Criterios Para El Juicio Moral de Las Acciones Humanas

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CRITERIOS PARA EL JUICIO MORAL DE LAS ACCIONES HUMANAS El obrar humano es una realidad compleja y, aunque parece sencillo, en la práctica resulta más complicado juzgar la moralidad de las acciones. Frecuentemente, un acto humano posee a la vez aspectos buenos y malos, lo que hace más difícil determinar su valor moral. Tal es el caso, por ejemplo, del que desprestigia a una persona, al difundir una calumnia, porque considera que ese sujeto ocasiona un daño al bien de todos. La intención puede ser buena, pero el medio utilizado no lo es. Elementos para la valoración ética de una acción El acto humano comienza en la intimidad de la persona – en su inteligencia y en su voluntad – y se plasma en la conducta exterior. La moralidad es el orden al fin último de los actos humanos y, con ellos, de la misma persona. La bondad o maldad de los actos no depende, solamente, de que sean o no ordenables al fin último, sino también de la intención con que se realizan, puesto que sólo en la intimidad del hombre nace el orden o desorden de la persona al fin último. Toda acción humana está integrada por diversos elementos. El problema que se plantea es: ¿en cuáles de ellos estriba la moralidad de la acción? La respuesta a esta cuestión es vital para la ética y se resuelve afirmando que, en el juicio sobre la bondad o maldad de un acto, es preciso considerar tres aspectos que constituyen las raíces o fuentes de la moralidad de un acto, y el modo en que éstos se relacionan. Ellos son: a) el objeto del acto en sí mismo; b) el fin o intención que el sujeto se propone con ese acto; c) las circunstancias que lo rodean. De estos tres elementos emana la adecuación o no del acto a las normas de la moralidad, y se constituye en sus factores determinantes: el juicio moral lo hace la persona sobre la acción concreta que lleva a cabo, teniendo en cuenta el fin que se propone a alcanzar y atendiendo las condiciones y otros aspectos accidentales en que se ha actuado. a) El objeto del acto Los actos humanos se determinan moralmente por el valor moral de sus objetos. Esto implica que el objeto de la acción no se considera de manera independiente respecto de la norma de moralidad, sino precisamente como conforme o disconforme con ella. Si se adecua a esa regla, la acción humana se considera moralmente buena, y si no es acorde a ella, será moralmente mala. Esta conformidad o disconformidad del objeto es conocida por el entendimiento aplicando las normas generales al caso particular. Por objeto del acto, como elemento de moralidad, se entiende el contenido o materia del acto voluntario que, por serlo, implica que es conocido racionalmente por la persona y elegido por la voluntad. La calificación esencial en el orden ético de un acto proviene del objeto, de lo que se hace. El objeto moral de un robo es, por ejemplo, un automóvil pero no en cuanto automóvil de tal marca o de tales características técnicas, sino en cuanto ajeno, pues sólo bajo esa razón dice una relación, negativa en este caso, a la ley moral que prohíbe apropiarse de los bienes del prójimo. Por consiguiente, el objeto no es un simple hecho sin más, sino que es el acto de acuerdo con su calificativo moral, es decir, expresa su moralidad por referencia a lo que es bueno para el hombre. Así, por ejemplo, un mismo hecho físico puede conducir a objetos morales esencialmente distintos: Ejemplos: ACTOS Y OBJETOS Matar • Asesinato • Defensa propia • Pena de muerte Hablar • Mentir • Difamar • Alabar Apropiarse de algo ajeno • Robar • Un préstamo • Apropiación para sobrevivir. El objeto físico del acto es aquello a lo que el acto tiende, sin considerar su moralidad. El objeto moral, sin embargo, es el núcleo del acto con liderado en su valor ético, es decir, se traslada el acto físico al campo moral con lo que se permite su valoración ética mediante su ordenabilidad o no al fin último. Por ejemplo, la amputación de un mismo órgano, puede ser una acción ordenable al último fin (cuando la realiza un médico para salvar la vida del paciente) o puede ser una agresión (la que realiza un delincuente) Otro ejemplo: el hecho de inyectarse morfina, en cuanto la razón la presenta como una medicina conveniente para la salud, constituye un objeto éticamente bueno. Si, en cambio, se usa como una droga, como una fuente de placer desordenado, recibe la calificación ética de malo. Por lo tanto, el objeto de un acto será bueno si es conforme a los principios y las normas morales derivados de los fines esenciales de la vida humana expresados en la ley natural. Las acciones que por sí mismas, tienen un objeto radicalmente contrario al bien de la persona, se llaman acciones intrínsecamente malas. Lesionan

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  • CRITERIOS PARA EL JUICIO MORAL DE LAS ACCIONES HUMANAS El obrar humano es una realidad compleja y, aunque parece sencillo, en la prctica resulta ms complicado juzgar la moralidad de las acciones. Frecuentemente, un acto humano posee a la vez aspectos buenos y malos, lo que hace ms difcil determinar su valor moral. Tal es el caso, por ejemplo, del que desprestigia a una persona, al difundir una calumnia, porque considera que ese sujeto ocasiona un dao al bien de todos. La intencin puede ser buena, pero el medio utilizado no lo es.

    Elementos para la valoracin tica de una accin El acto humano comienza en la intimidad de la persona en su inteligencia y en su voluntad y se plasma en la conducta exterior. La moralidad es el orden al fin ltimo de los actos humanos y, con ellos, de la misma persona. La bondad o maldad de los actos no depende, solamente, de que sean o no ordenables al fin ltimo, sino tambin de la intencin con que se realizan, puesto que slo en la intimidad del hombre nace el orden o desorden de la persona al fin ltimo. Toda accin humana est integrada por diversos elementos. El problema que se plantea es: en cules de ellos estriba la moralidad de la accin? La respuesta a esta cuestin es vital para la tica y se resuelve afirmando que, en el juicio sobre la bondad o maldad de un acto, es preciso considerar tres aspectos que constituyen las races o fuentes de la moralidad de un acto, y el modo en que stos se relacionan. Ellos son: a) el objeto del acto en s mismo; b) el fin o intencin que el sujeto se propone con ese acto; c) las circunstancias que lo rodean. De estos tres elementos emana la adecuacin o no del acto a las normas de la moralidad, y se constituye en sus factores determinantes: el juicio moral lo hace la persona sobre la accin concreta que lleva a cabo, teniendo en cuenta el fin que se propone a alcanzar y atendiendo las condiciones y otros aspectos accidentales en que se ha actuado. a) El objeto del acto Los actos humanos se determinan moralmente por el valor moral de sus objetos. Esto implica que el objeto de la accin no se considera de manera independiente respecto de la norma de moralidad, sino precisamente como conforme o disconforme con ella. Si se adecua a esa regla, la accin humana se considera moralmente buena, y si no es acorde a ella, ser moralmente mala. Esta conformidad o disconformidad del objeto es conocida por el entendimiento aplicando las normas generales al caso particular. Por objeto del acto, como elemento de moralidad, se entiende el contenido o materia del acto voluntario que, por serlo, implica que es conocido racionalmente por la persona y elegido por la voluntad. La calificacin esencial en el orden tico de un acto proviene del objeto, de lo que se hace. El objeto moral de un robo es, por ejemplo, un automvil pero no en cuanto automvil de tal marca o de tales caractersticas tcnicas, sino en cuanto ajeno, pues slo bajo esa razn dice una relacin, negativa en este caso, a la ley moral que prohbe apropiarse de los bienes del prjimo. Por consiguiente, el objeto no es un simple hecho sin ms, sino que es el acto de acuerdo con su calificativo moral, es decir, expresa su moralidad por referencia a lo que es bueno para el hombre.

    As, por ejemplo, un mismo hecho fsico puede conducir a objetos morales esencialmente distintos: Ejemplos: ACTOS Y OBJETOS Matar Asesinato Defensa propia Pena de muerte Hablar Mentir Difamar Alabar Apropiarse de algo ajeno Robar Un prstamo Apropiacin para sobrevivir.

    El objeto fsico del acto es aquello a lo que el acto tiende, sin considerar su moralidad. El objeto moral, sin embargo, es el ncleo del acto con liderado en su valor tico, es decir, se traslada el acto fsico al campo moral con lo que se permite su valoracin tica mediante su ordenabilidad o no al fin ltimo. Por ejemplo, la amputacin de un mismo rgano, puede ser una accin ordenable al ltimo fin (cuando la realiza un mdico para salvar la vida del paciente) o puede ser una agresin (la que realiza un delincuente) Otro ejemplo: el hecho de inyectarse morfina, en cuanto la razn la presenta como una medicina conveniente para la salud, constituye un objeto ticamente bueno. Si, en cambio, se usa como una droga, como una fuente de placer desordenado, recibe la calificacin tica de malo. Por lo tanto, el objeto de un acto ser bueno si es conforme a los principios y las normas morales derivados de los fines esenciales de la vida humana expresados en la ley natural. Las acciones que por s mismas, tienen un objeto radicalmente contrario al bien de la persona, se llaman acciones intrnsecamente malas. Lesionan

  • esencialmente una virtud o el orden moral y por lo tanto, son prohibidas por preceptos morales negativos que obligan a todo hombre, independientemente de sus intenciones y circunstancias. As, por ejemplo, la esclavitud, la supresin de la propiedad privada, las condiciones insalubres de trabajo, la muerte de un inocente, la mentira y la calumnia, son acciones que atentan contra la persona humana y la despojan de su dignidad. La expresin intrnsecamente mala no significa solamente que no se adecua a la norma, sino sobre todo, que se trata de algo absoluto e incondicionalmente malo.

    b) El fin o intencin que el sujeto se propone con ese acto. El fin del acto moral es el objetivo al que la persona ordena sus acciones, es decir, lo que se propone conseguir. Con el fin se subraya el elemento subjetivo en el acto moral y se considera la interioridad de la persona. La finalidad es la intencin que tiene el sujeto al realizar un acto y puede coincidir o no con el objeto de la accin. No se da esa coincidencia cuando, por ejemplo, se sale a caminar (objeto) para recuperar la salud (fin). S, en cambio, cuando una persona bebe mucho alcohol (objeto) con el deseo de emborracharse (fin) En toda accin humana hay una intencin. Si bien es posible pensar en acciones cuyos objetos, por s mismos, no son buenos ni malos, en la prctica no hay actos moralmente indiferentes. Apenas una accin se concreta, es decir, es realizada por la persona, deja en forma automtica de ser indiferente. La intencin determina los actos intrnsecamente indiferentes. Un viaje (objeto moral indiferente) queda determinado por la intencin. Puede ser por negocios (honrados o no), por descanso o para realizar un contrabando. Como ya se ha visto, cada accin humana es moral y, por tanto, ha de ser un medio para alcanzar la verdadera felicidad. Por ello, todo acto humano debe estar ordenado al fin ltimo.

    c) Las circunstancias que rodean el acto Las circunstancias (del latn circum stare: hallarse alrededor) son diversos factores o aspectos accidentales del objeto o de la intencin del sujeto que afectan, de algn modo, a la bondad de la accin. Los actos humanos no toman toda su bondad del objeto moral, sin o tambin de las circunstancias que son como accidentes que rodean, circundan, una accin moral y pueden modificar su objeto. Si el fin y el objeto son como la forma y la materia, respectivamente, del acto moral, las circunstancias son como sus accidentes. Por tanto, si el acto es bueno por su objeto y su fin, las circunstancias acrecientan o disminuyen su bondad, y llegan incluso a convertir un acto bueno en malo. En consecuencia, al juzgar un hecho moral se ha de tener en cuenta todos esos factores que acompaan la accin.

    Las principales circunstancias que rodean a un acto y poseen un influjo moral son:

    Caractersticas o cualidades de la persona que obra: es lgico que la moralidad de una accin vare segn quin la realiza. No tiene la misma moralidad el falso testimonio de un notario que el de una persona privada; es mas grave la accin mala de quien, al tener autoridad, da mal ejemplo. Cualidad y cantidad del objeto sobre el que versa la accin: la cantidad de lo robado modifica la gravedad del robo al igual que es diversa la bondad de una limosna pequea o magnnima. Alude tambin a la cualidad del objeto: no es lo mismo injuriar a los padres que a un desconocido. Lugar en que se realiza la accin: no se califica del mismo modo una determinada accin realizada en un lugar pblico que en un sitio privado o sagrado. No tiene la misma valoracin una calumnia dicha a solas que a travs de un medio de comunicacin. Medios empleados: se refiere a los medios con los que la accin se ha realizado. Se distingue, por ejemplo, entre el robo a mano armada y el hurto que se realiza sin violencia. Modo de obrar: la modalidad de la accin denota una mayor o menor bondad o malicia. Es distinto actuar con deliberacin plena o en un momento de fuerte pasin. Tampoco es lo mismo hacer una correccin con delicadeza o con brusquedad. Cantidad y cualidad del tiempo: se refiere al tiempo en que se realiza la accin, por ejemplo, duracin del acto; si ste es realizado en tiempo de guerra o de paz, etc. Motivo por el que se realiza el acto: no se refiere al fin principal del sujeto, sino a motivos secundarios o aadidos, que no son la causa de la accin, la cual se hara igual si esas finalidades no fueran obtenidas. As, por ejemplo, una persona puede ayudar a otra por solidaridad pero, a la vez, esperar una compensacin humana. Las consecuencias de la accin: son otros efectos resultantes de un acto que pueden afectar su moralidad en la medida en que sean previsibles y evitables. Las consecuencias razonablemente previsibles y evitables, aumentan la bondad o maldad de un acto, mientras que los efectos imprevistos o inevitables causados por la propia accin pueden ser completamente ajenos a la voluntariedad del sujeto.

  • Como es evidente, las circunstancias no se aplican slo a las acciones malas, sino que influyen tambin en las buenas y, en tal caso, aumentan el mrito. Objeto, fin y circunstancias estn ntimamente relacionados en la accin del sujeto.

    Valoracin de las acciones con efectos indirectos Ya se ha visto que el obrar humano es complejo. La inteligencia presenta a la voluntad un objeto que sta ha de elegir libremente. Cuando de un acto humano se deriva un solo efecto, no se plantea ninguna dificultad para formar un juicio moral sobre ella, valorando adecuadamente el objeto, el fin y las circunstancias. Sin embargo, las acciones humanas, aunque sean singulares y concretas, muchas veces llevan inseparablemente unido a ese objeto directo de la voluntad otros efectos indirectos, no deseados en s mismos pero inevitablemente ligados a lo que se quiere.

    La accin de doble efecto Se designa con esta expresin el caso de la accin que tiene a la vez efectos buenos y malos, y la posible licitud de realizarla. La accin posee, por una parte, un objeto directo bueno y, por otra, un efecto indirecto que no interesa ni es querido de ningn modo, pero que est inevitablemente ligado a la accin que se quiere realizar. La cuestin que se plantea es si es lcito realizar un acto que tiene un efecto indirecto malo. Por ejemplo, un capitn de un buque en peligro de naufragar que manda arrojar las mercancas para salvar la nave y los pasajeros, no piensa para nada que el efecto malo (arrojar las mercancas al mar) sea involuntario o no intentado, sino que ha sido justamente hecho en razn de un bien que haca recto quererlo. Una accin que en s misma no es mala, pero que tiene un efecto indirecto malo, puede ser realizada sin cometer culpa moral? Es lcito realizar un acto bueno del que se derivan consecuencias buenas y malas? En qu condiciones sera lcita esa actuacin? En general, este tipo de acciones, aunque sean muy frecuentes, deben tratar de evitarse pero, si se dan determinadas condiciones, pueden ser realizadas sin que la accin sea calificada moralmente mala.

    Responsabilidad por las acciones ajenas La persona, tanto con su accin como abstenindose de actuar, puede influir en las decisiones y actuaciones de los dems Evidentemente, cada sujeto es responsable de sus propios actos, pero eso no quita que una determinada actuacin est considerada por las acciones realizadas por otras personas. Pueden enumerarse tres modos de induccin a acciones ajenas:

    a) La peticin: consiste en pedir o mandar una accin ya sea de manera explcita o tcita. Todos los mandatos, metas y objetivos, asignacin de tareas quedan comprendidos en este modo de inducir a las personas a comportarse de acuerdo con los principios y procedimientos de una institucin (escuela, empresa, etc.) La responsabilidad del directivo se extiende a la ejecucin de esas directrices y tambin a los perjuicios derivados de ellas.

    b) La persuasin: Consiste en aconsejar, alabar, criticar o incentivar las acciones ajenas. La responsabilidad por ellas depender de si se ha inducido a una buena o mala accin. Si se trata de un acto malo, la persona que aconsej o persuadi a otra a realizarlo es responsable de aqul si ha actuado con mala fe, ignorancia vencible o grave negligencia.

    c) La ejemplaridad: consiste en la influencia querida o slo prevista que la accin de una persona puede causar sobre la voluntad de otra. La ejemplaridad puede ser de signo positivo al dar buen ejemplo, se estimula a otros a hacer lo mismo o de signo negativo o escndalo, que es un obstculo que impide a otros actuar bien. La responsabilidad en la ejemplaridad o en el escndalo depende en gran medida del reconocimiento que tenga quien influye y en la personalidad de quien es influido. Cuanto mayor es la autoridad que se reconoce en un directivo y ms influenciables son los receptores de su conducta, ms poder tiene para estimular a otros a actuar de una determinada manera y, por tanto, mayor responsabilidad.

    DEBELJUH, P. El desafo de la tica. Ed. Temas. Buenos Aires. 2003. Captulos V.