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    CONTENIDO

    ESTRUCTURAS Y PROCESOS

    COLECCINSerie Filosofa

    Primera edicin: 1994Segunda edicin: 1996Tercera edicin: 1998

    Cuarta edicin: marzo 2000Quinta edicin: octubre 2.000

    Editorial Trotta, S.A., 1994, 1996, 1998, 2000Sagasta, 33. 28004 Madrid

    Telfono: 91 593 90 40Fax: 91 593 91 11

    E-mail:[email protected]://www.trotta.es

    Adela Cortina, Jess Conill, Agustn Domingo Moratalla, V.Domingo Garda Marz, 1994

    Diseo JoaqunGallego

    ISBN: 84-8164-013-1 DepsitoLegal: M-39641-2000

    Prlogo......................................................................................... 9

    Nota preliminar............................................................................ 11

    Introduccin. La empresa: el tema de nuestro tiempo..... .. .. .. .. .. .. .. 13

    1. Qu es la tica?.................................................................... 17

    2. La tica empresarial en el contexto de una tica cvica........... 35

    3. Marco tico-econmico de la empresa moderna................................... 51

    4. tica de la empresa................................................................................ 75

    5. tica de la direccin.................. .......................... ................................. 95

    6. Asesora tica en la empresa: hacia un nuevo concepto de empresa 123

    Apndice....................................................................................... 145ndice........................................................................................... 147

    Impresin rea Printing, S.L.

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    mailto:[email protected]:[email protected]://www.trotta.es/http://www.trotta.es/mailto:[email protected]
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    Captulo 1 QUE ESLA ETICA?

    I. LA ETICA ES UN TIPO DE SABER QUE ORIENTA LA ACCIN.(UN TIPO DE SABER PRACTICO)

    Definir trminos que tienen una larga historia no es tarea fcil, porque a lolargo de los siglos sus usuarios los han ido enriqueciendo con matices

    diferentes, y querer encerrarlos todos tras las rejas de una definicin resultaimposible. Las palabras, como sabemos, son creaciones humanas que vanganando con el tiempo tal variedad de connotaciones, que cualquier intentode fijar su significado resulta inevitablemente empobrecedor. Pero, por otraparte, como tambin el lenguaje es el medio de comunicacin porexcelencia, conviene aclarar desde el comienzo el significado que queremos

    dar a los trminos con objeto de entendernos, an corriendo el riesgo decaer en formulaciones esquemticas.Hecha esta advertencia, nos arriesgaremos a decir que la tica es un tipo

    de saber de los que pretende orientar la accin humana en un sentidoracional; es decir, pretende que obremos racionalmente. A diferencia de lossaberes preferentemente tericos, contemplativos, a los que no importa enprincipio orientar la accin, la tica es esencialmente un saber para actuarde un modo racional.

    Pero no slo en un momento puntual, como para fabricar un objeto oconseguir un efecto determinado, como ocurre con otro tipo de saber elsaber tcnico, sino para actuar racionalmente en el conjunto de la vida,consiguiendo de ella lo ms posible, para lo cual es preciso saber ordenarlas metas de nuestra vida inteligentemente.

    Por eso, desde los orgenes de la tica occidental en Grecia, hacia elsiglo IV a.C, suele realizarse una primera distincin en el conjunto de lossaberes humanos entre los tericos, preocupados por averiguar ante todoqu son las cosas, sin un inters explcito por la accin, y los saberesprcticos, a los que importa discernir qu debemos hacer, cmo de-

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    E T I C A D E L A E M P R E S A

    bemos orientar nuestra conducta. Y una segunda distincin, dentro de lossaberes prcticos, entre aquellos que dirigen la accin para obtener unobjeto o un producto concreto (como es el caso de la tcnica o el arte) y losque, siendo ms ambiciosos, quieren ensearnos a obrar bien, racio-nalmente, en el conjunto de nuestra vida entera, como es el caso de latica.

    Ahora bien, las sencillas expresiones racional y obrar racional-

    mente son ms complejas de lo que parece, porque a lo largo de la historiahan ido ganando una multiplicidad de significados, que son los que hanhecho que el saber tico se entendiera de diferente manera. De explicitarestos modos del saber tico vamos a ocuparnos a continuacin.

    II. MODOS DEL SABER ETICO (MODOS DEORIENTAR. RACIONALMENTE LA ACCIN)

    Estos modos sern fundamentalmente dos: aprender a tomar decisionesprudentes y aprender a tomar decisiones moralmentejustas.

    1. La forja del carcter (tomar decisiones prudentes)

    Obrar racionalmente significa, en principio, saber deliberar bien-antes detomar una decisin con objeto de realizar la eleccin ms adecuada y actuarsegn lo que hayamos elegido. Quien no reflexiona antes de actuar sobre losdistintos cursos de accin y sus resultados, quien no calibra cul de ellos esms conveniente y quien, por ltimo, acta en contra de la decisin que lmismo reflexivamente ha tomado, no obra racionalmente.

    La tica, en un primer sentido, tiene por tarea mostrarnos cmo de-liberarbien con objeto de hacer buenas elecciones. Pero, como hemosdicho, no se trata slo de elegir bien en un caso concreto, sino a lo largo denuestra vida. Por eso la tica invita desde su orgenes en Grecia aforjarse unbuen carcter, para hacer buenas elecciones, como indica el significadoetimolgico del trmino tica.

    En efecto, la palabra tica viene del trmino griego thos, que

    significa fundamentalmente carcter o modo de ser. El carcter que unhombre tiene es decisivo para su vida porque, aunque los factores externosle condicionen en un sentido u otro, el carcter desde el que los asume es elcentro ltimo de decisin. Por eso deca Herclito de Efeso que el carcteres para el hombre su destino: segn el carcter que un hombre tenga,enfrentar la vida con nimo o con desnimo, con ilusin y esperanza o conpesimismo y amargura.

    Sin duda las circunstancias tambin influyen, como dice la famosaexpresin de Ortega yo soy yo y mis circunstancias, pero habitual-mentese silencia la segunda parte de la expresin: y si no salvo mis cir-cunstancias, tampoco me salvar yo. Cosa que no puede hacerse sino

    QUE ES LA ET IC A?

    desde un carcter que se encuentra alto de moral, en forma, como indicala expresin moral, que significa lo mismo que tica.

    En efecto, el trmino latino mos significa tambin carcter o modode ser y por eso en la vida cotidiana hablamos indistintamente de valoresmorales - valores ticos o normas morales - normas ticas. En amboscasos nos estamos refiriendo a valores y normas de los que nos podemosapropiar activamente o que podemos rechazar, porque lo moral y lo tico

    siempre nos refieren a valores, actitudes o normas que podemos elegir, delos que nos podemos apropiar. Desde el origen griego de la tica cabedistinguir en el mundo humano entre el temperamento (pathos), constituidopor aquellos sentimientos y actitudes con los que se nace y que no sepueden cambiar (la dimensin pasiva de la persona), y el carcterque cadauno se va forjando, el modo de ser del que cada quien se va apropiando a lolargo de su vida al hacer sucesivas elecciones en un sentido.

    Ciertamente, nacemos con una determinada constitucin gentica ypsicolgica, que no elegimos, como tampoco el contexto social. Por esoalgunos filsofos hablan de que a cada hombre desde el nacimiento le tocauna determinada lotera natural (gentica y psicolgica) y social, que noelige; sin embargo, a diferencia de los animales, los hombres nos vemosobligados a modificar nuestra herencia o bien a reforzarla, eligiendo nuestro

    propio carcter, aunque en esa tarea nos encontremos sumamentecondicionados. A esa necesidad originaria de elegir el propio carcterllamamos libertad en un primer sentido de este trmino y, puesto queestamos condenados a ser libres, a tener que elegir, ms vale que nosesforcemos por hacer buenas elecciones.

    La tica es, pues, en un primer sentido, el tipo de saber que pretendeorientarnos en la forja del carcter, de modo que, siendo bien conscientes dequ elementos no est en nuestra mano modificar, transformemos los que spueden ser modificados, consiguiendo un buen carcter, que nos permitahacer buenas elecciones y tomardecisionesprudentes.

    Quien esto consiga, ser un hombre sabio, pero no sabio por acumularconocimientos o por deslumbrar a sus semejantes con elevadas reflexiones,sino sabio porprudente,por saber hacer buenas elecciones. En definitiva, lafinalidad originaria de la filosofa, como amor al saber, fue la de gestarhombres sabios, que no slo fueran conocedores de un gran nmero desecretos de la naturaleza, sino que supieran vivir y, sobre todo, que comodeca Aristteles supieran vivir bien. La tica entonces se proponeaprender a vivir bien. Cmo se logra esto?

    1.1. Fines, valores, hbitos

    Una configuracin inteligente del carcter requiere percatarse en primerlugar de cul es la meta a la que queremos tender con nuestras acciones,cul es elfin que deseamos perseguir en el conjunto de nuestra vida. Desdel podemos ir fijando entonces los modos de actuarque nos per-

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    ETICA DE LA EMPRESAQUE ES LA ETICA?

    mitirn alcanzarlo, las metas intermedias y los valores que es preciso en-carnar para llegar tanto a los objetivos intermedios como al fin ltimo. Sidescubrimos todo esto, lo inteligente es orientarse en la accin por esosvalores e incorporar a nuestra conducta esos modos de actuar, de forma queno nos veamos obligados a hacer un esfuerzo cada vez que queramos obraren ese sentido, sino que nos salga sin apenas esfuerzo y forme ya parte de

    nuestro carcter.Resultara agotador tener que pensar cada vez que vamos a andar o asubir al ascensor cmo hacerlo del mejor modo y por eso el haberloaprendido nos ahorra una gran cantidad de energas. Pero esto mismo ocurreen actuaciones menos rutinarias, como sera el caso de tomar buenasdecisiones a lo largo de la vida: que quien ha asumido qu fines se proponey cules suelen ser los medios ms adecuados para alcanzarlos, y adems seha habituado a optar por ellos porque son los que convienen, ahorra unainmensa cantidad de energas y con ello obra, claro est, racionalmente.

    Esto no significa en modo alguno que lo inteligente sea convertirse enun autmata, que siempre elige los mismos medios, sin ninguna capacidadde innovacin, porque un individuo semejante sera incapaz de adaptarse alos cambios sociales y tcnicos y adems carecera de creatividad, dos

    caractersticas capacidad de adaptacin y creatividad indispensables enla vida humana, y muy concretamente en la vida empresarial. Habituarse ahacer buenas elecciones significa ms bien ser bien consciente de los finesltimos que se persiguen, acostumbrarse a elegir en relacin con ellos ytener la habilidad suficiente como para optar por los medios ms adecuadospara alcanzarlos.

    Lo cual significa, como muestran hoy en da los empresarios exce-lentes, que importa ante todo tener claros los fines, ms que las normas ylos reglamentos, porque quien tiene presentes los fines y sabe ordenar losobjetivos intermedios en relacin con ellos, sabr adaptar los nuevos mediosque aparezcan e imaginar otros nuevos. Por el contrario, quien viva en unmundo totalmente regulado, de normas y de reglamentos, quien slo seacapaz de utilizar medios ya conocidos, ser incapaz de imaginar, deinnnovar y, por tanto, de alcanzar mejor los fines que, en definitiva, dansentido a toda eleccin. Tener conciencia de los fines que se persiguen yhabituarse a elegir y obrar en relacin con ellos es la clave como veremos de una tica de las personas y de una tica de las organizaciones, muyespecialmente, de las empresas.

    A esos modos de actuar ya asumidos, que nos predisponen a obrar en elsentido deseado y que hemos ido incorporando a nuestro carcter porrepeticin de actos, es a lo que tradicionalmente se llama hbitos. Cuandoestn bien orientados reciben el nombre de virtudes, cuando no nospredisponen a alcanzar la meta, el de vicios.

    Podemos decir, pues, que la tica, en un primer sentido, es un tipo desaber prctico, preocupado por averiguar cul debe ser el fin de nuestraaccin, para que podamos decidir qu hbitos hemos de asumir, cmo

    ordenar las metas intermedias, cules son los valorespor los que hemos deorientarnos, qu modo de ser o carcterhemos de incorporar, con objeto deobrar conprudencia, es decir, tomardecisiones acertadas.

    Obviamente, el hecho mismo de que exista el saber tico, indicndonoscmo debemos actuar, es buena muestra de que los hombres somos librespara actuar en un sentido u otro, por muy condicionada que est nuestra

    libertad; porque cmo deca Kant si debo, es porque puedo: si tengoconciencia de que debo obrar en un sentido determinado, es porque puedoelegir ese camino u otro. De ah que la libertad sea un elementoindispensable del mundo tico, al que va estrechamente ligada laresponsabilidad, ya que quien tiene la posibilidad de elegir en un sentido uotro, es responsable de lo que ha elegido: tiene que responder de sueleccin, porque estaba en su mano evitarla.

    Es cierto que la expresin responsabilidad parece muy exigente enestos tiempos nuestros que son tan light, pero slo quiere decir que quienelige un curso de accin, pudiendo elegir otro, es el autor de la eleccin y,sea buena o mala, ha de responder de ella.

    Muchas veces en el mundo tico soy yo mismo quien critico miselecciones y entonces tengo que responder de ellas ante m mismo, pero

    cuando las elecciones tienen un impacto social, tengo que responder ante lasociedad y por eso he de medir muy bien mis pasos. En este sentido a nadiese le oculta que las organizaciones y las instituciones tienen unaresponsabilidad socialinnegable, no slo porque sus opciones repercuten enla sociedad, sino tambin porque los fines que persiguen son sociales.

    Libertady responsabilidadson, pues, indispensables en el mundo tico,pero tambin lo es un elemento menos mencionado habitualmente: elfuturo. Porque para forjarnos un carcter, en la lnea que hemos expuesto,necesitamos tiempo, precisamos plantearnos fines y metas a largo plazo,desde los que cobran sentido las metas intermedias. Por eso suele decirseque, as como a la esttica le basta con el presente, con disfrutar delmomento (el carpe diem de los clsicos), la tica necesita contar tambincon proyectos de futuro desde los que cobran sentido las elecciones

    presentes.Los proyectos ticos no son, pues, proyectos inmediatos, que puedanllevarse a cabo en un breve lapso de tiempo, por ejemplo, en el presente yen un futuro inmediato, sino que necesitan contar con el futuro, con tiempo,y con sujetos que, por ser en alguna medida libres, puedan hacerseresponsables de esos proyectos, puedan responder de ellos.

    1.2. El carcter de las personas y el de las organizaciones

    Al hablar del carcter solemos pensar en el de las personas, sin percatarnosde que tambin ciertos colectivos, como las organizaciones e instituciones,adquieren unos hbitos, acaban incorporando un carcter, que puede serpercibido tanto por sus miembros como por aquellos que

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    QUE ES LA ETICA?

    ETICA DE LA EMPRESA

    desde fuera tienen contacto con la organizacin. Qu tipo de hbitos, qutipo de carcter es deseable que adquieran las empresas, como or-ganizaciones que son?

    1) En principio, podemos decir que, en lo que respecta a laspersonas, elsaber tico les orienta para crearse un carcter que les haga felices: loshbitos que les ayuden a ser felices sern virtudes, los que les alejen de lafelicidad, vicios. La felicidad es el fin ltimo al que todos los hombrestienden y la tica se propone, en principio, ayudar a alcanzarla.

    Ocurre, sin embargo, que el trmino felicidad es muy ambiguo y se haido entendiendo de muy diversas maneras. Por felicidad puede entendersebienestar, una vida lo ms placentera posible, repleta de satisfaccionessensibles, o bien el logro de la perfeccin, o tambin la autorrealizacin, esdecir, alcanzar aquellas metas que nos parecen justas y deseables, produzcao no ese logro una satisfaccin sensible.

    Por ejemplo, en nuestra sociedad suele entenderse por felicidad labsqueda de un bienestar que se consigue teniendo el cuerpo en forma,disfrutando del ocio y de bienes de consumo; sin embargo, un buen nmerode directivos de las empresas ms productivas los excelentes seafanan por conseguir la perfeccin en el terreno profesional, sacrificando, sies preciso, actividades placenteras; mientras que quienes bregan por idealesaltruistas, creen realizarse luchando por ellos, aunque no logren con elloexperimentar placer ni tampoco les preocupe ser perfectos en ningnrespecto. Todos ellos buscan la felicidad, pero es indudable que la entiendende muy distinta manera. Alguna de las tres formas es ms inteligente queotras, o conviene como se lleva tanto en nuestros das lograr unasolucin mixta?

    2) En lo que se refiere a las organizaciones, carecera de sentidoempearse en que su fin sea la felicidad, porque felices son las personas, nolos colectivos. Y conviene tener cuidado en este punto, porque en un grupoaparentemente feliz la felicidad puede estar distribuida entre sus miembrosde forma bien desigual. La felicidad que importa, pues, es la de cada uno de

    los individuos y las organizaciones tienen otro tipo de metas.

    En efecto, cada organizacin tiene una meta por la que cobra todo susentido; de ah que sea ms importante averiguar cul es su meta, sufinalidad, y que sus miembros se esfuercen por alcanzarla, que disear unconjunto de reglamentos y normas: el sentido de las actividades viene de susfines y las reglas slo pueden fijarse teniendo en cuenta los fines.

    El fin de las organizaciones es sin duda un fin social, porque toda or-ganizacin se crea para proporcionar a la sociedad unos bienes, en virtud delos cuales queda legitimada su existencia ante la sociedad, y ste es un puntocentral en la elaboracin de un cdigo tico, como veremos en el captulo 5.A diferencia de las personas, cuya existencia no necesita le-

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    gitimacin, las organizaciones han de proporcionar unos bienes a la so-ciedad para ser aceptados por ella. Y, lgicamente, en el caso de que no losproduzcan, la sociedad tiene derecho a reclamrselos y, por ltimo, adeslegitimarlas.

    Estos bienes se obtienen desarrollando determinadas actividades co-operativas. Y aqu conviene recordar la distincin entre los bienes internos auna actividad cooperativa y los que son externos a ella. Porque cadaactividad persigue un tipo de bienes que no se consiguen mediante otras,sino que slo ella puede proporcionar. Los bienes que procura la actividadempresarial no son los mismos que proporciona la actividad sanitaria, nitampoco los que se consiguen por medio de la docencia o a travs de lapoltica, sino que cada una de ellas produce unos bienes de los que cobratodo su sentido y que son los que la sociedad le reclama, porque existeprecisamente para proporcionarlos. Y, como es obvio, tambin paraalcanzarlos unos medios resultan adecuados y otros totalmenteinapropiados.

    La actividad docente, por ejemplo, se desarrolla para intentar transmitirlos saberes que los hombres con esfuerzo hemos ido adquiriendo, de modoque tanto quienes los transmiten como quienes los reciben puedan llevar unavida lo ms plena posible. Por su parte, la actividad poltica cobra sulegitimidad social de intentar satisfacer, a travs del uso del poderlegtimamente adquirido, los intereses universalizables, y no los dedeterminados sectores; mientras que la actividad sanitaria persigue losbienes que le son propios cuando busca el bien de los pacientes, eliminandola enfermedad y el dolor en la medida de lo posible.

    Obviamente, cada organizacin universidad, escuela, cuerpo poltico,hospital debe producir los bienes que le son propios y no sustituirlos porlos ajenos, porque entonces pierde todo su sentido. Por ejemplo, que losuniversitarios se dediquen a hacer poltica en la universidad y el personalsanitario en el hospital, y tengan por ms importante la conquista ydistribucin del poder que la transmisin del saber o la eliminacin de laenfermedad y el dolor.

    Este tipo de desvirtuaciones de las distintas actividades es uno de los

    factores que ha motivado que en estas instituciones no prime ya la ex-celencia, no se busque por todos los medios ayudar a quienes mejorcumplen los fines de la organizacin, sino que en ocasiones sean los msintrigantes quienes ocupen los puestos de responsabilidad.

    A ello contribuye la idea, totalmente desafortunada, de que demo-cratizar las instituciones significa tomar en ellas las decisiones por ma-yora, de suerte que es la mayora, y no los ms capacitados, la que toma lasdecisiones. Por eso en este punto es de rigor agradecer a algunas empresasque estn enseando a las restantes organizaciones a dar los puestos deresponsabilidad a los excelentes, y no a los mediocres e intrigantes.

    En estrecha relacin con esta advertencia de no sustituir los bienes in-ternos de unas actividades por los de otras, podemos seguir recordando

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    ETICA DE LA EMPRESA

    que las distintas actividades producen tambin unos bienes que llamamosexternos a ellas, porque no son aquellos que las hacen insustituibles, sinoque son comunes a todas o a muchas de ellas. Es el caso del prestigio, eldinero o el poder, que pueden lograrse desde el deporte, el arte, la empresa,la poltica, la informacin o la actividad sanitaria, no siendo privativos deninguna de ellas.

    Y puede ocurrir que en una sociedad las diversas actividades en su

    conjunto se esfuercen por conseguir los bienes externos, porque el deporte,el arte, la docencia, la investigacin, la empresa, la poltica o la informacinsean nicamente formas de ganar dinero, prestigio y poder. En ese caso lavida humana se empobrece y pierde toda su sustancia, mientras que lasactividades se hacen lamentablemente homogneas al perder sus finesespecficos, y las organizaciones pierden su sentido y su rumbo. Laresultante es una sociedad desmoralizada, baja de forma, baja de moral, conun carcter tan depauperado y dbil que es incapaz de responder a los retosvitales con un mnimo de gallarda.

    Y ya es curioso que en una sociedad como la nuestra, en la que desdedistintos sectores se reclama con toda razn el derecho a la diferencia, sehaya producido una tan lamentable homogeneizacin de las actividades y lasorganizaciones. Porque el deporte, el arte o la informacin se convierten en

    mercanca que puede ser intercambiada por dinero o por poder, de suerteque en estos mundos el placer de jugar (en el caso del deporte), el de crear(en el del arte), o el de transmitir una informacin objetiva, se esfuman y noqueda sino el negocio. De igual modo, en hospitales y universidades el afnde poder o dinero sustituye en muchas ocasiones a la bsqueda de los bienesinternos, que son ms bien curar y ensear.

    Para remoralizar la sociedadsera necesario entonces que las distintasorganizaciones recuperaran el sentido de la actividad que les es propia, quereflexionaran seriamente sobre cules son los bienes internos a esaactividad, como tambin sobre los medios adecuados para actuar en esadireccin. sa es la labor que hoy se propondra en primer lugar una ticade las organizaciones o de las instituciones.

    1.3. Etica de las organizacionesPara disear una tica de las organizaciones sera necesario recorrer lossiguientes pasos:

    1) determinar claramente cul es el fin especfico, el bien interno a laactividad que le corresponde y por el que cobra su legitimidad social;

    2) averiguar cules son los medios adecuados para producir ese bien yqu valores es preciso incorporar para alcanzarlo;

    3) indagar qu hbitos han de ir adquiriendo la organizacin en suconjunto y los miembros que la componen para incorporar esos valores e irforjndose un carcter que les permita deliberar y tomar decisionesacertadas en relacin con la meta;

    QUE ES LA ETICA?

    4) discernir qu relacin debe existir con las distintas actividades yorganizaciones,

    5) como tambin entre los bienes internos y externos a ellas.

    Pero a todos estos puntos, que constituyen el resumen de cuanto hemosvenido diciendo hasta ahora, es preciso aadir al menos dos nuevos.

    En efecto, toda organizacin desarrolla sus actividades en una poca

    determinada, y no puede ni debe ignorar, si quiere ser legtima, que en lasociedad en la que acta se ha alcanzado un grado determinado de con-ciencia moral, que se refiere no tanto a los fines que se persiguen, como alos derechos que es preciso respetar y que no puede atropellar con la excusade que constituyen un obstculo para sus fines.

    A la altura de nuestro tiempo una empresa est obligada a respetar losderechos de sus miembros y los de los consumidores y proveedores, y nopuede atropellados aduciendo que su meta es lograr un beneficio eco-nmico, expresado en la cuenta de resultados. Ciertamente, el fin de laempresa es lograr la satisfaccin de necesidades humanas, para lo cual tieneque contar con la obtencin de beneficio, pero ni satisfacer tales necesidadespuede hacerse a costa de los derechos de los empleados, de algunosconsumidores o de los proveedores, ni el beneficio de los miembros de la

    empresa puede pasar por delante de los derechos de los consumidores.Cualquier organizacin y en este caso, la empresa ha de obtener unalegitimidad social, y para conseguirlo ha de lograr a la vez producir losbienes que de ella se esperan y respetar los derechos reconocidos por lasociedad en la que vive y los valores que esa sociedad comparte.

    Por eso, a la hora de disear los rasgos de una organizacin y sus ac-tividades, es imprescindible tener en cuenta, adems de los cinco puntosmencionados, los dos siguientes:

    6) cules son los valores de la moral cvica de la sociedad en la que seinscribe;

    7) qu derechos reconoce esa sociedad a las personas. Es decir, cul esla conciencia moral alcanzada por la sociedad.

    Al pensar en el carcter de la organizacin se produce, por tanto, unainteraccin entre los valores que surgen de la actividad empresarial y los dela sociedad, entre la tica de la empresa y la tica civil, sin que sea posibleprescindir de ninguno de los dos polos sin quedar deslegitimada.

    2. El respeto de los derechos humanos desde una moral crtica (tomardecisiones moralmente justas)

    Ahora bien, de cuanto hemos dicho parece desprenderse que una orga-nizacin actuar de forma ticamente adecuada cuando persiga inteli-gentemente sus metas y cuando respete los valores de su sociedad y lo

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    que en ella se consideren derechos, sean unos u otros cuales fueren, con talde seguir sobreviviendo. Con lo cual nuestra exposicin hara gala de unpragmatismo conformista, que no busca sino la adaptacin al medio social ya los valores en l imperantes con objeto de seguir sobreviviendo acualquier precio. Sin embargo, en el saber tico no puede entrar la expresina cualquier precio, porque hay precios que ni las personas ni lasorganizaciones pueden pagar, si es que quieren obrar, no ya slo de una

    maneraprudente, sino tambinjusta.Prudencia y justicia no siempre son virtudes que entren en conflicto,

    como querran ciertos extremistas, pero tampoco puede decirse que caminensiempre de la mano. Y una organizacin, como una persona, no slo debeactuar con prudencia, sino tambin con justicia.

    Aprovechar el hecho de que en una determinada sociedad no existasensibilidad hacia ciertos derechos humanos, incluido el derecho a un medioambiente sano, no hace justa sin ms la decisin de poner en ella en marchauna fbrica sin cuidar de los residuos contaminantes.Desde este segundo nivel la pregunta tica no es tanto qu debe hacer unapersona para ser feliz o una organizacin para alcanzar sus metas} comocundo una y otra tomarn decisiones racionalmente justas? Para respondera esta pregunta: 1) no basta con respetar la legalidad vigente, 2) ni siquiera

    con respetar la conciencia moral alcanzada por una sociedad, sino que 3) espreciso averiguar qu valores y derechos han de ser racionalmenterespetados; es decir, es preciso encontrar un criterio racional, tarea de la quese ocupa la tica, entendida ahora no ya como un saber que pretende dirigirdirectamente la accin para forjarse un buen carcter, sino dirigirlaindirectamente como filosofa moral.

    Aclararemos brevemente en este apartado los dos primeros puntos ydedicaremos al tercero el siguiente apartado.

    2.1. Moral crtica y derecho positivo

    Para responder a la pregunta: cundo una persona o una organizacintomarn decisiones racionalmente justas? no basta con respetar la legalidad

    vigente, porque el derecho en una sociedad es el conjunto de leyes que hansido promulgadas de forma legtima, segn los procedimientos estipuladosen ella. Si una norma ha sido promulgada siguiendo los procedimientoslegtimos, es ya una norma jurdica y su cumplimiento es legalmenteexigible por parte de la autoridad competente.

    Sin embargo, que una norma haya sido promulgada segn los pro-cedimientos legales no significa ya que sea justa, porque puede haberde-recho injusto. El ejemplo que suele ponerse en estos casos es el del derechoalemn en la poca de Hitler, que reuna todos los requisitos para serderecho y, sin embargo, era injusto en algunas de sus leyes. Cmo se sabaque era injusto y cmo se saba en qu lo era?

    El tribunal de Nrnberg que, acabada la Segunda Guerra Mundial, juzgy conden los crmenes del nacionalsocialismo en la cabeza de al-

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    QUE ES LA ETICA?

    gunos de sus representantes, no pudo recurrir como es obvio al derechoalemn mismo, promulgado por los nacionalsocialistas, sino que apel altrmino crmenes contra la humanidad. Se entenda entonces que existeuna suerte de moral universal desde la que pueden condenarse como injustasleyes que en un pas estn vigentes, y adems legalmente vigentes.

    Un caso similar ha sido el de la poltica del apartheiden Sudfrica, quelegalmente ha consagrado la discriminacin racial, dejando a la poblacin

    negra en situacin inhumana. Aunque los procedimientos seguidos parapromulgar esa legislacin fueran los correctos, se trataba de una legislacina todas luces injusta.

    Por eso conviene distinguir muy bien entre el derecho positivo, que estvigente en un pas determinado, y una moral crtica universal que, desdecriterios morales de justicia, puede poner en cuestin y condenar normasvigentes.

    Aunque ms adelante volveremos a tratar el tema de las relaciones entretica y derecho, por el momento conviene dejar claro que el mbito de unamoral crtica es ms amplio que el del derecho positivo. Y que una tica delas organizaciones, que sin duda ha de tener tambin en cuenta la legalidadvigente, no puede conformarse con ella, sino que ha de recurrir a losprincipios de una moral crtica.

    2.2. Moral crtica y moral social vigente

    Tampoco es suficiente para tomar decisiones racionalmente justas atenderslo al derecho positivo y a la conciencia moral alcanzada por una sociedaddeterminada, porque el hecho de que en ella no exista sensibilidad, porejemplo, hacia determinados derechos humanos, no significa que podemosatenernos tranquilamente a unas convicciones que estn por debajo de lasconvicciones morales generadas por una moral crtica. En este sentido sonun claro ejemplo los objetores de conciencia o los desobedientes civiles ytoda suerte de innovadores morales, que ponen en cuestin viejascostumbres y hbitos y pretenden transformarlos a la luz de valores.

    Pero ms claras han sido todava las virtualidades de una moral crticaen pases, como es el caso de los latinoamericanos, en que la opresin

    econmica y poltica ha sido legitimada desde unas ideologas morales, queencubran la opresin. Tanto la teologa como la tica de la liberacin handenunciado y denuncian cmo los opresores legitiman sus acciones desde laconciencia moral vigente, de modo que pasan por ser moralmenteintachables; mientras que aquellos que se rebelan contra la opresin, al noestar respaldados por la ideologa moral vigente, pasan por inmorales.

    Es bien importante percatarse de cmo intereses espreos pueden irgenerando una especie de moralidad difusa, que hace que sean condenadospor inmorales precisamente aquellos que ms hacen por la justicia

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    E T I C A D E L A E M P R E S A

    y por los derechos de los hombres. Tenemos en esto una largusima historiade ejemplos. Por eso, para tomar decisiones justas es preciso atender alderecho vigente, a las convicciones morales imperantes, pero ademsaveriguar qu valores y derechos han de ser racionalmente respetados. Estaindagacin nos lleva al tercero de los elementos que hemos apuntado, a lafilosofa moralo moral crtica, que tiene que proporcionarnos algn criterioo algn procedimiento para decidir cules son esos valores y derechos.

    III ETICACOMOFILOSOFAMORAL(MORAL VIVIDA Y MORAL PENSADA)

    La moral y la tica, tal como las hemos descrito hasta ahora, no son uninvento de los filsofos, sino que acompaan a la vida de los hombres desdeel comienzo, porque todas las civilizaciones se han preguntado cmo llevaruna vida buena y cmo ser justos, aunque las respuestas hayan sidodistintas. Por decirlo con X. Zubiri y J. L. L. Aranguren, los hombresposeemos una estructura moral, aunque los contenidos cambienhistricamente.

    La moral no es, pues, un invento de los filsofos, sino un saber que

    acompaa desde el origen a la vida de los hombres, aunque haya ido re-cibiendo distintos contenidos.Sin embargo, lo que s han hecho, hacen y deberan hacer los filsofos

    es reflexionar sobre el hecho de que haya moral, igual que reflexionan sobrela religin, la ciencia o la poltica. A la parte de la filosofa que reflexionasobre la moral llamamos tica o filosofa moral y, como asignatura,aparece en los planes de estudio de distintas facultades y de la enseanzamedia. Por eso, aunque los trminos tica y moral signifiquen lo mismoetimolgicamente, y aunque en el lenguaje ordinario los empleemos conigual significado, hemos dado en llamar tica a la filosofa moral ymoral, a secas, a ese saber que acompaa a la vida de los hombreshacindoles prudentes y justos. Se tratara de distinguir, como haceAranguren, entre moral vivida (moral) y moral pensada (tica).

    La tica, como filosofa moral, tiene tres funciones:1) aclararqu es lo moral, cules son sus rasgos;2) fundamentarla moral, es decir, tratar de inquirir cules son las ra-

    zones para que los hombres se comporten moralmente;3) aplicara los distintos mbitos de la vida social los resultados de las

    dos primeras, que es lo que hoy se viene llamando tica aplicada.

    Desde esta perspectiva, la tica empresarial sera una de las partes de latica aplicada, la que se ocupa de la actividad empresarial, en el sentido enque lo hemos hecho hasta ahora.

    QUE ES LA ETICA?

    IV. LAS PARTES DE LA ETICA

    En la tica, como filosofa moral, podemos distinguir, pues, ante todo dospartes: la fundamentacin y la aplicacin.

    1. Fundamentacin de la tica

    Esta parte trata de contestar a la pregunta: por qu nos comportamosmoralmente?, y son muchas las respuestas que se han dado a lo largo de lahistoria. Trataremos de dar noticia de las ms relevantes.

    1.1. Los hombres son estructuralmente morales

    Segn esta primera posicin, hay moral porque los hombres, a diferencia delos animales, tienen, que justificar sus respuestas al medio. Mientras que losanimales responden a los estmulos que les incitan de forma perfectamenteajustada (lo que llamamos ajustamiento), los hombres no responden deforma ajustada, sino que pueden elegir entre distintas posibilidades derespuesta, y se ven obligados ajustificar su eleccin.

    Esta es la posicin de X. Zubiri y J. L. L. Aranguren, que tiene, entremuchos otros mritos, el de conectar la tica con la biologa, y el de mostrarcmo los hombres somos estructuralmente morales, necesariamentemorales: hay hombres inmorales, con respecto a un determinado cdigomoral, pero no existen hombres amorales.

    1.2. Los hombres tienden necesariamente a la felicidad(eudemonismo)

    Desde esta segunda perspectiva, puesto que los hombres tienden necesa-riamente a la felicidady son seres dotados de razn, se comporta racio-nalmente quien aprende a deliberar bien sobre los medios ms adecuadospara lograr ser feliz. La felicidad no puede elegirse porque ya viene dadapor naturaleza, pero los medios s pueden elegirse, y se es el terreno de lomoral.

    ste es el modo de fundamentacin que defienden los aristotlicos,acogindose a la tica a Nicmaco. Aunque Aristteles no pretenda fun-damentar la moral, su obra permite disear una fundamentacin como ladescrita.

    1.3. Todos los seres vivos buscan el placer (hedonismo)

    Segn los hedonistas, puesto que, como muestra la ms elemental de laspsicologas, todos los seres vivos buscan el placery huyen del dolor, te-nemos que reconocer como primera premisa que el mvil del comporta-miento animal y del humano es el placer. La moral es entonces el tipo desaber que nos invita aperseguir la mayor felicidad del mayor nmero po-

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    ETICA DE LA EMPRESA

    sible de seres vivos, a calcular las consecuencias de nuestras decisiones,teniendo por meta la mayor felicidad del mayor nmero.

    Se denomina hedonistas a los defensores de esta posicin, que nace enGrecia de la mano de Epicuro. Pero a partir de la Modernidad la msrelevante de las posiciones hedonistas en tica es el llamado utilitarismo,que utiliza la mxima de la mayor felicidad del mayor nmero como criteriopara decidir ante dos cursos alternativos de accin. Como para hacer ese

    clculo es preciso tener en cuenta las consecuencias de cada uno de loscursos de accin y valorarlos desde la perspectiva del placer queproporciona cada uno de ellos, se denomina a este tipo de tica teleolgica oconsecuencialista, y se le suele contraponer a las ticas llamadasdeontolgicas, que se preocupan ante todo del deber y de las normas quenacen del respeto a determinados derechos de loshombres.

    Los representantes clsicos del utilitarismo son autores como J.Bentham, J. S. Mili (con su libroEl Utilitarismo), y H. Sigdwick; y en nues-tros das sigue vigente sobre todo en el mundo anglosajn.

    1.4. Autonoma y dignidad humana (kantismo)

    Una cuarta posicin defiende que, aunque todos los seres vivos tiendan al

    placer, no es sta la cuestin moral por excelencia, sino ms bien la de quseres tienen derecho a serrespetados, qu seres tienen dignidady no puedenser tratados como simples mercancas y, por tanto, qu deberes han decumplirse en relacin con ellos.

    Entre todos los seres existentes afirman los defensores de esta po-sicin slo los hombres tienen dignidad, porque slo ellos son libres. Perono slo son libres porque pueden elegir, sino porque son autnomos:porquepueden regirse por sus propias leyes.El fundamento de la moral es entoncesla autonoma de los hombres, el hecho de que pueden darse leyes a smismos, que son, por tanto, vlidas para todos ellos. De ah queconsideremos como exigencias morales aquellas que cada hombre querrapara toda la humanidad.

    Estas ticas, que consideran como elemento moral por excelencia losdeberes que surgen de considerar a los hombres como sujetos de derechos,se suelen denominar como dijimos deontolgicas, en contraste con lasideolgicas, que ven en el clculo de las consecuencias el momento moralcentral.

    Quien por vez primera defendi esta posicin tica deontolgica fue I.Kant en su obra Fundamentacin de la metafsica de las costumbres y, apartedel gran nmero de kantianos que ha habido y hay en tica, su afirmacin deque los seres racionales son fines en s mismos, tienen un valor absoluto y nopueden ser tratados como simples medios, es defendida por todas las ticasactuales, y constituye el fundamento de la idea de dignidad humana, que es asu vez fundamento de los derechos humanos.

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    QUE ES LA ETICA?

    1.5. Todos los hombres son interlocutores vlidos (tica del dilogo)

    Siguiendo la tradicin kantiana, un buen nmero de autores propone desdelos aos setenta reconocer que la razn humana es dialgica y que, portanto, no se puede decidir qu normas son. morales si no es a travs de undilogo que se celebre entre todos los afectados por ellas y que llegue a laconviccin por parte de todos de que las normas son correctas. Esta

    posicin recibe indistintamente los nombres de tica dialgica, ticacomunicativa o tica discursiva, son sus creadores K. O. Apel y J.Habermas, y tiene hoy en da seguidores en un buen nmero de pases.

    Desde su perspectiva, es posible establecer una distincin entre dostipos de racionalidad que pueden utilizar los interlocutores de un dilogo: laracionalidad comunicativa, de que hace uso quien considera a los afectadospor una norma como interlocutores perfectamente legitimados para exponersus intereses y para ser tenidos en cuenta de modo significativo en ladecisin final, de modo que la meta del dilogo es llegar a un acuerdo quesatisfaga los intereses de todos los afectados por ella; y la racionalidadestratgica, de que hace uso quien considera a los dems interlocutorescomo medios para sus propios fines y se plantea el dilogo, por tanto, comoun juego, en el que trata de intuir qu jugadas pueden hacer los dems para

    preparar la suya y ganarles.La distincin entre racionalidad comunicativa y estratgica ser de graninters a la hora de construir una tica de la empresa, as como la mayorparte de las ticas aplicadas, porque se suele entender que la empresa deberegirse por la racionalidad estratgica, dirigida a obtener el mximobeneficio, mientras que el momento moral es el de la racionalidadcomunicativa, pareciendo entonces que empresa y tica son incompatibles.Sin embargo, como veremos en captulos posteriores (sobre todo, el 3 y el4), cualquier tica aplicada tambin la empresarial debe recurrir a losdos tipos de racionalidad,porque ha de contar a la vez con estrategias y conuna comunicacin por la que consideramos a los dems afectados comointerlocutores vlidos.

    La tica discursiva es, en principio, deontolgica porque no se ocupadirectamente de la felicidad ni de las consecuencias, sino de mostrar cmo larazn humana s ofrece un procedimiento para decidir qu normas sonmoralmente correctas: entablar un dilogo entre todos los afectados por ellasque culmine en un acuerdo, no motivado por razones externas al dilogomismo, sino porque todos estn convencidos de la racionalidad de lasolucin. Lo que sucede es que la tica discursiva reconoce expresamenteque cuando aplicamos este procedimiento en los dilogos concretos, espreciso tener en cuenta las consecuencias de dar por correcta una norma uotra. De suerte que es la suya una posicin deontolgica que exige tener encuenta las consecuencias en el momento de la aplicacin.

    De cuanto venimos diciendo se sigue que en el mbito moral, aten-diendo a diversas tradiciones ticas, podramos distinguir los siguientestipos de racionalidad moral:

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    E T I C A DE LA E M P R E S A QUE ES LA E T I C A ?

    TIPOS DERACIONALIDAD

    CARACTERSTICAS

    Prudencial(tradicinaristotlica)

    1. El mbito moral es el de la racionalidad que delibe-ra en condiciones de incertidumbre sobre los medios ms adecuados para alcanzar un fin.

    2. El fin ltimo (la felicidad) es lo que conviene a un

    hombre en el conjunto de su vida.3. Las normas han de aplicarse a los casos concretos,ponderando los datos contextales.

    Calculadora(tradicinutilitarista)

    1. El mbito moral es el de la maximizacin de la uti-lidad para todos los seres sentientes: buscar la mayorfelicidad del mayor nmero.

    2. Accin mximamente racional: la racional-teleol-gica.

    3. Los derechos humanos son convenciones tiles.

    Prctica(tradicinkantiana)

    1. El mbito moral es el del respeto a aquello que esabsolutamente valioso: el ser humano.

    2. No todo es mercanca que puede intercambiarse porun precio: el ser humano no tiene precio, sino digni-dad.

    3. Los derechos humanos son exigencias racionales innegociables: con ellos no se puede comerciar.

    Comunicativa(tradicindialgica)

    1. Todo ser dotado de competencia comunicativa esun interlocutor vlido (factor incondicionado).

    2. Las normas morales son vlidas segn las conse-cuencias que tengan para los afectados por ellas(momento consecuencialista).

    3. Siempre que satisfagan intereses universalizables(factor incondicionado).

    2.tica aplicada

    La tica aplicada tiene por objeto, en principio, como su nombre indica,aplicar los resultados obtenidos en la parte de fundamentacin a los distintosmbitos de la vida social: a la poltica, la economa, la empresa, la medicina,la ecologa, etc. Porque si al fundamentar hemos descubierto unos principiosticos, la tarea siguiente consistir en averiguar cmo pueden orientar esosprincipios los distintos tipos de actividad.

    Es decir, tendremos que averiguar de qu modo pueden ayudarnos atomar decisiones la mxima utilitarista de lograr el mayor placer del mayornmero, el imperativo kantiano de tratar a los hombres como fines en smismos y no como simples medios o el mandato dialgico de no tener porcorrecta una norma si no la deciden todos los afectados por ella, tras un

    dilogo celebrado en condiciones de simetra.

    La tica de la empresa es, en este sentido, una parte de la tica aplicada,como lo es toda tica de las organizaciones y de las profesiones, y tiene quereflexionar sobre cmo aplicar los principios mencionados a la actividadempresarial.

    Sin embargo, esto no basta, porque la aplicacin no puede consistirsimplemente en tomar unos principios generales y aplicarlos a todos los

    campos, como si cada uno de ellos no tuviera su especificidad. Como si laactividad empresarial fuera igual que la sanitaria o la docente, y ninguna deellas aportara por s misma ningn tipo de exigencias morales y valoresmorales. Por eso la tarea de la tica aplicada no consiste slo en laaplicacin de los principios generales, sino en averiguar a la vez cules sonlos bienes internos que cada una de estas actividades debe proporcionar a lasociedad, qu metas debe perseguir, por tanto, cada una de ellas, y quvalores y hbitos es preciso incorporar para alcanzarlas.

    Por ltimo, tambin una tica aplicada a las organizaciones tiene quetener en cuenta la moral cvica de la sociedad en la que se desarrolla, y queya reconoce determinados valores y derechos como compartidos por ella.

    La fundamentacin filosfica, por tanto, puede proporcionar aquelcriterio racional que pedamos al final del apartado anterior, pero ste no

    puede aplicarse sin tener en cuenta la peculiaridad de la actividad a la quequiere aplicarse en nuestro caso, la empresa y la moral civil de lasociedad correspondiente.

    La tica empresarial es, por tanto, una parte de la tica aplicada, perotambin una parte de la tica cvica, que vamos a comentar a continuacin.

    BIBLIOGRAFA

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