Cuerpo en el escenario del arte - Ponencia - Ximena Batista
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Cuerpo en el escenario del arte
Ximena Elizabeth Batista Ordaz
Universidad Veracruzana
Mesa a participar: Cuerpo, identidad, género y edades
15.JULIO.2010
Cuerpo en el escenario del arte
Ximena Batista
Cuerpo en el escenario del arte
Empecemos el ballet
Al fondo se extiende como el horizonte una superficie llamada coloquialmente
escenario. En los extremos dos cascanueces gigantes sostienen los telones.
Puedo ver como hay una gran fiesta y el magnifico pino lleno de esferas nos
susurra la navidad. Los bailarines se desplazan como entre nubes, con sus
grandiosos vestuarios, formando ruedas y filas sobre ese particular calzado
demostrando que el ballet está en la cima tan solo con las puntas de sus pies
sobre la tierra. En la celebración aparecen dos personajes, Clara y Fritz
regocijándose con unos cuantos piruets entre los regalos. Cuando llega un
anciano llamado Drosselmayer, tiene un presente para ella y de esa mágica
caja se encarna un juguete que baila acompañado de la niña.
La víspera de esta noche llega a su fin pero las ilusiones no han muerto
en el auditorio, lleno de personas esperando ver a los ratones, la reina de las
nieves y todos los personajes clásicos de esta historia, que bailarines, a través
de sus cuerpos llenos de expresión, sorprenden con sus movimientos tan
precisos
Todo esplendor que nos lleva a pensar las Bellas Artesa que nos
remiten a la perfección y con ello a lo sagrado, incluso en algunos segundos
nos hacen sentir que tomamos a Dios.
En la antigua Grecia era frecuente la división de las artes en superiores y
menores. Por definición las primeras son todas aquellas que se podían apreciar
con lo sentidos "superiores" (incluyen la visión y el audición), se consideraba
que no era necesario un contacto táctil para apreciar la belleza. Básicamente
las bellas artes eran seis: Arquitectura, Escultura, Pintura, Música,
Declamación (incluye a la Literatura en general) y Danza (incluye al Teatro).
Esta última se definir como los movimientos corporales en forma rítmica que a En el caso de Bellas Artes, el diccionario de la Real Academia Española refiere que son todas aquellas
artes que tienen como objeto expresar la belleza.
Cuerpo en el escenario del arte
Ximena Batista
se guían por un patrón, íntimamente relacionado con la música, es una forma
de expresión y comunicación.
La danza clásica hace referencia a lo irreal e imaginario, utiliza la
pantomima (gestos y símbolos no cotidianos que sirven para que la gente
entienda alguna historia narrativa) y la representación, plasticidad del
movimiento, máxima amplitud, buena alineación corporal, un equilibrio estático
y dinámico, vocabulario técnico, específico y universal. En ocasiones es usado
como sinónimo de danza clásica la palabra ballet, pero la segunda se refiere al
trabajo coreográfico empleado en esta técnica y usualmente incluye danza,
mímica y música (Noverre, 1760)
Nace en el renacimiento como consecuencia de las lujosas cortes .A
través del tiempo se ha ido perfeccionando, lo que surgió con simples pasos y
vestuarios de moda y que después cambió en las cortes de Luis XIV, no es lo
mismo que ahora observamos en el ballet Bolsoi (por decir alguno).
En la práctica de este valorado arte existen problemáticas detrás, que no
vemos al apreciar un ballet. La preparación para ser un o una bailarina trae
consigo trastornos alimenticios, discriminación, influencias, perversiones y más.
Ejemplos de estas anomalías son las estrictas dietas a las que se tienen
que someter los y las bailarinas para estar en una escuela , la dificultad para
entrar en ellas si no tienes la imagen que se necesita, las ideas erróneas de
que el ballet es para mujeres y hombres afeminados u homosexuales…
Cuerpo que baila
El cuerpo en su forma perceptible, es decir en lo visible o “físico” dice
Pierre (1977) es una manifestación difícilmente modificable, en tanto tiene
relación con lo social y la manera que muestra la naturaleza de la persona,
entonces puede que tenga algo de cierto que las impresiones son importantes,
en especial se dice la primera. El “físico” para un bailarín es tan relevante
porque lo es todo, es herramienta de trabajo y no de cualquiera, la labor del
Cuerpo en el escenario del arte
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artista es sobrevalorada por la dichosa sublimidad que alcanzan esos seres
capaces de transmitir sentimientos. Pero mas allá de las impresiones que
causamos, es el proceder que nos lleva a obtener determinado físico, que va
desde porque adquirimos ciertas posturas corporales hasta las prendas que
utilizamos para llegar a ser nosotros. La relación que existe entre las
“apariencias” y la legitimidad es muy estrecha, entendiendo la legitimidad no
solo hacia el interior, que podría considerarse como autoestima, sino para lo
externo.
El cuerpo es un archivero constante que muestra la acumulación de
vivencias en el mismo, el folder que cada bailarín acumula a diario es una línea
que se trazó por ejercicio, por jornadas de ensayos, por posturas obligas, por
vendarse los pies y hasta la insignificante marca de las mayas sobre las cintura
van formando y deformando el cuerpo del que sueña un día acompañar su
cuerpo con música en un escenario. Los pies de los bailarines aclaran mejor
este punto, es suficiente leer lo que comenta Gabriela Jiménez Bernal: “Pies
perfectos , sostiene cuerpos estéticamente bellos”, en su nota que contiene
testimonio de importantes personajes que hablan del pan diario : fracturas,
ampollas, callos y la vida que llevan, sonriendo al que los ve, engañándolos,
por el dolor que se encierra dentro de una punta.b
La película Le Roi Dansec en español La Pasión del Rey, haciendo
referencia a Luis XIV da cuenta en repetidas escenas, lo que se ha hablado en
el párrafo anterior. La sobre valoración que se le da al cuerpo en el ballet tiene
un ejemplo en el film, cuando en el transcurso de los primeros minutos el, ya
anciano Jean Baptiste Lully se hiere con su bastón que ocupa para marca el
compás y por esa lesión le quieren cortar la pierna a lo que él dice “la pierna de
un bailarín no…sacadme el corazón pero la pierna no”
Aunque el arte pueda parecer que es para todos, no siempre poseemos
el “talento” necesario y aunque se lleven años practicándolo, muchas veces el
b Bernal, G. J. (29 de Abril de 2003). El Universal. Recuperado el 13 de Julio de 2010, de
http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/version_imprimir.html?id_nota=27956&tabla=cultura c Corbiau, G. (Dirección). (2000). La pasión del Rey (Le Roi Danse) [Película]
Cuerpo en el escenario del arte
Ximena Batista
talento falla al no tener la altura, la complexión, los huesos o la belleza
necesaria.
De la idea que los cuerpo se objetivan a través de la mirada de los
otros, se desprenden tres cuestiones centrales, la primera la torpeza (timidez)
con su opuesto la soltura (seguridad), la segunda la belleza y por último el
encanto y el carisma. Las tres entendidas desde la desproporción que existe
entre el cuerpo que se tiene y el cuerpo “ideal”. Los mencionados patrones o
parámetros dan valor a elementos como los tres mencionados, en los que
podemos saber si cabemos para la aceptación y colocación en la sociedad, con
una simple operación algebraica, el cuerpo ideal menos el cuerpo real. Es
posible que el conocimiento de esta fórmula ayudaría a los prospectos de
bailarines a entender sus capacidades a ser aceptados por los maestros,
escuelas y públicos. (Pierre, 1977)
Para profundizar es indispensable reflexionar a cerca de las miradas
ajenas. El patrón externo que recrean los estudiantes de danza se basa, en el
cuerpo exigido por la academia, por los maestros. La legitimidadd que obtendrá
su cuerpo será posible a partir de la perfección exigida.
Los humanos nos vamos construyendo a partir de lo externo, de lo que
se nos va añadiendo y vamos absorbiendo de fuera y quién es el que esta
afuera junto con la naturaleza- el otro -parecido a nosotros y que ha
estructurados sistemas en el que el cuerpo es cómplice y víctima de los
significados que se le han dado a él y a sus contactos con lo manifiesto. Esta
red tan enorme que hemos tejido, relativiza rasgos, les da fuerza en algunas
circunstancias al igual que los deja en desventaja cuando las circunstancias
cambian.
d La legitimidad tiene una relación con el proceder de la conformación visible, que es un
producto social (Pierre, 1977)
Cuerpo en el escenario del arte
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La red que la danza posee para educar y pescar al que pretende ser
bailarín, les muestra las flaquezas que necesitan ser fortificadas, sí es que en
un momento quieren merecer el honor de bailar en un gran escenario, con esto
quiero dar a entender que la gran red es una historia que ha enseñado y
conformado a la danza y que a partir de ella somete a los estudiantes a seguir
siendo parte de esa exigente historia de cuerpo, personas y academia.
La danza se ha formado histórica y estéticamente bajo un rigor casi
inhumano que no permite el alcance de lo divino a cualquier mortal, sino sólo a
aquellos que se han preparado y nacieron con el cuerpo adecuado, esto es
algo de lo que menciona Jean George Noverre (1760)
El cuerpo no es inmortal y se deteriora con el tiempo, es por eso que los
bailarines tienen un corto plazo para ejecutar. El mismo Rey Sol en la película
Le Roi Danse llega un momento en el que ya no continúa bailando y Moliere le
comenta a Jean Baptiste Lully: “El Rey desearía tener un cuerpo de bronce
como el de sus estatuas pero la naturaleza no perdona…quiere que le empujes
a esa absurda perfección que quiere lograr en todo”. Fuera de la ficción
encontramos que mujeres como Irma Morales (ex primera bailarina de la
Compañía Nacional de Danza) también pasó por la transformación de un
cuerpo útil al desechable, a cerca de lo que comentó “Desde que uno escoge la
danza, sabes que es corta en comparación con otras profesiones. El cuerpo es
tu instrumento y es quien poco a poco te dice que ya es el momento porque
pierdes elasticidad, ciertas condiciones físicas aunque trabajes todo el día, así
que llega el momento de decir hasta aquí antes de ya no poder hacer nada” e
Lo que se pretende en este espacio es presentar un rostro de la danza
clásica, que incluye un panorama que desde una butaca no se puede percibir.
La cara deformada que nos desnuda bailarines llenos de pesares, sueños,
impotencias, autoexigencias esforzándose cada día por hacer un movimiento
e Quijas, F. P. (4 de Junio de 2008). La Jornada. Recuperado el 3 de Enero de 2009, de
http://www.jornada.unam.mx/2008/06/04/index.php?section=cultura&article=a05n1cul
Cuerpo en el escenario del arte
Ximena Batista
más exacto, más “artístico”, más penetrable al público que espera la función sin
errores, que al ejecutante le cuesta lo extra humano.
El arte contenido y amurallado encuentra su límite en el cuerpo que le da
vida. Una audiencia puede ver un ballet en su infancia y presenciarlo, una vez
más en la vejez, pero el intérprete goza solo algunos años el placer de pisar un
escenario. El final de las mágicas historias relatadas con movimientos no es
parecido al que tienen los bailarines, su labor es tan efímera como el polvo de
hadas que se esparce en el aire... en el tiempo, que pone un punto a la vida útil
de un artista.
El aplauso o abucheo proviene de las palmas de un público, no tan
resaltado en este trabajo pero no menos importante, ya que de éste se procede
a interpretar el arte en un nivel semiótico. Dicha causalidad es resultado del
entendimiento de la producción artística como desdoble de la cultural, que es
tejida y re- descifrada por el observador.
Obsequios son los que brinda la parte receptora, con las polifónicas
palmadas que emergen de entre una multitud, pero a lo lejos, está el solitario
receptor, quien exhausto y satisfecho ha brindado su mejor esfuerzo, el trabajo
de meses y hasta años. Y este ser, es el que es explorado para complementar
un nivel más de entendimiento. La revisión de rostros recorre escuelas como el
Centro de Educación Artística Diego Rivera, la Escuela Nacional de Danza
Clásica Contemporánea, la Academia de la Danza Mexicanaf , siendo estos los
espacios educadores del arte, de los significados, de las intenciones más
representativas del país.
Cuando bailan lo están viviendo
Girar la mirada y reconocer a quien está siendo un actor importante en
estas líneas, es lo que continúa en el guión. Y reconocerlos sobresale de lo que
puedan decir mis palabras, porque los que viven la danza son ellos. Por lo
f Todas estas escuelas se ubicada en México, Distrito Federal
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tanto, el acercamiento al testimonio concreta la interpretación. El paseo rápido
de algunas entrevistas mostrará, a grandes rasgos, cómo es que se pasa de
marcar unos pasos con ritmo (aficionado) a la decisión de tomar una trayectoria
dolorosa y engalanada para nombrarse artista.
Las caras y nombres se difuminan para solo mostrar un boceto de las
voces de los estudiantes de danza. En distintas entrevistas se halla la
descripción de los exámenes de admisión, en que consisten y la dificultad de
ellos, la cual varía dependiendo la educación que los aspirantes posean. Las
edades de inicio deben ser tempranas, para una garantía más amplia del
triunfo y de alcanzar el profesionalismo.
Pasión es un sentimiento que se caracteriza por llevar al ser humano a
lugares inexplorados, lejanos, extrasensoriales provocando grandes
satisfacciones. En el arte, se dice que es elemento principal para que la mezcla
logre “amarrar”, atrapar, transmitir, pero ¿qué tan cierto es? Eunice Viridiana
Juárez Hernández cree que es lo más importante para el desempeño
profesional, pero trascendiendo a estas palabra y entendiendo otras dichas por
ella y por otras , es casi obvio que no basta con apasionarte, eso solo brinda el
toque especial a una ejecución impecable, así entendemos que previo, está
lograr la perfección. Para no ceder ante el duro camino, también es útil la
pasión.
El esplendor se consigue con el trabajo para que se puedan realizar
movimientos y desplazamientos, añadiendo que dichas acciones las hará un
ente importante: el cuerpo, que debe poseer características difíciles de obtener,
es por eso que las quejas se escuchan a menudo en los pasillos de las
escuelas de danza. Es bien sabido que el estar gordo y chaparro no es el ideal
de un bailarín. Muchachas como Anaiss Batista, Paulina González, Alejandra
Rimada, Ana Gabriel Puebla y Brenda Sánchez g coinciden en lo duro que es
plantearse un cuerpo ideal cuando se está lejos de él. En específico Ana
Gabriel menciona: “no encuentro como llenar tantos perfectos”
g Alumna y ex alumna del CEDART Diego Rivera.
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Los círculos sociales de la danza son reducidos y es sencillo pensar la
respuesta a eso, la dureza de la crítica…la exigencia. Son pocas las personas
que se encuentran en el papel contario al del sometido o discriminado, una de
ellas es Ma. Gracia Velázquez Basultoh, quien me brindó una perspectiva
diferente, crítica y no quejosa (sin hacer menos a las que lo hacen).
Grace, como es llamada por sus amigos, opinó acerca de que la danza
fuera para todos y con una actitud de burla dijo “Es que depende... no sé... Las
personas obesas podrían estudiarla pero la estética que se requiere de una
época a otra es la que determina... La cultura dancística viene desde
muchísimos años atrás en donde se pide una figura esbelta en el escenario y
en donde las medidas visuales del público, son lo que se pide... Es muy raro
cuando una persona gordita baila escénicamente, y si de alguna forma hay una
bailarina que no esté gorda pero sí con lonjas o panza, el público
inmediatamente la critica o dice que no se ve bien y es que muchas veces es
cierto NO SE VE BIEN pues quita agilidad a la coreografía o montaje que esté
ejecutando. En cambio una delgada puede que le sea más fácil moverse o
saltar más alto, entre otras cosas que requiere la disciplina de la danza. No sé
si tal vez existiera una compañía de puras gordas pues no se saldría de
contexto nadie y a lo mejor se vería bien pues harían lo que pueden
limitándose a hacer cosas que no pueden(…)pero quizá en el futuro la estética
cambie y lo bello sea estar gordo... Nadie sabe...”
Ella acierta al opinar que las exigencias internas van muy de la mano
con las del público, que al final es el que acepta o rechaza al ver un ballet. La
relación con ella es mucho más estrecha, debido a que he tenido la
oportunidad de “verla en acción” y es increíble como su fino, delgado y
delineado cuerpo, se convierte en un monstruo en el escenario capaz de
enaltecer cada movimiento, penetrando en cada fibra del espectador.
Un rostro aun más borroso, que el de las bailarinas es el de los hombres,
que parecen invisibles en estos espacios, en rincones aun más recónditos
h Ex alumna del CEDART Diego Rivera, actualmente en la ENDCC y miembro de la compañía
Contempodanza
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desde donde pocos escuchan los murmullos que quisieran ser gritos diciendo :
También tenemos problemas.
Los bailarines, tienen menos obstáculos para ingresar a una escuela de
danza, debido a que el número de jóvenes que toman la decisión de bailar
profesionalmente, es inferior al de las mujeres. Es evidente que es más fácil
pero no arbitrario, la danza sigue exigiendo patrones específicos, pero lo que
cambia es la flexibilidad con la que se admiten errores en los procesos de
conseguir la figura deseada.
Entonces ¿qué problema tienen? quizá no los encuentren en el mismo
lugar desde el que las mujeres se quejan, pero afuera, en lo público es donde
el hombre que baila es mal visto, en otras palabras, la familia y el espectador
es quien señala las virtudes negativas de ellos, diciéndoles homosexuales,
afeminados, nenitas, cisnes etc. . De esto Yubal Rubio dice: “¡no es un
requisito!, si hay gays en la escuela pero no todos son así, pero la gente no
entiende que para bailar un ballet necesitamos ser delicados… ¡no somos
futbolistas!”
Un estudiante llamado Alex Leonel me hizo pensar en otra cuestión
importante, que atañe a la innegable biología, cuando menciona: “Para muchas
cosas habilitamos el cuerpo pero hay cosas que naturalmente ya somos y yo
nací con cuerpo de bailarín. Mis papas no me heredaron obesidad, ni enanura
por eso puedo ser un artista (risas)” (Él acepta que es un poco despectivo pero
se considera muy realista). Y es obvio que no podemos negar las
características física con las que nacemos, pero es importante buscar espacios
en los que el bailarín “no natural” pueda desenvolverse.
Los nombres, las edades y las experiencias son muchas, pero no
infinitas y menos idénticas como para cerrar el tema y afirmar que todo lo
expuesto son los únicos problemas que viven los bailarines. Es mejor optar por
abrir el espacio a más circunstancias vividas, siempre encontraremos quien
quiera decir lo que le aqueja y le impide conseguir su meta.
Cuerpo en el escenario del arte
Ximena Batista
Terminemos el ballet
Ser espectador de una obra de arte, en éste caso un ballet puede verse
limitado muchas veces al nivel técnico de los y las ejecutantes, los vestuarios,
escenografía, comparación en diferentes presentaciones y temporadas
pasadas etc. Pero como hace mención Geertz (1973) la sociedades
occidentalizadas se han convencido que éste nivel de análisis es suficiente
para la comprensión completa de éste y es así como se forma un abismo entre
lo que vemos, decimos de un ballet, y aquello que es. Este autor, enuncia que
la cultura es una serie de estructuras significativas creadas por los seres
humanos, por tanto, es trabajo del antropólogo desentrañarlas para
posteriormente interpretarlas, para eso el propone tres niveles del análisis, el
hecho que se percibe a simple vista, lo que piensan quienes actúan en éste
suceso y la interpretación del investigador.
Trascender en el análisis, nos sitúa en una realidad con dimensiones
para poder presentar más tejido y menos ficticio lo pretendido. En el caso de la
danza clásica y este vaivén de palabras, la tridimensionalidad le da volumen.
Los tres niveles de análisis, que nos dirigen a “desentrañar estructuras de
significaciones”, comienza con el trazo de la primera línea ofrecida en bandeja
de plata en un escenario, ese primer contacto con el arte, sus cuerpos,
vestuarios, tan impactante y penetrable, dejando brotar al habla que enaltece lo
que ve. Esa línea delicada y perfectamente trabajada, se sigue hasta lograr un
área, que contiene en cada milímetro cuadrado al bailarín, su conflicto y
pensamiento profundo a cerca de lo que pasa antes, durante y después del
acto, en el que él también aparece como parte integradora e integrante del
espectáculo. Y por último, como recopilación de cada unidad cuadrada y
rezago de los incrustados pensamientos ya pensados, está la perspectiva de
él o la antropóloga, brotando en lo volumétrico, anhelando no solo plasmar su
visión, sino incluir las ideas que le fueron presentadas desde el ligero trazo de
la línea.
Cuerpo en el escenario del arte
Ximena Batista
Si el mundo emocional en el que vive un(a) bailarín(a) y por el que se
mueve para llevar a cabo esas ejecuciones es demasiado complejo ¿cómo es
que tratamos que un análisis técnico refleje un ballet entero? (Geertz, 1994). Es
posible que la mirada antropológica pudiera dar respuesta a un análisis más
complejo, problematizando todo lo que conforma una puesta en escena. Un
ejemplo de la invitación al dicho análisis es la de este trabajo, que busca ver
más allá de la magia que un espectáculo tan preciso nos puede brindar, sino
penetrando a los camerinos donde está el sudor, la frustración, la
discriminación y los cuerpos adaptados al inhumano arte del movimiento.
Cuando Geertz (1994) hace la afirmación: “estudiar una forma de arte
significa explorar una sensibilidad” nos lleva a pensar en ese otro nivel a
estudiar, el simbólico, desde esta perspectiva podemos tomar el ballet como
una analogía del ritual y con ello de lo sagrado, porque busca sobrepasar la
condición humana, tomar distancia de la impureza, y así como el pecador, un
mal paso dado es llamado sucio, un error, algo no cuidado en una puesta en
escena es imperdonable, tal como sucede con la contaminación y lo sucio tiene
que ser excluido para brindar el espectáculo la más noble y transparente
danza, que se mueva entre las nubes y se eleve a un nivel que el impuro crea
inalcanzable.
En el ritual la vinculación de los opuestos, no es despreciable por su
labor de comunión, para fortalecer su divinidad, la dualidad al bailar fortalece
aun más heroico, lo hace más admirable y renueva la fe en su esplendorosa
labor. Quien rosa a menudo las impurezas son los mismos dioses, los
bailarines que se postulan en un altar, pero que saben que no es
humanamente dado sino trabajado y adquirido. La significación universal y
magnífica creada con respecto a dicha sublimación, es tan solo uno de los
entramados interpretables de un ballet. (Cazeneuve, 1971)
Al ser ritual inmediatamente es simbólico, los elementos que brinda una
puesta en escena para la interpretación, son innumerables. Una de las
tendencias de las coreografías retoma cuentos de hadas, como la cenicienta,
la bella durmiente, el lago de los cisnes, el cascanueces, etc. en los que el
Cuerpo en el escenario del arte
Ximena Batista
acercamiento con lo sobrenatural es evidente. Cooper (1986) comenta a cerca
de esta forma literaria que : “Su cualidad arquetípica y sus formas simbólicas
hacen que resulten de fácil comprensión para diferentes edades (en ambos
sentidos de la palabra) y que culturas diferentes tiendan puentes entre los
diversos niveles del entendimiento, no sólo en el ámbito cultural colectivo, sino
en el individual humano, mostrando su lado iluminado y su lado oscuro, su
conflicto mental y emocional” .Hemos escuchado alguna vez la historia del
doncella-cisne (blanco) y el cisne negro, esta historia posee varias
características de lo que menciona el autor, la reconocemos y entendemos por
los principios de dualidad(las aves opuestas), del héroe, de las
transformaciones humanas en animales (que se remontan a rituales antiguos
en diversas civilizaciones) etc. Es posible que no tengamos la educación para
alcanzar altos niveles de abstracción de una obra dancística, pero la facultad
simbólica los hacen familiares y nos acercan a ellos.
La danza clásica no es una producción artística que nació recientemente
y lo que representó y para lo que se utilizó en ese momento histórico
determinado no es el mismo que tiene ahora. No ha sido completamente una
historia ventajosa, desde la que el arte (“culto”) se ha carcajeado mirando
despectivamente, debido a que dentro de ella han existido transformaciones
que la han ido desplazando. Desde la cultura clásica de Luis XVI, estuvo
presente la dicotomia del significado de “cultura cultivada”, el devenir de
acontecimientos que fueron replanteando los estándares para decir que es
arte, que es bello, que es lo “culto”, ha habido también una sustitución
constante de la estética admitida. Las viejas (pero no del todo) ideas de que lo
clásico y magnifico, como lo que nos muestra un ballet, es el modelo adecuado,
han sido enfrentadas con las ideas perturbadoras, las nuevas tendencias, como
el pop-art , el surrealismo, la danza contemporánea, etc. dice Morin (1969) que:
“El arte, superior a la vida, el arte reino encantado y mágico , paraíso de la
“cultura cultivada”, aparece como un universo artificial y vano”. Se ataca el
academicismo y con la aparición de una industria cultural, se provocan grandes
transformaciones en la moderna adquisición y acercamiento al arte, es decir
que podemos poseer un ballet, ya no solo desde una butaca se ha sustituido
Cuerpo en el escenario del arte
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por la comodidad de nuestro sofá observnando pantallas de computadoras o
televisiones.
El arte en general tiene influencia en su público y al mismo tiempo el
público en el arte. Son espejos entre ellos. Barthes establece una clasificación
de los tipos de cuerpo, el estético y del espectáculo, el segundo mencionado,
habla del carácter público, estar siempre “frente al otro”, pero este
confrontación es casi inconciente, por lo que el bailarín vive doblemente
expuesto, porque también es espectáculo conciente, la gente va a observarlo.
Pensar al otro como parte fundamental de nuestra imagen, es experimentar un
intersubjetivismo corporal, que nos acordona al prójimo y nos debería poner a
pensar lo que le exigimos, su fragilidad y conducirnos por un ambiente más
tolerante, Barthes entiende por intersubjetivismo “al hecho de que el cuerpo del
otro es siempre una imagen para mí, y mi cuerpo siempre una imagen para el
otro”.
Lugar de reflejos, hallamos en los espejos y entendiendo al público como
esto, alza la importancia de hablar de este proceso de copia y reflexión. La
audiencia es tan importante como cada parte espejeada en un salón de danza,
que pinta a cada segundo los movimientos, los corrige y los critica.
Considerando y entendiendo nuestra fundamental participación para la
invención de un cuerpo y espectáculo, sensibilizaría el trato y proceso de quien
se vale del cuerpo para vivir.
No fueron otros, más que el público el que fue exigiendo precisión. Un
espectador que en la actualidad ya no está acostumbrado a ir al teatro a ver un
ballet. Su educación o acostumbramiento a la magia que ofrece la danza
clásica brindaría al arte nuevos críticos, exigencias y cambios. Tan necesarios
para guiarse y revolucionarse, como desempolvado mostrar una nueva faceta,
una diferente producción y horizontes, quizá menos exigentes, quizá igual de
estrictos pero más permisible al sueño, dejando a una lado la “línea”.
Cuerpo en el escenario del arte
Ximena Batista
La danza clásica no nació en la cima de sus puntas para vernos a todos,
pero ha escalado hasta un lugar casi invisible e intocable y es necesario
hacerlo bajar de vez en cuando al suelo que todos caminamos y entendemos.
Bibliografía
BARTHES ,R. ( )1985 El cuerpo de nuevo, en Diálogos Vol. XXI, Número
3 (123): 3-7
BOURDIEU, P. (1982): Notas provisionales sobre la percepción social
del cuerpo, en C. Wrigth (dir.): Materiales de sociología crítica, Madrid, La
Piqueta.
CAZENEUVE, J. (1971), Sociología del rito: Amorrortu Editores.
Argentina.
COOPER,J.C. (1986), Cuentos de hadas. Alegorías de los mundos
internos: Málaga, Sirio
GEERTZ, C.(1973) Descripción densa. En La interpretación de las
culturas: Gedisa. España
GEERTZ, C. (1994). El arte como sistema cultural. En Conocimiento
local: ensayos sobre la interpretación de las culturas. Paidos
MORIN, E. (1969) . Del análisis cultural a las políticas. En
Comunications. No.14. París: 5-38
NOVERRE, J. G. (1760). Cartas sobre la danza y sobre los ballets.:
Universidad Autónoma Metropolitana, Dirección de Difusión Cultural,
Departamento Editorial, 1981. Distrito Federal