Curtis, William_Introducción_La Arq.mod. Desde 1900_1995 (en Español 2006)

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    _____Uno de loslibros cruciales parael estudio de laarquitectura del siglo xxFredy Massad y licia Guerrero Veste

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    l rquite turmoderndesde ]

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    intro u in El historiador que se dispone a escribir una historia dela arquitectura moderna ha de empezar necesariamentecon una definicin de su tema. Muchas pocas pasadashan calificado sus propias arquitecturas de modernas,por lo que el trmino en s mismo es escasamente distintivo.La arquitectura moderna que constituye el tema principalde este libro fue una creacin de finales del siglo XIX yprincipios del XX Y se concibi como reaccin al supuestocaos y al eclecticismo de los diferentes revivals orevitalizaciones de las formas histricas que tuvieron lugara comienzos del siglo XIX Fundamental para el ideal deuna arquitectura moderna fue la nocin de que cada pocadel pasado haba posedo un estilo propio y autntico,expresin del verdadero sentido de su tiempo. Segn estamisma visin, se supone que se produjo una ruptura haciamediados del siglo XVIII cuando la tradicin renacentistase tambale dejando un vaco en el cual desembocaronnumerosas adaptaciones y recombinaciones no autnticasde las formas del pasado. As pues, la misin consista enredescubrir el verdadero camino de la arquitectura, sacara la luz formas adecuadas a las necesidades y aspiracionesde las sociedades industriales modernas y crear imgenescapaces de encarnar los ideales de una era modernasupuestamente diferenciada.

    Ya hacia mediados del siglo XIX algunos tericos comoCsar Daly, Eugne Viollet-Ie-Duc y Gottfried Semperdebatan la posibilidad de un genuino estilo moderno,pero tenan pocas ideas sobre su forma. Hasta poco antesdel final de ese siglo, con el considerable estmulo de unconjunto de inventos estructurales producidos entretanto,no se dieron saltos imaginativos en el intento de visualizarlas formas de una nueva arquitectura. Esta fase pionera-que dio como resultado entre otras cosas) el Art Nouveauy la Escuela de Chicago-- fue algo propio de las nacionesindustriales avanzadas de Europa occidental y de losEstados Unidos. Incluso entonces haba un consensorelativamente escaso en relacin con la apariencia de unaarquitectura nueva; por el contrario, haba unasaspiraciones ampliamente compartidas, susceptibles detraduccin visual en varios sentidos. La arquitecturamoderna -se insinuaba- debera basarse directamenteen los nuevos medios de construccin y doblegarse antelas exigencias de la funcin; sus formas deberan serdepuradas de la parafernalia de las reminiscenciashistricas y sus significados habran de armonizarse conlas experiencias y los mitos especficamente modernos;su moral debera entraar cierta visin del progresohumano y sus elementos deberan ser susceptibles deuna extensa aplicacin a determinadas situaciones sin

    Hace tiempo que hemosllegado a damos cuentade que el arte no seproduce en un espaciov co que ningn rtistes independiente demodelos predecesores que, en la mismamedida que el cientficoyel filsofo, forma partede una tradicinespecfica y trabaja enun re estructur dde problemas.Er ns t K ris 952

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    precedentes surgidas de impacto de la mquina sobrela vida y la cultura de hombre. En otras palabras, laarquitectura moderna debera brindar un nuevo conjuntode formas simblicas que reflejasen las realidadescontemporneas con ms claridad que ese cajn de sastrede los estilos histricos.

    En realidad, entre aproximadamente 1890 y la dcadade 1920 surgieron una serie de posturas que reivindicabanla modernidad como atributo principal, hasta que endicha dcada pareci que se haba conseguido finalmenteun amplio consenso. En todo caso, esto es lo que algunosarquitectos en ejercicio y algunos propagandistas deseabanque creyesen sus coetneos. Para ello hicieron unconsiderable esfuerzo por distinguir las caractersticasde Estilo Internacional: ese lenguaje expresivo devolmenes simples y flotantes y de geometras ntidas quepareca ser compartido por arquitectos tan diferentes comoLe Corbusier,J.].P. Oud, Gerrit Rietve d, Walter Gropius,Mies van der Rohe y los dems. t -afirmaban- era lanica arquitectura verdadera para el siglo xx Otrosmovimientos coetneos se dejaron a un lado cmodamentey se hizo de todo por limar diferencias y mantener lafachada de un frente unificado.

    Pero la historia no se detuvo, y los mismos individuoscreativos que parecan haber estado contribuyendoa un objetivo comn siguieron sus propios caminospor separado; a su vez, las ideas germinales fuerontransformadas por sus seguidores. De este modo,la arquitectura que supuestamente haba erradicadola tradicin (luego result que no) fund una tradicinpropia. En los aos posteriores a la II Guerra Mundialsurgieron muchas ramificaciones y transformacionespor todo e mundo . Reacciones, crticas y crisis -por nomencionar circunstancias e intenciones ampliamentedispares- componan e conjunto. Por tanto, si unhistoriador tuviese que mirar hacia atrs, tras e lapsode un siglo, al periodo 1900-199.5, no se vera agobiadopor una linea principal de evolucin, nica y monoltica,que abarcase desde los pioneros de diseo moderno(por usar la expresin de Nikolaus Pevsner) hasta laarquitectura del ltimo cuarto del siglo xx sino que severa sorprendido por la aparicin y el dominio de nuevastradiciones que invadieron gradualmente esa herenciade actitudes y vocabularios legada por el siglo XX Ms an,esta insinuacin de ideas nuevas podra verse en trminosglobales, abrindose paso poco a poco en diferentestradiciones nacionales y regionales, transformndolasy siendo transformadas por ellas. Este libro adoptaesa visin lejana.

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    Ha de admitirse aqu que existen dificultadesparticulares con la que se enfrenta cualquier intrprete delpasado reciente. El historiador que se dispone a escribiruna historia de la arquitectura moderna estar describiendoe interpretando unas tradiciones que an no han llegadoa su fin. Existe el peligro de que pueda imponer un modelodemasiado exclusivo a los hechos recientes, haciendo asque apunten inevitablemente a aspectos cualesquiera dela arquitectura de su propio tiempo que l mismo admira.Entonces la historia degenera en polmica. Esto es lo quedebe esperarse de esa literatura pendiente de la modaque siempre parece seguir la estela de los movimientoscontemporneos, pero errores semejantes se encuentranen las obras eruditas cuidadosamente valoradas que pasanpor ser los libros clsicos sobre la arquitectura moderna.Pese a la fuerza y la claridad de su xito, los primeroscronistas (como Sigfried Giedion, Henry-RussellHitchcock y Nikolaus Pevsner) se inclinaron a compartir elfervor progresista de sus protagonistas. Comprometidos deantemano con la idea de un espritu de la poca unificado,afirmaban reconocer su expresin arquitectnica en lasobras del movimiento moderno de la dcada de 1920 yconsideraban que su misin era escribir libros de revelacinque registrasen ese drama mundial de la verdaderaarquitectura de la poca que se estaba desarrollando.(Vase la nota bibliogrfica, pgina 690.) De mis primerasobservaciones resulta obvio que no deseo aadir algunoselogiosos captulos ms a la mencionada saga; ni deseo -hayque decido- sumarme al montn cada vez mayor de esashistorias r evisionistas decididas a poner de manifiesto quela arquitectura moderna fue una especie de pecado pasajeroque hizo perder su estado de gracia a la arquitectura.El historiador del presente tiene quizs una oportunidadnica y casi sin precedentes de enfocar su tema (o, en todocaso, sus primeras etapas) con cierta y desapasionadadistancia, y esto no debera desperdiciarse por indulgenciahacia la propaganda. Cada ao se crean ms edificiosy se sacan a la luz mayores cantidades de pruebas sobrelos movimientos de principios del siglo xx yya slo estoexige una revisin de toda la situacin. Pero la historiaimplica una constante reinterpretacin, as como lapresentacin de nuevos hechos; e incluso edificios,personalidades y acontecimientos que una vez parecierontener cierta condicin inmutable deben ser reexaminadosy reconsiderados. Entre la coleccin cada vez mayor demonografas especializadas de calidad y los estudios msamplios pero algo sesgados, hay pocas cosas que, despusde un minucioso estudio, ofrezcan una visin equilibraday legible del desarrollo de la arquitectura moderna desde

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    sus inicios hasta el pasado reciente. Este libro es un intentode salvar ese vaco.

    Los primeros historiadores de la arquitectura moderna(quiz se les debera llamar mitgrafos) se inclinaronpor aislar e t ema, por simplificado en exceso, por realzarsu singularidad con objeto de mostrar lo distinta que eraesta nueva creacin con respecto a sus predecesoras. Losmovimientos paralelos, como e Art Dco, e RomanticismoNacionalista o la continuacin de las Beaux-Arts clsicas sevieron relegados a una especie de limbo, como queriendodecir que un edificio en el estilo errneo posiblemente nosera de valor. Esto era al mismo tiempo infame y engaoso.En mi opinin, como mejor pueden entenderse y valorarselos diversos rumbos de la arquitectura moderna escolocndolos junto a otras tendencias arquitectnicasparalelas a ellos, pues slo as se puede empezar a explicarlo que pretendan expresar los clientes y los grupos socialesal usar las formas modernas. Ms an, la calidad artstica,como siempre, trasciende la mera usanza estilstica.

    Otro mito que solan mantener los primeros autores queescriban sobre la arquitectura moderna -para diferenciarotra vez las formas nuevas de sus predecesoras eclcticas -era la idea de que tales formas haban surgido en ciertomodo no contaminadas por lo anterior. De nuevo estocasaba bien con la inclinacin progresista de sus escritoshistricos, pero era un modo muy poco sensato de explicarlas formas. En su afn por poner de manifiesto su comienzodesde cero, numerosos arquitectos, entre 1900 y 1930, sinduda subestimaron la influencia ejercida sobre ellos por laarquitectura anterior, pero esto no significa que se debantomar sus afirmaciones al pie de la letra. En realidad, losarquitectos ms-completos de los ltimos cien aos estabanempapados de tradicin. Lo que rechazaban no era tantola historia en s como su reutilizacin simplista y superficial.Por tanto, e pasado no se rechaz, sino que se heredy se comprendi de nuevas maneras. Ms an, la propiaarquitectura moderna puso finalmente las bases de unanueva tradicin con sus propios temas, formas y motivos.

    La arquitectura es un arte complejo que abarca la formay la funcin, el smbolo y e fin social, la tcnica y lascreencias. En este caso, tan inadecuado sera catalogarsimplemente los pormenores de estilo como dejar reducidala arquitectura moderna a una pieza de un ajedrez deintereses clasistas e ideologas sociales en conflicto. Tanerrneo sera tratar los avances tcnicos por separado comoacentuar en demasa el papel de los cambios sociales o laimportancia de la imaginacin individual. Puede que losdatos de una biografa sean los ms apropiados (como ene caso de Le Corbusier o Frank Lloyd Wright) o bien que

    e anlisis dela estructura o de tipo sea ms acertado (comoen e rascacielos norteamericano); puede que est bientrabajar a la escala de edificio individual en un caso y a laescala de la ciudad en otro; y aunque un libro de esta ndoleno puede, evidentemente, describir todo e e scenariocultural de la arquitectura del siglo s puede evitar esaidea de que los edificios aparecen en un vaco social, y paraello en algunos casos se concentra en e patronazgo, en losobjetivos polticos y en la expresin ideolgica.

    La arquitectura moderna ha surgido en un escenariode importantes transformaciones sociales y tecnolgicas;ha registrado un cambio gradual que ha pasado de lo rurala la existencia urbana en el mundo industrializado; haservido a multitud de intereses y ha satisfecho numerosasfunciones, desde la vivienda colectiva hasta la glorificacinde las instituciones capitalistas, y desde refinadas villasparticulares hasta espacios de significado sagrado; se hausado tanto para romper con e pasado inmediato comopara reinstaurar continuidades ms antiguas, tanto paraafrontar los problemas de la gran ciudad como para servira los propsitos de mi sticismo contemplativo. Dadas lascircunstancias, sera imprudente insistir en una frmulasimplista que determinase la relacin entre la ideologay las formas. La arquitectura est enraizada en los procesosy las paradojas de la sociedad, pero tambin transformatodo ello en su propia terminologa: funciona mediantereglas parale as pero diferentes. El truco consiste enencontrar e adecuado equilibrio entre la lgica interna dela disciplina y la influencia de las fuerzas culturales, entrelas dimensiones social y personal, entre e orden singularde la creacin individual y lo que es normativo o tpico.

    Debo confesar aqu cierto inters centrado encuestiones de forma y significado. La mayora de losedificios que se estudian en este libro son extraordinariasobras de arte que, por tanto, se resisten a encasillamientossimplistas. No son ni expresiones directas de las creenciaspolticas, ni meros contenedores de funciones estilizados,sino ricas composiciones de ideas y formas que alcanzanuna resonancia simblica ms all de mbi to de los simplessignos ; pueden entenderse como emblemas densos,como microcosmos que combinan visiones idealizadasde la sociedad con interpretaciones tridimensionales de lacondicin humana; trascienden la representacin obvia yfuncionan en planos que afectan a la mente y los sentidos atravs de c ontrol abstracto de espacio, la luz, la estructura,la geometra, la materia y e movimiento. Yo creo que unobjetivo fundamental de cualquier historia de laarquitectura debera ser explicar por qu ciertasconfiguraciones y soluciones tcnicas se consideraron

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    adecuadas para un determinado cometido, y sondearlos significados y las intenciones subyacentes. La sencillay engaosa palabra estilo oculta multitud de vicios, ycuando se investiga sobre un artista de cualquier categora /se descubre una especie de contenido mtico que invade lasformas. Hemos de enfrentarnos con los modos en que lasfantasas, las ideas e incluso las intuiciones de ndole moralse traducen a trminos arquitectnicos.

    Luego est el intrincado problema de por dndeempezar: cundo aparece una arquitecturaespecficamente moderna ? Bastante se ha dicho ya paraindicar que no hay una respuesta fcil a esta pregunta.Es interesante sealar la va riedad de puntos de partidade las historias anteriores, que naturalmente reflejabanlas diversas concepciones de la arquitectura modernaque tenan sus autores. As, Nikolaus Pevsner-que queraresaltar el fundamento social y moral de la nuevaarquitectura- comenzaba su libro Pi onee rs o / tbe M odernM ove ment 1936) con William Morris y el movimiento Artsand Crafts de la dcada de 1860. Sigfried Giedion -queestaba obsesionado con la fragmentacin espiritual de supropia poca y vea la arquitectura moderna como un factorunificador- describa el siglo XIX en su obra Space, Tim ea nd A rc hitec tu re 1941), como una era dividida: por unlado, las formas degradadas del eclecticismo; por otro,aquellas tendencias nacientes muchas de ellas en laingeniera) que apuntaban a una nueva sntesis de laforma, la estructura y la honradez cultural. Henry-RussellHitchcock -que es ta ba i nteresado en describir losrasgos visuales de la nueva arquitectura- sugera enThe International St yle 1932, en colaboracin con PhilipJ ohnson) que la arquitectura moderna sintetizaba lascualidades clsicas de la proporcin con las actitudesgticas hacia la estructura. Sin embargo, en sus escritosposteriores, Hitchcock s e volvi menos aventurado yprefiri evitar las teoras amplias sobre los orgenes enfavor de una catalogacin meticulosa y enciclopdicade la secuencia de los estilos.

    El nfasis de los escritos histricos se vio obligado acambiar en cuanto la propia tradicin moderna se tornms extensa y variada. Los historiadores posteriores a laII Guerra Mundial enfocaron el tema con una perspectivams amplia y elaboraron unas genealogas ms complejas.Bruno Zevi por ejemplo, en su Sto ria del archite tturamoderna , 1950) defenda una sntesis cultural orgnicaque ampliaba los principio s e sp ac ia le s de Frank LloydWright. Colin Rowe en s us c l eb re s a rtculos de finales dela dcada de 1940) examinaba las continuidades clsicasdentro de la arquitectura moderna y rastreaba las ideas que

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    haba tras las formas. Reyner Banham, en su libro Theoryan d Design in the First M achine Age 1960), recreaba losantecedentes tericos de las primeras tres dcadas delsiglo XX e indagaba en las convenciones visuales y lossignificados simblicos de la esttica de la mquina de ladcada de 1 92 0. E l l ibro de Peter Collins Changing Idealsin Mod ern Architecture 1965) se concentraba ms en lasteoras que en los edificios reales y situaba varios de loscomponentes intelectuales del movimiento moderno enlos textos del siglo XIX e incluso del XVIII Los escritos deLeonardo Benevolo por ejemplo, Storia del architetturamodern a, 1960) procedan de una tradicin historiogrficacompletamente distinta que abordaba los factores socialesy la acogida de la arquitectura por parte del pblico.Para l, el hecho crucial era la Revolucin Industrial,mientras que la arquitectura moderna surga como unfracasado esfuerzo por resolver los problemas de la ciudaden expansin. Otros autores posteriores preocupadospor la crisis de la industrializacin, como Manfredo Tafuriy Francesco Dal Co 1976) o Kenneth Frampton 1980), seapoyaron en estos fundamentos para articular sus propiasversiones de una prehistoria moderna, pero con mayorconciencia de las contradicciones polticas e ideolgicas dela propia arquitectura moderna vase la nota bibliogrfica,pgina 690).

    Debo recalcar aqu que el nfasis de este libro estmenos en las races tericas de la arquitectura modernaque en su aparicin y posterior desarrollo. Esto es algoenteramente deliberado. Por un lado, deseo insistir enla distincin entre las teoras heredadas y las ideasarquitectnicas reales; por otro, son las ltimas fases dela arquitectura moderna ms que las primeras) las que sehan descuidado. Hace ya casi tres cuartos de siglo que secrearon obras tan trascendentales como la villa Saboya yel pabelln de Barcelona; pero los ltimos 45 aos slo sepueden recorrer fcilmente con la ayuda de unos cuantosmapas engaosos distorsionados por etiquetas e ismosa la moda. Un tratamiento global del periodo posteriora la II Guerra Mundial es todava imposible, pero al menosse puede sugerir un esquema que no sea simplementeun camino de un solo sentido hacia una u otra tendenciadel pasado ms reciente. Ms an, la historia no funcionacomo una cinta transportadora que se mueve entre unpunto y otro. Una tradicin puede esta r r egi da p or n or masdominantes o principios rectores, pero tambin puedeincluir lneas diversas, nfasis regionales, bucles internos,disyunciones y continuidades. A s u vez, cada artistaestablece unas relaciones especiales con el pasado.Un lenguaje personal puede cristalizar ciertos rasgos

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    de la poca y la sociedad, y sin embargo extraer suinspiracin de diversas fuentes, tanto dentro como fuerade la arquitectura. Los edificios de cualquier alcance sesitan en el tiempo a varios niveles, transmutando as lastradiciones cercanas y lejanas, y transformando otrasrealidades en mundos interiores y exteriores. Resultaengaoso tratados simplemente como partes o p roductosde ciertos movimientos; cuanto ms interesante sea lacreacin individual, ms difcil ser colocada en una casillacronolgica en particular.

    As pues, el problema de los orgenes se aborda en laprimera parte del libro no por medio de una desventuradabsqueda del primer edificio verdaderamente moderno o algo parecido), sino a travs de ese enfoque ms fructferode averiguar el modo en que las lneas de pensamientoheredadas se unieron en diferentes mentes individualesen los ltimos aos del siglo XIX y en los primeros del xx,ya que fue entonces cuando las f orm s se crearon paraexpresar, simultneamente, la aversin hacia larevitalizacin superficial de los reu io ls y la confianza en lasenergas y la relevancia de la vida moderna. Fue la poca delArt Nouveau, de Horta, Gaud y Mackintosh; de Wagner,Hoffmann y Loos; de los rascacielos de Sullivan y Root enChicago, y de las primeras casas de Wright, con su nuevosentido del espacio; de los intentos por parte de Behrensy Perret de emplear nuevos mtodos y materiales al serviciode ideas sobrias que abstraan los valores clsicosfundamentales. Tambin fue la poca de la experimentacincubista y futurista en las artes. Pevsner la describiacertadamente como la fase pionera del diseo moderno, ste parece un trmino bastante adecuado con tal que nose sienta la tentacin de rebajar sus creaciones a merasanticipaciones de lo que vino a continuacin, y con talque no se imagine que el paso desde este periodoexploratorio hasta la dcada de 1920 fue un camino fcil.Los futuros maestros modernos rechazaron pero tambinprosiguieron la labor de sus predecesores inmediatos, amedida que se abran paso por el legado de los dilemasdel siglo XIX: cmo conciliar lo viejo y lo nuevo, lo mecnicoy lo natural, lo utilitario y lo ideal. A su vez, lucharon con lascontradicciones de la ciudad industrial y con los conflictossuscitados entre las definiciones nacional e internacionalde la cultura. La mayora de ellos recibieron el influjode las formulaciones regionalistas o de las versiones delclasicismo durante sus aos de formacin, y talesinfluencias fueron incorporndose a su obra medianteun proceso de abstraccin.

    La segunda parte del libro se concentra en lacristalizacin de la arquitectura moderna entre las dos

    guerras mundiales. No es necesario ser un defensor de laidea de los momentos clsicos en el arte para identificar ladcada de 1920 como un notable periodo de consolidacin,especialmente en Holanda, Alemania, Francia, los EstadosUnidos y la Unin Sovitica. Visto en retrospectiva, estose ha denominado el periodo heroico de la arquitecturamoderna; a lo largo de l, Le Corbusier, Mies van der Rohe,Walter Gropius, Erich Mendelsohn, Gerrit Rietveld,Konstantn Mlnikov, Rudolph Schndler y Richard Neutrapor mencionar slo unos cuantos) crearon unos edificiosde tal fuerza innovadora que acabaron con el dominio delas tradiciones anteriores, estableciendo as nuevasdefiniciones de arquitectura para el futuro. Debidoprecisamente a que se ha conferido a esta dcada talsignificacin pica, no debemos fiarnos de losplanteamientos excesivamente selectivos que se hacen deella. En realidad, durante la dcada de 1920 coexistieronvarios ideales y definiciones de lo moderno que a veces sesolapaban y a v eces discrepaban: el funcionalismo y lanueva objetividad de Hannes Meyer; el elevado idealismode Le Corbusier; el controlado expresionismo de ErichMendelsohn; o el primitivismo y el culto a la naturalezade Wright. Para encontrar el adecuado equilibrio entrelas preocupaciones del periodo, el estilo personal y lasintenciones de las obras concretas, es necesario indagarms all de las apariencias para llegar al mbito de laorganizacin espacial y las ideas generadoras.

    El movimiento moderno fue una revolucin en cuantoal objetivo social y tambin en relacin con las formasarquitectnicas; trataba de conciliar el industrialismo, lasociedad y la naturaleza, proyectando para ello prototiposde vivienda colectiva y planes ideales para ciudades enteraspor ejemplo, la Broadacre City de W right y la VilleRadieuse de Le Corbusier}. Pero existan diversas racesideolgicas detrs de estas aspiraciones utpicas y estosesfuerzos reformistas, que a su vez estaban implicados enun amplio abanico de programas polticos. La parte centraldel libro analiza las problemticas relaciones entre laideologa y la arquitectura moderna en la Unin Soviticade los aos 1920, as como las reacciones totalitarias encontra de la modernidad durante la dcada siguiente;tambin aborda la transformacin del clasicismo en laItalia fascista y en socialdemocracias como Finlandia ySuecia, as como el entrelazamiento de nacionalismo,internacionalismo y regionalismo en distintas partes delMediterrneo, Asia, Amrica Latina y frica. Los conflictosde este periodo representan algo ms que una batalla deestilos: la arquitectura moderna desafi el statu quo,articul nuevas visiones sociales e indic modos de vida

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    alternativos; y tambin desempe un papel activo enel proceso de modernizacin.

    Una vez que se ha fundado una t rad icin, se vatransformando a medida que se perciben nuevasposibilidades de expresin, segn cambian los valores,o bien cuando se afrontan nuevos problemas. M s a n,nuevos individuos heredan las definiciones culturales ylos principios inalterados implcitos en los prototipos,y los amplan en sus p ropias direcciones. Antes delestallido de la II Guerra Mundial se haban establecidoramificaciones del movimiento moderno en lugares tandiversos como Finlandia y Gran Bretaa, Brasil y Surfrica,Mxico y Japn. Una segunda generacin -que inclua afiguras como Alvar Aalto, Berthold Lubetkin, GiuseppeTerragni y Oscar Niemeyer- modific las ideas germinalespara adecuadas a las nuevas intenciones y para enfrentarsea diferentes climas, culturas y tradiciones. Mientras tanto,los propios creadores originales prosiguieron susinvestigaciones y r eac ci on aro n ante las crisis polticas yeconmicas de la dcada de 193 con versiones menosdogmticas del maquinismo y con versiones msacomodaticias de lo natural, lo vernculo ylo primitivo .Una denominacin simple, como la de Estil o I nt er nacional,no hace justicia al alcance y la profundidad de la arquitecturamoderna realizada en el periodo de entreguerras.

    La tercera parte del libro examina la difusin global dela arquitectura moderna desde la dcada de 1940 hastafinales de los aos 1970. Aq u n os e nco ntramos cara a caracon problemas asociados a los fenmenos de t ra nsplantepues la arquitectura moderna se injert en culturastotalmente diferentes a aqullas en las que habacomenzado), de devaluacin pues las formas simblicas sefueron vaci an do gr adualmente de su polmico contenidooriginal y quedaron degradadas por los interesescomerciales o las burocracias estatales) y de regeneracinpues los conceptos bs ico s s e r eex aminaron o rechazaron,y se abrieron nuevos territorios expresivos). Adems delas ltimas obras de los envejecidos maestros de laarquitectura moderna, esta parte del libro estudia lamodificacin gradual de los primeros modelos utpicosdel urbanismo; la aparicin de grupos que buscaban unenfoque menos absolutista del proyecto, como el Team X;el desarrollo de nuevas variedades de arquitecturamoderna en distintas culturas nacionales por ejemplo,Espaa, Australia, India o Japn); temas generales comoel regionalismo yla interpretacin del contexto urbano;la adaptacin a los climas y culturas locales en los pasesen desarrollo; tipos de edificio como el bloque de viviendasen altura y el rascacielos como caja de vidrio; as c omo

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    arquitectos individuales como Louis Kahn.jern Utzon,Luis Barragn, Aldo van Eyck, Cado Scarpa, Alejandrode la Sota] os Antonio Coderch y Denys L asd un.

    En l as d cadas de 1960 y 1970, tanto dentro comofuera del movimiento moderno, hubo crisis y crticas queindicaban una confianza ms clara en el pasado y en lasenseanzas que deban aprenderse de la ciudad tradicional;y tambin el espritu progresista del proyecto modernofue atacado. Los escritos tericos de este periodofomentaban el retorno a los ejemplos histricos mediantela manipulacin de signos y referencias, o mediante laabstraccin y transformacin de tipos urbanos ya muyarraigados. A finales de la dcada de 1970 estaba de modasealar que el camino hacia delante consista en ir haciaatrs. Surgi la arquitectura posmoderna , con sus recetasy citas arbitrarias, y pronto se vio acompaada por toda unacoleccin de historicismos y manierismos de los que erablanco cualquier periodo del pasado. Cuando se escribila introduccin a la primera edicin de e ste libro, en ellase afirmaba: La arquitectura moderna se encuentraactualmente en otra fase crtica, en la que muchas de susdoctrinas subyacentes estn siendo cuestionadas yrechazadas. Queda por ver si esto significa el hundimientode una tradicin o es otra crisis que precede a una nuevafase de consolidacin.

    Pese a l a retrica sobre el f in al d e una era, laarquitectura posmoderna result ser efmera. En realidad,se trataba de otra reorientacin ms en la que ciertas ideascentrales se reexaminaban de un modo nuevo. En estatercera edicin 1996) se ha aadido una parte cuarta queestudia la compleja evolucin de la arquitectura mundialdesde 1980 aproximadamente. En ella se evitan las posturascrticas habituales y los movimientos en buena parteficticios, y se intenta sealar edificios y tendencias de valorduradero. La bsqueda ha sido amplia e incluye tanto elTercer Mundo como el Primero. Se han escogido ejemplosde lugares tan diversos como Espaa e India, Finlandia yAustralia, Francia y Mxico, los Estados Unidos, Suizay Japn. Lo que parece es que hay varias culturas dela modernidad en el pasado reciente, y que stas combinanmodelos y programas a largo plazo con preocupaciones yproblemas contemporneos. Cada vez ms, las ideasarquitectnicas cruzan las fronteras, y esta pa rte d el l ib rose ocupa de la mezcla de lo nuevo y lo viejo, lo l oc al y louniversal; presupone la idea de una tradicin moderna convarias lneas y estudia los distintos modos en los que lasideas generadas a principios del siglo estn siendofertilizadas y transformadas en respuesta al contexto y ala memoria cultural, as como a las condiciones sociales

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    y tecnolgicas que cambian rpidamente. El trasfondo detodo ello es la explosin de la metrpolis de la informacin,un sistema de redes visibles e invisibles que estdestruyendo las antiguas definiciones de c ampo y laciudad, y que est exigiendo una nueva escala depensamiento situada entre la arquitectura, e urbanismo,e a rte paisajista y la planificacin territorial.

    Es mediante un detenido anlisis de algunas obrasconcretas de elevada intensidad -de sus ideas gua, suestructura espacial, sus mitos sociales y sus respuestas a lacultura, a la tecnologa y a la naturaleza- como podemosempezar a percibir las corrientes ms profundas dedeterminado periodo. Si la ltima parte del libro destacaedificios como e Palacio de Congresos en Salamanca,Espaa (1985-1992), de Juan Navarro Baldeweg; e B ancode Hong Kong y Shanghai (1979-1985), de NormanFoster; e estudio Sangath en Ahmadabad, India(1979-1981) de Balkrishna Doshi; la iglesia de M yyrrnaki,cerca de Helsinki, Finlandia (1984-1987), de Juha Leiviska;o e museo Chikatsu-Asuka, en Japn (1989-1993),de Tadao Ando, no se debe slo a que se trata de unosextraordinarios logros recientes en trminos puramentearquitectnicos. Se debe tambin a que se cuentan entrelos ltimos edificios que han extrado su significadode sus respectivos lugares y sociedades, al tiempo quehan supuesto una contribucin a una slida culturaarquitectnica global. Estos edificios nos recuerdan quela arquitectura moderna de finales de siglo xx posee unacompleja identidad: una identidad que sigue aspirandoa cierta universalidad, si bien reacciona a los territorios ytradiciones diferentes; que estimula la innovacin radical,si bien reactiva sus propios principios generadores;y que inspira nuevas visiones para e futuro, si bientransforma e pasado.

    Quiz sea inevitable que, a medida que e li bro seaproxima al presente, e autor caiga en alguna de lastrampas de sus antecesores al defender algunos aspectosde la situacin contempornea en perjuicio de otros. Puedodecir al menos que mi propsito ha sido presentar unaimagen equilibrada, mantener una perspectiva histricalejana y dejar claros los fundamentos de todos mis juicios.Vivimos en un presente arquitectnicamente confuso queobserva su propio pasado a travs de un ve o de mitos ymedias verdades (algunas de ellas fabricadas por loshistoriadores) con una mezcla de romanticismo, distorsiny perplejidad. Como mejor se fomenta la libertad deeleccin para e futur o es con un entendimiento acertado,preciso y exigente de lugar de cada cual en la tradicin.Este libro se escribi en parte con la idea de que se puede

    construir un puente histrico sobre la corriente de lasmodas intelectuales pasajeras, que nos lleve a un terrenofilosfico ms firme, y en parte con la esperanza de queesto podra fomentar una vuelta a los principios bsicos.Pero tales propsitos han sido secundarios: lo primeroque debera hacer un historiador es explicar qu pasy por qu, independientemente de lo que abora puedapensar la gente de ello.

    introdu i n