cuando a través de aquello que se ha contado mediante
un relato fragmentado, el periodista elaborará su crónica a la antigua usanza: teniendo
en cuenta la pirámide invertida, las 5w o cuáles han sido los aspectos más destacados
del suceso. Es entonces cuando el análisis y la contextualización tienen cabida.
De hecho, son varios los medios de comunicación digital que transmiten los
grandes sucesos en sus webs mediante un periodismo fragmentado, o bien a través de
twitter, sin renunciar posteriormente a su crónica.
La audiencia demanda también interactividad, un concepto clave en la era digital
en la que el usuario abandona su rol pasivo para convertirse en un agente activo de la
información mediante preguntas y opiniones. Fruto de esta nueva exigencia de las
audiencias, los medios de comunicación online no sólo actualizan constantemente sus
informaciones, sino que también tienen que afrontar la llegada de las redes sociales 2.0,
especialmente Twitter, una red que retomando la idea los ‘flash periodísticos’ se utiliza
a modo de alerta por usuarios y periodistas para estar al tanto y transmitir la última hora.
Son un reclamo para que los internautas enlacen con el medio de comunicación en
cuestión y sigan el desarrollo de la noticia. Por ejemplo, en el caso de la salida a Bolsa
de AENA, un tuit informando sobre la misma sirve de gancho para que los lectores se
La información económico-bursátil en los medios digitales
229
interesen por el tema y sigan, a través de la web del medio, la puesta en escena de la
salida a Bolsa o la evolución del valor durante sus primeras horas de cotización.
7.3 El protagonismo de los titulares
7.3.1 ¿Es posible comprender una información bursátil en 140 caracteres?
Una de las redes sociales más empleadas por los ciudadanos de principios del
siglo XXI para mantenerse informados, Twitter, está revolucionando el panorama
informativo mediante sus mensajes claros, directos, y los más importante: reducidos a
140 caracteres. Un aspecto que la convierte en la máxima expresión del periodismo
fragmentado.
Constituida como una especie de alerta temprana de información a modo de
flash informativos, sus tuits sirven de aviso de gran cantidad de acontecimientos para
usuarios y también para periodistas.
Raquel Pinilla (2012:52) lo define como un “servicio gratuito de micro blogging
que permite a los usuarios enviar mensajes de texto (llamados tuits) con una longitud
máxima de 140 caracteres en los que se responde a la pregunta ¿qué estás haciendo”.
Por otro lado, José Luis Orihuela recuerda en su obra “Mundo Twitter” (2011)
que esta red nació como una plataforma web de intercambio de mensajes basados en el
sistema SMS y ha pasado a convertirse en “uno de los mecanismos de comunicación
más poderosos de la historia”.
Twitter, junto a otras redes sociales desarrolladas al calor de la web 2.0, ha
llegado para quedarse y transformar el trabajo periodístico. Años atrás nadie hubiese
pensado que 140 caracteres colocados en el ciberespacio por cualquier personaje
público podrían abrir los telediarios matutinos o que, gracias a ella, los ciudadanos
conseguirían mejoras en sus condiciones de vida.
Las redes sociales, esos recursos que parecían ajenos a la actividad periodística,
han desbordado el círculo amistoso y profesional para el que parecía que fueron creadas
y no sólo se han convertido en un arma propagandística de ideas políticas o de
marketing, sino también como base para el desarrollo del periodismo actual. Se pensaba
que no iría más allá de un libre ejercicio de expresión de los ciudadanos. Sin embargo,
han superado todo tipo de expectativas.
La información económico-bursátil en los medios digitales
230
Son muchos los periodistas y medios tradicionales que han comprendido la
importancia de recibir mensajes de Twitter y Facebook que poco a poco se han
convertido en el sistema de alerta para llegar a la información. Así, muchos medios
tradicionales emplean tuits de gobernantes internacionales y nacionales a modo de
declaraciones para completar sus noticias. Gutiérrez y Zurita (2012) afirman que entre
las actividades que desarrollan los periodistas con las redes sociales las más importantes
son la búsqueda de noticias, de fuentes y el contraste de información.
Por otro lado, Twitter ha acelerado los tiempos de producción y distribución del
contenido periodístico, siendo prácticamente instantáneo el suceso y su difusión. La
rapidez de esta red social hace que se haya convertido en uno de los mejores medios de
alerta temprana sobre noticias que están ocurriendo en ese momento. Son muchos los
hechos noticiosos en los que un periodista ha decidido informar directamente a través de
twitter, como ocurrió en el atentado terrorista de la Maratón de Boston en abril de 2013
donde, como cuenta Pujol (2013) The Boston Globe decidió realizar una intensa
cobertura en vivo a través de twitter, publicando durante las dos horas siguientes al
atentado, un total de 150 tuits.
A pesar de que aún son pocos los hechos noticiosos que se han transmitido
directamente vía twitter, podemos extraer algunas conclusiones de los mismos. Un
análisis de estudio es el “Periodismo Ciudadano y Periodismo de Fuentes en las Redes
Sociales. La Red Twitter como expresión del Relato Informativo Fragmentado”,
realizado por Santiago Martínez Arias y Manuel de Ramón para Cybermedia II, en
2012.
Este estudio analizó los tuits lanzados por clubes de fútbol, medios de
comunicación y aficionados durante las finales de la Liga Europa y la Copa del Rey de
2012 para comprobar si alguien que no hubiese visto el partido, podía hacerse una idea
global del mismo leyendo simplemente los tuits enviados por estos tres colectivos.
Ninguno de ellos se había planteado elaborar una crónica fragmentada global, ni
siquiera el medio de comunicación, ya que emitió un tuit cada 9 minutos.
Los clubes y aficionados tampoco tenían esa intención, dado que publicaron
mensajes sesgados por sus sentimientos y apenas tuitearon durante el partido, sino al
comienzo del mismo y una vez que terminó.
Bajo estas circunstancias, puede afirmarse que para hacerse una idea global de
un suceso a través de mensajes escritos en 140 caracteres es necesario que estos hayan
sido lanzados con el fin de realizar un seguimiento, es decir, que no hayan sido lanzados
La información económico-bursátil en los medios digitales
231
de manera totalmente aleatoria. Es necesario que el propio medio de comunicación
utilice los titulares dando una sensación de instantaneidad, tal y como hizo el diario
Elpaís.com el 13 de marzo de 2013 para relatar a sus seguidores la elección del nuevo
Papa.
En este caso, “a lo largo de siete horas y 14 minutos, ElPaís.com colgó 243
mensajes con una cadencia de algo más de medio mensaje por minuto (…) pero el
volumen se incrementó considerablemente en los momentos clave hasta alcanzar los
máximos picos de tráfico (1,24 por minuto)” (De Ramón, 2013:135). Se trata de una
información que intenta mantener activo al público, que aporta datos y refleja la
situación del momento con unos tuits continuos que efectivamente sí permiten conocer
qué está pasando y hacerse una idea del hecho concreto.
En el ámbito económico, y más concretamente el bursátil, ocurre exactamente lo
mismo. Twitter facilita a los ciudadanos acceder directamente a la información
corporativa de las empresas sin necesidad de acudir a los medios de comunicación, lo
cual, sumado a la nueva concepción que tienen las empresas sobre la comunicación
corporativa, permite el acercamiento entre compañía y ciudadano.
Aun así, la fragmentación de los relatos periodísticos dificulta la visión global de
los acontecimientos. Las redes sociales y el periodismo fragmentado transforman lo que
sería una crónica en pequeños titulares de difícil comprensión.
Bien es cierto que estas píldoras dispersas son idóneas para que los ciudadanos
tengan constancia del acontecimiento, pero será necesario completar esa información
con reportajes que aporten una visión global del mismo, en el que se profundice y se
contextualice la información. Una opinión que comparte Guillermo Ginés, periodista
económico del diario ABC, quien durante una entrevista con la autora de esta tesis
afirmó que se pueden “dar pequeños ‘flash’ de información, pero es necesario ampliar
estas alertas”.
Para ver el tratamiento que reciben algunas noticias económicas y si es posible
conocer y comprender el hecho que se narra, se ha analizado la cobertura que dio twitter
a la salida de Bolsa de AENA el pasado 11 de febrero de 2015, un proceso clave para su
trayectoria.
“Además de servir para que los inversores suscriban los valores que se les
ofrecen y, de manera correlativa, para que la sociedad afectada capte nuevos
socios que mejoren su capital y su financiación, las salidas a Bolsa suponen
La información económico-bursátil en los medios digitales
232
oportunidades únicas para consolidar la imagen de las compañías y mejorar su
proyección pública” (Berceruelo, 2013:97).
En el caso de AENA y el tratamiento de su salida a Bolsa en redes sociales, en
primer lugar, cabe destacar el cambio de imagen corporativa en twitter de la propia
compañía, al modificar el nombre de su red social por @aena apenas una semana antes
del lanzamiento, es decir, el 4 de febrero. Un hecho que refleja que el trayecto que
recorre una empresa desde que decide salir a Bolsa hasta el toque de campana del
primer día está lleno de baches y curvas que hay que ir sorteando a medida que se
avanza en una travesía en la que no hay segundas oportunidades.
La comunicación de una salida a Bolsa no es tarea sencilla, puesto que
simultáneamente la empresa tiene que afrontar su día a día y la propia salida a Bolsa, la
cual requiere un proceso de traducción de la información financiera al lenguaje de redes
sociales y de los ciudadanos de a pie, elaborar un ‘background’ de la historia de la
compañía y sus fortalezas y, como no, las réplicas. Y es que como todos sabemos, en
una salida a Bolsa, todo el mundo opina.
Quizás por ello, el tuit oficial del operador aeroportuario no mencionase nada
sobre el proceso durante los días previos. En el mismo día del toque de campana, el 11
de febrero de 2015, comenzó a tuitear minutos antes de que se produjese la salida a
Bolsa. Lo hizo tanto en inglés como en español, utilizando a nivel nacional el hashtag
#AENAOPV.
Foto 16. Tuit de @aena. 11 de febrero de 2015
Además de texto y enlaces @aena incluyó un material audiovisual para sin
perder la personalidad del medio escrito, transmitir imagen y sonido y hacer mucho más
La información económico-bursátil en los medios digitales
233
atractiva la información. Se trata de un vídeo colgado en el canal de Youtube de la
compañía en el que se da las gracias por acompañar en este viaje de la salida a Bolsa.
En él, se hace un repaso por el número de aeropuertos de la compañía para cerrar con
Madrid-Barajas y cerrar con una campana. Es decir, el último hito de la entidad.
A pesar del número de tuits lanzados por la compañía, es Bolsas y Mercados
Españoles (@GrupoBME) quien lleva la voz cantante del evento mediante una
transmisión mucho más
continuada. De los 16 tuits
que había publicado entre las
8 y las 15 horas, doce eran
relativos a la salida de
AENA a Bolsa con un ritmo
que tuvo su punto álgido
justo antes del toque de
campana de su presidente,
José Manuel Vargas Gómez.
Su extensión apenas superaba la línea y media, aunque bien es cierto que en todo
momento se hacía referencia al tuit oficial de la compañía, @aena, así como al hashtag
que esta misma había creado para el evento. De este modo, los usuarios que quisiesen
estar al tanto de la salida a Bolsa, simplemente tendrían que poner en twitter este
hashtag y accederían a toda la información publicada en twitter relativa a este
acontecimiento.
La mayoría de las oraciones empleadas se redactaron en tiempo presente, lo que
aporta al relato mayor sensación de instantaneidad. He aquí algunos ejemplos:
“Ambientazo a media hora del toque de campana”, “Todo preparado para la mayor
privatización española desde 1997” o “Primer precio de AENA”. Además, se trata de
oraciones que reflejan el estado de optimismo que se vive en estos momentos en los que
inversores, empresarios y periodistas esperan con impaciencia los primeros
movimientos del valor. Serán estos los que determinen si la salida a Bolsa ha sido buena
o mala opción para la compañía.
Los textos de apenas media línea destacan entre los periodistas que acudieron a
cubrir el evento. Periodistas especializados de la sección de mercados de medios
especializados y generalistas que informaban desde sus cuentas personales de twitter
sobre el debut.
Foto 17. Tuit de @GrupoBME. 11 de febrero de 2015
La información económico-bursátil en los medios digitales
234
Foto 17. Tuit de @amparogarciatve. 11 de febrero de 2015
Sus tuits no se limitan a un texto seguido de enlaces. Deciden apostar por los
elementos audiovisuales que enriquecen los mensajes y permiten a los internautas ser
testigos de lo que está ocurriendo en el parqué madrileño durante la mañana del 11 de
febrero de 2015.
Foto 17. Tuit de @mriesco_bolsa. 11 de febrero de 2015
La información económico-bursátil en los medios digitales
235
En ellos se hacía referencia al precio de despegue de la acción, a quiénes eran
los brokers que en esos momentos estaban comprando acciones de la compañía o
incluso a curiosidades de la misma.
Foto 18. Tuit de @mriesco_bolsa. 11 de febrero de 2015
Las opiniones de los periodistas también tuvieron cabida en sus informaciones
sobre el suceso, como en el caso de Joaquín Gómez, redactor jefe de la sección de
mercados de El Economista.
Foto 19. Tuit de @JoaquinGomezC. 11 de febrero de 2015
En ningún caso, a lo largo de los tuits que se recogieron sobre la salida a Bolsa
se incluyeron elementos única y exclusivamente sonoros, aunque sí audiovisuales, como
ya hemos comentado.
Por lo que respecta a los medios de comunicación especializados, aquí el texto
suele ser una adaptación del documento informativo que se encuentra disponible en la
web del mismo.
El diario El Economista publica 77 tuits a lo largo del 11 de febrero de 2015 de
los que tan sólo 8 hacen referencia a AENA, siete de ellos propios y un retuit de su
redactor jefe de mercados en el que se hace referencia al dividendo de la compañía, que
había quedado fuera de los 12 más elevados del Ibex.
La información económico-bursátil en los medios digitales
236
Todos ellos, de una línea de extensión, informan de los precios que está
alcanzado la compañía en los primeros momentos de su cotización y también al final del
día. El 100% de estos tuits están acompañados de una imagen gráfica, en algunos casos
tomadas en el propio evento, y en otros, imágenes de archivo, sirven para ilustrar el tuit
y hacerlo más atractivo.
Foto 20. Tuit de @elEconomistaes. 11 de febrero de 2015
En el caso del tuit de la sección de mercados de El Economista (Eco-Bolsa), la
mitad de sus tuits del día fueron dirigidos a AENA. De los 28 que había publicado, 14
versaban sobre la compañía aeroportuaria. Cabe destacar que en algunos casos se
repitieron los mismos tuits y no se emplearon hashtags en esta cuenta, lo que dificulta la
visibilidad de los tuits y también su difusión.
En el caso de Cinco Días, tres de sus 49 tuits hacían referencia a la salida a
Bolsa. Consistían tan solo en un texto muy breve con el enlace al link de la noticia, sin
hashtag y sin menciones a otras cuentas. En ningún momento se decide apostar por
algún elemento audiovisual que enriquezca los textos o aporte más elementos a la
información que contiene el tuit a pesar de que la relación entre tecnología y redes
sociales lo haría posible, como hemos visto en las cuentas de twitter ya mencionadas.
Foto 20. Tuit de @CincoDiascom. 11 de febrero de 2015
La información económico-bursátil en los medios digitales
237
Expansión tampoco realizó una cobertura muy extensa del debut en sus redes
sociales ya que, de sus 74 tuits, tan solo ocho mencionan a AENA. Son en su mayoría
tuits en los que se informa sobre los valores que está alcanzando en sus primeras horas
de cotización, limitándose a un texto informativo y a un enlace con la noticia en el
periódico donde se dan detalles de la misma. Sólo en tres ocasiones los tuits van
acompañados de imágenes.
En el caso de la cuenta de twitter de la sección del medio (Expansión Bolsa)
apenas se otorga protagonismo. De los 93 tuits que se publicaron a lo largo del día, seis
corresponden a la salida a Bolsa, y todos ellos se limitan a un texto breve, de una línea,
que se complementa con el enlace a la noticia del diario.
La totalidad de los tuits analizados, tanto aquellos publicados por la propia
compañía, por BME, por periodistas o por medios de comunicación son puramente
informativos, es decir, versan sobre la salida a Bolsa, la evolución de la cotización o al
acto en sí. En todas ellas prima el texto frente a la imagen y tan sólo BME publica, al
final del día, un par de tuits en los que la información se presenta a modo de link con el
enlace a las imágenes de la jornada.
Así, podría afirmarse que se ha desarrollado una información de servicio, dado
que el público potencial de la información necesita saber qué está pasando, cual es el
precio de salida de las acciones o su evolución a medida que transcurren las horas. Es
esta información la que de algún modo les incita a comprar o vender sus acciones, en
definitiva, les ofrece datos para saber qué hacer. Una información de utilidad que ha
encontrado en los teléfonos móviles un formato ideal para su distribución.
Con este análisis se percibe cómo la información especializada tiene cabida en
las redes sociales, pero aún existe un largo camino por recorrer en lo que a
instantaneidad se refiere. Por el momento, los medios se limitan a informar del suceso y
añadir el link de sus informaciones para así generar mayor tráfico en su web, pero no se
apuesta por una transmisión en tiempo real de los mismos al estilo del periodismo
fragmentado que hablábamos con anterioridad.
Por otro lado, se pone de manifiesto la necesidad de las empresas que cotizan en
Bolsa de tener en cuenta a las redes sociales en sus planes de comunicación. Se trata de
canales por los que se difunde gran cantidad de información, aunque la compañía no
esté presente en la red social, por lo que formar parte de ella es la única manera de
acallar rumores, crear imagen de marca y ganar credibilidad ante el público.
La información económico-bursátil en los medios digitales
238
“La gestión activa de la comunicación en la web 2.0 permite a empresas e
instituciones interactuar de forma directa y bidireccional con todos sus grupos
de interés. Y renunciar a ella tiene un alto precio que puede impactar
directamente sobre la reputación, la marca y la cuenta de resultados”
(Berceruelo, 2013:72).
Las empresas deben ser conscientes de que los individuos se han convertido en
los verdaderos protagonistas de la sociedad de la información, pasando en muchos casos
a ser no sólo espectadores, sino creadores de contenido y de opinión. Así, las redes
sociales y el lenguaje viral constituyen una fórmula rápida y eficaz de contactar con
actuales y potenciales clientes. Además, sirven como cauce para “trasladar con
regularidad informaciones y datos de interés a los analistas financieros e inversores que
integran el colectivo básico de prescriptores potenciales del mercado” (Berceruelo,
2013: 77).
7.4 Estrategias de las instituciones para utilizar las Redes Sociales
La irrupción de las redes sociales en el panorama informativo ha obligado a las
empresas a plantearse nuevas estrategias comunicativas, entre las que destaca la
adopción de redes sociales como Twitter, como hemos podido observar en el caso
analizado con anterioridad.
Especialmente en el ámbito económico la comunicación empresarial juega un
papel relevante. Constituye un factor determinante para el funcionamiento del mercado
tanto para aportar dinamismo y rigor a los procedimientos, como para transmitir una
imagen de solvencia a los mercados.
“La comunicación financiera se orienta a lograr que los ahorradores movilicen
su dinero y se decidan a destinar sus excedentes de liquidez hacia las diferentes
inversiones alternativas existentes, siendo el propio sistema financiero el gran
escenario donde se materializa la transparencia de recursos de ahorradores e
inversores y poder así aplicarlos a la creación de la riqueza” (Berceruelo, 2013:
28).
La información es, por tanto, inherente a la propia empresa, ya que permite
aumentar el conocimiento que tiene el público de la compañía en cuestión y reducir la
La información económico-bursátil en los medios digitales
239
incertidumbre de los inversores frente al valor. Es decir, reduce la distancia entre lo que
vale la empresa y lo que el público percibe de ella. Los valores éticos,
medioambientales o sociales son aspectos intangibles que se comunican a través de las
redes sociales y que también son decisivos a la hora de hablar de reputación de marca o
invertir. No hay más que fijarse en la comunicación de empresas como BBVA o
Santander, dos grandes bancos que cotizan en el Ibex 35 y que participan en multitud de
eventos deportivos con los que generan una imagen de marca determinada.
“Las instituciones públicas y privadas no renunciarán a las ventajas de las
RRSS 2.0 por tres objetivos básicos: a) informativos y de influencia en el caso
de los medios de comunicación social; b) de permanencia en el poder referido a
las instituciones públicas y c) comerciales cuando nos referimos a empresas”
(De Ramón, 2015:50).
Cada estrategia de comunicación es diferente y también cada una de las
empresas, especialmente en un mercado globalizado donde las respuestas y la
información que se ofrece debe ser lo más integral y profesional posible.
Las redes han dotado de un gran protagonismo a los ciudadanos y las empresas
son conscientes, algunas con algo de retraso, de que la comunicación es principal. Esto
se percibe aún más en el ámbito financiero donde nadie compra lo que no conoce y
nadie hablará de nosotros mejor que nosotros mismos. Así, por ejemplo, en caso de que
una compañía como Abengoa tenga malos resultados financieros a final del trimestre, es
mejor que sea la propia firma la que explique estas cifras. De lo contrario, esa
información saldrá a la luz igualmente y tendrá que desmentirla o dar la cara para
gestionar su crisis de comunicación. Hay que tener en cuenta el poder multiplicativo de
los mensajes que aparecen en las redes sociales y los beneficios y riesgos que esto
entraña.
Ya en 2011 José Luis Orihuela en su obra “Mundo Twitter” advertía del
comienzo de una intensa conversación entre los usuarios de las redes sociales sobre la
situación de las marcas, sus noticias y también las personas que formaban parte de ellas
o tenían cualquier tipo de relación con ellas. Además, señalaba que se trataba de una
conversación que no estaba controlada y era imparable.
Fruto de esta situación y para evitar crisis de comunicación, muchas empresas
han aprendido la lección y han creado perfiles en distintas redes sociales que utilizan
La información económico-bursátil en los medios digitales
240
como canal de comunicación. Para ello han identificado a sus receptores, han elaborado
informaciones claras y comprensibles que publican en los momentos más adecuados, y
como no, están abiertas al diálogo, a la bidireccionalidad.
“La apertura es un efecto de las interacciones en red sobre las organizaciones: la
red abre a las empresas, a los gobiernos, a las universidades, a las instituciones
y a los medios. La red derriba en el mundo virtual los muros que protegen a las
organizaciones en el mundo físico” (Orihuela, 2011:79).
Por ello, las empresas han decidido utilizar los nuevos canales de comunicación
que ofrece el desarrollo tecnológico para generar una estrategia de comunicación online
que incluya la gestión de las redes sociales.
“Tenemos que ser capaces de transmitir las fortalezas de nuestro valor frente a
los de la competencia, explicar, en definitiva, por qué somos más seguros y
rentables; por qué tenemos más futuro y por qué debemos ser merecedores de
una mayor confianza” (Berceruelo, 2013:42).
La web 2.0 y las redes sociales permiten que las empresas e instituciones
interactúen directamente con sus grupos de interés e incluso con aquellos a los que no
tenían intención de llegar en un primer momento. Las redes sociales son un factor de
cohesión social y como tal hay que aprovecharlo para acercar la información y el
lenguaje financiero a la opinión pública.
Las redes sociales implican una comunicación más próxima y sencilla, al tiempo
que se potencia la imagen de marca de la empresa, su reputación y, quizás, hasta su
cuenta de resultados. Sin ir más lejos, el Banco Gallego realizó en 2006 una campaña de
marketing que acaparó los minutos más jugosos de las redes sociales. Esta entidad
financiera decidió aprovechar el desmayo sufrido por Julen Lopetegui, en vivo y en
directo en La Sexta, para lanzar un depósito con el nombre del deportista. Una campaña
que no sólo fue un éxito en Internet, sino que al mismo tiempo acercaba la economía y
la entidad a los ciudadanos de a pie.
Hay que tener en cuenta que las redes sociales no solo llegan a los clientes
actuales de la entidad, sino también a los potenciales, abriendo un ingente caudal de
información a la que se puede acceder instantáneamente desde cualquier lugar del
La información económico-bursátil en los medios digitales
241
mundo. Un hecho que no siempre es favorable para las compañías. Internet y
especialmente las redes sociales cuentan con un gran número de seguidores que
difunden informaciones con una credibilidad limitada.
El auge del periodismo ciudadano, especialmente en redes sociales, hace cada
vez más necesaria la figura de los periodistas para que contrasten la información y
sepamos qué es verdad y qué es solamente un mero rumor.
Bajo el anonimato que permiten las redes sociales e Internet en general, se
lanzan mensajes interesados en contra de una compañía con el objetivo de manchar su
reputación y conseguir que su valor baje en Bolsa o que simplemente desciendan sus
ventas.
Un claro ejemplo del poder de las redes sociales y su influencia en el mercado de
valores lo encontramos en octubre de 2013, momento en que Twitter saltó al parqué
despertando las expectativas de gran cantidad de profesionales y aficionados a Bolsa.
Sin embargo, muchas adquisiciones de títulos fueron equivocadas al confundir en bolsa
a la red social Twitter con la quebrada empresa electrónica Tweeter. El hecho disparó
las acciones de la compañía que se encontraba en situación de quiebra por encima de la
tasa del 1.000%.
7.5 Twitter como marcador de tendencias del mercado bursátil
A pesar de que Twitter no es ninguna bola de cristal existen varios estudios que
determinan que esta red social no sólo es capaz de transmitir un análisis bursátil de
manera coherente, sino también convertirse en un marcador de tendencias. Uno de los
estudios que lo muestran es “Tweets and Trades: The Information Content of Stock
Microblogs”, publicado en 2010. En él se afirma tras el análisis de 9,7 millones de
mensajes que esta red social permite averiguar con un 87,6% de acierto la evolución de
un valor bursátil.
Manuel V. Gómez, redactor económico de El País, afirma que los inversores
suelen tomar sus decisiones en manada, y el desarrollo de Internet, junto con la
posibilidad de estar conectados en tiempo real provocan estampidas que en algunas
ocasiones tienen detrás rumores o noticas publicadas en Twitter.
En esta misma línea, un equipo de investigadores de la Universidad Rey Juan
Carlos liderado por Raúl Gómez Martínez, profesor de Economía Financiera de esta
Universidad, analizó los valores del Ibex 35 durante seis meses. El resultado de la
La información económico-bursátil en los medios digitales
242
investigación manifiesta cómo los mensajes de esta red social influyen en la evolución
de los valores del selectivo español en al menos el 69% de los casos.
Para el desarrollo de esta investigación se empleó la herramienta StockBuzz
desarrollada por el banco BBVA. Ésta recoge cada noche los tuits que mencionan al
Ibex 35 a fin de conocer las expectativas del mercado. Tras extraer los retuits y aquellos
mensajes con palabras no válidas, clasifica los tuits en positivos, negativos o neutros y
les asigna una puntuación en función de la cantidad de retuits que haya conseguido, por
ejemplo.
Según las conclusiones de este estudio, “cuantos más tuits se envíen con
sentimiento positivo o negativo, mayor o menor será la rentabilidad en esa sesión del
valor con respecto a la rentabilidad del mercado” (Gómez, 2017:39). Además, asegura
que el efecto de cada tuit “puede llegar a significar 14 puntos básicos en valores como
Jazztel y 18 en Abengoa”, empresa que centrará nuestra investigación sobre el lenguaje
de la información económica en los medios impresos y digitales.
Independientemente de la influencia que puedan llegar a tener los tuits en el
mercado de valores, estos y otros estudios reflejan cómo la prensa escrita intenta
competir con la audiovisual en lo que a instantaneidad se refiere. Los titulares cortos
que permiten narrar la noticia en directo, a pesar de que carezcan de hilo narrativo,
ofrecen una idea de aquello que está ocurriendo y podrían considerarse, tal y como
establecer De Ramón (2013:139) “una expresión profesional del relato fragmentado”.
7.5.1 La Red Social Twitter, ¿fuente o medio de comunicación?
Twitter es ya la red favorita de los profesionales de la información, pues la
mayoría de ellos la utilizan para recibir y emitir información de alcance a sus
seguidores. Se trata de un auténtico canal bidireccional de la información en el que los
periodistas dan rienda suelta a todo aquello que deben o no deben decir en un medio de
comunicación tradicional.
Su empleo por la mayoría de los que están relacionados con la comunicación es
indudable. De hecho, esta realidad ha sido contrastada por el estudio realizado por un
grupo de profesores de LABAPART, el laboratorio permanente de Comunicación
Social Media vinculado a la Universidad Carlos III de Madrid. Éste revela que Twitter
es la herramienta más utilizada por los profesionales de la información.
La información económico-bursátil en los medios digitales
243
Su uso como alerta temprana de noticias ha comenzado a formar parte de las
rutinas periodísticas tras convertirse en una especie de medio digital en el que el
contenido se ha seleccionado en función de los intereses del usuario. Su inmediatez y la
posibilidad de filtrar contenidos en función de quienes sean tus seguidores o las listas en
que uno participe, permiten al periodista descubrir primicias, predecir tendencias,
encontrar testigos o buscar contactos a los que se desea entrevistar.
Esta red social puede llegar a ser muy útil para periodistas, ya que como
comentaba Guillermo Ginés, redactor económico de ABC con la autora de este escrito,
“cuando hay algún problema entre empresas y clientes, como puede ser una avería en
una operadora, el primero que se entera es twitter, que se carga de comentarios sobre
este asunto”. Aun así, este periodista no recomienda usarlo directamente como fuente,
ya que “siempre hay que contrastar la información que se vierte en este soporte,
llamando a las partes implicadas”. Una idea que también defiende Íñigo Barrón, experto
en finanzas de El País y presidente de la APIE, quien considera a Twitter “una buena
fuente si después se chequea y comprueba la información que facilita; si no es así, no
sirve”.
Según el estudio anteriormente mencionado, el cual analiza un universo muestral
de 50 periodistas españoles con una edad media de 38 años y una media de 15 años
ejerciendo la profesión, el 95% de los periodistas emplean Twitter asiduamente para
publicar y distribuir información, seguido de la identificación de tendencias, para la que
la emplean un 86% de los encuestados.
Viralizar información de sus propios medios de comunicación o fidelizar a los
usuarios se señalan como otras actividades que los periodistas ejecutan con asiduidad en
esta red social. Sin embargo, recoge que sólo un 25% afirma emplearla para realizar un
periodismo de investigación.
Por eso, John Dickerson publicaba en su columna del Nieman Reports de la
Universidad de Harvard (2009): “Twitter no es una amenaza a las tradiciones de nuestro
oficio periodístico y añade, más que restar, a lo que hacemos (…) Twitter es informal y
accesible y un conveniente medio de transporte de los pequeños momentos de un
acontecimiento”.
A pesar de que Twitter se haya convertido en una fuente de información para
muchos ciudadanos, no ha ocurrido lo mismo con los periodistas. Es cierto que todos o
casi todos los medios de comunicación gestionan una cuenta de esta red social e
La información económico-bursátil en los medios digitales
244
informan en 140 caracteres de los principales hechos noticiosos que se dan día tras día.
Sin embargo, el periodista no puede fiarse de todo lo que ve, escucha o lee.
Para Sandra Crucianelli (2010: 90) el periodista debe estar en Twitter para
divulgar aquellas informaciones que considere relevantes. Esta red social tiene un
número elevado de seguidores y gracias a ella son muchos los que están al tanto de las
noticias más inmediatas.
Esta misma idea es la que defiende el periodista y presidente de la APIE, Íñigo
Barrón al considerar que Twitter “sirve para enlazar buenas historias y para dar
opiniones o vistazos puntuales a hechos relevantes”.
Las nuevas tecnologías también suponen riesgos para los medios y la
credibilidad es uno de ellos. Por ejemplo, en julio de 2011, la cadena estadounidense
Fox publicaba un tuit en el que daba por muerto al presidente Obama con el siguiente
mensaje: “@BarackObama assassinated, 2 gunshot wounds have proved too much. It`s
a sad 4th for America #Obamadead RIP”. Muchos ciudadanos dieron por bueno este
tuit, cuando en realidad era obra de un hacker que había modificado el perfil de la
cadena.
No hay duda de que los temas que se tratan en las redes sociales se tienen en
cuenta a la hora de elaborar una noticia. Las redes sociales forman parte de la vida
diaria de los individuos y ejercen una innegable influencia en la agenda de los medios
de comunicación. Al fin y al cabo, Twitter refleja los intereses de la opinión pública y
sirven de base para que el periodista conozca qué es lo que preocupa a la sociedad en un
momento dado.
De este modo cambia sustancialmente la relación existente entre el público y los
periodistas, ya que hasta el momento eran los periodistas los que determinaban la
importancia de los temas en función de la relevancia que se les diese y el lugar que
ocupasen en el periódico o el informativo. Actualmente las tendencias de las redes
sociales y, especialmente los trending topic, sirven de inspiración para artículos y temas
de actualidad informativa.
Sin embargo, el hecho de que los medios sociales complementen la
investigación periodística no quiere decir que se estén remplazando los principios
básicos que rigen la actividad de los profesionales de la información.
“El profesional de los medios procurará ofrecer al público únicamente
informaciones exactas, conformes con los hechos, comprobando con el mejor
La información económico-bursátil en los medios digitales
245
procedimiento posible todas las informaciones, de modo que ningún acto sea
voluntariamente distorsionado ni deliberadamente suprimido. Así, no difundirá
informaciones, sino después de tener una certeza razonable de verdad, las
rechazará si son dudosas, o precisará su grado de probabilidad dentro de los
límites de sus propias posibilidades de investigación” (Aznar, 2005:55).
Las prácticas habituales del periodismo basadas en contrastar la información
siguen existiendo y aquello que se escribe, comenta o cuenta en las redes sociales
simplemente sirve para dar ideas, conocer los intereses del público o conocer un hecho
del que no se tenía constancia. En ningún momento servirán para sustituir a las fuentes
tradicionales.
Esta idea es apoyada por distintos periodistas, entre los que destaca Ana Estévez,
redactora de economía de Antena 3, quien considera esta red social como un canal
relevante para informar instantáneamente de muchos temas financieros como son los
movimientos de los tipos de interés, los precios o el crecimiento; pero en ningún
momento la emplea como fuente de información en la que basar sus noticias.
De hecho, son muchos los periodistas que usan Twitter como un medio para
acercarse al público, que se le conozca y que sus historias e informaciones lleguen a
más gente. Sin embargo, al mismo tiempo está poniendo en juego la credibilidad de su
firma si abandona los valores tradicionales que siempre han acompañado al periodismo
y opta por fiarse de todo aquello que se publica en las redes sociales. En este caso el
periodista ya no estará amparado ni influenciado por la credibilidad del medio. El
carácter individual que adopta el periodista en twitter hace que la credibilidad mediática
esté migrando hacia la credibilidad personal y que, por tanto, sean muchos los lectores
que siguen un medio de comunicación porque les interesan las columnas o noticias que
escribe un periodista en concreto.
La información económico-bursátil en los medios digitales
249
Conclusiones
A través del estudio de los medios digitales, su información económico-bursátil y el
tratamiento que se da a este tipo de información, consideramos que ha quedado
plenamente demostrada la hipótesis planteada al comienzo de esta tesis en la que se ha
llegado a las siguientes conclusiones:
1. Los medios digitales aprovechan al máximo sus posibilidades expresivas
para realizar información económica.
Las nuevas tecnologías han propiciado un nuevo panorama de inmediatez que ha
acelerado la necesidad informativa de las audiencias. Esta situación ha sido aprovechada
por los medios digitales para transmitir información prácticamente de manera
instantánea, donde la importancia del último dato es crucial.
De este modo, los lectores de prensa económica han pasado de conocer la
evolución de los valores en Bolsa con varias horas de diferencia, a conocerla minuto a
minuto. Mientras que en el periodismo tradicional una noticia se escribía y se esperaba
al cierre para que saliese a la luz al día siguiente, el periodismo digital se basa en una
actualización continua muy en línea con la clara urgencia informativa que caracteriza a
la información bursátil.
Además, aúna en un mismo soporte la inmediatez de la radio, el análisis de la
prensa y la capacidad gráfica de la televisión, rompiendo con las barreras espacio-
temporales que hasta el momento estaban ligadas a los medios de comunicación de
masas. Así, la información económica no sólo es presentada a los pocos segundos de
que tenga lugar, sino que también incluye elementos audiovisuales que facilitan su
entendimiento. Los gráficos o cuadros con cifras empleados hacen la información más
ilustrativa y, al mismo tiempo, facilitan la comprensión del receptor.
2. El lenguaje utilizado en las informaciones económico-bursátiles de los
medios digitales se caracteriza por la legibilidad.
Internet ha revolucionado la forma de hablar y de escribir, y los medios no han
sido ajenos a estos cambios. La información económica, distinguida a lo largo de los
años por su aridez y dificultad, ha dado un vuelco en los medios digitales. El empleo de
palabras sencillas o tecnicismos acompañados de su explicación correspondiente, como
se ha podido comprobar en el análisis realizado para esta tesis, ha aumentado la claridad
La información económico-bursátil en los medios digitales
250
expositiva de la información económica online. De hecho, medios especializados como
Expansión.com han optado por emplear vocablos de la jerga económica y explicarlos,
de manera que se favorezca el entendimiento.
3. Los medios digitales fomentan el uso de elementos literarios en las noticias
con el objetivo de que éstas sean más accesibles para el gran público.
El rigor y la exactitud de los datos económicos se entremezclan en los medios
digitales con recursos literarios que facilitan la lectura y comprensión de las
informaciones. La rigidez que caracterizaba a las noticias económicas a finales de los
noventa del siglo pasado se ha visto sorprendida por las metáforas y juegos de palabras
que aportan dinamismo al texto.
Esta nueva forma de redacción es también empleada por periódicos
especializados como Expansión.com, analizado en esta tesis, el cual integró estos
elementos en prácticamente la mitad de las informaciones que formaban la muestra
objeto de estudio.
4. La prensa en el medio digital intenta competir con los medios audiovisuales
para relatar un hecho noticioso de manera instantánea manteniendo su
esencia escrita.
Las ediciones digitales de los medios nacidos en Internet han comenzado a
ensayar nuevas fórmulas que les permitan narrar las noticias en el instante en que se
producen sin dejar de lado la palabra escrita, seña de su identidad. A través de titulares
cortos que aparecen con una separación de pocos segundos, las secciones económicas y
medios especializados digitales relatan hechos relevantes que tienen una continuidad en
el tiempo.
Los mensajes siguen la estructura de twitter y aunque no mantienen un hilo
narrativo, ofrecen esa transmisión instantánea de información demandada por el
público.
5. La información especializada en economía surge como consecuencia de la
demanda de la audiencia y la propia especialización de los medios.
La participación del ciudadano medio en la Bolsa, así como la crisis económica
en la que ha estado inmersa España desde 2007 han favorecido que se incrementase la
demanda de información financiera. Pequeños inversores, profesionales y hombres de
La información económico-bursátil en los medios digitales
251
negocios han querido satisfacer sus necesidades informativas a la hora de tomar
decisiones de inversión.
A ello hay que sumar que los propios medios, ante el interés del público por la
economía, buscan hacerse un hueco entre la audiencia, siendo la especialización y la
instantaneidad la gran apuesta de los medios digitales.
6. La información bursátil es una información de servicio público.
La información de Bolsa ha tenido siempre gran importancia para la población.
De hecho, ya en 1535 se vinculaba la actividad comercial y los precios de los productos
con la difusión de noticias sobre mercados. Hoy en día, estos precios son las acciones,
las cuales se incluyen entre los activos financieros de buena parte de las familias
españolas. Además, teniendo en cuenta que la Bolsa es un termómetro de lo que ocurre
en la economía, es necesario estar al tanto de lo que en ella sucede; ya que no olvidemos
que cada uno de nuestros pasos, de una manera u otra, están relacionados con la
economía.
Por ello, los medios digitales recuperan esta función de servicio público
educando al lector, enseñándole la teoría económica y el funcionamiento de los
mercados, al tiempo que aportan análisis como complemento de actualidad. Una
fórmula que pretende acabar con el analfabetismo financiero de buena parte de la
ciudadanía.
7. Los medios digitales generalistas optan por temas económicos que afectan
de manera directa al ciudadano.
Los medios digitales generalistas abordan la información económica desde una
perspectiva más individual y personalizada, es decir, en muchos casos explican los
sucesos centrándose en alguno de sus protagonistas. De este modo, la población se
siente más identificada y comprende mejor el mensaje.
Un ejemplo lo hemos observado en el caso de Abengoa, donde ElPaís.com
adoptó una perspectiva más cercana a los trabajadores que se veían afectados por la
suspensión de pagos, mientras Expansión.com intentaba transmitir información de
servicio público para que sus lectores tomasen sus mejores decisiones de inversión.
Asimismo, los periódicos online generalistas optan por temas que la audiencia
asuma como propios, que vea que les afectan en el día a día como el paro, las hipotecas
o el Índice de Precios al Consumo.
La información económico-bursátil en los medios digitales
252
8. La información económica ha dejado de ser una información destinada a
minorías.
La información financiera ha adquirido una nueva dimensión más allá de los
ejecutivos y hombres de negocios. El aumento de la capacidad de ahorro y las
posibilidades de inversión de la población en la primera década del siglo XXI, así como
los años de bonanza previos a la burbuja inmobiliaria, propiciaron que la población se
interesase por la economía y, en consecuencia, demandase información adecuada para
su nivel de especialización.
Fue entonces cuando comenzó el desarrollo de radios y televisiones
especializadas en economía, las cuales posteriormente darían paso a los medios
digitales. Éstos se convertirían en un claro indicador de que la economía interesa a un
sector bastante grande de la población cuando en 2013, el número de seguidores de
prensa económica en redes sociales había experimentado el mayor crecimiento relativo
en medios hasta el momento. En tan solo dos años, se había multiplicado por diez.
9. La instantaneidad como objetivo no impide profundizar y analizar los
temas económicos en los medios digitales.
A lo largo de la historia, la prensa ha sido concebida como el medio informativo que
permitía la reflexión y el análisis, centrándose en explicar las causas y consecuencias de
los hechos acaecidos. Los medios digitales no rompen con esta visión de prensa
tradicional. Simplemente incluyen nuevos añadidos.
Por tanto, los medios digitales pueden informar sobre un hecho concreto en el
momento en que éste tiene lugar y, posteriormente, ampliar la noticia con más datos, sus
causas, consecuencias e incluso sus antecedentes. De hecho, la necesidad de
actualización continua implicará que a medida que se vayan conociendo más detalles, la
información vaya ampliándose.
10. Los medios económicos digitales permiten una segmentación del público.
La capacidad de almacenaje de la Red y su capacidad de enlazar unos temas con
otros permite ofrecer distintas posibilidades informativas y enlaces con los que el lector
pueda conocer hasta el más mínimo detalle. Por ello, el periodismo económico en
Internet permite acceder a los distintos niveles de especialización gracias al uso de
hipervínculos.
La información económico-bursátil en los medios digitales
253
Estas herramientas generan un amplio abanico de opciones para ahondar en los
antecedentes del hecho, sus consecuencias o evolución; consiguiendo que cada uno de
los lectores configure su propia lectura en función de sus intereses, necesidades y
también, de su nivel de especialización.
11. La necesaria especialización de los periodistas.
La especialización se ha convertido en la nueva columna vertebral del periodismo
con el objetivo de satisfacer los intereses de la sociedad. Bajo esta premisa, los
periodistas económicos seleccionan aquellas informaciones que consideran útiles para el
público y ejercen de traductores de las mismas.
Para ambos procesos es necesario que el periodista cuente con una formación
adecuada que le permita, en primer lugar, discernir entre aquello que interesa a la
audiencia y lo que no, y por otro, comprender el mensaje para transmitirlo con la
máxima claridad expositiva.
12. La variedad de versiones sobre una misma noticia se convierte en un reto
del periodismo económico digital para no incurrir en la reiteración.
El continuo informativo 24 horas que exigen los medios digitales implica que en
algunas ocasiones los redactores tengan que realizar varias informaciones partiendo
exactamente de la misma información. Un hecho que puede derivar en reiteración y, por
tanto, pérdida de lectores.
Como solución, la prensa económica digital está optando por publicar noticias
breves en las que se transmita la información principal y, una vez se conozcan más
datos, elaborar nuevas informaciones que se enlazarán con las anteriores. De este modo,
se evita que el lector crea que ya ha leído esa noticia, se genera tráfico interno y al
mismo tiempo, se permite que sea la audiencia quien determine su propio camino
informativo.
La información económico-bursátil en los medios digitales
257
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Técnicas de Informática), 142, pp.12-15.
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Schumpeter, J. A. (1994): Historia del análisis económico, Barcelona, Ariel.
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Trías de Bes, F. (2009): El hombre que cambió su casa por un tulipán. Qué podemos
aprender de la crisis y cómo evitar que vuelva a suceder, Madrid, Temas de Hoy.
La información económico-bursátil en los medios digitales
274
Ure, M. (2013): “Dilemas éticos y modelos deontológicos para el periodista usuario de
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http://www.cuadernos.info/index.php/CDI/article/view/492 [Consulta: 14 de septiembre
de 2016].
Valero, I. (2011): “Pautas del trabajo digital: Actualización 24 horas y redacción en
vivo”, Comunicador Digital.
Verón Lassa, J. J. y Sabés Turmo, F. (2008): “Las nuevas tecnologías en la formación
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cultura, 36, pp. 105-114.
Vilariño Sanz, Á. (2009): “Formación de burbujas financieras y crisis: de la crisis del
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Vigara Tauste, A. M. (2001): Libro de estilo de ABC, Barcelona, Ariel.
Wall Street 2: El dinero nunca duerme (2010): Stone, O. [DVD]. Estados Unidos: 20th
Century Fox.
Yépez Peñalver, A. G. (2002): El lenguaje hablado en la Bolsa: aproximación a la
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Ciencias de la Información.
Zamyr Vega, J. (2013): Mercado de Valores en Derecho Penal, Madrid, Edisofer.
Zoido Martínez, A. J. (2013): “La transparencia en la comunicación financiera genera
valor y confianza” en B. Berceruelo, ed., Comunicación Financiera: Transparencia y
Confianza, Madrid, Estudio de Comunicación, pp.15-18.
La información económico-bursátil en los medios digitales
277
Anexos
Entrevistas realizadas como parte de la labor de investigación
ENTREVISTA AL REDACTOR JEFE DE LA SECCIÓN DE MERCADOS Y
ADJUNTO AL DIRECTOR DE EL ECONOMISTA, JOAQUÍN GÓMEZ
Transcripción de la entrevista realizada a Joaquín Gómez, redactor jefe de la sección de
Mercados y adjunto al director de El Economista, el 15 de octubre de 2015.
P.- La sección de economía engloba varias subespecializaciones. ¿Cuáles son las
tres a las que más páginas se dedica? Por favor, numérelas de mayor a menor.
R.- Mercados es la sección más importante y la peor tratada, es la hermana pobre. Las
secciones de Empresas y Macroeconomía son las más importantes a pesar de que
aportan menor valor que la de Mercados. Esto es así porque esta última sección se sirve
de multitud de variables como son divisas, presentación de resultados, compras de
empresas, etc. Es un nexo de unión de la economía.
P.- ¿Debido al tipo de información que manejan, los redactores de información
bursátil tienen algún tipo de restricción, como por ejemplo invertir en Bolsa?
R.- En los años 90/2000 se podían dar este tipo de restricciones por mala praxis.
Normalmente, el banco da información y la comunica al mercado, por lo que
difícilmente el periodista cuenta con información privilegiada. El periodista es una
correa de transmisión y las manos fuertes del mercado son los buenos clientes del
Banco de Inversión. Por ello, el informador debe auditar lo que dice y emplear
herramientas agudizadas como Bloomberg.
Hoy, tal y como están los medios, hay que facilitar herramientas y publicar cuanto antes
siempre y cuando estemos seguros de esas informaciones, es decir, siempre que se
hayan contrastado. Los lectores actuales quieren que se les transmitan ideas de inversión
para después pensar sobre ellas y en El Economista buscamos el consenso del mercado
con los bancos de inversión y una cartera trimestral. De hecho, Eco 30 está construido
de este modo.
P.- ¿Cuál considera que deber ser la formación de un buen redactor de
información económica? ¿Máster en economía o una segunda carrera en el ámbito
financiero?
La información económico-bursátil en los medios digitales
278
R.- El interés por conocer está por encima de la formación. Lo importante es la
autoformación, emocionarse con lo que se hace independientemente de la formación
académica de cada uno.
P.- El público suele ser reacio a la información económica por la cantidad de
tecnicismos que se emplean. ¿Cómo intentan superar esta barrera léxica? ¿Cuáles
son las razones del aumento de interés de la población por la prensa económica?
R.- El momento en que más se lee es inversamente proporcional al momento en que
más lee el inversor. El atractivo es conocer elementos básicos e intentar hacer muy claro
el texto, es decir, simplificar y democratizar la inversión. Un ejemplo es crear un
semáforo como hemos hecho en este periódico. Con él, indicamos la posición de los
valores en rojo, ámbar o verde en función en los resultados obtenidos, siendo verde la
mejor posición.
P.- La información económica está en auge dada la situación en la que se encuentra
inmerso el país, pero a su juicio ¿ha aumentado también la cultura financiera de la
sociedad o la economía sigue siendo una asignatura pendiente?
R.- Hay falta de cultura financiera. España tiene la estructura del ahorro peor montada.
La gente no tiene interés por la economía porque se les asusta. Si se consiguiese a atraer
a la población hacia este tipo de contenidos, se podría incrementar la cultura financiera
simplemente aprendiendo de lo que se relata en los medios de comunicación.
Lo ideal sería que desde pequeños se impartiese una buena formación financiera, ya que
actualmente la mayoría de la gente tiene sus ahorros en depósitos y no sabe
gestionarlos.
La información económico-bursátil en los medios digitales
279
ENTREVISTA A LA REDACTORA DE INFORMACIÓN ECONÓMICA DE
ANTENA 3, ANA ESTÉVEZ
Transcripción de la entrevista realizada a Ana Estévez, redactora de información
económica de Antena 3, el 6 de noviembre de 2015.
P.- La sección de economía engloba varias subespecializaciones. ¿Cuáles son las 3 a
las que más tiempo se dedica? Por favor, numérelas de mayor a menor.
R.- No hay áreas prioritarias a diario. El tiempo dedicado a cada una depende de la
agenda.
P.- ¿Qué criterios se siguen en su redacción a la hora de elegir los temas
económicos del día?
R.- Actualidad y relevancia.
P.- Las crónicas de Bolsa de Antena 3 suelen hacerse desde la Plaza de la Lealtad
de Madrid. ¿Por qué deciden emplear ese método?
R.- Es la puesta en escena clásica que la audiencia ya relaciona con la información
bursátil. El plano en imagen es bonito y cada cadena tiene un set preparado en el interior
de la Bolsa, lo que facilita el trabajo. Sólo ocasionalmente se realizan los directos desde
salas de analistas, algo que es más complicado de montar.
P.- En un día informativo normal, ¿se conecta con la Bolsa en todas las ediciones
del telediario? ¿Y dentro de un solo telediario, en qué momento del mismo se suele
realizar esta conexión?
R.- El directo de Bolsa no está previsto como una conexión diaria en los informativos.
Sólo se programa un directo cuando hay un movimiento relevante de los mercados o
hay expectación de cómo reaccionarán. La conexión suele limitarse a una entrada en
directo, aunque en ocasiones significativas se retoma una segunda entrada al final del
informativo.
P.- ¿Debido al tipo de información que manejan, los redactores de mercados tienen
algún tipo de restricción, como por ejemplo invertir en Bolsa?
R.- No.
P.- Hay medios en los que las informaciones económicas son redactadas
indistintamente por periodistas o economistas. ¿Cuáles cree que son los pros y
contras de cada uno de ellos? ¿En su medio qué predomina?
La información económico-bursátil en los medios digitales
280
R.- En la sección de economía de Antena 3 somos periodistas especializados en
información económica, en algunos casos con formación en esta área (máster, estudios
de Económicas, etc.).
Los economistas tienen un conocimiento más profundo de la información, pero, en
líneas generales, les cuesta más sintetizar y huir de los tecnicismos. Por su parte, los
periodistas, suelen tener un conocimiento menos amplio, pero les resulta más fácil
sintetizar y explicar la información económica de manera más sencilla para el público
general.
P.- ¿Cuál considera que deber ser la formación de un buen redactor de mercados?
¿Máster en economía, una segunda carrera en el ámbito financiero?
R.- En este caso sí sería deseable una formación extra en mercados independientemente
de que conlleve un título oficial o no.
P.- La televisión es un medio en el que la información económica tiene un gran
inconveniente: el minutado. Dada su experiencia, ¿cuál es la mejor manera de
contar datos económicos en poco tiempo para que la noticia quede clara?
R.- Usar ejemplos y grafismos es de gran ayuda para condensar una información que no
es sencilla de explicar.
P.- El público suele ser reacio a este tipo de información por la cantidad de
tecnicismos que se emplean. ¿Cómo intentan superar esta barrera léxica?
R.- Haciendo la información más coloquial e intentando explicar de forma sencilla los
conceptos económicos.
P.- La economía está en auge dada la situación en la que se encuentra inmerso el
país, pero a su juicio ¿ha aumentado también la cultura financiera de la sociedad o
la economía sigue siendo una asignatura pendiente?
R.- Sí, ha aumentado sin duda. Antes de la crisis conceptos como la prima de riesgo o
las subastas del tesoro no eran términos conocidos. Ahora se han popularizado.
La crisis ha incrementado la cultura financiera y la importancia de saber manejarse en la
economía doméstica, pero queda mucho camino por delante.
P.- Dadas las restricciones de la televisión, ¿se emplea la web como complemento
en temas financieros? Para aportar análisis, por ejemplo.
R.- Internet se ha convertido en una plataforma esencial para informar. Permite
complementar perfectamente los vídeos emitidos. Se incorpora información extra
elaborada que no se ha podido emitir en el informativo y también se crean contenidos
propios para internet.
La información económico-bursátil en los medios digitales
281
P.- Twitter está ganando terreno en el ámbito informativo. Dada su experiencia
periodística, ¿cree que es posible hacer periodismo económico en 140 caracteres?
R.- Puesto que los datos son muy importantes en la información económica Twitter es
un buen canal para informar al instante de muchos temas como los movimientos de los
tipos de interés, precios, crecimiento o paro.
La información económico-bursátil en los medios digitales
282
ENTREVISTA A LA REDACTORA DE INFORMACIÓN ECONÓMICA DE
TELEMADRID, MARÍA MARÍN
Transcripción de la entrevista realizada a María Marín, redactora de información
económica de Telemadrid, el 12 de noviembre de 2015.
P.- La sección de economía engloba varias subespecializaciones. ¿Cuáles son las 3 a
las que más tiempo se dedica? Por favor, numérelas de mayor a menor.
R.- Macroeconomía (paro, PIB), consumo (IPC, gasolinas) y Bolsa.
P.- ¿Qué criterios se siguen en su redacción a la hora de elegir los temas
económicos del día?
R.- Si la cifra/dato es muy significativo o rompe con la tendencia, es decir, si es muy
novedoso. También si hay totales del tema, si habla algún ministro o presidente de
alguna gran empresa española. La imagen en la televisión es muy importante, ya que, si
no hay imagen, no hay noticia.
P.- Hay herramientas como Bloomberg para estar al día de las cotizaciones. Sin
embargo, hay cadenas que prefieren hacer directos desde la Plaza de la Lealtad de
Madrid. ¿En su caso, qué método emplean para estar al tanto de las cotizaciones?
¿Hacen directos desde la Bolsa? ¿Por qué?
R.- Durante la fase clave de la crisis (2008-2011) hacíamos directo en la Bolsa
prácticamente todos los días, siempre es mejor dar la información desde allí porque
proporciona “más presencia”. Actualmente sólo damos la información bursátil si ha
sucedido algo muy significativo, una gran caída o una gran subida. A la hora de hacer
este tipo de información, el periodista se pone en contacto con algún analista en bolsa
para que le dé las claves de la jornada.
P.- En un día informativo normal, ¿se conecta con la Bolsa en todas las ediciones
del telediario? ¿Y dentro de un solo telediario, en qué momento del mismo se suele
realizar esta conexión?
R.- Normalmente si se ha realizado una conexión en el informativo del mediodía
también se realiza por la noche (en este caso como un falso directo porque el parqué
cierra a las 18.00). Dependiendo de la importancia de la noticia puede abrir el bloque de
nacional, a las 14.30 o ir más adelante.
La información económico-bursátil en los medios digitales
283
P.- ¿Debido al tipo de información que manejan, los redactores de mercados tienen
algún tipo de restricción, como por ejemplo invertir en Bolsa?
R.- En nuestro caso no, yo no invierto, pero hay compañeros que sí.
P.- ¿Existe alguna política interna del medio que determine la actuación de los
periodistas económicos ante regalos por parte de empresas/fuentes de
información?
R.- No hay ninguna política interna. A este respecto yo creo que debe aplicarse el
sentido común. Si es un regalo que sólo le hacen a uno y es muy cuantioso debería
devolverlo; pero si se trata de un obsequio que dan a todos los periodistas, tipo pen-
drive o la guía Repsol, no creo que en estos casos haya problemas, porque sinceramente
creo que no influyen a la hora de que el periodista escriba en un futuro sobre
informaciones negativas sobre esta empresa.
P.- Hay medios en los que las informaciones económicas son redactadas
indistintamente por periodistas o economistas. ¿Cuáles cree que son los pros y
contras de cada uno de ellos? ¿En su medio qué predomina?
R.- En Telemadrid todos los que trabajamos somos periodistas. Yo defiendo que el
periodismo deben hacerlo periodistas, los economistas son nuestra fuente, pero no me
parece bien que sean ellos quienes cuenten directamente la noticia. Aunque en casos
puntales, si son personas con fuertes dotes comunicativas podría funcionar.
P.- ¿Cuál considera que deber ser la formación de un buen redactor de mercados?
¿Máster en economía, una segunda carrera en el ámbito financiero?
R.- Toda formación siempre es buena. De todas formas, yo soy de las que creo que este
trabajo se aprende mientras se hace. Al principio de la crisis ninguno de nosotros tenía
ni idea de lo que era la prima de riesgo, y ahora todos sabemos explicarlo
perfectamente. En mi caso, no tengo máster ni carrera económica sólo soy periodista, y
si en algún momento hay algo que no entiendo, llamo a alguna de mis fuentes,
profesores de economía, fundamentalmente, para que me lo expliquen.
P.- La televisión es un medio en el que la información económica tiene un gran
inconveniente: el minutado. Dada su experiencia, ¿cuál es la mejor manera de
contar datos económicos en poco tiempo para que la noticia quede clara?
R.- Hay que pensar que se lo tienes que explicar a tu abuela, la cual no tiene ni idea de
lo que hablas a priori. Ser claro e intentar utilizar un lenguaje comprensible, huyendo de
los tecnicismos. No hay que dar nada por hecho.
La información económico-bursátil en los medios digitales
284
P.- El público suele ser reacio a este tipo de información por la cantidad de
tecnicismos que se emplean. ¿Cómo intentan superar esta barrera léxica?
R.- No utilizándolos. Por ejemplo, en vez de “el PIB crece un 2% en el segundo
trimestre” sería mejor decir “la economía española crece un 2% entre abril y junio”.
Este es el principal reto de la información económica, explicar los datos de tal forma
que la gente lo entienda.
P.- La economía está en auge dada la situación en la que se encuentra inmerso el
país, pero a su juicio ¿ha aumentado también la cultura financiera de la sociedad o
la economía sigue siendo una asignatura pendiente?
R.- Poco a poco creo que tenemos más consciencia en general, el hecho de que la gente
se interese por la economía ayuda, pero aún queda camino por recorrer porque para
muchas personas es un tema que se hace árido. De todas formas, me parece muy
significativo que la gente, en mi caso, me pregunte muchas cosas. Ahora menos, pero
hace un par de años, en las cenas con amigos me bombardeaban a preguntas sobre la
situación económica, la prima de riesgo, las perspectivas, etc.
P.- Dadas las restricciones de la televisión, ¿se emplea la web como complemento
en temas financieros? Para aportar análisis, por ejemplo.
R.- En nuestro caso no.
P.- Twitter está ganando terreno en el ámbito informativo. Dada su experiencia
periodística, ¿cree que es posible hacer periodismo económico en 140 caracteres?
R.- Es complicado, pero puede conseguirse, aunque sólo sea para dar pequeños titulares
o intentar dar la clave de por qué sucede una cosa. Por ejemplo. “El Ibex registra su 3ª
mayor caída del año por el miedo a q gane el antieuropeo Syriza en Grecia”.
P.- Son muchos los tuits relativos a la Bolsa que se pueden encontrar en esta red
social. ¿Cómo cree que puede afectar al mercado este nuevo y rápido acceso a la
información bursátil? (tanto positiva como negativamente).
R.- No creo que tenga ningún impacto. Quizá soy una ingenua, pero quienes mueven en
mercado, grandes fondos o grandes inversores, no creo que le den mucha importancia a
lo que se publica en twitter. Tienen otras fuentes de información.
P.- Twitter: ¿medio de comunicación o fuente?
R.- En mi caso me sirve de las dos formas. Como medio porque de un vistazo puedo ver
cómo está el mercado; y como fuente porque sigo a analistas de bolsa que me aportan
sus opiniones sobre por qué el mercado se está comportando de una determinada
manera.
La información económico-bursátil en los medios digitales
285
ENTREVISTA A LA DIRECTORA DEL PROGRAMA BURSÁTIL ‘TIEMPO
REAL’ DE GESTIONA RADIO, ROCÍO ARVIZA
Transcripción de la entrevista realizada a Rocío Arviza, directora del programa bursátil
‘Tiempo Real’ en la cadena especializada en información económica Gestiona Radio, el
15 de noviembre de 2015.
P.- Hay medios en los que las informaciones económicas son redactadas
indistintamente por periodistas o economistas. ¿Cuáles cree que son los pros y
contras de cada uno de ellos?
R.- Que redacte un economista puede presuponer un mayor conocimiento de la materia
de la que se habla, pero no una redacción adecuada, comprensible y accesible a quien no
tenga conocimientos especializados. Además, cada economista defiende una teoría
económica y su visión puede estar sesgada.
Que redacte un periodista puede conllevar que el peso económico de la argumentación
sea de menor calado, pero, a priori, será más comprensible. Además, dado que se
presupone que usará diversas fuentes, no estará sesgado a defender una teoría
económica únicamente. Puede dar más interpretaciones. En esta cadena, de hecho,
predominan los periodistas.
P.- ¿Cuál considera que debe ser la formación de un buen redactor de información
económica? ¿Máster en economía, una segunda carrera en el ámbito financiero?
R.- Cualquiera de las dos cosas.
P.- ¿Debido al tipo de información que manejan, los redactores de información
bursátil tienen algún tipo de restricción, como por ejemplo invertir en Bolsa? En
caso afirmativo, dado que el resto de compañeros no tienen esas cortapisas, ¿se les
compensa de alguna manera?
R.- No tenemos ningún tipo de restricción salvo las que uno se pueda imponer motu
proprio.
P.- El público suele ser reacio a la información económica por la cantidad de
tecnicismos que se emplean. ¿Cómo intentan superar esta barrera léxica?
R.- Explicando los términos. Insistiendo en su “traducción” para el común de los
mortales, aún a riesgo de sonar repetitivo.
P.- En un día informativo normal, ¿cada cuánto se conecta con la Bolsa?
La información económico-bursátil en los medios digitales
286
R.- Se da información sobre la bolsa cada hora en boletines informativos, salvo en los
programas especializados en los que esa información es aún más continua.
P.- ¿Existe un corresponsal en el Palacio de la Bolsa? En caso negativo, ¿cómo
acceden a la información y por qué deciden emplear ese método?
R.- No existe un corresponsal en la bolsa. La Bolsa de Madrid ya no es un lugar donde
se produzcan las noticias. No hay nadie allí. No se opera desde allí. Es un edificio sin
más. Se accede a la información a través del propio gestor de la bolsa, BME, a través de
las plataformas de cotización especializadas y a través de la CNMV.
La información económico-bursátil en los medios digitales
287
ENTREVISTA AL PERIODISTA FINANCERO DE ABC, GUILLERMO GINÉS
Transcripción de la entrevista realizada a Guillermo Ginés, periodista financiero del
periódico ABC, el 16 de noviembre de 2015.
P.- El lenguaje y los tecnicismos son una de las asignaturas pendientes de la prensa
financiera. A su juicio, ¿cuáles considera que son las bases para que realmente el
periodista actúe como ‘traductor’ de los conceptos y situaciones económicas que
acontecen?
R.- Creo que lo primero de todo es conocer bien el sector del que se está escribiendo. Al
ser ‘experto’ en el tema es más fácil traducir la idea para que el público la entienda.
También es necesario saber comunicar estas ideas. El problema es que la prensa
económica en algunos casos prefiere incluir conceptos más complejos para parecer más
especializados. De esta forma lo que se consigue es expulsar la noticia.
P.- Para superar esta barrera léxica, ¿cuál sería la mejor manera, a su juicio, de
redactar una información económica?
R.- En mi modesta opinión, creo que son necesarias las frases cortas, añadir mucho
contexto en determinados casos e, incluso, algún apéndice dentro del texto con
preguntas que se plantean personas sin formación específica en el tema. Así se hace en
muchas informaciones publicadas en ABC. De esta forma se aclaran términos que no se
han podido ‘traducir’ en el texto.
P.- ¿Cuáles son los pros y los contras de que sean los periodistas o bien los
economistas los que relaten las informaciones financieras? ¿Cuál debería ser, en su
opinión, el perfil y formación más adecuadas para escribir sobre economía?
R.- Los pros es que los periodistas son comunicadores, por lo que en teoría deberían
saber transmitir la información que poseen. Por el contrario, los economistas
probablemente conozcan mejor el funcionamiento de determinados ámbitos
económicos. Creo que lo más correcto es una fusión de ambos y que quien redacte la
información (ya sea economista o periodista) cuente con ambas facetas. Si es periodista,
que tenga cierta formación económica; y si es economista, que sepa transmitir la
información.
P.- Tras los años de auge de la información económica en los distintos medios,
¿cree que ha aumentado la cultura financiera de la sociedad? ¿Considera que
La información económico-bursátil en los medios digitales
288
realmente sabemos qué es la prima de riesgo o simplemente son conceptos que
suenan a la población sin saber de qué se trata?
R.- Todavía hay mucho desconocimiento. España debe mejorar seriamente su cultura
financiera para evitar que se produzcan escándalos vividos en el pasado. A un
ciudadano bien informado es más complicado venderle un producto tóxico. Creo que
tanto desde el ámbito público como el privado se están fomentando iniciativas que
tratan de mejorar esta cultura financiera, pero todavía queda mucho camino por recorrer.
P.- ¿Tras la llegada de la información económica a la prensa, la radio y
posteriormente la televisión, parece que los medios digitales se hacen con el
mercado. ¿En qué radica el éxito de las informaciones económicas en Internet?
R.- Internet ofrece un abanico de posibilidades que quizás otros soportes no tengan. Por
ejemplo, no hay límite de caracteres y se pueden complementar las informaciones con
materiales audiovisuales que hacen más llamativa la noticia. Eso sí, en ocasiones se
pierde el rigor que sí existe en otros soportes. Internet tiene las herramientas adecuadas,
pero debe mejorar su veracidad.
P.- Twitter está ganando terreno en el ámbito informativo. Dada su experiencia
periodística, ¿cree que es posible hacer periodismo económico en 140 caracteres?
R.- Es imposible. Se pueden dar un pequeño flash, pero es necesario ampliar estas
alertas.
P.- Twitter: ¿medio de comunicación o fuente?
R.- Twitter puede llegar a ser una herramienta útil para los periodistas. Sobre todo, por
su inmediatez, ya que en ocasiones se convierte en el primer soporte utilizado por las
agencias a la hora de dar una noticia. Además, cuando hay algún problema entre
empresas y clientes (como una avería en una operadora, por ejemplo), el primero que se
‘entera’ es twitter, que se carga de comentarios sobre este asunto. Pese a estas dos
ventajas, hay que ser muy cuidadoso con esta red social. Nunca debe ser usada como
fuente y siempre hay que contrastar la información que se vierte en este soporte
llamando a las partes implicadas.
La información económico-bursátil en los medios digitales
289
ENTREVISTA AL PERIODISTA ECONÓMICO DEL DIARIO EL PAÍS,
MANUEL VICENT
Transcripción de la entrevista realizada a Manuel Vicent, periodista económico del
diario El País, el 30 de octubre de 2016.
P.- El lenguaje y los tecnicismos son una de las asignaturas pendientes de la prensa
financiera. A su juicio, ¿cuáles considera que son las bases para que realmente el
periodista actúe como un ‘traductor’ de los conceptos y situaciones económicas que
acontecen?
R.- Conocerlas y entenderlas bien es el primer paso para poder explicarlas.
P.- Para superar esta barrera léxica, ¿cuál sería la mejor manera, a su juicio, de
redactar una información económica?
R.- Utilizar lo menos posible las palabras técnicas y la jerga propia de la economía. Si
no hay más remedio, aclarar inmediatamente el significado.
P.- ¿Cuáles son los pros y los contras de que sean los periodistas o bien los
economistas los que relaten las informaciones financieras? ¿Cuál debería ser, en su
opinión, el perfil y formación más adecuadas para escribir sobre economía?
R.- Mi opinión es que la mejor base para escribir sobre Economía es ser economista o
haber estudiado mucha economía para hacer estas informaciones. También tener
conocimientos matemáticos. No obstante, esto debe estar en la base del periodista que
va a informar.
El periodista debe hacer un esfuerzo divulgativo y pedagógico. Normalmente alguien
que no tenga formación económica va a ser más comprensivo con este precepto, ya que
él mismo debe hacer un esfuerzo de comprensión al enfrentarse a la información por
primera vez. El economista se deja llevar más fácilmente por el lenguaje técnico y los
conceptos complejos.
P.- Tras los años de auge de la información económica en los distintos medios,
¿cree que ha aumentado la cultura financiera de la sociedad? ¿Considera que
realmente sabemos qué es la prima de riesgo o simplemente son conceptos que
suenan a la población sin saber de qué se trata?
R.- Creo que la cultura financiera ha aumentado. Claro que hay conceptos que se
manejan a diario que puede ser que no se entiendan por parte de la población, pero otra
mucha sabe ahora qué es la prima de riesgo, las cláusulas suelo, el Euríbor o una
La información económico-bursátil en los medios digitales
290
devaluación. En consecuencia, ha aumentado la cultura financiera media, sin que por
eso estemos en el nivel óptimo.
P.- Tras la llegada de la información económica a la prensa, la radio y
posteriormente a la televisión, parece que los medios digitales se hacen con el
mercado. ¿En qué radica el éxito de las informaciones económicas en Internet?
R.- Creo que depende de la cercanía con el ciudadano. Me explico. La emisión de bonos
de deuda de una empresa x, por grande que sea o novedosa, difícilmente atraen un
interés masivo, pese a que la información puede tener mucha importancia (el fracaso de
una emisión de bonos de un banco grande puede suponer el comienzo de problemas
financieros serios en el sistema). En cambio, cualquier información sobre una reforma
de pensiones despierta bastante interés, dado que la gente percibe que le afecta
directamente.
Luego también suelen funcionar muy bien la información de servicios o la de consumo.
Por último, hay una serie de ingredientes que hay que tener en cuenta: titulares más o
menos impactantes o llamativos (desgraciadamente eso importa mucho), palabras que
ayudan con el posicionamiento SEO o una buena distribución en redes sociales.
P.- ¿Considera que los medios online han contribuido a que se publiquen más
noticias económicas con un lenguaje más accesible para el público?
R.- Como norma general no. Siempre hay excepciones.
P.- Dada su experiencia periodística, ¿cree que es posible hacer periodismo
económico en 140 caracteres?
R.- Sí que creo que se puede hacer periodismo en 140 caracteres. Se puede dar un flash
o subir una foto con contenido informativo. Evidentemente es un tipo de periodismo
con unas características específicas y con limitaciones.
P.- ¿Qué opina del relato fragmentado? Esos mensajes a modo de flash
informativo, ¿pueden sustituir a las crónicas o, por el contrario, no permiten al
lector hacerse una idea general del suceso?
R.- Un flash informativo no pretende ser una crónica. Solo es una llamada de atención
sobre algo urgente o importante que busca atraer la atención para llevar al ciudadano a
una crónica más amplia en la que se explica el suceso, bien en ese momento o bien más
tarde si la inmediatez no ha permitido desarrollar todavía esa crónica.
P.- El desarrollo de las redes sociales junto con las nuevas tecnologías como
Internet permiten que cualquier inversor pueda realizar cambios en Bolsa en
cuestión de segundos en función de las informaciones recibidas. ¿Cómo cree que
La información económico-bursátil en los medios digitales
291
puede afectar al mercado este nuevo y rápido acceso a la información bursátil?
(tanto positiva como negativamente).
R.- Creo que puede influir en los movimientos del mercado y, de hecho, lo ha hecho. La
información siempre ha movido los mercados, buena parte de las operaciones se basan
en ello. La buena o la mala información sirve para que los inversores ganen o pierdan
dinero. Internet da más velocidad y puede magnificar determinadas informaciones que
pueden acrecentar las consecuencias. Por ejemplo, los inversores suelen tomar
decisiones en manada, Internet les permite estar conectados en tiempo real y esto
provoca estampidas, que todavía aumentan más con los programas informáticos que
contienen órdenes automáticas para frenar las pérdidas si se pierden determinados
niveles (se llaman stop losses).
P.- Twitter: ¿medio de comunicación o fuente?
R.- Ambas.
La información económico-bursátil en los medios digitales
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ENTREVISTA AL PRESIDENTE DE LA APIE Y REDACTOR DEL DIARIO
EL PAÍS, ÍÑIGO BARRÓN
Transcripción de la entrevista realizada a Íñigo Barrón, presidente de la APIE desde
abril de 2015 y redactor del diario El País, el 12 de enero de 2017.
P.- El lenguaje y los tecnicismos son una de las asignaturas pendientes de la prensa
financiera. A su juicio, ¿cuáles considera que son las bases para que realmente el
periodista actúe como un ‘traductor’ de los conceptos y situaciones económicas que
acontecen?
R.- La clave es el conocimiento de la materia. Nada se puede explicar bien si antes no se
entiende a la perfección. Lo más difícil del periodismo es explicar de una manera
sencilla los conceptos complejos. En economía, donde no se puede presuponer
conocimientos específicos a los lectores, esta tarea es más complicada.
P.- Para superar esta barrera léxica, ¿cuál sería la mejor manera, a su juicio, de
redactar una información económica?
R.- Pensar que el que te va a leer no tiene conocimientos específicos de la materia y no
escribir para las fuentes del periodista.
P.- Los medios online y su apuesta por la inmediatez, ¿han hecho más accesible el
lenguaje económico?
R.- Es posible, pero también, en ocasiones, a costa de una mayor imprecisión en la
información, algo que es negativo.
P.- ¿Cuáles son los pros y los contras de que sean los periodistas o bien los
economistas los que relaten las informaciones financieras? ¿Cuál debería ser, en su
opinión, el perfil y formación más adecuadas para escribir sobre economía?
R.- Para los medios de comunicación, lo mejor es que sean escritos por periodistas,
aunque con ayuda y consulta continua con expertos economistas para dar más fuerza al
mensaje.
P.- Tras los años de auge de la información económica en los distintos medios,
¿cree que ha aumentado la cultura financiera de la sociedad? ¿Considera que
realmente sabemos qué es la prima de riesgo o simplemente son conceptos que
suenan a la población sin saber de qué se trata?
R.- Sin duda creo que la crisis ha aumentado la cultura financiera de la sociedad y se ha
llegado al convencimiento de que es necesaria una asignatura escolar de Economía
La información económico-bursátil en los medios digitales
293
doméstica. No sé si todos los ciudadanos saben lo que es la prima de riesgo, pero seguro
que muchos más de lo que lo sabían en 2008.
P.- ¿Cómo mejorar esa cultura financiera a través de los medios de comunicación?
R.- Con artículos en los que se explique por qué ocurre lo que está pasando, este es un
aspecto que da fuerza y validez al periodismo actual. La gente quiere poder comprender
una sociedad más compleja desde el punto de vista económico, político, social y
tecnológico.
P.- Tras la llegada de la información económica a la prensa, la radio y
posteriormente a la televisión, parece que los medios digitales se hacen con el
mercado. ¿En qué radica el éxito de las informaciones económicas en Internet?
R.- El dominio de Internet no es específico de la información económica; es el nuevo
medio dominante para la transmisión de todo tipo de información por su inmediatez y
su coste cero, algo que es absolutamente perjudicial para la profesionalización de los
medios y su viabilidad económica.
P.- Twitter está ganando terreno en el ámbito informativo. Dada su experiencia
periodística, ¿cree que es posible hacer periodismo económico en 140 caracteres?
R.-Twitter no es periodismo, sirve para enlazar buenas historias y para dar opiniones o
vistazos puntuales sobre hechos relevantes.
P.- ¿Qué opina del relato fragmentado? Esos mensajes a modo de flash
informativos, ¿pueden sustituir a las crónicas o, por el contrario, no permiten al
lector hacerse una idea general del suceso?
R.- No soy en absoluto partidario de este tipo de mensajes cuando lo que se quiere es
explicar una historia o noticia con cierta complejidad.
P.- El desarrollo de las redes sociales junto con las nuevas tecnologías como
Internet permiten que cualquier inversor pueda realizar cambios en Bolsa en
cuestión de segundos en función de las informaciones recibidas. ¿Cómo cree que
puede afectar al mercado este nuevo y rápido acceso a la información bursátil?
(tanto positiva como negativamente).
R.- Será bueno si el inversor tiene conocimientos financieros, sabe interpretar los datos
y conoce las fuentes de donde los toma; si no es así, podrá haber abusos,
manipulaciones y malas experiencias para los que operen en Bolsa.
P.- Twitter: ¿medio de comunicación o fuente?
R. - Puede ser una buena fuente si después se chequea y comprueba la información que
facilita Twitter; si no es así, no sirve.
La información económico-bursátil en los medios digitales
294
FICHA DE ANÁLISIS – MODELO TIPO
Medio:
Fecha:
Grado de calidad Periodística
VARIABLE PUNTOS VARIABLE PUNTOS
Claridad del
texto
Autoría del texto
Baja comprensión 0 Sin firma 1
Media
comprensión
1 Con firma 2
Alta comprensión 2
Antecedentes Fuentes
Informativas
No 0 Sí 0
Sí 1 No 1
Consecuencias Presencia de datos
No 0 Excesiva* 0
Sí 1 Adecuada 1
Datos
comprobados
Tecnicismos
Ninguno 0 Sí 0
Pocos 1 No 1
Muchos 2 Extranjerismos
Todos 3 Sí 0
No 1
Tipo de noticia PUNTUACIÓN
TOTAL
Dura 1 Blanda 2
*La presencia superior a 5 cifras numéricas en la información se considera
excesiva.
La información económico-bursátil en los medios digitales
295
Grado de tendencia del titular
CATEGORÍA DESCRIPCIÓN Nº PALABRAS
TITULAR
Optimista Verbo positivo y términos
positivos.
Moderadamente optimista Verbo positivo o término
positivo. No ambos.
Neutro Carencia de ambos
elementos.
Moderadamente pesimista Verbo negativo o términos
negativos. No ambos.
Pesimista Verbo negativo y términos
negativos.
Análisis de contenido
ANÁLISIS DE
CONTENIDO
CATEGORÍA SÍ NO COMENTARIOS
REFERENCIAS GEOPOLÍTICAS
VALOR DE COTIZACIÓN
ELEMENTOS LITERARIOS
ADJETIVOS DISUASIVOS
TECNICISMOS
EXTRANJERISMOS
HIPERVÍNCULOS
ELEMENTOS FOTOGRAFÍA
VISUALES GRÁFICOS
VÍDEO