Criminologia Luis Rodriguez Manzanera

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LUIS RODRGUEZ MANZANERAPROFESOR TITULAR DE CRIMINOLOGA EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICO Y EN LA UNIVERSIDAD LA SALLE. MIEMBRO DE NMERO DE LA ACADEMIA MEXICANA DE CIENCIAS PENALES Y DE LA ACADEMIA MEXICANA DE CRIMINALSTICA. PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE CRIMINOLOGA

CRIMINOLOGASEGUNDA EDICIN

EDITORIAL PORRA, S. A.AV. REPBLICA ARGENTINA, 15 MXICO, 1981

Primera edicin, 1979

Derechos reservadosC>yriglit 1981 por Luis RODRGUEZ MANZANEKA

Pestalozzi, 554, Mxico 12, D. F. Esta edicin y sus caracteristicas son propiedad de la EDITORIAL PORRA, S. A. Av. Repblica Argentina, 15, Mxico 1, D. F. Queda hecho el depsito que marca la ley

DfPHESO N liCXIOO PRINTED IN MXICO

ISBN 968-432~300-X

A mis hijos Luis Francisco y Mara de la Luz

In Memoriam Alfonso Quiroz Cuarn (1910-1978)

PRLOGO

El prlogo de este libro debi ser escrito por el Dr. Alfonso Quiroz Cuarn, pero el infarto cruel, inexorable, que le seg la vida se lo impidi; el manuscrito original que le entregamos qued sobre su mesa de trabajo, con las anotaciones y correcciones que l consider convenientes. El maestro, nuestro maestro, maestro de todos, cay el 16 de noviembre de 1978, fulminado por un infarto mientras imparta su clase de Medicina Forense en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico. El maestro muri tal como haba vivido: enseando, rodeado de sus discpulos, con el gis "tan blanco como su cabellera" entre las manos. Por impartir clase en salones contiguos y a la misma hora, me toc recibir su ltimo aliento; la carrera desesperada al hospital fue intil, los esfuerzos de ios mdicos por revivirlo fueron vanos; en el momento en que el mdico haca un signo negativo y mostraba la grfica del electrocardigrafo totalmente plana, son la alarma del reloj de pulsera del maestro, sealando, segn su costumbre, el fin de la clase. As, este libro no se ve enriquecido por el prlogo del Maestro, honor que otras veces tuvimos, ni este prlogo lleva la alegra (aunque s la satisfaccin) de la obra terminada. Este libro no pretende ser un tratado de Criminologa, ms bien deseamos elaborar una introduccin para todos aquellos que principian a adentrarse en las ciencias criminolgicas. El objetivo bsico es que, al finalizar la lectura, el lector sea capaz de comprender sin dificultad los tratados de Criminologa, distinguiendo a qu escuela, corriente o tendencia pertenecen, y pudiendo analizarlos y criticarlos adecuadamente. El libro est dirigido principalmente a alumnos del nivel licenciatura, por lo que se busca no solamente la informacin criminolgica, sino tambin, en cierto grado, la formacin general. xm

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Es indudable que, para los especialistas en ciertas ramas del saber (psiclogos, socilogos, juristas, mdicos, etc.), algunas partes de la obra parecern muy elementales, pero ha sido necesario hacerlo as para mantener un equilibrio, ya que el libro no est escrito para alguna carrera en particular (con excepcin de la de criminlogo, desde luego). Esta obra naci como "apuntes" de clase, que fueron mimeogiafiados para alumnos de la UNAM en 1972, y para alumnos de la Procuradura del D. F. en 1974 y 1975, imprimiendo una edicin muy corregida en offset en 1977. La versin definitiva fue realizada en 1978 con el apoyo y gua (y presin) de nuestros maestros Quiroz Cuarn y Pina y Palacios. En nuestro pas las obras dedicadas exclusivamente a la Criminologa no han sido muy abundantes. En este siglo tenemos algunas obras importantes escritas en Mxico por espaoles (Mariano Ruiz Funes, Constancio Bernaldo de Ouirs), algunas traducciones de obras extranjeras (Nicforo, Stanciu, Lavastigne), y algunos "apuntes" (Gutirrez Basalda, Sols Quiroga). Como compendios, manuales y textos de Criminologa general hechos por mexicanos, tenemos: la "Gnesis del Crimen en Mxico", de Julio Guerrero (1901); "El Crimen", de Jos Almaraz (1931); "La Criminalidad en la Repblica Mexicana", de Quiroz Cuarn (1958); y recientemente "Criminologa Humanista", de Rojas Prez Palacios (1977) y el "Manual de Criminologa" de Orellana Wiarco (1978). El desarrollo de esta obra es llevado a travs de una divisin en cuatro grandes partes, dedicadas a: la ciencia criminolgica; la historia de la Criminologa; las grandes escuelas, corrientes y tendencias criminolgicas; algunas aplicaciones de la Criminologa. La primera parte trata de responder a la pregunta clave de qu es la Criminologa?, punto de partida para saber en realidad qu estamos haciendo. Para encontrar solucin adecuada a la anterior interrogante seguimos el camino de descifrar la naturaleza, el objeto, el mtodo y el fin de la Criminologa, analizando su categora cientfica, los diversos niveles de interpretacin del objeto, la interdisciplina y la Poltica Criminolgica. Para poder distinguir la Criminologa de otras ciencias hacemos un estudio de la llamada enciclopedia de las ciencias penales, encontrando afinidades y diferencias, y colocando a la Criminologa y a

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las ciencias criminolgicas en el lugar que, en nuestra opinin, le corresponde. La segunda parte est dedicada a realizar un rpido recorrido por la historia del pensamiento criminolgico, del hombre primitivo hasta el siglo xix, es decir, a a poca del inicio de la Criminologa como ciencia independiente. No siendo ste un tratado de historia de la Criminologa, debimos escoger lo ms significativo de diferentes pocas y lugares, para dar una idea general del desarrollo de las ideas que tratan de explicar las conductas desviadas y antisociales y a los sujetos que las cometen. La tercera parte estudia las diversas escuelas, corrientes y tendencias en materia criminolgica, resumiendo las ideas de los autores ms representativos del siglo xix a nuestros das. Las tendencias en revisin son, principalmente, la antropolgica, la biolgica, la psicolgica, la sociolgica, la jurdica, la clnica y la crtica, con sus diversas escuelas, opiniones y descubrimientos. Al igual que en la parte histrica, hemos debido hacer una seleccin, ya que era materialmente imposible hacer el examen exhaustivo de cada corriente, adems de que superara en mucho la extensin calculada y las finalidades de esta obra. La cuarta y ltima parte fue elaborada para dar una idea de la forma de plantear ciertos problemas criminolgicos. Crimen, criminal y criminalidad son estudiadas con especial referencia a Mxico, ya que la mayora de nuestros lectores sern de nacionalidad mexicana. Esta parte es ms enunciativa que explicativa: no se pretende llegar al fondo de los problemas ni proponer soluciones, sino poner al lector en contacto con las preocupaciones ms notables de la Criminologa de hoy, as como un acercamiento a la realidad en la forma ms objetiva posible. Hacemos votos porque esta obra logre llenar algunas carencias en la bibliografa actual (principalmente nacional), y que pueda ser de utilidad a nuestros estudiantes de Criminologa. No es posible terminar este prlogo sin hacer patente nuestro agradecimiento a los maestros mencionados, principalmente al Maestro Quiroz, ahora ausente, por sus orientaciones y el acceso a su biblioteca. Debo agradecer tambin a mis alumnos, cuyas intervenciones, dudas y aclaraciones fueron enriqueciendo el material original.

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Mencin especial debe hacerse de la Sra. Leticia Robledo de Lazo, que tuvo a su cargo la parte mecanogrfica y la fatigosa revisin de la bibliografa, as como del Sr. Lie. {os Antonio Saldaa que elabor el ndice onomstico. Finalmente, el reconocimiento de siempre a mis padres por su ejemplo de trabajo infatigable y a mi esposa que supo compartir conmigo las limitaciones a que debe someterse quien quiere dedicarse a la investigacin criminolgica en Mxico. Esperamos que esta edicin tenga una acogida tan generosa como tuvo la primera. Mxico. 1981.

NDICE

PRIMERA PARTE

LA CIENCIA CRIMINOLGICAiNTRODUCaN

Capitulo I.

L A CRIMINOLOGA

1. Concepto.2. Definiciones.3. El trmino Criminologa.4. Clases de Criminologa.5. La Criminologa como Ciencia.6. La Ciencia Criminolncepto.3. Poltica.4. Poltica Griminolgica.5. Poltica Criminolgica y Derecho.6. Poltica Criminolgica y Poltica Social.7. Poltica Legislativa.8. Poltica Judicial.9. Poltica Penitenciaria.10. Concepto de Prevencin.11. Objetivos de la Prevencin.12. Planeando la Prevencin.13. El Planteamiento del Problema.14. Planificacin.15. Programas de Prevencin y Evaluacin.16. El rgano de Prevencin.17. Plan de Desarrollo.18. Etapas de Desarrollo.19. La Evaluacin de la Prevencin. V.l. INTRODUCCIN Mara de la Luz Lima, en su estudio sobre la Poltica Criminolgica (en el que en parte nos hemos basado para desarrollar este captulo), la concibe como un instrumento de cambio social que busca romper la incomunicacin que existe entre los planificadores de diversas actividades y sectores, buscando dirigir todo hacia una sola resultante: la Justicia Social.'"'^ Esta forma de concebir la Poltica Criminolgica (tambin llamada Poltica Criminal, trmino que no utilizamos por las razones ya expuestas) supera en mucho la idea que se tena en la primera mitad de este siglo, en que se reduca a un simple legislar adecuado. Actualmente la Poltica Criminolgica busca, con gran ambicin, enfrentarse a la crisis de la justicia, replanteando estrategias de desarrollo social, mediante la elaboracin sistemtica de un plan de desarrollo integral, basado en informes sociales previos, proporcionando las rutas sociales adecuadas a los requerimientos de desarrollo nacional.^*203 LIMA DE RODRGUEZ, MARA DE LA LUZ. La Poltica Cminal. Ponencia al Congreso Internacional de Derecho Penal. ENEP. UNAM. Mxico, 1977, p. 82.204 L I M A DE RODRGUEZ, MARA DE LA LUZ. Op. cit.

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V.2.

CONCEPTO

Hay quien piensa que fue en realidad Beccaria, con su "Dei Delitti e Delle Pene" quien hace un primer tratado de Poltica Criminolgica.^^. En cuanto al primero en emplear el trmino de "Poltica Criminal" la solucin es controvertida, aunque parece que, cronolgicamente se debe a Kleinsrod, en el prlogo de su obra fechado en 1793.20* Ms tarde lo utilizaran Feuerbach (1801) y Henke (1823), siendo de uso general a partir del Congreso Internacional de Derecho Comparado celebrado en Pars en 1900. Existen diversos puntos de partida para referirse al contenido de la Poltica Criminal; hay quienes opinan que se trata de una ciencia (Liszt, Battaglini), de un arte (Gauckler, Gautier, Belloni), de una disciplina, de parte de otra ciencia (la Sociologa Criminal) (Ferri), etc. Nosotros nos adherimos a la idea de que es una de las ciencias penales. Esta ciencia tiene como objeto de estudio los medios de prevencin de las conductas antisociales, medios que le son propuestos por el resto de la enciclopedia de las Ciencias Penales. Varias definiciones se han dado de esta materia, as, Ferri dice que es el arte de apropiar a las condiciones especiales de cada pueblo las medidas de represin y de defensa social que la ciencia y el derecho establece abstractamente; Alfredo Gautier afirma que "siendo la poltica el arte de escoger los mejores medios de gobierno, la poltica criminolgica ser el arte de escoger los mejores medios preventivos y represivos para la defensa contra el crimen". En Maggiore encontramos que "teniendo en cuenta que el fin del Derecho Criminal es la lucha contra el delito, podemos decir que la Poltica Criminal es la ciencia o arte (o prctica) de los medios de que se sirve el Estado para prevenir y reprimir los delitos. El concepto de delito, a que la poltica se refiere, es ms amplio que el ordinario; es decir, comprende no slo los hechos que son delitos objetiva y subjetivamente, sino tambin los hechos que son delitos objetivamente nada ms (por ser cometidos por personas no imputables)206 PiNiATEL, JEAN. IM Recherche Scientifique n Criminologie comme base de la Politique Criminelle. Revue International de Politique Criminelle. ONU. 1970, p. 13. 206 LANGUE, EMILIO. La Teora de la Poltica Criminal. Editorial Reus, S. A., 1927, p. 27.

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o subjetivamente tan slo (delito putativo y delito imposible), a los que se aplican medidas de seguridad''.^"" Para MANZINI es la doctrina de la posibilidad poltica (la reali*dad alcanzable), con relacin al fin de la prevencin y de la repre^ sin de la delincuencia. GoppiNGER, en su Criminologa la define como: "una ciencia que se ocupa de la Poltica de reforma del Derecho Penal (en sentido amplio) y de la ejecucin de la lucha contra el crimen por medio del Derecho Penal".^*** La definicin anterior circunscribe su contenido a una reforma y lucha dentro del campo del Derecho Penal, y aunque ms adelante agrega que es tambin la eficaz organizacin y equipamiento del aparato estatal de persecucin y ejecucin penales, de todas formas la limita a la materia jurdico-penal. La definicin de GRAMTICA no slo habla de reforma o lucha poit medio del Derecho Penal, sino de prevencin (impedir), y de antisocialidad. Este autor considera que la finalidad de la poltica cri^ minal es "la de estudiar las mejores actuaciones prcticas para im- pedir o reprimir la denominada delincuencia o criminalidad, que nosotros por razones bien conocidas llamamos antisocialidad".^** Para BELLONI, que la denomina Poltica Anticriminal, es la "teora del arte de las providencias polticas para la defensa indirecta del progreso social contra la criminalidad''.^! En los ltimos aos, 1974-76, se ha ido ampliando el contenido de la Poltica Criminolgica, tomando en consideracin todo el marco j socio-econmico y poltico que la rodea. As nacen definiciones como la de VRSELE, extraordinario criminlogo belga, que afirma que la Poltica Criminolgica es una estrategia global, una proteccin general del hombre en la colectividad, ya que, "si se quiere verdaderamente realizar las reformas sociales que son indispensables para una poltica racional de lucha contra la criminalidad o el desvo negativo, es necesario hacerlo dentro de las estructuras econmicas y polticas" .^^^>7 MAGGIORE. Op. cil., p. 66.

208 GOPPINGER. op. Cit., p. 19. 20 GRAMTICA, FILIPPO. Principios de Defensa Social. Editorial Monte Corvo, S. A., 1974, p. 428. 210 BELLONI, GIVLIO ANDREA. Poltica Criminle. Dizionario di Criminologa. Vallardi. Milano, Italia, 1943, p. 707. 211 VRSELE, C . S. La Poltica Criminal. Comunicacin presentada al Primer Coloquio sobre Poltica Criminal en Amrica Latina. Mxico, 9-12 de agosto de 1976, pp. 3-4.

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V.3. POLTICA Qu significa la palabra Poltica, dentro de este contexto? La explicacin nos la da brillantemente VRSELE, al afirmar que si no nos ocupamos de la modificacin de estructuras poltico-sociales en las cuales se dan las conductas antisociales, no estamos resolviendo en realidad el problema, solo es una lucha parcial y superficialmente intil. Por esto es necesario vincular la prevencin y lucha contra el crimen con la accin poltica, en la cual se postulan metas a realizar por el estado; partiendo de la definicin de que poltica es la ciencia, arte y virtud del bien comn. Para LUKIC la poltica es: "El conjunto de actividades socialmente conscientes encaminadas a conseguir unas metas determinadas, mientras que en el sentido ms estrecho del trmino, estas actividades se realizan en el estado, o ms bien por intermedio del estado" .^^'^ Aunque la definicin de Lukic sobre poltica la describe como actividad consciente, algunos escritores afirman que el hecho de la toma de decisiones va ms all del acto basado nicamente en el conocimiento positivo, porque la toma de decisiones est orientada hacia determinados objetivos ideolgicos que reflejan las categoras de valores y adems tiene que tomar cuenta de las realidades existentes (realidades econmicas, grado de conciencia social, y otras del mismo orden). De este modo afirma que ya se ha convertido la poltica en el arte de lo posible, agregando Vodopivec que: "La ciencia^ explora la realidad mientras la poltica evala la oportunidad".2i3

V.4.

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En lo que se refiere al adjetivo "criminal", ste se utiliza como sinnimo de criminoso. Por lo que autores como GRAMTICA y BE_ LLONI prefieren usar el trmino anticriminal. Esto es, el trmino criminal ha sufrido cambios bruscos en nuestro tiempo, en virtud del desarrollo cientfico y tcnico. Hoy por hoy212 LUKIC. Citado por VODOPIVEC, KATJA. Relacin existente entre la investigacin cientfica y poltica criminolgica. Informe presentado al VI Congreso Internacional de Criminologa. Madrid, Espaa, 1970, p. 25.213 VODOPIVEC, KATJA. Op. cit., p. 25.

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son Utilizados los trminos de "Desviacin" y de "Patologa Social" ya que, como afirma FRANCISCO CANESTRI,^" hay una nueva gama de hechos como los accidentes de trnsito, el abuso de las drogas, la polucin txica, etc., "que obliga al estado a no circunscribir al concepto de criminalidad en su acepcin clsica; y realizar una lucha efectiva contra estos males en forma de estrategia global". As, hemos afirmado que el crimen es una amenaza para la salud pblica; y por crimen no entendemos nica y exclusivamente a aquellos hechos tipificados por u n Cdigo Penal, sino por el contrario, lo entendemos en el sentido ms amplio, en su sentido de conducta antisocial.^^^ Es as que los hechos que alteran la paz, la seguridad y la salud pblicas, deben estudiarse como una expresin de Patologa Social. Entendiendo el crimen en esta amplia acepcin, la poltica que ha de seguirse es anti-criminal y no criminal, pues este trmino puede entenderse como adjetivo, cojifundiendo entonces la Poltica Criminal (es decir antisocial, patolgica, daina) con la Poltica Criminolgica, que toma los conocimientos de la sntesis lograda por la Criminologa para aplicar medidas concretas en la lucha anticrimen. Estas medidas pueden ser jurdicas, pero no necesariamente. Por razones anteriores, usaremos el trmino de "Criminolgica" en lugar de "Criminal" (que adems puede confundirse con uno de los niveles de interpretacin), aclarando que, en las citas textuales, respetaremos el trmino original de cada autor. V.5. POLTICA CRIMINOLGICA Y DERECHO Algunos autores consideran que la Poltica Criminolgica es simplemente "el aprovechamiento prctico, por parte del legislador, de los conocimientos adquiridos por las ciencias penales, a fin de dictar las disposiciones pertinentes para el logro de la conservacin bsica del orden social".^i" En este mismo sentido se pronuncia LANGLE: "Yo entiendo por Poltica Criminal la reforma regular de la Legis214 CANESTRI, FRANasco (Prof.) . Aspecto Criminolgico. Ponencia presentada a las Primeras Jornadas de Defensa Social en Amrica Latina. 5 y 7 de agosto de 1974. Caracas, Venezuela, p . 68. 215 RODRGUEZ MANEANERA, LUIS (Dr.). El crimen como mxima expresin en Patologa Social. Salud Pblica de Mxico. poca V,, Vol. XV, N? 1, p p . 59 y ss. Mxico, 1973. 216 CASTELLANOS TENA, FERNANDO. Lincamientos Elementales de Derecho Penal. Editorial Porra, S. A., Mxico, 1969, p. 29.

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lacn Penal, a provecho del bien comn. Poltica Criminal es Poltica de Legislacin Penal".^" Otros tienen un concepto ms amplio, considerando que la PoHtica Criminolgica no se reduce tan slo a legislar o des-legislar, sino a tomar medidas preventivas de carcter social, econmico, psicolgico, etc., as: Belloni, Gautier, Ferri, Dorado Montero, Von Liszt, Maggiore, Quiroz Cuarn, etc. Hemos dicho que la Poltica Criminolgica no se agota en el simple arte legislativo, aunque Poltica y Derecho aparecen estrechamente unidos. Roxin dice que: "El transformar los conocimientos criminolgicos en exigencias poltico-criminales, y stas a su vez en reglas jurdicas de lege lata o ferenda, es un proceso cuyos estudios concretos son igualmente importantes y necesarios para el establecimiento de lo socialmente justo".^^^ Previamente afirma que la Poltica Criminolgica, que se enfrenta con los fines y contenidos sociales del Derecho Penal, est situada fuera de lo jurdico.^^' Adems, estamos de acuerdo con Vrsele en que en verdad, es a la Poltica Democrtica, ms que al Derecho al que debemos pedir la solucin de la crisis de la justicia penal y del control de la criminalidad. El Derecho y la Tcnica Jurdica pura no son suficientes para ombatir racional ni eficazmente al fenmeno de la delincuencia. La Poltica Criminolgica no es en primer lugar, ni exclusivamente, la tarea de los juristas. Es en verdad la tarea, tanto de los representantes del pueblo, como de las autoridades democrticas, de los especialistas de las varias Ciencias del Hombre y de la colectividad-comunidad. 220 La evolucin de las ciencias humanas y sociales, como la evolucin de la democracia y la convivencia social, fueron tal que la Poltica Criminolgica no est ya fundada en una Criminologa del derecho tal que la impostura de formas ms amplias escapa al dominio de lo Jurdico y de lo Judicial.^'*^ Deca BACIGALUPO en uno de sus brillantes cursos ^'^ que "lo importante no es la dogmtica, sino el uso que se le d en la Poltica31T LANCLE. Op. cit., p. 19.

218 ROXIN, CLAUS. Poltica lona, Espaa, p. 77. 210 Ibdem, p. 25.220 VRSELE. Op. cit., 201,

Criminal

y Sistema

del Derecho Penal.

Rosch. Barce-

p.

59.

221 Ibdem, p. 57. 222 Curso organizado en 1976 por la Sociedad Mexicana de Criminologa.

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Criminal. RIGHI agrega que: Los penalistas creen que lo ms importante es la armona del sistema, en realidad lo importante es la operatividad. La bondad del sistema se mide por la fomia como resuelve el problema prctico. Recordamos con preocupacin una frase de Szab: "Los rganos de proteccin social estn mental y tcnicamente equipados para combatir una criminalidad en vas de desaparicin".^^ Lo que implica que los cambios requeridos no son tanto de leyes como de estructuras; de estructuras sociales, polticas y mentales. En realidad una buena, adecuada, correcta Poltica Criminolgica lograra evitar las conductas antisociales antes que se produjeran, y quiz antes de que fuera necesario legislar. V.6. POUTICA CRIMINOLGICA Y POLTICA SOCIAL En el momento actual, todas las sociedades se transforman con gran velocidad, produciendo factores crimingenos y nuevas fonnas de criminalidad. Es necesario que cada pas, cultura y civilizacin indiquen los males que a ella afectan, ya que el crimen solamente podr ser analizado estudiando la estructura que lo ha producido, es decir el fenmeno de la criminalidad no podr explicarse si no es dentro de un contexto social que se da en un tiempo y en un espacio especficos. Las formas y modalidades de la criminalidad se han ido transformando a la par del desarrollo social, no as nuestros sistemas de prevencin; que en el momento actual se encuentran desvinculados de los cambios tcnicos y cientficos, lo que acarrea su ineficacia. Ya decamos que los rganos de proteccin social estn mentalmente y tcnicamente equipados para combatir una criminalidad en vas de desaparicin. Esta frase tan atinada, ya expresada desde 1965 por Szab, muestra la ineficacia institucional a la que tenemos que enfrentamos. Nuestras leyes. Cdigos, Instituciones Sociales, Poder Judicial, etc., han ido en el transcurso del tiempo anquilosndose hasta empezar a producir lo mismo que combaten. El precio del progreso y de la transformacin socio-econmica223 SZABO, DENIS. "Sociedades de masa e inadaptacin". Revista Social Francesa N? 5, p. 472 y ss. Francia, 1965.

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exigidos por la sociedad de consumo que se ha desarrollado es elevado en trminos de inadaptacin y delincuencia.^^ En la mayora de los pases el Derecho Penal es un subsistema excesivamente esttico del control social. Como todo sistema jurdico, se funda en normas cuya estabilidad asegura ciertamente la seguridad de los justiciables, pero que no implica una discordancia entre los "bienes jurdicos protegidos" y las necesidades e intereses actuales de una vida social que durante los ltimos decenios ha sido particularmente mvil.^^** Los pases latinoamericanos llamados por muchos "en vas de desarrollo" nos ponen en presencia de una criminalidad de inadaptacin econmica y cultural en los barrios miserables de las ciudades.22

Por otro lado los cambios tcnicos han producido nuevas formas de criminalidad que quedan fuera de nuestros Cdigos (algunos ya centenarios), entre las que tenemos varias actividades engaosas que obstaculizan el desarrollo de los pases pobres, nos referimos a esta parte de la "cifra negra", tambin llamada "zona gris", que se integra por las actividades ilegales o cuasilegales no detectadas, ya que comportan ocultas y complicadas transacciones y procedimientos refinados de contabilidad. Aparte de las "cifras negras" de los delincuentes que evitan toda detencin policial, existen, como ya lo hemos mencionado, cifras doradas de criminales que detectan el poder poltico y que lo ejercen impunemente, perjudicando a los ciudadanos y a la colectividad en beneficio de su oligarqua, o que disponen de un poder econmico que se desarrolla en perjuicio del conjunto de la sociedad. Esto nos muestra que muchas veces criminalizamos a quienes slo requeran ayuda econmica, y no perseguimos a quienes realmente necesitan un tratamiento o simplemente un escarmiento por perjudicar a toda la colectividad. Recordemos, como afirma Luis Fernndez Doblado: "Las fronteras de la represin penal deben ser fijadas en funcin de la evolucin socio-cultural de la colectividad...",^^ y que "La complejidad224 Cfr. SzABO, DENIS. "Urbanization et Criminalit" (Chronique Sociale de f r u n c e ) . Cahier 3, 77* anne, p . 355, Francia, 1969. 225 VRSELE, C . SEVERIN. Conclusiones de las Secciones de Trabajo. Publicacin de las Primeras Jornadas de Defensa Social en Amrica Latina. 5 y 7 de agosto de 1974. Caracas, Venezuela, p . 196. 220 PiNiATEL, JEAN. La Societe Criminogene. Calman Lvy. Pars, Francia, 1971, p . 29. 227 FERNNDEZ DOBLADO, LUIS (Le.). Substitutivos de la Pena de Prisin. Comunicacin presentada al VI Congreso Penitenciario. Monterrey, N. L., 1976, p . 7.

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de la estructura social ha modificado lentamente el estilo criminal".22

La prevencin criminolgica ha dejado de caminar por los rieles del progreso, sus vectores se dirigen cada uno simultneamente a diversas direcciones, sin una planificacin debidamente integrada. Los pases subdesarrollados, en lo que se refiere al campo internacional, se enfrentan con un impacto que los debilita; este es el mundo de la economa, por medio de las presiones del control de valores, las actividades de las transnacionales, los precios de transferencia, la venta de tecnologa obsoleta, etc., por lo cual no pueden substraerse de una crisis general que paraliza irremediablemente su ruta de desarrollo. Por eso si analizamos la prevencin del crimen y la justicia penal dentro de este contexto, encontramos que posee lacras, ineficacia, corrupcin, puesto que se encuentra esencialmente viciada. Es necesario iniciar un programa de prevencin que contemple todos los aspectos humanos, tomando en cuenta los factores de cambio; debe ser un plan proyectivo, es decir, que prevea (mediante mtodos de evaluacin), nuevas necesidades y llevar as a cabo una actualizacin continua, dentro de un marco econmico-social que asegure una autntica Justicia Social. Es necesario asimismo estudiar las repercusiones del delito en todos sus aspectos en relacin con la vida nacional, ya que ste posee "un costo social" que modifica Ja economa. En Ginebra, Suiza, en el V Congreso de Naciones Unidas sobre Prevencin del Delito y Tratamiento del Delincuente, se esboz el inters de preparar algunos clculos acerca de esto; en Mxico existen ya desde hace tiempo los estudios realizados por el Dr. Alfonso Quiroz Cuarn.^^ Se hizo referencia a que se deben mejorar o crear mecanismos de evaluacin de las consecuencias econmicas sociales del delito, para lo cual existen criterios bsicos como son el anlisis en materia costobeneficio, que nos proporcionen esquemas ms viables y productivos. Y concluyendo este aparato diremos que es necesario partir, para hacer una poltica criminolgica, de defensa social adecuada, de "una visin global de la sociedad en un momento y en unas circunstancias228 IIoucHONi, GuY. Orden de Preferencia en Materia de Investigacin Criminolgica. Qu criterios deben ser considerados en este mbito? Informe presentado al IV Congreso Interacional d e Criminologa. Sep. 21-27. Madrid, Espaa. 1970, p . 2.229 QUIROZ CUARN, ALFONSO; QUIROZ CARN, RAL. El Costo Social del Delito. Bo-

tas, Mxico, 1970.

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determinadas, es necesario insertar a la Criminologa en el complejo de todas las ciencias, insertar al delincuente en la comunidad de sus hermanos y plantear a la Poltica Criminal dentro del cuadro de una Poltica General con la que se persigan la libertad, la justicia individual y social y el desarrollo provechoso para todos los hombres y para todos los pueblos".^'* Lo anterior nos obliga primero a instrumentarnos con una debida planeacin, unas buenas estadsticas y un buen articulado de la prevencin, que aseguren una ptima correlacin entre poltica criminolgica y desarrollo nacional e internacional.

V.7. POLTICA LEGISLATIVA Como hemos asentado, es inaceptable el considerar la Poltica Criminolgica como una ciencia jurdica, sentido estrecho en que la consideran Jimnez de Asa y Goppinger, pues la finalidad rebasa en mucho el simple cambio de legislacin. An jurdicamente, la Poltica Criminolgica no nada ms es crear normas, sino la aplicacin correcta de stas. Podramos con buen criterio dividir la poltica criminolgica en diferentes momentos y veremos que solamente algunos de ellos intervienen dentro de las ciencias jurdico-represivas. Un primer momento de la Poltica Criminolgica puede ser (aunque no necesariamente) el legislativo, uno de los ms importantes, sin embargo no el ms importante. En Mxico padecemos de ima verdadera legislomana, le damos a la ley atribuciones mgicas que no tiene. Cuando queremos resolver un problema hacemos una ley y creemos que con eso se resolvi el problema, entonces tenemos una de las colecciones de leyes ms impresionantes del mundo, con 32 cdigos penales, 33 procesales penales, etc.; llegamos a absurdos como el de la Legislacin del Departamento del Distrito Federal, en que encontramos que hay hasta un Reglamento sobre la forma de aplicar los primeros auxilios. "As pues, no es raro que, ante la comisin de algn crimen con caractersticas sensacionales, se llega a desatar tal conmocin colectiva que, incluso, lleva al pas a la promulgacin de leyes casusticas.280 GARCA RAMREZ, SERGIO (Dr.). Discurso de Clausura del Primer Coloquio sobre Poltica Criminal en Amrica iMtina. Mxico, 9-12 agosto, 1976, p. 1-2.

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eminentemente represivas, que en modo alguno contribuyen a la erradicacin del mal perseguido''.^^! Estos dos fenmenos, la inflacin penal y la supersticin de la ley,. han sido abundantemente estudiados por los criminlogos contemporneos, y se consideran en todo el mundo como graves problemas a resolver por la Poltica Criminolgica, lo que indica la necesidad ms; de deslegislar que de legislar.''^^ La ley, lejos de ser sentida como protectora, puede ser percibida como violencia, cuando, esotrica, inflacionista y cambiante, no puede ser conocida razonablemente.^* Desde luego que es bsico el arte legislativo, ya que no se trata nada ms de hacer leyes, sino de hacer leyes coherentes, de hacer leyes que se cumplan; el hacer leyes que nunca se van a cumplir es simulacin y este es uno de los puntos en que la Criminologa es bsica; pues viene el dilema de si el legislador en lo penal debe de legislar de acuerdo con los conocimientos que le da la Criminologa o de acuerdo a lo que l piensa que debe ser, o de acuerdo a lo que conviene al partido al que pertenece. Ya Vallarta sealaba que: "El legislador no puede justificar sus actos con brillantes juegos de palabras que nada dicen en la esfera de la prctica".^* Es interesante la opinin de Vrsele y Van de Velde: "En la democracia parlamentaria, los elegidos deberan representar la voluntad de sus electores. En realidad, en la mayora de los pases no es as, porque la voluntad de los ciudadanos se deforma a travs de las estrategias de los partidos polticos. Nuestros sistemas de democracia parlamentaria se fundan ms en una partidocracia que en una democracia".''^* Podramos proporcionar muchos ejemplos de aberraciones en el aspecto legislativo y aun podramos ver cmo en muchas ocasiones la ley en lugar de convertirse en un instrumento regulador o normativo del delito se convierte en u n factor crimingeno.231 MONTERO CASTRO, JORGE A. Problemas y Necesidades de la PoUtica CriminaT en Amrica Latina. Instituto Latinoamericano para la Prevencin del Delito y Tratamiento del Delincuente. ONU. 1976, p. 5. 232 En este sentido vase nuestro artculo IM Descriminalizacin, en Revista Mexicana de Criminologa N 1, Mxico, 1976, pp. 53 y ss. 233 Comit d'tudes Sur la Violence, la Criminalit et la Deltnquance. Rponscs a la Violence. La Documentation Fran^aise. Francia, 1977, p. 137. 234 VALLARTA, ICNAOO L . Obras Inditas. Tomo VI. J. Joaqun Terrazas e Hijas, Impresor. Mxico, 1897, p. 72.236 VERSELLE, SEVERIN CARLOS y VAN DE VELDE-GRAFF, DOMINIQUE. Marginalil ou

Marginalisation? Rciue de l'Institut de Sociologie. Universit Libre de Bruxelles. Blgica, 1976, p. 32.

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Uno de los fenmenos ms interesantes estudiados por la Criminologa, son los casos en que, tratando de prevenir un delito, se provoca la comisin de otros delitos ms graves; tal es el caso del delito de exposicin de menores, que lleva al aborto o al infanticidio, o de la punicin del aborto, que lleva al homicidio o al infanticidio, o quiz el ejemplo ms manido, el de la prohibicin o "ley seca", que produjo el estallido de criminalidad comn, ms notorio de este siglo en los Estados Unidos de Norteamrica. Nos adherimos a la conclusin de Roxin en que los tres requisitos fundamentales que deben exigirse a un sistema fructfero son: 1? Claridad y ordenacin conceptual; 2 Referencia a la realidad; 3? Orientacin en finalidades poltico criminales.^^s V.8. POUTICA JUDICIAL Despus del momento legislativo, una ley bien hecha, una ley bien elaborada, una ley que sepamos que es justa, positiva y vigente (tres caractersticas bsicas para que una ley sirva, pues si le falta una de las tres no es eficaz) ; debemos de buscar su correcta aplicacin y aqu es donde la Poltica Criminolgica queda en manos de los jueces, lo que representa una terrible responsabilidad. El momento judicial es muy importante, mucho se ha estudiado cmo una equivocada poltica de los jueces se convierte en factor crimingeno. Compartimos la opinin de Dn. Aureliano Hernndez Palacios de que "Es ms importante un buen juez que una buena Vrsele asegura con razn que: "La formacin de un juez no puede ya limitarse a conocer bien la ley, y aplicar correctamente sus preceptos, la formacin de los jueces debe comportar su preparacin al arte de juzgar, es decir, el arte de comprender tambin factores y decisiones no jurdicas y a tomarlas en cuenta en sus decisiones".^^ Y nos preguntaramos, con Roxin, "Para qu sirve la solucin de un problema jurdico que, a pesar de su hermosa claridad y uniformidad, es desde el punto de vista poltico criminal errneo?".^236 ROXIN. Op. cit., p . 33.

237 HERNNDEZ PALACIOS, AURELIANO. Discurso

de Inauguracin

de la Maestra

de

Ciencias Penales. Jalapa, Veracruz238 VERSEIJ. Op. cit. 23 ROXIN. Op. cit. (225) , p .

(Mxico), 1976.206.

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Los jueces se ven obligados a actuar dentro de una poltica criminolgica general, y son una pieza importante del sistema, por esto la necesidad de su cuidadosa seleccin y especial preparacin. La equivocada poltica legislativa de inflacin penal repercute seriamente en lo judicial, ya que recarga el trabajo de losi tribunales, lo que es grave principalmente en los casos en que el acusado est detenido en prisin preventiva. Se ha aconsejado acelerar, desjudicializar y desdramatizar la justicia penal, pues su lentitud paquidrmica, el abuso de la materia penal, el exceso de frmulas incomprensibles y esotricas, los ritualismos, la solemnidad pedante e intil, hacen que el ciudadano comn haya perdido fe en ella. Es urgente, como dice Mira y Lpez, crear consultorios jurdicos pblicos, en los que juristas solventes, especializados en diversos aspectos del Derecho, contesten gratuitamente las consultas que puedan serle hechas por personas desprovistas de medios econmicos, referentes al uso de sus derechos o al cumplimiento de sus deberes. Hay, en efecto, que tener en cuenta que gran nmero de personas, cuando menos en nuestro pas, cometen delitos por ignorancia de las leyes que los definen y fijan su responsabilidad individual.^*

V.9. POLTICA PENITENCIARIA Ya mencionamos que slo en ocasiones es necesario legislar, ahora bien, la ley debe ir acompaada de los medios para cumplirse, es decir, debe estar instrumentada; esto lo veremos muy claro en la cuestin penitenciaria, en que bellas leyes sin instituciones, edificios, presupuesto y personal capacitado y seleccionado, quedan tan solo en buenos deseos. La Poltica Penitenciaria representa uno de los problemas claves, y es donde se han encontrado mayor nmero de fracasos y frustraciones, aunque tambin en algunos casos excepcionales xitos. En mucho la Poltica Penitenciaria no puede funcionar adecuadamente por la lentitud del Poder Judicial, que llega a alargar los procesos por ms de un ao, con la consiguiente aglomeracin y superpoblacin en la prisin preventiva. Es necesario no slo transformar las prisiones en instituciones de240 MIRA Y LPEZ, EMILIO. Manual de Psicologa Jurdica. Buenos Aires, Argentina, I96I.

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tratamiento, sino buscar el mayor nmero de subtitutivos de la pena de prisin,^" que ya ha demostrado con la mayor amplitud su ineficacia. Son vlidas las crticas a la Criminologa y a la Poltica Criminolgica en cuanto que se han convertido en Criminologa carcelaria y Poltica carcelaria. La pena de prisin debe ser el ltimo y desesperado recurso de defensa social, no es posible continuar con el abuso que de la prisin (tanto preventiva como penitenciaria) se ha hecho. Creemos que la Penologa debe ser la base de la Poltica penitenciaria, ya que es la ciencia que ms datos aporta al conocimiento de la eficacia (o ineficacia) de las penas. No cabe duda que gran parte de la Poltica penitenciaria debe dirigirse a la atencin de los sujetos que ya han cumplido unapena.2*2

El principio por el que debe regirse toda la Poltica penitenciaria es el principio de necesidad, pues slo deben ejecutarse las penas estrictamente indispensables para los fines de prevencin. V.IO. CONCEPTO DE PREVENCIN

Por prevenir debe entenderse prever, conocer de antemano un dao o perjuicio, as como preparar, aparejar y disponer con anticipacin las cosas necesarias para un fin. En materia criminolgica, prevenir es el conocer con anticipacin la probabilidad de una conducta criminal, disponiendo los medios necesarios para evitarla. Prevencin, nos dice el Prof. Ceccaldi, es la "poltica de conjunto que tiende a suprimir o al menos a reducir los factores de delincuencia o inadaptacin social".^^ Peter Lejins habla de tres modos de prevencin: a) Prevencin punitiva que se fundamenta en la intimidacin, en el desistimiento por medio de la amenaza penal.241 cfr. RODRGUEZ MANZANERA, LUIS. Substitutivos de la Pena de Prisin. Ponencia presentada al VI Congreso Nacional Penitendaro. Monterrey, Nuevo Len (Mxico). Octubre 1976. p. 15. 242 Cfr. GARCA RAMREZ, SERGIO. Asistencia a reos liberados. Ediciones Botas. Mxico, 1966. 243 CECCALDI, P . F . Prevencin. En Revista Internacional de Poltica Criminal. ONU, 1963, p. 21.

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b) Prevencin mecnica. Trata de crear obstculos que le cierren el camino al delincuente. c) Prevencin colectiva. Trata de detectar y eliminar si es posible, los factores crimingenos en la vida; se trata en una forma no penal la predelincuencia. Para Canivell existen tres formas de prevencin:^* lo. Prevencin primaria. Toda actividad de carcter general que tiene un fin de saneamiento social que se espera evite o reduzca la incidencia de fenmenos delictivos y de los que producen riesgos a la comunidad. 2o. Prevencin secundaria. Es la que se ejerce sobre personas de las que se pueda afirmar la posibilidad o la probabilidad de cometer delitos o de adoptar un gnero de vida que las pueda hacer especialmente peligrosas. 3o. Prevencin terciaria. Es la que se propone evitar que personas que ya han delinquido o incurrido en actividades especialmente peligrosas, persistan en su conducta socialmente nociva. Existen diversas maneras de agrupar las medidas de prevencin; as, pueden ser generales e individuales, de acuerdo con los factores que generan; Barreto^* prefiere clasificar basndose en ciertas distinciones como son: a) Los objetos del delito. b) Los medios del delito. c) El autor del delito. Snchez Galindo dice que "debemos prevenir antes que castigar: las sociedades del futuro debern establecer mtodos de prevencin y tablas de prediccin de tal suerte eficaces y valiosas que, aplicadas a tiempo hagan las prisiones por humanas y cientficas que s e a n objetos del pasado".^*^ Como profetiz Enrico Ferri ^^T en un celebrado discurso pronunciado en 1901: "Creemos que la represin jugar un papel sin importancia en el futuro. Creemos que cada rama de la legislacin llegar244 CANIVELL, JOAQUN MARTN. Prevencin y Previsin del Delito. En "Peligrosidad Sodal y Medidas de Seguridad". Universidad de Valencia, Espaa, 1974, p . 271. 245 BARRETO RANCEL, GUSTAVO. Poltica de Prevencin Social. Ponenda al VI Congreso Nadonal Penitendario. Monterrey, Mxico, 1976. 246 SNCHEZ GALINDO, ANTONIO. El perfil del delincuente en el Estado de Mxico. Revista Mexicana de Prevencin y Readaptacin Social. N9 17, Mxico, 1975, p . 108. 247 FERRI, ENRICO Three Lectures. University o Pittsburgh Press. USA. 1968.

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a preferir los remedios de la higiene social a aquellos remedios sintomticos y que los aplicar de da a da. Y as es como llegamos a la teora de la prevencin del crimen. No debe olvidarse, en materia de prevencin, la clebre sentencia de Nicforo: An mantenindose en estrecho contacto con cada innovacin o con cada progreso de la ciencia, la Criminologa se abstendr de cultivar falsas ilusiones: La desaparicin del delito no puede ser ms que una de tales ilusiones, porque existir ms bien transformacin que desaparicin, y ms bien atenuacin (en este o aquel perodo) que desaparicin, todo a travs de ciclos de exaltacin y de depresin de la actividad criminal.^*

V.ll. OBJETIVOS DE LA PREVENCIN Los objetivos de la prevencin son, siguiendo a Pizzotti Mndez:2 a) Las investigaciones encaminadas para la obtencin de un diagnstico sobre las actitudes personales y los hechos sociales concurrentes a la gnesis del delito, as como otros tipos de comportamiento o componentes de situacin pre-delictiva. b) La evaluacin de las investigaciones criminolgicas para establecer un plano de profilaxis social con el fin de disminuir la incidencia delictiva. c) La formacin de personal adecuado para aplicar las medidas inherentes a la prevencin, y para la aplicacin de medidas de profilaxis criminal. d) La centralizacin, confeccin y publicacin de estadsticas y tablas de prognosis criminal. e) La realizacin de campaas de orientacin de la colectividad para obtener su colaboracin en la prevencin del delito. f) La elaboracin de proyectos de ley, de reglamentos, normas y procedimientos relacionados con la poltica antidelictiva. g) El estudio y la coordinacin de todo lo que se refiera a asis24S NicaFORO, ALFREDO. Criminologa. En Dizionaiio di Criminologa. Vallardi, Editores, 1943, p. 220. 249 PIZZOTTI MENDES, NELSON. Prevengao do Delito e Proposifoes sobre a Poltica de Defesa Social no Plano de Desenvolvimento do Brasil. Arquivos da Polica Civil de Sao Paulo. Vol. XXVI, Brasil, 1975, p. 219.

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tencia oficial a eventos nacionales e internacionales relacionados con la etiologa y la prevencin del delito. h) La aplicacin de medidas de profilaxis social. V.12. PLANEANDO LA PREVENCIN La prevencin no puede hacerse empricamente, yunque es comn en todo el mundo que los programas de prevencin sean inorgnicos y que las tcnicas ms modernas se encuentren parcial y escasamente desarrolladas; es necesario principiar por planificar la prevencin, y posteriormente hacer una evaluacin de los programas preventivos, sus mtodos y finalidades. A continuacin exponemos la forma de hacer un plan de prevencin (basndose en Pea Nez) .^^ Este plan se basa en 5 pasos consecutivos. 1. Actividades previas. a) Fijar objetivos. b) Establecer el personal tcnico que se encargar de realizar y dirigir el planeamiento. c) Informacin. Despertar el inters y buscar la participacin de la opinin pblica. 2. Elaborar el proyecto del plan. a) Determinar las necesidades de asistencia. b) Evaluar la capacidad asistencal (y el dficit asistencial). c) Determinar las causas principales a las que el dficit puede atribuirse. d) Formacin del proyecto de plan. 3. Consulta y adopcin del plan. 4. Ejecucin del plan con objetivos a tres plazos: largo, mediano y corto. Esta es la fase de los centros piloto de demostracin y experimentacin.250 PEA NEZ, JULIO, La Pievencin de la Delincuencia. "Criminalia". Ao XXIX.

Mxico, 1963, p. 757 ss.

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5. Evaluacin, replaneamiento y adopcin del plan definitivo. La nica forma de hacer un plan de stos es, en nuestra opinin: A) Conocimiento integral del problema. B) La formacin de comisiones intersecretariales. C) Participacin de la comunidad, principalmente: a) Participacin de las familias (Sociedades de padres). b) Participacin de las organizaciones privadas que en cualquier forma tienen contacto con los jvenes (clubes, sociedades, escultismo. Iglesia, etc.). c) Participacin de las escuelas, talleres, sindicatos, etc. En Mxico, as como en la mayora de los pases de Latinoamrica, no hay un plan bien definido de prevencin; la actividad en lo general es puramente represiva, ya que se espera a que el individuo cometa un delito para castigarlo, es decir, que se ataca el hecho delictuoso, no las causas que lo producen, o los factores que lo favorecen, aunque es de justicia reconocer los adelantos en lo referente a preparacin de personal y construccin de modernas instalaciones, principio indispensable para cualquier intento en materia de prevencin. En Mxico se ha iniciado una gran reforma penal que principia a dar sus primeros frutos.*" V.13. EL PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Antes de pretender planificar la solucin del problema debe hacerse un profundo estudio de la situacin socio-econmica y poltica de cada pas. La Historia Patria nos puede dar valiosa informacin sobre el desarrollo psico-social del pueblo. Los pases latinoamericanos son naciones con caractersticas y cultura propias, por lo que deben buscarse soluciones propias tambin, evitando el nefasto vicio de la imitacin. El punto anterior no excluye el estudio y adecuacin de sistemas que han demostrado ser efectivos en otros lugares. Aqu debemos insistir sobre la necesidad de estadsticas para conocer el problema, pues estamos de acuerdo en que "no podr existir investigacin criminolgica si se carece de datos estadsticos confiables y con propsitos definidos".'^''^261 Cfr. GARCA RAMREZ, SERGIO. La Reforma Penal de 1971. Edidones Botas. M-

xico, 1971.262 MONTERO CASTRO. Op. cit., p. 7.

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No debemos olvidar que algunas modernas modalidades de criminalidad, como la violencia generalizada, la contaminacin del ambiente, la delincuencia transnacional y la delincuencia juvenil son fenmenos universales, y que van ms all de las causas locales, distinguindose como factores generales: la revolucin tecnolgica, la explosin demogrfica, la abundancia de medios de comunicacin, la inestabilidad y continua transformacin geopoltica, etc. El problema de la criminalidad de menores comprende conductas muy diversas, que van desde el comportamiento social agresivo hasta las inhibiciones que predisponen al menor a ser vctima, pasando desde luego por comportamientos delictivos colectivos e incontrolables; de aqu la necesidad de distinguirlas y clasificarlas, restringiendo el trmino "delincuente juvenil", al joven transgresor de la ley penal, y plantear con gran claridad los conceptos de "peligrosidad" y "desviacin". Adems, son necesarios estudios de la nifez y la juventud en general, para poder tener patrones vlidos de comparacin entre menores delincuentes y no delincuentes. La delincuencia transnacional, tanto en sus expresiones de criminalidad comn (trfico de drogas, trata de blancas), como en sus manifestaciones de criminalidad de "cuello blanco" o "semilegal" (trfico de divisas, manejo de bolsa de valores, adulteracin de alimentos o de medicamentos), nos plantea nuevos problemas que no pueden combatirse con los medios tradicionales, ni prevenirse por un solo pas. V.14. PLANIFICACIN

Planificar es hacer el plan o proyecto de una accin. Para nuestro estudio debe entenderse como una operacin poltica y tcnica que tiene por finalidad la transformacin dirigida de un lado a las condiciones generales de vida, de las que forma parte la justicia, y por otro a las instituciones, servicios y medios directamente relacionados con esas condiciones de vida. Planificar, en Poltica Criminolgica, "es la preparacin racional de los objetivos y de los medios necesarios para llevar a cabo una poltica criminal (criminolgica) de justicia, socialmente eficaz yjusta".2B32B3 D E GORDO, CORDERO ALVAREZ M . E . Planificacin de la Poltica Criminal dentro

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"Es la sistematizacin sociopoltica y tcnica de prioridades, actividades y medios dirigidos a la implantacin de una poltica criminal de ndole social." *" Es necesario un rgano donde se coordine la planificacin. La noiultiplicidad de planes n o es benfica, e impide dirigir y evaluar correctamente la poltica. Por lo complejo de la actividad preventiva, se capta como indispensable el eje central que debe quedar ubicado dentro de la estructura administrativa en forma intersecretarial. Consideramos con Barreto^^ que la planificacin de la poltica de prevencin debe tener los siguientes requerimientos: I' 2' 3 4 5 Considerar Considerar Considerar Considerar Considerar la complejidad del fenmeno delictivo. las realidades actuales y futuras. los problemas en su sistema poltico y econmico. la base humana en la comisin del delito. todos los recursos disponibles.

Una de las dificultades graves para hacer la planificacin, es el divorcio de tcnicos y polticos, as "las investigaciones de planificacin no deben ser el solo hecho de investigadores profesionales; se deben implicar en ella los practicantes y los llamados 'decition makers', los que deben tomar las decisiones. Demasiado a menudo observamos que las investigaciones dan resultados indicativos serios, pero que no se aplican porque los que deban tomar las decisiones de aplicacin, o aplicarlas, no haban sido implicados en la investigacin, y esta investigacin debe ser tambin lo que llamamos una 'action research', es decir una investigacin orientada hacia la poltica concreta, desarrollada en situaciones concretas''.^"* V.15. PROGRAMAS DE PREVENCIN Y EVALUACIN Deben distinguirse dos tipos de programa de prevencin, el primero es la accin que se aplica a un factor crimingeno (programa unitario), el segundo es el programa combinado, que se aplica en medios de alto ndice de delincuencia.del Desarrollo Nacional- (Venezuela), Primer Coloquio sobre Poltica Criminal en Amrica latina, Mxico, 1976, p. 83.2M VRSELE, CARLOS S. Op. cit., 255 BARRETO. Op. cit., p. 6. p. 10.

256 VRSELE. Op. cit. (Conclusiones..-),

p. 202.

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A) Programas unitarios En los programas unitarios, son condiciones necesarias para controlar los resultados: la adecuada eleccin del factor crimingeno, el cual debe ser indudable y de tal naturaleza que pueda ser tratado con acciones simples (vigilancia policaca, iluminacin, apertura de campos deportivos, escuelas, etc.) El medio debe ser mltiple (varias localidades) y diverso, con un notable ndice de delincuencia para poder comparar. La accin preventiva, adems de simple, debe ser fcil de aplicar, no necesitar personal altamente capacitado, y poder ser evaluada en breve (meses). El criterio principal de evaluacin debe ser la variacin de la proporcin de la delincuencia, la que debe compararse siempre con la de otras localidades en que no se hayan aplicado las medidas preventivas. Adems, tenemos criterios parciales o secundarios, como: en menores, mayor asistencia a la escuela, menor reprobacin, menos fugas del hogar; en adultos, menor ausentismo en el trabajo, menor ndice de drogadiccin, menor alcoholismo. Finalmente, debe procurarse tener las correlaciones establecidas de antemano, y recordar que ciertas formas de averiguacin son en s una forma de intervencin del fenmeno. B) Programen combinados Se aplican generalmente a medios altamente crimingenos, donde se combinan mltiples factores (superpoblacin, miserias, ignorancia, etc.), y en lo que, comnmente, se da el fenmeno de subculturas criminales. La accin, por lo tanto es compleja, coordinando diversas medidas elementales, dirigiendo su accin a las pandillas, y pudiendo durar varios aos, por lo que la evaluacin no puede hacerse de inmediato. Para evaluar, se utilizan los mismos criterios antes citados, teniendo un gran cuidado, pues la cantidad de variables es mucho mayor. Se han utilizado en esto el follow-up study, estudio longitudinal de casos, en que se siguen observaciones que duran 5 a 10 aos.

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El manejo de grupos de control es tambin ms difcil en estos programas, pero muy necesario para la evaluacin. V.16. EL RGANO DE PREVENCIN La prevencin debe ser minuciosamente planificada y coordinada. Todos los organismos, pblicos o privados, y todas las personas, deben participar en la solucin del problema. Debe crearse un rgano coordinador y organizar a nivel federal. Este rgano debe estar compuesto por comisiones intersecretariales y con participacin de todos aquellos grupos o instituciones que en cualquier forma tengan que ver con problemas de delincuencia. Entre sus mltiples funciones, este rgano debe formar las relaciones para la participacin de la comunidad en los planes y programas de prevencin y de tratamiento. Debe tambin evitar la concentracin del esfuerzo asistencial y proteccional en los grandes centros urbanos, que perjudica a los pequeos centros de poblacin. El organismo que proponemos se ocupara de concentrar y elaborar los datos referentes a criminalidad, para tener estadsticas que puedan mejorar el conocimiento del problema. Se encargara tambin de organizar y mantener el casillero nacional de identificacin. Podra tambin crear centros de investigacin, de orientacin y de asistencia, as como clnicas de conducta, bolsas de trabajo, etc. ste sera el rgano de vigilancia, control y censura de medios de difusin y espectculos que sean crimingenos y estigmatizantes. Finalmente, sera el rgano adecuado para revisar la legislacin, proponer reformas y adiciones, lograr la unificacin y hacer que la ley no quedara tan slo en un simple buen deseo. V.17. PLAN DE DESARROLLO El plan de desarrollo es un instrumento que regula el crecimiento de la Poltica Criminolgica, fijando una serie de principios que hagan posible su expansin. Jos Mara Rico afirma que "se carece de lincamientos generales para la articulacin coherente de una poltica criminal y progresis-

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ta,",267 Esto es indudablemente cierto, as que a continuacin tratamos de establecer algunos lineamientos generales que deben regir el plan de desarrollo. Se debe crear una poltica criminolgica capaz de alcanzar sus objetivos, por lo cual: a) Se debe formar al personal adecuado con criterios de prioridad y urgencia de diversas especialidades. b) Es necesario producir y forjar los instrumentos necesarios para la misma. Dentro del plan de desarrollo se realizar una jerarquizacin en los objetivos y se establecern condiciones, es decir: a) Se enmarcarn los objetivos finales, y b) Se establecer el orden de importancia, atendiendo al momento y circunstancias de la sociedad actual. Es preciso evitar la dispersin de esfuerzos, para lo cual el plan enunciar la resultante a seguir, a la cual deben sumarse los dems vectores. El plan tiene como primer obstculo a vencer la desproporcin existente entre la Poltica Criminolgica actuante y la evolucin de la criminalidad. Debe buscarse superar la desproporcin, incrementando su curva de desarrollo. El plan debe contener un criterio inversionista calculador para emplear sus recursos humanos, materiales, tcnicos, etc., a medios ambientes seleccionados previamente segn su capacidad de asimilacin, ya que el porcentaje de rechazo al plan evala su xito o fracaso. Es necesario el desarrollo continuo, cuantitativo y cualitativo del plan, en crculos concntricos que permitan una adecuada expansin. La Poltica Criminolgica debe contener: a) Una organizacin consolidada. b) Una estrategia que regule el plan. c) Una tctica que permita la realizacin de la estrategia en la prctica. El plan estar constituido por diversas etapas, que contendrn planes especficos, con un objetivo definido segn la etapa; para cada plan se nombrar un "responsable", el cual estar sometido a evaluacin sobre sus logros y a lmite de tiempo.257 RICO, JOS MARA. La Descrminizacin, el Ejemplo Canadiense. XXV Curso

Internacional de Criminologa. Guayaquil, Ecuador. 23-29 de noviembre, 1975.

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El crecimiento del plan en los medios elegidos debe ser sincronizado. Esto en lo que se refiere tanto a planeacin y control, como a evaluacin de resultados. Es decir, se deben someter los planes regionales a consideracin de los planificadores nacionales para evitar rezagos parciales, y retardos que frenen los logros planeados; a su vez esto evitar los pasos precipitados que acarrean desajustes que igualmente frenan las metas generales de desarrollo. l*ara que sea posible instrumentar a la poltica criminolgica, es necesario sensibilizar a los altos funcionarios as como a los planificadores, sobre el contenido de ste, sus alcances y objetivos. "Un requerimiento previo a la reforma de la poltica criminal es informar y movilizar al pblico".^^^ Para lo anterior convendra utilizar la prensa, radio y televisin para sensibilizar a la opinin pblica, logrando as su colaboracin con los programas establecidos. V.18. ETAPAS DE DESARROLLO El plan constar de varias etapas. Para las cuales se nombrar un responsable. Primera etapa: Uno de los problemas bsicos de algunas de las ciencias sociales ha sido el realizar actividades sin un estudio profundo previo del .contexto social hacia el cual van dirigidos, por eso frecuentemente fracasan una vez iniciados. Es por eso importante no aceptar explicaciones prefabricadas, debemos dedicamos con alma de investigador a perforar nuestra realidad social, guiados por la profunda curiosidad de desentraar nuestro propio mundo.^"* Debe partirse de premisas netamente comprobadas cientficamente, que nos permitan formular planteamientos concretos y reales. Se necesitan investigaciones dirigidas a indagar los aspectos prioritarios de Poltica Criminolgica, pero investigaciones que arrojan datos objetivos y manejables.258 VRSELE, CARLOS S. Op. cit. (96), p. 18.

259 cfr. CASTILLO BARRANTES, ENRIQUE. La Criminologa.

Instituto Latinoamericano

de las Naciones Unidas para la Prevencin del Delito y Tratamiento del Delincuente. San Jos de CosU Rica, 1976, p. 8.

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Todos estos estudios deben ser: objetivos, interdisciplinarios, concretos y cientficos, ya que mediante ellos formularemos nuevas teoras que den soluciones a estos problemas, crearemos nuevas filosofas que sirvan de fundamento a nuestra estrategia. Para la consecucin de la primera etapa es necesaria la creacin tanto de Institutos de investigacin oficiales como autnomos. Segunda etapa: "Previo a toda decisin poltica en materia de criminalidad, es imprescindible contar con un informe social, con arreglo a indicadores idneos sobre todo teniendo en cuenta la importancia (cuantitativa y cualitativa) de la marginalidad y marginalizacin social en Latinoamrica." ^"* Este informe se elaborar con los resultados de todas l,as investigaciones, mismas que nos darn la evaluacin de las necesidades bsicas sobre Poltica Criminolgica y nos permitirn establecer las prioridades. "Debe de quedar perfectamente claro que no se pueden confundir los aspectos prioritarios de la poltica criminal y los de la Criminologa. La Poltica Criminal, mucho ms arte que ciencia, es una sistemtica de lo posible en el campo de la lucha contra la criminalidad." 261 Asimismo se indagar sobre qu base estratgica de defensa social deben descansar las actividades; esta es la etapa del manejo de datos. Es decir, en esta etapa vamos directamente a apreciar los alcances y necesidades de la Poltica Criminolgica. En sntesis, en esta etapa se realizar lo siguiente: a) b) c) d) Se Se Se Se elaborar el informe social. establecern los planteamientos. enlistarn las prioridades. establecer la estrategia.

Tercera etapa: Si las dos etapas anteriores se han seguido con cuidado y detenimiento, ya estaremos en posibilidades de formular programas de accin especfica.200 BriDEKMAN, BERNARDO. Resumen de la Exposicin. Primer Coloquio sobre Poltica Criminal en Amrica Latina. Mxico, 9-12 de agosto de 1976, p . 1. 261 HOUCIIONI, GUY. Op. Cit., p. 18.

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La accin deber programarse con un calendario y un responsable por rea. Cada rea de prevencin requerir de un grupo de especialistas debidamente entrenados con anterioridad, segn el orden de que se trate. Y el rgano coordinador de todo este plan de desarrollo deber de realizar algunas actividades, como son la de prediccin y medicin de la criminalidad. Esto mediante el manejo de datos aportados por los responsables de rea. Estas actividades del rgano coordinador permitirn elaborar estadsticas, y de evaluar espordicamente las actividades intersectoriales de prevencin. Ya que las etapas del hacer, deben culminar, por supuesto, con una exhausta evaluacin del programa realizado, misma que nos dar la pauta para futuros replanteamientos. La evaluacin puede considerarse la etapa final, sin descartar, desde luego, las evaluaciones parciales.

V.19. LA EVALUACIN DE LA PREVENCINUn problema clave en el tema que nos ocupa es la evaluacin; si no existe sta podemos caer en el error de imaginarnos que estamos realizando una fecunda labor de prevencin.^*^ Contina siendo un vicio la imposicin de castigos disuasivos sin preocuparse en indagar qu efectos tienen, asimismo se efectan campaas contra el vicio o contra el crimen sin prever los resultados ni la comprobacin de stos. La Criminologa en su estrecho, tradicional sentido de descubrir las causas del crimen y el tratamiento del delincuente, ha sido muy criticada; actualmente se pasa al estudio de los sistemas de justicia, pasando de una microcriminologa a una macrocriminologa. En este moderno sentido la Criminologa es una ciencia de gran aplicacin, principalmente en la toma de decisiones de Poltica Criminolgica. Estamos de acuerdo con Brydensholt en que "los investigadores estn interesados en que su conocimiento sea utilizado; los encargados de toma de decisiones estn interesados en que el conocimiento cientfico sea la base para sus decisiones".2*202 Para este apartado es aconsejable la lectura de: CECCAUDI, FIERRE. Mtodos de Investigacin Destinados a Evaluar Programas par la Prevencin de la Delincuencia Juvenil. Prevencin del Delito. Tomo 2. Ministerio de Justicia. Caracas, Venezuela, 1972. 263 BRYDENSHOI,T, H . H . Impact of Criminological Research on Decisin Making. Evaluation Research in Criminal Justice. UNSDRI. Roma, Italia, 1976.

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LPEZ REY ha dicho que frecuentemente los criminlogos identifican la evaluacin con la estimacin cuantitativa y cualitativa de la medicin, lo que es admisible a condicin de que se tengan en cuenta aspectos sociopolticos que por lo comn suelen dejarse de lado.^*' Y SzAB piensa que "el criminlogo es un intelectual, un investigador que aplica su inteligencia al estudio de las causas complejas de la delincuencia y que se interroga sobre la mejor forma de prevenirla. Es (la Criminologa) una disciplina aplicada, y por ello es a la vez positiva (describe y analiza los fenmenos) y normativa (prescribe las medidas de profilaxis social). El criminlogo, como todo intelectual, es libre de adherir a un sistema de valor, a una 'Weltanchauung' que correspondan a sus preferencias subjetivas. Sin embargo, como investigador debe someterse a los cnones de la lgica formal, de la observacin y de la experimentacin cientfica y dar prueba del mximo de objetividad posible en materia social y poltica".25 No es posible hacer ciencia, ni ser objetivo, ni realizar planes O' programas de Poltica Criminolgica sin una adecuada evaluacin,, por lo que la instrumentacin en este sentido debe ser lo ms amplia y precisa posible. Sobre la evaluacin agregamos que "el sistema como tal, debe estar sometido a una evaluacin frecuente, por la ndole evaluativa de la funcin penal, por las transformaciones de la criminalidad, por las necesidades de ajustar dicha evaluacin entre s y con respecto a la planificacin de la poltica que requiere ajuste constante respecto al presente y futuro inmediato".^^" Y para concluir reafirmemos que: La falta de evaluacin es loque ha hecho fracasar los mejores planes de prevencin y tratamiento, y es comn que el estado y los tcnicos se imaginen que estn previniendo cuando en realidad se est perdiendo tiempo y dinero-

264 LPEZ REY. Op. cit. (Criminologa), p. 459. 265 SzABO, DENIS. Evaluacin de los Sistemas de Poltica Criminal. Anuario del Instituto de Ciencias Penales y Criminolgicas, N? 5. Universidad Central de Venezuela.. Caracas, Venezuela, p. 333.266 DE GORDO. Op. cit., pp. 8-9.

SEGUNDA PARTE

HISTORIA DE LA CRIMINOLOGA

INTRODUCCIN La Criminologa es una ciencia joven ya que, como ciencia organizada e independiente, ha cumplido escasamente un siglo. Como ciencia joven podra parecer que carece de historia, sin embargo nada ms infundado que esto, pues la historia del mundo va muy unida a la historia del crimen. Recordemos a don Constancio Bernaldo de Quirs, que con su elegancia acostumbrada deca: "Criminologa la ha habido siempre, desde que ha habido crmenes, no ser preciso insistir en la antigedad y universalidad del delito, inseparable de la especie humana; una Criminologa, aunque sea incipiente, rudimentaria, elemental, tan elemental y tosca, tan pedestre y vulgar como los romances de ciego, que siempre tuvieron en el delito una de sus favoritas inspi27 raciones. Segn algunas creencias, lo primero que sabemos del hombre es que viol la ley; efectivamente, segn la Biblia, Dios crea al hombre, le dio una compaera, lo dej vivir en el paraso, con la nica prohibicin consistente en comer la fruta de determinado rbol: "mas del fruto del rbol de la ciencia del bien y del mal no comas; porque en cualquier da que comieras de l, ciertamente morirs" (Gen. 1:17) .2** Y el hombre desobedece, come la fruta y es expulsado del Edn. (Gen. 3:6, 16 a 24.) Fuera del paraso, el primer hecho importante del hombre es un crimen: Can asesina a su hermano Abel. "Y estando los dos en el campo, Can acometi a su hermano Abel y le mat" (Gen. 4:8). La relacin de Dios con el hombre se convierte nuevamente en un interrogatorio criminolgico: Dnde est tu hermano Abel?... Qu has hecho de tu hermano? (Gen. 4:9, 10); tal como haba hecho antes con Adn: Dnde ests? Quin te ha hecho advertir que ests desnudo? (Gen. 3:9, 11).267 QUIRS, C . B . DE. Op. cit. (Criminologia), p. 8.

268 Biblia, La Sagrada. Editorial Herder. Barcelona, Espaa, 1968. 143

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Y as, para el judaismo y para el cristianismo, principia la historia del hombre: mandato y desobediencia, criminal y vctima, crimen y castigo. La historia se repite en todas las religiones, en todas las mitologas, as en nuestros pueblos de Amrica, en el Popol Vuh los primeros hombres se vuelven contra el creador y son terriblemente castigados i^* Pero no pensaban, no hablaban con su Creador y su Formador, que los haban hecho, que los haban creado. Y por esta razn fueron muertos, fueron anegados. Una resina abundante vino del cielo. El llamado Xecotcovach lleg y les vaci los ojos; Camalotz vino a cortarles la cabeza; y vino Cotzbalam y les devor las carnes. El Tucumbalam lleg tambin, les quebr y magull los huesos y los nervios, les moli y desmoron los huesos. Y esto fue para castigarlos porque no haban pensado en su madre, ni en su padre, el (Corazn del Cielo, llamado Huracn. Y por este motivo se oscureci la faz de la tierra y comenz una lluvia negra, una lluvia de da, una lluvia de noche. En mucho, la historia de la humanidad es la historia del crimen pues la historia en gran parte es el relato de robos, homicidios, intrigas, invasiones, parricidios, violaciones, principalmente del crimen de crmenes: la guerra. Junto con el crimen viene la preocupacin del hombre por evitarlo, legislando, castigando, previniendo, reprimiendo. Tambin surge la angustia por explicarlo: Por qu delinque el hombre? Qu es en s el fenmeno criminal? Por qu unos hombres son antisociales y otros no? De las tentativas de responder estas preguntas va surgiendo nuestra ciencia: la Criminologa. Es de mencionar que la preocupacin del hombre por explicar el crimen y el criminal no ha sido puramente cientfica, sino que abarca tambin aspectos filosficos, ticos y religiosos. Todas las grandes religiones, todas las mitologas, tratan en alalguna de sus partes el problema criminal. Sera difcil encontrar un filsofo, un gran pensador, que no hubiera tratado entre sus temas el de la antisocialidad y el de la reaccin social. Lugar prominente lo ocupa el arte; quiz las grandes 'inspiraciones del mundo artstico son la religin, el amor y el crimen. Es por esto que el arte es una de las fuentes importantes del conocimiento criminolgico. El arte es expresin suprema del espritu269 Popol Vuh. Fondo de Cultura Econmica. Mxico, 1976, pp.. 30-31.

INTRODUCCIN A LA SEGUNDA PARTE

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humano, y refleja las principales aspiraciones y preocupaciones del hombre. Las ms extraordinarias descripciones de la personalidad del criminal las encontramos en la literatura, los momentos ms dramticos en la msica son aquellos referidos al crimen, las obras teatrales ms impactantes son las que se desarrollan en un ambiente de criminalidad, las pinturas y esculturas ms expresivas son aquellas relacionadas con el fenmeno criminal, y, Qu decir de la novela policiaca! 270 STl Mltiples obras se han escrito al respecto, mencionemos tan solo como ejemplo las de Ferri,^^- Drapkin^ra y Maldonado.^* No hay que confundir la historia de la Criminologa con la historia del Derecho Penal, es decir, procuraremos estudiar la historia de la bsqueda de las causas del crimen y no el aspecto legislativo o su aspecto penal. Hacer una historia del Derecho Penal es relativamente fcil, pero hacer una historia de la Criminologa no lo es, ya que sigue un camino paralelo con la historia del Derecho Penal. Es hasta el siglo pasado cuando se hace una diferencia entre Derecho Penal y Criminologa; antes de esto iban confundidos y se estudiaban los aspectos criminolgicos en funcin del Derecho Penal. Ms difcil an es separar la historia de la ciencia del Derecho Penal de la historia de la Criminologa, ya que tienen momentos comunes, se unen en principios de Poltica Criminolgica, se tocan en conceptos de orden filosfico. Es por esto que algunos autores prefieren desarrollar una historia de las ciencias penales, estudiando los antecedentes de las disciplinas jurdico-represivas y criminolgicas, a travs de las diversas pocas histrico-culturales. Debemos evitar tambin la confusin entre historia de la Criminologa e historia del crimen, de la criminalidad o de los criminales.^' La historia de la Criminologa es el relato cronolgico de las270 Cfr. HovEYDA, FEREYDOUN. Historia Madrid, Espaa, 1967. 271 Cr. BOILEAU-NARCEJAC. Le Romn Francia, 1975.272 FEWU, EMUCO. Op. cit.

de la Novela Policier.

Policiaca.

Alianza Editorial.

Prcsses Universitaires de Ftince.

(I Delinquenti nell'arte).

273 DRAPKIN, ISRAEL. Arte, Literatura y Criminalidad. Resista de Estadios Penitenciarios Nms. 212-215, p. 89. Madrid, Espaa, 1976. 274 MALDONADO ACUIRRE, ALEJANDRO. El DcUto y el Alte. Editorial Jos de Pineda. Guatemala, 1973.275 Cfr. RADBRUCH, GUSTAVO y GUINNER, ENRIQUE. Historia de la Criminalidad. Edi-

torial Bosch. Barcelona, Espaa, 1955.

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ideas que pretenden explicar al crimen, al criminal y a la criminalidad, y no la descripcin o relato de estas a travs del tiempo. Procedamos pues a hacer un breve relato de los intentos del hombre para explicar el fenmeno criminal, solo a guisa de ejemplo mencionaremos aspectos penolgicos o legales. El plan a seguir es el siguiente: hemos dividido la historia en perodos, reconociendo una fase precientfica, en la que las explicaciones son ms de ndole mgica, religiosa o filosfica; una fase medieval, con los primeros intentos pseudocientficos; una fase de precursores, con la intervencin de pensadores del Renacimiento al siglo xix^ y la fase de inicio, con Lombroso y la Escuela Positiva. La fase moderna ser estudiada en la parte tercera de esta obra. Entendemos que el pensamiento criminolgico ha seguido una secuencia lgica que es necesario apreciar, por esta razn intentamos dar un orden cronolgico a la descripcin.

CAPITULO VI FASE P R E C I E N T F I C A DE LA C R I M I N O L O G A 1. El Hombre Primitivo.2. Mesopotamia.3. Egipto.4. China.5. Israel.6. Antigedad Griega.7. Pensadores Griegos. 8. Protgoras.9. Arqumedes.10. Scrates.11. Hipcrates. 12. Platn.13. Aristteles.-14. Alejandra.15. Antigedad Latina. VI. 1. EL HOMBRE PRIMITIVO Las tcnicas para estudiar el hombre primitivo no son tanto histricas como sociolgicas y antropolgicas. La razn es que el hombre primitivo no ha desaparecido, existe en la actualidad, disperso en la superficie del globo, arrinconado en los lugares ms inaccesibles, utilizando herramientas tan simples que "incluso el instrumental paleoltico acusa una marcada superioridad sobre el de estas gentes".^* Por lo anterior no se puede hablar de cmo era el hombre primitivo, sino de cmo es. En esta forma se han superado muchas teoras que se basaron ms en la imaginacin que en la realidad. "Salvajismo es todava sinnimo de costumbres absurdas, crueles y excntricas, con raras supersticiones y odiosas prcticas".*" Efectivamente, an se piensa en desenfreno sexual, eutanasia, infanticidio, sacrificios humanos, canibalismo, etc. Nada ms alejado de esto, la realidad es que "El estudio de los pueblos primitivos nos permite vemos mejor a nosotros mismos", y276 LEMONNIER, TONNEAU Y TROUDE. Manual de Sociologa Catlica. Editora Nacional. Mxico, 1934, p. 34. 277 MAUNOWSKI, BRONISLAW. Crimen y costumbres en la sociedad salvaje. Ediciones Ariel. Barcelona, Espaa, 1969, p. 13. 147

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que "en lo que respecta al tratamiento de las enfermedades sociales, estamos viviendo todava en la poca de la magia".^^ Las sociedades primitivas estn notablemente bien estructuradas, y unidas por dos elementos clave: ttem y tab. El ttem es un animal, planta o fuerza natural, que es el antepasado del clan o grupo y que es al mismo tiempo su espritu protector y bienhechor. El ttem implica una relacin sangunea, ya que se transmite hereditariamente, tanto por lnea paterna como materna. CASO dice que con el totemismo se liga, estrechamente, la nocin de tab, que reviste enorme importancia en la historia de las costumbres y del Derecho, al ceir, por motivos religiosos, la conducta de los creyentes, dentro de los moldes rigurosos y estrictos de las abstenciones y acciones, escrupulosamente requeridas.*'* El trmino "temor sagrado" expresa el sentimiento que acompaa a los tabs. Freud sostiene que el origen del sistema penal humano se remonta al tab; esto es, en un principio, era el tab violado el que tomaba venganza; ms tarde fueron los dioses y los espritus agraviados; y por ltimo la sociedad se hizo cargo del castigo del ofensor.**" La solucin al problema criminal en el hombre primitivo es clara: ciertas conductas consideradas como crimen son, a la vez, tab, por lo tanto no deben realizarse, no pueden tocarse. Por extensin, la prohibicin no puede censurarse y, por lo general, ni siquiera mencionarse. Por esto no existe Criminologa en el hombre primitivo, ya que no le es dado tocar los temas que son tab, no hace tentativa por explicar el crimen, ni elabora plan para prevenirlo, pues este est ya "dado". El criminal, o sea aquel que ha violado el tab, es automticamente segregado del grupo social, y no es raro que l mismo se separe, pues una de las caractersticas del tab es que el castigo surge en principio por una fuerza intetiol: que lleva al culpable a confesar su hecho o a autopunirse (suicidio). No hay, por lo tanto, estudio del sujeto antisocial, su conducta no es explicada, simplemente atribuida, al igual que el castigo, a278 KLUCKBOBN C. Antropologa. Fondo de Cultura Econmica, Breviario. Mxico, 1949, pp. 22 y 19. 27 CASO, ANTONIO. Sociologa. Libreros Unidos Mexicanos. Mxico, 1960. Dcima edicin, pp. 214-218. 280 Cfr. FREUD, SEGISMUNDO. Ttem y Tab. En Obras Completas. Biblioteca Nueva. Madrid, Espaa, 1948, pp. 419 y ss.

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fuerzas sobrenaturales, a causas misteriosas que van ms all de la comprensin humana. Es rasgo comn de estas sociedades que reposan sobre un fundamento mgico-religioso, del cual estn impregnados todos los actos de la vida de los individuos. Los vnculos que unen a los miembros de estas sociedades son ms afectivos que de la razn. Ellos son sentidos como vividos real e intensamente. La solidaridad no es una palabra vana.^si De este modo cada cadena de reprocidad se va haciendo ms fuerte al convertirse en parte y conjunto de un sistema completo de prestaciones mutuas. La simetra de estructura en cada sociedad salvaje es la base indispensable de obligaciones recprocas.^* No podemos pensar, como Wells,* que en la sociedad primitiva hay una especie de fosilizacin mental en las tradiciones, supersticiones y prejuicios no racionales. El hombre primitivo no puede interpretarse como un robot, un ser no pensante, sumergido en el pasado, por el contrario, estamos con Malinowski en que "La amenaza de coercin y el miedo al castigo no afectan al hombre medio, tanto "salvaje" como "civilizado", mientras que por otra parte son indispensables para ciertos elementos turbulentos o criminales de una y otra sociedad."" Los primitivos tienen adems, nos dice el autor citado, "una clase de reglas obligatorias no dotadas de ningn carcter mstico, que no son enunciadas en nombre de Dios, ni respaldadas por tiinguna sancin sobrenatural, sino que slo tienen una fuerza obligatoria puramente sociar'.'**^ VL2. MESOPOTAMIA

Algunas de las culturas ms antiguas de la humanidad surgen en Mesopotamia (tierra entre dos ros), regin situada alrededor de los ros Tigris y Eufrates.281 ETT, MARCEL. Conflictos provenientes de los procesos de criminalizacin y descriminalizacin en los pases africanos. XXV Curso Internacional de Criminologa. Guayaquil, Ecuador, 1975.282 MALINOWSKI, BRONISLAW. Op. cit., p. 37.

283 WELLS, H ; A. Breve Historia Aires, Argentina, 1944, p . 60.28* MALINOWSKI. Op. cit., p. 26.

del Mundo.

Editorial Grandes Autores. Buenos

285 ibMem,

p. 67.

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Parte de las leyes fueron encontradas en 1904, en 14 tabletas en las ruinas de Assur, y son una recopilacin de las leyes asiras vigentes entre los siglos xv y xiii a. C. En estas leyes encontramos justicia pblica y privada. La pblica ejerce un cierto control sobre la privada. Interesa sobre todo la intencin culpable. La responsabilidad objetiva deja lugar a la subjetiva. El error sobre un elemento esencial del delito hace desaparecer la infraccin. No hay una clara diferencia entre Derecho Penal y Civil, pues infracciones civiles o incumplimientos de contrato traen consigo penas corporales y/o pecuniarias. No hay explicaciones criminolgicas.^** El documento ms importante de Mesopotamia es, para nosotros, el Cdigo de Hammurabi (Hamm es grande, que rein de 1728 a 1686 a. C.*), cdigo unificador del Imperio Babilnico, que fij reglas sencillas y claras, termin la anarqua jurdica y protegi a todos los ciudadanos. El cdigo de Hammurabi combati en primer lugar la criminalidad "dorada", terminando con la terrible corrupcin de la administracin babilnica, quitando la funcin judicial a los sacerdotes y dndola a los jueces."^*^ En este cdigo podemos encontrar mltiples disposiciones preventivas, y un plan de Poltica Criminolgica; cuida que los delincuentes pobres no queden desamparados y establece un tribunal superior de apelacin. Entre las normas que revelan lo notable del cdigo, y que podran considerarse como tentativas de resolver problemas que hoy en da son actuales, encontramos la regulacin de precios mximos corrientes en los mercados, y los honorarios de las profesiones, para evitar abusos de comerciantes y profesionistas. Los mdicos, en caso de xito, se vean recompensados con sus honorarios, pero si fallaban culposamente se les amputaban las manos. Los arquitectos a los que se derrumbaban los edificios mal construidos eran condenados a muerte si el propietario estaba dentro de la casa al ocurrir el siniestro.-^*286 CARDASCU, GUILLAUME. Les Lois Assyriennes. Edilions du Cerf. Pars, Francia, 1969, pp. 77 y ss. 287 Cr. BoscH GiMPERA, PEDRO. Historia de Oriente. UNAM. Mxico, 1970, p. S34. 1792-1750, segn otros. 288 Cfr. CoDE DE HAMMURABI (traduccin de ANDR FINET) . Les Editioiis du Cerf.

Pars, 1973.

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No debemos olvidar que el Cdigo de Hammurabi es de 1726 a. C , y que rigi en oriente por ms de mil aos. La tradicin babilnica en materia criminolgica es muy amplia, sirva de ejemplo un protocolo de 1850 a. C , escrito en una pequea tablilla (10 cms.) descubierta en Nippur: Un empleado del templo fue asesinado por tres hombres, y estos comunicaron su crimen a la esposa del asesinado, no presentando ella la denuncia. Los autores del crimen fueron procesados por homicidio y la mujer por encubrimiento. Nueve testigos declararon en contra y dos en favor de la mujer, argumentando que ella no particip en el crimen, que siempre fue maltratada por su marido y que haba quedado en la miseria, por lo tanto ya haba sido suficientemente castigada. Los criminales fueron ejecutados frente al domicilio de te. vctima, la mujer fue puesta en libertad.^**

VI.3.

EGIPTO

En el antiguo Egipto el Derecho, la religin, la magia y la ciencia son una misma cosa, y donde encontramos una gran informacin es en el libro de los muertos. En las frmulas que el muerto deba pronunciar al llegar al juicio frente a los dioses, podemos encontrar un claro catlogo de todo lo que poda considerarse como antisocial en aquella poca, ya que el muerto debe recitar todo lo malo que no hizo en su vida.^" La preocupacin por el crimen, principalmente en pocas turbulentas, es reflejada en el siguiente texto del profeta Ipu-Wer (siglo XIX a. C.): verdaderamente, el pas gira como el torno de un alfarero. El ladrn es (ahora) quien se enriquece. Verdaderamente, todas las criadas no emplean palabras de cumplido. Cuando su ama habla, molesta a las criadas. Verdaderamente, los caminos no estn vigilados. Los hombres se ocultan entre los matorrales, hasta que llega el (caminante) descarriado, para quitarle la carga y robarle lo que lleva. Es tratado a golpes de estaca y muerto sin causa ni motivo. Si van tres hombres por un camino, pronto sern dos: el nmero mayor mata al289 Cfr. ScaiMKrr., HARTMUT. Vr, Asur y Babilonia. Espaa, 1965, p. 75. 29 Cfr. PRrrcHARD, B. JAMES. Ancient Near EasUrn Press. NuCTa Jersey, USA, 1955, p p . 34-35. Ediciones Castilla. Texts. Princeton Madrid,

Uiiiversity

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menor... Todos estos aos son de guerra civil: un hombre puede ser muerto, mientras vigila las lindes de su casa.^^ Tambin en el edicto de Har-em-hab (siglo xiv a. C.), demuestra que hubo gran nmero de pequeos desrdenes, puesto que persigue el pillaje y el peculado por parte de funcionarios. Los abusos contra los que se diriga el edicto, eran la extorsin de bienes o de trabajo a los ciudadanos corrientes por parte de los soldados y funcionarios, y la distraccin por las mismas autoridades de bienes y servicios del Estado. Indudablemente, en Egipto, el soborno haba sido cosa frecuentsima. Los castigos son muy duros para casos poco importantes de pillaje y cohecho. La alarmante generalizacin de la falta de honradei de los funcionarios, exiga castigos extremadamente severos.*^ En Egipto se han encontrado aspectos como la identificacin criminal que nos indican que los egipcios tenan inters en ello. Segn parece, los egipcios fueron los primeros en inventar mtodos de identificacin criminal, por ejemplo era tpico que a los ladrones, a los criminales, se les quitaran los incisivos para poder identificarlos, esto se sabe que no funcion, en gran parte porque los egipcios eran extraordinarios mdicos y por lo tanto se encuentra algn relato en el cual un mdico se dedicaba a hacer dientes postizos para los criminales.'*^ Un interesante tratado, hecho en el reinado de Ramss II, entre Egipto y los Hititas (1280 a. C.), puede considerarse el antecedente a ciertas medidas de defensa social, pues consiste en el acuerdo para extraditar criminales hititas refugiados en Egipto, con reciprocidad de Hatti para enviar a Egipto sus criminales prfugos.^* VI.4. CHINA

En China se ha encontrado un fenmeno que algunos dicen que es casualidad o descuido, f>ero que no fue as; parece que desde la201 AViLsoN, JOHN A. La Cultura Egipcia. Fondo de Cultura Econmica. Mxico, 1953, p. 164. 202 WlLSON, JOHNi A. Op. cit., p . 331. 203 (Una ancdota semejante es relatada con relacin a los hinds: Ssruta describe detalladamente el procedimiento a seguir en la otoplastia, para poder reconstruir narices y orejas desfiguradas como pena a determinados delincuentes. Bajo periodo 1000-500 a. C.) 204 PRITCHARD. Op. cit. (Ancient Near Eastern Texts), ,pp. 199-201.

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dinasta Shang, es decir, all por el 1500 a. C , los chinos firmaban sus documentos y aun muchos artistas sus obras (como los pintores), con su huella dactilar, se ha dicho que simplemente no tenan cuidado y dejaban pintados los dedos, pero es falso, ya que conocan la identificacin por medio de las huellas dactilares, como lo prueban la gran cantidad de contratos solemnes, principalmente matrimonie, sellados con la huella dactilar de los contrayentes. El dato es interesante si pensamos que es hasta fines del siglo xix cuando William J. Herschel (1877) y Henry Faulds (1880), cada uno por su lado, descubran para el mundo occidental la importancia de las huellas dactilares. La dinasta Chu (1122 a. C.) demostr su preocupacin por el problema de la antisocialidad con un cdigo que fue notable para su poca, pues impuso la pena proporcional y estuvo lleno de detalles que pueden considerarse como humanitarios comparados con los sistemas asiticos de la poca. As, antes de que se pudiera sentenciar a muerte a un criminal, haban de observarse las ms rgidas y meticulosas reglas: apelbase primeramente a un consejo de altos funcionarios, luego a una comisin compuesta de funcionarios de inferior categora, y por ltimo al pueblo mismo; y parece ser que el veredicto de ste era el definitivo, algo as como el de los jurados de algunas naciones modernas, teniendo nicamente el soberano la prerrogativa del f>erdn. El ms grande pensador chino, Confucio (551-478 a. C.), se ocup en varias ocasiones de analizar el fenmeno criminal, as afirma que hay cinco especies de delitos imperdonables. 1 El que el hombre medita en secreto y practica bajo capa virtud. 2' Incorregibilidad reconocida y probada contra la sociedad. 3 Calumnia revestida con el manto de la verdad para engaar pueblo. 4? Venganza, despus de tener oculto el odio por mucho tiempo, las apariencias de la verdad. 5 Formular el pro y el contra sobre el mismo asunto, cediendo inters que se tenga en pronunciar una u otra cosa. de al en al

Confucio seal que cualquiera de estos cinco crmenes merece ejemplar castigo. Notamos en el primero, en el segundo y en el tercero, aspectos de peligrosidad criminal; en el tercero y en el quinto, formas de criminalidad "dorada"; el quinto puede ser un delito propio de la administracin de justicia.

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La mentalidad preventiva de Confucio se puede observar en su clebre frase: "Ten cuidado de evitar los crmenes, para no verte obligado a castigarlos". VI.5. ISRAEL Si vamos a tratar de antigedad remota, no podramos dejar de hablar de la Biblia, ya que en muchos aspectos la Biblia es un tratado de Criminologa. Es muy interesante ver en la Biblia la cantidad de crmenes, delitos y hechos antisociales que se relatan, desde el homicidio,