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5º. Semestre

Raquel Páez

Jiménez

Matrícula

1410979

10 de Octubre de

2011

«m. Narración breve de sucesos ficticios o de carácter fantástico, hecha con fines didácticos o recreativos»Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-CalpeEs una narración fantasiosa, compuesta por personajes imaginarios y descripciones de los lugares. Su principal característica es la brevedad de la narración. Por lo general, su estructura se compone de una introducción, un nudo y un desenlace. Sin embargo, hay excepciones que no incluyen introducción o desenlace, pero lo que si llevan siempre es un nudo.

El reloj marcaba las seis de la mañana cuando la alarma sonó. Maggie al instante la apagó. Maggie era una adolescente de 14 años que siempre se quejaba de todo y andaba por la vida con malas actitudes. Al levantarse para arreglarse e irse a clases, se mira en el espejo de su cuarto y se asusta. Maggie se da cuenta que su aspecto era diferente, tenia cara fea, su cabello despeinado, su cuerpo jorobado como si fuera una viejita gruñona. Maggie se asustó mucho, pero se dio cuenta que algo pequeño en el espejo brillaba. Maggie se acercó al espejo para ver mejor cuando de repente es absorbida por el espejo y empieza a sentir que nada en el vacío.

Maggie se da cuenta que se encuentra en un bosque muy bonito. Asombrada, comienza a caminar observando lo bello del bosque. En ese momento encuentra entre las hojas del piso unas llaves extrañas y trata de tomarlas, pero al instante se da cuenta de que son unas llaves mágicas porque podían volar. Maggie las sigue con la curiosidad de saber qué es lo que abrían esas llaves mágicas. Finalmente las llaves se detuvieron en un árbol inmenso y majestuoso. En el tronco del árbol se encontraba una pequeña puerta. Maggie agarró una de las llaves para averiguar si con eso se abría la puertecita. Con un poco de dificultad lo logró. Dentro del árbol se hallaba un libro, antiguo y bien cuidado. Maggie comenzó a hojearlo y a leerlo.

Fascinada con las palabras que leía, algo llamo aún más su atención, decía: Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! … Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Maggie sintió que algo dentro de ella estaba cambiando, como si algo la limpiara por dentro y le diera libertad. En eso, sintió que una pequeña cosita blanca caía sobre su hombre. Maggie no lo podía creer, ¡estaba nevando! Llena de alegría Maggie reía y jugaba con la nieve, cuando de pronto un remolino de nieve empezó a formarse y a envolver a Maggie.

El remolino de nieve hizo que Maggie terminara en un desierto. Ella estaba muy asustada. No tenía idea del lugar en el que se encontraba. Maggie desesperada trato de hallar una salida o alguien que la ayudara. Empezó a caminar, y caminar, y caminar, sin llegar a ningún lado. Todo lo que veía era arena. Maggie sentía ganas de llorar, comenzó a sentirse sola y que la felicidad que había encontrado empezaba a desaparecer. Casi desmayaba cuando recordó una parte del libro que había encontrado: Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Maggie trato de levantarse y agarrar fuerzas de donde pudiera. Repitió una y otra vez las palabras del libro queriendo recobrar la alegría y el ánimo. Alzo sus ojos al cielo gritando estas palabras hasta que milagrosamente una gota de agua calló sobre su frente. Una rica y fresca lluvia empezó a caer en medio del desierto donde Maggie estaba. Ella daba vueltas de alegría y gozo al darse cuenta que ese libro la había cambiado. Cuando Maggie abrió sus ojos estaba de vuelta en su cuarto. Maggie corrió al espejo. El reflejo ya no era de una viejita gruñona. Maggie se veía hermosa e irradiante de felicidad.

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