CUARESMA 2020 “LLEGAMOS GRISES A CUARESMA, JESÚS NOS … · 2020. 4. 2. · “LLEGAMOS GRISES A...

13
CUARESMA 2020 “LLEGAMOS GRISES A CUARESMA, JESÚS NOS DÁ COLOR”. 1ª SEMANA: “COLOREO MIS OJOS Y MIS OÍDOS”. CUENTO: “PEDRO NOVEONIOIGO”. “Érase una vez una familia que vivía en una ciudad muy grande, donde todo el mundo iba siempre con prisas. Era una familia compuesta por cinco personas: papá, mamá y tres hermanos: Juan, Gonzalo y el más pequeño que se llamaba Pedro. La verdad es que Pedro es un poco caprichoso y está bastante mimado. Con eso de que es el “pequeñín” de la casa, todo se lo dan hecho. Nunca recoge sus cosas y su cuarto anda siempre desordenado: los juguetes por el suelo, la cama sin hacer... en fin, ¡un desastre! Pero a él eso no le preocupa. Sabe muy bien que, al final, alguien vendrá y hará las cosas por él. Está muy consentido y, para colmo, si alguien le regaña, lo arregla todo llorando y pataleando, de modo que siempre acaba saliéndose con la suya. Y lo peor de todo es que Pedro no ve... Bueno, mejor sería decir que no quiere ver. No ve lo que no le interesa y se hace el sordo cuando le conviene. Tiene unos ojos preciosos, de un color verde intenso, como esmeraldas... pero no le sirven para nada, porque cuando mamá anda cansada de trabajar todo el día a él no le importa. Es como si no la viera. Y si le pide que le ayude a poner la mesa, él mira hacia otra parte y se hace el distraído. No quiere ver que a veces debería ayudar más en casa, no quiere ver a los demás cuando están tristes y necesitan algo. Cuando no le conviene, Pedro se hace el ciego: sólo hace lo que le gusta, o le interesa, o le apetece, pero nunca se molesta por los demás. Y no digamos en lo de hacerse el sordo. En eso es un verdadero especialista: - Pedrito -le pregunta papá-, ¿podrías ayudarme a colocar estas cosas en el armario?... Pero Pedro hace como si no oyera y sigue jugando. - Anda, Pedro -le pide mamá- ve por favor a la tienda a comprar un poco de azúcar, que a mí se me ha olvidado... Pero Pedro no se da por aludido. - Pedro, mira lo que me ha pasado hoy en clase -le cuenta uno de sus hermanos- he tenido un problema con... - Pero Pedro no tiene tiempo de escuchar a los demás. Lo que le dicen lo le interesa para nada. Así Pedro fue creciendo, creciendo, pensando sólo en sí mismo y sin preocuparse de los demás. Los verdaderos problemas llegaron para Pedro cuando sus hermanos mayores dejaron de ir al colegio para estudiar en la universidad. Tenían mucho que hacer y ya no tenían tiempo para ir detrás de él solucionándole sus dificultades o atendiendo a sus caprichos. Además, se dieron cuenta de que así no le

Transcript of CUARESMA 2020 “LLEGAMOS GRISES A CUARESMA, JESÚS NOS … · 2020. 4. 2. · “LLEGAMOS GRISES A...

  • CUARESMA 2020

    “LLEGAMOS GRISES A CUARESMA, JESÚS NOS DÁ COLOR”. 1ª SEMANA: “COLOREO MIS OJOS Y MIS OÍDOS”.

    CUENTO: “PEDRO NOVEONIOIGO”.

    “Érase una vez una familia que vivía en una ciudad muy grande, donde todo el mundo iba siempre con prisas.

    Era una familia compuesta por cinco personas: papá, mamá y tres hermanos:

    Juan, Gonzalo y el más pequeño que se llamaba Pedro.

    La verdad es que Pedro es un poco caprichoso y está bastante mimado. Con eso de que es el “pequeñín” de la casa, todo se lo dan hecho. Nunca recoge sus cosas y su cuarto anda siempre desordenado: los juguetes por el suelo, la cama sin hacer... en fin, ¡un desastre! Pero a él eso no le preocupa. Sabe muy bien que, al final, alguien vendrá y hará las cosas por él. Está muy consentido y, para colmo, si alguien le regaña, lo arregla todo llorando y pataleando, de modo que siempre acaba saliéndose con la suya.

    Y lo peor de todo es que Pedro no ve... Bueno, mejor sería decir que no quiere

    ver. No ve lo que no le interesa y se hace el sordo cuando le conviene. Tiene unos ojos preciosos, de un color verde intenso, como esmeraldas... pero no le sirven para nada, porque cuando mamá anda cansada de trabajar todo el día a él no le importa. Es como si no la viera. Y si le pide que le ayude a poner la mesa, él mira hacia otra parte y se hace el distraído. No quiere ver que a veces debería ayudar más en casa, no quiere ver a los demás cuando están tristes y necesitan algo. Cuando no le conviene, Pedro se hace el ciego: sólo hace lo que le gusta, o le interesa, o le apetece, pero nunca se molesta por los demás.

    Y no digamos en lo de hacerse el sordo. En eso es un verdadero especialista:

    - Pedrito -le pregunta papá-, ¿podrías ayudarme a colocar estas cosas en el

    armario?... Pero Pedro hace como si no oyera y sigue jugando.

    - Anda, Pedro -le pide mamá- ve por favor a la tienda a comprar un poco de azúcar, que a mí se me ha olvidado... Pero Pedro no se da por aludido.

    - Pedro, mira lo que me ha pasado hoy en clase -le cuenta uno de sus hermanos-

    he tenido un problema con... - Pero Pedro no tiene tiempo de escuchar a los demás. Lo que le dicen lo le interesa para nada.

    Así Pedro fue creciendo, creciendo, pensando sólo en sí mismo y sin

    preocuparse de los demás. Los verdaderos problemas llegaron para Pedro cuando sus hermanos mayores dejaron de ir al colegio para estudiar en la universidad. Tenían mucho que hacer y ya no tenían tiempo para ir detrás de él solucionándole sus dificultades o atendiendo a sus caprichos. Además, se dieron cuenta de que así no le

  • ayudaban a crecer de verdad y decidieron no hacerle ningún caso para ver si reaccionaba.

    - Gonzalo, ayúdame a hacer este trabajo sobre el cuerpo humano que me han

    mandado en el colegio.

    - No puedo, Pedro, mañana tengo un examen muy difícil y no tengo tiempo para ayudarte. Espabila y hazlo tú solo.

    - Juan, dibújame un esqueleto que a mí no me sale.

    - ¡Uy! ¡Imposible! He quedado con un grupo de amigos para ir al cine.

    Pedro empezó a sentirse sólo y angustiado. El trabajo se le acumulaba y como

    era incapaz de hacer nada por sí mismo, un día comenzó a gritar diciendo:

    - ¡Nadie me ayuda! ¡No puedo hacerlo yo sólo! ¿Es que nadie me quiere en esta

    casa?

    Entonces su madre se le acercó y le dijo con cariño:

    -Mira, Pedro. Esto que te pasa te lo has buscado tú mismo. Todo es culpa tuya. Abre esos ojos tan bonitos que tienes y date cuenta de que nunca estás dispuesto a echar una mano a los demás cuando te necesitan o te piden un favor. Es normal que los demás tampoco se preocupen de ti. Nosotros siempre te hemos ayudado y querido, pero tú, en cambio, has sido muy egoísta y comodón. Siempre te has hecho el ciego y el sordo para no ver y no oír lo que no te convenía. Así que nos hemos dado cuenta de que no te importamos, de que nuestras cosas y nuestros problemas no te interesan lo más mínimo. Hasta que tú no te decidas a abrir los ojos y los oídos para darte cuenta de lo que pasa a tu alrededor y ayudar a los otros cuando te necesiten, nadie de esta casa te hará caso. También nosotros haremos como si no te viéramos ni te escucháramos.

    Pedro se quedó pensativo y se dio cuenta de sus errores y de lo egoísta que había

    sido. Decidió desde entonces estar más pendiente de los demás, escucharlos cuando le pedían un favor o le querían contar algún problema, ayudarles cuando fuese necesario...y comenzó a sentirse mejor y a crecer de verdad para dejar de ser el pequeño de la casa, el perfecto egoísta que no quería ver ni oír, para comenzar a ser alguien útil dentro de su familia, siempre atento y obediente, dispuesto a acudir donde se le necesitase”.

    * Después de contar el cuento:

    Lo primero es preguntar a los niños si les ha gustado, lo que más les ha gustado y lo que menos, cómo se han sentido mientras escuchaban, qué personaje les ha gustado más y cuál menos...

    Después, siempre será útil reconstruir la historia con ellos, recordando los

  • personajes, lo que hacen y no hacen, los que dicen, sus reacciones... Invitarles a pensar en lo que hubiesen hecho ellos en el lugar de tal o cual personaje, en tal o cual circunstancia de la historia

    Recordar una vez más que somos grises cuando hacemos como Pedro: cuando

    no vemos lo que no nos conviene (egoístas, sólo vemos lo que nos interesa, nos miramos el ombligo); no escuchamos lo que no queremos escuchar (desobedientes, no hacemos caso de lo que nos dicen). Invitar a los niños a buscar ejemplos en su vida concreta: escenificar, gesticular... señalando visiblemente los miembros corporales sobre los que estamos trabajando (en este caso, los ojos y los oídos).

    Buscar pistas de solución. ¿Qué tendríamos que hacer para no ser sordos y

    ciegos (egoístas y desobedientes) como Pedro? Pero no quedarse en lo negativo. Recordar siempre las cosas positivas que podemos hacer con el/los miembro/s corporal/es del/ de los que estamos hablando.

  • CUARESMA 2020

    “LLEGAMOS GRISES A CUARESMA, JESÚS NOS DÁ COLOR”. 2ª SEMANA: “COLOREO MI BOCA Y MI LENGUA”. * CUENTO: “MARUJITA LENGUA SUCIA”.

    Su papá se llamaba Antonio era médico y su mamá Luisa. Su hija era Marujita, de vuestra edad, una niña bastante mal hablada, que en cuanto habría su boquita, solo sabía gritar, insultar y decir palabras feas.

    Marujita tenía muy mal genio y protestaba por todo. El pueblo donde se fue a vivir con sus papás, era tan pequeño que hacía ya mucho tiempo que no tenía médico y cuando alguien se ponía enfermo, había que llevarle a la consulta del médico de otro pueblo que estaba bastante lejos. Por eso, todos fueron a recibir con mucha amabilidad a los nuevos vecinos. Les saludaron con cariño y les dieron la bienvenida. Doña Luisa estaba encantada con la amabilidad de la gente del lugar y no hacía más que dar las gracias a todo el mundo por sus atenciones.

    Pero Marujita no pensaba lo mismo: - ¡Pues a mí no me gustan nada ni este pueblo ni esta casa! ¡Son una porquería! - Pero hija, no digas eso, si es una monada -decía doña Luisa. Marujita disfrutaba mucho riéndose de los demás, no le gustaba nadie y no se juntaba

    con nadie cuando los otros niños jugaban y se lo pasaban bien juntos, ella estaba sola y triste en un rincón. Pero cuando alguien tropezaba, se caía y se hacía daño, o salía a la pizarra y se equivocaba, entonces ella se reía y el profesor la tenía que regañar.

    Tan hartos llegaron a estar todos de Marujita “Lengua Sucia” que decidieron darle una lección. ¿Cómo? Pues se pusieron de acuerdo para hacer como si no la vieran.

    Doña Luisa no sabía qué hacer. Se pasaba los días pidiendo disculpas por el comportamiento de Marujita. Cuando la gente del pueblo se marchaba, regañaba muy en serio a la niña:

    - Hija, esa gente sólo quiere ser amable con nosotros. Y tú te has portado muy mal con ellos.

    Has sido muy grosera. - Son todos unos tontos -replicaba Marujita- y yo quiero irme de aquí, no tengo amigos

    y el colegio no me gusta. - Mira, Marujita -le dijo mamá- ya sabes que han mandado a papá a este pueblo y que tanto

    si te gusta como si no, tenemos que vivir aquí durante los próximos dos años. Así que más te vale que te vayas haciendo a la idea.

    Pero Marujita seguía sin estar conforme. Por su boca salían todo el día las palabrejas más desagradables y malsonantes que se pueden oír. Cada vez era más maleducada y malhablada; y para colmo, también muy mentirosa.

    En la escuela del pueblo, se peleaba con todos. Les sacaba la lengua y les ponía motes como: “cara de sapo”, “narizotas” y otros insultos que no dicen las personas amables y bien educadas. Al pobre Carlitos, que era el más pequeño de la clase le mordió en el recreo porque sin darse cuenta se había tropezado con ella y la había pisado sin querer. Cuando el profesor la regañaba o le llamaba la atención, ella ponía cara de buena, echando las culpas de todo a los demás. Y así, un día, al llegar Marujita al cole, todos los demás niños empezaron a hacer como si no la viesen. Ella seguía haciendo burla, pero todos hacían como

  • si lo la oyeran. Cuando levantaba la mano en clase para hacer alguna pregunta, el profesor no la hacía caso. En el recreo, nadie se acercaba a ella para jugar. Era como si no estuviese. Pasando los días, Marujita empezó a preocuparse. Gritaba y pegaba golpes en la mesa - ¡Eh, tontos! ¿Es que no me veis? ¡Que estoy aquí!

    Llegó a pensar incluso si se habría vuelto invisible. Y comenzó a sentirse muy sola. Le dijo a mamá que no quería volver al colegio, pero doña Luisa, que estaba bien enterada de todo gracias a su profesor, le obligaba cada día a volver a la escuela y no aceptaba sus excusas. Ella trataba de mentir diciendo que le dolía la garganta o la cabeza, pero de nada servían sus pataletas ni lloriqueos. Así pasaron unas cuantas semanas, hasta que el escarmiento fue suficiente. Un día en que su mamá la vio sentada a la puerta de casa, muy triste, le dijo:

    - Marujita, ¿por qué no vas a jugar con aquellos niños? Entonces Marujita se echó a llorar y le contó a su mamá todo lo que pasaba. Doña Luisa, como si no supiera nada, le dijo:

    - Mira Marujita. Reconoce que hasta ahora te has portado bastante mal con los demás, pero todavía estás a tiempo de arreglar las cosas si tú quieres. Empieza pidiendo perdón a todos aquellos a los que has tratado mal. Luego procura cambiar. No insultes más, usa tu boca y tu lengua para cosas más agradables: saluda, sonríe, habla con educación... Ya verás cómo poco a poco los demás se darán cuenta de que has cambiado y volverán a ser tus amigos.

    Y así lo hizo Marujita. La primera ocasión se le presentó cuando, al ir a entrar al colegio, vio como a una compañera se le caían los libros al suelo. Ella aprovechó para ayudarla, mientras le sonreía de oreja a oreja.

    Al entrar en clase pidió permiso a la señorita para pedir perdón a todos. Los niños celebraron con un fuerte aplauso el cambio de Marujita y se acercaron a ella para saludarla de uno en uno, dándole un beso y un abrazo. Marujita sintió una gran alegría y se dio cuenta de que, si ella quería, podía encontrar buenos amigos en todas partes”. * Después de contar el cuento: En la misma línea, pero adaptando la dinámica al cuento que acabamos de contar. Somos grises cuando somos como Marujita (insultamos, mentimos, mordemos, hacemos burla..., cuando usamos mal nuestra boca y nuestra lengua). Buscar ejemplos concretos en la experiencia de los niños. No perder de vista la referencia constante a la dimensión corporal. Pero, ¡cuidado! Hay que evitar a toda costa que los niños se acusen entre sí. Que cada uno hable de sí mismo y basta.

    Subrayar mucho la sinceridad de Jesús. Siempre decía la verdad, aunque eso le complicase la vida. Insistir en lo mucho que le gustaba a la gente escuchar las palabras que salían de la boca de Jesús. Presentar a Jesús como maestro que enseñaba lo que es bueno y verdadero. Nunca engañaba. De la boca de Jesús salía siempre la bondad y la verdad. Recordar algunas de las palabras bonitas que pronunció la boca de Jesús (ej. “Amaos como yo os he amado”, “Dejad que los niños se acerquen a mí” ...).

  • CUARESMA 2020 #YOMEQUEDOENCASA# ¡PONLECORAZÓN! “LLEGAMOS GRISES A CUARESMA, JESÚS NOS DÁ COLOR”. 3ª SEMANA En estos momentos difíciles, grises, con los colegios cerrados, aislados en nuestras casas, queremos acompañaros con nuestros corazones abiertos desde la distancia, para iros dando un poco de color en estos días, ya que necesitamos vivir en comunidad. La pandemia mundial nos ha concentrado a todos las miradas, nos ha direccionado de la prisa en la ciudad a estar en clausura, a ser más solidarios. La semana pasada invitábamos a nuestros alumnos a abrir nuestros ojos y oídos a las necesidades de todas las personas que nos rodean. La Cuaresma de este año no puede desligarse del slogan de nuestro curso pastoral “Todos pintamos algo, ponle corazón”. Esta cuaresma pretendemos aprender a “vivir desde dentro” en una sociedad que invita a la dispersión y la superficialidad. Queremos ayudar a descubrir la gama de ‘colores’ que componen nuestra persona: valores, sentimientos, actitudes, potencialidades, cualidades… que son el ‘tesoro escondido’ que está en lo más profundo de cada uno para pintar con ellos la ‘obra de arte’ de nuestra vida personal en la que lo importante no es lo que uno tiene, sino lo que uno ES. Por ello os animamos: “Aprender a gestionar vuestra vida desde el corazón, dedicar tiempo a pensar, a poner nombre a lo que te pasa, cómo te sientes… Todos tenemos momentos difíciles en la vida, si te sientes un poco ‘descolorido, grisáceo, monocolor, no te desanimes, tampoco te conformes. Un precioso arco iris de tonalidades insospechadas se despliega en lo más profundo de tu corazón, COMPÁRTELO. Esta 3ª SEMANA: “COLOREO MIS BRAZOS Y MIS MANOS” Debemos valorar todo lo positivo que podemos hacer con nuestras manos, fijándonos en el ejemplo de Sonia y de Andrés nos dan en el cuento que a continuación podéis leer. No olvidar actitudes como compartir, ser generosos, regalar, tener siempre las manos extendidas para ayudar… recordando decir no a las actitudes negativas y malas acciones que podemos realizar con nuestras manos, todo aquello que nos hacer ser grises como las siluetas de la capilla: pegar, reñir, arañar, robar, pelear, dar puñetazos... Insistimos en no dejar que los niños se acusen unos a otros. * CUENTO: “SONIA Y ANDRÉS, PATOSOS ¿CON QUÉ?”.

    “Sonia y Andrés son dos hermanos que viven en una gran familia numerosa. Contando con papá y mamá son seis en casa. De los cuatro hijos, dos son chicos y dos son chicas. Andrés es el 3º y Sonia, la mayor.

    Andrés y Sonia son los más débiles de la familia. Desde pequeñitos siempre han cogido todas las enfermedades. Apenas se curaban de una y ya tenían otra encima. Ninguna es de gravedad, como dice mamá, pero cada dos por tres tienen fiebre, de modo que deben quedarse en casa sin poder ir al cole.

  • Como pasan tanto tiempo juntos, han llegado a compenetrarse muy bien. Cada uno sabe perfectamente lo que le gusta y le disgusta al otro y por eso son grandes amigos. Comparten siempre los mismos juegos, aunque cada uno tenga sus propias aficiones.

    Cuando llegan sus hermanos del colegio empieza la discordia. Sus juegos son siempre de mucho movimiento: les gusta correr, jugar al fútbol, al baloncesto, al pilla-pilla, al escondite... Sonia y Andrés se pasan el día deseando que lleguen sus hermanos del colegio y en cuanto mejoran un poco, ya están jugando con ellos, pero como están más débiles enseguida se cansan y lo tienen que dejar. Como no se les da bien, prefieren dedicarse a juegos y pasatiempos más tranquilos. Les encanta jugar al ajedrez, hacer puzzles y construcciones y, sobre todo, hacer trabajos manuales, pintar y modelar esculturas con plastilina. Además, Sonia y Andrés son muy serviciales, les gusta echar una mano en las tareas de la casa. Saben que mamá tiene mucho trabajo y la ayudan siempre que pueden. Lo que más les gusta es meterse en la cocina y sorprender a los demás con deliciosas tartas y postres hechos con su mamá. Su mayor alegría es ver disfrutar a otros degustando los dulces que preparan con tanto cariño. En los cumpleaños regalan algo fabricado por sus propias manos: una caricatura, una figurita de barro, una caja de madera para guardar los lápices... todo hecho por ellos mismos. Poco a poco han llegado a ser verdaderos artistas, pues cada vez hacen mejor las cosas. Un día, Andrés y Sonia se presentaron a un concurso de pintura y ganaron un caballete, pinturas al óleo, acuarelas, espátulas, pinceles... una colección de libros sobre pintura y... ¡un curso para aprender a dibujar! Toda la familia lo celebró. Fue un día muy feliz.

    A partir de ese momento, Sonia y Andrés se hicieron muy populares en el barrio. Recibían encargos de amigos, en el colegio les pidieron que dibujen el decorado

    para una obra de teatro. Todos están muy contentos y orgullosos de ellos y son muy felices. Pensaban que

    eran los más débiles, patosos y flojos de la casa, pero ahora se sienten verdaderamente útiles, gracias a que han sabido sacarle partido a sus cualidades. Un día su hermano Francisco, que es muy buen deportista, se hizo un esguince en el tobillo y no tuvo más remedio que quedarse en casa. Deseaba que se hiciese la hora de salir del colegio para que sus hermanos llegasen a casa y así pasar un buen rato viendo pintar a Sonia y Andrés. Sonia y Andrés llegaron del cole, se sentaron junto a Fran para hacerle compañía. Ellos sabían muy bien por propia experiencia, lo pesado y aburrido que es quedarse sólo y enfermo en casa.

    Sonia y Andrés sacaron un caballete y un lapicero. - Hoy vamos a hacer caricaturas. Empecemos. ¿A quién te apetece que dibujemos? Sin darse cuenta, pasaron dos horas muy divertidos enseñándole a dibujar. Sonia y Andrés son un ejemplo de generosidad. Lo suyo no son los deportes, no se les da bien, pero con sus manos saben hacer maravillas. Han aprendido que con las manos se pueden hacer muchas cosas bonitas. Saben compartir. La única recompensa que esperan por su trabajo es un abrazo, un aplauso, una caricia o un beso”.

    Ahora nos detendremos sobre las manos de Jesús. ¿Qué haría Jesús con sus manos? Poner ejemplos: acariciar a los niños, curar a los enfermos, abrazar a los pobres, ayudar a los demás...Durante muchos años Jesús trabajó con sus manos en la carpintería de su padre José. Era generoso y decía que hay más alegría en dar que en recibir. Sabía compartir.

  • Era capaz de echar una mano cuando hacía falta, sobre todo a los más necesitados y a los que nadie quería.

  • CUARESMA 2020

    “LLEGAMOS GRISES A CUARESMA, JESÚS NOS DÁ COLOR”. 4º-SEMANA Queridas familias en esta cuarta semana de cuaresma, esperamos que todos estéis bien y os enviamos mucho ánimo, fe y esperanza a quienes tengáis en vuestro entorno personas enfermas. Seguimos unidos a pesar de la distancia. En esta semana el miércoles día 25 celebramos el día de la fiesta de la Anunciación, cuando el Ángel Gabriel dijo a María que iba a ser el salvador del mundo y ella dijo “Hágase” confió en Dios, también nosotros confiamos en EL, porque sabemos que nos volveremos a ver en el colegio. Los patios y las clases, estarán llenas de nuevo y volverá la alegría de familias, alumnos y profesores. María, nos encomendamos a Ti, salud de los enfermos, que ante la Cruz sufriste el dolor junto a tu Hijo Jesús, manteniendo firme tu fe. Tú sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que nos ayudarás para que la alegría y la fiesta puedan volver después de este momento de prueba. Ntr Sra del Sagrado Corazón, ruega por nosotros. IV SEMANA DE CUARESMA “COLOREO MIS PIERNAS Y MIS PIES”.

    * CUENTO: “RICARDO PIERNAS LARGAS”. “Ricardo “Piernas Largas” le llamaban en su barrio. “Este niño es todo patas”,

    comentaban las señoras al verlo pasar. “Anda, majo, que das un paso y atraviesas el barrio entero”, le dice Pascual, el panadero. Los demás se reían de él porque decían que daba unas zancadas tan grandes que podía recorrer Madrid de punta a punta en menos que canta un gallo..

    Ricardo, al principio, no hacía caso de las burlas de los demás, pero tanto se lo repetían que al final se puso triste.

    Pronto llegó el verano y Ricardo se fue contento al pueblo de su papá, donde solía pasar las vacaciones con su familia. Allí se encontró como siempre con su amigo Carlos. Hablaron y se contaron todo lo que habían hecho durante el curso, pero de repente, Ricardo se puso muy serio y dejó de hablar.

    - ¿Qué te pasa? -dijo Carlos. - Nada... es que... Dime, de verdad, ¿a ti te parece que tengo las piernas

    demasiado largas? - Pues sí, las tienes largas, ¿y qué pasa? - Que la gente de mi barrio se ríe de mí. Cada vez me da más vergüenza salir a

    la calle y ya no voy tanto con los amigos porque al final siempre acaban metiéndose conmigo y con mis piernas.

    - No seas tonto, Ricardo, ¿qué tiene de raro tener las piernas largas? Lo malo sería si las usases para dar patadas o para poner zancadillas, pero tú eres un buen chaval y yo nunca te he visto hacer esas cosas. Mira, a mí me llaman Carlos el “Manos de acero”, porque dicen que soy un manazas y que cosa que cojo, me la cargo. Tengo mucha fuerza en las manos y nadie quiere darme la mano ni jugar conmigo, porque dicen que acabo rompiéndolo todo y les hago daño si les abrazo. Así que... ¡ya somos dos!, ¿qué le vamos a hacer?

  • Ricardo sintió que Carlos era su mejor amigo. Un día, Carlos se enteró de que la hija del tendero de la tienda de ultramarinos,

    tenía mucha fiebre y no había manera de localizar al médico, pues su teléfono estaba comunicando se lo dijo a Ricardo que corrió y en cuatro zancadas, se presentó en casa del médico, para pedirle ayuda. Gervasio, el tendero estaba muy agradecido a Ricardo y Carlos por su ayuda.

    - No me digas que Ricardo es más veloz que un coche...decía un chico del pueblo ¡Mira cómo me río! pero Ricardo y Carlos no quisieron discutir ni enfadarse, se dieron media vuelta y siguieron jugando.

    A la mañana siguiente, fueron a coger moras, pues la mamá de Ricardo quería hacer mermelada y le hacían falta.

    Ya tenían la cesta llena cuando se encontraron a un grupo de chicas de la panda que venían gritando muy asustadas por el camino.

    - ¡Por favor, ayudadnos! A Javi se le ha caído una gran roca encima de la pierna y no podemos quitársela.

    Carlos y Ricardo se fueron con ellas para ver si podían echarles una mano. - ¡Ay, ay, ay... mi pierna! -gritaba Javi todo dolorido. - Espera, a ver si puedo apartarla -dijo Carlos. Y aunque le costó un poco de trabajo, pudo por fin quitarla. - ¡Ya está, Javi! - Gracias, Carlos, ¿cómo podría agradecerte lo que has hecho por mí? - Pues siendo mi amigo y jugando conmigo. Ricardo se lo subió a caballito y en un pis-pas llegó con él al pueblo y lo llevó a

    su casa. Javi no sabía qué decir. - ¿Por qué me habéis ayudado, con lo mal que yo me he portado con vosotros? - Pues porque nosotros no tenemos nada en contra tuya. El problema lo tienes tú

    con nosotros. Javi cambió de opinión y, a partir de entonces, comenzó a saludarles ya jugar

    con ellos, aunque cuando llegaba el resto de la panda, tenía vergüenza de que le vieran con ellos y dejaba de hablarles por miedo a que los demás le dieran la espalda. Carlos y Ricardo comprendían la situación y seguían siendo sus amigos casi en secreto. Pero, como al final todo se descubre, cuando un día los otros chicos del pueblo vieron que Carlos y Ricardo estaban con Javi, se produjo un enfrentamiento entre ellos.

    - ¿Te están molestando, Javi? ¿O es que realmente te has hecho amigo de esos bichos raros?

    Javi comprendió entonces que eran sus verdaderos amigos y contestó: - No me molestan. Son mis amigos y estoy jugando con ellos. ¿Queréis jugar

    también con nosotros? - ¿Yo jugar con esos? ¡Ni loco! Y tú elige: o amigo de ellos o amigo de nosotros. - Pues amigo de ellos -contestó Javi valientemente. - Así que abandonas la panda, ¿no? - No. Yo no os abandono. Os propongo formar una panda nueva, con dos nuevos

    amigos: Carlos y Ricardo. Vosotros tenéis la palabra. Yo no pienso abandonarles porque han sido muy buenos conmigo y con ellos me lo paso muy bien. No son como vosotros decís. Son dos chavales estupendos.

    Y así, lo que empezó siendo un grupo de dos amigos, pasó a ser uno de tres, de cuatro, de cinco y hasta de seis amigos. Cada uno aportaba al grupo sus cualidades y nadie se reía de las torpezas y los defectos de los demás. Nadie presumía de ser mejor que los otros. Juntos se lo pasaban fenomenal. Se ayudaban cuando hacía falta y si alguien andaba

  • en apuros, allí estaban todos como una piña para echarle una mano. Cuando acabaron las vacaciones, Ricardo volvió a Madrid. Y no se sabe por qué,

    pero las noticias vuelan y el caso es que nadie en el barrio ha vuelto nunca más a meterse con Ricardo. Ahora saben que es un chico generoso y servicial, que en cuatro pasos está dispuesto a presentarse donde haga falta, con tal de hacer un favor a quien lo necesite”.

    * Después de leer el cuento: Además de trabajar con los niños los valores y contravalores de la historia, de

    todo lo positivo o negativo que podemos hacer con nuestras piernas y nuestros pies, la historia de Ricardo y Carlos da pie a detenerse sobre el tema de los defectos y/a minusvalías corporales que muchas veces son ocasión de burla y de rechazo entre los niños. Es una buena ocasión para hacer comprender a los pequeños que la importancia y el valor de una persona no depende de su aspecto y que, además, hasta de los defectos se puede sacar partido. Quizá muchos niños hayan visto o conozcan la historia del Jorobado de Notre-Dâme, podría servirnos como recurso para trabajar este aspecto con los niños. Finalmente, podemos detenernos en el tema de la pereza (no querer moverse, tener los pies pesados para ir hacia donde se nos llama...) ¡Qué bonito es tener los pies ligeros para ayudar a los demás, como Ricardo! Los pies de Jesús no fueron nada perezosos. Jesús siempre estaba dispuesto a ir donde se le necesitaba. Anduvo mucho por su país para ayudar a todo el mundo y hablarles de Dios, nuestro Padre del cielo. Aunque tuviese que recorrer grandes distancias, eso no le importaba. Sólo quería hacer el bien a los demás.

    • Buenos Modales Para Niños: EL PERDÓN - Palabras Mágicas | La Pelota Loca https://www.youtube.com/watch?v=zuIp-Ib5BKM

    • -Emoticantos: Corazones Amigos - YouTube www.youtube.com/watch?v=USqbZiPrOdU

    • CUENTO - Los buenos amigos - Infantil - Para infantil https://www.youtube.com/watch?v=FyTynzMtzgI

  • CUARESMA 2020 “LLEGAMOS GRISES A CUARESMA, JESÚS NOS DÁ COLOR”. 5º SEMANA DE CUARESMA: “COLOREO MI CORAZÓN”. Queridas familias, estamos llegando al final de la Cuaresma. Ante las grandes dificultades que están aconteciendo durante este tiempo, en algunos hogares se pueden vivir en familia, ambientes que pueden dificultar la convivencia, viviendo codo con codo, cada uno con nuestra manera de ser. Necesitamos la presencia de Jesús, mirando, escuchando y colaborando como Él hizo. En esa cotidianidad de nuestro entorno, para relajarnos, hacer distender el ambiente, sin ser tan críticos, enjuiciadores, teniendo más comprensión, participando y aceptando la situación que vivimos. Jesús comparte nuestra humanidad y se conmueve con nuestro sufrimiento, le duele y llora con nosotros por todo lo que nos está tocando vivir. La naturaleza tiene su dinámica, los virus forman parte del sistema y de la evolución, aunque a nosotros nos haga experimentar amargura y ansiedad. Dios que ha creado este mundo y respeta su evolución, comparte con nosotros esta situación. Él nos comprende, nos ayuda a darle sentido si podemos verlo y darnos su consuelo. Jesús nos pide dar vida en estos momentos, como él se la dio a su amigo Lázaro, pide nuestra colaboración proporcionando serenidad, ánimo, esperanza. Escuchando lo que se nos pide, llamando al que está solo, acompañando al que pasa momentos grises con palabras y gestos… Dios se hace oír a través de nosotros para dar luz y llenar de color nuestra propia vida y la de los demás. ¡Vamos a cambiar el corazón! Estaba gris, Jesús llena mi vida de color. CUENTO: “CORAZÓN DE PIEDRA”. “Corazón de Piedra” era un hombre muy raro. Vivía sólo y no tenía familia. Era tremendamente egoísta y jamás hacía favores a los demás. Un día, cuando iba de camino hacia el pueblo para vender comida de su huerto, se encontró con una viejecita que le pidió que le ayudara, pues era pobre y aquel día no tenía nada para comer. - ¿Piensas que yo voy a alimentar a gente vaga y perezosa como tú? -le dijo Corazón de Piedra. - Yo no soy perezosa... es que no puedo trabajar. Soy ya muy mayor y además estoy enferma. - ¡Y a mí qué me importa tu salud! Bastante tengo con preocuparme de la mía. - Dame por lo menos algo de la comida que llevas -le dijo la viejecita. - ¡No te daré ni comida y ni un solo euro! - Y aquel egoísta continuó caminando hacia el pueblo. - ¡Pobre de aquel que tiene el corazón como un fruto seco! -le dijo la viejecita. Pero Corazón de Piedra no lo oyó, pues ya se había alejado por el camino. Cuando llegó al mercado, se puso a vender y cuando había terminado y estaba a punto de regresar a su casa, se dio cuenta de que quienes le habían comprado volvían furiosos. - ¡Ladrón! ¡Embustero! En vez de patatas nos has vendido piedras. - ¿Qué decís? ¿Os estáis burlando de mí? Entonces, los habitantes del pueblo le enseñaron lo que les había vendido y él mismo pudo comprobar que realmente eran piedras. Tuvo que devolverles el dinero. Jesús, mira con infinita ternura el fondo del corazón, sabe que cada uno es más grande que sus acciones, pero perdona, levanta y hace crecer. Jesús, eres mi amigo, te ofrezco los colores de mi corazón, son los que tú, cada día me pintas. • Estos días ponte el compromiso de ser mejor persona y dar luz y color al otro. ORACIÓN

    Enséñanos, Señor, a descubrir el tesoro interior del otro,

  • a disculpar y a comprender. Ayúdanos a respetarnos y acogernos con ternura.

    Queremos dar nuestra amistad, tener palabras cariñosas, gestos, miradas y manos tendidas, como Tú Jesús, en estos momentos que nos toca

    VIVIR.

    SEMANA SANTA Días importantes: Domingo de Ramos, Jueves y Viernes Santo. Entrada en Jerusalén - Domingo de Ramos https://www.youtube.com/watch?v=4bFkYP6ZbnI Semana Santa para niños (1ª Parte) - Jesús mi Superamigo https://www.youtube.com/watch?v=_281bpBhlLk Semana Santa para niños (2ª Parte) - Jesús mi Superamigo https://www.youtube.com/watch?v=dNi6zyFE0I8