Cuadernos de Negación 4 - Sobre la necesidad de destrucción del Estado

download Cuadernos de Negación 4 - Sobre la necesidad de destrucción del Estado

of 20

Transcript of Cuadernos de Negación 4 - Sobre la necesidad de destrucción del Estado

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    1/20

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    2/20

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    3/20

    PRESENTACION | 02

    PROLETARIADO: ALGUNAS OTRAS ACLARACIONES | 05

    QU ES EL ESTADO? | 06Qu es el estado capitalista?

    Esencia y funciones del estado capitalista

    ESTADO, EXPRESIN CAPITAL DEL DOMINIO BURGUS | 09

    Estado y representacinANTI-IMPERIALISMO? INTERNACIONALISMO! | 10

    CONTRA LA POLITICA, O MAS ALLA DE ELLA | 11

    DESTRUCCIN DEL ESTADO | 12

    Negar no significa simplemente decir no, declarar inexistente a una cosa, odestruirla de cualquier manera. No podemos solamente negar, sino que luegotenemos que superar esa negacin, dando paso a una realidad nueva quepueda contener aspectos positivos de lo negado.

    Compaero: si sents que estos materiales deben ser difundidos... A reproducirlos, imprimirlos, copiarlos,discutirlos! No son propiedad de nadie, son parte del arsenal dispuesto a nuestras necesidades y deseos, sonla experiencia histrica de personas que llevan adelante el combate a esta realidad impuesta.

    [email protected] | www.cuadernosdenegacion.blogspot.com

    CUADERNOS DE NEGACIN NRO.1:TRABAJO COMUNIDAD POLTICA GUERRAPresentacin del comic publicado por la pgina www.prole.info, con el agregado de una presentacin a loscuadernos + los textos: Contra la democracia y Proletariqu?.

    CUADERNOS DE NEGACIN NRO.2:CLASES SOCIALES, o la maldita costumbre de llamar a las cosas por su nombre.

    En este segundo cuaderno profundizamos y desarrollamos la cuestin de la lucha de clases y la revolucin,porque si hablamos de revolucin como transformacin radical de la sociedad, como supresin del capitalismo,

    hablamos indefectiblemente de la auto-supresin del proletariado como clase, esa inmensa mayora de lahumanidad que est impedida de vivir porque debe

    ganarse la vida de una forma u otra.

    CUADERNOS DE NEGACIN NRO.3: CONTRA LA SOCIEDAD MERCANTIL GENERALIZADASi hoy respirar, alimentarse, abrigarse, divertirse o buscar amor est condicionado por la necesidad de lacomercializacin, no significa que siempre fue as o que deba seguir sindolo.Hoy toda relacin social lleva el sello de la mercanca, sta ha ocupado la totalidad de la vida social. Incluso losseres humanos nos vemos unos a otros como mercancas.

    El capitalismo, como relacin social y no slo como concepto, es la sociedad mercantil generalizada, una sociedaden la que toda la produccin es produccin de mercancas: la dictadura totalitaria y generalizada de la ley del valorcontra los seres humanos.

    PRXIMO: CUADERNOS DE NEGACIN NRO.5: CONTRA LA DEMOCRACIA, SUS DERECHOS Y DEBERES.

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    4/20

    2

    Advertencia sobre las citas:Como en todos los casos en que publicamos citas, textos, panfletos o fragmentos de otros grupos o

    personas, dicha inclusin no implica en absoluto una reivindicacin acrtica de los mismos, sin importara quin pertenecieron esas palabras, los mili tantes que las escribieron o las organizaciones de las que

    formaron parte. Constituira una fantasa el pretender que un individuo, en un momento dado, hayapodido afirmar todo el proyecto de la revolucin, y que en plena sociedad capitalista no podamos estar

    influenciados, al menos mnimamente, por la ideologa burguesa.As tampoco se intenta dar un respaldo de autoridad a las citas publicando quin las ha firmado.

    Las grficas utilizadas al interior de este nmero fueron realizadas por: Gerd Arntz (1900-1988)

    Este conjunto de textos precisan una serie de puntosque consideramos fundamentales respecto al Estadocomo estructura jerrquica organizadora de la vida: susaspectos como guardin y defensor de la clasecapitalista -de la cual emerge- contra el proletariadocomo clase, e incluso como limitante del burgusindividual que intenta sobrepasarse. Intentaremostambin analizar su raz histrica y social, as como lanecesidad de su negacin. En el nro. 5 de estapublicacin -el prximo- ahondaremos mas en lademocracia y sus derechos y libertades. Por lo prontoaqu estamos,centralizandoalgunas reflexiones,incitando alpensamiento enaccin e invitando adesarrollar an mssobre este tema,para abandonar lapasividad y lasmitificaciones denuestra realidad.

    Lo queconsideramosfundamental asaber es que elEstado, eseabortomonstruoso de lasociedad, no esun enemigo porrazones de gusto,afinidad moral oantipata ideolgica. Lo es en tanto estructura depoder fundamental que garantiza nuestrosometimiento al trabajo asalariado, que permite ydefiende la destruccin de la naturaleza en pos dela produccin econmica1 y garantiza la guerra

    1 Pero cuando le conviene tambin defiende suconservacin, aunque nunca sea como fin en s mismo. Porejemplo, para la creacin de nuevos nichos de mercado, oincluso como imposicin de un Estado hacia otros, en formade requisito por parte de los organismos de crdito

    internacionales, de llevar adelante polticas pblicasambientalistas como condicin a la hora de otorgar fondos.Esto, si bien es un proceso complejo, se da generalmentedesde los pases desarrollados para con lossubdesarrollados, a veces como imposicin que buscaerosionar la autoridad de esos Estados como soberanos de

    como mtodo de reorganizacin econmica y decontrol social. Lo es tambin, en tanto estructuraque se contrapone a la plena realizacin de la vida yla autonoma de la comunidad humana: su meraexistencia limita la posibilidad de explorar ydesarrollar otros modos de relacionarse. Lo es,porque es justamente el resultado del antagonismode clases existentes.Desde sus orgenes el Estado capitalista mundial secristaliza en estados nacionales, pero no ha surgido enuno o varios pases y desde all se ha ido extendiendo.

    El capital surge delmercado mundial,va desarrollndose ysubsumiendo todaslas formas de

    produccinanteriores.

    En su continuodiferenciamiento

    ideolgico (ya sea pororden csmico odivino, familiar-sanguneo, depropiedad, religioso,etc.) los Estados hanencontrado en eldominio de la clasedominante diferenteexpresin formaldefiniendo suproceder; pero no susentido.El Estado no es un

    enemigo al que se pueda ignorar, al quesimplemente baste con oponerse o que ilusamentehaya que tomar bajo control: es una forma deorganizacin de la clase dominante que hay quedestruir, se organice en la apariencia de lademocracia o la dictadura; represente los interesesde la burocracia de un partido poltico, gruporeligioso u otra fuerza ideolgica burguesa. ElEstado moderno no es slo un presidente, casa de

    sus recursos naturales (en los cuales, no hay por qunegarlo, siempre hay intereses rapaces trasnacionales dandovueltas) y tambin como forma de limitar su desarrollo y porende la capacidad de cuestionar la hegemona de laspotencias; es decir, que se enmarca en una disputaburguesa interbloques en el campo internacional.

    PRESENTACIN a este cuarto cuaderno

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    5/20

    3

    gobierno, bandera, conjunto de fronteras an menosuna expresin cultural ancestral o un territorio! Es unaorganizacin ptima en relacin a las necesidades dela clase dominante, del poder poltico de acuerdo a laorganizacin de la produccin de la economa, es quiengarantiza esa produccin y reproduccin de la sociedadmercantil generalizada.Un Estado no equipara su nivel de desarrollo y poderfrente a los otros Estados en una balanza econmica,

    que de ser favorable sera ms beneficioso para loshabitantes de ese Estado, sino que lo hace en relacina su peso econmico en la totalidad de la economamundial, lo cual excede a nivel de anlisis al hechopuntual de un supervit en la balanza comercial2. Estees el sistema de relaciones que lleva a que se equiparetan bien el control monetario de la economa con sucontrol poltico: es el inters comn de una clase.

    El rol del Estado aqu, entonces, no se destaca tantopor el beneficio social que pueda generar a supueblo sino en su capacidad de impulsar el beneficiode la burguesa -nativa o extranjera-. Y es ese el

    sistema de relaciones que nos ha impulsado y nosimpulsa a su destruccin: el inters comn de nuestraclase despreciada por ste sistema de vida, y cuyodesprecio debemos considerar como la fuerza quecontiene la posibilidad de producir una forma de vidadiferente, que reconcilie al ser humano y la totalidad delmundo que habita.

    Previamente a rechazar al Estado, rechazamos todo unsistema de organizacin de lo social que lleva comoconclusin al Estado, su abolicin es inseparable de laabolicin del sistema de trabajo asalariado. Por ello, lalucha contra el Estado no es una lucha poltica de

    aparato contra aparato: partidos polticos o grupos queaspiran al poder estatal de manera extraparlamentariamediante, por ejemplo, la estrategia de la va armada.Tampoco es una simple lucha contra las fuerzas delorden confundiendo la parte con el todo: algn sectordel proletariado contra la polica o el ejrcito. Es unalucha social, total y totalizadora.

    Si esto lo sealamos es debido a la incomprensin dela organizacin social vigente, que suele serconfusamente separada como polticapor una parte, yeconmicapor la otra. Este error de anlisis -cuandoya no incrustado en el pensamiento como ideologa

    2 Claro ejemplo de esto fue lo que sucedi en la dcada delos 70, cuando EE.UU. tuvo un dficit comercial por primeravez en el siglo XX, dados sus abrumadores gastos parafinanciar la Guerra de Vietnam. Esta circunstancia no impidide todas formas que la superpotenciasiga haciendo valer supodero econmico-militar, interviniendo directamente oapoyando a una de las partes (financiando la oposicin agobiernos de tendencia anti-imperialistao alineados con laesfera sovitica, ahogando a esos pases con sanciones enlos organismos multilaterales de crdito, secuestrando yasesinando lderes opositores por medio de tareasencubiertas de Inteligencia, apoyando dictadores en los

    pases donde se haban formado fuertes movimientos deresistencia) en los asuntos y conflictos de diversas regiones,principalmente del Tercer Mundo, durante todo el decenio,an luego de la derrota en Vietnam (Operacin Cndor enAmrica del Sur, el Conflicto Centroamericano, Guerra deYom Kipur en Medio Oriente, etc.)

    que anula cualquier anlisis al aceptar dogmasinstituidos- se convierte en un gran obstculo a la horade cambiar esa realidad incomprendida. As, seescogen formas de lucha que no pueden acabar conuna cosa ni con la otra, y que de hecho, como unatrampa, tienden a perpetuar ambas, es decir: lasluchas politicistas (partidos, foco, grupsculos) y lasluchas economicistas (sindicatos, reformas,autogestin).

    Esta artimaa de separar lo poltico de loeconmico funciona para luego sealar que hayluchas polticas y otras luchas econmicas, y queen las polticas se acta bajo ciertos principios (losque suele dictar la ideologa escogida) y en laeconmica vale todo, supuestamente justificadopor las necesidades y las urgencias.Pero Cmo puede separarse lo poltico de loeconmico? En qu momento es una cosa y no laotra?3 Basta aislar un elemento para comprobar queen l se encuentra la influencia de la totalidad, que losocial es a la vez econmico y poltico. Queefectivamente sin la coercin econmica no habra

    venta directa o indirecta de fuerza de trabajo alburgus, pero esto tampoco existira si esa venta noestuviese garantizada por el Estado.Por lo tanto, aquellos tramposos llamados a serrealistas, a ser ms flexibleso a no debatir a la horade luchar, no son ms que llamados a articular eloportunismo, a subirnos al carro del cortejo fnebreque son la democracia y la dictadura mercantil. Losllamados a no reflexionar, como ya hemos sealadoanteriormente (Cuadernos de Negacin nro.2, pg.5)suelen ser llamados del tipo acplense a la luchacomo la queremos nosotros o mantnganse almargen, en la ftil discusin perpetua de las cuevas

    de los intelectuales, como si esas fueran las nicasdos posibilidades de un mundo esttico en el cual laspolarizaciones ya estn tan definidas que no hacefalta teorizar ms, sino actuar ya y ahora.

    De lo que se trata, entonces, no es de renunciar anuestras posiciones por culpa de la imposibilidadinmediata de su realizacin, o abandonar la realidadporque esta no se ajusta a nuestros principios. De loque se trata es de centralizar fuerzas, parajustamente articular una lucha total para abolir lasociedad de clases. Ese es nuestro desafo.

    ** *

    En todas partes del mundo donde los pobres sincualidades se rebelan contra su condicin y la tomanconcretamente con la miseria, el reformismo debehacer de sta una fatalidad y de la agravacin de laopresin social un problema poltico. Su finalidad esimponer el Estado como la respuesta a esta fatalidad;dicho de otro modo, que las aspiraciones sociales delos pobres vayan a buscar su realizacin en el Estado.Fuera del Estado, no hay salvacin!

    (Os Cangaceiros, Cmo se puede pensar libremente a la

    sombra de una universidad?")

    3 Es importante notar que estas dos ideologas son enrealidad aspectos del mismo proyecto, y llegaran siempre aconclusiones similares.

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    6/20

    4

    Est fuertemente impreso en el imaginario social:Estado hubo siempre, la democracia es deficientepero es la mejor de las organizaciones socialesposibles. Por ello es que la crtica del Estado y de lademocracia es neutralizada por un discurso armnicoy armonizador justamente democrtico y pluralista,pero totalitario. Totalitario en funcin de que no permitenada fuera de s, quien crtica a la democracia no debeser escuchado, es un idiota, un fascista o un demente

    de la teora, y en ltima instancia no se dudar enencarcelarlo o matarlo. Aunque previamente dichacrtica (en palabras o en algo ms que palabras) ya hasido hecha a un lado mediante la indiferencia: locontradictorio co-existe pacficamente de maneraescandalosa, insoportable4 la democracia y suslibertades se nos presentan como el triunfo definitivo.Lo totalitario se define, en este sentido, por oposicinantagnica a su concepto tradicional: discursivamentecasi todo est permitido, puesto que ya nada parecepoder hacer dao, perdido en un mar de discursosconstantes.

    Pero sus charlataneras son desmentidas y susescenarios de cartn pintado son destrozados por laprctica, cuando los rganos oficiales son hechos a unlado y los proletarios empujados por la necesidad y eldeseo comienzan a crear sus propios rganos dedebate, posicionndose fuera (y hasta contra!) de lacanalizacin de las instituciones estatales.

    4 Ms all de que esta afirmacin encarna tambin planosms complejos, sin dudas el ejemplo ms grosero de esto seesconde tras el lema que tanto gusta utilizar el ciudadano ensu ms pura expresin: no debe responderse a la violenciacon ms violencia. Este tipo de preceptos generansituaciones como que, tras el asesinato brutal por gatillo

    fcil de un joven proletario por parte de un polica, esteciudadano se indigne porque los vecinos, hartos de losabusos policiales reiterados, expresan su furia incendiando lacomisara del barrio. Es decir, la violencia monopolizada porel Estado no es un problema, sta es un problema cuandoescapa a su dominio.

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    7/20

    En el nro.2 de Cuadernos de Negacin (Tema central: Clases sociales o la maldita costumbre dellamar a las cosas por su nombre) nos hemos explayado ms sobre este tema, aqu queremossubrayar o agregar cuestiones que han quedado fuera o pudieron ser malentendidas debido adiversos prejuicios. Cada uno de estos puntos, comprendemos, puede merecer un texto aparte,aqu intentamos hacer una aproximacin al problema.

    01. Es importante remarcar nuevamente, no slo para este Cuaderno sino para el resto denuestras publicaciones, que cuando nos referimos al antagonismo entre burguesa y proletariadono nos estamos refiriendo a relaciones sociales entre un individuo y otro, estamosrefirindonos a clases sociales. Por lo cual debe comprenderse que no es un burgus queexplota a unas decenas de proletarios aislados, o unos proletarios aislados que pueden acabarcon la burguesa o simplemente mantenerse al margen de la lgica capitalista. Son condicionesglobales las que permiten la explotacin burguesa y no permiten, justamente, lograr apartasede ella o llevar una guerra social minoritaria contra el Estado y el Capital.

    02. La negacin de la existencia de clases antagnicas y la reduccin de los problemassociales a situaciones personales o grupales, fomentan y consolidan la ideologa dominante.

    5 Laideologa de la separacin, del ocultamiento, del todos contra todos, del ciudadano libre e igual.Los proletarios individuales no son mejores o ms nobles que los capitalistas individuales.Individualmente, los trabajadores pueden ser ms, menos o tan malos como cualquier otro. Elasunto es la actividad social del proletariado como clase.

    03."Eppur si muove". El antagonismo de clases existe independientemente de que sea o noreconocido a un claro nivel de conciencia como tal por los sujetos sociales.Y sin embargo se mueve" dijo segn la tradicin Galileo Galilei ante el tribunal de la SantaInquisicinque lo condenaba a muerte si no se retractaba de su afirmacin de que no era el Solel que giraba alrededor de la Tierra, sino al revs.

    04. El ciudadano en su frenes de consumo, consume ideologa, consume identidad y tarda encomprender que hay realidades impuestas que no ha adquirido en el mercado. Ser proletario noes una identidad elegida, es una realidad social. Y sentir orgullo por esta condicin es comoenorgullecerse por ser esclavo. No amamos ser proletarios. Y revolucin no significa, de ningunamanera, expandir la condicin de los trabajadores a toda la humanidad.

    05. No esperamos a que los explotados y oprimidos salgan a las calles con una bandera en laque est escrita la palabra proletarios. El debate sobre los trminos en nuestro lenguaje esarduo, sabemos que muchos socialdemcratas y dems reformadores del Capital han utilizado yutilizan ciertas palabras para decir justamente lo contrario, como tambin luchadoresimprescindibles de todas las latitudes no las emplean (y hasta las rechazan). Esto, si bien no escompletamente fatal, si es verdaderamente un obstculo: el no asumir nuestra prctica a nivelde consignas y conceptos, a la larga ha facilitado el debilitamiento, la confusin y larecuperacin contrarrevolucionaria.

    06.La opresin de clase no es una opresin entre otras. No es superior, ni inferior a lalucha contra el racismo, el machismo o la xenofobia. No se trata de pluralismo o anti-pluralismo.No se trata, tampoco, de dejar para despus de la revolucin los problemas parciales. De loque se trata es de asumir la lucha de una clase que contiene todas las orientaciones sexuales,sexos, colores y orgenes geogrficos. De comprender que no se trata de ecologismo sino deque el capitalismo a mediano plazo es incompatible con la vida en este planeta, que lasverdaderas causas no son los excesos o las maldades de algunas personas, sino la necesidadde valorizacin del Capital llevada adelante por la clase burguesa.

    5 Extrado de Estado: Guardin de la clase capitalista Grupo Anarquistas Rosario, 1 de Mayo de 2010.Donde se afirmaba que: en el ao de los festejos burgueses por el bicentenario se hace necesario remarcarel papel histrico y social del Estado capitalista.

    PROLETARIADO:ALGUNAS OTRAS ACLARACIONES.

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    8/20

    fragmento de un texto de Agustn Guillamn

    Eplogo del libro: BARRICADAS EN BARCELONA. La CNT de la victoria de Julio de 1936 a lanecesaria derrota de Mayo de 1937. Ediciones Espartaco Internacional. Coleccin: EmancipacinProletaria Internacional. Enero de 2007. Libro disponible en: www.edicionesespartaco.comAgustn Guillamn es tambien realizador de Revista Balance: Cuadernos de historia del movimientoobrero. [Entre corchetes algunas pocas apreciaciones de la presente edicin.]

    () El punto de partida de una revolucin proletaria esla destruccin del Estado burgus. As pues, paraentender qu es, cmo se desarrolla y qu pretendeuna insurreccin o una revolucin, necesitamoscomprender qu es el Estado, y sobre todo qu es elEstado capitalista.

    No es el Estado, o el poder poltico, el que crea lasclases, sino que es la existencia de una sociedaddividida en clases la que crea el Estado, paradefender todos los privilegios de la clasedominante. Podemos encontrar mil definicionesdistintas del Estado. Pero bsicamente se reducen ados. Una, amplia, que habla impropiamente del Estadoya en las primeras civilizaciones, con importantesexcedentes agrcolas, de Mesopotamia y Egipto, ydespus de Grecia y Roma, que no vamos a utilizar, yque es inadecuada para estudiar la actual sociedadcapitalista en la que vivimos. Se trata de una definicinque, en todo caso, necesita calificar al Estado con elmodo de produccin imperante: Estado esclavista,Estado feudal, Estado capitalista. Otra, reducida, en laque se utiliza el concepto actual del Estado, o Estadocapitalista, o Estado moderno, como poder soberanoabsoluto o nico en cada pas, que es la que aquutilizaremos.

    Qu es el estado capitalista?

    El Estado moderno, o capitalista, es una formahistrica reciente de organizacin poltica de lasociedad, surgida hace unos quinientos aos, enalgunos pases, con el fin del feudalismo y las primerasmanifestaciones del sistema de produccin capitalista.

    La aparicin del Estado (capitalista) supona ladesaparicin de las formas feudales de organizacinpoltica. El concepto de Estado (moderno) es, pues,muy reciente y surge con la aparicin histrica delsistema de produccin capitalista. Es la organizacinpoltica adecuada al capitalismo.En la sociedad feudal la soberana era entendida comouna relacin jerrquica entre una pluralidad de poderes.El poder del Rey se fundamentaba en la fidelidad deotros poderes seoriales y adems esos poderes de larealeza eran venales, esto es, podan venderse ocederse a la nobleza: la administracin de la justicia, elreclutamiento del ejrcito, la recaudacin de losimpuestos, los obispados, etctera, podan servendidos al mejor postor o eran adjudicados en unacompleja red de favores y privilegios. La soberanaresida en una pluralidad de poderes, que podansubordinarse o competir entre s.

    El Estado, en la sociedad capitalista, convierte lasoberana en un monopolio: el Estado es el nicopoder poltico del pas. El Estado (moderno ocapitalista) detenta el monopolio del poder poltico, yen consecuencia pretende el monopolio de la violencia.Cualquier desafo a ese monopolio de la violencia seconsidera como delincuencia, y atenta contra las leyesy el orden capitalistas, y por lo tanto es perseguido,castigado y aniquilado. En la sociedad feudal lasrelaciones sociales estaban basadas en la depen-dencia personal y el privilegio. En la sociedadcapitalista las relaciones sociales slo pueden darseentre individuos jurdicamente libres e iguales. Esta

    libertad e igualdad jurdicas (que no de propiedad) sonindispensables para la formacin y existencia de unproletariado que provea de mano de obra barata a losnuevos empresarios fabriles. El obrero ha de ser libre,tambin libre de toda propiedad, para poder estardisponible y preparado para alquilarse por un salario alamo de la fbrica, a una empresa o al propio Estado.Ha de ser libre y carecer de toda dependencia de latierra que labraba, y de todo sustento o propiedad,para ser expulsado por el hambre, la pauperizacin yla miseria hacia las nuevas concentracionesindustriales donde pueda vender la nica mercancaque posee: sus brazos y su inteligencia, esto es, su

    fuerza y capacidad de trabajo.A estas nuevas relaciones sociales, propias del ca-pitalismo, les corresponde una nueva organizacinpoltica, distinta de la feudal: un Estado quemonopoliza todas las relaciones polticas. En el

    QU ES EL ESTADO?

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    9/20

    7

    capitalismo todos los individuos son, en teora, libres eiguales (jurdicamente) y nadie guarda dependenciapoltica de ningn tipo respecto al antiguo seor feudalo al nuevo amo de la fbrica. Todas las relacionespolticas son monopolizadas por el Estado.

    En los modos de produccin precapitalistas las re-laciones de produccin eran tambin relaciones dedominacin. El esclavo era propiedad de su amo, el

    siervo estaba ligado a la tierra que trabajaba odependa de un seor. Esa dependencia hadesaparecido en el capitalismo. El Estado (moderno)es, pues, producto de las relaciones de produccincapitalistas. El Estado (actual) es la forma deorganizacin especfica del poder poltico en lassociedades capitalistas. Existe una separacin radicalentre la esfera econmica, la social y la poltica.El Estado (moderno) monopoliza el poder, la violenciay las relaciones polticas entre los individuos en lassociedades en las que el modo de produccincapitalista es el dominante. En el sistema deproduccin capitalista el capital no es slo el dinero, o

    las fbricas, o las maquinarias; el capital es tambin, ysobre todo, una relacin social de produccin, yprecisamente la que se da entre los proletarios,vendedores de su fuerza de trabajo por un salario, y loscapitalistas, compradores de la mercanca "fuerza detrabajo".

    El Estado (capitalista) ha surgido recientemente, haceunos quinientos aos, y desaparecer con lasrelaciones de produccin capitalistas. El Estado(capitalista), pues, no es eterno, ha tenido un origenmuy reciente y tendr un fin. La teora poltica delEstado moderno naci en la Inglaterra del siglo XVII,

    anticipando o justificando ese proceso histricoconocido como la Revolucin Industrial, con Hobbes (yLocke). Hobbes no es slo el primer terico, desde elpunto de vista cronolgico, sino que toda laproblemtica actual sobre el Estado (moderno) est yaen Hobbes. Desde Platn hasta Maquiavelo la teorapoltica pre-estatal se caracteriza por definir el poderpoltico y la comunidad como algo NATURAL, y poridentificar comunidad civil y comunidad poltica.6

    El Estado (capitalista) surge desde una contradiccin,que le da origen y razn de ser, entre la defensaterica del bien comn, o general, y la defensa prctica

    del inters de una minora. La contradiccin existenteentre la ilusin de defender el inters general y ladefensa real de los intereses de clase de la burguesa.La razn de ser del Estado (actual) no es otra quegarantizar la reproduccin de las relaciones socialesde produccin capitalistas.

    Sin embargo, el Estado (capitalista), cosificado en susinstituciones, es la mscara de la sociedad, conapariencia de fuerza externa movida por una

    6 Nota de Cuadernos de Negacin: Aqu tambin los

    politiqueros establecen una relacin directa entre lasdeficiencias del proletariado con el hecho de no tener,justamente, un espritu poltico, y he ah su superioridad:separarse del ser colectivo del Estado (Staatwesen) parasuprimir toda separacin con su ser colectivo humano(Gemeinwesen).

    racionalidad superior que encarna un orden "justo" alque sirve como rbitro neutral. Esta fetichizacin delEstado (moderno) PERMITE que las relacionessociales de produccin capitalistas aparezcan comomeras relaciones econmicas, no coactivas, al mismotiempo que DESAPARECE el carcter opresivo de lasinstituciones estatales. En el mercado, trabajador yempresario aparecen como individuos libres, querealizan un intercambio "puramente" econmico: el

    trabajador vende su fuerza de trabajo a cambio de unsalario. En ese intercambio libre, "slo" econmico, hadesaparecido toda coaccin, y el Estado (capitalista)no ha intervenido para nada: no est, (aparentemente)ha desaparecido.La escisin entre lo pblico y lo privado es unacondicin necesaria de las relaciones de produccincapitalistas, porque slo as APARECEN comoacuerdos libres entre individuos jurdicamente libres eiguales, en las que la violencia, monopolizada por elEstado (capitalista), ha desaparecido de escena. Detodo esto resulta una CONTRADICCIN entre elEstado COMO FETICHE, que debe ocultar su

    monopolio de la violencia, permanentemente ejercidasobre el proletariado para garantizar las relaciones deproduccin capitalistas, esto es, de explotacin del pro-letariado por el capital, y el Estado COMO ORGANIZA-DOR DEL CONSENSO social y de la legalidad, queconvoca elecciones libres, tolera los derechosdemocrticos de expresin, reunin, prensa yasociacin; permite los sindicatos obreros y legislaconquistas laborales como la asistencia sanitaria,pensiones, jornada de ocho horas, seguro de paro yenfermedad, etctera.

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    10/20

    8

    Esencia y funciones del estado

    capitalista.

    Es la existencia de una sociedad dividida en clases,entonces, la que crea el Estado para defender todoslos privilegios de la clase dominante. En caso de crisis,el Estado capitalista desvela inmediatamente que esantes Estado capitalista que Estado nacional, de

    pueblos y ciudadanos, o "Estado de bienestar". Elcomponente coactivo del Estado, ligado a ladominacin de clase, es la ESENCIA FUNDAMENTALde ste, que aparece difana [es decir: transparente]cuando consenso social y legitimacin estatal sonsacrificados en el altar de la sumisin del proletariadoa la explotacin del capital. Las revueltas y lasinsurrecciones proletarias desvelan siempre el carcterclasista del Estado y su esencial funcin represora. [esdecir: en talessituaciones el Estado devela siempre suverdadera esencia capitalista]

    El Estado capitalista surge de esa relacincontradictoria entre su esencia represora y su aparentefuncin arbitral. Pretende ocultar su papel represor,como garante de la dominacin de la clase burguesamediante el monopolio de la violencia, al tiempo quequiere aparecer como organizador del consenso de lasociedad civil, que a su vez legitima al Estado

    (moderno) como rbitro neutral. Con esto el Estadofortalece adems su monopolio ideolgico y consigueun dominio ms completo y encubierto de la sociedadcivil.

    Las instituciones fundamentales del Estado son elejrcito permanente y la burocracia. Las tareas delejrcito son la defensa de las fronteras territorialesfrente a otros Estados, las conquistas imperialistas,para ampliar los mercados y acaparar materias primas,y sobre todo la garanta ltima del orden establecidofrente a la subversin obrera. Las tareas de laburocracia son la administracin de todas aquellasfunciones que la burguesa (parcial o totalmente)

    delega en el Estado: educacin, polica, salud pblica,prisiones, correo, ferrocarriles, carreteras Elfuncionario del Estado (capitalista), desde el maestrode escuela al catedrtico, del polica al ministro, delcartero al mdico desempearon, o desempean,funciones necesarias para la buena marcha de losnegocios de la burguesa, mientras no sean un buennegocio para sta, en cuyo caso se privatizan, comoha sucedido ltimamente con crceles, polica yejrcito en algunos pases.

    El Estado (moderno) es la ORGANIZACIN deldominio poltico, de la coaccin permanente y de la

    explotacin econmica del proletariado por el capital.El Estado (capitalista) no es, pues, una mquina oinstrumento que pueda utilizarse en un doble sentido:ayer para explotar al proletariado, maana paraemancipar al proletariado y oprimir a la burguesa. Noes una mquina que pueda conquistarse, ni que puedamanejarse al antojo del maquinista de turno. Elproletariado no puede conquistar el Estado, porquees la organizacin poltica del capital: ha dedestruirlo. Si una insurreccin victoriosa delproletariado se limita a conquistar el Estado, y mstarde a fortalecerlo y reconstruirlo, podemos estar anteun golpe de Estado o una revolucin, e incluso ante

    una revolucin proletaria (como en Octubre de 1917 enRusia), pero ante una revolucin que est poniendo enpie los fundamentos de una rpida y slidacontrarrevolucin, que pronto desembocar en otraforma de gestin del capitalismo, como sucedi con elestalinismo en Rusia.

    El proletariado ha de destruir el Estado porque ste esla organizacin poltica de la explotacin econmica deltrabajo asalariado. La destruccin del Estado es unacondicin sine qua non7 del inicio de una sociedadcomunista. Pero el Estado capitalista no puededestruirse realmente si antes la clase proletaria no

    siega inmediatamente las condiciones econmicas,sociales e histricas de la existencia del trabajoasalariado y de la ley del valor, en un mbito mundial.

    7 Nota de Cuadernos de Negacin: Condicin sine qua nones una locucin latina originalmente utilizada para decir"condicin sin la cual no". Se refiere a una accin, condicin,o ingrediente imprescindible y esencial.

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    11/20

    9

    La burguesa ha llegado al poder porque es la clase de la economa en desarrollo. Elproletariado slo puede tener l mismo el poder transformndose en la clase de laconciencia. La maduracin de las fuerzas productivas no puede garantizar un poder tal, ni

    siquiera por el desvo de la desposesin acrecentada que entraa. La toma jacobina delEstado no puede ser su instrumento. Ninguna ideologa puede servirle para disfrazar losfines parciales bajo fines generales, porque no puede conservar ninguna realidad parcialque sea efectivamente suya.

    Guy Debord La Sociedad del Espectculo

    Este sistema de relaciones que rechazamos tieneformas precisas, pues en la raz de la supervivenciahumana moderna est la imposicin de la economa. Laeconoma no tiene un proceder a-histrico, es decir, noes ajena a su realidad histrica y ha acompaado alhombre desde las primeras formas de acumulacin e

    intercambio. En ese devenir histrico de miles de aos,desde hace slo unos siglos la economa se hace partesustancial del proceso que lleva a la destruccin de lasrelaciones de poder basadas en algn tipo de derechodivino y hereditario.

    La economa impulsa consigo la consolidacin de unanueva clase dominante -la burguesa- pues basa supoder en el poder econmico, gracias al motorincesante de la productividad capitalista. Las figuras delpoder feudal, religioso, monrquico, seorial se vandesdibujando bajo la influencia de la economamonetaria de la banca y el poder territorial logrado por

    medio del comercio Qu respeto puede merecer lafigura papal o monrquica si su investidura estcondicionada a la propiedad?

    As es tambin como la representacin poltica ya noencuentra sentido en el poder devenido por lazossanguneos o hereditarios, debidos a una relacin sacrao simblica en torno a un territorio o grupo de personas,sino por la propiedad y/o el control de un territorio ogrupo humano y su capacidad productiva. Laburguesa, teniendo conciencia de ser la propietaria delos recursos econmicos que daban vida a lasciudades, se hizo paulatinamente del poder poltico, fue

    construyendo y desarrollando el aparato jurdico-ideolgico para perpetuarse en l -es decir, el Estadomoderno- y el aparato administrativo que le permitiesearticular esta dominacin sobre un vasto territorio y ungran nmero de personas -la burocracia- y as, se hizocargo de la organizacin de la sociedad.

    El Estado moderno burgus, es el pilar fundamental dela organizacin del conjunto de normas que ordena ylegtima esta sociedad hundida en el despilfarro de vidaen favor de la ganancia de capital. Por ello, plantearsefrente al poder del Estado sin pensar en su destruccintotal no se puede comprender como una propuesta que

    se considere revolucionaria, pues toda la estructuraestatal (poder ejecutivo, poder legislativo, poder judicial,fuerzas armadas y un largo etc.) asume en la farsa dela representacin el control de nuestras vidas,mantenindolas en relacin al orden de produccin.

    Con esto, intentamos precisar que el Estado es parteesencial del sometimiento de nuestra vida a lasupervivencia de la economa, es parte de la estructuraordenadora que le conviene a la produccin,intercambio y acumulacin capitalista; en definitiva: a laburguesa. Es nuestro enemigo, no porque quienes

    detentan el poder sean malas personas o estnmotivados por ciegas ambiciones; es nuestroenemigo porque organiza y ordena el sometimientode nuestras vidas en armona con el Capital porquees el gobierno del Capital!

    Estado y representacin

    El Estado tambin es representacin, y existe porquetenemos una idea formada de l a la cual nossometemos, lo cual implica un ajuste de piezas msintrincado que la mera simpata por un gobierno ms ala izquierda o ms a la derecha.

    El funcionamiento de la economa -esa ley que gobiernaal mundo y que se esparce hasta el ltimo rincn queroza el gobierno del Capital- basa su orden productivo yde intercambio en la idea de valor, y por ende, devalorizacin de la cosa mercanca. Para valorizar algono hace falta colocarle un determinado precio -eso esuna representacin formal entre muchas- sinoreconocer la existencia econmica de la cosa, es decirque la cosatenga valor como mercanca.Los cambios materiales no suceden linealmente portanto no hubo en un principio un grupo de seoresburgueses que se organizaron para crear un sistemaeconmico al cual le dieron el nombre de Capitalismo,estructurndolo bajo ciertas normas y que a su vezestructur al Estado de acuerdo a determinadas leyes.Es que en definitiva, el desarrollo y poder de losEstados nacionales es el desarrollo y poder delCapital mundial, y en concreto, de cada tomo deCapital que para enfrentarse a otro -y en sudesarrollo- se asocia y coaliga a otros tomos hastaestructurarse en fuerzas estatales contrapuestas.Sin perder de vista que, pese a su competencia,estos tomos son parte del Capital mundial. Que losEstados nacionales son partes del Estadocapitalista mundial, es una cuestin que se ve conclaridad en cada represin mundial al proletariadoen tal o cual pas. El Capital tambin es mundial,pero su concrecin no puede afirmarse ms que

    ESTADO, EXPRESIN CAPITALDEL DOMINIO BURGUS

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    12/20

    10

    como esferas de capital enfrentadas -pues lacompetencia es su motor-, y por ello, el Estado delcapital es mundial pero se afirma en tanto queEstados nacionales.

    En el transitar de la historia del ser humano, ste vacreando y desarrollando las estructuras y surepresentacin del mundo material como inmaterial,tanto de su economa (entendida como organizacin

    material de su supervivencia) como de sus deseos ypasiones que impulsan sus ganas de vivir a partir de loexistente (destruyndolo, adaptndolo, crendolo). Estoes un movimiento constante, diacrnico, sin cortes y no-lineal.Luego de que el hombre atravesara el gran vuelco en lahistoria que signific la disolucin de la comunidadprimitiva -cuando en algunas comunidades se comienzaa producir para el intercambio en lugar de hacerlo paralas necesidades- se produce otro gran cambio histricoque muestra a ciencia cierta lo que puede ser unarevolucin8, en este caso burguesa, a partir de ladestruccin de la idea de sometimiento al orden

    jerrquico de la propiedad de la tierra por decreto divinoy hereditario, que significaban la monarqua y elfeudalismo. La burguesa, al ser conciente de ser lapropietaria de los recursos econmicos que dabanmovimiento al mundo, se hizo paulatinamente del poderpoltico, se hizo cargo de la organizacin de la sociedadenfrentando directamente el poder monrquico con elpeso de la guillotina.El espritu del progreso que conduce la revolucinburguesa, su identificacin social de clase privilegiada,en definitiva, toda la valoracin positivista del mundomoderno basado en el capitalismo; es lo que hace aeste proceso un proyecto truncado de liberacin de la

    humanidad. El proletariado, al no tener ningunaimposicin histrica que afirmar -ms que la liberacinde la humanidad- contiene la necesidad vital de laemancipacin de toda la humanidad.

    Como conjunto de personas con diferentes ambicionesy deseos, la burguesa no responde a una voz nica,define sus movimientos en base al desarrollo histricodel conjunto de sus intereses de clase y de losprocesos de la economa (que es en definitiva lo quegarantiza su existencia). Por lo tanto podra desarrollaruna economa ms ecolgica si es necesario,potenciar el rol del Estado en la administracin de la

    economa nacional, ordenar bajo una estructura militarel funcionamiento de la sociedad o hastadesobstaculizar liberalmente la economa del fuertecontrol de los Estados, si el desarrollo capitalista as selo exigiese.

    Por tanto, cualquier representacin poltica inmersaen ste orden social, si bien no respondedirectamente al sector de la burguesa que ocupa elpoder, s representa los intereses de la burguesaen tanto que clase mundial.

    8 La capacidad de un conjunto social que se reconocehermanado por intereses comunes, e impone suscondiciones al mundo generando un nuevo orden por sobreel viejo, ya muerto, es lo que consideramos para realizar talafirmacin.

    La continuidad y el desarrollo de la lucha contra losexplotadores, nos conduce a coincidir con nuestroshermanos de clase en todo el planeta, en una solacomunidad de lucha contra el capital mundial, aquelque ya ha abolido las fronteras para s mismo en pos decircular libremente y que no tiene patria!El imperialismo, no es un fenmeno particular de tal ocual potencia, de tal o cual Estado, sino que es unfenmeno inherente e invariante del capital mismo:cada tomo de valor valorizndose contiene todos lospresupuestos del terrorismo imperialista. "LosEstados poderosos slo pueden sostenerse por elcrimen. Los Estados pequeos slo son virtuososporque son dbiles" expresaba ya hace siglosBakunin.

    El grupo poltico que ahora nos gobierna, o los

    capitalistas que actualmente nos explotan, podran serotros, de otro pas, de otra religin, ideologa poltica ohasta de otras familias. No es slo su poder particularlo que permite su dominacin, sino las condicionesglobales de explotacin y opresin.La lucha anti-imperialista, es la renuncia a la luchacontra el capitalismo y sus Estados en tanto querelacin social. El anti-imperialismo apunta hacia unpas, justificando as el capitalismo y el estatismode los pases menos desarrollados.

    El trabajo asalariado siempre esexplotacin. Las condiciones de trabajo

    son, por supuesto, mucho mejores para unobrero de un restaurante sueco que para,por ejemplo, un nio que trabaja en unafbrica de zapatos en China. El problemaes que slo hay un mundo, donde lascondiciones y la explotacin de losobreros en Suecia y en China estnconectadas entre s. Si uno se toma enserio el cambiar al mundo, hay queatacar la base misma de la que dependeel capital: el trabajo asalariado.

    (Kmpa Tillsammans!,Hamburguesas vs. valor)

    El proletariado no tiene -y nunca tuvo- patria. Por ello,el internacionalismo no es la suma de losnacionalismos particulares, ni la suma de losprocesos de "auto-determinacin de los pueblos".

    ANTI-IMPERIALISMO?INTERNACIONALISMO!

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    13/20

    11

    El patriotismo, sea del color que sea, siempre ser unas bajo la manga de la burguesa para dividir a unaclase que es mundial.

    Si bien hoy el desarrollo del capitalismo mundial tiendea eliminar la existencia de luchas de "liberacinnacional", o por la "auto-determinacin de los pueblos",estas an persisten, agregando por ejemplo la variantede la liberacin de conjuntos o bloques de pases. Sin

    embargo, su programa es invariable: reemplazar una

    dominacin por otra, ocultar el antagonismo de clasepresente a escala global, y la produccin capitalista.Estas afirmaciones programticas que expresamos noson dogma o tradicionalismo, parten de la comprensinde que nuestra clase, es una clase mundial, y slomundialmente pude auto-suprimirse. Ya no se trata desolidarizarse con el proletario de otro pas quepensamos en peores condiciones que las nuestras, setrata de asumir que su lucha es la nuestra, luchando en

    nuestro pas, contra nuestro Estado, contra nuestraburguesa.

    Ser anti-polticos no representa pasar por al lado de lascuestiones denominadas polticas, o no tomarlas encuenta, sino actuar comprendindolas como partes deun cuerpo vivo del cual formamos parte. Del mismomodo en que nuestras acciones definen algunareaccin en ste cuerpo social, la definicin del ordenque rige a ste cuerpo nos afecta profundamente.Puede ser que a un nivel amplio y terico no nosinterese cual sea la definicin poltica del gobierno de

    turno, o simplemente nos conformemos con larepeticin de frases de apariencia rebeldes (todoEstado es terrorista) o el discurso de las minorasparlamentarias (por un gobierno como la gente obasta de corrupcin en el gobierno). Pero estanegacin de lo poltico, no nos puede conducir auna negacin de una realidad donde las decisionestomadas a nivel de estructuras de poder, afectan ydeterminan nuestro ser social.

    No bastan los eslganes vacos y los discursos que seconforman con enaltecer una ideologa. Lo que nosinteresa de los procesos sociales existentes, es que

    somos parte de ellos, siendo nuestro objetivo anularlosantes de que estos anulen nuestra humanidad y nuestroser colectivo en pos de mantener la economa. Algunoscreen que es posible conseguir la "libertad poltica"sinconseguir la "libertad econmica", pero ambasconquistas por s solas son intiles y vacas, pues estassupuestas esferas son parte indisociable del cuerposocial. Slo el anlisis -no inocente- de polticos,economistas y expertos es capaz de producir estadisociacin, esta separacin que anula en el discursonuestra pertinencia en dichos temas: nosotros somoslos hombres y mujeres que vivimos y damos sentido alorden poltico existente o cualquiera que pueda existir,

    nosotros somos los hombres y mujeres que ponemosen movimiento y generamos la economa. Sin embargonos hemos convencido de que poltica, economa yprcticamente todo en esta sociedad son cienciasocultas, slo posibles en su real comprensin para

    pseudo-expertos. Para nosotros queda el espectculode la opinin, sabemos opinar de todo sin restriccin -elmaterial nos lo otorga, fcilmente deglutido enforma de polarizaciones ordinarias, el peridico onoticiero de cada da- mientras nos abstengamos entomar decisiones claves en nuestra vida y en el ordensocial.

    Preocuparnos entonces de la poltica dentro de la

    misma dimensin poltica que se nos presentacomo esfera abordable (es decir, opinar sobre losvalores morales de tal candidato, preferir las gaseosasproducidas en pases tercermundistas sobre lasgaseosas producidas en pases del hemisferio norte,etc) es parte de la pirotecnia del espectculopoltico: un absurdo del cual no nos interesa serparte, pero que debemos considerar comoexpresin de la realidad. En este mismo sentidohemos de enfocar la siguiente pregunta: es entoncesuna contradiccin imposible de realizar la conformacinde un partido poltico conformado por proletarios, o unalucha poltica llevada adelante por estos? No, no es

    imposible, simplemente es absurdo. Es mantenerse enel terreno de lo estrechamente poltico para nocomprender la realidad tal como es, hacindoseimposible entonces atacarla.

    Lo poltico existe slo en cuanto que separado delresto de la realidad social, de no estar separado yano es poltica, es su misma separacin lo que ladefine como tal. Lo que no se soluciona en la merasuma de estos aspectos o parcialidades, dejando delado la interrelacin y la comprensin de que el todo esms que la suma de las partes.Estamos contra la poltica, pero no para

    interesarnos por algo ms pequeo que ella o porotra cosa, sino por algo ms completo, abarcador,total: denuncindola como un engaoso rbol quepretende ocultar el frondoso bosque del cual formaparte.

    CONTRA LA POLTICA, O MS ALL DE ELLA

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    14/20

    DESTRUCCION DEL ESTADO

    El viejo discurso fascista del Estado omnipresente9 es hoytambin una realidad democrtica. No existe un fuera delestado, todas nuestras relaciones son atravesadas por l, y nohay regin del mundo que no est bajo la sombra de un Estado.Por eso la inevitabilidad de su destruccin: no hay esferassociales por fuera del poder estatal, no podemos hacerabstraccin del Estado. Ya no slo se trata de seguir

    reflexionando acerca de qu hace el Estado con nosotros, sinotambin de pensar qu haremos nosotros con l.

    La fuerza del Estado surge desde la sociedad, para luegosituarse por encima de ella. Un ejemplo claro es la relacinentre la polica y la mentalidad policial: las fuerzas policiales, sibien estn dirigidas por la burguesa y en su defensa, estnconstituidas mayoritariamente por proletarios traidores a su

    clase. Estos incluso cumplen un rol que la sociedad conmentalidad policial ve como poco digno, aunque siempreargumentando que alguien tiene que hacer el trabajo sucio.Algo similar sucede con el gobierno, es un secreto a voces quetodos los polticos son mafiosos, mentirosos y estn en contrade los intereses de los trabajadores, sin embargo se vota encada eleccin por el mal menor una y otra vez, o hasta se deja

    de votar, manteniendo lo mas importante:el continuar delegando la responsabilidadsobre la totalidad de nuestras vidas endiversos especialistas o pseudo-especialistas, al costo de sacrificarlotodo, es decir: que otros hagan aquel

    trabajo sucio, pero tambin todarealizacin plena como seres humanosno alienados.Pero Esto sucede sobre la nada, en elmbito de la abstraccin total? No, haycondiciones materiales e ideolgicasque lo hacen posible, y una esinseparable de la otra. El Estado no esuna entidad, sino una actividad, unaactividad histrica y social. Es elproducto de una sociedad que, al llegara cierto estado de desarrollo y situadaen un antagonismo social

    irreconciliable, en el intento de perpetuarse encontr la formade continuar y garantizar su existencia conservando,justamente, ese antagonismo social irreconciliable.Garantizando tambin el libre desarrollo del valor, en unescenario de orden y garantas para su existencia.El Estado moderno naci con la sociedad de clases, y tieneque mantener esas condiciones si precisa seguir existiendo.Esto es lo mismo que decir, entonces, que el Estadomoderno se extinguir con la sociedad de clases.

    9 Nosotros confirmamos solemnemente nuestra doctrina respecto al Estado; confirmo no menos enrgicamente mi frmula del

    discurso en la Scala de Miln: Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del EstadoBenito Mussolini (Discurso de laAscensin, 26 de mayo de 1927).Frase a la cual podramos agregar la actual falacia democrtica, que se avergonzara de compartir opiniones con aquel histricofascista que nos presentan como su enemigo: Se va hacia nuevas formas de civilizacin, tanto en poltica como en economa. ElEstado vuelve por sus derechos y su prestigio como intrprete nico y supremo de las necesidades nacionales. El pueblo es elcuerpo del Estado, y el Estado es el espritu el pueblo. En la Doctrina Fascista, el pueblo es el Estado y el Estado es el pueblo (18de marzo de 1934)

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    15/20

    Es al comprender al Estado de forma histrica y socialque comprendemos que su destruccin no puede serinstantnea, que slo se podra destruir el Estado dela noche a la maana si ste no tuviese su razenterrada en el terreno de lo social.10Esto, que algunos no han comprendido por falta dereflexin, otros lo han intentado comprender a sumanera para perpetuar la sociedad mercantilgeneralizada llamndole periodo de transicin.

    Transicin a qu? Deberamos preguntarnos, si lofundamental sigue sin siquiera ser molestado: laproduccin para el intercambio bajo un gobierno de unou otro color. Porque justamente, lo que se quiere esasegurar la transicin no hacia el comunismo, sinoun mayor desarrollo del capitalismo y del poderpoltico. Las finalidades de aquellos perodos detransicin que se nos vienen a la cabeza al recordaraquel trmino (Rusia, Cuba, China), no fuerondesviaciones o errores, sino que fueron justamentegolpes al proletariado, bajo el nombre del comunismoyla libertad.11No fueron traiciones de los lderes o problemas en

    las formas de organizacin. Los lderes, los referenteso las personas sobresalientes en un perodo de esascaractersticas son un emergente del movimiento social,si estos hacen o deshacen es por el apoyo, omisin oescasas fuerza de su clase para oponerse. Es decir:una clase que, con esos personajes o con otros,tampoco podr llegar muy lejos debido a susdebilidades.Por otra parte, la cuestin de la crtica a las formasorganizativas como algo fundamental es en realidad unfalso problema. Las formas organizativas van de lamano y surgen de una necesidad de fondo, deexpresar un contenido. Si el proyecto es el desarrollo

    del capitalismo o la toma del poder poltico, poco y nadacambia, ms que el grado de efectividad con la que serealiza ese mismo contenido, si esto se organiza enasambleas o de forma vertical.12

    Por eso, cuando hablamos de comunismo o anarquano estamos refirindonos a quien gestionar el actualsistema de produccin, o quien ocupar las bancas delgobierno, ni si la bandera que reemplazar a lasbanderas de los Estados actuales ser de color rojo ode color negro. No se trata del desarrollo del

    10 Sin duda, las consignas y los deseos de destruir el Estado

    de la noche a la maana son atractivas, y hasta vistas consimpata, en comparacin con todas las tendenciasreformistas que slo quieren mejorar el Estado. Pero msall de las proclamas y las consignas poticas, elinmediatismo revolucionario es una posicin idealistaheredada del pasado, que no tiene en cuenta condicinhistrica alguna.

    11 Y estas fatales experiencias para el proletariado llamadaspases socialistas, en vez de desnudar la realidad de sucapitalismo han contribuido al mito de la muerte delcomunismo, o del capitalismo como vencedor histrico.

    12 Puede ocurrir que movimientos con formas organizativas

    idnticas (asamblearismo, lucha armada, lnea editorial)expresen contenidos sociales radicalmente distintos. Pero larevolucin no es un problema que se resuelveencontrando la forma organizativa adecuada; por elcontrario, es una cuestin de contenido social real.(Cuadernos de Negacin nro.3: Buscando la raz de laradicalidad, pag.5)

    capitalismo a manos de los trabajadores sentados enlas bancas del gobierno o en su nombre, nos referimosa la abolicin del capitalismo, las bancas del gobierno yel rol de trabajadores y todo smbolo que nos reduzcaa un rol pasivo y de servidumbre.

    Y mas all de todas estas cuestiones, hay algo entreaquella noche y aquella maana a la cual nosreferamos, que seguramente sean aos. Razn parcial

    tenan aquellos primeros nihilistas revolucionarios quese empeaban en que debamos negar esta sociedad,argumentando que despus de nosotros vendrangeneraciones ms libresque se desarrollaran en otrascondiciones de vida y que por ello tendranseguramente mejores propuestas que las nuestras,atrofiadas por el peso de la ideologa dominante. Claroque, sin proyecto revolucionario, la destruccin a ciegascon la esperanza de un futuro mejor no garantiza, ni seaproxima, a nada ms que la lenta e inevitablereconstruccin de la nica forma de vida queconocemos, si no desarrollamos el cmo construirotras. Pero volvamos a lo nuestro: esquivar la

    cuestin del mal llamado perodo de transicin esdejarle el momento definitivo a la contrarrevolucin,o seguir luchando a ciegas con las esperanzas queel estado de cosas se dirija a buen puerto por obray gracia de la magia, o los buenos deseos y labuena voluntad.

    "La pasin por la destruccin es tambinpasin creativa."

    Mijail Bakunin

    No se trata de etapas, sino de una realizacinmltiple. La abolicin del Estado precisa justamente de

    nuevas formas de organizarse en sociedad, lo queincluye la abolicin de los aspirantes a reconstruirlo, yestos aspirantes se desarrollan en las condicionescapitalistas, condiciones que por lo tanto tambin debenir siendo abolidas, en tanto terreno frtil para lareconstruccin del viejo mundo.Y es que la abolicin del Estado no es nuestra nicameta, la que nos diferencia del resto, sino que esconsecuencia de pretender abolir el antagonismo declase que sufrimos. La necesidad de acabar con elEstado capitalista es la necesidad de matar al perroguardin de la burguesa, un perro guardin que enalgunas ocasiones parece tomar cierto grado de libertad

    de algunos de sus amos, pero jams de todos. Su no-destruccin total significa seguir manteniendo unaspecto de la organizacin social de la clase capitalista.

    En un nmero anterior de esta publicacinexpresbamos La anarqua no es entonces un montnde medidas que se tomarn el da despus de larevolucin, es lo que hacemos hoy para llegar a los dasde la revolucin, o para desenvolvernos mejor ensituaciones prerrevolucionarias.

    13 Y unos compaeros

    nos sealaban que si bien es necesario romper con elmito de la Revolucin como fin separado de nuestraactividad antagnica cotidiana, tambin se llega a lo

    contrario banalizando que la Revolucin es slo lo quehacemos cotidianamente. A esto se agregan otros queaseguran no esperar hasta la Gran Insurreccin y viven

    13 Cuadernos de Negacin nro. 2: Comunismo?Anarqua?, pag. 7

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    16/20

    14

    en insurreccin permanente, cmo si se pudieracomparar una cosa con la otra!Por ello, la actividad militante exige lo que se expresaen aquella frase, pero por supuesto, tambin un montnde acciones que se realizaran durante y despus delas grandes jornadas insurreccionales. Lo que deninguna manera significa conquistar el poder poltico yrealizar reformas sociales. Ya hemos hablado de la

    destruccin del Estado y el Capital como unarealizacin mltiple.

    No se trata de reemplazar las funciones del Estadocapitalista, pero tampoco se puede dejar paradespus de la revolucin cuestionesfundamentales: desde qu y cmo producir hastalas relaciones personales al interior de nuestraclase en lucha, la defensa y ataque frente alreagrupamiento burgus, y otros puntos quesurgirn en un momento insurreccional.Al menos pensar en la necesidad de estas tareas, es devital importancia si verdaderamente se quiere

    transformar el mundo acabando con las clases sociales,y en lo posible -y sin aspiraciones pontificadoras-generar las mejores condiciones de vida que seamoscapaces de establecer14.

    Pero si nuestra finalidad es continuar respondiendo aesta sociedad de aqu a la eternidad sin cambiar nada,continuar presos de un activismo sin perspectivas oconquistar el poder poltico del Estado; entoncespodemos seguir rechazando esta cuestin, que si bienlejana en el tiempo, discutir y reflexionar acerca deella representa una tarea programtica que no sloda perspectivas a largo plazo, sino que orienta en la

    lucha presente.

    QU Y CMO PRODUCIR:El proletariado constituido en clase no se convierte enun rgano poltico o en un rgano econmico que sereafirma o valoriza constantemente, sino que debe

    14 Con toda la amplitud que expresa sta idea, consideramosque cada cual, como sujeto consciente y en relacin a losdems, puede desarrollar en lo ms ntimo el conocimientomnimo en relacin a su propia vida: qu alimentos nos

    hacen bien o mal, qu forma de relacionarnos son nocivas onos satisfacen ms, qu herramientas sabemos usar mejor,cules podemos aprender a usar, qu tareas estamosdispuestos a llevar a cabo en pos de nuestros objetivosparticulares y colectivos, quines estn en similardisposicin.

    tender a destruir esa separacin, y asumirse comosujeto social.Espontneamente (en el sentido de naturalidady no deinmediatez de la palabra) se ir dejando a un lado laproduccin de bienes intiles, y se mejorar la calidadde lo que s se necesita Quien producira una comidarepleta de qumicos para s y sus iguales, cuando sepuede hacer una realmente nutritiva? Porque no se

    trata de realizar la gestin de este mundo tal comoest15, sino de crear uno nuevo, oculto en este.Comenzando a realizar actividades concebidas enfuncin de las necesidades humanas, en la tendencia aterminar con la alienacin que se relacionadialcticamente con no producir para las necesidadesdel capital.La finalidad no es el control obrero de la produccin,porque la produccin en tanto que produccin demercancas destinadas al intercambio, en tanto queproduccin de valor, siempre pero siempre dominar alos productores, aunque estos deseen lo contrario. Y laproduccin es indisociable de las decisiones

    polticas, por lo tanto la prctica proletaria entanto que totalidad se deshace de su envolturaeconmica al producir, de su envoltura polticaal decidir y de su envoltura militar al tomar lasarmas. Porque de ninguna manera podr asumirseverdaderamente como clase, como fuerza centralizada,imponiendo sus necesidades y sus deseos, si toma elcontrol de las armas pero no de qu producir, si tomacontrol de qu producir pero no de las medidas socialesms generales a llevar adelante. Todo debe estarntimamente relacionado ya no como aspectosseparados, sino como aspectos de una misma luchatotal.

    Pongamos un ejemplo: Suponiendo incluso la mximautopa de que se haya efectivamente destruido todafuerza organizada poltico-militar de la contrarrevolucinabierta en el mundo, y se comience a organizar lasociedad, no sobre la base de la centralizacin orgnicay una directiva nica contrapuesta a la ley del valor,sino a las decisiones democrticas de un sinnmero deasociaciones, poco tiempo despus tendremos otra vezel capitalismo en pleno funcionamiento. O dicho de otraforma, sin la supresin de la autonoma de decisin

    15

    Un mundo en el que toda la electricidad que nos llegaprocede de gigantescas centrales elctricas (sean de carbn,fuel-oil o nucleares), siempre quedar fuera de nuestroalcance. Slo la mente poltica considera que la revolucines ante todo una cuestin de toma de poder o redistribucin,o ambas cosas.(Jean Barrot, "Capitalismo y Comunismo")

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    17/20

    15

    local en el cmo producir y el qu producir, quecaracteriza a la sociedad mercantil, no se puededestruir el capitalismo.()Si los productos no pierden el carcter mercantil, siel valor de cambio contina reinando, todas lasatrocidades del capitalismo volvern a reproducirse, yesa nueva sutilidad del gestionismo se revelar como loque es, un arma de la contrarrevolucin, de la

    reconstitucin del capitalismo, no ya contra lainsurreccin sino para despus.16

    Es claro que este nuevo modo de producir no puedeser realizado de la noche a la maana, pero s se debetender a ello, si verdaderamente se quiere acabar conel Capital y su dominacin.Por lo tanto, la necesidad de procurar actuar comofuerza total y centralizada es fundamental (haciendoreferencia mas a los contenidos que a las formasorganizativas). No luchando mediante actos aisladoscontra el viejo mundo, ya sea formal o informalmente,con democracia o sin ella; sino asumiendo la fuerza queha adquirido para imponerse al Capital y sus

    defensores. Llevando adelante una lucha que suprimasu propio carcter en tanto que asalariados o sea entanto que clase; asimismo, siendo total su victoria, seacaba su imposicin y por tanto su carcter de clase.

    RELACIONES INTER-PERSONALES AL INTERIORDE NUESTRA CLASE EN LUCHA:Los roles desempeados al interior de la sociedadcapitalista y cuestiones similares, no slo no deben sinoque no pueden dejarse para despus de la revolucin.Esto es imposible. No hay etapas de liberacincrecienteo algo por el estilo: una verdadera revolucines un desarrollo que se manifiesta en todos los

    aspectos de la vida de una enorme cantidad depersonas. No hay proceso revolucionario sino sedesarrolla una prctica masiva en relacin a la crticade la familia, el machismo, la homo y lesbofobia, eldesprecio al extranjero, etc. Porque no hay revolucinposible si estos prejuicios poseen la potencia de laactualidad!Ese cuestionamiento, tampoco ha de surgir comoimposicin moral o ideolgica: la decisin de utilizar ono materiales reciclables17, por ejemplo, no tiene

    16 Grupo Comunista Internacionalista, La contrarrevolucin

    rusa y el desarrollo del capitalismo".17 Lamentamos si este ejemplo suena a caricatura, pero sinembargo expresa una de las limitantes mayores para hacer dela revolucin un movimiento real, en lugar de un conjunto dereglas y mandamientos que, en la medida que las vayamos

    sentido si se impone como un deber moral ltimo dequien se crea verdaderamente revolucionario, sinoque tiene que ver ms con las relaciones que somoscapaces de establecer con la totalidad de lo que nosrodea, se trate de otros seres humanos, otros animales,otros seres vivos, etc.

    Es as que comprendemos que el establecimiento de

    tareas tradicionales, especficas y estticas quedebiesen cumplir los revolucionarios (por ejemplo laaccin violenta contra los smbolos del poder, la edicinde publicaciones, o la insercin en la base msmarginada de la sociedad) establece una oposicinsimblica a la realidad que se nos impone, sin llegar aestablecer vinculaciones con la decisin colectiva deenfrentarse a esta sociedad. Es decir, unenfrentamiento ya no limitado a lo grupuscular o a laadhesin identitaria, sino verdaderamente social.Aun as -teniendo claro que la fuerza de la revolucinradica en el movimiento constante y no endisposiciones pre-establecidas- sabemos que hay

    acciones que tienden ms hacia la destruccin de loexistente, y propulsan nuevas posibilidades que afirmannuestro movimiento. Pero hay que tener en claro, que lafuerza de un levantamiento no radica en que elmovimiento haya sido alentado por algn sectorespecifico que tiene claro el camino a seguir (unavanguardia) o por el grado de destruccin de localescomerciales o firmas explotadoras que haya generado.Tampoco por las olas de ocupaciones de edificios o lacreacin de nuevos lenguajes estticos que promuevanuna contracultura. Y aunque todas estas acciones querecin apuntamos nos mantengan al mismo tiempo enel sitial de espectadores contentndonos con el grado

    de satisfaccin que nos pueden llegar a producir,tambin sabemos reconocer muchos de estos actos ylos sentimos parte del florecimiento insurreccional denuestra clase como expresin de su fuerza autnoma.Lo importante aqu, es tener claro que la fuerza de esemovimiento brilla tanto ms en el reconocimientocolectivo de la lucha que en la satisfaccin de nuestrosgustos: cuando el anarquista asume que forma partede la misma comunidad de lucha que el inmigrantejunto a l en la barricada, o cuando ambos son

    cumpliendo, nos harn progresivamente ms libres. Aquellos

    que no ven la contraposicin entre la solidez de los dogmas ylas tareas impuestas con el movimiento constante que rompecon el estado de cosas existentes en forma perpetua; ansiguen pendientes de sus vidas como individuos inmersos enesta sociedad.

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    18/20

    16

    concientes de que la solidaridad de una seora de edadavanzada se hace complicidad, pese a no tirarle piedrasa la polica y hablar en sus mismos cdigos.An, todos estos no dejan de ser aspectos simblicos almomento de contemplarlos, pero la sinceridad de lalucha de alguna manera expresa convicciones: elsimple hecho de saber de qu lado de la barricadaestn los amigos y los enemigos, es tan importantecomo tener la voluntad de apertrecharse. Una vez ms,

    aqu es donde la idea de clase es la nica capaz deexpresar esa comunidad humana total en lucha queimpulsa la destruccin de todo cuanto nos niega. Yvolvemos a repetirlo: no como una identidad ms, no sedeja de ser anarquista, marxista, punk u obrero para serproletario, no se trata de otra etiqueta a escoger, sinode una actividad viva.

    DEFENSA Y ATAQUE FRENTE ALREAGRUPAMIENTO BURGUS:Una revolucin que acabe con las clases sociales,precisa de la imposicin temporal de la clase proletariasobre la burguesa. Y por qu hacer hincapi en lo de

    temporal? Simple. Para realizar su fin, la burguesadebe dominar para siempre al proletariado. Este ltimo,en cambio, debe simplemente imponerse de maneratemporal a la burguesa para concretar su programahistrico, ya que no necesita oprimir a una clase parasubsistir, sino que precisa abolir las clases, auto-suprimirse como clase y para ello debe no slodefenderse sino atacar toda tentativa de reconstruccinde esta sociedad. Aqu tambin radica aquella pasindialctica destructora/constructora a la que se referaBakuninLa propia toma de los medios de produccin y dedistribucin ya desva los propios mecanismos de

    valorizacin del capital. Pero se debe rechazar todatentativa gestionista que intenta superar alcapitalismo por "absorcin" y no por ruptura. Sedebe impedir la dispersin localista, la ilusingestionista, el federalismo democrtico y elintercambio entre unidades de produccinindependientes (fuente del trabajo privado opuestoal social y por lo tanto de la reorganizacinmercantil).

    Las llamadas a cambiar el mundo sin tomar el poder,nos dicen en realidad que no debemos destruir el poderburgus. Pero no puede el proletariado deponer las

    armas esperando que la burguesa desistaracionalmente de su posicin de poder. Como astampoco debe tomar el Estado burgus como si fueseuna herramienta neutra para tomar las medidasnecesarias, constituyendo as otra vez un rgano dedominacin perpetuo. Si la finalidad del proletariado,constituido en clase y en fuerza, apunta a acabarcon el sistema capitalista, su potencia apuntar enesa direccin, extendindose y extinguindoseentonces en su mismo desarrollo. Nuestra claseconstituida en fuerza se extinguir en su desarrollo yextensin porque se ir extinguiendo en el mismoproceso de liquidacin del Capital, quien nicamente

    puede producir y re-producir la clase proletaria. Y queguarda estrecha relacin con el Estado burgus, Estadoque no se extinguir jams por s mismo, y que por elloes necesario destruir, conjuntamente con la dictadura

    mercantil y democrtica de la cual emerge y sereproduce.Entonces, quienes aseguran que en aquella posicinel proletariado se acomodar para siempre en elpoder, aseguran por ende que: el ser humanodomina a sus iguales por naturaleza, olvidando quees un ser social e histrico, y por lo tanto nocristalizado. Quienes argumentan la agresividadincontrolable y necesidad de dominio como inherentes

    al ser humano, hablan entonces de una sociedad declases que es casi biolgica, propia de nuestra especie.Nos dicen, de alguna manera, que deberamos vivirreprimiendo ese supuesto impulso natural de dominar alresto, y crear situaciones que no permitan ello, lo quesignifica de uno u otro modo, afirmar que la necesidadde la existencia del Estado es incuestionable. Son losmismos que repiten aquella ponderada frasehobbesiana -concebida, casualmente, comojustificacin de un gobierno monrquico de poderabsoluto- que reza el hombre es un lobo para elhombre. Segn esta visin, en pos de salir de esteconstante estado de guerra de todos contra todos, los

    hombres tienen slo una salida: ceder la completud desus derechos y con ellos, lo sabemos, la potestadsobre el manejo de su propia vida- en favor de untercero, surgido de este contrato: justamente, el Estado,el Leviatn.

    Sin duda estas pocas pginas respecto del Estado nosolucionan nada, pero s esperamos sean un aportepara comenzar a reflexionar sobre el tema, y acabar as

    con los mitos y la fraseologa revolucionaria vaca quese continua rebuznando, ya sea por tradicin obsqueda de una identidad.La destruccin del Estado, significa la destruccinde una sociedad que necesita de la existenciaEstado. Suponer cmo sera el mundo actual si noexistiese su Estado, sigue siendo pensar a la revolucincomo el asalto de una minora al parlamento, o como unpartido poltico que gana las elecciones y debe hacersecargo de la situacin que le toc en suerte. Es decir: esnegar la posibilidad de una revolucin en tanto queaccin masiva de destruccin y construccintotal El hecho revolucionario est determinado por la

    actividad radical del proletariado, y no por la radicalidady la actividad que sus grupsculos ms avanzadoshubiesen impuesto al resto de la sociedad. Es decir,parte de la necesidad social de los explotados (o sugran mayora), y no de la necesidad abstracta ymilitante de los grupos.Por ello, mas all del consignismo vaco, de la miseriade la poesa con cscara poltica, de lacontrainformacin, en definitiva: de las cantidades detinta o kilobytes gastados, preferimos hacer un textodonde se arriesga algo en lugar de seguir repitiendouna y otra vez las mismas palabras acreditadas comovlidas en los crculos revolucionarios, o los autores

    identificados con ellas, a riesgo tambin deequivocarnos.Volvemos a afirmarlo: el desafo es nuestro, es de todosquienes realmente tengan necesidad y nimos decambiar este mundo.

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    19/20

  • 7/29/2019 Cuadernos de Negacin 4 - Sobre la necesidad de destruccin del Estado

    20/20