La Cuaresma ha tenido un cariz penitencial desde los mis-mos inicios de su historia, cuando se estableció comotiempo de preparación para la Pascua. En la actualidad,constatamos que el Sacramento de la Penitencia padeceuna grave crisis: algunos afirman arreglar cuentas directa-mente con Dios, sin la mediación del sacramento; otros,cada vez más numerosos, niegan la existencia del pecadoy del mal… Todos nos sentimos mucho mejor interiormente cuandosomos perdonados por aquellos a los que hemos ofendidoy hecho mal. El perdón no nos libera de la responsabilidaddel daño cometido, pero sí de la culpa que nos paraliza. Ynos permite comenzar de nuevo, como si partiéramos decero. Sí, el perdón restablece las relaciones que el pecadodestruye con tanta facilidad. También en relación al disci-pulado, el perdón nos libera de la carga del pasado y nosabre un horizonte de esperanza renovada. No hay duda,por lo tanto, de la potencia salutífera del perdón.Al reconciliarnos con una persona, necesitamos escucharde sus labios, con nuestros oídos, esas palabras de perdóny reconciliación. Si faltan, parece que el perdón no es totaly pleno. La voz calla, pero las palabras de perdón perma-necen en nuestro corazón y realizan su efecto sanador yliberador. No basta con que yo, en mis propios pensamien-tos, en mi subjetividad, pida disculpas y me sienta perdo-nado. He de verbalizar, ante la persona a la que heafrentado, mi petición de clemencia, y esperar a que meresponda como quiere mi corazón arrepentido. No tengola garantía de que perdón sea real y cierto hasta que nohe escuchado pronunciar “te perdono”. Podríamos establecer una cierta analogía con lo que ocu-rre en el Sacramento de la Peni-tencia. Hay un camino másobjetivo que el de mi propiasubjetividad (yo pienso queestoy perdonado, luego estoyperdonado). Un camino que elmismo Dios escogió e inauguróal hacerse hombre. Entonces, elTodopoderoso, se hizo accesible, abarcable, concreto. Poreso afirmamos que Jesús es el sacramento primero y pri-mordial. Siendo igual a nosotros en todo menos en el pe-cado, en Él, en su persona entera, se hacía presente elmismo Dios, que no pertenece a este mundo finito nuestro. Pues bien, si apliquemos esta dinámica de la encarnaciónal perdón de Dios, comprenderemos que, el Sacramento

de la Penitencia, es el camino objetivo mediante el quepodemos hoy percibir y recibir su misericordia. Dios nosama sin fin, siempre y en todo momento, pero se vale derealidades concretas de este mundo nuestro, accesibles anuestros sentidos, para hacernos llegar ese amor. Dios nosperdona y reconcilia siempre, pero, para que vivamos

siempre reconciliados y en paz,se sirve del Sacramento de la Pe-nitencia; y, mediante la imposi-ción de las manos y laab so lución (palabras y gestos quenosotros comprendemos porquepertenecen al lenguaje humano)hace patente y evidente su amor

y su misericordia. Al hablar de la reconciliación con el prójimo destacába-mos la importancia de escuchar “te perdono”, como veri-ficación de la verdad del perdón. Pues bien, el Sacramentode la Penitencia es esa palabra de Dios que necesitamosescuchar. El amor de Dios se hace verbo, se convierte enpalabra, para que la podamos oír y alegre nuestro corazón.

CUARESMA 2011 – 4º domingo

CELEBRAR EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA

El Sacramento de la Penitencia es el camino objetivo mediante el que podemos hoy percibir y recibir su misericordia

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Siguiendo con la reflexión de los Obispos,somos invitados a revisar cosas y actitudes.Una economía participativa. La tradicional di-sociación entre empresarios decisores y em-pleados cumplidores está cada vez más encrisis. Las organizaciones son casi unánimesal afirmar que su principal capital es el hu-mano. La doctrina social siempre ha puesto ala persona en el centro de la actividad econó-mica. Para Benedicto XVI la centralidad de lapersona en la actividad económica exige uncambio de perspectiva de la actividad econó-mica en su conjunto y de la organización yprácticas de cada empresaMás allá de la ideología del desarrollo. El afánde superación y mejora es una de las mayoresy más específicas cualidades del ser humano,siendo expresión de su anhelo de felicidad.Tal afán está en la base de lo que llamamosprogreso y desarrollo. Es imprescindible re-flexionar sobre la noción de progreso y desa-rrollo para evaluar la práctica actual y re orien-tarla de manera positiva. El desarrolo debe serentendido como vocación, lo que lo remite asu fuente, que no es otra que el Dios que nosha creado a su imagen y semejanza. Debe,además, abarcar a toda la persona. El desarro-llo lo es para todas las personas. Y debe sersostenible.Hacia una cultura de cuño relacional, persona-lista y comunitaria.Desde los años setenta lospaíses avanzados habían dejado instaurarse lacultura del ganar más para consumir más. Elser humano se había reducido a su funciónexclusivamente económica. El consumo sehabía transformado en destino. Uno de los lo-gros personales y sociales más importantesde la modernidad ha sido el de la afirmacióny emancipación de la persona. Este aspectopositivo tiene su contrapartida en la culturaindividualista, con importantes consecuen-cias en el campo ético y del comportamiento.Está también la cultura de la satisfacción.Frente a esta manera de vivir, no podemosperder de vista que todas las personas esta-mos interrelacionadas. Debemos darnoscuenta de que estamos en un mundo globalen el que la única salida es que lo hagamosentre todos y para todos. Tenemos que esfor-zarnos para favorecer una orientación culturalpersonalista y comunitaria.

«Una economía al servicio de las personas»: cosas a revisar (2)

«La verdad de la globalización comoproceso y su criterio ético fundamentalvienen dados por la unidad de lafamilia humana y su crecimiento en el bien. Por tanto, hay que esforzarse incesantemente

para favorecer una orientación culturalpersonalista y comunitaria,

abierta a la trascendencia, del procesode integración planetaria»

(Varitas in caritate)

Hemos de preguntarnos muy seriamente acerca de nuestra participación en esta cultura del individualismo. ¿No es cierto que corremos el riesgo de dividirnos gravemente entre los afectados y los no afectados por la crisis? ¿No es cierto que tratamos de mantener nuestros niveles de

satisfacción mientras hay mucha gentea nuestro alrededor que lo está

pasando muy mal?(Tercer capítulo)

«La sociedad cada vez más globalizada nos hace más cercanos, pero no más hermanos. La razón

puede llevarnos a aceptar la igualdad, pero no consigue fundar la fraternidad.Esta nace de Dios Padre, el primeroque nos ha amado y nos ha enseñado

mediante el Hijo lo que es la caridad fraterna»

(Caritas in veritate)

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1 Samuel 16, 1b.6-7.10-13aSamuel tomó la cuerna de aceite y lo ungió en me -dio de sus hermanos. En aquel momento invadió aDavid el espíritu del Señor, y estuvo con él en ade-lante.

Seguimos evocando las grandes intervenciones deDios en la historia humana que nos preparan paracontemplar, en la Pascua, la mayor de todas ellas: laresurrección de Jesucristo. Hoy recordamos la elec-ción de David para ser rey de las tribus de Israel yunificarlas en un solo pueblo. No son las tribus o susdirigentes quienes lo escogen, sino Dios. Si depen-diera de los primeros, no habrían escogido a ese mu-chacho de bajaes ta tura y escasa for-taleza física. Pero lamirada de Dios nojuzga ni valora a laspersonas por su apa-riencia, sino que veel corazón.

San Pablo a los efesios 5, 8-14En otro tiempo eraistinieblas, ahora soisluz en el Señor. Ca-minad como hijosde la luz, buscandolo que agrada alSeñor, sin tomarparte en las obrasestériles de las ti-nieblas.

Pablo nos invita a mirar la realidad a la luz de Cristo,a vivir desde su luz. Inevitablemente, volvemos a re-cordar el bautismo. En algunas Iglesias de Oriente, elSacramento del Bautismo es considerado como “ilu-minación”. Recibimos la luz de Cristo y desde esa luznos enfrentamos al vivir diario. En el rito romano delbautismo, hay un momento en que a los padres y pa-drinos se les entrega una vela encendida en el CirioPascual: la Iglesia les hace entrega de la luz de Cristo.

San Juan 9, 1-41Mientras estoy en el mundo soy la luz del mundo.Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la sa-

liva, se lo untó en los ojos al ciego. –Ve a lavarte enla piscina de Siloé. Él fue, se lavó y volvió con vista.

La narración del encuentro del ciego con Jesús, esuna especie de parábola sobre la lucha de Jesús, luzdel mundo, contra las tinieblas que se resisten a de-jarse iluminar por Él. La oscuridad nos infunde mu -cha inseguridad: no saber por dónde vamos, quéorientación tomar, si pisamos sobre seguro… Y, sipensamos en las tinieblas interiores… esas que no sedisipan fácilmente y nos impiden hallar sentido anuestra vida... En el relato de Juan se puede apreciarque el ciego no es el único extraviado. Junto a él hayotros muchos que, aunque pueden ver, son incapaces

de percibir la Luz: la gente desconfía, los fariseos nopueden admitir que este hombre realice las obras deDios, los padres del ciego se desentienden para evitarproblemas... Únicamente el que ha experimentado aCristo como fuente de salvación y de vida, es capazde reconocerlo como Luz; y tras recorrer un verda-dero itinerario de fe, convertirse en discípulo, contodas las consecuencias. Primero, afirmará que le hacurado un hombre llamado Jesús; más tarde, asegu-rará que es un profeta; a continuación, dando unpaso más, dirá que es alguien que necesariamente havenido de Dios. Por último, recibiendo la luz de la feen toda su plenitud, se arrodillará ante Jesús, di-ciendo: «Creo, Señor».

LECTURAS DOMINGO 4º DE CUARESMA

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Como la toda la Cuaresma 2011 también laMarcha diocesana anual a Arantzazu girará entorno al tema de la crisis. Reflexiones, oración,silencio, canto, música, poemas, bertsos y,sobre todo, caminar. Ese gesto de subir la cuestanos hablará de asumir la crisis con mirada po-sitiva y esperanzada.Uno de los valores más visibles de la Marcha esel caminar juntos. Ese camino difícil que nostoca hacer en medio de una sociedad que sufrelos rigores de una crisis global nos habla de so-lidaridad, participación, generosidad.

Animamos a todos/as a hacer la Marcha. Encada parroquia pueden inscribirse para reservarlugar en el autobús. Allí les ofrecerán toda clasede información. Es una mañana que anima a loscreyentes de la Diócesis a renovar nuestro mo-delo de vida y hacernos voz de los más necesi-tados de la sociedad.Arantzazu, como todos los años, nos espera consu mensaje de paz y fraternidad, con el com-promiso de una sociedad renovada y reconci-liada, con los brazos de la Andre Mari siempreabiertos y acogedores.

MARCHA A ARANTZAZU: 16 DE ABRIL

Actividad: pinta de azul el círculo positivo.

Podemos trabajar a lo largo de toda la semana la importancia de los otros en nuestra vida.

Somos el espejo que vemos reflejado en nuestros amigos, nuestros compañeros. Podemos

sentirnos solos a veces pero debemos abrir los ojos para darnos cuenta que Jesús está con

nosotros y nos acompaña siempre.

Oración: Jesús, ayúdame a darme cuenta que nunca, nunca, nunca… estoy solo. A mi lado

SIEMPRE estás Tú. Tú tienes muchas caras, las caras de todos los que están cerca, de todos

los que me quieren, de todos los que me necesitan. A mi lado SIEMPRE estás Tú.

Pon color en tu vida y en la de los demás

Y verás el cambio

CUARTA SEMANA DE CUARESMA Jn 9, 1-41

Solo AcompañadoESTABA Y ME SENTÍ

CATEQUESIS - 4ª SEMANA

La crisis, una oportunidad

HorarioSalida del pueblo: horas diversasInicio Marcha en Oñati: 09:30Acto en Arantzazu: 12:0012:20–12:40: descansoRetorno: 12:40

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