crímenes para resolver

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Page 1: crímenes para resolver

CRÍMENES SIN RESOLVER El profesor Sisley pasó a visitar a su amigo el comisario Bernard Cross a última hora de la tarde y lo encontró luchando contra su ordenador. Cross abría y cerraba archivos y carpetas y maldecía, alternativamente, a la modernidad, a los ordenadores y a sí mismo.

– ¡Era mucho mejor cuando mis archivos estaban en papel! ¡Ni una maldita hoja se me perdía! ¡Y, ahora, algo importante está metido en algún recóndito lugar de esta maldita máquina y no lo puedo encontrar!

– Bernard – dijo filosófica-mente el profesor Sisley –, me temo que antes se te perdían también los papeles, pero al menos podías echarle la culpa a tu

secretaria. Ahora ya no tienes esa posibilidad. ¿Por qué no te calmas un poco y me cuentas qué has perdido? El comisario se tomó un respiro, separó la vista de la pantalla y explicó: – Tenemos cuatro jóvenes de un grupo de cuatro ricos amigos, sospechosos de un robo a un quinto miembro del grupo, la heredera Ellen Blomm, a la que, en una fiesta al parecer un poco alocada, le robaron una diadema de diamantes de su dormitorio: una pequeña travesura si no estuvieran involucrados en el asunto algo así como dos millones de dólares. Las declaraciones de los jóvenes (déjame ver…. Al menos aquí tengo mi libreta de apuntes…) fueron: Joshua Kensington: Yo no robé la gargantilla. Fue Meter. Peter Indres: Yo no lo hice. Anne tampoco fue. Charles Groove: Meter no fue. Fue Joshua. Anne Marlborought: .. – ¡Demonios! – y empezó a pasar hojas de su libreta hacia delante y hacia atrás –. ¿Dónde está la declaración de Anne? ¡Demonios! – Bien, al menos ahora no se trata de tu ordenador… – dijo Sisley–. Deja, por favor, también esa libreta y cuéntame qué más hay. – Nada, que hicimos declarar a esos niñatos mentirosos y engreídos conectados al detector de mentiras, ante el que repitieron sus afirmaciones y el aparato detectó que estaban diciendo cada uno una verdad y una mentira. ¡Y no encuentro el informe de la prueba ni en el papel, ni en el ordena….. – No empieces de nuevo, Bernard, y no te preocupes más –dijo el profesor Sisley – . Si las declaraciones son ésas, y cada uno de los jóvenes ha dicho una verdad y una mentira, la diadema de diamantes la ha robado……

¿Quién¿Quién¿Quién¿Quién????

LA TRAVESURA DELA TRAVESURA DELA TRAVESURA DELA TRAVESURA DE LOS DOS MILLONESLOS DOS MILLONESLOS DOS MILLONESLOS DOS MILLONES