Corrió la media cuadra que faltaba para llegar al bar

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Corrió la media cuadra que faltaba para llegar al bar. Era el encargado de reservar mesa para el encuentro, y el gallego no guardaba lugares a pesar de que todos los lunes llegaban a comer los de la oficina de la esquina. Logró el objetivo. Ocupó la mesa del fondo, se sacó la campera y le hizo seña al mozo. -Traeme lo de siempre. Cuando venga el tordo vemos qué comemos. En la espera, Juan saboreó el vino, tinto y con soda, y prestó atención a las noticias. Lo vió llegar, apurado como siempre y le servió un vaso. -Teresa no puede venir, hoy estamos solos. Pedimos el menú del día? -Bueno. Ahí le digo al gallego. Viste que mataron a otra mina? Con un fierro le dio, comentó sin sacar la vista de la tele. -Si, terrible. Parece que la mujer había hecho la denuncia por maltrato, pero no le creyeron. Tendría que haber ido a la Fiscalía y pedir una restricción… -Qué denuncia…? se tendría que haber ido a la mierda! Si el tipo es un cagón que le pega a una mina, no sirve. Por qué no lo dejarán? También las minas son unas boludas son. Llegó la comida y los temas de la oficina ganaron el almuerzo. -.- Esto del idioma, del léxico, de las costumbres. Para reír un ratito Logramos comprar la cucheta para los chicos. Sacar la cuna hará posible un lugar de juegos en la pequeña pieza del departamento de la Colonia Roma, en el DF mexicano. Cuando quisimos armarla nos dimos cuenta que faltaban tornillos, y me fui corriendo a comprarlos. Pedí 6 tornillos, de los grandes. “Pos no tengo”, dijo el ferretero, fiel a la negativa de los

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Corrió la media cuadra que faltaba para llegar al bar. Era el encargado de reservar mesa para el encuentro, y el gallego no guardaba lugares a pesar de que todos los lunes llegaban a comer los de la oficina de la esquina. Logró el objetivo. Ocupó la mesa del fondo, se sacó la campera y le hizo seña al mozo.

-Traeme lo de siempre. Cuando venga el tordo vemos qué comemos.

En la espera, Juan saboreó el vino, tinto y con soda, y prestó atención a las noticias. Lo vió llegar, apurado como siempre y le servió un vaso.

-Teresa no puede venir, hoy estamos solos. Pedimos el menú del día?

-Bueno. Ahí le digo al gallego. Viste que mataron a otra mina? Con un fierro le dio, comentó sin sacar la vista de la tele.

-Si, terrible. Parece que la mujer había hecho la denuncia por maltrato, pero no le creyeron. Tendría que haber ido a la Fiscalía y pedir una restricción…

-Qué denuncia…? se tendría que haber ido a la mierda! Si el tipo es un cagón que le pega a una mina, no sirve. Por qué no lo dejarán? También las minas son unas boludas son.

Llegó la comida y los temas de la oficina ganaron el almuerzo.

-.-

Esto del idioma, del léxico, de las costumbres. Para reír un ratito

Logramos comprar la cucheta para los chicos. Sacar la cuna hará posible un lugar de juegos en la pequeña pieza del departamento de la Colonia Roma, en el DF mexicano.

Cuando quisimos armarla nos dimos cuenta que faltaban tornillos, y me fui corriendo a comprarlos. Pedí 6 tornillos, de los grandes. “Pos no tengo”, dijo el ferretero, fiel a la negativa de los comerciantes mexicanos cuando no entienden que le pedís. “Para qué los necesita”, soltó cuando amagué irme

Traté de explicar que quería armar una litera, pero no tenía los pernos necesarios.

-Señora, usted lo que necesita son pijas, me dice sonriendo…

En realidad no sabía si reír, si enojarme muchísimo, mientras sentía fuego en las mejillas. Supongo que no entendió ni mi rubor, ni el asombro, y rápidamente me hizo seña de espere con la mano y sacó de un cajón los famosos tornillos…