Criminología 2do Parcial 1.- Escuela de Lyon
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Criminología 2do Parcial 1.- Escuela de Lyon 2.- Anomia de Durkheim 3.- Escuela de Chicago 4.- La Asociación Diferencial 5.- Delitos de Cuello Blanco 6.- Teoría de la subcultura criminal 7.- La Anomia de Merton 1.- ESCUELA DE CHICAGO
En sociología y, posteriormente, criminología, la Escuela Sociológica de Chicago se
refiere al primer corpus principal de trabajos que emergieron en los años 1920 y 1930
especializados en sociología urbana, y la investigación hacia el entorno urbano
combinando la teoría y el estudio de campo etnográfico (La etnografía es un método de investigación que consiste en observar las prácticas culturales de los grupos sociales y poder
participar en ellos para así poder contrastar lo que la gente dice y lo que hace) en Chicago,
aplicado ahora en muchas otras partes.
Aunque recogía el trabajo de académicos de varias universidades de Chicago, el término
se usa frecuentemente para referirse al departamento de sociología de la Universidad de
Chicago.
Los principales investigadores en esta escuela incluyeron
ROBERT EZRA PARK,
ERNEST BURGESS,
RODERICK D. MCKENZIE,
otros Ruth Shonle Cavan, Edward Franklin Frazier, Everett Hughes, , George Herbert
Mead, , Walter C. Reckless, Edwin Sutherland, W. I. Thomas, Frederick M. Thrasher,
Louis Wirth, Florian Znaniecki y Herbert Blumer.
A partir de la II Guerra Mundial, apareció una "Segunda Escuela de Chicago" cuyos
miembros, formados por las figuras de la primera, emplearon el Interaccionismo
simbólico combinado con métodos de investigación de campo para crear un nuevo
corpus de trabajos. Entre ellos destacan entre otros William Foote Whyte, Howard
Becker, Erving Goffman o Anselm Strauss.
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Escuela de Chicago: Sociología Urbana.
La Escuela de Sociología de Chicago es una influencia importante en el estudio de la
sociología urbana. Muchos de sus hallazgos han sido refinidos o rechazados, pero el
impacto duradero de la Escuela todavía se pueden encontrar en las enseñanzas de hoy.
Robert Ezra Park (14 de febrero de 1864 – 7 de febrero de 1944). Fue un sociólogo
urbano estadounidense, y uno de los principales fundadores de la Escuela de Sociología
de Chicago. La Escuela de Chicago, desde los años 20 ha sido uno de los focos más
influyentes dentro de la Sociología criminal. La concepción plural del orden social y su
actitud de apertura y compromiso con los problemas sociales del momento, son sus
principales puntos de validación.
Resaltó la importancia etiológica (causas de la enfermedad) del factor ambiental y su
vinculación con la delincuencia. La tesis más relevante dice relación con que las
características físicas y sociales de determinados espacios urbanos de la moderna
ciudad industrial, generan criminalidad, estableciendo y explicando la distribución
geográfica de esta.
Se postulaba la imagen de la “ciudad”, como “macroorganismo”, a semejanza de
cualquier ser vivo. HERBERT SPENCER (1820-1903) comentaba que “la sociedad
es un organismo que posee una masa (las personas de la sociedad), una estructura
compleja que se incrementa con su crecimiento, partes interdependientes, y una
vida que está por encima de las vidas de cada parte.” Se usaron conceptos de la
biología tales como simbiosis (Asociación íntima de organismos de especies diferentes para
beneficiarse mutuamente en su desarrollo vital), equilibrio biótico, invasión, dominación,
sucesión, áreas naturales, etc. La ciudad es vista como una célula con un núcleo
(centro neurálgico) del cual se desprenden anillos concéntricos. La presencia de
problemas que se presenten en este macroorganismo da origen al concepto de “patología
social”.
Sin embargo, es importante no confundir la Escuela de Chicago con la Ecología Social,
si bien es cierto pueden tener un tronco en común, la Escuela de Chicago logra tomar
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distancia de estas explicaciones, ampliando su visión del fenómeno criminal desde una
perspectiva más compleja.
Por un lado, intenta ponerse en el lugar de quien comete la infracción y no sólo tratar
de explicar las causas por las que delinque; por otra parte intenta entender los
mecanismos de transmisión y aprendizaje de dichas culturas asociales.
Desde 1860, las ciudades del medio oeste de estados Unidos, se ven atestadas de
inmigrantes extranjeros. Sólo en Chicago, la cantidad de habitantes crece de 110.000 a
2.000.000 entre este año y 1910. La industrialización y la migración crean un nuevo tipo
de hábitat. La gran ciudad se convierte en un centro multirracial y cultural pero,
también, en el foco de nuevos problemas sociales.
Este trasfondo explica el particular énfasis que esta Escuela puso en el cambio del
Entorno espacial. Se preocupa de aspectos concretos y externos del mid-west
norteamericano: crecimiento de las ciudades, expansión de industrias y ferrocarril,
mosaico de razas y nacionalidades, movimiento de la población, distribución de los
servicios, anatomía de ciertos barrios y ghetos como China Town, Little Italy,
Chicago´s North Side, etc.
La Escuela de Chicago emplea métodos empíricos de investigación de campo y de
técnicas de estadísticas ya empleadas. Robert Ezra Park, por ejemplo, adoptó el
método antropológico de la observación activa, debiendo internarse personalmente en
los lugares de la ciudad donde se suponía existía mayor prevalencia de población
delictiva.
Esto no significa que la Escuela de Chicago sólo se limitara a describir los hechos
observados, sino que pretende comprender y explicar los problemas sociales en su
correlación con la nueva estructura urbana, partiendo de diversos esquemas
conceptuales y modelos de crecimiento y organización metropolitano.
La escuela de Chicago, en contraposición a estudios realizados por la Escuela de
Pittsburgh y del West Side en 1914, que tienen una clara orientación correccionalista y
simplificadora, contemplando la desviación desde fuera, explicando el fenómeno
delictivo como la consecuencia de deficientes condiciones de vida.
La Escuela de Chicago procuró enfrentarse al problema de la desviación desde dentro,
intentando entenderlo desde la óptica del sujeto, tal cual como se le presenta a él.
Intentó penetrar profundamente y delicadamente en el fenómeno examinado, captar su
sentido y sintonizar con sus protagonistas, potenciando la apreciación (del sujeto) y la.
Ciertamente imprimió un giro subjetivista lleno de realismo, que constituye tal vez su
más valioso legado.
La escuela de Chicago crea la hipótesis de que los desviados se concentran en un
espacio particular de determinadas características, creando un área cultural aislada en
el seno de la gran urbe.
W.I. Thomas (1863- 1947): Se incorporó al departamento de Chicago en 1895 y allí
escribió su tesis en 1896. La trascendente importancia de Thomas residía en el hincapié
que hacía sobre la necesidad de la investigación científica sobre cuestiones sociológicas.
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Sus ideas no se manifestaron hasta 1918 con la publicación de “The Polish Peasant in
Europe and America” (“El campesino polaco en Europa y los Estados Unidos de
América”) sin duda el antecedente próximo de la Escuela de Chicago. El libro constituía
el producto de ocho años de investigación en Europa y Estados Unidos, así como un
estudio sobre la desorganización social de los emigrantes polacos.
El acento recaía en la importancia de lo que pensaban las personas y del modo en que
este pensar afectaba a lo que hacían. Este enfoque microscópico y socio-psicológico se
oponía a las perspectivas macroscópicas, socio-estructurales y culturales de estudios
europeos
Y se convertiría en una de las características definitorias del producto teórico de la
Escuela de Chicago: el interaccionismo simbólico.
Este estudio dio origen al concepto de desorganización social como explicación última
de la conducta desviada y proclama la necesidad de conocer esta “desde dentro”,
enfoque metodológico que da lugar a una rica gama de investigaciones de campo.
Para estos dos estudiosos, la génesis de la conducta antisocial de aquellas minorías
polacas tiene su origen en el desmoronamiento de los vínculos comunitarios, que era
la base de la organización social originaria cuando se insertan en un sistema capitalista
desarrollado, cuyos objetivos y pautas prevalecen sobre los viejos valores ligados al
espíritu de comunidad.
El control social primario, entonces, se debilita y los instintos naturales del individuo,
no controlados ni canalizados hacia otro sistema de normas considerado también
válido, dan paso a la conducta irregular.
La idea de Desorganización Social, por su parte, tiene causa y efecto en
comportamientos inconformistas y se expresa en el proceso contrario: “una
disminución de la influencia de las reglas de conducta existente sobre los miembros
individuales del grupo.”. Por ello, según los autores, la única estrategia eficaz respecto
a dicha patología social es incidir positivamente en las actitudes de las minorías
desintegradas, generando un reacondicionamiento de las mismas que origine un nuevo
instinto social, un nuevo impulso hacia la solidaridad activa. Pues, en último término,
el problema del emigrante no es otro que el de quién se encuentra en un nuevo escenario
sin una guía moral por desconocer el “contrato social” o no haberlo internalizado
plenamente.
Para Park la ciudad es un organismo en el que pueden apreciarse áreas naturales
habitadas por distintos tipos humanos diferentes y distintos modos de vida. La gran
urbe es el ambiente favorable para que se desarrollen. Las áreas naturales o morales
constituyen una unidad orgánica, un factor de integración, operando como impulso
aglutinador de las mismas por componentes raciales o étnicos, ocupacionales,
geográficos.
Por último, en 1921, Park y ERNEST W. BURGESS publicaron el primer manual
verdaderamente importante de sociología, “An Introduction to the Science of
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Sociology”.
Ernest Burgess, siguiendo esta corriente, traza un modelo teórico de desarrollo de la
ciudad norteamericana.
1.- La Zona I (el loop). Distrito Central.
2.- La Zona II de transición, la más antigua y pobre.
3.- La Zona III de los trabajadores (movilidad social)
4.- La Zona IV residencia de la clase media.
5.- La Zona V ciudades satélite.
Para RODERICK D. MCKENZIE, la ecología humana estudia las relaciones
espaciales y temporales de los seres humanos, bajo la influencia de fuerzas selectivas
que actúan en el ambiente.
Desde el punto de vista ecológico, McKenzie da a conocer cuatro tipos de comunidades:
1.- La primera es, la comunidad de servicio primario (centro agrícola, minera o
pesquera), que se caracteriza por la ausencia de actividades industriales.
2.- La ciudad comercial, constituye la segunda comunidad, la cual lleva a cabo la
función de distribuir las mercancías.
3.- El tercer tipo comunitario, es la ciudad industrial que desarrolla las mismas
funciones que la primera y segunda comunidad.
4.- La cuarta y última comunidad, es la comunidad sin base económica autónoma, la
cual consigue sus medios de subsistencia en otras partes del mundo.
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Se puede observar que la tipología dada a conocer de las comunidades, adopta un
enfoque limitado, ya que McKenzie considera que el factor económico es el que lleva a
cabo el desarrollo de las ciudades y de las comunidades.
Para McKenzie, la ciudad obedece a una ley de desarrollo cíclico en el cual existe una
tendencia a la expansión, hasta un determinado límite en el cual la comunidad alcanza
un equilibrio entre los recursos económicos.
McKenzie, se interesa principalmente por los estudios de la supercomunidad
metropolitana, pero también está sumamente convencido de que para interpretar
adecuadamente la organización urbana en sus dimensiones regionales e interregionales
(entre diferentes ciudades), es necesario estudiar también, el centro de la ciudad y la
comunidad local.
McKenzie en sus estudios, lleva a cabo una estrecha interdependencia entre niveles
distantes y diferentes, tal es el caso del centro y la periferia.
El vecindario, es considerado una forma de supervivencia de formas de solidaridad
social preindustrial dentro de la caótica gran ciudad.
Para Park, el vecindario consiste en los interéses y asociaciones locales que generan
sentimientos locales, y que en un sistema, donde la residencia constituye la base de la
participación, el vecindario se convierte en el fundamento del control político.
La mayor aportación teórica de Roderick McKenzie, es sobre el tema de la metrópoli,
el cual se refiere a que el crecimiento metropolitano consiste en la redistribución de
la población de un determinado país alrededor de la ciudades dominantes, distribución
causada por el desarrollo industrial y por el desarrollo del sector terciario (sector
servicios), es decir, el crecimiento de la ciudad se desarrolla del centro a la periferia, a
causa de una congestión social.
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LA INFLUENCIA DE LOS ENFOQUES ECOLÓGICOS Y LA
ESCUELA DE CHICAGO EN MATERIA CRIMINOLÓGICA
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Este fenómeno (por supuesto que no previsto institucionalmente), producido en buena
medida por el reciente asentamiento de las terminales automotrices y una consecuente
demanda de mano de obra asalariada para la nueva industria, alteró no solamente el
paisaje social, sino los estándares culturales, las costumbres y las formas de convivencia
social, particularmente en las ciudades de Chicago y Michigan.En ambas ciudades, pese
a las dificultades y desafíos que implicaba la subsistencia, una multitud diversa,
empobrecida, que hasta ese entonces había sido explotada en relaciones agrarias
precapitalistas de producción (no solamente en EEUU, sino en países europeos)
apostaba a mejorar su calidad de vida con su flamante condición de proletarios urbanos.
Las formas de agregación y convivencia social, la diversidad y los procesos
migratorios, debieron integrarse necesariamente a los debates y análisis
criminológicos. Ese es el mayor mérito de la Escuela de Chicago, cuya vigencia
deberíamos también discutir contemporáneamente, sobre todo de cara a las prácticas de
los operadores del sistema penal.
Los intelectuales de esta escuela, provenientes de la Universidad de Chicago, parten -
para entender el aumento de la criminalidad- de la premisa del cambio cultural que
significa pasar de una vida rural a una vida urbana.
Para Robert Park, en 1915, analizando el cambio de los mecanismos de control social
informal en las zonas no urbanas originarias (costumbres, rumor y escrutinio cotidiano)
de las urbanas (control social formal: la ley y la impersonalidad de las relaciones).Las
áreas que proporcionalmente registraban mayor delincuencia eran aquellas que estaban
habitadas mayoritariamente por gente carenciada, pero fundamentalmente las que,
también, evidencian mayor deterioro físico, alta movilidad social horizontal (“los
delincuentes son de afuera”), gran heterogeneidad cultural y delincuencia adulta,
pobreza y Desorganización Social son los factores que deben necesariamente concurrir
para que haya delincuencia.
El método de Shaw y Mc Kay consiste en investigar, por zonas de la ciudad, el número
de jóvenes llevados ante los tribunales de menores de Chicago, clasificarlos por zonas
de residencia y correlacionar tales cifras con el número de jóvenes que viven en cada
área.
Las investigaciones de campo llevadas a cabo por la Escuela han dejado un importante
legado en materia metodológica y político criminal, resultando la primera aproximación
en el estudio y análisis de las cuestiones urbanísticas y ecológicas en materia
criminológica.
Desde el punto de vista político criminal, la Escuela de Chicago ha impulsado, por una
parte, el estudio riguroso de las ciudades por zonas, pero, además de ello, ha
demandado de los estados respuestas institucionales consistentes para disminuir los
estándares de criminalidad. Nuevos modelos de intervención y sólidos programas de
reordenamiento urbano, de mejoras infraestructurales, son necesarios para
optimizar el control y la asistencia social y disminuir la conflictividad y la violencia.
Por supuesto que la escuela de Chicago adoleció de muchas fallas, casi todas ellas
imputables también a cualquier doctrina cuyo objetivo central sea conservar un orden
injusto.
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APORTACIÓN DE LA ESCUELA DE CHICAGO
1.- Investigación de campo desde dentro de las áreas de la delincuencia.
2.- Desde el punto de vista criminológico se ha resaltado que el índice de criminalidad
son alto en las áreas pobres y deterioradas económicamente.
3.- Resalta también que en estas zonas no hay un control social efectivo.
CRITICA A LA ESCUELA DE CHICAGO O ECOLÓGICA
1.- No hay una analogía entre las comunidades humanas, por eso esta teoría no serviría
para aplicarla a la sociedad latinoamericana.
2.- La ecología humana no es nada más que una manifestación de Sociología urbana.
3.- Existe un esquema generalizador. Dice que todos los que se vayan a vivir a estas
zonas de transición se van a contagiar del delito, lo que no es así generalmente
(ALIHAM).
4.- El método empírico—inductivo no es el apropiado (ROBINSON)
LA ASOCIACIÓN DIFERENCIAL
EDWIN H. SUTHERLAND (1883-1950)
Fue un sociólogo estadounidense. Está considerado como uno de los criminólogos más
influyentes del siglo XX. Fue un sociólogo y es muy conocido por la definición de
"asociación diferencial", que es una teoría general del delito y la delincuencia que
explica cómo los marginados han llegado a aprender las motivaciones y los
conocimientos técnicos para cometer actividades criminales. Sutherland obtuvo su
Ph.D. en Sociología, de la Universidad de Chicago en 1913 y presidió la American
Sociological Association en 1939.
Fue el autor del texto principal "Criminología", publicado en 1923; primero afirmando
el principio de asociación diferencial en la tercera edición, retitulada "Principios de
Criminología" (8 de abril de 1939): el desarrollo habitual de los patrones de la
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delincuencia surgen de la relación con delincuentes, y no de relacionarse con quienes
no cometen delitos.
En la teoría también había un elemento estructural: el conflicto y la desorganización
social son las causas subyacentes de la delincuencia, ya que determina el carácter de las
personas con las que estos parámetros se asocian.
Acuñó la expresión "cuello blanco" en un discurso ante la Asociación Americana de
Sociología el 27 de diciembre de 1939.
En su monografía de 1949, los delitos de cuello blanco se definen como "un crimen
cometido por una persona de respetabilidad y de alto estatus social en el curso de
su ocupación".
Las teorías del aprendizaje social sostienen que las explicaciones acerca de la
conducta humana no deben afincarse en la personalidad de los individuos o en los
modelos de comportamiento introyectados (mecanismos de defensa) desde su infancia,
cuanto en el permanente aprendizaje que hacen los seres humanos durante su vida. El
comportamiento se halla completamente modelado, en un proceso que atraviesa todas
las vidas, por las experiencias adquiridas mediante procesos de enculturación
permanentes. (proceso por el cual la generación más antigua transmite sus formas de pensar, conocimientos, costumbres y reglas a la generación más joven)
Por lo tanto, la conducta criminal forma parte de ese proceso de aprendizaje
continuo, donde el infractor aprende estrategias de supervivencia, códigos, y tácticas
para desarrollar sus cometidos. Este aprendizaje, en una sociedad plural y diversa, se
produce de manera analoga al aprendizaje que otros individuos hacen y que los define
en favor del debido cumplimiento de las normas o de su indiferencia con relación a las
mismas. Todas las conductas se aprenden.
Para Edwin Sutherland, el individuo lejos de nacer delincuente, o heredar o imitar
comportamientos socialmente reprochables, aprende a ser criminal.
Sutherland, en sus investigaciones sobre la criminalidad de cuello blanco, llega a la
conclusión de que no puede referirse la conducta desviada a disfunciones o
inadaptación de los individuos de la “lower class”, sino al aprendizaje efectivo de
valores criminales, hecho que podría acontecer en cualquier cultura.
Su punto de vista inicial, luego rectificado en parte, era netamente sociológico, ya que
subestimaba el interés de los rasgos de la personalidad del individuo al análisis en
torno a las relaciones sociales (frecuencia, intensidad y significado de la asociación).
El presupuesto de la teoría del aprendizaje viene dado por la idea de organización
social diferencial, que, a su vez, se conectará con las concepciones del conflicto social.
Es decir, Sutherland concibe a la sociedad como una sociedad conflictiva y no
armónica, en lo que constituye un hallazgo no menor dentro de la sociología
norteamericana.
La teoría de la asociación diferencial, postulada por Edwin H. Sutherland, rompe con
el modelo consensual y orgánico de la sociedad, debido a que considera que las
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organizaciones sociales se encuentran pulverizadas. Cada una posee una jerarquía de
valores propios. Según esta teoría la conducta criminal es aprendida mediante la
comunicación social, en el interior de un grupo restringido donde se establecen
relaciones personales (igual que cualquier otro modelo de comportamiento). Estas
asociaciones tendrán más o menos preponderancia en la formación del individuo de
acuerdo a la frecuencia, intensidad con que se entablen, duración, significado de la
asociación. La formación criminal comprende tanto la enseñanza de técnicas para
cometer infracciones simples o complejas, como la de aquellas necesarias a fin de
"orientar las tendencias impulsivas" a nivel racional como de actitud.
Esto estará en función de la interpretación favorable o desfavorable que se realice de
las disposiciones legales. Siendo predominantes estas últimas.
El conjunto de valores a partir de los cuales se manifiesta el comportamiento criminal
no explica su razón de ser, sino que depende de los contactos específicos a los que el
sujeto esté expuesto en su ambiente social o profesional.
Por todo lo explicado esta teoría fue considerada ideal a fin de determinar los factores
que conllevan a la formación y desarrollo del crimen organizado. Si bien sus
postulados innovadores causaron fuerte impacto en la criminología de su tiempo, no
tardaron los autores en comprobar las severas falencias teóricas que ella conlleva.
En primer término se advierte una visión determinista del actuar humano, será
delincuente aquel que "aprendió del ambiente las técnicas, las motivaciones y los
valores que llevan a violar la ley penal". El necesario proceso de aprendizaje está
determinado por el azar, es decir depende directamente de las determinaciones
favorables o desfavorables de la violación de la norma penal.
La Teoría de la Asociación Diferencial de Sutherland, parte de una concepción
culturalista de la desorganización social, según la cual, constituía el síndrome de la
ruptura de los viejos cánones culturales y en este ámbito, donde comienza a formarse
los nuevos valores, aparecen comportamientos desviados y criminales opuestos y
negadores de los otros.
Esta teoría trata de explicar con la ayuda diferencial de los grupos, el proceso por el cual
una persona se hace criminal. Una persona se hace criminal cuando aprende más
modelos de favorecer la infracción de la ley, que modelos que la desaprueban.
Sutherland estudio al ladrón profesional y observo que el hurto profesional no era una
actividad individual y aislada, sino que era algo que se aprendía en contacto con otras
personas (en relación con otros ladrones que muestran cómo hacerlo, cuál es la técnica
a usar, y al mismo tiempo proporcionan ciertas actitudes que justifican la criminalidad
del acto).
Este autor insiste sobre la dimensión grupo y sobre la dimensión aprendizaje que
existen, según afirma, porque el ladrón profesional existe (el ladrón profesional no será
un ladrón profesional si, de alguna forma, no estuviera en contacto con otros ladrones
profesionales).
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Se aprecia, entonces, que lo de "diferencial" significa que (en la mayoría de los casos)
un individuo se vuelve delincuente al estar más frecuentemente en relación con
modelos criminales que con modelos no criminales (Sutherland, no habla de
individuos, sino de modelos, es decir: ejemplos, palabras, actitudes, valores).
Los Principales Postulados de la teoría en estudio son los siguientes.
A). La conducta criminal es aprendida (no hereditaria), del mismo modo que se
asimila la conducta virtuosa.
B). El comportamiento criminal es aprendido en interacción con otros individuos a
través de un íntimo proceso de comunicación. No basta, por tanto, el mero ejemplo, ni
su consiguiente imitación.
C). La parte principal del proceso mediante el cual se adquiere el comportamiento
criminal se realiza dentro del seno de grupos caracterizados por una gran intimidad,
entre otros, la familia, pandillas, etcétera.
D). El aprendizaje incluye: técnicas de ejecución del crimen, orientación de los
móviles, actitudes, código de secrecía, lenguaje (calo, argot, jerga), racionalización o
mecanismos de justificación o neutralización de la culpa.
E). La orientación de los móviles e impulsos, depende de la interpretación favorable o
desfavorable respecto del contenido de los preceptos legales.
F). Un individuo resulta delincuente cuando aprende más modelos favorables a la
violación de la ley que los que demandan o importan su respeto.
G). Las asociaciones y contactos diferenciales varían en función de su frecuencia,
duración, prioridad e intensidad.
H). El proceso de aprendizaje de la conducta delictiva supone la asimilación de todos
los mecanismos inherentes a otros procesos de aprendizaje.
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5.- DELITOS DE CUELLO BLANCO.
EDWIN H. SUTHERLAND (1883-1950)
1949 Monografía define los delitos de cuello blanco.
Fue Edwin H. Sutherland quien concentró sus esfuerzos teóricos en encontrar una
explicación al fenómeno de la criminalidad de las clases superiores, denominado
"Delito de cuello blanco" y modificar la noción de que la delincuencia era sólo
perteneciente a la clase baja. Si bien se atribuye a este autor el mérito de profundizar en
los aspectos criminológicos, no podemos decir que innovó en cuanto al campo de
estudio; es decir relacionar a las clases superiores con la actividad delictiva.
Uno de sus antecesores fue Morris, quién en 1934 focalizó sus investigaciones en
quienes "a causa de su posición social, su inteligencia y técnica para el crimen están en
condiciones de moverse entre los demás ciudadanos virtualmente inmunes a toda
consideración o condena
La influencia más destacada fue la de Veblen, quien desarrolló "la teoría de la clase
ociosa"', en la que se establecía una relación profunda entre el prototipo de capitalista -
hombre adinerado- y el delincuente ideal, toda vez que ambos se valían de métodos
eficaces pero no legítimos para obtener el resultado esperado. Se diferenciaban en que el
primero de ellos se arriesgaba menos porque se mantenía más alejado del conflicto
legal. Este autor se caracterizó por mantener un discurso anticapitalista centrado en la
cuestión social.
Hay que reconocer que estos trabajos no profundizaron sobre el tema de la criminalidad.
Este concepto de delitos de cuello blanco, fue ideado y presentado por Sutherland en la
reunión anual organizada por la American Sociological Society que tuvo lugar en
Filadelfia, en diciembre de 1939. Se entiende por "delito de cuello blanco" a aquellos
ilícitos penales cometidos por sujetos de elevada condición social en el curso o en
relación con su actividad profesional.
El objeto de estudio seleccionado causó en su tiempo un impacto revolucionario pues
permitió vislumbrar claramente las falencias o contradicciones intrínsecas al sistema
penal. Obligó a afrontar ciertos problemas de fondo de la criminología como lo es la
real distribución de la conducta desviada entre las distintas capas sociales, y la
consecuente ruptura con la ficción que consideraba al delito como patrimonio exclusivo
de las "lower class", el convencimiento acerca de la existencia de una "cifra negra" de la
delincuencia y de que la ley penal se aplicaba diferenciada y selectivamente.
El contexto en el que se desarrolló este concepto fue especialmente propicio para que su
estudio captara la atención social. Estados Unidos se caracterizaba por el clima social de
urbanización. Las primeras décadas del siglo produjeron en los habitantes fuertes
sentimientos de desorganización social, producto de la creciente concentración
industrial. Todo ello trajo aparejado importantes manifestaciones en el campo delictivo
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destacándose entre ellas la corrupción administrativa, la prostitución, los negocios
ilegales de la época de la ley seca, entre otros.
No resulta causal, entonces, que criminólogos destacados se dedicaran al estudio del
"crimen organizado". La Escuela de Chicago, de donde surge Sutherland, se caracterizó
porque seleccionó como objeto de estudio a las ciudades.
Características
Si bien la definición en sí misma asigna características específicas, otros autores la
complementaron, de este modo consideran que la delincuencia de cuello blanco se
distingue del resto por:
1.- la lesión de la confianza en el tráfico mercantil.
2.-el uso de la credulidad o ignorancia de la víctima, una especial astucia (apariencia
legal del hecho) o afección de vastos sectores de la población, e incluso a países enteros.
Todo lo dicho torna prácticamente imposible la identificación del autor
3.-la circunstancia de que la sociedad tenga conciencia de la ilicitud del hecho pero no
de su trascendencia criminal
4.-la imagen de honorabilidad del autor, debido a su posición política, social y
económica. Su respetabilidad obligó a establecer una relación cercana entre poder
económico y poder político.
5.-la escasa visibilidad del delito
6.-las estructuras anónimas de comunicación.
7.-El no aparecer en las estadísticas criminales a pesar del alto costo social causado; sea
por la imposibilidad de desenmascararlos, o por los obstáculos para perseguirlas por vía
de la administración de justicia penal.
Debemos aclarar, por otra parte, que los estudiosos de la criminalidad económica,
marco en el que se desarrollan estas conductas, no mantienen un criterio unívoco de
denominación. Así encontramos que se utilizan indistintamente términos como "delitos
económicos", "delitos financieros", "delitos profesionales", "delitos ocupacionales"
"respectable crime o el crimen de los poderosos", entre otros.
Se advierte igualmente que si bien algunos autores realizan analisis entre los términos
antes sugeridos en general los textos los utilizan equívocamente dejando un amplio
margen de discrecionalidad para determinar las conductas a las que se refiere.
En su obra Edwin Sutherland destaca que el problema del delito de cuello blanco señala
que no debe delimitarse el campo de estudio a los hechos relacionados con la pobreza y
sus patologías relacionadas, debido a que de este modo se deja afuera un conglomerado
de relevantes conflictos.
Considera que uno de los principales inconvenientes con los que se encuentra quien
intente estudiar este tipo de delitos está dado porque las explicaciones comunes resultan
inválidas debido a que las estadísticas están viciadas. La cifra "negra" de la delincuencia
y su problemática se entiende fundamentalmente en estos supuestos.
Por otra parte los sujetos activos de estos delitos son personas de clase socioeconómica
alta, con poder económico y político, e influencias en los órganos encargados de la
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administración de justicia. Esto las torna menos vulnerables ya sea porque escapan a la
detención o a la condena o bien porque pueden contratar abogados más hábiles, para su
defensa. Asimismo los operadores jurídicos se muestran muy parciales a la hora de
encargarse de este tipo de delitos. Consagran beneficios a su favor como que no son
arrestadas por la policía, generalmente no son sometidas a tribunales penales y no van a
la cárcel.
Se advierte que los ámbitos en los que se cometen son bastante diversos, puede darse en
la política, en la medicina, en la industria, en el comercio, etcétera. Sin embargo a
pesar de todo lo dicho se sabe que los costos financieros son mucho más altos que los de
otros delitos.
El informe estadístico: Tabuló las decisiones de los tribunales y las comisiones administrativas contra setenta
de las doscientas mayores corporaciones, se incluían productoras, mineras y
comerciales.
Entre ellas se advirtió diversos tipos de violaciones legales, entre las que se destacan las
restricciones al comercio, falsa representación publicitaria, infracciones de patentes,
marcas de fábrica, derechos de autor, prácticas laborales injustas, fraudes financieros y
violación a la confianza.
Entiende que las causas de la distorsión de las estadísticas a la que previamente hicimos
referencia puede estar dada porque muchas de las decisiones no fueron publicadas en las
series de informes federales y estatales, muchas demandas son arregladas fuera del
tribunal, la administración de drogas y alimentos no publicó sus informes con nombres
de los autores, muchas de las empresas subsidiarias no aparecen. Debemos aclarar que
utilizó para su estudio las decisiones tomadas por tribunales Administrativos
arribándose a que el 16% de las empresas había actuado ilegalmente.
Sutherland enmarca a los delitos comunes y a los de cuello blanco en un único
concepto de delito. La característica fundamental del delito es que es una conducta
prohibida por el Estado contra la que éste reacciona por medio del castigo al menos
como último recurso.
Por esta razón considera que los actos cometidos por estos autores son delitos, pero
que por la implementación de procedimientos especiales, se elimina o minimiza el
estigma delictivo.
Los múltiples delitos de cuello blanco se pueden dar en diferentes ámbitos generalmente
se ven en la política, la industria, el comercio, la tecnología, esta clase de delitos son
cometidos por personas de negocios “respetables” y profesionales como empresarios,
políticos, banqueros, magistrados, servidores públicos, entre otros, que gozan de
una imagen de prestigio por ser profesionistas titulados o aquellos a los que la sociedad
otorga su confianza, entre las formas o modos de los delitos de cuello blanco se puede
enunciar
1. El tráfico de influencias y corrupción de altos funcionarios.
2. El espionaje.
3. El tráfico de información confidencial.
4. Los delitos financieros.
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5. Algunos tipos de delitos informáticos, aunque esencialmente relacionados con los de
índole financiera.
6. Violaciones a las leyes de patentes y de la propiedad industrial así como a los de
derechos de autor y propiedad intelectual.
7. El contrabando en las empresas.
8. Las quiebras fraudulentas.
9. Adjudicaciones ilícitas de empresas gigantes a otras pequeñas para despojarlos del
mercado o para crear condiciones de monopolio.
10. Lavado de dinero.
11. Peculado, malversación de fondos y enriquecimiento ilícito
La criminalidad de cuello blanco, está representada por un personaje con características,
totalmente diversas al delincuente común, el primero, no es estigmatizado por los
medios de comunicación social, ni por el conglomerado social, la forma para consumar
el acto atípico es sorprendente en cuanto a sus destrezas en busca del crimen perfecto, o
crimen de inteligencia; mientras que los segundos son considerados como sujetos
altamente peligrosos, sufren una doble victimización, la primera por las que les impone
el proceso penal y la segunda porque son marginados por la sociedad.
Sin embargo en cuanto a la lesión que causan la criminalidad de cuello blanco no tiene
precedentes, por cuanto puede comprometer el patrimonio estatal, el colectivo o
individual.
La fenómeno contemporaneo de la criminalidad de cuello blanco se presenta en la
escala de la corrupción cuya definición más acertada ha sido la elaborada por el doctor
Xavier Zavala Baquerizo Egas, señala “ corrupción es el acto a través del cual el
funcionario público violenta las normas del sistema legal imperante, para favorecer
intereses particulares o de un grupo a cambio de un beneficio, o recompensa para si o
para terceros.”.
El fenómeno de la corrupción está muy anclado y arraigado desde la existencia de la
humanidad por la razón de que sus raíces responden a consideraciones sociológicas,
económicas y políticas, modernamente el poder y corrupción se asocian.
Lord Acton decía que el “Poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe
absolutamente”.
Montesquieu “La constante expectativa demuestra que todos los hombres
investidos de poder son capaces de abusar de él y de hacer su autoridad tanto como
puedan”
Ante las lumbreras de nuevas formas de criminalidad, nos lleva a reflexionar que los
delincuentes de cuello blanco son verdaderas mafias, que se gestan tanto en lo interno
como a lo externo de un país, su gestión está vinculada con apariencia de corderos, pero
son verdaderos predadores.