CULTURALES El general, laberinto de soledad
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El general,laberinto desoledad
E stas breves notas in-tentan una aproxima-ción critica a la más re-
ciente producción novelística deGabriel García Márquez desdeuna perspectiva doble: destacarlo específicamente líterario en los-aspectos formales de la escrituray señalar el fenómeno de la bús-queda de la identidad culturalcomouno de los núcleos estructu-rales fundamentales de la obra.Se pretende así abordar el textocomocreación verbal concreta, yaque la discusíón sobre la novelase ha centrado casi exclusivamen-te en los contenidos históricos, ol-vidando la naturaleza misma de laobra, que es esencialmente unacreación imaginaría.
Estructura ytécnicas narrativas
El general en su laberinto, deGabriel GarcíaMárquez, comoar-tefacto verbal, está construidacon base en la linealidad narrati-va, conforme las novelas tradicio-nales de héroe protagónico, y seocupa de los últimos días del Li-bertador SimónBolívaren su viajetortuoso de Santafé a Santa Mar-ta, con algunas retrospeccionessobre aspectos biográficos muyimportantes de quien fuera elmásimportante personaje político-mi-litar del sigloXIXen América his-pana.
Esta estructura lineal, de natu-raleza decimonónica en su confi-guración formal, utiliza predomi-nantemente el tratamiento técni-co de la tercera persona omnis-ciente, con un narrador objetivo y
• Director de Extensión Cultural, Univer-sidad Nacional.
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CESAR VALENClA SOLANILLA'
Revista Universidad Nacional
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testigo que se expresa en múlti-ples voces de personajes secun-darios, algunos de ellos perma-nentes, como José Palacios (el fielservidor negro de ojos azules ypelo color de ardilla que acompa-ña a Bolívar muchos años, hastasu muerte), y otros ocasionales,como su séquito de jóvenes gene-rales fieles a la causa y una multi-tud de personajes históricos quetuvieron contacto con el Liberta-dor en los momentos trascenden-tales de su vida, de los que se ocu-pa la novela.
La alternancia lograda entre lalinealidad estructural y la multifo-cación narrativa (fenómeno carac-teristico de la modernidad litera-ria), le confieren a esta novela unaespecial expresividad artística;es la resultante de una combina-toria entre el relato tradicional (ala manera de las obras decimonó-nicas), y la narración contempo-ránea, que asimila creativamentelos avances formales de la escritu-ra literaria. De esta manera, Gar-cia Márquez ha elaborado una no-vela que es al mismo tiempo tradi-cional y moderna, biografía, cróni-ca histórica, alegato político, na-rración realista, novela de perso-naje, participando así de la totali-dad novelística, que es un empe-ño de la modernidad en el arte na-rrativo.
Para proponer esta virtualidad,el autor acude a toda suerte de re-cursos técnicos lingüísticos, conuna adjetivación formidable, fun-diendo en este relato de indolerealista toda la magia verbal deun estilo ya consolidado en susanteriores creaciones literarias.El lenguaje, en este sentido, esdepurado y participa de la econo-mía verbal de su inimitable novelainaugural, El coronel no tienequien le escriba, obra a la que ledebe mucho en su organizacióninterna y en la concepción mismadel personaje protagónico. Almismo tiempo, el cuidadoso tra-bajo del lenguaje facilita la aproxi-mación al verismo histórico que laobra propone, confiriéndole alpersonaje principal una dimen-sión más humanizada, menos re-tórica y por lo tanto más trascen-dental, hondamente trágica y
Bogotá. Mayo-Junio 1989
despojada de esa falsa aúrea degrandilocuencia heróica, que hasido hasta el momento la únicaimagen de Bolívar en los textostradicionales de los historiadores.
Los diálogos, que han sido se-ñalados por algunos comentaris-tas 1 como acartonados o falsospara un personaje novelístico (porsu procedencia histórica realista),por el contrario han sido someti-dos a una paciente depuraciónlingüística para hacerlos posiblesy funcionales en la ficción, y sonun soporte fundamental para dar-le consistencia a Simón Bolívarcomo figura histórica y como per-sonaje novelistico.
La identidad cultural:el laberinto
La búsqueda del pasado, esa in-dagación critica de las raíces denuestras raíces -como dice elgran poeta cubano Nicolás Gui-llén- representa para García Már-quez y otros autores2 una posturaideológica concreta que intenta lareescritura de la historia, y se ex-presa literariamente a través devarios núcleos temáticos estruc-turantes (el poder, la soledad, elamor, la muerte), o de metáforasobsesivas que conforman un"mito personal", según la teoriade Charles Mauron3
En su conjunto, la obra de No-bel colombiano evidencia estapreocupación, que transforma elpasado en elemento vitalizadorde la historia, a través del discur-so critico realista de sus creacio-nes literarias, haciéndose aúnmás evidente en El general y sulaberinto ya que en esta novela elintento se asume con la dificultadde un personaje histórico concre-to y determinante en la vida políti-ca de América Latina. Elmito per-sonal, desde este ángulo, se con-funde con la búsqueda individual
1. Antonio Caballero, Semana, No.pp.
2. Augusto Roa Bastos, Yo el supremo,Fernando del Paso, Noticias del impe-rio, Germán Espinosa, La tejedora decoronas. Manuel Zapata Olivella,Changó, el gran putas, etc.
3. Charles Mauron, Des métaphores ob-sédantes au muthe personne1, Paris,1963.
de la identidad cultural colectiva,ya que allí confluyen los temasreiterantes, las imágenes y metá-foras obsesivas, el mundo imagi-nario que recrea una realidad muycompleja a aprehender de otramanera.
Las nociones de búsqueda-la-berinto-mito personal-identidadcultural, se hallan, entonces, enestrecha relación en el plano lite-rario y posibilitan la hipótesis dela escogencia de un personaje sin-gular en nuestra historia (tal vezel más grande, el de mayor dimen-sión y perspectivas, Simón Bolí-var), como instrumento para plan-tear una actitud biográfica perso-nal. Para André Green4
, estoconstituye la expresión literariacomo objeto transnarcisista, endonde hay identidad entre el per-sonaje novelado y el sujeto nove-lador, que permite la indagaciónautobiográfica paralela al com-promiso histórico e ideológico.
Al mismo tiempo, esta relacióníntima (en la novela es un verda-dero eje estructural), configura unfenómeno bien singular: desde laperspectiva garciamarquiana pa-rece que la investigación historio-gráfica, por más exhaustiva queella sea, no proporciona sino unaparte de aquello que se quiere re-construir, y sólo mediante la in-vención imaginaria, como com-plemento, es posible acceder a latotalidad del objeto representa-do. Es la propuesta del autor parala comprensión-reconstrucciónde la historia de Bolívar en sus te-rribles y dolorosos días finales dederrota, frustración y sueños inú-tiles de poder; es la visión poéticahumanizada, critica, desmitifica-dora y más próxima a la realidadreal de un extraordinario hombreque entregara su vida a la causade la libertad y el proyecto de lagran república hispanoamerica-na, que García Márquez revelaagobiado por la enfermedad incu-rable del cuerpo y lastimado pro-fundamente por las huellas desa-lentadoras del alma.
Por todas estas razones, eltema central de la novela es el dela soledad (como en casi todos los
4. André Green, DEil en trap. Paris, 1969
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pudiera constatarse por los espe-cialistas en todas las partes delmundo que le brindaron su apoyoincondicional por la magnitud dela tarea emprendida, y todas esassingularidades en el proceso deconstrucción de libro que perte-necen más a la anécdota del oficioque al oficio mismo, nos demues-tran que el riesgo fue asumido acabalidad para que el legado per-teneciera ante todo al compromi-so historiográfico, politico, ideo-lógico, y el papel de lo estricta-mente literario se resolviera comocomplemento a este propósito. Locual no indica, claro está, que lanovela sea una obra menor, yaque a pesar de no poseer la di-mensión de Cien años de soledad,El otoño del patriarca, El coronelno tiene quien le escriba, el pruri-ta del verismo histórico no le restavalor como virtualidad narrativa ysu propuesta imaginaria es alta-mente coherente y expresaiva enla ensoñación poética.
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libros de Gabo), soledad husmea-dora de laberintos de una identi-dad perdida y hasta ahora edifi-'cándose en la certidumbre críticade nuestro mestizaje cultural; la-berinto de soledad que rescatadesde sus profundidades el pasa-do, lo humaniza, lo hace trascen-der por la mediación del arte lite-rario, dándole la real dimensión almás descollante genio politico-militar de hispanoamérica y fun-dador de nuestros repúblicas.
Ellegado histórico
Finalmente, es preciso anotarcómo esta obra, de indiscutiblesvirtudes como obra de ficción, apesar de poseer casi todos los ele-mentos de novela total (ya anota-mos su naturaleza múltiple decrónica histórica, biografia, nove-la de personaje, relato realista,etc.), seguramente será estudia-da y recordada tan solo por sus
contenidos históricos recupera-dores de la identidad real del Li-bertador, ya que este fenómenoha desbordado, no sólo en la re-cepción del lector, sino en la enti-dad misma del relato, los valoresartísticos inherentes, suscepti-bles también de aproximacionescríticas. Es el gran legado de Gar-cía Márquez a la historia hispa-noamericana, pues a partir deahora Bolivar será otro, definitiva-mente, motivo éste que inquieta alos académicos de corte tradicio-nal y a muchos de los detentado-res de la verdad oficial.
Este es un riesgo en el que de-bió pensar el autor en el proceo deelaboración de la novela: la meti-culosidad en la verificación histó-rica para impedir la desarticula-ción verista, el cuidado en los mí-nimos detalles de ambientaciónhistórica para transmitir un nivelde coherencia y correspondenciarealista, la obsesión prácticamen-te neurótica para que todo ésto
Colonización y ConflictoCatherine LeGrand Colonización y protesta campesina en Colombia: 2850-2950,Ed. UniversidadNacional, Bogotá 1988.Traducción de Remando Valencia G.
• Profesora de Historia, UniversidadNacional.
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La frase introductoriadel estudio de LeGrandilustra mucho sobre la in-
tención que condujo a la autora aemprender la realización de laobra que hoy circula. El pequeñopárrafo en cuestión dice: "Cuan-do yo era estudiante, la universi-dad entera se entretenia con unjuego de preguntas y respuestassobre trivialidades académicas.Una vez, tras una serie de pregun-tas ingeniosas y, como era de ri-gor, frívolas, de pronto alguien sa-lió con ésta: "En Asia hay cuaren-ta millones de campesinos mu-
MARGARITA GONZALEZ'
riéndose de hambre. Dé el nom-bre de uno de ellos'. Se produjo unlargo silencio. Ninguno de noso-tros conocíq un campesino. No sa-bíamos cómo vivían y mucho me-nos lo que pensaban y lo que lesera importante. Si se ha de lograrel desarrollo económico, es nece-sario comprender sus problemasy sus puntos de vista" .
Esta aseveración contiene dospuntos importantes, por una par-te, el deseo de llegar a conocer laaccióñ histórica de la masa anóni-ma rural conformada, en estecaso, por los colonos colombianos
Revista Universidad Nacional