La niña colorida

Era una vez una niña que usaba su ropa bien colorida, zapatos y accesorios coloridos pues era su madre que le compraba su ropa para ella.

Entonces un día la niña e hablo:

- Madre, no deseo más las ropas coloridas, yo deseo las ropas de un solo color.

Y su madre respondió:

-Hija, deseo que usted sea igual que su madre cuando era una niña: bien colorida ¡

Y la niña le dice:

- Pero madre deseo mis ropas de un color solamente.

Y la madre dice:

- Bien hija ya que así lo quieres que puedo hacer.

Al día siguiente, la niña fue a la escuela con la ropa toda de color rosado. Blusa rosada, zapatos rosados, bolsa rosada y accesorios rosados.

Entonces su amiga le hablo:

- ! Amiga ¡… ¿Qué sucedió con sus ropas?

-Es que mi madre me dejó vestir lo que yo quise ahora ya no soy mas “La niña colorida”, ahora soy la niña de un solo color.

- ¿Pero ahora vas a usar solamente un color?

- ! Claro que no ¡.Cada día voy a usar un color diferente, solamente no muchos colores de una vez.

-! ah ¡Pero te aviso no guste mucho de tu nuevo estilo.

Después volvió a su casa y vistió las ropas todo de blanco.

Allí la madre de la muchacha llamo a su hija.

-Hija ven a almorzar hice un rico tallarín.

-Ya voy mamá…

Cuando la niña estaba para comer su tallarín la salsa de tomate cayó en su ropa blanca.

La niña dice:

- !Ah, no¡ la salsa de tomate cayó en mi ropa blanca

De pronto el teléfono toca, era su amiga invitándole para salir a pasear en bicicleta.

Cuando la niña estaba para salir a pasear en bicicleta, ella se cambio de ropa para un color blanco de nuevo. Después de un tiempo pararon para comer unas papitas fritas, en eso encontraron un insecto bien bonito y colorido “Juanita” y la cogieron en sus manos y se sentaron en la arena, en eso su pantalón se ensucio y la niña grito.

-! Hay no lo creo ¡ de nuevo no puede ser ensucie mi pantalón blanco.

Cuando la niña volvió a su casa ella dijo

- ! madre ¡…deseo mis ropas coloridas de nuevo.

-¿Por qué mi hijita?

-Porque, vistiendo ropa rosadas a mi amiga no le gusto, con las ropas blancas me ensucie con salsa de tomate y con mi otra ropa blanca ensucie mi pantalón con la arena. Prefiero de nuevo mis ropas coloridas de siempre, ya no quiero más las de un solo color.

-Entonces hijita vístete así.

La niña se vistió de nuevo con su ropa colorida y dijo.

-! Soy la niña colorida ¡

Y las dos juntas vivieron felices para siempre.

Fin