Cuentos Alegres Para Niños.
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Captulo VI El momento ms oscuro es antes del amanecer.
Desde lo alto del espeso follaje en un rbol, el gran bho recobraba la conciencia,
pero sus ojitos no lograban distinguir ms que un mar de sombras con grotescas
muecas simulando algn tipo de sonrisa.
En ningn rincn haba un solo atisbo de luz y se pregunt si acaso eso era todo,
si la batalla estaba perdida y si el mundo que haba conocido sucumbira ante
aquel malfico hechizo que no tena sentido el bho se entristeci y comenz
a llorar, sus lgrimas se deslizaron a travs del plumaje en su rostro y cayeron
entre las hojas; el ave not que sus lgrimas resplandecan, reflejando alguna luz,
la oscuridad pareci arreciar igual que un viento invernal, lo que hizo a las
lgrimas brillar como un puado de estrellas entonces lo escuch fuerte y
claro, el sonido inconfundible de la maltrecha armadura de Aldebarn todava
ofreciendo batalla, a pesar de que las malficas sombras haban encajado sus
negras garras en su blanca piel, sin importar si mientras lanzaba otra estocada los
horribles colmillos de aquellos seres se hundan ms y ms, Aldebarn segua
luchando.
En aquel momento el bho pens que deba ser igual de fuerte que Aldebarn y
no rendirse, si haba tanta oscuridad tratando de detenerlos deba ser porque los
seres mgicos no estaban lejos. Entonces levant presuroso el vuelo, sintiendo
como las sombras le arrancaran las plumas de las alas y trataran de tirarlo, ignor
los macabros sonidos burlones que emitan, solo le importaba encontrar la luz de
los seres mgicos.
Volando a todo lo que le daban sus alas el bho cruz el retorcido sendero que
desembocaba en un bosque diferente, uno lleno de luces, colores y vida;
- Buuhoo, auxilio! en el nombre de Aldebarn guardin de los sueos, ayuda
buuhoo!
- Aldebarn? dijo una voz clara y melodiosa que pareca surgir de entre las
nubes-
-
- Si buuhoo, el guardin de los sueos, est siendo atacado junto con su protegida
en el sendero oscuro ayuda!
- Sin armadura? imposible!
- Buuhoo la pequea nos hizo una armadura, buuhoo
- imposible! que locura! luego de un momento en silencio reson en el
ambiente el profundo llamado de un caracol de mar invocando a los seres
mgicos- Elfos preprense! lucirnagas, liblulas vayan con las hadas arqueras!
dos lneas de ataque por los flancos! jinetes del viento conmigo, hadas de
la luna en la retaguardia, guardianes de las estrellas en las catapultas vamos!
por los sueos, por todo lo que es pequeo, inocente y bueno! vamos por el
honor del reino de las hadas, por la luz dentro de todos, por Aldebarn!
- POR ALDEBARN! se sumaron miles de voces de seres mgicos, insectos y
animales
Ante los atnitos ojos del bho, miles de criaturas pequeas aparecieron
abarrotando el cielo, haba elfos montados sobre colibres, diminutas y menudas
hadas con relucientes arcos y flechas de plata a lomos de liblulas, abejas y
lucirnagas, haba mariposas con monturas esperando a que cientos de
duendecillos alistaran sus espadas, a lo lejos aparecieron decenas de seres
luminosos cargando sacos cuidadosamente atados en las catapultas, haba
cervatillos, ardillas, lobos, pjaros de todo tipo, una familia de osos todos con
armaduras refulgentes.
El bho no poda creer que todos esos seres estuvieran dispuestos a unirse a la
batalla, pero algo interrumpi su contemplacin, una decena de hadas lo rodeaba
confeccionndole una cota de malla tan ligera como sus plumas, tambin un
casco que brillaba como hielo pero que era cmodo y abrigador, despus volvi a
resonar el caracol de mar y al grito de ALDEBARN! Aquel incontable ejrcito
comenz a marchar hacia el oscuro sendero retorcido, y al frente por fin
descubri a la criatura detrs de todas las rdenes, un elfo de gran estatura
(comparado con las hadas) de barbas azules trenzadas y a juego con su larga
cabellera enfundado en una armadura dorada y un casco con cuernos de toro, el
-
gran bho supo que era el guardin de la estrella de Aldebarn y con renovados
bros tambin se uni a la marcha para volver a darle batalla a las sombras.
En el fondo del retorcido sendero plagado de oscuridad, Aldebarn cubra el
cuerpo inconciente de Soleil sintiendo que sus fuerzas menguaban con cada
segundo, sin embargo en ese momento en que todo pareca demasiado oscuro
reson un caracol, el sonido se alz sobre los gruidos, chillidos y aullidos de las
sombras, luego la inconfundible voz de su amigo bho y despus todo fue un mar
de luces y voces que clamaban su nombre.
- ALDEBARN NO PELEA SOLO!
- BUUHOO EL GUARDIN NUNCAEST SOLO BUUHOO
- ALDEBARN, ALDEBARN, ALDEBARN!
Una lluvia de flechas encendidas con un polvo mgico hizo un cerco alrededor
del oso y Soleil, las sombras que intentaron traspasarlo chillaron terriblemente y
desparecieron, dos filas de elfos a lomos de aves y lobos comenzaron a repartir
golpes de espadas de plata, los cervatillos envestan con sus cuernos protegidos
en cotas de malla a cuanta grotesca criatura encontraran envuelta en sombras,
sobre el viento viajaban seres luminosos lanzando bolas de un fuego color violeta
que encenda a las sombras como si fueran paja, y detrs de ellos llegaron unas
catapultas en las que lanzaban sacos de polvo de estrellas que al ser lanzados al
aire se encendan y al caer perforaban toda oscuridad, Aldebarn se incorpor y
comenz a golpear lo que quedaba de aquellos seres con su escudo de atrapa
sueos y pronto aquel sendero que antes pareca un abismo de oscuridad estaba
iluminado como la va lctea .
Por encima de los rboles an se levantaba una gigantesca criatura sombra que
grua y enseaba los colmillos, pero que se fue desvaneciendo lentamente en la
bruma de la maana.
- Buuhoo vencimos!
-
- Al menos por ahora dijo el elfo- habr otro ataque esas sombras estn
enfurecidas.
- Pero porqu? pregunt Aldebarn mientras cargaba en brazos a Soleil quien
segua inconciente-
- Mi seor el elfo hinc una rodilla en el suelo en seal de respeto y todas las
dems criaturas luminosas se quitaron sus cascos e hicieron lo mismo- guardin
por favor perdnenos por haber tardado tanto en ir a su encuentro, haba
mandado a un grupo de elfos a buscarle pero jams regresaron yo yo no
puedo creer que hayan llegado hasta aqu, su voluntad es muy fuerte, al igual que
la de su pequea protegida sin duda alguna las estrellas les concedieron su
gracia.
- Un poco de suerte, un poco de fuerza, pero sobretodo amor, mi seor elfo, el
amor que Soleil siente por su abuela, por sus amigos, por sus sueos, por el
mundo bueno que conoce su corazn, esa fue la luz que nos gui pero no
entiendo porqu tanta oscuridad? porqu tanta saa contra una nia que nunca
ha hecho ningn mal?
- Para averiguarlo mi seor Aldebarn, necesitamos a Soleil, debemos llevarla a
al castillo de Mizar, nuestro padre, el elfo ms poderoso y sabio que existe, sabr
encontrar la respuesta.
- Andando, no podemos esperar ms mi seor elfo.
- Aldebarn, su viaje ha sido largo, la pelea ha mermado sus fuerzas, permtanos
llevarlos a Mizar con el honor, el respeto y el lujo que merecen
- No hay necesidad, puedo llevar a mi pequea
- Buhoo pero ests herido! Y Soleil tambin, deja que los lleven, no seas
testarudo, buhoo
- Su amigo el valiente bho tiene razn mi seor guardin, adems llegaremos
ms rpido si nos permiten llevarlos.
-
- est bien mi seor elfo pero tambin llevarn al bho verdad?
- Por supuesto.
El elfo guerrero silb una bella tonada y en un segundo estaban frente a l una
deslumbrante carreta de oro tirada por unicornios, cubierta con delicadas sedas y
llena de almohadas que parecan nubes, de su interior bajaron cuatro hadas que
ayudaron a recostar a Soleil al tiempo que le cantaban los ms dulces y tiernos
arrullos que jams se hayan escuchado, luego subi el bho quien no aguant la
curiosidad y se ech sobre los almohadones de un salto para descubrir que en
verdad eran nubes, esponjosas, vaporosas, clidas y al contacto olan a lluvia, a
pasto recin cortado, a rosas y lavandas, a moras y vainilla, aquellas fragancias
envolvieron al bho quien de inmediato se qued dormido, Aldebarn sonri y
tambin subi a la carreta y dos hadas se ocuparon de retirarle la armadura
destrozada y remendar los cortes que tena en la piel.
El oso no quera perder ningn detalle del viaje, pero la calidez de las almohadas,
el canto de las hadas, los tenues perfumes que despedan, el suave vaivn de la
carreta y el tremendo cansancio pudieron ms y cerr los ojos para sumergirse en
un sueo esperanzador en donde se vea en la habitacin de Soleil sentado ante
su mesa de juguete vistiendo un elegante chaleco de terciopelo prpura mientras
tenan una fiesta de t rodeados de aves, hadas y sus juguetes. Era como si
ninguna preocupacin u oscuridad hubieran existido nunca, el guardin sonri y
en ese momento una melodiosa voz reson claramente en su sueo, la voz deca :
as ser tu sueo, como todos los sueos son posibles, si vienen del lugar ms
puro de tu corazn, ellos tocarn la luz del amanecer
Aldebarn sinti renovadas sus fuerzas y lentamente abri los ojos para toparse
cara a cara con el gran elfo de Mizar quien tena las manos llenas de una luz
hermosa que se estaba derramando sobre el oso como si fuera el agua de una
dulce cascada.